Kerbo - Estratificación social y desigualdad (capítulo 6 y 7)

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  • 8/3/2019 Kerbo - Estratificacin social y desigualdad (captulo 6 y 7)

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    166 Estretiticecion social y desigualdadpuede ocurrir que estos conflictos esten mas ocultos, que se manifieste una menor oposiciona la dis tr ibuci6n de las recompensas y que elpoder de los que ocupan las posic iones supe-r iores se vea menos impugnado, Pero esto muestra simplemente que elsistema de estratifi-caci6n ha logrado regular y controlar los confl ic tos de intereses , a l menos durante algiint iempo. Sin embargo, como se desprende de nuest ro anali si s his t6rico, los confl ic tos regu-lados por el s i stema de est ra ti fi cacion socia l ter rninan por sal ir a lapalest ra una y otra vez,

    Teniendo en mente los diversos factores que contr ibuyen a configurar la naturaleza delos sistemas de estratificaci6n, podernos empezar por centrarnos en 10 que podrfa denomi.narse procesos de est ra ti fi cacion socia l, procesos que implican cambios y movirnientos enel s is tema de est ra ti fi caci6n. Mas adelante abordaremos algunas de las diversas pautas dee st ra ti fic ac ion que s edan en e lmundo de hoy .

    RESUMENDe acuerdo can los t res paradigmas mas impor tantes de est ra ti fi cacion socia l que se exa-minaron en eI capitulo anter ior, nos hemos centrado en las var iedades modemas dela teo-r ia funcional is ta , l a teoria crf ti ca del confl ic to y la teoria no crf ti ca del confl ic to. Tras unbreve anali si s de la.his toria de la sociologfa y de las aproximaciones a la est ra ti fi caci6nsocia l en los Estados Unidos, hemos considerado las teorias funcionales de Davis y Moorey,a continuacion, la de Talcott Parsons . Debido ala impor tancia que otorga la teoria fun-cionali sta a 1adimension sta tus de la est ra ti fi caci6n socia l, t ambien hemos estudiado lanaturaleza de los rangos del s ta tus ocupacional en las sociedades rnodemas y las escalaspara medir los que se usan en la investigacion sociologica , Hernos abordado las modemasteonas crf ti cas del confl ic to examinando algunos de los aspectos problemat icos de la teo-r ia de Marx. Las teorfas marxistas modernas se centran sabre todo en los diversos proble-mas de la teoria marxiana original y en como corregi r las dif icul tades que plantea la teorfao ri ginal. A lgunas de l as me jo re s t eo rf as ma rx is ta s modemas han combinado l as idea smarxistas sobre las divis iones economicas de clase con la vis ion deWeber del Estado y elpoder burocratico en las sociedades industr ia les capital is tas. Luego hemos examinado lasteorfas no criticas delconflictomas recientes que, en general, pueden denominarse teorfasdel conflicto y e) poder. Por ultimo, una vez concluido nuestro analisis de las teorfas, hemosexpuesto un anali si s mas detal lado de las dimensiones ocupacional , burocratica y de pro-piedad que subyacen a las divisiones de clase en las rnodernas sociedades industriales comolos Estados Unidos.

    PARTE IIIEl proceso deestratiflcacion social

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    r-.' I

    CAPITULO 6Movilidad social:adscripci6n de clase

    y logroAunque ciertamente apacibles comparados con los de otros pafses, Ing1aterra tarnbien haconocido perfodos de violencia poI it ica y revo1uci6n. EI de mayor tensi6n t ranscurr io aprincipios del siglo XVII dur an te 1ague rr a c iv il , que culmin6 cuando e l Rey Ca rl os I f uedecapitado debido a los acontecimientos de 1649. La investigacion his t6rica reeiente havenido a apoyar 10que muchos cient ff icos socia les ya habfan supuesto (Bearman y Dea-ne, 1992) . Desde 1590 hasta que estal l61a guerra civil inglesa en 1640 seprodujo una granmovilidad social descendente en Ingla te rr a, que supuso t iempos d if fc il es y per di da dee speranzas par a la pob la cion b ri tani ca , E l per fodo p revio , de 1548 a 1589, supuso paraInglaterra afios de estabil idad pol ft ica asociada a movil idad socia l ascendente. Comohemos sef ia lado en los capftulos anter iores, y como tragicamente descubr io Car los I , l amovil idad socia l esuna delas cuest iones mas ser ias e impor tantesen el estudio de laes tra-t if ieaci6n socia l. Se puede determinar elpotencia l para larevoluci6n y los tumul tos en unasoc iedad, a s! como sus per spec tivas de e st ab ili dad y o rden soc ia l, por la d ire cc i6n quesiguen las pautas de movilidad.

    Desde elpunto devista de los individuos, apenas sorprende que, en la vida cot idiana dela s per sona s de una soci edad cap ita li st a muy compe tit iva, en una soc iedad que hacehincapie en unas normas universal is tas para alcanzar el exi to, la pregunta lquien prospe-ra ? haya cap tado con fuerza l a a tenc ion popula r. A pri nc ip io s de si gl o e st a a tenc i6n s eexp re s6 en e l g ran i nt er es que sus cit ar on l as hi st or ia s como l as de Horaci o A lger devendedores cal le jeros de per iodicos que "se hicieron a sf mismos" gracias a sus vir tudespersonales (Mi ll s, 1953:337) . Mas recientemente esta atenci6n popular se expresa en lamasiva venta de numerosos l ibros que descr iben c6mo se puede alcanzar el exi to y aeon-s ejan par a e llo i nt im idar a l os demas, ves tir adecuadament e, i nver ti r en b iene s ra fc es ,reconciliarse con Dios 0 l levarse bien con Ia propia psique.

    169

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    170 Estratificaci6n social y desigua/dadEn l a li te ra tu ra soc io lr ig ic a e l e studi o de l a mov ili dad soc ia l y e l del l og ro de s ta tu s

    estan muy relacionados con esta preocupaci6n popular . La investigacion de la movilidadsocial se centra en el grado y las pautas del movimiento ver tical ascendente y descenden_te dentro de IiIestructura ocupacional. Es decir, nos interesa averiguar cuantas personas hanascendido, descendido 0 no sehan mov ido a ll Iega r a l a edad adu lt a enco rnpa raci on con I apos ic ion de sus pad re s. En un campo de e studio muy cer cano a l de l a mov il idad soc ia l,la investigacion del lagro de status aborda la cuest i6n de por que se produce 0 no sepro-duce esta movil idad socia l. ( .Que factores explican las pautas de movil idad ver tical 0 Iaaus enci a de mov ili dad? En o tr as pal ab ra s, que remos saber qu ien y por que p rospera.Como en todas las sociedades industr ia les, en los Estados Unidos la posic ion de clasesebasa tanto en laadscripcion como enel logro. Pero dado el valor socia l de la igualdad deopo rt un idades , nos p reocupa l a combinac i6n exact a de adscr ipcion y l og ro (Phelan etal., 1995) . Queremos saber has ta que punto el exi to 0 el f racaso se relacionan con cuali -dades personales como el talento, la mot ivacion y el t rabajo duro, 0 con cualidades ads-cri tas. como el origen famil iar, eI sexo, la raza 0 el s ta tus etnico, Y 10 que es igualmenteimpor tante, puesto que lami tologfa sostiene que esta es la t ierra de las oportunidades , que-remos saber c6mo sepueden comparar en terminos de movil idad socia l los Estados Unidosactuales con los Estados Unidos del pasado y otras naciones industriales.

    El persi stente interes por el estudio de la movil idad socia l sepuede entender en relaci6ncon.nuest ros valores del exi to, Sin embargo, a 10 l argo de lapr imera mitad de nuest ro s igloeste interes sociologico genera mas especulacion teorica que investigacion empfr ica deta-l lada. El primer adelanto real en Iainvest igacion sobre movil idad socia l seprodujo con ele st ud io de Rogoff ( 1953a) sob re e l mov im ient o en l a e st ruct ur a ocupaciona l, en e l queel autor se s irvio de las medidas de s ta tus ocupacional (vease Tyree y Hodge, 1978) . Perofue la obra de BIau y Duncan (1967) la que provoc6 una vir tual explosion de la investiga-c ion en e st e campo . Bl au y Duncan fue ron capaces de acopi ar una eno rme masa de dat oscon la ayuda de l a O fic ina del Censo de l os EE.UU. y , emp leando nuevos met odos e st a-dfs ticos de anali si s causal, produjeron una obra que seha convert ido en modelo para cas itodos los estudios posteriores que se han l levado a cabo sobre esta cuest i6n.

    Exagerando un poco, se puede decir que desde los aiios sesenta el estudio empfr ico dela estratificacion social ha sido el estudio de lamovi lidad socia l y del logro de sta tus. Naes-t ro redescubr imiento de lapobreza y la des igualdad en los alios sesenta , junto a lacreacionde nuevos metodos empir icos de investigacion socia l, han provocado no pocos intentos deexplicar una gran y persi stente des igualdad socia l. Las principales revis tas de sociologfaempezar on a I lena rse de inve sti gaci ones sob re I a movi li dad soc ia l y e l l og ro de s ta tu s(vease Pease, Form, y Huber ; 1970; Huber y Form, ]973) .

    Una investigaci6n realizada expresamente para este l ibro muest ra que, de todos los ar-t fculos (2487) publicados en cinco impor tantes revis tas de sociologfa ent re 1965 y 1975, el18por 100 (453) trata de algtin aspecto de la estratificacion social. '. La Tabla 6-1 distribuye

    I Las c in co r ev is ta s examinada s f ue ron American Sociological Review, American Journal of Sociology,Social Forces, Social Problems y TheSociological Quarterly. P ar a d et ennina r e l t ema p rinc ip al d ecada a rt fcu-l o s c u ti li zo el r es umen ( 0 to do e l a r ti cu lo cuando no hab ra r es umen a l a c l as if ic ac i6 n e ra d if fc il ). Los a rt fculoss ecodi fl ca ro n como es tr at if ic ac io n s oc ia l s 610 cuando s u t ema cen tr al e ra una cue st io n r el at iv a a l a e s tr at if i-

    Movi li dad soc ia l: edscr ipc ion dec tese V log ro 171

    estos 453 artfculos sobre estratificaci6n social en diez campos de estudio generales 2. En elprimer per iodo, 143 (32 por 100) se centraron en algiin aspecto de la movil idad socia l 0 ell og ro de s ta tu s, r ni en tr as , en e l s egundo este por cent aj e aumen t6 has ta e l 42 pOT100.Ademas, como rnuestra laTabla 6-1, estas publicaciones sobre movilidad social y logro desta tus sol fan incluir una investigacion ernpfrica cuant itat iva y recibieron un gran apoyo delos programas piiblicos de investigacion. Hay que recordar que este modelo de financiacionpublica de la investigacion es similar al que habfa t ras el redescubr imiento de la pobreza enlos afios sesenta.

    Habfa demanda de investigaci6n sobre la des igualdad de oportunidades al margen deque s e cen tr ara en la pob reza 0 en Ia desigualdad de clases en general . Esto es especia l-mente cierto en el caso de 1ainvest igaci6n con un enfoque individuali sta mas que est ruc-tural (wEase Kerbo, 1981a). EI sesgo individuali sta de 1amayerfa de las inves tigacionessobre ellogro de sta tus requeri ra un comentario ulter ior mas adelante en este capitulo.

    El desar rollo bas tante reciente y rapido de la investigaci rin sobre movil idad socia l yl og ro de s ta tu s e s impre si onan te . Buena par te de lo s det all es que t enemos sob re e st ostemas proceden de 1ainvest igaci6n que cornenzo hace solo t re inta alios . Pero, como vere-mos eneste capitulo, a tin hay mucho que aprender. Seguimos sin poder especif icar con cla-ri dad muchos de l os fa ct or es que exp lic an l apos ic ion de clase, Y hace muy poco t iempoque se ha reconocido eI sesgo individualista 0 sociopsicologico de lainvestigacion sobre ellogro de sta tus. Los r il timos cinco alios , mas 0 menos, nos han ofrecido nuevas investiga-ciones de orientaci6n est ructural que son muy prometedoras en cuanto a ampliar nuest rosconocimientos.

