Libro TAS 2014

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    TRABAJO YSUBJETIVIDADTRABAJO YSUBJETIVIDADIndagaciones clnicas

    Andrea Pujol y Mara Ins Gutirrez (Comp.)

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    Trabajo y Subjetividad. Indagaciones clnicas.

    Andrea Pujol e Ins Gutirrez (comp.)

    Simposio TAS 2014 - Universidad Nacional de Crdoba

    E-book. Crdoba, 2015.

    ISBN 978-987-29270-3-5

    Licencia Creative Commons

    Trabajo y subjetividad. Indagaciones clnicas por Andrea Pujol e Ins Gutirrez (Comp.) seencuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribucin-NoComercial-CompartirIgual 4.0Internacional.

    Diseo: Leandro Gonzlez - [email protected]

    Fotografa: Pablo Figueroa

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    Presentacin ......................................................................................................................................................

    PRIMERA PARTE Ana Magnolia Mendes:La escucha analtica del sufrimiento y el saber-hacer del clnico del trabajo .............................................................

    Andrea Pujol:Trabajo creativo, subjetividad y posibilidades del abordaje clnico ...........................................................................

    Vanessa Andrade Barros:Consideraes sobre a relao trabalho e crcere....................................................................................................

    SEGUNDA PARTE

    Miriam Wlosko y Cecilia Ros:El caso de la extraa desaparicin de la violencia laboral. Management y dispositivosindical en empresas de supermercados ....................................................................................................................

    Constanza DallAsta:La calidad del empleo en una empresa estatal. Una mirada clnica de las condiciones de trabajo ........................ 55

    Mara Eugenia Olivera Rubia:Las condiciones de empleo y trabajo en los servicios sociales pblicos de la provincia de Crdoba .................. 63

    Julie Micheline Amaral Silva; Marcela Sobreira Silva y Renato Sariedine Araujo:Trabalhar no crcere: a atividade dos agentes de segurana penitenciria ................................................................

    Carla Guimaraes Ferreira:Relao entre produtivismo acadmico e adoecimento docente ...............................................................................

    Las Di Bella Castro Rabelo; Vanessa Andrade de Barros y Daisy Moreira Cunha:

    Por que punir os maquinistas? A funo ideolgica e os impactos psicossociais dagesto punitiva do trabalho em uma ferrovia brasileira ...........................................................................................

    Andrea Pujol, Ins Gutirrez y Federico Barnes:Cuidar y cuidarse en el trabajo. Contribuciones desde una perspectiva clnica............................................................

    Iris Delia Valles:Clnica en el trabajo. Intervenciones ante accidentes graves .....................................................................................

    Analice Valdman de Miranda; Alberto Carvalho da Cunha y Fernando de Oliveira Vieira:A percepo das pessoas com decincias sobre as leis de incluso das polticas pblicasbrasileiras: uma anlise a partir da psicodinmica do trabalho ................................................................................

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    Presentacin

    rabajo y subjetividad. Indagaciones clnicas es la publicacin a travs de la cual socializamos y di-undimos las contribuciones de amigos y colegas y otras de nuestra cosecha- con quienes comparti-

    mos la segunda edicin del Simposio rabajo, Actividad y Subjetividad realizado en 2014 (SimposioAS 2014).

    El Simposio rabajo, actividad y subjetividad, constituye un espacio que nuclea a investigadoresde distintas disciplinas interesados en socializar y di undir estudios sobre el trabajo como actividadhumana y como prctica social, que en atizan en los procesos de subjetivacin implicados en la din-mica del trabajo contemporneo.

    Como resultado de la primera edicin del AS, se publicrabajo, actividad y subjetividad. Deba-tes abiertos 1, que reuni producciones presentadas en el encuentro de 2012 para volverlas accesiblesa todos aquellos que estn interesados por las tensiones que caracterizan las prcticas del trabajocontemporneo y sus huellas en la subjetividad, propiciando la incorporacin de la perspectiva de losprotagonistas.

    El libro que presentamos aqu, reeja -al menos parcialmente- algunas claves del Simposio AS2014, con la intencin maniesta de que algunas ideas presentes en el evento se di undan a travsde los textos y que stos puedan ser puestos en discusin en los mbitos ms diversos. Esperamostambin que la circulacin de las producciones haga que se sepa cada vez ms de la existencia de esteespacio de encuentro, cuya prxima edicin se realizar en el 2016 , con una convocatoria ampliada yel mismo espritu de siempre: socializar miradas, debatir posiciones, abrir nuevos interrogantes.

    Ana Magnolia Mendes abre esta publicacin con La escucha analtica del su rimiento y el saber-ha-

    cer del clnico del trabajo, una revisin metodolgica en torno a la escucha en la clnica del trabajo.La primera versin del mtodo, publicada en 2012, en atizaba en los dispositivos para la conduccindel proceso de intervencin clnica, mientras que la propuesta actualizada se centra en resignicar laimportancia de la ormacin del clnico y la supervisin. El texto plantea la centralidad de las contri-buciones reudianas sobre la tcnica, re-enmarcndolas en el quehacer del clnico del trabajo a lo largodel proceso de intervencin. Para la autora, el horizonte de la clnica es la promocin de la emanci-pacin de los sujetos en sus contextos de trabajo, mediante un proceso que posibilite, al menos par-cialmente, una reapropiacin trans ormadora de la organizacin del trabajo por parte de los propiostrabajadores. En este marco, el hacer del clnico del trabajo combina la lectura de la dimensin socialy poltica del trabajo, con el anlisis de los procesos de subjetivacin en juego en el proceso clnico, deah que la complejidad de este proceso no puede sino desplegarse bajo una reexin permanente delos procesos de implicacin del propio operador.

    A continuacin, un texto de Andrea Pujol tituladorabajo creativo, subjetividad y posibilidadesdel abordaje clnico presenta algunas caractersticas salientes de los procesos creativos en el trabajo apartir de su expresin en relatos de corte biogrco y sugiere algunas dimensiones para su abordajeclnico. El texto plantea algunas cuestiones en torno al lugar que ocupa la creatividad en el desarrollodel sujeto, las condiciones en que se despliegan los procesos creativos en el trabajo, la importancia delos recursos cognitivos y el papel signicativo que cabe otorgar a las emociones en la clnica del traba- jo, tanto para la comprensin de la creatividad como de la alienacin.

    1 Disponible con acceso libre y gratuito en el Repositorio Digital de la Universidad Nacional de Crdobahttps://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/1211

    mailto:https://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/1211?subject=mailto:https://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/1211?subject=
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    El tercer captulo,Consideraciones sobre la relacin entre trabajo y crcel , de Vanessa Andrade Ba-rros, pone oco en el trabajo como medio de re integracin social y como instrumento de trans or-macin de condiciones de vida de las personas privadas de libertad. El anlisis implica comprenderlas mltiples relaciones entre la crcel y el mundo del trabajo, en atizando en una lectura crtica de lasestereotipias ms comunes en el anlisis de las relaciones entre trabajo y crcel: la denuncia del tra-bajo como servidumbre, explotacin, alienacin y tambin su sobrevaloracin, cuando se lo entiendecomo nico vector de desenvolvimiento del sujeto y de su inscripcin en las relaciones sociales. Elestudio se vale de in ormacin relevada en el sistema carcelario masculino de Minas Gerais en Brasila travs de mltiples estrategias que pusieron en oco el trabajo realizado por los presos y sus reper-cusiones psicosociales y polticas. La utilizacin de los presos como mano de obra barata por partedel sistema y la reproduccin en la crcel de la lgica de precarizacin que caracteriza la vida de losdetenidos antes de ser privados de libertad, constituyen las principales caractersticas observadas. Laescucha de las experiencias de los detenidos permiti a los investigadores captar el doble discurso deexplotacin, control y alienacin, y por otro lado identicar al trabajo como necesidad vital, posibili-dad de creacin de espacios de libertad y de restitucin identitaria.

    Miriam Wlosko y Cecilia Ros enEl caso de la extraa desaparicin de la violencia laboral. Mana- gement y dispositivo sindical en empresas de supermercados presentan hallazgos en torno a un estudioen ocado a indagar los modos en que inciden las decisiones en materia de gestin empresarial en laemergencia de conictividad, violencia y acoso en trabajadores de grandes cadenas de supermerca-dos. Los resultados obtenidos en el abordaje de un caso emprico permiten avanzar en la discusintericoconceptual de los actores condicionantes de la violencia y el acoso laboral, principalmente atravs del anlisis especco de los distintos mecanismos de disciplinamiento que se ponen en juegoen la cotidianeidad de trabajo, a la vez que se muestra con claridad cmo la perspectiva de la direccinpuede invisibilizar algunos enmenos que, por el contrario, son los ms signicativos desde el puntode vista de los trabajadores.

    El texto de Constanza DallAsta,La calidad del empleo en una empresa estatal. Una mirada clnica delas condiciones de trabajo, nos acerca los resultados de una intervencin realizada desde las clnicas deltrabajo en una empresa estatal. Hace oco en dos dimensiones: las condiciones de trabajo y la organi-zacin del trabajo. El anlisis de los hallazgos enriquece las posibilidades que brinda esta perspectiva,cuando pone en evidencia la capacidad de los trabajadores de actuar de modo protagnico sobre suscondiciones de trabajo. Y revela tambin los riesgos de desor esos saberes, por la prdida de ecienciay por la posibilidad de que las de ensas elaboradas por los trabajadores se conviertan en un impedi-mento, en una ideologa de ensiva.

    Mara Eugenia Olivera Rubia socializa los resultados de una investigacin en el sector de los servi-cios sociales pblicos de la provincia de Crdoba. Su texto,Las condiciones de empleo y trabajo en losservicios sociales pblicos de la provincia de Crdoba, pone en valor la mirada de los agentes sobre las li-mitaciones que perciben en sus posibilidades de desempeo y los sentidos construidos colectivamenterespecto a la uncin que cumplen como miembros del estado provincial. La autora indaga las moda-lidades que adopta la dinmica entre placer y su rimiento en el trabajo y los recursos que desplieganestos trabajadores que cotidianamente abordan situaciones de su rimiento y vulneracin de derechos.

