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Tema 9: Sistema muscular
Aunque inicialmente se revisarán los tres tipos de tejido muscular, este tema se centra en el
músculo esquelético o voluntario: aquellas masas musculares que se insertan en huesos y los
mueven realmente cuando se acortan o contraen sus células o fibras musculares. En una persona
de 55 kg de peso, alrededor de 23 kg corresponden a los músculos esqueléticos, la “carne roja”
del cuerpo que se inserta en los huesos.
El movimiento muscular se produce cuando se transfiere la energía química de las moléculas de
nutrientes a los filamentos proteicos de cada fibra muscular y posteriormente se convierte en
energía mecánica que trata de acortar (contraer) el músculo. Conforme se contraen las fibras
musculares tiran de los huesos en los que se insertan y de este modo generan el movimiento
corporal (aparato locomotor)
Los movimientos causados por la contracción del músculo esquelético varían en complejidad
desde el parpadeo de un ojo hasta los ejercicios coordinados y fluidos de un deportista bien
entrenado.
9.1. Tejido muscular
9.2. Estructura del músculo esquelético
9.2.1. ÓRGANOS MUSCULARES
9.2.2. ESTRUCTURA MICROSCÓPICA Y FUNCIÓN
9.3. Funciones del músculo esquelético 9.3.1. MOVIMIENTO 9.3.2. POSTURA O TONO MUSCULAR 9.3.3. PRODUCCIÓN DE CALOR 9.3.4. FATIGA
9.4. Unidad Motora
9.5. Estímulo muscular
9.6. Tipos de contracción del músculo esquelético 9.6.1. CONTRACCIONES ESPASMÓDICA Y TETÁNICA 9.6.2. CONTRACCIÓN ISOTÓNICA 9.6.3. CONTRACCIÓN ISOMÉTRICA
9.7. Efectos del ejercicio sobre los músculos esqueléticos
9.8. Movimientos producidos por las contracciones del músculo esquelético
9.8.1. Flexión y extensión
9.8.2. Abducción y aducción
9.8.3. Rotación y circunducción
9.8.4. Supinación y pronación
9.8.5. Flexión dorsal y flexión plantar
9.8.6. Inversión y eversión
9.9. Grupos musculares esqueléticos
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9.9.1. Músculos de la cabeza y el cuello
9.9.2. Músculos de la espalda
9.9.3. Músculos que mueven las extremidades superiores
9.9.4. Músculos que mueven las extremidades inferiores
9.1. Tejido muscular
Las células musculares están especializadas para producir los movimientos corporales. Poseen
mayor grado de contractilidad (capacidad de acortarse o contraerse) que cualquier otra célula.
Por desgracia, las células musculares lesionadas curan con lentitud y muchas veces son
sustituidas por tejido cicatricial cuando se sufren
lesiones.
Existen tres clases de tejido muscular: esquelético,
cardíaco y liso.
Los tres tipos de fibras musculares (esqueléticas,
cardíacas y lisas) se especializan en la contracción o
acortamiento.
a) Tejido muscular esquelético. Vistas al
microscopio, las células filiformes y cilíndricas del
músculo esquelético forman fascículos. Se
caracterizan por tener muchas estriaciones
transversales y múltiples núcleos.
Cada una de estas fibras es una célula muscular o,
como se le suele denominar, una fibra muscular. Este tipo de tejido muscular tiene tres nombres:
músculo esquelético, porque se inserta en los huesos; músculo estriado, por las estriaciones
transversales; y músculo voluntario, porque sus contracciones pueden ser controladas
voluntariamente. Todos los movimientos que hacemos están producidos por contracciones de las
fibras musculares esqueléticas.
