Entre Voces 13

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    Cupn de Suscripcin

    Revista Bimestral Entre VocesNombres del suscriptor/a: ....................................................................................................................................................................................................................................

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    EditorialJuan Pablo Muoz 3

    Coyuntura "Pas adentro"

    Dficit democrtico y Asamblea ConstituyenteVictor Hugo Jijn 5

    Momorando para la Asamblea ConstituyenteRen Bez 10

    Tema centralConstituyente: La apuesta por el pas

    Repensar el Estado, una tarea urgenteAlberto Acosta 15

    La Constituyente y la perspectiva de cambio socialEdgar Isch Lpez 21

    El Estado y la sociedad civilen los conflictos ambientalesJoan Martinez Alier 25

    Gobierno intermedio, debate clave 30Organizacin territorial del EstadoSantiago Ortiz 35

    Si al derecho a la vida,si a los derechos sexuales y reproductiosMara Isabel Cordero 37

    Contenido Septiembre-Octubre 2007

    COMIT EDITORIAL Ana Mara Larrea, Hernn Reyes, Victor Hugo Jijn, Alejandro Moreano, Juan Pablo Muoz, Fernando Buenda, Virgilio Hernndez, Esperanza MartnezCONSEJO EDITORIAL GDDL EDITOR Virgilio Hernndez FOTOGRAFA Archivo, Diario El Comercio, CONAMUDISEO, DIAGRAMACIN Y DISEO DE PORTADA Diego Guachilema IMPRESIN Obreval Septiembre 2007

    Esta es un publicacin del Grupo Democracia y Desarrollo LocalEnte Voces pretende ser un espacio de debate y discusin; por ello, las opiniones vertidas por los autores de los artculos son de su responsabilidad

    y no reflejan, necesariamente, la posicin del GDDL, ni de las instituciones participantes en el mismo.

    512115 41

    El Ecuador ha sido, es y ser...Amaznico?... naranjas...Tania Hermida P. 41

    La economa popular y la Constituyente

    Pedro Pez Prez 45Planteamientosa la Asamblea Nacional ConstituyenteMesa Agraria 50

    Pas profundo

    Correa versus los medios?Hernn Reyes Aguinaga 51

    Entrevista

    Hay que reconocera las nacionalidades en su esencia y profundidadEntrevista a Luis Macas A.Presidente de la CONAIE 55

    Pas afuera

    Amrica Latina: El nuevo topoEmir Sader 58

    Neoliberalismo y democraciaJos Bell Lara 63

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    Editorial

    Editorial

    La campaa electoral para ocupar los 130 privilegiados sitiales de asamblestasha arrancado; candidatos/as para todos los gustos ocupan casilleros en la hoja-rasca en que se han convertido las papeletas. Votar entre listas ser una tareatitnica no solo para la persona votante sino para la siguiente en la fila. Pero, msall de esa pequea dificultad que pudiera resolverse con un posible masivo votoen plancha, la pregunta central ser por qu votamos y el discernimiento acercade quienes en las listas nos proponen el pas soberano, equitativo, sustentable yparticipativo que queremos.

    La comisin de CONESUP, designada por el Presidente Correa para preparar untexto borrador de constitucin, ha recibido cientos de propuestas, unas que con-tienen articulados completos, otras que asumen dispersamente temas especficos.Ser que tanta propuesta sufre el mismo destino que las otras miles que murie-ron en los archivos del CONAM en el gobierno anterior? O ser que la comisinlogra, desde tanta euforia ciudadana, canalizar un texto constitucional til parael debate que espera el pas? De todos modos, la propuesta CONESUP muy pro-bablemente no pasar de ser un saludo a la bandera, pues sern las fuerzas pol-ticas representadas por los asamblestas las que desde el 31 de octubre disputenla nueva agenda del Ecuador. Entonces, hay que tener presente cules son lastesis de unos y de otros.

    En muy resumidas cuentas los planteamientos de la derecha se expresan en lospuntos propuestos por Nebot para una consulta popular en Guayas: consagracinconstitucional del dlar, economa social de mercado, autonomas provinciales y

    municipales, no al aborto, no ms impuestos, radicalizacin de las penas, entreotras de menor jerarqua. El PRIAN coincide con estas tesis aunque se opone a laconsulta para no ceder el liderazgo a Nebot. La UDC en la sierra la misma cosapero con rrrrs. Entonces, el mercantilismo arremete exigiendo sus libertades y encontra de cualquier intervencin estatal en el control y regulacin de la "fiesta delos chivos".

    Del lado de los populistas, que conjugan un discurso mercantilista con emotivida-des nacionalistas y de resentimientos interclases e intertnicos, la agenda es simi-lar a la de la derecha pero con dosis importantes de paternalismo estatal y de exal-taciones a la justicia para "sus" pobres. Aqu encontraremos a los PREs a los PSPs

    y dems expertos en campaas de ofrecimientos infinitos. Al los del centro izquier-

    do institucional, habr que irlos a buscar de entre los escombros de sus vacilacio-nes y juegos centro derechistas. Con candidatos prestados y tesis deleznables porsu indefinicin para tiempos de cambio, no tendrn mucha vela en este entierro.Aunque las correlaciones asambleares pueden repetir alarconatos que influyen yhasta deciden con tres votos.

    Finalmente, desde el lado de los progresistas e izquierdistas la cosa se parece a lacatica papeleta electoral. Tantas tesis como candidatos. Unos que dicen que elsocialismo del siglo XXI quiere decir una tierra de productores y propietarios,

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    Editorial

    otros que, sin eufemismos, dicen que hay que incautar los medios de producciny devolver al pueblo lo que es del pueblo; unos algo despistados que consideranque el cambio debe ser gradual y empezar por la reduccin de las tasas de inte-rs, la proteccin de los tiburones y la introduccin de biocombustibles. Otrosms iluminados nos invitan a pensar una nueva patria en la que la gente y la

    naturaleza estn por encima del mercado y del Estado. Bella frase que tiene quecomerse con alguna propuesta programtica que an no se avizora.

    Posiblemente la lista del gobierno que ha logrado incorporar algunas personasexternas a Movimiento Pas, unas de valiosa trayectoria poltica y otras ms biende pasados farandulescos y/o populistas, jugar un papel protagnico; lasencuestas sealan una intencin de voto mayor al 50% para esa lista. Esto esobvio en tanto el presidente es el referente de un escenario de polarizacin endonde parecera que no hay ms opcin que estar con o contra Correa. Los de labanda contraria se dispersan en varias listas, lo mismo que algunos sectores dela izquierda que jugarn por su propia camiseta con expectativas de mantener susidentidades aunque a riesgo de volver a no superar un 3% de los votos.

    Gane quien gane, la asamblea tiene una ardua tarea para repensar al pas y paralograr que, entre tesis tan diversas y en muchos casos radicalmente opuestos,salga humo blanco. Qu rol debe asumir el Estado en la economa para garanti-zar prosperidad y equidad social? Cules las formas de gobernanza de los recur-sos naturales para lograr su sostenibilidad? Qu modelo de institucionalidadpoltica para garantizar gobernabilidad democrtica? Qu enfoques para el modode desarrollo en medio de la globalizacin? Cmo equilibrar ese desarrollo ygarantizar gobernabilidad desde territorios descentralizados y autnomos perocomplementarios y solidarios? Cmo garantizar los derechos y la autodetermina-cin de los pueblos, comunidades, personas, incluyendo sus opciones sexuales yreproductivas?

    Entre Voces rene en este nmero un importante conjunto de artculos sobreestos temas, que, sin pretender certezas, busca contribuir a reflexionar nuestrovoto y sobre todo a generar posiciones crticas para el debate sobre el pas quedeseamos y que esperamos comience a tomar forma en Montecristi, por la accinde la Asamblea Nacional Constituyente y tambin de la ciudadana organizadaque la vigile y alimente.

    En un pas que parece signado por liderazgos que llenan la prensa y las pantallascon intolerancia y megalomana, es conveniente diferenciar la lucha necesariapara el cambio, de la prepotencia y de la descalificacin gratuita. Si queremos dis-putar tesis y lograr una hegemona por el cambio y un cambio de hegemona,

    debemos juntar voluntades individuales y colectivas no detrs de una persona opeor de algn caudillo, sino de tesis en permanente y plural construccin.

    Juan Pablo MuozTerranueva - Grupo Democracia y Desarrollo Local

    editorial

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    Vctor Hugo Jijn*

    1. LA CIUDADANIZACINDE LA POLTICA

    Si algo puso en indiscutible evidencia laRebelin de los Forajidos del mes de abrildel 2005, en Quito, fue el descentramien-to de lo poltico, la disolucin de lideraz-gos caducos y la preservacin de la digni-

    dad ciudadana como valor fundamentalde la vida en democracia; una democra-cia con todas sus limitaciones, a la cual-y con razn- no le han faltado adjetivos:formal, restringida, inacabada, etc. Lasociedad civil quitea irrumpi para rea-lizar lo que no haban sido capaces lospartidos polticos: reestablecer la institu-

    cionalidad de un Estado en vas de ani-quilamiento pretoriano, movilizndosesin mayor conduccin que sus propiasiniciativas de mando colectivo grupal y

    su afn de saneamiento.El derrocamiento de Lucio Gutirrezconstituy una muestra palpable de lafragilidad democrtica ecuatoriana que,a no dudarlo, caracteriza tambin a losregmenes latinoamericanos, en razn delas mutaciones provocadas por la globa-lizacin neoliberal durante las dos lti-mas dcadas, las mismas que no se cir-cunscriben a lo econmico y productivo,sino que inciden en la funcionalidad

    misma del Estado-nacin y en el compor-tamiento ciudadano.

    Al igual que en la mayor parte de pasesde la regin, la poblacin ecuatoriana havivido una doble frustracin: por un lado,

    Coyuntura "Pas adentro" 5

    * Coordinador Nacional de la Comisin por la Defensa delos Derechos Humanos, CDDH.

    y AsambleaConstituyente

    Dficit democrtico

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    el agotamiento y fracaso del modelo neo-liberal, de sus cacareadas "reformas es-tructurales" y privatizaciones inducidaspor los organismos multilaterales de cr-dito que no dieron los resultados publici-

    tados por sus promotores y, al contrario,agravaron la desocupacin y la pobrezaen el continente, promovieron la depre-dacin de la naturaleza, provocaron laemigracin, la exclusin y la fragmenta-cin familiar y comunitaria, paralela-mente a un ilegtimo endeudamientoexterno y a una concentracin oligopli-ca de la riqueza. Por otro lado, el agota-miento de la democracia, jalonada por laprdida de credibilidad y representativi-

    dad de los partidos polticos, por la crisisparlamentaria e institucional, las pugnasde poderes, la corrupcin, la impunidad,el centralismo y el clientelismo.

