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ÁGORA REVISTA LITERARIA AÑO 2020 EDICIÓN # 3
REVISTA LITERARIA - ColegiosOnline€¦ · el arte, y por supuesto para crear historias en la literatura. Algunos seres fantásticos y mitológicos de varias culturas como: La sirena,
ÍNDICE
Editorial 4 Bestiario 6 Gatiota 6 Historia 7 Características 7 La
memoria: rebeldía ante el silencio, la impunidad y el olvido 7
Esmeralda Villanueva 8 Mate, en una palabra 8 Pensamientos 8
Narciso y afrodita 9 Jorge ladino Gaitán Bayona 11 Entrevista 11
Manicomio Rock 12 Tu vicio 12 Blues de Charly 12 Blues de Janis 13
La sed de los Ausentes 13 Credo de Hendrix 13 Eduardo Santa
Loboguerrero 14 Los caballos de fuego 15 Carlos Flaminio Rivera 16
Obras 16 Entrevista 16 La mascota de Kafka 17 Preparado para todo
19 Posmodernismo 19 Nelson Romero Guzmán 20 Premios 20 Bibliografía
20 Entrevista 20 El Robo de la obra 22 Minificciones (por Hozman
Yamel Hernández) 22 Alopecia 22 Botas de Acero 22 Cara de perro 22
El zorro chino 23 Harold Kremer 24 El enano 24 El combate 24 Carta
con un sueño 25 La educación en la pandemia 26 Sinsabores de la
vida 26 Slawomir Mrozek 27 Obra 27 Obra en español 27
ÍNDICE
El socio 27 El árbol 28 Ketchup 28 Jorge Soda 29 Minificciones (Por
Enrique Tovar Ceballos) 33 Triage 33 Única edición 33 El tío
Venicio 33 Competencia desleal 33 Clientelismo 33 El último Truco
33 Caer con estilo 33 Culpa 33 Agua cero 33 Madre Contranatura 33
“inmortaledad” 34 Narciso 34 Oscuro laberinto 35 El terror de una
noche lluviosa 36 De visita al zoológico 36 El perro y las ovejas
37 El conejo y el gato 37 La cacica Caima 38 ¿Dónde Jugaran las
niñas? 39 Dentellada 40 Ilustraciones (por Víctor Hugo Osorio
Céspedes) 41
Según el Diccionario de la Lengua Española,
la palabra ágora (del gr. γορ), tiene por
lo menos tres acepciones. Primero: en las
antiguas ciudades griegas, era la plaza pública.
Segundo: se trata de la asamblea celebrada en
ese lugar. Y tercero: es un espacio de reunión o
discusión. Es en este último sentido que abrimos
lo intersticios de la realidad, no sólo en el ámbito
de la disertación sino de la imaginación, de la
disección y la creación de mundos posibles dada
la facultad creativa y expresiva del lenguaje desde
su función estética.
provenientes de contextos disímiles, diversos
como las instituciones educativas del norte del
departamento. Por ejemplo, de municipios
como Herveo, Venadillo, Líbano y Murillo, por
supuesto, donde nace el proyecto de esta revista.
Celebramos el diálogo de culturas y extendemos
la invitación para próximas publicaciones, como
ya hemos dicho y hecho. Publicamos esta III
edición con el convencimiento del poder didáctico
y creativo de la palabra escrita. Porque esta, como
sugiere el escritor J.L Borges, es una extensión de
la memoria y de la imaginación de la humanidad.
O siguiendo las ideas del maestro Gianni Rodari,
publicamos la revista para hacer uso total de
la palabra, no para que todos sean artistas,
sino para que nadie sea esclavo. Quizá como
plantea el profesor Fabio Jurado Valencia, para
formar lectores críticos y no someros leedores o
lectores impostores. En una sociedad plagada de
eufemismos, falacias y apologías a la violencia y la
muerte, la palabra creadora, la escritura creativa
y argumentada es un espaldarazo a la condición
humana.
Y lo hacemos, no sólo desde el artículo 77 del
capítulo II, o de la llamada autonomía escolar
que brinda la Ley General de Educación 115
de 1994, sino desde la mirada de los ojos del
corazón, con que vemos lo esencial del mundo,
como sugiere el escritor A. S. Exupery. Más allá de
los Lineamientos Curriculares, porque creemos
que es necesario compartir los textos narrativos
y argumentativos de la comunidad educativa.
Establecer una actitud dialógica, emancipatoria y
critica, más allá de la visión técnica y cuadriculada
de los planes de estudio y los Derechos Básicos
de Aprendizaje que propone el MEN. En ese
sentido, apostamos a una pedagogía de la literatura
mucha más humanista, desde el desarrollo de los
valores éticos, estéticos y cognoscitivos, como
plantea el maestro Alfonso Cárdenas Páez.
ÁGORA, REVISTA LITERARIA N° III, AÑO MMXX
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Para tal propósito, hemos reunido en esta edición de ÁGORA, REVISTA
LITERARIA, N° 3,
Año 2020, las voces de diversos autores a modo de entrevista, por
ejemplo, del poeta Nelson
Romero Guzmán, Jorge Ladino Gaitán o Carlos Flaminio Rivera.
También contamos con algunos
ensayos de estudiantes y docentes, un ejemplo de bestiario,
minificciones de la comunidad educativa
y de prestigiosos escritores como el polaco Slawomir Mrozek, del
caleño Harold Kremer, o de
J.L. Borges. Poemas, fábulas, reseñas, ensayos, caricaturas,
pinturas del artista plástico Jorge Soda,
quien contribuye con la ilustración de la portada y demás imágenes
con relación a las implicaciones
didácticas y pedagógicas de la pandemia en el contexto educativo de
la literatura y el pensamiento o la
Razón como tal. Así es que quedan abiertas las puertas al Ágora.
Esperamos que brinde la impresión
de un calidoscopio, un laberinto subterráneo o de quien mira
absorto el firmamento nocturno, en
busca de respuesta a las rotas preguntas que hacemos impertérritos
o como quien se abisma en el Ser.
Sean todos Bienvenidos a este mundo de letras y filosofías de la
sospecha, la incertidumbre y el caos
primordial, de donde nacen estrellas danzantes.
Víctor Hugo Osorio Céspedes
Comité editorial: Milena Roncancio Gaitán Víctor Hugo Osorio
Céspedes Enrique Tovar Ceballos Miguel Ángel Rincón Castellanos
Hozman Yamel Hernández
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BESTIARIO
El bestiario es una compilación de seres sobrenaturales, que han
servido como inspiración en el cine, la música, el arte, y por
supuesto para crear historias en la literatura. Algunos seres
fantásticos y mitológicos de varias culturas como: La sirena, El
centauro, cíclopes, esfinges, minotauro, fauno, sátiros, ninfas,
Troll. Aprovechando
esta riqueza de seres fantásticos, los estudiantes crearon su
bestiario, a continuación, uno de ellos.
El origen de Gatiota, data, desde, el 25 de agosto del 2020, se
formó a partir de un proyecto que estaban llevando a cabo los
científicos del Instituto
chino (inventos de laboratorio o creaciones fenomenales). Aquellos
hombres tomaron células y genes de una gaviota y un gato y
empezaron a estudiarlos y a mezclarlos, creando así, la unión de
las partículas formando nuevas clases de células. Luego algo
sucedió, algo muy extraño por lo que decidieron dar por fallido el
proyecto, así en un portaobjetos quedó dentro de una bolsa plástica
y en la basura. Después de algunos días, estas células volvieron a
dar señales de vida y comenzaron a desarrollarse formando así, un
feto diminuto. Un mensajero de aquel instituto vio que la bolsa se
movía, decidió abrirla, y se dio cuenta que era algo importante. Se
la llevó a su casa a un pequeño laboratorio personal, lo puso
dentro de una bolsita para simular el lugar en el que se forman los
animales comunes, es decir, la panza de su madre. Aquella bolsita
contenía algunos líquidos que hacían que diera más la forma de la
panza y que le proveía alimentos o nutrientes. Gatiota siguió
creciendo hasta alcanzar el tamaño de un
gato adulto. Aquel día 25 de agosto del año 2020 que empezó a
romper la bolsita y a salir de ella, aquel joven estaba muy
emocionado por lo que había sucedido. Él siempre había querido
formar parte de la historia y ser un buen científico, nunca lo
había conseguido, lo más cerca que había estado de ser parte de
aquel instituto fue ser mensajero. Ese día, su sueño se cumplió, le
permitieron trabajar en los laboratorios del instituto para que
estudiara a este nuevo ser “Gatiota”. Desde aquel día, se
impulsaron por crear nuevos seres, y claro, crearon otra Gatiota,
para que se pudiera reproducir. Cuando completó un mes, desarrolló
una nueva facultad: podía convertir cualquier semilla en una célula
de otro animal, lo cual les iba a ser de mucha ayuda a los
científicos. Así, creo el Tritón, con células de pez y humano;
también silvaba unas lindas pero hipnotizadoras canciones, su pico
largo hace que suene aún más fuerte para que todo aquel que lo
escuche quede encantado hasta llevarlos a un lugar llamado el
anillo de las hadas, un lugar en donde el tiempo no pasa. Todo
aquel que lo escucha y entra en el anillo no regresa jamás, esto
ocurrió cuando al crear la segunda Gatiota la dejaron suelta y se
escapó, la hembra es la que puede hipnotizar. El macho puede
transformar.
GATIOTA
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Historia
Todos los días en el mañana justo a las 6:00 am, se va hasta el
lago y se queda esperando paciente- mente para cazar peces, ya que
éstos son mucho
más limpios que cualquier otro. Siempre de 6:00 a.m. a 7:30 a.m.,
está en aquel lago, luego se va hacia el bosque y trepa un árbol
cualquiera, allí vigila las personas que pasan y a la vez disfruta
el aire, los mosquitos, y se afila las uñas. Luego al mediodía baja
y vuelve al lago hasta las 2:00 p.m. Luego va al bosque. Esto es lo
que acostumbra a hacer cada día. A este animal también le gusta
dormir mucho, comer y pasear. Disfruta durmiendo toda la no- che y
parte del día en los árboles. También los peces ya que son lizos y
escamosos, los mosquitos, mariposas, oru- gas. Otra cosa sobre este
animal es que no tiene amigos, es un ser muy gruñón y ermitaño, lo
único que hace es pensar en el mismo y no le importa si por comer
tanto pez, deja con hambre a los osos y si por robar la comida de
las aves ellas se mueren junto con sus pichones, no le interesa
absolutamente nada ni nadie y nada de lo que pase, lo que importa
es mantener su rutina, tranquilidad y forma de ser.