b) Tejido muscular cardíaco. El músculo cardíaco forma las paredes del corazón, y sus contracciones regulares, aunque involuntarias, producen los latidos cardíacos. Las contracciones de las fibras musculares cardíacas bombean la sangre a través del corazón. Al microscopio óptico las fibras de músculo cardíaco presentan estriaciones (como las del músculo esquelético) y bandas oscuras más gruesas conocidas como discos intercalares, donde entran en contacto las membranas plasmáticas de fibras cardíacas adyacentes. Las fibras musculares cardíacas se ramifican y conectan con otras fibras cardíacas distintas, esto permite que el tejido se contraiga como una unidad y aumenta la eficacia del bombeo de sangre. c) Tejido muscular liso. Las fibras musculares lisas son más estrechas en los extremos y tienen un solo núcleo. En ocasiones se denominan fibras musculares no estriadas, porque carecen de bandas o estrías transversales. Dichas células presentan un
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aspecto liso al microscopio. Este músculo se conoce como involuntario, ya que normalmente no es posible controlar sus contracciones. El músculo liso o involuntario constituye una parte importante de las paredes de los vasos sanguíneos y de muchos órganos internos (vísceras) huecos, como el intestino, la uretra y los uréteres. Debido a su presencia en numerosas vísceras, a veces se conoce como músculo visceral. Aunque no es posible controlar voluntariamente la contracción del músculo liso, sus contracciones están muy reguladas, lo que permite que los alimentos avancen de una manera eficiente a lo largo del tubo digestivo, la orina por los uréteres hasta la vejiga o ayudan a bombear la sangre a través de nuestros vasos sanguíneos.
9.2. Estructura del músculo esquelético
9.2.1. ÓRGANOS MUSCULARES
Un músculo esquelético es un órgano formado principalmente por fibras musculares esqueléticas
y tejido conjuntivo. El tejido conjuntivo fibroso rodea cada fibra muscular individual, después
envuelve grupos de fibras musculares denominados fascículos y, a continuación, forma un
“envoltorio” alrededor de todo el órgano muscular. La fascia es el tejido conjuntivo laxo, la parte
más externa de los órganos musculares que forma un “material de empaquetado” pegajoso y
flexible entre músculos, huesos y piel.
La mayoría de los músculos esqueléticos se insertan en dos huesos que tienen una articulación
móvil entre ellos. En otras palabras, la mayor parte de los músculos se extiende desde un hueso
hasta otro a través de una articulación. Además, uno de los dos huesos suele permanecer más
fijo que el otro durante un determinado movimiento. La conexión del músculo con el hueso más
fijo se conoce como su origen, y la conexión con el hueso más móvil se denomina inserción del
músculo. El resto del músculo (todo él excepto los dos extremos) es el cuerpo.
Los tendones anclan los músculos a los huesos con firmeza y están formados por tejido
conjuntivo fibroso denso que se extiende desde los “envoltorios” musculares descritos antes. Los
tendones en forma de cuerdas gruesas o de láminas anchas tienen gran resistencia, no se
desgarran ni se arrancan de los huesos con facilidad. A pesar de todo, se producen muchas
lesiones tendinosas.
Entre algunos tendones y los huesos subyacentes se encuentran
pequeños sacos de tejido conjuntivo llenos de líquido, conocidos
como bolsas, y tapizados por una membrana sinovial. La
membrana sinovial secreta un líquido lubricante, líquido
sinovial, que llena la bolsa. Como una almohadilla pequeña y
flexible, la bolsa facilita el deslizamiento del tendón sobre el
hueso cuando se acorta el músculo.
9.2.2. ESTRUCTURA MICROSCÓPICA Y FUNCIÓN
https://youtu.be/DwncW3Q1z7w (contracción muscular)
El tejido muscular esquelético consiste en células contráctiles alargadas, o fibras
musculares, que parecen cilindros largos afilados por los extremos. Sus envoltorios de tejido
conjuntivo flexible las mantienen juntas en grupos paralelos, permitiendo así que las fibras
musculares tiren juntas en la misma dirección como un equipo.
Cada fibra muscular esquelética tiene una estructura de citoesqueleto propia. El armazón interno
de la fibra está organizado en muchos cilindros largos, cada uno de los cuales está formado por
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dos tipos de microfilamentos, denominados miofilamentos gruesos y finos. Los gruesos están
formados por una proteína denominada miosina, y los finos lo están principalmente por la
proteína actina.