    Este agotamiento del quehacer poltico sepone en evidencia al haberse reducido laparticipacin ciudadana al momentoelectoral, al expresarse un escepticismocreciente de los electores ante las ofertas

    de campaa de los partidos polticos yacentuarse el descrdito de sus dirigen-tes. En verdad, si bien los partidos polti-cos tradicionales siguen figurando comoagentes de intermediacin entre la socie-

    dad y el Estado, su rol de socializacin yformacin de identidades colectivas prc-ticamente ha desaparecido1. Sin mayoresdiferenciaciones ideolgicas, distinguin-dose apenas por uno que otro rasgo pro-gramtico, la mayora de partidos termi-n emitiendo la imagen de simples apa-ratos interesados en llegar al gobiernopara usufructuar de la administracinpblica en beneficio de sus dirigentes ymiembros cercanos, sin ms inters que

    en convertir la atencin de las demandassociales o de desarrollo econmico enprogramas locales asistencialistas yclientelares.

    Estas circunstancias, unidas al hecho deque el Estado se ha desentendido de laredistribucin de la riqueza socialmentegenerada, ha dejado de lado la preserva-cin del medio ambiente, la equidad y lasolidaridad, han determinado que mu-chas personas vean en las organizacio-

    nes de la sociedad civil la posibilidad desuperar estas deficiencias e inconse-cuencias, asumindose como nuevosactores dentro del sistema poltico. Losciudadanos, en tanto personas con dere-chos, se han visto obligados a actuar pa-ra ponerlos en vigencia y de esta manerahan dado lugar a una ciudadana activa,organizada, capaz de generar sujetos so-ciales protagnicos que trascienden losintereses particulares y se fijan objetivoscomunes en medio de su diversidad, a fin

    de cuestionar y exigir al Gobierno y al Es-tado la atencin adecuada a sus deman-das.

    6 Coyuntura "Pas adentro"

    La accin de la sociedad civilorganizada ha propiciado asuna extensin de "lo pblico",reducido anteriormente slo a

    "lo estatal", facultando quelo pblico deje de ser una

    competencia exclusiva de lasautoridades gubernamentales

    administradoras del Estadoy fomentando una real

    participacin ciudadana en latoma de decisiones para

    resolver los problemas que

    la afectan.

    1. Murillo Castao, Gabriel, Toribio Rafael, "Democracia,partidos polticos y sociedad civil", Red Interamerica-na para la Democracia, Bogot, 2002.

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    La accin de la sociedad civil organizadaha propiciado as una extensin de "lopblico", reducido anteriormente slo a"lo estatal", facultando que lo pblicodeje de ser una competencia exclusiva de

    las autoridades gubernamentales admi-nistradoras del Estado y fomentando unareal participacin ciudadana en la tomade decisiones para resolver los problemasque la afectan. Esta accin es fundamen-tal para cultivar la poltica, para devol-verle sus contenidos ticos y sus senti-dos liberadores.

    2. INSATISFACCIN POLTICAY REFORMA DEL ESTADO

    Los cambios graduales que impulsan lasautoridades son generalmente impercep-tibles para la ciudadana y el hecho deque stas no sean receptivas a las opinio-

    nes de quienes les eligieron, que no hayarendicin de cuentas de sus actos y quela revocatoria o destitucin sean difcilesde aplicar, produce un serio cuestiona-miento a la representacin poltica y a la

    credibilidad en la democracia liberal.Ante esto, desde hace algunos aos sur-gieron demandas de "reforma poltica",de judicializacin de lo poltico, de Con-sultas Populares o exigencias de que seconvoque a Asambleas Constituyentes,con lo cual no solamente se intenta pa-liar insuficiencias de la arquitectura ins-titucional, sino tambin plasmar en unaCarta Magna las nuevas percepciones dela sociedad civil sobre la democracia y las

    alternativas al modelo econmico neoli-beral. Algo que en la jerga poltica se dioen llamar "la refundacin del pas"

    Sin embargo, pese al halo transformadoro hasta "revolucionario" de la expresin,esta "refundacin" ya fue en cierta formarecogida por el mismo Banco Mundial ensu informe de 1997, al constatar que elrecetario neoliberal del denominadoConsenso de Washington no se cumplasegn sus designios. Surgieron as las

    "reformas de segunda generacin" con laidea de que el contexto institucional esde la mayor importancia para el buenfuncionamiento de los mercados.

    En noviembre de 1999 el Fondo Moneta-rio Internacional organiz una conferen-cia sobre estas reformas para discutir so-bre el marco institucional necesario parasostener un crecimiento de alta calidaden un mundo globalizado. Se introdujoall una novedad radical para esos mbi-

    tos: se dejaba de pensar nicamente enlos mercados como entes autorregulados,en liberarlos de interferencias y distorsio-nes provenientes del Estado, para refle-xionar sobre el contexto institucional enel que pueden operar eficientemente.

    El Estado no deba pretender resolvertodos los problemas sociales, sino slo

    Coyuntura "Pas adentro" 7

    Este agotamiento del quehacer

    poltico se pone en evidenciaal haberse reducido

    la participacin ciudadanaal momento electoral,

    al expresarse un escepticismocreciente de los electores antelas ofertas de campaa de lospartidos polticos y acentuarseel descrdito de sus dirigentes.

    En verdad, si bien los partidospolticos tradicionales siguen

    figurando como agentes deintermediacin entre la

    sociedad y el Estado, su rolde socializacin y formacin

    de identidades colectivasprcticamente ha desaparecido.

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    aquellos en que tuviera posibilidadesreales de obtener resultados positivos.Las reformas eran pasos para lograr uncrecimiento sostenido, no para satisfacerderechos de los ciudadanos.

    Frente a ello, el informe del Programa delas Naciones Unidas para el Desarrollo,PNUD, La democracia en Amrica Latina(2004), invierte deliberadamente esta

    perspectiva y argumenta que el criterioorganizador de las prioridades en laagenda pblica debe ser la democracia,el respeto de las libertades y la efectivi-dad de los derechos, y que, si el debatepoltico se organiza desde ese principio,se podr resolver la insatisfaccin de losciudadanos latinoamericanos respecto a

    la poltica democrtica2. El PNUD poneen primer lugar la democracia, por enci-ma del crecimiento y de los mercados.

    Sin embargo, segn este informe, para

    que ello ocurra deben vencerse al menostres obstculos:

    a. Recuperar la primaca de la polticaresulta un proyecto a contracorrientede las ideas neoliberales que hastahoy han dominado en la opinin p-blica internacional, y en especial en-tre las lites empresariales -incluyen-do los grandes medios de comunica-cin- y polticas, as como en las ins-tituciones multilaterales.

    b. Para poder plantearse primero elmodelo de sociedad y despus la pol-tica econmica adecuada a ese mode-lo, se requiere algn margen de ma-niobra. Si los gobiernos se hallan ago-biados por la necesidad inmediata depagar o reprogramar la deuda, o porla de conseguir recursos financierosfrescos para mantener el gasto previs-to, es casi imposible replantearse lascuestiones de fondo sobre el modelo

    de sociedad. A esto se suma la caren-cia de aparatos burocrticos y tcni-cos capaces de ofrecer planes viablesalternativos.

    c. La dependencia de las economasnacionales de los mercados financie-ros no es a estas alturas una opcinlibremente elegida, sino un hechoestructural inevitable en pases conbajas tasas de ahorro y altos nivelesde deuda. Desarrollar polticas que

    estimulen la inversin no se debe sloa la presin de los agentes externos ysu precio en trminos sociales puederesultar impagable.

    2. Paramio, Ludolfo. "Reforma del Estado y reforma pol-tica". Unidad de Polticas Comparadas (CSIC). CostaRica, 2004.

    Los estamentos jurdicos,polticos y econmicos del

    pas estn tan caotizados ydesligados de la realidad quecualquier cambio en funcin

    de los intereses de los excluidosno har sino enmendar los

    estragos causados por elneoliberalismo y la

    partidocracia. La poblacinecuatoriana en su inmensa

    mayora desea cambiossustanciales en la estructurajurdico-poltica y econmico-

    social de la nacin y,a no dudarlo, establecer

    una composicin de laAsamblea Constituyente

    mayoritariamente favorablepara el efecto.

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    Estos tres factores podran llevar a consi-derar inviable la propuesta de crear unanueva agenda democrtica y menos anuna nueva Constitucin en el Ecuador,pero este fatalismo no est justificado:

    los estamentos jurdicos, polticos y eco-nmicos del pas estn tan caotizados ydesligados de la realidad que cualquiercambio en funcin de los intereses de losexcluidos no har sino enmendar losestragos causados por el neoliberalismo

    y la partidocracia. La poblacin ecuato-riana en su inmensa mayora desea cam-bios sustanciales en la estructura jurdi-co-poltica y econmico-social de lanacin y, a no dudarlo, establecer una

    composicin de la Asamblea Constitu-yente mayoritariamente favorable para elefecto.

    3. LO QUE ESTA EN JUEGO

    Independientemente de la importancia,complejidad y nmero de las propuestasprovenientes de los ms diversos espa-cios sociales o personalidades preocupa-das por los contenidos de la futura Cons-titucin, existen dos aspectos todava in-suficientemente analizados o debatidos.

    Si se acepta que la Asamblea Constitu-yente corresponde al Poder Constituyen-te definido por Sieyes en la poca de la

    Revolucin Francesa, esta tiene, efectiva-mente, la facultad exclusiva de elaboraruna nueva Constitucin y disolver aque-llos rganos del Estado que considerepertinente para una mejor reestructura-

    cin del nuevo Estado3. En esa perspecti-va, una vez disuelto el Congreso, qu or-ganismo ejercer las tareas de fiscaliza-cin y legislacin? Se arrogar la Asam-blea la potestad de ella misma ejercerlas?Conformar algn organismo ad hoc?Y en caso la disolucin se extienda aotros organismos de control, quin y c-mo suplir esas actividades? Podr elPresidente de la Repblica gobernar pordecreto durante todo ese perodo?

    Por otra parte, tiene lmites este PoderConstituyente? Ciertos tratadistas, como

    Jellinek, sealan que s, que hay factoresde la rbita jurdica y otros ajenos al de-recho que lo estaran circunscribiendo.En qu queda entonces la definicin deSnchez Viamonte de que el Poder Cons-tituyente es "la soberana originaria, ex-traordinaria, suprema y directa en cuyoejercicio la sociedad poltica se identificacon el Estado, para darle nacimiento y

    personalidad, y para crearle sus rganosde expresin necesaria y continua"? Esla distincin entre Poder ConstituyenteOriginario y Poder Constituyente Deriva-do, introducida por Bidart Campos, unaforma de salir de esta ambigedad?

    Estn al tanto todos los/as candida-tos/as a asamblestas de estos vericuetosconceptuales o los resolvern por simplemayora?