    Julie Micheline Amaral Silva, Marcela Sobreira Silva y Renato Sariedine Araujo enrabajar en lacrcel: la actividad de los agentes de seguridad penitenciaria, retoman algunos problemas planteadosantes por Vanessa Barros. Se trata de una investigacin realizada en la Universidad Federal de MinasGerais con el objetivo de comprender la realidad de trabajo de los agentes penitenciarios y sus impac-tos psicosociales. Estos impactos constituyen el resultado de la exposicin a las condiciones hostilesde las situaciones de encierro: lidiar con las condiciones in rahumanas impuestas a los presos y con

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    las contradicciones del sistema carcelario, especialmente visibles en la prescripcin del trabajo de losagentes: en un sistema supuestamente orientado a la reinsercin, deben mantener al preso en aisla-miento, controlar, disciplinar, castigar y al mismo tiempo buscar su resocializacin. Los resultados deltrabajo hacen visible la necesidad de construir alternativas que tiendan a preservar la salud de estostrabajadores.

    En el captuloRelacin entre productivismo acadmico y padecimiento docente, Carla Guimaraes Fe-rreira socializa los resultados de un estudio sobre el su rimiento en docentes de la carrera de Adminis-tracin de la Universidad Fluminense en Brasil, particularmente en ocado en comprender la presinejercida por la cultura productivista. A travs de una recoleccin de in ormacin mediante estrategiascualitativas, la autora logra dar cuenta de los diversos modos en que el productivismo acadmico in-terere en la salud de los docentes. El estudio destaca las contradicciones que se despliegan entre la l-gica productivista de mercado y las condiciones que requiere un ambiente de enseanza y aprendizajecomo el universitario, a la vez que muestra que los docentes estn sujetos a la presin productivista.

    Las Di Bella Castro Rabelo, Vanessa Andrade de Barros y Daisy Moreira Cunha comparten hallaz-gos en torno al quehacer de los trabajadores erroviarios. Por qu castigar a los maquinistas? La un-cin ideolgica y los impactos psicosociales de la gestin punitiva del trabajo en un errocarril de Brasil ,pone en debate la uncin ideolgica de la gestin punitiva del trabajo y sus impactos psicosociales. Elabordaje, de tipo cualitativo, se vale de la tradicin de la ergonoma y la ergologa para analizar el que-hacer de maquinistas e inspectores de errocarril, mediado por el uso de una herramienta de gestindel desempeo. La discusin del artculo se centra en las relaciones de poder y capitaliza los aportesde la sociologa clnica y la psicosociologa para poner en evidencia cmo las herramientas orientadasal disciplinamiento irrumpen en el trabajo vivo e impactan negativamente en las posibilidades de de-sarrollo de los trabajadores.

    La contribucin de Andrea Pujol, Ins Gutirrez y Federico Barnes,Cuidar y cuidarse en el trabajo.Contribuciones desde una perspectiva clnica, expone los conceptos principales que sustentan los apor-tes de la psicodinmica del trabajo y la clnica de la actividad respecto a la seguridad en los mbitosde trabajo. Desde la conuencia de esas perspectivas se en atiza en las cuestiones que exceden el planotcnico de la actividad de trabajo, se destacan los saberes pro esionales acumulados en los colectivosde trabajadores y sus propias capacidades de gestin. Pero tambin se subraya lo que esta perspectivaimplica en trminos de posicin clnica de quien interviene: estar all, con el cuerpo, en las rutinascotidianas de la actividad.

    Iris Valles nos o rece un valioso relato sobre su implicacin en un proceso de trabajo rente a unainstancia crtica:Clnica en el trabajo. Intervenciones ante accidentes graves. La exposicin, orientadapor la intencin de volver sobre la prctica para hacerla experiencia, recupera y amalgama con pre-cisin diversos aportes tericos, congurando una herramienta compleja que se pone a la altura de laproblemtica abordada. Se percibe en todo el recorrido una preocupacin que no intenta dar cuentade metodologas particulares, sino que se orienta por sostener una posicin tica en relacin al objetode trabajo: los trabajadores, su actividad y los procesos de conquista de la salud.

    Por ltimo, Analice Valdman de Miranda; Alberto Carvalho da Cunha y Fernando de OliveiraVieira, en el captulo La percepcin de las personas con deciencias sobre las leyes de inclusin de las polticas pblicas brasileras: un anlisis a partir de la psicodinmica de trabajo proponen un anlisis dela percepcin dominante en Brasil sobre las polticas pblicas de inclusin de personas con discapaci-dad. El estudio pone en oco la lectura de la legislacin vigente en tensin con un conjunto de entrevis-tas a personas sujetas a procesos de inclusin laboral, con la nalidad de comprender la problemticaen toda su complejidad. En tal sentido, se seala la desvalorizacin que su ren estos grupos sociales en

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    el mercado de trabajo, en donde sus condiciones se ven reducidas a un tratamiento estadstico y lassoluciones se ven limitadas por la baja inversin pblica y privada destinada a optimizar y enriquecerlos procesos de inclusin laboral. Si bien se cuenta con una legislacin bastante actualizada no se ob-servan cambios e ectivos en el escenario en que se despliega la problemtica.

    Agradecemos muy especialmente la contribucin de todos los autores e invitamos a los lectores adis rutar del libro, a acilitar su di usin y esperamos tambin que sirva a las discusiones acadmicasy pro esionales que se despliegan en los mbitos que autores y lectores transitan.

    La ocasin de la publicacin del libro nos brinda adems la oportunidad de invitarlos a participardel prximo Simposio AS, en el que esperamos ampliar y enriquecer las perspectivas de compren-sin y anlisis de las mltiples ormas que adoptan las relaciones entre el trabajo y la subjetividad ennuestra regin.

    Andrea Pujol e Ins Gutirrez

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    - Pero pap -le dijo Joseph, llorando-: Si dios no existe quin hizo el mundo? - Tonto -dijo el obrero cabizbajo, casi en secreto-Tonto, al mundo lo hicimos nosotros, los albailes.

    Eduardo Galeano El libro de los Abrazos

    Detrs del Boom Inmobliario que se puede observar en algunos barrios denuestra ciudad de Crdoba, en donde los edicios parecen nacer de un da parael otro, se encuentran los hormigoneros, nuevos obreros de la construccin,que a pesar de los nuevas tcnicas que implica esta forma de construir, conti-nan siendo esencialmente trabajadores manuales, formados en la obra y en la

    tradicin oral de las diferentes formas de hacer su tarea.Estos retratos intentan ser un sencillo homenaje a aquellos obreros annimosque da a da siguen construyendo el mundo.

    Fotos:Pablo Figueroa

    Edicin: Jose Figueroa

    (http://josegueroa.se/)

    Agradecimientos: A los trabajadores que prestaron su tiempo, a Gabriel que me dio el acceso.

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    PARTE

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    LA ESCUCHA ANALTICA DEL SUFRIMIENTO Y EL SABER-HACER DELCLNICO DEL TRABAJO 1

    Ana Magnlia Mendes 2

    Introduccin

    El captulo tiene por objetivo articular el mtodo de la clnica psicodinmica del trabajo, espec-camente la escucha analtica del su rimiento, y el saber-hacer del clnico del trabajo. Para ello se hacenecesario repensar el mtodo presentado en el ao 2012 en la publicacin Clnica psicodinmica deltrabajo. El sujeto en accin (publicado en castellano en 2014), proponiendo una nueva organizacinde los dispositivos para la conduccin de la clnica: el anlisis de la demanda, la interpretacin, laconstruccin de lazos, la elaboracin-reelaboracin, la ormacin clnica y la supervisin.

    En esa reorganizacin se privilegia la escucha analtica del su rimiento, asociada a los presupues-tos tericos de los estudios reudianos sobre la tcnica psicoanaltica, particularmente en los trabajossobre la tcnica de 1913, como una uncin ms amplia para la ormacin del clnico y la supervisin,no siendo ya considerados solo como dispositivos de la escucha propiamente dicha, sino tambin ejesestructuradores del mtodo.

    De ese modo, el mtodo de la clnica psicodinmica del trabajo pasa a estructurarse en tres ejes: losdispositivos para la escucha analtica, la ormacin del clnico y la supervisin clnica.

    Desde el punto de vista dinmico del mtodo, es undamental el encuentro en la supervisin entrelos dispositivos de la escucha analtica y la ormacin del hacer clnico. La gura del supervisor cum-ple el papel de espina dorsal del clnico, sin la cual no existira la clnica en su objetivo undamental.En cambio existira el riesgo de que se promueva una clnica clsica, priorizando el eje de la escuchao de la ormacin, llevando al desarrollo de prcticas clsicas de grupos con nes organizacionales uotras orientaciones.

    Esos ejes se deben articular con los instrumentos utilizados y con el Anlisis Clnico del rabajo(AC ).

    El mtodo en clnica psicodinmica del trabajoComo ya se anunci, son tres los ejes estructuradores del mtodo: 1) Los dispositivos para la escu-

    cha analtica: el anlisis de la demanda, la trans erencia y la interpretacin; 2) la ormacin del clnico,que incluye: la ormacin terica, la prctica de la escucha y el propio proceso de anlisis; 3) la super- visin clnica.

    La discusin detallada de esos ejes no ser exhaustiva en este captulo, pero se presentarn nocionesgenerales y algunas discusiones ya realizadas por Mendes y Araujo (2012).

    Antes de exponerlos se hace necesario esclarecer algunas condiciones generales para esta prctica.1 raducido del portugus por Victoria Ayelen Gomez2 Instituto de Psicologia. Universidade de Braslia. Brasil. E-mail: [email protected]

    mailto:anamag.mendes%40gmail.com?subject=mailto:anamag.mendes%40gmail.com?subject=
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    La descripcin, as como la presentacin conceptual de los dispositivos, estn re erenciadas casi to-talmente en Mendes, Duarte y Araujo (2013), siendo de este modo una parte del captulo que no esoriginal.