Cada molécula de miosina con forma de eje tiene una “cabeza” que sobresale hacia las
moléculas de actina. Durante la contracción, las cabezas de miosina se conectan con los
filamentos finos de actina.
La unidad contráctil o funcional básica del músculo esquelético se llama sarcómero. Un
sarcómero está formado por un gran número de filamentos gruesos y finos dispuestos de modo
que, al microscopio, se observan estriaciones transversales oscuras y claras. Las unidades
repetidas o sarcómeros están separadas unas de otras por bandas oscuras llamadas líneas Z o
discos Z. Aunque el sarcómero que se indica en la figura A está en situación relajada, los
miofilamentos finos y gruesos (actina y miosina), paralelos entre sí, aparecen algo superpuestos.
La contracción del músculo hace que los dos tipos de miofilamentos se deslicen el uno sobre el
otro y acorten el sarcómero y, por tanto, el músculo completo. Cuando el músculo se relaja, los
sarcómeros recuperan la longitud de reposo y los filamentos vuelven a adoptar las posiciones
iniciales.
A/ Estructura del músculo esquelético. Cada músculo contiene muchas
fibras musculares y cada fibra muchos haces de filamentos gruesos y finos.
El esquema ampliado muestra los filamentos gruesos y finos superpuestos,
que forman segmentos adyacentes conocidos como sarcómeros.
El modelo de filamentos deslizantes proporciona una
explicación sobre la contracción del
músculo esquelético. De acuerdo con
este modelo, durante la contracción, los
miofilamentos gruesos y finos de una fibra
muscular primero se unen unos con otros
mediante la formación de puentes, que
después actúan como palancas para
hacer que los miofilamentos se superpongan entre sí.
Los puentes de conexión entre los filamentos se forman sólo en presencia de calcio. Durante el
estado relajado, los iones calcio (Ca++) están almacenados en el retículo endoplasmático liso
(REL) de la célula muscular. Cuando una señal nerviosa estimula la fibra muscular el REL suelta
Ca++ al citoplasma, estos iones se unen a unas proteínas de bloqueo permitiendo así que la
actina interaccione con la miosina. Las cabezas de miosina se conectan con la actina, tiran,
sueltan y vuelven a tirar. Estos movimientos de las cabezas de miosina tiran de los filamentos de
actina hacia el centro del sarcómero, produciendo así la contracción muscular.
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El proceso de
contracción de una
célula muscular
también necesita
energía. La energía
debe transferirse a las
cabezas de miosina por
moléculas de adenosín
trifosfato (ATP), las
moléculas de
transferencia de
energía de la célula. El
ATP se forma a partir
de la energía
proporcionada por la
glucosa y otros
nutrientes, en un
proceso que requiere
oxígeno, por eso
muchos músculos
tienen un consumo
elevado de oxígeno.
Para complementar el
oxígeno transportado a
las fibras musculares por la hemoglobina de la sangre, las fibras musculares contienen
mioglobina, un pigmento rojo similar a la hemoglobina que almacena oxígeno.
B/ Durante la contracción, los filamentos finos son empujados hacia el centro de cada sarcómero y acortan al
músculo en conjunto.
C/ Esta micrografía electrónica muestra los filamentos gruesos y
finos superpuestos dentro de cada sarcómero que crean un patrón
de estriaciones.
REPASO RÁPIDO
1. ¿Cuáles son los tres principales tipos de tejido muscular? ¿En qué se diferencian? 2. ¿Qué es el origen de un músculo? ¿Y su inserción? 3. ¿Cómo aportan los miofilamentos del músculo el mecanismo del movimiento?
