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Sábado 12 de enero de 2019 23 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx EDITORA: MARÍA JOSÉ DÍAZ COEDITOR GRÁFICO: EDUARDO VALVERDE Culto a Cipactónal y Oxomoco en Tepoztlán JAIME F. RESÉNDIZ MACHÓN Dos pequeñas esculturas procedentes del Barrio de Santo Domingo en Tepoztlán y que se encuentran en la colección del Ex Convento de la Na- tividad, son representaciones de las deidades Cipactónal y Oxomoco, la primera pareja creada por los dioses, considerados guardianes de los co- nocimientos, de la tinta negra y roja, creadores del calendario y de los ritos asociados a él, patronos de los adivinos, así como de las parteras y dadores de los mantenimientos.

Oxomoco en Tepoztlán · 24 Tacl uache Sábado 12 de enero de 2019 w ww.elsoldecuernavaca.com.mx / E n el museo del Ex convento de Tepoztlán, se encuentran dos pequeñas esculturas

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Sábado12 de enero

de 2019

23

www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

EDITORA: MARÍA JOSÉ DÍAZ COEDITOR GRÁFICO: EDUARDO VALVERDE

Culto a Cipactónal yOxomoco en Tepoztlán

JAIME F. RESÉNDIZ MACHÓN

Dos pequeñas esculturas procedentes del Barrio de Santo Domingo enTepoztlán y que se encuentran en la colección del Ex Convento de la Na-tividad, son representaciones de las deidades Cipactónal y Oxomoco, laprimera pareja creada por los dioses, considerados guardianes de los co-nocimientos, de la tinta negra y roja, creadores del calendario y de losritos asociados a él, patronos de los adivinos, así como de las parteras ydadores de los mantenimientos.

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24 Tlacuache Sábado 12 de enero de 2019 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

En el museo del Ex convento deTepoztlán, se encuentran dospequeñas esculturas que fueronentregadas en 1985 por el C. Ra-fael Carrillo Campos, vecino del

Barrio de Santo Domingo en Tepoztlán,Morelos. Si bien no se indicó el lugar delhallazgo de ambas piezas, por su calidadhomogénea, así como al estar realizadasen el mismo tipo de piedra (basalto), seconsidera que formaron parte de un mis-mo contexto arqueológico del cual fueronremovidas.

La primera de las esculturas tiene unaaltura de 21.6cm de alto, 13.6cm de ancho y12.3cm de espesor, por lo que las propor-ciones de la escultura es casi 1:3, esto es,que el tamaño de la cabeza corresponde acasi la totalidad del tronco (Figura 1, Dere-cha.). La proporción de la cabeza de unadulto con respecto al resto del cuerposuele ser de 1:8. Esta aparente deforma-ción de las proporciones resulta ser muycomún en las representaciones mesoa-mericanas, pues tanto en códices como enescultura se suele dar mucho mayor pesoa la cabeza, ya que es en ésta donde secolocan la mayor parte de los atributosque permiten establecer el rango y la pro-pia advocación del personaje.

Esta escultura es una representaciónfemenina, la cual está sentada con laspiernas ligeramente hacia el frente y a suderecha (Figura 2). Se observa con clari-dad el pie derecho, mientras que el iz-quierdo debería estar debajo del cuerpo,la cadera ligeramente girada y el troncorecto. No se observa ningún elemento quenos indique sus vestiduras, por lo quemuy probablemente se trate de un largohuipil que cubre la totalidad del cuerpo.Los brazos se encuentran sobre el abdo-men. En el caso del brazo izquierdo estácargando un pequeño bebé el cual se pre-senta de perfil con las piernas ligeramentedobladas, los brazos sobre el torso sin quese observen las manos. La cabeza es muysencilla, con una ligera protuberanciatriangular a manera de nariz y una segun-da al centro para representar una de susorejas, y por último una tercera protube-rancia rectangular, para representar el ca-bello. Casi a la altura de la boca del bebése encuentra una protuberancia que co-rresponde al seno izquierdo del personaje,

de cómo se utilizaron las esculturas antesde que fueran depositadas en una tumba.Por ello, el objetivo de este artículo es pro-poner sobre la función de ambas escultu-ras en el culto doméstico de los antiguoshabitantes de Tepoztlán.

