FRUTOS DE CÁSCARA Y ALGARROBA: UN SECTOR AMENAZADO · dificultad agronómica se ha traducido en bajas producciones y escasos e irregulares ingresos, que han desempeñado un papel

FRUTOS DE CÁSCARA Y ALGARROBA:

UN SECTOR AMENAZADO

DOCUMENTO DE REFLEXIÓN

Marzo 1999

Elaborado por

Ante la inminente finalización de los planes de mejora que desde 1990 están permitiendo la continuidad en España y en los países comunitarios mediterráneos del cultivo de los frutos de cáscara y algarroba, así como de la ayuda a las avellanas recogidas en las campañas 1997/98, 1998/99 y 1999/2000, el sector quiere contribuir a la reflexión que la Comisión ha de llevar a cabo antes de

que se tome una decisión sobre el apoyo al mismo a partir del año 2000.

La necesidad de mantener un apoyo específico para el sector de los frutos de cáscara y algarroba para evitar su desaparición frente a un mercado en el que no puede competir debido a diferencias estructurales insuperables es evidente para el conjunto de los operadores y conocedores del sector. Por su parte, el Consejo de la UE en el artículo 56 del Reglamento (CE) 2200/96 estableció que, en

base a un informe de la Comisión, se debata entre otras cuestiones la continuidad de medidas específicas para el sector de los frutos de cáscara.

El sector productor y comercializador de frutos de cáscara y algarroba del Estado Español y de la UE no puede quedarse parado a la espera de decisiones de la Comisión y del Consejo determinantes para su futuro. La elaboración del “Documento de Reflexión” que se presenta a continuación es un punto de partida para la movilización de esfuerzos y voluntades, en España y en el resto de los países productores europeos, con el objetivo de garantizar la supervivencia de estos cultivos típicamente

mediterráneos sobre el territorio europeo.

Frutos de cáscara y algarroba: un sector amenazado 1 Documento de Reflexión

INTRODUCCIÓN

El cultivo de los frutos de cáscara (almendra, avellana, nuez y pistacho) y algarroba ha estado desde

siempre asociado a los países mediterráneos. Italia, Turquía, España, y Grecia han ocupado hasta hace

unas décadas el primer puesto en la producción mundial de estos productos. El algarrobo todavía hoy se

localiza casi exclusivamente en los países ribereños del Mediterráneo, y principalmente en España.

Las plantaciones de frutos de cáscara y algarroba son consideradas como frutales de secano, y su cultivo

en estos países se lleva a cabo de forma secundaria con respecto al resto de los cultivos leñosos. Su

especial capacidad de adaptación al medio ha permitido su utilización como árbol colonizador en tierras

marginales y de fuerte pendiente, donde han contribuido de manera notable a la lucha contra la erosión.

Son, por lo general, muy resistentes a la sequía y durante generaciones su cultivo en zonas de gran

dificultad agronómica se ha traducido en bajas producciones y escasos e irregulares ingresos, que han

desempeñado un papel de complemento de renta o, gracias a la facilidad de conservación de los frutos, de

reserva financiera para el agricultor.

La situación de este sector varió sustancialmente con la irrupción en el mercado internacional de terceros

países: Estados Unidos en almendra y Turquía en avellana. En los Estados Unidos el cultivo de frutos

secos se desarrolla a partir de los años sesenta bajo unos criterios de rentabilidad y productividad

radicalmente distintos, que incluyen la aplicación de técnicas intensivas de fruticultura, y muy

especialmente del riego. En Turquía la base de su fuerte competitividad está en los bajos costos de

producción, la no necesidad de riego y sobretodo en los bajos costos de la mano de obra. Al mismo

tiempo que la producción, crece la demanda mundial y la incorporación de esos productos a la industria

alimentaria, facilitada por el desarrollo tecnológico y la diversificación de las formas de consumo.

El sector europeo, cuyas características estructurales condicionan unos rendimientos y costes de

producción muy alejados de los de sus principales competidores, se enfrenta a partir de entonces a graves

dificultades para permanecer en los mercados y mantenerse como actividad económica rentable.


A la vista de esta situación de baja productividad y escasa competitividad del sector en Europa, el Consejo

Europeo aprobó en 1989 unas medidas especificas para los frutos de cáscara y algarroba (Reglamento

CEE 789/89 que modifica el Reglamento CEE 1035/72 que establecía la OCM de Frutas y Hortalizas). Su

principal objetivo era facilitar la constitución y el funcionamiento de las organizaciones de productores en

el sector y permitir la reestructuración y la mejora de la calidad de los productos, contribuyendo a mejorar

su competitividad.

Este Reglamento, posteriormente modificado y completado por otras normativas, ha supuesto un

importante estímulo para la mejora organizativa, productiva y comercial del sector en España y en el

resto de la UE. Las medidas puestas en marcha a partir de 1989 contemplaban un conjunto de ayudas

para las organizaciones de productores supeditadas a la presentación y aprobación de un plan de mejora de la calidad y la comercialización.

El sector de los frutos de cáscara y algarrobas se convirtió así en el primer sector comunitario en el que la

ayuda se establecía por superficie y se condicionaba a la realización de determinadas mejoras productivas

y comerciales, precursor de la nueva OCM de frutas y hortalizas puesta en aplicación el 1 de enero de

1997 y considerada como modelo de OCM de “segunda generación”.

Los planes de mejora han tenido una excelente acogida en España y han desempeñado un papel fundamental en la estructuración y organización a través de las Organizaciones de Productores de un

sector tradicionalmente disperso. Actualmente más del 84 % de la superficie productiva de frutos de

cáscara y algarroba está acogida a algún plan de mejora.

La finalización a partir del año 2000 de la mayor parte de los planes de mejora y la aprobación de una nueva OCM de frutas y hortalizas, que no reconoce el hecho diferencial de los frutos de cáscara y

algarrobas, ha sembrado la inquietud en el sector productor y comercializador.

La desaparición de la ayuda a la hectárea para los productores pone en peligro los logros alcanzados hasta

el momento en cuanto a organización sectorial, concentración de la oferta y mantenimiento del cultivo.

Amenaza la supervivencia de la producción europea y en particular la de la producción de almendra,

avellana y algarroba de España. Con el abandono del cultivo en los terrenos de menor productividad,

donde no existen otras alternativas agronómicas viables, buena parte de la superficie actual se vería

abocada a la desertización y al despoblamiento.


CAPÍTULO I

El sector de frutos de cáscara y algarroba


EL SECTOR DE FRUTOS DE CÁSCARA Y ALGARROBAS EN ESPAÑA.

Los almendros, avellanos y algarrobos han formado parte desde siempre del paisaje español aunque su

expansión territorial tuvo lugar entre los años sesenta y ochenta. En conjunto están presentes en una

importante extensión, pero su presencia es particularmente notable en las zonas desfavorecidas, donde

ocupan terrenos marginales y de difícil acceso. Se trata en la mayor parte de los casos de cultivos

considerados complementarios, con la excepción del avellano y de algunas zonas concretas de almendro

donde la superficie agraria útil (SAU) supera el 85 %, a pesar de que desempeñan un papel importante

como complemento de renta para los agricultores. Están en la base de una diversificada industria de

transformación, que abarca desde la elaboración de los dulces típicos presentes en la mayor parte de los

pueblos de la geografía española hasta la industria de snacks y aperitivos, pasando por el importante sector

de dulces de Navidad y turrones.

1.1 SUPERFÍCIES Y PRODUCCIONES

Los frutos de cáscara incluidos en el Reglamento 789/89 y 790/89 ocupan en España una superficie total

de 640.969 Ha, según los datos de la Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias (1995) para el

almendro, avellano y nogal, y el Anuario de Estadística Agraria del M.A.P.A. (1995) para la algarroba.

Por su extensión y volumen de producción, el almendro destaca con gran diferencia sobre el resto de

cultivos, seguido por el algarrobo, el avellano y, por último, el nogal.


0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

Superficie (H

a)

Super ficie de frutos de cáscara en España (1995) Fuente: EEA y AEA

Superficie (Ha) 70.925 544.186 22.354 3.504

Algarrobo Almendro Avellano Nogal

0

50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

Tm cáscara

Algarrobo Almendro Avellano Nogal

Producción de frutos de cáscara y algar roba (1996 y 199296) Fuente: MAPA

Producción 1996 (Tm) Promedio 9296


1.1.1.Almendro

El almendro ocupa en España, según la Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias de 1995, una

superficie total de 544.186 Ha. En torno al 5,5% es clasificada como de regadío, entendiéndose como tal

aquellas superficies “a las que voluntariamente se les proporciona agua...independientemente de si estas

superficies son regadas varias veces o solamente una vez durante el año respectivo”. En el caso del

almendro, esos regadíos corresponden a riegos de apoyo en los que se aportan a las plantaciones, en caso

de necesidad, entre 1.000 y 2.000 m 3 por Ha y año, no comparables con los regadíos con dosis de 8.000 a

12.000 m 3 por Ha y año utilizadas en otras latitudes.

Andalucía se sitúa en cabeza, con el 24,7% de la superficie, seguida por la Comunidad Valenciana con el

18,9 %, Murcia con el 17,7 %, Aragón con el 12,7 %, Cataluña con el 10,9 % y Baleares con el 5,9 %.

Superficie de almendro por Comunidades Autónomas (1995) Fuente EEEA

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

Ha

Secano (Ha) 127.050 67.278 57.634 87.989 94.692 31.778 47.642

Regadío (Ha) 7.428 2.144 1.898 8.459 8.270 323 1.600

Andalucía Aragón Cataluña Murcia Valencia Baleares Otras

Los datos de los agentes económicos del sector, basados en la superficie incluida en planes de mejora y en

su conocimiento sobre el terreno de las zonas productoras, sitúan la superficie productiva en torno a

416.030 Ha (1998).


La distribución del almendro sobre el territorio pone de manifiesto su carácter casi siempre residual,

ocupando suelos en los que frecuentemente no existen otras alternativas de cultivo y en los que

desempeña un papel de último bastión contra la erosión. El viñedo, tradicional acompañante del almendro,

tiene hoy su superficie limitada por la reglamentación comunitaria, al igual que la tiene, en la práctica, el

olivar desde mayo de 1998. En cuanto a los cereales, con rendimientos muy bajos en esas zonas,

representan la puerta abierta a la desertización y a la pérdida de suelo agrario.

La superficie de almendro registró un crecimiento continuo entre 1969 y 1991, particularmente acentuado

en los primeros años setenta, en los que los programas de apoyo gubernamentales, orientados a

incrementar las exportaciones agrarias y favorecidos por la dinámica de precios altos que registraba el

mercado, propiciaron la expansión del cultivo. La creencia generalizada de que este frutal, por su gran

rusticidad, no necesitaba cuidados especiales condujo a la realización de un gran número de plantaciones

en terrenos de baja calidad cuando no marginales, con resultados de muy bajos rendimientos medios. Las

plantaciones de almendra vinieron en muchos casos a sustituir a los cereales que, durante la postguerra,

colonizaron amplias superficies de terrenos forestales.

La grave crisis del cultivo a final de los años 80 que causaron las deficiencias estructurales del sector, la

supresión progresiva de las barreras arancelarias que protegían hasta entonces la producción española, los

bajos tipos de cambio de la relación dólar/marco y los bajos precios en los mercados, hizo necesaria la

aprobación de los reglamentos de la CEE 789/89 y 790/89.

En la década de los noventa, y a pesar de la existencia de las medidas de apoyo instrumentadas por la

Unión Europea a través de los planes de mejora, la superficie de almendro se ha estabilizado. La producción de almendras presenta una elevada variabilidad, determinada sobre todo por las

incidencias climáticas heladas y sequía , lo que dificulta los pronósticos de cosecha. Las estimaciones

oficiales cifran la producción de almendra en cáscara en 281.900 Tm. en 1992, 281.000 Tm. en 1993,

238.100 Tm. en 1994, sólo 158.900 Tm. debido a los efectos de la sequía en 1995 y 242.300 Tm. en 1996.

La producción media, con fuertes fluctuaciones anuales, se mantiene por debajo de las 250.000 Tm. en

cáscara, equivalentes a unas 60.000 Tm. de almendra grano.

Tomando como referencia la cosecha de 1995, la Comunidad Valenciana (36,6%) se sitúa en el primer

lugar de la producción de almendra, debido a su mayor proporción de superficies con riego de apoyo

(cerca del 15%, frente al 4,5% de Andalucía), seguida de Andalucía (17,3%), Murcia (13,5%), Cataluña

(8,8%), Aragón (6,3%) y Baleares (9,4%).


Producción de almendra en cáscara por Comunidades Autónomas (1.995). Fuente: MAPA

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

Producción Tm 27481 10044 13998 21406 58144 14953 12867

Andalucía Aragón Cataluña Murcia Valencia Baleares Otras

La elevada variabilidad interanual de las producciones viene motivada, entre otras, por la incidencia de las heladas durante la floración del almendro, tal como se puede comprobar en el cuadro que sigue.

Incidencia de las heladas en las zonas productoras de almendra durante los meses de floración

Días medios de helada por meses (media 19611990) Provincia Febrero Marzo Abril

Huesca 6,80 4,50 1,10 Lleida 7,95 4,10 0,25 Zaragoza 5,70 2,50 La Rioja 1,80 0,40 Barcelona 1,30 0,40 0,00 Tar ragona 2,00 Teruel 16,40 12,80 6,70 Salamanca 11,30 4,20 Castellón 1,10 0,00 Cuenca 11,10 Toledo 7,90 Baleares 2,50 Valencia 1,00 0,40 Ciudad Real 9,20 Albacete 12,10 9,20 Alicante 0,50 Murcia 2,50 Jaen 2,90 Huelva 1,00 Granada 5,80 Almer ía 0,00 Malaga 0,10 Fuente: Guía resumida del clima en España. 19611990. Ministerio de Medio Ambiente


Unas variedades autóctonas de alta calidad

Las variedades existentes en España son en su mayor parte autóctonas, muchas de ellas de ámbito local,

adaptadas al medio, libres de plagas endémicas y con una gran riqueza genética. Muchas son variedades

de floración temprana con altos riesgos de heladas.

Las variedades autóctonas son mayoritariamente de cáscara dura. Esta característica las diferencia de las

variedades de cáscara blanda producidas en California. El rendimiento en el descascarado es menor.

