Upload
others
View
5
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
EL TREN DE LAS PASIONES
COLECTIVAS
(POEMAS)
C
C
Wilfrido Rodríguez Orozco
El Tren de las Pasiones Colectivas
Correo: [email protected]: @wrodriguezo
Diagramacion Juan Carlos López
Señal Gráfica Barranquilla - Colombia
Primera Edición
Printed in Colombia
Editorial: Fundación Caribe en la Sociedad del ConocimientoCorreo: [email protected] site: www.funcaribe.org
En el último vagón del tren donde reposan las maletas hay cuadernos deshojados
y una sombra murmurando la impaciente creación del poeta
inusitadamente olvidado.
Prólogo
El paradigma de la modernidad logró insuflar el
desencanto en los hombres cuando fracasó en su
intento de resolver los problemas de desigualdad,
tiranía, drogadicción y uso de armas de destrucción
masiva, entre otros que aún nos agobian, provocando
una necesaria migración a nuevos espacios, a otros
movimientos, a otra era.
La crisis de la modernidad es para la humanidad, según
muchos intelectuales, un fenómeno que develó la
instrumentalización de la razón al servicio de la
sociedad de consumo, a tal punto que Heidegger
advirtió el gobierno de esa razón instrumental sobre la
multiplicidad de nuestros actos. El dinero y el poder
político adquirieron, a un ritmo vertiginoso, el papel
de dioses que exigen un culto excluyente,
independientemente del modelo socioeconómico y
político en que se circunscriban, socialistas o
capitalistas en cualquiera de sus mutaciones.
La literatura no es ajena a esta crisis. La modernidad
amedrentó a los relatos de ciencia ficción hasta
provocar su obsolescencia. Y, más recientemente, en
el marco de la distorsión de un fenómeno de discusión
racional que involucra la estética y la moral, los poetas
han provocado una ceguera voluntaria entregándose a
una metáfora excesiva que cierra los ojos a su propia
realidad. El tren de las pasiones colectivas
4
Este poemario sugiere una mirada a esa modernidad subastada en cada esquina de las ciudades, donde los individuos adoran deidades vertidas por el mercado en el seno de la familia, en “el centro de la ciudad”, donde la seguridad y la libertad no parecen compatibles ante la perversa necesidad de restringir libertades sociales y políticas a cambio de mantener seguros a hombres y mujeres. El Camino Utópico de los vagones de este tren descubre el recorrido por una senda que hoy pocos circundan y tampoco es ajena a los embates de la modernidad, el erotismo.
El Olvido del Ser y el Retorno a la Oquedad es un vagón que transita sin pretensiones de verdad, que involucra el ámbito estético en la búsqueda de una mirada a la realidad subyacente en cada individuo, generalmente soslayada, y muchas veces negada por los afanes de la posmodernidad. El poder, la riqueza, la desigualdad, la violencia, el exilio y la desbordante plasticidad tecnológica trazan la ruta del tren hacia la estación de las pasiones colectivas.
Sin embargo, frente a la estación hay un hombre que prefiere caminar. Para él, si bien la poesía no es instrumento que pueda ser utilizado para producir cambios concretos en la inmediatez de la flecha del tiempo, ella puede vislumbrar la controversia necesaria para generar cambios en la sociedad y ser fundamento de su acontecer histórico.
El tren de las pasiones colectivas
4
Así pues, el poeta se convierte en un mortal, perturbador del statu quo, que funge como depositario de una esperanza y apela a la belleza para desencubrir lo invisible.
El autor
6
EL VAGÓN DE LA
UTOPÍA
7
“La soledad es la ecuación de la vida moderna”
Joaquín Sabina.
De aquellos días
nada tuyos
nada míos
de noches infaustas
impredecibles
como estupidez humana
ya nada queda.
