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El bombero para estas horas ya salió de su casa. Sigue la línea sin saber dónde termina. Camina con el pie derecho a un costado de ella y con el izquierdo del otro lado. Si en algún momento la raya del suelo decidiera levan-tarse, le pegaría en la entrepier-na y así el bombero no lograría llegar a su destino y mucho me-nos sacar eso que le oprime el pecho y a veces el estómago.Tratando de evadir ese sen-timiento se atreve a jugar con la raya en el suelo, precavido, pero produciendo adrenalina solamente de saber lo arries-gado que es jugar con las líneas derechas. Sin perderla de vista brinca de un lado a otro, ten-tándola justamente a levan-tarse. Después de dos brincos a la derecha y cinco a la izqui-erda se da cuenta (sorprendido, aunque sin abrir la boca) que la rectitud no lo toma en cuenta, pero lo sigue guiando a donde debe llegar.

El bombero le sonríe, empieza a tomarle cariño a tan delgado personaje. Al levan-tar la cabeza después de continuar unos metros más, se da cuenta de que hace una cuadra que se pasó el edificio a donde se dirigía desde un principio. Al regresar su vista al suelo la raya en el concreto lo convidó a seguir caminando. En tono de despido se agachó a acariciarla y fue así como las lle-mas de sus dedos pudieron sentir la textura de su nueva amiga. Al entrar en contacto con ella olvidó a dónde quería llegar origi-nalmente (aunque el sentimiento seguía latente en su pecho ¿o en su vientre?...sólo él sabe). Fue entonces cuando a la mitad de la calle decidió acostarse, del lado izqui-erdo de la línea, para mirarla de frente. De lado apenas y se diferenciaba del gris pavi-mento. Intentó seguirla con la vista, ahora acostándose sobre ella. no logró más que ver una línea infinita que descansaba ex-actamente a la mitad de un paisaje horizon-tal. Seguirla les obligaría a conocer nuevas personas que también se sintieran atraídos a ella, seguirla sería emprender un recorrido desconocido, pero imaginario. Seguirla sería comenzar un movimiento horizontal que le parecía más atractivo que caminar una cuadra hacia atrás donde ya sabía qué era lo que le esperaba dentro del edificio…

DE RAYAS EN EL CONCRETOPor: Geogirna Hugues Montaño

Inspiraciones, sueños y sucesos ficticios, venideros de un mundo irreal o de experiencias. Las sensaciones y las negri-tas que todos vomitamos, extraño cuando es por primera vez, pues como seres humanos repetimos lo que sabe-mos y sabemos el recuerdo de lo que escuchamos o leemos, letras ajenas de las que nos ap-ropiamos.

Para eso se encuentran las aquí expuestas, para que las tomes con las manos y las introduz-cas en tu boca, masticándolas, haciéndolas bombas como si se tratara de una goma de mascar, escupiéndolas cada vez que lo sientas apropiado, repitiéndolas a cada oreja que creas interesa-da o incluso guardándotelas en el cajón más oscuro de tu men-te, donde las sientas más segu-ras, pues tampoco es obligatorio esparcirlas. Letras re-usables para los fines que sean necesarios.

l e t r a s r e c i c l a b l e s

Hoy en día no es tan fácil de-

saparecer opositores a un go-

bierno, ni asesinar a cientos de

jóvenes en una plaza pública;

tampoco la gente cree al 100%

lo que dicen los noticieros de la

noche, ni lo que se pública en

lo periódicos. Hoy en día a la

gente simplemente no le inte-

resa nada, pero tengo que ser

honesta; actualmente gozamos

de una libertad de expresión

muy diferente a la que existía.

Ahora todos podemos dar nues-

tra opinión con respecto a si el

gobierno esta haciendo las co-

sas, hemos llegado al grado de

que los periodistas de mofan de

cualquier político sin el temor de

ser censurados.

Lamentablemente este poder

que ahora tienen los medios es

un arma de dos filos, no sola-

mente nos muestran lo que ellos

quieren, si no que han cerrado las

oportunidades a nuevas ideas,

proyectos y talentos que no pu-

eden entrar a innovar debido a

que la formula que se maneja

actualmente (de seguir con lo

mismo). Entonces la libertad de

decir lo que pensamos no sólo

es absorbida y modificada por

los medios, también la represión

policíaca y política han dado

un giro para que uno como ciu-

dadano no pueda ser capaz de

expresar lo que siente. Mientras

que en lo político se envuelven

de tramites burocráticos para

que sea casi imposible hacer ac-

ción legal ante la injustitas, en las

calles es sometida toda acción

con fines de expresión buscando

en la mayoría de los casos (por

parte del poder judicial) ame-

drentar a los activistas, para que

así ellos puedan responder con

la fuerza, sin ningún temor de

ser acusados por derechos hu-

manos (que ese es otro tema a

tratar).