Primeramente, consideraremos la ma-nufactura de las esculturas. Si compara-mos ambas esculturas con las grandesobras monumentales y portátiles asocia-das al culto público del señorío de Tepoz-tlán durante el Posclásico Tardío, tal comose puede apreciar en la estela de Tepoz-tlán (Figura 5) y el aro de juego de pelota(Figura 6), podemos darnos cuenta que lacalidad de la representación es muy infe-rior y, por lo tanto, es mucho más proba-ble que éstas fueron parte de un culto do-méstico.

Ahora bien, es muy poco lo que se sabesobre el culto al interior de las casas enMesoamérica. Los frailes que realizaronlas principales crónicas, tales como Saha-gún, Durán, Motolinía y otros, registraroncon celo la totalidad del calendario ritualdel culto estatal mesoamericano haciendouna analogía, consiente o no, entre el cul-to cristiano que ellos tenían y la religiónde los pueblos mesoamericanos. De talmanera, el conocimiento del año litúrgicopermitiría establecer los principales dog-mas y creencias de la religión oficial, talcomo ocurre en el calendario litúrgico ca-tólico. Esta es la principal razón por la cuallos monjes hacen exhaustivas relacionesde las diferentes ceremonias que se ha-cían tanto por trecena, como por veintena,así como las fechas más especiales delTonalpohualli. Durán por su parte, que, sibien era menos metódico que Sahagún,muestra un profundo conocimiento de sugrey, así logra mostrarnos muchos ele-mentos “idólatras” del pueblo llano.

A pesar de esa escasez de datos, cuan-do se revisan las fuentes, podemos obser-var que el núcleo familiar participó demanera activa a lo largo de todo el calen-dario ritual y que la mayor parte de losprocesos productivos para obtener lo ne-cesario para cada una de las fiestas fuerealizado por cada uno de los barrios de laciudad. Podemos mencionar a manera deejemplo como toda la población cazabaserpientes y aves que eran consumidasasadas durante la fiesta de Xihutecúhtli(Sahagún Tomo I, libro I, capítulo XIII),ponían espadañas a la entrada de todaslas casas en honor al Dios Centéotl y colo-caban mazorcas de maíz rojo como cora-zón del troje en honor de Chicomecóatl(Op. cit. Tomo I, Libro II, Capítulo IV), ade-más de tocar tambores, cantar y bailar enlas casas en honor a Huitzilopochtli en laveintena de Tlaxochimaco (ibídem. TomoI, Libro II, Capítulo XXIV).

diferencia de la primera en este caso seencuentras con las piernas recogidas y lasplantas de los pies en el piso. Los brazossobre las rodillas y cruzados. Desde elfrente no es posible observar ningunaprenda de ropa, sin embargo, cuando seobserva la espalda del personaje, se puedeapreciar con claridad un máxtlatl o tapa-rrabo que pasa sobre la cintura y baja (Fi-gura 4). Así mismo, se puede apreciar doslargas plumas que caen por la nuca y laespalda hasta la altura de los hombros, yel nudo que le detiene.

La cabeza del personaje es muy sim-ple, con una silueta de pera y grandes yprominentes mandíbulas. Los ojos sonsimples cuencas oblongas, la nariz recta yprominente, y la boca es una tercera per-foración. Las orejas son rectangulares ylargas, perforadas por otras dos grandesorejeras de forma rectangular y perpendi-cular al sentido de las orejas.

