39
Territodos 12/Bogotd 2004, pp. 109-146 La guerra por el espacio en Bogota: la ^^recuperacion^^ del espacio publico y su impacto sobre los vendedores ambulantes (1988-2003) Michael G. Donovan* (Traduccion: Felipe Higueray Michael Donovan, revisada por Samuel Jaramillo) Palabras clave: Boflota (Colomhia), vendedores callejeros^ espacia puhlico, planeacion urbana, profframas de reubicacion, sector informal^ fuerza de trabajo. Recibido: 13-02-03 Aprobado: 23-05-03 ' Candidato a Ph.D., Department of City and Rejfional Plannin^fl, University of California, Berkeley, U.SA.

La Guerra Por El Espacio en Bogota

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Este texto se ocupa de los factores subyacentesal cambio en el manejo del espaciopublico del Centro Historico de Bogota,que de una politica negligente de parte deAlcaides nombrados por cl Ejccutivo nacionalpaso a otra, caractcrizada por una agresivacampaha orientada hacia su recuperacion,lidcrada por Alcaldes elcgidos popularnientedesde 1988 hasta 2003, cuando se eiigio aLuis Eduardo Garzon.

Citation preview

Page 1: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Territodos 12/Bogotd 2004, pp. 109-146

La guerra por el espacio en Bogota:

la ^^recuperacion^^ del espacio publico y su impacto

sobre los vendedores ambulantes (1988-2003)

Michael G. Donovan*

(Traduccion: Felipe Higueray Michael Donovan, revisada por Samuel Jaramillo)

Palabras clave:Boflota (Colomhia),vendedores callejeros^espacia puhlico,planeacion urbana,profframas dereubicacion, sectorinformal^ fuerza detrabajo.

Recibido: 13-02-03Aprobado: 23-05-03

' Candidato a Ph.D.,Department of Cityand RejfionalPlannin^fl, University ofCalifornia, Berkeley,U.SA.

Page 2: La Guerra Por El Espacio en Bogota

RESUMEN

1 2

Este texto se ocupa de los factores subya-centes al cambio en el manejo del espaciopublico del Centro Historico de Bogota,que de una politica negligente de parte deAlcaides nombrados por cl Ejccutivo nacio-nal paso a otra, caractcrizada por una agresivacampaha orientada hacia su recuperacion,lidcrada por Alcaldes elcgidos popularnientedesde 1988 hasta 2003, cuando se eiigio aLuis Eduardo Garzon. En este texto se sos-tiene que, a pesar de la existencia de impor-tantes barreras para un.i poh'tica dc este corte-como son la pcrdida potencial del muynecesario apoyo politico de los vendedoresambulantes y el considerable poder dei quedisponen los sindicatos de vendedores calle-jeros para oponerse a su desplazamiento-,hay dos factores que han llevado a que losAlcaldes clegidos busquen promover la re-cuperacion del espacio publico: elios son 1)la denwcratizacion de la Alcaldia de Bogo-ta, que ha hecho que estos Alcaldes elegi-dos rcspondan frente al electorado por sue\'cntLial abandono del espacio publico, y2) Ia progresiva marjfinalizacidn politica yeconomica de los tradicionalmente contes-tatarios sindicatos de \cndcdc>res.

Con cl pioposito de determiner el impactoque ha tenido ia recuperacion del espaciopubiico sobre los vendedores ambulantesreubicados por la Alcaidia se llevo a caboun trabajo de campo en el area mctropoii-tana de Bogota. En comparacion con losdatos correspondientes a su anterior locali-zacion caiiejera, los sondeos aleatorios he-chos entre los vendedores reubicadosmuestran mejorias en las condiciones dctrabajo pero menores ingresos y unaclientela reducida. El estudio tambienmuestra que los vendedores reubicadosobtienen mayores beneficios cuando se loslocaliza en mercados especiaiizados en unsolo producto que cuando se los ubica enmercados indiferenciados.

La conclusion apunta a subrayar la impor-tancia de la recuperacion dei espacio publicoen el rescate del orden pubiico y en lare\'italizaci6n economica del Centro. Estosbenclicios vAn en paralcio con ias dcsvcnta-jas de ia agudizacion dei contlicto entre elGobicrno y los vendedores y el abandonoen gran escala por una parte importante delos vendedores reubicados de los centros co-merciaics, que son muy costosos.

110 MICHAEL G . DONOVAN

Page 3: La Guerra Por El Espacio en Bogota

ABSTRACT

This paper addresses the factors underlyingthe shift of public space management inBogota's Historic Center from one ofneglect by presidcntially appointed mayorsto an aggressive public space recuperationcampaign led by Bogota's elected mayorsfrom 1988 to the present. Faced with thehigh barriers to public space recovery-thepotential loss of needed political supportfrom vendors and the power of vendorunions to obstmct their removal-this articleholds that two factors enabled elected Bo-gota mayors to recuperate public space.These are: 1. a democratization of the Bo-gota Mayor's Office which made electedmayors responsible to the electorate for theirneglect of public space, and 2. the political-economic marginalization of traditionallyobstructive Bogota vendor unions.

Field work was carried out in metropolitanBogota to determine the impact of the public

space recuperation on vendors who wererelocated by the Mayor's Office of Bogota.When compared to data from the street,results of the randomized surveys illustrateimprovements in working conditions butlower income and fewer clientele forrelocated street vendors. The study similarlydocuments how more benefits accrued torelocated vendors in markets that specializein the sale of one product instead of moregeneralized markets.

The conclusion points to the importanceof public space recovery for the reinsta-tement of public order and for downtowneconomic revitalization. These benefits aredescribed parallel to the disadvantages ofthe intensification of vendor-governmentconflict and the large scale abandonmentof costly markets by relocated streetvendors.

ULA GUERRA roR HI. FSI'ACIO EN BOGOTA: LA "RECuPERAcidN" DEL ESPACIO PUBLICO Y SU. . . 111

Page 4: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Quisiera a_0radecer laayuda, colaboracion y

orientacion de CiroMartinez, Jairo

Romero v especialmentea ios estudiantes de

estadistica en laVntversidad de SantoTomds (1999-2000),

Consuelo Valdiviesoy Agustin I^ombana de la

Comision FulbrijjhtenColombia; Jairo Ntinez

Mendez, RodolfoMacias, Jof^e Valencia,

Samuel Jaramillo,Claudia Incs Carreno

Durdn y Carlo Nasi enla Universidad de los

Andes; Claudia I^alyPeter Ra witseher en

Berkeley v A rtitro A rdilaGomez; German Ueras,Paul Ostermany DtaneDavisenM.I.T. Tuvela

suerte de recibir loscomentarios lucidos devarias cokgas, incluso

Andrea Parra, T. LukeToun/i, Ximena Rueda,

Vera Perez Rokhas,Andres Torres, RobertBarker, Cesar Hernan

Castro Cruz, JestisGalindo, Leonardo

Villar V EnriqueMaruri. Esta

investigacion nohabriasido posible sin el apoyodel teniente coroneljoseRodri_go Palacio Cano,

de la Secretaria deGobiemo, quien recupero

mi computador rohadoque contenia todos losdatos de este trabajo.

' Los calculos son delDepartamento

Administrativo de laDefensoria del Espacio

Estamos en una situacion de desespcracion y ahorano sabcmos adonde vamos. Nos ccharon de las

calles y aqui en el mercado no tencmos un futuro.

Luis Gabriel Lozano(comerciantc en Ia caseta Feria Popular de la Carrera

38, proyecto para vendedores reubicados)

Gracias a los programas de reubicacion que les dan alos comcrciantes la oportunidad de convcrtirse en

empresarios, el espacio publico de la ciudad vueive a"respirar". Al final, Bogota sera una ciudad amable y

digna de mostrar a todo el mundo.

Diario El Tiempo, noviembre 24 de 1999

1. Perfil de la recuperacion del espaciopublico en Bogota

Entre 1988 y 2003, la Alcaldia de Bogotarealiz6 una eampana de una escala faraonicapara recuperar el espacio publico. En s61oquince anos, el Gobierno recuper6 mas deun mill6n de metros cuadrados de espaciopublico', construy6 o rehabilito 1.500 par-ques (L6pez, 2003), instal6 15.000 bo-lardos para impedir el estacionamiento ilegalsobre los andenes y edifico 37 centros co-merciaJes para reubicar a mas de cinco milvendedores informales-. Aunque durante lamayor parte de su histoda, Bogota fue unclaro ejcmpio dc ahandono del espacio pu-blico, la ciudad dej6 atras este modelo tra-dicional de pcrmisividad con los vendedoresambulantes y lanzo a una masiva eampanaque se ha convertido rapidamente en la re-ferencia para centros hist6ricos similares enAmedca latina. Este texto se ocupa de dospreguntas importantes con respecto a esta

transici6n de poh'dca publica: 1) ^cu les eranlos factores subyacentes al cambio en el ma-nejo del espacio publico del Centro Hist6-dcode Bogota? y 2) (Cual ha sido el impactode la recuperacion dc espacios puhlicos, es-pecialmente en los vendedores ambuiantes?Estas preguntas amedtan investigaci6n porvadas razones. A pesar de las prediccionesde la escuela del dualismo, que sostienenque el mercado formal absorbe la economiainformal (Prealc, 1978, 1985; Sethurman,1981), la economia callejera sigue siendouna caracteristica permanente dc Bogota. Enun informe de la Personeria Distrital de ju-nio dc 2003 se senala que hay 100.000 ven-dedores callejeros en Bogota.-^ Detras de losproblemas obvios que esta actividad le ge-nera a la administraci6n local -evasion deimpuestos, obstruccion de la movilidad pea-tonal y detedoro de la imagen dc la ciudad-cxiste una sede de intereses contradictodosque hacen complejo el tema del espaciopuhlico. Algunos de esos intereses son Iossiguientes: la busqueda de ingresos por partede desempleados y subempleados en un con-texto dc alta desocupaci6n y dc bajos sala-rios, la lucha por la supervivencia de lospequenos negocios que sufren la competen-cia desligual dc vendedores ambulantes, lacual con frecuencia los obliga a rebajar susprceios, la ohligacion de la policia de mante-ner accesibles y seguros los espacios pt'ibli-cos y la necesidad dc las clases medias y bajade acceder a bienes de segunda mano o debajo costo. Dado que el sector informal"ofrece a los pobres oportunidades de in-greso que se pierden en el proceso deformalizacion"Sanyal (1988: 81) y que el

112 MICHAEL G . DONOVAN

Page 5: La Guerra Por El Espacio en Bogota

publico esta dispuesto a comprar las mcr-cancias ofrecidas por los vendedores ambu-lantes, la venta callejera y sus politicasacompanantes no van a dcsaparecer en fechacercana.A pesar de las numerosas investigaciones qucdescriben la economia callejera de Bogota(Peattie, 1974; Moser 1980; Gonzalez yVera 1986; l^anzctta de Pardo et al., 1988;Gomez Alzate, 1992; Nelson, 1992; Herreray Galindo, 1995; Suarez Zuiiiga, 1995;Hucrtas y Olea, 1997; Dane, 1997; Gil(Cardenas 1998; Peres Rokhas y Suarez Bj-vera, 1999 y Maruri 2001), pocos han in-vcstigado las razones que explican lasadaptaciones de politicas agresivas de resca-te del espacio publico y el impacto de estas.l,a mayoria dc la literatura dc cstc tipo seenfbca en las "articuiaciones" que tienen conel sector formal y la historia del espacio publico en Bogota antes quc comenzaran aeicgirse popularmente los Alcaldes. En esacpoca, los Alcaldes sacaban partido de rela-ciones clientelistas con Ios vendedores am-bulantes sobre la base de !a venta de licenciasa sus poderosas asociaciones y a sus patro-cinadores comerciales. La potencial perdidadel apoyo politico de un considerable nu-mero dc vendedores, aunada a la capacidaddc estos vendedores de conformar asociaclones nacionales ligadas a partidos politi-cos, logro detener efectivamente losproyectos de reubicacion (Nelson, 1992).No obstante, estos autores no han tratado deexplicar la explosion de poli'ticas dirigidas avendedores ambulantes y al rescate dc espaciopublico. A primera vista parece que las ad-ministraciones recientes han seguido las

politicas posibles y han usado las institu-ciones disponiblcs. Los programas sobre elespacio publico y la venta callejera han in-cluido microcrcditos (1996), capacitacione incubadoras dc empresas (1992-2000),mercados rotativos, o "alamedas" (desde1984 hasta hoy), formacion de cooperati-vas con el apoyo del Estado (1995-1997),reubicacion en centros comerciales (desde1998 hasta hoy), compensacion en dinero ypropiedad (1999-2000), contratos escritosde los vendedores ambulantes en los quc sccomprometen a abandonar la venta calleje-ra (1998-2001) y debate publico sobre elCodigo dc Policia de Bogota en lo referen-te a restricciones a la venta ambulantc (1995-1997,2001-2002). De la misma forma, losprogramas han sido adclantados por unagran variedad de instituciones quc incluyenel Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena),el Departamento Administrativo de Bienes-tar Social del Distrito (DABS), DepartamentoAdministrativo del Medio Ambiente, ( DAMA)

el Taller del Espacio Publico, el Institutode Dcsarroilo Urbano (inu), el Fondo deVentas Populares, el Departamento Admi-nistrativo de Accion Comunal Distrital(DAACD), el Instituto Distrital de Cultura yTurismo (iixn), la Brigada de Policia delPlan Centro dc la Secretaria de Gobierno yla Defcnsoria del Espacio Publico (DADKP).

A pesar dc quc hay muchos programas derescate del espacio publico, estos no son muyefectivos. En un informe de la PersoneriaDistrital, de junio de 2003, se sefiala que de100.000 vendedores callejeros en Bogotasolamente el 2,6% tiene alguna asistencia ysolo la mitad de ellos se benefician realmente

Puhlico, citado en larevista Semana (28 denoviembre dc 2003). Elestatuto para elordenamicnto jisico deSantafe dc Bogota dePlaneacion Dtstntal(Acuerdo 6 ",1990)define parte del espaciopublico: lasareas ^necesarias parala instalacion ymantenimiento de lossfrvicios publicos basicos,para la tnstalacton v usodf los elementosconstitutivos delamoblamiento urbanoen todas sus expresiones,para la prcservacion delas obras de interespublico de los elementoshistoricos, culturales,reli^qiosos, recreativosyartisticos, para laconservacuin ypreservacion del paisaje

V los elementos naturalesdel entorno de la ciudadV en general por todas laszonas existentes odebidamente proyectadasen las que cl interescolectivosea maniftestoyconpeniente,yqueconstituvan porconsijjuiente zonasparael Hso V cl disfrutecolectivos" (citado enMunoz At. y Hernandez1997: 7-8).

^Vease Fondo de VentasPopulares (1995,2001), SndrezZuntifa(1995), AlcaldiaMavor de Bogota D. C.ct al. (2001) y CortisGomez (2003).

•" Citado en Espejo(2003).

LA GUKRKA I'OR KI. KSPACIO BN BOGOTA: IA "B£CUPERACI6N" DKI. KSPACIO PUBLICO Y SU. m

Page 6: La Guerra Por El Espacio en Bogota

^Portalblio (22 defebrero de 1999).

12

de ella (Espejo, 2003). Ya que los problemasasociados a la venta caiiejera y al espacio pu-blico permanecen como un componente in-eludible de ta topogratla politica de lagestion de la ciudad, es necesario formar po-liticas coherentes de largo plazo que seanadministradas con mayor estabilidadinstitucional.

Para mejorar las politicas publicas de espaciopublico es necesario precisar como se ha poli-tizado el tema e identificar el impacto de laspoliticas anteriores, especialmente una de usocada vez mas frecuente: la reubicacion de ven-dedores ambulantes en centros comerciales.Por eso, este texto se concentrara en los cam-bios estructurales liderados por los Alcaldesque ejercieron entre 1988 y 2003, quienesadoptaron poiiticas mas agresivas de rescatedel espacio publico que sus predecesores,nombrados por el Ejecudvo nacional. Dosmutaciones estructurales explican el recientecambio de paradignia en el manejo del espa-cio publico: la democradzacion de la Alcai-dia de Bogota y la marginalizacion economicay politica de los sindicatos de vendedoresambulantes. Cada uno de estos dos factoresque indujeron a los Alcaldes electos a recu-perar el espacio publico sera objeto de unasecci6n de este texto.

