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7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres http://slidepdf.com/reader/full/congreso-de-americanistas-2003-testimoios-de-mujeres 1/18 ACTAS  DEL  5 °  CONGRESO BVTERNACIONALDEAMEMCANISTAS Jorge Hidalgo L. Ed.) Comite Editor Luis Riveros Cecilia Sepulveda Milka Castro CarlosAldunate Manuel Antonio Garreton Maria Eugenia Horvitz Jose Luis Martinez Loreto Rebolledo Grinor Rojo. 51° Congreso  Internacional  de  mericanistas  Repensando  las  Americas  en los umbrales  del  siglo  XXI Santiago de  Chile 14-18  de julio  de  2003 Universidad  de  Chile

Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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ACTAS DEL 5 ° CONGRESO

BVTERNACIONALDEAMEMCANISTAS

Jorge Hidalgo L. Ed.)

Comite

 Editor

Luis Riveros

Cecilia Sepulveda

Milka Castro

Carlos Aldunate

Manuel Antonio Garreton

Maria Eugenia Horvitz

Jose

 Luis Martinez

Loreto Rebolledo

Grinor

 Rojo.

51° Cong reso

 Internacional

 de  mericanistas

  Repensando  la s Am ericas en los

 umbrales

 del siglo  XXI

Santiago

 de

 Chile 14-18

 de

 julio

 de

 2003

Universidad

 de

 Chile

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L LITER TUR TESTIMONI L EN L TINO MERIC

OMO

EXPERIENCI DE

 MUJERES

Asuncion L avrin

El

 auge

 de la literatura

 testimonial

 en

 Latinoamerica como

 un

 medio

 de

 expresion

 de la

 vivencia

de las

 mujeres

 ha

 sido

 un

 fenomeno

 inusitado en el cual he participado

 como

 lectora y adm iradora.

En los ultimos veinticinco anos el crecimiento de este genero ha sido espectacular y

 m ultilingiie.

Como

  fenomeno publicitario partio de la casi nada de los anos setenta para llegar a

 una

  lista

bibliografica que hoy posiblemente sobrepasa  los

 cien titulos,

 aunque la

 tecnica,

 el objetivo y la

intencion

 estan presentes en muchos mas. Los

 testimonies

 han aparecido en

 espanol,

  frances,

portugues e ingles, o en traducc iones de

 estos idioma s

 entre si.

 Frente

 a

 esta presencia imperiosa

de figuras femeninas que nos demandan la lectura de sus

 experiencias

 nos

 toca

 la

 responsabilidad

no

 ya de

 adm itir

 su presencia en el mund o acad^mico,

 sino

 de validarla.

Uso

 el t&rnino

  literatura

no como un

 termino

 que implique el caracter estetico de

  ficcion,

sino

  en un sentido amplio que

  envuelve

  un conjunto de obras que llevan el

  cuno

  de

  varios

generos academicos

 como la

 historia,

 la sociologia, la literatura, la antropologia y la

 etnografia.

Los

  testimonies  contienen elementos de

  varias  disciplinas

  y

  trascienden

  las fronteras de los

generos

  clasicos  porque son expresiones polifaceticas, casi

  camaleonicas

  en su habilidad de

cambiar de

 color

  de

  acuerdo

 con las circunstancias y los enunciantes, y en esto son

 perfectos

representantes de la realidad fracturada que

 tratan

 d e expresar.

^Que es la literatura testimonial? En cuanto al significado de la palabra testimonio y el origen

de

  su uso hay suficiente controversia como para  ponernos  sobre aviso de que el terreno que

pisamos cuenta con muchos escollos. L a palabra testimonio evoca muchas definiciones. Testimonio

puede ser la afirm acion de un evento a traves de la presen cia o la corrob oracion de la existencia

de

  una situacion o la expresion de una experiencia vivida en

 carne

 propia y cuya memoria es

deseable  preservar.

  Puede ser  denuncia  de una situacion, o la introspeccion de una realidad

interior.

 Testificar

  significa hacer un recuento de

 algo

  que

  le ocurrio

  al

 sujeto

  del testimonio.

Quien

 sufrio

 o experimento el evento hace testimonio del mismo con su memoria, con su presencia,

con

 su voz, con su escritura, o aun con

 otros

 medios de expresi6n como la miisica o la pintura. La

inmediatez

 y la intimidad de la experiencia es su esencia, ya que la experiencia de lo vivido es

personal y parece ser, en principio, intransferible en cuanto a que lo vivido por una persona es su

propio

 universe.

  De ese modo,

 testimonio

  o dar testimonio,  implica  protagonismo, que es el

meollo

 espiritual de

 este genero.

 S in

 embargo,

 la

 experiencia

 intima de

 quien

 testimonia no es un

recuerdo

  para

  si

  mismo/a, sino

  que al

  hacerse expresion para otros/as,

  se convierte en una

experiencia transferable,

 compartida y socializada. De

 hecho,

 es el

 deseo

 de abrir el

 m undo personal

e

 interior

 de la

 vivencia

  lo que

 hace

 de ella un  testimonio .

 Quien testimonia desea

 que

 otros

conozcan  y  compartan  su

  experiencia,

  que se solidaricen  con

  ella,

  que la

  hagan suya propia

tambien. El

 testimonio

 es un

 modo

 de

 extender

 el conocimiento de algo experimentado de

 modo

singular y

 hacerlo

 una

 experiencia

 plural. Al testimoniar, se dirige el

 medio

 de expresion

 hacia

 un

fin

 que es

 eminentem ente social.

 El

 deseo

 de com partir esa

 experiencia puede ob edecer

 a un fin

tan sencillo como dar a

 conocer ,

 o puede

 dirigirse

 a un

 objetivo

 politico en cuanto a

 ejercer

 una

influencia  sobre

 el

 pensamiento

 o los sentimientos de

 quienes reciben

 el

 m ensaje testimonial.

Estas caracteristicas esenciales

 no nos

 hablan

 de una  novedad o

 invento

 del siglo XX. De

hecho se ha

 arguido

 que el

 testimonio, com o

 narrativa de una

 ex periencia

 historica y subjetiva, es

uno de los generos mas antiguos en la cultura

 hispanoamericana

 y se remite a los

 testimonies

 de

la

 conquista

 en el

 siglo

 XVI. Quienes

 primero

 debatieron sobre

 si podria redefinirse el

 testimonio

como un

 producto

 del

 siglo

 XX o aun un

 nuevo

 genero,

 fueron

  los

 criticos literarios

 que en

 1986

89

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A C T A S

  D E L 5 1 °  C O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L

  D E  A M E R I C A N I S T A S

se

 preguntaban si seria o no posible hallarle un nuevo espacio dentro del genero literario a lo que

ya se apuntaba de un mo do peculiar como la

 narracion

 de una experiencia personal dentro de un

marco

 politico  y

  social1.

  Aunque  las

  primeras

 respuestas  fueron

  ambiguas,

  el abrazo ha  sido

definitive

  y el

  entusiasmo

  por el estudio  del testimonio

  como texto

  se

  refleja

  en

  numerosas

publicaciones

 literarias.

 Por otra parte, el

 reconocimiento

 de l testimonio com o

 historia,

 etnografia

o sociologia se ha llevado a cabo en clave m enor. Dentro de la historia, el testimo nio oral ha sido

la

 base  de una nueva vision  de la  historia  comunmente

  llamada

  de  abajo hacia arriba .  La

vitalidad  del recuerdo personal y de la voz del participante ha inyectado nuevos matices  en la

historia social y la biografia. Aim asi, la preocupacion por la objetividad cientifica y la presencia

y posible  influencia  de quien recoje el testimonio ha generado un gran numero  de reglas para

medir

  sus

 virtudes

 y

  limitaciones2.  Tambien

  la

 sociologia

  se

 apoya

  en el

 testimonio  oral para

enriquecer su

 vision  y,  como

  la

 historia,  establece

  sus

  reglas para

  la

 recepcion

  y

 analisis

  de l

material asi obtenido.

Lo

 que por el mom ento parece ser una de las vueltas mas novedosas de la literatura testimonial

es el

 sujeto

 femenino.

 En sus origenes

 los testimonies

 no estuvieron orientados de modo especifico

hacia la

 mujer.  Si,

 como

 se ha argumentado,

 podemos hablar

 de

 testimonio desde

  la

 epoca

 de la

conquista, hay pocos

 ejemplos

 de testimonies de la experiencia o vivencia fem enina en la historia

antes

  del

 siglo XIX.