    La primera tarea de este capitulo sera presentar un resumen de 10 que hem os aprendidosob re l a mov il idad soc ia l en l os Estados Un idos . Que remos saber cuant o mov im ient overtical hay dentro del sistema de clases, CUID es la naturaleza de esa movil idad y hasta quepunto la clase es hereditar ia . En lamedida de 10 posible, compararemos las pautas actualesde mov ili dad soc ia l en l os Estados Un idos con la s de o tr os momen tos de su h is to ria y conlas de otras naciones. Luego analizaremos la investigacion reciente sobre el logro de sta tuscon el fin de ver ]0que t iene que ofrecemos para explicar quien prospera en los EstadosUnidos. La investigaci6n sobre movil idad socia l nos proporciona claves para saber quienp rospera y por que , per o l a inve sti gaci on sob re e l l og ro de s ta tu s e st a r el ac ionada masd ir ec tament e con ambas p regunt as . Por u ltimo , ana liz ar emos l os mode lo s act ua le s delogro de sta tus en tono cri ti co y presentaremos lateor fa y la invest igaci6n mas recientes quenos ayuda ran a s aber mas sob re qui en p rosper a y por que .

    c ac ion so ci al . Por e jemp lo, si " I l em a d e u n a rt fc ul o e ra n l as c au sa s d el cr ime n y t ra ta ba l a p ob re za 0 la des -i gu aldad d e c la se s en r el ac io n can e l c r imen , e l a r tf cu lo no s ecodi fi caba como es tr at if ic ac io n s oc ia l .

    2 Las s ub ar ea s d e e stud io d e l a e s tr at if ic ac io n s epu ed en agr up ar d e d is ti nt as r nane ra s. Los e stud io s ant e-r iores cxaminaron menos subareas ("ease, Form y Huber , 1 970; Huber y Form, 1973). y sin duda aqui podrfarnosh ab er examinado mucha s mas d e d ie z s ih ub ie ramo s d iv id id o a lg un as d e l as d ie z cat egor fa s, Algunos t emas quepodfan considerarse subareas de faes trat if lcaciou social se excluyeron debido ala dif icultad que entrafiaba juz-g ar emi l e ra e l t ema p rinc ip al d el a rt fculo ( pa r e je rn plo, l a r a za , e l s exo y las des igualdades de edad) . La inves -t ig ac id n s ab re l as d if er en ci as r ac ia le s y d e s exo en e l lo gr o d e s ta tu s y l amov il id ad s oc ia l s e i n cluy6 en l a ca tc -gorfa n. O 4. S in embargo, quedaron exclu idos los estudios sobre las diferencias mentales y de salud ffs ica entrelas clases.

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    172 Estrati ficaci6n social y desigualdad Mov il idad soc ia l; adscr ipci6n de c lase y logro 1173

    Tabla 6-1 IV i iOVl l lLIDAJ! ] socsuDistribuci6n de los articulos sobre estratificacion social en lasprincipales revistas segun temay financiad6n, 1965-1975 y 1984-1994 La movil idad socia l se puede estudiar desde var ios puntos de vis ta diferentes. Primero

    debemos dis tingui r ent re movil idad ver tical y movil idad hor izontal. La movilidad hori-Numero de %de %de zontal es elmovimiento que seproduce ent re posic iones del mismo range en la est ructuraNumero %del artleulos artleulos estudios ocupacional , Por ejemplo, un elect rici sta de Ia General Motors que deja su t rabajo paratotal del total del financiados financiados empiricos enperiodo periodo en el periodo en eI periodo elperiodo i ncorpor ar se a una ocupaei6n s imi lar en Boei ng se ha mov ido hor izonta lrnen te en laest ructura ocupacional , Otro caso similar ser ia elcambio de t rabajo de un elect rici sta a tee-

    Tema 2 2 2 2 2 nico fer roviar io. Como ambas ocupaciones t ienen el mismo prest igio, a este movimiento1.Tema general tambien 10 consideramos movilidad horizontal (movimiento entre diferentes trabajos perode estratificaclon can elmismo Tango ivease Sorokin, 1959:7; Hauser y Featherrnan, 1977:217).social 35 20 8% 9% 7 5 3% 3% 43% 25% Sin emba rgo, I a mov il idad ver ti ca l es I a p rinci pa l p reocupac ion del e studi o de l aestratificacion social. La movilidad social vertical se puede def inir como el movimiento

    2. Elites (locales V desde una posic ion ocupacional a otra de rango super ior 0 infer ior. Un ejemplo de movi-nacionales) 51 20 11 9 10 3 5 2 65 15 l idad ver ti ca l as cenden te s er fa e lmovim ien to de un funci onari o de poli cia a maes tr o de

    escuela. Por los estudios sobre prestigio ocupacional (vease Nakao y Treas, 1991) sabemos3. Pobreza 67 21 15 10 33 14 15 10 84 66 que la ocupacion de funcionar io de pol icfa recibe una puntuacion de 50, mient ras maest ro

    de escuela recibe 64 (viase el Capitulo 5). Un ejemplo de movilidad vertical descendente4. Movilidad/logro sena el movimiento desde la posic ion de funcionar io de pol icfa (50 puntos) a peluquerode status 143 101 32 46 92 77 42 59 94 99 (36 puntos).5. Participaci6n Es f ac il compr ender por que Ia mov ili dad vert ic al e s obje to de e spec ia l i nt er es en e lestudio de la estratificaci6n social; el grade general de movilidad vertical nos dice algo muysocial Vpolitics 8 '16 2 7 2 5 4 88 31 impor tante sobre el s i stema de clases, Cuanto mayor es el grade de movil idad ver tical, mas6. Ideologia y abie rto e s e l s ist ema dec l as es , y mas se bas a I ades igua ldad de c la se en e l l og ro que en l avalores clase 50 7 11 3 26 7 12 5 96 100 adscripci6n. En otras palabras, cuanto mayor es eIgrado de movilidad vertical, mas se acer-cara la sociedad al valor de Ia igualdad de oportunidades.

    ,:-7. Estilos de vida Por ult imo debemos dis tingui r ent re movil idad intergeneracional y movil idad int ra-y subcultures generacional. La movilidad intergeneracional s e es tudia compar ando I apos ic i6n de lo sde clase 44 3 10 24 3 11 2 95 100 padres con la de sus vastagos, Por ejemplo, queremos saber s i un hijo ha logrado una posi-

    ci6n ocupacional superior, igual 0 infer ior a Iade su padre . La movilidad intrageneracional8. Prestigio se estudia comparando Iaposicion ocupacional de una persona durante un largo per iodo de

    ocupecional 14 2 3 7 2 3 2 100 100 t iempo. Por ejemplo, queremos saber s ie l s ta tus ocupaeional del primer t rabajo de una per -9. Inconsistencia sona es super ior, igual 0 infer ior al del segundo, tercero 0 cuarto t rabajo de esa mismapersona, 0 s i e l s ta tu s ocupaci onal de una per sona ha cambiado despues de, d igamos ,de status 37 8 0 16 7 76 100 diez 0 veinte aiios,10. Distribucion de Ambos t ipos de movil idad, intergeneracional e int rageneracional , pueden decirnos

    la renta/riqueza 4 29 13 2 14 11 100 48 mucho sobre el grado de apertura del s is tema de est ra ti fi caci6n. Sin embargo, la inves ti -gacion seha sol ido centrar mas en la movil idad intergeneracional porque la t ransmision219 131 382 202 hereditar ia del s ta tus ocupacional de padres a hijos se considera un indicador clave de la

    Total 100% (48%) 100% (84%) (92%)adscripci6n frente allogro.

    453 220 100% (60%) 100% Antes de abordar nuest ro objet ivo principal -un esbozo de las pautas de movil idad en P ar a elpcrfcdo 1965-1975se analizaron01ncorevistas(The American Sociological Review, American Journal los Estados Unidos-s- haremos una breve observacion sobre como sereal izan los estudiosof Sociology, Social Forces, Sociological Quarterly y Jorunel ofSocial Problems]. Para elperiodo 19751985 se de movil idad. Primero es impor tante reconocer que lamayorfa de los estudios sobre rnovi -analizarontres revistasITheAmerican SOCiological Review, American Journal ofSociology yJournal ofSocial l idad y logro sebasan sobre todo en medidas de prestigio ocupacional. De nuestro analisisProblemsf.

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    174 Estratificaci6n social y desigualdaddel Capitulo 5 debemos recordar que el prestigio ocupacional se basa en el supuesto (de lasteonas funcionales de laestrat if icac ion soc ia l) de que ladimensi6n c lave de la c1ase es e lstatus ocupacional. Siguiendo los estudios sobre prestigio ocupacional (como el de Hodge,Siege l y Rossi , 1966), seordenaron diferentes ocupaciones de arr iba a aba jo conforme algrade de sta tus asociado a cada una de e lIas. Los estudios sobre e l logro de sta tus (que ana-l izaremos mas ade lante) usan una variante direc ta de la ordenac ion de las ocupacionesconforme al status, mientras los estudios de la movilidad emplean tradicionalmente orde-nac iones mas toscas como la de a lta no manual, baja no manual, a lta manua l, e tc . (0 pro-fesionales, directivos, oficinistas, operarios y trabajadores en servicios).

    Pero, como dij imos en e l Capftulo 5 , esta ordenac i6n de sta tus plantea problemaspara cornprender adecuadamente la estratificaci6n social de las sociedades industriales.Sefia lamos que , por unJado, e l sta tus de una ocupacion puede ser menos importante paradeterminar quien obtiene que en la sociedad que el nivel de cualificaci6n, la complejidad yla capac idad de mercado de la cua li ficaci6n ocupacional . La idea de la ordenac ion con-forme al sta tus no contempla la naturaleza confl ic tiva de la estructura ocupacional , n i Jasrestricciones a la libre competencia en la estructura ocupacionaL Por otro lado, ademas dela importancia de las divisiones en la estructura ocupacional hemos mostrado la de las divi-siones con respecto a la autoridad y la propiedad, Estas div isiones no siempre se midencorrectamente en los estudios actua les sobre la movil idad soc ia l y e l logro de sta tus.

    Sin embargo, los estudios sobre e l logro de sta tus son los que plantean e l problemamas grave debido a su uso mas direc to de las medic iones de prest ig io ocupacional . Losafios noventa nos han proporc ionado a lgunos estudios nuevos sobre movil idad soc ia l ylogro de s tatu s que superan es tos probl emas usando la s cate gona s de c1ase de Wr ight(1978a y b, 1979) ana lizadas en e l Capitulo 5 . Si b ien esta investigacion es a tin I imitada,comprobaremos c6mo ha mejorado nuestra comprensi6n dellogro de status y la movilidadsoc ia l este nuevo t ipo de investigacion , Aiin asf , centrarse en la estructura ocupacional ylas categorfas de c lase deWright tal y como se miden en los estudios de movil idad signi-f ica que la c ima del sistema de estra ti ficacion de los Estados Unidos no esta adecuada-mente representada. Dicho deotro modo, la movil idad que se mide en estos estudios eslamovil idad que hay par debajo de la cima.

    Antes de examinar las pautas de movil idad soc ia l de los Estados Unidos es importan-te hacer otra observacion . La mayorfa de los estudios sobre movil idad soc ia l se bas anendatos concemientes a varones ocupados. Las mujeres han solido ser excluidas de estos estu-dios porque se suponfa que: I) la familia era la unidad mas importante en la estratificacionsoc ia l; 2) los varones determinan e lstatus de la familia; y 3) e lstatus de la mujer esta deter-minado por el status de su marido. Estos supuestos se han cuestionado por diversas razones(vease Acker, 1973) y,sobre todo, porque ahora hay mas mujeres en la estructura ocupa-cional y mas familias encabezadas por mujeres. Aunque Iamayor parte de la investigacionsecentra en los varones, siempre que nos sea posib le presentaremos datos concemientes alas pautas femeninas de movilidad social.