En las madrugadas
con el alba ululando
la presencia de nuevos temores
me sentía tan inexacto
tan impuro
que desesperaba en el intento infructuoso
de hallar el complemento perfecto
de mis virtudes
y la redención última de mis miserias.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
AQUELLOS DÍAS
8
Pero una venida
tu llegada
tan breve
tan distinta
tan rara
tan callada
desnudó la noche turbulenta
misteriosa
inacabada
y lasciva de tu imperio.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
9
Hay una ventana abierta
deslizada en tus mejillas
que mendiga una mirada
a esa piel callada
desnuda de sorpresas
nunca tan anheladas
inserta en mil batallas
de clamores infinitos
nunca apaciguados
con estrategias disfrazadas
de un gemelo a quien negar
tentando al olvido y al pasado
sin temor de volverse a cerrar.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
LA VENTANA
10
YO SUBYUGADO
Hay cosas tan sencillas
que me atan a tus cosas complejas
como la exquisita forma de sentir lo que prefieres
siempre que me prefieres a mí.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
11
NEGRA CARIBE I
Negra de fogosa casta
que anidas vida
encarnando historias
asiladas en mil memorias
patrimonio de melodías
y sobre arenas deleznables
mimetizas sin mezquindades
canto
poeta y melancolía.
Negra de contrastes
calor avasallante
abrasador
brisa paliativa
que alegre cautiva
bajo el sofocante ardor.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
12
Negra de luna y prisma
de fulgurantes ocasos
y noctámbulos reproches
conjuro de albor y noche
vivo crisol de mil retazos.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
13
NEGRA CARIBE II
Negra
que tientas con las uñas el pistacho
y desnudas la nuez
rodeando la silueta oscurecida
prolongada hasta sus venas.
Negra
que guardas en tus pupilas
el ansia matutina de soledades irónicas
y gimes ocasos inmortales
en cada resquicio de tus murallas indómitas.
Negra
Que heredas luz y ritmo vestido de aurora
Únge mi piel con panela como hicieres otrora.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón de la utopía
14
EL COLOR DE TU MIRADA
Podría decir que soy hombre de mar
surcando olas ausentes de arena
que soy un mástil con remiendo y sin vela
resto penitente de un náufrago navío.
O simplemente gritar ¡estoy sediento!
ante el fresco silencio de tu boca
y el tenue color de tu mirada.
No soy hombre distinto
reclamo bajo el pavo real del mar
un abrazo mezquino
que ciega en la noche profunda
y opaca la estrella dorada.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
15
EL MUDO ACENTO DE TU ALMOHADA
No comprendo si lucho contra mi libertad
o el aliento sólo alcanza para ti
si el tiempo atrae tus caminos inciertos
o padezco una tara irremediable
que envenena mis sueños para amarte.
No conozco mi primera madrugada
sin pintar la habitación con tus sueños
sin besar tus ojos medio despiertos
escuchando el mudo acento de tu almohada.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
16
He parido la llama del rencor
en la penumbra del silencio
en el grito ensordecedor del qué será
bajo el mar de las ideas que alberga
profusos caudales de soledad
ahogando su primer llanto
cada vez que muero contigo.
He muerto tantas veces
que en el velo de mi rostro
yace el ánimo silente
izando párpados a media asta
en sus cavernas anegadas.
He muerto rebelde
en el terreno inhóspito del orgullo
empero
de súbito mi rostro
ya sin velo
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
PALINGENESIA
17
irónico
en la entrada ocre de la morgue del desprecio
henchido de llanto alegre encoge la risa
en cada luna de palingenesia.
He nacido tantas veces
como velas se encienden
entre sombras y caminos
cada vez que muero contigo.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
18
LA CRUZADA
Las miserias derraman su hiel
sobre tus papilas
las virtudes desmayan
y el olor de la sangre
impregna tus ropas
tiñéndolas de angustia.
Los templarios batallan
agobiados por la sed
y la cruzada se levanta
en busca del prosélito
que ha perdido la fe.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
19
LA CAVERNA
Despierta CO-RAZÓN.
En esta caverna no hay cadenas
y puedes ver las sombras
y a sus dueños
posar frente a la extinta hoguera
porque la luz ha invadido
hasta el último recodo.
¿Prefieres pervertir el mundo sensible?
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
20
ANOCHE
Anoche me posé junto a ti
sobre la delgada línea que separa
el insulso mundo conforme
del tránsito a la infidelidad
desdeñando la pulcritud de tus besos
lacerando mi antojada probidad.
Allí me llamó la madrugada
y preguntó dónde estaba ella.
No tuve duda…
mi amarga soledad me abandonaba.
¡La maldita soledad tiene amante!
igual que este sueño bello
capilla de corazones sin culto
museo de amores libres sin dueño.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
21
CANCIÓN MATUTINA
Desperté más temprano que ayer
con una espada de luz en mis ojos
y una ciudad anunciando con pitos
los arrebatos de otro amanecer.