9.3. Funciones del músculo esquelético
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Las tres funciones principales del sistema muscular son: 1. Movimiento 2. Postura o tono muscular 3. Producción de calor
9.3.1. MOVIMIENTO Los músculos mueven los huesos tirando de ellos. Como la longitud de un músculo esquelético disminuye cuando se contraen sus fibras, acerca los huesos en los que se inserta. En general, solo se mueve el hueso de inserción hacia el hueso de origen, que permanece fijo. De esta manera los músculos producen los movimientos corporales. Aunque el acortamiento del músculo es el principal ejemplo de la acción muscular, es importante recordar que los músculos también pueden generar tensión al extenderse, esto sucede cuando se aplica una fuerza que tiende a tirar de su inserción y tiende a alejarla del origen (por ejemplo, si se baja un peso desde el hombro, los músculos del brazo producirán tensión al alargarse permitiendo bajar el peso con suavidad). El movimiento muscular voluntario es normalmente uniforme, sin espasmos ni oscilaciones, ya que los músculos esqueléticos suelen trabajar en grupos coordinados, no aislados. Para producir casi cualquier movimiento que podamos imaginar, varios músculos se contraen y otros se relajan. Entre todos los músculos que se contraen simultáneamente, el responsable principal de un movimiento particular se conoce como agonista principal para ese movimiento. Los otros músculos que ayudan a producir el movimiento se llaman sinérgicos. Cuando se contraen el agonista principal y los sinérgicos en una articulación, se relajan otros músculos llamados antagonistas. Cuando se contraen los antagonistas, producen el movimiento opuesto al originado por el agonista principal y los sinérgicos.
9.3.2. POSTURA O TONO MUSCULAR
La postura corporal se puede mantener gracias a un tipo especial de contracción del músculo esquelético, llamada tono muscular o contracción tónica. Puesto que el número de fibras musculares que se acortan simultáneamente durante la contracción tónica es relativamente pequeño, el músculo en conjunto no se acorta y no se produce movimiento. En consecuencia, las contracciones tónicas no mueven ninguna parte corporal. Sin embargo, mantienen los músculos en posición. En otras palabras, el tono muscular mantiene la postura. Una buena postura significa que las partes corporales están en las posiciones que más favorecen la función. Esas posiciones equilibran la distribución del peso y por tanto imponen menos carga a los músculos, tendones, ligamentos y huesos. El tono muscular esquelético mantiene la postura al oponerse al efecto de la gravedad. La gravedad tiende a empujar la cabeza y el tronco hacia abajo y adelante, pero el tono de los músculos de la espalda y el cuello tira en sentido contrario lo suficiente para vencer la fuerza de la gravedad y mantener, por tanto, la cabeza y el tronco erguidos. 9.3.3. PRODUCCIÓN DE CALOR La supervivencia y la salud dependen de la capacidad para mantener una temperatura corporal constante. La energía necesaria para producir una contracción muscular se obtiene del ATP. Parte de la energía transferida al ATP y liberada durante una contracción muscular se usa para acortar las fibras musculares. No obstante, gran parte de ella se pierde en forma de calor, este calor nos ayuda a mantener constante la temperatura corporal. Sin embargo, en ocasiones el calor por generación de ATP durante un trabajo muscular intenso puede ser excesivo y tenemos que sudar o quitarnos la ropa para ajustar nuestra temperatura.
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9.3.4. FATIGA Si las células musculares son estimuladas repetidamente sin períodos adecuados de reposo, disminuye la fuerza de la contracción y se produce la fatiga. Si la estimulación continúa, la fuerza de la contracción sigue disminuyendo y el músculo acaba por perder la capacidad de contraerse. Durante el ejercicio disminuyen las reservas de ATP, la formación de más ATP conduce a un consumo rápido de oxígeno y nutrientes, que muchas veces supera la capacidad de la irrigación sanguínea del músculo para sustituirlos. Cuando falta oxígeno, las células musculares emplean un tipo de conversión de energía que no precisa oxígeno (fermentación láctica). Este proceso anaerobio produce ácido láctico, que puede contribuir a la sensación de quemazón muscular durante el ejercicio. El término deuda de oxígeno describe el aumento continuo del metabolismo que debe producirse en una célula para eliminar el exceso de ácido láctico acumulado durante el ejercicio prolongado. De este modo se recuperan las reservas de energía agotadas. La respiración laboriosa después de cesar el ejercicio es necesaria para “pagar la deuda” del oxígeno consumido en el esfuerzo metabólico. El término técnico para la deuda de oxígeno es consumo excesivo de oxígeno tras el ejercicio (COTE), un término que describe de forma más directa lo que sucede después del esfuerzo. El mecanismo de la deuda de oxígeno es un buen ejemplo de homeostasis en acción. El cuerpo recupera las reservas de energía y de oxígeno de las células hasta alcanzar los niveles normales en reposo. Existen algunas teorías acerca del fundamento de la mialgia:
• Microroturas de fibras musculares: esta teoría es la más aceptada por la comunidad científica; menciona que el dolor muscular y la inflamación se producen debido al número de microfibras rotas durante la práctica del ejercicio. El término microrotura o rotura se puede usar independientemente del daño causado en la fibra.