Este México que vivimos día a día

está lleno de contradicciones

mientras que en algunos países

está prohibido contradecir al go-

bierno, en nuestro país no sólo

nos burlamos de él, sino que so-

mos tan capaces de no hacer

nada y seguimos permitiendo

miles de atrocidades a nuestra

propia patria. Seguimos crey-

endo el cuento que vemos tras

una pantalla que se hace rica

con nuestra estupidez y segui-

mos creyendo que somos afortu-

nados porque hay un mexicano

entre los más ricos del mundo,

cuando él es uno de los más ex-

plotadores y exigentes dueños

que existen. Debido a que se

beneficia con el trabajo de miles

de personas que ganan miserias.

El único problema que le veo a

la libertad de expresión es que

todos podemos decir lo que

queramos, pero existen pocos

que reciban la información….

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Por: Gaby.

l e t r a s r e c i c l a b l e s

¡Fuego!, se escuchó a lo lejos. Lo que había comenzado como una simple riña por un espacio territorial se convirtió en una guerra sangrienta y despiadada que ninguno de los dos bandos se permitiría perder. Cientos de ar-queros lanzaban sus flechas con fuego, iluminando el cielo negro de aquella noche; mientras que los caballeros peleaban valero-samente con espada firme y los calderos eran vertidos sobre el enemigo. La batalla parecía no tener fin, el castillo real cada vez se encontraba más dañado y los caballeros sin fuerzas para con-tinuar con la lucha. Un rostro ex-hausto y abatido se dejaba ver en las caras de cientos de hom-bres y mujeres que deseaban con ansias dar fin a la batalla. Las horas corrían como el agua de un río caudaloso y la esperan-za comenzaba a adormecerse. De pronto, cuando la batalla parecía ya perdida, un impo-nente dragón se posó sobre la cúspide del castillo agitando sus alas y exhalando fuego. La población corrió despavorida tratando de huir de las llamas mientras que el colosal dragón volaba sobre el territorio. El enorme animal cada vez agita-ba con mayor fuerza sus alas di-giriéndose más allá de los inmen-sos árboles y mucho más allá de las montañas ocultándose tras el oscuro horizonte y la radiante luna. Para los enemigos del sur esto no significó nada, simple-

mente les permitió regresar a sus filas para continuar con la lucha; mientras que para los pobladores del lugar fue el brío que necesitaban para de nuevo tomar las armas y recuperar lo que les pertenecía. El relinchido de un caballo fue la señal para que la batalla se reanudara en su máximo esplendor contem-plándose un campo de batalla firme ante la adversidad. El frío se hizo presente y con ello una fuerte ráfaga trajo consigo un torrencial. La visibilidad era nula, no se lograba distinguir nada, todo parecía desvanec-erse en un abrir y cerrar de ojos. Enseguida se escuchó una voz languideciente que decía “ya casi llegamos”, en ese instan-te parpadeé rápidamente, la batalla había desaparecido, simplemente quedaban las nubes que me acompañaron en todo el viaje mientras que me encontraba absorta recostada en la ventana trasera del carro. Todo el camino de regreso a casa me la pasé pensando en por qué cuando somos niños y la imaginación forma parte de nuestras vidas, conforme va-mos creciendo la escondemos y muchas veces la borramos. Tenía años que no vivía una ex-periencia como ésta, en la que el corazón se acelera y piensas que vives la experiencia más fantástica y emocionante de tu vida, y bueno ¿qué sería un libro sin la imaginación? se reduciría a un conjunto de hojas de papel impresas.

Comúnmente la imaginación es asociada a los niños, pero ésta no tiene límite de edad ni mucho menos de creatividad; con la imagi-nación experimentas imágenes sin ningún estímulo visual del mundo exterior que las genere, muchas veces estas realidades e ilusiones no siempre concuerdan con la realidad.El poder de la imaginación nos teletransporta a lugares y situaciones que sólo las podemos encontrar en nuestra cabeza. La imaginación es libertad de hacer, crear, expresar y dotar. Desde la más remota antigüedad se le consideró uno de los pro-cesos cognitivos más básicos, al punto que el filósofo Aristóteles la definía como el mecanismo principal del juicio y la memoria.Los escritores utilizan el poder de su imaginación como fuente prin-cipal y como bien decía Julio Verne, “Si un hombre se imagina una cosa, otro la tornará en realidad”. Y así es; recuerdo imaginándome las “Batallas Gamborimbas”, a “Frankenstein”, o bien a “La Fragata Abraham Lincoln” persiguiendo un calamar gigante en las profun-didades del mar. Estas abstracciones hacen que uno juegue con la realidad y la fantasía, y nos coloque en un punto fuera de lo racional. Benjamín Jarnés, un conocido escritor español, afirmaba que “la imaginación nunca se sacia, tiene por cárcel todo el universo”, esto me lleva a reflexionar y preguntarte, ¿Cuál es tu universo?

