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ÁGORA REVISTA LITERARIA AÑO 2020 EDICIÓN # 3

REVISTA LITERARIA - ColegiosOnline€¦ · el arte, y por supuesto para crear historias en la literatura. Algunos seres fantásticos y mitológicos de varias culturas como: La sirena,

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ÍNDICE
Editorial 4 Bestiario 6 Gatiota 6 Historia 7 Características 7 La memoria: rebeldía ante el silencio, la impunidad y el olvido 7 Esmeralda Villanueva 8 Mate, en una palabra 8 Pensamientos 8 Narciso y afrodita 9 Jorge ladino Gaitán Bayona 11 Entrevista 11 Manicomio Rock 12 Tu vicio 12 Blues de Charly 12 Blues de Janis 13 La sed de los Ausentes 13 Credo de Hendrix 13 Eduardo Santa Loboguerrero 14 Los caballos de fuego 15 Carlos Flaminio Rivera 16 Obras 16 Entrevista 16 La mascota de Kafka 17 Preparado para todo 19 Posmodernismo 19 Nelson Romero Guzmán 20 Premios 20 Bibliografía 20 Entrevista 20 El Robo de la obra 22 Minificciones (por Hozman Yamel Hernández) 22 Alopecia 22 Botas de Acero 22 Cara de perro 22 El zorro chino 23 Harold Kremer 24 El enano 24 El combate 24 Carta con un sueño 25 La educación en la pandemia 26 Sinsabores de la vida 26 Slawomir Mrozek 27 Obra 27 Obra en español 27
ÍNDICE
El socio 27 El árbol 28 Ketchup 28 Jorge Soda 29 Minificciones (Por Enrique Tovar Ceballos) 33 Triage 33 Única edición 33 El tío Venicio 33 Competencia desleal 33 Clientelismo 33 El último Truco 33 Caer con estilo 33 Culpa 33 Agua cero 33 Madre Contranatura 33 “inmortaledad” 34 Narciso 34 Oscuro laberinto 35 El terror de una noche lluviosa 36 De visita al zoológico 36 El perro y las ovejas 37 El conejo y el gato 37 La cacica Caima 38 ¿Dónde Jugaran las niñas? 39 Dentellada 40 Ilustraciones (por Víctor Hugo Osorio Céspedes) 41
Según el Diccionario de la Lengua Española,
la palabra ágora (del gr. γορ), tiene por
lo menos tres acepciones. Primero: en las
antiguas ciudades griegas, era la plaza pública.
Segundo: se trata de la asamblea celebrada en
ese lugar. Y tercero: es un espacio de reunión o
discusión. Es en este último sentido que abrimos
lo intersticios de la realidad, no sólo en el ámbito
de la disertación sino de la imaginación, de la
disección y la creación de mundos posibles dada
la facultad creativa y expresiva del lenguaje desde
su función estética.
provenientes de contextos disímiles, diversos
como las instituciones educativas del norte del
departamento. Por ejemplo, de municipios
como Herveo, Venadillo, Líbano y Murillo, por
supuesto, donde nace el proyecto de esta revista.
Celebramos el diálogo de culturas y extendemos
la invitación para próximas publicaciones, como
ya hemos dicho y hecho. Publicamos esta III
edición con el convencimiento del poder didáctico
y creativo de la palabra escrita. Porque esta, como
sugiere el escritor J.L Borges, es una extensión de
la memoria y de la imaginación de la humanidad.
O siguiendo las ideas del maestro Gianni Rodari,
publicamos la revista para hacer uso total de
la palabra, no para que todos sean artistas,
sino para que nadie sea esclavo. Quizá como
plantea el profesor Fabio Jurado Valencia, para
formar lectores críticos y no someros leedores o
lectores impostores. En una sociedad plagada de
eufemismos, falacias y apologías a la violencia y la
muerte, la palabra creadora, la escritura creativa
y argumentada es un espaldarazo a la condición
humana.
Y lo hacemos, no sólo desde el artículo 77 del
capítulo II, o de la llamada autonomía escolar
que brinda la Ley General de Educación 115
de 1994, sino desde la mirada de los ojos del
corazón, con que vemos lo esencial del mundo,
como sugiere el escritor A. S. Exupery. Más allá de
los Lineamientos Curriculares, porque creemos
que es necesario compartir los textos narrativos
y argumentativos de la comunidad educativa.
Establecer una actitud dialógica, emancipatoria y
critica, más allá de la visión técnica y cuadriculada
de los planes de estudio y los Derechos Básicos
de Aprendizaje que propone el MEN. En ese
sentido, apostamos a una pedagogía de la literatura
mucha más humanista, desde el desarrollo de los
valores éticos, estéticos y cognoscitivos, como
plantea el maestro Alfonso Cárdenas Páez.
ÁGORA, REVISTA LITERARIA N° III, AÑO MMXX
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Para tal propósito, hemos reunido en esta edición de ÁGORA, REVISTA LITERARIA, N° 3,
Año 2020, las voces de diversos autores a modo de entrevista, por ejemplo, del poeta Nelson
Romero Guzmán, Jorge Ladino Gaitán o Carlos Flaminio Rivera. También contamos con algunos
ensayos de estudiantes y docentes, un ejemplo de bestiario, minificciones de la comunidad educativa
y de prestigiosos escritores como el polaco Slawomir Mrozek, del caleño Harold Kremer, o de
J.L. Borges. Poemas, fábulas, reseñas, ensayos, caricaturas, pinturas del artista plástico Jorge Soda,
quien contribuye con la ilustración de la portada y demás imágenes con relación a las implicaciones
didácticas y pedagógicas de la pandemia en el contexto educativo de la literatura y el pensamiento o la
Razón como tal. Así es que quedan abiertas las puertas al Ágora. Esperamos que brinde la impresión
de un calidoscopio, un laberinto subterráneo o de quien mira absorto el firmamento nocturno, en
busca de respuesta a las rotas preguntas que hacemos impertérritos o como quien se abisma en el Ser.
Sean todos Bienvenidos a este mundo de letras y filosofías de la sospecha, la incertidumbre y el caos
primordial, de donde nacen estrellas danzantes.
Víctor Hugo Osorio Céspedes
Comité editorial: Milena Roncancio Gaitán Víctor Hugo Osorio Céspedes Enrique Tovar Ceballos Miguel Ángel Rincón Castellanos Hozman Yamel Hernández
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BESTIARIO
El bestiario es una compilación de seres sobrenaturales, que han servido como inspiración en el cine, la música, el arte, y por supuesto para crear historias en la literatura. Algunos seres fantásticos y mitológicos de varias culturas como: La sirena, El centauro, cíclopes, esfinges, minotauro, fauno, sátiros, ninfas, Troll. Aprovechando
esta riqueza de seres fantásticos, los estudiantes crearon su bestiario, a continuación, uno de ellos.
El origen de Gatiota, data, desde, el 25 de agosto del 2020, se formó a partir de un proyecto que estaban llevando a cabo los científicos del Instituto
chino (inventos de laboratorio o creaciones fenomenales). Aquellos hombres tomaron células y genes de una gaviota y un gato y empezaron a estudiarlos y a mezclarlos, creando así, la unión de las partículas formando nuevas clases de células. Luego algo sucedió, algo muy extraño por lo que decidieron dar por fallido el proyecto, así en un portaobjetos quedó dentro de una bolsa plástica y en la basura. Después de algunos días, estas células volvieron a dar señales de vida y comenzaron a desarrollarse formando así, un feto diminuto. Un mensajero de aquel instituto vio que la bolsa se movía, decidió abrirla, y se dio cuenta que era algo importante. Se la llevó a su casa a un pequeño laboratorio personal, lo puso dentro de una bolsita para simular el lugar en el que se forman los animales comunes, es decir, la panza de su madre. Aquella bolsita contenía algunos líquidos que hacían que diera más la forma de la panza y que le proveía alimentos o nutrientes. Gatiota siguió creciendo hasta alcanzar el tamaño de un
gato adulto. Aquel día 25 de agosto del año 2020 que empezó a romper la bolsita y a salir de ella, aquel joven estaba muy emocionado por lo que había sucedido. Él siempre había querido formar parte de la historia y ser un buen científico, nunca lo había conseguido, lo más cerca que había estado de ser parte de aquel instituto fue ser mensajero. Ese día, su sueño se cumplió, le permitieron trabajar en los laboratorios del instituto para que estudiara a este nuevo ser “Gatiota”. Desde aquel día, se impulsaron por crear nuevos seres, y claro, crearon otra Gatiota, para que se pudiera reproducir. Cuando completó un mes, desarrolló una nueva facultad: podía convertir cualquier semilla en una célula de otro animal, lo cual les iba a ser de mucha ayuda a los científicos. Así, creo el Tritón, con células de pez y humano; también silvaba unas lindas pero hipnotizadoras canciones, su pico largo hace que suene aún más fuerte para que todo aquel que lo escuche quede encantado hasta llevarlos a un lugar llamado el anillo de las hadas, un lugar en donde el tiempo no pasa. Todo aquel que lo escucha y entra en el anillo no regresa jamás, esto ocurrió cuando al crear la segunda Gatiota la dejaron suelta y se escapó, la hembra es la que puede hipnotizar. El macho puede transformar.
GATIOTA
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Historia
Todos los días en el mañana justo a las 6:00 am, se va hasta el lago y se queda esperando paciente- mente para cazar peces, ya que éstos son mucho
más limpios que cualquier otro. Siempre de 6:00 a.m. a 7:30 a.m., está en aquel lago, luego se va hacia el bosque y trepa un árbol cualquiera, allí vigila las personas que pasan y a la vez disfruta el aire, los mosquitos, y se afila las uñas. Luego al mediodía baja y vuelve al lago hasta las 2:00 p.m. Luego va al bosque. Esto es lo que acostumbra a hacer cada día. A este animal también le gusta dormir mucho, comer y pasear. Disfruta durmiendo toda la no- che y parte del día en los árboles. También los peces ya que son lizos y escamosos, los mosquitos, mariposas, oru- gas. Otra cosa sobre este animal es que no tiene amigos, es un ser muy gruñón y ermitaño, lo único que hace es pensar en el mismo y no le importa si por comer tanto pez, deja con hambre a los osos y si por robar la comida de las aves ellas se mueren junto con sus pichones, no le interesa absolutamente nada ni nadie y nada de lo que pase, lo que importa es mantener su rutina, tranquilidad y forma de ser.
