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Instituto Concurso Público N° 0012-2003-OPD/INS Ministerio de Salud Instituto Nacional de Salud Evaluación de Impacto del Programa Nacional Wawa Wasi 2003 Informe Final San Isidro, junio del 2004

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  • Instituto Concurso Público N° 0012-2003-OPD/INS Ministerio de Salud Instituto Nacional de Salud

    Evaluación de Impacto del Programa Nacional

    Wawa Wasi 2003

    Informe Final

    San Isidro, junio del 2004

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    I. ÍNDICE Pág. I. Índice 2 II. Resumen ejecutivo 3 III. Introducción 6 IV. Objetivos de la evaluación 9 V. Materiales y métodos 11 5.1 Equipo evaluador 11 5.2 Metodología 11 5.3 Instrumentos utilizados 16 5.4 Técnicas utilizadas y procesamiento 17 5.5 Selección de la muestra 18 VI. Resultados y análisis 21 6.1 Características de las familias 21 6.2 Características de las viviendas 27 6.3 Variables de proceso 29 6.3.1 Análisis de la gestión del Programa Nacional de Wawa wasi 29 6.3.2 Características de las madres cuidadoras 69 6.3.3 Participación de las madres cuidadoras y beneficiarias en

    asambleas comunales. 71

    6.3.4 Focalización, subcobertura y superposición con otros programas 72 6.3.5 Satisfacción de clientes internos y externos 75 6.3.6 Capacitaciones recibidas por madres beneficiarias y cuidadoras 81 6.3.7 Grado de participación de madres beneficiarias en el Wawa wasi 83 6.3.8 Utilización del tiempo libre de las madres e índice de rotación 85 6.3.9 Calidad sanitaria de los alimentos distribuidos 86 6.3.10 Características de los locales del Wawa wasi 88 6.3.11 Características del local de almacén 93 6.3.12 Características del local de preparación de los alimentos 97 6.4 Variables de Efecto 105 6.4.1 Acceso a los servicios de salud 105 6.4.2 Consume calórico-proteico y de micro y macro nutrientes 108

    a) Requerimientos nutricionales de niños de 6 a 47 meses 108 b) Número de niños evaluados por dominio y edad 110 c) Valoración nutricional de la ración distribuida en el Wawa wasi 110 d) Energía y nutrientes recibidos por los beneficiarios 112 e) Aporte de nutritientes de la ración del Wawa Wasi 113 f) Valor nutritivo de la ración distribuida vs. Ración consumida 116 g) Brecha calórica por grupos de edad 118 h) Cobertura de requerimientos energéticos y de nutrientes 119 i) Dilución de la ración alimentaria del Wawa wasi 121

    6.4.3 Conocimientos, actitudes y prácticas 122 a) Madres beneficiarias 122 b) Madres cuidadoras 133

    6.5 Variables de impacto 139 6.5.1 Estado nutricional y anemia 139 6.5.2 Desarrollo Psicomotor 146 6.5.3 Estado de salud 153 VII Aportes al estudio 156 VIII Conclusiones 160 IX Recomendaciones 168 Anexos

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    II. RESUMEN EJECUTIVO La evaluación se llevó a cabo entre el 18 de marzo y el 7 de junio del 2004 y estuvo a cargo de un equipo técnico ad hoc conformado por un médico salubrista, una nutricionista, una psicóloga, un educador, un economista y un estadístico.

    El objetivo de la misma fue ponderar la situación actual del Programa Nacional Wawa Wasi en los aspectos de gestión, focalización y especialmente sus efectos sobre el estado de salud, nutrición y desarrollo psicomotor de los beneficiarios.

    Para la evaluación se utilizó el modelo de enfoque sistémico, donde los insumos y procesos, se valoraron en base al análisis de la gestión del programa desde el nivel Central, las Sedes Regionales y los Comités de Gestión locales y la capacitación a las madres beneficiarias y madres cuidadoras en nutrición, estimulación temprana, salud y cuidados de los niños y niñas; los efectos se midieron a través del aporte nutricional en cantidad y calidad de la ración distribuida, y el acceso a los servicios de salud y el SIS, incluyendo como variable secundarias también los CAPs de madres beneficiarias y madres cuidadoras. El impacto, se midió en base a los cambios observados en estado nutricional y de desarrollo psicomotor de los niños y niñas, a través de mediciones antropométricas y psicométricas. Entre las conclusiones más importantes están: El aporte principal del Programa Nacional Wawa Wasi, según lo opinado por las madres y los integrantes de los Comités de Gestión, es que les permite tener a sus niños(as) en un lugar seguro y les libera tiempo para trabajar y dedicarse a otras labores (estudiar, hacer trámites, cuidar a sus otros hijos, etc.) De hecho se encontró que hay un 71.8% de madres que trabajan y que tienen a sus niños en un Wawa wasi. Igualmente se encontró que hay un 23% de madres solteras jefes de hogar, de las cuales el 84% trabajan. Este es un servicio importante que ofrece el Programa Nacional Wawa Wasi a las madres en situación de pobreza, ya que de no existir el mismo, les limitaría fuertemente en trabajar y desarrollarse en otras actividades. Tanto las madres cuidadoras como las madres beneficiarias y los integrantes de los Comités de Gestión, reconocen importante la labor que desarrolla el Wawa wasi y en su mayoría están satisfechas con el servicio que brinda. La mayoría de madres identifica a la alimentación como el principal servicio que brinda el Wawa Wasi, sobre todo en la selva y Lima Metropolitana y un 32% lo identifica como un lugar donde cuidan a sus niños, elevándose esta cifra al 47% en la selva. Sin embargo, es interesante resaltar que hay un 38% de madres que lo identifica como un lugar donde estimulan a sus niños y niñas. Estos hallazgos estarían indicando que la integralidad de atención de los niños y niñas propugnada por el Programa Nacional Wawa Wasi ya está siendo progresivamente internalizada por las madres. El acceso de los niños a los servicios del Ministerio de Salud es bueno en cuanto a inmunizaciones, pues más del 90% de niños están protegidos con todas las vacunas. En cuanto al acceso al CRED, alrededor del 78% de niños tuvo algún registro de peso y talla el año anterior a la encuesta y el 65% de niños estaban afiliados al Seguro Integral de Salud. No se encontraron diferencias significativas en estos indicadores entre el grupo intervenido y no intervenido.

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    El tratamiento de los gastos desde la perspectiva del presupuesto ha sido eficiente, lo cual implica que se actuó de acuerdo a lo programado. Los Comités de Gestión, en las adquisiciones de alimentos, hacen un uso preferente de insumos nacionales y compran a proveedores formales que ofrezcan calidad en sus productos y den facilidades de crédito. Aproximadamente un 46.3 % de alimentos adquiridos eran de origen local o regional. La prevalencia de desnutrición crónica encontrada en los niños de 6 a 47 meses beneficiarios del Programa, fue de 26.8%, la de anemia del 62.4% y un 42% de niños y niñas tiene algún grado de déficit en su desarrollo psicomotor. Al comparar éstos índices con los del grupo no intervenido, tanto a nivel nacional como por dominios, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas. Igualmente, los hallazgos fueron muy semejantes al comparar estos indicadores con el tiempo de exposición al programa de 6 meses, 1 año o dos años.. Estos resultados pueden deberse en parte a los siguientes hallazgos: ß Los insuficientes conocimientos, actitudes y prácticas en salud, nutrición y

    estimulación temprana, encontrados en general tanto en las madres beneficiarias, como en las madres cuidadoras.

    ß El aporte energético y de micro nutrientes de la ración distribuida en el Wawa wasi es inferior a lo estipulado por el Programa Nacional Wawa Wasi, ya que (en la muestra estudiada) dicha ración aporta en promedio el 53.5% de energía y el 51.7% de proteínas de la ingesta total del día del niño(a), debiendo cubrir el 70% de energía y el 100% de proteínas según lo normado por el Programa.

    ß Se encontró que sólo el 26.7% de los niños y niñas de los Wawa wasi cubren sus requerimientos de energía, el 86.4%, de proteínas, el 15.6% de hierro y el 31.1% de vitamina A.

    ß Otro aspecto importante a tener en cuenta es la rotación de los niños y niñas que ingresan al Programa Nacional Wawa Wasi, habiéndose encontrado que un 39% de los encuestados ya habían estado antes en otro wawa wasi. Esta cifra en Lima Metropolitana llegó alrededor del 82%.

    ß Igualmente se encontró que alrededor del 50% de niños y niñas que actualmente están en el Programa, tienen un tiempo de exposición al mismo menor de 6 meses.

    En el componente de gestión, se encontró que el Programa Nacional Wawa wasi en su organización tiene una estructura vertical, donde las directivas y normas de gestión que son producidas por la Unidad Coordinadora para el funcionamiento del Programa. Estas encuentran algunas limitaciones en su aplicación a nivel de las Sedes Regionales, debido a su escasa articulación interna y externa, presupuesto insuficiente e inadecuado control social del Programa. No existen criterios ni instrumentos comunes para realizar las supervisiones según niveles de la organización. La articulación del Programa con los diferentes actores sociales es bastante pobre.

    Los principales problemas identificados por los funcionarios de las diferentes instancias en el funcionamiento del Programa Nacional Wawa Wasi, se refieren a la escasez presupuestal, a la insuficiente capacitación a las madres cuidadoras, y la insuficiente atención de los establecimientos de salud en el control de los niños del WW. La frecuencia de asambleas comunales es anual, según lo manifestado por los integrantes de los C.G. y un 54.4% de las madres cuidadoras participó de alguna

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    asamblea el año 2003; sin embargo un 15.6% de ellas reportó que no hubo asambleas en dicho año. Entre las madres beneficiarias, apenas un 30% manifestó haber participado de alguna asamblea. La limitación más importante detectada en los locales Wawa Wasis, son los materiales de estimulación y educativos para los niños. Igualmente se detectaron algunas carencias en cuanto a útiles de higiene personal y limpieza en los locales de preparación de alimentos. En cuanto focalización, se encontró que un 20.9% de hogares no están adecuadamente focalizados, tomando en cuenta criterios de pobreza y grupos de edad de los niños y niñas (6 a 47 meses.) En cuanto a subcobertura, si tomamos los criterios de pobreza y edad de los niños, ésta llega al 96.7% y si tomamos estos criterios mas el hecho de que las jefes de hogar sean mujeres y que trabajen, este índice se sitúa en un 84%. Un 81.6% de familias del grupo de niños y niñas beneficiarios del Wawa wasi, se benefician además de otros programas sociales, llegando en la Sierra al 92%. Los programas con mayor afiliación son: el Vaso de Leche con un 69.8%, seguido del Desayuno escolar con un 28.4%, PACFO con un 20.9% y el Comedor popular con un 14.8%. Además un 41.5% de familias se benefician con 2 o más programas, subiendo esta cifra a 48.1% en la Sierra. Entre las recomendaciones más importantes están: Redefinir los alcances de Programa con la participación de los beneficiarios, sobre todo tratando de compatibilizar los fines que se ha propuesto el mismo en relación a brindar atención integral a los niños y niñas, y la concepción mayoritaria de las madres y de los integrantes de los Comités de Gestión, de considerarlo más como un lugar donde se cuida a los niños y se les da alimentación. Habría que hacer una investigación operativa para averiguar qué factores están interviniendo en la alta rotación de los niños y niñas de los Wawa wasis. De lo contrario, las intervenciones realizadas, por más que estén bien implementadas, no tendrán mayor efecto en los beneficiarios. Mejorar la supervisión del Programa, estandarizando criterios y procedimientos. Es importante revisar el acuerdo de cooperación del Programa Nacional Wawa Wasi con los establecimientos del MINSA, sobre todo en relación al control del crecimiento y desarrollo de los niños y niñas para mejorar su cumplimiento. En desarrollo psicomotor, poner mayor énfasis en estimular las áreas social y de lenguaje, que son las encontradas con mayor déficit. Es importante reforzar la capacitación de las madres cuidadoras y madres beneficiarias en aspectos de salud y nutrición; de las responsables de la preparación de alimentos en aspectos de higiene personal y útiles de cocina y preparación de raciones de acuerdo a lo programado; el de los representantes de los CG en manejo presupuestal, supervisión y control de calidad de los alimentos. Los instrumentos de normatividad central del Programa, requieren algunos ajustes en los cuales deben participar los usuarios de los mismos en las diferentes instancias de gestión del Programa. Los aspectos a mejorar son: a) precisar mejor en el RO, los roles de las Sedes Regionales y los mecanismos de articulación con la Unidad