VALVULA DE ESCAPEPor: Milagros Várguez Ramírez

DIFERENTES O IGUALES

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el espacio para e l ro l lo de nuest ra quer ida c iudad

Sección dedicada a ciertos difuntos, los pasados y

los venideros. Su existencia es con el fin de crear más

conciencia de la que ya tenemos relacionada con los

problemas entre hombre y naturaleza. Las posibles solu-

ciones por haber y lo que uno puede hacer desde casa

contribuyendo a mejorar un conflicto global.

Cuando era pequeña, mi madre me enseñó varias co-sas que son importantes para sobrevivir en este medio. Cosas básicas como: qué es comida y qué no, dónde podía jugar y dónde no, no hablar con extraños y esas cosas que le enseñan a uno de chamaco; pero la cosa más importante que me enseñó me la contó con una bella historia, que si asté me lo permite, me gustaría con-tar (aprovechando lo de la libre expresión que se dice por ahí, pué…) Claritito me acuerdo de aquella noche de julio, cuan-do veía a mi madre alejarse de mí y yo lloraba y lloraba desconsolada, al mirarme, mi madre me dijo:

-Ira mijita, ¿vez esa luz enorme y redonda allá en el cie-lo?-¿Esa que parece como una luciérnaga enorme aplasta-da?-¡Esa mera!, pues ella es la madre de todas las mujeres, la tuya, la mía y la de todas las hembras de las diferentes especies.-¿Es como la agüelísima de todas?- le pregunté.-¡Ándale! Así merito, cuando cumplimos cuatro años nos va llamando a cada una y todas juntas vamos a visitar a la abuela.-¡Aaah! y… ¿te vas a quedar mucho tiempo con la abuelota esa? ¡Porque no me quiero quedar solitaaaa! ¡Buaaa!-No mijita ira, es un camino muy hermoso hacia el hori-zonte, primero pasas por un camino blanco y enorme, que brilla con la luz de la abuela, y te sigues todo dere-chito, derechito hasta que te topas de frente a la gran abuela. Su casa es como la nuestra pero grandísima,

de destellos dorados y platea-dos. Cuando llegues ahí, sentirás una paz enorme, tan segura como en casa y es ahí donde ella te concederá el regalo más hermoso del mundo…-¿Cuál es amá? ¡Dime, dime!-¡Pues tú y tus 699,999 herma-nos! Pue´ bien, dejé que se juera y la esperé y esperé y nomás no regresó. Ahora yo ya voy pa´ los cinco años y medio y nomás no encuentro ese camino hacia el horizonte del que me habló mi amá. ¡Al contrario!, lo único que he alcanzado a mirar es un camino, sí, pero negro con dos rayas amarillas a los lados, ilu-minados, también, pero por las luces de varias abuelas que cor-ren como locas y que si te tocan te aplastan.Yo la verdá, no me he atrevido a cruzarlas, mi hermana la Lola me dijo que ella una vez logró pas-ar, pero que no hay nada que se le parezca a casa, porque en ningún lugar hay paz, ni mucho menos te sientes segura, hasta me la regresaron a la casa en un botezote; ¡venía hasta pálida la pobrecita!, viera asté visto…Yo, ojalás me dispense la gran abuela pero no pienso salir de mi casa y como aquí me dijieron que una puede venir a expre-sarse, ps yo vengo a expresar mi inconformidá a las autoridades correspondientes, por el excesi-

vo desalojo; ¡a ver! ¿Qué sentiría asté si una llega le rompe parte de su cocina y se lleva toda su despensa? O como mi herma-na, la Lola, que a cada ratito me la regresan o la remiten a un lugar pior, ¿¡PS QUÉ NO QUE DISQUE MUCHA LIBERTÁ Y NO SÉ CUANTO!?... y es por eso que quiero por este medio decirles a todas las que como yo, estén confundidas por esta serie de cambios que han ocurrido con las historias de nuestras madres y abuelas… que agarren y ven-gan a poner sus quejas, sugeren-cias, halagos y demases… pué si de eso se trata, de alcanzar el horizonte…