Características
Su cuerpo y aspecto físico combina partes de dos ani- males: Gato y Gaviota. Lleva cuerpo de gato común, pero a partir del pecho lleva cabeza de gaviota, tiene
un pico largo que se parece al del colibrí, lo que le ayuda a sacar peces del agua con facilidad. Es gruñón y egoísta, muy inteligente, intuitivo y perseverante. Las debilidades son: Cuando se pone en celo (hablando de la hembra) ya que debe romper el muro impenetrable que ha construido hacia la sociedad, salir de su rutina y buscar un macho, (macho y hembra tienen las mismas de- bilidades). Otra cosa, es cuando tienen pichones, ya que al contrario de los otros animales que son pasivos y cuan- do tienen crías son agresivas, estos son agresivos siempre, pero al tener familia convierten en unos animales muy dóciles lo que es de ayuda para los humanos que quieren atraparlos. Sus fortalezas son: Resistencia. Aunque son de muy buen apetito, durante largos lapsos no comen para poder ali- mentar a sus pichones. Su plumaje, aunque sea solo des- de el pecho hasta la cabeza contiene un aceite muy fuerte que hace que un depredador no lo ataque debido al olor.
Luisa Fernanda Coca Rivas Grado Septimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
EL OLVIDO.
Se celebró el día del estudiante en Colombia, para muchos y muchas una ligera fecha donde se cele- bra el esfuerzo de los y las estudiantes y donde se
les dedica unas efímeras palabras a todos aquellos alum- nos y alumnas que intentan saber cada vez más. De esta “ilustre” manera, se ha intentado moldear, con el paso del tiempo, la historia de un contexto social de coacción, ambientado con insurrección y medidas peyorativas y oprobiosas. Selectas minorías que por excelencia han ar- monizado hasta el punto de inculcar en lo común que el día del estudiante se es aplicado al aprendizaje, mostran- do al estudiante su importancia en la educación como tal, evidenciándose que todos y todas valoran como propio su esfuerzo, voluntad y dedicación en su construcción como esperanza y orgullo para la “Nación”. Hipotéticamente, echaron barro, escombros y pólvora al pavoroso contexto que concierne al Día del Estudiante en Colombia o “Día del Estudiante Caído”. Caído, ante un país de resiliencia, pero también de indiferencia, olvido y silencio.
La Patria del ‘Sagrado Corazón de Jesús’ ha sido permea- da por una abundante historiografía donde se muestran los tantos episodios irresueltos en la historia colombia- na. Episodios trágicos y vergonzosos que se han vivido en nuestra tierra. Sucesos deplorables que han sido lige- ramente disimulados por la historia oficial y que ante la falta de claridad el pueblo prefiere pasar por indiferentes. En Las crónicas disponibles sobre “El Estudiante Caído” que dio lugar a la celebración del Día del Estudiante en Colombia, todas hacen hincapié en la represión del Es- tado a los movimientos estudiantiles. En efecto, Colom- bia siempre ha tenido a cuestas una estigmatización por la protesta social, en donde se ha dado, en reiterativas ocasiones, para cuestionar a la Fuerza Pública por las de- sastrosas consecuencias físicas y humanas que siempre germinan en actos tan importantes como es la protesta. Escondiéndose detrás del estado de sitio, el toque de que- da y restricciones en las ciudades para reprimir violenta- mente las protestas callejeras y lo grave aún, sin que el
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pueblo puede chistar su malestar a la hora de reclamar por las injusticias, volviendo la movilización social como un escenario que permite la normalización de la muerte con el fin de callarlos y dejando como único remedio, el olvido. Un país que siempre ha colocado las armas para atentar contra los que alzan su voz por la reivindicación de los derechos. Todo esto, nos permite hacer énfasis en aquellas disimuladas dictaduras militares que en varias ocasiones envuelve a Colombia, se ha demostrado, varios hechos nos lo demuestran, que siempre que se presen- ta, como el mismo Gobierno lo llama, “desorden” social, son las Fuerzas Militares, con sus políticas de guerra, las que toman el rumbo del país y la situación. Es por eso que hay que poner un alto, un ya basta a la cotidianidad de la guerra y el silencio, rebelarnos frente a la violencia y la impunidad, conocer y asumir como propia la me- moria como una expresión que rescata, destaca, conme- mora y transmiten los valores y esfuerzos que, en medio de graves episodios violentos, pugnaron por defender la dignidad, la igualdad y la libertad. Colombia es un país
Julian Salgado Posada Grado Undécimo Ins.edu. Juan XXIII
Herveo Tolima
rico en historia, mucha de esa riqueza enmarcada por do- lorosos sucesos; pero si los colombianos conociéramos y asumiéramos esta dolorosa historia como propia, no sólo podríamos repararla, sino construir y avanzar hacia un cambio necesario. Pero lastimosamente pasa todo lo con- trario, son pocos los que conocen el contexto histórico en el que se ha regido nuestra Nación, y es justamente este desconocimiento en muchos de nosotros que hoy en día se vive una superficialidad del debate público y una po- breza en la confrontación política, no sabemos dónde está nuestros intereses, no adquirimos un legado de identidad, no contamos con una formación de memoria colectiva y humanística. La Historia nos ayuda a formarnos con un carácter pros- pectivo, con la Historia comprendemos que somos pro- ducto de un pasado, pero a la vez, asumimos que estamos construyendo, desde el presente, nuestro futuro. Con la Historia empezamos a preocuparnos por nuestro contex- to y aportar en la construcción de una mejor sociedad.
MATE, EN UNA PALABRA PENSAMIENTOS
Extraño el tiempo de la palabra, cuando se sumergía en el palacio de la torre
impenetrable. Palabra larga,
Mi única estrategia: La noche. Inextricable jugada la tuya.
¡Jaque mate!
Sombras atómicas que mueren con el tiempo. En esta sociedad diminuta; un miembro se encarga de
las decisiones humanas ¡Ay! -exclaman al tropezarse con una reflexión-
¿Acaso creen los hombres que piensan por sí mismos?
Mi nombre es Esmeralda Villanueva, nací el 23 de febrero de 2003 en El Líbano (Tolima). Desde peque- ña la lectura ha sido mi gran compañera, a los 14 años participé en algunos recitales de poesía, el tiempo transcurría y el peso de mi vida necesitaba una hoja para desplomarse y así fue que empecé a escribir en el
año 2017 con ayuda de algunos maestros. El municipio en el cual vivo ha ejercido gran influencia en mi proceso de creación literaria ya que el lanzamiento del libro "Nuevas Voces Juveniles" por parte de la Biblioteca Libanense de Cultura, me ha brindado la oportunidad de participar con diez poesías en una breve antología llamada "De los labios y otros versos", en el 2019. Año en el cual me gradué de bachiller en la Institución Educativa Nuestra Señora de Lour- des. Gracias al auge literario de El Líbano y mi voluntad por este campo me desempeño actualmente como líder de un club de lectura.
ESMERALDA VILLANUEVA
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Bendecidos y afortunados. “La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica”
Jorge Luis Borges
¿Tienen valor los juicios esTéTicos?
Con la democratización de los criterios estéticos, surge la idea que la naturaleza y los cuerpos hu- manos se pueden controlar, corregir, conquistar
o manipular, como las grandes maquinas que son. De tal manera que cuando los seres humanos se realizan alguna cirugía estética procuran resultados que promuevan la se- ducción, a expensas de la belleza, su cuerpo plástico es un adorno que desdibuja las virtudes morales, intelectuales y la belleza natural, que con afeites pierde la verosimili- tud; el afán de cumplir con las normas sociales de “be- lleza” desencadena una am- bivalente carrera en pos de la perfección corporal y la lu- cha contra el paso del tiempo y sus consecuencias estéticas. Si el cuerpo constituye un engranaje, entonces se puede reparar y mejorar, es posible, ahora cambiar las piezas ro- tas y ensamblar otras, incluso si son de otro cuerpo. De igual manera en busca de
los criterios estéticos vigentes de una sociedad del consu- mo ocasionan su propia destrucción física y mental. En efecto la imagen sobre la belleza corporal asociada al he- donismo y al mundo libre, representan la importancia de obtener y mantener una atractiva apariencia física y look actualizado. En primer lugar, un informe de la sociedad americana de cirujanos plásticos, América Latina cuenta con tres países que encabezan la lista de los ocho países con más ope- raciones de cirugía plástica. Brasil 12.6%, México 3,8 %, Colombia 2,3 %. Los pacientes con más cirugías plásticas son mujeres 85,6 % y los hombres con el 14,4 %. Parece ser que, la cirugía estética es la justicia del poder econó- mico.
