6
El entremés de los romances, más noticias sobre El Quijote y reseña del Discurso de ingreso en la Real Academia de Darío Villanueva Cervantes y el Entremés de los romances En mi respuesta a un comentario de Manuel- Tuccitano, dejaba pendiente, a sugerencia suya, una ampliación sobre el Entremés de los romances. Como decía, hay varias corrientes de opinión que os expongo sin ánimo de fatigaros: 1º.- Aquellos investigadores que proponen que Cervantes conocía este texto (que, aunque se editó en 1612, debió escribirse antes de 1602, según la tesis de Menéndez Pidal) y partió de él como una posible fuente para construir la locura del personaje -por lo tanto, estaría parodiando una parodia, con lo que aumentaba el juego literario-. Hay datos que pueden avalar esta teoría, aunque la presencia de un entremés en verso en fecha tan temprana resulta un tanto peculiar, aparte de que en ninguna de las polémicas y referencias de la época sobre el Quijote se hace referencia a esta pieza teatral. Por otra parte, la calidad del entremés deja mucho que desear con lo que, si fue tomado como inspiración por Cervantes no debe ser considerado sino como un motivo más de toda la construcción sobre la que se articula el personaje. La historia se enredaría más si fuera cierta la teoría de que Cervantes no sólo concibió Don Quijote inicialmente como novela corta al estilo de las Novelas ejemplares a partir de este entremés sino que, incluso, llegó a difundirla en una versión que correspondería a los primeros seis capítulos. Como no hay testimonios que avalen la edición del volumen (lo que no impide que 1

El Entremés de los Romances y Don Quijote

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: El Entremés de los Romances y Don Quijote

El entremés de los romances, más noticias sobre El Quijote y reseña del Discurso de ingreso en la Real Academia de Darío

Villanueva

Cervantes y el Entremés de los romances

En mi respuesta a un comentario de Manuel-Tuccitano, dejaba pendiente, a sugerencia suya, una ampliación sobre el Entremés de los romances. Como decía, hay varias corrientes de opinión que os expongo sin ánimo de fatigaros:1º.- Aquellos investigadores que proponen que Cervantes conocía este texto (que, aunque se editó en 1612, debió escribirse antes de 1602, según la tesis de Menéndez Pidal) y partió de él como una posible fuente para construir la locura del personaje -por lo tanto, estaría parodiando una parodia, con lo que aumentaba el juego literario-. Hay datos que pueden avalar esta teoría, aunque la presencia de un entremés en verso en fecha tan temprana resulta un tanto peculiar, aparte de que en ninguna de las polémicas y referencias de la época sobre el Quijote se hace referencia a esta pieza teatral. Por otra parte, la calidad del entremés deja mucho que desear con lo que, si fue tomado como inspiración por Cervantes no debe ser considerado sino como un motivo más de toda la construcción sobre la que se articula el personaje. La historia se enredaría más si fuera cierta la teoría de que Cervantes no sólo concibió Don Quijote inicialmente como novela corta al estilo de las Novelas ejemplares a partir de este entremés sino que, incluso, llegó a difundirla en una versión que correspondería a los primeros seis capítulos. Como no hay testimonios que avalen la edición del volumen (lo que no impide que se editara), bien podría haber corrido manuscrita, lo que justificaría el conocimiento temprano del personaje que parece hubo y algunas afirmaciones del Prólogo. Lo veremos tras el comentario del Capítulo VI.2º.- La de los que proponen que el entremés se escribiera a partir de la novela -es decir, se convertiría en la primera imitación de la historia de don Quijote (la redacción posterior a 1605 es sostenida por la teoría de Eugenio Asensio), aunque resulta del todo inexplicable que, de escribirse a partir de la novela, no se haga ningún tipo de alusión a ella-;3º.- Por último, la de aquellos que sostienen que son textos independientes, que tienen poco que ver y que sus coincidencias son producto de recursos que ya funcionaban en la época y de que el clima artístico era propicio para este tipo de motivos de inversión paródica. No hay consenso entre los estudiosos al respecto y algunos parecen tomar como afrenta personal el hecho de que se cuestione la originalidad cervantina, sin darse cuenta de que esta historia se basa, precisamente, en la técnica de la parodia que integra varios posibles intertextos. También es igualmente incomprensible la actitud de aquellos que encuentran singular placer en

1

Page 2: El Entremés de los Romances y Don Quijote

demostrar que Cervantes se inspiró en una u otra obra, puesto que parecen no perdonarle a este viejo soldadón que escribiera una obra universal cuando debiera estar retirado del oficio de escritor. Tal y como sostiene Luis Andrés Murillo, es muy posible que, en estos primeros capítulos, aun no haya construido Cervantes del todo la idea de parodiar en exclusiva las novelas de caballería, tal y como se afirma en el Prólogo (escrito después de terminar el libro), y, por lo tanto, la concepción del personaje sería una suma paródica de la fama de estas novelas y de la poesía caballeresca, en especial, de un tipo de romances que eran conocidos, sobre todo, por trasmisión oral (a este tipo de trasmisión se hace referencia en el texto) y, como consecuencia, el recurso a los romances esté dentro del germen mismo de la idea. Por mi parte, me apunto a la línea de los que creen que son textos independientes.