• Temperatura incrementada localmente en los músculos: esta teoría menciona que durante la práctica del ejercicio el músculo se calienta y en algunas zonas se producen «microlesiones». Posee cierta similitud con la teoría de las microroturas musculares y la comunidad científica está pendiente de más investigaciones al respecto.
• Acumulación de ácido láctico: esta teoría, menciona que el ácido láctico resultante de la actividad metabólica en las células musculares acaba «cristalizando», y es ésta la causa final del dolor muscular, debido a la presencia de estos cristales intersticiales en el músculo. Sin embargo, esta teoría se ha demostrado ser falsa, ya que personas con la enfermedad de McArdle incapaces de producir ácido láctico también experimentan el dolor, el ácido láctico necesita una temperatura de -5º para cristalizarse y nunca se han encontrado cristales de ácido láctico en las biopsias musculares.
REPASO 1. ¿Cuáles son las tres funciones principales del sistema muscular? 2. Cuando un agonista principal se contrae ¿qué hace su antagonista? 3. ¿Cómo se puede definir el término postura? 4. ¿Cómo afecta la función muscular a la temperatura corporal? 5. ¿Qué es la deuda de oxígeno?
9.4. Unidad Motora
El conjunto de una sola neurona motora y las células musculares inervadas por ella se conoce como unidad motora. Para que un músculo pueda contraerse y mover un hueso debe ser estimulado primero por impulsos nerviosos. Muchas células musculares son estimuladas por las fibras de una célula nerviosa llamada neurona motora. El punto de contacto entre la terminación nerviosa y la fibra muscular se conoce como unión neuromuscular. La neurona motora libera sustancias químicas
especializadas, denominadas neurotransmisores, en respuesta al impulso nervioso. Estas
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sustancias químicas generan después una serie de acontecimientos dentro de la célula muscular que conducen a su contracción o acortamiento.
9.5. Estímulo muscular
Una fibra muscular aislada no se contrae hasta que el estímulo aplicado alcanza un cierto nivel de intensidad. El nivel mínimo de estimulación necesario para que la fibra se contraiga se conoce como estímulo umbral. Cuando la fibra muscular es sometida al estímulo umbral se contrae totalmente. Por esa razón se dice que la contracción de las células musculares es un fenómeno del tipo “todo o nada”. Sin embargo, un músculo se compone de muchas fibras musculares controladas por unidades motoras diferentes y con niveles de estímulo umbral distintos. Aunque cada fibra de un músculo responde por completo al estímulo o no lo hace en absoluto, no sucede lo mismo con el conjunto del músculo. Este hecho tiene una importancia capital en la vida diaria. Nos permite levantar una botella de refresco de 1 litro o un peso de 20 kg estimulando el mismo músculo, pero con contracciones de distinta fuerza. Las cargas diferentes activan un número distinto de unidades motoras. Una vez activada, sin embargo, la respuesta de cada fibra es del tipo “todo o nada”.
9.6. Tipos de contracción del músculo esquelético
Además de la contracción TÓNICA especializada que mantiene el tono muscular y la postura,
existen diversos tipos de contracción: espasmódica y tetánica, isotónica e isométrica.