    Movil idad social: sdscripcion de clese y lagro ~75

    Los estudios mas minuc iosos sobre movil idad soc ia l en los Estados Unidos los han rea li -zado Blau y Duncan (1967) y, once afios mas tarde, Featherman y Hauser (1978). Desde losdato s de 1973 no d isponemos de una inves ti gacion t an amp li a, p ero s f de es tudios demenor a lcan~e que han actua lizado estos datos. Los datos sobre movil idad de Duncan yB!au . se acopl~on con l a ayuda de la Of ici na del Censo de los EE.UU. en 1962 y con te-flla~ informacion detallada del origen familiar, la experiencia educativa y el historial ocu-pacional de cerca de 20.000 varones laboralmente actives. Sin Iugar a dudas, -el trabajo deBlau y Duncan (The American Occupational Structure, 1967) debe considerarse un hito ene l es tud io .d e la movil idad soci al en los Estados Unido s. E l de Feathe rman y Hauser(Opportumty and Change, 1978) se diseii6 como replica al deBlau y Duncan y uti lize unamuestra similar de aproximadamente 30.000 varones ocupados en 1973. Hout (1988) haactualizado esta investigacion con nuevos datos desde 1972 hasta 1985.

    Entre las herramientas mas importantes de la invest igac ion sobre movil idad estan lastablas de salida (inflow) y llegada (outflow) de la movilidad intergeneracionaL Una tablade salida identi~ca los ongenes ocupacionales de la familia de la gente que ha sidorec lu tada para diferentes posrc iones ocupacionales, Por e jemplo , una tabla de sal ida nosmuestra l~s orfgene~ f~i1iares ~e la gente que ahora t iene posic iones ocupacionales dec lase media-a lta, e ident if ica cuantas personas en estas posic iones sal ie ron de famil iasdonde e l padre pertenecfa a la c lase media-a lta 0 media-baja, e tc . En cambio, una tablade,J1egada no~r= una imagen mas precisa de donde se sin ian los hijos de diferentesongenes famihm:c:s en la estructura ocupacional . Por e jeniplo, con la tabla de l legadavemos cuantos hijos de padres de c lase media-a lta pertenecen a la c lase media-a lta asfcom.o c .uantos. se. sin ian en posic iones ocupacionales inferiores. Las tablas de l le~adanos indican princ ipalmente e l grade de herencia ocupacional , mientras las tablas de sal i-da nos indican e l grade de rec1utamiento ocupacional a parti r de diversos ongenes ocu-pacionales,

    Exa.minemos algunos datos para entender el valor de las tablas de movilidad de llega-da y salida. La Tabla 6-2 compara lamovilidad de llegada desde la posici6n ocupacional deunpadre (0cabeza de famil ia ) a lade suhi jo en 1962 y 1973. Esta tabla combina los datosorigina les del estudio de Blau y Duncan con la repl ica que hic ie ron Fea therman y Hausercon datos ~e 1973. Las categorfas ocupacionales que aquf se comparan (no manual alta, nomanual baja, manua l a lta, y manual baja) son similares a las que ya defin imos como clase~edia-alta, clase media-baja, trabajadores cualificados decuello azul y trabajadores no cua-I if icados de cue llo azul (con la categorfa afiadida de los agricul tores) . En conjunto, laTabla 6-2 muestra que la herencia ocupacional fue similar en 1962 y 1963.

    La Tabl a 6 -2 nos proporciona in ter esant es dato s sobre la herenci a ocupacionalde cada categor:a. El grado de herencia se aprec ia leyendo los datos hac ia aba jo y hac iala derecha en diagona l en ambos afios. Por e jemplo , podemos comparar cuantos padresde cla se no. manua~ . a lt a t ienen . ~ ij os de cl ase no manual al ta, cuantos de cl ase baj ano manual tienen hlJOS que se snnan en su mi sma c1ase, has ta I legar a lo s padres ag ri-cul tores que han tenido hijos que tambien 10 son (rnoviendonos hac ia aba jo en la dia -gonal). -

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    176 Estratificacion social y desigualdadTabla 6-2Movilidadde lIegada desde la categoria ocupacional delpadre (0 cabeza de familia)a la categoriaocupacional actualdel hijo, 1962 y 1973

    Movilidad social: edecripcion de clase y lagro 'fit

    Tabla 6-3Movilidadde salidahacia Iacategoria ocupaclonal actual delhijo desde lacategoria ocupacionaldel padre (0 cabeza de familia),1962 y 1973Ocupaci6n actual del hijo Ocupaelon actual del hijo

    Ocupaci6n No manual No manual Manual l\IIanual Ocupaci6n Nomanuar No manual Manual Manualdel padre alta baja alta baja Agricultores TOtal del padre alta baja alta baja Agricultoms Total1962 (n~ 10.5001 1962 (n~ 10.500~

    No manual alta 56 ,8"10 16,7% 11,5% 13,8% 1,2% 100% No manual alta 26,4% 11,6% 6,2% 4,8% 1,7% 11,0%No manual baja 43,1 23,7 14,6 17,0 1,7 100 No manual baja 23,1 19,6 9,5 7,0 2,9 13,1Manual alta 24,7 17,0 28,3 28,8 1,2 100 Manual alta 19,0 20,2 26,3 17.1 _2.9. 18,8Manual baja 17,9 14,8 21,9 43,4 1,9 100 Manual baja 20,1 25,6 29,7 37,6 6,8 27,4Agricultores 10,3 12,3 19,3 35,9 22,2 100 Agricultores 12,5 23,0 28,3 33,6 85,7 29,7Total 24,5 15,9 20,2 31,7 7,7 100 Total 100 100 100 100 100 1001973 [n= 20_850~ 1973 (n= 20_850)

    No manua l a lta 59,4% 11,4% 12,8% 15,5% 0,9% 100% No manual alta 29,3% 14.8% 9,0% 7,7% 3,2% 15,4%No manual baja 45,1 16,6 16,4 20.7 1,2 100 No manual baja 16,7 16,2 8,6 7,7 3,3 11,5Manual alta 30,9 12,2 27.7 28,1 1,2 100 Manual alta 20,2 21,0 25.8 18,5 5,8 20,4Manual baja 22,9 12,1 23,9 40,1 1,0 100 Manual baja 21,8 30,5 32,6 38,5 7,0 29,7Agricultores 16,4 9,0 22,9 37,1 14,5 100 Agriculto res 12,1 17,5 24,0 27.5 80,7 22.9Total 31,2 11,8 21,9 31,0 4,1 100 Total 100 100 100 100 100 100..Fuente: Featbetmi1n y H a u se r ( 1 97 8 :8 9 ). L 1 lmues ira i n c 1 l 1 y e :1 varones es tatlaunldenses CO R e xpe ri c n c ia l a bo ra l en ocupaclones no m i l i- Fuente: Feathermau y Hau s er ( 1!l1S~89). La mues t ra inclaye a varones e st adouni denses con exper ie nc ia l aboral e n ocupaciones no mili-t~res. y e dades ccmp re ndk re s entre 21 y 6 4 anns . tnres y edades comprendidas entre 21 y 64 afios.

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    ~ - Descubr imos a sf que l as ocupaci ones no manua le s a lt as t ienen e l g rado mas a lto deoIl~renciaocupacional tanto en 1962.como en 1973 (56,8 par 100 y 59,4 por 100: respec-tivamente), La tasa mas baja de herencia ocupacionalla encontramos entre los agricultoresen ambos anos (22,2 por 100 y 14,5 respectivamente).Por 10que respecta al bajo porcentaje de herencia ocupacional entre los agricultores, ~spatente que en buena medida se debe alhecho de que las ocupaciones agrar ias han dismi-nuido con lamecanizacion agricola; es decir, 10 hijos de los agr icul tores deben moverse enla estructura ocupacional 0 salir de ella y quedar desempleados. Por 10que concieme a lasaltas tasas de herencia ocupacional en el caso de las ocupaciones no manuales altas y de lasmanuales bajas, advertimos que la estructura ocupacional es mas ngida en l a cima y la bas e(Featherman y Hause r, 1978: 179 ). Los h ij os de pad re s con ocupacione s no ~anua le saltas, as! como los de padres can ocupaciones manuales bajas, tienen mas probabiltdades det erm inar con ocupaci ones s im il are s a l as de sus pad res . S in duda es te e stado de cosa s e sagradable para los hijos con ocupaciones no manuales altas , pero no 10 es tanto para loshijos con ocupaciones manualcs bajas , Sin embargo, ent re esos dos ext remos hay muchamenos herencia ocupacional (Featherman y Hauser, 1978:180)-La Tab la 6 -3 p re sent a l os dato s de movi li dad de s ali da de 1962 y 1973_ El centro deatencion de esta tabla es el origen del reclutamiento para las diversas posic iones ocupa-cionales. Es posible apreciar el origen del reclutamiento si uno se mueve hacia abajo por las

    columnas de la tabla (advier tase que el total del 100 por 100 esta al f inal de cada columna),Vemos de nuevo que el reclutamiento ocupacional esmuy semejante en 1962 y 1973_

    Podemos comenzar por fijarnos en el reclutamiento para las ocupaciones no rnanualesaltas: en ambos aiios, Iatasa de auto-reclutamiento (26,4 y 29,3 pOT 100) esmayor que elreclutamiento para esas ocupaciones no manu ales altas desde las otras ocupaciones , Sinembargo, se produjo una cantidad signi ficativa de reclutamiento para las posic iones nomanuales altas ent re las ocupaciones de menor nivel (el 16,7 por 100 de los que ocupabanposic iones no manuales altas en 1973 procedia de origenes no manuales bajos , y un 20,2por 100 venia de ocupaciones manuales altas),

    La tasa mas alta de autor reclutamiento en ambos afios se da ent re los agr icul tores. LaTab la 6 -3 mues tr a que en 1962 e l 85, 7 por 100 de aquell os que t en ian ocupacione s agri -colas eran de origen campesino, con un porcentaje solo ligeramente men or (80,7)en 1973. Es ins tructivo comparar estas cif ras de sal ida delos campesinos con las de l legadade Iatabla anter ior (Tabla 6-2)_ Por ejemplo, en 1973, aunque seprodujo escasa herenciaocupaciona l ( 14 ,5 por 100 ) en e l ca so de lo s agr icul to re s ( en la Tab la 6 -2 ), s ed io un a lt ograde de reclutamiento ocupacional (80,7 por 100) ent re los agr icul tores para el t rabajoagr ar io (en la Tab la 6- 3) . Lo que es to indi ca e s que la o fe rt a de hi jo s de agri cu lt ore s e ramucho mayor que 1ademanda de trabajadores agrarios, Solo el 14,5 por 100 siguieron sien-do agricultorcs, pero e180,7 por 100 de los agricultores en 1973 eran hijos de agricultores.

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    178 Estretiticecion social VdesigualdadDe nuevo, los hijos de los agricul tores tuvie ron que ascender 0 enfrentarse al mundo deldesempleo. . .Otra conclusion que se extrae de laTabla 6-3 esque la tasa demovilidad ascendente esmas alta que la de movilidad descendente en ambos afios. Esto 10vemos fijandonos enquelos porcentajes bajo las diagonales son mas altos que los de arriba. Por ejemplo, fijemonosen el caso de hijos en ocupaciones manuales altas en 1973 (el punto medio de las categorfasocupa cional es ): s i descendemos por l a columna encon tr amos que hay mas hi jo s en l acategorfa manual a lta que proceden de ongenes oeupacionales bajos que a ltos. S610e l 9por 100 de los hijos con ocupaciones manuales a ltas proceden de ocupaciones no manua-les a ltas en 1973, mientras un 32,6 por 100 y un 24,0 por 100 proceden, respectivamente,de origenes manuales l ?ajos y agrarios. _

    Por 10genera l, descubrimos una pauta similar en e l caso de todas las categonas ocu-pacional es de la Tabl a 6-3. Hay excepciones en e l easo de lo s hi jo s con c ate gor fa nomanual alta (0 c lase media-a lta) que no podfan ascender en la estructura ocupacional ,(Las posiciones mas altas en las estructuras de autoridad y poder, 0 en las c lase a lta y c lasecorporativa, no se miden con precision en este estudio).