  Es

 posible  rastrear

  algunos

  ejemplos notables

 en

  recuerdos

  o

  diarios

  de

viajes

 y situar las

 autobiografias

 y los

 escritos espirituales

 de monjas que se

 estan desenterrando

de

 nuestros archives, dentro del marco amplio de lo testimonial3. Sin embargo, la amplitud  generosa

de

  este marco  esta  un poco  renida  con la preferencia de los miembros de nuestras esferas

academicas.

 Los

 testimonies femeninos apenas fueron notados

 en el

 libro

 Testimonio

 y Literatura

publicado  en  1986  por  Rene Jara  y  Hernan  Vidal,  quienes

  definieron

  la presencia  de varies

testimonies

 de m ujeres como  en formacion y se desentendieron  de

 ellos.

 Se

 prestaba

  entonces

atencion a las obras del cubano Miguel Barnet y el mex icano Ricardo Pozas,

 autores

 respectivamente

de la biografia de un negro cimarron y un indigena mexicano4.

1

  Jara, Rene

 y

 Hernan Vidal, eds.  Testimonio y

  literatura.

 Minneapolis, MN: Institute

  for the

  Study

  of

Ideologies and Literature, 1986. Ver:

 Narvaez,

 Jorge.  El tes timonio 1972-1982.

 Transformaciones

 en el

sistema literario ,

 en

 Rene Jara

 y

 Hernan Vidal (eds).

  Testimonio y literatura.

 Minneapolis,

  MN,  1986,

235-279; Foster, David

 W .

  Latin Am erican Docu mentary Narrative ,

 Journal

  of

  Modern  Languages

Association, 99 (January 1984).

2

  Ver: Berger,

 Sherna y

 Daphne

 Patai.

  Women

 s  Words:  The Fem inist Practice

 of

  Oral History. Ne w

 York:

Routledge, 1991; James, Daniel.

 Dona Maria

 s

 Story. Life,

  History,

 Memory

  and

 Political Identity.

  Durham:

Duke University Press, 2000; M allon, Florencia.

 Una Flor q ue renace: Autobiografia de una dirigente

mapuche: Rosa

 Isolde

 Reuque Paillalef.  Santiago, Centre de Investigaciones Barros

 Arana,

 2002; Stoll,

David. Rigoberta Menchu and the Story

  of

  all Poor Guatemalans. Boulder: W estview Press,  1999.

Los  escritos  de monjas hacen  llegar a nosotros  un protagonismo

 historico-mujer

  poco usual para  su

tiempo.

 Escritos

 en

 primera persona, estan

 destinados a compartir la

 experiencia

 que la

 enunciante

 tuvo

con

 su medio o sus congeneres, asi como consigo misma en su ansia de expresion de fe y su im aginario

religioso. Ver, De la Concepcion del Castillo, Josepha.  Obras

 completas.

 Bogota: Talleres  Graficos del

Banco de laRepublica, 1968;

 Suarez,

 U rsula. Relacion autobiogrdfica.  Santiago: Academia Chilena de la

Historia,

 1984;

 Nava y

 Saaavedra, Jeronim a.

 Autobiografia

  de una

 monja venerable, ed. Angela I. Roble-

do .

 Cali:

 Centro Editorial Univers idad de l

 Valle,

 1994;

 Iturburu,

 Fernando.

  Auto)biografia

  y misticismo

femeninos

  en la  Colonia.  New  Orleans:  University  Press  of the  South, 2000; Myers, Kathleen A. y

Amanda Powell.  Wild  Country Out in the

  Garden.

  The Spiritual journals

  of

  a C olonial Mexican nun.

Bloomington: Indiana University Press, 1999; Tepacti, Elia Armacanqui. S or M aria Man uela  de Santa

Ana: Una

 teresianaperuana.

 Cuzco: Centro de

 Estudios

 Regionales A ndinos Bartolome de Las Casas,

1999.

4  Barnet, M iguel. Biografia

  de un

 cimarron. Barcelona: Ediciones A riel, 1968; Pozas, Ricardo. Juan Perez

Jolote.

 LaH abana: Casade

 las Am ericas, 1969.

90

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7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S  D E L 5 1 °  C O N G R E S O  I N T E R N A C I O N A L  D E  A M E R I C A N I S T A S

Tanto Barnet com o Pozas,  aunque

 no

 intencionalmente,

 aportaron un

 elemento esencial

 a la

configuracion

 de la literatura

 testimonial femenina

 que comenzo a desarrollarse a

 mitad

  de

 los

setenta:

  i.e.

  el  enfoque  sobre individuos socialmente marginados por la historiografia o la

etnografia

 tradicional. Dentro de este marco cabria el primero de los diarios de la brasilena Carolina

Maria de Jesus, que

  descubierta

por un periodista, cobro una popularidad de

 caracter

 mundial

a

 principios

 de la

 decada

 de los

 sesenta.

 La

 autora

 de Cuarto

 de  D espejo   tenia

 las

  caracteristicas

que

 despues

  demarcarian

 las

 clasicas

 autodefiniciones de Domitila Barros de Chungara y Rigoberta

Menchu. Era una

 mujer

 de una etnia

 marginada

 y de una

 clase

 cargada del

 peso

 de las

 desigualdades

de

 una

 economia

 en

 desarrollo. Pero

 el

 diario

 de

 Maria Carolina

 de

 Jesus carecia

 de

 elementos

 que

despues singularizaron a otros testimonies. A pesar de que conto con un reportero como mediador

de su voz y el

 m ultitudinario,

 aunque efimero, apoyo de la prensa, Carolina solo queria una vida

mejor y sus pocas

 m anifestaciones

 a favor  de

 algun

 u otro candidate, o la politica en g eneral, no

tuvieron suficiente  fuerza como para convertirla

 en

 icono

 de una

 clase

 y de un

 genero.

 El

 dolor

quietamente expresado de su condicion negra no fue bandera de batalla en su texto. Su testimonio

nacio antes de tiempo, pero no

 deja

 de ser un testimonio cuyo valor reside en narrar una vida

singular expresada

  con sus

 propias palabras5.

Bien diferente  fue la suerte  que corrieron otros  testimonies  qu e  solo quince anos despues

iniciarian una corriente que hoy

 forma

 caudaloso rio. El

 factor,

 en mi opinion, determinante en el

exito

 de la

 literatura

 que

 florecio entre 1975

 y

 2000

 fue la

 carga politica

 que

 tuvieron

 los testimonies

mas exitosos de este cuarto de siglo. Fue la conciencia de un destino y una significacion  politica

cristalizadas  en una persona del  sexo femenino,  el

 encaramiento

 a una situaci6n de opresion, la

dinamica de una praxis contra violencias vejatorias a un grupo contra las cuales se levantaba la

voz de una testigo mujer como una descarga vehem ente e inesperada. La conjunci6n de la decada

de la mu jer con las dictaduras que

 empaftaron

 la vida politica de muchas de

 nuestras

  naciones

entre

  1975

 y

  1990

 creo una

 situacion especial

 que les dio a

 estos

 testimonies la oportunidad de

dejar

 una

 huella

 en la

 opinion publica

 y en el mundo academico.

 Traian

 un

 m ensaje

 que

 buscaba

una  respuesta moral a

 injusticias

  sociales  en iabios  de testigos que

 nunca

 antes habian

 tornado

la palabra

 con tanta conviccion

 interior,

  con

 tanto sentido

  de

 identidad propia

 y de

  grupo,

  con

tanto

 auditorio preparado para

 recibir su

 mensaje.

 E l £xito de

 D omitila Barrios

 de

 Chungara

 y de

Rigoberta M enchu

 abrio las

 puertas para otros testimonios como

 los de

 Teresa Tula

 en El

  Salvador,

Elvia Alvarado en

 Nicaragua,

 y las

 M adres

 de la

 Plaza

  de

 Mayo

 en la

 Argentina. Ellas  fueron

quienes le imprimieron al

 testimonio

 una

 cara

 de

 mujer. Ellas aportaron

 una

 doble

 femineidad en

cuanto a que hablaron como m ujeres y a

 instancias

 de

 otras

 mujeres.

Ahora

 bien, estos

 ejemplos

 singulares de testimonio po litico femen ino tuvieron com paneras

intelectuales  que merecen toda nuestra atencion, ya que echaron las bases a una literatura

testimonial

  prolifica y con la

 capacidad

  de

 expresar

  la

 variedad

  de

 experiencias

  de los

  sujetos

  mujer en

 Latinoamerica.

  M e  refiero  a  obras  que  recogieron  las experiencias  de  mujeres de

diferentes

  sectores

  urbanos

  y rurales desde mediados de los anos setenta y que abrieron la

puerta

 a la voz

 individual

 o colectiva de quienes representaban la mu ltiple realidad de clase, etnia,

politica y saberes  femeninos.

