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La llegada del fantasma: la retirada de William Walker por Panamá y las raíces del imperialismo estadounidense en América Latina Poco después de la rendición de William Walker en Rivas en 1857, el filibustero pasó por el Istmo de Panamá en camino par los Estados Unidos. El ensayo toma este corto viaje como punto de partida para reflexionar sobre la importancia de la derrota del filibustero para el futuro del imperialismo norteamericano en la región y las ideas de unidad latinoamericana. No fue Walker que representaba el futuro del imperialismo sino la Compañía del Ferrocarril de Panamá (con sede en Nueva York) que lo llevó entre Ciudad de Panamá y Colón. Nota las circunstancias que ligan la actuación de Juan Santamaría de Costa Rica en 1856 a las de Andrés Casto de Nicaragua y José Manuel Luna, protagonista de un evento en el mismo año que ha sido celebrado por nacionalistas panameños como una resistencia a las pretensiones imperialistas de Estados Unidos. Dado la importancia que tuvieron los eventos de 1856 y 1857 para los conceptos de unidad latinoamericana, el ensayo sugiere que la rendición de Walker en 1857 podría interpretarse como la primera victoria de América Latina en contra del imperialismo norteamericano. Autor(es): Aims McGuinness Fecha: Junio de 2008 Texto íntegral: 1 El viaje de Walker a través de Panamá en mayo de 1857 tiene que haber sido uno de los momentos más aburridos de esa época tan tormentosa en la vida del famoso filibustero. Dieciséis días después de su rendición en Rivas el 01 de mayo de 1857, William Walker llegó a la bahía de Panamá en un barco de la marina de Estados Unidos. Después de una breve espera, pisó tierra panameña, acompañado por una escolta de marinos estadounidenses, y subió a un tren del Ferrocarril de Panamá, inaugurado dos años antes en 1855, propiedad de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, con sede en Nueva York. Aproximadamente cuatro horas después, el tren llegó al puerto atlántico de Colón, donde Walker abordó otro barco con rumbo a Estados Unidos1 . 2Dada la aparente ausencia de eventos notables durante la breve estancia de Walker en Panamá, la falta de interés de parte de los historiadores por su retirada es poco sorprendente. Sin embargo, su viaje en tren presenta aspectos muy interesantes si lo vemos dentro del contexto más amplio de la historia del expansionismo estadounidense y de las ideas de unidad latinoamericana a mediados del siglo XIX. Durante la década posterior al descubrimiento del oro de California y el despojo de Estados Unidos de California a México en 1848, Panamá se convirtió en puente entre las rutas marítimas que conectaban la costa atlántica y la costa pacífica de los Estados Unidos. Durante la década de la llamada “Fiebre del Oro” (1848-1858), miles de ciudadanos de los Estados Unidos cruzaron Panamá, Nicaragua y México hacia los campos de oro de California. De las rutas ístmicas que unían una costa de los Estados Unidos con la otra, la más popular desde luego fue la de Panama2 . 3Un año antes de la llegada de Walker en mayo de 1857, en el mes de abril de 1856, la ciudad de Panamá y la estación del ferrocarril donde el filibustero subió al tren habían sido la escena de un conflicto sangriento que había dejado por los menos diecisiete muertos. Este conflicto había sido provocado en gran parte por rumores de una invasión de filibusteros liderados por el mismo William Walker, rumores que obviamente resultaron ser falsos. Hoy en día los historiadores panameños conocen este conflicto con el nombre del “Incidente de la Tajada de Sandía” o “La Tajada de Sandía,” cuyo

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La llegada del fantasma: la retirada de William Walker por Panamá y las raíces del imperialismo estadounidense en América Latina

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La llegada del fantasma: la retirada de William Walker por Panamá y las raíces delimperialismo estadounidense en América Latina