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    Coordinadora, establecer indicadores mínimos de gestión, b) establecer los criterios para que en cada sede se elabore un plan operativo anual de programación de actividades ligadas al presupuesto, c) revisar los criterios de selección de beneficiarios y uniformizar los mismos a nivel nacional, d) revisar la cantidad de normas existentes y su validez actual. Es de suma urgencia que el Programa, complete la dotación de material de estimulación faltante en la mayoría de Wawa wasis; igualmente que mejore la dotación de todos los útiles de limpieza necesarios, tanto para la higiene del personal que prepara los alimentos, como para la higiene de los locales, vajillas, utensilios y demás enseres. Deberán hacerse los esfuerzos necesarios a fin de incrementar el número de asambleas comunales con el fin expreso de informar sobre las actividades, logros y limitaciones del Programa y obtener el consenso comunal en el desarrollo del mismo.

    Capacitar a los gerentes de sedes en el uso de la información para la toma de decisiones a nivel local, tomando como base el Wawanet, el que debe mantenerse actualizado. Implementar una metodología simplificada de recojo de información periódica sobre satisfacción de usuarios internos y externos del Programa Nacional Wawa Wasi, de manera que se puedan tomar decisiones usando periódicamente esta información. Revitalizar el funcionamiento de los Comités de Vigilancia. Hacer un mejor mercadeo entre los usuarios internos y externos y la población en general, de las ventajas comparativas que tienen los Wawa Wasis en relación a las cunas, nidos o guarderías. Como recomendación final diríamos que la presente evaluación puede servir de línea de base para el inicio de una nueva etapa del Programa y que permitirá en futuras evaluaciones, tener un punto de comparación, siempre y cuando se use la misma metodología. III. INTRODUCCIÓN El Perú en los últimos 40 años ha registrado las mayores tasas de expansión de su historia, pasando de 10 millones de habitantes en 1960 a 27.5 millones en la actualidad, concentrándose el 72% en la costa, lo que plantea grandes retos en cuanto a acceso a servicios y empleo.

    La economía del Perú en la década del 80, terminó con una hiperinflación de más de 7,000% anual, una significativa contracción de la inversión, deterioro de los salarios reales, expansión de la informalidad e incremento del desempleo. Durante los primeros 7 años de la década de los 90 esta situación se empezó a revertir con la estabilización económica y un crecimiento sostenido a partir del 92, alcanzando su punto más alto en el 94 con un 12.84%. Sin embargo, a partir del 97 la economía empezó a entrar en una profunda recesión de la cual todavía no se ha podido salir, aunque se mantiene la estabilidad económica con una baja inflación y adecuadas reservas internacionales. Hoy el Perú enfrenta el reto de elevar la productividad y competitividad con miras a un crecimiento económico sostenido que permita generar más empleo, ampliar el acceso a los servicios básicos y garantizar finalmente el desarrollo humano de sus habitantes.

    En el plano social, luego de casi dos décadas de violencia interna que dejó más de 25,000 muertos (60,000 según la Comisión de la Verdad), finalmente en la década de

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    los 90 se pacifica el país, calmando además la tensión internacional con la firma de la paz con Ecuador. Sin embargo el problema del narcotráfico persiste y los índices de pobreza no han podido revertirse, siendo hasta el 2001 la pobreza y pobreza extrema del 54.8% y 24.4% respectivamente según el indicador de línea de pobreza y de 41.9% y 13.8% según N.B.I. Los servicios de salud se han incrementado en un 65% en la última década y los servicios educativos en un 70%. Es dentro de este contexto que comienza el Programa Nacional Wawa wasi a partir del año 1993 implementado a través del Ministerio de Educación, con el financiamiento de UNICEF y con el nombre de “Hogares Educativos Comunitarios”, focalizando la atención en los niños y niñas de 6 meses a 3 años, ubicados en lugares de extrema pobreza. En 1994, se refuerza el financiamiento con la participación –además de UNICEF- de fondos del BID, de la Comunidad Económica Europea y del Programa Mundial de alimentos, y el programa toma el nombre de “Sistema de Casa de Niños o Wawa Wasi”. En 1996 este programa pasa al Ministerio de la Mujer y Desarrollo Humano (PROMUDEH) y en 1997 se le da la denominación de “Programa de Atención al menor de tres años Wawa Wasi”. Para 1999 ya recibe la denominación de “Programa Nacional Wawa Wasi” y extiende su cobertura con un financiamiento de 28.8 millones de dólares provenientes del BID. El objetivo general del programa es promover la atención integral adecuada de niños y niñas entre 6 meses y tres años en situación de pobreza, generando condiciones favorables para su desarrollo(1.) Los objetivos específicos son: • Lograr que los niños y niñas tengan mejores posibilidades para desarrollar su

    potencial humano y lograr el éxito de su inserción social. • Desarrollar y promover prácticas saludables de crianza conjuntamente los padres

    de familia y la comunidad. • Mejorar los niveles de empleabilidad y desarrollo personal de las mujeres que se

    desempeñan como madres cuidadoras. • Fomentar en los padres de familia la aplicación de crianzas positivas en el hogar • Lograr que la comunidad y los actores sociales participen activamente para dar

    sostenibilidad al Programa. El programa tiene cinco componentes: 1. Atención Integral del niño en extrema pobreza en un ambiente seguro, con afecto y

    estímulo, complementado con estimulación psicomotriz y social, alimentación y atención de salud.

    2. Capacitación orientada a los cuadros profesionales del programa, los actores comunales, los padres y madres de familia de los niños beneficiarios.

    3. Promoción y difusión de la imagen del programa, y de valores, actitudes y prácticas sobre cultura de crianza.

    4. Infraestructura orientada a construir Wawa Wasis en áreas comunales, para atender a un promedio de 24 niños y con una inversión de 20,000 dólares.

    5. Apoyo a la capacidad de ejecución, orientado a garantizar la asistencia técnica, la administración del programa y el monitoreo y evaluación.

    1 MIMDES. Lineamientos Generales del Programa Nacional Wawa wasi, 2003

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    El programa está focalizado en áreas de pobreza y extrema pobreza y situación de riesgo y la mayor parte de los costos en infraestructura y funcionamiento provienen del estado, a excepción de las madres cuidadoras que son pagadas por los padres de familia de cada Wawa Wasi. La comunidad participa activamente en la administración y supervisión de los servicios y mantienen una estrecha relación con los servicios de salud del MINSA para acciones de prevención y promoción de la salud. Cuenta con 33 sedes administrativas, de las cuales 9 están en Lima (Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, Ate Vitarte, Independencia, Chorrillos, Comas, San Juan de Lurigancho, San Juan de Miraflores y Lima Cercado.) El año 2003 atendió a 40,290 niños que estaban a cargo de 5,036 madres cuidadoras, lo que representa u promedio de 8 niños por cada una de ellas. Existen tres tipos de Wawa wasi: ß Wawa Wasi familiares, que funcionan en una vivienda que es generalmente la de

    la madre cuidadora. Atiende a un máximo de 8 niños y niñas y está a cargo de una madre cuidadora.

    ß Wawa Wasi comunales, que funcionan en locales cedidos por la comunidad o construidos por el programa, con una capacidad entre 16 a 24 niños y a cargo de 2 o 3 madres cuidadoras.

    ß Wawa Wasis institucionales, que funcionan en locales proporcionados por instituciones públicas o privadas. La capacidad se establece en función del tamaño del local.

    Según la evaluación operativa del Programa(2), hasta marzo del 2003, se tenían 3,785 (87%) Wawa Wasi familiares, 497 comunales (11.4%) y 67 institucionales (1.6%.) El programa se ejecuta a través de las comunidades organizadas, quienes son los que administran los recursos para la atención integral de los niños, mediante los denominados “Comités de Gestión”, los cuales están conformados por cinco miembros elegidos en asamblea comunal y que generalmente pertenecen a una organización social de base como un comedor popular. Cada Wawa Wasi está a cargo de una madre cuidadora debidamente capacitada y tiene a su cargo como máximo 8 niños y niñas La madre cuidadora, además del cuidado de los niños y niñas, es la responsable de su alimentación y estimulación temprana bajo la supervisión de personal especializado. Igualmente disponen de un módulo básico de equipamiento consistente en: mobiliario, menaje, recetarios de menús variados, folletos educativos, casetes de canciones y toca casetes para estimular el sentido auditivo de los niños, cuentos para estimular su imaginación y juguetes variados para desarrollar sus habilidades psicomotoras. A los niños entre 6 a 11 meses se les brinda una alimentación complementaria a la lactancia materna consistente en papillas lacteadas y mazamorras y a los niños de 1 a 3 años se les da un menú infantil balanceado. Se dan 3 comidas diarias y según las normas, esta debe cubrir el 70% de calorías requeridas por el niño o niña, y el 100% de proteínas. Los insumos para la preparación de las raciones, son proporcionados por el Comité de Gestión, que los compra con fondos provenientes del programa. Cada Comité de Gestión administra un promedio de 12 Wawa Wasis. Existe un convenio firmado entre el MINSA y MIMDES para la atención de la salud de estos niños, el seguimiento de su crecimiento y la aplicación de sus vacunas

    2 MIMDES, Programa Nacional Wawa Wasi. Principales indicadores e información de gestión, Marzo, 2003

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    respectivas. Esta atención se realiza a través de los Centros y Puestos de Salud de la jurisdicción. Por cada una de las Sedes Regionales se tiene un Jefe de Sede, el que está apoyado por un Asistente Administrativo y Coordinadoras de campo que son los que supervisan y dan asesoría técnica a las madres cuidadoras de cada Wawa Wasi. En julio de 1996 el programa realizó una evaluación externa de tipo cualitativo catalogada como una “autoevaluación”, con participación del propio personal del proyecto y la asesoría de consultores externos(3.) Entre los hallazgos más importantes, están: a) Los Wawa Wasi reciben alimentos de diversas fuentes: de PRONAA (a través del Servicio Alimentario Infantil de los Comedores), lonchera preparada por las propias madres, o alimentos preparados por las madres educadoras por encargo de las familias usuarias; b) la mayoría de usuarias opinó que la dieta era agradable, balanceada y variada acuerdo, pero no suficiente; c) hubo ostensibles deserciones de madres cuidadoras porque no se les subvenciona el almuerzo; d) los padres de los niños aportan S/. 1.50 diario (S/.1.00 para las madres educadora y S/. 0.50 para completar la alimentación); e) la cobertura de los servicios de salud a los Wawa Wasi oscila entre el 72% al 92%; g) el 98% de familias usuarias está de acuerdo con los Wawa Wasi y la mayoría reconoció progresos en sus hijos.

