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NUEVAS EVIDENCIAS DE SITIOS SALADOIDES EN LA COSTA ORIENTAL DE VENEZUELA, EL SITIO PLAYA GRANDE (S9) Iraida Vargas Arenas El sitio S9 está localizado a unos 2 km al oeste de la ciudad de Carúpano, estado Sucre, en la costa oriental de Venezuela, a 10 s 40' 06" lat. 63 Q 16' 48" long., en un caserío denominado Playa Grande, Dtto. Bermúdez. El sitio arqueológico se encuentra en una albufera donde se halla una salina la cual, evidentemente, constituyó en el pasado y si- gue constituyendo en el presente, un polo de atracción para el asenta- miento de grupos humanos en la zona. Tuvimos conocimiento de la existencia de dicho sitio gracias a las informaciones suministradas por el Antt. Luis Romero, del Departa- mento de Antropología de la Dirección de Cultura del estado Sucre. El yacimiento fue visitado por primera vez en Enero del presente año por el Dr. Mario Sanoja, Jefe del Departamento de Arqueología y Etnografía de la Universidad Central de Venezuela, como parte de las labores de prospección del Proyecto "Recolectores Marinos del Oriente de Venezue- la", financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de dicha universidad. Durante esa primera visita se realizaron dos pozos de prueba; los resultados obtenidos permitieron detectar la exis- tencia de dos ocupaciones en el sitio; una primera ocupación correspon- diente a grupos de recolectores marinos sin cerámica y una segunda ocu- pación correspondiente a grupos con una economía mixta de recolección marina, caza, pesca y agricultura y con alfarería, la cual corresponde con lo que arqueológicamente se conoce como tradición saladoide costera. Debido a la información que aportaron estas exploraciones inicia- les, consideramos necesario realizar una segunda visita al sitio, como parte ya del proyecto "Migraciones alfareras tempranas del oriente de Venezuela", patrocinado por el Consejo de Desarrollo Científico y Huma- nístico de la Universidad Central de Venezuela y dirigido por la autora. Esta segunda etapa de trabajo de campo se realizó en Abril de este año, asistiendo en dicha oportunidad el Dr. Mario Sanoja, la autora y un gru- po de estudiantes cursantes de la Opción Arqueología de la Escuela de Sociología y Antropología de la U.C.V. Asimismo colaboraron en las ex- cavaciones, tanto el personal del Departamento de Antropología de la Dirección de Cultura del estado Sucre como también los antropólogos Car- men de Kosan y José Laurent. EL SITIO Y LAS EXCAVACIONES El sitio S9 consiste de un montículo, formado por la acumulación de basura, de aproximadamente 70 u 80 cm de altura. Se encuentra ubi- cado sobre la parte derecha de la carretera que va de Cumaná a Carúpa- no, a unos 2 ó 3 km antes de llegar a esta última ciudad. El montículo cubre un área aproximada de 40 m y limita en su parte Sur y Oeste con la salina mencionada (Ver Figura 1). Los depósitos culturales tienen un espesor conocido que fluctúa entre 1.30 y 2 m en el lado Este y Sur y entre 80 cm y 1 m, en el lado Oeste. La capa cultural asociada con la ocupación ceramista, fluctúa

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NUEVAS EVIDENCIAS DE SITIOS SALADOIDES EN LA COSTA ORIENTAL DE VENEZUELA, EL SITIO PLAYA GRANDE (S9)

Iraida Vargas Arenas

El sitio S9 está localizado a unos 2 km al oeste de la ciudad de Carúpano, estado Sucre, en la costa oriental de Venezuela, a 10s 40' 06" lat. 63Q 16' 48" long., en un caserío denominado Playa Grande, Dtto. Bermúdez. El sitio arqueológico se encuentra en una albufera donde se halla una salina la cual, evidentemente, constituyó en el pasado y si­gue constituyendo en el presente, un polo de atracción para el asenta­miento de grupos humanos en la zona.