Características
Su cuerpo y aspecto físico combina partes de dos ani- males: Gato y
Gaviota. Lleva cuerpo de gato común, pero a partir del pecho lleva
cabeza de gaviota, tiene
un pico largo que se parece al del colibrí, lo que le ayuda a sacar
peces del agua con facilidad. Es gruñón y egoísta, muy inteligente,
intuitivo y perseverante. Las debilidades son: Cuando se pone en
celo (hablando de la hembra) ya que debe romper el muro
impenetrable que ha construido hacia la sociedad, salir de su
rutina y buscar un macho, (macho y hembra tienen las mismas de-
bilidades). Otra cosa, es cuando tienen pichones, ya que al
contrario de los otros animales que son pasivos y cuan- do tienen
crías son agresivas, estos son agresivos siempre, pero al tener
familia convierten en unos animales muy dóciles lo que es de ayuda
para los humanos que quieren atraparlos. Sus fortalezas son:
Resistencia. Aunque son de muy buen apetito, durante largos lapsos
no comen para poder ali- mentar a sus pichones. Su plumaje, aunque
sea solo des- de el pecho hasta la cabeza contiene un aceite muy
fuerte que hace que un depredador no lo ataque debido al
olor.
Luisa Fernanda Coca Rivas Grado Septimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
EL OLVIDO.
Se celebró el día del estudiante en Colombia, para muchos y muchas
una ligera fecha donde se cele- bra el esfuerzo de los y las
estudiantes y donde se
les dedica unas efímeras palabras a todos aquellos alum- nos y
alumnas que intentan saber cada vez más. De esta “ilustre” manera,
se ha intentado moldear, con el paso del tiempo, la historia de un
contexto social de coacción, ambientado con insurrección y medidas
peyorativas y oprobiosas. Selectas minorías que por excelencia han
ar- monizado hasta el punto de inculcar en lo común que el día del
estudiante se es aplicado al aprendizaje, mostran- do al estudiante
su importancia en la educación como tal, evidenciándose que todos y
todas valoran como propio su esfuerzo, voluntad y dedicación en su
construcción como esperanza y orgullo para la “Nación”.
Hipotéticamente, echaron barro, escombros y pólvora al pavoroso
contexto que concierne al Día del Estudiante en Colombia o “Día del
Estudiante Caído”. Caído, ante un país de resiliencia, pero también
de indiferencia, olvido y silencio.
La Patria del ‘Sagrado Corazón de Jesús’ ha sido permea- da por una
abundante historiografía donde se muestran los tantos episodios
irresueltos en la historia colombia- na. Episodios trágicos y
vergonzosos que se han vivido en nuestra tierra. Sucesos
deplorables que han sido lige- ramente disimulados por la historia
oficial y que ante la falta de claridad el pueblo prefiere pasar
por indiferentes. En Las crónicas disponibles sobre “El Estudiante
Caído” que dio lugar a la celebración del Día del Estudiante en
Colombia, todas hacen hincapié en la represión del Es- tado a los
movimientos estudiantiles. En efecto, Colom- bia siempre ha tenido
a cuestas una estigmatización por la protesta social, en donde se
ha dado, en reiterativas ocasiones, para cuestionar a la Fuerza
Pública por las de- sastrosas consecuencias físicas y humanas que
siempre germinan en actos tan importantes como es la protesta.
Escondiéndose detrás del estado de sitio, el toque de que- da y
restricciones en las ciudades para reprimir violenta- mente las
protestas callejeras y lo grave aún, sin que el
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pueblo puede chistar su malestar a la hora de reclamar por las
injusticias, volviendo la movilización social como un escenario que
permite la normalización de la muerte con el fin de callarlos y
dejando como único remedio, el olvido. Un país que siempre ha
colocado las armas para atentar contra los que alzan su voz por la
reivindicación de los derechos. Todo esto, nos permite hacer
énfasis en aquellas disimuladas dictaduras militares que en varias
ocasiones envuelve a Colombia, se ha demostrado, varios hechos nos
lo demuestran, que siempre que se presen- ta, como el mismo
Gobierno lo llama, “desorden” social, son las Fuerzas Militares,
con sus políticas de guerra, las que toman el rumbo del país y la
situación. Es por eso que hay que poner un alto, un ya basta a la
cotidianidad de la guerra y el silencio, rebelarnos frente a la
violencia y la impunidad, conocer y asumir como propia la me- moria
como una expresión que rescata, destaca, conme- mora y transmiten
los valores y esfuerzos que, en medio de graves episodios
violentos, pugnaron por defender la dignidad, la igualdad y la
libertad. Colombia es un país
Julian Salgado Posada Grado Undécimo Ins.edu. Juan XXIII
Herveo Tolima
rico en historia, mucha de esa riqueza enmarcada por do- lorosos
sucesos; pero si los colombianos conociéramos y asumiéramos esta
dolorosa historia como propia, no sólo podríamos repararla, sino
construir y avanzar hacia un cambio necesario. Pero lastimosamente
pasa todo lo con- trario, son pocos los que conocen el contexto
histórico en el que se ha regido nuestra Nación, y es justamente
este desconocimiento en muchos de nosotros que hoy en día se vive
una superficialidad del debate público y una po- breza en la
confrontación política, no sabemos dónde está nuestros intereses,
no adquirimos un legado de identidad, no contamos con una formación
de memoria colectiva y humanística. La Historia nos ayuda a
formarnos con un carácter pros- pectivo, con la Historia
comprendemos que somos pro- ducto de un pasado, pero a la vez,
asumimos que estamos construyendo, desde el presente, nuestro
futuro. Con la Historia empezamos a preocuparnos por nuestro
contex- to y aportar en la construcción de una mejor
sociedad.
MATE, EN UNA PALABRA PENSAMIENTOS
Extraño el tiempo de la palabra, cuando se sumergía en el palacio
de la torre
impenetrable. Palabra larga,
Mi única estrategia: La noche. Inextricable jugada la tuya.
¡Jaque mate!
Sombras atómicas que mueren con el tiempo. En esta sociedad
diminuta; un miembro se encarga de
las decisiones humanas ¡Ay! -exclaman al tropezarse con una
reflexión-
¿Acaso creen los hombres que piensan por sí mismos?
Mi nombre es Esmeralda Villanueva, nací el 23 de febrero de 2003 en
El Líbano (Tolima). Desde peque- ña la lectura ha sido mi gran
compañera, a los 14 años participé en algunos recitales de poesía,
el tiempo transcurría y el peso de mi vida necesitaba una hoja para
desplomarse y así fue que empecé a escribir en el
año 2017 con ayuda de algunos maestros. El municipio en el cual
vivo ha ejercido gran influencia en mi proceso de creación
literaria ya que el lanzamiento del libro "Nuevas Voces Juveniles"
por parte de la Biblioteca Libanense de Cultura, me ha brindado la
oportunidad de participar con diez poesías en una breve antología
llamada "De los labios y otros versos", en el 2019. Año en el cual
me gradué de bachiller en la Institución Educativa Nuestra Señora
de Lour- des. Gracias al auge literario de El Líbano y mi voluntad
por este campo me desempeño actualmente como líder de un club de
lectura.
ESMERALDA VILLANUEVA
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Bendecidos y afortunados. “La belleza es ese misterio hermoso que
no descifran ni la psicología ni la retórica”
Jorge Luis Borges
¿Tienen valor los juicios esTéTicos?
Con la democratización de los criterios estéticos, surge la idea
que la naturaleza y los cuerpos hu- manos se pueden controlar,
corregir, conquistar
o manipular, como las grandes maquinas que son. De tal manera que
cuando los seres humanos se realizan alguna cirugía estética
procuran resultados que promuevan la se- ducción, a expensas de la
belleza, su cuerpo plástico es un adorno que desdibuja las virtudes
morales, intelectuales y la belleza natural, que con afeites pierde
la verosimili- tud; el afán de cumplir con las normas sociales de
“be- lleza” desencadena una am- bivalente carrera en pos de la
perfección corporal y la lu- cha contra el paso del tiempo y sus
consecuencias estéticas. Si el cuerpo constituye un engranaje,
entonces se puede reparar y mejorar, es posible, ahora cambiar las
piezas ro- tas y ensamblar otras, incluso si son de otro cuerpo. De
igual manera en busca de
los criterios estéticos vigentes de una sociedad del consu- mo
ocasionan su propia destrucción física y mental. En efecto la
imagen sobre la belleza corporal asociada al he- donismo y al mundo
libre, representan la importancia de obtener y mantener una
atractiva apariencia física y look actualizado. En primer lugar, un
informe de la sociedad americana de cirujanos plásticos, América
Latina cuenta con tres países que encabezan la lista de los ocho
países con más ope- raciones de cirugía plástica. Brasil 12.6%,
México 3,8 %, Colombia 2,3 %. Los pacientes con más cirugías
plásticas son mujeres 85,6 % y los hombres con el 14,4 %. Parece
ser que, la cirugía estética es la justicia del poder econó-
mico.
En segundo lugar, los hombres y las mujeres en general, según su
presupuesto (dependiendo del nivel socioeco- nómico) gastan en
promedio $1.300.000 mensual cada uno por conceptos de peluquería,
manicura, depilación, gimnasio, maquillaje, cremas y tratamientos
estéticos. No obstante, la imagen corporal se ha definido como una
construcción de varias dimensiones que incluye auto percepciones,
ideaciones, emociones y acciones referi- das al propio cuerpo,
esencialmente a su apariencia. El descontento con la propia imagen
es un mal de la época
este malestar es aún más pro- nunciado cuanto más fácil es la
capacidad de intervenir a los cuerpos y modificarlos no obstante no
es otra cosa que el negativo fotográfico de unas grandes carencias
afec- tivas, de un gran vacío perso- nal y una autoestima vulnera-
ble. 1
Por otra parte, para el filó- sofo alemán Baumgarten, la estética
no puede reducirse a las reglas para producir la obra de arte, el
análisis de sus afectos psicológicos. La esté-
tica “es una ciencia del conocimiento sensible” y, por lo tanto,
“una gnoseología inferior” puesto que se ocupa de una “facultad
cognoscitiva inferior”.2 Efectivamente en el siglo XXI, la belleza
física se relacio- na en la vida cotidiana con una relevancia y
aceptación aquella del contexto social, lugar donde convive junto
con las personalidades que consideran la belleza un adorno
innecesario. Es decir, mientras que para los medios de comunicación
la belleza es un producto, para quienes se oponen a la estética
como consumo es algo superficial y sin sentido, en tanto la belleza
es capaz de dominar- los, avergonzarlos, y volverlos vulnerables.
