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Tornillo de Arquímedes Es una máquina gravimétrica helicoidal que se utiliza para elevación de agua, harina, cereal o material excavado. Fue inventado en el siglo III a. C. por Arquímedes , del que recibe su nombre. Historia Recibe su nombre porque, según nos cuenta la historia, fue ideado en el siglo III a. C. por el famoso matemático e inventor griego, Arquímedes de Siracusa, a quien también debemos el Principio de Arquímedes. Sin embargo, hay algunas hipótesis que plantean que el tornillo sin fin ya era utilizado con anterioridad en el Antiguo Egipto y que el inventor griego lo vio en uno de sus viajes a la tierra de los faraones. Función Esta maquina permite elevar las aguas para regar ciertas zonas donde no llegaba la crecida de los ríos debido a la pendiente. Para ello se emplea un tornillo encajado en un cilindro, con un extremo con una manivela y otro dentro del líquido. Al girar el mecanismo, el agua va ascendiendo por el tornillo hasta salir por el extremo opuesto; pero actualmente además de la elevación de agua también se utiliza para mover granos de cereales en los molinos y materiales de construcción en las minas. Tornillo de Arquímedes Entre los numerosos inventos de Arquímedes también es destacable el tornillo sin fin, que originariamente fue utilizado como sistema para sacar agua de la sentina de los barcos, y posteriormente como sistema para elevar agua, harina o grano. Este sistema sigue siendo en la actualidad utilizado en múltiples ingenios y maquinarias como las bombas de tornillo sin fin para el desplazamiento de sólidos y líquidos, especialmente para sustancias viscosas como por ejemplo en el trasvase de grandes cantidades de pastas y cremas en la industria farmacéutica.

Tornillo de arquímedes

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Tornillo de Arquímedes

Es una máquina gravimétrica helicoidal que se utiliza  para elevación de agua, harina, cereal o material excavado.  Fue inventado en el siglo III a. C. por Arquímedes, del que recibe su nombre.

Historia

Recibe su nombre porque, según nos cuenta la historia, fue ideado en el siglo III a. C. por el famoso matemático e inventor griego, Arquímedes de Siracusa, a quien también debemos el Principio de Arquímedes. Sin embargo, hay algunas hipótesis que plantean que el tornillo sin fin ya era utilizado con anterioridad en el Antiguo Egipto y que el inventor griego lo vio en uno de sus viajes a la tierra de los faraones.

Función

Esta maquina permite elevar las aguas para regar ciertas zonas donde no llegaba la crecida de los ríos debido a la pendiente. Para ello se emplea un tornillo encajado en un cilindro, con un extremo con una manivela y otro dentro del líquido. Al girar el mecanismo, el agua va ascendiendo por el tornillo hasta salir por el extremo opuesto; pero actualmente además de la elevación de agua también se utiliza para mover granos de cereales en los molinos y materiales de construcción en las minas.

Tornillo de Arquímedes

Entre los numerosos inventos de Arquímedes también es destacable el tornillo sin fin, que originariamente fue utilizado como sistema para sacar agua de la sentina de los barcos, y posteriormente como sistema para elevar agua, harina o grano. Este sistema sigue siendo en la actualidad utilizado en múltiples ingenios y maquinarias como las bombas de tornillo sin fin para el desplazamiento de sólidos y líquidos, especialmente para sustancias viscosas como por ejemplo en el trasvase de grandes cantidades de pastas y cremas en la industria farmacéutica.