165
IMAGINANDO LA REALIDAD DAVID NAVA GUTIÉRREZ

Imaginando la realidad

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Imaginando la realidad

IMAGINANDO LA REALIDAD

DAVID NAVA GUTIÉRREZ

Page 2: Imaginando la realidad
Page 3: Imaginando la realidad

3

Para mi abuela de Cuenca y para mi abuela del Hocino.

Page 4: Imaginando la realidad

La buena noticia El golfista argentino Roberto de Vincenzo, después de ganar

un importante torneo, se dirigió al estacionamiento a buscar su auto. En ese momento, una mujer se le aproximó; después de felicitarlo por su victoria, le contó que su hijo se encontraba a las puertas de la muerte, y que no tenía dinero para pagar el hospital.

De Vincenzo le dio, inmediatamente, parte del dinero del premio que había ganado esa tarde.

Una semana después, durante un almuerzo en la Professional Golf Association, contó la historia a unos amigos. Uno de ellos le preguntó si la mujer era rubia, con una pequeña cicatriz debajo del ojo izquierdo. De Vincenzo le dijo que efectivamente así era.

—Fuiste engañado -dijo el amigo. –Esta mujer es una oportunista, y vive contando la misma historia a todos los golfistas extranjeros que aparecen por aquí.

— ¿Entonces no existe ninguna criatura al borde de la muerte?

— No. — Bueno, ¡es la mejor noticia que he tenido esta semana! -

fue el comentario del golfista. Paulo Coelho. Reflexiones Diarias

Page 5: Imaginando la realidad

5

ÍNDICE Agradecimientos……………………………………………………….…..…7 Introducción…………………………………………………..…….…………..8 I PENSAMIENTOS, REALIDAD Y VIDA……………………….…11

—El individuo como especie y como raza —El horizonte —La visita del arte. Una realidad de sentidos —La belleza ha vencido al tiempo —En busca del estado natural —Surrealismo

II DISTINTOS MOMENTOS DEL ALMA………………………..35

—Un día apagado —Un día encendido —Doble o nada —¿Lugar? —¿Canción? —En cada barra

III LA LIBERTAD SE LLAMA VIDA…………………………………44

—El origen del presente —Adiós Gea, adiós —El ciclo de la vida

IV EL PENSAMIENTO DE SCHOPENHAUER…………………55

—El individuo, el instinto, el error —La voluntad de vivir, el suicidio y la búsqueda de la felicidad —El choque con el destino —Huir del dolor —El pasado, el presente y el futuro —Ascetismo —Una espera que culmina en dolor —Bienvenida, felicidad —El genio —Caminando por la escala musical —La pareja perfecta —Mi voluntad de vivir —Sueño suicida

V LA VOLUNTAD ESTÉTICA. EN BUSCA DEL HORIZONTE….76

—Un paso más adelante —El recuerdo innato

Page 6: Imaginando la realidad

—¿Quién soy? —El espíritu alcanzando la libertad —Dos mundos enfrentados —El espectador de la vida —El dolor —El dolor como llave del placer —En el abismo —El espíritu y el aura como conductores al Mundo Natural Estético —Dulce introducción a la música. La raíz de la vida —La música —El cine —Neverland —Living is easy with eyes closed

VI EL AMOR………………………………………………………………….116 —Mar —Sobrenatural —Bésame —Amor frustrado —Aun no sé la razón —Dudas —Mar por todas partes —Perfección —Reflejo del mar —Vivir no es fácil

VII CARA A CARA ANTE EL ENEMIGO…………………………141 —Homologación humana —El juego de la democracia —Las marionetas del mercado —El camino —El camino es la huida —Soluciones. El despertar —¿Quiénes somos? —Keep it real

VIII RELATOS BREVES……………………………………………………154

—El lobo —Batalla naval —Nada —Infinitas y distintas vidas —Frases breves —Empeñarse en vivir o empeñarse en morir

Page 7: Imaginando la realidad

7

Agradecimientos

Lo que empezó siendo un puñado de palabras escupidas

sobre un papel ha terminado por ser la fuerza de mi vida conducida fielmente al cumplimiento de un objetivo. Hoy puedo decir que lo he conseguido. He escrito un libro. No será nada del otro mundo, pero hoy nada de eso importa. El hecho relevante que hoy nos trae aquí no es ni siquiera este libro, sino el apoteósico camino que ha recorrido mi espíritu para poder sellar esa grieta que un día mi espíritu anheló. Una meta que ya la puedo palpar con los dedos y que me hace verdaderamente feliz. Nuevos caminos se avecinan, lo presiento, pero hoy no es el día de buscar nuevas expectativas ni nuevos deseos, sino el día en que doy por concluido y orgullosamente satisfecho un capítulo de mi vida. Hoy sólo puedo pensar en el presente y calmar el apetito que me aboca continuamente hacia el mañana. No quiero pensar en nada más que no sea el aura que lleva impregnado este libro. No es un libro más, es el espejo de mi vida y de todos los elementos con los que está constituida. Este libro sois vosotros, los más cercanos a mí, pues ¿qué podría escribir si no fuera por el continuo flujo de sentimientos que insertáis en las venas de mi vida? Estáis en mí, tan cerca de mí cómo lo estoy yo mismo, y no es de extrañar que en todos los libros las primeras hojas se dedique unas palabras a nuestros seres más queridos, pues, ¡qué sería yo sin vosotros! tal posibilidad no la puedo concebir, mis palabras van dejando unas huellas, resquicios que llevan la identidad de mi vida y mi vida sólo tiene sentido cuando la imagino con vosotros.

Os quitaría mucho tiempo si me tuviera que detener para agradecer uno a uno todo lo que sois y cuánto me habéis aportado. A veces, ni la mitad de las palabras llevan impresas la auténtica realidad con que mi interior os percibe, por eso, me contentaré con que cada uno de vosotros os identifiquéis con

Page 8: Imaginando la realidad

estas palabras: Familiares y amigos, no tengo que decir nada que no sepáis ya, tan sólo Gracias.

Introducción

Una mirada, para mí, equivale a un mundo. Un sentimiento,

lo transformo en mi modo de vivir. Un rostro, mi sueño hecho realidad. Mi realidad, eres tú. Un instante es una estrella fugaz que nunca olvido y que siempre me trae felicidad. La felicidad es mi conquista, mi lucha constante ante el mundo, las batallas contra la adversidad. Una derrota acaba enseñándome más que un triunfo. El triunfo es mi fortaleza, me hace más fuerte y me ilumina el camino hacia la gloria.

Mis triunfos son la calma de mi espíritu. Mi vida, mi sueño, mi realidad. Me muevo con libertad. Mi alma embarca mi vida en continuos retos. Los desafíos se convierten en caminos, los caminos en viajes y el viaje en mi vida. Transporto la gloria, transporto sentimientos, transporto todo lo que más quiero. Vivo con ello.

Llamáis tiempo a lo que yo llamo naturaleza. La naturaleza es todo lo que existe: mi pensamiento es natural, mis sentidos son naturales, tú eres natural. ¿Osas ser Dios? Yo sí. Lo llevo por las venas, habita en mis instintos, aflora en mis decisiones.

Percibo el exterior pero vivo en mi interior, tus susurros me inducen al bienestar, me siento tranquilo. Sois todo lo que deseo y sois todo lo que necesito. Vosotros, naturaleza, os amo.

Aterrado, frustrado, acabado y desolado, inesperados sucesos que rompen la sensibilidad humana. Nacido y educado con un propósito: la moral y la ética. Pues traigo un mensaje al ser humano: si ha existido éste, hoy ha fallecido, y con él, la razón. Se me hace raro seguir llamando ser humano al hombre. A veces me aterra lo que somos, unos depredadores de débiles, otras veces me consuela saber que no, que las personas se relacionan para bien, para complementar y perfeccionar lo que uno solo no

Page 9: Imaginando la realidad

9

puede ser. Pero fuera de esta duda natural, situado en el exterior como el narrador de una novela que todo lo sabe, yo sigo sin ver rastros de humanidad, solo veo animales: instintivos, irracionales. Como dijo Nietzsche: "He encontrado más peligros entre los hombres que entre los animales”.

Los pocos gestos de moralidad de una ciudadanía educada y compasiva o actos de simpatía, quedan eclipsados por la gran masa de individualidad que sólo piensa en sí mismo y que, si lo hacen en los demás, es con una intención destructora.

¿En qué nos hemos convertido? ¿Por qué todo el mundo ha dejado de razonar? Ya nadie se pregunta quién es. ¿Dónde está el hombre? Desaparecido en la sociedad, una sociedad cada vez más capitalista, corrupta. ¿Dónde está el ser humano? Olvidado, muerto… Fue visto por última vez ya no me acuerdo cuándo ni dónde, y es que ya no nacen niños, ahora nace egoísmo. ¡Qué enferma la mente humana! Tan poco humana como nosotros, qué vergüenza el desarrollo de la especie humana, y aún así tan equivocados pensando que avanzamos, que evolucionamos para bien… La verdad es que hace tiempo que permanecemos estancados, y eso nos lo hace constar la historia o la misma naturaleza. Qué frustración cuando me quito el velo de los ojos, ¿Si ya no nos sorprendemos cuando encendemos una luz… si ya no valoramos nada, por qué hacerlo cuando muere un niño en el tercer mundo? A lo único que nos hemos adaptado es a la bestia que llevamos dentro y es la única cara que mostramos al mundo. ¿Cuándo vamos a dejar salir al humano albergamos dentro? ¿Cuándo vamos a mostrar la sensibilidad que poseemos oculta en algún sitio? Una sensibilidad que sólo se va poder ver reflejada en el arte, la belleza, en lo bueno de las acciones humanas y que, espero que algún día hagamos un buen uso de ellas. Intentemos conocernos, qué papel desempeña cada uno. Luego hablaremos de humanidad.

Page 10: Imaginando la realidad
Page 11: Imaginando la realidad

11

I

PENSAMIENTOS,

REALIDAD Y

VIDA

El individuo como especie y como raza

Tengo la certeza de que jamás compartiréis mi pensamiento,

si me hallo en el error y consecutivamente en la ignorancia, espero darme cuenta algún día de ello y espero rectificar mi postura, pero de momento seguiré en mis trece y solventaré mi camino en busca de una paz soliloquia y fructífera. Soliloquia porque me encuentro solo en mi pensamiento y no soy receptivo a nadie a menos que piense como yo, y fructífera porque canalizo la falsedad por no decir la falsedad de las personas. Incrédulo estoy como también lo estarán mis lectores pero más sincero que cualquiera de vosotros. Mi afán por acoplarme a vuestras medidas y razonamientos ha trastocado mis juicios y ha orientado mi pensamiento a un antagonismo contra mis propios educadores. Vuestro interior se ha vuelto reversible al exterior, el aire golpea con la misma fuerza todos vuestros corazones. Intentáis y os esforzáis por sentir lo mismo pero ignoráis que cada bofetada que recibís del mundo duele de forma diferente en cada uno. No sois iguales, nadie es igual a nadie. ¿Por qué digo esto, os preguntareis? Ahora lo entenderéis.

Yo ya he intentado unirme a vuestros preceptos inútilmente, intenté integrarme y luchar con vosotros como si una unidad se

Page 12: Imaginando la realidad

tratase, pero como ya he dicho, fue en vano. Esto no significa que mis enemigos sean distintos a los vuestros, ni tampoco pretendo librar una guerra contra vosotros, pero ¿contra qué lucháis, si no es contra vosotros mismos?

La vida no va a cambiar por mucho que luchemos, nuestro alrededor lo hemos forjado nosotros mismos. Vosotros habéis conseguido que yo deje de creer en la política, pero me habéis ayudado a darme cuenta de que la lucha no se juega ahí fuera, sino dentro de mí. La historia no la hace la sociedad, la hacemos cada uno de nosotros. ¿Por qué os obcecáis en luchar fuera sin antes conformar la paz en vuestro interior? Creo que os escudáis en ese grupo que habéis fraguado. Os escondéis porque os da miedo alzar la voz vosotros solos, pero no os sobran agallas para hacerlo cuando gritáis todos juntos. Lucháis contra vosotros mismos, pues cualquiera de vosotros, en otras condiciones, sería el propietario de esas empresas a las que llamáis enemigos, aquellas que sustentan el poder. ¿Estoy defendiendo a esos altos mal-dirigentes que albergan todo el poder? no. Estoy afirmando que cualquiera de vosotros que hoy os encontráis resignados por los acontecimientos que vivimos, podríais ser uno de ellos. Y lo seríais porque no tenéis ni remota idea de quiénes sois. Preocúpate de ti mismo, encuéntrate. Deja que el mundo acontezca libremente, no te involucres. No intentes levantar toda una playa y ocúpate, únicamente, de tu grano de arena. Todos constituimos el todo, no tienes derecho a acaparar más de lo que te pertenece, además, olvidarás la parte más importante que te constituye: la tuya. Si por el contrario, exiges que tu voluntad guíe la ética de esta nuestra sociedad, acabaremos tan mal parados como ya lo estamos.

Por ese motivo he preferido dar mi opinión a realizar unos simples comentarios anacrónicos de los que hoy sólo se dejan ver por el país, pues me parece más oportuno primero saber qué persona es la que transita por este mundo y luego buscar mi propio camino, ajeno a todos vosotros. Esa figura humana que

Page 13: Imaginando la realidad

13

anda a veces perdida y otras veces equivocada, creyendo que el mal lo originan siempre los demás, y sin ser consciente de que él mismo es muchas veces ese mal para la sociedad. Esa persona que por una u otra razón ha caído en estos senderos libres pero de difícil elección y que, por una extraña razón esa persona soy yo, pero lo más paradigmático es que esa misma persona para ti, eres tú. Intento manifestar mi idea del ser humano revertida al exterior, pues como he dicho al principio, habéis dejado que el exterior entre en vosotros, habéis dejado que vuestras circunstancias transmuten en vosotros, habéis dejado que la historia se proyecte en vosotros y olvidando que esa historia debe ser escrita por cada uno de nosotros. Así ha sido nuestro legado y así será, a pesar de vuestro mal entendimiento de la vida, como lo heredarán nuestros hijos y nietos. Por mucho que os asociéis en grupos (de cualquier ámbito) seguís siendo unos lobos muy distintos. La raza de cada uno termina con la suya propia. Es menester que ese lobo se eduque y se forme como él es y será. Sólo de esta forma obtendrás las soluciones a los problemas que andabas buscando. Tu resignación en manada sólo acorta tu vida. Pues al igual que un grano de arena hace una playa, una persona hace una sociedad. Si quieres tener una sociedad justa, empieza por ser justo tú. Búscate, encuéntrate y aprende a vivir, porque lo bonito de ser humano es que nunca es tarde para empezar a serlo.

Según veo las cosas, sólo dispongo de tres opciones para relatar algo que sea digno de ser escuchado: una sería escribir bajo el orden de la razón humana, ese invento que no deja de formular principios pero que se modifican con cada generación. Aun no estoy tan loco como para aburriros tan pronto sobre cosas que ya sabéis. Otra opción es escribir sobre la realidad, un dialogo constante que todos nosotros experimentamos al despertar cada mañana pero que, como la razón, solo tenéis que abrir los ojos para contemplarla. La tercera opción, y la última que me queda, es escribir con el corazón. Sólo esta opción puede

Page 14: Imaginando la realidad

decir algo distinto a lo que normalmente estáis acostumbrados. Sólo mis pasiones y su fusión con mis sentimientos narrarán estas historias que iré proyectando por capítulos de temas tan dispares como lo son nuestras vivencias cotidianas, pues al igual que un bebé pasa de llorar a reír en menos de un segundo, mis capítulos oscilarán tempestades en un abrir y cerrar de ojos. Si mis palabras no llegan a reflejar mi auténtico temperamento será por culpa de este tosco lenguaje con el que he nacido y por esa barrera que alberga un conjunto de conglomerados racionales, tradicionales, étnicos, históricos, etc, que me obligan a estar andar siempre bajo su tutela. Sin embargo, sí prometo un largo viaje lleno de vaivenes sinestésicos y hacia una realidad de sentidos. Comenzaré una andadura que recorrerá todos los distintos tipos de humores: flemático, melancólico y colérico, con discursos tan subjetivos que rozará la fantasía.

El horizonte

Mi prematuro pensamiento en aras de crecimiento consiste

en desechar la razón y vivir del ritmo sanguíneo de la ilusión. Esta forma de pensamiento vino por el excesivo y abusivo intento de colmarme por completo de raciocinio e impedir la valoración de mis sentimientos, categorizándolos y conceptualizándolos. Todos mis estados sensitivos que recorren mi vida paralela al tiempo han quedado amueblados por ese pilar racional. El escrutinio racional atormentó un día cualquiera de mi vida y ahora, hasta el día en que cierren mi boca bajo la amenaza de puntiagudos principios o escurridizos pero explosivos axiomas, voltearé el sentido de la vida hasta que mi cuerpo aguante. Haré que el cielo sea la tierra, y lo desconocido pase a formar parte de esta vida. Dejaremos de pensar que el mundo ya está conquistado y observaremos con ojos entusiastas el valor de los detalles que surcan por doquier a nuestro alrededor. Haré del sentir un imperio, los sueños serán nuestros

Page 15: Imaginando la realidad

15

súbditos y fieles aquellos que realmente abran los ojos y caminen a palos de ciego. Nuestras pasiones atravesarán quimeras y recorrerán los meandros de la vida que ha erosionado poco a poco la verdad.

¿Cuál es el límite al que puede aspirar el ser humano? ¿Hay un horizonte que marque el final de la imaginación humana? No:

Horizonte: aquella línea que separa nuestra parte de El Todo pero que conecta dos mundos incomprensibles, una línea que denota el principio y limita el final. Un haz de incredulidad que hipnotiza al que encauza un viaje o al que sueña con encerrar bajo su dominio la totalidad.