En primer lugar, el establecimiento deelecciones para Alcalde en 1988 politizo elespacio publico como algo de Io que el Al-calde es responsable. Mientras que, antes de1988, los Alcaldes de Bogota eran nombra-dos por el Presidente, y su descuido del es-pacio publico se percibia como unadeficiencia de aquel, !a recuperacion del es-pacio publico por parte de los Alcaldes ele-

m

gidos paso a ser un simbolo visible de sucapacidad de imponer el "imperio de la ley**y del "orden publico". Bspecialmente en losanos noventa, cuando los bogotanos se re-cuperaban de la ola de secuestros y de bom-bas de los anos ochenta, el rescate del espaciopublico de las manos de los vendedoresambulantes se presentaba como una batallacontra el crimen y el desempleo. En unarticulo del periodico Portafolio, especiali-zado en negocios, los vendedores eran des-critos como productores de "un ambientede desorden e inseguridad donde Iosatracadores operaban a sus anchas*'*. Estasacciones tuvieron un peso cada vez masimportante para el electorado. A partir deese momento no solamente se con^idero queel Alcalde electo debia responder por supolitica de espacio publico, sino que loscandidatos a Alcalde de Bogota siguieronudlizaron sus iniciativas en este campo paraatraer apoyo popular para sus respectivascandidaturas presidenciales, como flie el casode Antanas Mockus, Andres Pastrana y muyprobablemente Enrique Penalosa en unaproxima campana.

Sin embargo, a pesar de que la instauracionde elecciones transparentes y justas es unacondicion necesaria para presionar a los Al-caldes para que se ocupen de recuperar el es-pacio publico, en si misma no es suficientepara explicar esta transformacion. Antes de1988, las solidas asociaciones de vendedoresambulantes bloquearon los programas derecuperacion del espacio publico y de reu-bicadon dc vendedores, negociando su apoyopolitico a cambio de impedir su implc-mentacion. No obstante, en lugar de seguir

MiCHAKi. G. DONOVAN

Page 7: La Guerra Por El Espacio en Bogota

siendo una fuerza polidca como en los anosochenta, al final de esta decada y a lo largode los afios noventa las asociaciones de ven-dedores ambulantes se fragmentaron y per-dieron influencia. A este respecto, una partesignificativa de este texto se ocupara de ex-plicar la polarizacion de estas asociaciones yde como su marginalizacion fue seguida porla proliferacion de asociaciones organizadasdeficientemente. Aunque recientemente lossindicatos de vendedores se han reorganiza-do -dieron su respaldo a la campana del Al-calde Garzon y sobornaron a tres concejales(Judy Consuelo Pinzon, William Cubides yLilia C lamelo) para que se compromederan amodificar parte del ardculado del Codigo dePolicia en favor de los vendedores ambulan-tes- entre 1988 y 2003 perdieron mucha in-fluencia en la Alcaldia, en comparacion conla presi6n polidca que ejercian sobre ios Al-caldes nombrados.En el analisis de la democradzacion y lamarginatizacidn de las asociaciones devendedores ambulantes, el autor examina-ra informacion referida a los resultados deesta batalla espaeial por el Centro HistoHcode Bogota. Esto se ltevara a cabo en unaseccion que se centrara en los cambios delingreso y en las condiciones laborales delos vendedores ambulantes que fueronreubicados por el Gobierno en centros co-merciales. Esta discusion tendra como re-ferencia los resultados de una encuestareatizada por el autor en el afio 2000 con177 vendedores ambulantes reubicados endiez distintos eentros comerciales de Bo-gota. Ademas de los centros comerciales setratara el tema de los beneficios generales

asociados a la recuperacion del espacio pu-blico en Bogota -embellecimiento del Cen-tro de la ciudad, crecimiento de los preciosinmobiliarios, reduccion de la criminali-dad- y tambien se abordara el tema dc Iosimpactos negativos -la agudizacion delconflicto social entre los vendedores y lapolicia, la exclusi6n de los vendedores am-bulantes del sistema politico y la creaci6nde modalidades mas clandestinas de ventacallejera informal-.EI primer paso para deschbir la transicionen la politica de espacio publico consiste enhacer visible la relacion entre los Alcaldes yta obligacion de recuperar el espacio publicoantes del critico periodo 1988-1991, cuan-do el Alcalde Mayor elegido se propuso demanera deeidida rescatar el espacio pubiico.La siguiente seccion describe este procesoantes de 1988 en el contexto espacial delCentro Historico de Bogota.

2 . El contexto historico de losconflictos por el espacio publicoen Bogota

Las plazas y los andenes del Centro Historicode Bogota consdtuyen el escenario dondelas realidades politicas toman cuerpo y ad-quieren forma fisica. Mas que representar uncontrol indiscutido sobre el espacio publi-co, la plaza y Ios andenes son los campos debatalla donde se han desarrollado losenfrentamientos sociales, politicos y dc da-sc^. La recuperacion del espacio publico enel Centro Historico de Bogota es la mani-festacion mas evidente dc los intentos dcplanificar y regular la ciudad.

* Ward (1993), citadoen Jones and Varley(1995: 37).

ULA GUERRA roR KL ESPACIO EN BOGOTA: LA "RECUPERACI6N" DEL ESPACIO POBLICO Y SU. . .

Page 8: La Guerra Por El Espacio en Bogota

" La Republica (21 defebrero de 1999: 13).

' Miramon (1983),citado en Everett

(1995: 25).

"LubcU and McCallum(1978), citado en

Greenfield(1994: 148).

"Semanario ElEspectador (6 de ajfosto

de 1988), citado enNelson (1992:81).

12

Durante la epoca colonial, la forma y las di-mensiones de la ciudad y de sus plazas se de-sarrollaron siguiendo rigurosamente loslineamientos dc las Leyes de Indias de 1573(Taylor, 1980: 61). Despues de la Indepen-dencia, los planificadorcs colombianos usa-ron cl espacio publico para evidenciar laruptura con Espana. Abandonando la tradi-cion espafiola, construyeron plazas dc formacuadrada, "rcbeldes", siguiendo la referenciagriega (Hernandez, 1986), rcbautizaron laPlaza Mayor con el nombre de Plaza de Bo-livar, reemplazaron en 1890 la flicntc cons-truida por el virrey Ezpelcta en 1792 por unafuente francesa y erigieron mas tardc una es-tatua de uno de los primeros jefes del Estadocolombiano, Antonio Narifio''. Mas tarde, elespacio publico llegaria a ser tanto el ambitoen el quc se ejercia el control sobre Ios bogo-tanos -asi lo ilustra la ejecucion publica dellider populista Jose Raimundo Russi en1849- como e] lugar dc protcsta dc los ciu-dadanos contra ci poder, como cuando losestudiantes se agolparon en la Plaza de Boli-var para impugnar el reconocimiento de laindependcncia dc Panama por parte del pre-sidcnte Rafeel Reyes en 1904^. De manerasimilar, en las siguientes secciones se descri-biran las transformaciones del espacio publi-co central de Bogota y la manera como elGobierno local reacciono ante los desafiosespaciaics a su autoridad.

2.1. La transformacion del espacio pu-blico en Bogota

El "bogotazo" de 1948, "una orgia dc 11dias de pillaje, saqueo y asesinatos en la ca-

pital" (Harding, 1996: 20) que sigui6 alasesinato del lider popular Jorge ElieccrGaitan, significo un cambio radical de laestructura del espacio publico en Bogota.Presiono el crecimiento de la ciudad haciael norte y hacia cl occidente, porque los co-merciantes y las clases altas emigraron hacialugares mas seguros. Al tiempo que las cla-ses altas abandonaron el Cxntro de la ciu-dad, humeante y con tranvias volcados yedificios gubernamentalcs inccndiados, lasgrandes casonas coloniales fueron converti-das en viviendas populares mediante un sis-tema conocido como "inquilinato", en clque varias familias las comparten ocupandocada una un cuarto y utilizando los serviciosen comun". En el exterior de Ios inquilinatos, las calles y las plazas dc ]a antiguazona colonial se transformaron en mercadoscallejeros informales, dirigidos a los residen-tes de estos barrios.

A medida que los "cachacos" autenticos fue-ron adquiriendo automoviles y emigraronal norte en los anos cincuenta, cl Ont roHistorico se deterioro y las entidades finan-cieras pronto reubicaron sus oficinas cen-trales mas al norte, relegando a un segundorango sus sedes principales iniciales del Centro de Bogota**. Miles de migrantes rurales,desplazados por la sangrienta guerra civil,interregno conocido como La Violencia.,impactaron la ciudad. Este flujo, combina-do con el "bogotazo", acclero el movimien-to hacia el norte de las clases altas y medias.A mediados de los afios sesenta y durantelos afios setenta, una segunda oleada demigracion rural urbana hizo de Bogota unode Ios centros urbanos de mayor crecimiento

m L G. DONOVAN

Page 9: La Guerra Por El Espacio en Bogota

en cl mundo, con una tasa de incrementoanual del 6,8%'". Para poner esto en con-texto, si Bogota creciera hoy a la misma ve-iocidad, tendria 70 millones de habitantesen 2050 (Penaloza, 1999: 3). En vez de ha-cer inversiones para revitalizar el Centro, laAlcaidia construyo varias areas comercialesen la zona norte durante los anos ochenta,a menudo para trabajadores, en un area congran concentracion de edificios comercia-les. Por ejemplo, en 1982 la Alcaldia cons-truyo la Plaza Granahorrar, contigua a uncentro comercial {shopping center). HI ar-quitecto colombiano Nestor EnriqueHernandez registro que que el 35% de losLisuarios peatonales usaron la plaza solamen-te como acceso al centro comercial {Ibid,1986: 118).Paralelamente a estos desarrollos, el espaciopublico central se transformo en un area deintensa violencia. El Palacio de Jusdcia, lo-calizado en Ia Plaza de Bolivar, flie tomadopor un grupo de la guerrilla urbana M-19,lo que dcscmboco en un bano de sangre el7 dc noviembre de 1985: 115 personas fue-ron asesinadas induyendo once magistradosde la Corte Suprema de Justicia. Duranteel mismo periodo, unas cuadras mas alia, elarea de Ei Cartucho, sitio adonde iban aparar los adictos a las drogas y los margina-dos, se convirtio en sinonimo de limpiezasocial. A finales de Ios anos ochenta y co-mienzos de los noventa operaron alh', encoordinacion con comerciantes locales y conla ayuda de unidades especiales de policia,escuadrones de la muerte con nombres como"Muerte a Gamines", que crearon las basespara las operaciones de limpieza social ur-

bana. Entre 1988 y 1993, la organizacionno gubernamental Cinep documento 1.926casos de "limpieza sociaP'en toda Colom-bia, muchos de ellos en el Centro de Bogo-ta" . El Centro Historico de Bogota flie unespacio en el que los criminales secuestra-ban, mataban, ponian bombas y robabande manera rutinaria a la poblacion.La inversion en espacio publico en la Bogo-ta moderna tendio a favorecer los estableci-mientos comerciales en el norte e ignoro, ono logro detener, la anarquia del Centro.Mientras que en los periodos colonial ypostindependentista las autoridades guber-namentales construyeron plazas como sim-bolos de autoridad y de control, las plazasconstruidas durante los anos setenta yochenta tuvieron como fm principal lu-bricar el comercio. Mientras se construiancentros comerciales en el norte, plazas enel centro -como la de San Victorino- seinundaron de vendedores ambulantes, yuna parte considerable de la antigua ar-quitectura colonial fue convertida en el yamencionado mercado negro conocidocomo El Cartucho.

2.2. La respuesta del Gobierno local a laventa caiiejera: de la expedicion delicencias a la reubicacion de vende-dores ambulantes

En Hawkers in Hon^ Kon^: A Study ofPlanning and Policy in a Third World City(1974) ("Vendedores ambulantes en HongKong: un estudio de planeacion y de politi-cas en una ciudad del Tercer Mundo") T.G. McGee distingue tres opciones de poli-

•" Santana (1982),citado en Nelson(1992: 83).

" Dudley (1998:13),citado en Donovan(2001).

LA GUHRRA I'OR KI. KSPACIO EN BOCJOTA: \A "RKCUPKRAC:I6N" DEL KSPACIO POBI.IOO Y SU. . . m

Page 10: La Guerra Por El Espacio en Bogota

" Michael Lipskysostiene la importancia

de los funcionarios denivel de calk en el

analisis politico: "^Losfuncionarios de nivel decalle tienen un impactoconsiderable en la vidadegente. Este impacto

puede ser de muchasformas. Ellos socializan

las expectativas quetienen los ciudadanos de

servicios publicos y sulugar en la comunidad

politica. Ellosdeterminan la

elegibilidad dc losciudadanos para

subsidios y sanciones.Ellossupervisan el

tratamiento (elservicio) que reciben los

ciudadanos en estosprogramas. Por eso, en

un sentido losfuncionarios de nivel de

calle median en larelacion constitucional

entre los ciudadanosy elEstado. En breve, ellostienen las llavesa una

dimension deciudadania"

(traduccian del autor).Vease Lipsky {1980: 4).

dcas con las que cuenta un Gobierno mu-nicipal para controlar la venta callejera. Pri-mero, puede intentar cambiar fisicamentclas pautas dc uso del espacio mediante poli-dcas de reuhicacion o de eliminacion:, segun-do, puede intentar modificar la operacionestructural de las actividades mediante elcontrol de la produccion o de la venta deciertas mercancias o servicios (esto puedehaccrse a traves de politicas dc control deprecios y de licencias)., y tercero, puede in-tentar modificar cl comportamiento de losinformales a traves dc medidas educativas oapelando a su dignidad y a su sendmicntodc orguUo por la ciudad (McGee, 1974: 28).Dc estas tres opciones, los Alcaldes del pe-riodo prcvio a 1988 usaron las licenciascomo forma predominante de regulacion dela venta callejera en la ciudad.Entre 1960 y 1988, las autoridades dc laciudad conccntraron su atencion en contro-lar a los vendedores ambulantes mediante lalimitacion de la expedicion de licencias. Estapolidca sc diferencia dc la reubicacion enque el vendedor ambulante debe mantenerun contacto regular con "funcionarios denivel dc callc*"^ de la Alcaldia. El sistemade licencias les daba a los vendedores o a suspatrocinadorcs la oportunidad dc "com-prar" la autorizacion para desarroUar suncgocio. Esto puede adoptar varias modali-dades: cl cobro periodico dc tarifas para larcnovacion dc las licencias, el soborno a losfuncionarios encargados del control o elpago a funcionarios de bajo rango para quesigan cxpidicndo licencias a pesar dc los li-mites impuestos por cl Gobierno. Por ejem-plo, si cl vendedor no cumple con los

m

requisitos exigidos, como el pago de im-puestos, el flincionario puede "oividar" lafalta a cambio de una propina. En terminosde ciencia polidca, la relacion del Gobiernocon los vendedores callejeros puede caracte-rizarse como altamente clientelista.En el caso de Bogota antes de 1988, la ex-pedicion dc licencias, un intento por con-trolar a miles de vendedores, contribuyo ala agudizacion del comportamiento cliente-lista entre cl Gobierno local y los vendedo-res ambulantes. Como los Alcaldes no eranelegidos popularmente antes de esta fccha,la "venta" del espacio publico se utilizo mascomo un medio dc cnriquccimicnto perso-nal que como una forma dc garantizaric a laciudadania el disfrute del espacio publico.Un estudio realizado por la antropologaNancy Lee Nelson en 1992 sobre el com-portamiento politico dc los vendedores ca-llejeros a mediados de ios afios ochenta enBogota ilustra como opcraba el clientelismoen la economia informal a travds de contac-tos personales ("palancas") o a pardr dcalgun padrinazgo, usualmente de un ma-yorista ("patron"). A menudo, los vende-dores hacian grandes sacrificios para obteneruna licencia porque ella proporcionaba unacierta Icgidmidad, mejoraba sus posibilida-des dc credito y les brindaba algo dc pro-teccion ante el acoso policial o ante elhostigamicnto dc vendedores rivalcs(Nelson, 1992: 272). Cuando los vendedo-res no tenian las "palancas" necesarias paracomprar una licencia "por debajo de lamesa", era frecucnte buscaban la ayuda delos "patrones". Scgiin Nelson, estos "patro-nes" exigian a los comerciantcs que vcndic-