Asimismo, el camino de la perfección es difícil, áspero y
desconocido para el que entra en él; quien no se gobierne a sí
mismo,
1DESCARTES, 1982, pág. 28. 2Reflexiones filosóficas, entre el
análisis y la sensibilidad, de la verdad lógica determinada y la
verdad estética o poética.
está arriesgando a perderse. Como es propio del Narcisismo y todos
sus aspectos aso- ciados juega un rol trascendental la mirada. El
ver es por sí una operación del goce. De hecho, construimos todo un
aparataje estético para atraer miradas. Con esto cla- ramente,
podemos dar cuenta de que nos encontramos inmersos en una sociedad
predominantemente visual y donde sólo importa el bienestar que
entrega la satisfac- ción física cuando es alcanzada.3 Asimismo,
aunque las mujeres de todas las épocas mos- traban cierta
inclinación hacia la búsqueda de la belleza, era claro que
conservaban su esencia; para ellas la belleza no iba ligada
directamente a las capacidades, es decir, que mostraban cierta
independencia entre el criterio estético y la atracción general. En
el siglo XXI el propósito es emi- nentemente estético y aprovecha
el desarrollo médico, la accesibilidad a los procedimientos
plásticos y las recientes necesidades del ego para hacer alcanzable
lo que antes
10
3HORNSTEIN L, 2011, pág.50.
solía ser exclusivo de los más acomodados. No podemos negar el
hecho de que estamos inmersos en una época donde nos esclaviza el
culto al cuerpo y la moda. Es por eso que la tecnología y los
cosméticos se muestran como una nueva “Necesidad” que ofrece la so-
lución a todo problema de aceptación y autoestima. Con la necesidad
de sentirse joven y con belleza, apareció la solución: una
constante modificación corporal como for- ma de revelarse ante la
“apariencia original”. En suma, la belleza es considerada como una
cualidad o una propiedad de las cosas, para la contemplación y el
deleite de los seres humanos, de tal manera se crea el arma de la
belleza. Incalculablemente poderosa, arroja a todo aquel que acuda
a este recurso, al desencantamiento de la vida. La belleza física
es considerada un fin y una aspiración que presupone felicidad al
que lo obtenga. Sin embargo, las cualidades humanas representan
atributos de belleza superiores.
Kelly Johana Benitez Grado Undécimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
Bibliografía
•Cid López, Rosa María: «Marco Antonio y Cleopatra. El fracaso de
un sueño político y la construcción de una leyenda», en Rosa María
Cid y Marta González (eds.): Mitos femeninos de la cultura clásica,
Oviedo, KRK, 2003, pp. 223-246.
•Iriarte, Ana y González, Marta: Entre Ares y Afrodita. Violencia
del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua,
Madrid, Abada, 2008.
•Wulff Alonso, Fernando: La fortaleza asediada. Diosas, héroes y
mujeres poderosas en el mito griego, Salamanca, Univer- sidad,
1997.
•Descartes R, meditaciones metafísicas. Las pasiones del alma,
Madrid: ediciones, S.A, 1981.
•Hornstein L, autoestima e identidad. Narcismo y valores sociales,
buenos aires: fondo de cultura económica, 2011.
•Puyadas Rupérez, Vanessa: «Cleopatra VII: descendiente de
faraones», en Almudena Domínguez (ed.): Mujeres en la Anti- güedad
Clásica: género, poder y conflicto, Madrid: Sílex, 2010, pp.
103-123.
11
¿QUÉ LO INSPIRÓ O MOTIVÓ A ESCRIBIR?
Conocer a un excelente escritor y profesor de la Uni- versidad del
Tolima, Libardo Vargas Celemín, quien
desde sus clases de literatura enseñaba a los estudiantes a sentir
la literatura como forma privilegiada de la belleza, de comprender
mejor la condición humana y la historia silenciada de los pueblos.
Gracias a sus lecturas recomen- dadas y el gusto por las artes,
decidí comenzar a escribir poemas. De hecho, aunque el profesor ya
está pensiona- do, sigue siendo mi amigo y maestro. Sus sugerencias
y observaciones a mis poemarios son claves para corregir antes de
publicarlos.
¿CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO?
Un libro apenas sería desconocer a varios de mis li- bros
favoritos. Me quedaría con dos novelas: Cien
años de soledad, de Gabriel García Márquez y Ensayo sobre la
ceguera, de José Saramago.
¿ESCRIBIR A MANO O EN EL COMPUTADOR?
Escribo siempre desde el computador, en aras de co- rrecciones y de
tener de fondo la música que me gus-
ta. ¿QUÉ ACONSEJA A QUIENES QUIEREN SER ESCRITO-
RES?
Disfrutar de la lectura y el gusto por la belleza desde distintas
formas, no sólo los libros, sino también
otras instancias del arte: el cine, la pintura y la música. De
hecho, escuchar canciones de un buen cantautor o banda musical
(Queen, Pink Floyd, Bob Dylan, Luis Alberto Spinetta, Violeta Parra
o Andrea Echeverri) es otra manera de sentir la poesía. Para quien
desee escribir cuentos o poemas es primordial es tener una relación
espiritual e íntima con la lectura, pues, como dice Jorge Luis
Borges, Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha
leído.
JORGE LADINO GAITÁN BAYONA
I.E.T. Lepanto Murillo Tolima
Poeta colombiano. Es profesor de literatura de la Universidad del
Tolima, en Colombia. Residente en Ibagué (Colombia) desde 1989.
Coordinador
del Grupo de Investigación en Literatura del Tolima. Doctor en
Literatura de la Universidad Católica de Chile. Licenciado en
Lenguas Modernas de la Universidad del Tolima.
Autor de los libros de poemas: Manicomio Rock (2009), Buzón de
naufragios (2012), Baladas para el ausente (2013), Cenizas del
bufón (2014), Estado de coma (2015) y Claroscuro (2015). Coautor
de: La novela del Tolima 1905-2005: bibliografía y reseñas (2008),
Cuentos del To- lima, antología crítica (2011), Cien años de novela
en el Tolima 1905-2005 (2011); Aproximación crítica al cuento de
Ibagué y del Tolima (2016).
Corresponsal para Colombia de Sieteculebras, Revista Andina de
Cultura, editada en Cusco-Perú. Ponente en congresos de literatura
en Brasil, Perú, Colombia, Argen- tina, Costa Rica y Chile. Primer
Puesto en el Premio Na- cional de Crónica Germán Santamaría en la
categoría do- centes y universitarios en el 2005. Ganador del
Premio de Poesía Juan Lozano y Lozano, organizado por la Alcaldía
de Ibagué en el 2012 y el 2015. Con Leonardo Monroy obtuvo Premio
de Investigación en Patrimonio 2016, de la Alcaldía de
Ibagué.
Los siguientes son poemas de Jorge Ladino Gaitán Bayona tomados de
su libro Manicomio Rock.
12
Afuera el grito sin guitarra y las calles en desvelo.
Los minutos se muerden la lengua,
chillan como vírgenes a merced de los gusanos.
La ciudad desviste sus naufragios.
No hay testigos,
Unos apuntan su orfandad al cielo,
otros al vino y sus promesas.
Acaso los bares redimen el espanto.
¿Quién podría temer aquí adentro?
Amo esta locura que me salva y condena,
amo estas paredes que me sueñan ileso.
TU VICIO
“No me podés dejar, porque soy tan sólo un vicio”
(“Tu vicio”, Charly García)
Puedes llamarme Dios o Charly.
Dame un poco de hierba o un sorbo de tu desvelo.
Ebrio palpo el delirio si la guitarra anida entre mis de-
dos.
acecha.
y enamorar el piano que me condena.
BLUES DE CHARLY
Escucha mis manos,
las olas del asombro meciendo la noche y sus secretos.
Mi piano te teje de azul y misterio.
La música funda la tormenta.
Zarpemos entre sombras y murmullos.
La piel espera, cementerio de colmillos.
Deja mis labios morar tus cabellos,
déjame tu vientre como quien abandona su cordero.
13
BLUES DE JANIS
“Rings of cloud and arms aflame, wings rise up to call your
name”
(“Half moon”, Janis Joplin)
Rezo arrodillada.
Afilas tu cuchillo en mis labios.
Me arrojas a la mesa de torturas.
Complacida entro y salgo del infierno.
Quitas mi piel y soy la noche que desenmascara tu rostro:
¡Charly!
LA SED DE LOS AUSENTES
(Bon Scott cuenta a Charly)
“I'm dirty, mean and mighty unclean. I'm a wanted man, public enemy
number one”
(“TNT”, de Bon Scott, Angus Young y Michael Young. AC DC)
No fue en el mar
ni en un río con piedras en los bolsillos como Virginia.
Me hallaron boca arriba,
Debieron enterrarme en un burdel.
También la muerte ignora la sed de los ausentes.
Había que beberla,
CREDO DE HENDRIX
“And I come back to find the stars misplaced and the smell of a
world that has burned”
“Up from the skies”, Jimi Hendrix)
Creo en el infierno que soy, negador del cielo y la bondad de la
tierra.
Creo en la guitarra, mi única carne, concebida por obra y gracia de
la ausencia;
nació donde la lluvia teje el espanto, padeció bajo el sol, señor
de los Pilatos,
fue asilo de fantasmas, turbia y desterrada,
descendió a los discos, al tercer grito labró su condena;
está colgada a la izquierda del miedo -padre todo rencoroso-
desde allí ha de venir a juzgar a la memoria y sus silencios. Creo
en la llaga del tiempo,
la enferma iglesia de mis huesos, la comunión de los
rockeros,
el rencor de los muertos, el eco de mis pasos y el suplicio
eterno.
Amén.