Tuvimos conocimiento de la existencia de dicho sitio gracias a las informaciones suministradas por el Antt. Luis Romero, del Departa­mento de Antropología de la Dirección de Cultura del estado Sucre. El yacimiento fue visitado por primera vez en Enero del presente año por el Dr. Mario Sanoja, Jefe del Departamento de Arqueología y Etnografía de la Universidad Central de Venezuela, como parte de las labores de prospección del Proyecto "Recolectores Marinos del Oriente de Venezue­la", financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de dicha universidad. Durante esa primera visita se realizaron dos pozos de prueba; los resultados obtenidos permitieron detectar la exis­tencia de dos ocupaciones en el sitio; una primera ocupación correspon­diente a grupos de recolectores marinos sin cerámica y una segunda ocu­pación correspondiente a grupos con una economía mixta de recolección marina, caza, pesca y agricultura y con alfarería, la cual corresponde con lo que arqueológicamente se conoce como tradición saladoide costera.

Debido a la información que aportaron estas exploraciones inicia­les, consideramos necesario realizar una segunda visita al sitio, como parte ya del proyecto "Migraciones alfareras tempranas del oriente de Venezuela", patrocinado por el Consejo de Desarrollo Científico y Huma­nístico de la Universidad Central de Venezuela y dirigido por la autora. Esta segunda etapa de trabajo de campo se realizó en Abril de este año, asistiendo en dicha oportunidad el Dr. Mario Sanoja, la autora y un gru­po de estudiantes cursantes de la Opción Arqueología de la Escuela de Sociología y Antropología de la U.C.V. Asimismo colaboraron en las ex­cavaciones, tanto el personal del Departamento de Antropología de la Dirección de Cultura del estado Sucre como también los antropólogos Car­men de Kosan y José Laurent.

EL SITIO Y LAS EXCAVACIONES

El sitio S9 consiste de un montículo, formado por la acumulación de basura, de aproximadamente 70 u 80 cm de altura. Se encuentra ubi­cado sobre la parte derecha de la carretera que va de Cumaná a Carúpa­no, a unos 2 ó 3 km antes de llegar a esta última ciudad. El montículo cubre un área aproximada de 40 m y limita en su parte Sur y Oeste con la salina mencionada (Ver Figura 1).

Los depósitos culturales tienen un espesor conocido que fluctúa entre 1.30 y 2 m en el lado Este y Sur y entre 80 cm y 1 m, en el lado Oeste. La capa cultural asociada con la ocupación ceramista, fluctúa

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entre 40 y 60 cm de espesor en el lado Este y entre 30 y 20 cm en el lado Oeste. Consiste de tierra negra, mezclada con carbón y cenizas, rica en conchas y restos de peces y mamíferos, aparece cerámica y lí-tica en menor proporción.

Las conchas predominantes son el guacuco (Tivela sp.), chipi-chipe {Donax sp.) y mejillones (Mytilus sp.).

El montículo fue cortado en su parte superior para construir una vivienda. Por esta razón, las excavaciones, en número de 5, se dispusieron a los lados de la casa, sobre el patio, concentrándose los pozos en el lado Este, el cual ofrecía un área mayor para exca­var. En la parte que corresponde con la cocina de la casa (lado Sur­este) apareció un enterramiento, excavado por los habitantes de la vivienda en fecha anterior a nuestra visita (Ver Figura 2).

Se excavó un total de 5 pozos: pozo 1 (2 x 2 m), en la porción Sureste del sitio; pozo 2 (1.50 x 1.50 m) y pozo 3 (4 x 1.50 m), en la porción Este y pozos 4 y 5, sobre el lado Oeste (2.50 x 1.00 m -2.30 x 1.50 m respectivamente).