Tropecé los platos sucios de la velada
y en la mesa una copa de vino
con tus labios marcada
danzaba la fugaz melodía
de una canción matutina
que por necios afanes de la vida
tu mundo nunca pudo conocer.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
22
ENTRE LA CULPA Y LA DUDA
Cambié la música por murales de recuerdos
retazos de momentos sin cordura
y mensajeros del alba visitaron mi tristeza.
Los escuché sin destellos de condena
sumergido en pantanos de ilusiones
con el sueño muerto del guardia de frontera
entre la culpa y la duda
ambas enteras
esperando que la sal de mis lágrimas
y el afán de la ira
pronunciaran el breve discurso de la ceguera.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
23
DESDE EL CAMPANARIO
Los escombros del destierro
destilan sabor a tierra fértil
confinada en el paladar.
Las siluetas confundidas
trasfiguran los relatos
inmóviles
y en el espejo de agua fría
la sangre densa
prefiere no correr.
Hoy rumores de confesionario
viajan sobre nubes negras
redoblando campanas de regreso.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
24
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
Las horas ausentes
arrastran tus pies
por las pequeñas calles
de este infierno grande.
No te atrevas a desamar!
Los viejos callejones ya no son oscuros
y en las farolas penden hirsutas las traiciones.
Atrévete a confesar!
La noche es perfecta.
En la moderna inquisición
el rumor cataliza el dolor
y comprime tus vísceras
hasta saberlas sin pecado.
No temas!
Abandona la cautela
que la noche es confesa.
NOCHE CONFESA
25
AHORA
Ahora
tu mirada está en silencio…
El susurro de mis pensamientos
transita alado sobre la piel
esperando una oscuridad
sin palabras de papel.
Ahora
no sólo imagino tu mirada…
Mi cama vestida de luna llena
ingrávida tejedora de besos
dormita en las estribaciones
de una cordillera de sueños.
Ahora
proscritos los momentos insensatos…
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
26
Se aferran mis delirios a tus sueños
y anidan mis deseos en tu cuerpo
aflorando historias sin lamentos
en cunas de verdades sin retratos.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
27
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
Las noches de circo resisten
el gris de nubes tristes
reclaman azules de alborada
turquesas de madrugada
o rojas de atardecer
para una fiesta de ballenas
al compás del salitre
y la brisa húmeda
entre días agitados
y noches serenas.
Estas noches de circo
y días de ballenas
esconden la historia del horizonte
enquistada en el baluarte
velando el crepúsculo
diariamente preñado
pariendo en los balcones
relatos emancipados.
NOCHES DE CIRCO Y DÍAS DE BALLENAS
28
diariamente preñado
pariendo en los balcones
relatos emancipados.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
29
¿QUIÉN SINO YO?
Quién sino yo para decir
que somos esclavos de la duda.
Cómo hallar
sino escribiendo
la forma de alcanzar
en la esquina opuesta
sus latidos impasibles
irredentos.
Quién sino yo
para decir a tontas y locas
que la vida es algo más que ellas
y encontramos entre espinas y rosas
muchas más putas que bellas.
El vagón de la utopía
El tren de las pasiones colectivas
30
EL VAGÓN DEL
OLVIDO Y EL
RETORNO A LA
OQUEDAD
31
EL MAR DE LA POSTERGACIÓN
1 Con el tiempo…
queremos horadar esa muralla
que separa nuestras sombras de la penumbra
y la palpamos con la yema de los dedos
sabiéndola pétrea
gélida y sin latidos
procurando alejarla a empujones
o escarbarla con el filo de las uñas
y la observamos absortos
condenados por la angustia
por la celeridad del invento
contrapuesto a la vida
a expensas de su veleidad.
2 Con el tiempo…
llega a nuestro regazo la paciencia
las gotas de rocío dejan de humedecer
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
32
los jardines de la saciedad
los juguetes más preciados se pierden
los hijos y los padres
el carro o la cama
los amigos….
hasta los amantes
todo se aleja
y se guardan los recuerdos
unas veces
otras ni siquiera eso.
3 Con el tiempo…
dejamos una estela de dignidades
en la senda abrupta del éxito
reclamando miserias
portando un antifaz
precepto de esta cofradía hipócrita
con una propensión malsana
que más tarde que temprano
apela al recuerdo de la muerte
compañera inefable de la vida.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
33
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
4 Con el tiempo…
se nos aflige el alma
y el mar de la postergación de la vida anhelada
sumerge nuestros frágiles cuerpos
naufragando lacerados nuestros sueños
navegando emancipados nuestros miedos.