Esta característica del fruto implica en cambio una importante ventaja con respecto a las variedades de

cáscara blanda americanas, al ofrecer una mayor resistencia al ataque de plagas y enfermedades propias de

este fruto, tanto en la fase de producción como en la de postcosecha (ver recuadro). Esa característica, propia de las variedades autóctonas del Mediterráneo, reduce la necesidad de aplicar tratamientos

fitosanitarios y facilita el paso a formas de cultivo más respetuosas con el medio ambiente, como el

cultivo integrado o ecológico, difícil en las variedades de cáscara blanda que necesitan de tratamientos

muy agresivos, perjudiciales para la salud humana y el medio natural.

Las excelentes cualidades organolépticas de muchas de esas variedades, con un sabor más intenso y un

mayor contenido en aceites que las almendras californianas, las hacen especialmente apreciadas en

algunos mercados y para algunos transformados, en particular la fabricación de turrones de calidad y con

Denominaciones de Origen 1

1 Existen en España dos Denominaciones Específicas que amparan a productos elaborados con almendra: “Jijona” y “Turrón de Alicante” (con un único Consejo Regulador); tres Denominaciones de Calidad:Mazapán de Toledo, Mazapán de Soto de la Rioja y Torró d’Agramunt y una Denominación de Origen para la Avellana de Reus. El inventario de Productos Tradicionales de la Tierra incluye numerosos productos elaborados a partir de almendra: almendrado de Canarias, almendras garrapiñadas de Alcalá, guirlache de Aragón, Pan de Cádiz, Torta de Santiago, etc.


Las variedades de almendra de cáscara blanda de otros orígenes, muy vulnerables a

determinadas plagas

Las variedades de almendro de cáscara blanda sufren la incidencia de una plaga que no existe para las de cáscara dura, la Amyelois transitella, hoy la plaga más importante para los almendros californianos, a los que ocasiona pérdidas millonarias. Se trata de una mariposa de pequeño tamaño, que mediante sus tres generaciones anuales cubre un largo periodo de posible infestación de la almendra (de mayo a octubre). La larva es capaz de penetrar a través de la cáscara blanda de las variedades californianas; tiene la peculiaridad de que en su tercera generación, pone los huevos sobre la almendra, facilitando así el desarrollo de la larva, que se alimenta del fruto.

Todo ello conlleva una política de tratamientos agresiva, que puede llegar a aplicaciones de fitosanitarios en épocas muy próximas a la recolección, para prevenir la tercera generación, la más devastadora.

Los productos autorizados en California para combatir esta mariposa son el Methylazinphos, el Chlorpyrifos, el Phosmet y el Esfenvalerato. Se suelen realizar tres tratamientos sólo para esta plaga, que se suman a los dos o tres tratamientos anuales de acaricidas/insecticidas de normal aplicación.

Además, se recomienda la aplicación de fumigantes postcosecha a las almendras que han estado de una u otra forma expuestas a la “Amyelois transitella” . El producto autorizado es el fosfuro de aluminio.

Desde mediados de los años setenta, varios centros de investigación están trabajando en la mejora

genética de la almendra con el objetivo de obtener variedades que sumen a las cualidades organolépticas

de las variedades locales, en particular la Marcona y la Largueta, algunas características que mejoren su

capacidad productiva y su resistencia a condiciones adversas del medio, especialmente a las heladas y la

sequía. La autofertilidad, la facilidad en el manejo y poda, y la regularidad del fruto son otras cualidades

que los investigadores han buscado potenciar mediante cruzamientos entre variedades y selección

genética. Se han obtenido así algunas variedades que ofrecen resultados satisfactorios y que se están

introduciendo actualmente en las plantaciones en proceso de reconversión varietal en el marco de los

planes de mejora. El centro de investigación Mas Bové del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología

Agroalimentaria) de Reus en Tarragona, el Servicio de Investigación Agraria de la Diputación General de


Aragón (Aula Dei) en Zaragoza y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, en Murcia, del

Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ocupan un lugar destacado en la investigación mundial

en frutos de cáscara y mantienen convenios con las Organizaciones de Productores del sector para el

desarrollo de sus trabajos.


1.1.2. Avellano

España ocupa el cuarto puesto en la producción mundial de avellana, después de Turquía, Italia y Estados

Unidos, que ha desplazado recientemente a España de su tradicional tercer puesto. La superficie cultivada

está muy concentrada en la provincia de Tarragona (Cataluña) y constituye, tradicionalmente, para aquella

provincia un sector de gran relevancia. La persistente crisis en la que el cultivo del avellano se halla

sumido ha conducido sin embargo a un continuado abandono de superficie en secano y a una presencia

relativa del regadío mayor que en otros frutos de cáscara ( 53,5% para el ámbito nacional, 58% para

Cataluña). Como en el caso de la almendra, el regadío del avellano consiste en una aportación de agua

suplementaria bajo forma de riego de apoyo, en volúmenes muy inferiores a los usuales en otros países.

El 46,5 % de la superficie sigue correspondiendo a plantaciones de secano, situadas en su mayor parte en

zonas desfavorecidas, en las que las ayudas de los planes de mejora han frenado sin lograr detener del

todo el abandono del cultivo.

Cataluña se sitúa en cabeza de forma destacada, con el 92,5 % de la superficie, seguida por la Comunidad

Valenciana con el 5,1 %.

Superficie de avellano por Comunidades Autónomas (1.995) Fuente:EEEA

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

Secano (Ha) 8729 1160 505

Regadío (Ha) 11950 0 10

Cataluña Valencia Otros


La producción se concentra, como la superficie, en Cataluña, donde se cosecha más del 91% del total.

Producción de avellanas por Comunidades Autónomas (1.995). Fuente: MAPA

0

5.000

10.000

15.000

Producción (Tm) 14.118 468 906

Cataluña Valencia Otros

La evolución de la superficie refleja la ya mencionada grave crisis por la que atraviesa el sector desde

mediados de los años ochenta, cuando el ingreso de España en la Comunidad Europea supuso la supresión

progresiva de las barreras arancelarias que protegían hasta entonces la producción española. Alcanzó un

máximo de 37.634 Ha en 1986, año a partir del cual el descenso ha sido acentuado en las tierras de

secano, mientras las plantaciones con riego de apoyo se mantienen estabilizadas, con un ligero aumento

en los últimos años. La producción muestra también una tendencia marcada decreciente, con las

variaciones interanuales características de los frutos de cáscara en la cuenca mediterránea.

Evolución de la producción de avellana Fuente: MAPA

12000

17000

22000

27000

32000

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Ha

Producción


La producción está basada en variedades de calibre medianopequeño para destino industrial. La variedad

principal es “Negret” con un 78 % de la superficie y en los últimos años se están incrementando las

plantaciones de “Pauetet”, así como de algunas variedades de origen italiano como “Tonda di Giffoni” y

“Tonda Romana”.


1.1.3. Algarrobo.

El algarrobo es un árbol centenario, que contribuye de manera sobresaliente a la configuración del paisaje,

con plantaciones antiguas en marcos amplios o intercalado con otros cultivos como el olivo, la vid o el

almendro. Adaptado a suelos pobres y al clima mediterráneo, esta especie leñosa presenta una elevada

resistencia a la sequía y es un importante aliado en la lucha contra la erosión y contra la desertización.

Ocupa en total unas 70.925 Has (1996. MAPA), concentradas en las provincias mediterráneas,

principalmente en la Comunidad Valenciana (58,5%), Baleares (20,3%) y Cataluña (17,2%).

Superficie de algarrobo por Comunidades Autónomas (1.995). Fuente: MAPA

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

40000

45000

Secano (Ha) 14414 12141 1901 41109 795

Regadío (Ha) 73 80 412

Baleares Cataluña Murcia Valencia Andalucía

La superficie de algarrobo ha venido descendiendo paulatinamente desde los años setenta en que su uso

para alimento del ganado fue en gran medida desplazado por otros insumos. La aparición de nuevos usos

en la industria alimentaria no ha logrado remediar la grave crisis en la que se encuentra el sector, a pesar

de la consideración del algarrobo como una de las especies de interés para reforestación. La producción

registra también una tendencia descendiente.


El algarrobo posee un importante patrimonio genético diseminado por las provincias mediterráneas que es

necesario evaluar y conservar. La organización del sector productor en OPFH ha permitido potenciar la

investigación y utilización de este recurso natural, tanto desde el punto de vista ecológico como industrial

y agroalimentario.

Principales variedades de algarrobo

Cataluña Negra, “Barrya de cabra”, “mollar negra”, “Rojal”, “Costella de ruc”

Baleares Rotge, “D en Bugader”, “de la mel”, “duraio”, “de la canal”

C. Valenciana “Negra”, “ralladora”, “matalafera”, “melera”, “vera”, “fornera”

Murcia “Mollar”, “ramillete”

Andalucía “Rubia”, “sagalonga”, “vacta”, “blanca”

Evolución de la superficie y producción de algarrobo Fuente: MAPA

60 65 70 75 80 85 90 95 100 105

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Miles d

e Ha

80

100

120

140

160

180

Miles de Tm

Superficie Producción


Las variedades tradicionales de algarrobo tienen como característica principal su elevado contenido en

pulpa, utilizada normalmente para el consumo animal. Sin embargo la demanda actual del mercado se

basa en la semilla denominada garrofín, de la que se extrae una goma utilizada como espesante,

estabilizante, emulsionante y gelificante natural para usos alimentarios: helados, salsas, cremas,

mahonesas y alimentos infantiles. Se utiliza también en la fabricación de cápsulas para medicamentos,

como pegamento especial en tecnología punta de aplicación en la industria espacial, en cosmética (pasta

de afeitar), y en la industria textil (aprestos, estampados) e industria química (pinturas y betunes).

El garrofín, identificado como E410, es recomendado por las organizaciones ecologistas y de

consumidores como aditivo natural y su demanda es creciente.

La producción total española se elevó en 1995 a 110.100 Tm, concentrada como la superficie en la

Comunidad Valenciana (55%), Baleares (19%) y Cataluña (19%).

Producción de algarrobas por Comunidades Autónomas (1.995) Fuente: MAPA

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

Producción (Tm) 21186 21188 5087 60980

Baleares Cataluña Murcia Valencia


1.1.4. Nogal

El nogal es una especie muy presente en España, pero la superficie total que ocupa es muy escasa debido a

la tala sufrida hasta mediados de siglo por el valor de su madera. Existen unos 500.000 arboles de semilla

dispersos cuya producción se destina casi exclusivamente al autoconsumo o a abastecer pequeños

mercados locales. La superficie en plantación regular se reduce a 3.504 Ha. Las mayores superficies

corresponden a Valencia con 469 Ha., Extremadura con 292 Ha. y Andalucía con 219 Ha.

La evolución de la superficie plantada revela una tendencia creciente, mientras la producción se mantiene

más o menos estabilizada, con las fluctuaciones anuales típicas de los frutos de cáscara.

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

Ha

Navarra

Castilla L

a Manc

ha

Valencia

Extrem

adura

Andalucia

Otras

Superficiede nogal en plantación regular

Superficie


La nuez se consume sobre todo como elemento acompañante de una gran variedad de productos de

repostería, pasteles y pastas y en menor proporción como acompañante de comidas y como snacks.

E volu ción d e la p r od u cción d e n u ez F u en te: MAPA

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Ha

Producción


1.2. CARACTERÍSTICAS DE LAS EXPLOTACIONES

Unas explotaciones marginales

La Encuesta de Estructuras de 1995 identifica a 39.596 explotaciones dedicadas a la producción de frutos

secos (Orientación TécnicoEconómica Frutos Secos), con una Superficie Agraria Util media de 6,3 Ha.

El 43% de esas explotaciones tienen menos de 1 Unidad de Dimensión Económica 2 de margen bruto y el

70 % menos de 2 U.D.E. Esas explotaciones, que constituyen las más específicas del sector 3 , aparecen así

como explotaciones claramente marginales. Solamente 3.699 explotaciones (el 9,3% del total) tienen un

margen bruto total superior a 6 UDE, equivalentes aproximadamente a 1.200.000 ptas.

La comparación de la distribución porcentual de las explotaciones de frutos secos según su margen bruto

con la del conjunto de explotaciones agrarias españolas pone dramáticamente de relieve esa marginalidad

de las explotaciones productoras de frutos secos.

Margen Bruto (UDE) Número de Explotaciones de F rutos Secos

< 1 17180 1 A < 2 10621 2 A < 4 5627 4 A < 6 2530 6 A < 12 2429 12 A < 16 352 16 A < 40 738 A < 60 79 >60 41

Fuente: Encuesta de Estructuras 1995. INE

2 La Unidad de Dimensión Europea (U.D.E.) es una unidad de medida del margen bruto utilizada en la Unión Europea y equivalente a 1.200 Ecu. 3 En términos generales –la fórmula varía para cada OTE las explotaciones incluidas en una Orientación TécnicoEconómica obtienen mas de las dos terceras partes de su Margen Bruto Total del cultivo o grupo de cultivo que define la OTE.


Según la misma fuente, los frutos secos están presentes en un total de 206.577 explotaciones (todas las

OTEs), donde ocupan una superficie de 609.620 Ha. El 42 % de esas explotaciones tiene un margen bruto

total inferior a 2 UDE y el 63% inferior a 4 UDE.

Las explotaciones de frutos secos en la Encuesta de Estructuras (1995)

Número de explotaciones especializadas OTE Frutos Secos 39.596 % explotaciones < 1 UDE 43,4 % % Explotaciones < 4 UDE 84,4 % % Explotaciones > 60 UDE 0,10 %

Superficie media explotaciones especializadas OTE Frutos Secos 6,3 Ha Número de explotaciones con frutos secos 206.577 Superficie total Frutos Secos 609.620 Ha. % explotaciones con frutos secos < 1UDE 21,3 % explotaciones con frutos secos < 4 UDE 63,9 % Explotaciones con frutos secos > 60 UDE 1,0 % Superficie media explotaciones con frutos secos 3,0 Ha

Fuente: Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias 1995. INE. Elaboración propia.

Porcentaje de explotaciones según margen bruto. OTE Frutos Secos y Total Explotaciones Fuente: Encuesta de Estructuras. INE

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50

< 1

1 A < 2

2 A < 4

4 A < 6

6 A < 12

12 A < 16

16 A < 40

40 A < 60

>60

Margen Bruto (U.D.E.)

Porcentaje

%OTE Frutos Secos % Todas las Explotaciones


Las explotaciones de almendro, las de mayor peso numérico y superficial, se caracterizan por su carácter

de cultivo de secano, con gran dependencia del año agroclimático. Más del 50 % de las explotaciones de

frutos secos tienen menos de 5 Ha de SAU según la Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias de

1995, tal como se puede observar en el siguiente cuadro.