  Ser

 Mujer

  en el

 Peru editado por Esther Andradi y A na M aria

Portugal y publicado en 1978, p uede ser tornado como inicio de una ram a testimonial que sigue

creciendo

 vigorosamente

 en nuestros dias. Este libro nacio, en palabras de las editoras, como

  producto

 de una

 m ilitancia

 basada...

 en la sensibilidad, en el deseo de conocernos, en la aspiracion

de demostrar que es posible rom per con toda la mitologia de la competencia y fund irnos en un

De

 Jesus, M aria Carolina. Quarto  de

 despejo.

  Diario  de  umafavelada.

  Sao

 Paulo,

 Livraria F.

 Alvear, 1960

y Casa

 de Alvemaria.

 Diario

 de una

 ex-favelada.  Rio de Janeiro: Editora P. De Azevedo,

  1961.

 Ver los

estudios

 de Robert

 Levine sobre

 los

 escritos

 de

 M aria Carolina

 de

 Jesus.

 Por ejem plo,

 Bitita   s  Diary. The

childhood Memoirs

  of  Carolina

 M aria

  de

 Jesus. Armonk, N.Y: M.E. Sharpe, 1998.

91

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7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S  D E L 5 1 °  C O N G R E S O I N T E R N A C I O N A L  D E  A M E R I C A N I S T A S

trabajo  comun que nos

 trascienda

  a nosotras  mismas, para

 convertirse

  en un instrumento de

accion y conciencia para cada mujer. Ahora los

 testimonies

 hablan por nosotras . Las autoras

buscaban m ujeres que hablaran po r si mismas

  sobre

 las circunstancias de sus vidas y cuyas

historias

 guardaran

  su propio clima, y un  lenguaje personal... Andradi y Portugal vieron en

todos

 los

 testimonies

 de sus

 entrevistadas elementos

  comunes que las

 relacionaba n

 y que ellas

interpretaron

  como

 un

  feminismo basico,  aunque

  no  fuera

  identificado  como

  tal por las

testimoniantes. Para ellas lo

 determinante

 de la

 condicion femenina

 es antes que nada, su opresion

como sexo

y el rol que le

 confiere

 la sociedad por ser  mujer, esposa, madre . La solidaridad que

Andradi y Portugal buscaron en los testimonies

 serviria

 para crear una identidad propia dentro

de un ambiente que no

 valorizaba

 lo

 femenino

 ni permitia un auto-conocimiento. Dentro de esa

variedad de ocupaciones y experiencias se buscab a no una esencia de mujer, sino una serie de

factores

  sociales,  ajenos

  al ser de

  cada  quien, que  obliga

  en

 ciertas direcciones

 y

 restringe

 la

libertad personal 6. Obviamente, el objetivo po litico y social se apoyaba en la experiencia personal,

que a su vez se concebia no como un cliche o un estereotipo, sino como linica y digna de ser

estudiada. Pero esa vivencia estaba influenciada por una serie de circunstancias que tambien

debian

  ser analizadas y entendidas en

 tanto

  creaban un cerco  oprimente  comun a todas las

mujeres.

 Esa

 tarea

 se

 dejaba

 al

 historiador

 y al

 sociologo.

Siguiendo esa

 linea

 testimonial han aparecido y siguen apareciendo otras publicaciones que

buscan

 la

 multiplicidad

 de

 experiencias

 y

 co mportam ientos. Entre ellas

 se

 destaca Da phne Patai

en sus entre vistas a mujeres brasilenas

7

y otras que si no son copia exacta del

 metodo

 usado por

Andradi y

 Portuga l, siguen

 su espiritu de

 dejar hablar

 a las mujeres con su

 propia voz,

 ya que en

esa com unicacion

 personal estan contenidos los elementos ideologicos que otras mujeres pueden

entender tam bien como suyos8. En la

 introduction

 de

 Ser

 M ujer

  en el

 Peru  hay varias palabras

claves que se convirtieron en

 simbolos

 de

 corrientes testimoniales:

  militancia ,  instrumento de

accion y conciencia ,  valorization de lo femenino , y factores sociales que restringen el ser

femenino . Esos terminos fueron significantes que por si mismos y en

 conjunto

 se

 constituyeron

en ob jetivos de la

 investigation

 de otras obras de caracter testimonial. El hecho de que la revelation

de los mecanismos de compulsion social no se descifraran de por si, sino que se

 dejaran

 como

tarea para el lector fue tamb ien crucial en la elaboration de

 otros

 testimonies en que cada narration

va  abriendono s lo peculiar, lo feliz y lo tragico de cada vida, com o visiones cinematograflcas en

la que el script es interpretado por cada lectora, pero que tiene como base un relato de hechos

verificables.

  La complejidad del testimonio se basa precisamente en la multiplicidad de

interpretaciones que se

  pueden  construir  sobre

  la

 narrativa  que,  ironicamente,

  es a su vez

presentada

 como

 una

 serie

 de

 eventos

 de

  signification propia para

 la

 narradora.

La  decision de

 dejar

 hab lar a cada quien con su voz propia nos enfrenta a

 uno

 de los problemas

mas

 substantives

 de l

  testimonio. Sean testimonies

 de

 rebeldia personal

  o

 po litica,

  o

 ambos,

 o

simplemente  la memoria de una vida o el recuerdo de una situacion coyuntural, los primeros

testimonies y los muchos que han  seguido  ha n tenido qu e lidiar con una pregunta clave: ^Por

quien habla

 el

 sujeto

 voz? Esta pregunta

 m e

 permite adentrarme

 en el

 controvertido problema

 de

la identidad del sujeto testimonial y su representatividad. Ser iconica o no parece crear un nudo

Andrade,

 Esther

 y Ana

 Ma ria Portugal, eds.

 Ser  Mujer   en el

 Peru. Lima: Ediciones

 Mujer y Autonomia,

1978, 10-11. Los subrayados son mios para

 recalcar

 elementos conformantes de otras

 forma

 de testimo-

nio  femenino que siguieron

 estos mismos

 cauces.

Patai, Daphne.  ra zilian  Women

 Speak.

  Contemporary

  Life

  Stories.

 New

 Brunsw ick: Rutgers U niversity

Press, 1988.

Ver

 como ejemplos: Kuppers, Gabby (ed.).  Companeras.   Voices   from the   Lat in American   Wom en s

Movement.  London: Latin A merica Bureau, 1994; R andall, Margaret.

 Todas

 es tamo s

 despiertas.

  Testimo-

nios de la

 mujer

 nicaragu ense de  hoy . Mexico: Siglo XX I Editores,

 1980

 y Cuban  Women  Now .  Interview s

with  Cuban  W omen. T oro nto: Wo men Press, 1974.

92

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A C T A S

  D E L 5 1 °  O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L

  D E  A M E R I C A N I S T A S

critico  para  los  evaluadores

  de la

 literatura  testimonial.

  ^ E s  el

  sujeto-mujer  una autentica

representante

 de una  etnia de una

 comunidad,

 de una

 clase,

 de una

 ocupacion,

 de una  ideologia

de  una  experiencia revolucionaria, de una  edad en el

 ciclo

 de  vida de una epoca? Las preguntas

se

 suceden unas  a

 otras

 en  raudal pero la que mas

 controversia

 ha  causado es la  representatividad

comunitaria

  a  traves  del

 testimonio

  de   personajes como

 Rigoberta

  Menchu quien  ha   sido

denunciada  por David Stoll como

 desvirtuadora

 de una realidad historica en su

 afan

 de crear una

construction

  de   caracter  politico 9. Sin

 tomar

  partido en   este debate Doris  Sommers nos ha

recordado

 que el presunto  sujeto   de  este testimonio  se nos  evade por su propia voluntad, oculta

secretes  de su  gente  y su  comunidad  de la   vista  de sus lectores. Esta  situation,  que   ofrece

sinuosidades seductoras para la literatura  es, por el

 contrario,

 negativa para la historiadora la

antrop61oga  o la

 sociologa,

 que  sienten cierta

 obligation

 hacia  la verificaci6n o corroboracion de

sus

  fuentes.

Si  la  veracidad hist6rica  es

 ciertamente un

 problema serio,

  ^ es

 aceptable  que una voz hable

por una comunidad? Las protagonistas de algunos testimonies de caracter politico asi lo asumen.