14
EDUARDO SANTA LOBOGUERRERO
Cuando hablamos de una de las plumas más insig- nes del Líbano,
Tolima, debemos mencionar a Eduardo Santa Loboguerrero. su bagaje
intelec-
tual inicia como bachiller del Instituto Nacional Isidro Parra,
abogado de la Universidad Nacional, postgraduado en ciencias
políticas de la Universidad George Washing- ton, especializado en
bibliotecología en Puerto Rico y en técnicas de la investigación en
la Universidad de Colum- bia en Nueva York. También cabe anotar que
fue Profesor Emérito de la Uni- versidad Nacional y maestro. Fue
director de la Biblioteca Nacional de Colombia, rector de la
Universidad Central. Miembro honorario de la Academia Colombiana de
la Lengua y de la Academia Colombiana de Historia, hizo parte de la
Real Academia de Historia de España. Presi- dente Honorario de la
Academia de Historia del Tolima. Miembro del Instituto de Geografía
e Historia con sede en México y en Bruselas de civilizaciones
diferentes; par- ticipó como honorario de la Academia de Artes y
Letras de Nueva York donde le otorgaron la condecoración de La Gran
Cruz, y perteneció a otros centros científicos y culturales del
continente. Recibió el Premio tolimense de literatura 1982. Dentro
de sus obras literarias publicó los libros: Sin tierra
para morir, 1954, El Girasol, 1956, Arrieros y fundado- res, 1961,
Rafael Uribe Uribe, un hombre y una época, 1962, Nos duele
Colombia, 1962, Introducción a la so- ciología,1968, Realidad y
futuro del municipio colombia- no, 1969, El mundo mágico del libro,
1974, Los espejos del tiempo, 1978, Qué pasó el 9 de abril,
Itinerario de una revolución frustrada, 1982, Instituciones
políticas de Colombia, 1981, El pastor y las estrellas, 1984, La
crisis del humanismo, 1986, Adiós Omayra: La catástrofe de Armero,
1988, Cuarto menguante, 1988, Recuerdos de mi aldea, 1990,
consideraciones en torno a la novela Pax, 1990, Porfirio Barba
Jacob y su lamento poético, 1991, La colonización antioqueña: una
empresa de caminos, 1993, Los caballos de fuego, 1993, El paso de
las nubes, poemas, 1995, El general Isidro Parra, 1995, El libro de
los oficios de antaño, 1998, y Crónica de un bandido le- gendario,
2004. Su aporte literario ha sido incluido en innumerables an-
tologías nacionales e internacionales y son varios autores que han
analizado su obra. Hablar de Eduardo Santa Loboguerrero, es
mencionar la riqueza de las letras del departamento del Tolima. A
modo de remembranza, compartimos un fragmento de su obra:
Líbano, Tolima, 2 de enero de 1927 - Bogotá, 2 de mayo de
2020
«Señor Creador del Universo. Tú que nos diste a todos los humanos
el don de la palabra, para que iluminara los caminos de nuestra
existencia, para que rompiera las tinieblas de la incomunicación
y
la ignorancia, no permitas que muera el último Caballero Andante,
que desde hace cuatro siglos agoniza en algún lugar de la Mancha.
Aunque don Miguel de Cervantes Saavedra, su creador intelectual, a
quien Tú le diste el encargo de ponerlo a vivir por los extensos
campos de la literatura, haya decidido darle muerte, vencido por la
desolación y la melancolía, tendido sobre las páginas del más
famoso de los libros, todos sabemos que aquella fue una muerte de
papel y que bien podría incorporarse de nuevo dispuesto a luchar a
favor de lo único que puede dignificar la existencia del hombre,
que no es otra cosa que su compromiso con la verdad, con la
libertad y la justicia».
15
LOS CABALLOS DE FUEGO
Frecuentemente soñaba con aquellos caballos de fuego. Eran doce y
podía distinguirlos por pequeños detalles. Solía contarlos, uno
tras otro, y nunca había
faltado ninguno. Eran puntuales y exactos hasta en sus movimientos,
ya los tenía como propios. Eran parte de su vida Cuando soñaba con
ellos, se levantaba sobresaltado y, después de ponerse su bata y de
ajustarse sus pantuflas de pana, bajaba a la cocina y bebía dos o
tres vasos de agua. Después de ver aquellas bestias desbocadas,
saltando con sus crines de fuego sobre su propio cuerpo, lo
asediaba una sed terrible. Al principio, cuando empezó a soñar con
los caballos, éstos eran mansos y apenas se limitaban a acercársele
curiosos, a olfatearlo delicadamente y terminaban por lamerle la
cara con sus lenguas rosadas. Pero al poco tiempo les fue notando
el fuego en sus orejas, dos pequeñas llamas crepitantes, y luego
observó que todos tomaban cierto color rojizo brillante y más tarde
los veía llamear, desde la frente hasta la cola. Sobre todo, esas
ágiles patas nerviosas y esas largas crines despeinadas que se
fueron convirtiendo en teas rojas que flameaban con el viento.
Últimamente, los veía venir desde un horizonte lejano, corriendo a
la estampida, desbocados, jadeantes, acercándose a su cuerpo por
instantes. Entretanto él permanecía tendido sobre la hierba,
impotente, incapaz de levantarse, esperando que las bestias de
candela saltaran por encima, con sus ágiles patas de acero
hirviente sobre su propia cabeza, y esos belfos hermosos botando
chorros de aire caliente y esas ancas convertidas en bolas de
fuego. Los caballos, después de saltar sobre su cuerpo,
desaparecían. Aquel salto que daban era igual al de su pensamiento
saltando del mundo de los sueños al mundo de la realidad. Cuando
levantaban sus patas traseras para no lastimarlo y brillaban sus
herraduras en el aire, como estrellas de plata, los caballos
desaparecían en el vacío. Entonces era cuando sentía tanto calor,
cuando sentía que la sangre le estaba hirviendo en las venas, que
sus orejas ya iban a estallar y que su paladar estaba tan reseco
que hasta la saliva se le había evaporado. Se le había convertido
en vapor sofocante que salía por sus orificios nasales con la misma
fuerza con que salía el aire por los belfos de los caballos. Cada
vez que tenía estos sueños se levantaba pesadamente, con el
cansancio de aquella pesadilla, sudando a chorros y con la sed
devoradora. Entonces era cuando bajaba la cocina y bebía
copiosamente. Después volvía a subir a su alcoba y esperaba a que
amaneciera, a que el reloj de
péndulo diera las cinco de la mañana, envuelto en una sedante y
evocadora placidez. Era como una especie de nirvana que le permitía
recordar, con todos sus detalles, aquellos caballos de fuego. Los
iba pasando por su memoria, uno tras otro, como en cámara lenta,
con la complacencia y la morosidad con que se trae al recuerdo la
imagen de una mujer amada. Siempre eran doce y pasaban por encima
de su cuerpo en el mismo orden, con los mismos movimientos, como si
aquello hubiera sido planeado por un director de un circo. Los
recordaba con todos sus detalles. Volvía a ver las cabezas
enhiestas, firmes en aquellos lustrosos cuellos; grandes ojazos,
como carbones encendidos; las ágiles patas como relámpago sobre su
propio cuerpo. Y, finalmente, aquellas poderosas nalgas, en el
movimiento rítmico del salto hacia el vacío mismo de la realidad.
De tal manera que al despertar, era la última visión que tenía de
los caballos de fuego. En ese instante el sueño se desvanecía. Pero
perduraba la imagen final. Contemplándolas en el recuerdo, tan
bellas, tan esbeltas, tan rítmicas, como las de una mujer caminando
sobre su propia vanidad. Recordaba también aquellas crines
despeinadas, flotando sobre el viento, y la sentía acariciando su
rostro, como si fueran cabelleras de mujer enloquecidas en el furor
del erotismo. Así sucedía siempre. Pero aquella noche despertó más
temprano, invadido por una tremenda ansiedad. Algo andaba mal en su
último sueño. Antes de levantarse, todo el paso de los caballos
sobre su cuerpo. Los vio pasar, uno tras otro, pero esta vez notó
que faltaba uno de ellos. Era algo verdaderamente inexplicable.
Repasó varias veces el sueño, pero siempre faltaba el más ágil, el
más fuerte, el que mejor saltaba. Alarmado, bajó rápidamente a la
cocina. El malestar aumentaba por momentos y sintió que la sangre
le hervía con mayor intensidad. El sudor era copioso. La sed corría
en su reseco paladar y ya no podía resistirla. Le estaba devorando
por minutos. Al bajar la escalera se sintió muy pesado. Tuvo
también la extraña sensación de que su cuerpo ardía y sintió que
sus orejas crecían y se convertían en dos teas de fuego. Ya, en la
cocina, prescindió de los vasos y fue directamente a beber en la
palangana. Se sorprendió al comprobar que la había desocupado por
completo a grandes sorbos. Sacudió fuertemente la cabeza y notó que
su pelo había crecido tanto, como las crines de todos sus caballos.
Entonces ya no tuvo el menor deseo de regresar a su alcoba. Abrió
la puerta y salió a la calle relinchando y dando coces, ante el
asombro de todos.
16
CARLOS FLAMINIO RIVERA
líbano, Tolima, colombia.
Cursó estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Bogotá,
tras lo cual se dedicó a la escritura, su vocación vital. Entre los
narradores de su generación Rivera ocupa un lugar destacado. Es
asesor de la Casa de la Cultura del Líbano y allí dicta talleres de
literatura. Ha publicado los volúmenes de cuentos Cruentos y
adioses y Sin
puntos sobre las íes. Cursó estudios de filosofía y Medicina
Veterinaria en la Universidad Nacional de Colombia, tras lo cual se
dedicó a la escritura, su vocación vital. Entre los narradores de
su generación, Rivera ocupa un lugar destacado. Sus libros dan
cuenta de un trabajo silencioso, de un sumergimiento en la
escritura. Rivera propone un lector exigente, que se hunda en sus
aguas. Todas sus historias vienen cargadas de imágenes que oscilan
entre la prosa y la poesía y tienen el lirismo justo; por eso hay
que estar atento a la profundidad de su corto fraseo. Sus historias
manifiestan una honda inquietud por ese residuo de utopías que van
dejando el hombre y sus razones.