ALMENDRO AVELLANO NOGAL TAMAÑO EXPLOTACIONES SEGÚN S.A.U. (Ha) Nº % Nº % Nº %

<1 5.107 3,07 620 6,53 746 7,70

1 a 2 29.519 17,72 1.055 11,12 1.628 16,81

2 a 5 52.514 31,53 3.154 33,23 2.760 28,50

5 a 10 33.445 20,08 2.399 25,27 1.975 20,39

10 a 20 22.709 13,64 1.404 14,79 1.798 18,56

20 a 30 8.496 5,10 494 5,21 402 4,15

30 a 50 6.656 4,00 217 2,29 198 2,04

50 a 100 5.033 3,02 110 1,16 87 0,90

>100 3.067 1,84 38 0,40 91 0,95


Un medio físico desfavorecido

A la reducida dimensión de las explotaciones y de las plantaciones, hay que añadir unas condiciones de

medio físico muy poco favorables para el cultivo y con suelos generalmente calizos o pizarrosos, poco

desarrollados y pobres, pluviometrías casi siempre inferiores a los 400 mm anuales, y alto riesgo de

heladas. Existe además un gran número de explotaciones con árboles plantados en laderas donde era muy

complicado plantar otras especies productivas. Este tipo de plantaciones han resultado más eficaces contra

la erosión que para la producción. Su mecanización es muy difícil, y muchas veces inviable.


La yuxtaposición de los mapas de localización de la superficie de almendra y de

zonas desfavorecidas de España pone de relieve la coincidencia entre ambos, en

particular en Andalucía, Castilla La Mancha y en gran parte de Cataluña y Aragón.


La pluviometría media de las zonas productoras de almendra se sitúa entre los 200 y

los 600 mm, en zonas donde las posibilidades de suministro de agua para riego son

muy limitadas y la orografía dificulta o imposibilita su aplicación.



1.3. UNA IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA Y MEDIOAMBIENTAL CONSIDERABLE

A pesar de las bajas producciones alcanzadas, los frutos de cáscara poseen una importancia económica y

social muy significativa. Las rentas que aportan constituyen una ayuda a la renta total del agricultor, para

el cual tienen un carácter complementario en un contexto de agricultura a tiempo parcial y pluriactividad.

Su continuidad como cultivo es una pieza insustituible del andamio inestable sobre el que se construye día

a día la continuidad del mundo rural en muchas zonas desfavorecidas.

El cultivo de los frutos de cáscara y algarroba es además productor de bienes públicos no valorados por el

mercado pero sí crecientemente por la sociedad, los beneficios medioambientales:

⇒ Sus fuertes características de adaptación y rusticidad han dado lugar a su utilización como freno de la

erosión y último bastión contra la desertización.

⇒ Las plantaciones de almendros y avellanos, muchas veces únicas manchas cultivadas en un paisaje

agreste, han demostrado en repetidas ocasiones su utilidad en la lucha contra los incendios forestales,

al actuar como barreras cortafuegos (ver recuadro). ⇒ Los almendrales constituyen una mancha arbolada que por sus características culturales (escasos

tratamientos fitosanitarios) da lugar a la existencia de una entomofauna y avifauna muy diversa.

Los frutos de cáscara y algarroba son el resultado de una actividad mantenida durante siglos, de

manera que son parte integrante del ecosistema, del espació natural y son indisociables del paisaje

mediterráneo, la floración del almendro constituye la primera señal de la primavera. El incendio forestal, detenido por las plantaciones de almendro

“El 14 de septiembre de 1994, se originó en la población de Nonaspe, en la provincia de Zaragoza, un gran incendio que afectó también a las poblaciones de La Fatarella, La Pobla de Massaluca, Vilalva dels Arcs y Ribarroja, en la provincia de Tarragona. El incendio adquirió en muy poco tiempo proporciones gigantescas, debido a la grave sequía existente en la zona y al fuerte viento que soplaba aquel día; la conjunción de varios factores ocasionó una rápida propagación a través de montes y cultivos, con un balance de más de 6.000 Ha. quemadas. Del total de la superficie calcinada, aproximadamente 5.300 Ha. fueron de bosque y matorral, y cerca de 700 fueron de tierras de antiguo cultivo, la mayoría de ellas abandonadas en los últimos años e invadidas de hierbas secas que propiciaron la propagación del fuego. Las fincas que estaban cultivadas, mayoritariamente de almendros, fueron las que en diversos lugares hicieron de cortafuegos” .

Informe de Josep Ferré Miró, gerente de la Cooperativa F.A.R.E. de Vinebre (Tarragona)


Las plantaciones de almendro pararon el incendio forestal


1.4. UN PRODUCTO BENEFICIOSO PARA LA SALUD CUYO CONSUMO

CRECE Y SE DIVERSIFICA

En Europa y principalmente en sus países mediterráneos, los frutos de cáscara forman parte desde siempre

de la dieta habitual. El uso más tradicional y extendido ha sido la elaboración de postres y dulces. Existe

toda una variada gastronomía popular y típica característica de distintas regiones que incorpora la

almendra y la avellana como uno de sus ingredientes relevantes.

A partir de los años setenta, el consumo mundial de frutos de cáscara empieza a crecer a un ritmo muy

superior, debido a la conjunción de varios elementos, que convierten un producto “maduro” en un

producto rejuvenecido y en expansión. Entre esos factores hay que citar:

⇒ El incremento en el nivel de vida de los consumidores habituales

⇒ La aparición de nuevas formas de consumo, presentación y distribución (snacks y aperitivos).

⇒ La incorporación de los frutos de cáscara a un número creciente de productos alimentarios

(chocolates, cereales para el desayuno, barritas, etc.). Actualmente se contabilizan en el mercado unos

mil productos que contienen almendras, avellanas y algarrobas.

⇒ La Declaración Universal de los beneficios de la Dieta Mediterránea, que otorga a los frutos secos un

papel primordial para la salud, basándose en evidencias médicas que asocian su consumo a un menor

riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares por contribuir a regular los niveles de colesterol. El

auge del concepto de Dieta Mediterránea está ayudando a asociar el consumo de frutos secos con una

imagen de salud, cada vez más presente entre las preocupaciones y motivaciones de los consumidores.

⇒ Las importantes campañas de promoción llevadas a cabo por las organizaciones sectoriales y muy

especialmente por el Almond Board 4 para popularizar el uso y consumo de almendra, primero en

Estados Unidos y después en diversos mercados exteriores reales o potenciales. Esas campañas han

contribuido a aumentar de forma notable el consumo de almendra tanto en EEUU como en los demás

países consumidores.

4 El Almond Board es una organización estadounidense de tipo imterprofesional.


Los datos del panel de consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indican un consumo

de frutos secos en España de 1,74 Kg por persona y año 5 . El más elevado es el de nuez, seguido del de

almendra. Mientras las nueces se consumen principalmente en los hogares (ingrediente para la cocina), el

consumo de almendra y avellana se reparte entre los hogares y la hostelería (snacks), con un predominio

de los primeros en el caso de la avellana. Las almendras son las más demandadas proporcionalmente fuera

del hogar. Los frutos secos son los “snacks” más consumidos en España en la actualidad

Consumo de frutos de cáscara en España

Producto Total cantidad

comprada (millones de Kg.)

Total Kg. /persona y

año

% Hogares

% Hostelería

% Institucional

Frutos Secos 68,88 1,74 73,75 24,65 1,60

Almendras 11,98 0,30 51,01 48,56 0,44

Avellanas 5,00 0,13 65,95 34,05 0,00

Cacahuetes 16,15 0,41 54,68 45,32 0,00

Nueces 13,93 0,35 95,33 4,67 0,00

Otros 21,82 0,55 88,37 6,83 4,80

Fuente: La Alimentación en España. MAPA

El consumo de almendra se cifra entre 20.000 y 27.000 Tmgrano. La mayor parte de la producción

nacional se destina a la industria del dulce navideño, en forma de mazapán y de turrón principalmente,

que absorbe entre el 40 y el 45% del consumo total. El 20% de la producción de avellana se consume en

forma de aperitivo sola y mezclada con otros frutos secos. El 80% restante se destina a la confitería,

helados, pastelería y chocolates principalmente, y en una pequeña medida a la industria cosmética y

farmacéutica. El consumo de nuez en España es de los más elevados del mundo (650 gramos por

habitante y año), lo que obliga a importar de países terceros en promedio unas 17.000 Tm anuales.

5 Este consumo no incluye el consumo como producto intermedio por las industrias agroalimentarias.


Consumo de almendra en Tm grano Fuente: CCAE

Concepto Mínimo Máximo

Hogares y hostelería 8.000 10.000

Dulces navideños 9.000 12.000

Helados, chocolates y pastelería 3.000 5.000

Totales 20.000 27.000

Composición nutricional y evaluación dietéticofisiológica de los frutos de cáscara y algarroba

Los frutos secos contienen una serie de sustancias nutritivas valiosas para la nutrición humana, entre ellas sobre todo las proteinas, las materias fibrosas, las grasas con altos niveles de ácidos grasos esenciales, minerales y vitaminas, especialmente E, A, B1 y B2.

Los frutos secos como la almendra y la avellana son auténticas cápsulas naturales de aceite de oliva dado que el 50 % de su peso es ácido oléico, mientras que las nueces son muy ricas en ácido linoleico.

A su vez la semilla de la algarroba contiene galactomanana o “goma de garrofín” con importantes

propiedades como agente espesante, estabilizante, emulsionante y gelificante, que tiene numerosas

aplicaciones en la alimentación humana (helados, sorbetes, sopas, cremas, etc.) y en la industria

farmacéutica (laxantes, cápsulas, pasta de dientes, etc.).

Evaluación dietéticofisiológica

Se suele criticar el alto contenido graso de los frutos secos, aunque se trata de una grasa “buena”; el organismo requiere hasta 80 gramos diarios de esta sustancia nutritiva, siendo determinante su calidad.

Las grasas contenidas en los frutos secos se adaptan de manera ideal a los requerimientos del organismo. Su contenido de ácidos grasos saturados es muy bajo, y en cambio es muy alto el de ácidos


grasos no saturados. Los frutos secos contienen además muchas proteinas, en ciertos casos más del 20

por ciento, por encima de muchos comestibles vegetales.

Los frutos secos favorecen la salud

Otro factor beneficioso es el contenido relativamente elevado de materia fibrosa cuya ingestión permanece a niveles demasiado bajos en los países industrializados, con una media inferior a 20 gramos por día. Las materias fibrosas no sólo son indispensables para regular la digestión, sino que reducen también el riesgo de contraer una serie de enfermedades, entre ellas el cancer de colon.

Los frutos secos son además una fuente extraordinaria de vitamina E, de efectos antioxidantes, que la gente no ingiere en las dosis necesarias en casi ninguna etapa de su vida. El efecto fisiológico de la Vitamina E radica en impedir la oxidación del colesterol LDL en la sangre, disminuyendo el riesgo de arterioesclerosis.

Estudios científicos

Existen evidencias epidemiológicas que sugieren que el consumo de frutos secos se asocia a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

ü El “Seventh Day Adventist Study” de California investigó el posible nexo entre la ingestión de frutos secos y el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y la mortalidad general. En dicho estudio se realizó el seguimiento de una población de 27.321 individuos de ambos sexos, a lo largo de seis años, distribuyendo a la población en tres grupos : los que consumían frutos secos menos de una vez a la semana, entre una y cuatro veces por semana y más de cuatro veces a la semana, comprobándose que los que comían frutos secos de una a cuatro veces por semana sufría hasta un 27% menos esas dolencias que los que se limitaban a consumirlos ocasionalmente. El riesgo disminuyó hasta un 53 % entre aquellos que comían frutos secos cinco o más veces por semana (Fraser GE, Sabaté J., et al. Arch. Intern. Med., 1992, 152:141624).

ü Otro estudio denominado “Iowa Women Health Study” arrojó resultados parecidos. La investigación, en la que participaron 34.000 mujeres durante cinco años, demostró que la mortalidad causada por enfermedadas coronarias descendía en la medida que aumentaba el consumo de frutos secos. Las mujeres que ingerían más frutos secos acusaban un riesgo un 40%


menor de morir por causa de esas enfermedades que las que no comían esos productos. (Prineas RJ,

et al. N. Engl. J. Med., 1993, 329:359). ü Solà et al. llevaron a cabo en 1992 otra investigación en 193 voluntarios sanos de edades diversas,

en los que la ingesta de 25 gramos diarios de avellanas durante 16 semanas inducía descensos de colesterol total y LDL (fracción que se asocia directamente con el riesgo cardiovascular), sin modificar las HDL (fracción con una función protectora) ni los triglicéridos. (Solà R., Cabré P., et al. Informe Tècnic Conselleria Agricultura, 1992)

ü El efecto de las nueces comunes sobre el nivel de colesterol fue investigado también por el catedrático Joan Sabaté en un extenso estudio realizado en la Universidad de Loma Linda ( California). Los sujetos de experimentación fueron varones sanos cuyas edades oscilaban entre los 21 y los 43 años. Todos ellos se atenían a una dieta reductora de colesterol, pero la mitad de ellos ingería un 20% de sus calorías diarias en forma de nueces. El resultado de la dieta fue asombroso por las diferencias observadas : entre los sujetos que consumían 85 gramos diarios de nueces, el nivel de colesterol descendió con una intensidad 16% mayor que entre los demás participantes. Así quedo clara la influencia directa de las nueces sobre los niveles de ácidos grasos. (Sabaté J., et al. N. Eng. J. Med., 1993, 328:6037)

Contenidos nutritivos de algunos frutos de cáscara

Tipo de nuez (100g)

Proteína

(g)

F ibra

(g)

Grasas

(g)

Magnesio

(mg)

Hierro

(mg)

Vit.E

(mg)

Vit.A

(µg)

Vit B1

(mg)

Vit B2

(mg)

Energía

(Kj)

Avellana 14 7 62 155 3,8 26,0 2 0,40 0,20 2890

Almendra 18 10 54 130 4,1 26 20 0,20 0,60 2725

Pistacho 21 7 52 160 7,3 5,2 13 0,70 0,20 2400

Nuez 15 5 63 130 2,1 2,7 4 0,35 2950

Fuente: Healthy Nut Iniciative


1.5. UN SECTOR COMERCIAL E INDUSTRIAL DISPERSO POR EL TERRITORIO

La producción de avellana y almendro está en la base de una importante industria de primera y

segunda transformación generadora de empleo y actividad económica en áreas rurales donde muchas

veces constituye la única actividad de carácter industrial.

El proceso de comercialización y transformación abarca las siguientes fases:

1. Limpieza y secado. Se lleva a cabo por el propio agricultor o en centros de recepción dispersos en

las zonas productoras.

2. Descascarado. Constituye la primera transformación a la que se someten los frutos de cáscara.

Una gran parte está en manos de las OPFS.

