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EM2 / MADRID

Libros / Chamberí

El Dragón Lector, 10 años enseñando a leer a los pequeñosAutores, pedagogos e ilustradores protagonizan diferentes actividades

Cuando Pilar Pérez decidió abrir hace una década en el barrio de Chamberí una librería especiali-zada en infantil y juvenil tenía 52 años. Catorce de ellos los ha-bía pasado en la editorial SM. La ilusión por fundar una librería germinó allí, en las estancias de elaboración del libro. Pero ella quería ver la continuación de su vida. Y soñaba más: crear un proyecto de animación a la lec-tura en edades tempranas apo-yado en una librería.

Así nació El Dragón Lector, que estos días celebra su décimo aniversario. Un cumpleaños que se festeja aún más si se tiene en cuenta cómo la crisis tambalea a los proyectos culturales.

«No es un camino de rosas, pe-ro ya no nos imaginamos la vida sin esto», comenta Pilar Pérez, que gestiona el espacio junto a su marido José A. Villota. «Diez años son muchos en la vida de un niño, hay padres que nos di-cen que sus hijos son lectores gracias a nosotros y oír eso es maravilloso».

A lo largo de estos dos lustros, El Dragón Lector, rodeado de au-tores, ilustradores, especialistas en pedagogía…, ha creado un método propio de iniciación a la lectura. «Nosotros nunca quita-mos protagonismo al libro, no nos disfrazamos… todo lo que

sienten las familias sale de los cuentos y cuidamos de igual ma-nera la ilusión de padres como de hijos», explica Pilar Pérez.

Su sede, en la calle Sagunto, 20 (tienen otro espacio en Fernán-dez de la Hoz, 72) acoge numero-sas actividades regulares gratui-tas. Los viernes por la tarde están dedicados a los niños que acaban de aprender a leer. La mañana del sábado, a partir de las 12 ho-ras, es la gran fiesta de la lectura, destinado a los de entre 2 y 8 años. «Transmitimos la gran ale-gría de tener un libro en las ma-nos, cantamos, escuchamos cuentos, poesía, pero siempre es el libro el que nos lleva».

Por último, los sábados por la tarde (a las 18 horas) El Dragón Lector da la bienvenida a los más pequeños, de 0 a 2 años. «Aquí damos algo de teoría a los pa-dres, les aconsejamos que apo-yen todos los juegos con las imá-genes de un libro», continúa Pilar Pérez. «Sigue habiendo familias en las que no entran los libros… Y sin embargo la estimulación que ofrecen es muy natural. Esta-mos haciendo niños hiperactivos; el libro está más a la medida de su ritmo y crea un momento afectivo con la familia».

El Dragón Lector ha lanzado además dos premios (a la mejor editorial y mejor ilustración) que ya son referentes del sector.

ESTHER MONTERO La creatividad también es necesa-ria para llegar a fin de mes. La imaginación se convierte en una cuenta corriente infinita, aunque las propuestas se arriesguen a morir justo antes de nacer. En la capital, sobrevivir gracias a la cul-tura requiere, en ocasiones, la mano adecuada que firme un co-mienzo. La fórmula mágica no existe, el tiempo siempre juega a su antojo con cualquier historia sobre la que deslizar un telón.

Lo saben ellos, los que han lu-chado por su pedacito en alguno de los carteles de cualquier teatro de la capital y los que lo siguen haciendo para sumar más de una temporada. Cuando no siempre lo bueno encuentra su sitio, gustar al público no es la única llave pa-ra dar con un escenario.

Es parte de la historia de Fedra Marcús Broncano. Ella es directo-ra, escritora, actriz, representan-te, productora, distribuidora, esti-lista… y cualquier otro puesto ne-cesario para transformar su teatro en realidad. Lidera Altibajos Tea-trales desde 2011.

Sus Habichuelas Mágicas se hicieron con sólo mil euros. Por-que, al final, «lo importante es el contenido, no el continente». Es el único espectáculo infantil que, sin espacio propio como la Sala Sanpol, ha aguantado tanto en cartel en Madrid. Ya suman tres años. En este momento, desde el Teatro La Strada Gran Vía (San Bernardo, 5).

Aunque cada vez que hay un movimiento también sufre la car-tera. «Tienes que pensar en pren-sa y publicidad, y si no te apoya una productora es casi insosteni-ble», afirma Marcús.

Otros echan el cierre a pesar del éxito. Es el caso de Eduardo Aldán, que tras ocho temporadas sobre los escenarios con Espine-te no existe entonó un supuesto adiós el pasado 2 de marzo.