ANÁLISIS PRELIMINAR DEL MATERIAL

Hemos realizado hasta el presente una clasificación preliminar del material que corresponde a la ocupación ceramista del sitio. De esta manera logramos trabajar con una muestra de 1.431 fragmentos de cerámica, los cuales nos sirvieron para definir 8 tipos cerámicos no decorados y 6 tipos cerámicos decorados. Debido a que las descrip­ciones de los tipos se presentarán en la monografía final del sitio, nombraremos rápidamente las varias categorías con el fin de hacer in­teligible nuestro gráfico de seriación: muy fino, fino, muy burdo, burdo, pulido, conchas, pintura roja, pintura blanca, en lo que se refiere a tipos no decorados. Modelado-inciso, modelado, inciso, blanco sobre rojo, blanco y rojo sobre crudo, rojo sobre crudo, en lo que se refiere a los tipos decorados. Se incluye en el gráfico una columna que corresponde a los fragmentos sin clasificar.

EL MATERIAL NO DECORADO

Se trata de una alfarería desgrasada con arena fina y gruesa. Asimismo se encuentran conchas molidas como antiplástico y un grupo de tiestos que presentan superficies pulidas, homogéneas y suaves al tacto. Aparecen algunos fragmentos que presentan pintura roja y blan­ca, ambas globales sobre las superficies.

Las paredes son en general finas, (3 a 5 mm de espesor) aunque las bases y los fragmentos de budare poseen paredes mas espesas (has­ta 1.5 cm). La pasta también en general es fina, encontrándose con frecuencia que los tipos mas ordinarios presentan pasta fina pero con granos dispersos de hasta 8 y 9 mm de tamaño. Muy pocos fragmentos presentan superficies homogéneas siendo frecuente observar marcas de los instrumentos usados para alisar y granos visibles en las superfi­cies.

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EL MATERIAL DECORADO

Se trata de una muestra muy pequeña (126 fragmentos) en la cual las técnicas mas comunmente empleadas son el modelado-inciso y la in­cisión. La incisión es de línea ancha (2 a 2.5 mm) curcilínea en ge­neral, decorándose con preferencia el borde de la vasija. Se encuen­tran incisiones formando figuras geométricas; cuadrados de lados cur­vos, líneas verticales que se desprenden de líneas paralelas horizon­tales, semicírculos que encierran líneas curvas, etc.

Aparece la incisión zonificada, característica de Río Guapo. Se trata de motivos similares a los encontrados en Cuartel (Si): á-reas rayadas acompañadas de áreas de forma similar pulidas. Se pre­sentan combinaciones de áreas rayadas con botones modelado-incisos, colocados sobre apéndices tabulares o sobre vasijas naviculares muy similares a las de Hacienda Grande, Puerto Rico. En general todas las áreas incisas presentan pintura roja post-cocción rellenando las inci­siones (Fig. 3).

El modelado-inciso consiste básicamente de pequeños botones in­cisos en el centro, asimismo adornos biomorfos, pequeños, colocados sobre asas acintadas verticales o sobre el borde de las vasijas. Los rasgos de los adornos son típicamente saladoides costeros (Fig. 4).

La pintura asimismo es muy característica de la tradición; pre­domina la combinación de pintura blanca sobre roja colocada sobre la superficie sin pintar (la cual a veces posee un englobe naranja) la que forma a su vez motivos decorativos. Los motivos representados constituyen duplicaciones de los encontrados por nosotros en el sitio Si, en la parte temprana de su secuencia.

Las formas de vasijas mas comunes son: boles campaniformas, ca­racterísticos de la tradición; boles redondeados, abiertos y pequeños que recuerdan los del sitio La Gruta en el Orinoco Medio; vasijas na­viformes, algunas ligeramente redondeadas donde la ondulación caracte­rística se forma por una elevación que remata con asas verticales, ge­neralmente decoradas con adornos biomorfos; otras son francamente rec­tangulares, alargadas sin asas; boles de paredes rectas que presentan a veces carinación en la panza, también muy típicos del saladoide cos­tero; botellas con cuerpo ligeramente ovoide, con pequeñas asas verti­cales, generalmente pintadas, muy populares en los sitios de Cuartel y Mayal; vasijas tipo "incensarios" similares a las encontradas en las Antillas Menores y en Puerto Rico, así como en Cuartel; platos abier­tos, generalmente decorados con una incisión que rodea la boca; ollas globulares con cuello evertido o recto, con asas verticales y cuerpo carenado, similares a la forma 17 de Cuartel; vasijas con borde en forma de "T", muy barrancoides; vasijas con boca restringida; ollas con borde en pestaña, a veces con asas acintadas horizontales; peque­ños boles con carinación sobre el hombro similares a la forma 25 de Cuartel y, finalmente budares.