3. Comercio e Industr ialización. Esas dos fases suelen superponerse. Esta primera

industrialización incluye el calibrado, el repelado y la elaboración de productos intermedios para

la industria alimentaria: láminas, bastones, cubitos y harinas, pasta y granitos de avellana, etc.

4. La industr ia de segunda transformación. La industria de segunda transformación se abastece de

materia prima nacional e importada, si bien para determinados derivados, como los turrones y

mazapanes de calidad, precisa la almendra española.

Avellana repelada, granillos y pasta, algunos de los derivados de la avellana


Un papel creciente de las Organizaciones de Productores en la comercialización y transformación

Las organizaciones de productores de frutos secos están realizando importantes inversiones en todas

las fases de este proceso, que contribuyen a incrementar la participación de los productores en la

generación de valor añadido y a mejorar la calidad de los productos.

Así, el proceso tradicional de limpiado y secado, mediante el cual el productor limpiaba la almendra

en su explotación con ayuda de máquinas rudimentarias, la secaba al sol y la almacenaba para

comercializarla en el momento de mejor precio de mercado o de mayor necesidad de liquidez, está

siendo sustituido con gran rapidez gracias a la creación por parte de las OPFS de centros de recepción

en campo en los que el agricultor entrega la almendra para su limpieza, secado mecánico y

almacenamiento. Esos centros de recepción representan inversiones entre 5 y 40 millones de pesetas

según dimensiones y características.

Muchas OPFS a su vez están presentes en todas las fases del proceso, desde el cultivo, suministrando

los medios de producción y el asesoramiento técnico, la recepción, el descascarado, el “repelado”, con

las actividades de elaboración de productos intermedios, hasta el envasado y la comercialización,

vendiendo directamente a las industrias de segunda transformación tanto en el mercado interior como

a la exportación.

El valor de la producción de almendra se elevó en 1997 a 46.965 millones de pesetas 6 , que al

incorporarse a la cadena de valor descrita generan un valor añadido muy super ior y una actividad

económica ampliamente distr ibuida sobre el terr itor io.

6 Fuente: MAPA. Avance. Anuario de Estadistica Agraria 1997.


El peso del sector de frutos de cáscara y algarroba

La producción

• 206.577 explotaciones con frutos secos (Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias

1995)

• 609.620 Ha de frutos secos (Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias 1995)

• 118.851 agricultores en Organizaciones de Productores

La industr ia de pr imera transformación (descascarado, repelado e industr ializado)

La industria descascaradora está repartida por toda la zona productora y ubicada frecuentemente

en pequeños núcleos rurales (ver mapa de localización).

• 122 industrias descascarradoras de almendra distribuidas en 20 provincias dedicadas a esa

actividad

• 14 industrias descascarradoras de avellanas, concentradas en Tarragona

• 34 industrias trituradoras de algarroba

La industr ia de segunda transformación

Integra un gran número de empresas de todos los tamaños, entre las que se incluyen:

3 Los tostadores, para la producción de frutos secos y snacks

3 La industria del dulce (mazapán, turrón, chocolates y helados)

3 La pastelería no industrial

Existen 27 industrias elaboradoras inscritas en el Consejo Regulador de las Denominaciones

Específicas de Jijona y Turrón de Alicante.

Trozos repelados, bastones y laminas, algunos de los derivados de la almendra utilizados en la industria alimentaria



EL CONTEXTO INTERNACIONAL

1.6. LOS PRINCIPALES PAÍSES PRODUCTORES DE ALMENDRA

La superficie europea de almendra, situada según datos de la FAO (1997) en 769.836 Ha, representa

en torno al 50% de la superficie mundial. España concentra el 77% de la superficie europea, seguida

de muy lejos por Italia, con el 11,7%. La evolución de la superficie muestra un lento descenso,

motivado sobre todo por la disminución de superficie en Italia.

Superficie de almendro en la UE. 19921997 (Ha).

1992 1993 1994 1995 1996 1997 Francia 1.700 1.700 1.700 1.700 1.700 1.700 Grecia 35.650 34.360 40.000 41.500 40.900 39.800 Italia 115.144 112.410 102.459 94.633 92.985 90.336 Portugal 42.600 41.893 41.953 41.512 41.244 42.000 España 594.300 610.500 608.700 595.000 595.000 596.000

Total 789.394 800.863 794.812 774.345 771.829 769.836

Fuente: FAO.

Los rendimientos en los diferentes países productores de la Unión Europea son muy divergentes,

debido a las diferentes condiciones agroclimáticas en las que se desenvuelve el cultivo. Mientras en

Francia superan los 2.500 Kg. cáscara por Ha, en España y Portugal se sitúan por debajo de los 500

Kg./ha (media 199297).


La superficie mundial de almendra se acerca a 1.500.000 Ha. Su evolución muestra un crecimiento por

escalones, con años de fuerte expansión seguidos de otros de estabilización.

Evolución de la superficie de almendro en el Mundo. Fuente:FAO

1300000

1320000

1340000

1360000

1380000

1400000

1420000

1440000

1460000

1480000

1500000

1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Superficie (Ha)

La producción mundial de almendra se situaba en 1996 en 1.209.802 Tm. cáscara. Estados Unidos y

España son los principales productores, con más del 50% de la producción total de almendra cáscara y

del 83% de la producción de almendra grano. Esta diferencia se origina en el rendimiento cáscara

grano de la almendra californiana, que gracias a su cáscara blanda de menor peso, alcanza unos

rendimientos superiores al 60 % en el descascarado, frente al 24 % para la almendra española.

La evolución de la producción mundial es más irregular que la de la superficie, y refleja la variabilidad

de las producciones en buena parte del mundo y su vulnerabilidad ante un conjunto de factores

agroclimáticos.

2550 1735

860 458 474

0 1000 2000 3000

Kg cáscara

/Ha

Francia

Grecia

Italia

Portugal

España

Rendimiento del cultivo del almendro (media 19921997)

Fuente: Fao


Evolución de la producción (Tm cáscara) de almendro en el Mundo. Fuente:FAO

0

200000

400000

600000

800000

1000000

1200000

1400000

1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Producción (Tm)

La producción media mundial de almendra grano se elevó en las últimas campañas (incluida la

estimación de cosecha correspondiente a la campaña 1998/99) a 357.600 Tm. El 73,8% corresponde a

la producción de California, y el 9,6 % a la de España. Turquía ocupa el tercer lugar, seguida de

Grecia e Italia, que se alternan en los siguientes puestos.

Principales países productores (almendra grano)

74%

9%

4%

4% 3%

3% 2% 1% CALIFORNIA

ESPAÑA TURQUIA GRECIA ITALIA MARRUECOS PORTUGAL OTROS


Producción Mundial de Almendra grano por país (miles de Tm).

Campaña Total Estados Unidos España Turquía Grecia Italia Marruecos Portugal Otros

1.99495 436 332 34 16 16 14 6 3 15 1.99596 245 166 24 14 8 12 5 3 13 1.99697 316 230 35 15 10 5 5 2 14 1.99798 460 342 52 16 13 13 6 3 15 1.99899(E) 331 250 23 14 11 12 5 2 14 Medias 357,6 264 33,6 15 11,6 11,2 5,4 2,6 14,2

% 100,00 73,83 9,40 4,19 3,24 3,13 1,51 0,73 3,97 Fuente: Almond Board. E= Estimación

Italia es el tercer productor mundial de almendra cáscara, con el 7,2% del total según los datos de la

FAO y el quinto de almendra grano, según el Almond Board. Su producción registra fuertes

fluctuaciones anuales ligadas, como en España, a las incidencias climáticas. Sus exportaciones, que en

años buenos se sitúan en torno a 1.500 Tm. de almendra grano, tienen un carácter residual. La

industria agroalimentaria es la principal destinataria de la almendra en Italia, donde el consumo de

snacks permanece estancado.

La producción de almendra en Grecia representa el 3,8% del total mundial en cáscara y el 3,24% en

grano. Para la campaña 1998/99 se estimaba en 11.000 Tm de almendragrano. La calidad de la

almendra griega es alta. El consumo doméstico fluctúa entre 13.000 y 15.000 Tm. El sector de

chocolates y confitería prefiere la almendra a otros frutos secos para su incorporación a sus productos.

Grecia es uno de los mayores consumidores mundiales de frutos secos, con más de 5 kilos por persona

anuales, de los que 23% corresponden a la almendra.

Turquía, con el 3,2% de la producción mundial de almendra cáscara (media 1993/97), se sitúa en

tercer lugar de la producción mundial de almendra grano, con el 4,2% del total. Tiene escasa

influencia en el comercio internacional, ya que la mayor parte de su producción se consume en el

mercado doméstico, bajo forma de snacks. La elevada producción de avellana en Turquía, sustitutiva

de la almendra, frena el crecimiento del consumo.

La producción marroquí de almendra se estima para la campaña 1998/99 en 5.000 Tm. de almendra

grano, con una superficie de 90.000 Ha. La cosecha fluctúa también fuertemente según los años


climáticos; representa en torno al 4% de la producción mundial en cáscara y del 1,5% en grano. Más

de la mitad de la cosecha procede de menos del 10 % de la superficie total, que corresponde a

plantaciones en regadío. El Gobierno marroquí apoya la expansión de la superficie con una

subvención del 80% a los plantones, pero el bajo nivel tecnológico y la escasez de inputs no hacen

prever grandes aumentos de producción. Las exportaciones de almendra de Marruecos son

insignificantes, y las importaciones están limitadas por una tasa “ad valorem” del 80 %.

La hegemonía californiana

Por delante de todos ellos, Estados Unidos se configura con el productor y exportador hegemónico en

el mercado mundial de almendra, con el 12,8 % de la superficie mundial y el 33% de la producción en

cáscara, pero el 74% de la producción de almendra grano. La producción de almendra en Estados

Unidos está altamente tecnificada (ver recuadro), lo que le permite soportar precios en el mercado mundial que expulsan del mercado a los demás productores, con rendimientos en kilo grano por Ha

mucho más bajos y mayores costes unitarios de producción.

La comparación entre los rendimientos por Ha en España y en Estados Unidos para la almendra grano

pone de manifiesto el abismo que separa dos sistemas de producción radicalmente diferentes.

Superficie (Ha) Producción almendra grano (media 1994 98)

Rendimiento (Kg almendra grano/Ha)

España 544.186 33.600 Tm 61,7 Estados Unidos 182.000 Ha 264.000 Tm 1450

Los resultados serían aún más llamativos si la superficie productiva que se toma para estimar el

rendimiento fuera la que corresponde a las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y

Alimentación.


Características de la producción en EEUU

Estados Unidos es el gran competidor de la producción de almendra europea y el que domina el mercado internacional, con más del 70 % de las exportaciones mundiales de almendra grano.

La superficie de almendro en EEUU se concentra en California, entre las Montañas de Sierra Nevada y la Costa del Pacifico, en los fértiles valles de Sacramento y San Joaquín. La superficie plantada se ha cuatriplicado en las tres últimas décadas, hasta alcanzar 182.000 Ha (410.000 acres) productivas y 16.000 Ha no productivas en 1997, para un total de 6.000 cultivadores.

El sistema de producción californiano, basado en plantaciones de riego muy intensivas y totalmente mecanizadas, permite alcanzar unos rendimientos en almendra grano más de dieciseis veces superiores a los rendimientos medios en España. Las plantaciones ocupan terrenos llanos, con suelos de textura ligera a media, en explotaciones con un tamaño medio de 33 Ha., si bien algunas plantaciones alcanzan hasta 2.000 Hectáreas, lo que permite considerar este cultivo como un frutal de regadío más al que los agricultores se dedican a tiempo completo.

Los costes de producción de la almendra californiana, cuya recolección está totalmente mecanizada, le permiten soportar descensos en el precio del mercado mundial que expulsan del mercado a la producción europea. Además de las economías de escala que se derivan de su estructura productiva y de los elevados rendimientos alcanzados, los costes de producción se benefician de importantes subvenciones indirectas a través del precio del agua y del transporte.

Las variedades utilizadas son variedades adaptadas al medio con escasas posibilidades de heladas. Las más frecuentes son la NonPareil (49% de la producción.1997), “Carmel”, “Missión” (“Texas”), “Price” y “Butter” . Las variedades californianas son en general autoestériles, por lo que las plantaciones incorporan hileras de dos o más variedades compatibles para la polinización. El uso de

colmenas para garantizar una adecuada polinización es también habitual.

En cambio, su cáscara blanda las hace más vulnerables a las enfermedades y plagas que las variedades utilizadas en España, lo que obliga a un uso importante de productos fitosanitarios tanto en la producción como en la postcosecha (conservación del fruto). La calidad organoléptica de las variedades


californianas, según reconocen todos los expertos en el sector, es inferior a la de las variedades

“autóctonas” o comunes españolas; en cambio su aptitud industrial en procesos de repelado y elaborados es superior.

El sector almendrero californiano cuenta con una muy eficaz estructura de apoyo de tipo interprofesional, el “Almond Board”, que financia investigaciones punteras sobre diversos temas relacionados con el cultivo, en estrecha colaboración con la Universidad de Califormia (Davis), mantiene una densa red de técnicos que asesoran a los agricultores, facilita información meteorológica y fitopatológica en red, elabora y difunde estadísticas, y realiza campañas de promoción y misiones de exploración en los principales mercados consumidores actuales y potenciales. La página Web del Almond Board facilita toda clase de información sobre el cultivo y conexiones con todos los centros de investigación dedicados al tema, calendarios de eventos, congresos y reuniones técnicas que interesan al sector, síntesis de ponencias presentadas, y una relación personalizada a través del correo electrónico con los investigadores y técnicos especializados en el cultivo, así como una amplia información del mercado y de sus tendencias. Los agricultores tienen así todos opción a consultar con los mejores especialistas cualquier problema técnico, económico o de gestión relacionado con su actividad. El Almond Board desempeña también un papel importante en la regulación de la oferta a la que destinan fondos propios y públicos procedentes de campañas de promoción. El Almond Board se financia a través

de una tasa obligatoria sobre las exportaciones, a la que se añaden las aportaciones estatales para la realización de determinados programas concertados con la Administración.

La producción de almendra en Califonia es una actividad productiva relevante. La almendra ocupa el séptimo lugar en el ranking de las exportaciones agrarias norteamericanas, y el primero entre las exportaciones hortofrutícolas. Las exportaciones de almendra alcanzaron un valor de 925 millones de dólares (140.000 millones de pesetas) en la campaña 1996/97. Se dirigen en un 63 % a la Unión Europea, en un 12 % a Japón y en un 4 % a Canadá y están presentes en más de 90 países. Las dos terceras partes de la producción californiana se destina a la exportación. Las exportaciones californianas de almendra se han beneficiado, como otros productos, de diversos programas de fomento de las exportaciones, entre ellos en los últimos diez años, el Market Access Program.