Poco después de la rendición de William Walker en Rivas en 1857, el filibustero pasó por el Istmo de Panamá en camino par los Estados Unidos. El ensayo toma este corto viaje como punto de partida para reflexionar sobre la importancia de la derrota del filibustero para el futuro del imperialismo norteamericano en la región y las ideas de unidad latinoamericana. No fue Walker que representaba el futuro del imperialismo sino la Compañía del Ferrocarril de Panamá (con sede en Nueva York) que lo llevó entre Ciudad de Panamá y Colón. Nota las circunstancias que ligan la actuación de Juan Santamaría de Costa Rica en 1856 a las de Andrés Casto de Nicaragua y José Manuel Luna, protagonista de un evento en el mismo año que ha sido celebrado por nacionalistas panameños como una resistencia a las pretensiones imperialistas de Estados Unidos. Dado la importancia que tuvieron los eventos de 1856 y 1857 para los conceptos de unidad latinoamericana, el ensayo sugiere que la rendición de Walker en 1857 podría interpretarse como la primera victoria de América Latina en contra del imperialismo norteamericano.

Autor(es): Aims McGuinness

Fecha: Junio de 2008

Texto íntegral: 1 El viaje de Walker a través de Panamá en mayo de 1857 tiene que haber sido uno de los momentosmás aburridos de esa época tan tormentosa en la vida del famoso filibustero. Dieciséis días después desu rendición en Rivas el 01 de mayo de 1857, William Walker llegó a la bahía de Panamá en un barcode la marina de Estados Unidos. Después de una breve espera, pisó tierra panameña, acompañado poruna escolta de marinos estadounidenses, y subió a un tren del Ferrocarril de Panamá, inaugurado dosaños antes en 1855, propiedad de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, con sede en Nueva York.Aproximadamente cuatro horas después, el tren llegó al puerto atlántico de Colón, donde Walkerabordó otro barco con rumbo a Estados Unidos1.

2Dada la aparente ausencia de eventos notables durante la breve estancia de Walker en Panamá, la faltade interés de parte de los historiadores por su retirada es poco sorprendente. Sin embargo, su viaje entren presenta aspectos muy interesantes si lo vemos dentro del contexto más amplio de la historia delexpansionismo estadounidense y de las ideas de unidad latinoamericana a mediados del siglo XIX.Durante la década posterior al descubrimiento del oro de California y el despojo de Estados Unidos deCalifornia a México en 1848, Panamá se convirtió en puente entre las rutas marítimas que conectabanla costa atlántica y la costa pacífica de los Estados Unidos. Durante la década de la llamada “Fiebre delOro” (1848-1858), miles de ciudadanos de los Estados Unidos cruzaron Panamá, Nicaragua y Méxicohacia los campos de oro de California. De las rutas ístmicas que unían una costa de los Estados Unidoscon la otra, la más popular desde luego fue la de Panama2.

3Un año antes de la llegada de Walker en mayo de 1857, en el mes de abril de 1856, la ciudad dePanamá y la estación del ferrocarril donde el filibustero subió al tren habían sido la escena de unconflicto sangriento que había dejado por los menos diecisiete muertos. Este conflicto había sidoprovocado en gran parte por rumores de una invasión de filibusteros liderados por el mismo WilliamWalker, rumores que obviamente resultaron ser falsos. Hoy en día los historiadores panameños conoceneste conflicto con el nombre del “Incidente de la Tajada de Sandía” o “La Tajada de Sandía,” cuyo

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sesquicentenario se celebró en Panamá en abril de 2006. El análisis de la Tajada de Sandía y la retiradade Walker un año después nos dan la oportunidad de reflexionar sobre algunos aspectos pococontemplados del imperialismo estadounidense y las raíces del concepto de “América Latina” amediados del siglo XIX.

