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La familia como primera escuela de fe
La familia es donde identificamos la raíz de nuestra vida, crecemos y aprendemos
las cosas fundamentales de la historia. Donde nos dan las bases, pautas y
consejos para salir adelante y ser un verdadero modelo de fe. Por esto la familia
es nuestra primera escuela, allí nos enseñan a valorar y aprender de la vida. El
innovar es una de nuestras mayores preocupaciones, nos enseñan a resolver las
dudas que este mundo loco “Bueno casi todo”.
Creo que esto se comienza desde el vientre de nuestra madre, donde nos
empiezan a hablar sobre un Dios, quien nos dio la vida por medios nuestros
padres.
En general siempre estamos unidos a un entorno de diferentes creencias, pero
siempre todas con un mismo resultado adorar y dar gracias por lo que
tenemos. Por ello siempre nos enseñanza a andar entre un camino donde nuestro
Dios siempre este presente, dándonos sabiduría para que realicemos nuestras
acciones correctamente y no se vean afectadas por tentaciones.
Pienso que se está perdiendo el respeto ante las cosas de Dios, ya que cada día
aparecen cosas que nos hacen distraernos de nuestras creencias. Vivimos en una
era que acentúa los logros personales, la carrera, la felicidad, el trabajo y la
religión. El énfasis está puesto en el individuo y en qué tan bien puede éste
satisfacerse a sí mismo. Hay tantas clases y estilos de vida, ideales y sistemas
morales como personas sobre la tierra. Desde que uno de los denominadores
comunes en este estado es la libertad de hacer lo que uno quiera, queda muy
poco por contrastar. Para esta forma de pensar, cada uno es libre de ser y hacer
lo que quiera sin hacerle daño a nadie. Este estado de aburrimiento animado
hundimientos solo perpetúa a la oscuridad, porque la Luz se enciende por la
confrontación de ideas, de conceptos fuertes sobre el bien y el mal, de líderes
valientes que permanecen de pie del lado de la justicia.
No encontramos hoy en día ofertas entre las fuerzas del bien y el mal, sólo una
confusión de medias verdades, mal evidente pero enmascarado como parte de la
vida moderna, y una indiferencia ante el pecado, llamada “tolerancia” y “amor”. La
autocomplacencia a expensas de los demás es considerada una especie de
plenitud y cualquier reacción en contra es una agresión a la libertad individual.
La vida matrimonial se ha convertido para muchos en una carga necesaria, pero
una carga que es abandonada fácilmente. La fidelidad se ha vuelto un mero
término bíblico irrelevante e imposible en la era del iluminismo moderno. El
adulterio y la fornicación de la infidelidad y el pecado han pasado a ser la
incapacidad para amar a una sola persona y la satisfacción de nuestras
necesidades básicas. Los niños, que debieran ser el fruto del amor, son
considerados meros accidentes, cargas financieras, consumidores de la provisión
alimenticia mundial, un obstáculo a la libertad personal para desplegar talentos
intactos que estarían destinados a enterrarse para siempre. Este,
desgraciadamente, es el pensamiento de la minoría ante el horror de una
desesperanzada mayoría.
La Familia es la raíz de toda sociedad y el Espíritu de Familia es una virtud
especial que alimenta la familia con vigor y vitalidad. Cuando este espíritu está
presente, existe el deseo de permanecer juntos en tiempos de crisis, de
sacrificarse en tiempos de necesidad y la fortaleza para enfrentar las demandas
de la vida en común.
Algunos pensamientos sobre este tema:
- La familia, es la base para que todo ser humano, se pueda integrar de manera
correcta a la sociedad. Por lo mismo, es que sus integrantes menores, deben ver
los aspectos positivos de su familia, para potenciarlos en un futuro cercano.
Asimismo, los aspectos negativos, deben ser estudiados y anotados, para que
ellos no los vuelvan a repetir. En el fondo, a la familia, se le considera la escuela
primaria, frente a los desafíos sociales, de los hijos.
Es en la familia, donde el ser humano, aprenderá lo que son los afectos y valores.
De qué manera hay que manejarlos y que es lo correcto a realizar y lo que no. La
formación entre valores de la familia, es irremplazable. Aquello no lo aprenderá en
el colegio o la universidad. Sólo en su familia. Núcleo de amor, afecto y
comprensión. Al igual, que escuela primordial de los valores y virtudes a seguir.
Para ciertas personas, la familia puede ser considerada, perfectamente, como u
ente vivo. Incluso se dice, que la familia es como una célula, dentro de un
organismo mayor, que es la sociedad. Por lo mismo, al ser considerada, como una
célula, esta debe ser cuidada. Y esta célula, contiene un núcleo, que son los
padres. Por lo mismo, es que la relación que mantengan los dos padres entre
ellos, será crucial, para la sobrevivencia de la familia. Es claro que cualquier
quiebre matrimonial, perjudica enormemente la relación de la familia. Esta, en
pocas palabras, se quiebra. Ya no seguirá siendo la misma. Pero la obligación de
aquellos padres separados, no termina con su ruptura. Su amor y cuidado,
asimismo como la formación de los hijos, no termina ahí. Ya que ellos continuarán
necesitando de ambos, para transformarse en personal integrales. Prioridad
número uno, de todos los padres de familia, para con sus hijos.
-Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la capacidad de la
familia actual en la socialización de las nuevas generaciones. Mientras
algún (José Antonio Marina) pone todo el peso en la educación
escolar, otros (Luis Rojos Marcos, Javier Elzo) insisten en el papel
esencial de la familia. Este último se expresaba recientemente en los
siguientes términos: «En mi opinión, el asunto de fondo es que
todavía no nos hemos tomado en serio la importancia de la familia
como agente primero de socialización y educación. La familia fue, es y
será muy probablemente, en el futuro inmediato, el primer agente de
socialización de los niños y preadolescentes. Otra cosa es que los
padres lo hagan más o menos bien, sean más o menos conscientes
de su insustituible papel, estén más o menos capacitados para llevar
a cabo su labor, o que la sociedad, en fin, reconozca esa labor.