    Segn las autoras, es importante denir la operacionalizacin de la clnica, el local, los partici-pantes, en caso de que sea en grupo, as como el motivo de la bsqueda del servicio. Los encuentrosdeben ser semanales para no quebrar la continuidad, avoreciendo el establecimiento de vnculos y latrans erencia entre los participantes.

    En esta ase inicial es preciso que el clnico realice las primeras entrevistas cuando la demanda esindividual, y varios encuentros ormales e in ormales, reuniones, charlas de sensibilizacin y observa-ciones cuando los encuentros son colectivos.

    Cuando se hace de manera colectiva, el nmero de sesiones puede variar a medida que la demanda va siendo esclarecida y los participantes se apropian de su deseo y sus destinos en relacin al su ri-miento en el trabajo. En los estudios citados, ese nmero vara entre diez y quince sesiones. Se creeque no es posible delimitar el nmero de sesiones, sino que el criterio es la dinmica que se produceen el colectivo. Es preciso reconocer el momento de nalizar, aunque se sepa que la clnica siempre esprovisoria. Ese nal debe respetar los lmites entre la clnica del trabajo y la clnica del sujeto, para queno se trans orme en psicoterapia, as como lmite entre la racionalidad tcnica y la movilizacin dela ecto, para que no se convierta en un grupo ocal.

    En la modalidad individual se deben tomar los mismos cuidados, y no se recomienda pasar elperodo de un ao. La decisin de estos lineamientos debe ser discutida y denida en el grupo desupervisin, que debe ser instituido apenas el trabajador o el colectivo comienzan las sesiones. Puedeconstituirse antes del inicio, desde el momento en que se ha solicitado la intervencin. ambin se

    recomienda que se discutan el anlisis de documentos si los hubiera- y las observaciones iniciales,para planicar la conduccin de las sesiones.

    En el inicio de la clnica, el clnico-investigador presentar una propuesta de trabajo a los involu-crados. Es importante explicitar que estn en cuestin las intersubjetividades a ser trabajadas en eseespacio y sus relaciones con el trabajo. La palabra ser el instrumento que conducir ese proceso. Sedebe acordar con el grupo el carcter tico de ese trabajo.

    Es importante tambin hacer una evaluacin de la clnica entre los seis y nueve meses. La evalua-cin del trabajo es realizada a travs de entrevistas individuales o colectivas con los participantes dela prctica clnica. ambin participan de esa evaluacin el colectivo de supervisin, despus de larealizacin de la prctica y las entrevistas, as como aquellos que solicitaron la prctica cuando se tratade una institucin.

    En la entrevista de evaluacin deben ser discutidas las movilizaciones ocurridas a travs de eseespacio, el compromiso de los participantes en los proyectos para cambiar las situaciones de trabajo,el anlisis de la voz pronunciada de los trabajadores como una consideracin undamental en el pla-neamiento de las prescripciones y la conduccin, y el mantenimiento del espacio de habla inclusivedespus de la salida del investigador externo.

    Los datos obtenidos a lo largo de las sesiones deben ser registrados de cuatro maneras: grabacincuando el grupo lo acepta o registro de lo hablado, memorial de cada sesin, diario de campo y relatosde la prctica.

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    El memorial se construye basndose en las palabras y narraciones de los trabajadores. Se har demanera provisora al nal de cada sesin, posteriormente se discutir y establecer en la supervisin, yser ledo al inicio de cada sesin. El investigador registrar los contenidos discutidos en las sesiones ysu interpretacin de lo dicho, a n de validar con el grupo lo que todava no se trans orm en lenguaje,lo apenas vivenciado, expresado a travs del silencio, o por las met oras y mani estaciones a ectivasen los encuentros.

    En el diario de campo se deben registrar los resultados de la observacin clnica, todos los eventosno verbales y hechos ocurridos en el colectivo de investigadores, la relacin entre los investigadores ysus sentimientos en relacin al colega, la sesin y el grupo de trabajadores.

    El relato de la prctica se realiza sobre todo el proceso clnico. Este relato debe responder a los pasospropuestos por Mendes y Araujo (2012) para el anlisis de los datos: el Anlisis Clnico del rabajoAC .

    Dispositivos para la escucha analtica del sufrimiento en el trabajo

    Son muchos los caminos tomados por los investigadores para llevar adelante la escucha del su ri-miento en el trabajo. El anlisis de esos estudios permitir reconocer y as undamentar las proposi-ciones que se reeren a una escucha analtica del su rimiento como un dispositivo esencial para elmtodo de la clnica psicodinmica del trabajo.

    Entre ellos se destacan los estudios con guardias municipales (Baierle y Merlo, 2008; Castro y Mer-lo, 2011), trabajadores que integran el rea de salud (Lancman, Ghirardi, Castro y uacek, 2009),

    bancarios que su ren LER/DOR (Santos Junior, Mendes y Araujo, 2009), pro esionales de en erme-ra ( raesel y Merlo, 2009, 2011), consejeros tutelares (Castro, oledo y Andery, 2010), educadoresy cuidadores sociales (Bottega y Merlo, 2010; Lima, 2012), pro esionales de gestin de personas deuna organizacin pblica (Gomes, Lima y Mendes, 2011), servidores pblicos del ribunal Penal deJusticia del Amazonas (Garcia, 2011), mujeres trabajadoras (Martins y Mendes, 2012), ociales de jus-ticia (Merlo, Dornelles, Bottega y rentini, 2012), servidores de la Unidad de Operaciones Areas delDetran-DF (Medeiros, 2012), pro esionales de odontologa de un ambulatorio universitario (Ferreira,2013), servidores de una agencia reguladora (Silva y Mendes, 2012) y taqugra os parlamentarios bra-sileos (Mendes, Alves y Frana, 2012).

    A partir de esos anlisis se sostiene como idea central para la escucha analtica la implicacin sub- jetiva del clnico en el colectivo de investigacin y en el colectivo de supervisin, exigiendo as un des-lizamiento del papel de investigador-clnico hacia el de clnico-investigador. Esta perspectiva requierede una proximidad mayor con el campo de estudio del Psicoanlisis, particularmente de los estudiosde Freud sobre la tcnica analtica, lo que trae como consecuencia la explicitacin de las di erenciasentre este y otros modos de escucha, preconizadas por diversos abordajes de las ciencias humanas ysociales. Eso posibilita caminos metodolgicos di erentes para la escucha del su rimiento, en los quelos dispositivos utilizados y la liacin terica que undamenta el uso del mtodo son centrales paracualicar tal escucha.

    Freud, en su artculo dedicado a los mdicos que practican el psicoanlisis, se reere a la impor-tancia de la comunicacin de inconsciente para la escucha analtica. Hace una analoga bastante inte-resante. En sus palabras:

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    () l (el analista) debe volcar su propio inconsciente, como un rgano receptor, en la direccindel inconsciente transmisor del paciente. Debe ajustarse al paciente como un receptor tele nico seajusta al micr ono transmisor el inconsciente del mdico es capaz, a partir de los derivados delinconsciente que le son comunicados, de reconstruir ese inconsciente, que determin las asociacio-nes libres del paciente. (Freud, 1912: 129).

    Solo que para establecer tal comunicacin, a nivel inconsciente, es preciso que el analista est enposicin de escuchar con la misma sintona y disponibilidad todo el material que el paciente le trae,a n de que pueda traducirlo para el paciente en el momento oportuno. As, Freud establece que elanalista puede, si quiere, utilizar su inconsciente como un instrumento ms en la tcnica analtica.

    Con base en esas consideraciones, la escucha analtica del su rimiento en el trabajo asume carac-tersticas particulares. El proceso clnico se inicia en la alta inscripta en el habla y en la bsqueda porparte de los involucrados en el trabajo de que la palabra tome orma, para que una vez nombrada pue-da ejercer una accin sobre la actividad, o de que algo respecto al contexto en que el (los) sujeto(s) seencuentra(n) pueda ser revelado, explorado. Ese anhelo genera una demanda, que para el clnico deltrabajo es representacin accesible y analizable del deseo.

    Para esa escucha es undamental la comprensin de la dinmica del su rimiento. El su rimiento enel trabajo es una potencia viva para resistir lo real, al movilizar en el sujeto el deseo de buscar el placer.Lo inesperado es parte inexorable del trabajar y vivir juntos. Lo real se impone de modo implacable.Sorprenderse, provocar a ectos, movilizarse, pueden ser caminos particularmente promisorios parala construccin de una obra. El su rimiento es central en ese proceso de creacin y construccin. Esel a ecto que moviliza o paraliza al sujeto delante de lo real. La impotencia que surge de esa con ron-tacin puede asumir caminos ms saludables o ms patolgicos. Apropiarse de ese a ecto es el primerpaso para soportar y resignicar ese su rimiento. Cuando eso es posible, el su rimiento puede ser un

    movilizador de placer, al permitir el acceso al deseo de trans ormar el modo de resistir a lo real de ma-nera de obtener graticacin. Al contrario, puede ocurrir una especie de represin del a ecto, provo-cando una paralizacin que lleva al sujeto a caminos tal vez ms patolgicos, que tambin pueden sermarcados por el placer de mantenerse apegado a ese su rimiento. Con rontar el su rimiento signicaun encuentro con el deseo y sus implicaciones, o sea, con ronta el sujeto con el deseo de atender aldeseo de otro, demanda imposible.

    Como se mencion, los dispositivos necesarios para la escucha analtica son tres.

    Anlisis de la demanda

    La demanda inicial puede ser de un trabajador, de un grupo de trabajadores, de una institucin y/ode los investigadores. Puede desarrollarse en los sindicatos, las instituciones pblicas y privadas, enrganos gubernamentales vinculados a las polticas pblicas de salud, en ambulatorios, en hospitalesy clnicas, escuelas o en cualquier otro contexto en el cual exista una demanda de escucha del su ri-miento relacionado al trabajo.