Las esculturas como parte del culto do-méstico

Si bien este tipo de esculturas son rela-tivamente comunes, es muy poca la bi-bliografía que hace referencia a ellas, so-bre todo considerando cuán difícil es esta-blecer la advocación de las esculturasmagistrales, a pesar de la gran cantidad ycomplejidad de los signos debido a la grancantidad de divinidades que conformabanel panteón mesoamericano. Así mismo,no se tienen datos del contexto en el cualfueron encontradas, aunque es muy pro-bable que hayan sido parte de una ofren-da funeraria, razón por la cual ambas es-culturas lograron mantenerse unidas a lolargo de los siglos. Y poco o nada sabemos

el derecho se encuentra a la misma alturay casi pegado a la axila.

El rostro de esta primera escultura escasi redondo, los ojos dos protuberanciassemiesféricas a cada lado de la cara, la na-riz una tercera protuberancia oblonga en-tre los mismos, y la boca como una simplelínea curva a manera de sonrisa. El cabellose encuentra sobre la frente y enrolladoen una trenza. El resto de la cabeza estácubierto por una tela a manera de manti-lla que cae sobre su espalda (Figura 3).

La segunda escultura (Figura 1, Izquier-da) es ligeramente más pequeña que laanterior con 16cm de altura, 10.4cm, de an-cho y 7.8cm de espesor. Presenta las mis-mas proporciones cabeza - cuerpo, esto es1:3. También se encuentra sentada, pero a

Oxomoco. Se puede observar las piernas dobladas.

Estela del Tepozteco, Museo Regional Cuauhnáhuac.

RESGUARDO

LOS FRAILES que realizaron las principalescrónicas, tales como Sahagún, Durán, Mo-tolinía y otros registraron con celo la totali-dad del calendario ritual de cuto estatalmesoamericano.

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Sin embargo, sabemos que en cada casahabía un adoratorio: “Después de habercompuesto estas imágenes (de los cerroscon bledos y papeles manchados con hu-le), ponían las en orden en el oratorio de lacasa” (ibídem Tomo I, Libro II, CapítuloXXXV). Así mismo, Sahagún menciona lasobligaciones que se hacían todos los díastanto en los templos como en las casas:

“Ofrecían incienso en los cúes lossátrapas de noche y de día a ciertas horas;incensaban con unos incensarios hechosde barro cocido que tenían... cogían con élbrasas del fugón, y luego echaban copalsobre las brasas, y luego iban delante de laestatua del demonio y levantaban el in-censario hacia las cuatro partes del mun-do, como ofreciendo aquel incienso a lascuatro partes del mundo, y también in-censaban a la estatua… Esto mismo ha-cían todos los del pueblo en sus casas unavez a la mañana y otra a la noche, incen-sando a las estatuas que tenían en susoratorios o en los patios de sus casas; y lospadres y las madres compelían a sus hijosque hiciesen lo mismo cada mañana y ca-da noche.” (Ibídem. Tomo I, Libro II,Apéndice “Relación de los mexicanos delas cosas que se ofrecían en el templo”)

De tal manera, estas esculturas pudie-ron ser parte del altar doméstico de unafamilia tepozteca, en el cual recibieron lasatenciones diarias de toda la familia. Aho-ra queda pendiente la identificación deesta pareja de personajes. El único ele-mento que permite establecer una posiblerelación de la escultura con alguno de losdioses del panteón mesoamericano es lapieza de tela que cubre al personaje fe-menino, lo que la asociaría con la diosaChantico. Sin embargo, es una deidad másasociada a la acción y la guerra, por lo quees poco probable que se le representaracon un niño en brazos. Otra deidad aso-ciada al culto doméstico es Xochiquetzal,diosa de la familia y también de la lujuria.Su representación más común es en figu-rillas de barro y en todas ellas porta unpequeño bebé, pero se caracteriza por te-ner dos grandes penachos de plumas, asícomo un peinado diferente al que muestrala escultura femenina de Tepoztlán.

Las esculturas como Cipactónal y Oxo-moco

Proponemos que debido a que los per-sonajes son pareja es posible que se tratede una representación muy sencilla de lapareja primordial, la de Cipactónal y Oxo-moco los que crearon a la humanidad ymás importante, establecieron el calen-dario, los rituales y la adivinación. Herra-mientas fundamentales que tenían losmesoamericanos para resolver la incerti-dumbre de la vida.