El

 reto a la opresion se

 personifica

  en  quien  en un momento  dado

 encarna

  las

 aspiraciones

 del

oprimido. Esta es una  asuncion que ha ganado gran popularidad y apoyo a los

 testimonies

 de

algunas   figuras   iconograficas pero  que

 tambien

 ha  recibido criticas  de  peso. La alternativa es

como hemos visto la actitud de que  cada voz habla por si misma. Florencia Mallon en su reciente

transcription testimonial de  Rosa Isolde Reuque Paillalef opina que el caracter politico de  muchos

testimonies crea objetivos  conflictivos y   concluye  que el testimonio  de una  persona  no  debe

intentar  una  representation comunitaria sino  que  debe verse como una

  forma

  de   entablar un

dialogo de caracter social y seguir  la busqueda del significado de las vidas  de  otros seres

humanos10. Concluimos que el testimonio es-una forma   de  reflexion de l sujeto sobre  la  propia

existencia y  experiencia. Ninguna  mujer es perfectamente

  representativa

de una clase de un

grupo

 etnico o  siquiera de l genero femenino en su com plejidad racial educacional y economica.

Precisamente por eso los testimonios nos dan un

 conocimiento

  polivalente de una  realidad

compleja

que nos llevan a

 reflexionar

 sobre  la pluralidad de la  experiencia  femenina  aim cuando

estemos

 usando

 una voz que

 habla

  en

 singular.

E l historiador Daniel James en un agudo y minucioso estudio de Dona Maria una activista

peronista argentina

nos llama la

 atencion

 sobre  los  problemas de  detectar  la  representatividad y

aun  los  valores

 implicitos

 en el concepto

  genero

a traves de una  sola vida a despecho de

 cuan

bien  estudiada

  sea

11

.

 De

 hecho como senala James

la testimoniante

 puede adoptar

  de

 modo

variante  diferentes  personalidades ,  en las  cuales puede

  reflejar

  los   valores aceptados  de su

sociedad o sus rebeldias  en  momentos

 criticos,

  o su  deseo  de ser recordada  de una

  manera

 u

otra.

 O

 sea

que ni

 ella misma tiene

 una

 certeza invariable

 y fija  de

 quien desea

 ser o de

 quien  fue

y que  mucho de lo que se  destila en su  testimonio depende de una com pleja red de circunstancias

que  envuelven

  al

 testimoniante  y a   quien recoge  sus  palabras.  Aunque   el   camino parece  ser

arduo

ninguno de los practicantes del uso de la herramienta testimonial parece am endrentarse. E l

relativismo

 de l

 conocimiento ejerce fascinaci6n

 y

 desafia.

Problemas

 metodologicos

La oralidad del  testimonio no s

 enfrenta

  a una  metodologia de

 an£lisis

 que los academicos que

utilizan  la entrevista o la   historia oral  han   tratado  de

  refinar

  y   redefinir  por

 varias

  decadas

Stoll

David.

 Rigoberta

 Menchu

 and the

 Story of

  ll

 Poor Guatemalans Boulder:

 W estview

 Press

1999.

Mallon

Florencia.

 U naflor   que

 renace:

 Autobiografia de una

 dirigente

 mapuche.

 Rosa

 Isolde

  Reuque

Paillalef.  Santiago: Centro  de Investigaciones Diego Barros Arana 2002.

James

Daniel.

 Dona

 M arias

 Story.

 L ife History Memory

  an d  Political

 Identity.

 Durham: Duke

 University

Press 2000.

93

Page 7: Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S

  D E L 5 1 °

  C O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L  D E

  A M E R I C A N I S T A S

conscientes de los much os escollos de la mem oria de la

 intention

 del entrevistador del mo me nto

politico

o de las

  condiciones sociales

  que

 hacen

 del

 sujeto  testimonial

 una

  figura  atractiva un

iman

 de

 atencion

 en un mom ento dado. Las

 fallas

 que ahora se

 les

 atribuyen a algunos testimonios

son precisamente  atribuibles

 a l

 descuido en observar algunas reglas m inimas para

 garan tizar

 su

fidelidad   y su credibilidad. El testimonio recogido de modo

  periodistico ,

  sin analisis de su

procedimiento

 o de las im plicaciones de su objetivo politico de denuncia creo  todo un debate que

ha

 beneficiado

 el desarrollo de la literatura testimon ial. De en trada ya tenemos evidencia de que

existe  un  grado  muy  alto  de reflex ion respecto a la  m etodologia de como recoger e interpretar la

voz testimonial; de com o distinguir entre la persona que  testimonia y la que recoge el testimonio

y de la relacion

 entre

  ambas;

  del impacto del testimonio sobre la comunidad social de donde

emana

 y aquella a quien se

 dirige.

Precisamente por ser un acto dirigido es necesario establecer que ni el objetivo del testimonio

ni la voz testimonial deban ser unicamente aquellos que tienen fines politicos de protesta o de

redencion

  social

  de

  marginados

o

  subalternos . Aunque  esos

  parametros

  configuraron

  el

origen

 de la

 literatura testimonial m oderna

o sea

 desde

 sus

 arranque

 en la  d£cada de los

 sesenta

y

  setenta su consiguiente expansion y  florecimiento  han rebasado a mi juicio esos moldes

originates.

  La

  diversification

  de

  objetivos

  nos

  obliga

  a  revisar

  nuestro repertorio

  de

  sujetos

testimonials. Si en un m omento la gesta politica necesito que el romance de la

 lucha

 contra el

poder  o la

  injusticia

  se

  personificara

  en el  sujeto  icono una vez que esa  lucha  se   valida

internacionalmente o

  termina

  de un modo u otro el

  recurso

  testimonial no se agota porque

existen otras causas y otras  vivencias que aun no han tenido la

 oportunidad

 de tom ar su palabra.

El testimonio com o acto dirigido p erdura porqu e tiene la  posibilidad  de ser el palpitar personal de

cualquier  sujeto  siempre y cuando tenga un

  significado

  para quien   lo  cuente y el grupo a que

pertenece. Asi es

 valido

 el

 esfuerzo

  de memorizar en testimonio postum o y colectivo la vida de

una

 lider

 m uerta o el relato de los  trabajos  de la vida cotidiana de  trabajadoras  temporeras o

 la

angustia  de la   memoria  de  quien   ha   perdido

  familiares

  desaparecidos porque  en   todos estos

casos hay una signification  social ademas de la  personal12 .

Partiendo de la premisa de que el testimonio  abarca una pluralidad de experiencias de las

cuales el activismo  politico  es solo una de sus posibilidades vem os que la literatura testimo nial

se ha ido

 desarrollando

 en la

 ultima

 decada

 hacia

 los

 ambitos

 de la

 historia

 y la

 sociologia.

 No

quiere esto decir que se hayan abandon ado las raices sino que la fronda del arbol se ha extendido

y

 que el

 entretejido

  de las ramas refleja  opciones

 interdisciplinarias.

 Tampoco hemos de ver la

sombra de academia en todo este desarrollo. Si estamos aqui como academ icos

 dialogando

 sobre

la  literatura testimonial no nos vamos a

 enganar

 creyendo que

 dejara

 d e haber testimonios que no

se dirijan

 a  nuestro  escrutinio sino que

 interpelan

 la  opinion  piiblica en  general. D el  mismo modo

hay que entender que el testimonio es mas que un producto del tercer mundo para el primer

mundo.

  Se ha  sobrepasado   la cosificacion del  sujeto  testimonial como producto  de   consumo

entre los paises  desarrollados .  De hecho el testimonio ha crecido   rapidamente  dentro de

Latinoamerica con una gran autonomia respecto de su reception  en un mercado mundial de

intercambio  cultural. Su tematica y su   mensaje  siempre han

  aspirado

  y apelado a categorias

universales

pero

 s in

 abandonar

 su s

 raices nacionales

 de genero

raza

clase o

 ideologia po litica.

Su

  objetivo es encontrar cabida

  tanto

  dentro del medio

 propio

  como en

  otros

  medios y otras

geografias  naturales y personales.

En

  cuanto

 a la

  relacion entre

 el

 sujeto  testimonial

 y el

 transcriptor

la

 misma

 tambien  se ha

debatido

 ampliamente a

 posteriori

ya qu e en sus

 comienzos mu chos testimon ios

 no se

 percataron

Mellibovsky Matilde.  Circulo  de   amor sobre   la   muerte Buenos Aires: Ediciones  del

 Pensamiento

Nacional

1990; Agosin,

 Ma rjorie. Circles

 of Madness:

  Mothers

 o f  the

 Plaza

  de May o Circulos de locura:

Madres

  de la  laza de Mayo Fredonia, N.Y.: W hite Pine

 Press,

 1992.

94

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7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S

  D E L 5 1 °  C O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L

  D E

  A M E R I C A N I S T A S

de

  la

 problematica

  que se

 establece

  entre la voz del

 testimoniante

 y e l

 oido receptor.

