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Presupuestos como base de una buena valoración

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12 noviembre 2015

ECONOMÍA

Estamos ya en el último trimestre del año, próxi-mos a iniciar un nuevo ejercicio económico el cual se pronostica como un año difícil para la economía ecuatoriana, razón por la cual debemos esforzarnos debidamente para realizar un apropiado presupuesto y proyecciones financieras que nos marquen la hoja de ruta a seguir para la supervivencia financiera y/o crecimiento empresarial.

POR: ING. FERNANDO ROMERODocente del área de Finanzas y Contabilidad de [email protected]

Presupuestos como base de una buena Valoración

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13noviembre 2015

“A la hora de hacer un presupuesto, no debemos limitarnos a una simple proyección de ingresos y gastos.”

En mis artículos anteriores sobre Valoración de Empresas, he mencionado que se necesitan tres elementos fundamentales

para estimar el rango de valores de una empresa: el flujo de efectivo adecua-do, la tasa de descuento adecuada y un valor terminal de flujos futuros, que bien pudiera ser una perpetuidad o un valor de liquidación de la empresa. Y en mi artículo anterior analicé sobre cómo los factores económicos pueden afectar positiva o negativamente a ta-les elementos.

Ahora deseo concentrarme en el primer elemento fundamental para una buena valoración, esto es el hacer una adecuada estimación de flujos de efectivo futuros. Y el estimar flujos futu-ros va de la mano con una buena prác-tica que tienen la mayoría de empresas en el medio: la elaboración de presu-puestos y proyecciones. Estamos ya en el último trimestre del año, próximos a iniciar un nuevo ejercicio económico el cual se pronostica como un año difícil para la economía ecuatoriana, razón por la cual debemos esforzarnos de-bidamente para realizar un apropiado presupuesto y proyecciones financie-ras que nos marquen la hoja de ruta a seguir para la supervivencia financiera y/o crecimiento empresarial.

Sin embargo, debemos tener pre-sente que realizar un presupuesto no es solamente estimar si tendremos o no utilidades el próximo año; es de-cir, a la hora de hacer un presupuesto, no debemos limitarnos a una simple proyección de ingresos y gastos. De-bemos también estimar cuánto será nuestra inversión en activos corrientes, lo cual va de la mano con qué tipo de políticas adoptaremos sobre plazos de crédito sobre ventas y cobros a clien-tes, pagos a proveedores, compras e importaciones de mercaderías o mate-rias primas, uso de créditos tributarios, entre otros aspectos.

Debemos también definir cuál será nuestra política y cronograma de inver-siones en activos no corrientes y cuál será el financiamiento requerido para cubrir la inversión real (inversión en activos no corrientes más inversión en

necesidades operativas de fondos) y la composición de tal financiamiento, en-tre recursos ajenos negociados (como los créditos bancarios) y los recursos propios (aportes de capital o retención de utilidades). Con todos los compo-nentes antes mencionados, estamos en capacidad de determinar cuáles se-rán los flujos de efectivo entrantes y sa-lientes que generará nuestra empresa.

Debemos tener presente que, toda empresa genera flujos de efectivo en-trantes y salientes por tres tipos de actividades: las actividades de opera-ción, es decir las actividades del día a día y que financieramente se reflejan en las variaciones de activos y pasivos corrientes; las actividades de inversión, en referencia a las adquisiciones o ena-jenaciones de activos de larga dura-ción; y las actividades de financiación, que están relacionadas a los ingresos y egresos de efectivo por contrataciones y amortizaciones de deudas junto con pagos de intereses, y movimientos pa-trimoniales como los aportes y retiros de capital en efectivo junto con pagos de dividendos a accionistas.

Una vez armado nuestro presu-puesto y proyecciones de resultados, inversiones y financiamiento, estamos en capacidad de estimar los flujos de efectivo por las actividades de ope-ración, inversión y financiación de la empresa. Una vez hallados estos tres flujos, la suma de todos estos flujos nos dará como resultado la variación de los saldos de efectivo de la empre-sa y, si acumulamos tales variaciones, tendremos como resultado la pro-yección de saldos de efectivo con los que contará la empresa a futuro. Pero adicionalmente, si hemos hecho un adecuado trabajo de elaboración de presupuestos y proyecciones, obten-dremos también al final el primero de los elementos para realizar la valora-ción de nuestra empresa, es decir, los flujos de efectivo apropiados. Pero, ¿cuál flujo de efectivo, de los tres an-tes mencionados, se debe utilizar para la valoración?

Según la teoría financiera, existen cuatro tipos de flujos de efectivo o flu-jos de caja: 1) un flujo de caja ‘libre’ del

efecto de las deudas sobre la utilidad, esto es el escudo fiscal; 2) un flujo de las variaciones del escudo fiscal; 3) un flujo producido por las deudas con-tratadas, esto es el flujo de caja de la deuda; y 4) un flujo producido por los movimientos patrimoniales, esto es el flujo de caja del patrimonio. Dado que estos flujos son calculados a par-tir de información financiera elaborada bajo el principio de ‘partida doble’, la suma de los dos primeros flujos debe ser igual a la suma de los dos últimos flujos. Y esta suma de flujos constituye en sí misma un quinto flujo, conocido como el flujo de caja del capital.

Si realizamos bien nuestro presu-puesto de flujo de efectivo, tendremos que nuestro flujo de actividades de financiación será igual a este quinto flujo que es el flujo de caja del capi-tal, por cuanto el flujo de actividades de financiación se compone de los flujos de deuda y flujos de patrimonio, que son los flujos de caja 3 y 4 que se mencionan en la literatura financiera. Por ende, el flujo de actividades de fi-nanciación o flujo de caja del capital, es el flujo que tomaremos para realizar nuestra valoración. Claro está, también se puede realizar valoraciones a partir de los demás flujos, pero esas son vías más complicadas. La forma más senci-lla de hacer una valoración, es a par-tir de este quinto flujo que lo encon-tramos en nuestras proyecciones de flujos de efectivo. Con esto tenemos el primer elemento necesario para la valoración. En los próximos artículos explicaré cómo obtener los otros dos elementos.