EL MATERIAL LITICO

Aunque no hemos analizado con prolijidad el material lítico recu­perado en las excavaciones de S9, podemos decir que se observa claramente

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una distinción tanto en la materia prima como en lo que se refiere al trabajo de la misma en relación con los artefactos relacionados con la ocupación precerámica anterior.

Los artefactos encontrados asociados con la alfarería son predo­minantemente hachas, similares a las definidas en Cuartel, elaboradas a partir de un núcleo de clorita esquisto, el cual fue piqueteado para darle forma, puliendo tan solo la parte útil del artefacto (filo). Se encuentran también azadas, martillos, percutores en general, pulidores de cuarzo, piedras utilizadas para machacar ocre y lascas primarias de­sechos de lasqueado. Otras materias primas presentes son además del clorita esquisto, micaesquisto y arenisca de grano fino y grueso (Fig. 5).

ANÁLISIS PRELIMINAR DEL GRÁFICO DE SERIAClÓN

Del análisis preliminar del gráfico de seriación podemos obser­var que, aunque se trata de una muestra muy pequeña, la distribución de la popularidad de los tipos así como los tipos mismos presentes, nos indican que estamos ante una fase de la tradición saladoide cos­tera (Fig. 6).

Al comparar las curvas de popularidad de los tipos pulido, burdo y muy burdo, con las de sus contrapartidad en el sitio Cuartel (Si), podemos observar que la de los tipos de S9 parecen corresponder con la parte inicial de la secuencia de SI o un poco antes. El tipo pulido de S9, según su curva de popularidad está comenzado mientras que en Si aparece en el inicio de la secuencia ya con cierta popularidad relati­va. El tipo muy burdo en S9, por su parte, muestra una popularidad relativa estable, en dicho sitio, mientras que en Si aparece en franca declinación. El mismo criterio puede ser aplicado a los tipos burdos de cada sitio.

En lo que se refiere a los tipos decorados, de nuevo tropezamos con el problema del tamaño de la muestra en S9. Sin embargo, es inte­resante anotar que se encuentran presentes los mismos tipos decorados que en Si. El tipo modelado-inciso se encuentra presente en toda la secuencia de ambos sitios, aunque es mas abundante en S9, mientras que en Si, está en disminución a lo largo de toda la secuencia.

El tipo inciso, cuya contrapartida en Si sería el Cuartel inciso ancho, está también presente a lo largo de la secuencia. En Si es un tipo en franca disminución, mientras que en S9 pareciera estar en sus comienzos. Es interesante anotar que el rayado cruzado, incluido en este tipo, es más característico en Si de la parte baja y media de la secuencia mientras que en S9 está presente a lo largo de la misma.

Lamentablemente, lo pequeño de la muestra de S9 impide hacer un análisis mas exhaustivo en lo que se refiere a tipos decorados. En S9 están ausentes algunos tipos que caracterizan la fase Cuartel, por e-jemplo, ciertos tipos del área del Orinoco Medio como el Ronquín Inci­so y del área del Bajo Orinoco como el Barrancas Inciso.

Aunque existen en S9 algunos ejemplares que presentan pintura roja formando bandas, estos fueron clasificados, de manera preliminar, como incisos, debido a que sobre la banda de pintura presentan una lí­nea incisa. Es posible que al refinar el análisis, estos tiestos pasen

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a formar parte del tipo rojo en bandas, el cual sí está presente en Si aunque en total delinación.