    Adems, es obvio que las respuestas y losretos escapan al slo campo de la doctri-na jurdica tienen que ver con la posibili-dad de una democracia integral, es decireconmica, poltica, social, cultural ysoberana.

    Adems, es obvio que lasrespuestas y los retos escapan

    al slo campo de la doctrinajurdica tienen que ver con laposibilidad de una democracia

    integral, es decir econmica,poltica, social, cultural

    y soberana.

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    3. Duque, D. Carlos. "Ensayo sobre el Poder Constitu-yente", Corrientes, Argentina, 2000

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    Ecuador: El modelofundamentalista y antibolivariano

    de "Hooligan" Nebot

    Ren Bez*

    Luego de la aparatosa derrota de su tesiscontraria a la convocatoria a una Asam-blea Constituyente, en el plebiscito delpasado abril, la extrema derecha ha vuel-to a la carga. Esta vez, impulsando unaconsulta para la provincia del Guayas, la"Santa Cruz ecuatoriana". El promotorde la misma es el alcalde de Guayaquil

    Jaime Nebot Saadi, lder vergonzante delPartido Social Cristiano y acrrimo ene-migo de la Revolucin Ciudadana, apoya-do por el prefecto Nicols Lapentti, la "pe-

    10 Coyuntura "Pas adentro"

    la AsambleaEl test nebotcista, compuestode ocho sesgadas preguntas,tiene como propsito cardinal

    "blindar" a la jurisdiccinguayasense de los vientosnacionalistas e integracionistasde raz bolivariana que recorrenpor el rea andina y que,eventualmente, inspiraranla nueva Carta Poltica que,conforme al presidente RafaelCorrea, configurara el marco

    legal para sepultar alliberalismo esquizofrnico quepredomina en estas latitudesdesde hace tres dcadas.

    Constituyente

    Momorando para

    *. Premio Nacional de Economa y miembro de la Inter-national Writers Association

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    lucona" Junta Cvica, las cmaras patro-nales porteas y sectores prooligrquicos

    y filoimperialistas de todo el pas. Debidoa diferencias ms tcticas que concep-tuales con lvaro Noboa, caudillo y pro-

    pietario del PRIAN, la fecha de la consul-ta ha sido diferida para despus del pr-ximo 30 de septiembre, cuando se elegi-rn asamblestas.

    El test nebotcista, compuesto de ochosesgadas preguntas, tiene como propsi-to cardinal "blindar" a la jurisdiccinguayasense de los vientos nacionalistas eintegracionistas de raz bolivariana querecorren por el rea andina y que, even-tualmente, inspiraran la nueva Carta

    Poltica que, conforme al presidenteRafael Correa, configurara el marco legalpara sepultar al liberalismo esquizofrni-co que predomina en estas latitudesdesde hace tres dcadas.

    Quiere que los cantones y provincias

    puedan convertirse en autonomas y dic-

    tar sus propios estatutos en un concepto

    de unidad nacional?

    Para las potencias -llmense Estados

    Unidos o Unin Europea- el fracciona-miento de estados como el ecuatoriano,aparte de mantener en vigor la vieja divi-sa romana del divide et impera, tiene elsentido de facilitar el "engullimiento" porsus conglomerados de los recursos dedistinta ndole localizados en los pasesperifricos y fomentar su endeudamien-to. Expuesto en otros trminos, la metade las metrpolis es, a travs de la priva-tizacin de la soberana territorial, radi-calizar el "modelo de acumulacin pordesposesin" (Samir Amin), ese capitalis-mo de rapia que en tiempos recientesha desembocado en el desmantelamientode Yugoslavia y en la ocupacin militar yel genocidio en Afganistn e Irak1. Y que,en su proyeccin andina, pretende eldesgajamiento del departamento petrole-ro del Zulia de Venezuela, presiona por la

    "balcanizacin" de Bolivia y, a travs dela recurrente instrumentacin del neoli-beralismo y la subsecuente reestructura-cin subordinada de la economa hacolocado al Ecuador al filo de su implo-

    sin poltica, administrativa y espacial.

    Coyuntura "Pas adentro" 11

    Para las mafias poltico-empresariales nativas (ladenominada "partidocracia"),el "modelo autonmico" cuentaya con un nutrido historial ytiene el soporte de las

    ambiciones de caciques devisin comarcana -regional,provincial o cantonal-interesados en participar acomo d lugar de los dividendosy comisiones que generarauna mayor subastadel patrimonio pblico.

    1. En el contexto de vigencia del Poder unipolar estadou-nidense, aparece apropiado referirse a lo que ahoramismo acontece en Irak. "Para dividir a Irak... en treso ms protectorados dbiles y en conflicto, EEUU tie-ne que destruir todo lo que une a los iraques; en otraspalabras, llevar a cabo una poltica que parta de unatabla rasa. Este intento de destruccin implica nece-sariamente la destruccin del Estado, la cultura, lahistoria, la herencia material, la sociedad, la sosteni-bilidad econmica, las instituciones, el ejrcito, el sis-tema educativo, sanitario y judicial, la infraestructu-ra, las comunicaciones, la identidad nacional, es de-cir, la verdadera esencia de Irak". Abdul Ilah a-Bayati

    y Hana al-Bayati, "Por qu EEUU ha perdido enIrak?" (www.rebelion.org/noticia.php?id=53420).

    Cundo comprendern nuestros dirigentes polticosy politiqueros -entusiasmados con la peregrina tesisde las autonomas regionales, provinciales, cantona-les, parroquiales o barriales- que estn jugando confuego? Ser muy difcil entender que la "guayaquile-idad" o la "quiteidad" no pueden ni deben ser medi-das por el grado de adhesin a un capitalismo crapu-lesco? O que, parodiando a los autores citados, serecuatoriano no se fundamenta en la religin, las cos-tumbres, las creencias polticas o la ciudad o aldeaque constan en la partida de nacimiento, sino, simple

    y profundamente, en ser ecuatoriano.

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    Para las mafias poltico-empresarialesnativas (la denominada "partidocracia"),el "modelo autonmico" cuenta ya con unnutrido historial2y tiene el soporte de lasambiciones de caciques de visin comar-cana -regional, provincial o cantonal- in-teresados en participar a como d lugarde los dividendos y comisiones que gene-rara una mayor subasta del patrimoniopblico (recursos biticos, minerales,agua), as como de la captacin de losdespojos del denostado "Estado centra-lista". Esta visin y esta prctica se hanvenido imponiendo incluso entre parti-

    dos y organizaciones de la decepcionante"centroizquierda" y tienen como respaldoideolgico una redefinicin de la poltica,que ha dejado de ser entendida como lams noble actividad humana para con-vertirse en una rama del marketing quese ocupa de la privatizacin o concesinde las empresas y el patrimonio pblicos.La mercantilizacin de la poltica, la lum-penacumulacin que identificara GunderFrank ya en los aos 60, ahora institu-cionalizadas por obra del fundamentalis-mo liberal.

    De lo anterior se infiere que hablar deunidad nacional y, al mismo tiempo, fo-

    mentar la feudalizacindel Estado reve-la, por decir lo menos, una falta sindre-sis. Trasluce, adems, una curiosa com-prensin de la modernizacin de la socie-dad, asumida como un proceso que

    avanza hacia atrs.

    Quiere al dlar como moneda nica y

    permanente?

    Cnica por partida triple. Primero, porquesoslaya que el colapso de la moneda na-cional tiene como teln de fondo el largofracaso de la dominacin oligrquico-de-pendiente, que nunca ha podido avanzarms all de un modelo primario exporta-dor y financiero. En segundo trmino,

    porque detrs de la inconstitucional do-larizacin dispuesta por el democristiano

    Jamil Mahuad a comienzos del 2000, es-t el ms grande atraco que la bancocra-cia y sus adlteres inflingieran a la socie-dad ecuatoriana. Y finalmente, porque elburgomaestre porteo y sus coideariosfueron protagonistas de primera lnea enla muerte-asesinato del sucre, al impul-sar la aprobacin por el Congreso de1998 del Impuesto a la Circulacin deCapitales (ICC o "Ley Nebot), que desatun xodo de capitales estimado en 3 milmillones de dlares en 1999 que culmincon la prdida de la soberana monetarianacional.

    Postular que el dlar estadounidense rei-ne en estas latitudes a perpetuidad pre-siona porque se adopte al colonialismo

    12 Coyuntura "Pas adentro"

    Detrs de la inconstitucionaldolarizacin dispuesta por eldemocristiano Jamil Mahuad

    a comienzos del 2000, est elms grande atraco que la

    bancocracia y sus adlteresinflingieran a la sociedad

    ecuatoriana.

    La expresin "economa socialde mercado" es el nuevo nom-bre con que la derecha conti-nental -siguiendo a los "socia-listas" europeos- ha bautizadoal neoliberalismo.

    2. Ver nuestros estudios "La 'Ley Nebot-Moncayo' o la ru-ta al pandemonio" (www.alainet.org/active/12343) y"El Cortijo presiona por la demolicin del Estado"(www.alainet.org/active/13521&lang=pt).

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Coyuntura "Pas adentro" 13

    monetario "por libre determinacin", y,entre otros propsitos, busca diferir paralas calendas griegas la construccin deun Estado social y boicotear la incorpo-racin del pas a proyectos de integra-

    cin-integradora, como el que promuevela Alternativa Bolivariana para las Am-ricas (ALBA).

    Quiere que se genere ms empleo y bien-

    estar a travs de la aplicacin real de una

    economa social de mercado?

    La expresin "economa social de merca-do" es el nuevo nombre con que la dere-cha continental -siguiendo a los "socialis-tas" europeos- ha bautizado al neolibera-

    lismo. Pensar que el neoliberalismo -elliberalismo esquizofrnico, la economasocial de mercado, el monetarismo ocomo quiere llamrsela a la dictadura delcapital monopolista- pueda, al menos,enjugar los problemas de desempleo ymiseria extendidos en pases como elnuestro es, simple y llanamente, unacontradiccin en los trminos. O serque la oligarqua patricial se ha vueltoamnsica respecto de los tres millones decompatriotas que, solo en la ltima dca-da, fugaron a "parasos" primermundis-tas y a otras latitudes como ltimo recur-so de supervivencia?

    Se opone usted a la creacin de ms

    impuestos y al aumento de los ya existen-

    tes?

    Una pregunta populista que busca el "s"de las galeras. Entre otras cosas, desco-noce el desmantelamiento de la tributa-cin directa en los ltimos lustros -como

    la eliminacin del Impuesta a la Rentapor accin del propio Nebot en el aludidoCongreso de 1998-, al tiempo que ocultael secuestro del presupuesto del Estadopor el capitalismo "buitre" y por caciqui-les entidades seccionales y autnomas.