Caracterización de los sistemas productivos del almendro en California y España

Características California España

Superficie productiva 182.000 Ha 544.186 EEEA

Producción Total (grano) 264.000 Tm 33.600 Tm

Media 199498 Producción media /Ha (grano) 1.450 Kg./Ha 61,7 Kg./Ha.

Rendimiento medio descascarado 60 % 24 %

Tipo de cáscara/riesgo de problemas fitopatológicos (agusanado, aflatoxinas)

Blanda/Alto riesgo Bajo/ Muy bajo riesgo

Tamaño medio explotación 35,0 Ha 6,3 Ha.

Regularidad productiva Muy regular Muy irregular

% superfície mundial 12,8 % 39,8 %

Suelos Adecuados Pobres

Riegos 100 % regadío 94,5 % secano. 5,5% riego

Dosis riego/Ha 8.00012.000 m 3 1.0002.000 m 3

Riesgo de heladas Bajo Alto

Técnicas de cultivo Alta tecnificación Difícil tecnificación

Importancia medioambiental Escasa/Sustituible Muy importante/ No sustituible

Aporte de nitrogeno Muy alto Bajo

Variedades Pocas y muy tipificadas Gran riqueza varietal

Calidad gustativa Baja Muy alta

Colaboración sector/investigación Estrecha y permanente En alza

Consumo nacional Bajo Medio a alto

Tendencia Incremento cultivo Dependencia de la PAC

Fuente: Elaboración propia CCAEAEOFRUSE


1.7. EL COMERCIO MUNDIAL DE ALMENDRAS

La producción californiana domina el mercado internacional con cerca del 70% de las exportaciones

totales (campaña 1996/97), según datos del Almond Board. Europa Occidental es la más importante

zona importadora.

España es el segundo proveedor del mercado mundial. Acapara algo más de la quinta parte del

comercio mundial (incluida la producción española consumida en el mercado interior). El 99% de la

almendra española se consume en su propio mercado o en los países de su entorno geoeconómico,

Europa Occidental.

Procedencia Zona Destino California España Otros Total

América del Norte 71.278 0 310 71.588 CentroAmérica 45 0 0 45 SudAmérica 1.453 0 0 1.453 Europa Occidental 125.809 51.651 25.839 203.299 Europa Oriental 863 0 0 863 Oriente medio 7.491 0 15.000 7.491 Asia 37.909 0 0 37.909 Australia 2.315 0 0 2.315 Africa 863 0 5.000 863 Otros 0 621 14.000 14.621

TOTAL 246.527 52.272 60.149 358.948 Fuente: Almond Board. Elaboración CCAE.


Alemania acapara el 26 % del mercado de almendra de Europa Occidental (campaña 1996/97); le

sigue España con el 23,7% y mucho más lejos, Francia con el 9,2%.

Procedencia País destino California España Otros Total

Alemania 42.291 11.184 53.475 Austria 772 0 772 Bélgica 5.085 1.503 6.588 Dinamarca 3.178 191 3.369 Finlandia 590 0 590 España 22.730 25.000 439 48.169 Francia 13.335 5.344 18.679 Grecia 2.043 157 11.600 13.800 Holanda 10.805 766 11.571 Italia 5.584 5.142 11.200 21.926 Noruega 1.680 0 1.680 Portugal 545 533 2.600 3.678 Reino Unido 10.406 732 11.138 Suecia 3.632 0 3.632 Total Unión Europea 122.677 50.552 25.839 199.068 Otros 45 0 45 Suiza 3.087 1.099 4.186 Total Europa Occidental 125.809 51.651 25.839 203.299 Fuente: Almond Board

21% 11%

0%

5% 1%

0%

0% 2%

60%

América

Centroamérica

Sudamérica

Europa Occidental

Europa Oriental

Oriente Medio

Asia

Australia

Otros

Comercio Mundial de Almendra


La Unión Europea es el principal mercado mundial y el primer importador de almendra. Sus

importaciones muestran una tendencia creciente.

Las exportaciones españolas de almendras: un crecimiento sostenido

Las exportaciones de almendra españolas registran fuertes variaciones ligadas a la irregularidad de las cosechas. Las exportaciones de almendras grano muestra una clara tendencia creciente a pesar de esa irregularidad, mientras las de almendra cáscara, de cuantía muy inferior, son actualmente prácticamente insignificantes. El principal destinatario de la almendra española es Alemania, seguida de Francia. La tendencia a diversificar los destinos de la exportación es sin embargo notable. En la actualidad (1998) un total de 51 países son importadores de almendra procedente de España.

Los exportadores de almendra y avellana cuentan con una asociación –ALMENDRAVE que agrupa

al 90% de las exportaciones , sea cual sea su forma jurídica –cooperativas, sociedades agrarias de

transformación, sociedades mercantiles, , empresarios individuales cuyo origen se remonta al año

1947.

Exportaciones españolas de almendra (19801997) Fuente: Almendrave

5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000 40.000 45.000

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Kg.Grano Kg. Cáscara Lineal (Kg.Grano)


Un papel activo en el comercio mundial

Dentro del apartado de importaciones se deben exponer los estudios realizados por ALSTON, J.M.,

SEXTON, R.J. y otros (1993), que cualifican la demanda de almendra californiana en los países

europeos de precio inelástica, es decir, que pequeñas variaciones en las cantidades ofertadas suponen

altas variaciones de precio, pudiéndose interpretar también, que un incremento dado del precio induce

un menor porcentaje de reducción de las ventas. Así, concluyen que para maximizar los beneficios a

corto plazo para los productores californianos, la estrategia adecuada serían las reservas a usos no

tradicionales, pero, concluyen los autores, esto daría opciones, a medio y largo plazo, a su principal

competidor que es España.

A pesar del aumento de las importaciones, el saldo de la balanza comercial se mantiene positivo

durante todo el período 19801997. En 1997 el saldo positivo de la balanza comercial de almendra

superó los 24.000 millones de ptas.

Importaciones de Almendra Fuente: Almendrave

0

5.000.000

10.000.000

15.000.000

20.000.000

25.000.000

1.980 1.981 1.982 1.983 1.984 1.985 1.986 1.987 1.988 1.989 1.990 1.991 1.992 1.993 1.994 1.995 1.996 1.997

Kg. Grano Kg. Cáscara


1.8. LOS PRINCIPALES PAÍSES PRODUCTORES DE AVELLANAS

Turquía es el primer productor mundial de avellana, con cerca de las tres cuartas partes de la

producción mundial. Le sigue Italia, con algo menos del 20 %. España, Estados Unidos y China se

sitúan muy por detrás, con menos de un 3% de la producción.

Como en el caso de la almendra, los rendimientos de la producción en España son considerablemente

inferiores a los de los demás países productores, incluída Turquía, debido a condiciones agrológicas y

climáticas adversas en una parte importante de la superficie, a lo que se añade una fuerte vecería de las

producciones.

Principales países productores de avellana Fuente: FAO

18%

2%

73%

3% 1% 3% Italia España Turquía EEUU China Otros

Saldo de la balanza comercial de almendras. 19801997 Fuente: Almendrave

0

10000

20000

30000

40000

50000

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

Tm almendra grano

0 5000 10000 15000 20000 25000 30000

Millones de ptas

Millones Ptas Tm reducgrano


1.9. EL COMERCIO MUNDIAL DE AVELLANAS

El principal exportador de avellanas es Turquía, con cerca del 80% del valor de las exportaciones

mundiales. La sigue Italia, con el 12%. El resto se reparte entre diversos países, la mayor parte no

productores que se dedican a importar y reexportar avellanas. España exporta el 2% de las

exportaciones mundiales totales (media 199196).

6 0 1

2 0 1 3

1 4 6 2 1 6 8 9

1 0 8 0 1 3 2 1

2 4 5 2

0

5 0 0

1 0 0 0

1 5 0 0

2 0 0 0

2 5 0 0

España

Grecia

Portu

gal

Estados

Unidos

R e n d im ie n t o d e l c u lt iv o d e a v e lla n a (K g c á s c a r a /H a ) . M e d ia 1 9 9 0 9 7

F u e n te : F AO

K g /H a

Principales países exportadores de avellana (promedio 199196). Miles de $

Fuente: FAO

79%

1%

12%

0% 1%

3% 1% 1%

2% Alemania BélgicaLux España Estados Unidos Francia Italia Países Bajos Turquía Otros


Los principales países importadores son los de la Unión Europea, y por delante de todos Alemania,

con el 29 % de la importaciones mundiales. El resto se reparte entre un gran número de países. España

supone el 6% de las importaciones mundiales de avellanas (media 199196).

España: unas exportaciones decrecientes

Las exportaciones españolas de avellanas registran una clara tendencia decreciente, mientras las

importaciones se disparan a partir del año 1989 en respuesta al descenso de la producción nacional

ligado al descenso de superficie y al aumento de la demanda por parte de la agroindustria y de la

demanda final.

Pr incipales impor tadores de avellanas. Promedio 199396. Miles de $

Fuente: FAO

7% 5%

29%

7% 5% 9% 6%

8%

24%

Canada Francia Alemania Italia Polonia Rumania España Reino Unido Otros


Exportaciones de avellanas. 19801997 Fuente: Almendrave

0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000

1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

Tm

Tm Grano Tm cáscara Lineal (Tm Grano)

Importaciones de avellanas. 19801997 Fuente: Almendrave

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Tm

Tm grano Tm cáscara


La liberalización del comercio mundial de frutos secos

Los acuerdos de comercio han abierto nuevos mercados para las exportaciones de almendra y de otros frutos de cáscara. Estados Unidos prevé como consecuencias de esa apertura de los mercados consolidar su posición hegemónica en los mercados mundiales. La almendra europea no puede renunciar a estar presente en esos mercados con sus productos de calidad diferencial muy apreciada por algunos de los mercados en expansión, en el mundo árabe y en Asia.

• La Unión Europea, que constituye el mayor mercado para las exportaciones estadounidenses de almendra y otros frutos de cáscara, acordó en el marco del acuerdo de la Ronda Uruguay una reducción del 50% en la tarifa aduanera para las almendras en grano y para las nueces con cáscara, y de un 36% para las nueces peladas, las almendras tostadas y los pistachos tostados. El arancel inicial estaba situado en el 7% para las almendras en grano, y en el 8% para las nueces con cáscara; en julio del año 2000, fin del periodo de reducción arancelaria pactado, alcanzarán el 3,5 % y el 4% respectivamente. Las almendras amargas tienen arancel nulo.

• El proceso de ampliación de la UE12 a la UE15 implicó una ampliación de 45.000 Tm. a 90.000 Tm del contingente consolidado con arancel reducido del 2%.

• La avellana (grano y cáscara) partía de un arancel del 4%, acordándose una reducción del 20% en seis tramos. En julio del año 2000 se situará en el 3,2%. Existe un contingente general de 25.000 Tm. sin arancel y en el caso de Turquía 7 existe un acuerdo bilateral por el que la avellana de procedencia turca sólo paga un 3 % de arancel.

• Corea del Sur ha reducido sus aranceles para la almendra cáscara de un 50% a un 21 %, y de un 50 % a un 30 % para las nueces. .

• Tailandia va a reducir a la mitad los aranceles para la importación de nueces y almendras tostadas. En 1996, las exportaciones californianas a Tailandia de frutos secos eran superiores en un 177% a las de 1990.

• Malasia va a reducir sus tarifas para las almendras, las nueces, las avellanas, las castañas y los pistachos de algo más de 5% a 0%. La tarifa para los frutos de cáscara tostados se reducirá de un 30 % a un 20%. Las exportaciones de frutos de cáscara de Estados Unidos a Malasia han crecido un 311% desde 1990.

• En 1992 la India suprimió todas las restricciones cuantitativas a la importación de almendra. En 1997, acordó cumplir sus compromisos ante la OMC y suprimir el componente ad valorem en sus aranceles. En 1996, se ha convertido en el 12º cliente para la almendra californiana.

7 Su aplicación está suspendida hasta que Turquía levante determinados obstáculos a los exportadores comunitarios.


CAPÍTULO II

Los planes de mejora de la Calidad y la Comercialización

Evaluación de resultados


2.1. El marco legal

En 1989, a la vista de las dificultades de la producción europea de frutos de cáscara para competir con la

de los países extracomunitarios, la Comisión Europea estableció un conjunto de ayudas específicas para

el almendro, la avellana, el pistacho, la nuez y la algarroba. Esas ayudas estaban en gran parte vinculadas

a la realización de un plan de mejora de la calidad y la comercialización, ejecutado por las organizaciones

de productores de frutos secos sobre las explotaciones de sus miembros.

Esos planes de mejora podían incluir acciones de arranque y nueva plantación, reconversión varietal,

mejora de las técnicas de cultivo y de gestión de las parcelas, mejora genética, lucha fitosanitaria,

asistencia técnica y comercial, adquisición de equipos para la comercialización, almacenamiento,

acondicionamiento, etc.. Las ayudas establecidas consistían en una ayuda por Ha durante los diez años de

vigor del plan de mejora, canalizada por una Organización de Productores de Frutos Secos. Su cobro

estaba supeditado a la realización de determinadas tareas en la explotación, comprobada por la OPFS

mediante facturas e inspecciones técnicas.

En la actualidad, esas ayudas varan desde un máximo de 573,5 ecus/Ha y año (unas 95.000 ptas./Ha y

año) durante cinco años para aquellas superficies en las que se realizaran trabajos de arranque y nueva

plantación o reconversión varietal a un máximo de 241,5 ecus/Ha y año (unas 40.000 ptas./Ha) para el

resto de medidas y/o años.

Medidas contenidas en el Plan Ayuda máxima Ecus/Ha

Duración (años)

Observaciones

573,57 5 Ejecución en el 100% de la plantación.

Arranque, seguido de nueva plantación Reconversión de variedades (máximo el 40% de la superficie acogida al Plan de Mejora) 241,5 5 Durante los cinco años

restantes

Resto de medidas 241,5 10 Ayuda al 100% de la superficie de la plantación.

Las organizaciones de productores, para la ejecución del plan de mejora, prestan a sus socios una asistencia técnica, adquieren y ponen en funcionamiento equipos para la comercialización y llevan a cabo

la gestión comercial.