9.6.1. CONTRACCIONES ESPASMÓDICA Y TETÁNICA El espasmo es una respuesta brusca a un estímulo. Este tipo de contracción tiene una relevancia mínima en la actividad muscular normal. Para producir los movimientos musculares necesarios en la mayoría de las tareas de la vida diaria, los músculos no deben contraerse de forma espasmódica, sino de un modo uniforme y progresivo. Ej: espasmo esofágico, cólico menstrual, retortijón intestino. La contracción tetánica es una respuesta más persistente que el espasmo. Se produce mediante una serie de estímulos que bombardean el músculo en sucesión rápida. Las contracciones sucesivas producen una contracción mantenida o tétanos. Alrededor de 30 estímulos por segundo provocan una contracción tetánica en ciertos músculos esqueléticos. Normalmente no todas las fibras musculares responden al mismo tiempo. La mayor parte de las veces, sólo unos pocos grupos de fibras musculares están contraídas al mismo tiempo. Ej: calambres. 9.6.2. CONTRACCIÓN ISOTÓNICA La contracción isotónica del músculo suele producir movimiento de una articulación. Con este tipo de contracción, el músculo cambia de longitud y la inserción se mueve en relación al origen. Hay dos tipos de contracción isotónica. Una es la contracción concéntrica, en la que el músculo se acorta. La otra es la contracción excéntrica, en la que el músculo se alarga, pero sigue generando trabajo. Por ejemplo, levantar un libro requiere una contracción concéntrica del músculo bíceps que flexiona el codo. Bajar el libro lentamente y con seguridad requiere una contracción excéntrica del músculo bíceps. Por tanto, lo que llamamos “contracción” muscular realmente es cualquier tracción del músculo con o sin acortamiento. Andar, correr, respirar, levantar, girar y la mayoría de los movimientos del cuerpo son ejemplos de contracciones isotónicas.
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9.6.3. CONTRACCIÓN ISOMÉTRICA La contracción de un músculo esquelético no siempre produce
movimiento. A veces aumenta la tensión dentro del músculo, pero sin
que éste cambie de longitud. Cuando el músculo se contrae y no se
produce movimiento, la contracción se conoce como contracción
isométrica. En otras palabras, la longitud del músculo es
aproximadamente igual durante la contracción isométrica que durante
la relajación. Aunque los músculos no se acortan (y, por tanto, no se
produce movimiento) durante las contracciones isométricas, sí
aumenta la tensión en su interior. Por esta causa, las contracciones
isométricas repetidas hacen que los músculos se desarrollen y
fortalezcan, lo que explica la popularidad del ejercicio isométrico en
tiempos recientes. Empujar contra una pared proporciona un buen
ejemplo de ejercicio isométrico.
9.7. Efectos del ejercicio sobre los músculos esqueléticos
El ejercicio regular y correctamente practicado mejora mucho el tono muscular, la postura y la
capacidad funcional del corazón y los pulmones y aumenta la resistencia a la fatiga y la sensación
de bienestar, además de proporcionar un mejor aspecto físico. Los músculos esqueléticos
experimentan cambios en función de la cantidad de trabajo que realizan normalmente. Durante la
inactividad prolongada disminuye la masa muscular, una condición llamada atrofia por desuso.
El ejercicio, por otra parte, puede causar aumento del tamaño muscular, lo que se conoce como
hipertrofia. La hipertrofia muscular se puede potenciar mediante el entrenamiento de fuerza,
que conlleva la contracción de los músculos contra resistencias grandes. El ejercicio isométrico y
el levantamiento de pesas (isotónico) son dos formas comunes de entrenamiento de fuerza. Este
tipo de entrenamiento consigue aumentar el número de miofilamentos que se hallan presentes en
cada fibra muscular. Aunque el número de fibras musculares permanece constante, el mayor
número de miofilamentos aumenta mucho la masa del músculo
El entrenamiento de resistencia, llamado con frecuencia entrenamiento aeróbico, no suele
producir hipertrofia muscular. Por el contrario, este tipo de ejercicio aumenta la capacidad del
músculo para realizar un trabajo moderado durante largos períodos de tiempo. Las actividades
aeróbicas, como la carrera, el ciclismo y otros movimientos principalmente isotónicos, aumentan
el número de vasos sanguíneos del músculo sin incrementar significativamente su tamaño. El
mayor flujo de sangre permite un suministro más eficaz de oxígeno y glucosa a las fibras
musculares durante el ejercicio. El entrenamiento aeróbico provoca además un aumento del
número de mitocondrias en las fibras musculares. Eso hace posible la producción de más ATP
como fuente de energía rápida.