    Quiere usted que se establezca una pol-

    tica permanente para el sector agropecua-

    rio que garantice, entre otras cosas, costo

    del dinero, insumos, almacenamiento y

    venta de sus productos a precios justos?

    Subjetiva. Ignora los efectos que de modo

    ineluctable provoca la desregulacin eco-nmica en los sectores productivos.Llama la atencin que un fervoroso cre-

    yente del mercado apele a categoras te-ricas de la economa solidaria como "pre-cio justo".

    Quiere usted respeto al derecho a la vida

    desde su concepcin y, por lo tanto, man-

    tener severas sanciones al aborto?

    Aspira a inducir a los votantes a pronun-ciarse por un enfoque biologicista de laconcepcin. De hecho, tal visin excluyela incidencia en el problema del aborto defactores econmicos y sociolgicos, ascomo los impactos de la denominada"colonizacin de la fisiologa y cuerpofemeninos" por parte del Poder mundial.

    Todo lo cual ha provocado polmicaincluso en el seno de distintas creenciasreligiosas.

    Entre otras cosas, desconoceel desmantelamiento de la

    tributacin directa en losltimos lustros -como laeliminacin del Impuesta a laRenta por accin del propioNebot en el aludido Congresode 1998-, al tiempo que ocultael secuestro del presupuestodel Estado por el capitalismo"buitre" y por caciquiles

    entidades seccionalesy autnomas.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Quiere usted crcel de por vida a los que

    matan a las vctimas en delitos atroces?

    Pretende privilegiar la funcin represivadel Estado (la securitizacin, conforme ala jerga del nuevo fascismo), antes que la

    justiciera y vindicativa. Por lo dems,quin establece el grado de atrocidad deun delito? Confucio no saba si ms gra-vedad conllevaba matar a un hombre conuna espada o hacerlo a travs de un actode gobierno. De otro lado, incluso la gen-te de la calle discute actualmente si ma-

    yor delito supone asaltar un banco quefundar un banco.

    Quiere usted una efectiva vigencia de las

    libertades de expresin, informacin y

    prensa?

    Pregunta unilateral y diversionista. Uni-lateral porque busca defender las discre-cionalidades de los propietarios de ladenominada "prensa seria", omitiendo elderecho de la sociedad a una informacinsin manipulaciones ni mentiras. Segnuna irrefutable ley sociolgica, quien do-

    mina en la esfera de la economa dominaen la esfera de la ideologa. Este predomi-nio se traduce en una sistemtica cons-truccin de realidades deformadas y alie-nantes, tarea que cumple de manera "es-

    pecializada" la Gran Prensa con el prop-sito -segn analiza Chomsky- de cons-truir consensos favorables al estableci-miento, y admitiendo a lo sumo discre-pancias menores con el discurso nico.Esperar que los peridicos, radios o ca-nales de TV controlados por el capitalmonopolista se alineen con los genuinosintereses nacionales y populares seracomo pedir peras al olmo; equivaldra aconminarles a que abdiquen de su rol de

    cantores y guardianes del orden-desor-den vigente.

    Coletilla.- Desglosar el cuestionario deNebot Saadi no ha sido precisamenteuna tarea agradable; acaso necesaria, sin

    embargo, para fines de deconstruccinde un discurso que podra desembocaren la conversin del Ecuador en lo quelos estrategas de Washington tipificancomo "Estado fallido", como expedienteideolgico para abrir paso al intervencio-nismo militar.3

    14 Coyuntura "Pas adentro"

    Aspira a inducir a los votantesa pronunciarse por un enfoquebiologicista de la concepcin.De hecho, tal visin excluye laincidencia en el problema delaborto de factores econmicosy sociolgicos, as como losimpactos de la denominada"colonizacin de la fisiologa ycuerpo femeninos".

    Pretende privilegiar la funcinrepresiva del Estado (la

    securitizacin, conforme a la

    jerga del nuevo fascismo),antes que la justiciera

    y vindicativa.

    3. De acuerdo al politlogo Carlos Taibo (Guerra entrebarbaries, Punto de Lectura, Madrid, 2002), un Esta-do fracasado "supone un condensado de caos poltico,corrupcin generalizada, pobreza extrema y catstro-fes sanitarias y blicas convertidas en autnticas for-mas de vida... Rasgos que se complementan con elauge de fanatismos religiosos, tnicos o tribales, undesarrollo formidable de la delincuencia que adoptaformas tan dispares como el negocio de la droga, laventa de seres humanos, la proliferacin de aparentesmisiones de paz acometidas por las fuerzas armadasde los pases desarrollados (como actualmente sucedeen la hermana Hait con el vergonzoso colaboracionis-mo del Ecuador, R.B.)".

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Alberto Acosta*

    Fukuyama recul. El Estado, que deacuerdo a su apologa del neoliberalismodeba ser achicado, recuper su impor-tancia para la comunidad mundial. Esaes la tesis de su libro "Construccin delEstado: gobierno y orden mundial en elsiglo XXI" (2004). Textual: "Defiendo laconstruccin del Estado como uno de losasuntos de mayor importancia para la

    comunidad mundial, dado que los Esta-dos dbiles o fracasados causan buenaparte de los problemas ms graves a losque se enfrenta el mundo: la pobreza, elsida, las drogas o el terrorismo".

    Fukuyama recul, pero no se transformen converso. Apenas matiza su posicin.

    La pobreza, el sida, las drogas o el terro-rismo no se explican por la existencia ono del Estado. No creo tampoco que esassean las mayores preocupaciones de Fu-kuyama. Su planteamiento parece sinte-

    Desde la esquina neoliberalnunca se pens seriamenteen desaparecer el Estado. Se

    busc reducir las capacidadesestatales para impedirpropuestas nacionales dedesarrollo. Adems, en lamedida que disminuyeron susfunciones sociales, crecieronsus acentos policiales.

    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 15

    * Analista econmico, ex Ministro de Energa y primercandidato nacional por Acuerdo Pas para la AsambleaNacional Constituyente.

    una tareaurgente

    Repensar el Estado,

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    tizar las demandas del capital al Estadoluego de los ajustes neoliberales. Ms Es-tado para asegurar lo conseguido: priva-tizaciones, desregulacin, liberalizacin yapertura, que es mucho en trminos de

    la profundizacin de la divisin transna-cional del trabajo. Su propuesta coincidecon la visin totalitaria del mercado co-mo ideologa reguladora de la economa yla sociedad, que requiere, a su vez, unEstado funcional a sus intereses. Desdela esquina neoliberal nunca se pens se-riamente en desaparecer el Estado. Sebusc reducir las capacidades estatalespara impedir propuestas nacionales dedesarrollo. Adems, en la medida que

    disminuyeron sus funciones sociales,crecieron sus acentos policiales. As lascosas, como es fcil percibir en el mundoneoliberalizado, el Estado se refunciona-liza en favor de las demandas transnacio-nales.

    Desde esta perspectiva, dejar de defenderun Estado caduco, es cada vez ms ur-gente. No sumarse a la ola de reformasde las reformas neoliberales, es ms queaconsejable. Reinventar el Estado y la

    misma democracia es indispensable. Es-to significa repensar lo pblico estatal,tanto como pblico societal. Tarea que,entre otras muchas acciones, exige des-privatizar lo pblico estatal al servicio delcapital transnacional o de nomenclatu-ras privilegiadas.

    Esta reflexin colectiva, a ser asumida

    desde la multidimensionalidad, nos invi-ta a repensar simultneamente el merca-do. Este, en tanto espacio de construc-cin social, necesita un marco legal y so-cial adecuado. Ya Karl Polanyi, hace ms

    de medio siglo, nos recordaba que "elmercado es un buen sirviente, pero unpsimo amo". Y para que este sirvientesirva, necesitamos estructuras pblicasestatales y societales -democrticas-, quelo organicen.

    Por lo tanto, quienes estamos empeados

    en construir una Patria Altiva y Sobera-na, proponemos un pas donde se vivaun Estado de derecho, un Estado social,un Estado democrtico, un Estado estra-tgico. Un Estado que, en definitiva, setrace un horizonte comn, que garanticeseguridad y justicia a los ciudadanos ylas ciudadanas, con instituciones de con-trol independientes y despartidizadas.Una seguridad entendida no slo como laausencia de la violencia criminal, sinocomo la garanta para una vida sin sobre

    saltos provocados por la desintegracinsocial, por la carencia de medios econ-micos y sobre todo de trabajo, por laagresin a la naturaleza. La seguridad nodebe garantizar el derecho de propiedadde los que ms tienen nicamente, sinoel derecho a la propiedad de los que nadao casi nada tienen.

    16 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Fukuyama recul. El Estado,que de acuerdo a su apologa

    del neoliberalismo deba serachicado, recuper suimportancia para lacomunidad mundial.

    La tarea de fondo no se agotacon modernizar el Estado,

    civilizar el mercado e introducirdemocrticamente la sociedadcivil tanto en el Estado comoen el mercado. Lo sustantivoradica en replantearseel concepto de desarrollo.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Queremos un pas en donde funcionenlos mercados, entendidos como espaciosde construccin social organizada enfuncin de las necesidades del ser huma-no de hoy y de maana. Queremos des-

    bloquear el falso dilema entre mercado yEstado. No queremos un mercado des-carnado que genera procesos de acumu-lacin de riqueza en pocas manos, perotampoco queremos un Estado ineficiente,que otorga prebendas y que transfiererecursos de todos y todas a los grupos depoder, tal como ocurri con "la sucretiza-cin" de la deuda externa privada, conlos procesos de endeudamiento pblico,con el salvataje bancario que nos condu-

    jo a la inconsulta dolarizacin.Para lograr estos cambios, estamos cons-cientes que se requiere destrabar los obs-tculos polticos. Hay que eliminar elpoder de veto que tiene el poder poltico yeconmico en el Ejecutivo, Legislativo yPoder Judicial, que encadena al pas.Hay que romper con las mafias oligrqui-cas y polticas que no permiten que sedesaten estas fuerzas liberadoras. Hayque potenciar partidos polticos demo-

    crticos, que no sean bandas de transmi-sin de los grupos oligrquicos.

    Replantearse el conceptode desarrollo

    La tarea de fondo no se agota con moder-nizar el Estado, civilizar el mercado e

    introducir democrticamente la sociedadcivil tanto en el Estado como en el mer-cado. Lo sustantivo radica en replantear-se el concepto de desarrollo. Inspiradosen el Premio Nobel de Economa, Amar-

    tya Sen, vemos el desarrollo como unproceso mediante el cual los objetivos,las libertades y las oportunidades realesde los individuos se amplan para lograraquello que se valora. Tradicionalmentese ha tendido a confundir entre medios yfines. El crecimiento econmico, la mo-dernizacin y el cambio tecnolgico sonmedios para el desarrollo. No fines. El findel desarrollo es la ampliacin de las ca-pacidades de los seres humanos. Estas

    capacidades son esenciales como valoren s mismas, a las que todo ser humanotiene derecho; y, permiten, a su vez, te-ner un mejor crecimiento, democratizarla sociedad, etc.