    Existen dosimportantes argumentos para expliear que la tasa de movilidad intergene-rac iona l ascendente sea mas a lta que la descendente tanto en 1962 como en 1973 (Feat .herman y Hauser, 1978:217). Uno de los fac tores es la naturaleza cambiante de Iaac tualestructura ocupacional. Durante el primer periodo de tiempo, a medida que nuestra socie-dad avanzaba tecnologicamente, se creaban mas traba jos en la parte a lta de la estructuraocupaciona1 que en la baja, Asf, se necesitaba relat ivamente mas gente en la parte a lta.Junto a este factor, debido a las diferencias de feeundidad entre las clases, encontramos quelas familias tienen mas hijos a medida que descendemos en la estructura ocupacional, Asf,como las famil ias con ocupaciones bajas t ienen mas hijos y como sereduce e l n timero deocupaciones bajas, en 1aestruc tura ocupacional hay menos espac io en la zona de aba jo ymas espac io en la de arr iba.

    Resumamos las cifras generales de movilidad intergeneracional de 1962 y 1973 (Feat-herman y Hauser, 1975:93). Seprodujo a lgo mas de movil idad en 1973 que en 1962. Losque semovieron representan un 66,9 por 100 de lamuestra de 1962y un6S,1 por 100 enlade 1973. Sin embargo, hubo una poca mas movil idad descendente en 1973 que en 1962.En 1962, un 15,3 por 100 de la rnuestra sehabfa movido en sentido descendente y un57~6por 100 ensent ido ascendente, mientras que en 1973 e l 17,2 por 100 de la muestra sehabfamovido hacia abajo y e150,9 por 100 hacia arriba. . .

    Se puede tambien haeer la cornparac ion entre esos dos a iios en cuanto a movil idadestructural y movil idad c ircula toria. La movilidad estructural puede defin irse como lacantidad de movil idad que se explica por los cambios de la estructura ocupacional (pore jemplo , se crean relat ivamente mas puestos en laparte a lta que en Iaparte baja) . En 1962la tasade movil idad estructural fue de122 por 100;en 1973, del lS,S por 100.La movilidadcirculatoria es la cantidad demovil idad que se explica por e lmovimiento de intercambioascendente y descendente en la estruetura oeupacional. En 1962 la movilidad eireulatoria fuedel 44,9 par 100.Presentandojuntas todas esas cifras para 1973, del total de 1amuestra (100po r 100 ) un 31 ,9 por 100 nose mov ie, un 18 ,8 por 100 se movi6 debido a cam~ios es~c -t ural es y un 49,3 por 100 se movie deb ido a la movi li dad de int er cambio 0 circulatoria.

    Movilidad social: edscripcion declose y loqro

    Hemos advertido a l comenzar nuestro ana lisis de Jamovil idad en los Estados Unidosque los datos de 1973 se han actua lizado, pero no contamos con investigaciones tan com-pletas como la de Featherman y Hauser (1978). En el capitulo dedicado a la estratificaci6nsoc~a len los BE.UU. veremos los cambios en la estructura ocupacional y en e l n ivel dedes~gualdad que, con toda probabilidad, deben haber afectado a las pautas de movilidadsoci al desde 1972. Comproba remos el cr ecimiento, sobre todo en los anos ochent a Y"n?_venta, ~e los empleos ~e cl~se media-alta, la disrninuci6n de los trabajos de remunera-Cion medi a y eJ ex tr ao rd in ar io aumento de los empleos con sala ri os de miseri a, Esto scambios en la estructura ocupacional y e l consecuente aurnento de la desigua ldad debetener a lgun efecto en las pautas de movil idad soc ia l, primordia lmente en la tasa de movi-lidad estructural, A diferencia del penodo cubierto por el estudio de Feathennan y Hauser(1978), cuando la estructura ocupacional crecfa mas par la zona alta que por la baja, 10masprobable es que los aDOSochenta y noventa hayan empujado a la movilidad estructural enuna direccion descendente. La movilidad circulatoria, sin embargo; puede haberse vista~ec tada a no, puesto que este t ipo de movil idad equivale a la tasa de igua ldad de oportu-~ldades de todos para moverse hacia arriba 0 hacia abajo (intercambiando sus posicionesmtergeneracionalmente, por asf decirlo), una vez que se han tenido en cuenta los efectos dela movilidad estructural.

    La investigaci6n que realize Hout (198S) apoya en parte nuestra especulacion sobre last~ndenc ias de la movil idad . soc ia l durante los afios ochenta . Sin embargo, e l perfodo det iempo que abarca su estudio , de 1972 a 1985, cubre mas afios de ladecada de los setentaque de Jos ochenta , por 10 que no muestra la influencia total de los cambios que se produ-~er~n durante toda Iadecada de los ochenta y nada de los noventa . Pero su Investigacionl?dlCa que.1as pautas de movilidad social estan cambiando en la direcci6n que hemos suge-ndo. ~or ejemplo, Hout (1988) descubri6 que la tasa general de movilidad social disminuyepor pnmera vez en todos los afios de los que tenemos datos. Tambien descubri6 que , aun-que ~od~via segufa habiendo mas movilidad ascendente que descendente, Iaprimera esta-ba disminuyendo, De nuevo podemos sugerir que unos datos completos de las decadas delos ochenta y los noventa probablemente indicarfan que Ia movil idad ascendente ha sidolenta y que tal vez incluso se haya producido mas movilidad descendente que ascendente.La movilidad social y las categorias declase deWrightComo acabamos de senalar, una de las Iimitaciones de las investigaciones anteriores sobremo,:,ilidad sOci.alha sido que se ha centrado excIusivamente en el status ocupacional. EnC~Pltulos antenore~ hemos :malizado la teorfa y la investigaci6n reciente sobre las catego-~as de c lase de Wnght 0Ynght, 1979, 1985) para afi rmar que hay tres importantes dimen-stones d~la clase: la propiedad privada capitalista, laposicion de autoridad burocratica y laordenacion de status. Los estudios antenores sobre las pautas de movilidad social realiza-dos. en.los Estados l!nidos y en otros paises no han tenido en cuenta lapropiedad privadac~pltahsta y la autoridad; por otra parte, las mediciones del status ocupacional en estos estu-dios tarnpoco captan todos los aspectos irnportantes de Jajerarqufa de las ocupaciones.

    La investigacion reciente ha eliminado algunas lagunas de nuestro conocimiento sobrela movilidad social al emplear las otras dimensiones de la c!ase esbozadas por Wright. Con

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    180 Estratificaci6n social y desigua/daddatos de los Estados Unidos, Canada, Noruega y Suecia, Western y Wright (1994) han des-cubierto que en los cuat. ro pafses la f rontera de la propiedad capital is ta es la menos per -meabl e, rn ient ra s que l a de l a aut or idad e s l amas permeab le . En o tr as pal ab ra s, hay masmovil idad intergeneracional hacia las posic iones altas en lajerarqufa de la autor idad quehacia la categoria de los propietarios capitalistas. En esta investigacion tambien analizaron10que ellos l laman Iacategorfa de los exper tos, que en general es 10que nosot ros podemosllamar profesionales y tecnicos cualificados. La probabilidad de entrar en.esta.categcrfa de-exper tos es diferente en los cuatro pafses, pero en general se s inia ent re la permeabil idadde los propietarios capitalistas y la de la autoridad.

    En un interesante supIemento a estos estudios, Wright y Cho (1992) exarninaron ene st os cua tro pafs es l as pau ta s de l os l azos de amis tad can r espect o a e sa s cat egor ia s declase . Como cabe esperar de 10anterior , descubr ieron que, en comparaci6n con las rela-c iones de amistad ent re otras clases, pocas personas que no per tenecfan a la f rontera de lapropiedad capital is ta ternan vinculos de amistad con otras personas que sferan miembrosde la c1ase capital is ta . Dicho de otro modo, no s610era mas dif fc il ent rar en lacIase capi-tal is ta , s ino que tambien 10era establecer lazos de amistad con personas de esa clase s i lapersona en cuest ion aun no per tenecfa a ella.La movilidad social en la zona altaComo ya hemos sef ia lado, los estudios t radicionales de movil idad no han podido proper-c ionarnos una imagen adecuada de la par te alta del s is tema de est ra ti fi caci6n. La zona altadel s is tema de est ra ti fi cacion la forman las clases alta y corporativa . La clase alta se def i-ne fundamen ta lmen te en t erm inos de l as r ela ci ones de p ropi edad ; e st a f onnada por la sfamilias que poseen una cantidad elevada de los principales medios deproducci6n de unasociedad, y por tanto ni s iquiera Wright la ha captado adecuadamente en sus investigacio-nes . La c Ia se cor po ra ti va se defi ne p ri nc ipalmen te por la s r el ac ione s de aut ori dad; susmiernbros son altos directivos corporativos que control an los principales medios de pro-duccion, Debemos recordar que cuando hablamos de clase corporativa nos estamos ref i-riendo a los altos directives que trabajan en las corporaciones mds importanies (es decir, enlos Estados Unidos, las corporaciones mas grandes , cuyo ntimero var ia ent re 250 y 500).

    Los est.udios tradicionales de movilidad (como los que hemos analizado antes) incluyenIa clase corporativa en las categor ias no manual alta 0 en la de profesionales y directivos.Sin embargo, estas categor ias son bastante amplias e incluyen muchas posic iones, desde elPresidente del Consejo de adminis traci6n del BankAmerica , has ta medicos , abogados(ricos y pobres) y los directivos de pequefias fabricas locales . La clase corporativa , s ibien es ext remadamente poderosa, solo incluye a un pequefio grupo de personas con posi-clones no manuales altas. Asi, los estudios tradicionales de movilidad no nos proporcionaninformacion sobre las pautas de movilidad en lazona m a s alta del sistema de estratificacion,

    Junto a los datos de movil idad que acabamos dedescribi r, 10que nos interesa saber es:1) el grado deherencia de las posic iones de Iaclase alta y Iac1ase corporativa; y 2) el gradode reclutamiento para estas posic iones ent re posic iones infer iores. Por 10general se hasupuesto que en esas dos c1ases (y sob re todo en l a c la se a lta ) e l g rade dehe renc ia e sba s-tante alto y el reclutamiento entre las clases infer iores es muy escaso. Sin embargo, des-

    Movil idad social: edscrlpcion declase y lagro 181afortunadam:nte la invest igacion sobre la movil idad en la zona alta es l irni tada. Dispone-mos enC~b lO deun cue rpo de inve sti gaci on que , aunque enmodo a lguno concl uyen te , sies sugesnvo.

    Podemos empezar por la clase alta. Una de las razones para suponer que la movil idadde ~egada 0 s ali da de l a c Ia se a lt a e smuy l en ta e sque , por sup r op ia nat ur ale za , l as i ns ti -tuciones de cIase alta estan disefiadas para impedir tal movilidad. Instituciones de clase altacomo el Social Register, las escuelas preparatorias de elite y los clubes sociales exclusivess irven par a r es tr ingi r la per tenenc ia a e st os c frculo s de c la se a lt a (wEase Baltzell, 1958,1964; A~01Y, 1960; Domhoff , 1967, 1970, 1974) . Est an pensada s par a imped ir que lo snuev~s ncos penet ren en Iac1aseal ta has ta que reunan los requisi tes y para asegurar quelo s n :~ embros de c Ia se a lt a s e cas en con miembros de su misma c1a se .Los bai le s de g ra -duacion y los cIubes exclusivos de clase alta de las univers idades de eli te tambien funcio-nan con v is ta s a f omen ta r l os mat rimon ios den tr o de la m isma c la se , Asf, en la med ida enque las ius ti tuciones de clase alta operan tal y como deben hacer lo, la movil idad de ent ra-da 0 sal ida de la clase alta quedaseriamente l imitada.