Otro elemento importante de tomar en consideración es la presen­cia en S9 de ciertas formas de vasijas las cuales tienen sus máximos de popularidad en Si en la parte media y baja de la secuencia (inicio).

S9 y Si comparten 15 formas de vasijas (3, 4, 5, 6, 9, 10, 11, 13, 14, 17, 19, 24, 25, 26, 28), de las cuales 6 de ellos son mas po­pulares en la parte temprana de la fase Cuartel, 5 tienen sus máximos de popularidad desde la parte media de la secuencia en adelante y 4 son relativamente estables a lo largo de la secuencia.

S9 presenta 3 formas de vasijas muy barrancoides, las cuales apa­recen en la secuencia de Barrancas desde el período Clásico aunque son mas populares en el período post-clásico; estas son los boles con borde' doblado, los boles con borde en forma de "T" y los boles con borde en pes-

Como es de suponer S9 posee las formas básicas de la tradición a la cual pertenece (saladoide costera), persistiendo formas que tienen su origen, para Venezuela, en la fase mas temprana de la tradición sa­ladoide, la Fase Ronquín.

LA SUBSISTENCIA

El patrón de subsistencia de los habitantes del sitio S9, parece corresponder al que caracteriza a todos los grupos pertenecientes a la tradición saladoide costera: actividades orientadas fundamentalmente hacia la explotación de los recursos vegetales y animales que se encon­traban en el área de habitación y sus alrededores, incluyendo recolec­ción de moluscos marinos y cangrejos. La recolección preferencial era de Donax, Tivela y Mytilus. Realizaban el cultivo de raices, lo cual se evidencia por la presencia de budares indicadores del consumo de la yuca (Manihot esculenta Crantz) bajo la forma de cazabe; practicaban la pesca marina, indicada por la abundancia de restos de peces en el yacimiento; asimismo practicaban la caza terrestre, la cual estaba o-rientada hacia la obtención preferencial de venados (Odocoyleus virgi-nianus) y de pequeños roedores y posiblemente recolectaban la sal, de­bido a la presencia en las vecindades del sitio de salinas que se for­man en época de sequía. Esta última actividad debe haber constituido un quehacer importante para las poblaciones saladoides costeras, ya fuese la recolección o el intercambio, especialmente las que ocupaban el sitio S9, ya que durante el período histórico y todavía hoy día, la existencia de tales salinas constituye un estímulo para la concentra­ción de grupos humanos dedicados a la recolección de la sal en el li­toral oriental venezolano.

RELACIONES

Del análisis preliminar de los materiales excavados en el sitio S9 es posible inferir las relaciones que existen entre esta fase y las demás definidas en el oriente de Venezuela. Evidentemente, S9 parece constituir, al igual que SI, S3 y S4 y El Mayal, parte de la oleada de migración de grupos provenientes del Orinoco Medio, pertenecientes a la tradición saladero y que dieron origen para la costa oriental de

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Venezuela, al surgimiento de lo que denominamos la tradición saladoide costera; la cual incluye además un componente que no está claramente definido en el Orinoco, aunque si está presente, como lo sería el raya­do cruzado del estilo Río Guapo (Cruxent y Rouse 1961). Las similitu­des entre esta tradición costera y los sitios y fases de las Antillas Menores y Puerto Rico, apuntan hacia la disperción de los elementos al­fareros, entre otros, característicos de la costa, hacia aquellas zonas.

Los grupos del Orinoco parecen haber portado con ellos el conoci­miento de la agricultura y la alfarería, elementos que imponen a las poblaciones de recolectores marinos costeros que habitaban la región tomando a cambio de estos la actividad de recolectar conchas marinas.

El sitio de Punta Gorda, conchero ubicado en la Isla de Cubagua presenta elementos que refuerzan esta hipótesis ya que se encuentran tiestos ronquinoides en los niveles finales de su ocupación. El sitio S9, por su parte, parece evidenciar el enlace de estas dos formas de economía, mostrando además la reocupación de sitios precerámicos por parte de las comunidades alfareras.