  El uso y

abuso  d e  algun  que  otro

  transcriptor

  en la  apropiacion  o

  distorsion

  d e l  mensaje ha  causado

dudas sobre la capacidad d e comprende r la vivencia por e l o la agente m ed iador/a,

 reiterandose

la nece sidad

 d e

 mantene r

 la neutralidad de la comunicaci6n. Hoy en d ia hay un grado extremo d e

precaucion

 por

 parte

  de los transcriptores con respe cto a su posicion y e xiste una tend encia a

  ausentarse como ente,

  a

 borrarse hasta d onde

 sea

 posible,

  d e

 modo

 que la

 sujeto  testimonial

pueda

 desenvolverse con mayor

 libertad

 de ntro de un territorio intelectual que e s suyo

 propio

 y

recobrar autoria

 de su

 me moria

 y

 expe riencia.

 Asi se ha

 adoptado

 un cod igo

  profesional entre

algunos

 acade micos

 de no

 asignarse

 la

 autoria

 de l

 testimonio,

 que pertene ce plename nte a

 quien

habla.

 S in

 e mbargo, existe

 la

 opcion

 de la

 transcriptora

  d e

 convertirse

 en un

 sujeto

 participate

tal

 y como lo hizo

 M arjorie

 Agosin en su Madres   de la  Plaza  de  Mayo,  en e l cual establece  que

el libro se basa e n sus conve rsaciones con Renee y Ester y sus propias pe rcepciones, re flexiones

e

  intuiciones sobre

  la esencia de los sujetos-voces

13

.

Tambien

 el sexo de quien pregunta se ha conside rado como relevante. M ichael Gorkin llego a

la

 conclusi6n d e que por se r hombre nece sitaba d e l apoyo d e ayudantas

 mujeres

  para

 lograr

 un

maximo de

 sinceridad

 e n las respuestas d e aquellas m ujere s salvadorenas que

 le testimoniaron

sobre  sus

 vidas.

Estos

  problemas ya han sido debatidos

 m etodologicamente

  dentro de los canones de la

historia oral, pe ro e l testimonio tiene una volicion d e ser mas que historia oral, precisamente por

la conciencia

 que

 tiene

 e l

 sujeto  testimonial sobre

 su

 rol

 y por la

 multiplicidad

 de objetivos que

tiene  e l

  testimonio

  moderno.  Se asume que el

  sujeto  testimonial tiene derecho

  a

  controlar

  e l

  producto

de su me moria y su experiencia. Se sabe que pued e e vadir,

 inventar,

 se leccionar,

 callar

y  ocultar. Esas acciones pueden  se r parte  de la  agenda  d e l

  sujeto

  testimoniante  o pueden  se r

inconscientes. En m uchos casos la pe rsona que testimonia se reve la a si misma, catarticame nte,

en

 un proceso en e l cual la enunciacion de su mund o interior le reve la aspectos del m ismo que

nunca habia explorado o  formulado  de m od o concreto. El record ar y expresar son procesos de

descubrimiento  personal, de textualidad para si, tanto como de  textualidad  para  otros. Pero

asumiendo

  que la

  testimoniante puede tener

  un

  objetivo  explicito

  o implicito; que el o la

interlocutora

 puede

 igualmente servir una

 causa propia

 o asumir una

 solidaridad

 implicita con la

testimoniante, e l

 ultimo elem ento

 en la

 triada testimonial

 es

 aquel

 que lee. Es el

 lector

 o la

 lectora

quien  en ultimo caso tiene la prerrogativa o la responsabilidad de analizar los elementos

presentados

 por las dos anteriores y em itir juicio sobre su valor refe rencial. Tambien pued e tener

el

 placer o e l dolor d e apropiarse d e l te stimonio d e mod o afectivo y unirse a la e xperiencia de la

testimoniante. La capacidad de generar solidaridad en otros es una de las caracteristicas mas

importantes

 d e  todo testimonio.

Policromia

  testimoni l

En cuanto a la forma  que pue d e adoptar el testimonio hay variantes que

 d istinguir,

 todas las

cuales se consideran validas:

1.

 L a

 entrevista

 tal y

 cual:

 preguntas y respuestas

 transcriptas

 en su totalidad14 .

2.

 Transcripci6n

  con trabajo editorial15.

Agosin, M arjorie.

 Madres   de la  Plaza  de  Mayo,

  Introduction,

  sin pagination.

Cuvi  Sanchez, Maria

 y

 Ale xandra Martinez Flores.  El   Muro   interior.   Las   relaciones   de

  genero

  en e l

Ecuador  defines del  siglo  XX .

 Quito: CEPLAES,

 1994.

Randall,

 Margaret.

  Todas   e s tamos  despiertas.

  Testimonies de la   mujer   nicaragiiense de

  hoy.

 Me xico:

Siglo

 X XI Editores 1980; Kuppers,

 Gaby

 e d .

  Companeras.   Voices   from the

 La tin American   W omen s

Movement .

 Lond on: Latin Ame rica Bureau,

 1994.

95

Page 9: Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S

  D E L 5 1 °

  C O N G R E S O  I N T E R N A C I O N A L

  D E

  A M E R I C A N I S T A S

3. Prosificacion de la

 entrevista

16

.

4. Narrativa autobiografica17 .

5.  Mezcla  de transcripcion de  preguntas  y  respuestas  y transcripci6n

  insertada

  por la

interlocutora 18 .

La

 variedad de textos,

 intenciones

 y metodologias de los

 testimonios

 de

 los ultimo s veinticinco

afios nos

 regala u na am plia variedad

  de

 sujetos. Como

 ya anticipe, la

 linea inicial

 de

 enunciacion

testimonial

 fue desarrollada

 por mujeres

 marginadas, previamente carentes

 de

 voz, pero

 conscientes

de su

 identidad y ansiosas de hablar de si mismas con un fin politico. A pesar de su

 extraccion

humilde  estaban acostumbradas a hablar en publico y a ordenar sus expresiones. Han sido

siempre las mas populares y conocidas y su pedigree se remonta a Dom itila Barrios de Chungara,

Rigoberta  Menchu

  y

  Maria Teresa Tula,  fundadora

  de las

  Co-Madres

  salvadorenas.  M as

recientemente han surgido otras

 mujeres de

 conciencia po litica

 que no han

 optado

 por la

 proyeccion

internacional, sino por el

 reconocim iento

 de su comunidad, como la mac hi chilena am orosamente

recobrada por Sonia Montecino19 . Entre las mas hum ildes y meno s conocidas esta la ecuatoriana

Transito Amaguana, cuyo simplisimo testimonio hist6rico

 se

 divulgo

 a

 modo

 de

 historieta

 ilustrada

para qu e circulara entre su gente20 . La vivencia historica de la mujer  guatemalteca de la

 cual

 se

hizo

 icono

 a

 Rigoberta Menchu,

 ha

 sido

 redefinida de

 modo

 comunal

 en una publicacion

 canadiense.

Alii estd  tambien  Rigoberta, pero ahora parte de un coro de voces llamadas las  nietas  de

Ixmucam^ 21 . Veintidos mu jeres y

 tres

 grupos

 hablan

 de forma

  comunitaria

 y a veces en nombre

de  organizaciones.  La  intenci6n  sigue siendo politica: exponer la opresi6n y abuso que han

sufrido,

 con la

 esperanza

 de un

 futuro  mejor

 que

 ellas mismas iran construyendo

 a

 medida

 que

toman  conciencia

 de su

 situaci6n.

  Han

  sido objeto

  de

  violaciones,  asesinatos,  usurpacion

  de

tierras

 y persecuciones tragicamente increibles. Son mayo rmente viudas de hom bres

 asesinados

por los militares. La viudez las ha em pujado, como siempre en la historia, a

 construirse

 una nueva

personalidad. No s61o recue ntan sus e xperiencias, sino que se explican a si mismas y los camb ios

que  las han  llevado  a una comprensi6n de sus nuevos roles  como lideres  de comunidades  de

sobrevivencia, m ovilizadoras de recursos, guardadoras de su patrimo nio, y sostenedoras valerosas

de

 organizaciones

  de

  resistencia.

Otro e jemplo de recuperacion de un perfil eom unitario de mujeres indigenas se hizo en Bo livia

en  1986 bajo  el titulo d e Mujer  y

  resistencia

 comunaria.

 H istoria

 y m emor ia

22

. Ded icado a las

mujeres  de nuestro pueblo , esta publicacion fragil e impresa en pesimo papel  tiene todas las

posibilidades

 de perderse como tanta  produccion

  efimera

  del pasado. Fue un texto dirigido y

didactico para

  si

 m ismas porque

  fu e

  como

  si

 todas

  las

  mujeres hubieran escrito este texto .

16  Sejourne, Laurette. L a  mujer

  cubana

 en el quehacer de la historia. M exico: Siglo  XXI, 1980; Gorkin,

Michael,

  Marta Pineda  y  Gloria Leal.  From

  Grandmother to  Granddau ghter. Salvadoran

  Women

 s

Stories.