En segundo lugar, los hombres y las mujeres en general, según su presupuesto (dependiendo del nivel socioeco- nómico) gastan en promedio $1.300.000 mensual cada uno por conceptos de peluquería, manicura, depilación, gimnasio, maquillaje, cremas y tratamientos estéticos. No obstante, la imagen corporal se ha definido como una construcción de varias dimensiones que incluye auto percepciones, ideaciones, emociones y acciones referi- das al propio cuerpo, esencialmente a su apariencia. El descontento con la propia imagen es un mal de la época
este malestar es aún más pro- nunciado cuanto más fácil es la capacidad de intervenir a los cuerpos y modificarlos no obstante no es otra cosa que el negativo fotográfico de unas grandes carencias afec- tivas, de un gran vacío perso- nal y una autoestima vulnera- ble. 1
Por otra parte, para el filó- sofo alemán Baumgarten, la estética no puede reducirse a las reglas para producir la obra de arte, el análisis de sus afectos psicológicos. La esté-
tica “es una ciencia del conocimiento sensible” y, por lo tanto, “una gnoseología inferior” puesto que se ocupa de una “facultad cognoscitiva inferior”.2 Efectivamente en el siglo XXI, la belleza física se relacio- na en la vida cotidiana con una relevancia y aceptación aquella del contexto social, lugar donde convive junto con las personalidades que consideran la belleza un adorno innecesario. Es decir, mientras que para los medios de comunicación la belleza es un producto, para quienes se oponen a la estética como consumo es algo superficial y sin sentido, en tanto la belleza es capaz de dominar- los, avergonzarlos, y volverlos vulnerables. Asimismo, el camino de la perfección es difícil, áspero y desconocido para el que entra en él; quien no se gobierne a sí mismo,
1DESCARTES, 1982, pág. 28. 2Reflexiones filosóficas, entre el análisis y la sensibilidad, de la verdad lógica determinada y la verdad estética o poética.
está arriesgando a perderse. Como es propio del Narcisismo y todos sus aspectos aso- ciados juega un rol trascendental la mirada. El ver es por sí una operación del goce. De hecho, construimos todo un aparataje estético para atraer miradas. Con esto cla- ramente, podemos dar cuenta de que nos encontramos inmersos en una sociedad predominantemente visual y donde sólo importa el bienestar que entrega la satisfac- ción física cuando es alcanzada.3 Asimismo, aunque las mujeres de todas las épocas mos- traban cierta inclinación hacia la búsqueda de la belleza, era claro que conservaban su esencia; para ellas la belleza no iba ligada directamente a las capacidades, es decir, que mostraban cierta independencia entre el criterio estético y la atracción general. En el siglo XXI el propósito es emi- nentemente estético y aprovecha el desarrollo médico, la accesibilidad a los procedimientos plásticos y las recientes necesidades del ego para hacer alcanzable lo que antes
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3HORNSTEIN L, 2011, pág.50.
solía ser exclusivo de los más acomodados. No podemos negar el hecho de que estamos inmersos en una época donde nos esclaviza el culto al cuerpo y la moda. Es por eso que la tecnología y los cosméticos se muestran como una nueva “Necesidad” que ofrece la so- lución a todo problema de aceptación y autoestima. Con la necesidad de sentirse joven y con belleza, apareció la solución: una constante modificación corporal como for- ma de revelarse ante la “apariencia original”. En suma, la belleza es considerada como una cualidad o una propiedad de las cosas, para la contemplación y el deleite de los seres humanos, de tal manera se crea el arma de la belleza. Incalculablemente poderosa, arroja a todo aquel que acuda a este recurso, al desencantamiento de la vida. La belleza física es considerada un fin y una aspiración que presupone felicidad al que lo obtenga. Sin embargo, las cualidades humanas representan atributos de belleza superiores.
Kelly Johana Benitez Grado Undécimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
Bibliografía
•Cid López, Rosa María: «Marco Antonio y Cleopatra. El fracaso de un sueño político y la construcción de una leyenda», en Rosa María Cid y Marta González (eds.): Mitos femeninos de la cultura clásica, Oviedo, KRK, 2003, pp. 223-246.
•Iriarte, Ana y González, Marta: Entre Ares y Afrodita. Violencia del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua, Madrid, Abada, 2008.
•Wulff Alonso, Fernando: La fortaleza asediada. Diosas, héroes y mujeres poderosas en el mito griego, Salamanca, Univer- sidad, 1997.
•Descartes R, meditaciones metafísicas. Las pasiones del alma, Madrid: ediciones, S.A, 1981.
•Hornstein L, autoestima e identidad. Narcismo y valores sociales, buenos aires: fondo de cultura económica, 2011.
•Puyadas Rupérez, Vanessa: «Cleopatra VII: descendiente de faraones», en Almudena Domínguez (ed.): Mujeres en la Anti- güedad Clásica: género, poder y conflicto, Madrid: Sílex, 2010, pp. 103-123.
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¿QUÉ LO INSPIRÓ O MOTIVÓ A ESCRIBIR?
Conocer a un excelente escritor y profesor de la Uni- versidad del Tolima, Libardo Vargas Celemín, quien
desde sus clases de literatura enseñaba a los estudiantes a sentir la literatura como forma privilegiada de la belleza, de comprender mejor la condición humana y la historia silenciada de los pueblos. Gracias a sus lecturas recomen- dadas y el gusto por las artes, decidí comenzar a escribir poemas. De hecho, aunque el profesor ya está pensiona- do, sigue siendo mi amigo y maestro. Sus sugerencias y observaciones a mis poemarios son claves para corregir antes de publicarlos.
¿CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO?
Un libro apenas sería desconocer a varios de mis li- bros favoritos. Me quedaría con dos novelas: Cien
años de soledad, de Gabriel García Márquez y Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.
¿ESCRIBIR A MANO O EN EL COMPUTADOR?
Escribo siempre desde el computador, en aras de co- rrecciones y de tener de fondo la música que me gus-
ta. ¿QUÉ ACONSEJA A QUIENES QUIEREN SER ESCRITO-
RES?
Disfrutar de la lectura y el gusto por la belleza desde distintas formas, no sólo los libros, sino también
otras instancias del arte: el cine, la pintura y la música. De hecho, escuchar canciones de un buen cantautor o banda musical (Queen, Pink Floyd, Bob Dylan, Luis Alberto Spinetta, Violeta Parra o Andrea Echeverri) es otra manera de sentir la poesía. Para quien desee escribir cuentos o poemas es primordial es tener una relación espiritual e íntima con la lectura, pues, como dice Jorge Luis Borges, Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.
JORGE LADINO GAITÁN BAYONA
I.E.T. Lepanto Murillo Tolima
Poeta colombiano. Es profesor de literatura de la Universidad del Tolima, en Colombia. Residente en Ibagué (Colombia) desde 1989. Coordinador
del Grupo de Investigación en Literatura del Tolima. Doctor en Literatura de la Universidad Católica de Chile. Licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad del Tolima.
Autor de los libros de poemas: Manicomio Rock (2009), Buzón de naufragios (2012), Baladas para el ausente (2013), Cenizas del bufón (2014), Estado de coma (2015) y Claroscuro (2015). Coautor de: La novela del Tolima 1905-2005: bibliografía y reseñas (2008), Cuentos del To- lima, antología crítica (2011), Cien años de novela en el Tolima 1905-2005 (2011); Aproximación crítica al cuento de Ibagué y del Tolima (2016).
Corresponsal para Colombia de Sieteculebras, Revista Andina de Cultura, editada en Cusco-Perú. Ponente en congresos de literatura en Brasil, Perú, Colombia, Argen- tina, Costa Rica y Chile. Primer Puesto en el Premio Na- cional de Crónica Germán Santamaría en la categoría do- centes y universitarios en el 2005. Ganador del Premio de Poesía Juan Lozano y Lozano, organizado por la Alcaldía de Ibagué en el 2012 y el 2015. Con Leonardo Monroy obtuvo Premio de Investigación en Patrimonio 2016, de la Alcaldía de Ibagué.
Los siguientes son poemas de Jorge Ladino Gaitán Bayona tomados de su libro Manicomio Rock.
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Afuera el grito sin guitarra y las calles en desvelo.
Los minutos se muerden la lengua,
chillan como vírgenes a merced de los gusanos.
La ciudad desviste sus naufragios.
No hay testigos,
Unos apuntan su orfandad al cielo,
otros al vino y sus promesas.
Acaso los bares redimen el espanto.
¿Quién podría temer aquí adentro?
Amo esta locura que me salva y condena,
amo estas paredes que me sueñan ileso.
TU VICIO
“No me podés dejar, porque soy tan sólo un vicio”
(“Tu vicio”, Charly García)
Puedes llamarme Dios o Charly.
Dame un poco de hierba o un sorbo de tu desvelo.
Ebrio palpo el delirio si la guitarra anida entre mis de-
dos.
acecha.
y enamorar el piano que me condena.
BLUES DE CHARLY
Escucha mis manos,
las olas del asombro meciendo la noche y sus secretos.
Mi piano te teje de azul y misterio.
La música funda la tormenta.
Zarpemos entre sombras y murmullos.
La piel espera, cementerio de colmillos.
Deja mis labios morar tus cabellos,
déjame tu vientre como quien abandona su cordero.
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BLUES DE JANIS
“Rings of cloud and arms aflame, wings rise up to call your name”
(“Half moon”, Janis Joplin)
Rezo arrodillada.
Afilas tu cuchillo en mis labios.
Me arrojas a la mesa de torturas.
Complacida entro y salgo del infierno.
Quitas mi piel y soy la noche que desenmascara tu rostro:
¡Charly!
LA SED DE LOS AUSENTES
(Bon Scott cuenta a Charly)
“I'm dirty, mean and mighty unclean. I'm a wanted man, public enemy number one”
(“TNT”, de Bon Scott, Angus Young y Michael Young. AC DC)
No fue en el mar
ni en un río con piedras en los bolsillos como Virginia.
Me hallaron boca arriba,
Debieron enterrarme en un burdel.
También la muerte ignora la sed de los ausentes.
Había que beberla,
CREDO DE HENDRIX
“And I come back to find the stars misplaced and the smell of a world that has burned”
“Up from the skies”, Jimi Hendrix)
Creo en el infierno que soy, negador del cielo y la bondad de la tierra.
Creo en la guitarra, mi única carne, concebida por obra y gracia de la ausencia;
nació donde la lluvia teje el espanto, padeció bajo el sol, señor de los Pilatos,
fue asilo de fantasmas, turbia y desterrada,
descendió a los discos, al tercer grito labró su condena;
está colgada a la izquierda del miedo -padre todo rencoroso-
desde allí ha de venir a juzgar a la memoria y sus silencios. Creo en la llaga del tiempo,
la enferma iglesia de mis huesos, la comunión de los rockeros,
el rencor de los muertos, el eco de mis pasos y el suplicio eterno.
Amén.