Son varias las representaciones quetenemos de esta pareja. La primera repre-sentación que debemos considerar es la

las llamadas “Piedras de los reyes” (Figura10) en el paraje de Coatlán en Yautepec,Morelos (de Vega, Tlacuache 126, 2004).En ella la disposición es la misma, pero enel caso de Cipactonal, lleva un yelmo decaimán (Cipáctli) emplumado y en su ma-no izquierda lleva un punzón con el cualestá labrando un trono de oro. Esto lomuestra además de todo lo antes dicho,como patrono de los artesanos y plateros,y a su vez como formador de linajes go-bernantes. Por su parte, Oxomoco lleva unave en el tocado y sobre de él, lo que pare-ce una tela, similar a la que porta la pe-queña escultura de Oxomoco. En su manoderecha porta el cuenco de los granos demaíz que acaban de ser arrojados.

Por lo que respecta a las fuentes escri-tas, en el códice Matrinense, Sahagúntranscribe un poema que habla de cómollegó un pueblo muy sabio a ocupar lastierras de los nahuas mucho antes de queestos llegaran y deciden partir todos, me-nos cuatro sabios que darán origen al res-to de los pueblos. En él, Cipactónal y Oxo-moco dan a la humanidad los elementosbásicos que les permitirán no sólo sobre-vivir, sino también vivir en sociedad.

Pero se quedaron cuatro viejos sabios, el nombre de uno era Oxomoco, el de otro Cipactónal, los otros se llamaban Tlaltetecuin y

Xochicahuaca. Cuando se habían marchado los sa-

bios, se llamaron y reunieron los cuatro ancianos y dijeron: “¿Brillará el Sol, amanecerá? ¿Cómo vivirán, como se establecerán

los macehuales (el pueblo)? Porque se ha ido, porque se han lleva-

do la tinta negra y roja (los códices). ¿Cómo existirán los macehuales? ¿Cómo permanecerá la tierra, la ciu-

dad? ¿Cómo habrá estabilidad? ¿Qué es lo que va a gobernarnos? ¿Qué es lo que nos guiará? ¿Qué es lo que nos mostrará el ca-

mino? ¿Cuál será nuestra norma?

do. Sus cabellos están desordenados y sinarreglar, su rostro enjuto y se puede vercomo carece de piezas dentales y, al igualque la estatua de Tepoztlán, lleva unagran orejera rectangular que atraviesa ellóbulo de la oreja. A la espalda lleva unaolla donde se guardaba tabaco con cal, elcual se mascaba y ayudaba a entrar en unestado alternativo de conciencia. Detrásde la olla, se encuentra un colgante for-mado por papeles. En su mano derechalleva un punzón de hueso, el cual sirve pa-ra el autosacrificio y una bolsa para el co-pal, elemento que lo asocia con el oficiosacerdotal. En su mano derecha porta unsahumador para hacer las ofrendas a losdioses, y sobre de él se encuentra el pri-mer signo del calendario, cipáctli, el cualhace referencia tanto a su nombre, comosu vejez, siendo el primer hombre y la pri-mera mujer de la humanidad. Los padresde los hombres. Ambos se encuentransentados en icpalli como los que llevan losdioses en el Tonalámatl, lo que los empa-renta a su vez con estos. De tal maneraCipactónal se le presenta como principiodel tiempo y quien se hace responsable delos principales deberes de los hombrescon los dioses, la cuenta del tiempo, el sa-crificio y el ritual.

Oxomoco se encuentra sentada frentea Cipactónal, al parecer lleva un huipilcorto y un enredo, lo que le tapa por com-pleto el cuerpo. Al igual que su compañerosu cabello es hirsuto y sin arreglar, mues-tra profundas arrugas en el rostro y tam-bién le faltan piezas dentales. Tambiénlleva la olla de tabaco y cal y se le muestraen el acto de arrojar los granos de maízpara realizar la adivinación. Una glosa enespañol indica que es la señora de las par-teras, lo que también marca a Oxomococomo la mujer primordial, dedicada a laadivinación, la meditación y a traer a loshombres y mujeres al mundo.