EL SITIO CEMENTERIO (S10)

Durante las labores de prospección y excavación llevadas a cabo en el sitio S9, pudimos detectar la presencia de un nuevo yacimiento denominado Cementerio por encontrarse en el cementerio del Caserío de Playa Grande.

El sitio S10, consiste en un montículo de aproximadamente 70 cm a 1 m de altura, destruido casi en çu totalidad debido a las labores de enterramientos que se llevan a cabo en el lugar. Se encuentra lo­calizado al igual que S9 sobre la carretera que une a Cumaná con Carú-pano, sobre la orilla ezquierda a aproximadamente 40 m de S9 en direc­ción Oeste. Tiene una extensión de aproximadamente 200 x 280 m termi­nando en la línea de cocoteros que rodea la playa a una distancia de 20 - 30 m de la orilla del mar (Ver Figura 7).

Los depósitos culturales se encuentran a una profundidad de 60 -80 cm con un espesor de 40 - 60 cm, colocados debajo de una capa de arena de playa, la cual tiene un espesor aproximado de 1 m.

Hicimos una visita al sitio y recolectamos una muestra del mate­rial removido durante la excavación de las tumbas. Este, aunque mas abundante que en S9, es muy similar al de este último sitio; consiste en adornos biomorfos colocados sobre asas acintadas verticales y pe­queños botones colocados sobre las superficies formando junto con in­cisiones, rostros antropomorfos que recuerdan los barrancoides. La incisión es de línea ancha, con motivos al estilo Río Guapo, realiza­dos en rayado cruzado recubierto de pintura roja post-cocción. La pintura es básicamente blanca y roja sobre crudo similar a la de Cuar­tel y Mayal.

Las formas de vasijas presentes son características de la tradi­ción, encontrándose, en la muestra recolectada, representadas seis for­mas de vasijas que corresponden a las definidas en el sitio Si y en el sitio G4 (Gruta).

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CONCLUSIONES PRELIMINARES

La costa oriental de Venezuela, específicamente la que correspon­de al estado Sucre, parece haber estado ocupada desde períodos muy tem­pranos por grupos de recolectores marinos sin alfarería. Este modo de subsistencia se dio en el norte de Surámerica y las Antillas, como for­ma de explotación económica independiente de la agricultura, hasta fi­nes del primer milenio antes de Cristo y en alqunas islas hasta la lle­gada de los españoles. Los grupos recolectores marinos combinaban esta actividad con la pesca marina y la caza terrestre así como con la reco­lección de alimentos vegetales como lo atestigua la presencia de arte­factos como manos de moler, metates, y restos de peces y pequeños mamí­feros en sus sitios arqueológicos.

A comienzo de la era cristiana o un poco antes, migran a la costa grupos humanos relacionados con las dos tradiciones culturales que ocu­paban el Orinoco desde mediados del primer milenio a.C, portando con ellos el conocimiento de la agricultura y en consecuencia, un modo de vida más estable. En la costa, estas poblaciones se mezclan con los restos de los previos ocupantes recolectores marinos y crean un nuevo modo de vida caracterizado por una economía mixta de caza, recolección, pesca y agricultura.

La costa del estado Sucre se convierte así en un centro de desa­rrollo para la tradición pintada, ya que surgen aldeas alfareras de fi­liación primordialmente saladoide, formadas por concentraciones de po­blación relativamente grandes que habitaban sobre la linea costera, dis­tanciadas unas y otras por muy pocos kilómetros.

Este patrón de asentamiento se ve testimoniado por la existencia de numerosos sitios arqueológicos como Mayal, Cuartel, Aeropuerto, Te­nerías, Playa Grande, en los cuales se observan claramente las influ­encias provenientes del Orinoco, especialmente las provenientes del Ori­noco Medio. Así mismo, se evidencian elementos característicos de la tradición plástica barrancoide y elementos típicos de un estilo occi­dental como es Río Guapo.