Panamá y los filibusteros

4 Rivas, la misma ciudad donde Walker firmó su capitulación en 1857, había sido la escena de otrofracaso para las fuerzas filibusteras en abril del año anterior, cuando Walker recibió un golpe duro delas tropas costarricenses, de las cuales formaba parte Juan Santamaría. A pesar de la presencia deWalker en Rivas en aquel momento, corrían rumores en Panamá de que la ciudad pronto sería el blancode un ataque del temido filibustero. Las preocupaciones de un ataque filibustero eran aún más terriblespor el hecho de que muchos panameños eran de ascendencia africana. Una conquista de Panamá porparte de los filibusteros representaba una amenaza a la soberanía del estado de Panamá y a la nación dela que formaba parte, Nueva Granada, hoy en día Colombia. Para los panameños de color, estaamenaza significaba algo más: la posibilidad de la reimposición de la esclavitud, institución odiada quehabía sido abolida en 1852 sea sólo cuatro años atrás3.

5 El espectro de un ataque filibustero se tornó más creíble con la llegada a Panamá de un misteriosobarco venido de San Francisco que traía el nombre del temible conquistador de México, “Cortés”(escrito “Cortes” en inglés), a principios de abril de 1856. La historia del barco Cortes refleja de unamanera interesante los problemas que sufrían William Walker y sus aliados en abril de 1856. El Corteshabía salido de San Francisco con rumbo a San Juan del Sur a principios de marzo con un saldo de 40 ypico reclutas para las fuerzas de Walker. Sin embargo, cuando el barco llegó a su destino, tuvo quedesviarse inesperadamente y dirigirse para Panamá. La causa de este abrupto cambio de planes fue laintervención de un agente del dueño del Cortes, Cornelius Vanderbilt, quien había apoyado a WilliamWalker hasta que el filibustero lo traicionara con el traslado del derecho del tránsito a través deNicaragua a dos de sus ex-socios. Enfurecido, Vanderbilt intentó aislar a Walker e impidió quecualquiera de sus barcos llegaran a Nicaragua con refuerzos para la causa filibustera4.

6 La consecuencia de este abrupto cambio de planes fue la llegada de un grupo de filibusterosdesorientados a la ciudad de Panamá a principios del mes de abril de 1856. Años más tarde Bellrecordaría como él y sus compañeros habían andado por las calles de Panamá como si fuesenconquistadores. Según afirma Bell, algunos panameños pensaron que él era William Walker5. Laamenaza de un ataque filibustero parecía haberse convertido en realidad. Había llegado el fantasma.

La Tajada de Sandía

7 O así le parecía a muchos en la ciudad de Panamá el 15 de abril de 1856 cuando se desató una disputaen un barrio pobre de la ciudad que llevaba el nombre de “La Ciénaga,” al lado de la Estación delFerrocarril. Eran alrededor de las 6 de la tarde. Un panameño llamado José Manuel Luna vendíarebanadas de fruta cuando se le acercó un grupo de tres o cuatro norteamericanos, un poco ebrios. Losnorteamericanos eran pasajeros del tren que había llegado ese mismo día desde la ciudad de Colón, enla costa atlántica. Uno de estos hombres, que más tarde fue identificado como un tal “Jack Oliver,” seacercó a Luna y tomó una tajada de sandía, la mordió, y la tiró al suelo. Cuando Luna le exigió elprecio de la sandía, Oliver le contestó con una vulgaridad. Según la documentación judicial, Luna lerespondió con estas palabras: “Cuidado, que aquí no estamos en los Estados Unidos; págame mi real iestamos al corriente.” Oliver sacó una pistola y otros hombres entraron en la pelea. Poco después seincendió un conflicto mucho más grande que involucró a cientos de personas de diversos países, la

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mayoría vecinos del llamado “Arrabal” de la ciudad de Panamá, una zona de barrios pobres dominadospor gente de color ubicada fuera de las fortificaciones de la ciudad.