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EDUARDO SANTA LOBOGUERRERO
Cuando hablamos de una de las plumas más insig- nes del Líbano, Tolima, debemos mencionar a Eduardo Santa Loboguerrero. su bagaje intelec-
tual inicia como bachiller del Instituto Nacional Isidro Parra, abogado de la Universidad Nacional, postgraduado en ciencias políticas de la Universidad George Washing- ton, especializado en bibliotecología en Puerto Rico y en técnicas de la investigación en la Universidad de Colum- bia en Nueva York. También cabe anotar que fue Profesor Emérito de la Uni- versidad Nacional y maestro. Fue director de la Biblioteca Nacional de Colombia, rector de la Universidad Central. Miembro honorario de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombiana de Historia, hizo parte de la Real Academia de Historia de España. Presi- dente Honorario de la Academia de Historia del Tolima. Miembro del Instituto de Geografía e Historia con sede en México y en Bruselas de civilizaciones diferentes; par- ticipó como honorario de la Academia de Artes y Letras de Nueva York donde le otorgaron la condecoración de La Gran Cruz, y perteneció a otros centros científicos y culturales del continente. Recibió el Premio tolimense de literatura 1982. Dentro de sus obras literarias publicó los libros: Sin tierra
para morir, 1954, El Girasol, 1956, Arrieros y fundado- res, 1961, Rafael Uribe Uribe, un hombre y una época, 1962, Nos duele Colombia, 1962, Introducción a la so- ciología,1968, Realidad y futuro del municipio colombia- no, 1969, El mundo mágico del libro, 1974, Los espejos del tiempo, 1978, Qué pasó el 9 de abril, Itinerario de una revolución frustrada, 1982, Instituciones políticas de Colombia, 1981, El pastor y las estrellas, 1984, La crisis del humanismo, 1986, Adiós Omayra: La catástrofe de Armero, 1988, Cuarto menguante, 1988, Recuerdos de mi aldea, 1990, consideraciones en torno a la novela Pax, 1990, Porfirio Barba Jacob y su lamento poético, 1991, La colonización antioqueña: una empresa de caminos, 1993, Los caballos de fuego, 1993, El paso de las nubes, poemas, 1995, El general Isidro Parra, 1995, El libro de los oficios de antaño, 1998, y Crónica de un bandido le- gendario, 2004. Su aporte literario ha sido incluido en innumerables an- tologías nacionales e internacionales y son varios autores que han analizado su obra. Hablar de Eduardo Santa Loboguerrero, es mencionar la riqueza de las letras del departamento del Tolima. A modo de remembranza, compartimos un fragmento de su obra:
Líbano, Tolima, 2 de enero de 1927 - Bogotá, 2 de mayo de 2020
«Señor Creador del Universo. Tú que nos diste a todos los humanos el don de la palabra, para que iluminara los caminos de nuestra existencia, para que rompiera las tinieblas de la incomunicación y
la ignorancia, no permitas que muera el último Caballero Andante, que desde hace cuatro siglos agoniza en algún lugar de la Mancha. Aunque don Miguel de Cervantes Saavedra, su creador intelectual, a quien Tú le diste el encargo de ponerlo a vivir por los extensos campos de la literatura, haya decidido darle muerte, vencido por la desolación y la melancolía, tendido sobre las páginas del más famoso de los libros, todos sabemos que aquella fue una muerte de papel y que bien podría incorporarse de nuevo dispuesto a luchar a favor de lo único que puede dignificar la existencia del hombre, que no es otra cosa que su compromiso con la verdad, con la libertad y la justicia».
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LOS CABALLOS DE FUEGO
Frecuentemente soñaba con aquellos caballos de fuego. Eran doce y podía distinguirlos por pequeños detalles. Solía contarlos, uno tras otro, y nunca había
faltado ninguno. Eran puntuales y exactos hasta en sus movimientos, ya los tenía como propios. Eran parte de su vida Cuando soñaba con ellos, se levantaba sobresaltado y, después de ponerse su bata y de ajustarse sus pantuflas de pana, bajaba a la cocina y bebía dos o tres vasos de agua. Después de ver aquellas bestias desbocadas, saltando con sus crines de fuego sobre su propio cuerpo, lo asediaba una sed terrible. Al principio, cuando empezó a soñar con los caballos, éstos eran mansos y apenas se limitaban a acercársele curiosos, a olfatearlo delicadamente y terminaban por lamerle la cara con sus lenguas rosadas. Pero al poco tiempo les fue notando el fuego en sus orejas, dos pequeñas llamas crepitantes, y luego observó que todos tomaban cierto color rojizo brillante y más tarde los veía llamear, desde la frente hasta la cola. Sobre todo, esas ágiles patas nerviosas y esas largas crines despeinadas que se fueron convirtiendo en teas rojas que flameaban con el viento. Últimamente, los veía venir desde un horizonte lejano, corriendo a la estampida, desbocados, jadeantes, acercándose a su cuerpo por instantes. Entretanto él permanecía tendido sobre la hierba, impotente, incapaz de levantarse, esperando que las bestias de candela saltaran por encima, con sus ágiles patas de acero hirviente sobre su propia cabeza, y esos belfos hermosos botando chorros de aire caliente y esas ancas convertidas en bolas de fuego. Los caballos, después de saltar sobre su cuerpo, desaparecían. Aquel salto que daban era igual al de su pensamiento saltando del mundo de los sueños al mundo de la realidad. Cuando levantaban sus patas traseras para no lastimarlo y brillaban sus herraduras en el aire, como estrellas de plata, los caballos desaparecían en el vacío. Entonces era cuando sentía tanto calor, cuando sentía que la sangre le estaba hirviendo en las venas, que sus orejas ya iban a estallar y que su paladar estaba tan reseco que hasta la saliva se le había evaporado. Se le había convertido en vapor sofocante que salía por sus orificios nasales con la misma fuerza con que salía el aire por los belfos de los caballos. Cada vez que tenía estos sueños se levantaba pesadamente, con el cansancio de aquella pesadilla, sudando a chorros y con la sed devoradora. Entonces era cuando bajaba la cocina y bebía copiosamente. Después volvía a subir a su alcoba y esperaba a que amaneciera, a que el reloj de
péndulo diera las cinco de la mañana, envuelto en una sedante y evocadora placidez. Era como una especie de nirvana que le permitía recordar, con todos sus detalles, aquellos caballos de fuego. Los iba pasando por su memoria, uno tras otro, como en cámara lenta, con la complacencia y la morosidad con que se trae al recuerdo la imagen de una mujer amada. Siempre eran doce y pasaban por encima de su cuerpo en el mismo orden, con los mismos movimientos, como si aquello hubiera sido planeado por un director de un circo. Los recordaba con todos sus detalles. Volvía a ver las cabezas enhiestas, firmes en aquellos lustrosos cuellos; grandes ojazos, como carbones encendidos; las ágiles patas como relámpago sobre su propio cuerpo. Y, finalmente, aquellas poderosas nalgas, en el movimiento rítmico del salto hacia el vacío mismo de la realidad. De tal manera que al despertar, era la última visión que tenía de los caballos de fuego. En ese instante el sueño se desvanecía. Pero perduraba la imagen final. Contemplándolas en el recuerdo, tan bellas, tan esbeltas, tan rítmicas, como las de una mujer caminando sobre su propia vanidad. Recordaba también aquellas crines despeinadas, flotando sobre el viento, y la sentía acariciando su rostro, como si fueran cabelleras de mujer enloquecidas en el furor del erotismo. Así sucedía siempre. Pero aquella noche despertó más temprano, invadido por una tremenda ansiedad. Algo andaba mal en su último sueño. Antes de levantarse, todo el paso de los caballos sobre su cuerpo. Los vio pasar, uno tras otro, pero esta vez notó que faltaba uno de ellos. Era algo verdaderamente inexplicable. Repasó varias veces el sueño, pero siempre faltaba el más ágil, el más fuerte, el que mejor saltaba. Alarmado, bajó rápidamente a la cocina. El malestar aumentaba por momentos y sintió que la sangre le hervía con mayor intensidad. El sudor era copioso. La sed corría en su reseco paladar y ya no podía resistirla. Le estaba devorando por minutos. Al bajar la escalera se sintió muy pesado. Tuvo también la extraña sensación de que su cuerpo ardía y sintió que sus orejas crecían y se convertían en dos teas de fuego. Ya, en la cocina, prescindió de los vasos y fue directamente a beber en la palangana. Se sorprendió al comprobar que la había desocupado por completo a grandes sorbos. Sacudió fuertemente la cabeza y notó que su pelo había crecido tanto, como las crines de todos sus caballos. Entonces ya no tuvo el menor deseo de regresar a su alcoba. Abrió la puerta y salió a la calle relinchando y dando coces, ante el asombro de todos.
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CARLOS FLAMINIO RIVERA
líbano, Tolima, colombia.
Cursó estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Bogotá, tras lo cual se dedicó a la escritura, su vocación vital. Entre los narradores de su generación Rivera ocupa un lugar destacado. Es asesor de la Casa de la Cultura del Líbano y allí dicta talleres de literatura. Ha publicado los volúmenes de cuentos Cruentos y adioses y Sin
puntos sobre las íes. Cursó estudios de filosofía y Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional de Colombia, tras lo cual se dedicó a la escritura, su vocación vital. Entre los narradores de su generación, Rivera ocupa un lugar destacado. Sus libros dan cuenta de un trabajo silencioso, de un sumergimiento en la escritura. Rivera propone un lector exigente, que se hunda en sus aguas. Todas sus historias vienen cargadas de imágenes que oscilan entre la prosa y la poesía y tienen el lirismo justo; por eso hay que estar atento a la profundidad de su corto fraseo. Sus historias manifiestan una honda inquietud por ese residuo de utopías que van dejando el hombre y sus razones.