«Hay días en los que me sentía agotado de contar lo mismo. Pero salir al escenario y ver a la gente con una sonrisa de oreja a oreja, hace que todo merezca la pena. Es el público quien me da la energía. Me siento muy afortuna-do de haber hecho un espectácu-lo que la gente quiera ver una y otra vez. Por eso nunca cierro el telón del todo, sino que me tomo respiros para producir, dirigir y escribir otros proyectos», explica Aldán. «Espinete no existe ha di-cho adiós definitivamente mu-chas veces… Y espero que haya otras muchas más», añade.

MACARENA P. LANZAS

Teatro / Pequeñas producciones con larga vida

Cuando el talento no deja caer el telónUn texto sólido, una producción creativa, el boca a boca... Éstas son las recetas de las obras más ‘longevas’ en cartel

Los monólogos y espectáculos de humor viven su época dorada en la actualidad. Quizás el forma-to reducido en tiempos difíciles es la fórmula menos arriesgada. Y la risa siempre hace falta. Iña-ki Urrutia estrena la cuarta tem-porada en la Gran Vía con Maldi-to Naranjito.

«Supongo que tiene que ver con que la gente actualmente es-tá más necesitada de reírse y de desconectar que de otra cosa. Y creo que el monólogo tiene un más fácil consumo en ese aspec-to», explica Urrutia. Pero tam-bién hay que aprender a despe-dirse. «Hombre, es mejor dejarlo en alto e irse cuando todavía hay ganas. Así si te da por volver el público está ávido de verte», ase-gura el cómico.

Conseguir el texto adecuado, la perfecta puesta en escena o unos actores que aporten lo justamen-

te necesario sobre las tablas no es fácil. Pero algunos pueden presumir de haberlo conseguido en más de una ocasión. Al menos así lo han respaldado los especta-dores.

Una semana nada más está a un paso de emprender su tercera temporada en el Infanta Isabel, el próximo 23 de abril. Burundan-ga, en el Lara, estuvo durante 14 meses seguidos en cartel y, desde entonces, su trayectoria suma tres años.

«No hay ingredientes fijos, ca-da función es un prototipo. Y me gusta que sea así. Si el teatro se pudiera hacer con plantilla y con fórmulas mágicas seguramente no me dedicaría a esto. Los facto-res que influyen en el éxito son y siempre serán un misterio. Todo suma, pero lo más importante es tener un buen reparto, sea televi-sivo o no», asegura Gabriel Oliva-

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Espacio 33 tiene el privilegio de ser un restaurante de altura. Por su envidiable situación, en la planta 33 de Torre Espacio, y porque la elaborada cocina del chef Rafa Martínez está dejando su huella en la ciudad.

Una de sus especialidades es el jarrete de ternera. «No lo podemos sacar de la carta». A la hora de la elaborar el plato se prepara un jugo sin verdura para ir glaseando el jarrete, para que quede «brillante y se haga meloso». «Además solemos tener un jugo de carne para reforzar la salsa, es nuestro ingrediente secreto», señala Martínez, que prepara el jarrete al vacío pero en casa aconseja usar una cocotte.

«Se puede dorar en un fuego y

luego hacerlo en una cocotte, que está ahora muy de moda... despacito, despacito hasta que la carne se despegue del hueso», recomienda el chef, que acompaña el jarrete de un puré de patata ligado con mantequilla. «Cocemos la patata, la escurrimos, la pasamos por un tamiz cinco veces y luego le echamos leche tibia y mantequilla en dados fría, fundiéndola bien», afirma Martínez.

Otros de los platos que han hecho ganar fama a Espacio 33 son el steak tartar o el lomo de jabalí con chutney de membrillo. «Este año estamos vendiendo mucho pescado, rape, corvina, pargo…», señala el chef, que lleva a gala el respeto a las bases de las distintas cocinas regionales.

Ojo que mancho | JARRETE DE TERNERA

Para tocar techo

INGREDIENTES: Jarrete de ternera de 1,200 kg, sal fina. 20 gr., pimienta al gusto, aceite de oliva 2 dl, patatas 400 gr., mante-quilla 180 gr. y caldo de carne ½ litro. PREPARACION: Doramos el jarrete, y después de cocer lo dejamos unas 10 horas re-gando la carne para que se glasee. Reducir el líquido, colar y ‘pintar’ con una brocha. Ponemos el horno a 200 grados, mete-mos la pieza hasta que tenga un color dorado bonito.

