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  • 8/7/2019 TLC rehenes

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    TLC: LOS REHENES DEL NEOLIBERALISMO

    Cuando la Repblica del Ecuador contemplaba airosa los primeros rayos de sol como

    nacin libre y soberana, un creciente Imperio llenaba sus arcas con la explotacin de

    sus trece estados-colonias, y alrededor de cuarenta estrellas iluminaban el camino del

    pequeo gran vstago britnico para la futura conquista del mundo. Quin pensara,en aquel entonces, que este hijo de la libertad rojiazul pondra en cadenas a sus

    hermanas sudamericanas, y an ms, en calabozos, a las brillantes mentes que se

    atrevieran a contrariarle? Sorprendentemente fueron varias mujeres y hombres, de

    valor excepcional, que desde ese inicio apreciaron la potencia de un imperio que teme

    perder a sus prisioneros. Porqu, si esto sucedi hace ciento setenta y seis aos,

    todava las cadenas opresoras no han sido cortadas? Es acaso que mientras ms

    luchamos, stas ms son ajustadas? Podra ser que las cadenas fsicas han sido

    rotas, pero las cadenas mentales an estn unidas? Parece lo ms coherente, y

    regresando a la poca actual, lo confirmamos con la presente insistencia de firmar un

    supuesto Tratado de Libre Comercio, que oculto tras un acuerdo bilateral entre la

    nacin capital y sus satlites, pretende colocar, ya no cadenas (porque estas han sido

    patentadas), sino lseres y cmaras infrarrojas en nuestras conocidas celdas.

    Un tratado es una resolucin tomada entre los sujetos que intervienen y reciben los

    efectos directos de esa decisin; un Tratado de Libre Comercio (TLC) implica libertad

    en el intercambio de productos, venta de servicios e inversin extranjera. Las

    condiciones de un TLC se resuelven entre dos o ms naciones que van a recibir los

    beneficios y perjuicios de este tratado. Pero siendo tan llamativo a primera vista, Por

    qu una nacin que por aos ha mantenido un dominio total del planeta, desea ahora

    ceder espacios y abrir fronteras? No es fcil la respuesta, simplemente es negativa.

    Estados Unidos, como potencia capitalista, sobrevive gracias a la explotacin de sus

    neo-colonias; pero cuando stas deciden no servir ms al imperio que por aos las ha

    devorado, nace el chantaje y la manipulacin de las decisiones. El capitalismo est encrisis, sus industrias y empresas han manejado tan eficientemente su territorio y

    bienes, que la cantidad de productos que poseen los alimentara durante los prximos

    diez aos. Pero cuando la produccin se degenera en ambicin, se busca

    irremediablemente, la forma de deshacerse de esos excedentes, no sin antes ganar

    un jugoso premio por su solidaridad.

    El TLC entre los pases de Amrica Latina y EEUU nace en 2003 como una propuesta

    imperialista frente al rotundo fracaso del ALCA (rea de Libre Comercio de las

    Amricas), debido a las protestas y posiciones contrarias por grupos de defensa de la

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    soberana latinoamericana. A travs de chantajes, presiones y manipulaciones la OMC

    (Organizacin Mundial de Comercio), dominada por los EEUU, insiste en la firma de

    este tratado con las naciones que somos las ms fervientes servidoras del imperio,

    Ecuador, Colombia, Per y Bolivia; estos somos los Rehenes del Neoliberalismo.

    El Tratado de Libre Comercio, segn lo pinta la OMC, es un acuerdo de ayuda a las

    naciones en desarrollo, a travs de la aplicacin de polticas de apertura de fronteras

    e intercambio de productos y servicios. Pero lo que no seala esta organizacin, es

    que, mientras nuestras fronteras se abren las fronteras estadounidenses son ms

    difciles de alcanzar. No nos ha pasado desapercibida la decisin del Presidente de los

    EEUU George W. Bush de construir un muro en su frontera sur, o de presionar y

    ajustar ms rgidamente las leyes migratorias de su Constitucin. Por qu nos hablan

    de apertura de fronteras, si ellos las cierran tan violentamente?

    Y es que nuestros pases tienen valiosos recursos, que lamentablemente han sido

    tan mal organizados por nuestros pseudo-lderes. Pero cuando una nacin desperdicia

    as sus recursos, aparecen los carroeros, en este caso el buitre ms grande de todos.

    El TLC entre Ecuador y EEUU, contempla la explotacin, produccin y exportacin de

    estos recursos hacia la nacin capital. Lamentablemente, por cada producto que

    nosotros exportemos, tendremos que importar diez ms; y esta necesidad nos la

    cubrira EEUU con el ya mencionado excedente producto de la crisis capitalista por la

    que traviesa el sistema econmico mundial.

    Esto no es el fin, pues adems de esta neo-colonizacin representada por el dominio

    territorial que pretende ejercer el Imperio hacia sus estados satlites, nos presiona

    por otro lado la fallida aplicacin de la frmula Neoliberal. El TLC, como cualquier otra

    estrategia Neoliberal, busca el dominio para los pases menos desarrollados, y su

    esclavitud y servilismo hacia los pases potencia. Acaso no estamos sumidos ya en la

    pobreza como para tener que preocuparnos de competir con el pez grande del

    enorme ocano mundial. Pues no, nuestro pas no es pobre, simplemente ha sido mal

    manejado. Nuestras arcas han sido vaciadas y se ha privilegiado el llenar los bolsillos

    de los lderes en la silla de mandato, que sumar esfuerzos para el desarrollo de la

    nacin.

    Al volver a recordar cuando nuestra nacin daba sus primeros pasos por el rocoso

    suelo de un mundo dominado por el Capitalismo Imperialista, al menos podemos decirque aquel pequeo beb por unos cuantos aos pudo sentirse feliz en los brazos de la

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    madre Tierra, a la que ahora ni siquiera se la recuerda, sino se la explota. Y podemos

    ver adems a ese nio malcriado rojiazul jugando con los bebs que nacan al sur de

    su casa; pero si en ese momento se hubiera corregido al nio malcriado y se hubiera

    alimentado bien a los bebs, no podemos sino decir: Qu mundo es aquel, donde la

    Tierra es de todos, este no lo es!

    Boris Ochoa Tocachi/ Primero A Civil