MicHAEL G. DONOVAN

Page 11: La Guerra Por El Espacio en Bogota

ran ciertas mercancias a cambio de la licencia.EI intermediario obtenia un cierto controlsobre !a eleccion y la distribucion de losproductos de Ios vendedores. Cuando la Ofi-cina de Registro y Control suspendio la ex-pedicion de licencias en 1986, su precioIlcgo a scr tan alto que muchos vendedoressolicitaron a comerciantes locales fbrmalesque actuaran en su nombre para hacer unasolicitud dc licencia (Ibid: 273). Este tipodc articuiaciones entre actores fbrmales e in-formales era dc beneficio mutuo, pues Ioscmpresarios formales tcndian a contratar atrabajadores informales para evadir cl pagodel aporte del seguro social y para poderdcspedirlos sin pagar las indemnizacionesIcgales correspondientes.Despues de 1988, los Alcaldes elegidos cam-biaron su politica hacia la venta callejera yadoptaron como criterio principal la reu-bicacion en lugar de la expcdicion dc licen-cias. Antes de que el poder dc los Alcaldesaumentara por ser funcionarios elegidos, seconsidcraba que la reubicacion era menosefectiva quc las licencias. Pero despues, a pe-sar de quc existieron multiples propuestasde politicas para la venta ambulante'' -en-trcnamicnto tecnico, mercados moviles, unamesa de negociacion permanente para losvendedores informales, microcrcditos, coo-perativas, la creacion de una ley nacional parael comercio informal-, solamente lareubicacion ha sido apoyada de manera con-sistente por parte de los diferentes Alcaldesde Bogota, quienes tienen pcrfilcs poHticosmuy diversos. El cuadro 1 muestra laimplementacion de proyectos de relocali-

zacion de vendedores para cada alcaldia apartir de 1988.Resumiendo: antes de las pdmeras eleccioneslocales, las relaciones clientelistas entre Ios ven-dedores ambulantes y la administracion scbasaban en el otorgamiento dc licencias. Estarelacion se vio reforzada a traves de la politicaelectoral y una vasta corrupdon en la oficinaque expedia las licencias, situacion que per-mido a los comerciantes mayodstas y las po-derosas asociaciones de vendedores compraro negociar estos permisos.La siguiente seccion explica c6mo mcjora-ron dc manera substancial estas relacionesde los Alcaldes con los vendedores ambu-lantes como resultado de la democradza-cion de la Alcaldia de Bogota.

3. Democratizacion y espacio publicoen Bogota

Mientras que, antes dc 1988, los Alcaldes deBogota eran nombrados por el Presidente dela Republica, y su abandono del espacio pu-blico sc interpretaba como una fella dc aquel,la rccuperacion dc este por parte de Ios Alcal-des elegidos paso a ser un simbolo evidentede su capacidad dc garandzar el "impcrio dela ley" y el "orden publico". La democradza-cion de la Alcaldia de Bogota altero las rcia-ciones de los Alcaldes con el espacio publicode las siguientes maneras: 1) estableciendo unaconsiderable presion ciudadana sobre los Al-caldes para rescatar el espacio publico, 2) in-tensiBcando la competencia entre los parddosy, por lo tanto, obligando a Ios Alcaldes a bus-car a{X)yos mas amplios, lo que implica la rea-Iizaci6n de mejoras de mayor alcancc de la

" Para un resumendetallado de propuestasde politicas para lapenta ambulante, pedseGomez ex J1. (1998:132 143).

L A CiUKRRA POR Kl. ESPACIO EN B O G O T A : IA " R K C U P H R A C I 6 N " DEI. ESPACIO P O B L I C O Y SU. m

Page 12: La Guerra Por El Espacio en Bogota

CUADRO 1

PROYKCTOS DK RKUBICACION DE LOS ALCALDES ELEGIDOS

Alcalde

Andres PastranaArango*

Juan MartinCaicedo Ferrer*Sonia DuranJaime Castro*

Antanas MockusSivickas *

Paul BrombergZilbersteinEnriquePenalosalx>ndono*

Feriodo deadministracion

1988-89

199091

19921992-94

1995 97

1997

1998 2000

Partido

Conservador

Liberal

LiberalLiberal

Independiente

Independiente

Independiente

Proyectus de reubicacion

Centro Comercial Supcrccntro 61Edificio Temel (Centro Culturaldel Libro)Centro Comcrcial Social ResrrepoLas Casetas del Venecia

Centro Comercial CaravanaAscopc Avenida de las Americascon Carre ra 30Parque de las FloresGaleria de las Flores

La Caseta Feria Popular deFondb6nLa Caseta Feria Popular Rotondade la Candelan'a ,La SevillanaRestaurantes Cuatro VientosPalacio del Colesterol

Caseta Feria Popular de la Carrera38 (Biblos, Creta, Tarso y laBodega de la 40)Centrolibros ill MilenioCentro Libros Siglo xxrLa Caseta Feria Popular deKennedyLa Caseta Feria Popular de iaAvenida Primero de MayoLa Caseta Feria Popular delQuiriguaLuna Verde Cra. 10 >r:i2-58Ratonda CandelariaRotonda ChapineroLocales Centro ComcrcialMinicentroLocales San Andresito 20 dc Juliol,a Caseta Popular Parque Espafta

Numcro dcsoluciones para

vendedores379209

463240

340

304432

192

18301236

1,75310066

207

93

91741835

3737

423

120 MICHAEL G. DONOVAN

Page 13: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Cc)N'riNUACl6N

Antanas MockusSivickas *

Totales

CUADRO 1

2001-03 Indcpendicntc La Caseta Fcria Popular delCachivacheLa Casera Feria Popular de LaCapuchinaLa Caseta Feria Popular dcVeneciaSupermercado Veracruz -Vivanderos Sta. InesLa Caseta Fcria PopularRotonda BarriosSupermercado Marco FidelSuSrezBodega Cooperativa ReciclarLa Caseta Feria PopularRotonda Santa FeLa Caseta Feria Popular deUsmcLa Caseta Fcria Popular de LasF loresLa Caseta Feria Popular dcTeusaquilloLa Caseta Feria PopularArtfculos Religiosos

37 proyectos

60

65

65

129

12

4040

35

50

50

30

80

5.615

• Alcaldes elegidos.

Fuentes: Alcaldia Mayor de BogotS D. C. etitl. (2001), Cortis G6mez (2003) y Fondo de Ventas Populares (2003).

infraestructura publica -parques, andenes,ciclomitas y plazas- y 3} politizando el temadel manejo del espacio publico como un me-canismo para maximizar el apoyo politico.

3.1. El espacio publico como un derechohumano: medidas constitucionales yle^ales a favor del espacio publicocomo inductores de la reubicacion delos vendedores ambulantes

l-a dinamica de los programas de reubicacionse sustento en su condicion de instituidos

legalmente, tanto en tcrminos constitucio-nales como en varias disposiciones del nivellocal. A diferencia de la Constitucion ante-rior, que databa de 1886, la nueva Consti-tucion de la Republica de Colombia, de1991, establece de manera explicita la defensacl espacio publico como una obligacion gubernamental. Un decreto presidencial de dosanos mas tarde dclego la responsabilidaddirecta del mantenimiento del espacio pu-blico a la Alcaldia. El 23 de julio de 1993,el presidente Cesar Gaviria Trujillo {19901994) expidio el Decreto Presidencial 1421,

LA ciUF.RRA POR KI, K BoGoiA: IJ\ "RECUPKRAC:I6N" DKI. b:spACio puBi.ico Y su . 121

Page 14: La Guerra Por El Espacio en Bogota

'•* Los Alcaldes localesson nombrados

directamcnto por elAlcalde de Bogota quien

les escojfc de listassuministradaspor los

consejos decada veintelocalidades de Bogota

(Penalosa200l).

'•' 'El Fondo de VentasPopulares es un

Fjtablecimiento PublicoDescentralizado, delOrden Distrital, conPersoneria Juridica,

AutonomiaAdministrativa y

Patrimonio propio.creado en 1972

mediante Acuerdo delConcejo Dtstrital No.

25 y adscrito a laSecretaria de

Gobiemo". Su mision es"•generar y apoyar

alternativas deorj^anizacion,capacitacion,

formalizacion y/oreubicacion de

vendedores ambulantes yestacionarioi". La

Junta Directiva delFondo de Ventas

Populares estainte^rada por cl Alcalde

Mayor o su delejjado ycinco miembros mds,

des(nnados librementepor el Alcalde Mayor.

Fondo de VentasPopulares

(2001b: I, 3).

12

en cuyo articulo 86 ordena a los Alcaldesmayores velar por el espacio pt'iblico con elconcurso de ios Alcaldes locales.'"*Al apoyarsc en esta institucionalizacion de!espacio publico a partir de un articuloconstitucional y de un decreto presiden-cial, los Alcaldes de Bogota han cimcnta-do Iegalmente de manera consistente sudecision de reubicar a los vendedores calle-jeros. Por ejcmpio, en las negociacionesprcliminares con los vendedores de la Pla-za de San Victorino durante la administra-cion Penalosa, el organismo oficialresponsablc dc la reubicacion de los ven-dedores, el Fondo dc Ventas Populares'^,dejo claro que su mandato se apoyaba envarios conceptos establecidos por la Cons-titucion. El pdmero de diccisiete argumen-tos esgdmidos para justificar la decision dcdesalojar los vendedores consistio en que"Ia recuperacion del espacio publico cs unmandato constitucional y legal segun elArdculo 82 de la Constitucion" (CortesGomez, 1998). De manera similar, AlidoGutierrez, el entonces Alcalde de la locali-dad de Engativa, enarbolo las leyes defen-soras del espacio publico y lanzo unacampaiia para recuperado retirando mas dequinientas casetas ilegales."* Cuando el dia-do El Tiempo Ic prcgunto como sc habiainiciado el proyecto, respondio: "La recu-peracion fue iniciada, pdmero, porque estaconsagrada dentro de las funciones que meotorga la Constitucion nacional"'^.Mas alia de las iniciadvas gubernamentales,la siguiente seccion analiza como los acto-res pdvados usan en su discurso la nocionde "derecho" para argumentar que el espa-

cio publico, al igual que el derecho a la edu-cacion, a la salud, a elecciones libres, es unagarantia constitucional extraordinada y quea un Alcalde que sc nicguc a provecria se lopuede encausar Iegalmente por ello. Con lapuesta en vigor de la eleccion de los Alcal-des y ta adopcion dc vadas medidas partici-pativas, el Alcalde elegido de Bogota deberesponder mucho mas ante los ciudadanospor su manejo del espacio publico y por suseventuates fallas en ello. E! ejemplo mas cla-ro de como las medidas legates participativaselevaron cl nivel dc defensa del espacio pii-blico lo constituye el caso de la reubicacionde los vendedores del mercado de San Vic-todno en varios centros comerciales. El 26de mayo de 1997 un ciudadano colombia-no Ic puso una accion de tutela al Alcaldelocal de Santafe para que hicicra lo que fuc-ra necesario para "la rcstitucion inmediatadel espacio publico" (Eondo de Ventas Po-pulares, 1999: 3). En el desarrollo de estecaso, el Tdbunal Tercero de Santafe de Bo-gota declaro que los vendedores ambulan-tes de San Victodno estaban ocupando elespacio publico de forma ilegal y que, porlo tanto, debian ser desalojados inmediata-mente (Ibid: 3). Pero mientras que esta ac-cion de tutela permitio el desalojo de 1.600vendedores de San Victodno, ellos mismosadoptaron una estrategia semejante e inter-pusieron 1.016 acciones dc tutela para im-pedir su remocion inminente, con elargumento de que se habia desconocido suderecho al trabajo.En el curso de este proceso, el Defcnsor delPueblo de Bogota intervino y exigio a las

722 i. G. DONOVAN

Page 15: La Guerra Por El Espacio en Bogota

autoddades de la ciudad que ' se suspcndatemporalmente la diligencia [de los desalo-jos] hasta tanto la Corte Constitucional sepronuncie de fondo sobre el tema y aclare suposicion respecto del proceso dc rccupera-cion del espacio publico" (Ibid: 4). Comorespuesta a mas de mil vendedores ambulan-tes que habian interpuesto tutelas, el magis-trado de la Corte Consdtucional AlejandroMartinez Caballero ordeno que seiscientosde ellos fUeran reubicados por la Alcaldia'".En esta sentencia (su-360/99. No. T-168937) Ia Corte Consdtucional exigio lareubicacion o la compensacion financiadaspor el Estado en Ios casos en que la recupera-cion del espacio publico impedla a los ven-dedores trabajar o acceder a un lugar detrabajo. En otras paiabras, se ejerce una pre-sion para que el Alcalde reubique a los vende-dores de tal manera quc se recupere cl espaciopublico, pero se exige que se respete el dere-cho al trabajo como esta prescdto en el ard-culo 25 dc la Consdtucion colombiana de1991, y esto se hace en terminos de mandatolegal. F^tos objedvos derivaron en la construc-cion de centros comerciales que se suponiaquc gai"andzan simultaneamente la defensa delespacio publico y el derecho al trabajo de losvendedores. Finalmente, estas medidaspardcipadvas situan a Ios Alcaides mas comoobjetos de la ley que como sus sujetos.

3.2. La intensificacion de la competen-cia interpatidaria en Bogota y lapolitizacion del espacio publico

Las elecciones locales hicicron posibic quepartidos diferentes ai duopolio liberal-con-

servador accedieran a la Alcaldia y, por lotanto, crearon una competencia electoralmas intensa. La eleccion de AntanasMockus en 1994 como Alcalde de Bogotaconstituyo un caso notable de la capaci-dad de triunfo de un candidato marginal.Mockus fue sucedido en 1998 por otroindependiente, Enrique Penalosa (aunqueel habia sido el candidato oficial del Par-tido Liberal en las dos campanas anterio-res). Mockus fue rceiegido en 2000, denuevo como independiente. Por lo tanto,las elecciones de Alcaldes fueron en granparte responsables del ascenso de politi-cos independientes interesados en romperel dominio de Ios partidos tradicionalesWillis et al, 1999: 25). En lugar dc utili-zar las formas tradicionales de padrinaz-go, los nucvos candidatos a Alcaldes sepropusieron construir un apoyo mas am-plio, interregional, a traves de propuestasprogramaticas que giraban alrededor demejoras en la provision de servicios pii-biicos y en el manejo del espacio publicoa nivel local. Mientras que los Alcaldesnombrados rara vez emprendieron accio-nes que afectaran a las poderosas elites lo-cales, los Alcaldes elegidos dcsafiaron aalgunos de los grupos mas influyentes enBogota.

Mientras que, cuando los Alcaldes erannombrados por el Presidente, su apoyopolitico era algo estable, la intensificacionde la competencia interpartidaria obligoa Ios Alcaldes elegidos a atraer votantesmediante plataformas favorables al espaciopublico, y de un nivel dc segunda o terce-

'" Estas accionesafectaban el comercio enla Avenida 68ylaentrada al barrioQuiri^ua (El Tiempo(1999a: 4-h).

' ' Citado en El Tiempo(1999a: 4-E).

' " U Republica (20 demayo de 1999: 9-A).