    En febrero del presente año, el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) del Ministerio de Salud, convoca al Concurso Público N° 0012-2003-OPD/INS, para la evaluación del Programa Nacional Wawa wasi, haciéndose acreedor del mismo el Instituto Cuánto. Se firma el respectivo contrato de ejecución el 18 de marzo del 2004 y a partir de esa fecha se inicia la evaluación. En una primera fase se elaboró el plan de trabajo, los instrumentos de recojo de información, se validaron los instrumentos, se capacitó a los encuestadores en forma teórica y práctica, y se aplicó una prueba piloto en el A.H. Montenegro del distrito de San Juan de Lurigancho, supervisada por el CENAN. Esta primera parte se terminó el 24 de abril y el trabajo de campo se llevó a cabo entre los meses de abril y mayo. Todo el proceso fue estrechamente coordinado con personal del CENAN y del Programa Nacional Wawa Wasi del MIMDES, quienes a su vez supervisaron todas las etapas. El procesamiento, análisis y elaboración del informe se llevó a cabo entre el 15 de mayo y 6 de junio y los resultados de la misma se presentan a continuación. IV. OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN

    4.1 Objetivo general Evaluar la situación actual del Programa Nacional Wawa Wasi en los aspectos de gestión, focalización y especialmente sus efectos sobre el estado de salud y nutrición de los beneficiarios, así como la descripción de los escenarios en que se desarrolla el programa en los ámbitos donde se está implementando

    4.2 Objetivos específicos

    A. Evaluación de la Gestión del Programa:

    ß Su organización en los diferentes niveles de ejecución, así como su articulación

    con otras instituciones del sector público y privado: MINSA, MINED, Municipios, Gobiernos Regionales, ONGs y otros.

    3 PROMUDEH (Ahora MIMDES.) Evaluación de Impacto del Proyecto: Hogares Educativos Comunitarios –Wawa Wasi -. Lima, setiembre de 1996.

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    ß Mecanismos de articulación y control social con organizaciones de base ß Comité de gestión: conformación, funciones e instancias de control ß Programación de actividades, criterios de identificación y captación de

    beneficiarios: edad, pobreza, condiciones sociales, condición laboral de las madres, otros.

    ß Focalización, filtración, subcobertura y superposición con otros programas. ß Mecanismos de transferencia de recursos económicos y productos a los

    Comités de Gestión y a los Wawa wasi. ß Uso de insumos nacionales y regionales ß Sistema de distribución de alimentos y supervisión. ß Sistema de monitoreo del programa ß Sistema de capacitación, evaluación y selección de madres cuidadoras y/o

    personas asignadas al cuidado y atención de los niños: edad, nivel de instrucción, función asignada.

    ß Evaluación del nivel de satisfacción y expectativa de usuarios internos y externos.

    B. Evaluación de nutrición y salud • Evaluación del estado nutricional utilizando los indicadores antropométricos de

    peso-edad, talla-edad y peso-talla, desagregado en los siguientes grupos de edad: 6 a 11 meses, 12 a 23 meses, 24 meses a 47 meses.

    • Evaluación de los niveles de hemoglobina y prevalencia de anemia en niños según los mismos grupos de edad.

    • Valoración nutricional de la ración distribuida en los Wawa wasi. • Dilución de la ración alimentaria en los Wawa wasi. • Aceptabilidad de los alimentos por los niños de los Wawa wasi. • Porcentaje de energía y nutrientes aportado por la dieta otorgada en el programa al

    total de consumo del niño en el día. • Porcentaje de cumplimiento de entrega de energía y nutrientes a los beneficiarios

    de acuerdo a las normas establecidas en el programa. • Evaluación de la calidad sanitaria de los alimentos distribuidos a los beneficiarios

    del programa. • Porcentaje de niñas y niños con adecuado desarrollo psicomotor para su edad. • Cobertura de los beneficiarios inscritos en el Seguro Integral de Salud (SIS) • Niños beneficiarios del Wawa wasi que reciben atención en los programas de

    Crecimiento y Desarrollo e Inmunizaciones. C. Evaluación del Proceso de Ejecución del Programa Nacional Wawa Wasi • Identificación de barreras en la implementación del programa • Raciones distribuidas vs. Raciones programadas y adquiridas. • Costo de la ración por beneficiario. • Número de días de atención al año • Número de Wawa wasi que están actualmente funcionando según normatividad

    vigente del programa. • Sistema de supervisión y evaluación de condiciones de almacenamiento y

    preparación de los alimentos en cada Wawa wasi. • Porcentaje de madres cuidadoras con adecuados conocimientos, actitudes y

    prácticas en relación a: salud, nutrición, aprendizaje infantil temprano, cultura de crianza de niños entre otros.

    • Mecanismos de evaluación de la eficacia, eficiencia y transparencia en el manejo de los recursos.

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    • Porcentaje de madres beneficiarias con adecuados conocimientos, actitudes y prácticas en salud, nutrición, aprendizaje infantil temprano y cultura de crianza de niños y niñas.

    • Porcentaje de beneficiarios que reciben control del crecimiento y desarrollo e inmunizaciones de acuerdo a la normatividad del MINSA.

    • Prevalencia de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. D. Medición de resultados

    • Contribución del programa a la mejora de consumo de energía y nutrientes en los

    beneficiarios. • Contribución del programa a la prevención y mejora del estado nutricional de los

    beneficiarios. • Contribución del programa a la mejora del desarrollo psicomotor de los

    beneficiarios. • Contribución del programa a la mejora del cuidado y protección de los niños y

    niñas en el hogar. • Contribución del programa al uso eficiente del tiempo libre de la madre del

    beneficiario. V. MATERIALES Y MÉTODOS 5.1 Equipo evaluador El equipo evaluador estuvo a cargo de un médico salubrista, como jefe de equipo; un educador, una psicóloga, una nutricionista, un economista y un estadístico. El equipo de campo estuvo conformado por 9 enfermeras, 9 nutricionistas y 9 profesionales de otras áreas. Además se contó con el apoyo de un jefe de cómputo, críticos de encuestas y digitadores suficientes. 5.2 Metodología Para la evaluación se utilizó el modelo de enfoque sistémico que se resume en la tabla No. 1. Los insumos y procesos, se valoraron en base al análisis de la gestión del programa desde el nivel Central, las Sedes Regionales y los Comités de Gestión locales y del análisis de los logros directos del programa en cuanto al cumplimiento de las metas previstas (cobertura de beneficiarios y focalización) y la capacitación a las madres beneficiarias y las madres cuidadoras en nutrición, estimulación temprana, salud y cuidados de los niños y niñas; los efectos se midieron a través del aporte nutricional en cantidad y calidad de la ración distribuida, y el acceso a los servicios de salud y el SIS, incluyendo como variables secundarias también los CAPs de madres beneficiarias y madres cuidadoras. El impacto se midió en base a los cambios observados en el estado nutricional y de desarrollo psicomotor de los niños y niñas, a través de mediciones antropométricas y psicométricas.

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    Tabla No. 1

    ENFOQUE SISTÉMICO

    ASPECTOS A EVALUAR METODOLOGÍA

    Insumos y procesos

    Gestión del Programa desde el nivel central, regional y local. CAPs. de madres beneficiarias y cuidadoras Cumplimiento de metas, cobertura de beneficiarios, focalización

    Entrevistas estructuradas en los diferentes niveles. Encuesta de hogares que incluye CAPs Revisión de informes de planificación vs. Ejecución. Entrevistas, N.B.I.

    Efectos Aporte nutricional en cantidad y calidad de la ración distribuida y acceso a los servicios de salud, incluyendo al SIS.

    Encuesta de consumo de alimentos, encuesta a hogares.

    Impacto Desarrollo psicomotor, estado nutricional y estado de salud de los niños y niñas del Wawa wasi.

    Estudio grupo intervenido vs. No intervenido. Estudio de series de tiempo. Encuesta a hogares

    a) Evaluación de Impacto En el Diagrama N° 1, se muestran las variables del estudio.

    DIAGRAMA 1

    DISTRIBUCIÓN RACION DE ALIM EN WAWA WASI

    EDUC. EN NUTRIC. SALUD Y ESTIM. TEMPRANA MADRES

    EDUC. EN NUTRICION. SALUD Y EST. TEMP CUIDADORAS

    DESARROLLO PSICOMOTOR

    ESTADO NUTRICIONAL

    ESTADO DE SALUD

    APORTE NUTRITICIONAL DIETA WW

    UTILIZACION DE LOS SERVICIOS DE SALUD

    VARIABLES INDEPENDIENTES

    VARIABLES DEPENDIENTES

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    Los indicadores de impacto utilizados fueron los siguientes:

    ß Porcentaje de niños y niñas con retraso y riesgo psicomotor para su edad ß Porcentaje de niñas y niños con adecuado desarrollo psicomotor para su edad ß Porcentaje niños y niñas con retraso del crecimiento (T/E) ß Porcentaje niños y niñas con desnutrición global (P/E) ß Porcentaje niños y niñas con desnutrición aguda (P/T) ß Porcentaje niños y niñas con anemia ß Tasa de morbilidad por EDA ß Tasa de morbilidad por IRA

    La metodología que se utilizó para la evaluación de impacto del Programa Nacional Wawa Wasi, fue mediante un estudio comparativo entre un grupo con intervención y otro sin intervención, de características semejantes al intervenido, según el siguiente esquema:

    Grupo A (con Wawa wasi) R ------ X------- O

    Grupo B (sin Wawa wasi) R----------------- O

    Donde “O” es la observación o medición y “X” la intervención evaluada y “R” la asignación aleatoria (randomizada) de los grupos de estudio comparables.

    Un primer nivel de análisis consistió en la comparación de los indicadores de impacto entre el grupo intervenido y el no intervenido por cada uno de los dominios, tratando de ver si hay o no diferencias estadísticamente significativas. Para ello se utilizó la prueba de diferencia de proporciones de dos muestras.

    Luego se hizo un análisis divariado entre las variables dependientes e independientes del estudio que se especifican en el diagrama No. 1, tratando de encontrar asociaciones estadísticamente significativas. Para ello se utilizó el análisis del riesgo relativo.