Una marca de engaño que huye de quien lo busca y aproxima al soñador en su viaje de descomposición a invertebrar lo articulado y deconstruir lo conceptualizado. La frontera a la libertad está en esa imagen que rodea al ser humano, ir más allá de lo que alcanza la vista es un viaje para los que viven con los ojos cerrados; el que busca el final del principio o la razón al sin sentido quedará atrapado en un conglomerado de errores y galimatías. Quien busque un hueco entre la tierra y el cielo mirando el final del horizonte (lo más lejos que alcanzan los ojos) podrá también, con suerte, trazar un cuadrado de tres lados, o quizá, atravesar la tierra y acabar cayendo al cielo, y es que la realidad se escapa siempre a los más curiosos. Pero nuestra propia concepción del mundo, dibujar un espacio entre la perfección y este perfecto planeta, requiere inescrutablemente de un sexto sentido humano, a saber, el de la imaginación, pero llamemos, a partir de ahora, a este sentido: Imaginio. El concepto Imaginio recogerá todas esas palabras que aporten a la vida un gramo extra de virtualidad fantástica. Esas que notamos casi físicamente y a veces, incluso, nos golpean y nos hieren, pero que, sin embargo, pertenecen al mundo abstracto. Imaginio será nuestra palabra fantástica que de sentido al sentido de la vida.

Page 16: Imaginando la realidad

Mi destino será, tanto vivir, como atrapar el horizonte, es decir, volar en mi imaginación, creando e inventando pensamientos para producir el sentido de mi vida, vivir para atrapar un casi inalcanzable horizonte soñando siempre en mi camino. Cada día de mi vida es un horizonte nuevo, algo por lo que lucho e intento conseguir y superar. Y es sólo cuando me pregunto por qué lucho, cuando me doy cuenta de que lo hago únicamente para soñar. La búsqueda del horizonte se convierte, para los vividores, en vivir en el intento de alcanzarlo.

El horizonte marca el final de lo visible, mas allá no hay nada. Pero ¿realmente voy a aceptar lo que la razón nos dice? surcar el horizonte supone entrar en la auténtica realidad, vivir en una vida donde aceptamos que todo puede ser. El horizonte es el muro del escéptico pero también una apertura para el inconformista. Quizá no podamos ver con nuestros ojos más allá del horizonte, quizá nuestros sentidos sean únicamente válidos para esta parcela que limita la vida humana y se atrofien en el intento de descubrir lo que hay fuera de su hábitat, pues el más allá es un espacio indefinible por el hombre, tan sólo asumible por el sexto sentido humano. Hablamos de un mundo abierto a toda posibilidad donde todo está por conocer. Un conocer que no se deja atrapar por las leyes empíricas de la tierra, ni por la entelequia racional. Sólo el Imaginio puede soñar lo inimaginable y ser capaz de entender todo lo que ese mundo –tan poco habitado— es capaz de abrirse en sus nuevas posibilidades.

Es normal que en este punto del capítulo pueda recordarnos aquella época griega de Sócrates, Platón y compañía, pues al igual que Aristóteles basaba sus pensamientos en un estudio de la naturaleza de todo lo que le rodea, yo me encargo aquí del estudio de la esencia natural que nos engulle. Él se dedicaba —de forma empírica— a observar la naturaleza y buscar en ella principios o patrones que aseguraran un entendimiento plausible de todo cuanto nos rodea. Kata symbebêkos y kata on to. Pero dos milenios después, nazco yo y veo que todo cuanto se puede

Page 17: Imaginando la realidad

17

investigar sobre la naturaleza ya está estudiado o está en manos de auténticos profesionales. La naturaleza empírica ha estado sometida durante milenios hasta nuestra actualidad a una continua deforestación, perpetuada con continuas investigaciones y únicamente manipulada como medio para conseguir un fin. El estudio de la naturaleza en la época clásica griega no difiere en nada a la actualidad. También Aristóteles buscaba principios con el fin de aventajarnos sobre ella, y saber así, por ejemplo, a priori, que si vemos nubes negras, debemos refugiarnos de una inminente tormenta. Pero algo más importante y que me gustaría destacar en este punto es que mucho antes de Aristóteles, aquellos primates que comenzaron el curso de la evolución, ya observaban la naturaleza, naciendo, por consiguiente, la tecné. Y con el nacimiento de la tecnología (con el fin de aventajarnos de la naturaleza) nació la historia.

El estudio de la naturaleza es, por esta razón, fruto de un egoísmo humano. En nuestros días todo se ha dificultado más. Sabemos mucho de la naturaleza, pero aun ansiamos más. La maltratamos y la ejecutamos sin parar. Sin embargo, gracias a la torpeza humana de no saber exactamente qué estamos buscando, hemos dejado su esencia, la parte más importante de la naturaleza, in-tacta. El núcleo natural de la vida ha permanecido indemne de toda huella humana, hasta hoy, que se encuentra en su esplendor ante mi Imaginio. Mi corazón late al compás del bombeo de vida. Aquí nada nace ni nada muere, el núcleo de la vida crea, vive, procrea, crece y reconvierte.

No es difícil saber por qué el excremento del hombre no ha llegado nunca a este paraje. El hombre debe aprender a usar el Imaginio. Además, saber si el hombre domina y disfruta de este sentido es muy fácil de comprobar: el hombre cuando mira al horizonte deja de ver lo que tiene delante, y cuando ve las cosas de delante, deja de prestar atención al horizonte. Dominar el Imaginio requiere atender a ambas cosas. Vivir en esta vida con las cosas que tenemos alrededor, pero atender también al

Page 18: Imaginando la realidad

horizonte y en la perpetua lucha por conseguir surcar el más allá, “ver” más allá.

Mi lector, alza el brazo lo más lejos posible de tu cuerpo y extiende dos dedos al aire, y dime ¿cuántos dedos puedes ver? ¿Dos? No. Tú aun sigues degollando esta naturaleza. ¿Por qué no te fijas un poco mejor? O, mejor dicho, ¿por qué no dejas de fijarte en lo que se te presenta y miras un poco más allá? Extiende dos dedos y mira tu horizonte, atraviesa los dedos con tu mirada, ¿cuántos ves? Muy bien, cuatro dedos. Si miras todo de esta forma te hallarás en la esencia natural. No todo es tan fácil de hacer, debes despojarte de todo el peso racional e intentar ver la vida desde otras perspectivas. Poco a poco irás acercando tu horizonte e irás viviendo con el sexto sentido. Una vez que lo consigas, sólo te quedará disfrutar.

La visita del arte. Una realidad de sentidos

Despertamos. Nuestros ojos se van abriendo poco a poco. La

luz les duele. Confirmamos que es de día porque oímos los pájaros revolotear, vienen y se van. Nuestro pesado cuerpo aun desea cerrar los ojos e imaginar que vuela con esos amantes voladores. Jugar con ellos. Surcar el cielo, atravesar la luz del sol, cantar con el resto, posarse en una rama y acariciarla. Sentir la bruma que rodea nuestras plumas, envolvernos en el haz de luz que se refleja en el río refractándose en infinitos tonos de colores. Deleitarnos al planear, volver la mirada atrás y ver que todos los demás me siguen en mi viaje en busca del más olvidado sentir de la naturaleza. Porque al igual que el lenguaje, en el sentir todo es un juego de mezclas y de posibilidades infinitas.

Luchando contra el sueño voy gradualmente entrando en la vigilia, y en el camino por ser el mismo “yo consciente” de siempre, mi mente imagina, juega y lucha incesante por volver a esa infancia que parece que sólo se palpa durante el sueño. Quiere regresar al nacimiento del arte, al arte más puro. Cuando

Page 19: Imaginando la realidad

19

los niños sentían todo lo sintiente: se emocionaban por la mínima cosa o lloraban por el más ínfimo dolor. Durante la infancia éramos máquinas de producir sentimientos y donde más rico era el arte. Pues el arte nunca es individual, sino colectivo. Las artes penetran unas en otras, conviven y se repelen, se mezclan o se disuelven, se rozan o se agarran… Pero nuestra vida actual siendo tan monótona impide la mezcla de estos sentimientos y, por tanto, perdemos incontables sentimientos que pueden transportarnos hasta la buscada felicidad. Podemos poner como ejemplo el comer sin saborear, ducharse sin tatarear, pasear al perro por obligación… siendo ejemplos tan estúpidos como importantes para disfrutar del presente, aunque sin alcanzar aun la sublimación del verdadero carácter del arte dentro del arte.

En la infancia éramos más vulnerables al exterior, pues al no conocer nada, experimentábamos por primera vez cada sentimiento. Allí fuera se produce todo, infinidad de “cosas en sí” que nosotros representamos en nuestra mente. Infinitas combinaciones de sentimientos exigen infinitos sentidos humanos, pero al poseer únicamente cinco sentidos, percibimos la realidad mezclada, aparentemente caótica, revuelta, etc. Basta con mirar al frente y darse cuenta de qué es lo que se presenta, porque lo que se presenta ahora, será diferente a lo que se presentará en ulteriores segundos, minutos, horas, días… quedando solamente huellas. Yo veo la luz del sol que atraviesa la ventana de mi habitación, pero es atravesada también por el sonido del trinar de los pajaritos. La moqueta suave de mi habitación acaricia mis pies; su color es granate, y si fuera de otro color no estaría sintiendo lo mismo, tiene que ser granate. Pues sólo el granate me recuerda al vestido que llevaba mi pareja el primer día que me besó. Desde la cocina llegan aromas que se mezclan con mi bonita mañana. La luz atraviesa el sonido, el sonido se convierte en granate, el granate acepta la compañía de la suavidad y sale volando por la ventana justo cuando llaman

Page 20: Imaginando la realidad

a la puerta. Entonces mi sentimiento se esfuma y se convierte en otro, ahora es curiosidad. Mi intriga choca contra la puerta de madera. Voy recorriendo el espacio de mi habitación mientras un sonido se escapa de mis cuerdas vocales: —¿quién?- Los pájaros ya no cantan en mi realidad, ahora mi mundo es la puerta. Un sentimiento rígido, un tiempo lento, una luz inexistente que sólo existe para poder ver.

Todo se mezcla, y cuando sabemos el resultado de la mezcla vivimos en la rutina. Sentimientos que mueren por la falta de atención en ellos y otros que no dejan de repetirse y nos transportan a la vida monótona, al desasosiego…

Lo que quiero hacer notar aquí es difícil de “ver”, pues la realidad ha quedado subsumida en una pequeña parcela de conceptos toscos y repetitivos. Viviendo únicamente en tonalidades blancas o negras y olvidando la gama de grises que se disparan al infinito. La realidad que se le presenta al hombre es, por desgracia, la única que sentimos y, por tanto, el único foco desde donde podemos presentarla y definirla. ¿Cómo se define una realidad objetiva desde un cuerpo subjetivo? De la realidad sólo es posible hablar, incluso a pesar de que el lenguaje se queda tan sólo a las puertas de ese mundo que sólo se puede sentir. Y eso exactamente, pasa con el arte, la única manifestación que se puede demostrar verbalmente es, aceptar que cada arte llama a la puerta de las demás artes (como veremos más adelante). La realidad es, por tanto, un ir y venir de un sentimiento a otro. Objetividades-subjetivadas, o sentimientos obsubjetivos, o inter-obsubjetivos, ya que se juegan en realidades mezcladas.

Me tumbo en la cama y me pongo a pensar. Mi cuerpo aplasta vigorosamente el colchón hundiéndose en la tranquilidad. El silencio es ahora el sonido más intenso que sobrevuela la habitación. Todo está en perfecto estado; mi cuerpo está saciado de todo deseo que pueda suscitarle el instinto y mi mente está vacía, ningún pensamiento que pueda

Page 21: Imaginando la realidad

21

llevarme a la preocupación o a la intranquilidad, etc. Podría decirse que el silencio refleja con precisión mi estado actual. Mis ojos miran fijamente un punto en el techo pero mi mente ha perforado la pared y está observando el cielo. Veo pasar a mi familia, mi novia, aparecen sonidos, olores, tactos, etc. Son recuerdos. Instantes que a veces recuerdo al oler una rosa, al ver la melena de un león, al escuchar un acorde, o a veces, la mezcla de todos ellos. Pero no dejan de ser recuerdos. Rastros que he dejado de mi vida. Su constitución ya está formada. Pero hoy, en el presente, me estoy constituyendo continuamente. Me encuentro en esa gradación de grises. Palpando el blando colchón, oliendo el incienso de la habitación, escuchando el latir de mi corazón… Sin embargo, es el total de la sumas el estado que intento resaltar. Ese instante que comúnmente llamamos bienestar, pero que, ojalá pudiera llamarlo de otra manera y que me entendierais.

Por eso el lenguaje, aunque se mezcle y se estire todo lo posible, nunca acompañará del todo las visitas de sentimientos a otros sentimientos, de artes a otras artes, y permanecerá, como he dicho, a las puertas de la sensibilidad.

Bien, ahora podemos analizar el verdadero sentir del arte. Si nuestra vida es una mezcla de momentos sintientes que sienten en cada momento, en el arte se escucha, se percibe, se huele, sabe y se ve como la realidad misma. Una pintura no es sólo un conjunto de líneas, puntos y colores. También rescatamos de ella sonidos y voces, gustos y sabores, toques y roces, pasiones, sensaciones, percepciones, recuerdos. En definitiva, sentimientos. Cada pincelada es una sensación: El azul frío del cielo llora en cada sacudida del Dios del trueno. Arremetiendo violentamente con espadas de acero: teñidas de un color caliente, para hacer sonreír a la luna y convertirla en su amante.

La sinestesia es la esencia de las artes: sobrevuelan, surcan, investigan, aterrizan, despegan, comparten, difieren, eclipsan, se oyen en cada momento, se hacen notar, palpar, tocar, chocar. En

Page 22: Imaginando la realidad

la música se proyectan colores, ilusiones, desazones, etc. Podemos oler la “Primavera” con Vivaldi, escuchar el pánico en el “Grito” de Munch, acariciar la libertad viendo “La vida es bella” o sentir la muerte por amor leyendo a Shakespeare.

“El mundo exterior se apretuja por todos lados en el interior o como el interior, y enturbia así la nítida división del sujeto y su dominio de percepción y acción” Las musas J.L Nancy

Cada instante puede verse de infinitas maneras, pero cada uno de ellos es una huella que se desvanece en el siguiente instante, se mantiene o se ahonda en sí misma. Esas interpretaciones formadas por un conjunto infinito de variables forman una torre de babel, insostenible por su altura y provocando caídas espontáneas de sentimientos, las cuales a veces duelen en su choque con la realidad. El ejemplo más evidente de aniquilación por completo de una huella fue el día en que supimos que los reyes magos jamás existieron.

Estas huellas que aspiran a tocar el cielo están entretejidas a unos sentimientos que se palpan unos a otros, se solapan y se fusionan, pero con el tiempo se desquebrajan. Las huellas desaparecen, se mueven, se retuercen, cambian…. Otras, en cambio, se perfeccionan, se acomodan y aumentan, incluso a veces tornan a fanatismo, pero siempre cambia a algo.

El arte es este vestigio, una huella en movimiento, una huella que se va haciendo. Lo dice Nancy: “El vestigio es el resto de un paso. No es su imagen, pues el paso mismo no consiste en otra cosa que en su propio vestigio” El conjunto de componentes ya lo hemos definido: se trata del entrelazado mundo sinestésico que eclosiona en nuestros cinco sentidos. Pues al igual que en los sentimientos, las artes se hacen unas contra otras.

La belleza ha vencido al tiempo

Salgo por la puerta, me remango la chaqueta y comienzo

tranquilamente a andar en dirección a ninguna parte. Parece un

Page 23: Imaginando la realidad

23

día como cualquier otro —diría mi vecino–, pero para mí es un día especial, como lo fue ayer, y como lo han sido todos los días de mi vida. Por el camino mi cuerpo es consciente de todo lo que va sintiendo. Un paso, otro paso, las baldosas brillan por el sol, intento no pisar entre una y otra, una pisada entre ambas romperían la armonía de mi paseo. Mientras, mi mano acaricia la hiedra de la valla que separa la acera de los adosados de la calle, el viento resopla y descoloca mi pelo. Me cruzo con personas, gente con otro mundo dentro de mi mundo. Me giro porque noto el movimiento de algo que se remueve por mi lado izquierdo, y, como había intuido, es mi gata que le gusta pasear, como a mí, por el barrio. Me agacho y la llamo. Minna viene de inmediato a mi llamada y se restriega entre mis piernas para que la acaricie. Siempre deseo que me siga en mi paseo como hacen los perros, pero nunca lo hace y, he de reconocer, aunque lo acepte, que eso, me parte el corazón. Yo sigo por mi camino y ella sigue por el suyo. Dos caminos muy distintos. Dos mundos indefinibles.

Noto como una gran tormenta de pensamientos inciden sobre mi mente como estrellas fugaces. Los veo pasar, a veces los detengo, se transforman en otros distintos. Unos desencadenan a otros, y así at infinitum. Mi mundo se transforma en lo que mi mente quiere. Mi cuerpo avanza como una máquina sin control. Mi presente está atendiendo a mi mundo interno. Soy una burbuja, una pompa de jabón que surca la vida.

¿A qué sabe la vida? la vida no tiene sabor. Tú eres el colorante. Cada uno tiñe su vida como quiere. El valor de la vida no es vivir, sino vivirla. Cada uno nace y vive bajo diferentes dimensiones sociales, culturales… pero no sirve como excusa. No podemos sostener la vida en el espacio y, mucho menos ¡en el tiempo! Si antes hablábamos de una escala de grises, el siguiente paso es dar color a esos tonos tristes. No importa si eres de Senegal, Mauritania, Ruanda o Camerún, quien sabe colorear su

Page 24: Imaginando la realidad

vida no necesita nada más. El tiempo nos aterra, el dolor nos aterra, el mundo nos aterra, ¡basta ya! La vida no es atrapar tiempo de vida. La vida se vive y, aunque algunos tengan más suerte y hayan nacido en una familia asentada, suelen morir sin experimentar un solo momento de paz y felicidad, y aquéllos que me achaquen lo contrario, sólo les diré que están engañados.