    Esta demanda inicial debe pro undizarse y dar inicio a discusiones sobre las dimensiones invo-lucradas, como la necesidad, la queja, o el sntoma y el deseo. Estas dimensiones se mantendrn enanlisis a lo largo de toda la prctica clnica. Ese anlisis ser continuo porque se parte del presupuestode que la demanda nunca ser satis echa porque se ubica ms all del objeto de la necesidad, dado quese articula al deseo, es decir que cuanto ms se desarrolla la demanda, ms vaco se experimenta, ya

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    que el deseo se constituye en la alta. Es en esa perspectiva que la clnica debe considerar la demanda.

    El clnico precisa estar atento para di erenciar la demanda institucional de la demanda del colectivode investigacin. El desencuentro de los deseos que subyacen al pedido puede constituirse en dicul-tad para la movilizacin del colectivo de trabajo. Los lmites del deseo, que traen en su constitucin la

    alta, deben ser esclarecidos y apropiados por el trabajador, por el colectivo y por los responsables delpedido, cuando es institucional.

    Esos presupuestos estn undamentados en los conceptos de Freud (1909/1987) en el texto Sobreel inicio del ratamiento, en el que arma que la demanda es el inicio del anlisis, y que trae en s undeseo que es inconsciente. No se trata de algo a ser realizado, sino ms bien de una alta nunca reali-zada. En ese sentido, una demanda nunca ser satis echa.

    Por eso la importancia del anlisis de la demanda, que debe realizarse en articulacin con el sn-toma, la queja y la necesidad, dimensiones ms visibles en el discurso de los sujetos, que deben serdeveladas por el trabajo conjunto del clnico-investigador, trabajadores y supervisor.

    De este modo, el clnico debe explicitar los riesgos del habla y de la escucha: no existe salvacin.Puede suceder que no se obtengan respuestas a las hiptesis pre- ormuladas y/o que no se encuentretodo aquello que se esperaba, y que surja otra cosa, con e ectos inesperados, que puede llevar a la des-estabilizacin de los involucrados en la prctica clnica y al quiebre de los mecanismos de adaptacina las situaciones de trabajo. La propia idea de xito es tal vez contradictoria en relacin a la experienciade la clnica psicodinmica del trabajo.

    La transferenciaLa trans erencia propicia la circulacin del a ecto, que se constituye por la nominacin del otro,

    ocurriendo recuentemente en las relaciones, sean ellas pro esionales, amorosas o sociales. Es a travsde ella que el sujeto se siente en conanza y quiere hablar, intenta descubrir y comprender lo que estpasando con l; lo hace a travs del otro. Freud (1912), en sus escritos sobre la tcnica, dice que latrans erencia es nada ms que un ragmento de repeticin, y que la repeticin es la trans erencia delpasado olvidado sobre todos los dominios de la situacin presente.

    En la clnica del trabajo el enmeno de la trans erencia ocurre cuando los participantes admitenlo que pasa con ellos, por oposicin a una postura omnipotente o de seduccin. As, le cabe al clnicorecibir el habla y los gestos como algo soportable. De esa orma se instaura el a ecto en el habla. Juntoal sujeto o grupo, el clnico intenta nombrar el a ecto, o sea, introducir las palabras que hablan de esesentimiento. Es en ese momento que el sujeto recibe reconocimiento y encuentra en la palabra unlugar para reconocer su identidad.

    Lo importante es que los sujetos que se maniestan no son slo el actor principal de un dramaque busca esclarecimiento, sino tambin portavoces de una situacin que debe ser recibida y discu-tida, que puede o recer al trabajador posibilidades diversicadas de recomponer una corporeidadexistencial, de salir de sus impasses repetitivos, y de algn modo de re-singularizarse. As se crea undispositivo para cambiar la posicin subjetiva, y como consecuencia, surgen nuevos tipos de relacio-nes y articulaciones entre los acontecimientos.

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    Se destaca que, cuando la clnica es colectiva, puede surgir la trans erencia negativa, con expresio-nes de agresividad entre los miembros del grupo. El clnico del trabajo debe evitar la resolucin delproblema, porque se trata de una tensin que es productiva. En su signicado, la tensin es un estadode gran aplicacin o concentracin sica y/o mental, un escenario rico para que los a ectos sean nom-brados.

    La uncin del clnico es tornarse un vnculo en esa cadena de escucha, posibilitar la rehumaniza-cin del su rimiento rente a la deshumanizacin vivida y dejar surgir la oportunidad de una palabrapara que el sujeto construya el sentido en el colectivo y torne su realidad soportable, resignicandoel su rimiento, para a partir de ah movilizar su potencia para a rontar y trans ormar la organizacindel trabajo.

    La interpretacin

    El su rimiento es siempre mediado, ya sea por la movilizacin subjetiva o por las de ensas. Paraacceder al su rimiento las de ensas precisan ser descubiertas, aunque muchas veces son inconscientesy aparecen bajo la orma de actos allidos, chistes y silencios.

    El clnico del trabajo debe apelar a su interpretacin para contribuir a desencadenar el surgimientode nuevos temas y el deseo de los involucrados en el proceso de continuar hablando. La canalizacinde la interpretacin correcta mantiene la discusin. De lo contrario se puede producir un en riamien-to, y que se acenten las resistencias. La precisin de la observacin no debe remitirse a objetivar unsu rimiento o una realidad, causa del su rimiento, sino ms bien a la verdad de una relacin de losparticipantes con el colectivo de trabajo. Se busca interpretar las de ensas colectivas sin hacer de ellas

    un acto de violencia, ya que desnudar el su rimiento y la dimensin subjetiva puede ocasionar seriasconsecuencias a los trabajadores.

    La interpretacin ideal sera aquella que desmonta un sistema de ensivo y autoriza simultneamen-te la reconstruccin de otro sistema de ensivo, o un dislocamiento de este, de manera que se en aticeun vnculo entre el su rimiento y el trabajo.

    La restitucin debe ser hecha desde el inicio de la sesin. El tema de la sesin anterior es retomadoal comenzar y el memorial se lee y/o discute, dependiendo del momento del grupo. En el caso de quese discuta, los trminos tcnicos se deben esclarecer y se mencionan las interpretaciones posibles. Esun espacio para agregar, disentir y hasta sugerir acciones para la resolucin de los conictos expuestospor el grupo en las sesiones. No hay un orden preestablecido. A medida que los participantes se mani-estan, el investigador explora el contenido para que las de ensas puedan ser trabajadas. Lo invisibledebe ser trado al grupo bajo la orma de met ora, sustituyndose una palabra por otra, o cambiandola denominacin. Aqu, el investigador vericar si su habla ue bien signicada, en la medida en quealcanza su objetivo, y se arriba a la comprensin de un aspecto no dicho. La met ora propicia unaimportante organizacin de experiencias no disponibles en nuestro sistema conceptual convencional.La restitucin permite que surja un espacio para deliberaciones, que sancionan acciones, justicanin erencias y ayudan al establecimiento de metas.

    En el espacio de habla-escucha se impone un desa o para los trabajadores: pasar del espacio dediscusin al de las deliberaciones, lo que imprime a la clnica su uerza poltica y social.

    Se debe acceder a la organizacin del trabajo en sus dimensiones visibles, invisibles, ormal, in-

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    ormal, tcnica, social y, especialmente, intersubjetiva, que implica la construccin de los acuerdoscolectivos. La clnica es del trabajo, no del sujeto. rabajo que articula el trabajar, la movilizacinsubjetiva (la inteligencia prctica, la cooperacin y el reconocimiento). Es preciso tornar visibles esasarticulaciones en el colectivo. Es a partir de esa comprensin que pueden ocurrir las deliberaciones.No se delibera basndose en quejas, sntomas y antasas. Estos precisan ser simbolizados por el habla,suscitando la apropiacin colectiva de su historia y la voluntad (a partir del anlisis del deseo) de de-liberar sobre sus destinos.

    Esta dinmica es marcada por la equidad que impone el su rimiento. odos los que orman partedel proceso su ren situaciones de desamparo y de impotencia. Los lazos a ectivos, representados enla conanza y en la solidaridad, pueden ser construidos cuando esa equidad es esclarecida y, rente alo real, los sujetos pueden movilizarse juntos para la accin. La constitucin de ese espacio de escu-cha-habla, que presupone la deliberacin, ser siempre provisoria e independiente de lo prescripto,siendo un espacio que se construye en el encuentro con lo real de la clnica.

    Para que se produzca esa deliberacin es preciso elaborar y reelaborar. Las interpretaciones y larestitucin colaboran en ese proceso.

    La elaboracin y reelaboracin son discutidos por Freud en Recuerdo, Repeticin y Elaboracin(1914/1996). La asociacin libre permite descubrir lo que se dejaba de recordar. Existe un trabajopara hacer rente a las resistencias a descubrir lo que no se recuerda, a tener acceso a lo oculto. Freudejemplica esa situacin con las rases: siempre supe todas estas cosas, lo que pasa es que nunca mehe detenido a pensar en ellas y se recuerda algo que no pudo nunca ser sido olvidado, pues nunca

    ue retenido ni lleg a ser consciente. En el ondo, l arma que no se recuerda algo que se olvid, sinoque se repite lo que no puede ser recordado. l da el ejemplo de alguien que no relata que ue rebeldea la autoridad de los padres, sino que repite ese comportamiento en sus relaciones sociales.

    En ese sentido, la compulsin a la repeticin es una orma de recordar. Se repite en vez de recordar,y se repite en condicin de resistencia. La reelaboracin es un trabajo largo, el hecho de dar un nombrea la resistencia por medio de una interpretacin no garantiza su eliminacin inmediata, se debe tenertiempo para conocer mejor la resistencia, elaborarla para superarla, y eso se da por la continuacin enanlisis.