    En esta perspectiva el crecimiento econ-mico puede ser un medio para facilitar laformacin de capacidades humanas y eluso que hace la poblacin de esas capa-cidades adquiridas (el descanso, el con-sumo, la produccin y las actividades

    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 17

    Desde esta perspectiva, dejarde defender un Estado caduco,es cada vez ms urgente. No

    sumarse a la ola de reformasde las reformas neoliberales,

    es ms que aconsejable.

    Por lo tanto, quienes estamosempeados en construir unaPatria Altiva y Soberana, pro-

    ponemos un pas donde seviva un Estado de derecho,un Estado social, un Estadodemocrtico, un Estado estra-tgico. Un Estado que, en defi-nitiva, se trace un horizontecomn, que garantice seguri-dad y justicia a los ciudada-nos y las ciudadanas.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    culturales, sociales y polticas). En con-secuencia, el desarrollo comprende msque el incremento de la riqueza, la ex-pansin de las capacidades. Y para lo-grarlo hay que viabilizar la redistribucin

    de la riqueza, no slo del ingreso. Un em-peo que naturalmente genera confron-taciones con quienes no quieren cedersus privilegios.

    A lo anterior hay que sumar la sostenibi-lidad. Este es el elemento vinculante en-tre economa y naturaleza. El ser huma-no est en el centro de toda actividadeconmica. As el capital est supeditadoal ser humano. La vida antes que la acu-mulacin de riquezas.

    Desde esa perspectiva, desde Ecuador sepuede y debe cuestionar los modelos decrecimiento expansivo de los pases ricosdel Norte. A la par, la sostenibilidad no seagota en el mbito local o nacional. Estase vincula a la idea de equidad en las re-laciones internacionales. En este contex-to cobra fuerza la propuesta de dejar entierra del crudo del ITT.

    Esta estrategia debe recoger la heteroge-neidad y la gran diversidad econmica,tecnolgica, ecolgica, social y culturaldel Ecuador. Como la realidad ecuatoria-na no es homognea, la insistencia en

    polticas estandarizadas profundiza laheterogeneidad y la persistencia de pa-trones tradicionales de acumulacin. Enuna sociedad como la ecuatoriana: hete-rognea y sujeta a presiones de inestabi-lidad de origen interno y externo, se hacedifcil la transformacin pacfica de susestructuras.

    Adems, hay que recordar el punto de par-tida del gobierno de Rafael Correa: la crisisintegral de la sociedad ecuatoriana. Una

    economa colapsada, con un Estado de-gradado y un sistema poltico en descom-posicin. Una economa con niveles de in-greso e inversin en franco retroceso y conmercados empequeecidos. En fin, unaeconoma descapitalizada por la deudaexterna, por la forma sumisa de insercinen el mercado mundial (el bobo-aperturis-mo) por la secuelas de la crisis.

    Por cierto tambin se debe considerar elentorno internacional cargado de incerti-dumbre e inestabilidad y sus grandesamenazas y escasas oportunidades paralos intereses de los pases empobrecidos.En estas condiciones, las estrategiassimplemente aperturistas pierden viabili-dad y corren el riesgo de crear solo islo-tes de modernidad, esto es enclaves des-ligados de la economa. Por eso no alen-tamos generar exportaciones a costa deldesabastecimiento del mercado interno yde una irresponsable presin sobre los

    ecosistemas. Por eso la necesidad desuperar "modas" e impulsar estrategiaspragmticas que comprendan la necesi-dad de producir tanto para el mercadointerno como para el externo, vinculandoa las exportaciones con el resto de la eco-noma. Sin dejar de aprovechar y desa-rrollar las potencialidades internas hu-manas, materiales y financieras.

    18 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Un incremento de lacompetitividad sistmica

    -sosteniendo a la solidaridadcomo principio bsico de la

    economa- debe basarse en elmejoramiento de la productividad

    de amplios segmentos delaparato productivo y de las

    instituciones existentes. Estosignifica aumentar tambin

    los niveles de empleo e ingresos,reduciendo paralelamente

    la excesiva concentracin de

    la riqueza.

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    Esto implica una nueva forma de inser-

    cin internacional. Lo que se plantea esla consecucin de un nuevo perfil de es-pecializacin productiva con sosteni-miento interno. La propuesta es definir -en trminos dinmicos- las lneas de pro-duccin en las que el pas debe concen-trar sus esfuerzos para lograr competiti-vidad.

    Lo nuestro, lo ms moderno:la solidaridad

    Un incremento de la competitividad sis-tmica -sosteniendo a la solidaridad co-mo principio bsico de la economa- debebasarse en el mejoramiento de la produc-tividad de amplios segmentos del apara-to productivo y de las instituciones exis-tentes. Esto significa aumentar tambinlos niveles de empleo e ingresos, redu-ciendo paralelamente la excesiva concen-tracin de la riqueza.

    Por igual comprendemos la necesidad derobustecer el mercado interno y el apara-to productivo domstico. Este sera unaespecie de prerrequisito para conformarun sistema productivo competitivo yabierto a la competencia con el exterior.Aqu es necesario adoptar, entre otrasacciones, medidas que propicien la

    transformacin y dinamismo de la agri-cultura, modificar los patrones de consu-mo, mejorar la distribucin del ingreso,calificar masivamente la mano de obra,emprender una reforma educativa, fo-

    mentar la absorcin y generacin delprogreso tcnico, combatir a los monopo-lios y oligopolios. Una economa en creci-miento genera excedentes para la acu-mulacin productiva, siempre que se es-tablezcan los mecanismos de distribu-cin adecuados, teniendo como un ejebsico la generacin de empleo. Una so-ciedad comprometida potencia todas suscapacidades y encuentra respuestas conmayor fortaleza para enfrentar las adver-

    sidades, si conoce sus fortaleces y debili-dades. Esto implica tener la capacidad ysagacidad para entender el momentopoltico que se vive. Justamente cuandotodava no se dan las condiciones paratodas las transformaciones revoluciona-rias: eso exige saber defender el procesoincluso en condiciones y con institucio-nes adversas. Sin que eso implique cons-truir una tica de la justificacin del po-der por el poder. Hacerlo desvirtuara elobjetivo de este empeo: la produccin

    democrtica de una sociedad democrti-ca. Construccin que no puede obviar lacrtica, que fuera la herramienta bsicaen la poca de la resistencia al neolibera-lismo. Y que debe ser hoy, en tanto auto-crtica, un valor indispensable en la revo-lucin ciudadana.

    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 19

    A lo anterior hay que sumarla sostenibilidad. Este es el

    elemento vinculante entreeconoma y Naturaleza. El ser

    humano est en el centro detoda actividad econmica. As

    el capital est supeditado alser humano. La vida antes que

    la acumulacin de riquezas.

    En el fondo lo que se persiguees crear oportunidades parael desarrollo integral humanode la mayora de la poblacin,y no una estrategia demodernizacin con pobrezaal estilo del esquema queimpone el neoliberalismo.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Esta estrategia de carcter revoluciona-rio no podr llevarse a cabo sin una re-forma del Estado. La versin simplistarespecto del papel del Estado gira funda-mentalmente en torno a la amplitud desu intervencin directa y la direccin dela poltica macroeconmica. Por eso im-pulsamos un Estado capaz de asumir laplanificacin, la conduccin general de laeconoma, el control y la regulacin, ascomo acciones estratgicas directas. Perola dinmica del desarrollo nacional no es

    solo una cuestin econmica sino tam-bin poltica, tanto como social y cultu-ral. Lo que debe transformarse no es so-lamente la calidad y dimensin del Esta-do, sino tambin el sistema poltico en suconjunto. Requerimos instancias en don-de los diversos poderes -Ejecutivo y Le-gislativo- interacten en funcin de obje-tivos de Estado con una clara visin defuturo, coordinen sus actividades e in-cluso planifiquen las mismas. Necesita-mos una funcin judicial que garantice la

    justicia para todos y todas y una verda-dera Corte Constitucional que vigile la vi-gencia de la Constitucin por encima de

    los intereses de los grupos mafiosos quesiempre han negociado nuestra institu-cionalidad.

    Una parte sustancial de una reforma del

    Estado tiene que ver con la descentrali-zacin y las autonomas. La idea es dar alos gobiernos locales y seccionales unmayor papel en el proceso de desarrollo,de movilizar capacidades y recursos detoda ndole no utilizados por las trabasderivadas del centralismo, de manera depotenciar tambin la participacin de lapoblacin y detener su emigracin. Enfin, se tratara de reconocer y ayudar aconstituir otros actores sociales. Ello sig-nifica modernizar instituciones, cambiar

    las formas y contenidos de la asignacinde recursos y hacer otra poltica econ-mica. Pero tengamos en cuenta que ladescentralizacin y la autonoma sonparte de un proceso de emancipacin yrecuperacin de la soberana.

    En el fondo lo que se persigue es crearoportunidades para el desarrollo integralhumano de la mayora de la poblacin, yno una estrategia de modernizacin conpobreza al estilo del esquema que impo-ne el neoliberalismo. Oportunidades quedebern cristalizarse priorizando el serhumano sobre el capital, quien deberconvivir con la Naturaleza. El Socialismodel Siglo XXI, que apenas comienza adefinirse, no pasa por abrir la puerta aun neodesarrollismo, ni por aceptar res-puestas autoritarias. Este nuevo socialis-mo ser ante todo una democracia sinfin.

    20 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Pero la dinmica del desarrollonacional no es solo una

    cuestin econmica sinotambin poltica, tanto comosocial y cultural. Lo que debe

    transformarse no es solamentela calidad y dimensin del

    Estado, sino tambin elsistema poltico en su conjunto.

    Nota: Este texto recoge elementos de la discusin desple-gada en la elaboracin del plan de gobierno de AlianzaPas.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    Edgar Isch Lpez*

    Todos sabemos que la elaboracin deuna Constitucin no es el punto de llega-da final de los procesos de cambio lleva-dos adelante por los trabajadores y lospueblos. Desde tiempo atrs, una Cons-titucin es ante todo el resultado del ba-lance de fuerzas sociales en una situa-cin siempre en transformacin y que laizquierda busca cambiarla de manera in-

    tencionada.

    El significado y al mismo tiempo el retode la Asamblea Constituyente, es preci-samente el de ser realizada en medio delimportante fortalecimiento de la tenden-cia democrtica, patritica, progresista yde izquierda que se manifiesta en el pas

    y que se reflej en la votacin de la se-

    gunda vuelta y en la Consulta Popular deabril, pero que tambin se manifiestafrente a numerosos problemas naciona-les y en apoyo a las acciones del gobier-no de Rafael Correa, cuya tendencia fun-damental no ha cambiado, a pesar deciertos errores que los resalta la granprensa.