8La refriega alcanzó su punto culminante después de caer la noche. Bajo circunstancias queposteriormente serían ferozmente debatidas por funcionarios de Estados Unidos y de Nueva Granada,miembros de la gendarmería panameña y “arrabaleños” se enfrentaron violentamente con viajerosatrincherados en los edificios de la estación del ferrocarril. El resultado dejó un saldo de por lo menosdiecisiete muertos: quince extranjeros, casi todos ellos recién llegados de Estados Unidos, y dospanameños6.

9El único verdadero filibustero que allí murió fue un compañero de Bell que se llamaba Joseph Stokes,caído mientras intentaba disparar un cañón contra el pueblo reunido alrededor de la estación delferrocarril. Cinco meses más tarde, en septiembre de 1856, ocurriría la primera invasión de Panamá porparte de marinos norteamericanos. Se trató de una ocupación de tres días cuyo propósito no fueanexionar Panamá sino proteger las obras del Ferrocarril y prevenir una repetición de los eventos del 15de abril pasado7.

Vendedor de frutas, platero y ciudadano

10No podemos conocer los pensamientos de José Manuel Luna en el momento de su discusión conJack Oliver. Sin embargo, algunos hechos que hemos podido localizar en la documentación judicial yen los archivos de la época nos pueden ayudar a entender el abanico de significados que pudo habertenido su respuesta a Jack Oliver. Según su propio testimonio, recogido por funcionarios judiciales dePanamá, Luna venía de Parita, un pueblo interiorano de Panamá. Tenía 29 años al momento delconflicto con Jack Oliver. No podemos saber como Luna se percibía a sí mismo en términos de color oraza y la documentación judicial producida por la policía panameña no utilizaba términos raciales. Encambio, testigos norteamericanos lo identificaron sencillamente como “negro8.”

11En su testimonio, Luna se identificó como “platero” de oficio. Es posible que se haya vueltovendedor callejero para poder sacar provecho de la gran alza en el precio de los servicios producida porel comienzo de la Fiebre del Oro a finales de 1848. Sin embargo, es más probable que haya decididovender frutas a causa de la crisis en la economía de artesanal en la zona de tránsito del Istmo dePanamá, provocada por la oleada de importaciones de productos extranjeros que acompañó la llegadade los inmigrantes camino a California9.

12Gracias a la documentación electoral del Archivo del Consejo Municipal de Panamá, sabemos,además, que Luna había votado en la elección para el cabildo de Panamá en 1851 y que su nombreaparecía también en 1853 en la lista electoral de la parroquia de Santa Ana, la parroquia principal delArrabal. Estas evidencias comprueban que Luna gozaba y ejercía el derecho del sufragio, aún antes delestablecimiento en 1853 del sufragio universal masculino a nivel nacional en Nueva Granada. Laactuación política de Luna coincidió con un incremento notable en el poder de los grupos populares enla política en Panamá y en otras regiones de Nueva Granada a finales de los años cuarenta y en los añoscincuenta. En el caso de Panamá, este crecimiento en el poder de los grupos de color fue más marcadodentro de las filas del Partido Liberal, cuya base de apoyo popular en la ciudad de Panamá se ubicabaen el Arrabal10.

El imperialismo y los orígenes de “América Latina”

13El Incidente de la Tajada de Sandía nos ayuda a entender en parte la gran preocupación que existía

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en Nueva Granada durante la última mitad de los años cincuenta por la presencia filibustera en elhemisferio y el apoyo que prestaban algunos notables escritores neogranadinos a la creación de unnuevo concepto geopolítico. El debate en torno a las raíces de la idea de “América Latina” comenzó en1968 con la publicación de un ensayo por John L. Phelan que atribuyó el origen de la idea de “AméricaLatina” a algunos intelectuales en el círculo político de Napoleón III que, según Phelan, introdujeron elconcepto como intento de justificar el imperialismo francés en México a principios de los años sesentadel siglo XIX. Desde la publicación de la obra de Phelan, la idea de los orígenes franceses ha sidorefutada por una serie de historiadores de las ideas que nos han revelado la importancia de las ideas deunidad latina en los escritos de pensadores de las Américas en la década antes de la intervenciónfrancesa en México. La obra clave de esta refutación ha sido la del historiador y filosofo Arturo Ardao,cuyo primer libro sobre el asunto le dio crédito por el concepto de “América latina” a José María TorresCaicedo, un pensador neogranadino radicado en París que utilizó la frase en un poema que escribió enseptiembre de 1856. Miguel Rojas Mix ha localizado un uso anterior del concepto en un discursopronunciado por el chileno Francisco Bilbao en Paris en junio de 185611.