Obras
•Mineima, Nuestro Mito (Mito, 2014)
•Apuntes históricos sobre El Líbano (Historia, 2014)
•Viaje a la costa (Cuento, 2014)
•Sin puntos sobre las íes (Cuento, 1997)
•Cruentos y adioses (Cuento, 1999)
•Sudor de sueños y otros textos (Cuento)
•La mirada sumergida (Cuento, 2003)
•Un país o algo así (Cuento, 2014)
•Las horas muertas (Novela, 2003)
¿EL LÍBANO DESDE QUE AÑO VIENE PARTICIPANDO EN LA FERIA DEL LIBRO Y
CÓMO INICIA ESTE
PROCESO?
El Líbano viene participando desde el año 2007, uno como invitado
de la feria internacional del libro FIL-
BO en la ciudad de Bogotá, ya para el año 2010 iniciamos la
biblioteca libanense de cultura con dos colecciones, y con dos
colecciones participamos con stand propio; don- de el Líbano se
caracteriza como único municipio de Co- lombia que participa en esa
feria. Para el año 2019 ya te- níamos publicados para la biblioteca
libanense de cultura más de 80 libros y títulos en sus diferentes
colecciones, no hemos dejado de participar con stand propio y con
nuestra presentación de libros desde el año 2008 hasta el
presente.
CUÉNTENOS UN POCO DE SU OFICIO COMO ESCRITOR
Bueno, efectivamente yo diría que este es un oficio que he tenido
desde siempre, en un principio sien-
do muy joven, casi niño, empecé con versos de amor a las novias,
luego ya cuando fui creciendo fui aumentan- do las lecturas, la
lectura es parte fundamental del oficio como escritor, y, comencé a
indagar otro tipo de ficción, pues un poco más sub realista,
mágicos imaginarios, a leer autores europeos a leer cuentistas
norte americanos. Ya en el año 97 publique mi primer libro con la
editorial cooperativa magisterio, que se llama “sin punto sobre las
íes “desde ese año hasta hoy 2020 he publicado más o menos 20
textos, entre cuentos, novelas, ensayos, mitos, y leyendas del
Líbano. Tengo en este momento 4 novelas inéditas, y pues esperar a
que pasen todos estos momen- tos que están sucediendo en Colombia
para mirar como lo publicamos.
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¿QUÉ SE NECESITA PARA SER UN ESCRITOR?
Para ser un escritor se necesitan ganas, se necesita te- ner esa
inclinación hacia lo imaginario, hacia la fic-
ción, el querer comunicar algo al otro, para ser escritor se
necesita mucha lectura, creo que es la materia prima, la
herramienta básica de la escritura es la lectura. Y por eso creo
que es parte fundamental leer. Tener un conoci- miento del entorno,
manejar ciertos temas, nadie escribe si no maneja el tema con el
que va a escribir. Lo otro es tener una gran disposición, una gran
pasión y ambición, es tener esas ganas de querer hacer algo, de
querer contar, comunicar, y participar en un colectivo imaginario
para poder que todo el mundo se involucre en esta historia y en esa
parte fundamental de la vida que es la creación.
¿CUÁL ES EL ESCRITOR DE SU PREFERENCIA Y POR QUÉ?
Bueno, uno ha tenido muchos escritores que lo han marcado en la
vida, al principio yo me identificaba
mucho con lo que escribía Emilio Salgari, Julio Verne, pero aún más
joven recuerdo mucho que había unas aventuras ilustradas de cuentos
que fue como me inicia- ron a mí a la lectura. Yo creo que los
escritores son funda- mentales de acuerdo con la época en que uno
también se encuentra, hoy por ejemplo que estoy en la parte
investi- gativa, me llama mucho la atención los cronistas de
indias, la historia precolombina, la historia de la conquista, la
his- toria que nos marcó como nación después de la invasión de los
españoles. Y ya en lo literario, hay muchos escrito- res
contemporáneos, latinoamericanos, de los del boom BORGES, CORTAZAR,
de Estados unidos Faulkner, Edgar Allan Poe, de los ingleses Joseph
Conrad, Virginia Woolf, españoles Muñoz Molina, de los italianos
Um- berto Eco, y de los europeos estoy tratando de leer de Europa
del este algo de Milan Kundera, muchos filósofos de ese lado, y yo
creo que es fundamental para cualquier narrador leer mucha poesía.
Hay un dramaturgo polaco, Slawomir Mrozek, cuentista sub realista
que tiene unas obras de teatro reconocidas. Yo creo que los
escritores se marcan por épocas y uno va haciendo ese recorrido lú-
dico que va fortaleciendo esos lazos y esa sangre literaria con la
que uno tiene que contar para poder escribir.
Hozman Hernández Docente de Teatro
Libano Tolima
LA MASCOTA DE KAFKA
Kafka ha muerto, - dijo Max a Elsa -. Y mientras unía acongojado
los tajos de su voz, con la mano atenazaba en el interior del
bolsillo la carta que
Franz le había dejado, la constreñía como si sujetara del cuello a
una serpiente. Su mujer estaba recogiendo del suelo una bandeja.
Elsa se apoyó en la fuente de peltre donde llevaba el pan recién
salido del horno y el té humeante. Al ser sorpren- dida saliendo
del apartamento, sus nudillos palidecieron sobre el paisaje
esmaltado en la bandeja colmando la be- bida de nerviosas ondas
concéntricas. (Ella siempre per- cibió en Kafka la aguda tristeza
de un alarido, le parecía también que el angustioso semblante del
escritor conmo- vía hasta el oxígeno que procuraba su boca. Esta
impre- sión le vino el día que una bocanada de aire se negó a
invadir sus escasos pulmones provocándole un silbido y un vómito de
sangre delante de todos: eso sucedió en el cumpleaños de Liuda).
Pero la muerte de Kafka no fue la que hizo a la vajilla depositaria
de su nerviosismo, fue el inesperado regreso de su esposo... ..."El
vecino está enfermo". No supo si se lo dijo, o si ima- ginó
decírselo; fue una exculpación refleja. Max seguía con las manos en
los bolsillos del saco y la miraba como si ella no estuviera allí.
Siempre sucedía eso cuando ha- blaban del escritor. Ahora Kafka
estaba muerto y, superado el susto, Elsa sin- tió pena por ambos.
Max supo de la carta por Dora, fue lo único que ella le en- tregó
de lo escrito por Kafka en los últimos días. Aunque conservaba la
postal donde su amigo le pedía que destru- yera los manuscritos que
de él poseía, la lectura de esta última carta le estaba haciendo
cambiar de intenciones. Intrigaba desde el bolsillo: Hoy, por unos
instantes fui feliz. Y lo fui porque en ese momento, escaso para tu
nombre, no supe de mí. ...Sabes cuánto tolero mi cuerpo que cada
día me es más extraño. Sabes también que cuando puedo juego con él
¿Cuántas veces no lo he dejado muerto sobre la barca que arrastra
la corriente del Moldava? El juego que tú cono- ces. No así a mis
ojos que a duras penas los sobrellevo. Sin embargo, en ese mismo
juego, los abro bajo los puen- tes (un ahogado que abre los ojos
bajo los puentes), para ver cómo la vida se burla una vez más de mí
porque cuan- do sólo espero ver el puente desde abajo, me encuentro
con el cielo que no deseo. Como el padre que nos aterra a toda hora
en la niñez: él hace que las pesadillas de las fiebres no sean nada
comparables a las que provocan su
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presencia, su mandato, sus pasos... a ese golpe de suela en los
corredores que a pesar de dirigirse a la calle parecen quedarse en
casa para acosarte. Esta mañana también descubrí algo: El miedo. Al
salir del edificio donde tiene la oficina W -oficina a la que no
pude entrar porque me arrepentí-, me encontré con una señora que
preguntó por un hombre al que yo jamás escuché siquiera nombrar. -
Pero, ¿lo conoce usted? - ¡No: es la cuarta vez que me lo pregunta!
- Le grité. - Es la tercera-. Rectificó la señora. - Entonces usted
no está confundida. - Claro que no, señor: Es la tercera vez que se
lo pregunto. - Pero yo no conozco a ese hombre, señora. Ya le fui
cla- ro-. Le dije recalcándole esta última palabra. - ¡Señorita! Y
ya sé: usted no lo conoce. - ¿Entonces? - ¿Conoce usted a.…? -
¡Cuarta vez! - Ahora sí. -dijo la señorita simulando una paciencia
tan vieja como ella-; es la cuarta. Y sacó una libreta donde tachó
algo. - ¿Queeé? -me burlé fingiendo un extremado horror -: ¿He
muerto? - ¡Peor! -dijo. Y se fue. Quise, querido amigo, que en sus
hombros se sacudie- ra lo que podía ser una sonrisa mientras se
alejaba, pero esa espalda iba tan rígida como una sentencia. Como
ves, sólo encuentro horror al final de mis bromas. Dejo esta página
señalada y cuando retorne a mí, quiero empezar por este incidente.
Si es que aún conservo alientos para encontrarme y, además, no me
arrepienta de lo que de- cida. Querido amigo: ¡Qué estupidez pensar
que hemos sido expulsados de algún lugar! Cuando ni siquiera nos
soportamos. Sonrío, (siento ese suave vértigo de la corriente
cuando voy por el río convertido en un cadáver. Imagino al Mol-
dava cubriéndome discretamente con sus puentes mien- tras me
sobrevuelan las entrañas esas moscas que ayer te conté, me
siguieron un rato). En medio de esta sonrisa, te pido querido Max
(¡Y esto si es importante!) que pu- bliques lo tuyo y destruyas lo
mío. Eres como ese animal que imaginamos durante el viaje a Italia
¿Te acuerdas?: sus patas, al caminar, escriben en el suelo con
horas de antelación lo que sucederá. Pero sus ojos, sobre el dor-
so, sólo miran hacia arriba por la defectuosa inspiración de
alguien. ¿Para qué sirve lo visto? ¡Jamás descubrirá el futuro que
él mismo signa! ¡Esos ojos son los de un re- trasado! Su presente
es la inútil sensación de otras dos realidades. ¿Qué tal, si como
ese animal, nosotros, de
alguna manera, estamos pisoteando la posibilidad de alte- rar
nuestro destino por mirar ese cielo que nos aventaron encima hace
siglos? Por no observar otros lados; por no mantenernos advertidos
nos han salido las pústulas de los vaticinios, afiebrándonos con
incertidumbres y miedos ¿De qué lado está la fe? ¿Será necesaria la
presencia de un otro que nos asuste? ¡Pero volvamos a ti, Max!