El sentimiento bello de la vida es disfrutarla… muy lentamente, consumirla como quien se fuma su último cigarrillo, como quien saborea la última onza de un buen chocolate, haciéndolo derretir en el paladar pero que, como en la vida, el chocolate lo acabas tragando, y tú, acabas muriendo. Cualquiera, bajo cualquier condición en las que esté, puede aprender a vivir, siempre y cuando entienda que el valor de su vida no reside en el tiempo sino en la belleza. Basta con contemplar y ser conscientes de lo que tienes a tu alrededor para sentir la belleza. Sólo quienes hayan experimentado lo que intento definir me entenderán. Trato de explicar ese momento en el que con sólo mirar un árbol, se te ponen los pelos de punta. Pues no estás viendo un árbol que has visto toda tu vida, sino, que ves El Árbol. Una sensación pletórica. Un árbol enredado en un sin fin de sentimientos de todo el que ha pasado por allí y lo ha mirado. Ese árbol almacena, como una huella, los millares de personas que se han apoyado en él, que han leído en él, que han llorado en él o han sonreído en él. Ese árbol no es el mismo que vi ayer, y el que veo ahora, no será el que vea mañana. Ese árbol posee identidad, y todo lo que completa este mundo la tiene también. La belleza es darse cuenta de esas huellas. Es un ver el mundo con circunspección, con cautela, meticulosamente. Apreciando puntillosamente cada instante, cada pisada de tu camino, saboreando por el sendero los manjares que te presta la naturaleza. Aquél que vive como un turista, como un invitado, aquél que contempla, aquél que no se aburre de ver, que se pierde andando, aquél que disfruta, que despliega su vida con todos sus sentidos y hacia todos los lados sin importarle nada,

Page 25: Imaginando la realidad

25

aquél que no juzga ni entra en los juegos vulgares de la sociedad, aquél que ve las cosas y siente las huellas que llevan impregnadas, aquél y sólo aquél, vive feliz. Y da igual si eres pobre, andas sobre ruedas, tienes cáncer o has nacido ciego, pues el camino se surca con la mente.

“Puede costarte el coche, un par de dientes, tu próximo ascenso, puede que haga frío, puede que te hagas daño, puede que pierdas la cabeza, las formas, la legalidad, puede suponer el ridículo, el desprecio o la soledad, pero si vives como tú quieres, hasta las últimas consecuencias, quizá y solo quizá, llegues a ser quien eres” Doble o nada. Jaime Balagueró

Y si la última consecuencia es la muerte, merecerá la pena. Se trata de algo difícil de digerir. Algo poco común. Se trata de desafiar el principio de supervivencia y abrazar el mundo estético. Un salto al vacío sin paracaídas. Una vida deseada y arriesgada. Pero es menester salir del mundo del raciocinio para encontrar esta subjetivación.

¿Nada? ¿Seguís sin verlo? ¡La sociedad os ha anclado al tiempo! Qué paradoja esta: La medicina os alarga la vida y la filosofía… la filosofía os la acorta.

No hay unas instrucciones de la felicidad, ni tampoco de cómo encontrar la belleza de la vida. Cada uno tiene su receta, cada uno es poseedor de su mundo, lo lleva en sí mismo. Pero sí hay una dirección que nos guía en la búsqueda del tesoro perdido. Primero salid de la aglutinada realidad superficial, salid de la asquerosa caverna. Ascended por vuestra montaña mágica ¡Despertad! ¿Acaso veis un mínimo sentido a esta vuestra vida? ¿Acaso hacéis algo por vuestra propia libertad? Luego contemplad… interpretad vuestra realidad. Observad cómo se disparan los sentidos, cómo se ensalza la identidad. Mirad el cielo, pasead, haced el amor, ¡sentidlo!, comeos una manzana ¡sentidla! Vivid como si fuera el último día de vuestra vida, porque os tiene que dar igual que hoy muráis. Sólo tus buenos ojos barnizados con belleza vencerán el tiempo.

Page 26: Imaginando la realidad

En busca del estado natural

Aprisionado en un espacio incalculable. Mi mirada se disuelve

cuando intenta dar captura a algo. El cielo me encierra y el suelo me agarra. Huyo y permanezco. Soy un pez en el agua. No estoy hecho para habitar aquí. ¿Cómo he llegado a parar a este lugar?, ¿dónde está el dueño? Necesito ayuda. Aborrezco este sitio. Los que habitan en este lugar no se cansan de repetir y hacer una y otra vez el mismo cometido. ¿Por qué he nacido aquí? no acabo de adaptarme. El pueblo se mueve como una gran máquina, no cuestionan nada, sólo obedecen. Están encadenados a esta forma de vivir inhumana. Estoy harto de este lugar, cuando intento realizar una actividad propia de mi naturaleza, alguna actividad para entretenerme, la ley me lo prohíbe, ¿Qué clase de ley ampara esta tierra?, ¿qué cruel parásito ha podido establecer tales normas? Gente por doquier que acepta estos rigurosos contratos y otros tantos que se quejan, pero todos sabemos que lo que quieren es conseguir el poder y procurar nuevas leyes, nuevas y sucias leyes para hacer surgir, otra vez, personas pobres que quieran cambiar la situación.

Un juego infinito de ignorancia, ¡qué divertido! Y, ¿qué pinto yo aquí? he oído que una persona ya vino a este mundo por equivocación, fue nuestro viejo amigo Rousseau. Estoy segurísimo que él también veía una fácil solución a este panorama. Él en sus circunstancias y yo en las mías, ¿por qué no vivir? En muchas otras reflexiones hago uso de este verbo tan oído y siempre mal utilizado. Vivir es vivir, y aunque suene tautológico, es así. La humanidad no vive, la humanidad cree vivir. Vivir es estar en un estado natural. El hombre es bueno desde que nace y bueno aunque crezca. El hombre es bueno desde tiempos de Siracusa y bueno en tiempos de Hitler, pero se hayan enterrados bajo la piel de un animal. La violencia, que ha manchado de rojo carmesí este lugar que hoy me aprisiona,

Page 27: Imaginando la realidad

27

brota desde nuestro feo pero compartido interior. Nuestro gen animal ha expugnado nuestro estado natural de vida. Ha ganado todas las batallas de todo hombre que ha pisado esta tierra, exceptuando una minoría que se puede contar con los dedos de una mano. Un virus que ha arrasado generaciones y generaciones y que hoy, aun camina entre nosotros. ¿Por qué queremos más y más?, ¿por qué nunca tenemos suficiente? La solución es tan sencilla como valorar lo que cada uno tiene y vivir pacíficamente. Me resulta repetitivo esto, y me imagino que como yo, ya lo habéis oído muchas veces, pero, ¿alguna vez habéis comprendido lo que realmente significa?, ¿lo que significa vivir? Debéis estar continuamente conscientes, despiertos. Estar lúcidos en cada acción o en cada estado en que os encontréis. No debe existir la violencia si cada uno cuida de sí mismo y acalla la voz que resuena en su interior. La ley no puede hacerlo por vosotros. Si dejáis este deber tan necesario en manos de la política nunca dominareis la bestia que lleváis dentro, nunca dominaréis vuestro estado emocional. Seréis animales. Doy por supuesto la existencia de una educación continúa desde que una persona viene a este mundo hasta que se marcha. Son los ingredientes para una vida justa. La política no debe existir en esta forma de vida o, por lo menos, no tan desmedida como la que hoy vivimos. Todos hemos visto con nuestros propios ojos que las mismas personas que establecen y hacen leyes se corrompen tanto o más como cualquier otro. ¿Por qué? El virus no es inmune a nadie y afecta más profundamente a las personas que tienen en sus manos el poder. El poder corrompe, es cierto, corrompe por no intentar mirar de frente lo que somos. Coged un espejo y miraos a ver qué veis. Muy pocos habrán mantenido con vida a ese ángel tan gracioso que aparece sobre el hombro de todo humano. Os habéis convertido en demonios, ¿no os veis?

La vida sería muy fácil si dejarais de dar tumbos equivocados en caminos erróneos. Y, ¿por qué se dice con frecuencia que el

Page 28: Imaginando la realidad

hombre busca la felicidad? Si eso es cierto… os confieso que aun os queda mucho para conquistarla. La mitad de todos vosotros vais en dirección contraria. Nadie os tiene que decir dónde encontrarla, pero sí os doy un consejo: libraos de la bestia que lleváis dentro. Al ser consciente de todo en cada momento sabréis qué es lo que está bien y qué mal. Vale, es cierto, conforme avanzo en mi discurso no paro de toparme con dificultades pero que, intentaré dar mi mejor pensamiento sobre ellas. ¿Qué es eso del bien y eso del mal?, ¿existen acaso? Sé que se ha hablado mucho sobre ello, pero, para mí es tal y como lo definió Freud: el bien es mi lado consciente y el mal surge del inconsciente. Con el “yo” consciente en todo momento veremos el horizonte cada vez más y más alejado, la realidad más nítida. Un espacio más amplio donde poder dejar volar el Imaginio y atrapar el más allá. Nuestro planeta no es tan distinto a ese imaginado paraíso, pues vivimos en él, pero nosotros mismos lo corrompemos. Tenemos los recursos necesarios para vivir todos, pero, ¿por qué están tan mal distribuidos? Pues más de lo mismo, son los animales quienes reinan esta selva. No sé en qué momento la evolución nos dotó de razón, pero, ¡maldigo aquel día!

Es cierto que el “ello” amenazará continuamente nuestro estado de paz natural, pero es que si sólo funcionáramos haciendo el bien no existiría el libre albedrio. Es necesario poseer a la bestia para conocer la libertad. Cuanto más te cuesta alcanzar una meta, más la disfrutas y más la saboreas. Nuestra felicidad se alzará gloriosa cuantas más batallas ganemos al “ello”. Nada proporcionado por el inconsciente se hará llamar felicidad, sino que lo haremos llamar placer. Será placer porque saciará la sed de nuestra eterna voluntad de vivir. Por tanto, el placer nunca será felicidad, sin embargo, la felicidad sí traerá placer. Pues al sentir felicidad satisfaremos nuestra sed, no la del inconsciente, sino la plenamente consciente. Ya lo vemos en los enfermos y que están, sin embargo, respirando una profunda

Page 29: Imaginando la realidad

29

felicidad. Y, a todo esto, ¿Qué es la felicidad? Algún día quizás me atreva a postularlo. Hoy, de momento, diré que es el estado más cercano a la verdadera libertad. Libre de toda voluntad de vivir. La felicidad es el aceite que necesita el engranaje para hacer girar las ruedas de nuestra vida. Pero las ruedas solo empezarán a moverse en un estado natural consciente. La felicidad no es, como muchos la etiquetan, el fin último que todo hombre aspira a tener. La felicidad es el movimiento de las ruedas y, en la actualidad, se encuentran oxidadas.

Con la felicidad nuestra vida girará gloriosamente. Es más bien, el resultado del ejercicio por vivir de forma tranquila, satisfecha, hecha. Quien busque la felicidad nunca la encontrará, es algo de lo que ya se ha hablado mucho, aquello que se busca, nunca se encuentra. La felicidad debes encontrártela. No como una moneda de cinco céntimos tirada en el suelo, sino la felicidad te recibirá cuando sea justo encontrarla. Tu labor de momento es vivir, y si lo haces como realmente intento decir, te darás cuenta de que la llevas cogida de tu mano. Quizá te quedes mirándola y desaparezca. La felicidad es muy tímida. Te acompañará cuando sepas (mirándola de reojo) que está a tu lado, no cuando la intentas coger y arropar. Aparecerá, entonces, cuando hagas lo que debes hacer: vivir.

Surrealismo

Narro desde aquel sentido más efímero que transporta mi

vida a otro mundo. Un soplo de aire que recorre suavemente la piel de mi mundo tiñéndola con una gruesa y consistente capa de imaginación, pero siempre por un instante. Al rato desaparece y vuelvo a la vida de siempre. Sin embargo, me ha bastado ese mínimo momento para replantear y deliberar el sentido real de mi vida, el camino que deseo seguir. Walter Benjamin quizá lo definió como una “iluminación profana”, un estado de embriaguez.

Page 30: Imaginando la realidad

Antes iba por un camino que, sinceramente, no sé muy bien donde iba. Tampoco veía nada a lo lejos porque me tapaba gran cantidad de gente que caminaba conmigo e impedía que viera más allá de mi propia nariz. Ahora sé que ese camino iba inexorablemente condenado a la muerte. Pero, centrémonos en lo que realmente me ha traído a este papel. El motivo no es otro que ese instante que me hizo transformar todo lo que yo creía ser, por lo que voy a intentar explicar de la mejor forma posible, mi renacer.

Las noches de invierno suelen transmitir tristeza, en su oscuridad se ven las sombras del miedo y el silencio se mezcla con el terror. El desasosiego sucumbe al amanecer, pero, ¿qué pensamientos quiebran la sensibilidad humana mientras nos resguardamos de la noche? Aquello que está en la mente es el mal y del mal surge el miedo. De esta forma, respetamos la oscuridad que trae las noches hasta el final de nuestros días.

Pero no nos quedemos con el detalle del mal, quiero saber cuál es el motivo por el que surge inconscientemente ese terror que nos hace imaginar un ente que nos arrebata la libertad. Es decir, ¿Por qué la mente nos recrea males? ¿Si no existiera el mal, tendríamos pensamientos cómo tales? Es una pregunta interesante, pero no quiero perderme por el camino todavía. El causante que nos implanta en la mente ese innegable mal es la imaginación. Y, observamos, cómo es posible imaginar sin pensar, pues de forma racional sabemos que en los bosques no hay criaturas endemoniadas ni tampoco monstruos en el armario, pero, a pesar de ello, el miedo aparece una y otra vez. La imaginación imagina una y otra vez, aun a pesar de que la razón, herramienta de la verdad, nos testifique lo contrario.

La imaginación se ha colado en las más fuertes barreras de la razón, manipulando todo principio, retorciéndolo y tergiversándolo. Aparece en todos nosotros. Surge sin previo aviso. No podemos controlarla, se crea a sí misma e incluso es ella quien nos controla. La imaginación ha venido de otro planeta

Page 31: Imaginando la realidad

31

y se ha asentado como un elemento más en nuestra vida, pero ¿por qué sólo ciertas personas la tienen en cuenta, a saber, los artistas? ¿Por qué la gente vive únicamente de la razón? Vivir así es, desde mi punto de vista, vivir en un mundo limitado, un mundo con fronteras, un mundo cuadrado, tal y como pensaban la vanguardia surrealista en ese periodo donde la gente y sobre todo la clase burguesa no sólo vivía con la razón sino que perdieron el sentido mismo de ella.

La imaginación, al imaginar, no deposita en nosotros meros juicios informativos, tales como el miedo o el placer, sino que este placer o este miedo que nubla mi buen juicio de la razón lo siento como el mismo sentir de la vida misma. Tan parecido como nos contaba Jean-Luc Nancy en la forma de sentir con el tacto. La imaginación me hace tener sentimientos y éstos, me hacen rozar la realidad, palpar la auténtica realidad.

No es fácil describir lo que la imaginación me ha hecho estar aquí hoy, y por tanto, reflejar en estas hojas el sentimiento que me invade ahora mismo. Mas melancólicamente escribo lo que puedo, sabiendo que es tan difícil de realizarlo como imposible, pues, cada uno es uno, y cada cual tiene una vida, un sentir, un sentimiento, una sensación, un placer, un dolor, una motivación… Pero, por otro lado, me siento alegre, pues quizá no experimentéis lo que realmente yo deseo, pero sí voy a lograr que sintáis algo distinto de lo que sentíais antes de empezar a leer, y, por suerte, un sentimiento diferente. Tan diferente como el mío. Un sentimiento que te transporte a ese otro mundo. Un mundo de ensueño.

Sonreír no lo produce nada fisiológico, lo produce ese momento que estoy describiendo. Tampoco es necesario sonreír siempre acompañado, como habitualmente estamos acostumbrados. Puedes sonreír tú solo, sonreírle al mundo, tu mundo. Nadie te lo impide. Porque lo importante de esta vida que propongo es vivirla. Es hacer que tu alma viva en amor, vivir los sentidos y sentimientos que te ofrece: aprender, gozar,

Page 32: Imaginando la realidad

empatizar, apreciar… tanto lo bueno como lo malo hay que saborearlo: reír, llorar, alegrarse, temer, inquietarse, perderse. Porque la vida es verbo, y verbo significa tiempo. Nuestra vida es, por tanto, sentimientos, no racionalismo. Eso defiende André Breton, principal portavoz de lo que empezó llamándose supranaturalismo y que termino como “surrealismo”, es decir, más allá de la naturaleza. Porque más allá de la naturaleza están los sueños, está la imaginación que inventa el mundo, y está la verdadera forma en que debemos vivir para ser libres.

Ahora, os voy a ofrecer otra manera de ver el planteamiento, tal y como Walter Benjamin menciona también en sus escritos sobre el surrealismo.

Ese momento preciso que rompe la estructura habitual de la vida al que hemos llamado estado de embriaguez, se puede ver inapelablemente en el amor. Cualquier persona sin necesidad de encarrilar su vida por el sendero que yo propongo, puede ser consciente de la belleza del mundo estando enamorado. Una iluminación mística que abstrae nuestra alma para acercarla lo máximo posible a la de tu pareja. Dejando toda materialidad corpórea en un mundo de bárbaros mientras ascendemos y nos fusionamos con el mundo aquí descrito. Pero aclaremos algo importante, tu alma rozará el alma deseada pero jamás te unirás en uno, pues por eso existe ese deseo que siempre está potencialmente floreciendo. Pues si pudiéramos unirnos en uno, Freud no podría hablarnos del “yo”, ni del “superyó”. Se mantiene, por tanto, una tensión continua en nuestro inconsciente. Por un lado, la inagotable fuerza del “ello” por atrapar su deseo, y por otro, el persistente empeño del “yo” para que no pueda ser apresado.

Un pulso de titanes que se juega entre un mundo surrealista y un mundo racional. Por eso nadie puede explicar el amor, porque se juega en otro mundo, el cual, sólo sientes rozándolo. Y las personas locas por amor son aquellas que se pierden en el intento de penetrar en ese mundo. Ese es el mundo pleno del

Page 33: Imaginando la realidad

33

surrealismo, y, desde la visión que yo tengo de él, nadie es capaz de acceder a él por completo. Si consiguiéramos penetrar en él, se rompería esa tensión. Sería como darle al bebé todo lo que exige.

No os alarméis todavía. Existe una forma para calmar esas mentes con gran afán de descubrimiento: el sueño. La ventana por la que nos asomamos todas las noches para evitar el mal que hay afuera, y, de este modo, tranquilizar a la mente. Soñar, volar, imaginar.

El surrealismo exige acercarse lo máximo posible a su esfera que nace en lo más profundo de nosotros. Vivir como si se tratara de un sueño epicúreo. Y de esta forma define André Breton el surrealismo: “automatismo psíquico puro mediante el que se propone expresar, sea verbalmente, sea por escrito, sea de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”, y esta última frase de Breton, puede entenderse mejor si volcamos el tema al inconsciente freudiano. Es decir, el surrealismo es ese mundo que habita en nuestro inconsciente, ajeno a toda preocupación que exige la razón (el “yo” y el “superyó”).

