1
La frustración impide una buena comunicación por Bel Cesar - [email protected] Traducido por Melissa Park - [email protected] El énfasis en el mundo interior cuando pasa a ser excesivo se convierte en una forma de debilidad. Dejamos de comunicarnos con el mundo exterior de manera saludable cuando nos quedamos demasiado envueltos por nuestros pensamientos y emociones. Cuando estamos frustrados nos cerramos, Quedamos sin voluntad de comunicarnos. Podemos oír consejos sabios y animadores, pero de nada sirve. No vemos salida para los problemas, nuestra escucha está bloqueada para cualquier tipo de solución. Estamos atascados en preconceptos sobre nosotros mismos y podemos inclusive “contaminar” a los que nos rodean con nuestra negatividad. En general, somos pesimistas. Tenemos el hábito interno de lamentarnos. Si pasásemos un día grabando nuestros pensamientos, nos sorprendería cuán desalentadores son. Como gatos escaldados, desconfiamos de la felicidad. Tenemos miedo al éxito. Lo importante es recordar que solamente nosotros podemos estimularnos para superar nuestros bloqueos internos. Ellos surgen cuando somos dominados por la opinión ajena o cuando no asumimos nuestra propia opinión como posible y verdadera. Es necesario arriesgar para superar las condiciones de un bloqueo. Susto sólo pasa con susto. O sea, frecuentemente tenemos que deparar repetidas veces con aquello que tememos para reconocer que ya somos capaces de enfrentarlo. Texto extraído de “El libro de las Emociones – Reflexiones inspiradas en la Psicología del Budismo Tibetano” de Bel Cesar, Ed. Gaia. (“O livro das Emoções – Reflexões inspiradas na Psicologia do Budismo Tibetano” de Bel Cesar, Ed. Gaia.)

La Frustracion Impide Una Buena Comunicacion

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La Frustracion Impide Una Buena Comunicacion

La frustración impide una buena comunicación por Bel Cesar - [email protected]

Traducido por Melissa Park - [email protected] El énfasis en el mundo interior cuando pasa a ser excesivo se convierte en una forma de debilidad. Dejamos de comunicarnos con el mundo exterior de manera saludable cuando nos quedamos demasiado envueltos por nuestros pensamientos y emociones. Cuando estamos frustrados nos cerramos, Quedamos sin voluntad de comunicarnos. Podemos oír consejos sabios y animadores, pero de nada sirve. No vemos salida para los problemas, nuestra escucha está bloqueada para cualquier tipo de solución. Estamos atascados en preconceptos sobre nosotros mismos y podemos inclusive “contaminar” a los que nos rodean con nuestra negatividad. En general, somos pesimistas. Tenemos el hábito interno de lamentarnos. Si pasásemos un día grabando nuestros pensamientos, nos sorprendería cuán desalentadores son. Como gatos escaldados, desconfiamos de la felicidad. Tenemos miedo al éxito. Lo importante es recordar que solamente nosotros podemos estimularnos para superar nuestros bloqueos internos. Ellos surgen cuando somos dominados por la opinión ajena o cuando no asumimos nuestra propia opinión como posible y verdadera. Es necesario arriesgar para superar las condiciones de un bloqueo. Susto sólo pasa con susto. O sea, frecuentemente tenemos que deparar repetidas veces con aquello que tememos para reconocer que ya somos capaces de enfrentarlo. Texto extraído de “El libro de las Emociones – Reflexiones inspiradas en la Psicología del Budismo Tibetano” de Bel Cesar, Ed. Gaia. (“O livro das Emoções – Reflexões inspiradas na Psicologia do Budismo Tibetano” de Bel Cesar, Ed. Gaia.)