    Igualmente se hicieron comparaciones tomando en cuenta el tiempo de exposición al programa para el grupo intervenido, sobre todo en lo referente a estado nutricional, desarrollo psicomotor y anemia. b) Evaluación de efectos Los indicadores de efecto utilizados fueron los siguientes: • Valor promedio de la ración distribuida en los Wawa wasi. • Porcentaje de dilución de la ración alimentaria en los Wawa wasi • Porcentaje de aceptabilidad de los alimentos por los niños de los Wawa wasi • Porcentaje de energía y nutrientes aportado por la ración otorgada en los Wawa

    wasi al total del consumo del niño (a) en el día. • Porcentaje de niños y niñas que cubren sus requerimientos calóricos según grupos

    de edad. • Porcentaje de niños y niñas que cubren sus requerimientos de nutrientes según

    grupos de edad. • Mediana de la brecha calórica en los niños y niñas que no alcanzan a cubrir sus

    requerimientos. • Cobertura de inmunizaciones • Cobertura de los servicios del CRED • Cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS)

  • 14

    Se compararon estos indicadores entre el grupo intervenido y el no intervenido por cada uno de los dominios (en los indicadores que fueron aplicables), tratando de ver si hay o no diferencias estadísticamente significativas utilizando la prueba de diferencia de proporciones. Para la comparación de medianas entre el grupo de intervención y no intervención, se utilizaron pruebas no paramétricas como la de Wilcoxon. c) Evaluación de procesos Los procesos se evaluaron según el siguiente esquema:

    Diagrama N° 2 Niveles de evaluación de la gestión del PNWW

    En base a un cuestionario semi estructurado se evaluó la participación de todos los actores del Programa Nacional Wawa Wasi en los diferentes niveles de gestión. De esta manera se diseñaron diversas entrevistas semi estructuradas, listas de chequeo y revisión documentaria, cuya descripción se detalla en el Anexo No. 1. Los indicadores de proceso evaluados fueron los siguientes: ß Costo de la ración por beneficiario. ß Número de días de atención del Wawa wasi al año ß Número de Wawa wasi que están actualmente funcionando según normatividad

    vigente del programa. ß Grado de articulación de los Wawa wasi con otras instituciones ß Modelo de organización del Programa en los diferentes niveles de ejecución y

    porcentaje de adecuación de cada uno de ellos a lo normado. ß Mecanismos de articulación y control social con organizaciones de base ß Comité de gestión: conformación, funciones e instancias de control y porcentaje de

    adecuación de cada uno de ellos a lo normado. ß Criterios de identificación y captación de beneficiarios: edad, pobreza, condiciones

    sociales, condición laboral de las madres, otros porcentajes de adecuación a lo normado.

    ß Programación vs. Ejecución de actividades del año 2003 ß Focalización, filtración, subcobertura y superposición con otros programas. ß Mecanismos de transferencia de recursos económicos y productos (alimentos,

    menaje, equipos de cocina, otros) a los Comités de Gestión y a los Wawa wasi. ß Sistema de distribución de alimentos y supervisión.

    Unidad Coordinadora

    Jefes de Sedes

    Madres Cuidadoras Gestión Operativa

    Comité de Gestión

    Gestión Estratégica

    Gestión Táctica

    Gestión Funcional

    Alta Dirección

    Mandos Superiores

    Mandos Intermedios

    Ejecutantes

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    ß Sistema de monitoreo del programa ß Sistema de capacitación, evaluación y selección de madres cuidadoras y/o

    personas asignadas al cuidado y atención de los niños: edad, nivel de instrucción, función asignada y porcentaje de adecuación a las normas.

    ß Nivel de satisfacción de clientes internos y externos. • Identificación de barreras en la implementación del programa • Sistema de supervisión y evaluación de condiciones de almacenamiento y

    preparación de los alimentos en cada Wawa wasi. • Porcentaje de madres beneficiarias y cuidadoras con adecuados conocimientos,

    actitudes y prácticas en relación a: salud, nutrición, aprendizaje infantil temprano y cultura de crianza de niños.

    • Mecanismos de evaluación de la eficacia, eficiencia y transparencia en el manejo de los recursos.

    La estrategia utilizada para el recojo de información en lo concerniente a evaluación de la gestión, se basó en la comprensión de que en este tipo de Programas Sociales existen dos unidades claramente demarcadas: a) Las instancias de planificación, organización y monitoreo, que recaen en lo fundamental en unidades centralizadas que funcionan como los cerebros de la organización; b) La gestión operativa que se realiza fundamentalmente en unidades que están en relación con los beneficiarios o usuarios. Generalmente existe una instancia que articula ambas unidades. La organización del Programa Nacional Wawa wasi esta conformada de los siguientes órganos de gestión: La Dirección Ejecutiva (de conducción), la Oficina de Administración y Finanzas (de apoyo), la Oficina de Planeamiento Evaluación y Monitoreo (órgano asesor.) Todas estas instancias están apoyadas por la Oficina Legal. Estas instancias en su conjunto cumplen el rol de conducción y administración centralizada del programa. La gestión operativa en el campo corresponde a los Comités de Gestión cuya supervisión recae en los Consejos de Vigilancia. En ambas instancias participan los llamados actores comunales del Programa. La función de interrelación de ambas instancias la cumple la Oficina Técnica y de Operaciones y las 33 Jefaturas de Sedes que actúan a nivel nacional, a través de sus propios recursos. Las funciones de cada una de las Unidades mencionadas se resumen en el Anexo No. 9. La hipótesis de trabajo utilizada por el equipo evaluador se basa en considerar que las unidades centralizadas de planificación y administración son entes racionalizados, que producen abundantes instrumentos técnicos normativos y de gestión, pero que no cuentan con los recursos suficientes para cumplir con la dimensión del encargo. Por otro lado, las unidades que operan en el campo deben resolver necesidades urgentes muchas veces al margen de las normas e instrumentos de racionalización. Se consideraron diversas variables para evaluar la gestión integral en el programa. La definición y alcance de la medición de cada una de las variables señaladas, se desarrolla en el Anexo No. 9. De esta manera, algunas variables como organización, se midieron a nivel de la Unidad Central en Lima dentro del entorno de la macro gestión pública. Igualmente, la variable correspondiente a articulación externa se midió a nivel de la misma unidad central.

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    Variables como articulación interna, supervisión, selección y capacitación de madres cuidadoras, selección de familias beneficiarias y monitoreo; se refieren a la interacción de la Unidad central a través de la Oficina Técnica y de Operaciones y las Sedes con los Comités de Gestión, los Consejos de Vigilancia, las madres cuidadoras y las comunidades beneficiarias. Por ello la información recogida en dichas instancias se cruzó a ambos niveles, a fin de contrastarla adecuadamente. La variable control social y satisfacción de los usuarios internos y externos, se midió directamente por la opinión de los integrantes de los Comités de Gestión, los Consejos de Vigilancia y los Padres de Familia. Las variables operativas como focalización, filtración y condiciones de almacenamiento en los comedores, se han medido a nivel de información cuantitativa obtenida en las encuestas en Wawa wasi y hogares. La subcobertura se obtuvo del análisis de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del Instituto Nacional de Estadística e Informática. La identificación de barreras del Programa se midió en todos los niveles de gestión encuestados a fin de recabar sus respectivas percepciones. La información presupuestaria y financiera en la gestión del Programa se ha evaluado en la propia Unidad Central a partir de listas de chequeo, revisión documentaria, construcción y evaluación de índices y entrevistas habidas con los funcionarios principales del Programa. 5.3 Instrumentos utilizados Los instrumentos utilizados para el recojo de información de cada una de las variables, se presentan en el Anexo No. 1. Estos son: 1A Encuestas a hogares, 1B encuesta a madres cuidadoras, 1C Encuesta de Gestión y 1D Listas de chequeo de locales.

    La encuesta de consumo de alimentos para el grupo de intervención, tiene a su vez cuatro cuestionarios: el primero se usó para registrar los alimentos preparados para la familia y que también fueron consumidos por el niño; el segundo para registrar alimentos consumidos por el niño en su hogar; el tercero para registrar los alimentos preparados en el comedor infantil o popular, y el cuarto para los alimentos consumidos por el niño provenientes de la ración del Wawa wasi. La encuesta de consumo para los niños del grupo no intervenido, incluye dos cuestionarios: el primero se usó para registrar los alimentos preparados para la familia y que también fueron consumidas por el niño y el segundo para registrar todos los alimentos consumidos por el niño en su hogar. Para la evaluación de la gestión de la Unidad Central Coordinadora, se aplicaron cuatro (4) entrevistas semi estructuradas utilizando los formatos F100. Se aplicó a la Dirección Ejecutiva del Programa (DE), a la Jefatura de la Oficina Técnica y de Operaciones (OTO), a la Jefatura de la Oficina de Administración y Finanzas (OAF) y a la Jefatura de la Oficina de Planeamiento, Evaluación y Monitoreo (OPEM), aparte de las correspondientes listas de chequeo y revisión documentaria a las señaladas Oficinas. La evaluación a las Jefaturas de Sedes ha sido desarrollada mediante la aplicación del Formato F101 diseñado para tal fin. Según la concepción técnica del diseño de la muestra se ha aplicado las entrevistas a 19 Jefaturas de Sedes (JS): 5 ubicadas en el dominio de Lima Metropolitana, 5 en la Costa, 8 en la Sierra y 1 en la zona de Selva.

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    Para efectos del presente documento, se han recibido el total de las entrevistas y se han procesado.

    La evaluación al Comité de Gestión ha sido implementada a través de la aplicación de los Formatos F200 y F500, elaborados al respecto. Según la concepción técnica del diseño de la muestra se ha aplicado las entrevistas a 33 CG: 7 ubicados en Lima Metropolitana, 7 en la Costa, 15 en la Sierra y 4 en la zona de Selva. De la misma manera que en el caso anterior, se han recibido y procesado el total de las entrevistas.

    Los instrumentos utilizados, la descripción de las variables de análisis y la metodología utilizada se acompaña en los Anexos Nos. 1, 9, 9b y 10. al presente documento. Todos los instrumentos fueron diseñados en interacción permanente con personal del CENAN y del Programa Nacional Wawa wasi y fueron validados en campo antes de su aplicación. 5.4 Técnicas utilizadas y procesamiento Para la evaluación de los niveles de hemoglobina, se utilizó el fotómetro portátil HemoCue®. La prevalencia de anemia se determinó con los puntos de corte de < 11 g/dl, haciendo los ajustes respectivos según altitud de acuerdo a la fórmula del Sistema de Vigilancia de la Nutrición Pediátrica del Centro de Control de Enfermedades de USA (CDCPNSS), y que es la siguiente:

    Nivel de Hb. ajustado: Nivel de Hb. observado – Ajuste por altura

    Ajuste por altura = 0.022 x (alt)² - 0.032 (alt) ó alt (0.022(alt) – 0.032)

    Donde (alt) = (altura en metros/1000) x 3.3

    Esta fórmula es la misma utilizada por el Instituto Nacional de Salud (INS)4 y también por la ENDES 2000. Los ajustes se hicieron a partir de los 1,000 metros de altura sobre el nivel del mar en forma computarizada, basados en los datos registrados por los encuestadores, quienes no hicieron ningún cálculo manual en campo para evitar errores. La encuesta fue aplicada por enfermeras debidamente capacitadas y estandarizadas y la técnica se detalla en el anexo No. 2. Para la evaluación del estado nutricional de los niños y niñas se usó la balanza de reloj tipo Salter y un tallímetro portátil modelo OMS. La toma de peso y talla fue hecha por enfermeras debidamente capacitadas y estandarizadas según la técnica recomendada por la OMS(5) y que se resume en el anexo No. 3 con sus respectivos formatos. La prevalencia de desnutrición se determinó con el punto de corte de

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    menciona en el anexo No. 4. El procesamiento de los datos psicométricos se hizo en un software especialmente diseñado para tal fin.