 Berkeley: University of California  Press, 2000.

17

  Colom, Yolanda. M ujeres  en laAlborada.  Guerrilla yparticipacionfem enina  en Gu atemala 1973 1978.

Testimonio.

 Guatemala: Editorial Artemis & Edinter, 1998.

18

  Mallon, Florencia.

  Unaflor  que

  renace:

 Au tobiografia  de una

 dirigente mapu che. Rosa

 Isolde  Peuque

Paillalef.

  Santiago: Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2002.

19

  Mon tecino, Sonia. Sue no con Menguante.

 B iografia

  de una M achi . Santiago de Ch ile: Editorial Su dame-

ricana,

  1999.

2 0  Rodas, Raquel. Transito

 Amaguana:

 Su T estimonio. Q uito: Centro de Documentacion de Information d e

los Movimientos Sociales, sin fecha.

2 1  Smith-Ayala,

 Emile.

  The Granddaughters oflxmucame.  Guatemalan Women  Speak.  Ontario: Women's

Press,  1991.

2 2

  Mujer  y  resistencia comu naria. Historia y  memoria.  La Paz:  Institute  de Historia Social Boliviana

(HISBOL), 1986.

 Este

 es un  testimonio  qu e recoge  la palabra que chua o aymara y la publica paralela-

mente con su

 traduccion

 al espanol, metodologia usada por Fr. B ernardino de Sahagun

 hace

 500 afios.

96

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  D E L 5 1 °  C O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L

  D E

  A M E R I C A N I S T A S

Como  testimonio

 de la

 participacion

 de las

 m ujeres aymaras

 y

 quechuas

 en

 los

 levantamientos

indios

entre 1910 y 1950 por la defensa de las tierras de sus ayllus,

  fue un

 docum ento politico

para

 quienes no tenian la capacidad de escribir,  pero tenian su memoria.

 Aunque

  apoyado en

documentos oficiales  se

 busco

  el

 entendimiento

  interior, la vision  interna que nos dieron los

sobrevivientes y testigos de la epoca . En o tras palabras, cum plio el fin testimonial. Ironicam ente,

el

 proyecto no contemplaba al

 principle

 la participacion de la

 mujer,

  casi repitiendo el error de

invisibilizar

 a la

 mujer.

  Se

 entretejio

  la

 historia

  de la

 sociedad

  comunitaria y

 familiar

 y de los

acontecimientos

 de

 rebeldia

 con el

 recuerdo

 de

 varias

 m ujeres, personalizando la

 experiencia

 y

sacandola del anonimato

Pero existen otras

 mujeres

 no

 indigenas,

 que no viven o provienen de zonas rurales y que se

involucran en la lucha politica en

 busca

 de la justicia social. Sin

 esperar

 a que se las entrevistaran se

han decidido a escribir su propio testimonio de modo semi-autobiografico, sin perder de vista que

su

 propia interpelacion a la tirania respondia no a

 una

 voluntad de m emoria literaria sino a un deseo

politico

 de dejar una huella de su participacion en la vida de montana. Yolanda

 Colom,

 en su

  Mujeres

en

 la

 alborada

23

  se autodefine

 como miembro

 de una

 generacion

 de

 revolucionarias guatemaltecas

forjadas bajo  el

 terrorismo

 de un

  Estado opresor

  y

  detalla ampliamente

  su

 vida

  de

  guerrillera,

anotando las

 condiciones

 de

 todas

 las que participaron en esa

 saga,

 asi

 como

 la

 condicion

 de

 otras

mujeres de su entorno. Estan tambien las mujeres

 negras,

 representadas por la temprana aparicion

de Carolina Maria

 de

 Jesus

 y mas

 recientemente

 por

 Maria

 de los

 Reyes C astillo Bu eno,

 la

  Reyita

cubana que se centra en su vida cotidiana y fam iliar mas que en su ambiente politico24.  .

Otro extraordinario esfuerzo por recuperar m emoria ha sido el que ha llevado a

 Claribel

 Alegria

y a Diana Milasovich a relatar la vida de dos mujeres ya fallecidas, que nunca testimoniaron

personalmente

 pero cuyas actividades  fueron reconstruidas por manos

 amigas.

 Son los

 testimonios

postumos de la  organizadora peruana Maria Elena Moyano, abatida por  Sendero Lum inoso, y

Ana

 M aria Castillo

 Rivas,

 luchadora por el Frente de

 Liberacion

 Nacional en El

 Salvador

25

.

 En la

amplia

 policromia testimonial

 que

 tenemos ante nuestra vista

 hay un

 analisis generacional

 de

 tres

clases sociales diferentes en El Salvador, cuyo  objetivo es reconocer la variedad de experiencias

dictadas

 por la

 clase social

 y la edad

26

.

 Tambien tenemo s representantes

  de las

 mu jeres

  cubanas

y

 nicaraguenses, madres

 de la Plaza de

 Mayo

 y arpilleristas

 chilenas, brasilenas

 de

 varias clases

sociales, paraguayas

  que

  vivieron bajo

  la

  dictadura

  y

  sobrevivientes

  de las carceles de

desaparecidas argentinas

27

.  Este muestreo de protagonistas  representa la heterogeneidad de

Colom,

 Yolanda. M uj e re s

  en la alborada.

  Guatem ala: Editorial Artemis & Edinter,

 1998.

 Ver tambien:

Marta Diana.

 M uj e res

  guerrilleras

la

  militancia

  de lo s

 setentas

  en e l

  testimonio

 d e s u s

 pro tagonistas

femeninas. Buenos

 Aires: Planeta,

  1996.

Castillo Bueno, Maria

 de los

 Reyes. Re yita. The  Life  of  a Black Cu ban   Woman in the

 Twe ntieth

  Century.

Durham: Du ke University Press,

 2000;

 Benjamin, Medea. Benedita da  Silva: An

 Afro-Bra zilian

  Woman  s

Story  of

 Po litics and

 L o v e .

 Berkeley, California: Institute

 for

 Food

  and

 Develo pm ent Planning, 1997.

Alegria,

 C laribel

 y

 D.J. Fiako ll. No me

 agarran viva.

 La

 mujer  sa lvadorena

 en

 lucha. San

 Salvador:

 UC A

Editores, 1987; Milosavich Tupac, Diana

 ed .

  The  Autobiography  of M aria Elena M oyano: The  L ife  and

Death  o f a

 Per uvian A ctivist.

  Gainesville, University

 Press

 of

 Florida, 2000;

 Saporta Sternbach, Nancy.

 Re-Membering the Dead: Latin American W omen's Testimonial Discourse, L atin American Pers pectives

18:3 (Sum mer 1991), 91-102.

Gorkin, Michael, Marta Pineda and Gloria Leal.

  From Grandmother

  to

  Grand dau ghter. Salvadoran

Women

  s

 Stories. Berkeley: University of C alifornia Press, 2000.

Randall, Margaret.  Cuban   W o m en Now . Interviews with Cub an   W o m e n . Toronto: Women's Press, 1974

y Todas

  estamos despiertas. Testimon ios

 de la

 mujer   nicaraguense

 d e

 hoy. Mexico:

 Siglo XX I

 Editores,

1980; M ellibovsky, Matilde.  Circulo

 de

 amorsobre

 l

muerte . Buenos Aires: Ediciones

 del

 Pensamiento

Nacional, 1990; Caballero Aquino, Olga.

 Por

 o rden super ior . Asuncion, Paraguay: Intercontinental E di-

tora,

 1989;

 Partnoy, Alicia.

  The L itt le Schoolhous e.

 San

 Francisco:

 Midnight Editions, 1998; Sepulveda ,

Emma ed.

  W e Chile. Personal Testimon ies

 of

  the   Chilean Arpilleristas. Falls Church,

 N ew

  Brunswick:

Rutgers University

 Press,

  1988.

97

Page 11: Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S

  D E L 5 1 °

  C O N G R E S O  I N T E R N A C I O N A L

  D E

  A M E R I C A N I S T A S

mujeres  que pueblan  los  am plios campos del testimonio e   indica el

 caracter

  democratic©  de su

visi6n.