LA GUFRRA POR KL ESPACIO EN BOGOTA: LA "RKCUPKRACI6N" DEL ESPACIO PUBLICO Y SU. .

Page 16: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Citado en Beccassino(2000: 210-211).

12

ra fila este topico fue elevado a una catego-ria de primera importancia. La conser-vacion y mantcnimiento del espaciopublico por parte de la Alcaldia era unode los servicios mas conspicuamente des-cuidados. El sordido mercado de drogasde El Cartucho y las multitudes de genteen San Victodno se convirtieron en sim-bolos dc todo aquello con lo que un can-didato a Alcalde no queria verse relacionado:corrupcion e indiferencia por la seguddadpublica.

En especial ante una poblacion que veniade superar los dias oscuros de las bombasde los barones dc la droga, Ios Alcaides qui-sieron asociarse de manera creciente con "clorden publico". En este sentido, hasta cier-to punto se reemplazo la pracdca tradicio-nal dc construir una "memoda concreta"de pucntes, autopistas y edificios por unmodelo de rcscate del espacio publico. Denuevo, mientras que construir una avenidasimboliza modernizacion, los Alcaldes pre-ferian atracr un electorado que desconfiade los politicos. Aspiraban a demostrar queellos mismos cran la excepcion a la corrup-cion generalizada. Ademas, como muy po-cos bogotanos tienen acceso a automovilesprivados que puedan usar en las grandesautopistas, la construccion de parques y laremocion de vendedores de las calles se con-virtieron en una estrategia para potenciarel apoyo politico. En lugar de recuperarespacio publico en areas poco utilizadas,la mucho mayor tasa de frecuentacion depeatones del Centro hizo que la zona his-t6rica central se convirtiera en lo optimopara proyectos de espacio publico. En una

m

entrevista con el pedodista argcntino An-gel Beccassino, el ex Alcalde Penalosa su-braya la importancia dc la plaza de SanVictodno en el centro de la ciudad comositio pdvilegiado para la recuperacion delespacio publico:

San Victorino es de esos simbolos que necesita-ba esta ciudad, dc voluntad radical en ta defensade to que es norma en una ciudad, porque SanVictodno es el sitio de todo el pais donde masciudadanos pasan cada dia y donde ta toleranciacon cl desorden se volvia entonces et mjs datocjemplo de que aqui sc podia todo. No hay nJn-gun sitio en Colombia por donde pasen tantosciudadanos como por ta fimdnez con CarretaDecinia y con Caracas, y por eso es que stirgioSan Victorino; no cs causatidad, porque ^se eraun sitio dc paso obligado'''.

I

A medida que se recupera y se crea el espa-cio publico, los Alcaldes elegidos, como losAlcaldes nombrados, lo reclaman Ios pro-yectos de recuperacion del espacio publicoen cl Ccntro de Bogota como la firma quehan dejado en !a ciudad.Dado que el desalojo de los vendedores ca-llejeros indudablemente implica la pcrdida de su apoyo politico y del de quienesdependen de sus actividades, a los Alcaldeselegidos la recuperacion del espacio publi-co les exigia un aumento de su capacidaddc concitar un apoyo politico mas amplio.Su eleccion popular presiona a los Alcal-des a responder ante la poblacion globaldc Bogota y no solamente ante los gruposespecificos de vendedores. Sin embargo, lapolitizacion del espacio publico y la intro-duccion de elecciones populares locales noexplican completamente el poder de los Al-

MiCHAKi. G. DONOVAN

Page 17: La Guerra Por El Espacio en Bogota

caldes para tomar decisiones en este cam-pti. Sc debe recordar que, antes de 1988,las poderosas asociaciones de vendedoreslograron detener los programas de locali-zacion y ncgociaron su apoyo politico acambio de la proteccion de sus estableci-mientos. A menudo, su organizacion in-terna era de una considerable sofisticaci6n:la Asociacion de San Victorino financiabaa varios abogados de tiempo completo paraquc dcfcndicran Ios derechos de Ios vende-dores c incluso publicaba y distribuia en-tre los vendedores un boletin sobre estostcmas(NeIson,(1992: 134-136). Finalmen-te, estas asociaciones tenian cl respaldo degrandes distribuidores de alimentos y decigarrillos que a menudo dependian de losvendedores ambulantes para distribuir susmercancias. Su poder fue tan considerableque lograron bloquear la reubicacion delos vendedores de San Victorino por cercadc treinta afios.

4 . La economia politica de la margi-nalizacion dc las asociaciones devendedores ambulantes

.se ha dicho, antes de 1988 las aso-ciaciones de vendedores ejcrcicron unapreciable poder economico y polidco, porlo quc gozaron de influencia. Dada la im-portancia de estas asociaciones en laiiistitucionalizacion del papel de Ios ven-dedores en la politica urbana, esta secciondiscutira tomo el declive dc su poder lespermitio a los Alcaldes recuperar cl espa-cio publico en Bogota. El siguiente ana-lisis describe los factores que influyeron

en cl dcbilitamiento economico y politi-co de estas organizaciones despues de1988.

4.1. Tasa decreciente de sindicalizacionentre los vendedores informales

Bl movimiento sindical nunca ha sido muyftierte en Colombia ni en Bogota. Los sin-dicatos no solamente han sido debiles sinoquc nunca han estado en capacidad dc afi-liar siquiera al 20% de la fuerza laboral. I-atasa de sindicalizacion en Colombia es mo-desta: solamente el 8% de los trabajadoresestan sindicaIizados(Noe Cely, 1996: 7), yeste nivel se ha mantenido rezagado de ma-nera constante con respecto a la creacion denuevos puestos de trabajo^". Sin embargo,las tasas de sindicalizacion dc los vendedo-res callejeros antes de 1988., cuando fiie elec-to el primer Alcalde popular, AndresPastrana, eran significativamente mas altasque hoy. En 1988 Nelson estimaba que latasa de sindicalizacion de los vendedores deC'hapinero era de 35,2%^'. Para entender elcambio de esta tasa, el autor voivio a Bogo-ta en noviembre de 1999 y Ilev6 a cabo unsondeo entre 210 vendedores en Ios ochonodos dc mayor atlucncia de transeuntes^^en las localidades dc Santafe y Chapinero.Estas localidades constituyen el area centraldc Bogota; alii estan ubicados el distrito fi-nanciero, varias universidadcs y los princi-pales complejos gubernamentales. LaapHcacion de Ia metodologia fue dirigida avendedores semiestacionariosde entre sema-na, es decir a los que vendian con maletasportatiles, tableros de madera, carretas, mesas

emplo, mientrasque lafufrza laboral delas sicte cmdadcs mAsjjrandesdt' Colombiacredo en 800.000trabajadores cntrc 1984V 1990, elniimirodcmiembros dc sindicatoscredo solo en 7.000.Vease Gilbert(1997: 12).

^' Dis datosson de Nelson(1992: 290-291).

-' Estas avenidasinchtian: I. la CarreraSeptima entre la Calle40via Calle Primera,2. la Avenida ('aracasentre la Avenida deChile y la Calle 13,3.la Avenida lQdelaCarrera 3 hasta laAvenida Caracas, 4. laAvenida Jimenez deQuesada entre laCarrera 3 hasta laAvenida 23, 5. laA venida de Chile de laCarrera Sexta hasta laAvenida Caracas, 6. laCalle 15 de la Carrera72 hasta la Carrerfi100, 7.1a Avenida 100dc la Carrera Septimahasta la AvenidaCaracasy 8. la Carrera13dela Calle 68hastala A venida 32.

12LA i*oR V.I. EN BOGOTA: IA "RI-:CUPKRACI6N" OKI. PUBLICO Y s u . 72S

Page 18: La Guerra Por El Espacio en Bogota

^ Esto fue consa^radoen el articulo 46 de la

ley 50, de ReformaLaboral.

y puestos o en el piso. La encuesta arroj6que 46 de Ios 205 entrevistados, o sea el22,4%, pertenccian a asociaciones de vende-dores. A pesar de que esta tasa es menor quela que encontr6 Nelson en 1988 (35,2%),cs alta comparada con las cifras agregadaspara Bogota. Un estudio de la on de 1995encontro que el numero de vendedores in-formales sindicalizados en Bogota oscilabaentre 10.000 y 15.000, lo que implica unatasa de sindicalizacion de entre el 10% y cl15% si usamos la estimacion de 100.000 ven-dedores de la Personen'a Distrital (2003) (NoeCely, 1996:7). No solamente los vendedoresambuiantes estaban menos organizados sinoque la composicion de las asociaciones devendedores habia cambiado. Los que habiansido fiiertes sindicatos sc disolvieron en or-ganizaciones fragmentadas, como se sefialaen la siguiente seccion.

4.2. Crecimiento^ fragmentacion ydespolitizacion de las asociaciones devendedores callejeros

Poco despues de 1990 se presento un fen6-meno parad6jico en las asociaeiones de ven-dedores: el numero de organizaciones semuldplico y al mismo dempo su poder glo-bal en el sistema polidco se redujo. En ter-minos numedcos, mientras que en 1986habia 40 sindicatos de vendedores calleje-ros inscritos en la Secretada de GobiemoDistdtal (Gil Cardenas, 1998: 56), s61oocho aiios despues-en 1966- habia alrede-dor de 165 asociaciones, muchas de las cua-les registraban menos de diez trabajadoresen sus filas(Ibid: 39-45). Las restdcciones

ni

Iegales relacionadas con la personeria juri-dica fiieron flexibilizadas por la Ley de Re-forma Laboral de 1990, que le dio alMinistedo del Trabajo la facultad de deci-dir, en s61o dos semanas, que grupos serianreconocidos. Si el Ministedo del Trabajotardaba y no enviaba a las organizacionesaspirantes una notificacion de su estatus le-gal en el pedodo sehalado, los grupos ob-tenian el reconocimiento legal de maneraautomadca^^.

Como resultado de esta Ley de ReformaLaboral, el numero de asociaciones Ie-galmente reconocidas de vendedores semultiplico, io que trajo consigo su desor-ganizacion politica. Mientras que, en losanos ochenta, la mayoda de las asociacionesde vendedores ambulantes estaban afiliadasa algun partido polidco o a alguna confe-deracion sindical nacional, la Reforma La-boral indujo el crecimiento de asociacionesde vendedores atomizadas, independientespoliticamente y con fi-ecuencia lideradas pororganizadores inexpertos. Estas asociacio-nes a menudo se limitaban a agrcmiar a tra-bajadores de bardos muy precisos, inclusode manzanas, como la Asociaci6n de Peque-fios Comerciantes del Bardo El Carmen Sur,o a vendedores de bienes especificos comoloteros, vendedores de instrumentos musi-cales, de articulos de cuero o de dulces, li-breros o jugueteros.Otra factor que contdbuyo a la fragmen-taci6n de sindicatos grandes es la lucha in-terna entre grupos de vendedores que seahnearon a favor o en contra de la reubica-cion. La oleada de reubicaciones realizadasa partir de 1988 creo un conjunto de anti-

MicHAEL G. DONOVAN

Page 19: La Guerra Por El Espacio en Bogota

guos vendedores callejeros (los "reubicados"),muchos de los cuales se convirderon en alia-dos del Alcalde contra los vendedores infor-maies que pcrmanecieron en la calle. Sequejaban de que los vendedores callejeros, alno pagar impuestos, los ponian en una si-tuacion de competencia desigual con evasoresde la ley y de que su presencia en las zonasaledanas incrementaba el crimen y atemori-zaba a ta clientela. La Alcaldia les ha dado unapoyo considerable a los reubicados, y ellos,a su turno, piden polidcas mas amplias deremocion y de relocalizacion. Por ejemplo,cl 19 de octubre de 2001 la Alcaldia Mayor yla Brigada de Policia de! Plan Centro reaJiza-ron un encuentro con comerciantes del areade San Victorino y les pidieron a los vende-dores opuestos a la relocalizacion la celebra-cion dc un pacto de convivencia en el que secompromederan a no vender en las calles y acooperar con la remocion de cientos de ven-dedores de esa area. Muchos vendedores con-verddos en propietarios de locales, expresaronpublicamente su resendmiento con los ven-dedores ambuiantes. Un ex vendedor invi-taba a los ambulantes a legalizarse:

Y ahora la policia que normalmcnte nos pcrsi-guen quierc legalizarnos. <Por que? En las lilti-mas propucstas ellos han sido generosos con lacantidad dc indcmnizaciones, pero, aci en Ma-drugon, unos dc nosorros estin colaborando conla invasion del espacio pubiico. Companeros quie-nes tlcncn puestos: no mandcn sus hijos, primosy sobrinos a ias cailes. Companeros: vamos a fir-mar el pacto de convivencia del Gobierno paraapoyar cl comercio legal. Y tcxios deberian traba-jar honibro a hombro para ei beneficio de lo queC5 San Victorino.

La division entre los mismos vendedores,combinada con la fragmentacion de las aso-ciaciones en unidades pequenas y aisladas,favorecio a los Alcaldes en las negociacionesacerca de las reubicaciones. En lugar de te-ner que vcrselas con asociaciones que repre-sentaban a varios cientos de miembros, comoera el caso en los anos ochenta, de maneracreciente los Gobiernos negociaron con aso-ciaciones inexpertas como Asicomodis. Lareubicacion de Ios vendedores y la recupera-cion del espacio publico fueron posibles, enparte, gracias a los conflictos entre los mis-mos vendedores.La atomizacion de los sindicatos ocurria si-multaneamente con um proceso de depoliti-zacion de los sindicatos. Mientras que, antesde 1990, los vendedores se agludnaban ensindicatos con alta conciencia politica comoSinucom (Sindicato Nacional de Unidad deComerciantes Menores), despues de esa fe-cha los comerciantes callejeros tendieron aidentificarse de manera creciente con bienesespecificos, como la Cooperativa de Vende-dores de Chance o la Asociacion de Lustra-botas de El Dorado. La despolitizacion nosolamente fue fomentada por esta tenden-cia de los vendedores a nuclearse alrededorde bienes en lugar de en torno a ideologiaspolidcas sino tambien por el traslado de lasfunciones de expedicion de las licencias dela Alcaldia Mayor de la ciudad a las alcaldiaslocales. De hecho, esto corto las alas de lasasociaciones de vendedores de mayor talla,que habian consolidado por mucho tiem-po sus "palancas" en la oficina unica de per-misos de la Alcaldia Mayor. Este desarrolloforzo a las asociaciones a concentrar sus es-

L A CiUHRRA POR EI. hiSPAClO KN BOGOTA: IA "RECUPERACION" DHL HSPACIO PUBLICO Y SU. . .

Page 20: La Guerra Por El Espacio en Bogota

^'A finales de 1988, elsalario minimo era de

25.637 pesos(86 Stares).

fl

fuerzos de presion politica en cada una dclas veinte localidades de Bogota. De estaforma, las asociaciones pequenas, de escalalocal, adquirieron ventajas sobre los gran-des sindicatos de la etapa anterior. Pero in-cluso la presion politica que podian ejercerestas asociaciones mas pequenas en las alcal-dias locales oscilaba bastante, ya que cadatres anos el Alcalde Mayor nombraba unAlcalde local diferente. Ademas, las "palan-cas" cultivadas por los vendedores a menu-do sc crosionaban antes del termino de esteperiodo dc tres anos. El academico colom-biano Arturo Ardila encontro que no erainusual quc algunas localidadcs tuvieranocho o nueve Alcaldes en solo cuatro anoscomo resultado dc dcstitucioncs y reempla-zos hechos por el Alcalde Mayor {ArdilaGomez, 1997).