    La encuesta de consumo de alimentos se hizo a una submuestra de niños tanto para el grupo intervenido, como para el grupo no intervenido y se utilizó la técnica del pesado directo de los alimentos utilizando una balanza portátil marca Soehnle con aproximación de 10 g, tanto para el grupo de intervención como para el grupo no intervenido. La metodología se detalla en el anexo No. 5 y el procesamiento de la información recolectada se hizo en un software ad hoc.

    La encuesta a hogares, a madres cuidadoras, de gestión y listas de chequeo de almacén, se procesó en el aplicativo SPSS v11.

    Tanto para la aplicación de antropometría, psicometría, dosaje de hemoglobina y encuesta de consumo de alimentos, se pidió a las madres de los niños el respectivo consentimiento informado que se adjunta en el anexo No. 6. La metodología de evaluación de la gestión del Programa Nacional Wawa Wasi se detalla en el anexo No. 9. La calidad sanitaria de los alimentos se evaluó mediante la inspección ocular de los lugares de almacenamiento y preparación (aplicando una lista de chequeo) y tomando algunas muestras al azar de las raciones dadas a los niños, en las que se hizo un estudio bacteriológico en laboratorios de referencia de la DIGESA. 5.5 Selección de la muestra La muestra seleccionada tanto para el grupo de intervención como para el de no intervención fue una muestra probabilística, polietápica, independiente por cada dominio de estudio y con probabilidades proporcionales al tamaño (PPT.) Para todos los efectos la muestra fue bietápica, a excepción de la encuesta de consumo, donde fue de tres etapas.

    Para determinar el tamaño de muestra, tanto en el grupo de intervención como en el no intervenido, se eligió la prevalencia de desnutrición crónica, por disponer de datos referenciales al respecto. El tipo de diseño fue por conglomerados para ambos casos. 5.5.1 Grupo de intervención Los conglomerados estuvieron conformados por los Comités de Gestión, por tener estos una composición casi homogénea (entre 12 y 13 Wawa wasi aproximadamente.) Para el cálculo del tamaño de la muestra se tomaron en cuenta los siguientes parámetros: ß Nivel de confianza: 95% ß Margen de error: Para inferencias a nivel nacional, el margen de error fue del

    4.4%. Los márgenes de error para cada dominio de estudio no sobrepasaron el 10%, como se aprecia en la tabla No. 2.

    ß Efecto del Diseño (EDIS): Se calculó tomando el cociente del error estándar (EE) del tipo de diseño elegido por nosotros y el EE con muestreo aleatorio simple (EEmas.) Los EDIS por dominio se encuentran en niveles bastante aceptables como se muestra en la tabla No. 2.

  • 19

    TABLA No. 2 Error muestral y efecto de diseño por dominios

    Dominio de Estudio Total Beneficiarios

    Error MAS Efecto del Diseño

    Error Muestral

    TOTAL NACIONAL 40,290 3.0% 1.44 4.4% Lima Metropolitana 10,736 5.0% 1.29 6.5% Costa 12,171 6.5% 1.40 9.1% Sierra 11,167 5.5% 1.54 8.5% Selva 3,272 8.9% 1.12 10.0%

    ß Costos: Como en nuestro caso, el costo de tomar datos para cada elemento de la

    muestra no es fijo (se estima que tomar los datos de una unidad de análisis en Lima Metropolitana es 0.5 veces el costo de tomar una fuera de Lima Metropolitana), hemos utilizado el método de la asignación de Neyman modificada, para calcular el efecto de los costos. Este método minimiza los costos dado un margen de error fijo y viceversa, minimiza el margen de error dado un costo fijo. La metodología utilizada se detalla en el anexo No. 7.

    ß Tasa de no respuesta: 8% para todos los dominios. Tomando en cuenta estos parámetros se llegó seleccionar 33 conglomerados (Comités de Gestión), 90 madres cuidadoras a visitar y 649 hogares de beneficiarios a encuestar, como se muestra en la tabla No. 3

    TABLA No. 3 Unidades de análisis y de muestreo a seleccionadas

    Dominio de Estudio Total Beneficiarios Madres

    Cuidadoras seleccionadas

    Tasa de No Respuesta

    Beneficiarios seleccionados

    Comités de Gestión

    Seleccionados Lima Metropolitana 10,736 19 8.0% 135 7 Costa Urbana 10,879 20 8.0% 219 8 Sierra Urbana 11,167 41 8.0% 295 14 Selva Urbana 3,272 10 8.0% 73 4 TOTAL NACIONAL 40,290 90 649 33 Para todo efecto, cada Dominio de Estudio es un estrato. Cada Comité de Gestión constituyó nuestra Unidad Primaria de Muestreo (UPM.) Se eligió a un Comité de Gestión como UPM por su cobertura geográfica que es a lo más la de un distrito. Como cada distrito puede ser fácilmente caracterizado como pobre o pobre extremo de acuerdo con el Mapa de Pobreza 2000 del FONCODES, entonces cada Comunidad Intervenida queda automáticamente caracterizada. La única excepción fue un Comité de Gestión en la provincia de Yungay que también administra Wawa wasi en la provincia de Caraz. . Cada madre cuidadora constituyó una Unidad Secundaria de Muestreo (USM.) Un Wawa wasi o una madre cuidadora surgen casi naturalmente como un conglomerado de niños, en el sentido de que se puede elegir uno de los anteriores y en virtud de dicha selección, tomar los datos de los niños correspondientes. La ventaja de tomar una madre cuidadora por sobre un Wawa wasi es que es un conglomerado más uniforme, con alrededor de 8 niños por madre cuidadora, en tanto que el número de niños por Wawa wasi es variable.

    Cada niño o niña beneficiaria correspondiente a una USM seleccionada constituyó nuestra unidad de análisis. Para la submuestra de consumo cada niño o niña

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    seleccionado constituye una Unidad Ultima de Muestreo (UUM) como se verá más adelante. 5.5.2 Grupo no intervenido Contrariamente a lo que se podría suponer, el tamaño de este grupo fue inversamente proporcional al del grupo de intervención. Es decir, disminuye cuando el tamaño del grupo de intervención aumenta. Ello se puede apreciar al aplicar la ecuación A.3.8 del anexo No. 7. Aplicando dicha ecuación, obtenemos una tamaño muestra para el grupo no intervenido de 569, es decir que se encuestó a 569 niños y niñas entre 6 meses y 47 meses con 29 días para este grupo. Las tablas de Cohen nos garantizan que esta muestra tenga una potencia mayor del 80%. La Tabla No. 4 resume los tamaños de la muestra por dominios, tanto para el grupo de intervención, como para el grupo no intervenido.

    Tabla No. 4 Tamaño de la muestra por dominios

    Total beneficiarios Beneficiarios seleccionados No-Beneficiarios seleccionados

    Total niños seleccionados

    Lima Metropolitana 10,736 135 117 252 Costa 10,879 146 126 272 Sierra 11,167 295 256 551 Selva 3,272 73 63 136 TOTAL NACIONAL 40,290 649 562 1,211 Para todo efecto, cada Dominio de Estudio es un estrato. Las UPM, estuvieron constituidas por las comunidades no intervenidas, razonablemente lejanas de las intervenidas pertenecientes al conglomerado (Comité de Gestión) elegido y de características sociodemográficas similares a aquella. La USM fueron los conglomerados de Viviendas dentro de la comunidad no intervenida seleccionada. La Unidad de Análisis estuvo constituida por cada niño o niña no beneficiario seleccionado de un conglomerado de viviendas de las comunidades no intervenidas. 5.5.3 Sub Muestreo La encuesta de consumo de alimentos se aplicó a una submuestra tanto para el grupo de intervención como para el de no intervención. Esta consistió en la selección en el terreno del primer niño cuya madre aceptara el consentimiento informado en cada grupo poblacional. Aplicando esta metodología se seleccionaron 90 niños para el grupo intervenido y 90 niños para el grupo no intervenido. 5.5.4 Criterios de inclusión y exclusión a) Grupo de beneficiarios: Los Wawa wasi elegibles fueron los que aparecían en las listas de registro de las treinta y tres Sedes del PNWW a nivel nacional. Se incluyó a los niños beneficiarios inscritos en los padrones de cada Wawa wasi seleccionado y cuyas madres hayan dado su consentimiento informado.

  • 21

    Se excluyó a todos los niños que no contaron con el Consentimiento Informado de los padres. Para las pruebas antropométricas se excluyó a los niños con displasia de cadera o con falta parcial o total de algún miembro. Para las pruebas psicométricas se excluyó a los niños con síndrome de Down o retraso mental severo.

    b) Grupo de No intervención: Se incluyó a las familias con niños de 6 meses a 3 años 11 meses 29 días, que residían en una comunidad no intervenida, que nunca hayan estado en un Wawa wasi y cuyos padres hayan dado su consentimiento informado. Las comunidades elegibles incluidas fueron aquellas comunidades no Intervenidas que tenían características sociodemográficas similares a las comunidades intervenidas en donde estaban los Wawa wasi elegidos. Para asegurar dicha similitud de características sociodemográficas se eligió una comunidad de preferencia perteneciente al mismo distrito de la comunidad intervenida. Se excluyó a las familias con niños fuera del rango de edad estipulado y que no cuenten con el Consentimiento Informado de los padres. Para las pruebas antropométricas se excluyó a los niños con displasia de cadera o con falta parcial o total de algún miembro. Para las pruebas psicométricas se excluyó a los niños con síndrome de Down o retardo mental severo.

    5.5.5 Localidades encuestadas Para el grupo de intervención se seleccionaron en total 19 de las 33 sedes con que cuenta el Programa Nacional Wawa wasi. Estas son: Callao, Lima 1, Lima 4, Lima 5, Lima 6, Cañete, Huacho, Ica, Piura, Chiclayo, Arequipa, Abancay, Cusco, Huancavelica, Puno, Huancayo, Andahuaylas, Cajamarca, e Iquitos. Los Wawa wasi encuestados por sede se muestran en el anexo No. 8. Las comunidades elegidas como no intervenidas fueron las pertenecientes al mismo distrito del Wawa wasi seleccionado, pero que no tuvieran Wawa wasi. Los procedimientos estadísticos para el cálculo del tamaño de la muestra y el análisis del comportamiento de la misma luego de la aplicación de la encuesta, se detallan en al anexo No. 7. VI. RESULTADOS Y ANÁLISIS

    6.1 Características de las familias

    6.1.1 Población

    Como se aprecia en la tabla No. 5 y el gráfico No.1 la distribución de la población por edad está homogéneamente distribuida tanto en el grupo intervenido como en el no intervenido. La población menor de 20 años representa en promedio un 54% del total, siguiendo en ambos casos el patrón de distribución de poblaciones pobres.