REPASO 1. ¿Qué es una unidad motora? 2. ¿Cómo consigue el músculo generar distintos grados de fuerza? 3. ¿Cuál es la diferencia entre las contracciones musculares isotónicas e isométricas? 4. ¿Cómo afecta el entrenamiento de fuerza a los músculos de una persona?
9.8. Movimientos producidos por las contracciones del músculo esquelético
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Los tipos de movimiento que pueden producir la contracción muscular en una articulación
dependen en gran parte de la forma de los huesos participantes y del tipo de articulación. Los
músculos que actúan sobre algunas articulaciones producen movimientos en varias direcciones,
mientras que otras articulaciones solo permiten movimientos limitados. Los términos utilizados
con más frecuencia para describir los movimientos corporales son:
1. Flexión y extensión
2. Abducción y aducción
3. Rotación y circunducción
4. Supinación y pronación
5. Flexión dorsal y flexión plantar
6. Inversión y eversión
9.8.1. Flexión y extensión
La flexión es un movimiento que disminuye el ángulo formado por dos huesos en su articulación
comparado con el que formaban al principio del movimiento. La mayor parte de las flexiones se
describen como “doblar”. Los movimientos de extensión son los opuestos a los de flexión,
aumentan el ángulo formado por dos huesos en su articulación antes del movimiento. Por tanto se
trata de movimientos de estiramiento.
Flexión y extensión del antebrazo. A y B.
Durante la flexión del antebrazo en el codo
se contrae el bíceps braquial, mientras que
se relaja su antagonista, el tríceps braquial.
B y C. Durante la extensión del antebrazo se
contrae el tríceps braquial y se relaja el
bíceps.
Flexión y extensión de la pierna. A y B.
Durante la flexión de la pierna en la rodilla se
contraen los músculos del hueco poplíteo
(isquiotibiales), mientras que se relajan sus
antagonistas, los músculos del grupo
cuádriceps. B y C. Durante la extensión de la
pierna se relajan los músculos del hueco
poplíteo y se contraen los del grupo
cuádriceps.
9.8.2. Abducción y aducción
La abducción significa separar una parte de la línea media del cuerpo, por
ejemplo, al separar el brazo del costado. La aducción significa acercar una
parte hacia la línea media del cuerpo, por ejemplo, al bajar los brazos desde
una posición elevada hasta los costados.
9.8.3. Rotación y circunducción
La rotación es un movimiento de giro
alrededor de un eje longitudinal. La
cabeza rota al girarla de lado a lado,
por ejemplo, para indican “no”. La
circunducción mueve una parte del cuerpo de modo que
su extremo distal describe un círculo. Por ejemplo, cuando
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un lanzador de béisbol se prepara para lanzar una bola, realiza una circunducción del brazo.
9.8.4. Supinación y pronación
La supinación y la pronación se refieren a los movimientos de la mano
causados por rotación del antebrazo. La supinación consiste en colocar la
palma hacia el frente (como en la posición anatómica), mientras que la
pronación orienta la palma hacia atrás.
9.8.5. Flexión dorsal y flexión plantar
La flexión dorsal y la flexión plantar se refieren a movimientos del
tobillo. En la flexión dorsal se eleva el dorso o parte superior del pie,
con los dedos apuntando hacia arriba. En la flexión plantar se
desplaza hacia abajo la planta del pie, con los dedos apuntando hacia
abajo.