14En vez de seguir buscando quién fue el “autor” de la idea de América Latina, tal vez resulte másproductivo investigar por qué la idea de una unidad específicamente “latina” pareció tan llamativa enaquel momento histórico a un grupo de intelectuales y escritores de distintos países de lo que hoy seconsidera una sola región geográfica. A pesar de la falta de consenso sobre el origen exacto deltérmino, ha ido quedando claro que el año de 1856 fue clave para el desarrollo de un ideal político quepodemos encontrar en los escritos de una variedad de pensadores en ambas costas del Atlántico enaquel momento histórico. Obviamente la lucha en contra de la presencia de William Walker enCentroamérica y de otras expediciones de filibusteros jugó un papel sumamente importante en eldesarrollo de esta idea. La Tajada de Sandía es otro factor que debemos sumar a los varios motivos queimpulsaron la renovación de las ideas de unidad continental que tenían sus raíces en los sueñosbolivarianos de principios del siglo XIX. La violencia que siguió a la discusión entre José Manuel Lunay Jack Oliver y las reclamaciones diplomáticas que Estados Unidos luego intentó hacer a NuevaGranada despertaron los temores entre los neogranadinos en Panamá, Bogotá y París de que sereprodujera en Panamá lo que había pasado anteriormente en Tejas, Alta California o Nicaragua12.

15Entre los promovedores de la idea de frenar las ambiciones yanquis a través de una alianza de la razalatina en el hemisferio estaba Justo Arosemena, el gran pensador político y constitucionalistapanameño, cuyo ensayo “La Cuestión Americana” planteaba la situación del Istmo de Panamá comoproblema de interés no solo nacional sino de “interés latinoamericano.” Desde la perspectiva de unliberal con tendencias anti-clericales como Arosemena, resultaba conveniente encontrar las raíces deuna alianza hemisférica no en España, tierra que él veía en decadencia, sino en la grandeza de laantigua Roma. La publicación del artículo de Arosemena sugiere que la idea de América Latinacirculaba no sólo en Francia sino también en Nueva Granada y tal vez en otras partes de las Américasen 1856: el ensayo de Arosemena salió dos meses antes de la composición del poema de TorresCaicedo y sólo un mes después del discurso de Francisco Bilbao en Paris13.

El filibusterismo y el imperialismo comercial

16A pesar de los temores de que Panamá fuese victima de un intento filibustero o de un proyectoanexionista por parte del gobierno de Estados Unidos, el futuro del imperialismo en Panamá sería muydistinto. Este futuro había comenzado en 1850 con el inicio de la construcción del Ferrocarril dePanamá, a cargo de la Compañía del Ferrocarril, una empresa norteamericana ubicada no en Panamásino en la ciudad de Nueva York. Inaugurado en 1855, el Ferrocarril de Panamá destruyó una economíade tránsito controlada mayoritariamente por istmeños y la reemplazó por un sistema industrial basado

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en el poder del vapor y del capital de las bolsas de Nueva York y Londres. En vez de conquistarterritorio a la manera de Walker u otros filibusteros, la Compañía del Ferrocarril de Panamá buscaba elcontrol del flujo de capitales, población, e información que iba de un mar al otro. La Compañía nointentaba liquidar o eliminar sino debilitar la soberanía de Nueva Granada sobre Panamá. En la costaatlántica del istmo, en la nueva ciudad de Colón, llamada “Aspinwall” por sus dueños, la Compañíaestaba construyendo el primer enclave en la historia de América Latina, en donde sus funcionariosreinaban como si la compañía y no Nueva Granada fuese soberana14.