La pequeña crítica que podría hacer de Benjamin en su texto “Surrealismo, La última instantánea de la inteligencia europea” es, que se aleja, aunque sutilmente, del verdadero mundo que marca el surrealismo. Dedicándose a blasfemar contra la burguesía que vivía en Francia en la época en que surgió esta vanguardia. Pero, evidentemente que esta tendencia subjetiva puede descarrilar y transformarse en un comunismo (como realmente pasó) pues basta con hacerse la siguiente pregunta: ¿Acaso la emancipación del espíritu no exige previamente la liberación social del hombre? los componentes más importantes del surrealismo (André Breton, Louis Aragon, Philippe Soupault, Robert Desnos, Paul Éluard, etc) lo afirmaron, y por ese motivo hago, también, una (pequeña) crítica a los propios precursores

Page 34: Imaginando la realidad

de esta tendencia. En mi opinión, no se puede mezclar el mundo surrealista con el mundo político. Pues la política está contenida en el mundo racional. Evidentemente yo formo parte de este inmanente mundo a priori, y evidentemente sé juzgar y distinguir lo justo y lo injusto, pero, no podemos crear un mundo subjetivo de magia por el que caminamos con los pelos de punta, y de pronto, encontrarte con un pilar racional político. Pues en mis sueños jamás he encontrado una balanza o un mallete.

André Breton vuelca este mundo que ha creado y lo usa como arma de la revolución, o como él dice: “hacer una política poética”. Y ahora se pregunta acertadamente Benjamin: “¿cuál es el requisito de la revolución?, ¿lo será el cambio de la mentalidad o el exterior de la situación?” Y con esta pregunta, dejo abierta a cada uno la resolución del problema. Ees decir ¿cambiar la mentalidad y conquistar cada uno su mundo de amor esotérico, o cambiar el mundo mismo en el que vivimos y transformarlo en la idea de nuestro sueño?

Page 35: Imaginando la realidad

II DISTINTOS MOMENTOS DEL ALMA

Un día apagado

¿Cuál es el verdadero sentido de nuestra vida, de la vida de

cada individuo? El sentido de cada persona que se lo pregunta a sí mismo. Y, ¿el sentido de la naturaleza?, ¿y el sentido de la historia, del hombre, del mundo y de la realidad? ¿Qué cosas viven y debemos expresarlas comúnmente y cuáles viven aisladas? ¿Aisladas de qué, de la vida? Yo diría que lo único que vive para sí mismo es la naturaleza, y la realidad, el mundo y el hombre forma parte de ella. Entonces, si yo soy naturaleza, ¿es naturaleza fuente de dolor? ¿Por qué, si ya has conseguido mi soberanía, me castigas con todo tu poder?, ¿qué soy para ti, acaso tu mascota? ¿Por qué me atas a tu ritmo de vida si moriré a mitad de camino? ¿Hago bien en preguntarte si es un sacrificio pender de toda tu voluntad, o es acaso un milagro?

El mundo me aplasta en cada suspiro, y con cada suspiro alimento la atmósfera de pensamientos, pensamientos acerca del mundo. ¿Qué soy yo, y por qué lo soy todo? ¿Vivirás el tiempo que dure mi vida con el afán de esclavizarme? mi vida es mía, —¡atrápame si puedes!—Pero ten cuidado, no vayas a perseguirme hasta mi final y caigas tú también en uno de los Caprichos de Goya. ¿Y a ellos?, ¿por qué los mantienes engañados? ¡Reconocedlo de una vez! No sois más que polvo en

Page 36: Imaginando la realidad

una vida cuyo protagonista no es nadie. La omnipotencia se quiere inquebrantablemente así misma. Somos juguetes. Unos juguetes que a veces se creen felices. ¿Por qué seguís buscando la felicidad, acaso no os habéis dado cuenta de una de las leyes principales de esta vida? todo aquello que se busca nunca se encuentra. La felicidad es el camino mismo de una vida en ti mismo. Tu presente es el guión de tu vida, y debes direccionarla donde tu espíritu te permita. La naturaleza es tu enemiga, la experiencia es tu enemiga. ¿Por qué duele tanto la vida? porque la naturaleza te ha preñado de ella misma. Tú eres naturaleza, posees su germen, su semen. Utilicemos su propia arma contra ella misma. ¡Liberémonos! Haz libre tu conciencia. Gánale la partida a tu inconsciente y podrás saborear el buen sabor del placer y, de nuevo, del dolor. Dolor. Dolor. ¿Cuál es el sentido de mi vida? el dolor. ¿A quién intento engañar? El único consuelo que me queda es pensar que estoy palpando el límite de la tranquilidad. Oigo el silencio detrás de la pared, lo único que me queda es encontrar la puerta a mi libertad.

Es agotador vivir buscando una puerta que no existe. Estamos encerrados en este mundo. Nuestro error innato tira de nosotros hacia su fuente natural de voluntad, pero, desgraciadamente, no es una apertura hacia algo físico. Nuestro error nos abandona con nuestra muerte. Nuestra voluntad se une con la madre naturaleza.

La vida es grato compleja, pero no queda más remedio que afrontarla. Quien lo afronte pierde el miedo y, aunque no encuentre puerta, su vida será la estela que deja a lo largo de una búsqueda de algo que será, no en vano, la excusa de buscarse a sí mismo. ¡Dejad, pobres inútiles, de seguir al rebaño! ¡Vivid como sois, vivid como queréis ser, vivid como os gustaría ser, vivid, por favor, vivid! El gran problema de la humanidad sois vosotros, sois la carroña de la naturaleza. ¡Ay! Si tuvierais mis ojos, pobres títeres de la ingenuidad. ¡Qué progreso más pésimo ha logrado este mundo en tan poco tiempo! Ignorantes por

Page 37: Imaginando la realidad

37

doquier. Vuestro peor castigo sería ver el mal que habéis hecho a esta vida que me ha tocado vivir. Pobres víctimas de la naturaleza, me recordáis a los cerdos, personas instintivas que ensucian y les gusta vivir en la suciedad. “No pocos quisieron expulsar a su demonio fueron a parar ellos mismos dentro de los cerdos” Así lo dijo Zaratustra y así lo digo yo. No predico desde arriba, lo hago desde abajo. Luchando contra la naturaleza y, por supuesto, también contra vosotros. Refugiándome en mí mismo, pues el resto está corroído, corrupto y asqueroso. Aun me pregunto cómo he dejado entrar la televisión a mi santuario, mi hogar. Supongo que demuestro que soy de carne, hueso e instinto como vosotros, pero yo lucho. Lucho por no ser eso en lo que os habéis convertido. Patéticos.

Hoy mi vida está aquí. No puedo seguir pensando en la antigua Grecia ni en la Alemania moderna. Cada filósofo que admiro se quedó en su época. No puedo seguir intentando escribir como ellos. Hoy mi vida es este presente, y, por desgracia, con vosotros. De hoy en adelante seréis protagonistas de mi filosofía, será lo único digno que os pasará en vuestras vidas. No me lo agradezcáis, ya os lo agradezco yo, pues sin vosotros en mente no habría podido escribir esto. Hoy empieza una nueva época, un cambio de pensamiento. Empieza mi pensamiento, y no soy arrogante ni mucho menos, pues no escribo para vosotros, escribo para mí.

Precisamente antes os he propuesto utilizar las armas con las que nos han preñado para luchar contra la naturaleza misma. Pues bien, realizaré con gusto mi propia petición. Soy portavoz del mundo. No soy Schopenhauer, soy el germen de la naturaleza luchando contra ella misma. Soy el héroe de mi vida. Mi pensamiento es mi huida y mi huida es mi camino, el camino de mi huida feliz. Y soy feliz porque soy yo. No me etiquetéis como nadie, sino como yo soy. Tomad de mí lo que mejor os venga a cada uno. Yo tomo muchas cosas de mucha gente, pero no imito nunca a nadie. Imitar es vivir en una vida sin sentido.

Page 38: Imaginando la realidad

Recorrerías un camino que no es el tuyo y cuando quieras darte cuenta, verías que has perdido lo más valioso de la vida: el poco tiempo que nos deja la naturaleza. Yo picoteo lo más útil de aquello que mejor me parece. Esto de aquí, esto de allá. Es sabio y lógico realizar tal tarea. No sólo almacenar cosas útiles, sino también aprender de los demás. Nuestra alma no deja de formarse, cuanto más bien le suministres, más abierto tendrás el horizonte para buscarte, paradójicamente, a ti mismo.

Es un camino que consiste en encontrar lo más valioso de ti, y, gracias a nuestra naturaleza, este camino es infinito. Un recorrido a imagen y semejanza de la naturaleza. Pero no nos debe agobiar que nuestro camino se presente como infinito y nuestra vida se apague a la mitad. El tiempo es la virtud de la naturaleza, y como tal, es lo más preciado de esta vida. La muerte es el final de tu camino. Pero, ¿por qué llorar? ¡Agotemos hasta el último segundo que nos han regalado! Cada paso en tu camino es una hazaña, es progreso. Cuanto más avanzas más orgulloso estarás de ti mismo. Es un camino de autoafirmación. Tu realización como deseas vivir. Sólo cuando echas un vistazo atrás puedes ver a los cerdos. El tiempo te persigue. El tiempo se acaba traduciendo por dolor. ¡Afróntalo! Consúmelo realizándote, de tal manera que nunca te arrepientas de lo acaecido. Lo hecho, hecho está. Nunca desees cambiar algo de tu vida. Ama la vida de tal manera que quieras que se repita todo igual que ha sido. El dolor se produce cuando intentas transportar los segundos de tu vida a aquello que más valoras. Aquello que, inexorablemente, va condicionado por tu creadora y tu destructora. Vive viviendo. Vive sin dejar que tu naturaleza te incomode por cada acto que realices. Vive queriendo que tu vida se repita una y otra vez. Vive sin preocupaciones. Vive y jamás te arrepientas. La muerte llegará, si te entretienes es cuando lloras. Cuando lo recorres libre de ataduras, afirmando la vida, la muerte será tan sólo el colchón en donde descanses. Porque el camino no llega a ningún lado, su recorrido es lo bello.

Page 39: Imaginando la realidad

39

La felicidad es el viaje. Tu muerte es el final y, por tanto, habrás llegado a tu destino, habrás llegado hasta el final de tu viaje.

Nadie empieza un viaje si no es para llegar a un destino. Disfruta del trayecto afirmando cada paso, dejando la marca de tu huella. Echa un vistazo a tu huella y obsérvala con vehemencia. Da igual el sentimiento que te reporte cada una de ellas, debes decir sí a la vida para llegar lo más lejos posible de tu camino. Cuanto más avanzas más amas la vida. Derrotas al miedo y aguantas el dolor.

Un día encendido

Soy como una persona cualquiera ¿no?, a veces mi pluma

escribe amor, otras veces incertidumbre, otras veces lágrimas e incluso he escrito párrafos con sangre. En el punto anterior de este capítulo mi pluma se abrió camino por la tristeza de un día poco soleado, una noche poco estrellada, o más bien nada estrellada, un día en el que todos os fuisteis y me dejasteis solo con el peso del mundo. ¿No os ha pasado a vosotros? Bien, hoy es un día relajado, relajémonos todos ¿Qué es lo que nos depara hoy?...

He untado mi pluma en una gran jarra de cerveza, ¿por qué no le dedicamos unas palabras a una de mis cervezas preferidas? Voll-Damm, para ti va.

Revirtamos ese largo proceso de elaboración de la beer, y hagamos otro largo proceso de degustación. Una serie de preguntas guiarán nuestra narración, ¡Que empiece la filosofía Voll-Damm!

Por cierto, no os voy a mentir, puede que ahora esté acompañado de una de las mejores cervezas, pero mi mente ha resucitado el vivo recuerdo de unos de mis mejores amigos y, por supuesto, también de mi hermano. Estas palabras también van para vosotros.

Page 40: Imaginando la realidad

¿Doble o nada?

Páusate por un instante, deja que los demás te adelanten, tu

vida se ha tornado a una competición. ¿De verdad quieres

avanzar por el fluir de la manada?, ¿Qué piensas que hay al final

de la carrera?, ¿Acaso tu sano juicio te permite ver un final?

Donde la vida se nos muestra como infinito y tus iguales corren

despavoridos buscando castillos en el aire, agárrate a tu

voluntad, destroza los preceptos, crea tus valores y vive como

nunca has pensado vivir. Incorpora tu individualidad a tu mirada,

eres algo más, necesitas algo más, tus pisadas te han traído hoy

aquí, y ahora, más que nunca: doble o nada, ¡hazlo sin

arrepentimientos! Atrapa tu libertad por ese viaje sin final,

porque lo bueno de vivir no es avanzar, sino la perpetua creación

de la voluntad de poder que ansía en tu interior, con el riesgo

que supone perderlo todo pero, también, con la absoluta

ambición de realizarte y vivir siendo lo que realmente has

querido ser. ¡Arriésgate! o perderás todo sin intentarlo… Doble o

nada.

¿Lugar?

No puedo deciros con exactitud dónde disfrutaría más de una

auténtica cerveza como ésta a la que hoy nos estamos refiriendo, porque la cerveza lo único que me va a proporcionar va a ser la guinda de un día auténtico. Puedo tomarla recién ascendido una montaña, donde no sienta los dedos por el frío que hace. Puedo tomármela en la arena de la playa contemplando el infinito. Puedo incluso degustarla un día en que lo único que salga de mí sean lágrimas de dolor. Porque lo que importa no es el dónde, sino el por qué. Yo no recorro todos los

Page 41: Imaginando la realidad

41

Alpes para llegar y tomar una cerveza, una estúpida cerveza. Yo me bebo esa cerveza porque estoy saboreando el sudor y esfuerzo de recorrer toda esa proeza. Al igual que cuando voy al bar y me las tomo con mis colegas; esa espuma que se queda sobre mi labio superior es el auténtico sabor de una tarde con los míos. Cada cerveza sabe diferente y su sabor, por tanto, podríamos traducirlo al sentimiento que nos sumerge en ese instante. Voll-Damm, ¿una cerveza o un sentimiento?

¿Canción?

La música nos adentra directamente a lo más profundo de

nosotros y allí, en ese lugar donde viven nuestros más íntimos secretos y nuestros más escondidos deseos, se mezcla y reacciona con las melodías del exterior. Su unión refleja lo que somos: la viva imagen de nuestra niñez transportada mediante arpegios y armonías a la máxima libertad. Un idilio que te abre nuevas posibilidades, nuevos caminos. Los acordes diezman tus necesidades y tus deseos se calman. Tu cuerpo transciende en una burbuja recorriendo todas las claves musicales proyectando tu alma al sendero más sublime: el de la felicidad. Sin duda esto es lo que siento escuchando a Vivaldi en Las cuatro estaciones. No 2 In G Minor Rv 315 Summer I Allegro Non Molto por Itzhak Perlman.

En cada barra

Siempre tú, vividora y alegre como siempre, Tan elegante, asombrosa… Extraordinaria.

una sensación de euforia que atraviesa mis entrañas. consigues darme fuerzas en todo momento,

luego te acabas y me dejas solo...

De ninguna forma podría agradecerte,

Page 42: Imaginando la realidad

todo cuanto has hecho por mí, queda presente. Con cada trago mi cuerpo vuela,

Con cada jarra mis temores se esfuman, contigo para las buenas y contigo para las malas,

te bebo por egoísmo pero también porque te quiero. Te lleno de nuevo para perder la cabeza,

te bebo de nuevo para recuperarla.

Despertaste en mí sinceridad, una ilusión. me has apoyado en todo, nunca me has fallado.

Dulce en alegrías, doble malta para las malas, Pero en todo momento te noto a mi lado.

Desprendes un dulce aroma cuando me besas

Por no mencionar el sabor a miel que me dejas. Surcas agua, tierra y aire para estar a mi lado,

te busco en todas las barras te bebo, te engullo, te lleno,

y repito. Si supieras cuanto te amo

nunca me dejarías con el vaso acabado.

Y es que cada vez que te agarro Tú me transportas a otro lado.

Necesito cada vez más de ti,

pierdo los papeles cuando estás en otro vaso.

Sé que solo me quieres a mí ¿Por qué te divides y me dejas solo?

Te recupero por el día,

desconozco lo que haces por las noches.

Page 43: Imaginando la realidad

43

Me mientes y me engañas

y aun así te perdono y te adoro.

Mi amor es una locura, Tu sabor me vuelve loco.

¡Oh! amor de mis sueños,

¿es esto lo que llaman trastorno?

Yo lo llamo Delirium tremens.

Page 44: Imaginando la realidad

III LA LIBERTAD SE LLAMA VIDA

El origen del presente

No se puede saber con certeza cuándo vino por última vez al

mundo una persona humana, ya que tampoco se puede saber en qué momento el mundo dejo de ser “mundo”.

Desde que nacemos nuestra vida recorre un camino guiado a merced de unas costumbres y tradiciones que poco a poco han adoptado formas de obligaciones e imposiciones. Nacemos siendo teledirigidos y crecemos bajo la forma de un molde sin ninguna libertad de alcanzar nuestro propio camino. La historia ha forjado nuestro destino despojándonos de una sabiduría que nunca conoceremos y anclándonos por completo en un conocimiento que se ata y se justifica en lo que hemos llamado <<principios>>. Nos creemos dueños de la realidad, nos creemos ganadores e ilusos soñadores de vencer lo natural, y aunque la naturaleza nos sacuda una y otra vez con el fin de demostrar que seguimos siendo meros turistas en una tierra ya conquistada por la libertad, seguimos empeñados en controlar, masificar y explotar todo lo habido y por haber. El resultado de esta desdicha humana nos lo ofrece Foucault distinguiendo las relaciones de poder, el biopoder, etc. Pero lo que yo quiero dilucidar aquí es el origen de este sendero que nos conduce directamente a una manipulación de personas desde que nacemos hasta que morimos. Quiero imaginar que lo que

Page 45: Imaginando la realidad

45

estamos viviendo: nuestro presente, nuestras vivencias, es decir, el “Dasein” que introdujo Heidegger, nuestro “estar ahí” podía ser fácilmente otro. ¿Por qué creemos que lo natural de una persona es formar una polis y avanzar tecnológicamente? ¿Por qué creemos que es indispensable llevar todos un teléfono móvil en el bolsillo?, ¿por qué creemos que las guerras son inevitables? Para concretar todo lo que me viene a la cabeza resumiré preguntando: ¿por qué asumimos cosas que podían haber sido de otra forma (y no saber siquiera de su existencia), pero que, sin embargo, las acogemos y las empleamos como forma esencial de una vida humana?