El alejamicnto de las asociaciones dc vende-dores de la ideologia y de la organizacionpolitica fue alimentado ademas por la cre-ciente impopularidad del comunismo y porla represion a las articulaciones entre vende-dores y guerrilla. Durante los afios ochentavarias organizacioncs de vendedores se ali-nearon con sindicatos urbanos comunistas.Sinucom, por ejemplo, apoyaba al Moir (Mo-vimiento Obrcro Indcpcndiente y Rcvolu-cionario), un desprcndimiento maoista delPartido Comunista quc irrumpio en la poli-tica electoral a partir de la escision sino-so-victica. Algo mas importante aun: la segundamas grande asociacion de vendedores ambu-lantes, Sindcapac, estaba ligada a la CUT, laque a su turno apoyaha a la Union Patriotica(UP). Dado que la UP tenia relaciones con lasFare y cl Partido Comunista, cl apoyo de

Sindcapac tuvo efectos nocivos sobre ella.Una olcada de violencia polidca subterraneaimplico, durante la segunda mitad de los anosochenta, cl cxterminio dc alrededor de dosmil b'dcrcs y simpatizantes dc la UP, muchosde cllos dirigentes dc los vendedores (Angcll

: 26).

43. Decadencia econdmica de los vende-dores ambulantes

A pesar de la erosion del poder politico delas asociaciones de vendedores, inducido porel dcbilitamicnto del clientelismo y la frag-mentacion organizativa, cs posible pensaren un escenario potencial en cl que el podereconomico dc los vendedores ambulantescontrarrestara estos cambios. En paiscs tan-to desarroilados como en vias de desarrollocxisten experiencias de grupos de prcsionen las quc grupos con muy pocos miem-bros pueden ejercer un poder politico con-siderable. Pero cl nivel dc ingresos de losvendedores ambulantes no crecio al puntodc poder ejercer esta influencia para prote-ger sus actividades. Si las asociaciones devendedores ostentaban un poder economi-co considerable antes de 1988, sus ingresosdisminuyeron a lo largo de los afios noven-ta, debilitando su influencia politica. Laencuesta rcalizada por Nelson en 1988 conlos vendedores de Chapinero, a pcsar delsupuesto de que los vendedores eran cam-pesinos, encontro que sus ingresos eran re-lativamente altos. Un sondeo realizado entre71 vendedores ambulantes registro quc suingreso ncto global era 2,5 veces el salariominimo.24

MiCHAEL G. DONOVAN

Page 21: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Para documentar el cambio del nivel de in-greso de los vendedores desde 1988, fechadel estudio de Nelson, el autor del presentearticulo entrevisto a 210 vendedores ambu-lantes en las localidades de Chapinero ySantafe. El estudio de Donovan estableciouna ecuacion de ingreso" de los vendedoressegun iacual sc calculo que ganaban 383.133pesos mensuales en promedio (197 doiarcsde 1999, 221,5 dolares de 2004), io queequivale a 1,6 veces el salado minimo de1999 (236.490 pesos). Este ingreso men-suai estaba muy por debajo del poder decompra necesado para adquidr la canasta debienes basicos de una ftimilia de bajos in-gresos, estimada en 1999 en 526.242 pesos(299,55 dolares de 1999, 336,77 d6Iaresde 2004)^^. Dada la peor depresion econo-mica en setenta anos, una tasa oficial de des-empleo superior al 20%, y un flujo de milesde desplazados internos hacia cl sector deventas callejeras de Bogota^^, el nivel de in-gresos de los vendedores ambulantcs bajo.Segun la explicacion te6dco de Hugo LopezCastano, Marta Luz Henao y Oliva Sierradc la Universidad de Antioquia, cuando elsector formal cntra una recesion economica,surge un modelo "aciclico" o "anticiclico"donde el ingreso del sector informal dccrc-cc como resultado de que mas trabajadoresingresan al sector informal para suplir suingreso mcnguante (L6pez Castano, et. al.,1986).

Como ya se establecieron los factores subya-centes a la capacidad de los Alcaldes elegidosde recuperar cl espacio publico, la siguienteseccion dctalla las consecuencias de estas cam-pafias en pro del espacio publico.

5. Los resuitados de la guerra por elespacio en Bogota

Las iniciadvas de la recuperacion de espaciopublico fueron masivas y sin antecedentes enuna ciudad en la que los vendedores estabanen una posicion muy fijcrte para resistir tosintentos de desalojo de una Alcaldia Mayormuy precada en terminos institucionales yfinancieros. Esta recuperacion del espaciopublico y las inversiones en centros comer-ciales cambiaron de manera apreciable la vidaen Bogota para los vendedores reubicados ypara cl publico en general: este capitulo pre-tende explicar de que manera se dio esto. Estaultima parte esta dividida en dos seccionesen las cuales se detallan los resultados de lasguerras por e! espacio en Bogota. La pdmeradescdbe los resultados de un sondeo realiza-do por el autor con vendedores reubicadosque muestra evidencias acerca de si hubo al-guna mejoda en sus condiciones de trabajo yen su nivel dc ingresos luego dc serrelocalizados en vados centros comerciales deBogota. Otra secci6n descdbe los impactosde mayor envergadura de la recuperacion detespacio pubtico: ta restauracion del ordenpublico, la revi tal izacion del centro de la ciu-dad y la agudizacion del conflicto social. Enuna nota conclusiva se discuten lineas fijtu-ras potenciales de manejo del espacio publi-co en Bogota.

5.1. Efectos sobre los vendedores reubi-cados en centros comerciales

Para medir los cambios en las condicionesde trabajo y en los ingresos de Ios vcndedo-

" Para calcular elinjjreso disponible de losvendedores amhulantes,el autor desarrollo lasijjuiente formula:

Y^ . f5, ~RJ * (DJ

donde T^ - numeromedio de renta netamensuai

S^ - numero mediode ventas diarias

R^ - numero mediode reinversion diaria

D ' numero dcdias cada mes(365/12)D^ - proporcion dedias trabajados cadamesH, = proporcion que notrabaja en diasfestivosH = numero medio dediasfestivos al mes enColombiaSS = numero medio depa^os mensuales deseguro socialSS = proporcion devendedores ambulantesquepajtati se^uro social.

La aplieacion de laformula resulto en lasiguiente ecuacion paralos 210 vendedoresambulantes:

Continua.

L A tlUKRRA POR KI, ESPACIO EN B O G O T A : LA " R E C U P K R A C I O N " DKI. KSPACK) P U B I . I C O Y

Page 22: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Continua nota 25.

T =I (20.000 pesos-5.2S0pesos)} * /30.41661 *

}(6,2438 dias/semana v7 dias/semana) } -

1(0,538* 1,4999) *(20.000 pesos - 5.250

pesos)} - (45.000pesos/mes * (24/210))

= 383.133 pesos/mes(197 dolares en

noviembre de 1999).

^^ El cdlcuUi es para unafamilia de cinco personas e

incluye comida, salud,arriendo, ropa, educacion,

eritretenimiento,transporte y otros castos.

Vease Gomez Vargas(2000).

^^ Viase Donovan (2000:4). La Arquidioccsis de

Bogota y coiWHSestimaron que el 36% deltotal de jefcs de hqffares

desplazados se asumcncomo vendedores

ambulantes o dedicados aotras formns de economia

informal (Arquidiocesisde Bogota y COPHHS,

1999: 32).

^^ Centro ComercialCaravana, Centro

Comercial Chapinero,Centro Comerctal Social

El Restrepo, CentroCultural del Libro, La

Caseta Feria Popular deKennedy, Local CuatroVientos, Locales de los

Vendedores de Flores(Avenida Caracas con

68), Mercado de lasPulgasy Rotonda de la

Candelaria.

res reubicados, y las diferencias entre mer-cados especializados y no especializados, elautor diiigencio un cuestionario a 177 ven-dedores en nueve diferentes centros comer-ciales a donde fueron trasladados. En sietede estos centros se les permido a los vende-dores ofrecer una gran vadedad de bieneslegales, mientras que otros dos fueron dise-nados para vender un solo producto, librosen un caso y flores en el otro. El propositodei cuesdonario fue evaluar hasta que pun-to los vendedores obtuvieron mejoras enterminos de ingreso y de condiciones iabo-rales como resultado de la reubicacion. Elsondeo fue realizado en abdl y mayo del2000 en coordinacion con ia Universidadde Santo Tomas de Bogota e incluyo nuevemercados^". A partir de estas entrevistas sehicieron varios hallazgos en los aspectosmencionados.

En primer lugar, los vendedores reubicadosexperimentaron progresos significadvos enlas condiciones ambientales de sus iugaresde trabajo. Como flie diflindido por el Eon-do de Ventas Populares y en los medios decomunicaci6n^^,las mejorias de los vende-dores ambulantes en este sentido fueronenormes. Para establecer los logros en lascondiciones de trabajo, el autor pidio a es-tos 177 vendedores que compararan lascondiciones ambientales de su trabajo en susitio actual y en el lugar donde operabanpreviamente a la relocalizacion. Esto se hizoa pardr de la calificacion de diez vadablesambientales (aire, limpieza, polvo, recolec-cion de basuras, luz, ruido, olores, espacio,temperaturay agua)ordenadasen ""buenas","regulares" y "malas'' (ver el cuadro 2 para

examinar los resultados). Agregando estasvariables, solo un 15% de Ios vendedorescalificaron estas vadables ambientales como"buenas" en sus puestos de trabajo calleje-ros, mientras el 67% de ellos calificaron como"buenas" estas condiciones en Ios mercados.De manera similar, el 51% de los entrevista-dos calificaron sus condiciones ambicntalesen ta calle como "malas" en contraste conquienes calificaron de esta manera sus con-diciones en los centros comerciales, alrede-dor del 10%.

Los beneficios mas notables que experimen-taron tos vendedores reubicados estuvieronrelacionados con el aseo, la recoleccion debasuras y los niveles de ruido. Mientras queel 75% de los vendedores en los mercadoscalificaron la limpieza de estos uldmos como"buena" solo el 11% de ellos pudo otorgaruna calificacion similar a sus condiciones enla calle. Las mejoras en la recoleccion debasuras fueron igualmente altas: mientrasque solo el 20% de los entrevistados opina-ron que este aspecto era "bueno" en la ca-lle, cerca del 77% Io considero de esta maneradentro de Ios mercados. De la misma for-ma, el sondeo mostro qtie los vendedoresperciben que se redujeron Ios niveles de ruido. Solamente un 9% considero el nivel deruido en la calle como "bueno" comparadocon la mucho mayor proporcion de ellos,64%, que lo considero asi en los mercados.Ademas de las condiciones laborales, losvendedores reportaron que su entorno detrabajo en el mercado los exponia a meno-res peligros que en las calles. Cuando se lespidio que compararan los peligros en la ca-lle con relacion a los que estaban expuestos

m MICHAEL G . DONOVAN

Page 23: La Guerra Por El Espacio en Bogota

CUADRO 2

CoNnic:ioNEs AMBIKNTALRS DK VKNDEDORFS AMRUIANTES RF.UBICADOS: COMPARACI6N KNTRF,

IAS r O N D i n O N K S CAM.FJFRAS Y IAS DF I-OS MHRCADOS CONSTRUIDOS OFICIAI.MFNTF

Calidad delalte

Limpieza/Sanldad

Polvo

RecoleQ:16n debasuras

Luz

Ruido

Olor

E E ^ O

Temperatura

Disponjbilldaddeagua

Toul

RespuesU

Frecuencia

I^Tiporddn

Precuenda

ftT)porci6n

Frecuencia

Proporcifin

Frecuertda

Proporcifin

Frecuencfa

Propotd6n

Frecuencia

ProfwrciiSn

Precuenda

PropoTd6n

Precuenda

PropordiSn

PrecuendaPropotd6n

Frecuencia

Propordfin

Frecuenda

Porcentaje

"Bueoo"

Calle

11

0,063

20

0,114

170.097

%

0.206

500,284

160,091

21

0.119

390,223

330.188

21

0,120

264

0,150

Meicado

103

0,585

132

0,750

1020.58

135

0,767

1360,773

1130.642

1150,653

1170.665112

0.636

116

0,659

l.lSl

0,671

Diferencia

92

0,522

il2

0.636

850,483

99

0,561

860.489

970,551

940.534

780,442

790,448

95

0,539

917

0,521

"R^ular"

Calle

690,392

56

0,320

370,210

57

0,326

590,335

520,295

580,330

780.446

770,438

53

0,3C8

5960,339

Mercado

51

0,290

32

0,182

450,256

25

0.142

320,182

460,261

500,284

440,250

510,290

31

0,176

407

0.231

Dlferenda

18

0.102

24

0,138

80.046

32

0.184

27

0,1536

0.034

80,046

340,19626

0,148

22

0,127

189

0,108

"Hiio"

Calle

960,545

99

0,566

1220,69382

0,469

670,381

1080,614

970.551

580331

660^75

101

0,577

896

0,510

Mercado

22

0,125

12

0,068

290,165

16

0.091

80,045

170.097

110.065

150.085

130,074

29

0,165

172

0,098

Diferencia

74

0.420

87

0,498

930.528

66

0378

590,336

910,517

860.488

430.246

530301

72

0,412

724

0,41?

en Ios mercados, aproximadamente el 80%de los interrogados afirmaron que los ries-gos eran menores en los centros comercia-les. Interrogados sobre Ios factores massignificativos del incremento en su seguri-dad, indicaron varios de ellos: 73,9% men-cionaron la disminucion en los robos; 29,6%opinaron quc eran menos susceptibles deser atropellados por vehiculos; 12,2% opi-naron que se scntian mas seguros por la au-sencia de pandillas y de mafias ** y 9,4%

dijeron que tenian menos riesgos de acci*dentes laborales. En una pregunta aparte,los vendedores reubicados senalaron quetenian menos perdidas por decomiso demercancias por parte de la policia; 75% dije-ron que estaban menos sometidos a los aco-sos de la policia que en la calle (Donovan,2002).A pesar de que las respuestas relacionadascon las condiciones de trabajo fueron posi-dvas, los resultados de sus respuestas a va-

^' Un articulo deBTkmpQ (1999c)describe los supuestosbeneficios de laformalizacion: "Hoy,hs bojfotanosencuentran sitiosespecificos en donde losvendedores amhulantesfueron reubicados eninstalaciones propias,cerradaSy sejfurasy conlos mismos precios queofrecian en la calle /.../La ventaja esenarme:articuhs muy baratos,en sitios secures,controlados, con espaciospara caminar,parquear el earro v, f«realidad, un ordencomercial similar al quetienen hs^rattdescentras comerciales de laciudad /... / el bicbo deqite manten^an hsmismos precios quetenian en lasealles, loshace muy atractivosatodos hs bogotanos.No en vano, el Fondo deVentas Populares diceque alia estan hsproductos mds baratosdel pais".

•'" El sondeo del autor(1999) en hsocho nodosde mayor afluencia detranseuntes en laslocalidades de Santafe yChapinero repeh quem uchos de hs vendedoresambulantes eran objetode perseeueidn por partede las mafias en la calle.

Continua.

L A G U H R R A KI, HSPACIO F N B O C J O T A : \.A "RECUPKRAClbN** DEL KSPACIO PUBI.ICX) Y SU. . .

Page 24: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Continua nota 25.

Mas de uno de eadacuadro vendedores

ambulantes kspajjabana maftosos por el

"permiso" dc vender enun espacio publico

especifico. Habia variasconsecuencias de no

pa^ar: el 75,5% dijo quesus nejjocios serian

cerrados por la mafia,el 7,6% dijo quc seria

atacado u hosti^adoy el9,3% previo otras

repercusiones.

^'Definido como elnumero medio de hs

impuestos mensuales + elpajjo mensual para una

licencia + los costosmensuales de servicios

publicos + la rentamensual + el costo

mensual de compras.

rias preguntas concernientes al ingreso in-dicaron que la mayoria de los vendedoresreubicados estaban ganando menos de loque obtenian en la calle. No obstante que lapropaganda alrededor de la reubicacion lesprometia ingresos mas altos, la mitad de losvendedores afirmaron que hacian mas dine-ro en la calle que en el mercado. En dos delos proyectos (Rotonda de la Candelaria yCasetas al Respaldo de Ley) todoslos entre-vistados senalaron que hacian mas dinerocomo vendedores ambulantes. Estos resul-tados ratifican estudios previos que estable-cen caidas significativas en el nivel deingresos de los vendedores callejerosreubicados. Porejcmpio, Doris Marlene OleaSuarez y Gonzaio Huertas Laverde documen-taron en un sondeo reaiizado en 1999 sobre120 vendedores del Centro Comercial So-cial El Restrepo, que el 93,3% de ellos tenianingresos menores que en la calle (Olea Suarezy Huertas Laverde, 1996: 32). En un estu-dio de Camilo Gomez Alzate (1992) encar-gado por el Instituto de Estudios SocialesJuan Pablo II en Bogota, encontro que sola-mente 7.5% de vendedores reubicados en elCentro Comercial Supercentro 61 deChapinero y 12% del Edificio Temel gana-ban mas en el mercado que en la calle (GomezAlzate, 1992).