    En el caso del clnico del trabajo, ese proceso ocurre cuando se propicia la posibilidad de reinte-gracin, por el sujeto, de su historia en el trabajo, esto es, en una dimensin que sobrepasa los lmi-tes individuales. A medida que el trabajador habla, recuerda los acontecimientos involucrados en sumalestar, se comunica con lo vivido y tiene la posibilidad de reconstruir un signicado, que antes eratraducido en recuerdos con mani estaciones sintomticas, paralizadas en la accin. De esa orma, eltrabajador sale del recordar para reescribir una historia. Las de ensas construidas, las negaciones y lasinhibiciones surgen como un material rico de investigar. Esa investigacin se orienta en la realizacinde la verdad del sujeto como la realizacin de una dimensin propia, que debe ser destacada, en suoriginalidad, de la propia nocin de la realidad.

    Al nombrar los sntomas es posible disminuir las resistencias, y hasta hacer que la resistencia pasea ser una aliada en ese trabajo, a medida que emana de aquello que est all para ser revelado y apuntaa lo que debe ser investigado. Es en ese espacio que surge, o no, la trans erencia entre los miembrosdel grupo, que consiste en reencontrar siempre una relacin que se presenta en las ormas vividas y enlos comportamientos. Posibilitar el desequilibrio de un discurso cohesivo, racional, es lo que permiteaprender.

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    La formacin del clnico del trabajo

    La ormacin del clnico del trabajo es un requisito ineludible para la prctica clnica. Esa orma-cin involucra la cualicacin terica, la prctica de la escucha y el propio proceso de anlisis. Esosrequisitos no sern abordados en este captulo, pero sern discutidos en publicaciones uturas.

    La supervisin clnica

    La supervisin es una condicin undamental para el saber-hacer del clnico, articula la teora y laprctica y permite al clnico mediante el ejercicio de experimentarse a s mismo acceder a su subjeti- vidad y la del otro.

    Esta supervisin es de endida por Molinier (2003). Segn la autora, existen tcnicas para cualicaral clnico-investigador y hacer trabajar a la propia subjetividad en la bsqueda de la subjetividad delos otros. Consideramos que la supervisin puede contribuir con esta cualicacin, adems de otrosrecursos. El uso de estos recursos se justica en la prerrogativa de que movilizar la propia subjetividades un modo de acceso a la subjetividad del otro.

    Segn la autora, este trabajo de acceso a la subjetividad por el habla no se improvisa, es precisoprepararse tcnicamente y a ectivamente. No es algo que le guste a todos los investigadores, o queconsigan realizar. Es un ejercicio que puede tornarse di cil, dependiendo de su posicin psquica yestructura de personalidad, as como de las experiencias previamente vividas, en especial las experien-cias de trabajo en la clnica. Sin embargo es una prctica undamental. La autora tambin comenta quelos pro esionales que precisan construir de ensas viriles para mediar una situacin de trabajo, dado

    que ellas ocultan la percepcin de su vulnerabilidad y la del otro, tienen mucho ms dicultades deasumir la conduccin de la clnica del trabajo.

    El supervisor auxilia en la indicacin de lo que sucede en el espacio de la clnica al evocar los es-tados de cosas posibles que no estn descriptos o nombrados en el trabajo. Favorece la discusin denuevas ormas comprensivas del habla y con eso estimula los modos plurales de interpretacin y, con-secuentemente, de trans ormacin de las situaciones vividas en la organizacin del trabajo.

    Las notas sobre la supervisin no publicadas por Leane Pedro Gama permiten elaborar algunascuestiones sobre la posicin y uncin del supervisor en la clnica. El supervisor, atravesado por ex-periencias prcticas de escucha analtica y ortalecido por constructos tericos del mundo del trabajo,contempla activamente el escenario que se presenta: la exposicin de uerzas pulsionales colectivas oindividuales de sujetos que discuten su modo de produccin, y otros (los clnicos) que participan di-rectamente de esa discusin y que tambin estn siendo a ectados por una realidad de la cual ormanparte: el mundo del trabajo. La organizacin de ese conjunto de uerzas no siempre es percibida por elclnico, pues l tambin en algunos momentos se encuentra inmerso en ellas, en su tarea de permitiral grupo de trabajadores la construccin de un discurso sobre su mundo productivo. Esa construc-cin se torna posible cuando el clnico es remitido a ocupar un lugar de escucha di erenciada, en estecaso analtica, sin dejar que se lo con unda con lo que se est diciendo (a pesar de ser un clnico deltrabajo), ubicacin desde la que permite el surgimiento de una nueva construccin, de un nuevo po-sicionamiento.

    La conuencias de prcticas, saberes, uerzas diversas elaborando una nueva visin de realidadessolamente es posible por la presencia de una mirada, la del supervisor, que posibilita reordenar inicial-

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    mente en la supervisin ese conjunto pulsional ms all de lo que podra estar prescripto.

    El supervisor acta en el lmite, acta en la trans erencia, del otro con el otro, con el mundo objeti- vo y hasta con la propia supervisin.

    El clnico del trabajo y la construccin de su saber-hacer

    La construccin del saber-hacer involucra a los tres ejes estructuradores del mtodo: los dispo-sitivos para la escucha analtica, la ormacin del clnico y la supervisin. Vale destacar algunas di-mensiones, que aunque estn completamente articuladas a eses ejes, son importantes para demostrar,aunque de modo no exhaustivo, la vinculacin entre el mtodo de la clnica psicodinmica del trabajoy el saber-hacer del clnico del trabajo.

    El saber-hacer no equivale al saber tcnico y experto, sino que tiene que ver con una dimensinque se ha evidenciado en las diversas prcticas clnicas que hemos desarrollado en los ltimos aos,particularmente a lo largo de la realizacin de la supervisin. Implica un sujeto inexorablemente com-prometido en el proceso de la escucha. Para eso es importante que el clnico acceda a su potencia,resistiendo al juego de la omnipotencia-impotencia. Ser potente signica asumirse como un sujeto deldeseo y no de la necesidad. Di erenciar deseo y necesidad permite un reposicionamiento en la relacincon el otro, una posicin de alteridad, una relacin entre sujetos y no entre sujeto y objeto, o entre ob- jetos. Asumir esa posicin es undamental para la escucha analtica del su rimiento del trabajo; consti-tuye el saber-hacer que no se transmite por el conocimiento sino que es construido permanentementey de modo inacabado en la con rontacin con un real, es una experiencia de s mismo en el hacer.

    Esa construccin pasa por el deseo de escuchar el su rimiento del otro y todas las implicacionesque esa escucha impone. Es posible cuando el sujeto reconoce que desear es correr riesgos y no tenergarantas, di erente de una posicin neurtica donde el deseo est condicionado al deseo de otro ysus respuestas. El miedo al riesgo de convertirse en un sujeto del deseo puede constituirse como unsntoma expresado en la negacin de la alteridad. El clnico al aproximarse a esa relacin con su deseotendr mejores condiciones para desarrollar una escucha analtica ms armoniosa con el proceso deresignicacin del su rimiento, y consecuentemente con las condiciones que aseguren la salud mentalal trabajador.

    Ese compromiso es undamental, dado que los conictos y contradicciones, inherentes a las rela-ciones de dominacin presentes en el mundo del trabajo, requieren una actuacin centrada en la inse-parabilidad entre idea y a ecto. El hacer implica conictos que van ms all de la capacidad del sujetode pensar sobre s mismo. Esa capacidad de pensar es importante; junto con la orientacin a conocercmo este hacer a ecta al sujeto, se constituyen en la principal ocupacin de la clnica. Evidentementela organizacin del trabajo es denitoria de este hacer, no existe independencia del sujeto en relacina la realidad del trabajo, muchas veces cruel y perverso.

    En este sentido, el clnico ocupa y no ocupa el lugar del sujeto del supuesto saber, es un juego desa-ante en el cual el clnico del trabajo precisa asumir y al mismo tiempo trans erir esa ideacin al sujetoo al colectivo, para que entiendan que el poder de cura de cada uno est dentro de ellos. La mani es-tacin de ragilidades es la que habilitar las posibilidades de sanarlas; al mismo tiempo, asumir estelugar permite a los sujetos encontrar estas soluciones en la revelacin de la trans erencia.

    En esta perspectiva, elementos como deseos idealizados, dicultades para asumir la castracin y la

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    herida narcisista deben ser considerados en el saber-hacer del clnico del trabajo, dado que el procesoimpone al sujeto el encuentro con lo real, representado por las contradicciones de la organizacin deltrabajo. Las organizaciones de trabajo tienden a potenciar el narcisismo y la omnipotencia por mediode sus modelos de excelencia, pero es en la castracin que el sujeto se constituye, que puede estableceslazos al buscar, en el otro, lo que le alta. Sin la presencia de esos elementos, la cooperacin y la cons-truccin del colectivo de trabajo, que pasan necesariamente por los lazos a ectivos, no son posibles.

    Este saber-hacer es, por lo tanto, una construccin permanente e inacabada, en cuyo proceso losejes estructurales del mtodo de la clnica psicodinmica son undamentales.

    Consideraciones finales

    El mtodo de la clnica psicodinmica del trabajo, tal como ue discutido a lo largo del captulo,ha contribuido con la produccin de cambios en la posicin subjetiva y poltica de los trabajadores.Por medio de ese espacio de escucha analtica del su rimiento en el trabajo se busca intervenir en eldiscurso, dando condiciones para resignicar vivencias, dar nuevos sentidos y reexionar en un nivelde consciencia di erente. El acto de ceder ese espacio posibilita esos cambios, tanto por la oportuni-dad de repensar, como por la sensacin de ser escuchado por otro que se posiciona de manera abiertapara realizar la escucha, para interaccionar y discutir lo que ue vivido por el sujeto en contacto con eltrabajo, adems de discutir cmo las otras dimensiones de su actividad estn interriendo y contribu-yendo para su desempeo y tambin para su proceso salud-en ermedad.