    Siendo ese el caso, la nueva Constitucindeber recoger lo ms avanzado de laspropuestas que surjan de la tendencia yde los sectores populares, ser un docu-mento que reconozca la plurinacionali-dad y plantee las bases de una soberanaplena e integral, lo que est muy lejos deuna simple repeticin del "pacto social"

    que integre a "todos los sectores del pas"porque todos somos "ciudadanos". Lahistoria ha demostrado que ese pacto so-cial no existe ni an bajo la ficcin deigualdad que plantea el concepto de ciu-dadana. Las anteriores constituciones

    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 21

    y perspectivaLa Constituyente

    de cambio social

    *. Ex Ministro de Ambiente, Candidato por Pichincha enrepresentacin del Movimiento Popular Democrtico.

  • 8/13/2019 Entre Voces 13

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    del Ecuador fueron, por lo general, impo-sicin de los sectores dominantes y, loscambios positivos se dieron luego de lasrevoluciones alfarista y "La Gloriosa" de1944; incluso lo positivo de la Constitu-

    cin del 98 se mostr como resultado delas acciones sociales en las calles, de lamovilizacin de los diversos sectores or-ganizados en torno a sus demandas. Portanto, la fuerza popular debe estar clara-mente presente para lograr una Consti-tucin distinta y que incida positivamen-te en las condiciones de vida de las ma-

    yoras, con propuestas que rompan lasvisiones parciales y sectoriales.

    Fortaleciendo lo que une a los que esta-mos ms ntidamente hacia la izquierda,principalmente Pas, MPD, Pachakutik yPSE, tenemos ya una base fuerte no soloen planteamientos constitucionales, sinotambin en los cambios institucionales ylegales que de manera inmediata deberealizar la Asamblea Constituyente enuso de los plenos poderes que el pueblo

    le otorg en la Consulta del 15 de abril.Al mismo tiempo, habr que realizar eldebate sobre las diferencias que existenpero que no son comparables con lascontradicciones existentes con la dere-cha, la burguesa y el imperialismo. Co-mo dira el brasileo Paulo Freire: "Al di-ferente se le respeta, pero al enemigo se le

    combate". Y a la derecha que se mueve enlos mbitos de la conspiracin contra elgobierno, el engao en los grandes me-dios de comunicacin y las leyes quemantienen la explotacin y las inequida-

    des, hay que enfrentarla.

    Qu pas podemos construir ahora y alcul puede cimentar la nueva Constitu-cin? Sin duda uno donde la solidaridadsea el motor del cambio, en el que se re-chace cualquier forma de intromisin ydebilitamiento de la soberana, en el quese enfrente a la explotacin del trabaja-dor, se democratice los rganos de poder

    y se habr los cauces para avanzar haciael socialismo.

    Esto lleva a entender que el tema de lasreformas institucionales, siendo muyimportante, es insuficiente. En una pro-puesta de cambio, es urgente garantizarla soberana y afectar el poder econmicode transnacionales y grandes grupos mo-noplicos. Democratizar la propiedad

    22 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Desde tiempo atrs, unaConstitucin es ante todo el

    resultado del balance de fuerzassociales en una situacin

    siempre en transformaciny que la izquierda busca

    cambiarla de maneraintencionada.

    Siendo ese el caso, la nuevaConstitucin deber recoger loms avanzado de las propuestasque surjan de la tendencia yde los sectores populares, serun documento que reconozca

    la plurinacionalidad y planteelas bases de una soberanaplena e integral, lo que estmuy lejos de una simplerepeticin del "pacto social"que integre a "todos lossectores del pas" porquetodos somos "ciudadanos".

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    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 23

    (que no es lo mismo que socializarla), im-plica tener al Estado y su planificacincomo eje de una actividad econmica enla que se fomente y apoye a la propiedadestatal, cooperativa, comunitaria y social,

    respaldando de manera prioritaria a lapequea y mediana produccin que es laque ms da empleo y garantizando lasoberana y la seguridad alimentaria. Lapropiedad privada deber someterse alinters nacional, a sus obligaciones so-ciales y tributarias y las normas antimo-nopolio debern establecerse en funcinde los derechos del consumidor, prohi-biendo la concentracin de la propiedadagraria, sancionando esas odiosas vincu-

    laciones directas entre banca y medios decomunicacin y prohibiendo la terceriza-cin y otras formas de trabajo precario.

    Una economa productiva y no especula-tiva es la condicin para golpear el poderde la burguesa bancaria, pero lo es tam-bin como parte de la plena restitucin

    de la dignidad a un pueblo que no quierevivir solo de bonos estatales, condicin ala que nos condujo la crisis capitalistaagravada por la aplicacin de los dogmasneoliberales.

    En relacin con campos tan sensibles co-mo lo ambiental, la propiedad estatal de

    los recursos naturales no-renovables, pe-troleros, mineros y biodiversidad, as co-mo la propiedad social del agua, son labase para un despeje econmico que ga-ranticen nuevas opciones para las futu-

    ras generaciones. Pero ante todo es dejarde lado una estrategia de desarrollo ex-trativista, cargando todo el peso en uno opocos productos naturales, para dar ba-se a una de amplia base econmica en laque el conocimiento permita actividadesgeneradoras de valor, mayores opcionesproductivas y proteccin de la biodiversi-dad que caracteriza al Ecuador.

    Lo ltimo nos lleva a sostener que elEcuador que queremos implica que salud

    y educacin deben ser polticas de Esta-do al servicio del pueblo, con inversinprioritaria (6% del PIB para educacin y3% del PIB para salud), llevadas adelan-te con participacin social (en los conse-

    jos escolares o los rganos de salud co-munitaria con mdicos de familia), conrendicin de cuentas y reformas educati-vas. En educacin, el reciente II Congre-so Nacional de la Educacin Pblica, queincluy a miles de participantes en todas

    las provincias, marc el camino paratener una educacin emancipadora, conenfoque de gnero, intercultural, fiscal,laica, gratuita y de calidad en todos susniveles; obligatoria desde la educacininicial hasta el bachillerato.

    El tema de las reformasinstitucionales, siendo muyimportante, es insuficiente.

    En una propuesta de cambio,es urgente garantizar la

    soberana y afectar el podereconmico de transnacionalesy grandes grupos monoplicos.

    Democratizar la propiedad.

    Ciertamente la participacinha sido una pantalla usada

    incluso para la aplicacin delas polticas neoliberales. Nopuede ser entonces solo unamecnica ocasional, sino laesencia de la administracinpblica

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    24 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Una obligacin ahora es poner en laConstitucin y las leyes esos y otros de-rechos sociales, econmicos y culturales,con fuerza, garantas y mecanismos deexigibilidad suficientes para que no pue-

    dan ser burlados. Presupuesto y destitu-cin del funcionario que no lo respete, esparte importante, pero la participacinpopular es la otra, la misma que debedarse en el marco de un Estado laico y derespeto a las diferencias de pensamiento.

    Ciertamente la participacin ha sido unapantalla usada incluso para la aplicacinde las polticas neoliberales. No puedeser entonces solo una mecnica ocasio-nal, sino la esencia de la administracinpblica mediante creacin de organis-mos a todo nivel que posibiliten contarcon espacios de mandato y control popu-

    lar. Los pueblos del Ecuador no puedendar pasos atrs en lo logrado, por el con-trario, deben avanzar y cada vez msrpido, hacia la democratizacin de lavida social. Para ello hay que evitar caeren la trampa de las autonomas promovi-das por el Febresborjismo, o en la crea-cin por decreto de regiones que debe-ran surgir de una historia de mancomu-

    nidad y trabajo conjunto de distintos go-biernos locales que comparten zonas eco-nmicas, ecolgicas u otras reas de in-ters comn. La fuerza de las identidadesprovinciales, en su mayora con una tra-

    yectoria de ms de un siglo, no puede serolvidada y plantea entonces el como apo-

    yarse en ellas para romper la existenciade uno o dos polos de desarrollo y dar pa-so a la participacin popular para un de-sarrollo nacional armnico.

    Detallar el Ecuador posible desde unaperspectiva de izquierda revolucionaria,a ms de obligarnos a un artculo muchoms largo, no tendra sentido si dejamosde lado una perspectiva de largo alcance.

    No se trata solo de enfrentar al neolibera-lismo, pues, sus males: explotacin labo-ral, pobreza, acumulacin de la riquezaen manos de pocos, destruccin ambien-tal, dependencia, inequidades de clase-gnero-tnica-generacional, corrupcin,entre otros, son males que ya existanantes del neoliberalismo porque son con-sustanciales al capitalismo. El neodesa-rrollismo que varios proponen, entonces,queda limitado. El sueo grande, sin du-

    da, es el de avanzar hacia el socialismo,a la sociedad de los trabajadores, a laque se relaciona con el hombre nuevoque tantas veces nos planteara el Che. Yall hay que confirmar que el socialismosignifica extinguir las clases socialespara que la igualdad retorne a la vidasocial y podamos conquistar la democra-cia plena.

    Lo ltimo nos lleva a sostenerque el Ecuador que queremosimplica que salud y educacindeben ser polticas de Estadoal servicio del pueblo, coninversin prioritaria

    Una economa productiva y noespeculativa es la condicin

    para golpear el poder de laburguesa bancaria, pero lo

    es tambin como parte de laplena restitucin de la dignidad

    a un pueblo que no quierevivir solo de bonos estatales,

    condicin a la que nos condujola crisis capitalista agravada

    por la aplicacin de los

    dogmas neoliberales.

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    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 25

    Joan Martinez Alier*

    Las emisiones de dixido de carbono porlos humanos estn creciendo al 3 porciento anual, por tanto, sern el doble enpoco ms de veinte aos cuando debe-ran bajar a la mitad de las actuales paraque no aumente su concentracin en laatmsfera causando mayores cambiosclimticos. Mientras los Estados se re-nen y discuten el tema, y algunos apoyan

    tmidas medidas como las establecidasen el Protocolo de Kyoto de 1997, la so-ciedad civil de los pases del Sur casi noest actuando en este tema. Ciertamen-te, hay protestas que se expresan en re-clamos de la deuda ecolgica por emisio-nes de carbono. Se insiste en Bangladeshque la subida del nivel del mar por el ca-

    lentamiento global desplazar a muchasgente, mientras que en los Andes y en elHimalaya se seala el perjuicio que su-pondr para la conservacin y circula-cin del agua el que se derritan los gla-ciares. Sin haber contribuido apenas alas emisiones de dixido de carbono encomparacin a los pases ricos, esos te-rritorios y muchos otros se perjudicarncon el cambio climtico. Esto es una graninjusticia ambiental. Los Estados de pa-ses pobres deberan reclamar. Pero no lahacen, y la sociedad civil se calla.