Costos administrativos muy elevados (pa-gos de servicios, arrendamientos y tarifas delicencias) determinaron que Ios vendedoresambulantes tuvieran costos significativa-mente mayores. El calculo de la mediana delos costos mensuales de los vendedores encentros comerciales" arrojo una cifra de642.083 pesos {S312 dolares de 2000,

$339 dolares de 2004). Cuando se les pi-dio que calcularan con un criterio similarsus costos en la calle, su respuesta arrojo unamediana cercana a los 300.00 pesos, menoren 334.212 pesos 163 dolares de 2000,177dolares de 2004). El solo canon de arrenda-miento mensual era responsable por el grue-so de esta diferencia, 193.480 pesos 94dolares de 2000, 102 dolares de 2004).Vale la pena detenerse tambien en el exitodiverso entre Ios mercados especializados ylos no especializados. La mayoria de Ios cen-Pros comerciales son grandes mercados conuna gran variedad de bienes; por ejemplo,los treinta vendedores que persistieron en elCentro Comercial Caravana venden velas,juguetes, incienso, estatuas religiosas, co-mida, ropa y partes elcctricas. En esencia, laorganizacion de este mercado es tan caoticacomo los productos que venden y tanasistematica como lo era cuando estaban enla calle. En contraste, los mercados especia-lizados como el Centro Cultural del Libroo los Locales de Vendedores de Flores ofre-cen varios tipos de un mismo producto. Porejemplo, en el Centro Cultural del Libro,un comerciante se concentra en la venta detextos de colegio, mientras que otro se es-pecializa en textos de ficcion y en novelas.En este sentido, el mercado cspecializadoofrece algo fundamentalmente diferente quesu contraparte de venta ambulante.Al ser reubicados en centros comerciales, losvendedores que fueron trasladados a merca-dos especializados experimentaron incremen-tos en clientela y un poco mas dc la mitadrespondicron que hacian mas dinero en elcentro comercial que en la calle. Mientras

MiCHAKi. G. DONOVAN

Page 25: La Guerra Por El Espacio en Bogota

que solamente el 24% de los vendedores enmercados no especializados vieron aumen-tar el numero de sus clientes, esto sucedioen e! 52% de Ios que operaban en mercadosespecializados. Cuando se les pregunto a losvendedores en mercados no especializadossi ellos ganaban mas que quando eran ven-dedores ambulantes, 20,3% dijeron que ga-naban mas en el mercado. La respuesta delos comerciantes en los mercados especiali-zados fue mas alta: mas dc la mitad de losvendedores especializados (51,9%) respon-dieron que hacian mas dinero en el centrocomercial. Aunque el numero de comer-ciantes especializados que hacian mas dine-ro en cl centro comercial todavia cs bajo-solo la mitad- tuvicron mas exito que Iosque no estavan en centros comerciales espe-cializados.

5.2. DesereiSn

A pesar de las mejorias impresionantes de laseguridad y de las condiciones dc trabajo enlos centros comerciales, no seria apropiadoafirmar que estas ventajas son representati-vas de todos los vendedores reubicados. I-aalta tasa dc dcscrcion dc los centros comer-ciales, a veces superior al 80%, pone en cues-tion la representatividad de esta muestra. Elresultado dc las respuestas sobre el ingreso,por ejemplo, habria sido mucho menos favo-rable si los interrogados hubieran sido elconjunto original de vendedores reubicadosen lugar los suficientemente afortunadospara seguir vendiendo en tales condiciones.El siguiente cuadro muestra las altas tasas dcabandono en Ios proyectos dc reubicacionde Bogota.

CUADRO 3

Los FRA<:ASOS: NIVKI.KS DK ABANDONO KN CINCO CKNIROS CXJMKRCIALKS

Nombre

Centro ComercialSupercentro 61Locales Centro

Comercial MinicentroLa Caseta Feria

Popular de la Carrera38—Sector "Biblos"C entro Comercial

CaravanaCaseta Feria PopularRotunda Chapinero

Fromedio

Numero desoluciones

379

37

405

340

35

L196

Numero de puestosabandonados

149

28

305

160

23

665

Porcentajeabandonado

39%

76%

75%

47%

66%

56%

Fuentes: los^ Arist6bulo Cort£s G6mcz (2003), Ramirez et al. (2003) y observaciones del autor.

L A CiUKRRA POR Kl. HSPACIO KN B O G O T A : IA " R K C U P K R A C ^ O N " DKL KSPACIO PUBLKX) Y SU. m

Page 26: La Guerra Por El Espacio en Bogota

" Antonio, entrevista(16 de octubre de

2001).

•" Cesar Hernan CastroCruz, entrevista eon el

putor (17de octubre de2001), Bogotd.

^ Posada V Ballinas(1995:38.56), citadoen Harrison y McVev

(1997).

Mientras que las mejoras de tas condicionesde trabajo son una consecuencia positiva deta reubicacion, ta atta tasa de desercion con-tradice et objetivo de tos centros comercia-tes: evitar que tos vendedores sigan operandoen et espacio pubtico. A pesar dc que tos ven-dedores obticncn ventajas en cuanto a tacatidad de sus condiciones de trabajo, esteaspecto es insuficiente para mantencrlos ven-diendo en un mercado. En patabras de An-tonio, un vendedor reubicado en ct CentroComcrciat Caravana, "puede que ahora tcn-gamos menos accidentes y cnfermedades ta-borales, pero estamos mas enfermos por elhambre cau.sada por no poder vender nin-guna mcrcancia "32

5.3. Desplazamiento centrifu^o de laventa ambulante hacia el espaciopublico exterior al Centro Historico

Con pocas barrcras para cl ingreso a eltas yanos dc contactos y de experiencia en la ven-ta cattejcra, muchos dc tos reubicados re-tornaron a tas mismas areas dc donde se ioshabia dcsatojado. A pesar de que esto cs di-ficit en atgunos casos, como en SanVictorino, donde ta policia vigila veinticua-tro horas at dia, muchos deciden instalarseen tos airededorcs del parque o de ta ptazadonde vcndian antes. Ei economista CesarHernan Castro estima que la poblacion devendedores ambulantcs en et sector dct 20de Jutio, en el sur dc Bogota, se ha mas quedupticado desde el momento de la evicciony a pesar de la vigiiancia policial y las reu-bicaciones". De la misma forma como el aircde un globo cambia dc lugar ante la mini-

ma presion, la venta ambulante se desptazahacia et espacio publico que ticnc menosvigiiancia. En este sentido, tas potiticas di-scnadas para beneficiar a "todos tos bogo-tanos" mediante ta preservaci6n det CentroHistorico ocasion an inconvenientesdcsproporcionados a tos residentes dc atgu-nos barrios poputares, que ven crecer ta po-blaci6n de vendedores ambulantes frcnte asus hogares.Estos trasplantes tienen sus precedentes. Enet niicteo dct Ccntro Historico dc Ciudaddc Mexico, ta crradicacion de tos vendedo-res ambulantes estuvo acompaiiada no sola-mcnte por un incremento efectivo delnumero total dc ambulantes en ta ciudadsino tambien por ta proliferacion dc pues-tos dc vendedores en la periferia dct area res-tringida. Un censo dc comercio amhulantcetaborado por ct Departamento dc Dcsarro-llo Economico det Distrito Federal de laCiudad dc Mexico hatto que et desptaza-micnto de tos vendedores det area centralprodujo su concentracion en ta periferia deCSC sector^.

5.4. La intensificaciSn de laguerra porel espacio

Cx)n mucha frecuencia, et desatojo dc tosvendedores ambutantes despierta una fcrozresistencia por parte de estos trabajadores,quo no encuentran facilmcnte atternativasde eniptco. Cuando ct ex Atcalde de La Paz(Bolivia), Juan del Granado, anunci6 laerradicacion de 50.000 puestos de ventainformal en la ciudad, miles de vendedoresbtoquearon et trafico y proccdicron a sitiar

MiCHAKI. G. DONDVAN

Page 27: La Guerra Por El Espacio en Bogota

la munieipalidad^^. Durante una campanade desalojo de comerciantes informales lan-zada por la alcaldi'a de Seiil, un vendedorambulante se inmolo en protesta por esapoli'tica-*''. CXiando el Alcalde de Nueva York,Rudolph Giuliani, movilizo a cientos depolicias antimotines y de caballcria (Zukin,1997: 214). Para impcdir que los vende-dores ofrecieran su mercaneia en MercadoAfricano de la Calle 125, Al Sharpton in-terpuso una demanda de aecion civil con-tra la ciudad de Nueva York en la queargumentaba que se estaban violando losderechos civiles dc los vendedores (Kennedy,1994).En el caso de Bogota, los Alcaldes etegidostuvieron serias dificultades para implementarla reubicacion masiva de los vendedores. I jPolicia Metropolitana de Bogota tuve queusar varios buldozeres, helicopteros y tres milpolicias para desplazar a cuatrocientos ven-dedores en el Mercado de San Victorino".I,as asociaciones de vendedores dcsviaron sufrustracion con la Alcaldia hacia las embaja-das y discutieron propuestas con las Fare, lamayor guerrilla de Colombia. Por ejemplo,el 2 de marzo de 2000 un grupo de tres-cientos vendedores ocupo la NunciaturaApostolica en el Centro de Bogota, en pro-testa por las politicas de reubicacion delGobiemo""*. En julio del mismo afio, masde 150 vendedores asediaron la embajadade C anada para protestar por su desplaza-miento''' y mas tarde, en diciembre de 2000,la protesta de Ios ambulantes termino con latoma de la embajada de Venezuela en Bogo-ta. Sin duda, la accion mas drasdca que em-prendieron Ios vendedores callejeros fue

abandonar las negociaciones con el Gobier-no y viajar hasta Villanueva, en el remotoCaguan, para reunirse eon lideres guerrille-ros e indagar si sus demandas podn'an in-eluirse en las propuestas economicas de lasEarc^"'". Una ruptura de este tipo con el Go-bierno fue sintomatica de una erosion masprotiinda de las relaciones entre el Gobiernoy las asociaciones de vendedores.La represion de la venta ambulante no sola-mente ha exacerbado el conflicto social yaexistente en Bogota sino que ha creado nue-vas modalidades de este. Antes de las gran-des inversiones en reubicacion, Ios conflictospor el espacio enfrentaban al Gobierno lo-cal con la poblacion de vendedores ambu-lantes; hoy, el gran excedente callejcro devendedores reubicados hace aparecer la pro-liferacion de la venta ambulante no comoun efecto de la ausencia de regulacion gu-bernamental sino como un producto de esamisma regulacion. Dado que Ios reubicadosfirman un contrato que los obliga a pagarun arrendamiento, estos comerciantes falli-dos usan el centro comercial solamente comobodega para guardar la mercaneia que ven-den en la calle. En este sentido, los vende-dores fallidamente reubicados enfrentan unadoble persecucion por parte de las autori-dades. De una parte, son presionados por losinspectores de los mercados, quienes preten-den obligarlos a que vendan en sus instaia-ciones, y, de la otra, son perseguidos por lapoiicia en la calle. Su existencia en una zonagris entre la regulacion y la informalidadlos pone en una condicion semejante a la deIos vendedores ambulantes de Ciudad deMexico conocidos como "toreros" porque

•'* nyE News Services(2001).

"^ Seoul KRS-1 TelevisionNetwork (1999).

•' Los cdUulos son deEnrique PeiialosaLondono, citado enHeccasstna (2000: 212).A pesar de que buenaparte de los conflictosmds I'istbhs emerge delas operaciones dereiibicacit'm dcjjranescala, la opcraeiontipica de desalojoinvolucra a cuatro ocinco policias, ysuobjetivo cs un tmicopuesto dc ventas. Untestimonw dc unavendcdora attihulantedesalojada, MariaNatividad GonzdlezRuiz, fue publicado enBarrera I'arra (1999,citado en Donovan2002: 115). Uvendcdora vcndiaarcpasen la cruzadaentre Calle 16yCarrera 4^.

^'' Hh'h NcjvsServices(2000).

•'" Radio Caracol(2000).

'"' Radio Caracol(2001).

•" Tambien surjfieronentre el publico v en laprensa criticas a lareubicacion. Variosperiodistas convirtieron

Continua.

LA CL'KRRA I'OR KI. KSPACK) KN BotioiA: lA "R>:CUPKRACI6N" DHL RSPACIO PUBLICO Y SU. . .

Page 28: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Continua nota 41.

al Alcalde Penalosa enun chivo expiatorio porsus acciones dc desahjo

dc los ambulantes.Antonio Caballero

(2001), columnista dela revista Semana, lo

llamo Neron porsu"ferocidad para con hsvendedores ambulantesarrojados a lasfieras

fde hs cuales I noquedan ni hs huesosmondos y lirondos".

*-El Tiempo (15 dejunio de 2001).

*' Instituto Distrital deCultura V Turismo (12dea^ostode 1998:3.3).

•" Instituto Distrital deCulturay Turismo,(14 de diciembre de

1998: 44).

•'MnteramcricanOcvclopmcnt Bank

Report 1999, citado enEl Tiempo

(9 mayo, 2000).

12

se la pasan lidiando el toro de los inspectoresdel mercado y de los polici'as (Cross, 1998:99).

5.5. La ^recuperacion " del orden publicoy la persistencia del desorden publico

Esta seccion describe el impacto de la ventacallejera no sobre un grupo especifico depoblacion, como Ios mismos vendedoresamhulantes, sino sobre la poblacion gene-ral de Bogota. En primer lugar, en una li-nea mas bien optimista, se discutira comola reubicacion de vendedores ha hecho quela gente rccupere la confianza en la capaci-dad de la Alcaldia Mayor de preservar el or-den publico en el Centra Historico. Sinembargo, en vez de sostener que la percep-cion del "orden publico" queda intacta des-pues de la "recuperacion," el fracaso encuanto a preservar del deterioro fisico estosespacios recuperados constituye el argumen-to central que pone en duda el impacto delos programas de rescate del espacio publico.Despues de anos de secuestros y de estalli-dos de bombas, ligado esto al trafico de dro-gas, en los anos ochenta muchos bogotanosse sentian extremadamente temerosos encuanto a su seguridad fisica, de una parte, y,de la otra, abandonados por la AlcaldiaMayor en este terreno. A pesar de que lamayoria de los vendedores ofrecian mercan-cias legales, pero de manera informal, se Iosasociaba con los gangsters de la economiasubterranea del contrabando, demonizadopor El Tiempo como "un negocio lucrati-vo, no para los vendedores, sino para la os-cura mafia que los manejaba [... una]

1%

pantalla para esconder el producto de atra-cos callejeros [y] para esconder toda suertede droga ilegal""*-. Kl control de la pobla-cion de vendedores ambulantes se conside-ro, por lo tanto, algo crucial para la defensade la economia legal, basada en el pago dcimpuestos y el respeto a la propiedadpHvada.Ante estas prcocupaciones gencrali/.adas, ydada la mencionada redefinicion de respon-sabilidades de los Alcaldes frente al espaciopublico, estos se propusieron controlar elcomercio informal, apoyados en la nocionde que este propicia las actividades crimina-Ics. Aunque en Bogota no cxisten estadfsti-cas que asocien ta criminalidad con laprofesion de vendedor ambulante, es eviden-te que los bogotanos tienden a ser victimasde ataques criminales con mayor frecuenciaen el Centro, en lugares que coinciden conaquellos donde los vendedores amhulantesofrecen sus mercancias. En un estudio dc1998, encargado por el Instituto Distritalde Cultura y Turismo de Bogota, un son-deo alcatorio hecho entre 1.604 adultos dcla ciudad revelo que ei 45% de ellos habiasido robado, asaltado o agredido por lomenos una vez en cl Centro'*^ Cuando seles pedi'a que indicaran cual era el area maspeligrosa del Centro, el 47% sef\al6 elmercado de San Victorino' ' . No obstanteser innegable que el crimen ha disminuidotanto en San Victorino como en toda Bo-gota (el numero de homicldios anuales enla ciudad cayo de 4.452 en 1993 a 2,238en 2000)"* , no es claro que esto obedezca,siquiera parcialmente, a la recuperacion delespacio publico. Se requiere dc investiga-

MiCHAKi. G. DONOVAN

Page 29: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Eoros 1 Y 2MKRCAHO PK SAN VICTORINO: ANTKS Y

Antes (1997) Despues (2000)

Fuentes: "Ariics": Memories dfl Scminario "Bogota sostenibic" (1999), o-RM [magcn Digital Ltda., Bogota;"Duspiics": Archivo Fotografico del Plan Centro. Cortesia del director dc la Oficina del Plan Centro, cenicntecoronci Jos^ Rodrigo Palacio Cano.

cioncs ulteriores que diluciden a cuales dclos siguientes factores responden estas me-joras de la seguridad: 1. un mejor disefiofisico de esta plaza, 2. cl aumento de lavigilancia policial, 3. e! desplazamiento delos vendedores, 4. la retirada de las guerri-llas urbanas (HI,N, Earc, M-19) del Centrodc Bogota o 5. la emigracion de clienteladc Ios vendedores ambulantes propensa acometer crimencs.