17David Hoadley, el presidente de la Compañía, veía a Walker no como un aliado o una figurasimpática sino como un obstáculo a sus propios intereses. El deseo de Walker de promover la ruta detránsito a través de Nicaragua representaba una amenaza directa a la dominación del Ferrocarril dePanamá sobre el tráfico entre ambos mares. La presencia de filibusteros en Panamá era una posiblefuente de conflicto que podría interrumpir las operaciones de la Compañía en el Istmo. Sin embargo, enuna carta escrita a principios de 1857, Hoadley expresó la idea de que no era conveniente revelar laposición de la Compañía en contra de Walker al gobierno estatal de Panamá ni al público. Según él, eramás conveniente guardar silencio y seguir fingiendo neutralidad. Al final de cuentas, el pabellón quedefendía la Compañía del Ferrocarril no era el pabellón de Walker sino el pabellón del Capital, unpabellón que se extendía más allá de cualquier frontera15.

Conclusión

18Cuando finalmente Walker arribó a Panamá en mayo de 1857, desembarcó no como conquistadorsino como pasajero del Ferrocarril de Panamá. No era William Walker quien representaba realmente elfuturo del imperialismo norteamericano en la región sino más bien el tren que lo llevaba a Colón:símbolo más poderoso de la revolución industrial y herramienta de un nuevo tipo de dominación que nobuscaba sembrar una nueva bandera sino las semillas de una dominación comercial. Colón sería elprimero de muchos enclaves que sembrarían otras compañías estadounidenses no sólo en Panamá sinotambién en Centroamérica y otras regiones de América Latina a finales del siglo XIX y en el siglo XX.

19El sesquicentenario de la Tajada de Sandía se celebró en Panamá en abril de 1856 con una ceremoniaorganizada por el Insitito Nacional de Cultura en el Consejo Municipal de la Ciudad de Panamá y conuna conmemoración en el campus de la Universidad de Panamá. A pocos pasos de la bibliotecauniversitaria, se inauguró un nuevo monumento con el nombre de “Sendero de la Nacionalidad.” Laplaca dedicada a la Tajada de Sandía dice así: “15 de abril de 1856. El incidente de la tajada de sandía yla reafirmación nacional en defensa de la dignidad.” Al igual que Andrés Castro en Nicaragua y JuanSantamaría en Costa Rica, José Manuel Luna se ha convertido en Panamá en un símbolo de laresistencia popular al imperialismo norteamericano a mediados del Siglo XIX. Es notable que el actovaliente de resistencia de José Manuel Luna contra Jack Oliver aconteció cuatro días después delsacrificio que hizo Juan Santamaría en la segunda batalla de Rivas y cinco meses antes del gestoheroico de Andrés Casto en la batalla de San Jacinto. Los nombres de estos tres héroes nacionales no sepronuncian juntos con frecuencia. Sin embargo, estos tres personajes nacieron en una misma época enuna lucha en torno a un solo istmo.

20Si consideramos a estos tres héroes no sólo como actores nacionales sino como actores hemisféricos,podemos ver la rendición de Walker el primero mayo de 1857 como algo más que un logro para CostaRica. No es una exageración decir que aquella capitulación representa la primera victoria de AméricaLatina en su lucha en contra del Destino Manifiesto. A pesar de los temores de ataques filibusteros o deintentos por anexionar Panamá, la Compañía del Ferrocarril no buscaba conquistar territorio sinoconcretizar una dominación comercial basada en la bolsa de Nueva York y apoyada por la marina de