    En esta direccin, la clnica psicodinmica del trabajo tiene como uno de sus ejes la promocin dela emancipacin de los sujetos en sus contextos de trabajo, de la apropiacin en la medida de lo po-

    sible- de la organizacin del trabajo, viabilizando la promocin de salud como posibilidad de cambioconcreto realizado por aquellos que ms entienden el trabajo: los propios trabajadores. Pero el trabajoen el marco de la psicodinmica del trabajo no se trata slo de conrmar datos y revelar el su rimientoy la en ermedad en el trabajo, sino tambin con orme se comprende ese trabajo- crear nuevos datosque nos muestren perspectivas de trans ormacin de los destinos del su rimiento.

    En ese sentido es posible armar que debemos buscar cada vez ms la actuacin poltica con y porla produccin de conocimientos en el rea, especialmente con respecto a la trans ormacin de traba- jadores en sujetos sujetos de sus deseos en la medida de lo posible- a travs de la promocin de es-pacios pblicos de discusin en el trabajo, adems de pro esionales en ormacin en espacios clnicosde trabajo que emergen como un espacio de escucha e interpretacin del habla de los sujetos, comomedio de traduccin de la realidad de trabajo, de claricacin de las redes de relacin, como caminode construccin de un estado de salud conquistado cotidianamente por aquellos que trabajan y sin loscuales nuestro objeto de estudio - y el oco de nuestro propio trabajo- ni siquiera existira.

    Al promover la mani estacin de las singularidades el clnico del trabajo aborda los papeles so-ciales ocultos y denuncia las condiciones de trabajo, ampliando las posibilidades de anlisis de lassituaciones de los trabajadores y la elaboracin de estrategias para modicar su realidad. Se trabaja, deese modo, en la construccin de una consciencia crtica para modicar un lugar de opresin para laresignacin y la emancipacin.

    La instrumentalizacin de los valores ticos en la sociedad depende del compromiso de los sujetos.La subjetividad se constituye en el lenguaje y en los actos sociales, porque no existe un sujeto auto-generado. El desa o en ese trabajo clnico es el de auxiliar y elaborar su rimientos invisibles y desar-

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    TRABAJO CREATIVO, SUBJETIVIDAD Y POSIBILIDADES DEL ABORDAJECLNICO 1

    Andrea Pujol 2

    Introduccin

    El artculo trata el tema de la creatividad en el trabajo, con el objetivo de identicar algunas de suscaractersticas y de proponer algunas claves para abordarla en el campo del trabajo desde una pers-pectiva clnica.

    El desarrollo se apoyar en ejemplos tomados de relatos biogrcos. Como se dijo en otro lugar(Pujol, 2013), la aproximacin biogrca permite explorar las lgicas de accin del curso de vida deun sujeto, acceder a la dimensin subjetiva y con ello a los procesos culturales y simblicos que hanintervenido en su produccin.

    Una entrevista biogrca realizada en Montevideo, Uruguay, en 2011, con motivo de un estudiosobre procesos de creacin de empresas por parte de empresarios no herederos (Pailot, 2003), es unode los corpus que se analizan aqu. El entrevistado, a quien llamaremos Martn, es el responsable deuno de los emprendimientos ms dinmicos de ese pas, una empresa que desarrolla so ware para laindustria pesquera, undada en el ao 2000 luego de un largo proceso de gestacin.

    Para mostrar ejemplos de la produccin literaria recuperamos la voz de Julio Cortzar, del libroClases de Literatura. Berkley, 1980 recientemente publicado (Cortazar, 2013), que rene las leccio-nes de literatura que Cortazar dict en Berkeley, en 1980. Las clases han sido desgrabadas, lo que nospermite acceder a la oralidad de Cortazar, a la reconstruccin de su experiencia como escritor y a laintimidad de sus procesos creativos.

    Estos dos relatos, muy alejados entre s por sus contenidos y por sus contextos de produccin entre otras muchas di erencias-, son a su vez aliados: ambos protagonistas hacen memoria sobre eldesarrollo de su ocio con el n de comunicar a otros su experiencia y en ese proceso la memoriabiogrca es un recurso para reexionar sobre la accin y darle sentido 3 , cuestin que resulta centralen la clnica del trabajo. En el momento de narrar el tecnlogo y el escritor traen a la memoria acon-tecimientos, sentimientos, razones, que explican sus creaciones. El relato constituye as una nuevacreacin, en tanto narrar el ocio es construirlo. El escritor en sus clases busca que los alumnos com-

    prendan su mirada sobre el ocio y para ello recurre a la memoria, dando cuenta de los resortes desu proceso creativo; el tecnlogo intenta que el entrevistador comprenda como lleg hasta aqu en suquehacer y haciendo memoria se esclarece a s mismo.

    El dinamismo creador

    eorizar sobre la creatividad es siempre di cil, principalmente porque la ciencia ha considerado eltema en toda su complejidad muy recientemente, y gran parte de las contribuciones sobre el tema selimitan a recrear ideas que han perdido vigencia.

    1 Una versin previa de este texto ha sido publicada en rancs, bajo el ttulo ravail crati et approche clinique en Revue Education Permanente,Dossier ravail, crativit, subjectivit, vol 202. Pars. Marzo 2015.2 Facultad de Psicologa. Universidad Nacional de Crdoba. Argentina. E-mail:[email protected] Como sostiene Michel Lacoste (1995) el sentido no est pre asignado, no preexiste a la experiencia; se mani iesta en el momento en el intercambio conotro, se despliega en la actualidad de la accin. Partir de esto es, por supuesto, rechazar la consideracin del actor como un ciego, como un puro juego de

    uerzas que lo sobrepasan, e implica rehabilitar su saber y su subjetividad.

    mailto:apujol%40psyche.unc.edu.ar?subject=mailto:apujol%40psyche.unc.edu.ar?subject=
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    aos. Cuando termin su ormacin trabaj dos aos en un pesquero japons, limpiando la cocina ylos baos del barco y haciendo tareas de baja calicacin. Luego ue pasando por distintas empresaspesqueras en periodos de dos a tres aos en cada una y ejerciendo cargos ms calicados, siempre enel mar. El primer proyecto de Martn como emprendedor ue el desarrollo de un so ware en 3D, quepermita ver en un ordenador la representacin grca de la red de pesca del barco tal como operabaen el ondo del mar.

    Para Martn, el paso de trabajar en un barco de pesca a desarrollar un so ware para la industriapesqueraest todo unidoporque sucede que uno trabaja en su pro esin y ve algo que no existe oalgo que quizs existe pero usted no ve y dice qu bueno estara hacer eso. Se produce un enamora-miento de la idea, no? Uno tiene una visin de algo. O sea, yo no soy emprendedor porque quera ganardinero o ser comerciante. (Martn, marinero)

    Sin embargo, el enamoramiento de la idea no basta. Martn narra el largo camino que tuvo querecorrer para que su creacin sea aceptada y dice que rente a la resistencia de la industria pesquerade su pas, de Argentina o de Espaa muchas veces sinti deseos deguardar todo y olvidarse del pro- yecto y tambin en atiza en la incertidumbre que supone el proceso creativo:Cuando uno hace unainnovacin es di cil decir este producto estar listo en 9 meses, porque uno es como Cristbal Coln, salea explorar algo y no sabe a dnde va a llegar; esperamos llegar a cierto lugar, pero quizs no llegamos aese punto, no? Quizs llegamos a otro o tal vez nau ragamos a mitad de camino. (Martn, marinero).

    En sus clases de literatura, Julio Cortzar retoma la cuestin de la incertidumbre y el azar en elcampo de la ciencia y lo relaciona con la produccin literaria:

    Me di cuenta de que es exactamente el proceso que se da tambin en cierta literatura y en ciertapoesa en el momento en que se llega al lmite de una expresin, ya sea la expresin de lo antstico

    o la expresin de lo lrico en la poesa. Ms all empieza un territorio en donde todo es posible ytodo es incierto, y al mismo tiempo tiene la tremenda uerza de esas cosas que sin estar reveladasparecen estar hacindonos gestos y signos para que vayamos a buscarlas y nos encontremos unpoco a mitad de camino, que es lo que siempre est proponiendo la literatura antstica cuando loes verdaderamente. (Cortzar, 2007).

    Ponemos aqu de relieve que la creatividad en el trabajo se despliega como un comportamiento detipo regular, adaptativo, a partir de desequilibrios entre las necesidades y deseos internos y las posi-bilidades del entorno. Estas situaciones son experimentadas como un lmite y son signicadas por elsujeto desde una posicin activa que busca darles respuesta a travs de la novedad, an cuando elloexija con rontar o resistir a un contra-movimiento que busca conservar el orden. La accin creativa esinherente al desarrollo humano y no constituye un enmeno de carcter excepcional o extraordina-rio, an cuando suele ser tratado de ese modo por diversas corrientes tericas.

    Trabajo creativo, implicacin y distraccin

    La creatividad puede ser concebida como una cualidad inherente a la complejidad de los sistemas(Prigogine, 1993) o como una modalidad operatoria de la inteligencia humana (Marina, 1993), por loque es preciso poner en discusin que se trate de un don, reservado a personas especiales, o desli-

    garla de las perspectivas que atribuyen los comportamientos creativos a la espontaneidad, la intuicino las musas, que podramos considerar una mirada anrquica, que aleja la idea de creatividad dela accin consciente y de la mediacin instrumental. La perspectiva espontaneista reniega de los m-

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    todos, las tcnicas y la tecnologa y suele presentarlos como recursos que limitan la accin creativa,como actores que conducen a la repeticin y a la alienacin. En contrapartida, la idea de la tcnicacomo constitutiva de la humanidad misma (Simondon, 2007), es recuentemente ignorada en estasperspectivas. Para Simondon, tener una idea es lo mismo que hacer una cosa y los objetos tcnicos sonbellos precisamente por su integracin en el mundo humano que contribuyen a prolongar, por lo queconstituira un error considerar a la tcnica como un simple apndice del trabajo (Simondon, 2007;Blanco y orrano, 2011)

    Cortazar explica la naturaleza ldica del proceso creador a travs de una idea prxima a la inspi-racin:

    En mi caso me sucede distraerme y por esa distraccin irrumpe lo que despus da estos cuentosantsticos (...) Me da vergenza rmar mis propios cuentos porque muchas veces tengo la im-

    presin de que me los han dictado que yo no soy el verdadero autorno voy a venir aqu con unamesita de tres patas pero a veces tengo la impresin de que soy un poco un medium que transmiteo recibe una cosa. (Cortzar, 2013).