¿Qué mierda nos han metido en la cabeza, y disculpen la expresión, para llegar a pensar que si tienes sobrepeso no puedes ser feliz, si eres un enano no puedes ser feliz, si eres negro no llegas a ser siquiera una persona, etc, etc? a esto lo llama Foucault “la microfísica del poder”, pequeños matices que dibujan nuestra sociedad. Una sociedad que no sabe el por qué de su existencia, pero la naturaleza, en cambio, sí lo sabe, todo ser humano está aquí para vivir: “carpe diem”, “hakuna matata”.

Olvida lo que te han enseñado, apaga la televisión, desgarra el raciocinio que circula por tus venas, haz del poder una fuente de producción y vive sin moldes que te guíen. Absórbete en tus fantasías, arráncate las orejas como Van Gogh para no oír los murmullos que inevitablemente vas a oír, porque cada vez estoy más convencido de que son los locos los que mejor viven, ya que “ahogar la locura es como intentar tapar y ocultar con un dedo el sol”.

Adiós Gea, Adiós.

Nubes de aire vacío,

precipitan gotas de sangre, hoy el cielo esta amarillo

arde la luz de la tarde.

Page 46: Imaginando la realidad

El tiempo está perturbado:

el viento ruge y avanza deja todo devastado

mas luego el mar descansa.

Con miedo la luna mira el desastre ocasionado

mientras Marte hace cuentas de las oportunidades que nos ha dado.

Nadie queda sorprendido

de lo ocurrido hoy en Gaia, madre naturaleza ha muerto la batalla queda finalizada.

Tristes verdades presentes

nos dejan buenos recuerdos pasados, ahora sólo puedo agradecerte y esperar mi futuro adecuado.

¡Cuánta pena ¡ y ¡cuánto lloro! Hoy todo ya se ha acabado… Mis lágrimas derraman dolor,

tristeza y estos versos mutilados.

El ciclo de la vida

La naturaleza nos sigue como nuestra sombra, posee un

poder descomunal y nunca desaparece. No duerme, se mantiene despierta observándonos vivir, elige al azar donde reposar su colmado poder, es decir en el cambio. La vida avanza, es continua y sigilosa, pero otras veces atropella y desgarra. La naturaleza agita, nunca se pausa, hace cambiar todo lo que le

Page 47: Imaginando la realidad

47

rodea, crea y destruye. Somos seres que pasan fugazmente por sus posibilidades e imposibilidades, su credibilidad y el engaño, acariciamos sus verdades olvidándolas en el letargo. A veces encontramos algo de razón pero perdemos la sensibilidad que nos mueve y nos precipita una y otra vez al error. La razón suele durar menos, preferimos andar sobre acolchado y responsabilizar a Dios de nuestros errores. No es error lo que nos atormenta cada segundo de nuestras vidas, se llama naturaleza, ella nos sigue hasta caer agotados en su lecho de muerte. Todo sucede porque no puedes exigir al cambio que deje de cambiar. Nos constituimos al mismo tiempo en que la vida está ahí.

¿Dónde se apoya la eternidad, dónde acaba el espacio, qué día y de dónde surgió el caosmos? Un brebaje aristotélico entre el caos y el cosmos: Creación y destrucción, perfección e imperfección. Si por lo menos existiera el tiempo cerraríamos muchas preguntas pero, ¿acaso puedes asegurar que el tiempo existe? Plotino quiso por todos los medios ascender de cualquier forma: mística, intelectual, ousiológica a la unidad completa que da origen y nombre a nuestra realidad, simplificándola en lo que él llamó Uno. El Uno es la intención de definir una realidad inteligible compuesta por tres hipóstasis: el uno, el nous y el alma. Muchos siglos nos separan a Plotino y a mí, pero el interés por dar sentido a lo que nos rodea es el mismo. ¿Qué hubiera corregido Plotino de sus escritos si se le entregara la teoría de relatividad junto con la paradoja del gemelo? En fin, no conseguiré nunca una respuesta cuando ni si quiera sé qué preguntar.

Como muchos más de vosotros, me siento atrapado en el ojo de un huracán, dando vueltas y formulando preguntas para cosas que dejan de ser al instante lo que eran, convirtiéndose en interrogantes vacíos, realidades ilusorias, que se concentran en mi interior provocándome miedo por lo desconocido. El pavor reina en la vida terrenal y por eso tuvimos que inventar la celestial, tan solo para calmar nuestro continuo estado de

Page 48: Imaginando la realidad

tensión acerca de toda la perfección que nos rodea. Pero mi camino no es inventar mitos salvadores ni principios que solventen nuestras dudas acerca de la realidad. He decidido cerrar esa ruta que alivia el tenso malestar del ser humano, tenemos que derrumbar esos muros que siempre rodearon nuestras ciudades por miedo a un enemigo que muchas veces era ficticio. Debemos aceptar lo que somos y dejar de aislarnos. Si quieres vivir con miedo toda tu vida prefiero que te cortes las venas, porque esta vida debe ser como nos está diciendo la naturaleza que lo sea. El ciclo de la vida es el corazón que bombea la sangre para que este mundo pueda seguir en pie, o mejor dicho, pueda seguir flotando en el aire. Lo que hay ahí fuera es tan inmenso como inexplicable, pero nosotros nos seguimos obcecando en explicar todo, conceptualizar todo, darle sentido a todo e inventar historias y quimeras para dejar de temer aquello que únicamente es en este conjunto de seres.

¿Qué puedo decir de todas esas nebulosas y constelaciones que se reflejan en el espejo de mi telescopio? ¿Acaso tengo autoridad para decir algo sobre ellas que no sea que lo único que sé es que son? El miedo ha creado esta vida que creemos vivir, una vida cuyo mayor enemigo es la muerte.

Mi camino no lo hace mi razón sino mis piernas, y allá donde me lleven aflorará una hilera de huellas que servirán como testigo de mi odisea en una vida no elegida de ante mano, ni decidida por mí ni por mi carga racional y ni mucho menos por mi deber ni el imperativo categórico, mi estela estará constituida por la libertad de una vida otorgada por lo natural y vivida desde el sentir de una paz perpetua hasta la necesidad de morir. Allá donde no resida resquicio humano iré, tomaré el lugar, y si el paso del tiempo golpea mis frágiles paredes irracionales, entonces inventaré una nueva vida humana en aras de no caer en un profundo tedio.

De mis palabras surcan profundas ramas con un carácter que oscila entre la perpetuidad del tiempo eterno y la ambición de

Page 49: Imaginando la realidad

49

caer estrepitosamente al epicentro de la locura. Nadie es capaz de seguir con una pluma sus pensamientos, siempre acabamos parando para reflexionar y así alcanzar la madurez en los textos. Mi intento desenfrenado por plasmar lo que acaban siendo mis trastornos psicóticos aterrizan en una fuente de delirio que roza la absurdez pero quién sabe si también la maestría. Mi mundo se forja en un tiempo distinto al vuestro, mis transcursos momentáneos aspiran a veces a una megalomanía inspirada por un instante perecedero. Todo está por hacer, del pasado sólo se puede recordar pero del futuro se puede vivir. El presente se evapora como quien pasa de diez a veinte sin pasar por quince. Pero aun así, el reloj marca el ahora, y segundos más tarde, vuelve a marcar el ahora, y horas más tarde vuelve a marcar el ahora. El ahora grita desde todos los rincones donde habita una mísera persona humana. Mi ahora, su ahora, nuestro ahora… pero ¿Cuál es el ahora del tiempo? ¿Por qué representamos el tiempo como una raya sin principio y sin final? ¿Qué es el ahora sino un conjunto de erróneos pensamientos creados por el hombre? hay que borrar de una vez por todas la noción que tenemos del tiempo de nuestros arraigados principios. Pues el tiempo no es ninguna raya infinita dibujada en una pizarra, hemos llamado tiempo a lo que tarda la Tierra en girar sobre sí misma, y lo que tardamos en dar una vuelta al sol. Pero ¿qué hora sería en este ahora si viviéramos en Saturno, las 907 y media? No os dejéis caer en los profundos equívocos que se han ido incorporando en el ser humano desde su nacimiento. El tiempo está a vuestro alcance, sin embargo, el cambio, está en manos de la naturaleza, pero tu vida, tus pensamientos, tus delirios, tu espacio, tu tiempo, a fin de cuentas, tu libertad, está siempre en vosotros.

Cada persona vive de su contexto y no saldrá de él a menos que rompa y huya de toda presión ideológica y cultural que ha depositado su breve historia por su cuerpo. Vivimos en un universo vivo donde su presente es tan latente como nuestro

Page 50: Imaginando la realidad

subconsciente. Nuestro ahora se caracteriza por otorgar un sentido al universo. Los secretos que arrancamos a la naturaleza generación tras generación nos hace jugar con la ciencia e inventar más caprichos para la vida humana. La tecné o técnica con el que el hombre nace y profundiza creciendo se convierte en una revolución que avanza más rápido que la propia apercepción de asumir nuestra carrera por el atontamiento, es decir, siempre descubrimos más rápido de lo que asumimos.

A menudo me llegan críticas por mi forma de pensar y yo respondo: No te conformes con lo que de este texto se puede o deja ver e interprétalo según tu forma de ser, ya que cada uno lee siempre lo que quiere leer, al igual que oye lo que quiere oír, yo os invito a la libre interpretación de estas palabras, pero sin olvidar el sentido último que intento subrayar. Yo no impongo ninguna marcha militar pero quizá sí una revolución, la revolución del Ser-en-el-momento, donde queda recogida la actividad del ahora de todos nosotros. No sobra ninguna forma de ser, todo comportamiento se deja ver a trasluz en esta filosofía, el único deber es la autoconsciencia por el desbordamiento de la fantasía, algo así como la consciencia de un niño. No me dirijo a ninguna referencia en particular ni me dejo quemar en la apuesta por ninguna idea, tengo asumido que las ideas vienen y van, si se dejan tocar es a tientas y desaparecen con la universalidad. Soy nómada en principios y visionario en creencias, soy defensor de todos ustedes en cuanto afirméis, degustéis y disfrutéis lo que sois. Pero aun después de todo, tengo la impresión de no aclarar bien el sentido que me gustaría darle a mi pensamiento, no pretendo parafrasear a ningún Nietzsche ni tampoco a Heidegger, solo pretendo dar sentido a la vida, no en general sino en multiplicidad e individualidad. Pero lo primero que debemos hacer es aceptar algo que cuelga de nosotros como la etiqueta de todo producto, un requisito que nos transporta a esta vida y que hemos olvidado: somos unos artículos de la naturaleza, vivimos bajo sus

Page 51: Imaginando la realidad

51

leyes dejándonos únicamente la posibilidad de adherirnos a ella, es decir, vivir como seres naturales para ser seres humanos. No somos lo uno sin lo otro. Si actuamos sólo en autoridad de lo segundo (seres humanos) sin ninguna sumisión natural, dejaremos un panorama histórico marcado por el poder y la codicia, la guerra y el hambre, la esclavitud y la burguesía… exactamente una descripción de nuestra historia y de nuestro presente. Por esta razón, creo que se me considera ser un hombre no luchador, un hombre apolítico, un hombre que no se defiende, que se conforma, y al contrario, yo lucho e incito a que se haga, pero toda esta serie de cosas pasan antes, como he dicho, por una autoridad que no podemos esquivar, un pilar que debemos asumir, antes de ser humanos somos seres naturales. No he explicado en su totalidad que significa esto, pero para aquellos que me consideran un antiliberal o Dios no quiera saber con qué más cosas me identificáis, he de adelantarme a mis razonamientos y haceros ver que sin antes reconocernos como realmente somos, sin antes reflexionar y filosofar sobre nuestro ahora, no podemos salir a la calle y encerrarnos en arcaicas ideas y acabar librando unas guerras originadas siempre por incompetentes que no pueden ver más allá de su nariz. Si esa guerra se dirige a mí y de ninguna manera puedo seguir en mi tranquila casa, saldré, emigraré y viviré en otro lugar. Buscaría más seres naturales en esa otra zona para que me ayudasen a empezar en ese nuevo lugar mi nueva vida. Sin embargo, aquellos seres humanos que se ven afectados por una guerra (revolución o cualquier otro conflicto) pero pertenecen a esa clase de personas que viven bajo la ilusión de ser los portadores del planeta y la naturaleza, los que creen haber derrocado a su origen y haber conquistado una libertad plena, son, sin ellos ser conscientes, los más castigados por la naturaleza. Estas personas (aquellas que se vean afectadas por alguna índole aquí señaladas), saldrán incrédulos a defender su morada, creyendo que su casa vale más que su propia vida. O que su dignidad vale

Page 52: Imaginando la realidad

más que su propia vida pero que, terminará perdiendo al mismo tiempo su casa, su vida y su propia dignidad por aceptar y luchar en una guerra provocada por unos seres humanos con muy poca naturaleza. Es decir, personas que carecen del sentido de la vida, originando una lucha por personas que se creen libres pero que no lo son. Acabarán luchando en guerras ajenas. La cruel realidad es que están siendo castigados duramente por ella. Aquellos que no la escuchen serán castigados más duramente, endulzando sus actos con un veneno que hará que crean que son libres, un veneno llamado voluntad de vivir.

Antes de salir a luchar, debo saber por qué lucho, contra quién lucho, para qué lucho y, lo más importante, previo a todo lo demás, debo saber quién soy yo. Si no medito sobre todo esto añadiré a la historia una muerte más, una muerte estúpida e inverosímil más. Sólo en un mundo autoconsciente, natural y del presente en el ahora, es decir, en la forma de vivir que yo propongo, dudo que existan guerras, y la razón de ello es porque no habrá en el hombre ninguna sed de poder.

Espero haber despertado el sentido que quiero otorgarle a este libro, pues es únicamente el de conocerse a sí mismo. En ningún momento se puede medir mis palabras en un mundo atroz como en el que estamos. Se trata tan solo de un intento de calmar el apetito humano que ha revuelto durante años y sin éxito este mundo, dejando algunas generaciones sin muestra alguna de naturaleza. Un intento nefasto que nunca dio al humano aquello que buscaba y la razón de ello es que aquello que ansiaba, nunca ha estado en el exterior, sino en el interior de sí mismo. Sólo tenía que buscarlo y transportarlo al exterior, pero sin olvidar que el primer obstáculo se encuentra inexorablemente dentro de uno mismo.

Por tanto, no es de mi incumbencia el juzgar justo o injusto las acciones que se originan en mi país por la crisis en la que nos encontramos. Mi filosofía ya ha cortado de raíz el problema que se encuentra siempre el hombre. Mi camino ha sido más rápido

Page 53: Imaginando la realidad

53

que aquel que va acción por acción, juicio a juicio. El mal de la sociedad se cultiva en los cimientos, por lo que cada uno debe empezar a construirse de nuevo empezando, por supuesto, por una deconstrucción previa que le regalará la viva imagen de su reflejo de lo que se convirtió en vida hasta este momento. Bajo su entramado histórico encontrará la luz natural, la etiqueta que homologa que tanto él como su libertad, pasa antes por la naturaleza. Aquel que tapó esa luz, no hizo sino esconder su corazón, pues él siguió caminando al igual que su corazón siguió latiendo. Su luz caló la seda que transportó la humanización haciendo al hombre más pesado y menos libre, engañándose siempre a sí mismo, pues hasta la persona más poderosa y rica arropada por esas sedas manchadas en su interior de naturaleza pero limpias por su reverso, murió más infeliz que cualquier otro.

El ejercicio de proyectar nuestra luz que nos dio origen al exterior es más difícil que hablar de ella. A lo largo de nuestras vidas la tapamos todos. Unos con sedas más gruesas y otros, con más finas. Se trata de un entramado cultural, histórico, familiar…, que actúa de tapón e impide que manifestemos nuestra naturalidad. Para entender y seguir el hilo de mi argumentación, pondré un ejemplo tonto con el que dejaríamos ver el hilo de esa luz (siempre haciendo uso del Dasein) En esos momentos en los que acumulamos grandes dosis de ira y estamos a punto de explotar. Es decir, nos encontramos, por ejemplo, en una discusión, no una más, sino la que colma el vaso. Nuestra ira llega a convertirse en odio y nuestra cólera comienza a penetrar en nuestros nervios golpeando y destruyendo todo objeto que nos encontramos por nuestro alrededor. Nuestro hilo que nos transportaría al estado natural sería la calma, una calma forzada por la autoconsciencia. Pararnos, embragar nuestro organismo, detener el odio, reflexionar, recapacitar, estirar poco a poco del hilo de luz y corroborar que ese estado que hemos alcanzado es una tontería y no merece tanto cabreo. El camino y el fin de vivir no es ese

Page 54: Imaginando la realidad

cabreo. Se trata, como ya dije, de poner al mal tiempo, buena cara. El hilo se hace más grueso cuando perdonamos y nos encarrila al estado natural cuando olvidamos. Es un momento Dasein, porque es un momento llamado por nuestra autoconsciencia. No es originado por el tiempo, sino por nuestra voluntad, nuestra voluntad de poder.

Lo que hemos llamado tiempo ha convertido nuestra vida en pura actividad fáctica, ya no sabemos reconocer lo que merece o no merece la pena. Cuanto más nos desviamos del estado natural, la naturaleza misma nos castiga con más ímpetu. Ese castigo lo veremos en el siguiente capítulo haciendo un repaso del pensamiento de Schopenhauer, en donde veremos también la solución del problema. Hallaremos en Schopenhauer una vía de escape a ese castigo que nos impone la naturaleza y que todos debemos asumir: El tiempo, el tiempo, el tiempo…, las agujas del reloj acortan y cortan nuestras vidas, nos derretimos en la pintura de Dalí sustentando los recuerdos, la memoria y la voluntad en un abyecto anhelo por persistir en el tiempo, en el tiempo, en el tiempo…, pero el tiempo se convierte en pintura, y la pintura se desquebraja y se disuelve con el tiempo, en el tiempo y por el tiempo… Somos únicamente el olvido de algo que se borra a merced del infinito.