Es dc esperarse que la recuperacion del es-pacio publico, espccialmente del cercano azonas comerciales y a parques, genere me-jores oportunidades economicas para Ioscomerciantes del centro. Desde el "bogo-tazo" dc 1948, cl Centro Historico ha reci-bido muy poca inversion y, a pesar de que csmuy pronto para saber si ha habido una

reinversion significativa en ^1, existen cier-tos indicios prcliminares dc ello. Un estu-dio de la firma Economctria calcula en unos208 miilones de dolares los beneficios co-merciales y en transporte, valorizacion, cri-minaiidad y anos dc vida de sus habitantesque puede llevar el proyecto del Parque Ter-cer Milenio al barrio Santa Incs** . No obs-tante, esta prcdiccion da por sentado quelos negocios y residentes van a reubicarse enei Centro de Bogota. Cambiar ia percep-cion del Centro como pcligroso entre Iosbogotanos, especialmente entre quienes hansido agredidos o robados, es una tarea quepuede tomar anos o, incluso generaciones*'''.Ademas es importante subrayar que el espa-cio pubiico nunca puede "recuperarse" com-pletamente, ya que, sin mantenimientoconsistente, el aquel volvera a caer en un

*" Citado en Semana(19 de febrero de2002).

*' Sin importar lalocalizacion precisa delos parques en el CentroHistorico ni suscaracteristicas, el 58%de los entrevistados enun sondeo alincatoriodel lnstituto Dntrttalde Culturay Turismo{1998b) clasificaron losparques centrales como""pelijirosos" 0'^extremamentfpeli^rosos".

UtiUHRRA POR Kl. blSl'ACMO KN BoGOTA: IA " R B C U P K R A C I O N " DKI. liSI'AC;iO PUBLICO Y SU. . . 1T)

Page 30: La Guerra Por El Espacio en Bogota

''" Citado en Semana(17de enero de 2003).

estado de deterioro. Luz Angela Mondra-g6n,subdirectorade Infraestructura y Espa-cio Pubiico de Planeacion Distrital, explicaeste dilema: "Este pais siempre hace cosas,pero nadie sc preocupa nunca por quien lasva a man tener "'*'*. Otra vez, la Plaza dc SanVictorino pone ante los ojos del lector unlente de aumento para que vea mejor ladinaniica de recuperacion y perdida por faltade mantenimiento adecuado. Infortu-nadamente, la obra central de la reestructu-racion dc dicha plaza, "La mariposa" delmaestro Edgar Negret, que se inaugurocomo "el orgullo bogotano, ya no es sinoel espacio donde los malos olores y la basu-ra espantan a turistas y visitantcs", segun uninforme reciente de la revista Semana. Sudeterioro prematuro ilustra la subdotacionsistematica de mantenimiento de espaciospublicos en Bogota. Por ejemplo, en 2002el Instituto de Desarrollo Urbano tenia unpresupuesto de apenas 300 millones de pe-sos (119.619 dolarcs dc 2002, 124.539dolares dc 2004) para mantener 640 mo-numentos en ta ciudad, incluso "La mari-posa". Con un promedio de solo 468.750pesos al ano (186,90 dolares de 2002,194,59 dolares de 2004) para cada monu-mento "La mariposa" se deterioro rapida-mente, los rojos y azules brillantes dc laescuitura terminaron cubiertos de mugre ygrafitos. '

Sin recursos adecuados para mantener "Lamariposa" y otros monumentos de espaciospublicos, el Gobierno local esta empezan-do a privatizar el mantenimiento de dichosespacios, animando a los vecinos a limpiar ycuidar los espacios recuperados. En Ios pro-

m

gramas que se llaman "demos," el IDU res-palda programas de concientizacion paraconvencer a Ios vecinos de que se respon-sabiliccn del mantenimiento de los sitios.El iDullega a los barrios con elementos comotrapos, cepillos y jabon y se hace un actoprotocolario en el que se le entregan losutensilios a la comunidad para que cuidetos sitios. Ahora, con tantos espacios recu-perados y con tan poco dinero para mante-ner los sitios, el IDU quedo en una posiciondificil, ya que en un momento promovio eldesalojo de vendedores ambulantes de SanVictorino y recientemente ha pedido su asis-tencia y tjempo para mantener como nue-vos los espacios. En la medida en que elmantenimiento de los espacios publicos sevuelva una prioridad mas seria para cl Go-bierno local en el futuro, los espacios recu-perados seran menos extensos y estaran mas"acicalados". l

6. Nota final

Mas que insinuar que la recuperacion delespacio publico ha sido impulsada de ma-nera exciusiva por la aspiracion dc algunospoliticos locales a reafirmar a Bogota comola verdadcra capital de Colombia, esta in-vestigacion quiere Ilamar la atencion sobreel hecho de que las poh'ticas de rescate delespacio publico se desarrollan en un deter-minado contexto que incluye dimensionesestructurales tanto economicas como po-liticas. La eleccion popular dc Alcaldes lespermitio a los candidatos utitizar el espa-cio publico como un instrumento para aco-piar apoyo electoral, mientras que, como

i. G. DONOVAN

Page 31: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Alcaldes, la creaci6n dc espacio publico lesdio la oportunidad de "dejar su firma" enla ciudad, diferenciandose de las adminis-traciones anteriores, en circunstancias enque la fragmentacion de las asociacionesde vendedores ambulantes facilitaron laimplementacion de estos proyectos conmuy poca oposicion efectiva. Combinados,estos factores dan una explicacion por quelos Alcaldes de Bogota elegidos popular-mente fueron capaces dc recuperar mas es-pacio que sus predecesores.Tras quince anos dc campanas de defensadel espacio pubtico de los Alcaldes electos,tres tendencias eran vi'sibles a pesar de losdiferentes projectos lanzados. En primerlugar, el tema del espacio publico y Ios ven-dedores ambulantes ha sido cada vez maspolirizado: sc transformo dc un tema mar-ginal en las eleccion de 1988 a um temacentral de debate politico en 2003. Porejemplo, mientras que en la administracionPenalosa se pudieron recuperar o crear430.000 metros cuadrados de espacio pu-blico, despues de su victoria en 2001Antanas Mockus afirmo que adquiriria orehabilitaria 6.002.100 metros cuadradosadicionaies de espacio publico (Mockus,2001: 34). Pero no solamente la cantidadde espacio publico recuperado ha adquiri-do connotaciones poliricas sino que tam-bien el estilo de tratamiento publico se estaconvirticndo en un simbolo politico. Paradifcrenciarse dc la administracion Penalosa,Mockus utiiizo un esquema participativoque caiifica a Ios ciudadanos para monitoreare! espacio publico en lugar de utilizar poli-

. Hoy en di'a, el Alcalde Garzon sc ha

alejado de Penalosa y Mockus adoptandouna actitud mas tolerante: despues de suvictoria en 2003 afirmo que "las ventas enla calie son una necesidad de Ios ciudada-nos"^". Las futuras poiiticas de rescate delespacio publico se van a disenar de tal ma-nera de ser un medio de ganar legitimidaddemocratica y trascender las obras de alcal-des anteriores.A pesar de que es muy pronto para determi-nar cual esquema de manejo dei espaciopublico es m^s efectivo, uno "duro" o uno"blando", las intervenciones se han caracte-rizado por una segunda inclinacion: sc con-centraban en una pequena parte dc la ciudad,el Centro. Poli'ticamente, la inversion en elCentro de Bogota es mucho mas facil dcdefender que en otros espacios. En la zonacentral esta io mas importante del patrimo-nio arquitectonico de la ciudad; cs el sim-bolo del poder administrativo local y es unazona aitamcnte frecuentada, a la que acu-den diariamente mas dc 300.000 bogota-nos. Las acdvidades terroristas tambien scconcentraban en el Centro Historico^', y dcesta manera las acciones de recuperacion delespacio publico armonizaban de manera muyelegante con las campanas de los Alcaldespara mejorar la seguridad publica en Bogo-ta. En un sentido, la alta conccntraci6n dcproyectos en el Centro cs cl reflejo de unaeiudad enormemente concentrada en todo,en comparacion con otras ciudades de sutamano actual y potencial. Por ejemplo, se-gun la Mesa de Planificacion Regional: Bo-gota-Cundinamarca (2003) mientras que el88% de la poblacion de Bogota vive en elcentro urbano y el rcstante 12% en el entor-

*"/,« ciudad deManizales bajo elAlcalde CcrminCardona Gutierrez(1999-2002) lanzo unapolitica parecida en2000 en dondcvendedores ambulantesautorizadosServian de"/juardianes dc espaeiopublico^ en lascallesdonde vendianile/jalmente antes. ViaseSalazar (2000).

^" Citado en El Tiempo(2003).

" PoliciaMetropolitana deBosotd (2001) cttadoen Antanas Mockus,'^liow a City Recovers

fromViolence andTerrorism," WorldWide Web. http://

sfs/profira ms/clas/Colombia/ < 26 denoviembre de 2001>.

^^ El entorno de Bojjotaincluye la Sabana v losvcintt municipios deldepartamento deCundinamarea querodean la ciudad (Mesade PlanificacionRegional: Bojfotd-Cundinamarca 12003}).

LA C.UERRA POR HL ESPACIO EN B()C;OTA: \.A '*RKC:UPERACI6N" DEL ESPACIO PUBLICX) Y SU. . .

Page 32: La Guerra Por El Espacio en Bogota

^ Los datos son de laMesa de Planificacion

Rejfional: Bojjotd-Cundinamarca (2003).

Su informe tambienrevela que el 24%, el

33%, el 40%, y el 43% seconcentran en los

Centros respectivos deTokio, Paris, Nueva

York V Londres.

** Central Unitaria deTrabajadores,

Confedcracion Generalde TrabajadoresDemocrdticos y

Confederacion deTrabajadores de

Colombia.

^^ Estos edificios noatraen mucha clientela

y normalmente losvendedores no

especializados estanmejor economicamente

en las calles que en losmercados. En contraste,

los vendedoresreubicados en mercados

cspcctalizadosciimo clCentro Cultural delLibro 0 los locales devendedores de/lores

reciben mds clientela yjjanan mejor que en lacalle. Por eso, cl Eondo

dc Ventas Populares debeseguir este modeloydejar el modelo decentros comercialescolosales, qne no ha

tenido cl mtsmo nivcl deexito.

no", el 25% de Buenos Aires y et 38% deSao Pauto se concentran en tos centros^'.Dada ta concentracion desproporcionada deta economia y la poblacion bogotana, no csmotivo de asombro que haya congestion devendedores ambulantcs y proyectos corres-pondientes en el Ccntro.Tercero, entre 1988 y 2003 faltaban unainstitucion con mayor estabilidad para ha-cer un esfuerzo coherente orientado a losvendedores ambulantcs y para remediar lasrelaciones deterioradas entre estos y cl Go-bierno. Esta no es una observacion nueva:hacia principios de 1996 la Mesa Distritalde Negociacion y Reconciliacion fue pro-puesta para ofrecer alternativas de solucionrespecto al uso del espacio publico y el temadc la informalidad urbana callcjcra. Iba aestar compuesto dc un corte transversal desindicatos y entidades gubernamentales,incluso con represcntacion dc Ios comer-ciantes callejeros en cabeza dc ias tres cen-trales obrcras^**, del Comite Intersindica!que representa exclusivamente a organi-zaciones de comcrciantes informales y dcla Organizacion Internacional del Trabajoy con la presencia del Consejero Social paraBogota, del Director del DepartamentoAdministrativo dc Accion Comunal delDistrito y det dclcgado del Programa dcNaciones Unidas. Aunque se acordo esta-blecer la mesa permanente de negociaciony concertacion bajo decreto cxpedido poret Alcalde Mayor de Bogota, dicho decre-to nunca se promulgo (Olca Suarcz y Huer-tas Laverde, 1996: 35). Una institucioncomo la Mesa Distrital de Negociacion yReconciliacion puede atender a tos vende-

dores informales de una manera permanen-te, no dct modo esporadico como tamiriada dc programas para espacio pubticoy vendedores ambulantes que se succdcroncasi como mareas cotidianas. Esta accionahora es supremamente importante dadasla escasez dc alternativas de empteo paratos vendedores ambutantes y ct hecho queunos programas de reubicacion, especial-mente a los centros comcrciatcs no cspe-ciatizados sin clientela, ha debititado taconfianza dc tos vendedores ambulantes entas autoridades municipates^^.Mas alia de las tendcncias at dentro dc Bo-gota, a una escata mayor, ta rcctiperaciondct espacio pubtico en et Centro Historico deBogota cncarna un objetivo mas ampliodc unificacion nacional y dc construcciondel Estado. El reconocimiento de Bogotacomo centro indiscutido de poder politi-co y economico es atgo reciente en Colom-bia. La historia urbana cotombiana no haestado marcada por ta primacia de Bogotdsino por to que et geografo VincentGoueset tiama ta "cuadriccfatia urbana"compartida entre Bogota, Medcttin, C ati yBarranquilla. Ante esta fragmentacion na-cionat, ta recuperacion dct espacio pubticoen et Centro Administrativo dc Bogotabusca confirmar ta primacia dc ia capitalen una nacion geograficamente fracturada.Finatmcntc, tos proyectos de recuperaciondel espacio pubtico son un cuchitto dc do-bte fito, que proporciona a tos bogotanosuna mejor movitidad y mas areas recreati-vas, pero at costo de ta marginacion de cien-tos de vendedores. l>as futuras "guerras porct espacio" en Bogota se estaran disputandt)

i. G. DONOVAN

Page 33: La Guerra Por El Espacio en Bogota

no s61o en et espacio fisico sino tambienen los foros donde los politicos detcrminan su vision dc espacio publico y !a dcba-ten con et pubtico. Si la vision no cambiafundamentaimcnte dc tal modo que tomeen cuenta mantenimiento continuado, di-ferentes conceptos de espacio pubtico e laformacion de instituciones permanentespara resolver conflictos entre los vendedo-res ambulantes y el Gobierno, las "guerras"estaran signadas por victorias pirricas.