    D isponemos de una s er ie de e st ud io s des cr ip ti vos re al iz ados por e spec ia li st as en lamater ia que indican que estas ins ti tuciones de c1ase alta operan de ese modo (por ejemplo,Ba l~ er , 1958, 1964; Amory , 1960) . Tambien hay e studio s que sug ie ren que e l g r an sol a-panuento ~e las pautas de per tenencia a las escuelas preparatorias , e l Social Register y losclubes socia les de clase alta, proporcionan una evidencia indirecta de lapers is tencia de lasf ront er as que r o~ean la c la se a lta (Domhof f, 1967, 1970) . O lmos muchas que ja s p roce -dentes de lapropia clase alta que sef ia lan que lapertenencia a esta clase no es tan res tr ic tivacomo deber ia s er lo 0 como 10fue en eI pasado.

    Por u lt imo , d isponemos de c ie rt a inve sti gaci on d ir ec ta sob re e l matrimonio entremiembros de la c1ase alta. Blumberg y Pau l ( 1975 ) e st ud ia ron l os anunc io s de boda dec la se a lt a y hal la ron un g rado a lto de endogamia den tr o de e st a c1a se . Usando e l SocialRegister d e Fil~d elfia como un indicador de p ertenenc ia a la clase alta, Rosen y Bell(l96 ~) d e~cu bneron q ue en 19 40 y 1961 el 31 por 100 y el 21 por 100 de todos losmatr lmOO1?S de c la se a lta s e re al iz ar on entr e m iembros de su misma c la se ( es dec ir,ambos novios f iguraban en eJ Social Register). Estos porcentajes son mas bajos de ]0queesp:rabamos, .dada Iadescripci6n de Bal tzel l (1958) y otros , pero podemos suponer que losnovios no r~glstrad.os en eI ~ocial Register de Filadel fia podfan ser de fuera de Iaciudad (yde otro SocLOIRegister) 0 simplemente de otra famil ia de clase alta no regis trada en aque-l Ia I i st a ,

    Que e l nov io 0 nov ia no r eg is tr ado p revi amen te en e l Social Register de Filadelfia emnormalmente aceptable para la cIase alta queda ilusrrado porque s610el 13por io o de aque-l los .en 19~0 y el 1.1 por 100 en 1 961 hab fan dejado de figu rar al ano siguiente en elSocial Register ~e Filadel fia, ~ to podrfa s igni ficar bien que el novio 0novia que antes nofiguraba en la Iista pertenecta ya a la clase alta (aunque n o e stuviese registrad o en el?ocia~ Re~~ster), ?ie~ que el matrimonio es un med ia para irrumpir en Ia clase alta. L amve~tt~acIOn.cua~ltatiVa de Baltzell indica que es mas tfpico 10primero, aunque se requie-re mas investigacion. .

    Estos estudios se ocupan de los indicadores socia les depertenencia a la clase alta. Sinembargo, la r iqueza, especia lmente lavieja r iqueza, es tambien un cri terio impor tante de

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    182 Estratificaci6n social y desigua/dadper tenencia a la clase alta. Se requieren datos mas completos , pero las cif ras sobre las fami.l ias mas r icas de los Estados Unidos sugieren que hoy en i lia la mayor ia hereda su r iqueza.Par e jemp lo , de l as 66 per sona s mas r ic as en 1970, e l 82pa r 100 e ra deo r fgenes de c la sea lta (Dye 1983). Como le gus ta sub raya r a Dye (1995 :53) , en lo s afios ochenta se ha pro-ducido mucho movimiento de ent rada en la categorfa de rnul timi llonar io, y ni la mayo-rfa de estas personas ni l amayoria de sus padres fonnaban par te de esa categor ia antes . Escierto que, sobre todo en los afios ochenta , a lgunas personas sehan heche muy r icas en losEst ados Uni dos, mas que en o tr os pais es . Per o e st o no i nd ic a que s e haya p roduci do unmovimiento de ent rada en la clase alta tal y como nosot ros 10definimos, ni tampoco que lamayor ia de l os r ic es ( de fi nidos en t erminos genera le s como mill onar io s) no 10sean desegunda, tercera 0 superior generacion.

    La est imacion de la herencia y el reclutamiento de la clase corporativa presenta pro-blemas mas complejos . Y 10que es mas impor tante aUD, los problemas. se der ivan d~unafal ta de acuerdo expreso sobre cuales son las f ronteras de la cIase corporativa . EI conjuntode l os e studio s mas r elevante s indic a que cuando se adopta una def in ic ion ampli a de l aclase corporativa , e l reclutamiento de esta clase ent re las clases infer iores es mayor que sise supon en fronteras mas res tr ic tivas (Kerbo y Del la Fave, 1979) . Es decir , s i suponemosque todos los altos directivos de, digamos, las 500 empresas mas importantes son miembrosde Iaclase corporativa , hay mas movil idad de ent rada en la clase corporativa que si la f ron-t era l a col ocamos en lo s a lt os d ire ct ivos de la s 200 empre sa s mas impor tant es . O tr o p ro -blema es que lainvest igaci6n previa raramente ha establecido diferencia ent re la cIase altay la clase corporativa . A pesar de estos problemas, retomemos par te dela investigaci6n paraaveriguar si se pueden sacar algunas conclusiones,

    Thomas Dye (1995) ha recogido informacion sobre el origen socia l de los presidentesy los directives de las 201 empresas mas impor tantes de los EE.UU. (3.572 personas) . Lainvestigacidn de Dye indica que el 30 por 100 de la clase corporativa procedfa de c1ase alta( ta l y como 1adefi nimos, l a c Ja se a lta y 1ac la se corpor ati va r ep re sentan a lr ededor del 1por 100 de I apob laci on ) y o tr o 59 por 100 p rocedf a de l a c la se med ia a lta (mas 0menosequ ival en te a l as ocupacione s no manua le s a lt as de l a i nves ti gacion de Fea therman yHauser) . Estes datos son sirni lares a los de una tabla de movil idad de sal ida (es decir , indi-can reclutarniento para la clase corporativa),

    Podemos combinar e st os porcen ta je s y suger ir que cas i e l 90 por 100 de l a c Ia se cor -porat iva t iene su origen en 0 cerca de Iazona alta del s is tema de est ra ti fi caci6n. Pero paraentender mejor las pautas de movil idad de la c1ase corporativa neces itar iamos tambien verdatos s imilares a los de una tabla de movil idad de I1egada (que muest ran la tasa de heren-cia intergeneracional en laclase corporativa), pero no disponemos de tales datos .

    Otros estudios han suger ido que la cIase corporativa t iene origenes de cIase aun masres tr ingidos. Por ejernplo, Domhoff (1983) examino los origenes famil iares de los direc-tores de las 20 corporaciones industr ia les mas impor tantes , de las 30 empresas f inancierasmas impor tantes y de las 30 mayores corporaciones de t ransporte. En cada caso descubr i6que m a s del 50 por 100 tenia origenes en Iaclase alta. Usando los indicadores de Domhoffdepe rt enenci a a l a c la se a lt a, Min tz ( 1975 ) ha1 l6 evidencia de que e l66 par 100 de t odoslo s m iembros de l os conse jo s de min is tro s ent re 1897 y 1973 procedia de l a c la se a lta .(Cerca del 75 par 100 de estos miembros de los dis tintos gabinetes habfan side directivos

    Movilidad social: edscripcion declase Vlogro 183

    de las principales corporaciones en algun memento; Freitag, 1975.) Y las investigaciones deUseem (1978, 1979b, 1984) Y Soref(l976) revel an que existe una importante relacion entremuchos directivos de corporaciones y los ongenes de cIase alta.

    En resumen, los estudios disponibles no nos proporcionan conclusiones solidas sobre laherencia intergeneracional 0 el recIutamiento para la clase corporativa . Pero parece raze-nable estimar que la tasa de herencia para 1aclase corporativa es considerablernente mayorque e159,4 calculado por Featherman y Hauser (1978) para las ocupaciones no manualesaltas . Y parece asimismo razonable est imar que el reclutamiento para la clase corporativaes mas restringido que el de las ocupaciones no manuales altas descubierto por Feathermany Hauser.

    Como yahernos sef ia lado, e1es tudio de Dye (1995) mostr6 que cerca del 90 por 100 dela eli te corporativa tenfa su origen en el nivel no manual 0 en un nivel super ior. Una est i-maci6n aproximada es mejor que nada, pero se requieren mas investigaciones para sacarconclus iones fumes. Es patente que existe movil idad intergeneracional desde abajo haciala clase corporativa , y s in lugar a dudas es mayor que lamovi lidad dentro de la acaudala-da clase alta. Pero tambien parece evidente que el recIutamiento para la clase corporativaent re clases infer iores es mucho mas res tr ingido de 10que sugieren Feathennan y Hauser( 1978 ) par a l as pos ic ione s no manuale s a lt as en gener al . Y debemos r ecor da r que Fea t-herman y Hause r ( 1978 ) concI uyer on que l as pos ic ione s no manua le s a lta s e ran la s mascerradas de todas las que estudiaron.Pautas de m08Jilidad de los negros. -;Hastaque punto las pautas de movil idad de los negros se asemejan a las de la poblacionen general? En terminos mas especff icos , ( ,que efecto t iene el racismo y la t rayector ia dediscr iminaci6n en las oportunidades de los negros de moverse en sentido ascendente? Y,10que es tambien impor tante, cuando los negros t riunfan de algiin modo en Iaes tructura ocu-pacional, Len que medida pueden t ransrnit ir a sus hijos sus ventajas ocupacionales? Estaspreguntas son de crucial impor tancia para entender Ia des igualdad racia l de clase en losEstados Unidos. Los estudios de Blau y Duncan (1967) y Featherman y Hauser (1978) con-tienen informacion relevante por 10que se refiere a estas cuestiones.

    La Tabla 6-4 contiene los t fpicos datos demovi lidad de l legada para los negros en 1962y 19 73. Estos datos muestran que el sistema d e cIases es mucho intis rigido par a lo sneg ros ( especia lmen te en 1962) que par a I npoblaci 6n en gener al ( po r supue sto , en sumayoria blanca).

    Empezando par lo s dat os de 1962, la Tab la 6 -4 i nd ic a que l a her enci a ccupaci onalen la parte alta estaba considerablemente limitada entre los negros. Porejemplo, los padresnegros que habian alcanzado posic iones no manu ales altas raramente habian podido t rans-mit ir esta ventaja a sus hijos . En 1962, ent re los negros s610el13,3 par 100 de los hijos quetenfan padres con posic iones no manuales altas pudieron alcanzar una posic ion similar a lade sus pad re s. Est e por cent aje ha de compara rs e con e l 56, 8 por 100 de her enci a en l asposic iones no manuales altas en Iapoblaci6n en general (vease la Tabla 6-2).

    En la s pos ic ione s no manua le s baj as l a t as a de her encia en e l c aso de varone s neg rosera el 14 por 100 en 1 962 frente al 24 ,7 par 10 0 p ara la poblacio n en g eneral. L o qu e es

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    I

    184 Estretlticecion social y desigualdadTabla 6 - 4 1 -Movil idad de Uegada entre los varones negros desde la categor ia ocupaclonal del padre (0cabeza de famil ia ) a la categor ia ocupacional actua l del h ij o, 1962 y 1973

    Ocupaeron actual del hijoOcupaclen No manual No manual Manual Manualdel padre alta baja alta hajlll Agricultores Total

    1962No manua l a lta 13,3% 100% 13,7% 63,0% 00% 100%No manua l baj a 8,3 14,0 14,0 63,7 00 100Manual alta 8,2 109 109 67,0 3,0 100Manual baja 6,7 9,1 11,1 71,0 2,1 100Agricultores 1,2 5,4 7,1 66,3 19,9 100Total 4,5 7,7 9,4 66,7 105 100

    1973No manua l a lta 43,9% 11,8% 8,3% 36,0% 00% 100%No manua l baj a 19,5 208 13,4 45,5 08 100Manual alta 16,3 13,9 15,8 53,7 02 100Manual ba]a 12,1 12,2 13,7 61,0 1,0 100Agricultores 5,1 6,8 16,5 63,2 8,4 100Total 11,6 108 14,7 59,4 3,5 100Fuel~~:Featherman YHaus e r ( l978:89)+-Ln muestru i n c1 u ye a va r ones negr cs e s tadounldens es con exper iencla lll:boral en CCup~Cionesno militares y edades comprcndidas entre 21 y 64 afios,

    mas importante es que en eI conjunto de la poblaci6n el 43,1 po r 10 0 d e los hijos conpadres en ocupaciones no manuales bajas ascendieron a posic iones no manuales altas . Paralos negros esta tasa de movimiento ascendente fue s610del 8,3 por 100.