Page 55: Imaginando la realidad

IV EL PENSAMIENTO DE SCHOPENHAUER

El individuo, el instinto, el error

La tierra gira alrededor del individuo, siempre en torno a uno

mismo. Cada vuelta que da el mundo alrededor de nosotros acorta el tiempo de vida del sujeto llevándolo a la muerte. Porque el mundo en el que vivimos sigue girando aunque des-aparezca el eje sobre el que orbitaba. Es una ilusión que tiene el individuo, se cree que él hace girar el mundo. Se cree incluso un dios. Sin embargo, el mundo ha jugado con nosotros. Pues justo antes de morir nos damos cuenta de que ese mundo se sostenía él sólo, y que toda nuestra vida ha sido un engaño. Hemos vivido sirviendo. Nos hemos creído los amos pero sólo éramos esclavos. ¿Qué hacemos entonces en este mundo? ¿Cuál es nuestro fin? El mundo continúa existiendo, y nosotros sólo somos minúsculas ráfagas que pasan por él. Creo que nadie se hace una idea de lo infinitamente grande que es el infinito, y la pequeñísima visita que hacemos nosotros por él.

Schopenhauer se dio cuenta de este engaño en el que estamos inmersos. Vio como el mundo nos preñaba de esa equivocación y cómo el individuo se creía, por tanto, el centro del universo, cargando con todo su peso y transformando a todo sujeto en meras representaciones de su mundo. La fatalidad de la filosofía de Schopenhauer es que, al destapar el velo del

Page 56: Imaginando la realidad

mundo, nos encontramos con un auténtico drama del que no se puede salir. Pues si antes mirábamos de reojo a la muerte, ahora la miramos de cara, descartando cualquier posibilidad que no sea la de vivir lo poco que nos queda de la mejor forma posible. “Reconocemos que lo mejor que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y soportable: si lo alcanzamos, sabemos apreciarlo y nos guardamos mucho de estropearlo con un anhelo incesante de alegrías imaginarias o con angustiadas preocupaciones cara a un futuro siempre incierto que, por mucho que luchemos, no deja de estar en manos del destino”1

La vida real se presenta, por tanto, como un camino pedregoso por el que uno sufre hasta que muere. Porque si el final de tu camino es la muerte, tu vida es, entonces, un estar muriendo. En tu recorrido, cargas con un pesado instinto semejante al que posee el mundo, es decir, con infinitos deseos que jamás te dará tiempo a saciar. Infinitos deseos requieren infinita vida. Por ende, sólo podemos aspirar a sufrimiento y pavor.

Vivimos dejándonos arrastrar por ese río de instintos pero creyendo que pilotamos nosotros la nave. Sin soltar el timón por miedo a chocar e ignorantes porque esa nave se conduce sola. ¿Si nos denominamos nosotros mismos animales, por qué pensamos que somos distintos a ellos? Nuestra vida pende del instinto, nos dice qué desear, qué hacer, qué querer… la felicidad no entra en los planes de esta voluntad, solamente encontramos bienestar al satisfacer un deseo pero que, inmediatamente después, aparece de nuevo la amargura porque un nuevo deseo se le antoja a la voluntad.

Somos máquinas con deseos infinitos en una vida finita que lleva, irrevocablemente al dolor. Mas cuando se calma éste y nos encontramos en un leve sosiego, aparece el más odioso tedio para dar comienzo al sufrimiento otra vez ¿a qué aspira el hombre sino a formar parte de la misma naturaleza? ¿Y por qué nos tortura aportándonos la razón? Pues imaginad que a un gato

Page 57: Imaginando la realidad

57

lo dotáramos de pronto la capacidad de razonar, ¿qué creéis que pasaría? ¿Podría conciliar sus instintos con la racionalidad? ¿No es acaso una contradicción? así vivimos nosotros, solamente hemos subsumido la voluntad como algo natural y creyendo que la razón tripula nuestra vida. La voluntad se ha comido a la libertad, ¿queda escapatoria posible ante la condena de existir?

La voluntad de vivir, el suicidio y la

búsqueda de la felicidad

Quien ve la vida así puede sentirse orgulloso de haberse

liberado de esa niebla que emborronaba la realidad, ver desde una perspectiva donde se muestra lo gigante y lo diminuto, lo infinito y lo finito. Pero el pesado yugo que arrastrábamos, ahora aplasta tu libertad. Una realidad tan nítida supone también un dolor constante, frustración por ver tu limitación, por concentrar deseos que quedan ahogados en un reloj sin agujas, sentir la impotencia al ver como es tu cuerpo quien vive y quien se ha adaptado al mundo, encerrando tu espíritu en una trampa meditada por la naturaleza. Schopenhauer lo ha visto, y lo ha identificado: es la voluntad de vivir.

La voluntad de vivir es una minúscula partícula de naturaleza impregnada en el ser humano que, en cuanto nacemos y la ponemos en funcionamiento, activa el error innato, la individualización y la búsqueda de una felicidad que no existe. Por tanto, aquel que ve la vida como tal, ha perdido la esperanza y por consiguiente, el miedo. La muerte es la única medicina que acabará con el dolor.

Una vez llegado a este punto, es natural que el lector avecine el final de la filosofía de Schopenhauer atribuyéndosela al suicidio. Y aunque es cierto que dedicó capítulos sobre éste, no se inclina nunca por él, ya que el suicida no renuncia a la vida en sí misma, sino a la que le ha tocado vivir en condiciones desfavorables. La solución la presenta en su libro: “El arte de ser

Page 58: Imaginando la realidad

feliz, explicado en cincuenta cuenta reglas para la vida”. Aquí presenta la mejor forma que le queda al hombre de vivir lo mejor posible. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la felicidad siempre va a ser negativa, estamos hablando de una ataraxia, es decir, tal y como los estoicos la concebían: huir del dolor para encontrar el placer. Pero ni la felicidad ni el placer existen en sí, lo único que puede aparecer en nosotros es una ausencia de dolor, porque el dolor, al contrario que el placer, es positivo. La vida, como dice Schopenhauer no tiene la función de ser disfrutada, sino que nos es infligida y hemos de padecerla. Huir de los peligros. Las alegrías son, por tanto, negativas. “Pensar que pueden hacernos feliz no es más que una ilusión cultivada y acariciada por la envidia. El dolor es el parámetro de la felicidad de la vida, y se miden por su ausencia”

Todas las demás reglas de este libro parten de esta raíz: ausentarse lo máximo posible del dolor.

El choque con el destino

El error innato del hombre es, por tanto, creerse portador del

mundo, pensar que sus acciones son libres, alimentar continuamente al instinto saciando su sed infinita de deseos, porque esta voluntad del mundo se quiere inquebrantablemente a sí misma, dejando al ser humano en el más absoluto engaño. Nuestra misión es desprendernos de ella. Como dirá Nietzsche después: "Nos obliga a producir necesaria y continuamente el mundo apolíneo de los seres individuales”. Desprendernos de la individualidad.

Nuestra naturaleza innata nos ha traído a este mundo abstracto, lleno de mentiras y egoísmo. La voluntad nos produce la alucinación de ser nosotros la cuna del mundo, arremetiendo violentamente contra los demás, proyectándolos como simples representaciones de nuestro “único y real mundo”. En efecto, todo lo que venimos diciendo es que el hombre sólo puede

Page 59: Imaginando la realidad

59

dejarse llevar por el camino que ha surcado ya la naturaleza, una ilusión que le mantiene ocupado en su más abstracta vida y que lucha por alcanzar, aunque luego les será arrebatada. Una vida que se aferra a la conquista imposible del infinito y que conlleva directamente poseer afanes vacíos, metas ilusorias, aspiraciones y objetivos que se esparcen en el espacio y desaparecen en el tiempo. Como aquel que anda por el desierto y ve siempre a lo lejos un manantial de agua pero que por mucho que intente acercarse, el agua huye, se aleja, se pierde, se evade, nos abandona como el tiempo en nuestra vida. Un error innato que se obsesiona en equilibrar el tiempo humano con el tiempo natural, pero que indudablemente, son tiempos de magnitudes diferentes y finalmente traduce este empeño en dolor.

De modo que estos seres no son más que momentos inconscientes de un devenir que produce, sin poderlo evitar, puras apariencias. Ese es el error innato con el que nacemos todos y con el que muere la inmensa mayoría. Y digo la mayoría porque existe una posible vía de escape, aunque como hemos dicho en el punto anterior, se tratará únicamente de un continuo esquivo de ese dolor que es producido por el error innato. Jamás encontraremos la paz perpetua, jamás nos libraremos del instinto, jamás alcanzaremos el nirvana, pero quizá sí podamos orbitar por su alrededor.

Ese camino hacia la libertad lo iremos viendo poco a poco, siguiendo muy de cerca las reglas de Schopenhauer de su libro “el arte de ser feliz”.

La forma de vida ideal para Schopenhauer es romper con la naturaleza, desobedecer sus órdenes, “intentando ser sólo un no-deseo, una no-esperanza, un casi no-existir existiendo. Defendiendo la ataraxia como estado perfecto del sabio a quien le da lo mismo morir que vivir, porque ha comprendido que él es una piececita del todo que va mucho más allá de lo que le envuelve, de ese todo que incluye pasado, presente y futuro desconocido”

Page 60: Imaginando la realidad

Huir del dolor

Domar nuestra ira será un papel principal en la búsqueda

ideal del ser humano, pues tan solo saciaremos una mínima parte de todo lo deseable y el resto sólo producirá dolor e irritabilidad. Nuestro principal objetivo es, por tanto, renegar de aquellos deseos secundarios que se le presentan al hombre, cohabitando únicamente con aquellos que se nos impone por naturaleza (los deseos primarios). Con deseos secundarios me refiero a aquellos que surgen por nuestra propia selección, aquellos que aparecen pero podríamos vivir sin ellos. Son llamados comúnmente como “antojos” y se manifiestan con total disparidad en toda sociedad terrestre. Como deseos primarios me refiero a aquellos que se dan incontrolablemente en el hombre, eyaculados incesantemente por la voluntad de vivir y tienen como finalidad la supervivencia del mismo.

Por tanto si queremos evitar una dosis de dolor tenemos que eliminar los deseos secundarios. Basta con no conocerlos para no desearlos. Por eso mismo, un pobre está más cerca de la felicidad que un rico. Además que el pobre, al tener menos bienes que un rico, no estará tan preocupado por ellos que aquel que tiene demasiados. El pobre jamás se inquietará por las grandes posesiones del rico y éste no se consolará con lo mucho que ya posee.

Lo único que desencadena la riqueza es sufrimiento y amargura, pues quien cree que por más bienes que tenga será más feliz está tan equivocado como el que cree que la felicidad es alcanzar la fama. “la riqueza es como el agua del mar: cuanto más se beba, más sed se tendrá”

El pasado, el presente y el futuro

Como podréis fijaros, con frecuencia somos nosotros mismos quienes conducimos nuestra vida al dolor, ya sea por querer caprichos, conseguir la fama, preocuparnos por cosas que no

Page 61: Imaginando la realidad

61

podemos controlar, etc. El parecido con el epicureísmo se manifiesta de forma notable: hay que dejar de lado aquellas cosas que no dependen de nosotros y hacernos cargo únicamente de las que sí podemos controlar. Por tanto, ¿por qué torturarnos por cosas ya acaecidas si no podemos cambiarlas? Después de controlar la ira, debemos contener la templanza, pues a menudo impactaremos con sucesos catastróficos que desearemos cambiar, pero que sólo quedará hueco para la resignación. Los hombres han resuelto estos momentos de muchas maneras: los hay quien se ata una soga al cuello para calmar ese dolor, otros responden con una vida plagada de desasosiego y deshabitada de placer, condenados por ellos mismos a vivir en el más eterno castigo de infelicidad. Otros, en cambio, ríen por no llorar y “ponen buena cara al mal tiempo”. Estos últimos viven la vida propuesta por Schopenhauer y Epicuro, porque algo que no puedes cambiar debe afectarte lo menos posible, repelerlo para poder disfrutar de los pequeños instantes de placer que se presentan en tu presente. Martirizarte por el pasado es igual de malo que preocuparte por el futuro. Tu vida se desarrolla en el presente, y quien descuida o menosprecia éste, acaba padeciendo cualquier infortunio que desemboca siempre en dolor.

La mayoría de las personas, viven planeando su porvenir, y no podemos echarles la culpa, pues están coaccionados de nuevo por el error innato. El error innato que sobrevive gracias a su afán por desear, antoja un deseo que, irremediablemente, se encuentra en el futuro. Y el hombre, creyéndose libre, organiza medios para conseguir tal fin. Y como la rueda imperante de la voluntad de vivir hace desear indefinidamente, el hombre está continuamente pensando en el futuro. Deseando cosas futuras y planeando rutas y atajos para lograr el fin, sin prestar atención de que cada deseo satisfecho se place en el presente. Evitar el deseo es primordial para vivir el presente, el cual es el único que conocemos y que depende de nosotros en cada momento.

Page 62: Imaginando la realidad

El hecho de pensar en el futuro acarrea más problemas que impiden la calma del espíritu. Lo define Schopenhauer: “A menudo trabajamos en dirección a asuntos que, una vez alcanzados, ya no son adecuados para nosotros, o también que pasamos los años con trabajos preparatorios para una obra que nos quitan inadvertidamente las fuerzas para la obra misma”.

Ascetismo

La filosofía de Schopenhauer no debe confundirse con la

ἄσκησις (ascetismo), porque aunque ambas doctrinas buscan purificar el espíritu por medio de la negación de los placeres materiales, un asceta sólo logra distanciarse de sus deseos por pura voluntad y resignación. Los acumula y amontona, pero los deseos siguen brotando incesantes. Schopenhauer busca el exterminio total de ellos. Solapar su salida, ser dueños de nuestra vida y nuestros actos. Mantener el espíritu limpio, estéril, libre. Una vida en la que nuestros propios sueños sean guiados por nuestra consciencia y eliminar el inconsciente y al “ello” freudiano.

Sin embargo, el alemán lo tenía claro: la erradicación de la voluntad de vivir es imposible en este mundo. Por tanto, para ausentarse por completo del dolor, es menester seguir dedicando más capítulos a esta reflexión.

Bienvenida, felicidad

Para culminar la reflexión de Schopenhauer en la huida del

dolor para permanecer en un estado de felicidad, basta con cumplir las normas que hemos dicho en las páginas anteriores y esperar a que se presente la oportunidad de atrapar esos instantes felices que se presentan en tu vida pero que se degradan en el pasado conforme llegan. Instantes que llegan del futuro, pasan por tu presente y se diluyen en el pasado y que, sin

Page 63: Imaginando la realidad

63

embargo, dejan una estela de alegría más valiosa que cualquier cosa que puedas imaginar. La felicidad la palpas en menos de lo que tardas en parpadear, pero deja en ti una chispa mística que hace que desees tener esa sensación una y otra vez. Esta chispa será en menor o mayor grado según cumplas más o menos las reglas aquí citadas. Por ejemplo, aquel que no de importancia al presente, y esté siempre pensando en planes venideros, no tendrá nunca esas presencias felices. Y mucho menos aquel que cree que son sus bienes los que les traerá felicidad.

Nadie puede decirlo mejor que Schopenhauer: “Cuando alguien es rico, joven, bello y famoso, hay que

preguntarse si además es alegre para enjuiciar su felicidad; mas a la inversa, si es alegre, no importa si es joven, viejo, pobre o rico: es feliz. Por ello debemos abrir todas las puertas a la alegría, cuando sea que llegue. Porque nunca llega a deshora […] deberíamos preferir la adquisición de este bien a la de cualquier otra cosa” .

Una espera que culmina en dolor

Una vez cumplidas las pautas para huir lo máximo posible del

dolor, nos encontramos en esa espera, impacientes de que llegue una ráfaga de felicidad. En este momento comienza la encrucijada por la que pasó Schopenhauer:

Hemos rehuido de todo lo que puede someternos a angustia, viviendo en una espera y con la esperanza de que se acerque un momento feliz. Sin embargo, lo único a lo que se enfrenta el hombre ahora es de un agónico aburrimiento. Este es el momento que más cerca estamos de ser nosotros mismos, de aspirar a vivir sin ese error innato. Liberar al espíritu de su celda craneal y volar por un mundo de ensueño consciente. Pero este hastío que se nos presenta es la última batalla con la que se defiende la voluntad de vivir. El último y más efectivo aliento que defiende la entrada al inconsciente atacada por el “yo”

Page 64: Imaginando la realidad

consciente. El tedio es el As que se guarda la voluntad para lograr una victoria más en una batalla sin fin.

Un aburrimiento que torna a desesperación y que culmina en dolor. Cuando no hay tedio hay sufrimiento y cuando no hay sufrimiento hay tedio. Es un péndulo colgado del dolor que oscila entre el tedio y el sufrimiento. Su latido se asemeja al del corazón y éste al de un reloj: tic-tac, tic-tac recordándonos como este sufrimiento calma su apetito en la muerte. El corazón se para, el péndulo se rompe, el reloj se eterniza en un tiempo inexistente, donde ahora, muertos, somos por fin infinito. “Tic-tac, tic-tac: —es el sonido de tu vida que se agota…”.

El tiempo pasa y dan igual los instantes felices que hayas sabido apreciar o el menor o mayor sufrimiento que te haya acompañado en vida. Esa espera consistía únicamente en esperar, en agonizar lo menos posible, pero, igualmente era agonizar, era padecer, aguantar, soportar, sobrellevar… Acabarás en un lecho de muerte y lo mismo dará una vida pasada en el gozo o en el sufrimiento. El final es el mismo, y cuando llegue el final nada importará. Por eso la vida es un engaño acompañado con sufrimiento. Es una vida sin posibilidad de huida estancada en la voluntad de vivir.

Schopenhauer escribe “El arte de ser feliz” únicamente para esconderse del dolor pero también como primer paso para su verdadera filosofía. Hasta aquí, tan solo el inicio de su pensamiento: el reconocimiento del engaño, la limitación de la vida, la pérdida del miedo, la comprensión de que el sujeto no es tan importante como se creía, etc. El siguiente paso sólo lo podrán dar un reducido número de personas: aquellos que aceptan la vida, que renuncian al incesante afán de vivir o de satisfacer sus siempre incolmados deseos, los que renuncian a su egoísmo y a su individualidad.