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    Tabla No. 5 Población encuestada por grupos de edad y dominio

    Grupo Intervenido Lima Metr. Costa Sierra Selva Total Grupos de edad No. % No % No. % No. % No. %

    Menores de 6 meses 3 0.5 8 1.5 6 0.4 5 1.1 22 0.7 De 6 a 11 meses 11 1.9 15 2.7 30 2.2 7 1.5 63 2.1 De 12 a 23 meses 46 7.7 41 7.5 66 4.9 20 4.3 173 5.9 De 24 a 35 meses 43 7.2 48 8.8 124 9.3 30 6.5 245 8.3 De 36 a 47 meses 37 6.2 29 5.3 95 7.1 24 5.2 185 6.3 De 48 a 59 meses 9 1.5 13 2.4 38 2.8 4 0.9 64 2.2 De 5 a 9 años 86 14.5 85 15.6 185 13.8 59 12.8 415 14.1 De 10 a 14 años 51 8.6 43 7.9 138 10.3 69 15 301 10.2 De 15 a 19 años 41 6.9 27 4.9 97 7.2 49 10.7 214 7.3 De 20 a 29 años 112 18.9 106 19.4 243 18.1 69 15 530 18 De 30 a 49 años 127 21.4 108 19.8 272 20.3 92 20 599 20.4 De 50 a 64 años 23 3.9 17 3.1 27 2 27 5.9 94 3.2 De 65 a más años 5 0.8 6 1.1 18 1.3 5 1.1 34 1.2 Total 594 100 546 100 1339 100 460 100 2939 100

    Tabla No. 5a

    Población encuestada por grupos de edad y dominio Grupo No intervenido

    Lima

    Metrop. Costa Sierra Selva Total Grupos de edad

    No. % No % No. % No. % No. % Menores de 6 meses 4 0.7 5 1 8 0.6 5 1.3 22 0.8 De 6 a 11 meses 22 3.6 18 3.7 51 4 9 2.4 100 3.6 De 12 a 23 meses 46 7.6 40 8.2 86 6.8 28 7.3 200 7.3 De 24 a 35 meses 35 5.8 28 5.7 66 5.2 12 3.1 141 5.1 De 36 a 47 meses 33 5.5 29 5.9 73 5.7 17 4.5 152 5.5 De 48 a 59 meses 3 0.5 13 2.7 27 2.1 5 1.3 48 1.7 De 5 a 9 años 96 15.9 58 11.9 159 12.5 40 10.5 353 12.9 De 10 a 14 años 43 7.1 42 8.6 139 10.9 37 9.7 261 9.5 De 15 a 19 años 34 5.6 29 5.9 85 6.7 39 10.2 187 6.8 De 20 a 29 años 140 23.1 107 21.9 276 21.7 89 23.4 612 22.3 De 30 a 49 años 115 19 103 21.1 245 19.3 73 19.2 536 19.5 De 50 a 64 años 26 4.3 12 2.5 44 3.5 21 5.5 103 3.7 De 65 a más años 8 1.3 5 1 13 1 6 1.6 32 1.2 Total 605 100 489 100 1272 100 381 100 2747 100

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    Gráfico No. 1: Pirámide poblacional por edad y sexo Grupo intervenido

    Hombres Mujeres

    Gráfico No. 1a: Pirámide poblacional por edad y sexo Grupo no intervenido

    Hombres Mujeres

    En las tablas No. 6 y 7 se ve que la distribución por grupos de edad del grupo intervenido y no intervenido no sigue el mismo patrón, habiendo una proporción de alrededor del 50% menos de niños de 6 a 11 meses entre los intervenidos que entre el grupo no intervenido. Ello probablemente debido a las normas del Programa que establecen que una madre cuidadora sólo tenga un niño menor de 12 meses.

    Hay un 27% de niños entre las edades de 3 años a más (oscilando las cifras entre 20% en la costa y 31% en la selva), que ya deberían estar beneficiándose del jardín de

    0100200300400

    0-4 5-910-1415-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 80-84 85+

    0 100 200 300 400

    0100200300400

    0-4 5-910-1415-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 80-84 85+

    0 100 200 300 400

  • 24

    la infancia. El Programa Nacional Wawa Wasi justifica la atención de este grupo de niños porque en muchos lugares no existen servicios educativos que los acojan, y también porque los padres requieren un horario más largo del cuidado de sus niños, por razones de trabajo u otras razones.

    Tabla No. 6 Niños del grupo intervenido por grupos de edad y sexo

    Grupos de edad y sexo Lima Metropolitana Costa Sierra Selva Total Hombres No. % No. % No. % No. % No. % Menores de 6 meses 1 1.7 1 0.3 De 6 a 11 meses 2 3.3 8 13.8 11 7.4 3 7.3 24 7.8 De 12 a 23 meses 18 30.0 18 31.0 33 22.1 10 24.4 79 25.6 24 a 35 meses 22 36.7 23 39.7 59 39.6 18 43.9 122 39.6 De 36 a 47 meses 18 30.0 8 13.8 43 28.9 10 24.4 79 25.6 De 48 a 59 meses 3 2.0 3 1.0 Total 60 100 58 100 149 100 41 100 308 100 Mujeres De 6 a 11 meses 4 6.8 5 8.1 10 6.9 3 8.6 22 7.3 De 12 a 23 meses 22 37.3 21 33.9 24 16.6 8 22.9 75 24.9 24 a 35 meses 18 30.5 21 33.9 63 43.4 10 28.6 112 37.2 De 36 a 47 meses 13 22.0 14 22.6 43 29.7 13 37.1 83 27.6 De 48 a 59 meses 2 3.4 1 1.6 5 3.4 1 2.9 9 3.0 Total 59 100 62 100 145 100 35 100 301 100

    Tabla No. 7 Niños pertenecientes al Grupo no intervenido por grupos de edad y sexo

    Grupos de edad y sexo Lima Metropolitana Costa Sierra Selva Total Hombres No. % No. % No. % No. % No. % Menores de 6 meses 2 2.7 3 5.1 5 3.3 4 8.7 14 4.3 De 6 a 11 meses 12 16.2 8 13.6 22 14.7 8 17.4 50 15.2 De 12 a 23 meses 23 31.1 19 32.2 42 28.0 13 28.3 97 29.5 24 a 35 meses 20 27.0 12 20.3 28 18.7 8 17.4 68 20.7 De 36 a 47 meses 16 21.6 10 16.9 36 24.0 10 21.7 72 21.9 De 48 a 59 meses 1 1.4 7 11.9 17 11.3 3 6.5 28 8.5 Total 74 100 59 100 150 100 46 100 329 100 Mujeres Menores de 6 meses 2 2.9 2 2.7 3 1.9 1 3.3 8 2.4 De 6 a 11 meses 10 14.5 10 13.5 29 18.0 1 3.3 50 15.0 De 12 a 23 meses 23 33.3 21 28.4 44 27.3 15 50.0 103 30.8 24 a 35 meses 15 21.7 16 21.6 38 23.6 4 13.3 73 21.9 De 36 a 47 meses 17 24.6 19 25.7 37 23.0 7 23.3 80 24.0 De 48 a 59 meses 2 2.9 6 8.1 10 6.2 2 6.7 20 6.0 Total 69 100 74 100 161 100 30 100 334 100 6.1.2 Ocupación Como se aprecia en la tabla No. 8 y 8a, la ocupación predominante de los jefes de hogar, tanto para el grupo de intervenidos como el de no intervenidos es el de obrero o peón (43.9% y 46.5% respectivamente), siendo mayor en la costa y sierra. Le sigue el de comerciantes (11.7% y 10.4% respectivamente), aunque en Lima Metropolitana ocupa el 3er. lugar, precedido por el de profesionales o técnicos independientes, con un 15.3% y 19.3% respectivamente. Ello es explicable por la mayor concentración de este grupo en la capital.

  • 25

    Estos hallazgos de predominio de ocupaciones con baja retribución económica son también una característica de poblaciones pobres, representando una homogeneidad entre el grupo de intervenidos y no intervenidos.

    Tabla No. 8 Ocupación de los Jefes de Hogar

    Grupo Intervenido

    Lima Metrop. Costa Sierra Selva Total Ocupación No. % No % No. % No. % No. %

    Desempleado/a 3 2.7 2 0.8 2 2.9 7 1.3 Su casa 9 8.1 4 3.7 7 2.7 4 5.9 24 4.4 Estudiante 1 0.9 3 1.1 4 0.7 Empleado/a 10 9.0 4 3.7 31 11.8 8 11.8 53 9.7 Peón./obrero 43 38.7 59 55.1 112 42.6 27 39.7 241 43.9 Empleado/a del Hogar 7 6.3 4 1.5 3 4.4 14 2.6 Artesano/a. 1 0.9 7 2.7 8 1.5 Comerciante 8 7.2 11 10.3 31 11.8 14 20.6 64 11.7 Pensionista 1 0.9 1 0.9 2 0.8 1 1.5 5 0.9 Profesionales y técnicos independientes 17 15.3 5 4.7 15 5.7 3 4.4 40 7.3 Otros trabajadores independientes 12 10.8 21 19.6 45 17.1 6 8.8 84 15.3 Madre cuidadora 1 0.9 4 1.5 5 0.9 Total 111 100 107 100 263 100 68 100 549 100

    Tabla No. 8a Ocupación de los Jefes de Hogar

    Grupo no Intervenido

    Lima Metrop. Costa Sierra Selva Total Ocupación No. % No % No. % No. % No. % Desempleado/a 2 1.7 4 1.7 1 1.8 7 1.4 Su casa 5 4.2 1 1.0 9 3.8 5 8.9 20 3.9 Estudiante 1 0.8 1 0.4 2 0.4 Empleado/a 7 5.9 4 3.9 25 10.4 8 14.3 44 8.5 Peón./obrero 54 45.4 60 58.3 106 44.2 21 37.5 241 46.5 Empleado/a del Hogar 1 0.8 1 1.0 3 1.3 1 1.8 6 1.2 Artesano/a. 2 1.7 6 2.5 8 1.5 Comerciante 14 11.8 9 8.7 19 7.9 12 21.4 54 10.4 Pensionista 1 0.8 2 1.9 2 0.8 5 1.0 Profesionales y técnicos independientes 23 19.3 2 1.9 8 3.3 2 3.6 35 6.8 Otros trabajadores independientes 9 7.6 24 23.3 57 23.8 6 10.7 96 18.5 Total 119 100 103 100 240 100 56 100 518 100

    Como se aprecia en la tabla No. 8b, un 23% de madres con niños en el Wawa wasi, son solteras, viudas o separadas y de estas, el 84.8% trabaja, asumiendo además el papel de jefes de hogar en un 54.4% de casos. Entre las madres con pareja, también hay un considerable número que trabaja (68.2%.) En total hay un 71.8% de madres que trabajan. Estos hallazgos reflejan que además de los criterios de pobreza y edad para seleccionar a los beneficiarios, también se ha tomado el hecho de que las madres trabajen o sean madres solteras; lo que está acorde con las normas del Programa de WW. En este sentido, el Wawa wasi estaría representando un apoyo bastante

  • 26

    sustancial para este grupo de madres, lo que es corroborado por la opinión de ellas mismas y por los integrantes de los Comités de Gestión, como veremos más adelante.