    Sin embargo, insiste en la idea de que la literatura surge de un trabajo constante y de la conquistade ciertas destrezas, a la vez que cuestiona la imitacin:

    La imitacin nunca da algo bueno () odos los pequeos Borges los pequeos Roa Bastos, lospequeos Sbatosviven un poco agazapados porque saben que estn imitando. Y lo hacen por-que con an en que de todas maneras esa imitacin dar algo bueno alguna vez. En general, no lo da() La inuencia es algo muy di erente de la imitacin, la inuencia es algo que puede entrar porun camino totalmente inconsciente y son los crticos los que casi siempre descubren las verdaderasinuencias que puede haber en un escritor. (Cortzar, 2013).

    El escritor cuenta adems que en cierto momento consider que deba abandonar las Historiasde cronopios y de amas 5 porquesiempre he tenido una gran desconanza a seguir por un caminocuando se vuelve cil . En la misma lnea, remarca que Andr Gide sostuvo un consejo que a lle qued grabado: que nunca hay que aprovecharse de un impulso adquirido ya que Cuando setrabaja largo tiempo en una obra y se llega a dominar ese camino y esa tcnica, existe la tentacin decontinuar....

    Remarcamos aqu tres ideas: (i) la necesidad de cierta distraccin del entorno como condicin delproceso creador; ser atrapado por una idea, abstraerse de todo y ponerse al servicio de un proyecto;(ii) que la tcnica est siempre presente como recurso necesario del proceso creador, para que la obrapueda ser gestada y producida: el proceso creador responde a reglas de ocio. Sin embargo, (iii) el lo-gro de dominio tcnico, puede obrar en contra de la creatividad y conducirnos a persistir en una labordesapasionada, en la mera repeticin de la tcnica.

    Martn remarca la situacin de aislamiento que implica estar embarcado como avorecedora de losprocesos creativos:En la pesca se trabaja los 365 das del ao. Llegbamos y estbamos en tierra 24hs yvolvamos a salir. Son 320 das del ao navegando permanentemente y es una cosa que psicolgicamentea uno lo destroza. Se vive prcticamente solo, 12 o 14 hs solo. Es una situacin muy particular, si unoquiere sobrevivir ah tiene que estar bastante aislado. La rutina en el barco era una cosa que para mno iba ms: en una poca hasta llegu a escribir poemas, escrib bastante y despus pasaba das enterosdibujando...al nal a travs de las imgenes siempre hice cantidad de cosas, siempre necesito hacer algo nalmente comenc a pensar el sofware.5 Cortazar, J. Historias de cronopios y de amas. Punto de lectura. 2007. Buenos Aires..

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    Las condiciones de trabajo en el barco operaban a avor del proceso creativo produciendo ciertatensin subjetiva que Martn trataba de resolver desplegando interrogantes sobre su ocio: estandoah uno ve lo que es un barco, un barco es una plata orma que ota con su poder de propulsin y dems, pero lleva redes de arrastre, las redes son los aparejos que van en el ondo del mar donde no uno ve nada.O sea que uno larga los cables de remolque a una pro undidad de 300, 400, 500 metros...pero uno tieneque intuir que eso va bien, tiene algunos clculos bsicos pero no puede ver y no sabe lo que est pasandoen el ondo del mar, entonces surge aquello de tratar de ver lo que no se v no? Hacer visible lo invisibleUna red de pesca es como un paracadas que puede llegar a medir 60-70-80 metros, con una abertura de25 metros. No existe un pescador que la pueda ver realmente en toda su dimensin, porque est totalmen-te desplegada en el ondo del mar. Y bueno, por curiosidad y para poder aproximarme a como se estabacomportando la red, comenc a indagar un poco en los clculos que se usan en la tecnologa pesquera() Lo que me altaba era la computacin, entonces tom los manuales que se usan cuando uno quiere programar en orma autodidacta. Fui comprndome libros porque no se trataba de hacer clculos enun Excel: lo que yo quera era representar grcamente a escala las dimensiones de la red. Siempre me gust hacer algo as, lo tuve pensado desde que empec a estudiar en la escuela porque me explicaban unmontn de cosas pero no haba grcos a escala o algo para poder ver lo que pasaba en el ondo del mar,o sea yo tena la necesidad tambin de poder representar eso grcamente, de poder ver eso con lo que yoestaba trabajando

    Los hombres se involucran en el trabajo creativo gracias a la conviccin de que es posible hacer visible a otros algo que ya es real para ellos, de que ese objeto o esa idea nueva en el mundo permitirresolver ciertos vacos, armonizar mundo interno y mundo externo. En esta lnea, Winnicott (2008)aborda la creatividad como caracterstica de la vida y del vivir en su totalidad, como una bsquedaorientada al propio conocimiento de s y del mundo.

    Los relatos que presentamos aqu muestran que los procesos creativos exigen cierta distraccin res-

    pecto del entorno o cierto aislamiento social, que puede ser vivido subjetivamente como si el tiempose detuviera. Pero no se trata de un estado contemplativo, a la espera de que llegue la inspiracin, nide un caos en el cual el sujeto se encuentra perdido. Se trata de condiciones en las que el sujeto puededesplegar al mximo sus conocimientos y habilidades, no ya para resolver las rutinas sino para jugarcon lo que l concibe como irrealidades necesarias. Esto, como hemos visto, supone ampliar inclusoel repertorio de saberes del ocio a modo de una recreacin del gnero pro esional.

    En el trabajo creativo los conocimientos son puestos al servicio o subordinados a una idea uerza oidea-proyecto que exige superar la mera rutina. El dominio tcnico es explotado al mximo, por lo quees posible conjeturar que la creatividad en el trabajo surge en el lmite superior de la tcnica, a modode un exceso que la trastoca y la renueva.

    Procesos creativos y dimensin emocional

    Existe el riesgo de explicar la creatividad exclusivamente por la va de las ciencias cognitivas yalejarse as de la posibilidad de captar toda su complejidad. Desde el constructivismo la creatividades una modalidad de la inteligencia que no puede ser reducida a una cuestin computacional y seexpresa en un nivel superior que es el dominio de la actividad (Marina, 1993; Archambault y Venet,2007). Las expresiones creativas de la inteligencia son comportamientos orientados hacia una nali-dad, que se caracterizan por operar en el plano de las irrealidades, de inventar posibilidades a partirdel conocimiento de la realidad. O como crea Cortzar a propsito de su experiencia, de una concep-cin ampliada de la realidad en la cual lo antstico se usiona con lo real:

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    Desde muy nio, lo antstico no era para m lo que la gente consideraba antstico. Para m erauna orma de la realidad, que en determinadas circunstancias se poda mani estar, a m o a otros, atravs de un libro o de un suceso. Pero no era un escndalo dentro de una realidad establecida. Medi cuenta de que yo viva, sin saberlo -y sin haberlo sabido-, en una amiliaridad total con lo ants-tico, porque me pareca tan aceptable, posible y real como el hecho de tomar una sopa a las ocho dela noche, con lo cual () creo que yo era en esa poca pro undamente realista, ms realista que losrealistas, puesto que los realistas (...) aceptaban la realidad hasta un cierto punto, y despus, todolo dems era antstico. Yo aceptaba una realidad ms grande, ms elstica, ms expandida, dondeentraba todo (...) Ser realista es tener una idea elstica de la realidad. (Cortzar, 2013)

    Para el escritor, esta idea usin entre lo real y lo antstico no constituye una orma de evasin:

    Lo antstico nunca me pareci antstico sino una de las posibilidades y de las presencias quepuede darnos la realidad cuando por algn motivo directo o indirecto alcanzamos a abrirnos a esasimprevisiones. No es un escapismo, es una contribucin a vivir ms pro undamente esta realidad.(Cortzar, 2013)

    Martn en cambio reconoce la necesidad evadirse de las tensiones que provoca la realidad a travsde la accin creativa:El estar en un barco es rutinario pero a la vez es como una ciudad otante, es unlugar aislado, totalmente autnomo, no? donde uno no tiene dependencia directa de nadie si te pasacualquier cosa. No hay bomberos, no hay polica, no hay mdicos. Uno tiene que estar muy atento a las pantallas de las computadoras, a las alarmas que suenan, con equipos en el ondo del mar que cuestanu$s70-80.000 y que uno los puede perder y con ello perder el trabajo, los riesgos que corre la tripulacin y los problemas climticos, pensar que alguien puede lastimarse o caerse al agua. En un barco se ve detodo, por eso yo necesitaba una vlvula de escape, hacer otogra a, dibujar, escribir o ponerme a pensarcmo opera la red en el ondo del mar, son ormas de en rentar la vida all o de pensar que adems de lo

    que uno vive all hay otras cosas o hay que inventarlas Se destacan aqu los lazos que articulan la accin creativa con las exigencias de la realidad. La

    inteligencia creativa sirve para resolver problemas, pero no por la va de encontrar respuestas sino atravs de la ormulacin de nuevas preguntas, de proponer proyectos, de inventar posibilidades 6 . Esun recurso que permite canalizar o resolver las tensiones que emergen en el plano de la actividad, queexigen equilibrar y armonizar distintos dominios de la vida. Frente a ciertos acontecimientos pertur-badores la creatividad constituye un atajo que permite al sujeto transitarlos.