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Estados Unidos. La retirada de Walker por Panamá, pocos días después de su rendición en Rivas,representa el comienzo de una nueva lucha en contra de un tipo de imperialismo distinto delfilibusterismo. El pionero de este tipo de dominación no sería William Walker sino ese ferrocarril quelo trasladó tan tranquilamente de un lado al otro del Istmo de Panamá.

notas de pie de página

211 Sobre la llegada de William Walker al Istmo de Panamá, véanse las cartas del Comandante William Mervine a Isaac Toucey, Secretario de la Marina, del 18 de mayo y 2 de junio de 1857, United States National Archives (USNA), Letters Received by the Secretary of the Navy from Commanding Officers of Squadrons. Record Group 45, Microfilm Series 89, roll 38.

222 La obra clásica sobre la Ruta de Panamá a mediados del siglo XIX : John Haskell Kemble, The Panama Route, 1848-1869, [1943] (Columbia: University of South Carolina Press, 1990). La mejor fuente desde luego sobre la importancia de la Ruta de Panamá desdela época de la colonia, es la obra de Alfredo Castillero Calvo. Para un ejemplo de su visión panorámica, véase la obra magistral: Alfredo Castillero Calvo, (ed.) Historia General de Panamá. Panamá: Comisión Nacional del Centenario de la República, 2004, vols.I-III.

233 Sobre los temores de una invasión filibustera a principios de 1856, véase, por ejemplo: Francisco de Fábrega, “Circular a los Señores Cónsules i Vicecónsules extranjeros en Panamá i Colón,” 4 de febrero de 1856, Archivo Nacional de Panamá, Período Colombiano, 4 de febrero de 1856, t. 2166 [originalmente 2160], pp.72-73; y Francisco de Fábrega, “Nota dando cuenta al Poder Ejecutivo de la República de los sucesos del 15 del corriente,” 22 de abril de 1856, Gaceta del Estado, Panamá, 26 abril de 1856. Los temores de una reimposición de la esclavitud se expresaron desde el comienzo de la Fiebre del Oro. Véase, por ejemplo, Revisor de la Política y Literatura Americana, 16 de marzo 1850.

244 Sobre el viaje del Cortes, véase: Horace Bell, Reminiscences of a Ranger, (Los Angeles: Yarnell, Caystile and Mathes, 1881), págs. 350-369. Sobre el conflicto entre Cornelius Vanderbilt y William Walker, véase, entre otras obras: Robert E. May, Manifest Destiny’s Underworld: Filibustering in Antebellum America, (Chapel Hill: University of North Carolina Press, 2002), págs. 207, 175-177. Sobre el anti-filibusterismo y la política popular en Panamá durante la Fiebre del Oro véase: Aims McGuinness, “Defendiendo el Istmo: las luchas contra los filibusteros en la Ciudad de Panamá en 1856.”, Mesoamérica, V. 24, N° 45, enero-diciembre, 2003, págs. 66-84; y del mismo autor, “Aquellos tiempos deCalifornia: el Ferrocarril de Panamá y la transformación de la zona de tránsito durante la Fiebre del Oro”, Historia General de Panamá, v. 2, Op.cit., págs. 141-159.

255 Horace Bell, “Manifest Destiny as it appeared in Nicaragua in 1855, ’56, ’57,” manuscrito inédito, sin fecha, Huntington Library, Horace Bell Collection, HM 39800, Box

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3, pág. 3.

266 Declaración de José Manuel Luna, Gaceta del Estado, 26 de abril de 1856. Sobre los eventos del 15 de abril de 1856, véase: Aims McGuinness, Path of Empire: Panama and the California Gold Rush, (Ithaca: Cornell University Press, 2007), capítulo 4, “We Are Notin the United States Here.”

277 Sobre la invasión de septiembre de 1856, véase: Ibid., capítulo 5, “The ‘American Question’: U.S. Empire and the Boundaries of Latin America.”