Bibliografia

Alcaldia Mayor de Bogota D. C , Secretariade Gobierno, Fondo de Ventas Popula-res, 2001, "Intbrme gerencia junta di-rectiva" (inedito).

Angcll, Alan Pamela Lowden and Thorp,Rosemary, 2001, Decentralizing De-velopment: The Political Economy ofInstitutional Change in Colombia andChile., New York City, Oxford Univer-sity Press.

Ardila Gomez, Arturo, 1997, The Decen-tralization of the Government of Bogo-ta: Benefits, Problems, and PossibleSolutions {Master in City Planning ( MCP]Thesis), MIT Department of UrbanStudies and Planning.

Arquidiocesis de Bogota y CODHKS, 1999,Desplazados: huellas de nunca borrar.,Bogota, Kimpres.

Harrera Parra, Marielena, 1999, "I-a manoque limpia," El Espectador, MagazinDominical, num. 827, 21 de marzo.

Beccassino, Angel, 2000, Penalosa y unaciudad 2.600 metros mds cerca de las es-trellas., Bogota, Grijalbo.

Caballero, Antonio, "Caligula, Alcalde",Semana., num. 977.

CortesGomez, Josc'Aristobulo, 1998, "Re-ferencia: Reubicacion comcrciantes Ga-Icrias Antonio Narino", GKR-I 179-98(Fondo de Ventas Populares) (carta en-viada el 9 octubre de 1998 a la JuntaDirectiva de la Asoeiacion de Comercian-tes Unidos de Galerias Antonio Narino[Acugan]).

, 2003, "Informacion de progra-mas sobrc ventas amhulantes y estacio-narias" (informe inedito).

Cross, John, 1998, Informal Politics:Street Vendors and the State in MexicoCity., Stanford {C:A), Stanford UniversityPress.

Dane, 1997, "El sector informal en SantaFe de Bogota", en Maldonado, Carlos yHurtado, Montserrat (eds.). El sector in-formal en Bogota: una perspectivainterdisciplinaria., Geneva, InternationalLabor Organization.

, 2001, Encuesta Nacional dc Ho-gares - Bogota.

Donovan, Michael G., 2000, "After theSmoke Clears: The Urban Survival ofColombia's 1,900,000 Displaced Per-sons", Common Sense (University ofNotre Dame), April.

, 2001, "Evictions in Latin Ame-rica and the Caribbean", in Forced Evic-tions: Violations of Human Rijfhts.,Geneva, Centre on Housing Rights andForced Evictions (COHRK). U

LA CUFRRA i'OR HI. h KN Boccvi A: IA "RK<:UPKRAC;I6N" nt-i. t-xspACio PUBI.KXJ Y SU. . .

Page 34: La Guerra Por El Espacio en Bogota

, 2002, Space Wars in Bogota: TheRecovery of Public Space and its Impacton Street Vendors (Master in CityPlanning [Mc;r] Thesis), MIT Departmentof Urban Studies and Planning. <http:/ /www. ocfberkeley.edu/~mdonovan/thesis_pdf/Space_Wars_ in_Bogota_Colombia.pdf>.

Dudley, Stephen, 1998, "Walking throughthe Nightscapes of Bogota", NACI.A

Report on the Americas., Vol. xxxii. No.2, September/October.

EFF, News Services, 2000, "Colombia - Pro-testa: desalojado edificio de NunciaturaApostolica en Bogota", 3 de marzo.

, 2001, "Bolivia - Protestas: comer-ciantes colapsan centro La Paz para man-tener puestos-calle", 29 de marzo.

El Tiempo., 1999a, "Engativa: espado publicopara todos", 13 de septiembre, pag. 4-F.

, 1999b, "Comercio: en vilo porla falsificacion", 29 de octubre, pag. 9.

, 1999c, "El paso de economia in-formal a empresarial", 24 de noviembre,pag. 6-D.

, 2001, "Ley contra el espacio pu-blico" (editorial), 15 de junio.

, 2003 , "Respuestas de LuisEduardo Garzon sobre lo que hara porBogota", 26 de octubre.

Espejo O., Carlos Andres, 2003, "Unproblema ambulante". El Espectador^ 30de junio.

Everett, Margaret Carter, 1995, Memoriesof the Future: The Struck for Bogota,Colombia (Ph.D. dissertation), YaleUniversity.

Fondo de Ventas Populares, 1995, "Pro-grama y proyectos de ubicacion fisicade vendedores ambulantes" (informeinedito).

, 1999, "Solicitud de conciliacionprejudicial entre el Fondo de Ventas Po-pulares de Santafe de Bogota y 74 co-merciantes informales agrupados en laAsociacion Sindical Asincomodis" (in-forme inedito).

„ , 2001 a, "Reflexiones sobre las ven-tas ambulantes y estacionarias y la afecta-cion del espacio publico" (informeinedito).

, 2001b, Informe Gerencia JuntaDirectiva - Junio 8-01 (inedito).

, 2003, Reporte del Fondo de Ven-tas Populares Entregado a ContralodaDistrital [en linea: <http:/ /univer-ciudad.redbogota .com/ediciones/indice010.hti"n>] (consulta: 15 de mayode 2004).

Gallon Giraldo, Gustavo, 1979, Quince anosde estado de sitio en Colombia: 1958-1978^Bogota, Editorial America Latina.

Gilbert, Alan, 1997, "Employment andPoverty during Economic Restructuring:The Case of Bogota, Colombia", UrbanStudies 34, No. 7.

Gil Cdrdenas, Clara Eugenia, 1998, Etno-_grafia de las orjjanizaciones de la ventainformal de la calle en Bogota., Departa-mento de Antropologia, UniversidadNacional de Colombia.

Gomez Alzate, Camilo, 1992, La cara delsector informal., Bogota, Instituto de Es-tudios Sociales Juan Pablo II.

m MICHAEL G. DONOVAN

Page 35: La Guerra Por El Espacio en Bogota

G6mez, Luis Ricardo; Huertas Gonzalo yOlea Doris, 1998, Desaftos de la moder-nizaeion y seetor informal urbano: cl casode Colombia., Lima, International LaborOrganization.

Gomez Vargas, P., 2000, '^Indicadores ceon6micos y sociales de la coyuntura",Carpeta Tecnica, 27.

Gonzalez, Luz Fabiola y Vcra, Janeth Stella,1986, Situacion Soeio del Vendedof Am-bulante y Estacionario Localizado en laCiudad dc Bogota., Tcsis de Sociologia,Universidad Nacional de Colombia.

Goueset, Vincent, 1998, Bogota: nacimien-to de una Metropolis Bogota, TercerMundo.

Harding, Colin, 1996, Colombia: A Guideto the People, Polities, and Culture,lx)ndon, Latin America Bureau.

Harrison, Margaret and McVey, Clare, 1997,"Cx)nflict in the City: Street Trading in Mexi-co City", Third World Planning Review., Vol.19, No. 3, August, pp. 313-326.

Hernandez, Nestor Enrique, 1986, Sociabi-lity and Outdoor Urban Open Spaces: ACase Study of Two Plazas in Bogota, Co-lombia (M. Arch, thesis), Kansas StateUniversity.

Herrera, Beethoven y Galindo, Jesus, 1995,"niagn6stico del sector informal Santafedc Bogota D. C " , Lima, oiT.

Huertas, Gonzalo y Su^rcz, Doris Marlc-ne, Olca 1997, "El comercio callejcroen Bogota: caracteristicas, problemas ysoluciones", en Maldonado, Carlos yMontserrat Hurtado (eds.), El sectorinformal en Bogota: una perspectiva

interdisciplinaria, Bogota, Internatio-nal Labour Organization, pags. 133-152.

lnstituto Distrital de Cultura y Turismo,1998, Opinion de los ciudadanos de San-ta Fe de Bogota sobre el centro de la eiu-dad, 12 de agosto.

, Percepeion de los ciudadanos deSanta Fe de Bogota sobre el centro de laeiudad, 14 de diciembre.

Jones, Garcth A. and Varley, Ann, 1995,"The Contest for the City C'entrc: StreetTraders versus Buildings", Bulletin ofLatin American Research., Vol. 13, No.1, pp. 27-44.

Kennedy, Randy, 1994, "Sharpton FilesClass-Action Suit On Behalf of HarlemVendors", New Tork Times CurrentEvents Edition, October 29.

La Republica, 1999a, "Cuenta rcgresiva paraSan Victorino", 21 de febrero.

, 1999b, "Administraci6n distritaltendra que reubicar a vendedores ambu-lantes", 20 de mayo, pag. 9-A.

Lanzetta dc Pardo, M6nica; Castano, GabrielMurillo y Triana Soto, Alvaro, 1988,"The Articulation of Formal and infor-mal Sectors in the Economy of Bogota,Colombia", in Fortes, Alejandro, ManuelCastells, and Lauren Bcnton (eds.). TheInformal Economy: Studies in Advancedand Less Developed Countries, Baltimore,Johns Hopkins University Press, pp. 95-110.

L6pez, Claudia, 2003, "Bogota, modelo degobernabilidad y desarrollo humano",Semana, 19 de diciembre.

LA GUERRA POR EL ESPACIO EN BOGOIA: IA "RECUPERAC!6N" DKI. HSPACIO PUBLICO Y SU. . . m

Page 36: La Guerra Por El Espacio en Bogota

fl

Lopez Castano, Hugo; Henao, Marta Luzand Sierra, Otiva, 1986, El Sector Infor-mal en Colombia: Estructura, Dinami-ca y Politicas., Medellin, Ccntro dcInvestigaciones Economicas.

McGee, T. G., 1974, Hawkers in Hon^Kon^: A Study of Planning and Policy ina Third World City, Hong Kong, Cen-tre of Asian Studies (Centre of AsianStudies Monographs and OccasionalPapers, No. 17).

Maruri, Enrique, 2001, Mar^inality and theInformal Sector: The Bogota's Caj'f (thesisfor MSc in Urban Development Planningthesis), Devetopment Ptanning Unit,University Cottege London.

Mesa de Planificacion Regional: Bogota-Cundinamarca, 2003, Mesa de planifi-cacion regional: Bo^ota-Cundinamarca:un espacio para unir voluntades. <WVVTV.

regionbogotacundinamarca.org> (con-sutta: 28 de mayo de 2004).

, 2004, Escenarios referenciales \ enlinea: <http://www.regionbogota-cundinamarca. org/index.php?PA<.;F.iD=663&,SK<:TioNin=251>] (consulta: 28de mayo de 2004).

Mockus, Antanas. "How a City Recoversfrom Viotence and Terrorism" [en tinea:ht tp: / /www.georgetown.edu/sfs /programs/ctas/CoIombia/] (consulta:20 dc agosto dc 2004).

Moser, Caroline, 1980, "Why the PoorRemain Poor: the Experiences of Bogo-ta Market Traders in the 197O's",Journal of Interamerican Studies andWorld Affairs, Vol. 22, No. 3.

Nelson, Nancy Lee, 1992, "Public Orderand Private Entrepreneurs: The PocketEconomy of Street Vendhig in Bogota,Colombia" (Ph.D. dissertation), An-thropotogy Department, University ofNew Mexico.

Noe Ccty, Jutio, 1996, Organizaciones delsector informal en Bogota: perftl y dia^g-nostico (Proyecto Interregional sobre elSector Informal Urbano, num. 7),International Labour Organization.

Olca Suarcz, Doris Marlene y HuertasLaverde, Gonzalo, 1996, "Mercados ca-llejeros en Bogota: soluciones integralcsdel impacto socioeconomico", Lima, on(informe inedito).

Osterling, Jorge, 1989, Democracy in Co-lombia: Clientelist Politics and GuerrillaWarfare, New Brunswick, TransactionPublishers.

Peattie, Lisa, 1974, "The Informal Sector:A Few Facts from Bogota, Some Com-ments and a List of Issues" (informe in-edito); on file at Rotch Library ofArchitecture and Planning, Massachu-setts Institute of Technology, Cambrid-ge MA USA).

Penalosa Londono, Enrique, 1999, "Pala-bras del Alcalde Mayor de Santa Fe deBogota", Bogota sostenible. Memorias se-minarios iPt'P (en ROM), Bogota, Ima-gen Digital.

, 2001. Entrevista con el autor. IIde diciembre. Cambridge, MassachusettsUSA.

Peres Rokhas, Vcra y Suarez Rivera, Alvaro,1999, "El sector informal en Santafe de

m MK:HAKI. G . DONOVAN

Page 37: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Bogota D.C.: empleo, productividad ycondiciones legales" (informe inedito).

Pizarro Leongomez, Eduardo, 2004,"Sobreexplotacion inmisericorde; losvendedores ambulantes: luees y som-bras". El Tiempo^ 11 de abril.

Policia Metropolitana de Bogota, 2001,"Acciones terroristas: distribucion espacial y temporal 1993 a nov. de 2001."Mapa elaborado por suivo (base cartogra-fica: catastro distrital).

Posada, M. y Ballinas, V., 1995, "En la de-Iegaci6n Cuauhtemoc, 25 mil ambulan-tes". La Jornada., Mexico 16 de agosto,pags. 38, 56.

Prealc, 1978, Sector informal: funcionamien-to y politicas., Santiago de Chile, Inter-nacional Labour Office.

, 1985, Mas alia de la crisis^ Santia-go de Chile, Internacional Labour Office.

Radio ("aracol, 2000, "Comerciantes calle-jeros protestan ante embajada de Cana-da", 15 de julio.

, 2001, "Vendedores ambulantespresentan quejas a las Fare", 29 de julio.

Ramirez, Pedro Luis y Manchola, Alfredo,2003, "La recuperacion del espado publi-co o la negacion de la democracia" [enlinea: <http://www.desdeabajo. info/da82/Espacio_Publico.html>] (consulta:28 de octubre de 2003).

Salazar, Maria Gemma, 2000, Riesgos socia-les y ambientales en la produccion ycomercializacion deperecederos, Manizales(Colombia), Alcaldia de Manizales, Se-cretaria de Desarrollo Comunitario (in-forme inedito).

Santana, Pedro, 1982, "Movimientos po-puiares y reivindicaciones urbanas", I.aproblematica urbana hoy en Colombia.,Bogota: Cinep, pags. 216-238.

Sanyal, Bishwapriya, 1988, "The UrbanInformal Sector Revisited", Third WorldPlanning Review 10, pp. 65-83.

Seoul KBS-1 Television Network, 1999,"Street Vendors and Students StageDemonstration" (television program).Daily Report, March 25.

Semana., 2002, "Milagro en riesgo", 19 defebrero.

, 2003, "*La mariposa' ya no vuela",17 de enero.

, 2003, "La conquista del espacio".28 de noviembre.

Sethurman, S. V, 1981, The Urban Infor-mal Sector in Developing Countries.,Geneva, Internacional I^abour Office.

Suarez Zuniga, Alvaro, 1995, "Las ventascallejeras: Documento para discusion",PNUD, Alcaldia de Bogota (informe in-edito [borrador]), junio.

Taylor, Lee, 1980, Urbanized Society, Sitnt^Monica (CA), Goodyear PublishingCompany.

Ward, P M., 1993, "The Utin AmericanInner-City: Differences of Degree or ofKind?", Environment and Planning} 25,pp. 1131-1160.

Willis, Eliza; Garman, Christopher da C.B. and Haggard, Stephan, 1999,"The Politics of Decentralization inLatin America", Latin AmericanResearch Review., Vol. 34, No. 1, pp.7-56. fl

LA C.UFRRA KI. HSPACIO KN B O C O T A : IA " R E C U P K R A C I O N " DKL F^PACKl PUBI.IC:O Y SU. . .

Page 38: La Guerra Por El Espacio en Bogota

Zukin, Sharon, 1997, "Cultural Strategicsand Urban Identities: Remaking PublicSpace in New York", in Kalltorp, O.(ed.). Cities in Transformation—Trans-

formation in Cities: Social and SymbolicChange of Urban Space, Brookfield (vr),Ashgate Publishing Company, pp. 205-216.

M

Page 39: La Guerra Por El Espacio en Bogota