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c y b e r c u l t u r a

Aquel la a la que nos he-

mos vue l to dependientes

desde e l momento en e l

que prendemos una com-

putadora. La in for mación

que cor re a t ravés de los

cables y las redes que se

es tablecen ent re los seres

conectados . Una nueva

for ma de combat i r lo que

nos t iene inconfor mes. Co-

municación un tanto anó-

n ima, un tanto impersonal ,

un tanto hor i zonta l en e l

sent ido de que lo que im-

por ta no son las personas

(a lgunas s í ) que se en-

cuent ran del ot ro lado de

la panta l la , s i no las let ras

y e l conten ido que éstas

nos of recen as í como las

múl t ip les ident idades que

se ent recruzan. Una for ma

posmoder na de movi l i za-

c ión

En estos tiempos es necesario detenerse un poco y reflexionar so-bre ese otro espacio de lo social en el que todos, de una u otra forma, participamos chateando, buscando información, jugando o simplemente navegando para matar el tiempo. En el espacio virtual, tan familiar ya para millones de habitantes del planeta, se ejecutan infinidad de procesos digitales en los que se tejen relacio-nes humanas mediadas por computadora, de todo ese cúmulo de nodos y emoticons surgen preguntas, siempre necesarias, como por ejemplo: ¿cómo ha modificado nuestra relación con los medios y con los demás esta nueva tecnología?, ¿qué experiencias senso-riales nos brinda?, ¿cómo la usamos o la incorporamos a nuestra vida cotidiana?, ¿cómo definimos nuestra identidad cuando esta-mos en ese espacio?, ¿cómo influye en nuestros modos de gozar? ¿qué perdemos y que ganamos?….para intentar responder a estas preguntas y muchas más, se organizan congresos, se escriben infini-dad de artículos en todo el planeta y se desarrollan múltiples líneas de investigación. De todos esos esfuerzos destaca el observatorio para la cibersociedad (www.cibersociedad.net) organismo que recientemente (noviembre pasado) realizó su segundo congreso on-line para la cibersociedad, en el cual participaron especialistas, investigadores, académicos e interesados en el tema de todas las regiones del mundo, destacando la participación de investigadores de iberoamérica. En dicho encuentro virtual se llevaron cabo con-ferencias magistrales y foros en torno a más de 14 ejes temáticos con ramificaciones en diversos grupos y foros. De lo mucho que se señaló quisiera destacar las siguientes reflexiones que tuvieron una amplísima participación, en particular las dirigidas a reflexionar y preguntarse sobre qué es “lo esencialmente humano” en un mundo determinado por procesos altamente tecnologizados. He aquí algu-nas de las reflexiones más sugerentes:

LA RED: ENTRE LA INTERACCIÓN Y Y EL PLACERPor: Myriam Iglesias De entrada un asunto crucial es

¿cuando la tecnología invadiría el terreno del ser humano? Re-spuesta tentativa: cuando lo suplante en las interacciones, a qué me refiero?, a todas aquel-las experiencias, que aunque mediadas por la computadora, nos permiten interactuar con los otros, con el entorno social o nat-ural, ¿quién es el destinatario de nuestros mensajes y acciones? La tecnología ha de favorecer la comunicación haciéndola rápida, eficaz, pero si llegara el día en que el origen del men-saje fuese una máquina, quizás aquella máquina alcanzaría la categoría de humano al recibir respuesta, ¿será?, ¿hemos llega-do a este punto?, ¿llegaremos?Es posible que este escenario nos escandalice a muchos, pero no olvidemos que la tecnología es una construcción humana, se tra-ta, como diría el buen McLuhan de las extensiones del hombre. Así que me parece que el prob-lema no es la propia tecnología, sino los usos que le damos.Una de las preocupaciones que desde siempre ha dominado la

mente de muchos científicos con respecto a sus descubrimientos, es el uso que le darán, porque no se puede olvidar que vivimos en un mundo basado en las relacio-nes comerciales, pero si va a ex-istir una explosión de ventas de prótesis: ojos color violeta, chips conectados al cerebro, etc. Ya existen asociaciones de extro-pianos, transhumanos y otros muchos movimientos más de los propensos a la posthumanidad, (se acuerdan del hombre bióni-co?) estos se han tomado más en serio su rol y sobre todo están más actualizados en este rollo de las nuevas tecnologías que los humanistas, quienes están mas concentrados en la naturaleza (o eso dicen)El hombre es un ser en creci-miento espiritual y su esencia hu-mana también está desarrollán-dose, por lo cual estamos ante un fenómeno dinámico, es decir, esta idea de la “esencia” como algo inmutable y establecido, como que no aplica, si no, echémosle un ojito rápido a la historia: los ideales humanistas no son los mismos en una sociedad

esclavista que en el capitalismo actual. Sin embargo, la paradoja de estos tiempos es que muchas de las necesidades espirituales siguen siendo las mismas y mu-chas de las preocupaciones mas antiguas siguen estando vi-gentes. La pregunta es ¿puede la especie humana vivir sin sus grandes ideales: dios, el amor, la justicia, la bondad, el deber y la fe, con todo y su entorno ultra tecnologizado?Finalmente, y sin pretender agot-ar en este breve espacio el asun-to, lo que podemos dejar como una certeza es que una de las dimensiones de lo humano es el placer de interactuar, y una gran virtud del ciberespacio es la hori-zontalidad que nos ofrece.