A partir de 400-500 d. C , continúa la migración de los grupos del Orinoco hacia la costa oriental, con predominio esta vez de los po­bladores del Bajo Orinoco, los barrancoides, y se produce en la costa una redefinición del estilo alfarero aunque el patrón de subsistencia permanece estable. Surgen así sitios como Puerto Santo, donde es posi­ble observar el mismo modo mixto de obtención de alimentos, mientras que el estilo alfarero constituye una hibridización de saladero y Bar­rancas.

Este desarrollo de grandes núcleos de población desde comienzos de la era cristiana, constituyó a su vez un foco de expansión de las poblaciones aborígenes del oriente de Venezuela hacia las Antillas. Esta expansión debe haberse producido con gran rapidez si tomamos en cuéntalas fechas obtenidas en las Antillas para los sitios con carac­terísticas similares las cuales giran en torno al inicio de la era cristiana.

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En el caso del sitio S9, aunque no tenemos fechado de C.14, este parece haber surgido en la costa del Edo. Sucre en el siglo inmediato a la era cristiana, si tomamos en cuenta las características tipológicas enunciadas anteriormente así como el hecho de encontrarse por encima de una ocupación precerámica. Hemos estimado que Playa Grande puede haber comenzado entre 200 y 100 a.C. o en O.

El sitio S-10, no puede ser ubicado cronológicamente con certitud todavía, debido a que no hemos realizado ningún estudio sobre sus mater­iales. Tentativamente podemos decir que su parecido estilístico y las características de su patrón de asentamiento y su economía, permiten ubicarlo en una fecha similar a Playa Grande o ligeramente posterior, es decir, al inicio de la secuencia de Cuartel y Mayal, esto es, entre 0 y 300 d.C.

REFERENCIAS

Cruxent, José e Irving Rouse 1961 Arqueología Cronológica de Venezuela. Unión Panamericana.

Washigton. D.C.

Sanoja Maria e Iraida Vargas 1974 Antiguas Formaciones y Modos de Producción Venezolanos. Monte

Avila Ed. (Primera Edición).

Sanoja, Mario 1980 Las culturas formativas del oriente de Venezuela: La tradi­

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Vargas Arenas, Iraida 1975 La Tradición Saladoide del Oriente de Venezuela. Actas del

Congreso Internacional de Americanistas. México. 1976 La Gruta, un nuevo sitio ronquinoide del Orinoco Medio. Ac­

tas del VI Congreso Internacional para el Estudio de las Cul­turas Precolombinas de las Antillas Menores. Guadeloupe.

1978 Puerto Santo, un nuevo sitio arqueológico de la costa orien­tal de Venezuela. Actas del VII Congreso Internacional para el Estudio de las Culturas Precolombinas de las Antillas Me­nores. Caracas.

1979 La tradición saladoide del oriente de Venezuela: La Fase Cuartel.Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, N° 5. Caracas.

1980 La tradición pintada del oriente de Venezuela. Actas del VIII Congreso Internacional para el Estudio de las Culturas Precolombinas de las Antillas Menores. St. Kitts.

Vargas, Iraida y Mario Sanoja 1978 Comparaciones entre la arqueología del Medio y Bajo Orinoco.

Actas del VII Congreso Internacional para el Estudio de las Culturas. Precolombinas de las Antillas Menores. Caracas.

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Figura 1. Sitios Saladoides del Estado Sucre.

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Figura 3. Tipos decorados de S9. A, B, C, D: Fragmentos con pintura Blanco y rojo sobre Crudo. E: Fragmento de una vasija en forma de bote. F: Fragmento Modelado Inciso.

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Figura 4. Tipos decorados de S9. A, C, F. Rayado cruzado inciso en zonas; B, D y E: Fragmentos del tipo Modelado Inciso.

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Figura 5. Artefactos liticos de S9. A: Núcleo de clorita esquito. B: Hacha parcialmente desbastada. C-D y E: Fragmentos de hachas, semi-desbastadas. E: Está pulida.

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