    Tabla Nº 8b Madres de Niños de Wawa wasi que trabajan y/o son jefes de hogar

    TRABAJAN JEFES DE HOGAR TOTAL ESTADO CIVIL

    SÍ NO SÍ NO No. % No % No. % No. % No. % a) Madres solteras, viudas separadas o divorciadas 106 84.1 20 15.9 58 46.0 68 54.0 126 100 b) Madres casadas o convivientes 288 68.1 135 31.9 409 96.7 14 3.3 423 100 Total 394 71.8 155 28.2 467 85.1 82 14.9 549 100

    Grado de instrucción Las tablas No. 9 y 9a nos muestran que el grado de instrucción predominante entre los jefes de familia es secundaria (completa o incompleta), teniendo una variación similar entre los diferentes dominios tanto para el grupo de intervención como para el de no intervención. No se encontró diferencias significativas en el grado de instrucción entre ambos grupos.

    Tabla No. 9 Jefes de familia según grado de instrucción

    Grupo intervenido Lima Metropolitana Costa Sierra Selva Total Instrucción

    No. % No. % No. % No. % % Sin instrucción 2 1.8 2 1.9 6 2.3 2 2.9 12 2.2

    Primaria 23 20.7 28 26.2 71 27.0 22 32.4 144 26.2 Secundaria 71 64.0 62 57.9 139 52.9 38 55.9 310 56.5

    Sup. Universitaria 5 4.5 5 4.7 14 5.3 3 4.4 27 4.9 Sup. no universitaria 10 9.0 10 9.3 33 12.5 3 4.4 56 10.2

    Total 111 100.0 107 100.0 263 100.0 68 100.0 549 100.0

    Tabla No. 9a Jefes de familia según grado de instrucción

    Grupo no intervenido

    Lima Met. Costa Sierra Selva Total Instrucción No. % No. % No. % No. % No. % Sin instrucción 2 1.7 1 1.0 11 4.6 2 3.6 16 3.1 Primaria 26 21.8 39 37.9 66 27.5 18 32.1 149 28.8 Secundaria 79 66.4 48 46.6 119 49.6 27 48.2 273 52.7 Sup. Universitaria 4 3.4 9 8.7 19 7.9 3 5.4 35 6.8 Sup. no universitaria 8 6.7 6 5.8 25 10.4 6 10.7 45 8.7 Total 119 100.0 103 100.0 240 100.0 56 100.0 518 100.0

  • 27

    6.2 Características de las viviendas a) Infraestructura Como se aprecia en la tabla No. 10, la mayoría de viviendas tienen paredes de material noble (adobe, ladrillo, cemento o madera), tanto para el grupo de intervención y no intervención (88.5% y 86.1% respectivamente), siendo mayor el porcentaje en la selva y sierra para ambos grupos. Similar distribución ocurre para el techo (calamina, cemento o teja), aunque en menor porcentaje (78.5% y 75.9% respectivamente.) Un 53.2% de viviendas en el grupo de intervención y un 54.8% en el de no intervención tiene piso de tierra o arena, siendo mayor la proporción en la costa y la sierra.

    Tabla No. 10 Infraestructura de las viviendas

    Lima Metrop Costa Sierra Selva Total Tipo de infraestructura

    No. % No % No. % No. % No. % Grupo intervenido Paredes de material noble 95 85.6 77 72.0 247 93.9 67 98.5 486 88.5 Pisos de material noble 82 73.9 28 26.2 120 45.6 27 39.7 257 46.8 Techo de material noble 83 74.8 57 53.3 249 94.7 42 61.8 431 78.5 Total 111 100 107 100 263 100 68 100 549 100 Grupo no intervenido Paredes de material noble 86 72.3 77 74.8 231 96.3 52 92.9 446 86.1 Pisos de material noble 66 55.5 28 27.2 108 45.0 32 57.1 234 45.2 Techo de material noble 75 63.0 59 57.3 226 94.2 33 58.9 393 75.9 Total 119 100 103 100 240 100 56 100 518 100

    b) Agua y desagüe En la Tabla No. 11 podemos ver que el 67.9% de las viviendas del grupo de intervención y el 53.1% de las de no intervención, tienen conexión de agua a la red pública. En cuanto a desagüe, vemos que el 43.4% de hogares tienen conexión a la red pública para el grupo de intervención y 39% para el grupo de no intervención. Estos hallazgos confirman la precariedad económica de las familias estudiadas y los riesgos inherentes a la salud, por la escasez de estos servicios.

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    Tabla No. 11 Abastecimiento de agua y disposición de excretas

    Lima Metrop Costa Sierra Selva Total Tipo de infraestructura

    No. % No % No. % No. % No. % Grupo intervenido Agua conectada a red pública 87 78.4 84 78.5 172 65.4 30 44.1 373 67.9 Agua no conectada a red pública. 24 21.6 23 21.5 91 34.6 38 55.9 176 32.1 Desagüe conectado a red pública. 64 57.7 28 26.2 126 47.9 20 29.4 238 43.4 Desagüe no conectado a red pública. 47 42.3 79 73.8 137 52.1 48 70.6 311 56.6 Total 111 100 107 100 263 100 68 100 549 100 Grupo no intervenido Agua conectada a red pública 57 47.9 70 68.0 122 50.8 26 46.4 275 53.1 Agua no conectada a red pública. 62 52.1 33 32.0 118 49.2 30 53.6 243 46.9 Desagüe conectado a red pública. 34 28.6 28 27.2 115 47.9 25 44.6 202 39.0 Desagüe no conectado a red pública. 85 71.4 75 72.8 125 52.1 31 55.4 316 61.0 Total 119 100 103 100 240 100 56 100 518 100

    c) Hacinamiento Como se aprecia en la tabla No. 12, un 43% de familias del grupo intervenido y un 40.7% de las del grupo no intervenido viven en condiciones de hacinamiento, no habiendo diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. Esta es una característica más de la pobreza en que viven estas familias y que puede contribuir a la diseminación intrafamiliar de enfermedades infectocontagiosas.

    Tabla No. 12 Personas por habitación

    Lima Metr. Costa Sierra Selva Total No. de personas

    por hab. No. % No % No. % No. % No. % Grupo intervenido 2 o menos; 73 65.8 57 53.3 148 56.3 35 51.5 313 57 3 a más 38 34.2 50 46.7 115 43.7 33 48.5 236 43 Total 111 100 107 100 263 100 68 100 549 100 Grupo no intervenido 2 o menos; 67 56.3 63 61.2 144 60 33 58.9 307 59.3 3 a más 52 43.7 40 38.8 96 40 23 41.1 211 40.7 Total 119 100 103 100 240 100 56 100 518 100

  • 29

    6.3 Variables de proceso 6.3.1 Análisis de la gestión del PNWW a) Introducción El Programa se inició en 1,993, como un modelo de atención integral al menor de 3 años denominado “Hogares Educativos Comunitarios”, el mismo que estuvo a cargo del Ministerio de Educación. Contó con el aporte financiero de UNICEF en el marco de la Convención de los Derechos del Niño y el Plan Nacional de Acción por la Infancia. Considerando la experiencia como exitosa, en 1,994 se inicia el Proyecto “Sistema de Casas de Niños Wawa Wasi”, el cual contó con fondos de la Cooperación Técnica no reembolsable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) complementado con aportes de la Unión Europea, la UNICEF y del Programa Mundial de Alimentos. En el mes de Octubre de 1,996, la creación del Ministerio de Promoción de la Mujer y el Desarrollo Humano (PROMUDEH), originó la transferencia de las funciones de promoción y apoyo de los Hogares de Cuidado Comunitario, Wawa Wasi, de su anterior gestor, el Ministerio de Educación. El 27 de Enero de 1,999, el Gobierno del Perú suscribió con el BID el acuerdo de préstamo No 1144/OC-PE por un monto general de US$ 46,600 miles para el financiamiento del Programa Nacional Wawa Wasi. Dicho monto se redujo a US$ 28,800 miles debido a la cancelación del gobierno peruano de US$ 17,800 miles, razón por la cual las metas del Programa se han reducido significativamente. Según la Ley No 27793 del 25 de Julio de 2,002 y el Decreto Supremo No 008-2002-MIMDES, del 27 de Agosto de 2,002, el Programa Nacional Wawa Wasi se encuentra bajo la dirección del Vice Ministerio de la Mujer del Ministerio de la Mujer y del Desarrollo Social. b) Misión del PNWW. La Misión del Programa Nacional Wawa Wasi es promover en todo el país acciones orientadas a generar condiciones favorables para el desarrollo integral de niñas y niños menores de cuatro años, particularmente para aquellos en situación de riesgo.

  • 30

    c) Organización del Programa Nacional Wawa Wasi. La organización actual del PNWW se aprecia en el siguiente Organigrama Funcional.

    Dirección Ejecutiva

    Oficina de Asesoría legal Oficina de Fortalecimiento Institucional

    Oficina de Administración y Finanzas

    Oficina de Planeamiento Monitoreo y Evaluación

    Oficina Técnica de Operaciones

    Unidad de Infraestructura

    Área de Atención Integral Salud, Nutrición, Desarrollo

    Unidad de Capacitación

    Unidad de participación y promoción comunal

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Tumbes

    Sede Piura Sede Chiclayo

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Arequipa

    Sede Moquegua Sede Tacna

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Lima 01 a 07

    Sede Callao

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Nor Oriental del

    Marañon Sede Pucallpa

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede chimbote Sede Huacho Sede Cañete

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Huanuco Sede Huancayo

    Sede Pasco

    Especialista de Monitoreo

    Zonal Sede Abacay

    Sede Andahuaylas Sede Ica

  • 31

    d) Resultados por niveles del análisis de la gestión del Programa Nacional Wawa Wasi El resultado de la aplicación de los diversos instrumentos ordenado por las variables investigadas y luego por los distintos niveles de aplicación se describe a continuación: Criterio: Organización La organización siempre es la atribución de responsabilidades y la forma como la institución considera que alcanzará sus objetivos. De la misma manera, los procedimientos técnicos (documentación, normatividad) emitidos, ordena la secuencia y la dimensión de las tareas de los diferentes integrantes del Programa. En otras secciones de este documento se ha comentado cómo se ha organizado el PNWW. En la presente sección se analiza si existen limitaciones en la organización del PNWW que perturben el alcance de sus objetivos Como se muestra en la tabla No. 13, en cuanto al Reglamento Operativo del Programa (que es el instrumento central de gestión), los directivos opinan que requiere de algunos ajustes que permitan integrar mejor a las Sedes (el elemento articulador con el campo) en la gestión operativa del Programa. Del mismo modo, más del 20% de las Sedes opinan que el mencionado RO no puede ser aplicado en su totalidad. Entre las principales causas de la limitación señalada, se encuentran: la existencia de problemas con el sistema informático (1 Sede de 19 estudiadas), dificultades en la comprensión del citado instrumento (2 Sedes), el no ser conocido el Reglamento en una Sede (que corresponde al dominio Sierra), no se utiliza para facilitar la Gestión Comunal. (una Sede), dejando que las comunidades se organicen algo más espontáneamente. Por otro lado, se aprecia que más del 30% de las Sedes opina que la Directiva de Selección de Beneficiarios (otro instrumento técnico indispensable) no es aplicable en su dominio. Por otro lado se encontró que la UCC ha emitido gran cantidad de documentación normativa y de gestión. Consideramos que los instrumentos de normatividad central del Programa, requieren algunos ajustes en los cuales deben participar los usuarios de dichos instrumentos a fin de mejorar su posibilidad de aplicación eficiente en el campo.