Obras
•Mineima, Nuestro Mito (Mito, 2014)
•Apuntes históricos sobre El Líbano (Historia, 2014)
•Viaje a la costa (Cuento, 2014)
•Sin puntos sobre las íes (Cuento, 1997)
•Cruentos y adioses (Cuento, 1999)
•Sudor de sueños y otros textos (Cuento)
•La mirada sumergida (Cuento, 2003)
•Un país o algo así (Cuento, 2014)
•Las horas muertas (Novela, 2003)
¿EL LÍBANO DESDE QUE AÑO VIENE PARTICIPANDO EN LA FERIA DEL LIBRO Y CÓMO INICIA ESTE
PROCESO?
El Líbano viene participando desde el año 2007, uno como invitado de la feria internacional del libro FIL-
BO en la ciudad de Bogotá, ya para el año 2010 iniciamos la biblioteca libanense de cultura con dos colecciones, y con dos colecciones participamos con stand propio; don- de el Líbano se caracteriza como único municipio de Co- lombia que participa en esa feria. Para el año 2019 ya te- níamos publicados para la biblioteca libanense de cultura más de 80 libros y títulos en sus diferentes colecciones, no hemos dejado de participar con stand propio y con nuestra presentación de libros desde el año 2008 hasta el presente.
CUÉNTENOS UN POCO DE SU OFICIO COMO ESCRITOR
Bueno, efectivamente yo diría que este es un oficio que he tenido desde siempre, en un principio sien-
do muy joven, casi niño, empecé con versos de amor a las novias, luego ya cuando fui creciendo fui aumentan- do las lecturas, la lectura es parte fundamental del oficio como escritor, y, comencé a indagar otro tipo de ficción, pues un poco más sub realista, mágicos imaginarios, a leer autores europeos a leer cuentistas norte americanos. Ya en el año 97 publique mi primer libro con la editorial cooperativa magisterio, que se llama “sin punto sobre las íes “desde ese año hasta hoy 2020 he publicado más o menos 20 textos, entre cuentos, novelas, ensayos, mitos, y leyendas del Líbano. Tengo en este momento 4 novelas inéditas, y pues esperar a que pasen todos estos momen- tos que están sucediendo en Colombia para mirar como lo publicamos.
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¿QUÉ SE NECESITA PARA SER UN ESCRITOR?
Para ser un escritor se necesitan ganas, se necesita te- ner esa inclinación hacia lo imaginario, hacia la fic-
ción, el querer comunicar algo al otro, para ser escritor se necesita mucha lectura, creo que es la materia prima, la herramienta básica de la escritura es la lectura. Y por eso creo que es parte fundamental leer. Tener un conoci- miento del entorno, manejar ciertos temas, nadie escribe si no maneja el tema con el que va a escribir. Lo otro es tener una gran disposición, una gran pasión y ambición, es tener esas ganas de querer hacer algo, de querer contar, comunicar, y participar en un colectivo imaginario para poder que todo el mundo se involucre en esta historia y en esa parte fundamental de la vida que es la creación.
¿CUÁL ES EL ESCRITOR DE SU PREFERENCIA Y POR QUÉ?
Bueno, uno ha tenido muchos escritores que lo han marcado en la vida, al principio yo me identificaba
mucho con lo que escribía Emilio Salgari, Julio Verne, pero aún más joven recuerdo mucho que había unas aventuras ilustradas de cuentos que fue como me inicia- ron a mí a la lectura. Yo creo que los escritores son funda- mentales de acuerdo con la época en que uno también se encuentra, hoy por ejemplo que estoy en la parte investi- gativa, me llama mucho la atención los cronistas de indias, la historia precolombina, la historia de la conquista, la his- toria que nos marcó como nación después de la invasión de los españoles. Y ya en lo literario, hay muchos escrito- res contemporáneos, latinoamericanos, de los del boom BORGES, CORTAZAR, de Estados unidos Faulkner, Edgar Allan Poe, de los ingleses Joseph Conrad, Virginia Woolf, españoles Muñoz Molina, de los italianos Um- berto Eco, y de los europeos estoy tratando de leer de Europa del este algo de Milan Kundera, muchos filósofos de ese lado, y yo creo que es fundamental para cualquier narrador leer mucha poesía. Hay un dramaturgo polaco, Slawomir Mrozek, cuentista sub realista que tiene unas obras de teatro reconocidas. Yo creo que los escritores se marcan por épocas y uno va haciendo ese recorrido lú- dico que va fortaleciendo esos lazos y esa sangre literaria con la que uno tiene que contar para poder escribir.
Hozman Hernández Docente de Teatro
Libano Tolima
LA MASCOTA DE KAFKA
Kafka ha muerto, - dijo Max a Elsa -. Y mientras unía acongojado los tajos de su voz, con la mano atenazaba en el interior del bolsillo la carta que
Franz le había dejado, la constreñía como si sujetara del cuello a una serpiente. Su mujer estaba recogiendo del suelo una bandeja. Elsa se apoyó en la fuente de peltre donde llevaba el pan recién salido del horno y el té humeante. Al ser sorpren- dida saliendo del apartamento, sus nudillos palidecieron sobre el paisaje esmaltado en la bandeja colmando la be- bida de nerviosas ondas concéntricas. (Ella siempre per- cibió en Kafka la aguda tristeza de un alarido, le parecía también que el angustioso semblante del escritor conmo- vía hasta el oxígeno que procuraba su boca. Esta impre- sión le vino el día que una bocanada de aire se negó a invadir sus escasos pulmones provocándole un silbido y un vómito de sangre delante de todos: eso sucedió en el cumpleaños de Liuda). Pero la muerte de Kafka no fue la que hizo a la vajilla depositaria de su nerviosismo, fue el inesperado regreso de su esposo... ..."El vecino está enfermo". No supo si se lo dijo, o si ima- ginó decírselo; fue una exculpación refleja. Max seguía con las manos en los bolsillos del saco y la miraba como si ella no estuviera allí. Siempre sucedía eso cuando ha- blaban del escritor. Ahora Kafka estaba muerto y, superado el susto, Elsa sin- tió pena por ambos. Max supo de la carta por Dora, fue lo único que ella le en- tregó de lo escrito por Kafka en los últimos días. Aunque conservaba la postal donde su amigo le pedía que destru- yera los manuscritos que de él poseía, la lectura de esta última carta le estaba haciendo cambiar de intenciones. Intrigaba desde el bolsillo: Hoy, por unos instantes fui feliz. Y lo fui porque en ese momento, escaso para tu nombre, no supe de mí. ...Sabes cuánto tolero mi cuerpo que cada día me es más extraño. Sabes también que cuando puedo juego con él ¿Cuántas veces no lo he dejado muerto sobre la barca que arrastra la corriente del Moldava? El juego que tú cono- ces. No así a mis ojos que a duras penas los sobrellevo. Sin embargo, en ese mismo juego, los abro bajo los puen- tes (un ahogado que abre los ojos bajo los puentes), para ver cómo la vida se burla una vez más de mí porque cuan- do sólo espero ver el puente desde abajo, me encuentro con el cielo que no deseo. Como el padre que nos aterra a toda hora en la niñez: él hace que las pesadillas de las fiebres no sean nada comparables a las que provocan su
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presencia, su mandato, sus pasos... a ese golpe de suela en los corredores que a pesar de dirigirse a la calle parecen quedarse en casa para acosarte. Esta mañana también descubrí algo: El miedo. Al salir del edificio donde tiene la oficina W -oficina a la que no pude entrar porque me arrepentí-, me encontré con una señora que preguntó por un hombre al que yo jamás escuché siquiera nombrar. - Pero, ¿lo conoce usted? - ¡No: es la cuarta vez que me lo pregunta! - Le grité. - Es la tercera-. Rectificó la señora. - Entonces usted no está confundida. - Claro que no, señor: Es la tercera vez que se lo pregunto. - Pero yo no conozco a ese hombre, señora. Ya le fui cla- ro-. Le dije recalcándole esta última palabra. - ¡Señorita! Y ya sé: usted no lo conoce. - ¿Entonces? - ¿Conoce usted a.…? - ¡Cuarta vez! - Ahora sí. -dijo la señorita simulando una paciencia tan vieja como ella-; es la cuarta. Y sacó una libreta donde tachó algo. - ¿Queeé? -me burlé fingiendo un extremado horror -: ¿He muerto? - ¡Peor! -dijo. Y se fue. Quise, querido amigo, que en sus hombros se sacudie- ra lo que podía ser una sonrisa mientras se alejaba, pero esa espalda iba tan rígida como una sentencia. Como ves, sólo encuentro horror al final de mis bromas. Dejo esta página señalada y cuando retorne a mí, quiero empezar por este incidente. Si es que aún conservo alientos para encontrarme y, además, no me arrepienta de lo que de- cida. Querido amigo: ¡Qué estupidez pensar que hemos sido expulsados de algún lugar! Cuando ni siquiera nos soportamos. Sonrío, (siento ese suave vértigo de la corriente cuando voy por el río convertido en un cadáver. Imagino al Mol- dava cubriéndome discretamente con sus puentes mien- tras me sobrevuelan las entrañas esas moscas que ayer te conté, me siguieron un rato). En medio de esta sonrisa, te pido querido Max (¡Y esto si es importante!) que pu- bliques lo tuyo y destruyas lo mío. Eres como ese animal que imaginamos durante el viaje a Italia ¿Te acuerdas?: sus patas, al caminar, escriben en el suelo con horas de antelación lo que sucederá. Pero sus ojos, sobre el dor- so, sólo miran hacia arriba por la defectuosa inspiración de alguien. ¿Para qué sirve lo visto? ¡Jamás descubrirá el futuro que él mismo signa! ¡Esos ojos son los de un re- trasado! Su presente es la inútil sensación de otras dos realidades. ¿Qué tal, si como ese animal, nosotros, de