Una tercera representación de esta pa-reja de dioses se encuentra en Tlatelolco yse encontró en el templo calendárico. Estarepresentación muestra elementos muysimilares a los ya descritos en el códiceBorbónico (Figura 9). Una cuarta cuyascaracterísticas son ligeramente distintases la que se encuentra en los relieves de

del Códice Florentino (Figura 7), ya que esla más semejante a las esculturas que setienen. En ésta se puede observar comoOxomoco, la mujer, es una anciana vesti-da con un huipil muy largo y en la mismapostura que presenta la estatua de Tepoz-tlán. En ambas representaciones el perso-naje está peinado con trenzas, si bien la dela imagen muestra dos trenzas que rodeanla cabeza y cuyas puntas terminan en lafrente, mientras que, la de la estatua esuna sola trenza que pasa frente a la cabe-za. Así mismo Cipactónal, el hombre, estásentado en una posición muy similar a larepresentación del Florentino, si bien enel caso de la imagen se encuentra sobreun icpalli o trono de petate trenzado. Asímismo, lleva un simple máxtlatl y la tilmacompletamente echada hacia atrás, mos-trando la desnudez del anciano. En el Có-dice ambos dioses llevan elementos adi-vinatorios; en el caso de Oxomoco unacuerda con nudos de papel, mientras queCipactónal lleva granos de maíz.

Una segunda representación de Cipac-tónal y Oxomoco la tenemos en el CódiceBorbónico, al centro de la primera serie deaños (Figura 8). En esta representación sepuede observar como la pareja se encuen-tra en una habitación roja con círculosamarillos. A la entrada de la habitación seencuentran los dos bastones de los perso-najes. Esta habitación toda de color rojo ydelimitada en negro, hace referencia allugar negro y rojo, el lugar de la sabiduría,donde se hacen los códices. De la casabrota un chorro de agua, el cual remata encuentas de concha y caracoles. De tal ma-nera, no sólo se encuentran en el lugar ne-gro y rojo, también se encuentran en el lu-gar de donde brota el agua. Así como To-nacatecuhtli y Tonacacíhuatl son las pri-meras deidades del calendario y de lascuales nacerán todos los dioses, Cipactó-nal y Oxomoco son su reflejo en la tierra y,por lo tanto, están asociados a la fertili-dad, al nacimiento y los mantenimientos;y Mictlantecúhtli y Micltancíhuatl son elreflejo del inframundo, asociados a lamuerte, destrucción, putrefacción y olvi-do.

Cipactónal, a la izquierda de la imagenen el Borbónico, pareciera llevar un enre-

Oxomoco, de espaldas; se observa la pieza de telaque cubre el cabello y parte de la espalda.

Cipactónal, de espaldas. Se observa elmáxtlatl y las dos largas plumas quecaen a su espalda.

Aro del Juego de Pelota de Tlapexcal-co. Museo Pellicer, en Tepoztlán.

Estas esculturas pudieron ser parte delaltar doméstico de una familia tepozteca,en el cual recibieron las atenciones diarias.Ahora queda pendiente la identificación deesta pareja.

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26 Tlacuache Sábado 12 de enero de 2019 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

¿Cuál será nuestra medida? ¿Cuál será el dechado? ¿De dónde habrá de partir? ¿Qué podrá llegar a ser tea y la luz?” Entonces inventaron la cuanta de los

destinos, los anales y la cuenta de los años, el libro de los sueños, lo ordenaron como se ha guardado y como se ha seguido el tiempo que duró el señorío de los Toltecas, el señorío de los Tepanecas, el señorío de los Mexicas y todos los señoríos chichimecas. (Informantes de Sahagún, códice Ma-

trinense de la real academia. Fol. 191, r-192,v AP I, 92. Tomado de León - Portilla2006: 278 - 279)