    Asf pue s, lhac ia donde van l os h ij os de pad re s neg ros con ocupaci ones no manua l esaltas? La mayorfa hacia abajo; desciende. En 1962, el 63 por 100 de hijos n eg ros conpad re s en ocupaci ones no manua le s a lta s des cend i6 par a oeupa r pos ic ione s manua le sbaj as . Est e por cent aj e para e l con junt o de l a pob la ci6n fue del 13, 8 por 100 . Lo que e st osignifica es que cuando un negro progres6 en la estructura ocupacional y aleanz6, por ejem-plo, la posic ion de medico 0 abogado, este padre negro, a diferencia de urio blanco, rara-mente pudo t ransmi ti r a sus hijos su exi to, En elmundo blanco esto equivaldr ia a que el 63por 100 de los hijos de medicos terminaran en una cadena de montaje haciendo t rabajo nocualificado de cuello azul.

    Est os des cubr im ient os desc ri ben una de la s condic ione s mas tr ag ic as de l os neg rosdes d e la esclavitud en los Estados Unid os y en parte nos ayudan a entender por q ue lamayor ia de l os neg ros s iguen s iendo pob re s y hac iendo l os peo re s tr abaj os , cuando noengrosan las mas del desempleo, A diferencia de los grupos etnicos blancos que suelen l le-gar pobres a este pais, los negros no han tenido una segunda y tercera generacion que hayasal ido de la pobreza. En pccas palabras, los porcentajes de 1962 muest ran que los negrosapenas han acumulado ventajas. Sf existe una clase media y media-alta negra , pero esrosporcentajes demuest ran en par te por que siguen siendo tan pequeiia.

    Movil idad social: edscrlpcion declose y lagro 185Volvamos o tra vez a lo s dato s de 1962 de l aTab la 6 -4 . La t ab la nos i nd ic a que exi st e

    una ta sa dehe renc ia ocupaciona l mayor para l os neg ros que par a l os b lancos en una zonade laes tructura ocupacional : en lazona baja. De los hijos negros can padres en ocupacio-nes manuales bajas, el 71 por 100 termin6 con la misma categoria ocupacional de suspadres. EI porcentaje correspondiente para el conjunto de la poblacion (en su rnayoria blan-ca) , f ue del 43, 4 por 100 .De hecho , l aTab la 6 -4 muest ra que at margen de la ocupaciondelpadre, l amayoria de los hijos negros tenninan haciendo t rabajos de cuello azul no cua-l if icado en la categorfa manual baja.

    Con los porcen ta je s de 1973 de l a Tab la 6 -4 des cubr imos a lmenos una mej ora s igni -ficativa, En 10mas alto de la estructura ocupacional aumenta la herencia intergeneracional.Por e jemp lo , en 1973 e l 43 ,9 por 100 de lo s h ij os neg ros con pad res en ocupaci ones nomanuales altas pudieron heredar la ventaja ocupacional de su padre ( frente al 13,3 por ]00en 1962) . Los negros s iguen mostrando un porcentaje infer ior a la tasa de herencia de losblancos , . eI59,4 por 100,en ocupaciones no manuaIes altas , pero una mejora del 30por !OOes muy rmpor tant e. Hout ( 1984 ) act ua liz6 e st os dato s has ta fi na le s de la decada de l ossetenta , y su estudio s igue ref le jando una mejora por 10que respecta a laes tabi lidad de laposic ion de clase media de los negros. Tambien podemos adver ti r que la rnejora en otrasposic iones ocupacionales de los negros es menor , pero aI fi n y a l c abo, e suna mejo ra .

    S i cor npar amos l os dato s de 1962 y 1973 incl ui dos en la Tab la 6 -4 des cubr imos ungrado l igeramente mas alto deherencia ocupacional en el caso de los negros con posic io-nes manua le s a lt as y no manua le s baja s, y un g rado a lgo menor de her encia en l as pos i-c iones manu ales bajas . En ]0 esencia l, un medico 0 un maest ro negro t ransmi tieron mas suexi to ocupacional en 1973 que en 1962, pero menos que los blancos .

    Los porcentajes de 1973 indican que salvo circunstancias especia les, al menos losnegros que alcanzaron posiciones ocupacionales mas altas pcdran fonnar una clase medianeg ra mas e st ab le . A d if er encia de 10que ocu rr fa en e l pasado , e l s ta tu s dec l as e med ia ymedia-alta puede ya no ser un suefio imposible para algunos negros.

    Sin duda, a lgunas de la s mejo ra s que experimenta ron lo s neg ros entr e 1962 y 1973 sedebieron a que las condiciones economicas progresaron. Pero en otros per iodos se han dadomejores condiciones economicas s in que rnejoraran de modo signi ficative las pautas demovil idad de los negros. Asf , parece claro que almenos par te de esas mejoras se debierona la acc i6n l egal y a l os p rogr amas pat rocinados por e l gobi erno d ir ig idos a l as mino ria sque i legalizaron ladiscriminacidn laooral y educativa (siendo elmovimiento a favor de losderechos civiles de los negros un est frnulo para esas acciones) ,

    Sin embargo, a l igual que ocurr i6 con elexito en Iareducci6n de lapobreza de los aliossesenta y setenta, los beneficios que obtuvieron los negros y otras minorfas con respecto allogro educativo y ocupacional se deter ioraron en los afios ochenta . Por ejemplo, mient rasen 1987 e l 23 por 100 de lo s b lancos (de 25 0 mas a fio s) hab fa t erm inado cua tro a fi os deuniversidad, el porcentaje correspondiente para los negros solo Ilegaba al 11,4por 100, y e]de l os de o rigen h ispano e ra sol o e18 ,7 por 100 (O fic ina del Censo de l os EE.UU ., ]992 ,What 's I tWorth: Educational Background and Economic Status). Para 10que nos ocupaes aun mas impor tante que ese porcentaje hubiera disrninuido l igerarnente enel caso de losneg ros encompar ac i6n con e l 13por 100 de med iados de l os a fi os s et en ta , y que i nc lu sohub ie ra d isminu ido aun mas ent re lo s de o ri gen h ispano desde supunto mas a lto de I I,]

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    186 Estratificaci6n social y desigualdaden 1985. La disminuci6n ent re los negros es mas sorprendente aiin s i consideramos elpor-c en ta je de g raduados de e scue la s ecunda ria que f ue ron a la uni ve rs idad . En 1975 e l 50,3por 100 de los bachi lleres varones negros y e146, 1de las mujeres 'negras con esta rni smagraduac i6n fue a l a uni ve rsi dad ( pa ra lo s b lancos e st e porcen ta je e s, r especti vamen-t e, 56,6 y 49, 1 por 100 ). S in embargo, en 1985 los por cent aje s e ran de143 ,5 y del 43,9por 100 para los negros, f rente a155,5 y al55,2 por 100 para los blancos (Of ic ina del Censode los EE.UU., 1988, StatisticalAbstractof the UnitedStates,pag, 137).

    Los adelantos que acabamos de descr ibir para el per fodo anter ior a los aiios ochentaparecen contradecir la tasa persi stentemente alta de desigualdad de renta ent re blancos ynegros, el desempleo y l apob reza de l os neg ros, per o noe s a si, LaTabla 6 -4 muest ra s610una par te de 10que e sta suced iendo porque l a mayor par te de lo s pob re s y de lo s paradosnegros no aparecen en esa tabla (Wi llhelm 1979) .

    En la Tabla 6-4 podemos tambien apreciar una concent raci6n muy super ior de negrosen las ocupaciones manuales bajas. S i leemos de arriba a abajo los po rcentajes de lacolumna de l it categor ia manual baja en el'af io 1973 dela Tabla 6-4 y los comparamos conl os cor re spondiente s de l a Tab la 6 -2 de tr abaj ador es b lancos, comproba remos que l osnegros tenfan muchas mas probabi lidades de ent rar en ocupaciones manuales bajas conindependenci a de l aocupaci 6n de sus pad re s. En e l c aso de lo sh ij os neg ros con pad re s enla s ocupaci ones mas a lta s s e p rodu jo menos mov il idad des cenden te que en 1973; per ocuando los hijos negros descienden en la est ructura, su descenso es mas pronunciado que elde l os b lancos . As im is rno, l a her enci a par a la s ocupacione s manua le s baj as entr e l osnegros s igui6 s iendo considerablemente mayor que 1ade los blanc os en 1973 (61 por 100frente a140,1 por 100). Comparando a blancos y negros en 1973, Iaes tructura de clases esinclu so mas r ig ida par a l os neg ros que par a lo s b lancos tant o. en l apa rte a lt a como en labaja, S 1 b ien par a l os neg ros la zona baja e s a ti nmas ngida que par a l os b lancos .A pesar de l as ta sa s pers is ten tement e a lta s de des igua ldad de r en ta entr e b lancos ynegros, y del desempleo y lapobreza ent re los negros, laTabla 6-4 muest ra que en ]0esen-cia l habfa en 1973 una clase media negra relat ivamente pequeiia. La clase media negra seha benef ic iado mucho del cambio socia l est imulado por el movimiento a favor de los dere-chos civiles de IDS afios sesenta . Los negros de clase baja obtuvieron asi stencia publica ypoco mas. La desigualdad delos negros s igue siendo una cuest i6n racia l, s in embargo tam-bien es cada vez mas una cuesti6n de clase. Tan probable es que la ira de losnegros dec1ase baja se dir ija hacia los negros de cJase media como hacia la est ructura de poder de losblancos en la proxima ola de dis turbios que seguramente se produci ra s i las condicioneseconomicas y p oHticas para los negros de c1ase baja siguen siendo las mismas en lassiguientes decadas,

    Pautas demovilidad entre las m16jeresAligual que con los negros, nos preguntaremos ahora s i las pautas de movil idad observa-das ent re las mujeres dif ieren de las de los varones blancos . Debido a los datos disponibles ,tenemos qu e centrarnos en las mujeres blancas. AI dar inicio a nuestro examen de lamovilidad soc ia l adver timos que la mayorfa de los estudios sehan ocupado de los varones .Sin embargo, la inves tigaci6n que se ha realizado sobre las mujeres permi te sacar algunas

    Movilidad social: adscripci6n de clase y logro 'il87

    conclus iones razonablemente sol idas con respecto a las pautas de movil idad socia l de lasmujeres blancas.

    Comenzar emos por una compa raci 6n ent re var ones y muje re s que fo rman part e de l afuerza de trabajo. Uno de los primeros estudios de este tipo (De Jong, Brawer y Ro-bin, 1971) revelo que las pautas de movil idad de las mujeres eran bastante s imilares a lasde los varones . Es decir , comparando sus ocupaciones con las de sus padres, las mujeresmos tr aban pau ta s de her enci a y r ec lu tami en to ocupaciona l muy proximas a l as de lo svarones que se indican en laTabla 6-2.