alguna manera, estamos pisoteando la posibilidad de alte- rar nuestro destino por mirar ese cielo que nos aventaron encima hace siglos? Por no observar otros lados; por no mantenernos advertidos nos han salido las pústulas de los vaticinios, afiebrándonos con incertidumbres y miedos ¿De qué lado está la fe? ¿Será necesaria la presencia de un otro que nos asuste? ¡Pero volvamos a ti, Max! Cuando te decidas a dar el bote como algún día lo hará La Tortura -así llamamos a ese animal cuando quisimos ser amables con él ¿recuerdas?: se parecía a la Tortuga-, te darás cuenta que todo lo pro- voca una mala disposición; cosa que no perdona un buen artefacto. Y el hombre, tan mal planeado, imperfecto, in- útil, poco eficiente y práctico para la mayoría de las cir- cunstancias que le ocurren durante su vida, debe ocultar todos sus errores con el gregarismo, -y eso es una multi- tud de desaciertos- para evitar que por su pésima maqui- naria lo arrojen al destierro las otras especies. ¡Sería lo mejor! ¡Y es que ya nada se resuelve con un ajuste, Max! No es problema de ajuste el mío, sino de fabricación. En cambio el tuyo... Por eso debes publicar esos textos que te parecen secun- darios, que supones permanecen en un estado de nece- sidad que espantan al lector. No escribas para todos: esa otra brutal bestia. Se debe escribir pensando en lectores de otro mundo. ¿Te acuerdas de aquel incidente del tren en Viena? Siempre quedándome, no alcanzando la ve- locidad necesaria... ¡¡Ese asunto que nadie lo sepa!! ¡¡Y con la misma vehemencia te pido que publiques eso!! Lo que tengas que hacer pero publica eso. La memoria, esa terrible sensación de humanidad, debe latigarse de escri- tura para que no se quede igual a un fósil que se niega a revelar sus enigmas. Algo luminoso no puede ser como ese animal que sólo mira a donde no existe nada. Debe dirigir su luz al sitio indicado. ...Franz Kafka se aleja (me nombro como queriendo atrapar a ese que se agacha para que la vida le pase por encima; a ese que mira en sus recuerdos la escuela de natación, el río. Y en el río un cadáver: el muerto más apesadumbrado de los Kafka. Había encontrado a Elsa en la puerta, salía con una ban- deja para un vecino enfermo, según le dijo. Una jarra hu- meante permanecía en el piso al lado de unos pedazos de pan untados de mantequilla, pan tibio que él solo había probado cuando la cortejaba. Elsa tuvo que dejarla en el piso para asegurar la puerta. Estaba nerviosa y Max se vio obligado a soltar la carta para ayudarla con la bandeja; la trajo de vuelta al apartamento. Allí sirvió un poco de lo que resultó ser té con limón. Después de un sorbo pudo decirle:
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- Franz insiste en que destruya sus escritos. -Su mano sur- gió del bolsillo con la carta para que Elsa la leyera-. Es su último deseo. Elsa se quedó mirándolo. Recordó las noches de ellos: demasiadas. Y el pesar que la pudo embargar por la fu- nesta noticia, se esfumó con ese recuerdo; esa amistad siempre le produjo deseos de tirarse al patio. - ¡Pero tú casi no tienes nada de él. Unas cuantas hojas no dan para exigir eso como último deseo!, -le contestó prolongando una intención perniciosa al ver que Max le avivaba la carta para que la recibiera. - También me insta a publicar lo que escribí cuando viaja- mos juntos, - le dijo Max justificando su insistencia-. Fue algo que lo hizo feliz; unos textos diferentes a "RICAR- DO Y SAMUEL". ¡Como si por fin él y yo fuéramos uno! - Eso ya es otra cosa, - dijo Elsa-. Y si él te lo pide, debes publicarlo. -Le vinieron otra vez las ganas de arrojarse por la ventana. Siempre ellos dos. Le dio una rebanada de pan, y, como no lo comió sino que lo sostuvo en su mano dejando ver de nuevo ese gesto que parecía deshacerlo siempre que pensaba en su amigo, casi le gritó: “! Pues di que son de él ¡" - Luego se dijo: "Esto parece hecho para que nadie lo coma hoy". -Y le arrebató el pan. - No sé... - Max ya se veía comprometido con algo que jamás quiso aceptar. Y las rabiosas palabras de Elsa tam- bién le babeaban la posibilidad de considerar seriamente la publicación de esos textos con el nombre de Kafka. - ¡¡Sí: di que son de él!! - lo puyó ella al verlo desgajado. - Y para serte sincera, no es que estén tan mal todas esas ocurrencias que escribías mientras permanecías con él. Nadie notará la diferencia. ¡Y guarda esa carta; ya para qué leerla! Sobre la ciudad la leve fantasía de un sol recorría el cielo como un espectro, un fantasma que se iba. Elsa lo obser- vó por la ventana a través de las volutas de la humeante jarra de té que no alcanzó a llevar: Su joven amigo tenía que esperar esta vez... su tos pareció escucharse en el co- rredor. -...Sí, di que Kafka los escribió: esa no es una mentira tan grave. Era lo que en el fondo Max quería escuchar. Los años con su mujer de algún modo lo había sumergido en una conciencia común con ella. A pesar de eso, la desfachatez de la última frase, le produjo una tormenta que lo confun- dió por unos instantes. ¿Le estaba ocultando algo? Pero como decía Franz: "¡A rodar!". Ir contra el día en que uno se recuesta a sí mismo y no puede dar sino un paso más; el verdadero... el último. - No será fácil; habrá que hacer un libro de apuntes y algo
autobiográfico. - Dijo Max queriendo meter letra a lo in- evitable. Una mirada de Elsa bastó para que se dejara de estupideces. Y Max Brod, como si al fin fuera libre, sintió qué, empu- jado por su amigo, se deslizaba a ser considerado también parte del bicho que todos habrían de conocer. ...porque, sabes Max, engañar al mundo es lo más grato".
Cuando comprobaron que la colisión con el asteroi- de era inevitable y que la destrucción era absoluta para el planeta, todos empezaron a rezar.
_ ¿Y tú que vas a hacer? – le preguntaron al ateo. _ Esperar el milagro.
PREPARADO PARA TODO
POSMODERNISMO
!Todo vale¡ Nada tiene porqué sujetarme a unos paradigmas, no me identifico con capitalismo, estado, ni algún otro sistema que robe mi liber-
tad; yo puedo crear mi propio saber, sin perder ninguna validez contra el saber científico. Eso me hace ser una persona genuina entre la diversidad, entre la libertad y la espontaneidad. Sólo trato entonces de vivir el presente, es lo único que vale ya que el progreso es una utopía. Jamás se solucionarán las crisis, solamente podemos aportar pe- queñas soluciones, pero aun así seguiremos viviendo en un mundo caótico y asediado. Por eso hay que vivir el ahora y dejar vivir, pues estamos en una época donde los tiempos son líquidos y se disipan entre las multitudes, los intereses, y la manipulación de los poderosos. Por ello, mi consigna será “la libertad” ante la exorbitante cantidad de mentes huecas, razonamientos banales y publicidad fe- tichista que atesta nuestro diario vivir.
Johana Katherine Jiménez Uribe Grado Decimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
NELSON ROMERO GUZMÁN
Nelson Romero Guzmán nació en Ataco, Tolima, Colombia, en 1962. Realizó estudios literarios en la Univer- sidad Santo Tomás y Universidad Tecnológica de Pereira. Es editor en la Universidad del Tolima. Es un reconocido poeta que ha visto a menudo galardonada su breve obra poética, ya en 1999 obtuvo el Pre-
mio de Poesía de la Universidad de Antioquia y en 2015 obtuvo el Premio Casa de las América por Bajo el brillo de la luna otorgado y el Premio Nacional de Poesía de Colombia por Música lenta.
BIBLIOGRAFÍA
•Rumbos (1988) •Surgidos de la Luz (2000) •La quinta del sordo (2005) •Grafías del insecto (2006) •Obras de mampostería (2007) •Bajo el brillo de la luna (2015) •Música lenta (2015)
•Premio de Poesía Universidad de Antioquia en 1999 •Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá, 2007 •Premio Casa de las América 2015 •Premio Nacional de Poesía (Colombia) 2015
PREMIOS
¿CÓMO FUE SU INICIACIÓN EN EL MUNDO DE LAS LETRAS?
Yo no llegué a la literatura con la idea de que termi- naría escribiendo. En la medida en que leía, poco
a poco la escritura me fue atrapando, y sigo atrapado, como diría el poeta Luis Cernuda en uno de sus poemas de amor: “Libertad / no conozco libertad sino la de estar preso en alguien, / alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío”. Primero fueron las lecturas diversas y dis- persas, pero con pasión, las que me fueron provocando el deseo de escribir. Me gustaba leer poesía por el ritmo, por la decantación de las frases, tanto así que aprendí de memoria muchos de los poemas que leía, de una manera muy natural; fue así como la literatura pasó inicialmente por mi oído, me atravesó el corazón y luego sí pensé que podría escribir. Primero lo hice con el cuento breve, lue- go ensayé el cuento más largo y por último fue la poesía. Después de estas experimentaciones literarias iniciáticas, entendí que mi llamado era por el lado de la poesía y no por el lado de la narrativa, donde la verdad fui un fracaso. Desde entonces vengo escribiendo poesía. Todo esto se inició en el bachillerato. En 1988 publiqué en Bogotá mi primer libro titulado de poemas titulado “Días sonámbu- los”, a los 26 años, creo.
¿CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO?
Es difícil decidir estas cosas. Pero si uno se mira en los espejos de sus libros, me reconozco mejor en “Obras
de mampostería”, un libro del año 2007. Además, es el libro que he notado que los lectores reconocen más; sin embargo, cada libro tiene su pulso propio, responde a cir- cunstancias distintas, a experiencias de lectura diferentes y a ambiciones personales. Como autor, uno es cada libro de algún modo. A estas alturas, pienso que he sido tocado por varias escrituras, me ha gustado ser distinto en cada libro. En cada uno me reconozco a mi manera.
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¿SE IDENTIFICA CON ALGÚN PERSONAJE LITERARIO?