Page 65: Imaginando la realidad

65

El genio Dar el siguiente paso no está en manos de cualquiera como el

anterior, se necesita un grandioso espíritu que evite todo lo exigido por la voluntad de vivir y que aborrezca aquello con lo que se topa directamente sin poderlo esquivar. Un desinterés total para permanecer consigo mismo sin ninguna interacción con el exterior. Aquellos que lo consiguen no suelen ser personas a la orden del día, sino más bien los filósofos que se dedican a pensar y reflexionar. También los artistas, por nacer con ese don que les hace apartarse de la sociedad y encerrarse en su habitación para así realizar la obra que mejor refleje su interior, una obra que represente la totalidad del sentimiento que lo domina. Aunque, repito, no todos lo consiguen. Se necesita algo con lo que se nace y que no tiene nombre. Un sentimiento distinto al que poseen la mayoría de las personas. No niego que pueda nacer en todas, pero quizá no todos lo alimentamos y lo acabamos perdiendo en el apetito de la voluntad.

Se trata de la voluntad de vivir del espíritu que nace a la vez que su enemigo, el error innato. Bauticémoslo cómo el tintineante fruto del alma para no confundirlo con la voluntad de vivir tratada en este capítulo. Dos hermanos: uno con afán de desear y sobrevivir entre los más excitantes placeres (voluntad de vivir o error innato), y el otro, tímido y relajado. Sin dolencias porque vive para sí mismo, observando cómo es su hermano quien se come el mundo quedando enterrado, pero nunca muerto (el fruto del alma). Es la luz que ven los artistas de lejos y que intentan plasmarla en sus obras. Pero la voluntad de vivir, el hermano travieso despista continuamente para que no prestes atención nunca al hijo del espíritu, el fruto del alma. Él quiere ser el protagonista y casi siempre lo consigue.

Un número reducido de personas logran recoger al hijo perdido. Su encuentro sólo se da al ignorar al error innato. Tiendes la mano para levantarlo y cuando él la agarra, aflora en

Page 66: Imaginando la realidad

nuestro interior toda la verdad que andábamos buscando, el sentido real que un día tuvimos al nacer pero que perdimos al crecer. Descubrimos la otra mitad del mundo y entendemos que hemos estado viviendo con un demonio dentro de nosotros. Un demonio que no puedes echar de tu cuerpo porque ocupa una mitad de ti. Convivimos con Eros y Thanatos. Unos hermanos siameses que viven y luchan entre sí pero que, no son el uno sin el otro. Se necesitan. Viven mutuos y van irrevocablemente juntos a la muerte. El uno eclipsa y se hace notar más en la vida del hombre que el otro, pero ambos pertenecen a la voluntad de vivir total del ser humano. ¿Hijos de la naturaleza o hijos del hombre?

Vivir sólo con Eros es muy difícil pero posible. Es una vida vivida dentro del espíritu, sin salir de él, y aunque Thanatos quede ignorado, sigue desplegándose y haciéndote la vida imposible. Esta es la vida del genio. Una vida de soledad. Sintiendo un dolor externo que aporrea desde fuera tu mundo intelectual. El genio vive para sí mismo, desinteresado del exterior. Entretenido con sus pensamientos y sin ser molestado ni tan siquiera por el tedio. Vivir con el fruto del alma (voluntad racional o Eros), es vivir indiferente, sin miedo porque conoces y aceptas todo el porvenir.

J.L. Villacañas puede acentuar esta sensación que emboza al hombre desde su nacimiento:

“El genio, el individuo con un destino propio y un carácter fuerte, ése vive en soledad, y no lucha por la vida abstracta. La vida que este hombre pudiera arrancar a los demás no significaría nada para él, porque la vida no es una cantidad transferible. Por eso no compite con los demás, sino que sólo atiende a la vida de su propio yo, y sólo aspira a desplegarla en paz. Por eso también sabe desvincular el entendimiento de lo genérico, de ese bien común que, ya sea vida, ya sea dinero, mueve todos los esfuerzos: ahora él vive para vivir por sí mismo”

Page 67: Imaginando la realidad

67

Este es el mundo que nos ha tocado vivir y Thomas Mann también supo describir la escalofriante batalla que se juega en la naturaleza, una naturaleza “llena de tensiones, una naturaleza emocional, que oscila entre constantes violentos, entre el instinto y el espíritu, entre la pasión y la redención; es, en suma, una naturaleza artístico-dinámico, que no puede revelarse más que como creación de la verdad. Y esa creación de la verdad es algo personal, algo que convence por la fuerza de su carácter vivido y sufrido”

Caminando por la escala musical

El genio divaga por sus pensamientos, va creando el mundo

en el que quiere vivir, con sus normas y sus valores. Cada uno de estos privilegiados consuela el dolor que le rodea con lo que más le gusta hacer. Hay quien pinta cuadros, otros escriben poesías, otros filosofan sobre la vida. También hay quien se dedica a la literatura e incluso a los comics. También tenemos a los que crean música, o los que esculpen figuras. El arte está abierto para todo lo que se quiera llamar arte. Todo se basa en una mímesis, extraer tu interior y plasmarlo al exterior. Desahogarnos y enseñarle al mundo lo que realmente somos.

Esta clase de personas suelen llamar la atención fuera de su casa, pues en la calle sólo hay convencionalismo y unas normas fijadas de antemano. En cambio, su hogar, se convierte en el mundo que ha creado. Su santuario. Dentro están sus valores, su ética, su moral y fuera sólo gente que miente y que disimula que comparte las ideas prefijadas de la sociedad. Escandalizándose incluso por acciones morales ajenas no ajustadas en la sociedad pero que, en su interior, goza recreándolas. Por eso cada casa es un mundo, el refugio de cada uno, y fuera sólo normas establecidas para creernos cuerdos y racionales. Unas normas que nos hace a todos iguales y así poder convivir en armonía. Pero lo cierto es que cada uno de nosotros es de una manera,

Page 68: Imaginando la realidad

con un lenguaje interior individual. Como ya dijimos, somos animales de razas distintas.

El genio debe fingir que sigue auto-engañado, aunque lo mejor que puede hacer es no salir demasiado de su casa, vivir en soledad y desplegar ahí su creatividad.

Sin embargo, por mucho que intentes representar tu interior en una obra de arte, en el exterior no será sino una mera apariencia de tu sentimiento. Nunca le darás vida propia a tu obra, nunca será tan real como lo vives tú. Haría falta la ayuda del hada azul que ya dio vida a pinocho.

Por suerte, hay un arte que se ha escapado del mundo aparencial y que cumple todas las expectativas. Un arte que se convierte en la voluntad misma que nos invade. Se trata de la música.

La música reproduce todas las emociones de nuestro ser más íntimo pero sin la realidad y lejos de sus tormentos. Es una salvación, aunque no decisiva. Un consuelo ocasional. Se trata de un idioma que comparte todo humano por igual, un lenguaje universal que refleja con total exactitud la voluntad de vivir.

Debe ser una melodía extraída de lo más profundo del autor para que se proyecte en el exterior con un carácter expresivo. Ignorado, por tanto, de toda razón, es decir, no puede ser una imitación realizada con una consciente intención. Sólo de esta manera, la música representará la verdad del mundo. “La esencia íntima del mundo, lo que éste es en sí y que, en su expresión más evidente, entendemos por el concepto de voluntad”

Pero es, posiblemente, D. Sánchez Meca, el que acertó de lleno describiendo ese estado musical y embriagador que surge en Schopenhauer y que luego heredará Nietzsche. De lo que se trata,“en último término, es de que el individuo, mediante el conocimiento musical de la voluntad, se libere, y en vez de ver en ella su propio fundamento se contemple como suspendido sobre un abismo”

Page 69: Imaginando la realidad

69

Con la música vives en el olvido, un estado de embriaguez que surca el pentagrama como el vuelo de un águila. Un salto escalofriante desde lo más alto para chocar erizadamente con el sentimiento más férreo que se presente en el final. Un viaje tan tenso como nuestra vida misma, donde gozas fusionarte con cada nota, entrelazarte con cada compás. Una caída cada vez más rápida, más irracional, más deseada. Arropado con Vivaldi en “The Summer in G minor” o “El lago de los cisnes” de Tchaikovsky, por ejemplo, sientes el sentido real de la vida y gozas del ínfimo trayecto de la irrevocable y aplastante caída contra el duro firmamento de la muerte.

Las notas basculan tu corazón, los renglones forman tu tejido, la música intenta salir de tu cuerpo erizando cada pelo con el fin de fusionarse con el infinito, consolándose del inmanente golpe final que acabará con todo. Una muerte que se presenta tan bella como la inmortalidad, aunque sólo se parezca por la ausencia de dolor.

Un instante suspendido en el aire basta para observar la representación de nuestras vidas: Podríamos imaginarnos aquí la imagen de la caída de los guerreros de Jerjes cuando luchan contra Leonidas y sus 300 espartanos, representada en la película “300” por Zack Snyder, los guerreros precipitándose por el acantilado, agarrándose al aire, suplicando algo a lo que agarrarse, desean agarrar tiempo, tiempo de vida. Una voluntad de vivir que ve como va condenada a la muerte, al abismo, al tormentoso mar.

La vida es un derramamiento de personas “felices” o infelices hasta la tumba. Las infelices viven para lamentarse, se agarran al aire como la armada de Jerjes, se desquician por agarrar algo firme y alargar su vida. Las felices caen mirando el cielo, intentando mirar lo menos posible a la muerte. El genio, sin embargo, se precipita al vacío y lo recorre vertiginosamente con sumo gusto. Disfruta de la caída, pues ha asumido la muerte. El genio no va andando hacia su tumba, va danzando. Este estado

Page 70: Imaginando la realidad

descrito por el genio es el mismo que transmite la música, es un vivir pleno, un sentimiento que nos vuelca al vacío gustosamente.

La pareja perfecta

La música activa todos principios que aspira a disfrutar la

vida. La música motiva, y más aún cuando sales a correr, tus piernas se lanzan al abismo, se revolucionan. Transporta tu cuerpo y te limitas a disfrutar, a respirar el aire que choca contra tu cara, puedes desaparecer del mundo y vivir como el genio. Porque al igual que el genio vive en la soledad, tú, al salir a correr haces desaparecer a la humanidad, tan sólo tus piernas endemoniadas por avanzar y tu mente, quedan en el mundo, tu mundo. Los pensamientos se mezclan con las melodías que vas escuchando por el camino, sumergiéndote en la esfera perfecta que ha creado tu espíritu. El cansancio y la fatiga desaparecen, pero sólo cuando has logrado esa burbuja dentro de tu cabeza. Una mezcla heterogénea perfecta que te lanza a la sublimidad, un salto abismal al vacío entretejido en el afán por perseguir un objetivo no muy bien definido: una vida más arriesgada pero mejor vivida. Una caída en la que avanzas más rápido que tu propia voluntad de vivir, porque si no puedes desprenderte de la voluntad, lo mejor que puedes hacer es correr por su senda pero más rápido que ella.

La combinación de ambas artes (música y footing) es, a mi gusto y, seguramente también por mi hermano, la explosión perfecta para encontrar ese estado eufórico racional e irracional donde brotan sentimientos dispares que recorren, alborotan y que finalmente se posan sobre nosotros para dirigir nuestras vidas al mejor desplegamiento posible, aunque “para gustos, los colores”.

Page 71: Imaginando la realidad

71

Mi voluntad de vivir

¡¿Quién desnuda sus deseos bajo la tortura humana?!

¡¿Qué ocurre cuando callas la voz del Titán!? ¡Oh!, ¿por qué buscas aliento donde no lo hay? Caprichos inoportunos, espíritus desdeñosos,

¿Cómo puedo quitaros la vida si no es con la mía? Arrancarme del tiempo, deshojarme del instante, Matadme… y echará a volar de nuevo mi instinto.

¡Arcángeles dichosos! Perturbados mentales,

Voláis con desdén, avanzáis sin temor. Sois mi calma en el júbilo del poder, Sois temor cuando empiezo a creer,

Sois la factura que se cierne en mi ataúd, La luz de mi interior,

La oscuridad de mi acción.

Descubriros sinceros en mi Yo, Lucid solemnes vuestra pulsión, Despojaos de toda sustitución

Y guiad mi camino a la perdición. ¿Quiénes sois?, ¿Quién soy?

El camino que intento emprender se ofusca en vuestra torpeza. Acumuláis años de eternidad,

tiempo que encadena mi individualidad. Inspiráis aires megalómanos

que atizan, ahogan y cicatrizan en mi interior.

¿Quién soy yo?

Soy las marcas consagradas del dolor Soy la huella de mi pasado.

Page 72: Imaginando la realidad

Soy la boca que da voz al Titán de mi interior. Soy la cuna del tiempo actual,

el lecho de muerte del tiempo que se va. Vivo mientras muero, Avanzo y retrocedo

El tiempo pasa y el tiempo permanece, Soy el tic-tac del error innato,

La supremacía voluntad de vivir. Me llamo tiempo, me llamo destino. Me llamo deseo, me llamo instinto. Soy la congoja de la equivocación,

La convención tiránica de la sociedad. Una chispa sin razón, un molde sin decisión.

Desátame, Dios. He oído que existes.

Mi vocación consiste en alimentar al torturador. ¡Oh! ¡Sal de mí! Mi vida es más.

Mis deseos son más. Mi voluntad es más.

Soy mucho más. soy… soy Dios.

Yo elijo. Yo deseo. Yo pienso.

Soy una tortuga sin caparazón, ¡eso es lo que soy! ¿Mi tiempo? ¿mi camino?

Es lento. Receptivo. Atento. Quisquilloso.

Admirador. Contemplador. Mi tiempo sueña en precipitarse contra tus preceptos.

Soy un esclavo libre. ¿No sales? Por favor, no te aguanto más, ¡sal! Oh, que desmesurada naturaleza, escrupulosa diseñadora del mal.

Page 73: Imaginando la realidad

73

Tu savia me salpica desesperación. ¿Tiene cura esta enfermedad?

¿Por qué yo marchito y tú te conservas perenne? Hago un esfuerzo por caminar libre pero

mi savia conserva tu individualidad eterna. Soy el yunque de tu libertad…

La guerra que conquista tu perpetuidad. ¡Desátame! ¡Oh, tiempo…!

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¡Oh, tiempo!

Sega con tu poder mi atrevimiento y ciérrame los ojos de una vez.

Sueño suicida

No lloréis por mí por favor, yo ahora soy feliz. Volví a ser feliz

cuando vi que aun tenía una alternativa a todo este dolor. Que me vaya así y ahora, no os debe importar, tarde o temprano iba hacerlo de mejor o peor forma. Es el vivir quien decide la muerte, no la muerte cuando decide quien vive o quién no. La vida me ha traído aquí, a un pozo de dolor insostenible. Intento subir por las paredes pero mis lágrimas que caen como si fuesen cascadas hacen que me escurra. Sencillamente, no puedo. No quiero seguir viviendo sin mi compañera de viaje. Nunca me he sentido tan libre de obrar por algo, nunca he escrito de forma tan tranquila, pues sé que será lo que tarde en plasmar todo lo que siento aquí, lo que tarde en irme con mi difunta. Sé que las posibilidades de volver a verla más allá de la vida son pocas, pero cualquier esperanza es mejor que nada, y si fracasara todo, al menos sé que dejaré de sufrir este tormento.

No lloréis por mí, vosotros, a los que va dirigida esta última carta, de verdad, os aseguro que el sentido de esta vida no es el que pensáis. ¡Qué lástima que se vean las cosas con tanta claridad cuando ya no hay vuelta a tras...! Me he dado cuenta de

Page 74: Imaginando la realidad

qué es la vida justo cuando me la han quitado, por eso os pido que no lloréis, ni me llaméis egoísta por este acto. Yo no vivo para ustedes, mi vida se fue y ya no queda nada. No me llaméis egoísta cuando no sabéis lo que haríais vosotros en mi situación. El sentido de la vida es otro, os lo aseguro. Todo lo que soy ha muerto con ella. Se lo di todo, que me quedara unos días más aquí, no tendría sentido. No soy el que era. Soy un hueco vacío que divaga por la sociedad. Sólo soy lágrimas llenando un manantial del pasado. He perdido el juicio. Dejadme irme tranquilo, es lo que quiero. La muerte no es tan contradictoria con la vida, la muerte no es tan mala como la pintamos. La muerte es la cuna donde todos acabamos descansando y yo quiero descansar ya. La vida no me interesa, pero no me llaméis egoísta. A los que aquí os dejo también os quiero, pero me toca marchar. Es difícil de explicar, pero si entendierais el sentido de la vida no me lloraríais. La luz de mi vida se ha apagado y ni todos vosotros juntos alcanzáis un destello que se parezca a lo que añoro. Cada uno pone su bombilla donde quiere, yo me atreví a ponerla muy, muy cerca de mí: en mi corazón y, ahora, está rota, ¿qué hago? sólo puedo hacer una cosa: apagarme. Sólo quiero irme. Adiós.

Este capítulo lo escribí inmediatamente después de haberlo soñado, desperté llorando, mi mente aún no había despertado y conseguí plasmar lo mejor que pude el sentimiento que tanto me atormentaba. Ahora puedo leerlo tantas veces como quiera, pero mi mente es incapaz de encajar de nuevo cada palabra y sacar el sentido que quise darle. Aquel loco aún dolido por la muerte de su amor (el mismo amor por el que daría la vida ahora) se suicidó. Mi inconsciente se despertó de sopetón, mi naturaleza innata huía del dolor y mi autoconservación despertó dando bocanadas a la vida. La ansiaba, y consiguió despertarme del trance. Pero ahora, lúcido, fresco como un roble, con grandes sueños y grandes metas, no concibo la idea del suicidio. Sé que no sé cómo sería encontrarme en tales circunstancias, y ahora

Page 75: Imaginando la realidad

75

sé, gracias al sueño (mi ventana al inconsciente) que el dolor sería tan grande que se precipitaría sin dudarlo al vacío. Las reglas que rigen la naturaleza son obvias, y mi naturaleza de ser las cumplió a rajatabla en mi sueño. Pero en la vida jugamos un papel más importante que el mecanismo innato de nuestro inconsciente.

Y con esta aclaración, empezamos un nuevo capítulo que despeja las reglas, las constantes y las variables por las que nos movemos biológicamente y cuerpo-espiritualmente, es el momento de hacer (o mejor dicho, de crear) con nuestros atributos naturales tan sofisticados, nuevas reglas. Vivir como queremos hacerlo y no como nos lo impone la naturaleza. Alcanzar tal grado de plenitud con y para uno mismo, es alcanzar la cota más alta de la naturaleza. La complejidad más rigurosa superada.