Noticias sobre El Quijote

Vayamos ahora con las noticias sobre El Quijote, esperando no haberos aburrido con estas quisicosas de especialistas: Javier Sanz se suma a la iniciativa y dedica una entrada para su difusión en uno de sus interesantes blogs, Peridoxa. Euphorbia, nos gana un capítulo y documenta la tan frecuente quema de libros en la Historia (el Poder siempre ha temido la libre circulación de las ideas) y señala dos magníficas películas en las que se produce (Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg y Farenheit 451 de F. Truffaut, ésta basada en la novela de Ray Bradbury) en ¡Esto está que arde! Juan Luis ha añadido dos entradas en su serie sobre el Quijote. En una analiza el libro como un texto que invita a la lectura. En efecto, el Quijote sólo puede entenderse totalmente teniendo en cuenta que es un libro que habla de libros, literatura que reflexiona sobre literatura. Y que, el autor adopta la perspectiva del lector entendido: Cervantes sabía mucho de Estética de la Recepción antes de que esta corriente teórica de interpretación de la literatura se hubiera puesto de moda. En otra, hace un divertido homenaje visual a esta degustación del lector, poniendo imagen a nuestra locura de lectura virtual y colectiva. Manuel-tuccitano también hace un inteligente guiño visual a nuestra lectura colectiva en su entrada El Quijote y mis leyendas (2), en la que aborda, además, la introducción de otros géneros, además del caballeresco, en la parodia literaria que es esta novela, con la cita expresa de El Abencerraje y la hermosa Jarifa que se encuentra en el capítulo comentado esta semana. Su enlace es toda una invitación a leer esta hermosa narración breve, publicada de forma anónima a mediados del siglo XVI y que dará origen a la novela morisca, modalidad de la que volveremos a hablar aquí pero que, gracias a Manuel, nos da pie a indicar su primera mención en El Quijote. Además, mi buen amigo Javier García Riobó sigue con su comentario en imágenes, con perspicacia y sentido del humor cervantino, y muestra una

2

Page 3: El Entremés de los Romances y Don Quijote

personalidad que lo aleja de los estereotipos de ilustración al uso de esta novela. El haber motivado su mirada es una de las cosas que más me agrada de nuestra lectura colectiva.

Reseña del Discurso de ingreso de Darío Villanueva en la Real Academia Española (8 de junio de 2008)

Darío Villanueva, como anuncié, pronunció el domingo pasado su Discurso de ingreso en la Real Academia Española con el título El Quijote antes del cinema, en el que aborda cómo en la obra se establecía ya una mirada precursora de la cinematográfica según las teorías del precinema que analiza también en su texto. Su tesis es que: “… el Príncipe de los ingenios españoles no se queda por detrás de nadie tanto en lo que se refiere a sus planteamientos precinemáticos como al impresionante reflejo de la condición humana que también lo caracteriza como un clásico entre los clásicos” (p. 79). Merece citarse la acertad visión de esto último en palabras de Darío Villanueva: “Cervantes busca y encuentra nuestra condición más genuina en esa dignísima ridiculez de los seres humanos, que son tan ínfimos y ruines como, a la vez, esforzados y sorprendentes. Semejante dualidad concuerda a la perfección con esa ars magna oppositorum, como fue definido el Barroco de la época en la que Cervantes escribe sus últimas obras, y entre ellas su inmortal novela” (p. 81). En cuanto a lo precinematógrafico en la novela, se basa sobre todo en el predominio de los sentidos de la vista y el oído en los diálogos cervantinos: “El oído y la voz conforman el intenso dialogismo de la novela cervantina al que nos hemos referido ya, con ese intensísimo uso del “dijo” y el “respondió” a modo de plano y contraplano verbales y auditivos. Pero no menor es la importancia que la visión tiene en el Quijote. De hecho, la gran mayoría de los episodios o aventuras de los protagonistas comienzan con voces, sonidos o ruidos que luego más tarde, como apuntábamos ya en el comentado episodio de los batanes, la vista vendrá a completar” (pp.84-85). Este magnífico Discurso es un claro ejemplo de cómo se puede volver a una obra sobre la que todo parecía dicho ya y aportar nuevos ángulos de interpretación.

3

Page 4: El Entremés de los Romances y Don Quijote

Demócrito abderita fue uno de los mayores filósofos naturales y morales que hubo en su tiempo, aunque Platón dice que supo más de lo natural que de lo divino; el cual vino a tanta pujanza de entendimiento allá en la vejez, que se le perdió la imaginativa, por la cual razón comenzó a hacer y decir dichos y sentencias tan fuera de términos, que toda la ciudad de Abderas le tuvo por loco. Para cuyo remedio despacharon apriesa un correo a la isla de Coy, donde Hipócrates habitaba, pidiéndole con gran instancia, y ofreciéndole muchos dones, viniese con gran brevedad a curar a Demócrito, que había perdido el juicio. Lo cual hizo Hipócrates de muy buena gana, porque tenía deseo de ver y comunicar un hombre de cuya sabiduría tantas grandezas se contaban. Y, así, se partió luego; y llegando al lugar donde habitaba, que era un yermo debajo de un plátano, comenzó a razonar con él. Y haciéndole las preguntas que convenían para descubrir la falta que tenía en la parte racional, halló que era el hombre más sabio que había en el mundo. Y, así, dijo a los que lo habían traído que ellos eran los locos y desatinados, pues tal juicio habían hecho de un hombre tan prudente. Y fue la ventura de Demócrito que todo cuanto razonó con Hipócrates en aquel breve tiempo fueron discursos del entendimiento y no de la imaginativa, donde tenía la lesión. Huarte de San Juan

4