5 Con el tiempo…
creemos haber aprendido de la vida
cuando sabemos lo mismo que a los veinte
el resto de los años
como oda a Cioran
son sólo días y noches de dura comprobación.
34
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
6 Con el tiempo…
la vida anhelada se halla en el espejo
y sólo con el tiempo infartado vemos la luz
con la senectud ciudadana
la vemos.
7 Con el tiempo…
contamos las cuotas que hemos pagado
por comprar la ilusión del malquerido
en la brevedad que soslayamos
en la postergación de los latidos.
35
DESPLAZAMIENTO HUMANITARIO
1 A esta sociedad frenética
que mimetiza sus afanes
en la suciedad que llevo a cuestas
debo mil reclamos que increpar
varios cientos más
que mis cuentas por pagar.
2 Para muchos no hay respuesta
y otros me enfrentan al dilema
del rechazo o el anhelo
al ocaso de mis sueños
a la lucha por un deseo
romántico de igualdad.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
36
3 Salvo el temor
trepidante en la piel
todo lo demás se diluye
hasta mis fuerzas
mi honra atropellada
mi casa ardiendo en historias de niños
que exprimen de sus vidas el néctar de la guerra
mi tierra empotrada en surcos de “coca” y “maría”
pariendo caprichos de pocos
y miserias para muchos
además mi cielo
que - aunque lo parezca -
no es el mismo tuyo
así también mi Dios
así también mi orgullo.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
38
4
Salvo el desprecio
custodio de mi sombra
todo se desvanece
hasta mi inocencia
mis ancestros que nunca despedí
la intimidad que ha perdido mi llanto
el frío avasallante al que ya no temo
y el hambre que ahora prefiere no molestar
mientras invade el aliento de mis hijos.
5 A mi me alimenta la nostalgia
a mi esposa la limosna
y a mis hijos
tres días de largas filas
empujones y riñas con policías
dos noches ya no tan frías
y
-
modestia aparte -
un poco de magia.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
38
6 Vendo tinto
vendo rosas
vendo galletas
vendo sonrisas
cuido carros
cargo maletas
monto en buseta
presto favores
bebo cerveza.
7 Soy como tú
hoy más importante
soy desplazado
con carácter humanitario
más seguro
con sisben
y potencial eleccionario.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
39
8 Mi familia es más responsable
de la inseguridad
de la movilidad y el desempleo
del trabajo infantil e insalubridad
y cuando algo de tiempo queda
convocados de ilusión mordaz
a las filas nuevamente
a pedir
a rogar
y añorar mi pobreza más y más.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
40
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
CIUDAD SILENTE
Camina más allá del río
también hay mundo después del puente
o un poco más acá si prefieres
pero camina.
Resulta que algunas veces
las brisas nos saludan desprovistas de ingenuidad
los pómulos yertos brillan de estío
y el hambre decide descargar sus maletas
en la estación.
Lamentablemente la estación está más cerca
de este lado del puente
vestida de ropas habitadas por el cansancio
y rodillas precipitadas que huelen en extremo a
dolor.
Yo prefiero caminar más allá del puente.
41
Un día
tres o cuatro amigos
(no estoy seguro si el cuarto nos acompañó
fielmente)
convertidos a la palabra
caminamos mucho más allá.
Al regreso encontramos la ciudad muda
el silencio avanzó con fuerza hasta callar el río
penetrando los muros de la escuela.
Hoy la ciudad silente reverbera en el cerro
y su eco encallado en el puente
acecha muy cerca a la plaza
desde un cementerio de piedra.
Y en la estación las tropas sin llanto
hoy esperan que el diario no hable de ti.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
42
OBITUARIO DEL HOMBRE COMÚN
Soñaba con una ciudad gris
donde las motos que restauran voces
[del cementerio
dejan caer el cincel del cuerpo tibio
y su sombra sangrante
donde estudiantes ingenuos y escritores vagos
sacerdotes corruptos y prefectas prepago
detenten la potestad del relicario suicida
pisoteando las banderas del amor fratricida.