    En Ecuador hay un cierto debate sobre eltema del cambio climtico, por primeravez, gracias a la propuesta de AlbertoAcosta desde el gobierno y de ecologistasde la sociedad civil, de dejar en el suelo elpetrleo del Yasun. Si en el asunto delcambio climtico, ni los Estados ni lasociedad civil hacen mucho, en cambio,en muchsimos otros temas ambientales

    civil en losconflictos ambientales

    *. Ecologista, experto en temas ambientales y del desa-rrollo.

    El Estado y la sociedad

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    las protestas de la sociedad civil y lo quese ha llamado el ecologismo popular, hanllevado la voz cantante.

    Tendencias del ecologismo

    En el ecologismo hay diversas corrientes.Hay en Estados Unidos una tendenciallamada "ecologa profunda", que se preo-cupa solamente de la naturaleza. Por

    ejemplo, luchaban y luchan contra repre-sas en caones hermosos que iban a serinundados por las represas. Incluso al-guno dijo que se dejara morir all. Me pa-rece bien, me parece admirable. Lucha-ban solamente por la naturaleza, no porlas personas. En Brasil hay en cambio elmovimiento popular que se llama atingi-dospor barragens, es decir, los afectadospor represas. En la India, hay una lucha(ya casi perdida) contra una famosa re-presa en el ro Narmada, y all la genteprotesta en defensa del ro, pero tambinen defensa de la gente. Porque si comple-tan esta represa, 40 mil 50 mil perso-nas se tienen que ir de all. La lder se lla-ma Medha Patkar, ella no piensa slo enla naturaleza, piensa tambin en la gentepobre. Son grupos indgenas que necesi-tan su territorio para vivir, porque si se

    van de all, se van a morir de hambre. Lomismo ocurre con los desplazados porlas minas o represas en Orissa u otrosestados de la India.

    El Norte consume tanto, los ricos delmundo consumen tanto, que las fronte-ras de extraccin de mercancas o mate-rias primas estn llegando a los ltimosconfines. Por ejemplo la frontera del pe-trleo ha llegado hasta Alaska y la Ama-zona. Pero en todos los lugares del mun-do hay resistencia popular e indgenacontra el avance de las actividades ex-tractivas de las empresas multinaciona-les que suelen ser apoyadas por los Esta-dos.

    Estas resistencias parecen ir contra elcurso de la historia contempornea, quees el constante triunfo del capitalismo, elcrecimiento del metabolismo econmicoen trminos de materiales, energa, aguaque se introduce en el sistema para salirluego como residuos. Las comunidadesse defienden. Muchas veces las mujeresestn delante en esas luchas. Por ejem-plo, vemos muchos casos de defensa delos manglares contra la industria cama-ronera de exportacin. Lo mismo ocurreen la minera. Las comunidades se de-fienden apelando a los derechos territo-riales indgenas bajo el convenio 169 dela OIT como en junio del 2005 en Sipa-kapa en Guatemala, u organizan consul-tas populares o referendums exitosos co-mo en Tambogrande (Per) o en Esquelen la Argentina contra la minera de oroa cielo abierto.

    Hay tambin casos histricos de resis-tencia antes de que se usara la palabraecologismo. Por ejemplo, en la minera decobre en Ashio en Japn hace cien aoscon el lder Tanaka Shozo o en Huelva enAndaluca contra la contaminacin cau-sada por la empresa Rio Tinto que culmi-n en la matanza, a cargo del ejrcito el4 de febrero del 1888. Ese podra ser el

    Sin haber contribuido apenasa las emisiones de dixido decarbono en comparacin a lospases ricos, esos territorios

    y muchos otros se perjudicarncon el cambio climtico. Esto

    es una gran injusticiaambiental. Los Estados de pases

    pobres deberan reclamar.Pero no la hacen, y la sociedad

    civil se calla.

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    Da del Ecologismo Popular, el 4 de febre-ro. Crece la memoria de tales sucesos,que nunca se perdi.

    En pases con algn grado de democra-cia, puede reclamarse ante los tribunaleslocales, y poco a poco crece la posibilidadde apelar a la justicia de otros estados.As, en el Ecuador, los perjudicados porlos destrozos causados por la Texaco hanintentado desde 1993 entablar un juicio

    en Estados Unidos bajo la legislacin lla-mada ATCA (Alien Torts Claims Act), unaley que permite a extranjeros reclamar elpago de daos causados por estadouni-denses. El juicio actual en Lago Agriocontra Chevron-Texaco contina el caso.As pues, la sociedad civil recurre a vecesa acciones legales y en otros a la accindirecta (preferiblemente no violenta), co-mo en Intag, Ecuador, donde se logr pa-rar a la empresa japonesa que pretendaextraer mineral de cobre Por qu no

    combinar todas las posibilidades de ac-tuacin?

    Hay actualmente conflictos por la extrac-cin de nquel en Nueva Caledonia, mien-tras que la isla de Nauru en el Pacficoqued destruida por la rapia de los fos-fatos. La economa mundial no se "des-

    materializa". Al contrario. Se saca sieteveces ms carbn en el mundo hoy quehace cien aos, y muchsimo ms petr-leo. A veces, se trata de insumos esencia-les para la economa, en otras de produc-

    tos superfluos. Los consumidores de oroo de camarones importados no saben niquieren saber de dnde viene lo que com-pran.

    Los pasivos ambientales

    Supongamos que una compaa mineracontamina el agua en una aldea de la In-dia. Las familias no tienen otro remedioque abastecerse del agua de los arroyos o

    de los pozos. El salario rural es un euroal da, un litro de agua en envase de pls-tico cuesta 20 cntimos de euro. Si lospobres han de comprar agua, todo su sa-lario se ira simplemente en agua. Asi-mismo, si no hay lea o estircol seco co-mo combustibles, al comprar gas licuadode petrleo (GLP), como preferiran, gas-taran el salario semanal de una personapara adquirir un cilindro de 14Kg. Lacontribucin de la naturaleza a la subsis-tencia humana no es crematstica sinode subsistencia. Sin agua, lea y estir-col, y pastos para el ganado, la gente em-pobrecida simplemente se muere.

    Hay otros conflictos por residuos produ-cidos en los procesos de produccin.Quin responde de esos pasivos am-bientales? La contabilidad de las empre-sas no suele incluir esas deudas ecolgi-cas. Cunto debe Repsol-YPF por su pa-sivo ambiental y social en territorio ma-

    puche de la Argentina? Cunto debeDow Chemical - Unin Carbide por losdaos en Bhopal en 1984? Cunto debela Dow Chemical, otra vez, por los casosde esterilidad de trabajadores de planta-ciones bananeras en Honduras, CostaRica, Ecuador?

    Aqu los Estados tienen unpapel que jugar, modificando

    las normas de la contabilidadoficial, no slo para que las

    empresas hagan frente a suspasivos ambientales sino tam-bin en el mbito macroecon-mico donde la contabilidad del

    PIB pudorosamente ocultamucho ms de lo que ensea.

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    Aqu los Estados tienen un papel quejugar, modificando las normas de la con-tabilidad oficial, no slo para que las em-presas hagan frente a sus pasivos am-bientales sino tambin en el mbito ma-croeconmico donde la contabilidad delPIB pudorosamente oculta mucho msde lo que ensea. Ni la contabilidad em-presarial ni la contabilidad macroecon-mica estatal restan los "pasivos ambien-tales". Es decir, si la economa creci alcinco por ciento, de acuerdo, pero que seexplique cmo ha aumentado la contami-

    nacin, qu ha pasado con los ros, conlos bosques, con la salud de los nios.Hay protestas sociales debido a que laeconoma estropea la naturaleza, aunqueotras veces (como con las emisiones dedixido de carbono) las protestas y recla-mos de las deudas ecolgicas son an in-suficientes. A veces, los afectados serngeneraciones futuras que no pueden pro-testar porque an no han nacido, o unasballenas o tiburones que tampoco van aprotestar. Pero otras, los desastres ecol-gicos afectan a personas actuales, queprotestan o que podran protestar. Sonluchas por la Justicia Ambiental.

    Hay lugares donde se plantan miles dehectreas de pino para capturar dixidode carbono europeo como en el proyecto

    FACE en los pramos del Ecuador, dondealgunas comunidades empiezan a pro-testar, porque no pueden comer lospinos, no pueden sembrar ni poner gana-do, el pino agota el agua que hay en los

    pramos, adems, si hay un incendio, elcontrato les obliga a replantar.

    Hay quien cree que son protestas NIMBY(no en mi patio) cuando son manifesta-ciones locales del movimiento internacio-nal por la justicia ambiental. Por ejem-plo, la red Oilwatch naci en 1995 deexperiencias en Nigeria y Ecuador. Porejemplo, la red Mines and Communitiesnaci en el 2004. Mientras los Estados serenen en conferencias en ocasionesintiles, la sociedad civil construye susredes internacionales. Creo que de las

    protestas, de las resistencias es de dondevan a nacer las alternativas. stas novan a nacer de ningn partido polticoque determine la lnea correcta ni de nin-gn gobierno aunque sea inicialmentebienintencionado.

    Hay otros conflictos porresiduos producidos en los

    procesos de produccin.Quin responde de esospasivos ambientales? La

    contabilidad de las empresasno suele incluir esas deudas

    ecolgicas.En esos conflictos ambientalespor extraccin o transportede materias primas,por contaminacin local oregional, comprobamos el uso

    de diversos lenguajes. Puedeser que el Estado y lasempresas quieran imponerel lenguaje econmico, diciendoque se har un anlisiscosto-beneficio con todas lasexternalidades traducidas adinero.

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    Valores inconmensurables

    En esos conflictos ambientales porextraccin o transporte de materias pri-mas, por contaminacin local o regional,

    comprobamos el uso de diversos lengua-jes. Puede ser que el Estado y las empre-sas quieran imponer el lenguaje econ-mico, diciendo que se har un anlisiscosto-beneficio con todas las externalida-des traducidas a dinero, y adems sehar una evaluacin de impacto ambien-tal, y que as se va a decidir si se cons-truye una represa conflictiva o se abreuna mina. Pero puede ocurrir que losafectados, aunque entiendan ese lengua-

    je econmico y aunque piensen que esmejor recibir alguna compensacin eco-nmica que ninguna, sin embargo acu-dan a otros lenguajes que estn disponi-bles en sus culturas. Pueden declarar,como hicieron los U'Wa en Colombiafrente a Occidental Petroleum, que la tie-rra y el subsuelo eran sagrados y que "lacultura propia no tiene precio". En un

    conflicto ambiental se despliegan valoresmuy distintos, ecolgicos, culturales, desubsistencia de las poblaciones, y tam-bin valores econmicos. Son valores queno son conmensurables. Imponer el len-

    guaje econmico es una forma de ejerci-cio del poder.