Las ayudas específicas a las Organizaciones de Productores de Frutos Secos

Ayuda suplementaria:

Ayuda a tanto alzado concedida al final de la primera y segunda campaña de

comercialización siguientes a la fecha de su reconocimiento, cuyo importe por tonelada

cáscara se fija por tramos en 60 Ecu para el tramo inferior a 1.000 Tm, 70 Ecu entre 1.000

y 2.000 Tm y 75 Ecu/Tm por encima de 2.000 Tm. Cofinanciada al 50% por la UE y el

Estado Miembro.

Ayuda para la constitución del fondo de rotación:

Subvención a capital para financiar el almacenamiento, selección, descascarado y

presentación de los productos, expresada como un porcentaje del valor de la producción

comercializada. La ayuda específica para la constitución del fondo se concede de una sola

vez con una financiación tripartita: comunitaria (45%), nacional (10%) y de la propia

organización de productores (45%).

La participación financiera conjunta nacional y comunitaria no puede superar el 16,5% del

valor de la producción comercializada por la organización de productores durante la

campaña de comercialización anterior a la presentación de la solicitud de ayuda.

Ayuda para la mejora de la calidad y de la comercialización.

Ayuda a la ejecución de un plan de mejora presentado por la organización de productores de frutos de cáscara y algarroba a desarrollar durante diez años sobre las explotaciones de

sus miembros y constituido por una o varias de las acciones elegibles. La adquisición de

equipos para las operaciones de comercialización, almacenamiento, acondicionamiento,

etc. no puede superar el 5% del valor total del plan. La financiación es también tripartita, con el mismo reparto anterior. La cofinanciación del Estado miembro se eleva al 18,18%

de la ayuda total, condicionada a los máximos por Ha antes mencionados.


La primera OCM de frutas y hortalizas, regulada por el Reglamento (CEE) nº 1035/72, contemplaba el

hecho diferencial del sector de frutos de cáscara y algarrobas respecto al resto de productos hortofrutícolas

amparados por la Organización Común de Mercado. Este reconocimiento se plasmó en una serie de

ayudas específicas para el sector cuyo diseño tenía el doble objetivo de fomentar la concentración de una

oferta tradicionalmente muy dispersa y la participación de la producción en la primera transformación, y

de incidir directamente en la estructura productiva de las plantaciones, con el objeto de mejorar la calidad

de las producciones.

Esta actuación sobre el sector ha permitido una notable organización de la oferta, importantes

mejoras a la comercialización de estos productos, y el mantenimiento de unas plantaciones que, de

otra manera, se hubieran visto abocadas a desaparecer. Este mantenimiento ha sido posible gracias

al desarrollo de todo un conjunto de acciones sobre el cultivo como beneficiario directo de las

ayudas, tendentes a la mejora de unas producciones que se encuentran sometidas a dificultades

estructurales frente a las producciones extracomunitarias.


2.2. La aplicación de los planes de mejora en la Unión Europea

Los planes de mejora de la calidad y la comercialización de los frutos secos y algarroba tuvieron desde

el inicio una muy buena acogida en España, donde en la primera campaña de aplicación (1 de

septiembre 199031de agosto1991) se pusieron en marcha 23 planes de mejora, que afectaron a un

total de 116.619,5 Ha, en un 76% plantaciones de almendra.

El ritmo de incorporación de los productores de otros países mediterráneos fue mucho más lento. En el

primer año de aplicación, en conjunto se constituyeron el 30% de las organizaciones de productores

que, con una superficie media de casi 6.000 Ha por organización, agrupaban al 44% de la superficie

incluida en planes de mejora.

Casi finalizado el periodo de vigencia, según datos de la Comisión Europea (1995), se había producido la

concentración de más del 80% de la producción de frutos de cáscara y algarrobas en 93

organizaciones de productores, con una superficie total integrada en los planes de mejora de

622.241 Ha.

Ritmo de incorporación de las organizaciones de productores de frutos de cáscara y algarrobas a los planes de mejora (UE).

Fuente: Comisión Europea y MAPA (España)

0

5

10

15

20

25

90 91 92 93 94 95 96

año de aprobación del plan

Nº o

rganizaciones de productores

España Francia Italia Grecia


País Número de OPFS Superficie inicial en planes de mejora (Ha)

España 71 590.463 Francia 10 14.075 Grecia 3 828 Italia 6 14.571

Portugal 3 2.304 Total UE 93 622.241

Fuente: Comisión Europea. 1998

Las últimas organizaciones de productores creadas en España son organizaciones de menor tamaño (algo

menos de 2.000 Ha de promedio de superficie por organización), lo que parece indicar la progresiva

incorporación a la dinámica impulsada por los planes de mejora del conjunto del sector, incluidos

agricultores más marginales, reacios a organizarse o situados en zonas menos especializadas. Al final del

periodo de vigencia del Reglamento, en España las organizaciones de productores consideran que se ha

alcanzado una cuasi plena organización del sector.

La superficie total de frutos de cáscara y algarrobas afectada por planes de mejora en la UE, según datos

globales facilitados por la Comisión que abarcan todo el periodo de vigencia del Reglamento alcanzaba

(1.998) un total de 622.241 Ha, representando España el 94,8 % del total, seguida de Francia e Italia,

ambas con el 2,3%.

Ha en planes de mejora Fuente: Comisión UE

España Francia Italia Grecia Portugal


El gasto promedio por hectárea previsto en el momento de presentación del plan de mejora alcanza cerca

de 1,5 millones de pesetas (a lo largo de los diez años de vigencia del Plan) para los cultivadores

españoles, algo menos para los de otros países europeos, lo que pone de manifiesto la confianza de la que

ha gozado el sistema por parte del sector, y singularmente en España. Hay que recordar que al menos el

45% de esa cantidad es aportada por los productores.

Presupuesto total de los planes de mejora (hasta 1995). Valor medio anual por hectárea de las inversiones y los gastos previstos para el desarrollo total de los planes.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Comisión Europea.

España Francia Italia Grecia Montante plan (millones ptas.) 576.165 14.728 6.986 383 Promedio ptas./Ha y año 143.598 107.318 108.071 119.437

0 20.000 40.000 60.000 80.000 100.000 120.000 140.000 160.000

España Francia Italia Grecia

Inver sión total por Ha y año. Planes de mejora de frutos de cáscara Fuente: Comisión Europea

Promedio ptas./Ha y año


Para el FEOGA, el gasto total desde el inicio de la aplicación de los planes de mejora hasta el año 1998

(estimación), ha alcanzado 617,7 millones de Ecus, de los que 592,9 corresponden a España.

*Estimación. Fuente: Comisión Europea

Gastos del FEOGA para el sector de Frutos de Cáscara y Algarroba (Millones de Ecus)

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998* España 34,2 34,7 43,4 78,8 86,1 73,1 77,6 75 90 UE 34,2 35,7 46,3 81,2 90,1 75,6 81,3 77,3 95

*Estimación. Fuente: Comisión Europea

Los planes de mejora se han aplicado mayoritariamente en España a la superficie almendrera (el 85% de

la superficie total española afectada), seguida de algarrobos y avellanos con el 8 y el 7 % respectivamente.

En Francia, el 82 % de la superficie sujeta a planes corresponde al nogal y en Italia, el 100% al avellano.

Gasto del FEOGA para frutos de cáscara

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

1998*

Millon

es de Ecu

s

España UE


(*) La Comisión toma en consideración la superficie inicial del Plan de Mejora y de las sucesivas

Ampliaciones, sin tener en cuenta la actualización de las superficies de los planes, por el trasvase de

socios de una organización a otra, en el transcurso de los diez años de vigencia de los mismos, que dan pie

a casos curiosos como el del avellano, en el que la máxima superficie certificada se alcanzó en la campaña

9192 con 24.185 Ha. frente a las 20.029 Ha de la 9697 y las 35.745 Ha incluidas en planes de mejora

según la Comisión.

Los planes de mejora afectan así en España al 74 % 8 del total de tierras ocupadas por plantaciones de frutos de cáscara y algarrobas, de acuerdo con las estadísticas oficiales: el 75% de la superficie de

almendro, el 54% de la superficie de algarrobo, casi el 100% de la superficie de avellano y el 45% de la

superficie de nogal. Los datos de las Organizaciones de Productores reducen la superficie no incluida en

planes de mejora a un 10%, a la que consideran muy marginal y a la que atribuyen, a la hora de realizar

sus estimaciones de cosecha, rendimientos inferiores en un 50% a los rendimientos medios de la

8 Elaboración propia a partir de datos de la Comisión en lo que respecta a superficie afectada por planes de mejora, y MAPA en lo referente a superficie total de cada cultivo.

Superficie incluida en planes de mejora por países y productos. 1995

Fuente: Comisión Europea

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

Ha.

No identificado Pistacho Nuez Avellana Algarroba Almendra

No identificado 213 0 0 0

Pistacho 106 0 57 0

Nuez 1.271 13.178 0 0

Avellana 35.745 1.716 0 7.436

Algarroba 44.255 0 0 0

Almendra 457.668 1.093 243 0

España Francia Grecia Italia


superficie en planes.

La incidencia de los Planes de Mejora en Francia es también alta: de acuerdo con los datos de la FAO

sobre superficie de cultivo, afectan al 90% de la superficie total de nogal, el 64% de la de almendra y el

87% de la de avellana. En Italia en cambio, sólo el 10% de la superficie de avellana ha sido objeto de un

Plan de Mejora.


2.3. Balance de la aplicación de los planes de mejora en España.

El sector de frutos secos y algarroba español es el que más ha participado de las ayudas europeas,

demostrando una importante capacidad de organización y un elevado interés por mantener y mejorar el

cultivo. Esa mayor participación se explica también por la importancia superficial y productiva del cultivo

de la almendra, de la que España es segundo productor mundial y por la importancia que este cultivo

mantiene como complemento de renta para un gran número de explotaciones agrarias.

La aplicación de las ayudas específicas para los frutos secos y algarrobas, y en particular, de los planes de

mejora, ha tenido para el sector español efectos positivos sobre:

La organización de la producción y la concentración de la oferta

El mantenimiento del cultivo del almendro, de sus agricultores y el sostenimiento de sus

rentas. En los cultivos del avellano y el algarrobo han contribuido a amortiguar el progresivo

abandono de las plantaciones.

La mejora de la estructura productiva

Además, las ayudas han tenido un importante efecto positivo indirecto sobre el conocimiento del sector,

su estructura productiva, las características de las explotaciones, etc.

Por otro lado, la aplicación de estas ayudas –ayudas por superficies condicionadas a la realización de

determinadas tareas, muy en la línea de las ayudas hacia las que se dirige la “nueva PAC”, han

demostrado no tener incidencia sobre los precios del mercado mundial, siendo así difícilmente atacables

en el marco de la Organización Mundial de Comercio.

Todos esos efectos, directos e indirectos, se analizan en detalle a continuación.


2.3.1. La organización sectorial: un gran salto adelante

El diseño de la ayuda establecida en el Reglamento 790/89 supuso un estímulo decisivo para la

organización de un sector tradicionalmente muy disperso. El primer año se crearon 23 organizaciones de

productores que agrupaban a 62.569 productores, 12 el segundo (18.460 productores), hasta alcanzar en

1997, último año de vigencia del R 790/89, un total de 71 organizaciones de productores y 121.408

agricultores asociados. La superficie total de plantaciones de frutos secos y algarrobas integrada en

organizaciones de productores se eleva a 566.352 Ha, en un 87% almendra.

Organización de los productores en OPFS Fuente: MAPA

62569 81029

92141 95508 97850

107686 121408

23

35

46 52 56 63

71

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Núm

ero de so

cios

0 10 20 30 40 50 60 70 80

Num

ero de entidades

Nº de socios (acumulado)

Nº OPFS creadas (acumulado)


Las Organizaciones de Productores de Frutos Secos y Algarrobas están a su vez estructuradas en dos

organizaciones que desempeñan un importante papel en la articulación sectorial como son AEOFRUSE y

CCAE.

Las Organizaciones de Productores gestionan los planes de mejora y proporcionan un asesoramiento

técnico continuado a los agricultores. Esa estructura técnica antes totalmente inexistente cuenta hoy con

unos 200 técnicos medios y superior y está permitiendo mejorar sustancialmente el nivel técnico de las

explotaciones; constituye una herramienta insustituible para la introducción progresiva de técnicas

de cultivo más respetuosas con el medio ambiente y sistemas de producción integrada o ecológica.

0

100000

200000

300000

400000

500000

600000

Ha

Superficie certificada en organizaciones de productores (1997)

Fuente: MAPA

Superficie (Ha) 502271 26855 35583 419 1224

Almendra Avellana Algarrobo Nuez Pistacho


2.3.2. La concentración de la oferta, una realidad

El proceso de comercialización de la almendra ha registrado cambios muy significativos con la creación

de las organizaciones de productores, a través de las cuales éstos están obligados a comercializar la

totalidad de su producción. La concentración de la oferta es hoy una realidad que reflejan los elevados

volúmenes comercializados y las cifras de negocios alcanzadas por las principales organizaciones de

productores.

Globalmente, las organizaciones de productores comercializaron en la campaña 1996/97 más del 95 % de

la producción de almendra, el 84% de la producción de avellanas y el 61 % de la producción de algarroba.

Las OPFS han realizado importantes inversiones, con ayuda de los planes de mejora y con fondos propios,

creando una infraestructura para la comercialización antes inexistente o mejorando instalaciones previas.

Estas inversiones han repercutido muy favorablemente en la calidad del producto puesto en el mercado.

Entre esas actuaciones, destacan:

⇒ La creación de centros de acopio distribuidos en las zonas productores

⇒ La dotación y/o mejora de la infraestructura para el tratamiento postcosecha.

⇒ Programas de formación.

La modernización de los centros de recogida y tratamiento postcosecha ha incluido el acondicionamiento

de los almacenes, dotándolos de equipos electrónicos de selección, control de calidad, medidores de

humedad, determinación de rendimientos en el control de recepción de mercancía, equipos de limpieza,

selección, clasificación y secado del fruto, elementos de transporte, etc.


2.3.3. Mejora productiva de las explotaciones

Además de las acciones de intensificación del cultivo y buenas prácticas agrícolas aplicadas a toda las

plantaciones en el marco de los planes de mejora, una importante superficie ha sido sometida a arranque y

nueva plantación o a reconversión varietal mediante injerto. Se han introducido principalmente variedades

más adaptadas a las condiciones del medio, en particular, en el caso del almendro, variedades más tardías

producto de la investigación que se lleva a cabo los diversos centros de investigación profundamente

implicados en la mejora del sector.

En total, 22.115 Ha habían sido arrancadas y vueltas a plantar hasta 1997, en un 88 % correspondientes a

plantaciones de almendra y en un 10% a avellanos. En cuanto a las hectáreas reconvertidas mediante

injertos, alcanzaban en 1997 un total de 36.548 Ha, casi todos almendrales.