ESPACIO 33 TORRE ESPACIO / CASTELLANA 259 / TELF. 914276891 / L-V 13.30-16.30 ; M-V

21.00-0.00 ; S 21.00-0.30 / JARRETE DE TERNERA (dos personas) 49€ / LOMO DE

JABALÍ CON ‘CHUTNEY’ DE MEMBRILLO Y JUGO DE PIMIENTA 22 EUROS.

DEELMUNDO .es Z Vídeo: Así se prepara el jarrete de ternera.

ROBERTO BÉCARES

res, director de ambos montajes. Caso curioso el de Burundan-

ga, un texto con ETA como telón de fondo germinado en el talento de Jordi Galcerán, autor de la ce-lebrada y también longeva El mé-todo Grönholm: «Si uno quiere hacer una gran comedia, debe es-coger temas espinosos, que to-quen el corazón del público. De otra forma, te sale una payasada» ha explicado.

Olivares, director de éxi-tos con un componente atrevido como Mi primera vez o Los monólogos de la vagina, ha sido el encarga-do de dirigir este material explosivo basado en un enérgico reparto liderado por el veterano Eloy Are-nas.

Es el humorista una pieza clave en todo entramado teatral: el protagonista. Pa-ra Fedra Marcús, de Altiba-jos Teatrales, el reto es con-seguir, precisamente, ese cabeza de cartel casi im-prescindible. «La empresa que ya te conoce y sabe que funcionas con el infantil, te dice claramente que para atreverse con una obra de adultos debes tener un tex-to conocido, un director o un actor famoso», desvela. Pero para conseguir alguna de estas tres cosas hay que contar con un más que considerable colchón

económico o el respaldo adecua-do. «El problema está en quién da el primer paso».

Como las propuestas hereda-das de lo alternativo que intentan abrirse camino en espacios co-merciales y para todos los públi-cos. «Donde hubo un puñado de compañías que empezaban y

unas cuantas salas que les ayudaban, ahora hay cien-tos compitiendo por un hueco», lamenta Marcús.

Ella lo sabe porque unos de sus textos, Sidney, un montaje con una salida de armario conflictiva que busca la comprensión en-tre toques cómicos, lucha por subir a las tablas, a pe-sar de haber sido premia-do. De momento, otro de sus proyectos, Para2, verá la luz en las próximas se-manas en la Sala Tú.

El dramaturgo Juan Mayorga, galardonado con el Premio Nacional de Literatura Dramática 2013, sube a escena espa-cios de encuentro y con-flicto que cautivan al pú-blico. «El teatro que im-porta y perdura es aquel que nos da a ver posibili-dades de la vida humana»,

afirma. Himmelweg, sobre el ex-terminio de los judíos europeos, y Cartas de amor a Stalin, sobre el acoso a la libertad en la dicta-dura soviética, son sus obras más representadas.

Mayorga sostiene en el teatro Galileo El chico de la última fila, una obra de éxito gracias al incal-culable factor del boca a boca. Ahora, pasado un mes de su es-treno en el Teatro María Guerre-ro, El arte de la entrevista se dis-pone a cruzar fronteras. Francia, Grecia, Alemania, Italia, Rumanía y República Checa ya han pedido los derechos de este texto de Ma-yorga dirigido por Juan José Afonso.

Encontrar el equilibrio en la profesión no es fácil. Convertir en guión un presente anecdótico o aprovechar la inyección de nue-vas propuestas son algunas de las maniobras. «En definitiva, dar lo mejor en circunstancias difíciles. Algo que en teatro es tradición desde siempre», concluye Fedra Marcús.

Iñaki Urrutia, junto a la mascota del Mundial 82, su ‘Maldito Naranjito’. / DIEGO

SINOVA

�Face 2 face Theatre. El salón de la casa de Paolo Abbate sirvió de cuartel de operaciones. Junto a Stephane Shaw dio forma a Face 2 Face Theatre. Así, en versión original. Y es que las obras de la compañía son todas

en inglés. Definen su arte como una mezcla entre Tricicle y el humor absurdo de los Monty Python. Ahora, acaban de estrenar en el Teatro Cofidis ‘New York Fairy Tale’. «Las obras están diseñadas para ser entendidas por gente con distintos niveles, los personajes arquetipo, las situaciones cómicas y los números musicales», explica Abbate.

SIN SUBTÍTULOS

‘Habichuelas mágicas’ y ‘El chico de la última fila’.

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