    Tabla No. 13

    Opinión por niveles sobre la organización del Programa Evaluación Unidad Central Sedes Comité de

    Gestión Aplicación del Reglamento Operativo del Programa (RO)

    Problemas con el RO: • No están claros en el RO

    los roles de las Sedes.. • La supervisión de las

    Sedes a los CG no es completa.

    El 21.1% de las Jefaturas de Sedes señalan que el RO no puede ser cumplido en su totalidad por: • Problemas con el sistema

    informático • No ser conocido el Reglamento

    en una Sede. • Falta de comprensión del RO • No se utiliza para la Gestión

    Comunal.

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    Evaluación Unidad Central Sedes Comité de Gestión

    Aspectos principales por los que no se cumplió el RO del PNWW

    • Problemas con el sistema informático.

    • No se conoce el RO. • Falta de comprensión del RO. • No se utilizó para facilitar la

    Gestión Comunal..

    Otros procedimientos usados.

    • Convenio con el BID. • El Plan de Acción. • Los Lineamientos

    Técnicos por Componentes.

    • Diversas Resoluciones Directorales.

    • La normatividad de la Ley de Presupuesto Público.

    • El Plan Operativo Anual. • Las evaluaciones

    semestrales.

    • Resoluciones Directorales • Varios instructivos recibidos de

    la UC • Directivas recibidas de la UC • Varias directivas técnicas

    recibidas de la UC

    Cumplimiento del Convenio entre el Comité de Gestión y el PNWW.

    En opinión de las JS, se ha cumplido con los convenios señalados.

    El Convenio se ha cumplido en el 97% de Comités de Gestión (CG.)

    Identificación de la aplicabilidad de Directiva de Selección de Beneficiarios en las Sedes.

    El 31.6% de las Sedes opinan que dicha Directiva no es aplicable en su Sede.

    Miembros participando activamente

    Los CG funcionan con un promedio de 4 miembros activos en la gestión (los CG están conformados por 5 miembros según el RO del Programa.)

    Frecuencia de reuniones entre los miembros del Comité de Gestión.

    • 42% con frecuencia semanal

    • 24% mensual • 6% diaria. • 27% con

    frecuencia menor a las señaladas.

    Análisis por niveles Unidad Central Coordinadora En cuanto a la aplicación del RO, los funcionarios de la UCC opinaron que es el soporte básico de planeamiento, organización y administración del Programa y que “se aplica en su mayor parte”. El porcentaje de aplicación del señalado Reglamento Operativo es de 89% en promedio.

  • 33

    La Unidad Coordinadora señala los siguientes problemas en su aplicación: • No están claros en el RO los roles de las Sedes, unidades que articulan a la

    Unidad Coordinadora con las unidades de ejecución. • La supervisión de las Sedes no es completa. En este sentido, deben hacerse esfuerzos para precisar los roles de las Sedes, las cuales son las unidades que articulan a la dirección central con la parte operativa del PNWW. Cuando se ha indagado sobre otros procedimientos y normativas usadas para la administración del Programa, se han encontrado que la UCC utiliza los diversos documentos que se han registrado en la tabla No. 13. El conjunto de documentos e instrumentos que norman la administración y la ejecución de las actividades del Programa (muchos de los cuales son producidos por el propio Programa), se puede entender como un criterio de autorregulación. Dicho criterio es percibido como una manera de tener mayor orden y control en la asignación de recursos. Sin embargo la existencia de excesiva normatividad y documentación con relación a la gestión, puede conducir a errores en su aplicación y hacer muy burocrática la administración. Jefatura de Sedes En cuanto al cumplimiento del Convenio entre el Comité de Gestión y el Programa Nacional Wawa Wasi, la totalidad de funcionarios entrevistados de las jefaturas de sedes opinó que se ha cumplido con los convenios señalados.

    Sobre el cumplimiento del Reglamento Operativo del Programa (RO), un 21.1% de las JS opinó que no se cumplió y las razones se mencionan en la tabla No. 13.

    Debe señalarse que el Reglamento Operativo del Programa Nacional Wawa Wasi es el documento central que guía la organización y la gestión (en el sentido de las actividades que permitan alcanzar objetivos) del mencionado Programa. Del mismo modo, la expansión a nivel nacional de las actividades, requieren que su aplicación sea común en todos los dominios para poder luego establecer los criterios de monitoreo y control adecuados. La no aplicación o la falta de conocimiento del mencionado Reglamento puede constituir un elemento distorsionador importante.

    En la tabla No. 14 se registran las respuestas obtenidas de las JS acerca de otros documentos utilizados para su gestión. Como se puede apreciar, las respuestas recibidas confirman el uso de un conjunto abigarrado de documentos, provistos en su mayor parte por la Unidad Central Coordinadora del Programa, que es utilizado en las Sedes para la gestión del Programa.

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    Tabla N° 14 Otros instrumentos de gestión utilizados por las Sedes

    Documentos % Resoluciones Directorales 50.0 Varios instructivos recibidos de la UC 38.9 Directivas recibidas de la UC 33.3 Varis directivas técnicas recibidas de la UC 27.8 Instructivos de rendición de fondos 16.7 Directivas propias 16.7 Marco lógico de UC 11.1 Normas de reglamento operativo 11.1 Instructivos de manejo de presupuesto 11.1

    En cuanto a la aplicabilidad de la Directiva de Selección de Beneficiarios en las Sedes, 31.6% de funcionarios entrevistados de las Sedes, respondieron que dicha Directiva no era aplicable en su Sede. Las razones mencionadas de su aplicabilidad se mencionan en la siguiente tabla.

    Tabla N° 15 Razones de no aplicabilidad de la directiva de Selección de beneficiarios

    Razones % Se admite a niños que no son pobres extremos 50.0 Poca difusión del Programa 33.3 Se recibe a niños de personas que no trabajan 33.3 Difícil de focalización individual 16.7 Es muy lejana la zona para evaluar a los beneficiarios 16.7

    Comités de Gestión En cuanto al cumplimiento del Convenio entre el Comité de Gestión y el Programa Nacional Wawa Wasi, el 97% de los Comités de Gestión (CG) cumplió con dicho convenio.

    En cuanto a la participación de los miembros del Comité de Gestión, se encontró que la mayoría funciona con un promedio de cuatro miembros activos en la gestión y no con 5 como lo estipula la norma.

    En cuanto a frecuencia de reuniones entre los miembros del Comité de Gestión, se encontró que 58% de los CG se reúnen con frecuencia mayor a la semanal. Dada la importancia de la actividad de los Comités de Gestión para el funcionamiento operativo del Programa, es importante que la frecuencia de reuniones sea adecuada a fin de que se pueda tomar conciencia de los puntos neurálgicos y se lleguen a acuerdos inmediatos.

    Los motivos por los cuales algunos miembros del CG no participan en la toma de decisiones se señalan en la Tabla N° 16.

  • 35

    Tabla N° 16 Motivos por los que algunos miembros del CG no participan

    en la toma de decisiones

    Razones % Disponen de poco tiempo 67.9 Falta de interés 14.3 No hay pago 10.7

    Criterio: Coordinación y articulación interna La coordinación entre las distintas unidades del Programa posibilita la detección de problemas, la aplicación de medidas correctivas a tiempo y la delimitación de responsabilidades en el alcance de dichos correctivos. Como se ve en la tabla No. 17, las reuniones de la Dirección Ejecutiva con las Jefaturas son semanales y las reuniones de la Oficina Técnica son mensuales. Se encontró que no siempre se registran los acuerdos de las reuniones de coordinación de la UCC, lo que limita el seguimiento de su cumplimiento. Asimismo, llama la atención la que la mayoría de reuniones de reprogramación sean sobre todo para ver aspectos presupuestales.

    Tabla No. 17 Coordinación y articulación interna

    Evaluación Unidad Central Sedes Comité de Gestión

    Frecuencia de reuniones de coordinación en la UCC

    • Semanal (Dirección ejecutiva)

    • Mensual, la jefatura de la OTO.

    Registro de las reuniones de coordinación en la UCC.

    No siempre se registran en actas o minutas los acuerdos en el año 2003.

    Frecuencia de reuniones con el personal de las respectivas Áreas según Jefaturas

    Entre las oficinas de la UCC: frecuencia: diaria o dos veces por semana. (No se ha encontrado registros de dichas reuniones.)

    Entre Sedes y Coordinadoras de Campo: • 89.5% de las Sedes, la

    frecuencia es semanal. Entre Sedes y CG: • 57.9%, frecuencia de

    reuniones mensual. • Frecuencia semanal,

    15.8%.

    Entre los CG y las Coordinadoras de Campo:. • 67% frecuencia

    semanal. • 18% mensual. • 3% cuando sean

    necesarias

    Mayor nivel de coordinación de las JS con las oficinas de la UCC.

    • OTO • Oficina de Administración y

    Finanzas

  • 36

    Evaluación Unidad Central Sedes Comité de Gestión Razones de coordinación de las distintas Unidades del PNWW.

    Entre las oficinas de la UCC: • Programación. • Reprogramación. • Medidas de

    Organización. • Corrección de

    Acciones. • Discusión

    presupuestal.

    Entre Sedes y UCC: • Rendición de cuentas • Salud, alimentación y

    aprendizaje de los niños • Asistencia Técnica Entre Sedes y Coordinadoras de Campo: • Planificación. • Evaluación. • Análisis de documentos de

    la UCC. Entre Sedes y CG: • Programación y

    coordinación. • Arqueos y manejo

    presupuestario • Evaluación de la marcha

    del Programa Entre Sedes y madres cuidadoras: • Capacitación • Realización de actividades • Informes sobre avances

    del Programa

    Entre los CG y el personal de las Sedes: • Rendición de

    cuentas • Programación de

    actividades • Discusión de

    presupuestos

    Reprogramación de actividades.

    Todas las unidades de la UCC reportan reuniones de reprogramación. Razones de reprogramación: • Recortes

    presupuestales • Nuevas

    necesidades.

    Recepción de metas en las JS.

    15.8% de las Sedes no recibieron metas.

    Análisis por niveles

    Unidad Central Coordinadora En cuanto frecuencia de reuniones de coordinación en la Unidad Central Coordinadora, la DE se reúne semanalmente y la OTO mensualmente. En cuanto al registro de las reuniones de coordinación en la UC, los acuerdos de las reuniones de los funcionarios de la UCC no siempre se registraron en actas o minutas en el año 2003. Las actas de reuniones constituyen instrumentos de gestión que deben ser, de preferencia, estandarizados y formalizados, de modo que se monitoricen los acuerdos y responsabilidades asignadas. En cuanto a frecuencia de reuniones con el personal de las respectivas áreas, se expresó que estas