La construction

 del

 testimonio

 ha

 tornado

 una

 variedad

 de

 formas para satisfacer

 las demandas

de  las  disciplinas  que lo han reclam ado y la demanda

 popular

 del

 piiblico le ctor

  femenino qu e

 lo

apoya. Sociologas y antropologas han estando utilizando desde hace tiem po un m etodo m ixto de

analisis

 y   testimonio para presentar   las  voces  de las  m ujeres  de   ciertas ocupaciones. Cuando

Julia Medel Soledad Olivos y Ve ronica

 Riquelme

 propusieron un  estudio de las tem poreras de la

agricultura chilena tenian una m ultiplicidad de objetivos que parece caracterizar este nuevo

genero mixto de testimonio que une la

 investigaci6n academica

  con objetivos sociales

28

. El

proyecto tenia

  el fin especifico de   recuperar  la

 vivencia

  de

  esas trabajadoras

 y

  hacerlas

  m as

conscientes  de su situacion superando su tradicional rol pasivo, subordinado y marginal . El

objetivo de

 concientizar

 a las  trabajado ras tenia qu e  basarse  en la informa tion  espontanea de las

mismas  a preguntas que

disenadas

 por las investigadoras se dirigian precisam ente a extraer de

ellas su perception  del trabajo las condiciones laborales y las relaciones de pode r

  dentro

  del

sistem a. La

 recuperation

 de la vida cotidiana a  trav^s de m ultiples capas de relacionam iento no

ya el acto de  desafio  o de  denuncia es lo que

 caracteriza

 a esta nueva

 form a

  de  testim onio. Las

respuestas obtenidas se  fueron

  insertando

 dentro del esquema analitico de la  obra de  modo que

el lector navega  con certeza de su destino

 al

 m ismo tiem po que las  voces de las  trabajadoras van

iluminando

 su ruta. En 6ste

 com o

 en

 otros

 trabajos

 similares

 la

 su jeto-voz tom a conciencia

 de su

condition.

 Por

  primera

  vez

  tienen

  la oportunidad de

 hablar  sobre

  si,

  pero  dentro

 de un

encuadramiento

  dirigido a hacerlas conscientes de sus condiciones

 econom icas

 y politicas. Es

de

 notar  c6mo hay

en

 algunos

 de

 estos casos

una

 presencia ineludible

 de

 direction politica

 no

ya de  parte  de las testimoniantes sino de qu ienes las estudian.

Una variante  de  aproxim aci6n testim onial q ue incluye

 tanto

 a hombres como a

 mujeres

 ha sido

publicada por Olga Goldenberg  y  Victor H ugo Acufia quienes

 tomaron

 testimonios  en el sector

de

 trabajo  informal  panameno.

 Aunque se

 trata tambien

 de un

  estudio academico

su

 objetivo

informativo no es tan

 dirigido com o otros nacidos

 de

 afanes politicos.

 L as

 historias seleccionadas

para su  pub lication   se dejaron en su

 integridad

de  modo que la subjetividad   especifica  de  cada

testimoniante

 no

 sufriera

  la intromision de l investigador, pero

 sirvieran

 para ilustrar su  vida y sus

sentim ientos personates hacia  la  misma

29

.

El

 texto

 testim onial tambien nos ofrece una variante

 literaria

 cuando la testim oniante es  m ujer

de

 letras

 que habla

 sobre

 si

 misma.

 De

 hecho

la

 pregunta

 que se nos

 hace

 m uy frecuentemente

es:

 £qu6 diferencia

 existe entre   autobiografia y

 testimonio?

  ^O

 hasta

 qu e

 punto

 es

 aceptable

 el

uso

  evocative

  de la

  literatura

  como medio  en la  construcci6n   de un  testimonio? Cuando   al

principio de  esta charla  m e

 referi

  a la  porosidad  que  existe  en la literatura testim onial  en general

pensaba en parte en esta situacion de   fluidez  entre los generos

 clasicos.

  Todo testimonio es

basicamente

  autobiograflco

pero el testimonio esta mas dirigido a un objetivo especifico y

explicito. En un sentido

 amplio,

  una autobiografia es una

  forma

  de testimonio

 construido

 con

mayor

 conciencia

 de

 quien e scribe

 por si

 m isma

sin

 m ediadores

y con la aspiration de

 contener

toda

 una

 vida.

 L a biografia y el

 testimonio tienen

 e n comun ser

 formas

 de

 mem oria expresada

 y

dirigida

 con un objetivo personal y  social de algun modo iluminador de la  realidad en la que se

desenvuelve las sujetos de la

 narrativa.

Desde m i punto de vista la expe riencia hecha expresi6n literaria recor dada com o una vision

estetica

 y al

 servicio

 de una

 causa politica

 es

 posiblem ente

 una de las

 variantes

 de los

 testimonios

m as  desgarrantes que nos han legado los

 regimenes

 militares de las  decadas  de los 70 y los 80.

2 8

  Medel R. Julia Soledad Olivos M. y Veronica Riquelm e G   Las

  temporeras

  y su vision de

  trabajo

Santiago

 d e Ch ile: Centro d e estudios de la

 Mujer

1989. L as  citas  son de la

  presentation ,

 pp.   10-23.

2

 9

  Goldenberg Olga y Victor Hugo A cuna.

 Genero

 en la  informalidad Historias laborales

 Centroame ricanas

San  Jose:

 FLACSO

1994.

98

Page 12: Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S  D E L 5 1 °  C O N G R E S O

  I N T E R N A C I O N A L

  D E

  A M E R I C A N I S T A S

Aqui

 la

 cuestion

 de

 sexo

 es

 determinante.

 Los

 hombres

 y las

 mujeres

 se igualaron por primera vez

en

 angustias

 que son

 similarmente dolorosas.

  Las

 mujeres

 ya no fiieron

 excluidas

 de la

 barbarie

que  antano  solo  se

 imponian

 los hombres entre  si. La  igualdad ante  la  ley,  el  objetivo  de las

feministas de

 principios

 de siglo y las neo-feministas de los

 afios

 70, se distorsiono para

 convertirse

en  igualdad de  cuerpos  abusados y muertes ocultadas  bajo  regimenes dictatoriales.  El texto

testimonial

 de la

 argentina Alicia

 Partnoy, La

 escuelita, The

 Little Schoolho use

 (aun

 no

 traducida

al

 espanol) me

 parece

 un

 ejemplo clasico

 de la prestacion qu e se

 estan haciendo

 la

 literatura

 y el

testimonio com o historia. Alicia P artnoy, escritora

 y

 po eta, vivio

 mas de un

  afio

  en

 una carcel

llamada

 La Escuelita30 .

 Com o escritora

 ha vertido esa

 experiencia unica

 en un libro pequeno y

denso,  que destila su s recuerdos y que conlleva e l deseo  de

  compartirlos

  con el  proposito  de

denunciar la opresion y la tortura qu e se le infligio  a ella y a otros que no tuvieron la fortuna de

sobrevivir. En una vena similar, M arta Elena Montoya Velez rompe un silencio de decadas para

testimoniar sobre

 su

 experiencia

 en

 carceles chilenas31. A si, Montoya dice:  Siento

 la

 dim ension

de lo que es recuperar la mem oria; hablar, citar para q ue ellos dentro de 20 afios no tengan q ue

volverlo a hacer sin saber si estan contando mi historia o la de

 ellos

 o si es la que contaban en la

casa

 de mis

 abuelos,

 o si es la

 historia

  de todos (p.

  170).

  Y eso es

 precisamente

  lo que

 dice

Matilde Mellivobski de sus Madres de Mayo,  Quiero escribir este libro para q ue las proximas

generaciones  tengan una imagen muy  fiel  de lo que  paso... para  que  sepan como  sentimos y

como vivimos esta parte

 de la

 historia argentina

 que

 atraveso nuestras familias para

 siempre...

(pp. 12-13). Historia, testimonio y literatura han borrad o sus fronteras en estos ejemp los.

En  la inclusion amplia del testimonio como memoria

 historica

  caben algunos textos

excepcionales como el recientemente publicado en la Argentina por Maria  Herminia Beatriz Di

Liscia

 y A na Maria Lasalle en la Universidad Nacional de La Pampa32 . Por uno de esos

 encuentros

interdisciplinarios

 que  siempre resultan  sorprendentes por lo inesperados,  se  descubre  una

autobiografia

 de una

 mujer

 que vivio en la oscuridad pampina argentina.

 Anais

 Viala, pobladora

del su roeste pampeano rastreada por Lasalle, file una emigrada francesa qu e llega a la A rgentina

en 1884. Se

 radican en

 Pigue donde

 crecio

 como una mujer campesina,

 arando

 y cuidando animales.