Cuando te decidas a dar el bote como algún día lo hará La Tortura
-así llamamos a ese animal cuando quisimos ser amables con él
¿recuerdas?: se parecía a la Tortuga-, te darás cuenta que todo lo
pro- voca una mala disposición; cosa que no perdona un buen
artefacto. Y el hombre, tan mal planeado, imperfecto, in- útil,
poco eficiente y práctico para la mayoría de las cir- cunstancias
que le ocurren durante su vida, debe ocultar todos sus errores con
el gregarismo, -y eso es una multi- tud de desaciertos- para evitar
que por su pésima maqui- naria lo arrojen al destierro las otras
especies. ¡Sería lo mejor! ¡Y es que ya nada se resuelve con un
ajuste, Max! No es problema de ajuste el mío, sino de fabricación.
En cambio el tuyo... Por eso debes publicar esos textos que te
parecen secun- darios, que supones permanecen en un estado de nece-
sidad que espantan al lector. No escribas para todos: esa otra
brutal bestia. Se debe escribir pensando en lectores de otro mundo.
¿Te acuerdas de aquel incidente del tren en Viena? Siempre
quedándome, no alcanzando la ve- locidad necesaria... ¡¡Ese asunto
que nadie lo sepa!! ¡¡Y con la misma vehemencia te pido que
publiques eso!! Lo que tengas que hacer pero publica eso. La
memoria, esa terrible sensación de humanidad, debe latigarse de
escri- tura para que no se quede igual a un fósil que se niega a
revelar sus enigmas. Algo luminoso no puede ser como ese animal que
sólo mira a donde no existe nada. Debe dirigir su luz al sitio
indicado. ...Franz Kafka se aleja (me nombro como queriendo atrapar
a ese que se agacha para que la vida le pase por encima; a ese que
mira en sus recuerdos la escuela de natación, el río. Y en el río
un cadáver: el muerto más apesadumbrado de los Kafka. Había
encontrado a Elsa en la puerta, salía con una ban- deja para un
vecino enfermo, según le dijo. Una jarra hu- meante permanecía en
el piso al lado de unos pedazos de pan untados de mantequilla, pan
tibio que él solo había probado cuando la cortejaba. Elsa tuvo que
dejarla en el piso para asegurar la puerta. Estaba nerviosa y Max
se vio obligado a soltar la carta para ayudarla con la bandeja; la
trajo de vuelta al apartamento. Allí sirvió un poco de lo que
resultó ser té con limón. Después de un sorbo pudo decirle:
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- Franz insiste en que destruya sus escritos. -Su mano sur- gió del
bolsillo con la carta para que Elsa la leyera-. Es su último deseo.
Elsa se quedó mirándolo. Recordó las noches de ellos: demasiadas. Y
el pesar que la pudo embargar por la fu- nesta noticia, se esfumó
con ese recuerdo; esa amistad siempre le produjo deseos de tirarse
al patio. - ¡Pero tú casi no tienes nada de él. Unas cuantas hojas
no dan para exigir eso como último deseo!, -le contestó prolongando
una intención perniciosa al ver que Max le avivaba la carta para
que la recibiera. - También me insta a publicar lo que escribí
cuando viaja- mos juntos, - le dijo Max justificando su
insistencia-. Fue algo que lo hizo feliz; unos textos diferentes a
"RICAR- DO Y SAMUEL". ¡Como si por fin él y yo fuéramos uno! - Eso
ya es otra cosa, - dijo Elsa-. Y si él te lo pide, debes
publicarlo. -Le vinieron otra vez las ganas de arrojarse por la
ventana. Siempre ellos dos. Le dio una rebanada de pan, y, como no
lo comió sino que lo sostuvo en su mano dejando ver de nuevo ese
gesto que parecía deshacerlo siempre que pensaba en su amigo, casi
le gritó: “! Pues di que son de él ¡" - Luego se dijo: "Esto parece
hecho para que nadie lo coma hoy". -Y le arrebató el pan. - No
sé... - Max ya se veía comprometido con algo que jamás quiso
aceptar. Y las rabiosas palabras de Elsa tam- bién le babeaban la
posibilidad de considerar seriamente la publicación de esos textos
con el nombre de Kafka. - ¡¡Sí: di que son de él!! - lo puyó ella
al verlo desgajado. - Y para serte sincera, no es que estén tan mal
todas esas ocurrencias que escribías mientras permanecías con él.
Nadie notará la diferencia. ¡Y guarda esa carta; ya para qué
leerla! Sobre la ciudad la leve fantasía de un sol recorría el
cielo como un espectro, un fantasma que se iba. Elsa lo obser- vó
por la ventana a través de las volutas de la humeante jarra de té
que no alcanzó a llevar: Su joven amigo tenía que esperar esta
vez... su tos pareció escucharse en el co- rredor. -...Sí, di que
Kafka los escribió: esa no es una mentira tan grave. Era lo que en
el fondo Max quería escuchar. Los años con su mujer de algún modo
lo había sumergido en una conciencia común con ella. A pesar de
eso, la desfachatez de la última frase, le produjo una tormenta que
lo confun- dió por unos instantes. ¿Le estaba ocultando algo? Pero
como decía Franz: "¡A rodar!". Ir contra el día en que uno se
recuesta a sí mismo y no puede dar sino un paso más; el
verdadero... el último. - No será fácil; habrá que hacer un libro
de apuntes y algo
autobiográfico. - Dijo Max queriendo meter letra a lo in- evitable.
Una mirada de Elsa bastó para que se dejara de estupideces. Y Max
Brod, como si al fin fuera libre, sintió qué, empu- jado por su
amigo, se deslizaba a ser considerado también parte del bicho que
todos habrían de conocer. ...porque, sabes Max, engañar al mundo es
lo más grato".
Cuando comprobaron que la colisión con el asteroi- de era
inevitable y que la destrucción era absoluta para el planeta, todos
empezaron a rezar.
_ ¿Y tú que vas a hacer? – le preguntaron al ateo. _ Esperar el
milagro.
PREPARADO PARA TODO
POSMODERNISMO
!Todo vale¡ Nada tiene porqué sujetarme a unos paradigmas, no me
identifico con capitalismo, estado, ni algún otro sistema que robe
mi liber-
tad; yo puedo crear mi propio saber, sin perder ninguna validez
contra el saber científico. Eso me hace ser una persona genuina
entre la diversidad, entre la libertad y la espontaneidad. Sólo
trato entonces de vivir el presente, es lo único que vale ya que el
progreso es una utopía. Jamás se solucionarán las crisis, solamente
podemos aportar pe- queñas soluciones, pero aun así seguiremos
viviendo en un mundo caótico y asediado. Por eso hay que vivir el
ahora y dejar vivir, pues estamos en una época donde los tiempos
son líquidos y se disipan entre las multitudes, los intereses, y la
manipulación de los poderosos. Por ello, mi consigna será “la
libertad” ante la exorbitante cantidad de mentes huecas,
razonamientos banales y publicidad fe- tichista que atesta nuestro
diario vivir.
Johana Katherine Jiménez Uribe Grado Decimo I.E.T. Lepanto
Murillo Tolima
NELSON ROMERO GUZMÁN
Nelson Romero Guzmán nació en Ataco, Tolima, Colombia, en 1962.
Realizó estudios literarios en la Univer- sidad Santo Tomás y
Universidad Tecnológica de Pereira. Es editor en la Universidad del
Tolima. Es un reconocido poeta que ha visto a menudo galardonada su
breve obra poética, ya en 1999 obtuvo el Pre-
mio de Poesía de la Universidad de Antioquia y en 2015 obtuvo el
Premio Casa de las América por Bajo el brillo de la luna otorgado y
el Premio Nacional de Poesía de Colombia por Música lenta.
BIBLIOGRAFÍA
•Rumbos (1988) •Surgidos de la Luz (2000) •La quinta del sordo
(2005) •Grafías del insecto (2006) •Obras de mampostería (2007)
•Bajo el brillo de la luna (2015) •Música lenta (2015)
•Premio de Poesía Universidad de Antioquia en 1999 •Premio Nacional
de Poesía Ciudad de Bogotá, 2007 •Premio Casa de las América 2015
•Premio Nacional de Poesía (Colombia) 2015
PREMIOS
¿CÓMO FUE SU INICIACIÓN EN EL MUNDO DE LAS LETRAS?
Yo no llegué a la literatura con la idea de que termi- naría
escribiendo. En la medida en que leía, poco
a poco la escritura me fue atrapando, y sigo atrapado, como diría
el poeta Luis Cernuda en uno de sus poemas de amor: “Libertad / no
conozco libertad sino la de estar preso en alguien, / alguien cuyo
nombre no puedo oír sin escalofrío”. Primero fueron las lecturas
diversas y dis- persas, pero con pasión, las que me fueron
provocando el deseo de escribir. Me gustaba leer poesía por el
ritmo, por la decantación de las frases, tanto así que aprendí de
memoria muchos de los poemas que leía, de una manera muy natural;
fue así como la literatura pasó inicialmente por mi oído, me
atravesó el corazón y luego sí pensé que podría escribir. Primero
lo hice con el cuento breve, lue- go ensayé el cuento más largo y
por último fue la poesía. Después de estas experimentaciones
literarias iniciáticas, entendí que mi llamado era por el lado de
la poesía y no por el lado de la narrativa, donde la verdad fui un
fracaso. Desde entonces vengo escribiendo poesía. Todo esto se
inició en el bachillerato. En 1988 publiqué en Bogotá mi primer
libro titulado de poemas titulado “Días sonámbu- los”, a los 26
años, creo.
¿CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO?
Es difícil decidir estas cosas. Pero si uno se mira en los espejos
de sus libros, me reconozco mejor en “Obras
de mampostería”, un libro del año 2007. Además, es el libro que he
notado que los lectores reconocen más; sin embargo, cada libro
tiene su pulso propio, responde a cir- cunstancias distintas, a
experiencias de lectura diferentes y a ambiciones personales. Como
autor, uno es cada libro de algún modo. A estas alturas, pienso que
he sido tocado por varias escrituras, me ha gustado ser distinto en
cada libro. En cada uno me reconozco a mi manera.
21
¿SE IDENTIFICA CON ALGÚN PERSONAJE LITERARIO?