    S in embargo , exis te un ampli o acuer do deque e l e s tudi o, t al vez deb ido a que fue unode los primeros de este tipo, contenfa varios e importantes problemas (viase Hauser y Feat-herman , 1977: 195) . Uno dee ll os e ra que no se i ndi caba den i ngun modo que t raba jo de l amujer (si e l primero, e l segundo 0 el tercero) se estaba midiendo. Las car reras cambian ylo s dat os deben se r cornpa rable s. EI p r imer emp leo de una per sona sue le tene r un s ta tu sinferior al de los siguientes.

    Sin embargo, el problema mas importante ataiie a las grandes categorias ocupacionalesque se emplean en e1estudio. Como las mujeres t ienden a concent rarse en determinadasocupaciones (como oficini sta) , l as grandes categor ias ocupacionales (como no manualbaja y manual alta) no pudieron detectar las diferencias clave entre las pautas de movilidadde los varones y las mujeres .

    Sise examinan las pautas de movil idad usando dieciocho categorfas ocupacionales (enlugar de las cinco de la Tabla 6-2), aparecen var ias diferencias relevantes ent re los varonesy las mujeres . Por ejemplo, Tyree y Treas (1974) r lescubrieron que era mas probable que lashijas de padres profesionales se s ituaran en categor ias de cuello blanco que los hijos de esosmismos padres. Asimismo, las hijas de los agr icul tores tendfan mas a situarse en ocupa-ciones de cuello blanco y menos a colocarse en ocupaciones de cuello azul que los hijos decampesinos. Ademas, Hauser y Featherrnan (1977:204) descubrieron que, en conjunto, lasmujeres obreras tendian menos que los varones declase t rabajadora a tener un sta tus ocu-pacional cercano alde sus padres.

    Como cab ia esper ar , t ra s compa ra r l as d ife rent es d is tr ibuc ione s ocupaci onale s devarones y mujeres , l amayor par te de ladi ferencia en Jas pautas de movil idad ent re varonesy mujeres se deb e a que la distribuci6n ocupacional es distinta (Hauser y Feather-man, 1927:203). Eso es a sf poque , si se ti ene en cuenta 10 dicho acerca de que las mujeresobreras t ienden menos que los varones t rabajadores a mantener el s ta tus ocupacional de suspadres, resul ta que las mujeres exper imentan mas movil idad tanto ascendente como des-cendente que los varones.

    Las mujeres se concent ran mas en las ocupaciones no manuales bajas 0 bajas de cuelloblanco como, por ejemplo, oficini sta. Asf , a lmargen de si sus padres tenfan un rango ocu-pacional super ior 0 infer ior, l as mujeres suelen verse abocadas a ascender 0 descender paraocupar posic iones bajas de cuello blanco. La est ructura ocupacional esta sesgada tanto por10que r espec ta a l sexo como . a la r aza. Debemos r ecor da r que l os var ones neg ros s e yenabocados a descender a posic iones manuales bajas con independencia de la posic ion ocu-pacional de sus padres.

    Sin embargo, hay dos pautas diferentes de movil idad socia l ent re las mujeres . Hasta elmomento hemos anaIizado solo las pautas de movilidad intergeneracional de las mujeres en

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    188 Estratificaci6n social y desigualdadl a fuerza det rabajo. Pero, como hemos dicho antes , t radicionalmente seha supuesto que els ta tus delas mujeres en el s is tema de est ra ti fi caci6n se correspondia con elde sus mar idos .Con mas del 50 por 100 de l as muj er es cas adas en l a f ue rza de t raba jo . e ste supue st o s ecuest iona cada vez mas.Eso signi fica tambien que algo menos de] 50 por 100 de las mujeres casadas no formanpar te deIa fuerza de t rabajo. La est ructura ocupacional , en lamedida en que da forma a lasoportunidades vitales y a la dis tr ibucion de las recompensas , afecta de forma clara a estesegundo grupo de mujeres por medio del logro ocupacional de sus mar idos . En este caso,podemos considerar las pautas de movilidad intergeneracional de las mujeres comparandolaposicion ocupacional de sus padres can la de sus mar idos .

    Chase (1975), Tyree y Treas (1974) y Glenn, Ross y Tul ly (1974) han realizado estu-dios sobre 1amovi lidad de las mujeres casadas que no estan en lafuerza de t rabajo, Y handescubier to que las pautas de movil idad intergeneracional de las mujeres eran muy simi-lares a las de los varones . En otras palabras, las mujeres tendfan a casarse con varones que.maotenfan posic iones ocupacionales mas eercanas a las de sus hermanos que a las de suspadres. Dicho de otra manera, las pautas de movil idad padre-hijo se asemejan a las pautasde movil idad padre-mar ido mas que a las de padre-hija cuando la mujer t rabaja (Hauser yFeatherman, 1977:197). Asf, para una elevada cantidad de.mujeres el mercado matrimonialreproduce con gran preci sion las pautas de movil idad intergeneracional de los varones . Lainvestigacion reciente sobre elmatr imonio ent re clases sugiere en par te par que esto es asf .Los var ones y l as mu je re s que s e cas an actualmen te t ienden a t ener un par ec ido n ivel deformaci6n antes que origenes de clase semejantes, si bien esto ultimo tambien suele ocunir(Kalmijn, 1991) . Lo que esto s igni fica es que sie l hermano t iende a ascender por medio delaeducacion y el s ta tus ocupacional.Ja hermana suele alcanzar cotas educativas similaresy a casarse con alguien con sus mismos logros educativos independientemente de que seincorpore 0no a Ia fuerza de t rabajo,

    Sin embargo, estes estudios han descubier to algunas diferencias ent re las pautas demov il idad de l as muj ere s ( a t rave s de sus mari dos) y la s de lo s var ones , Una d if erenci aimpor tante es que la movil idad de las mujeres a t raves del mat rimonio s igue siendo l ige-ramente super ior a lamovi lidad de los hombres a t raves de la ocupaci6n. Se ha crefdo hastaaho ra que la s mu je re s t en fan mas mov ili dad a scendente a tr aves del matr imonio que l oshombres a t raves de la ocupacion (Glenn, Norval, Ross y Tul ly, 1974) : lavieja his toria delachica pobre , pero atracti va, que se casa con un hombre r ico. Por el contrario, las mujerest ienen lamisma tendencia a ascender que a descender a t raves del mat rimonio. EIefecto deconjunto es que hay l igeramente mas movil idad intergeneracional de las mujeres a t raves

    ~ del matrimonio que de los hombres a traves de la ocupacion, pero la movilidad es tanto~ ascendente como descendente (Chase, 1975).

    La movilidad social: perspectlva nistonica y comparadaUna vez exarninadas las pautas contemporaneas de movil idad en los Estados Unidos, nosquedan dos cuest iones bastante impor tantes , Primera , queremos saber que ocurre s i com-paramos las pautas demovi lidad socia l que acabamos de descr ibir con las de per fodos ante-

    . -

    Movilidad social: sdsctipcion dectese y lagro

    riores de la historia de los Estados Unidos, Nuestra ideologfa tradicional proclarna que estee s e l pals de l as opo rtunidades , Al menos con r especto a la e srr uc tu ra ocupaci onal y a l asposiciones intermedias antes de los afios ochenta, esta afirmaci6n ideologies encuentra cier-to apoyo por 10 que concieme a los varones blancos , Aunque lamayona de Iamovi lidad has ido de cor to a lc ance ( es dec ir , no s e a le ja rnucho de los origenes ocupacionales), 105datos de 1962 y 197 3 muestran q ue se h a producido movilidad y que ha habido masmovil idad ascendente que descendente . Lo que nos interesa ahora es saber s i s iempre hasido aSIen los Estados Unidos. En el pasado l.ha habido mas, menos 0 la misma movilidadque ahora?Segunda , c ie rta s pos tu ra s i deolcgic as de nue st ro par s sug ie ren que en lo s EstadosUnidos hay mas oportunidades para la gente que en otros pafses, Esta es una delas razonesque explican pOl' que han ven ido a e st e pais t an to s emig rant es en e l pas ado y par que t an -tos refugiados de pafses como Mexico, Cuba, Vietnam, Camboya y Hai ti s iguen creyendoque losEstados Unidos es elpais mas atractivo ent re las naciones industr ia lizadas, l ,Hastaque punto esta idea es acertada? l .Tienen los Estados Unidos de hoy una mayor movil idadsocial que otras naciones industrializadas como Inglaterra, Francia, Alemania y Japon?IP(!utashist6ricas de movilidad en los Estados UnidosDisponemos de algunas evidencias sobre el grado de movil idad socia l en per fodos ante-r iores dela his toria de los EE.UU., aunque los datos son menos amplios y sistematicos quelos que nos ofrecen los estudios recientes. No hubo estudio sociologico de Ia estratificacionsocial hasta finales del siglo XIX en los Estados Unidos; y la invest igacion empir ica sobrepautas de movil idad qued6 en elabandono mas absolute has ta mediados del s iglo xx, ASI ,los investigadores se han vis to obl igados a disef iar indicadores de las pautas de movil idadantiguas a partir de diferentes tipos de registros historicos. Algunas de estas investigacionesson bastante ingeniosas, pero deben aceptarse con cautela.

    En un estudio centrado en uno de los per fodos anter iores de Iahistor ia de los BE.UU.,Themstrom (1970) examina la movil idad socia l en Boston durante la segunda rni tad delsiglo XIX utilizando datos censales, solicitudes de licencias matrimoniales y registros tri-butarios, Los dato s de Themstrom muestran q ue eI 36 por 10 0 de los padres de hijosnac idos entr e 1850 y 1879 desempefi aba ocupaci ones de cuel lo b lanco, m ien tr as e l 56por 100 de sus hijos terminaba con ocupaciones de cuello blanco. Esto puede ser indicio deque se produjo mas movil idad ascendente que descendente , En terminos de herencia ocu-pacional, los hijos de padres con ocupaciones de cuello blanco tenfan el doble de probabi -Hades de des empe fia r ocupaci ones de cue llo b lanco que lo s h ij os de l os tr abaj ador es decue ll o azu l. ASI, l os h ij os de pad re s con ocupaci ones de cue llo b lanco t er nan ven ta ja ,pero f rente a la masiva ola de inmigracion europea, tambien latenfan los hijos de los pro-tes tantes anglosajones blancos con independencia de la ocupacioon de sus padres.

    EI estudio mas completo sobre la movil idad socia l temprana de los Estados Unidos 10realize Rogoff (1953a, 1953b). En su estudio Rogoff comparo las pautas de movil idad deIndianapoli s en 1910 con las de 1940 uti li zando una muest ra de aproximadamente 10.000sol ic itudes de l icencia de mat rimonio. En aquel los t iempos habfa que poner en la sol ic itudde l icencia mat rimonial la ocupacion del futuro mar ido y la del padre . Rogoff descubr io

    . ~~-.--

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    (:iti}.III,f.

    190 Estratificaci6n social y desigualdadque la movil idad intergeneracional era muy similar en 1910 y en 1940. Mas especff ica-mente , la tasa deherencia ocupacional era cas i lamisma enambos afios ; y cuando se tomanen cuenta los cambios que se habfan producido en ladist ribuci6n ocupacional (el hecho deque algunos trabajos disrninuyeron, mientras otros aumentaron), la movilidad ascendente ydescendente fueron muy similares en ambos alios .