288 Declaración de José Manuel Luna, Gaceta del Estado, 26 de abril de 1856; Amos Corwine, “Report of Amos B. Corwine . . . respecting the Occurrences at Panamá on the 15 April 1856,” USNA, Records of the Department of State, Record Group 59, Microfilm Series 139 (M-139), roll 5.

299 Declaración de José Manuel Luna, Gaceta del Estado, 26 de abril 1856. Sobre las vendedoras de fruta, véase: Robert Tomes, Panama in 1855, (Nueva York: Harper and Brothers, 1855), págs. 95 y 230. Sobre los efectos de la Fiebre del Oro sobre los artesanos de Panamá, véase: José Domingo Espinar, _Resumen histórico que hace el General José Domingo Espinar_… (Panamá: Imprenta de José Ángel Santos, 1851), págs. 5-6.

3010 Listado del resultado de las elecciones del cabildo de Panamá en la parroquia de Santa Ana, 8 de diciembre de 1851, Archivo del Consejo Municipal de Panamá (ACMP), t.8; “Padrón Electoral de la parroquia de Santa Ana,” 21 de agosto de 1853, ACMP, t.11. Sobre la historia de la relación del Partido Liberal y el Arrabal Santanero, véase la obra clásica: Alfredo Figueroa Navarro, Dominio y sociedad en el Panamá colombiano, (Panamá: Editorial Universitaria, 1982), págs. 342-344.

3111 John L.Phelan, “Pan-Latinism, French Intervention in Mexico (1861-1867), and the Genesis of the Idea of Latin America”, Conciencia y autenticidad históricas, (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1968), págs. 279-298; Arturo Ardao, Genésis de la idea y el nombre de América Latina, (Caracas: Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, 1980), págs. 82-86. Sobre el debate en torno a los orígenes de “América Latina” como concepto geopolítico, véase: Paul Estrade, “Del invento de ‘América Latina’ en París por latinoamericanos (1856-1889),” París y el mundo ibérico e iberoamericano, (Paris: Université Paris X-Nanterre, 1998), págs. 179-188; y Mónica Quijada, “Sobre el origen y difusión del nombre ‘América Latina’ (o una variación heterodoxa en torno al tema de la construcción social de la verdad)”, Revista de Indias, 58, N° 214, septiembre-diciembre 1998, págs. 595-616. Sobre Francisco Bilbao, véase: Miguel Rojas Mix, “Bilbao y el hallazgo de América latina: Unión continental, socialista y libertaria,” Cahiers du Monde Hispanique et Luso-Brésilien-Caravelle, 46, págs. 35-47; y Miguel Rojas Mix, Los cien nombres de América Latina: eso que descubrió Colón, (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1991), pág. 352.

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3212 Frank Safford, y Marco Palacios, Colombia: Fragmented Land, Divided Society, (Oxford: Oxford University Press, 2002), págs. 217-221.

3313 Justo Arosemena, “La cuestión Americana i su importancia”, El Neogranadino, 15 y 20 de julio de 1856, reimpreso en Justo Arosemena, Escritos de Justo Arosemena: estudio introductorio y antología, (Panamá: Editorial Universitaria, 1985), págs. 247-263.

3414 Sobre la construcción del Ferrocarril de Panamá y la creación de una economía de enclave en la Costa Atlántica de Panamá, véase: McGuinness, Path of Empire, capítulo 2, “The Panama Railroad and the Conquest of the Gold Rush.”

3515 David Hoadley a William Nelson, 19 de enero 1857, Panama Railroad Company Letterbooks, USNA, Records of the Panama Canal, Record Group 185, v.3, págs. 356-358.

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Para citar este artículo :

Aims McGuinness, « La llegada del fantasma: la retirada de William Walker por Panamá y las raíces del imperialismo estadounidense en América Latina », Boletín AFEHC N°36, publicado el 04 junio 2008, disponible en: http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=1934