Bonita pregunta y difícil de responder. Pero me identi- fico con
una mujer: con Ofelia, personaje de la trage-
dia “Hamlet” de Shakespeare. Y no lo digo por defender a la mujer,
sino la belleza y fuerza interior del personaje que encarna lo
trágico, lo bello y lo trascendente a la vez. Diría que es el único
personaje que no muere a pesar de morir. Ofelia enloquecida de amor
por Hamlet y muere con la cabeza adornada de flores, ahogada en un
arroyo, y lo hace cantando. ¿Y quién puede morir cantando? Es
hermoso este personaje, justo por este desafío.
¿CUÁL ES LA INFLUENCIA DE LA PINTURA EN SU OBRA LITERARIA?
Tengo tres libros a partir de tres pintores: Van Gogh, Goya y
Munch. Lo que he hecho es entrar por las
fisuras de esos mundos pictóricos e intuir imágenes, mun- dos y
hasta narraciones posibles en mis poemas. Estos tres fueron
pintores de la condición humana, de la trage- dia humana, de la
locura, la esperanza, todos esos bienes y esos males depositados en
cada ser humano y en todos. Por eso lado van mis libros, no para
describir sus pintu- ras, sino a revivirlas desde mi propia mirada
de mundo y a veces jugando un poco con estas conciencias artísticas
maravillosas, que ya son íconos en la historia del arte y quienes
realizaron el más profundo retrato del hombre.
¿CUÁL ES LA INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA EN SU OBRA POÉTICA?
La poesía, la religión, la magia y la filosofía, de alguna manera,
nacen juntas como manifestaciones simbó-
licas del lenguaje. Hoy por hoy, filosofía y poesía andan bien
tomadas de la mano. Y hay filósofos como María Zambrano o George
Steiner, que piensan desde la poe- sía. La literatura de Jorge Luis
Borges nace en gran parte de la poesía y sobre su obra se ha hecho
filosofía. Quien se acerque a la poesía, es bueno que lea a los
filósofos. Incluso, Platón que expulsó a los poetas de su
República, en muchos de sus diálogos es un poeta.
¿QUÉ ACONSEJARÍA A QUIENES DESEAN ESCRIBIR LITERATURA?
Lo que aconsejó el poeta Rilke en sus “Cartas a un joven poeta”,
dijo que si no siente deseos de escribir,
no escribas. En esto el eros, el impulso amoroso, el no poder vivir
sin la presencia de alguien en su vida y en su
corazón, es lo importante, así ese alguien sea una utopía. Yo estoy
enamorado de la poesía, sino cuentas con ese amor, no lo intentes,
podrás ser un excelente lector, que es otra forma de vivir la
poesía. Pero suponiendo que es- tás enamorado del escribir, es
posible que tampoco escri- bas, entonces necesitas disciplina,
intentar y perder, insis- tir. Leer a muchos poeta y ensayos sobre
poesía. Todo eso reunido es el talento.
PARA USTED: ¿QUÉ ES LA POESÍA?
Es un escudo con mil caras. Cada cara contiene una mirada distinta.
El poeta cubano José Lezama Lima
tiene estos dos versos sobre la poesía: “Ah!, tú que esca- pas /
cuando ya habías alcanzado tu definición mejor”. Siempre anda
escapando de las definiciones, porque ella misma es su propia
definición sin diccionario. Pero no siempre la poesía está en los
poemas —esa estructura verbal de frases escalonadas—, puede estar
en todos los lenguajes: en la pintura, en la música, en el cine, en
el teatro, en la danza, etc. También en las novelas y hasta en
algunos ensayos. A veces la gente cuando habla puede decir una
frase tan novedosa, tan cargada de cosa nueva y eso es la poesía, y
esa persona no lo sabe, incluso no pue- de saber leer ni escribir.
La poesía le ocurre al lenguaje cuando el lenguaje anda descuidado,
que no es necesa- riamente el lenguaje escrito. La indígena
mexicana María Sabina nos enseña mucho de eso, no sabía escribir,
pero sabía cantar y sus cantos son de la más alta poesía, en ellos
se comunica con “mis hermanitos”, que son los hongos, que eran como
el origen del lenguaje, permitían visiones, altas visiones
poéticas; además curaba con el lenguaje y la danza. La poesía tiene
muchas máscaras y muchas formas de manifestarse; de ahí también la
dificultad de encerrarla en una definición, porque sería matarla,
como que tú eres esto y nada más. Pero generalmente la gente
confunde la poesía con una rima, que es cuando una palabra tiene
una misma unidad fónica al final de la palabra, por ejem- plo: amor
/ canción. Este es apenas un recurso formal que no todos los poemas
lo utilizan, pero bien utilizado este recurso, enaltece el poema
musicalmente, como los versos de Sor Juana Inés de la Cruz. O la
gente tiende a confundir poesía con una confesión amorosa, o con
las palabras bonitas, que a veces son las más feas para escri- bir
poemas. Hacer de lo feo algo bonito es lo más difícil de alcanzar
en poesía. La poesía está en el más allá de lo que dicen las mismas
palabras del poema, que traspasan al lector y al mundo. La poesía
habla con el hombre y lo hace con metáforas y en esas metáforas
dice las cosas de otra manera.
22
EL ROBO DE LA OBRA
Los ladrones entraron por la puerta olvidada del museo, la que
instalaron por error y terminó en llamarse la boca de la oscuridad.
Irrumpieron al
interior de la Galería Nacional donde El grito permaneció colgado
por mucho tiempo. Lo extraño del robo fue haber podido desarmar el
cuadro parte por parte. La primera noche, los ladrones sacaron por
la boca de la oscuridad las pesadas barandas del puente. La segunda
nadie volvió a ver los veleros. La tercera noche despareció la
bruma roja. Cuando los vecinos de la Galería escucharon un grito
aterrador, ya era demasiado tarde, pues habían maniatado al sujeto
que gritaba en el cuadro, le taparon la boca y lo sacaron a
empujones por la boca de la oscuridad. Desde entonces se han
realizado intensas búsquedas para dar con El grito y los asaltantes
de la obra. Se han visitado hoteles, galerías, colecciones privadas
y todos los nichos posibles. La policía, con cierta ingenuidad,
pregunta en las calles, ¿alguien oyó anoche un grito en el
museo?
Para citar: Romero Guzmán, Nelson. (2014). El robo de la obra.
Música lenta.
Bogotá: Fundación Arte es Colombia, p. 56.
Dicen que ya lo están plagiando y, si lo encuentran, será difícil
reconocer su original. Los expertos en arte afirman que el cuadro
es fácil de ser plagiado, pero no originado de nuevo. Pasado el
tiempo han ido a parar a la comisaría varias obras del El grito,
pero los expertos en reconocer su original tienen a su favor un
indicio: oír si alguien en el cuadro grita o no, y así han
despachado más de cincuenta plagios, pasando al archivo las
investigaciones. Pero un día El Grito apareció colgado nuevamente
en el Museo, gracias a las labores de los vecinos de un barrio de
las afueras de Oslo, quienes denunciaron ante las autoridades a
unos inquilinos que tenían secuestrado a un hombre que rompía la
noche con gritos extraños. También las barandas del puente se
rescataron de una chatarrería. Los veleros y la bruma roja de
repente volvieron a ser vistos, como si nada hubiera ocurrido. Así
apareció consignado en el informe de la policía.
MINIFICCIONES (POR HOZMAN YAMEL HERNÁNDEZ)
ALOPECIA
El Mohán, se aventuró a viajar por el mundo para en- contrar su
verdadero amor, hasta que se dejó atrapar
por la red mítica de la sensual Dalila. Desde ese día que la
conoció, las aguas del Magdalena fueron mansas sin su dueño.
Después de un tiempo, el Mohán retorno para sumergirse sin corazón
en el rio, el torrente lo abrazó y así limpio las huellas de su
tristeza. Sus ojos marchitos se reflejaron en la superficie del
espejo caudaloso, y así pudo ver en su pelada cabeza lo equivo-
cado que estaba.
BOTAS DE ACERO
Pasando revista como es costumbre en el pelotón, él sar- gento
asentó dos cachetadas al recluta por sus botas su- cias. La baja se
aproximaba, pero, las cachetadas en la fila eran normales todas las
mañanas. Hasta que un día, el soldado sorprendió en un rastrojo al
sargento con un Cabo costeño que lo apodaban " COME BURRA" y apro-
vecho para robar las botas del sargento. Cuando el sargen- to pasó
la última revista del recluta, exclamo: -Uyyyyy!!! ¡¡¡Qué orden!!!,
lo felicito Recluta, sus botas están muy bonitas.
CARA DE PERRO
Nicolás, sesenta años, despertó un día con la extraña sensación de
desahogar la ira que lo consumía al saber que su mujer de treinta
años vivía en adulterio. Pasó tres noches sin dormir queriendo
agotar todas las posibilidades y sus esfuerzos de poder satisfacer
su venganza. Su resolución fue matar un perro por cada hombre con
el que ella se acos- taba, para poder controlar su deseo de
consumar el feminicidio. Así, pasaron los días, hasta que en el
pueblo se fueron acabando los perros, su ira exterminó uno a uno
todos los caninos. Nicolás, ya cansado, y vencido por el sueño de
las malas noches de infidelidad de su consorte, se encerró en el
misterio de su ira descontrolada que lo llevó a matar por fin su
intranquilidad. Después que su esposa llegó de una aventura
clandestina, Nicolás la miro a los ojos y vio con sorpresa y
satisfacción que su mujer había amanecido con cara de perro.
23
EL ZORRO CHINO
Para la zoología común, el zorro chino no difiere muchísimo de los
otros; no así para la zoología fantástica. Las estadísticas le dan
un promedio
de vida que oscila entre ochocientos y mil años. Se lo considera de
mal agüero y cada parte de su cuerpo goza de una virtud especial.
Le basta golpear la tierra con la cola para causar incendios, puede
prever el futuro y asumir muchas formas, preferentemente de
ancianos, de jóvenes doncellas y de eruditos. Es astuto, cauto y
escéptico; su placer está en las travesuras y en las tormentas. Los
hombres, cuando mueren suelen trasmigrar con cuerpo de zorros. Su
morada está cerca de los sepulcros. Existen miles de leyendas sobre
él; transcribimos una, que no carece de humorismo: Wang vio dos
zorros parados en las patas traseras y apoyados contra un árbol.