    Se en atiza aqu cmo se entrelazan lo emocional y lo cognitivo: aquello que atrae hacia unaidea-proyecto, que provoca apasionamiento y que exige de la movilizacin de antiguos saberes y de laadquisicin de otros nuevos, es sin duda de naturaleza emocional.

    Cuando preguntamos a Martn a qu edad comienza a sentirse el cansancio de estar embarcado,responde:Yo creo que a los 35, baho ya cuando naci mi hija era di cilme iba con una angustia aveces!, yo le explicaba a mi hija tengo que irme porque tengo que ganar dinero para la casa, bueno, loque uno siempre les dice a los hijos y ella una vez me trajo la plata de sus ahorros y me dijo papyotengo plata ac, para que no te tengas que ir. odas esas cosas a uno lo destrozan. En verdad, a partirdel momento en que naci mi hija yo siempre busqu inventar algo para salir del mar.

    6 Como sostiene Bonnardel (2009) a propsito de las actividades de concepcin, la emergencia de ideas creativas reposa sobre la consideracin deobjetos conocidos, sicamente presentes o no en el entorno de concepcin, que no mantienen necesariamente un vnculo directo con el objeto a concebir.Y es en esa instancia en la que los sujetos son capaces de ver aquello que los otros no pueden ver y de aplicar a la situacin un estilo de pensamientodivergente, haciendo variar las perspectivas o los puntos de vista que adoptan, valindose de conocimientos di erentes de aquellos que movilizan habi-tualmente.

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    Desde una perspectiva psicoanaltica, Pichon Riviere (1997) sostiene que la creatividad busca com-prender el misterio de la tristeza. Apela as a la nocin de lo siniestro (das unheilmliche) de Freud(1919), para armar que el proceso creador tiene su origen en la necesidad de elaborar lo siniestro.Lo siniestro opera en dialctica con lo maravilloso: es el hombre quien al crear se recrea, dice PichonRiviere. Para l, la creatividad permite impedir o alejar la irrupcin plena de lo siniestro, recuperandola unidad.

    El proceso creador se apoya en diversos mecanismos el humor, el suspenso, el juego- que lo vuel- ven posible y que lo ponen el servicio de tramitar lo siniestro: jugar, hacer rer, crear misterio, consti-tuyen siempre propuestas de nuevos lenguajes para salir de una encrucijada, de un laberinto. Para esteautor, es posible establecer relaciones signicativas entre la puesta en juego de mecanismos creativosy la salud a partir del momento en que el sujeto toma un papel activo sobre el acontecimiento que loperturba, se pone en movimiento y busca la manera de sostenerse en comunicacin con el mundo, dereligar subjetivamente su historia.

    Las aproximaciones psicoanalticas a los procesos creativos (Freud, 1981; Laplanche, 1999; Win-nicot, 2008) no han sido unvocas ni especialmente rtiles, pero siguen constituyendo una lnea detrabajo importante en el propio campo del psicoanlisis (Zito Lema, 1976; de avira, 1996; Brainsky,1997) y tambin en los estudios sobre trabajo y subjetividad (Ferreira, 2011).

    Los aportes del psicoanlisis nos ayudan a indagar los contenidos del conicto que subyace -nece-sariamente?- a los procesos creativos, aunque di cilmente nos permita explicarlos en toda su comple- jidad. Sin embargo, en la clnica del trabajo, la exploracin de la dimensin emocional de los procesoscreativos constituye una tarea imprescindible para pro undizar en el conocimiento de la dinmicaentre creatividad y alienacin.

    Aventura, juego y procesos creativos

    Un cronopio pequeito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz enel dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aqu se detena el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta7 .

    En sus clases de literatura, Julio Cortazar reere a sus Historias de cronopios y de amas comosu gran juego personal,juegos de nio adulto escritor o de adulto escritor nio: El nio nunca hamuerto en m. () He conservado siempre una capacidad ldica muy grande e incluso tengo toda unateora acerca de lo que yo considero la gravedad del juegoporque el juego es una cosa muy grave, muyimportante y que en ciertas circunstancias puede ser muy dramtica.

    Desde este punto de vista, cabe interrogarse sobre el papel de la in ancia y de los procesos de socia-lizacin en el desarrollo de la creatividad. Es posible pensar que solo en el periodo de ormacin inicialpuede activarse o no una modalidad operatoria creativa; o, por el contrario, que la creatividad es unrecurso disponible a lo largo de toda la vida, que emerge bajo ciertas condiciones 8 . Estas dos lneas detrabajo son igualmente importantes porque contribuyen a esclarecer las uentes biogrcas de la crea-tividad en el trabajo desde el punto de vista de los mecanismos que se ponen en juego. En este marco,

    7 Cortazar, J. Historias de cronopios y de amas. Punto de lectura. 2007. Buenos Aires.8 Vygotski (1930/2004) de ine la imaginacin como una uncin psquica que se desarrolla a lo largo de toda la vida (Archambault & Venet, 2007)pudiendo ser reproductiva o creativa y mani estndose a travs de las producciones. La imaginacin es el ruto de experiencias vividas en el marco deinteracciones sociales signi icativas, por lo que existe una correlacin estrecha entre las experiencias del individuo y la actividad creativa.

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    pensar la in ancia como usina de la creatividad implica analizar cmo se despliegan, entrecruzan ytensionan cognicin y emocin para propiciar la inteligencia creadora.

    Dice Martn:...yo siempre me quera ir, por eso los barcosvivir una vida uerte, no? Una vida deaventura, de experimentar otras cosas no? Yo podra haber estudiadono soceanogra a, pero nun-ca me gustaron los escritorios. Ms que nada de joven me gustaba conocer y viajar. Lo que pasa es quemi madre era de una amilia bastante bien, pero despus qued prcticamente sola, y ah con tres hijos,trabajando y trabajando, ue una gran luchadora

    Somos tres hermanos y yo soy el menor. Mis hermanas aprovecharon mejor los estudios, pero yo siem- pre ui msno s...preero hacer las cosas por m mismo. La rutina nunca ue conmigo y yo siempre ui un poco ms rebelde. Me decan Martin, te vas a embarcar vos ests loco?. ambin pas quemi mam se separ de mi pap cuando yo tena 2 aos, y tuvimos un perodo bastante di cil porquetuvimos que ir a un lugara un hogar in antil hasta los 8 aos. Una vida muy complicada. Despus mimadre pudo tener mejores ingresos y volvimos con ella. Pero la primera etapa de mi vida, de los 2 hastalos 8 aos ue bastante uerte. Mi madre tena que ir a trabajar prcticamente da y noche en di erenteslugares de en ermera y de maestra, entonces iba a cuidar a en ermos de noche y de da iba a trabajar yquizs de eso me viene la necesidad de independencia, porque yo la vea y senta mucho el sacricio quehaca ella, no dorma y no la vea casi nunca, entonces yo quera independizarme rpido. Y cuando yome pude independizar tambin la ayud un poco, pero ella no quera, ella era muy independiente tam-bin, muy uerteBueno, de nio ya mi cabeza estaba de viaje, imaginando cosas, independizarme, irmelejos, tener una vida de aventuras

    La aproximacin al juego, que supone tambin un acercamiento a los espacios y objetos transicio-nales (Winnicott, 2008), es quizs el modo en que ms cilmente puede advertirse en el relato biogr-co el modo en que se articulan lo emocional y lo cognitivo en los procesos creativos en el trabajo, y

    tambin muestra cmo los desa os actuales que en renta el sujeto adquieren con recuencia sentido ala luz de acontecimientos del pasado o de las modalidades de uncionamiento y contenidos que mar-caron la historia de vida.

    Clnica de los procesos creativos en el trabajo

    A modo de sntesis, se precisan algunas ideas que contribuyen al abordaje clnico de los procesoscreativos.

    La creatividad en el trabajo constituye una modalidad de expresin de la inteligencia que se des-pliega bajo condiciones de alto involucramiento del sujeto en la actividad, con el n de resolver ciertatensin subjetiva producida por desequilibrios entre necesidades, deseos y posibilidades.

    Se seala adems que los procesos creativos en el trabajo requieren de ocio o saber hacer, yaque precisamente los conocimientos y el dominio tcnico son puestos al servicio o subordinados auna idea uerza o idea-proyecto que exige superar la mera rutina. El dominio tcnico es explotado almximo, por lo que es posible conjeturar que la creatividad en el trabajo surge en el lmite superior dela tcnica, a modo de un exceso que la trastoca. En este sentido, la creatividad constituye un compor-tamiento adaptativo, de tipo evolutivo e inherente al desarrollo, que enlaza componentes cognitivos y

    emocionales. En este marco, los procesos creativos en el trabajo dan curso a la resolucin de tensionesque se generan en el campo de la actividad, pero que a la vez que reeren a la actualidad pueden co-nectarse tambin con conictos o tensiones remotas, que han marcado la vida del sujeto.

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    En esta lnea, los recursos que provee el en oque biogrco relato de vida, entrevista biogrca,entrevista de trayectoria, historia de vida- acilitan el acceso a los principales ncleos que pueden ex-plicar la creatividad en el trabajo.

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    CONSIDERAES SOBRE A RELAO TRABALHO E CRCERE

    Vanessa Andrade de Barros1

    Introduo

    Sabe-se que so diversos e numerosos os problemas da gesto prisional; relatrios e documentosnacionais e internacionais apontam recorrentemente a superlotao, as pssimas condies de detenoe a violao de direitos intra e extramuros como as principais causas do chamado colapso do sistema.No entanto, o discurso ocial sobre a uno ressocializadora da pena privativa de liberdade no perdeuseu vigor e tem no trabalho o grande elemento propiciador dessa suposta incluso social de egressosprisionais, representado como panaceia para todos os males. odavia, so discursos genricos, distantesdo que o erecido intramuros como trabalho e de suas relaes com o mundo exterior. Ainda assim, apoltica publica de atendimento ao preso mantm essa orientao idealizada do trabalho, desvinculadada realidade de seu desenvolvimento no cotidiano prisional.

    De ato, inquestionvel a importncia