Esperaba que muy cerca de sus miserias
la flecha envenenada del tiempo
se incrustara en un pueblo colorido
con sus historias clamando por héroes
de un silencio redentor
para las verdades conocidas.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
43
SUBASTA DE MODERNIDAD
Siempre imaginé
que en una esfera recóndita
de la modernidad
subastada
ladraban perros acompasados
al redoble de un
rito marcial
olfateando sus
huellas
en un
callejón claroscuro
entre adoquines y muros
en la búsqueda de ella.
Que ese
imperfecto camino
desbordante de oquedad
se revestía indiferente
cuando
los perros
de fiesta
lamían las gotas
de otredad
que
lograban encontrar
en la calle de la bareta.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
44
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
SALMOS IMPERSONALES
El triste destino
del paria inconsolable
no es castigo exclusivo.
Hoy el exilio predica sus salmos
en la periferia de la habitación
venerando un credo inconcebible
que reduce la crisis hasta el silencio.
45
EL TREN
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
Sentados frente al ocaso del tiempo
en el vagón de las contemplaciones
arribamos a una nueva estación.
Allí abordó el olvido
y con él
un ser decadente
que condujo el tren
sobre los rieles.
El paso de los vagones
era fugaz
casi instantáneo
una y otra vez
frente a la misma estación
saciando el desenfreno
de las pasiones colectivas.
46
LA LEVEDAD DEL SEMÁFORO
Hay hombres que mueren en la ciudad
y ciudades que mueren con las masas.
Aquí cerca todos mueren
en la levedad del semáforo.
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
47
HUELLAS EN LA RED
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Por qué no te sientas a mi lado
y me acompañas a contar huellas
a orillas del río.
No pretendas la brisa
ni la sombra de los árboles
tómate el tiempo necesario
para volcar la mirada al olvido
y acompañarme a contar.
Ayer lo intenté varias veces
y mientras contaba cada huella
mis párpados repudiaban la luz
y pude asistir al sepelio
de los músicos y los poporos
de la sirena y de los gallos.
48
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
Ven y lancemos una red
para pescar las huellas.
Acompáñame al río
y contemos hasta lanzar
la mal tejida red social
49
HUELLAS DE VALLENATO
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Otrora caminabas sobre piedras blancas
y ofrendabas tus oídos
a la profundidad de los gritos
danzantes sobre el cauce del río.
Escuchabas rumores de vallenato.
Insertabas tus radiantes planetas
en las calles vetustas
que se alejan de la plaza
como un estrecho hilo de poemas.
Buscabas las huellas del vallenato.
50
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
Hoy te detienes
en un callejón de adoquines
bajo el techo cañahuate
vertiendo en suspiros contenidos
undívagos aromas de fritanga
que reescriben historias cantadas.
Respira profundo
son las notas del vallenato.
51
RÉQUIEM
Si cualquier amanecer
decidiera no llorar mis muertos
no
tendría ocasión de expiar mis culpas…
… aunque nunca faltará quien los llore.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
52
EL SEPULCRO DEL PODER
Una noche presa de sueños
saqué mis manos
de los bolsillos
quedando
atrapado
en
el
espiral
del
hombre común.
Y fue aquella noche
una
eternidad tan breve
como una desbandada de pericos
rindiendo culto al sepulcro del poder.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
53
LECTORA
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Lectora
los versos desenmascaran novelas escondidas
y cuentos breves salpicantes de gracia
no dudes en buscar entre líneas
la magia floreciente
los puntos y las comas
las frases indecentes.
Lectora
levanta la mirada
y ensancha el pecho preso de verdad
respira hondo y sufre
que ascienda el temblor a tus labios
que tus ojos salten al precipicio
indigestos de realidad.
54
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
Lectora
vomita tus recuerdos
en maridaje incestuoso
de la fatua imaginación.
55
AMOR DE ORIENTE I
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
Adiós amor primitivo
depuesto ante amor de oriente
verbo irreflexivo
hijo de labios ardientes.
Adiós caluroso abrazo
sediento de sonrisas
frío intenso de la revelación
daga penetrante de la traición.
Adiós carne trémula
de hambrienta piel
adiós amargo sabor
del amor infiel.
Bienvenido amor de oriente
que despliega su color
en pasiones sin destino
gadgets para inteligentes.
56
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Las mañanas no abandonan su esplendor
el horizonte luce de parto todos los atardeceres
y sin embargo, el amor envejece
ya pocos hablan de él.
Los sabios prefieren no saberlo
lloran en la oscuridad
donde el dolor es más profundo.
Los novios prefieren no confesarlo
besan en la oscuridad
donde las miradas no se cruzan.