Uno de ellos tenía una hoja de papel en la mano y se reían como
compartiendo una broma. Trató de espantarlos, pero se mantuvieron
firmes y él disparó contra el del papel; lo hirió en el ojo y se
llevó el papel. En la posada refirió su aventura a los otros
huéspedes. Mientras estaba hablando entró un señor, que tenía un
ojo lastimado. Escuchó con
interés el cuento de Wang y pidió que le mostraran el papel. Wang
ya iba a mostrárselo, cuando el posadero notó que el recién venido
tenía cola. ¡Es un zorro!, exclamó y en el acto el señor se
convirtió en un zorro y huyó. Los zorros intentaron repetidas veces
recuperar el papel, que estaba cubierto de caracteres
indescifrables, pero fracasaron. Wang resolvió volver a su casa. En
el camino se encontró con toda su familia, que se dirigía a la
capital. Declararon que él les había ordenado ese viaje, y su madre
le mostró la carta en que le pedía que vendiera todas las
propiedades y se reuniera con él en la capital. Wang examinó la
carta y vio que era una hoja en blanco. Aunque ya no tenían techo
que los cobijara, Wang ordenó: Regresemos. Un día apareció un
hermano menor que todos habían dado por muerto. Preguntó por las
desgracias de la familia y Wang le refirió toda la historia. Ah,
dijo el hermano, cuando Wang llegó a su aventura con los zorros,
ahí está la raíz de todo el mal. Wang mostró el documento.
Arrancándoselo, su hermano lo guardó con apuro. Al fin he recobrado
lo que buscaba, exclamó y, convirtiéndose en un zorro, se
fue.
NOTA
La primera edición de este libro, escrito por Jorge Luis Borges con
la colaboración de Margarita Guerrero, apareció con el título de
Manual de Zoología Fantástica (Fondo de Cultura Económica, México,
1957). Fue traducido al italiano, Manuale di Zoologia Fantastica
(Giulio Einaudi, Turín, 1962); al alemán, Einhorn, Sphinx und
Salamander. Ein Handbuch der Phantastichem Zoologie (Carl Hanser,
Munich, 1964); y al francés, Manuel de Zoologie Fantastique
(Juilliard, París, 1965). Fue ampliado y publicado nuevamente en
castellano con el título de El Libro de los Seres Imaginarios
(Kier, Buenos Aires, 1967), y traducido al inglés, The Book of
Imaginary Beings (E. P. Dutton, Nueva York, 1969, y Jonathan Cape,
Londres, 1970). También apareció en japonés (Shobun Sha, Tokyo,
1974). Será editado en portugués (Globo, Porto Alegre,
Brasil).
PRÓLOGO
El nombre de este libro justificaría la inclusión del Príncipe
Hamlet, del punto, de la línea, de la superficie, del hipercubo, de
todas las palabras genéricas y, tal vez, de cada uno de nosotros y
de la divinidad. En suma, casi del universo. Nos hemos atenido, sin
embargo, a lo que inmediatamente sugiere la locución «seres
imaginarios», hemos compilado un manual de los extraños entes que
ha engendrado, a lo largo del tiempo y del espacio, la fantasía de
los hombres. Ignoramos el sentido del dragón, como ignoramos el
sentido del universo, pero algo hay en su imagen que concuerda con
la imaginación de los hombres, y así el dragón en distintas
latitudes y edades. Un libro de esta índole es necesariamente
incompleto; cada nueva edición es el núcleo de ediciones futuras,
que pueden multiplicarse hasta el infinito. Invitamos al eventual
lector de Colombia o del Paraguay a que nos remita los nombres, la
fidedigna descripción y los hábitos más conspicuos de los monstruos
locales. Como todas las misceláneas, como los inagotables volúmenes
de Robert Burton, de Fraser o de Plinio. El Libro de los Seres
Imaginarios no ha sido escrito para una lectura consecutiva.
Querríamos que los curiosos lo frecuentaran, como quien juega con
las formas cambiantes que revela un calidoscopio. Son múltiples las
fuentes de esta «silva de varia lección»; las hemos registrado en
cada artículo. Que alguna involuntaria omisión nos sea perdonada.
J. L. B. M. G. Martínez, septiembre, 1967
24
HAROLD KREMER
Nació en Buga, Valle del Cauca, Colombia, en 1955. Hizo estudios de
literatura en la Universidad Santiago de Cali. Ganador de varios
concursos nacionales de cuento. Su libro La noche más larga, fue
premiado en 1985. En 1989 publicó el libro de cuentos Rumor de mar.
En 1994 se edita su obra Antología del cuento corto
colombiano, en compañía del escritor Guillermo Bustamante. En el
año 2002 su publicación Colección de cuentos colombianos, con
Guillermo Bustamante y en el 2003 Los minicuentos de Ekuóreo.
Fundador y codirector de la revista Ekuóreo, ubicada entre las
publicaciones de máximo prestigio pioneras del microrrelato en
lengua española. Kremer es uno de los más notables escritores de
minificción en Colombia. La poesía y lo fantástico y un sutil
horror que se mueve con discreción entre sus minicuentos le dan a
sus relatos singular fuerza, enmarcada por una prosa elegante y
decantada. Tres de las minificciones incluidas en este monográfico
son inéditas y fueron cedidas por su autor, especialmente para
nuestra publicación. Hacen parte de su libro inédito El combate.
Para la historia del minicuento latinoamericano, el trabajo de
Kremer y de Bustamante es un referente literario
insoslayable.
EL ENANO
El enano siempre me acompaña. Es tan insignificante que nadie lo
ve. Mi mujer me dice: "Deja esa costumbre de hablar solo. Pareces
un loco". Ella
no sabe que estoy hablando con el enano. En la calle la gente
también cree que estoy loco cuando me ven tirando golpes al aire.
Es que cuando estoy bravo le pego al enano y así me desquito del
mundo. A veces nos metemos a un bar, a la mesa más apartada, y nos
emborrachamos. Entonces el enano se desquita. Provoca peleas y arma
tropeles como la noche aquella en que le metió la mano a una
camarera del bar de Polo. Creyeron que era yo el que lo hice y me
dieron una paliza que casi me manda al hospital. Anoche, después de
pelear con mi mujer, fuimos al bar
EL COMBATE
Fue en la guerra de los Mil Días. Raúl Sánchez, con una bala en el
estómago, caminó durante tres días y tres noches. Se arrastró por
montes y selvas hasta
llegar a Buga. Entró a su casa, besó a su madre, a sus hermanas y
se desmayó. A los dos días despertó. Vio a sus compañeros de guerra
y preguntó por su madre y sus hermanas. Nadie le respondió.
Preguntó por qué estaba allí en el campo de batalla. Le
respondieron la verdad: iba a morir. Le dieron un calmante y volvió
a dormir. Al despertar se encontró en su casa. Preguntó por sus
compañeros. "Cuando ibas a partir a la guerra caíste enfermo", le
dijo su madre. Raúl cerró los ojos y murió.
Brasil. El enano se aprovechó de mi depresión y me hizo beber más
de la cuenta. Sólo recuerdo que nos echaron y que el enano, después
de quebrar botellas y tumbar varias mesas, insultó al dueño de la
cantina. Luego nos fuimos por las calles pateando tarros de basura
y cantando a todo pulmón. El enano me llevó por los lados de la
estación, me retó a acostarme sobre los rieles y luego, entre risas
y chistes, me amarró. Cuando desperté esta mañana el enano, sentado
a mi lado, se reía con su maldita risa de enano y me hacía gestos
obscenos con sus manos deformes. Le supliqué que me soltara pero el
enano se bajó los pantalones, meneó su horrendo trasero en mi cara
y se marchó. Ahora, a lo lejos, escucho el pito del tren.
25
Querida Olga:
Sé que te extrañará esta carta y todo lo que te voy a contar. Sé
que llevo quince años contigo, que eres buena mujer,
que te quiero, que... vivimos momentos buenos y malos y que nunca
hemos estado mejor. Tenemos un buen
apartamento, yo tengo trabajo, los niños son una maravilla y entre
tú y yo todo es armonía.
Pero hoy me senté en la terraza a contemplar el atardecer. Bebía de
mi cerveza y sonreía del espectáculo. El
roble de la avenida se veía imponente, el parque bullía de niños,
los cometas se hinchaban en el aire y los pájaros
buscaban los nidos entre los árboles.
De pronto todo eso me disparó una imagen que nunca te conté: de
niño soñaba con ser un cometa o un pájaro. No
te lo conté porque es algo ridículo: los niños siempre quieren ser
astronautas, bomberos o policías. Yo quería volar,
pero no dentro de un avión o como astronauta. No. Yo mismo quería
ser el pájaro o el cometa. Y en ese instante
empezaron a pasar las golondrinas. Millares y millares. Algo me
impulsó a la azotea y allí supe que podía ir tras ellas.
Bajé rápido a escribirte esta carta. Allá veo venir otra bandada.
Me iré con ellas y creo que no volveré. Te quiero y
besos a los niños.
Pedro
PD.: Si nada de esto funciona por favor dile a los niños que
resbalé de la azotea.
26
LA EDUCACIÓN EN LA PANDEMIA
Es pertinente empezar por decir que desde que empezó la pandemia,
no hemos recibido recursos para la comunidad educativa en pro a la
educación
virtual, así pues, se ha llevado una educación remota, ya que
nuestra población estudiantil viven en fincas, y los demás en el
pueblo; pero no todos cuentan con servicio constante de internet,
ya que realizan recargas, que no duran mucho para una videollamada
o plataforma como Teams que ofrece la secretaria de educación del
Tolima, sin desconocer que no tienen computador, y celulares
propios, sobre todo los de primaria y grados como sextos, séptimos,
lo que resulta imposible tener a un 100% clases virtuales, resulta
más como un sueño, conociendo la realidad de nuestro contexto
educativo. Cuando se habla en redes sobre el inconformismo con la
alternancia, o cuando se piden recursos para dar clases en la
virtualidad, se encuentran comentarios despectivos por parte de
personas que emiten opiniones adrede, quienes piensan que el
docente tiene la responsabilidad de la educación de calidad con sus
hijos, desconociendo todo el contexto que viven los maestros, no
sólo nos corresponde responder por la enseñanza sino que nos
corresponde procesos que no tienen que ver con ello, lo que nos
suma trabajo y resta tiempo a lo que realmente nos atañe, regidos
por decretos que en último no beneficia a la calidad de la
educación. Otro elemento que no se tiene en cuenta es la
desfinanciación de la ed