Bonita pregunta y difícil de responder. Pero me identi- fico con una mujer: con Ofelia, personaje de la trage-
dia “Hamlet” de Shakespeare. Y no lo digo por defender a la mujer, sino la belleza y fuerza interior del personaje que encarna lo trágico, lo bello y lo trascendente a la vez. Diría que es el único personaje que no muere a pesar de morir. Ofelia enloquecida de amor por Hamlet y muere con la cabeza adornada de flores, ahogada en un arroyo, y lo hace cantando. ¿Y quién puede morir cantando? Es hermoso este personaje, justo por este desafío.
¿CUÁL ES LA INFLUENCIA DE LA PINTURA EN SU OBRA LITERARIA?
Tengo tres libros a partir de tres pintores: Van Gogh, Goya y Munch. Lo que he hecho es entrar por las
fisuras de esos mundos pictóricos e intuir imágenes, mun- dos y hasta narraciones posibles en mis poemas. Estos tres fueron pintores de la condición humana, de la trage- dia humana, de la locura, la esperanza, todos esos bienes y esos males depositados en cada ser humano y en todos. Por eso lado van mis libros, no para describir sus pintu- ras, sino a revivirlas desde mi propia mirada de mundo y a veces jugando un poco con estas conciencias artísticas maravillosas, que ya son íconos en la historia del arte y quienes realizaron el más profundo retrato del hombre.
¿CUÁL ES LA INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA EN SU OBRA POÉTICA?
La poesía, la religión, la magia y la filosofía, de alguna manera, nacen juntas como manifestaciones simbó-
licas del lenguaje. Hoy por hoy, filosofía y poesía andan bien tomadas de la mano. Y hay filósofos como María Zambrano o George Steiner, que piensan desde la poe- sía. La literatura de Jorge Luis Borges nace en gran parte de la poesía y sobre su obra se ha hecho filosofía. Quien se acerque a la poesía, es bueno que lea a los filósofos. Incluso, Platón que expulsó a los poetas de su República, en muchos de sus diálogos es un poeta.
¿QUÉ ACONSEJARÍA A QUIENES DESEAN ESCRIBIR LITERATURA?
Lo que aconsejó el poeta Rilke en sus “Cartas a un joven poeta”, dijo que si no siente deseos de escribir,
no escribas. En esto el eros, el impulso amoroso, el no poder vivir sin la presencia de alguien en su vida y en su
corazón, es lo importante, así ese alguien sea una utopía. Yo estoy enamorado de la poesía, sino cuentas con ese amor, no lo intentes, podrás ser un excelente lector, que es otra forma de vivir la poesía. Pero suponiendo que es- tás enamorado del escribir, es posible que tampoco escri- bas, entonces necesitas disciplina, intentar y perder, insis- tir. Leer a muchos poeta y ensayos sobre poesía. Todo eso reunido es el talento.
PARA USTED: ¿QUÉ ES LA POESÍA?
Es un escudo con mil caras. Cada cara contiene una mirada distinta. El poeta cubano José Lezama Lima
tiene estos dos versos sobre la poesía: “Ah!, tú que esca- pas / cuando ya habías alcanzado tu definición mejor”. Siempre anda escapando de las definiciones, porque ella misma es su propia definición sin diccionario. Pero no siempre la poesía está en los poemas —esa estructura verbal de frases escalonadas—, puede estar en todos los lenguajes: en la pintura, en la música, en el cine, en el teatro, en la danza, etc. También en las novelas y hasta en algunos ensayos. A veces la gente cuando habla puede decir una frase tan novedosa, tan cargada de cosa nueva y eso es la poesía, y esa persona no lo sabe, incluso no pue- de saber leer ni escribir. La poesía le ocurre al lenguaje cuando el lenguaje anda descuidado, que no es necesa- riamente el lenguaje escrito. La indígena mexicana María Sabina nos enseña mucho de eso, no sabía escribir, pero sabía cantar y sus cantos son de la más alta poesía, en ellos se comunica con “mis hermanitos”, que son los hongos, que eran como el origen del lenguaje, permitían visiones, altas visiones poéticas; además curaba con el lenguaje y la danza. La poesía tiene muchas máscaras y muchas formas de manifestarse; de ahí también la dificultad de encerrarla en una definición, porque sería matarla, como que tú eres esto y nada más. Pero generalmente la gente confunde la poesía con una rima, que es cuando una palabra tiene una misma unidad fónica al final de la palabra, por ejem- plo: amor / canción. Este es apenas un recurso formal que no todos los poemas lo utilizan, pero bien utilizado este recurso, enaltece el poema musicalmente, como los versos de Sor Juana Inés de la Cruz. O la gente tiende a confundir poesía con una confesión amorosa, o con las palabras bonitas, que a veces son las más feas para escri- bir poemas. Hacer de lo feo algo bonito es lo más difícil de alcanzar en poesía. La poesía está en el más allá de lo que dicen las mismas palabras del poema, que traspasan al lector y al mundo. La poesía habla con el hombre y lo hace con metáforas y en esas metáforas dice las cosas de otra manera.
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EL ROBO DE LA OBRA
Los ladrones entraron por la puerta olvidada del museo, la que instalaron por error y terminó en llamarse la boca de la oscuridad. Irrumpieron al
interior de la Galería Nacional donde El grito permaneció colgado por mucho tiempo. Lo extraño del robo fue haber podido desarmar el cuadro parte por parte. La primera noche, los ladrones sacaron por la boca de la oscuridad las pesadas barandas del puente. La segunda nadie volvió a ver los veleros. La tercera noche despareció la bruma roja. Cuando los vecinos de la Galería escucharon un grito aterrador, ya era demasiado tarde, pues habían maniatado al sujeto que gritaba en el cuadro, le taparon la boca y lo sacaron a empujones por la boca de la oscuridad. Desde entonces se han realizado intensas búsquedas para dar con El grito y los asaltantes de la obra. Se han visitado hoteles, galerías, colecciones privadas y todos los nichos posibles. La policía, con cierta ingenuidad, pregunta en las calles, ¿alguien oyó anoche un grito en el museo?
Para citar: Romero Guzmán, Nelson. (2014). El robo de la obra. Música lenta.
Bogotá: Fundación Arte es Colombia, p. 56.
Dicen que ya lo están plagiando y, si lo encuentran, será difícil reconocer su original. Los expertos en arte afirman que el cuadro es fácil de ser plagiado, pero no originado de nuevo. Pasado el tiempo han ido a parar a la comisaría varias obras del El grito, pero los expertos en reconocer su original tienen a su favor un indicio: oír si alguien en el cuadro grita o no, y así han despachado más de cincuenta plagios, pasando al archivo las investigaciones. Pero un día El Grito apareció colgado nuevamente en el Museo, gracias a las labores de los vecinos de un barrio de las afueras de Oslo, quienes denunciaron ante las autoridades a unos inquilinos que tenían secuestrado a un hombre que rompía la noche con gritos extraños. También las barandas del puente se rescataron de una chatarrería. Los veleros y la bruma roja de repente volvieron a ser vistos, como si nada hubiera ocurrido. Así apareció consignado en el informe de la policía.
MINIFICCIONES (POR HOZMAN YAMEL HERNÁNDEZ)
ALOPECIA
El Mohán, se aventuró a viajar por el mundo para en- contrar su verdadero amor, hasta que se dejó atrapar
por la red mítica de la sensual Dalila. Desde ese día que la conoció, las aguas del Magdalena fueron mansas sin su dueño. Después de un tiempo, el Mohán retorno para sumergirse sin corazón en el rio, el torrente lo abrazó y así limpio las huellas de su tristeza. Sus ojos marchitos se reflejaron en la superficie del espejo caudaloso, y así pudo ver en su pelada cabeza lo equivo- cado que estaba.
BOTAS DE ACERO
Pasando revista como es costumbre en el pelotón, él sar- gento asentó dos cachetadas al recluta por sus botas su- cias. La baja se aproximaba, pero, las cachetadas en la fila eran normales todas las mañanas. Hasta que un día, el soldado sorprendió en un rastrojo al sargento con un Cabo costeño que lo apodaban " COME BURRA" y apro- vecho para robar las botas del sargento. Cuando el sargen- to pasó la última revista del recluta, exclamo: -Uyyyyy!!! ¡¡¡Qué orden!!!, lo felicito Recluta, sus botas están muy bonitas.
CARA DE PERRO
Nicolás, sesenta años, despertó un día con la extraña sensación de desahogar la ira que lo consumía al saber que su mujer de treinta años vivía en adulterio. Pasó tres noches sin dormir queriendo agotar todas las posibilidades y sus esfuerzos de poder satisfacer su venganza. Su resolución fue matar un perro por cada hombre con el que ella se acos- taba, para poder controlar su deseo de consumar el feminicidio. Así, pasaron los días, hasta que en el pueblo se fueron acabando los perros, su ira exterminó uno a uno todos los caninos. Nicolás, ya cansado, y vencido por el sueño de las malas noches de infidelidad de su consorte, se encerró en el misterio de su ira descontrolada que lo llevó a matar por fin su intranquilidad. Después que su esposa llegó de una aventura clandestina, Nicolás la miro a los ojos y vio con sorpresa y satisfacción que su mujer había amanecido con cara de perro.