Las mejoras introducidas en las técnicas productivas aplicadas en las explotaciones han permitido

incrementar sustancialmente los rendimientos y disminuir la becería. Según datos aportados por las

Organizaciones de Productores, los rendimientos medios en aquellas plantaciones mejoradas, salvo

contingencias climáticas, se han multiplicado en algunos casos por dos.

Acciones estructurales por años Fuente: MAPA

0

2.000

4.000

6.000

8.000

10.000

9091 9192 9293 9394 9495 9596 9697

Has

ARRANQUES

RECONVERSIONES

PLANTACIONES


0

50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

300.000

350.000

400.000

450.000

Ha

Superficie certificada de frutos de cáscara y algarroba en planes de mejora (España)

Pistacho Nogal Algarrobo Avellano Almendro

Pistacho 99 65 96 89 102 102 103 Nogal 517 557 760 761 752 865 1.086 Algarrobo 1.319 12.100 11.687 14.058 14.022 13.047 17.937 Avellano 21.280 24.185 23.259 21.842 20.670 20.146 20.029 Almendro 88.405 218.730 294.047 314.240 318.788 320.570 390.070

9091 9192 9293 9394 9495 9596 9697


0,00

5.000,00

10.000,00

15.000,00

20.000,00

25.000,00

Ha

Superficies certificadas de arranques y nuevas plantaciones (acumulada)

Algarrobo Avellano Almendra

Algarrobo 1,60 33,67 52,55 60,47 181,30 255,28 353,32

Avellano 229,75 378,66 430,88 867,74 1.512,84 1.924,41 2.311,89

Almendra 774,86 1.963,12 2.718,87 6.198,90 11.490,10 15.596,49 20.450,27

9091 9192 9293 9394 9495 9596 9697


0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

40000

Ha

Superficies certificadas de reconversión varietal (acumulada)

Algarrob o Avellana

Almendr

Algarrobo 70 78 91 104 113 114 115

Avellana 19

Almendra 1379 3157 4960 12762 22713 30274 36548

9091 9192 9293 9394 9495 9596 9697


2.3.4. La mejora del conocimiento sectorial: un efecto indirecto apreciable

La integración de la inmensa mayoría de productores de almendra y otros frutos secos en Organizaciones

de Productores ha permitido un salto cualitativo muy importante en el conocimiento estadístico del sector.

Los planes de mejora permiten conocer con todo detalle la estructura de las explotaciones, su superficie,

parcelación, la edad de las plantaciones y las variedades, los rendimientos medios según variedades y

edades, así como las características de los productores (edad, nivel de formación) y las técnicas de cultivo

más frecuentes.

2.3.5. Unas ayudas que no inciden en los precios

Las ayudas instrumentadas por la UE en apoyo al sector de los frutos secos y de la algarroba en 1989 han

resultado ser precursoras de lo que hoy son las orientaciones de la nueva Reforma de la PAC y la Agenda

2000. Fueron en efecto las primeras ayudas establecidas por superficie, antes de que en 1992 esa

modalidad se aplicara a los cultivos herbáceos.

Pero al contrario de otras ayudas, las ayudas a los frutos de cáscara y algarrobas incluyen la obligación 1)

de estar integrados en una Organización de Productores, en la línea posteriormente retomada para todas

las frutas y hortalizas por la nueva OCM de 28 de octubre de 1996 (RCE 2200/96) y 2) de realizar

determinadas labores y mejoras del cultivo, siendo así de nuevo precursora de la “crosscompliance” hoy

tan debatida por la Comisión y otros estudiosos de la Política Agraria Común.

Esas ayudas cumplen así todos los requisitos para estar incluidas en la “caja verde” y no ser objeto de

cuestionamiento alguno por parte de la OMC en las ya próximas negociaciones del nuevo Acuerdo de

Comercio. Además, esas ayudas no han servido para alterar el precio percibido por los agricultores, puesto

que existe una gran correlación mundial entre los precios de la almendra y la avellana de los diferentes

países, siendo el precio mundial, en el caso de la almendra, función principalmente de la producción de

EEUU, de la relación euro/dólar, de la producción española de almendras y de la producción turca de

avellanas. En efecto, el precio en la Lonja de Reus, expresado en pesetas constantes, aparece claramente

correlacionado con la producción californiana, que es la que determina el precio del mercado mundial. En

cambio no se aprecia relación alguna entre el precio y la producción española, con descensos de precios

en años de menor producción.


2.3.6. Unas ayudas que han permitido la continuidad del cultivo del almendro.

Los sistemas productivos cuyos productos se encuentran en competencia en el mercado internacional –

fundamentalmente el californiano y el español son radicalmente distintos, según se puso en evidencia en

el capítulo uno. Los bajos rendimientos que las condiciones estructurales del cultivo determinan en

España y en la mayor parte de las plantaciones de la UE hacen el cultivo inviable a los precios del

mercado. Sólo la ayuda comunitaria instrumentada a través de los planes de mejora ha permitido mantener

el cultivo y la producción durante los últimos años.

Un simple cálculo permite concretar esa afirmación.

Evolución de la producción (California y España) y de los precios (Lonja de ReusPtas constantes)

0

100

200

300

400

500

600

700

800

198485

198586

198687

198788

198889

1989.90

199091

199192

199293

199394

199495

199596

199697

Miles T

m grano

0 100 200 300 400 500 600 700 800 900

Ptas/Kg

California España Precio España


Los costes medios de producción, según estudios llevados a cabo por algunas Organizaciones de

Productores se sitúan en torno a 130.000 ptas. por Ha. Este coste incluye el coste de las labores

consideradas en los planes de mejora y el de las labores tradicionalmente realizadas por los agricultores,

más el coste de recolección. Con unos rendimientos medios de 110120 Kg de almendra–grano por Ha

(600 kg. por ha de almendra cáscara), rendimiento que muchas plantaciones no alcanzan, se generan unos

ingresos no superiores a 90.000 Ptas./Ha, insuficientes para cubrir los costes de producción.

La subvención condicionada a la aplicación de un Plan de Mejora constituye así una ayuda

imprescindible para que los agricultores, que no suelen valorar correctamente el trabajo familiar en sus

cálculos económicos, continúen cuidando el cultivo a pesar de su baja rentabilidad, mientras al menos la

subvención sumada al valor del producto les permita cubrir los costes..

La imposibilidad estructural de competir con otros países, y las consecuencias socioeconómicas y

medioambientales de abandonar el cultivo a su propia suerte obligan a considerar con mucha atención por

parte de la Comisión y el Consejo cualquier decisión que suponga una interrupción del apoyo a los

productores de frutos de cáscara y algarroba de la Unión Europea

2.3.7. Las ayudas en el cultivo del avellano.

En la reforma de la OCM de frutas y hortalizas, con la adopción del Reglamento (CE) 2200/96, ante la

crisis en la que estaba inmerso el sector de la avellana, cuyas consecuencias no habían conseguido

amortiguar en suficiente medida los planes de mejora, se adoptó una ayuda a forfait de 15 ECU/100 Kg.

de avellana en cáscara, para las avellanas recogidas y comercializadas a través de organizaciones de

productores en el transcurso de las campañas 9798, 9899 y 992000.

La finalización en el año 2000 de los planes de mejora y de la ayuda a forfait supone un serio handicap

para el futuro del sector.


CAPÍTULO III

Consecuencias de una eventual supresión de las ayudas


3.1. La OCM de Frutas y Hortalizas: el nuevo marco legal para las frutas de cáscara y algarroba.

La nueva OCM de frutas y hortalizas (Reglamento (CE) nº 2200/96), salvo transitoriamente en las campañas 97/98, 98/99 y 99/2000 para la avellana, no reconoce la especificidad del sector de frutos de cáscara y algarroba. Sin embargo, su artículo 17 establece la posibilidad de “adoptar medidas específicas para la mejora de la competitividad y promoción” de aquellos “productos que revistan

una gran importancia económica o ecológica, local o regional, y que sean objeto de dificultades duraderas en el mercado comunitario, debido, en particular, a una competencia internacional fuerte”, cuando “los instrumentos generales de la Organización Común de Mercados resulten ser insuficientes o inadaptados”. Este enunciado parece especialmente formulado para el caso de los frutos de cáscara, dadas las características del cultivo expuestas en el primer capítulo de este Documento.


3.2. Los efectos de una eventual desaparición de las ayudas: el abandono del cultivo

El cultivo de los frutos de cáscara en España y en el conjunto de la UE no resulta hoy sostenible desde un

punto de vista económico sin ayudas, como ha quedado demostrado en el capítulo anterior. Si se continua

ocupando una importante superficie en España es 1) porque los agricultores familiares nunca han valorado

correctamente los costes del trabajo familiar, 2) porque en una parte considerable de esa superficie no

tiene alternativa posible desde un punto de vista agrícola o esas alternativas están hoy cerradas por la

Política Agrícola Comunitaria (vid, olivar) y 3) desde 1990, gracias a las ayudas comunitarias

instrumentadas a través de la antigua OCM de frutas y hortalizas.

Estas ayudas por una parte han constituido un complemento de renta para agricultores generalmente

situados en zonas desfavorecidas, remunerando la realización de determinadas labores por el propio

agricultor, y por otra han contribuido a una mejora de las producciones, del nivel tecnológico de las

plantaciones y de la comercialización. Por último pero no menos importante han impulsado un nivel de

organización del sector que lo sitúa en cabeza de todos los sectores productivos por el porcentaje de

asociación y de producción comercializada a través de Organizaciones de Productores.

Por el contrario no han logrado convertir las explotaciones de frutos secos de la Unión Europea en

competitivas frente a la producción de terceros países, un objetivo que, si llegó en un inicio a estar entre

los perseguidos por la UE y por el propio sector, ha resultado ser poco realista.

Las ayudas, tal y como está establecido en la legislación, deben ir extinguiéndose a medida que vencen los

diez años previstos para la realización del Plan de Mejora, es decir a partir del año 2000 y hasta el año

2006. La no instrumentación de algún tipo de ayuda equivalente implicaría, sin lugar a duda, el abandono

a su suerte del cultivo en la gran mayoría de la superficie plantada. El empuje de las exportaciones

californianas ya acabó hace años con el cultivo de la almendra en Italia, así como las exportaciones turcas

han provocado un amplio abandono del cultivo de la avellana en España. La producción española,

salvaguardada gracias a la política autárquica y proteccionista vigente en las décadas de los sesenta y

setenta, se vería a su vez abocada a desaparecer.

Las consecuencias ecológicas y socioeconómicas de ese abandono, que afectaría a zonas rurales

desfavorecidas y repercutiría en toda la cadena productiva de la comercializacióntransformación, serían

muy graves.


3.2.1. Impacto económico.

La desaparición del cultivo tendría una repercusión muy directa en el medio rural por las pérdidas de los

puestos de trabajo directos que se emplean en las labores de cultivo de las distintas especies, como son:

Cultivo: Laboreo del terreno.

Fertilización y tratamientos fitosanitarios.

Poda de los árboles: la de mantenimiento y fructificación que se hace

anualmente y la de rejuvenecimiento que se realiza cada 23 años.

Recolección.

Otras prácticas culturales, riego, etc.

La industria de primera transformación que esta asentada totalmente en el medio rural quedaría

inservible y paralizada, ya que esta industria no se puede utilizar en ningún otro producto. La industria

a la que nos referimos es la descascaradora de almendra y avellana, y la troceadora de algarroba.

Descascaradoras de almendra: hay 122 industrias en España, en cada una de ellas trabajan

entre 1012 personas durante los 68 meses que se prolonga la campaña en función de la

cosecha. La inversión media en una instalación de esta naturaleza se sitúa en torno a los 80

100 millones de pesetas.

Descascaradoras de avellana: hay unas 14 instalaciones que en cuanto a inversión y personal

son similares a las de almendra.

Después de esta primera transformación existe otra industria vinculada a la almendra y avellana como son las repeladoras, cuyo uso también es exclusivo para cada producto (almendra o avellana). En España hay unas 25 instalaciones con inversiones unitarias próximas a los 100 millones de pesetas.

En la industria de segunda transformación existe, también, un gran tejido industrial formado por pequeñas y medianas empresas de pastelería artesanal (dulces de Navidad, panellets, etc.), tostaderos, envasadoras, etc.

Y nos quedaría, por último, la gran industria consumidora de almendra: la del turrón, mazapán, mantecado, heladería, pastelería industrial, etc., y en la avellana: la del chocolate, dulce, etc.


Evolución Cuantitativa.

En el cultivo normal del almendro se consumen unos 15 jornales por Ha. y año.

15 jornales/año y Ha x 544.186 Ha = 8.162.790 jornales/año.

En el cultivo del avellano se consumen unos 19 jornales por Ha. y año.

19 jornales/año y Ha x 22.354 Ha = 424.726 jornales/año.

En el cultivo del algarrobo se consumen unos 15 jornales Ha. y año.

15 jornales/año y Ha. x 70.925 Ha = 1.063.875 jornales/año.

Descascaradoras de almendra y avellanas.

Mano de obra directa.

Consideramos unas 136 industrias de España, con una media de 7 meses de trabajo,

con 10 empleados por mes y 22 jornales por mes.

136 industrias x 7 meses/año x 22 jornales/mes x 10 trabajadores = 209.440

jornales/año.

Valoración de las instalaciones:

115 industrias x 80 millones/industria=9.200 millones de ptas.

Repeladoras de almendra y avellana:

Mano de obra similar a las partidoras con 5 empleados.


25 industrias x 7 meses/año x 22 jornales/mes x 5 trabajadores = 19.250 jornales/año.

Valoración de las instalaciones:

25 x 100 millones = 2.500 millones.

3.2.2. Impacto medioambiental

El abandono del cultivo de frutos de cáscara y algarroba tiene graves consecuencias medioambientales. En

el recuadro se recoge el Dictamen elaborado por Ramón Guzmán, investigador de la Universidad de Córdoba, especializado en el estudio de los procesos biológicos que se dan en las tierras de cultivo

abandonadas y muy especialmente en los cultivos mediterráneos.

El dictamen es claro: los riesgos medioambientales del abandono del almendro –y por extensión de los

frutos de cáscara–, y singularmente los riesgos erosivos, son muy altos, ya que la capacidad regenerativa

de las plantaciones es reducida durante muchos años.

Esta baja capacidad regenerativa reduce en cierta medida –al precio de una posible desertización otro de

los peligros apuntados frecuentemente por los integrantes del sector, si bien es preciso mencionarlo, pues

en algunos casos puede ser una realidad: el incremento de los riegos de incendios forestales, contra los

que las plantaciones de almendra han desempeñado en más de una ocasión el papel de cortafuegos.