    Todo necio confunde valor y precio. Va-len las consultas populares, que apelan ala democracia local? Vale el lenguaje dela sacralidad? Valen los valores ecolgi-cos solamente si se traducen a dinero, ovalen por s mismos, en sus propias uni-dades de biomasa y biodiversidad? Valeargumentar en trminos de la subsisten-cia, salud y bienestar humanos directa-

    mente, o hay que traducirlos a dinero?Son preguntas que nacen de la observa-cin y participacin en conflictos am-bientales en diversos lugares del mundo.El Estado cree tener poder para excluiralgunos lenguajes de valoracin pero lasociedad civil frecuentemente no acataese poder.

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    Santiago Ortiz*

    Luego de dos dcadas de neoliberalismose abrieron grietas en el Estado, que pue-den ser aprovechadas para impulsar Unareforma en su organizacin territorial. LaConstitucin del 98 dej un vaco en estecampo, al mantener una organizacin

    centralista, sustentada en un engranajepiramidal de ms de 1.000 prefecturas,municipios y parroquias, sin coordina-cin. El neoliberalismo acentu el caosinstitucional, pues debilit al centro encuanto su capacidad de organizar el con-

    junto del territorio y mantuvo una ampliaperiferia atomizada, con entidades sincapacidad de gobierno.

    Las entidades subnacionales se dedica-

    ron a administrar servicios, enfatizandolas "obras" que permiten un control pol-tico de la poblacin. As se dej intocadoel problema del gobierno intermedio,pues cada autoridad local deba resolversus asuntos palanqueando con sus dipu-tados o peregrinando en los Ministerios,especialmente al de Finanzas, que debabregar con cientos de autoridades loca-les.1

    El proceso constituyente, permite salir de

    este empantamiento y redisear la orga-

    debate clave

    Gobierno intermedio,

    *. Profesor de Flacso, coordinador de la red EcuadorDialoga.

    1. Es significativo que el ex Ministro de Finanzas DiegoBorja en sus pocos meses a cargo de la cartera hayadebido recibir, como el mismo confes, a 140 Alcaldes

    y prefectos, para resolver sus solicitudes de fondos(Seminario Descentralizacin Fiscal, ex CONAM CE-PAL).

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    nizacin territorial, fortaleciendo el roldel centro, al tiempo que potenciando laperiferia. Esto significa que el Estadopuede recobrar un rol activo en el desa-rrollo, al mismo tiempo que reconozca la

    diversidad territorial y tnica del pas ypotencie la creatividad de los actores lo-cales en los territorios. Hay que enfrentaruna problemtica compleja, en donde seponen por delante desafos de democrati-zacin, desarrollo, soberana, equidadterritorial y diversidad.

    Frente al problema de la organizacin te-rritorial del Estado, las fuerzas de iz-quierda en Amrica Latina han sido par-tidarios de una tesis de redistribucin delpoder en el territorio. Sin embargo, en los

    ltimos aos se ha iniciado un ciclo de"izquierda" en varios pases que apuntana Estados fuertes, centralistas, capacesde remontar "la larga noche neoliberal".

    Si bien hay cierto consenso en las izquier-das de Ecuador sobre las metas de unareforma en cuanto a democracia, equidad,desarrollo, tienen desacuerdos en la forma

    de organizacin territorial2. A riesgo desimplificar el debate podemos sealar almenos dos propuestas a) la regionaliza-cin b) las autonomas provinciales3.

    La primera posicin, defendida por elgobierno4, plantea la necesidad de pro-mover el desarrollo. Para ello es funda-mental recobrar el rol planificador delEstado e impulsar regiones "autnomas"que busquen la complementariedad delos territorios y coordinar los gobiernossubnacionales. El punto nodal de esteesquema es la creacin de un quinto ni-vel con un Consejo Regional presididopor un Prefecto, ejecutivo que sera de-signado por el Presidente de la Repbli-

    ca, que coordine con los Prefectos provin-ciales de la regin, y un legislativo regio-nal con representantes electos.

    La segunda postura5 plantea la necesi-dad de reconocer las identidades y losprocesos de configuracin del territorio,como base para impulsar el desarrollo,con un gobierno intermedio a nivel pro-vincial. Los gobernadores sern electospor la poblacin, con una autoridad uni-ficada a nivel provincial, un gabinete lo-cal y un legislativo, con capacidad de ha-cer leyes enmarcados en un Estatuto Au-tonmico. Se crea un sistema nacional decompetencias, con funciones exclusivaspor nivel de gobierno, competencias con-currentes y un sistema fiscal.

    Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas 31

    Luego de dos dcadas de

    neoliberalismo se abrierongrietas en el Estado, quepueden ser aprovechadas

    para impulsar Una reformaen su organizacin territorial.

    La Constitucin del 98 dejun vaco en este campo, almantener una organizacin

    centralista, sustentada en unengranaje piramidal de ms

    de 1.000 prefecturas,municipios y parroquias,

    sin coordinacin.

    2. Me refiero a los dilogos convocados por el ILDIS y laRevista La Tendencia y las propuestas presentadas alConasup.

    3. La propuesta indgena no se va a analizar en este art-culo. Para examinarla revisar "La Frontera Interior",del autor, un estudio de la problemtica de autonmi-cas tnicas de prxima aparicin.

    4. Propuesta entregada por el Gobierno a la Comisin delConesup, que tiene como antecedentes las propues-tas de Senplades y que recoge elementos de la tesis deDepartamentalizacin de Jos Bolvar Castillo, la re-gionalizacin de Fernando Carrin, as como en la po-sicin del C. Provincial del Azuay.

    5. Entre ellos se encuentran el Concope y el Alcalde deQuito Paco Moncayo.

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    32 Tema Central - Constituyente: La apuesta por el pas

    Hay que sealar que las dos propuestastienen coincidencias: ambas plantean unrol activo del Estado, reconocen a las ciu-dades metropolitanas, contemplan unsistema reticular de planificacin, unproceso gradual pero obligatorio y un sis-tema nacional de competencias y coinci-den en la necesidad de un gobierno inter-medio. Sin embargo, tienen dos diferen-cias: el nivel donde se asienta el gobiernointermedio, en la regin o la provincia yel concepto de autonoma. Veamos esasdiferencias:

    NIVEL INTERMEDIO

    Para el gobierno, el quinto nivel de go-bierno es necesario como respuesta a loscambios territoriales que trae la globali-zacin, para complementar los territorios

    y coordinar los gobiernos locales. Para elCONCOPE y el Alcalde de Quito es nece-sario reforzar las experiencias de gobier-no provincial y urbano, unificando Pre-fectura y Gobernacin, integrando tam-

    bin las ciudades metropolitanas comogobiernos intermedios. Se trata de avan-zar en la visin de territorio en un proce-so factible, reconociendo las realidadesinstitucionales y polticas.

    Hay que sealar que es importante darcuenta de la regin como mbito necesa-rio de desarrollo y planificacin y rees-

    tructurar el estado centralista y sectoria-lista. Sin embargo crear un quinto nivel,trae problemas pues implica aumentarotra instancia de gobierno generandocaos institucional en un pas ya de por si

    es fragmentado. En varios pases de A.Latina la regionalizacin ha querido im-ponerse, pero no ha contado con el apoyode la poblacin. La regionalizacin forza-da generar mltiples conflictos, dada laexistencia de elites y actores con una cul-tura local; tampoco parece recomendabledesde un punto de vista poltico, admi-nistrativo y operativo, pues habr unadisputa sobre la capitalidad de la regin;adems la gente prefiere la cercana en

    trminos de servicios y gestiones. Tam-bin se anota otro problema: de que re-giones hablamos? Los criterios de confor-macin de regiones estn poco desarro-llados, y hasta hoy es un tema de domi-nio de expertos. Por otra parte suenacontradictorio hablar de regiones "auto-nmicas" presididas por un delegado delPresidente de la Repblica.

    La propuesta de gobierno provincial tienetambin sus bemoles. En primer lugar

    est la debilidad fiscal y administrativade los Consejos Provinciales, sin olvidarque el campo de accin de estos ha sidobsicamente la obra pblica, pues la ma-

    yor parte de funciones y competencias si-guen en las direcciones provinciales. Enrealidad el fortalecimiento y legitimacinde las Prefecturas es reciente, en base acierto liderazgo de los prefectos que hanimpulsado procesos de desarrollo territo-rial. Otra dificultad del gobierno provin-cial es la trayectoria municipalista en

    Ecuador, sustentada en una cultura lo-calista, que siempre se ha resistido a unacoordinacin provincial.

    Hay un problema adicional en las dospropuestas: la reorganizacin del gobier-no central en una visin territorial, pasapor cambios radicales en la organizacin

    Si bien hay cierto consensoen las izquierdas de Ecuador

    sobre las metas de una reformaen cuanto a democracia,

    equidad, desarrollo, tienendesacuerdos en la forma de

    organizacin territorial. Ariesgo de simplificar el debate.

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    sectorialista de la burocracia estatal. Decualquier manera se avizora una activaresistencia de la burocracia y los gremiosestatales; vale recordar que ni siquieralos gobiernos anteriores, influidos por

    una perspectiva neoliberal, han logrado"modernizar" o transformar el Estado6.

    AUTONOMA O AUTONOMA?

    Casi nadie habla de descentralizacin, ytodas las propuestas hablan de autono-ma, pero se da la discrepancia en el sen-tido que esta tiene: Qu es autonoma?Es capacidad plena de autogobierno?Es capacidad legislativa? Se limita a loque tenemos ahora en el rgimen seccio-nal autnomo: eleccin de autoridades,potestad normativa con ordenanzas yadministracin de recursos?

    As en el centro del debate est el signifi-

    cado de la nocin de autonoma. Se utili-za una nocin fuerte como capacidad delegislacin y autogobierno o hay un signi-ficado blando de autonoma, en cuantose refiere a lo administrativo o fiscal, queimplica una autonoma operativa parapoder actuar, con personera jurdica yrecursos propios. Mientras la propuesta

    de autonomas del Concope y de PacoMoncayo habla de autonoma en el pri-mer sentido, en la propuesta del Senpla-des se habla en el segundo sentido, puessealan que las regiones autonmicas

    estarn presididas por un ejecutivo de-signado por el gobierno y que elaborarnsolo ordenanzas, lo cual diluye el compo-nente autonmico.

    COMENTARIOS FINALES

    Las diversas vertientes de la sociedad ci-vil y la izquierda estn de acuerdo en ob-

    jetivos de la reforma como equidad, de-mocracia, desarrollo, con un rol activodel Estado. Sin embargo estas posturasno concuerdan en cual es el sujeto delgobierno intermedio: es la regin o es laprovincia. Adems no coinciden en elgrado de autonoma que deben tener losgobiernos subnacionales. As los temasde gobierno intermedio y autonoma sondos elementos