9.8.6. Inversión y eversión
La inversión y la eversión son también movimientos del
tobillo. La inversión mueve el tobillo de forma que la
planta del pie mira hacia la línea media del cuerpo. La
eversión gira el tobillo en dirección opuesta, de forma
que la planta mira hacia la parte lateral del cuerpo.
En la siguiente tabla se agrupan algunos músculos de
acuerdo con su función. Así se podrá comprender, por
ejemplo, que los flexores producen muchos de los
movimientos usados para caminar, sentarse, nadar,
mecanografiar y otras muchas actividades. Los
extensores también actúan en esas mismas
actividades, pero quizá interpreten un papel más
importante en el mantenimiento de la postura erecta.
REPASO
1. Cuando una persona flexiona la rodilla, ¿cómo se realiza este movimiento?
2. ¿Qué sucede cuando una persona abduce el brazo?
3. ¿Cómo se realiza la flexión dorsal del pie?
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9.9. Grupos musculares esqueléticos
9.9.1. MÚSCULOS DE LA CABEZA Y EL CUELLO
Músculos de la cabeza
• Maseteros: utilizados para masticar
• Orbicular de los labios: frunce los labios (músculo del beso)
• Orbicular de los párpados: permiten abrir y cerrar los párpados
• Bucinadores: permiten soplar o silbar
• Cigomático: eleva las comisuras de los labios (músculo de la risa)
Músculos del cuello
• Esternocleidomastoideo: Realiza movimiento de flexión de cabeza, y rotaciones del cuello.
• Esplenio del cuello: permite extender la cabeza hacia atrás.
9.9.2. MÚSCULOS DE LA ESPALDA
• Trapecios: elevan los hombros y mantiene la cabeza en posición vertical
• Romboides: permiten juntas las escápulas
• Paravertebrales: mantienen la postura erguida
9.9.3. MÚSCULOS DEL TRONCO Dispuestos en tres capas en direcciones diferentes. El resultado es una “faja” muscular muy fuerte que protege y soporta la cavidad abdominal y sus órganos internos.
• Oblicuo externo del abdomen: capa externa de la pared abdominal
• Oblicuo interno del abdomen: capa media de la pared abdominal
• Transverso del abdomen: capa interna de la pared abdominal
• Recto del abdomen: línea media. Protege las vísceras y flexiona la columna vertebral
• Intercostales, serratos y diafragma: implicados en la respiración
• Pectorales: permiten cruzar los brazos hacia el lado contrario
• Dorsal: encargado en la extensión del brazo. Si se mantienen los brazos fijos, permite el gesto de trepar.
• A/ Vista anterior que muestra músculos
superficiales
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B/ Vista anterior que muestra músculos más profundos
9.9.4. MÚSCULOS QUE MUEVEN LAS EXTREMIDADES SUPERIORES
• Deltoides: Permite el movimiento en las 3 direcciones del hombro.
• Bíceps braquial: flexiona el antebrazo sobre el brazo
• Tríceps braquial: extiende el antebrazo.
• Pronadores y supinadores: hacer girar la muñeca y la mano.
• Flexores y extensores de los dedos
9.9.5. MÚSCULOS QUE MUEVEN LAS EXTREMIDADES
INFERIORES
• Glúteos: Permiten la extensión de la cadera y la separación de las piernas. Además se encargan de mantener la postura.
• Sartorio: utilizado para cruzar las piernas una sobre otra
• Isquiotibiales: forman la cara posterior del muslo. Permiten la extensión de la pierna y flexionar la rodilla.
• Cuádriceps: encargado de la extensión de la pierna
• Gemelos: utilizados para caminar, ponernos de puntas, etc. Forman el tendón de Aquiles en su inserción en el calcáneo.
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https://youtu.be/x6uoJ-InE7I (National Geographic emprende un viaje fascinante a través del este documental
Viaje al interior del cuerpo Humano, donde descubrirán cómo se desarrolla y transcurre la vida humana día a día)