Otro texto que indica la relevancia deCipactónal y Oxomoco es el poema de “Eldescubrimiento del maíz”, aventura en lacual se ve involucrado Quetzalcóatl des-pués de que se ha levantado el sol – Na-nahuatzin. Quetzalcóatl debe ir hasta elCerro de los Mantenimientos para lograrrobar los granos de maíz, lo ata y trata dejalarlo, pero sus fuerzas no son suficien-tes. Es entonces cuando aparecen en es-cena Cipactónal y Oxomoco — en este es-crito Cipactónal es la mujer — y es echan-do las suertes como la pareja primigenialogra descubrir la forma de abrir el Cerrode los Mantenimientos: es necesario queNanahuatzin lance un rayo para abrirle ylos tlaloques logran robarle el grano a latierra.

Luego Quetzalcóatl lo llevó a cuestas

del fragmento “El descubrimiento delmaíz” tomado de León - Portilla 1987; 168 -169.)

De tal manera, no es el poder ni el co-nocimiento de los dioses quienes lograngarantizar el sustento de hombres y dio-ses. Es Cipactónal y Oxomoco quienes lo-gran a través de su videncia obtener laclave para robar no sólo el preciado grano,sino el resto de las semillas de las cualesse alimentó el Anáhuac.

CONCLUSIONESCon base en lo antes expuesto, se puedeconcluir que las esculturas encontradasen el Barrio de Santo Domingo, Tepoz-tlán, por su manufactura y por sus ma-teriales corresponden a un mismo dis-curso; que fueron realizados durante elperiodo Posclásico Medio (1150 - 1350d.C.) o Posclásico Tardío (1350 - 1521d.C.); que pertenecieron a un culto do-méstico que se llevó a cabo en una uni-dad doméstica que se asentó en el actualemplazamiento del barrio de Santo Do-mingo; que estas esculturas son una re-presentación muy sencilla de Cipactó-nal y Oxomoco; que en el caso que nosocupa, se le dio una mayor importanciay relevancia a la figura de Oxomoco co-mo madre de la humanidad y deidad delas parteras; que ambos personajes sonadorados como un principio activo deluniverso y que fue su capacidad de vi-dencia lo que les permitió aconsejar alos mismos dioses.

Coordinador editorial: Giselle CantoAguilar

[el maíz que saca Quetzalcóatl del montede los mantenimientos ayudado por lashormigas] a Tamoanchán.

Allí abundantemente comieron losdioses,

después en nuestros labios puso maízQuetzalcóatl,

para que nos hiciéramos fuertes. Y luego dijeron los dioses: “¿Qué haremos con el Monte de nues-

tro sustento?” Más el monte allí quiere quedarse, Quetzalcóatl lo ata, pero no puede moverlo. Entre tanto echaba suertes Oxomoco, y también echaba suertes Cipactónal, la mujer de Oxomoco, porque era mujer Cipactónal. Luego dijeron Oxomoco y Cipactónal: “Tan sólo si lanza un rayo Nanáhuatl, quedará abierto el Monte de nuestro

sustento” Entonces bajaron los tlaloques, los tlaloques azules, los tlaloques blancos, los tlaloques amarillos, los tlaloques rojos. Nanáhuatl lanzó enseguida un rayo entonces tuvo lugar el robo del maíz, nuestro sustento, por parte de los tlaloques. El maíz blanco, el oscuro, el amarillo, el maíz rojo, los frijoles, la chía, los bledos, los bledos del pez, nuestro sustento, fueron robados para nosotros. (Traducción del códice Chimalpopoca,

Cipactónal y Oxomoco. Códice florentino. Cipactónal y Oxomoco. Códice barbónico.

Cipactónal y Oxomoco. Códice barbó-nico.

Cipactónal y Oxomoco. "Piedra de losReyes". Paraje de Coatlán, Yautepec.

Esculturas de Cipactónal y Oxomoco.