Los amantes prefieren no enfrentarlo
se funden en la oscuridad
donde nada es revelado…
AMOR DE ORIENTE II
57
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
El tren de las pasiones colectivas
…Y los mozuelos imantados
profesando amor de oriente
en la danza del teclado
donde nadie está presente.
58
CARTA A NEO: DESDE UN CAFÉ INTERNET
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Neo,
dejar la ciudad huérfana
mendigando libertad
debo reconocer
en algún rinconcito
de mi estrecha memoria
que no es lo mismo.
Neo,
alunizar en la asamblea festiva
de las turbulencias síquicas
frente a la pantalla del pc
sin la estela del rímel
de los golpes de Estado
y aplicar sin anestesia
terapias del no querer
sencillamente
no es lo mismo.
59
CARTA A NEO: DESDE UNA PARADA DE BUS
Neo,
esta modernidad mancha de luto
la mirada melancólica del hombre.
Neo,
no mires a los ojos
escucha la procesión.
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
60
CARTA A NEO: DESDE EL MESSINGER
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
…En qué íbamos?
(Hablábamos del hambre).
¿Para qué devanarte los sesos pensando en ella?
(Algunas veces pienso lo mismo)
Dejarías que el hambre poseyera tus nervios
hasta posarse en los límites de la razón?
(mmmmmmmm….)
Te confieso que si lo haces
la otredad golpeará tu puerta
y lo hará tan fuerte
que morderás tus labios
hasta sangrar
y sentirás miedo
y no creerás haber cruzado
el estrecho cauce que separa
a los intelectuales de las masas.
61
El tren de las pasiones colectivas
CARTA A NEO: ANTES DE LA CITA
El tren de las pasiones colectivas
El vagón del olvido y el retorno a la oquedad
Neo,
he decidido cancelar la cita
los pájaros ya cenaron
y el patio desapareció.
Estas paredes están cansadas
conocen mi historia más allá de lo contado
y los vecinos dieron la media vuelta.
Neo,
es mejor cancelar la cita
y esta vez no intentes venir disfrazada
porque no estaré esperando.
62
EL VAGÓN DE LA UTOPÍA
AQUELLOS DÍAS ..................................................................... 8
LA VENTANA ........................................................................ 10
YO SUBYUGADO .................................................................. 11
NEGRA CARIBE I .................................................................. 12
NEGRA CARIBE II ................................................................. 14
EL COLOR DE TU MIRADA.................................................... 15
EL MUDO ACENTO DE TU ALMOHADA ............................... 16
PALINGENESIA ..................................................................... 17
LA CRUZADA ........................................................................ 19
LA CAVERNA ........................................................................ 20
ANOCHE .............................................................................. 21
CANCIÓN MATUTINA .......................................................... 22
ENTRE LA CULPA Y LA DUDA ............................................... 23
DESDE EL CAMPANARIO ...................................................... 24
NOCHE CONFESA ................................................................. 25
AHORA ................................................................................. 26
NOCHES DE CIRCO Y DÍAS DE BALLENAS ............................. 28
¿QUIÉN SINO YO?................................................................30
CONTENIDO
PRÓLOGO 4 ................................................................
DESPLAZAMIENTO HUMANITARIO ..................................... 36
CIUDAD SILENTE .................................................................. 41
OBITUARIO DEL HOMBRE COMÚN ..................................... 43
SUBASTA DE MODERNIDAD ................................................ 44
SALMOS IMPERSONALES ..................................................... 45
EL TREN ............................................................................... 46
LA LEVEDAD DEL SEMAFORO .............................................. 47
......................................................... 48 HUELLAS EN LA RED
............................................................ 50 HUELLAS DE VALLENATO
..................................................... 52 RÉQUIEM
53 EL SEPULCRO DEL PODER ....................................................
54 LECTORA ..............................................................................
56 AMOR DE ORIENTE I ............................................................
57 AMOR DE ORIENTE II ...........................................................
59 CARTA A NEO: DESDE UN CAFÉ INTERNET ..........................
60 CARTA A NEO: DESDE UNA PARADA DE BUS ......................
61 CARTA A NEO: DESDE EL MESSINGER .................................
62 CARTA A NEO: ANTES DE LA CITA ........................
EL VAGÓN DEL OLVIDO Y EL RETORNO A LA OQUEDAD
EL MAR DE LA POSTERGACIÓN 32