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EL ZORRO CHINO
Para la zoología común, el zorro chino no difiere muchísimo de los otros; no así para la zoología fantástica. Las estadísticas le dan un promedio
de vida que oscila entre ochocientos y mil años. Se lo considera de mal agüero y cada parte de su cuerpo goza de una virtud especial. Le basta golpear la tierra con la cola para causar incendios, puede prever el futuro y asumir muchas formas, preferentemente de ancianos, de jóvenes doncellas y de eruditos. Es astuto, cauto y escéptico; su placer está en las travesuras y en las tormentas. Los hombres, cuando mueren suelen trasmigrar con cuerpo de zorros. Su morada está cerca de los sepulcros. Existen miles de leyendas sobre él; transcribimos una, que no carece de humorismo: Wang vio dos zorros parados en las patas traseras y apoyados contra un árbol. Uno de ellos tenía una hoja de papel en la mano y se reían como compartiendo una broma. Trató de espantarlos, pero se mantuvieron firmes y él disparó contra el del papel; lo hirió en el ojo y se llevó el papel. En la posada refirió su aventura a los otros huéspedes. Mientras estaba hablando entró un señor, que tenía un ojo lastimado. Escuchó con
interés el cuento de Wang y pidió que le mostraran el papel. Wang ya iba a mostrárselo, cuando el posadero notó que el recién venido tenía cola. ¡Es un zorro!, exclamó y en el acto el señor se convirtió en un zorro y huyó. Los zorros intentaron repetidas veces recuperar el papel, que estaba cubierto de caracteres indescifrables, pero fracasaron. Wang resolvió volver a su casa. En el camino se encontró con toda su familia, que se dirigía a la capital. Declararon que él les había ordenado ese viaje, y su madre le mostró la carta en que le pedía que vendiera todas las propiedades y se reuniera con él en la capital. Wang examinó la carta y vio que era una hoja en blanco. Aunque ya no tenían techo que los cobijara, Wang ordenó: Regresemos. Un día apareció un hermano menor que todos habían dado por muerto. Preguntó por las desgracias de la familia y Wang le refirió toda la historia. Ah, dijo el hermano, cuando Wang llegó a su aventura con los zorros, ahí está la raíz de todo el mal. Wang mostró el documento. Arrancándoselo, su hermano lo guardó con apuro. Al fin he recobrado lo que buscaba, exclamó y, convirtiéndose en un zorro, se fue.
NOTA
La primera edición de este libro, escrito por Jorge Luis Borges con la colaboración de Margarita Guerrero, apareció con el título de Manual de Zoología Fantástica (Fondo de Cultura Económica, México, 1957). Fue traducido al italiano, Manuale di Zoologia Fantastica (Giulio Einaudi, Turín, 1962); al alemán, Einhorn, Sphinx und Salamander. Ein Handbuch der Phantastichem Zoologie (Carl Hanser, Munich, 1964); y al francés, Manuel de Zoologie Fantastique (Juilliard, París, 1965). Fue ampliado y publicado nuevamente en castellano con el título de El Libro de los Seres Imaginarios (Kier, Buenos Aires, 1967), y traducido al inglés, The Book of Imaginary Beings (E. P. Dutton, Nueva York, 1969, y Jonathan Cape, Londres, 1970). También apareció en japonés (Shobun Sha, Tokyo, 1974). Será editado en portugués (Globo, Porto Alegre, Brasil).
PRÓLOGO
El nombre de este libro justificaría la inclusión del Príncipe Hamlet, del punto, de la línea, de la superficie, del hipercubo, de todas las palabras genéricas y, tal vez, de cada uno de nosotros y de la divinidad. En suma, casi del universo. Nos hemos atenido, sin embargo, a lo que inmediatamente sugiere la locución «seres imaginarios», hemos compilado un manual de los extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y del espacio, la fantasía de los hombres. Ignoramos el sentido del dragón, como ignoramos el sentido del universo, pero algo hay en su imagen que concuerda con la imaginación de los hombres, y así el dragón en distintas latitudes y edades. Un libro de esta índole es necesariamente incompleto; cada nueva edición es el núcleo de ediciones futuras, que pueden multiplicarse hasta el infinito. Invitamos al eventual lector de Colombia o del Paraguay a que nos remita los nombres, la fidedigna descripción y los hábitos más conspicuos de los monstruos locales. Como todas las misceláneas, como los inagotables volúmenes de Robert Burton, de Fraser o de Plinio. El Libro de los Seres Imaginarios no ha sido escrito para una lectura consecutiva. Querríamos que los curiosos lo frecuentaran, como quien juega con las formas cambiantes que revela un calidoscopio. Son múltiples las fuentes de esta «silva de varia lección»; las hemos registrado en cada artículo. Que alguna involuntaria omisión nos sea perdonada. J. L. B. M. G. Martínez, septiembre, 1967
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HAROLD KREMER
Nació en Buga, Valle del Cauca, Colombia, en 1955. Hizo estudios de literatura en la Universidad Santiago de Cali. Ganador de varios concursos nacionales de cuento. Su libro La noche más larga, fue premiado en 1985. En 1989 publicó el libro de cuentos Rumor de mar. En 1994 se edita su obra Antología del cuento corto
colombiano, en compañía del escritor Guillermo Bustamante. En el año 2002 su publicación Colección de cuentos colombianos, con Guillermo Bustamante y en el 2003 Los minicuentos de Ekuóreo. Fundador y codirector de la revista Ekuóreo, ubicada entre las publicaciones de máximo prestigio pioneras del microrrelato en lengua española. Kremer es uno de los más notables escritores de minificción en Colombia. La poesía y lo fantástico y un sutil horror que se mueve con discreción entre sus minicuentos le dan a sus relatos singular fuerza, enmarcada por una prosa elegante y decantada. Tres de las minificciones incluidas en este monográfico son inéditas y fueron cedidas por su autor, especialmente para nuestra publicación. Hacen parte de su libro inédito El combate. Para la historia del minicuento latinoamericano, el trabajo de Kremer y de Bustamante es un referente literario insoslayable.
EL ENANO
El enano siempre me acompaña. Es tan insignificante que nadie lo ve. Mi mujer me dice: "Deja esa costumbre de hablar solo. Pareces un loco". Ella
no sabe que estoy hablando con el enano. En la calle la gente también cree que estoy loco cuando me ven tirando golpes al aire. Es que cuando estoy bravo le pego al enano y así me desquito del mundo. A veces nos metemos a un bar, a la mesa más apartada, y nos emborrachamos. Entonces el enano se desquita. Provoca peleas y arma tropeles como la noche aquella en que le metió la mano a una camarera del bar de Polo. Creyeron que era yo el que lo hice y me dieron una paliza que casi me manda al hospital. Anoche, después de pelear con mi mujer, fuimos al bar
EL COMBATE
Fue en la guerra de los Mil Días. Raúl Sánchez, con una bala en el estómago, caminó durante tres días y tres noches. Se arrastró por montes y selvas hasta
llegar a Buga. Entró a su casa, besó a su madre, a sus hermanas y se desmayó. A los dos días despertó. Vio a sus compañeros de guerra y preguntó por su madre y sus hermanas. Nadie le respondió. Preguntó por qué estaba allí en el campo de batalla. Le respondieron la verdad: iba a morir. Le dieron un calmante y volvió a dormir. Al despertar se encontró en su casa. Preguntó por sus compañeros. "Cuando ibas a partir a la guerra caíste enfermo", le dijo su madre. Raúl cerró los ojos y murió.
Brasil. El enano se aprovechó de mi depresión y me hizo beber más de la cuenta. Sólo recuerdo que nos echaron y que el enano, después de quebrar botellas y tumbar varias mesas, insultó al dueño de la cantina. Luego nos fuimos por las calles pateando tarros de basura y cantando a todo pulmón. El enano me llevó por los lados de la estación, me retó a acostarme sobre los rieles y luego, entre risas y chistes, me amarró. Cuando desperté esta mañana el enano, sentado a mi lado, se reía con su maldita risa de enano y me hacía gestos obscenos con sus manos deformes. Le supliqué que me soltara pero el enano se bajó los pantalones, meneó su horrendo trasero en mi cara y se marchó. Ahora, a lo lejos, escucho el pito del tren.
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Querida Olga:
Sé que te extrañará esta carta y todo lo que te voy a contar. Sé que llevo quince años contigo, que eres buena mujer,
que te quiero, que... vivimos momentos buenos y malos y que nunca hemos estado mejor. Tenemos un buen
apartamento, yo tengo trabajo, los niños son una maravilla y entre tú y yo todo es armonía.
Pero hoy me senté en la terraza a contemplar el atardecer. Bebía de mi cerveza y sonreía del espectáculo. El
roble de la avenida se veía imponente, el parque bullía de niños, los cometas se hinchaban en el aire y los pájaros
buscaban los nidos entre los árboles.
De pronto todo eso me disparó una imagen que nunca te conté: de niño soñaba con ser un cometa o un pájaro. No
te lo conté porque es algo ridículo: los niños siempre quieren ser astronautas, bomberos o policías. Yo quería volar,
pero no dentro de un avión o como astronauta. No. Yo mismo quería ser el pájaro o el cometa. Y en ese instante
empezaron a pasar las golondrinas. Millares y millares. Algo me impulsó a la azotea y allí supe que podía ir tras ellas.
Bajé rápido a escribirte esta carta. Allá veo venir otra bandada. Me iré con ellas y creo que no volveré. Te quiero y
besos a los niños.
Pedro
PD.: Si nada de esto funciona por favor dile a los niños que resbalé de la azotea.
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LA EDUCACIÓN EN LA PANDEMIA
Es pertinente empezar por decir que desde que empezó la pandemia, no hemos recibido recursos para la comunidad educativa en pro a la educación
virtual, así pues, se ha llevado una educación remota, ya que nuestra población estudiantil viven en fincas, y los demás en el pueblo; pero no todos cuentan con servicio constante de internet, ya que realizan recargas, que no duran mucho para una videollamada o plataforma como Teams que ofrece la secretaria de educación del Tolima, sin desconocer que no tienen computador, y celulares propios, sobre todo los de primaria y grados como sextos, séptimos, lo que resulta imposible tener a un 100% clases virtuales, resulta más como un sueño, conociendo la realidad de nuestro contexto educativo. Cuando se habla en redes sobre el inconformismo con la alternancia, o cuando se piden recursos para dar clases en la virtualidad, se encuentran comentarios despectivos por parte de personas que emiten opiniones adrede, quienes piensan que el docente tiene la responsabilidad de la educación de calidad con sus hijos, desconociendo todo el contexto que viven los maestros, no sólo nos corresponde responder por la enseñanza sino que nos corresponde procesos que no tienen que ver con ello, lo que nos suma trabajo y resta tiempo a lo que realmente nos atañe, regidos por decretos que en último no beneficia a la calidad de la educación. Otro elemento que no se tiene en cuenta es la desfinanciación de la ed