    Duncan (1966 ) y Hause r y Fea therman (1977) han reanal iz ado minuc io sament e l osdatos de Rogoff utilizando metodos estadfsticos mas sofisticados. Ambos estudios han con-c1uido que las pautas de movil idad de 1910 y 1940 fueron muy semejantes, aunque se pro-dujeron ciertas pequeiias var iaciones no detectadas en el anali si s de Rogoff. Adernas ,Tul ly, Jackson y Cur ti s (1970) han proporcionado datos mas recientes de la movil idad enIndianapolis. Estos investigadores compararon los aiios 1910, 1940 Y 1967 Y Ilegaron denuevo ala conclus i6n deque las pautas de la movil idad socia l en Indianapoli s apenas var ia-ron entre esos aiios.Guest , Landale y McCann (1989) han podido analizar las pautas demovi lidad socia l definales del siglo XI X en los Estados Unidos haciendo un uso innovador de los datos censa-les . Usando los censos de 1880 y 1900, casaron los datos sobre las posic iones ocupacio-nales de los padres de 1880 con la informaci6n sobre 4.041 posic iones delos hijos regis-t rada en elcenso de 1900. Comparando los casos , descubr ieron que a f inales del s iglo XIXl a movil idad ascendente era menor y la herencia ocupacional mayor que las cor respon-dientes a 1962 y 19 73 estu diadas par Blau y Duncan (1967) y F eatherman y Hauser(1978). Sin embargo, cuando restringieron el analisis exclusivamente a las familias no agra-r ias, Guest , Landale y McCann (1987) hal laron escasas y pequefias diferencias en el gradode movilidad ascendente y herencia ocupacion al de finales del siglo xrx y de 19 6201973.Otro rnetodo para detectar posibles cambios en las pautas de movil idad con el t rans-curso del t iempo es el andlisis de cohortes. Utilizando este metodo podemos comparar tra-bajadores de diferentes edades para averiguar s i sus pautas de movil idad son diferentes.Duncan (1965) ha uti li zado este t ipo de anali si s para comparar los t rabajadores que ingre-saron en lafuerza de t rabajo ent re 1942 y 1952, y ent re 1952 y 1962. Hauser y Featherman(1977) ampliaron este analisis a los trabajadores que ingresaron en Iafuerza de trabajo entre1962 y 1972. Estos esrudios indican unl igero aumento de la movil idad ascendente desde laSegunda Guerra Mundial , que sedebe sobre todo a un aumento de las ocupaciones de nivelalto en comparacion con las de nivel bajo. Como ya hem os visto, esta tendencia de laest ructura ocupacional se invir ti6 enla decada de los ochenta , a lgo que permi te especularque la movil idad ascendente ha disrninuido y que la movil idad descendente ha aumentadoincluso mas de 10que Hout. (1988) descubr io hasta 1985.

    Reco rdemos que l os e st ud io s tr ad ic iona les de mov il idad no nos p ropo rci onan unaimagen adecuada de laparte mas alta del s is tema de est ra ti fi caci6n. Se han hecho algunoses tudi os h is t6 ricos de l a e li te de empre sa rio s que mues tran tamb ien que I a mov il idadhacia I ll .zona mas alta de laes tructura es muy l irni tada. Por ejemplo, Mil ls (1963) exami-n6 los origenes famil iares de la eli te de empresarios uti li zando fuentes biograf icas . Des-cubri6 que ~610e19,8 por 100 de losempresar ios mas impor tantes nacidos antes de 1907tenia origenes de cuello azul, rnientras el13,2 por 100 de los grandes empresarios nacidosent re 1820 y 1829 tenia lamisma procedencia ,

    Movil idad social: edscripcion de clase y logro 'il9'iJ

    En su muest ra , Kel ler (1953) descubr io que solo e13 por 100 de los grandes empresa-rios nacidos hacia J 820 procedfa de ocupaciones bajas de cuello blanco 0 bajas de cuelloazu l. En o tr o e st ud io , Bend ix y Howton (1959) des cubri er on que s610ent re e l 1y e l 2 por100 de los empresarios mas destacados nacidos ent re ]801 y 1890 procedia dela clase t ra-bajadora, Y en un amplio estudio sobre I ll .cIase alta de sei s comunidades industr ia lescentradas en la industria sidenirgica (Filadelfia, Bethlehem, Pittsburgh, Wheeling, Youngs-town y Cleveland) a cornienzos de siglo, Ingham (1978) conc1uy6 que pract icamente no sep rodu jo mov ili dad a scendent e hac ia Ia c la se a lt a. Todos e st os e st ud io s s e bas ar on enpequefias muestras 0 a reas l ocale s, per o e s ra zonabl e concl ui r que la mov il idad hac ia lazona mas a lta del s is tema de es tr at ifi ca cion ha si do muy l imi tada en e l tr anscur so de l osalios , sobre todo para aquel los que ses i tuaban por deb~jo .del nivel no manual alto.Estudios comparados de movilidadLa tarea mas impor tante de los estudios t ransnacionales de movil idad socia l es cornpararlos diferentes grades 0pautas de movilidad entre distintas naciones. Por ejemplo, queremossaber s i los Estados Unidos t ienen una movil idad mayor 0menor que Francia , Alemania uotra naci6n. Esta tarea parece bastante sencilla y consiste simplemente en medir lacantidadgeneral de movil idad socia l en cada pais, para luego ordenarJos en terminos de esas medi-c iones. Pero no es tan facil como parece,

    Par a empezar, l a mov il idad soci al compa rada s e puede med ir de muchas mane ra s, ycada medida nos proporciona una informacion diferente . Hay poco acuerdo en torno a quemedidas son mas utiles 0 a cuales son las cuestiones m a s impor tantes que se deben plan-tear. Adernas , para comparar las naciones con respecto al movimiento ascendente 0 des-cendente entre las categorias de su estructura ocupacional.Ias estructuras ocupacionales deesas naciones deben ser comparables . Cuando una naei6n t iene mas categorfas ocupacio-nale s que o tr a, 0 cuando l os e spaci os ent re la s cat egorf as de una naci on son mayor es 0menor es que l os de o tr a, el u so de un indi cado r s imp le par a compa rar lo s mov im ient os. ascendentes 0 descenden te s entr e la s cat egonas en dos nac ione s pod rfa i nduc ir a e rro r(Matras, 1980:413).

    Por ult imo, los estudios t radicionales de movil idad y sobre todo los estudios compa-r ados (Ma tr as , 1980:408 ) s e cent ran en e l mov im iento en la e st ructu ra ocupaci onal, Sesupone que Iaes tructura ocupacional de cada nacion t iene la misma impor tancia en el s is -t ema de e st ra tif ic ac ion y que e l con fl ic to por l os r ecursos que la soc iedad val ora s e con -centra en la estructura ocupacionaI. No obstante, tal supuesto no es necesariamente valido,Las dis tintas sociedades pueden difer ir en cuanto al grado en que l a d ist ribue i6n de la srecompensas depende de una cornbinacion de autor idad pol it ica, propiedad, cas ta racia l yposic i6n ocupacional . Las ult imas investigaciones revelan que este es preci samente elcaso de laChina urbana (Lin y Bian, 1991) . Por poner otro ejemplo, enel Capitulo 10vere-mos que enJap6n larenta esta mas relacionada con la edad dela persona y eItamaiio de Ill .empre sa par a I aque tr abaja , y menos con l a educac i6n y e l s ta tu s ocupac iona l, que en lo sEstados Unidos (Ishida, 1993).

    Por 10 t an to , l os e studi os cornpa rados de mov ili dad soc ia l deben i nte rp re ta rs e concautela . La tarea se s impl if ica un poco cuando nos l irni tamos a las naciones industr ia les

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    192 Estratificacion social Vdesigualdadoccidentales con aproximadamenle el mismo nivel de desar rollo economico, pero atin as!surgen preguntas dif ic iles de contestar . "Podemos decir que la posic ion ocupacional demedico en Estados Unidos es comparable a lade medico en Inglaterra cuando sus recom-pensas econ6micas dif ieren enormemente? "El movimiento intergeneracional desde pro-fesor de univers idad a medico en Estados Unidos y en Alemania es movilidad aseendenteen ambos paises? Y este problema sehace aun mas pel iagudo cuando eomparamos Japancon los Estados Unidos, Los medicos obt ienen ingresos s imilares en Japan y en EstadosUn idos, per o l os i ng re sos de l os p ro fe so re s de univer si ad son mas bajo s en J apan . S inembargo, e l st at us y e l r espe to que i nspi ra un p ro fe so r univer si ta ri o en J apan e s muchomayor . Asi , i ,debemos considerar que elhi jo de un medico japones que esprofesor deuni-versidad ha experimentado movilidad ascendente 0 descendente?

    Los estudios comparados de movil idad no carecen de sentido. Nos pueden decir a lgo,por ejemplo, sobre la est ra ti fi cacion y la movil idad socia l de los Estados Unidos en com-paraci6n conot ras naciones industr ia les. Por ejemplo, nos pueden decir s iexis te 0 no unapauta comiin de movil idad socia l moldeada por el proceso de industr ia lizacion, Tambiennos pueden sugeri r s i s e puede i nf lu ir de a lgun modo en e l g rado y d ir eccion de l amov il i-dad socia l para crear mas igualdad de oportunidades en la sociedad. Podemos contester aesta clase de preguntas con cierta confianza basandonos en los nuevos estudios de movil i-dad socia l comparada que se han publicado en los afios ochenta .

    Algunos de los primeros y mas toscos estudios comparados s implemente comparabanel nivel general de movil idad socia l de los paises 0 las tasas de movilidad de llegada 0 sali-da ent re ciertas posic iones ocupacionales (por ejemplo, Mil ler, 1960; Fox y Miller 1965ay b; Lenski, 1966) . Sin embargo, ahora sabemos que debemos tener en cuenta las diferen-cias de nivel de desar rollo economico y las dis tintas formas de las est ructuras ocupacio-nales . Por ejemplo, los pafses que se encuent ran enlas t il timas fases de desar rollo t iendena tener menos posic iones de clase t rabajadora y mas posic iones de clase media-alta, a lgoque repercute en las oportunidades y grados de movil idad.

    No obstante, una vez corregidas estas diferencias podemos aprender algunas cosasimpor tantes sobre las tasas comparadas de movil idad socia l, t al y como se r efl ej an en l o se st ud io s de I sh ida, Go ld th rope y Eri kson ( 1987 ) y de I sh ida ( 1993 ) sob re l os EstadosUni dos, J apan y Europa Occ iden ta l. Est os han des cubie rr o, por e jemp lo , que J apant en ia una t as a mas a lta de mov il idad a scendent e desde l a c la se t raba jado ra , y t ambienmenos movil idad descendente hacia la clase t rabajadora , que los Estados 'Unidos 0 lospafses europeos. La diferencia mas notable serefiere ala tasa de herencia ocupacional deI a c la se t raba jado ra en J apon ( es dec ir , e l numero deper sona s que s e quedan en l a c la set raba jado ra hab iendo nac ido en e ll a). En Japon e l po rcen ta je de herenc ia de l a c la se tr a-bajadora era s610 d el 21 por 100, frente a un porcentaje q ue varia entre el 39 y e1 7 8por 100 en l o s pafs es eur opeos. La t as a gener al de movil idad c ir cu la to ri a no e ra sus tan-cia lmente diferente en Japan y los Bstados Unidos, aun cuando habfa diferencias en luga-res especif icos de la est ructura ocupacional . Necesitamos saber por que en Jap6n es masalto el porcentaje de hijos de clase t rabajadora que ascendieron a posic iones super iores,y en nuest ro capitulo dedicado ala est ra ti fi cacion socia l en Japon estudiarernos (entreotras cosas) ' la inf luencia del s is tema educativo en las oportunidades de laclase t rabaja-dora.

    "~1 ':Movilidad social: sdscripcion de clese y lagro

    Buena part e de la i nves ti gaci on compa rada de la mov il idad r ea liz ada en Ios aliosochenta ha trabajado con la hipotesis Featherman-Jones-Hauser, segrin la cuallas nacio-nes situadas en parecido grado de desarrollo econornico presentan tambien tasas similaresde movil idad socia l c ircula toria una vez que se corrigen las diferencias ent re sus dis tr ibu-ciones ocupacionales (wEase Featherman, Jones y Hauser, 1975) . Lo que esta hipostesi safi rma es que las tasas de movil idad socia l y l as oportunidades de la gente de ascender 0descender son por 10general iguales en todas las naciones industr ia les y que son determi-nados a spec to s de l a i ndus tri al iz ac ion lo s que con fi gu ran de f orma cas i exc lu siva t ale soportunidades y tasas de movilidad circulatoria.

    Uti li zando datos de quince naciones industr ia les, Hazel rigg y Garnier (1976) encon-traron