Las consecuencias medioambientales del abandono del almendro (Dictamen de Ramón Guzmán de la Universidad de Córdoba)

El cultivo del almendro está establecido principalmente en suelos calizos o pizarrosos poco desarrollados, muchos de ellos localizados en terrenos con pendientes pronunciadas, en muchos sitios superiores a los 30º. En unos municipios con una orografía tortuosa enclavados en las cadenas montañosas que bordean el Mediterráneo, el cultivo del almendro fue una alternativa propicia para una agricultura de subsistencia que, recién salida de la postguerra, había puesto en cultivo terrenos accidentados y se vio desplazada ante la evolución económica de la España de los sesenta.


En otras comarcas típicamente almendreras, los almendrales se plantaron sobre un relieve más

suave, pero en unas localidades que presentaban serias limitaciones al establecimiento de otros cultivos (como el escaso desarrollo de los suelos y el clima riguroso). En algunos de esos municipios el abandono del almendro es ya una realidad.

Como en cualquier cultivo agrícola, una vez abandonados, los almendrales entran de lleno en un proceso de regeneración natural en el que se plasman los mecanismos de sucesión vegetal en condiciones mediterráneas. Esa sucesión, en la mayor parte de las zonas puede llegar a ser extremadamente lenta, ya que las características climáticas, edáficas y bióticas de estas áreas no son las más propicias para el establecimiento de la regeneración natural.

La aridez predominante de estas localidades, junto con la torrencialidad o irregularidad del régimen pluviométrico mediterráneo obstaculizan una colonización rápida y efectiva del suelo, que permitiera la formación de una cubierta de vegetación que sea un obstáculo frente a la erosión. Otras causas inducen a pensar que las primeras etapas de la colonización se demorarán en el tiempo, cuales son la escasez de fuentes de propágulos cercanas debido a la gran intervención antrópica sobre el medio (los cultivos se extienden de forma ininterrumpida, sin manchas de vegetación natural intercalada que dieran lugar a las semillas, vástagos y otros propágulos) y la

propia incapacidad de mantenimiento de la vegetación de un suelo frágil y alterado.

De lo anterior se pueden deducir las condiciones propicias para el establecimiento de una cobertura natural de forma rápida, que sea eficaz para evitar los procesos erosivos. Presumiblemente en las zonas más húmedas (debido a factor macroclimáticos o microclimáticos como la umbría) y en aquellas próximas a manchas de vegetación natural, la colonización natural se vea favorecida. Esto, sin embargo, no es el caso más frecuente de la mayor parte de los almendrales españoles, por lo que estarán expuestos a sufrir graves procesos erosivos si se produjera su abandono, situación que se agrava en los terrenos con pendiente acusada. Es importante destacar, por otro lado, la fragilidad de un árbol como el almendro ante el abandono de su cultivo: pese a su aparente rusticidad necesita de unos mínimos cuidados culturales, que eviten la competencia por los nutrientes y, sobre todo, por el agua, el auténtico recurso limitante de los ecosistemas mediterráneos. En este sentido, parece inapropiado todo intento de equivalencia entre las consecuencias del abandono del olivar y del almendro, ya que este segundo


decae con celeridad y no ha lugar a su consideración como elemento base para una futura

regeneración.

Probablemente sea la erosión el riesgo ambiental más importante en lo que respecta a los cultivos mediterráneos, máxime cuando estos cultivos están instalados sobre terrenos incluidos en la cuenca de recepción de los pantanos.

Aunque es cierto que los sistemas de manejo del suelo agresivo como las labores con grada de disco o con vertedera pueden incrementar los riesgos ambientales, no es menos cierto que una técnicas adecuadas como el laboreo según curvas de nivel, el no laboreo o la utilización de cubiertas vegetales espontáneas o artificiales son herramientas apropiadas que disminuyen la erosionabilidad potencial de los suelos agrícolas.

De todo lo anterior no debe deducirse la inexistencia de la sucesión vegetal después de que se produzca el abandono del cultivo del almendro. Su ocurrencia no es puesta en duda, pero sí las consecuencias ambientales de las mismas. En una situación en la que hasta el establecimiento de herbáceas pioneras se ve impedido, y en la que la etapa serial correspondiente a una evolución medida en decenas de años no es más que una estepa arbustiva aclarada, parece lícito cuestionar

la viabilidad ambiental del abandono generalizado del cultivo del almendro. No hay que olvidar que los almendros constituyen una mancha arbolada que por sus características culturales (son escasos los tratamientos fitosanitarios), da lugar a la existencia de una entomofauna y avifauna muy diversa. Es evidente que la eventual sustitución de estas áreas por unas formaciones arbustivas dará lugar a la instalación de otras comunidades, pero probablemente éstas no serán tan ricas como las que se establecen en los almendrales.

3.2.3.Impacto social.

Las consecuencias socioeconómicas del abandono de los frutos de cáscara al nivel de las zonas rurales

son evidentes, aunque difíciles de cuantificar. Las explotaciones agrarias en las que se localizan las

plantaciones, descritas en el capítulo uno de este Documento, son explotaciones en las que los ingresos

generados por la cosecha y, desde 1990, por las ayudas a los planes de mejora, constituyen una parte


de una renta integrada por conceptos muy diversos dentro de la actividad agraria e incluso fuera de

ella. La diversificación de rentas es, mucho antes de que la Comisión decidiera impulsarla como vía

para mantener a la población en el medio rural, una realidad impuesta por la necesidad en muchas

zonas rurales de la España mediterránea.

Es difícil valorar hasta qué punto esa renta resulta fundamental para mantener a la población en su

localidad. Probablemente la interrupción de las ayudas no sea determinante para la permanencia de los

titulares actuales, generalmente envejecidos, en su explotación, aunque implique el abandono de las

parcelas de cultivo. Sí puede serlo en cambio para la siguiente generación, la que deberá pronto tomar

el relevo.

Un cultivo apoyado por la Unión Europea, en el que la realización de determinadas labores es

estimulada mediante una remuneración del trabajo y la comercialización asegurada por la

Organización de Productores, puede ser en un momento dado un factor decisivo para optar por la

continuidad en la explotación y la permanencia en el medio rural.

En definitiva, corremos el riesgo de:

Despoblamiento progresivo de las zonas rurales con escasas o nulas posibilidades de recuperar

población, tratándose en muchos casos de zonas desfavorecidas (por despoblamiento y montaña)

de actuación preferente (Objetivo zona 1 y zona 5 B).

Abandono progresivo de la actividad agraria con pocas posibilidades de sustitución por otros

cultivos.

Se dificultaría el acceso de las nuevas generaciones al medio rural.


3.2.4. Impacto comercial.

La producción nacional de frutos de cáscara y algarroba ha dado origen a un complejo y diversificado

entramado agroindustrial y comercial, descrito sucintamente en el capítulo uno, sobre el que un fuerte

descenso de la producción nacional tendría graves efectos. Los centros receptores dispersos por todo el

medio rural, el conjunto de todas las cooperativas y muchas Organizaciones de Productores, que basan

su razón de ser en la comercialización de la producción de sus socios y han incrementado en estos años

su contribución a la generación de valor añadido realizando primeras transformaciones, estarían

condenados a suspender su actividad; numerosas pequeñas y medianas empresas elaboradoras de

derivados también se verían en graves dificultades para mantenerse. Todo el entramado comercial

cuya actividad se origina en la producción nacional se vería gravemente afectado.

Así mismo, la tradicional vocación exportadora del sector y la presencia en el mercado internacional

de unos productos apreciados por determinadas industrias de transformación y consumidores por sus

cualidades organolépticas, claramente diferenciales, desaparecerían para siempre. El mercado mundial

quedaría en manos de un único proveedor (EEUU en almendra y Turquía en avellana), en una

situación de monopolio fáctico, que probablemente conduciría a un incremento de los precios

internacionales , como se demuestra en el caso de la almendra en los estudios realizados por ALSTON,

J.M., SEXTON, R.J. y otros (1993), y con toda seguridad, a una mayor situación de dependencia de la

UE, fuertemente y crecientemente deficitaria.

La pérdida de un patrimonio cultural arraigado en toda la zona productora sería en este contexto de

pérdida de empleo y de riqueza en zonas rurales el efecto menos notable a corto plazo, aunque

posiblemente uno de los más duraderos y difíciles de reparar. En cuanto a la desaparición del

espectáculo de los almendros en flor, sólo será lamentada por aquellos privilegiados habitantes y

visitantes de los países mediterráneos que cada año esperan como una seña de identidad ese primer

anuncio de la primavera.


CAPÍTULO IV.

Propuesta a la Unión Europea.


4.1. El mantenimiento de una ayuda, una necesidad convergente con los objetivos de la UE

La suspensión de las ayudas recibidas en los últimos diez años por el sector de frutos de cáscara y

algarroba tendría efectos socioeconómicos y medioambientales muy negativos en el Estado español, ya

descritos en este documento.

La Comisión, a finales de 1999, después de evaluar la aplicación del Reglamento 789/89, y del

Reglamento (CE) 2200/96, presentará al Consejo un informe con las propuestas pertinentes acerca de la

continuidad de medidas específicas para los frutos de cáscara y algarroba. Antes, deberá sopesar los pros y

contras, en el contexto definido por las nuevas orientaciones de la Política Agraria y por la Agenda 2000.

En este sentido, si bien en su momento las ayudas al sector a través de los planes de mejora pudieron tener

el objetivo de situarlo en el segmento de la agricultura competitiva, objetivo que, es preciso reconocerlo,

no ha sido alcanzado.

Pero la PAC sigue teniendo también como objetivo clave: “garantizar así un nivel de vida equitativo a la

población agrícola, en especial, mediante el aumento de la renta individual de los que trabajan en la

agricultura”.

Además:

ü “...Están ganando importancia las cuestiones de la diferenciación y la redistribución de la ayuda a la

renta de los agricultores y el mantenimiento de la agricultura sostenible, especialmente desde el punto

de vista de la cohesión social”.

3 “...Los continuos esfuerzos por aumentar la calidad determinan la reputación de los productos

europeos en los mercados interior e internacional...”

Esos “objetivos políticos de la PAC”, entresacados de la Agenda 2000, constituyen otros tantos

argumentos a favor de continuar apoyando al sector europeo de los frutos de cáscara y algarroba, según

hemos demostrado a lo largo de este Documento. Pero tal vez uno de los argumentos más contundentes

para evitar que la Comisión caiga en flagrante contradicción entre “palabras y hechos” está en la siguiente

formulación, también extraída de la Agenda 2000:


“.... la ayuda pública debe hallarse plenamente justificada. Ello significa que es preciso demostrar

claramente el papel crucial que desempeña la agricultura para producir alimentos de alta calidad,

mantener vivas las zonas rurales, proteger el medio natural y preservar los valores culturales”.

La ayuda pública a un sector como el de los frutos de cáscara y la algarroba, profundamente arraigado en

la cultura mediterránea, colonizador de amplios territorios del medio rural europeo más desfavorecido,

donde genera empleo, actividad económica y constituye muchas veces, en frase tópica pero no por ello

menos real, “el último bastión contra la erosión”, está plenamente justificada. Es, además, una ayuda poco

gravosa para la Unión Europea, inferior a la que se destina a otros sectores, que al igual que los frutos

secos no podrían sobrevivir sin el apoyo público.


4.2. Un apoyo que garantice la continuidad de los cultivos y consolide los avances organizativos y

productivos

El mantenimiento del apoyo comunitario al sector de los frutos de cáscara y algarroba, que permita

mantener la renta de los productores, la cual se vería afectada por la desaparición de las ayudas actuales,

garantizaría la continuidad del cultivo gracias al carácter familiar de la inmensa mayoría de las

explotaciones. Para lograr ese objetivo, la compensación debería basarse en:

ü Una ayuda de mantenimiento por hectárea cultivada, que debería ser superior a la actual, calculada

como cantidad a tanto alzado, supeditada a la realización de determinadas tareas.

ü A los productores miembros de una organización de productores, la ayuda se abonaría a la

organización y esta tendría un plazo de treinta días para entregarla íntegramente a los productores

asociados, no obstante, la organización de productores podría retener un porcentaje máximo del

importe de esta ayuda para cubrir los gastos de gestión vinculados directamente a esta medida.

Esta ayuda permitiría consolidar los avances organizativos alcanzados y mantener una estructura de apoyo

técnico y comercial muy útil para la mejora sectorial y eficaz correa de transmisión para adaptar la

producción a los cambios en la demanda o a la evolución de los sistemas de producción.

La ayuda propuesta cumple todos los requerimientos que en diferentes análisis realizados por la propia

Comisión y relativos a otros sectores, se consideran hoy imprescindibles:

ü Se trata de una ayuda no vinculada a la producción, y por lo tanto perfectamente compatible con las

exigencias de la Organización Mundial del Comercio en cuanto a los sistemas de apoyo

ü Se trata de una ayuda transparente y fácil de controlar.

ü El mercado comunitario es deficitario.

ü Garantiza la realización de labores de cultivo y evita el abandono de las plantaciones con sus

consecuentes efectos medioambientales y socioeconómicos negativos.


El mantenimiento de una ayuda a los cultivos de frutos de cáscara y algarroba,

imprescindible para la superviviencia de unos cultivos típicos de las áreas mediterráneas, es

una medida coherente con las actuales orientaciones de la Política Agraria y de Desarrollo

Rural comunitaria, y muy poco gravosa para los presupuestos de la UE.

Sus impactos positivos son múltiples y diversos:

ü Contribuye a la lucha contra la erosión y la desertización, al mantenimiento de un paisaje

característico del Mediterráneo y a la lucha contra los incendios forestales.

ü Favorece la actividad y el empleo en el mundo rural, y especialmente en zonas

desfavorecidas y la continuidad de un tejido agroindustrial disperso por el territorio,

contribuyendo así a la cohesión social y territorial.

ü Favorece la biodiversidad y la conservación de un patrimonio genético único.

ü Constituye un apoyo a productos con cualidades organolépticas específicas, y saludables,

integrantes de la dieta mediterránea.

ü Manteniendo una producción sobre el territorio de la UE, evita una dependencia total del

mercado europeo de proveedores de países terceros. En los casos de la almendra y la

avellana, evita el monopolio californiano y turco y sus lógicas consecuencias sobre los

precios del mercado internacional.

ü Contribuye al mantenimiento de una cultura y una riqueza gastronómica profundamente

arraigada.

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FRUTOS DE CÁSCARA Y ALGARROBA: UN SECTOR AMENAZADO · dificultad agronómica se ha traducido en bajas producciones y escasos e irregulares ingresos, que han desempeñado un papel