Obligada a

 casarse

 con su cunado tras la muerte por

 parto

 de su hermana,

 huye

 con

 otro hom bre

en 1895. Con el compartio una vida azarosa hasta 1923. En ese tiempo A nais vivio una vida tal y

cual

 no pu ede reconstruirse sino excepcionalmente a traves de

 docum entaci6n

 hist6rica. Fue una

mujer

  de muy  medianos recursos, trabajadora, empresaria, independiente. Victima  de las

restricciones legales

 de su

 6poca -requiere

 la firma de su

 esposo alcoh61ico para abrir

 una

 cuenta

de banco en 1923- recibe al fin la libertad de la viudez, en la que viviria hasta 1937. En esos  afios

decide

 escribir su vida por el deseo de

 revindicar

 su conducta, de

 justificar

 su decision de escapar

de imposiciones sociales y como parte de ese gusto de saborear su recuerdo, de ser testimonio de

su  propia vida. Este texto

  comparte con

  otras  formas

  de

 testimonies algunas

 caracteristicas

esenciales: el

  yo

de una

 mujer

 que

 reto

 a su

 medio

 y se

 reto

 a si

 misma.

 No

 habia

  trabajadores

sociales ni sociologos en busca de su realidad. Hablo consigo misma recogiendo su historia con

su propia

 mano.

Por ultimo, y para subrayar esa capacidad de crecimiento y diversificacion  del testimonio,

deseo

 introducir

 de modo atrevido la transformacion  de l genero testimonial  en un  evento de

comunicacion

 masivo, situacion no sorprendente dado el caracter netamente hum ano y afectivo

que  se  puede expresar  a  traves  de la  comunicacion personal. Asi,  Silvia Pinal,

  estrella

Partnoy, A licia. The Little Schoo lhouse. S an Francisco: Midnight Editions, 1998.

Mo ntoya Velez, Marta Elena. Rompiendo el silencio. Yo te a cuso Pinochet. Mexico:

 Editorial

 La Correa

Feminista,  1999.

Di

 Liscia,  Maria Herminia y Ana Maria Lassalle, eds. Esta

 fue

  mi vida. No se la deseo a ninguna. A

proposito de la  Narration  de mi vida, 1884-1937 de Anais  Viala.  Santa Rosa,

 La

  Pampa:  Institute

Interdisciplinary de la Mujer, 2002.

99

Page 13: Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

7/18/2019 Congreso de Americanistas-2003 Testimoios de Mujeres

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A C T A S  D E L 5 1 ° C O N G R E S O  I N T E R N A C I O N A L  D E  A M E R I C A N I S T A S

cinematografica mexicana,

 sostiene

 un programa de television,  La vida en Vivo , en el cual se

entrevista a  mujeres  que exponen y discuten  sus problemas personales.  Se basa en la solidaridad

que

 se establece a priori entre  el auditorio,  la interrogadora y la narradora,  a lo que se anade el

hecho  de que el programa saca

  al

 televidente  de l estudio  y lo

 lleva

  a la escena  de los hechos.

Igualmente

Laura

 Bozzo Rotondo,

 mujer

 profesional,

 ex

 regidora municipal

 de

 Lima,

 y ex directora

del Institute Nacional de Cultura, sostiene otro programa  que se enfoca exclusivamente sobre

problemas de abuso

  fisico

  y psicologico  dentro  del hogar33 . Su interes  en este problema ha

generado un  libro  titulado  Rompiendo   Cadenas (Lima, 2000) que incluye 68 pasajes de caracter

testimonial, cuyo objetivo es desenmascarar tres

 tipos

 de violencia: 1. La de los afectos, o sea

causada principalmente por aborrecimiento y

 sadismo;

 2. La

 violencia

  cruzada o m utua

 entre

ambos

 sexos, y 3. La violencia sexual entre miembros de la familia. Tambien entrevista a hombres

para averiguar

 que sentimientos se

 esconden detras

 del

 ejercicio

 del

 poder fisico. Cada seccion

va precedida por un estudio de caracter profesional en el cual se

 explican

 los rasgos psicologicos

34

y sociales de la dominacion desigual que

 estos tipos

 de comportamiento significan. El testimonio

cobra

 aqui un

 rol

 pedagogico y

 dirigido, obviamente

 dedicado a propagar el conocimiento del

abuso

 entre los

 generos.

Mi aspiracion en este trabajo ha sido la de replantear la necesidad de retornar al testimonio

con  el proposito  de medir  sus nuevas dimensiones.tanto  en el mundo academico como  en el

mundo de la  comunicacion masiva y aquilatar hasta  que  punto se ha  transformado  desde su

genesis hace mas de un cuarto de siglo. Hoy en dia acogemos los testimonies de mujeres en un

vasto campo de conocimiento que va mas alia de

 nuestras disciplinas

 y

 expandimos

 sus fronteras

con la experiencia de sujetos qu e

 carecian

 de presencia o voz en nuestras memorias colectivas. El

ingreso de  ellas a esta literatura

 permite

 el recobro de sus multiples vivencias, scan recuerdos

compartidos puntos

  de vista expresados,  o denuncias impostergables sacadas  del deseo de

justicia personal o social. Si en nuestra proxima reunion de americanistas dedicamos sesiones al

analisis

 de la variedad de las expresiones testimonials desde un punto de vista interdisciplinario,

me dare

 por

  satisfecha

  con

 haber lanzado

 m i

 propuesta aqui

 en

 Santiago

Testimonies muestra b ibl iografica

. ACIBEY, David.

 RecopiladoT

Aqui tamb en

 Dom itila:

 Testimonies Mexico: Siglo XX I Editores,

1985.

. AGOSIN, M arjorie.

 Madres

  de la

 Plaza

 de

 M ayo 1990.

. ALEGRIA, Claribel y D. J. Flakoll. No me agarran viva La

 mujer

 salvadorena

 en

 lucha

San

Salvador: UCA Editores, 1987.

. ABUELAS DE PLAZA DE MAYO. Ninos desaparecidos

Jovenes

 localizados en la Ar gentina

de

 1976

 a

 1999 Buenos Aires: Temas Grupo Editorial, 1999.

. ANDRADA Ester y Ana Maria  Portugal. Ser

  mujer

  en el

 Peru

Lima: Ediciones

  Mujer

  y

Autonomia 1978.

. ASOCIACION MADRES DE PLAZA D E MAYO. Historia de las  Madres   de  Plaza de   Mayo

Buenos Aires: Ediciones Asociacion Madres de Plaza de Mayo,

 1995.

Bozzo

  Rotondo Laura.

 Rompiendo Cadenas

Las

  voces

 de la

 violencia

Lima:

 Editora

 Nacional

S.A

2000.

Dos

 caracteristicas

 surgen de este libro: el caracter de sumision economica y

 psicologica

 que

 revelan

 estas

mujeres

 de  clase pobre. El otro es la education

 recibida

 por los

 hombres

que desde pequenos se

 definen

como  machos , sustentando las peores caracteristicas  del machismo:

 creencia

 en la

 superioridad

  fisicay

mental de su sexo;

 negation

 de una  vida

 afectiva

 con la companera siquiera familiar;

 recurrencia

 a la

violencia para demostrar el

 poder.

 Son testimonios que descubren la realidad cultural de prototipos de

mujer sufrida

 y hombre

 castigador

 que

 aun existen

 en

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Rodolfo Stavenhagen  45

Neruda, Macchu Picchu y la meditacion sobre las ruinas

GrinorRojo  53

America Latina: De los

 viejos

 modelos economicos a un remedo

de

 modelos en desuso

Luis Riveros  71

Imaginario e historia. Una visi6n de America Latina

Miguel

 Roj

 as Mix 81

La

 literatura testimonial

 en

 Latinoam&ica como experiencia

 de

 mujeres

Asunci6n Lawin  89

Un Formativo sin ceramica y ceramica pre-Formativa

Luis Guillermo Lumbreras 105

Mineria

 y

 metalurgia

 en las

 Americas:

 Un

 paradigma

 con

repercusiones

  universales

 y de  future

Manuel Castillo  135

Necesidad  de una Segunda Independencia

Arturo Andres Roig

  155

X V Trabajos Ganadores

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 Americanistas

El

 cuento,

 la

 casa

 de lo

 fantastico.

 Repensar del

 cuento neofantastico

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MagaliVelasco  167

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 de lo mapuche

en la

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 de

 Neuquen. Jorgelina V illarreal

  183

XV Relacion

 de Simposios y participantes  201

1.

 Antropologia

 (A) 201

2.Arqueologia(ARQ)

  229

3.

 Arte, Literatura

 y

 Linguistica

 (ALL)  251

4. Historia  HIST)

  269

5. Patrimonio, Estudios

 Urbanos

 y Medio Ambiente  PAT)  307

6.

 Movimientos Etnico-Sociales, Derechos Humanos

 y Genero

 (MES)

  323

7. Estudios Politicos, Sociales y Economicos

 (EPS)

  339

8. Pensamiento, Filosofia y Educaci6n PEN)  363

XVL   Relaci6n de Mesas Redondas y Participantes  369

X V Directorio de Participantes  373