Lectores míos, la naturaleza nos ofrece siempre a priori dos caminos, el camino transitable por el que vamos todos como tontos, como el ratón hacia el queso, quedando atrapado en la trampa, y el camino intransitable, únicamente para la voluntad del hombre. Un camino que no existe y que, por tanto, nos da la oportunidad de crearlo, cada uno el suyo propio. Un camino difícil con el que alcanzaremos la vida. La voluntad de la felicidad. Mi voluntad estética.

Page 76: Imaginando la realidad

V

LA VOLUNTAD

ESTÉTICA.

EN BUSCA DEL

HORIZONTE

Un paso más adelante

Hay que pasar por este pensamiento schopenhaueriano para

alcanzar mi filosofía, pero no podemos quedarnos en él. Schopenhauer me ha mostrado con la máxima nitidez lo que podemos alcanzar ahí fuera y lo que queda restringido a nuestra voluntad, me ha mostrado los márgenes que limita nuestra naturaleza, pero no podemos quedarnos ahí. No podemos aceptar resignados este pensamiento y quedarnos de brazos cruzados. Schopenhauer nos ha precipitado contra el suelo mediante una vida solitaria con el fin de morir antes de que la muerte decida por nosotros. Schopenhauer lo ha asumido, ha aceptado, resignado, la voluntad natural que golpea nuestra naturaleza. Pero mi propósito es vivir afín de ella. Tener los ojos abiertos a esta única verdad que culminará con nuestra voluntad de vivir, pero cerrarlos a la hora de vivir. No buscar verdades donde no hay y sí seguir nuestras ambiciones. No se trata de aceptar y vivir la vida que la voluntad de vivir schopenhaueriana nos predica, es decir, vivir a mor de lo que desea nuestra naturaleza.

Page 77: Imaginando la realidad

77

El recuerdo innato El despliegue involuntario de estas palabras provoca que se

reafirme mi voluntad, allá donde quiera que habite el recuerdo, soy yo el portavoz de una historia ya vivida. Mis palabras se disipan en el tiempo, pero cuando supe que hoy me hallaría aquí, grité rotundamente: ¡será mañana cuando quieras que hoy, sea hoy!

Un día traspapelé la vida por el continuo suceso del tiempo, por eso hoy me encuentro aquí, dispuesto a recordar lo que perdí. Mis recuerdos vuelan por mi presente, siempre inalcanzables. Mis recuerdos se postran sobre mi mano pero cuando intento arroparlos, se esfuman de nuevo en el aire. Soy consciente de lo que un día perdí, soy consciente de lo que significa estar aquí hoy. Hoy soy yo para vivir lo que no pude vivir un día. Pero también sé otra cosa, mañana volveré en vida para revivir lo que hoy pierdo en el anhelo de encontrar lo olvidado. Y es por esta razón por lo que una montaña de devenires corta mis alas impidiéndome que viva.

Se dice que el tiempo transcurre, pero yo no veo tal cosa. Se dice que el tiempo mata, pero yo no veo tal cosa. Lo que yo veo en el tiempo es una oportunidad de enfrentarnos a la vida, y cuando muera, podré decir por fin: ¡ya he vivido! Sin embargo, mi cuerpo se mueve sin vacilación a contracorriente. Soy preso de mi mismo. A veces me pregunto qué es lo que busco, y otras veces recuerdo lo que estoy buscando, pero justo cuando voy a contestarme, olvido lo buscado y vuelvo a buscar lo que he olvidado. Mi vida se evapora por el aire, mi vida se condensa con el tiempo. Mi vida se marchita y sigo sin saber qué hago aquí.

Mientras que mis preguntas se multiplican, mis respuestas se van reduciendo, y el resultado siempre es el mismo: un infinito tan grande como lo soy yo y tan grande como cuando miro al cielo. El cielo que siempre está encima de mí, a veces me lo encuentro debajo, y siempre que intento acariciarlo, me despego

Page 78: Imaginando la realidad

del sueño que creía estar viviendo. Normalmente cierro los ojos para soñar, pero también sueño despierto.

La realidad se moldea con deseos, los sueños se alimentan de libertad, pero cuando intento recordar lo que vivo, el aire se lleva mi sueño, el aire se lleva mi vida. La realidad no se transfigura con la velocidad del tiempo, sino con la importancia que le damos a los instantes, a los pequeños detalles. La vida es una mota de polvo, nuestra forma de vivir: una aspiradora. El tiempo succiona nuestra realidad. Nuestras huellas dice quien somos: somos libres voluntarios de la enfermedad.

Mis palabras enmudecen al visitar fugazmente esos pequeños trocitos que se esconden en la verdad. Lo desconocido nos aterra pero lo olvidado nos asombra, nos deslumbra, nos sobrecoge. El paraíso, la verdad perdida, la vida sin espacio, y el espacio sin tiempo. Estos fragmentos inventados se dibujan en mi mente, y con palabras los coloreo. Visito los recuerdos en mis delirios, encuentro lo olvidado en mis sueños. Pero estoy harto de vivir de la ilusión, harto de morir en esta vida, quiero volar al país de nunca jamás para vivir mi muerte. Quiero arriesgar en lo auténtico. No quiero volver a caminar con los ojos cerrados, quiero abrirlos y pensar que todo sigue siendo un sueño. Quiero volar. Quiero recordar cuál es el camino a la vida y dejar que el tiempo se lleve lo que más amo: vivir.

“¿Cómo puede entonces surgir ningún pensamiento si debe haber existido ya antes de ser producido? Cuando tú escribes una frase, tienes que tenerla en tu cabeza antes de escribirla, pero antes de tenerla en tu cabeza debes haberla pensado, de lo contrario, ¿Cómo ibas a saber que podía generarse esa frase? Y antes de pensar en ello, tienes que tener una idea de ello, si no ¿cómo podría habérsete ocurrido pensar en ello? Y así se sigue hasta el infinito, y este infinito está cerrado en un instante”. Paul Martin Moeller “las aventuras de un estudiante danés”

El recuerdo me permite siempre reencontrarme conmigo mismo. Mi vida seguirá buscando lo imposible: esa vía que

Page 79: Imaginando la realidad

79

esquive el tiempo y deje a mi libertad saborear mis decisiones. ¿Por dónde pasa inevitablemente este método de vida libre, es decir, sin que nada ni nadie controle mis deseos ni necesidades? Es preciso ver pausadamente la enfermedad del hombre y luego intentar poner un remedio. Analizar la conducta de cada uno. Podremos ver como el hombre sigue viviendo como un auténtico cavernícola, convirtiendo su vida en una cueva.

¿Quién soy?

Soy la calma de la tempestad,

la brisa de los mares que trae libertad, soy algo nuevo,

nadie me puede pensar, ni yo sé si existo, vivo aquí y allá.

Soy del color que quieras, no ocupo espacio ni tiempo

existo sin que lo sepas. Puedo volar y andar,

y nunca voy a ningún sitio.

A veces me equivoco, te confundo con la realidad. me gusta que pase el tiempo pues te miro y te contemplo, dulce, serena, llena de vida,

a veces creo que eres yo.

Soy el reflejo de un espejo y al otro lado estoy yo,

otras veces está mi vida, de vez en cuando, mi corazón. Una vez miré y no había nada,

Page 80: Imaginando la realidad

desaparecí en la soledad. Eran tiempos difíciles,

pero hoy se refleja felicidad.

Soy yo, ¡y de tantas maneras soy! Soy que pienso, soy que quiero… Estoy solo y estoy acompañado,

acompañado de mi mismo. Estoy conmigo y conmigo estoy.

Estoy orgulloso de ser. Soy y sé que soy yo.

Quiero ser siempre así, me gusta ser quien soy.

¿Y quién soy? Repito que no lo sé. Algo que piensa y repite siempre lo mismo

así soy yo y yo soy así.

Cuando la vida caprichosa levante el velo de la verdad:

mira tú por mí, yo habré muerto ya.

El espíritu alcanzando la libertad

¿Por qué intento que mi vida sea continua y perfecta, sin

oscilaciones ni parches? Me canso de luchar contra mi mente. ¡Aboguemos por la espontaneidad! la claridad del cielo a veces se mancha de nubes y la suavidad del agua se rompe distorsionada por el viento. Todo se encuentra sometido al cambio, expuesto al devenir. ¿Y la vida?, ¿por qué no reconocemos de una vez que también la vida se empapa de imperfecciones? Tenemos que dejar de buscar nuestro camino por senderos transitables y buscarlo en la imprevisión e imprecisión. También lo irregular se presenta como bello y lo

Page 81: Imaginando la realidad

81

inarmónico como armonía. ¿Por qué seguimos poniéndonos el disfraz de una vida que no nos pertenece? oye tus instintos: ¡hazlo! escucha tu corazón: ¡hazlo! ¿Cuál es la razón por la que nos sentimos tan vulnerables al juicio de la sociedad? incluso aquel que cree vivir por y para sí mismo se encuentra igual de sometido que la masa. ¿Acaso el PP ha impuesto el carnaval para todo el año? Debemos desprendernos del disfraz y acoger al ser que llevamos dentro. Seamos quien somos, pero sin dejar de luchar por lo que soñamos ser.

Sal y vive, no pienses, ¡actúa! Descubre tu verdadera piel y revístela como se te antoje pero nunca la disfraces de lo que no eres. La ropa está para usarla, que no te de miedo ensuciarla o romperla. ¡Disfruta y haz lo que quieras! –No sé… ¿qué opinas? ¿Te apetece trepar a un árbol?, ¡escálalo!— Haz esas cosas que no harías con un disfraz blanco impoluto, ¿qué pasa?, ¿crees que te va pasar algo malo si los rompes o ensucias? ¿Qué es lo peor que te pueda pasar?, ¿morir? ¿Acaso no es preferible una vida intensa pero corta que una larga pero desaprovechada, tal y cómo venimos diciendo en capítulos anteriores? ¿Lo que te molesta es lo que puedan pensar de ti? ¿Te molesta que atraviesen tus auténticas y divertidas desdichas cualquier ojo humano? ¿Llueve?, ¡mójate!, ¿le importa a alguien que no sea a ti? pues, ¿para quién vives para ti o para la masa?

Entonces, si tienes vida, ¿por qué no la vives? ¿Por qué no la usas hasta que se acabe? ¡Aprovéchala, desgástala! ¿Qué sería de ti si te despertaras en una isla desierta?, ¿no crees que para sobrevivir en ella deberías colgar toda ropa, disfraces y estandartes? Deberías poner al cargo, únicamente, tu vida, para arañar todos esos momentos fugaces que a veces se nos escapan y de disuelven con el tiempo, vivir a flor de piel. Viviendo como tú eres y como quieras ser siempre hasta las últimas consecuencias.

Pero volvamos al principio: la belleza no es perfección, ni tampoco grandiosidad. También la simetría carece del rasgo

Page 82: Imaginando la realidad

significativo que andamos buscando. Bello es la perfecta superposición de lo que es y lo que de cara al universo es. Es decir, bello es ser auténtico con quien eres. Cada ejemplar de la naturaleza será perfecto cuando se manifieste tal y como es, similar al término entelequia aristotélico. La belleza se encuentra en muchos lados y de forma muy diversa pero hay algo que los une para que sea denominada por todos como bellos: que algo sea y es, de tal forma, que no pueda ser otra cosa. Que es bello porque es así y porque contiene todo su ser así. Por eso, la cumbre más alta del hombre es alcanzar la belleza, y se convertirá, entonces, en lo que debe ser. Será un ser vivo que, efectivamente, vive. Despojado de todo lo que nos impide vivir tal y como se debe vivir.

En efecto, el ser humano es estético por naturaleza. Debe ser tal y como es. De igual modo, cuando una obra pictórica es, no podríamos imaginárnosla de otro modo. Toda copia o intervención que la manipule supone la pérdida de su autenticidad, supone cargarse por completo la obra de arte: supone la muerte del cuadro. Ella —la obra de arte— en su ser-ahí, lleva intrínsecamente todos los vestigios del espacio y del tiempo que encarnan su ser. De esta forma, comprendemos por qué el cuadrado blanco sobre el fondo blanco de Malevich es bello. La estética no entiende de reglas ni principios, sólo de identidad, por tanto, volviendo al tema que nos incumbe, el hombre en su búsqueda de la identidad, en su ser así, no debe buscar ninguna aprobación de la masa ni debe buscar su camino en rutas ya surcadas por grandiosos personajes como Ghandi o Goethe, sino que debe afirmar la vida tal y como la dicta su interior. No tanto al mandato del instinto en general, sino también al de su corazón, razón y espíritu.

Armonizar estos tres capitanes es imprescindible, ya que cada

uno tira de nuestra vida según su propio parecer y desde su propia voluntad. El primero se enzarza en un fanatismo de

Page 83: Imaginando la realidad

83

pasiones, sin reglas y sin leyes. Oscila siempre entre el amor y el dolor y su único consuelo es alcanzar la infinitud ya sea por una inmortalidad en vida o en la muerte. La razón actúa continuamente de escudo de las pasiones del corazón. Al apercibirse continuamente de las tentaciones sentimentales no ejerce su labor al cien por cien. Hay muchas lagunas en este campo que se rellenan, inevitablemente, con el instinto (ya sea con mitos, creencias o falsos hábitos). El espíritu en cambio, es el juez arbitral entre ambas y la única que acierta en cada decisión. El espíritu toma forma de belleza porque actúa siendo quien es. Se denomina espíritu por su propia forma de ser. ¿Existen los espectros? Se trata de algo que es y no es. El espíritu, a veces, somos nosotros, otras veces, se esconde. Es como un velo que se abre y se cierra: se muestra y desaparece, pero siempre existe en nosotros.

Bien, como vengo diciendo, la autenticidad de cada uno de nosotros depende de su perfecta coalición entre ellas. Cuanto más trabajemos el espíritu menos dependeremos del resto y, por consiguiente, inventaremos nuestra vida tal y como queremos que sea, sin el dominio del instinto. ¿Vivir libres o vivir determinados? Con una buena base de espíritu podremos decorar nuestra vida a nuestro antojo, podremos poner un poquito más de pasión aquí, más color allá… un trabajo difícil pero del que no me atrevo a decir que sea imposible. ¿Es posible manejar a mi antojo todo lo que influye en mi vida?, ¿es recomendable? No sé, pero conforme voy escribiendo la idea se me hace cada vez más rara.

Hay algo que sí está claro, tenemos que controlar todas nuestras pasiones y mesurar todo poder racional. Tenemos que encargarnos nosotros mismos de disfrazarnos de vida, y de este modo, re-ingresar en nuestro hábitat natural: el mundo natural estético del cual salimos justo cuando empezamos a hacer historia, sumergiéndonos en el mundo histórico. Es concerniente, pues, que mi próximo punto de este capítulo sea

Page 84: Imaginando la realidad

un estudio de la mediación de ambas esferas tan equidistantes pero propias del ser humano, una por naturaleza, otra por el uso incorrecto de la vida, utilizando el espíritu como hilo conductor e intentar reconciliarlos y de este modo, volver al origen.

Dos mundos enfrentados

Tanto el mundo natural estético como el histórico se

presentan como independientes, prescinden el uno del otro con trayectorias diferentes. No obstante, hay un punto crucial en ambas trayectorias en donde podemos observar que se cruzan, y será ahí donde lleve esta investigación. Tal punto de encuentro es la cotidianeidad, es decir, el presente. No sé si es una mera casualidad, pero que esa interacción momentánea de ambos mundos se dé precisamente ahora, exactamente en este instante, o en el instante en que tú, mi lector, estés leyendo este párrafo, es un regalo de la naturaleza. La vida en su conjunto nos está dando infinitas oportunidades para cada una de nuestras vidas individuales. Nos está regalando, continuamente, una vía de escape hacia ese mundo estético. Un mundo que contiene la belleza del ser como sí mismo. Reencontrarnos con quien somos realmente. Un mundo donde coincide tu forma de ser con la forma de ser en el mundo. Una vida sin disfraces. Una vida plena, bella y, por tanto, feliz.

El presente es la única dimensión eterna donde recibimos todas las afecciones externas e internas. Un factum que se estrella con nuestra realidad. Nos golpea, nos enamora, nos hiere, nos seduce. Pero, ¡que equivocados estamos todos acerca del ahora…! La cotidianeidad no está determinada bajo ninguna ley. El presente vive de sí mismo y, por tanto, no requiere de ningún fenómeno ajeno a él para que podamos estar aquí. No está determinado ni por la causación, ni regido por el tiempo. Cada presente forma parte del mismo presente o, por lo menos, nuestra constitución humana, así lo representa. A nuestros ojos,

Page 85: Imaginando la realidad

85

el presente es un continuo; en la mecánica cuántica, no lo sé. Es decir, la vida se presenta continuamente como un espacio en blanco, obsequiándonos con la oportunidad infinita de pintarlo a nuestro antojo. Una tabula rasa perenne y exenta de cualquier tipo de condiciones ajenas a nosotros. Somos dueños de la libertad y, por tanto, no tenemos que pintar nuestra vida copiándonos del pasado y, mucho menos, calcándolo.

Este es el punto al que quería traeros: humanos por doquier viviendo vidas iguales o muy parecidas, ¿por qué? Porque el hombre tiende a construir su vida utilizando de herramienta el pasado. ¿Y no es irónico construir un futuro mediante un pasado? ¿Acaso no tenemos suficiente creatividad para pintar nuestra vida como realmente nos sale de dentro, como realmente somos? por eso, el mundo natural estético está en pleno enfrentamiento con el mundo histórico. El pasado se encuentra en nosotros de múltiples formas: desde un recuerdo, hasta un trauma. Aunque, evidentemente, también lo llevamos de alguna forma en la sangre. Somos los herederos de todas las tradiciones, de todas las constituciones, de toda la sangre que se dejaron en los campos de batalla para poder tener, a fin de cuentas, el presente que tenemos ahora. Echando un vistazo al pasado, creo sinceramente, desde mi forma de ver las cosas, que toda la vida, en su gran mayoría, fue in-vivida. Fueron vidas, que al igual que hoy, están consumidas por la historia. Y cuando mezclas una vida humana regida bajo el impetuoso instinto junto con la historia, el resultado es una montaña de años, siglos y milenios sobrecogidos por la guerra.

Frente a una vida presa de traumas, tradiciones, guerras, falsos profetas y falsos dioses, se nos presenta el otro camino: Vivir una vida estética. Su realización es de un gran esfuerzo constante, pues hablar sobre ello es más fácil que realizarlo. Al fin y al cabo, siempre estamos perseguidos por el pasado y, cómo no, también por el instinto. La batuta que guíe nuestro

Page 86: Imaginando la realidad

viaje y haga separar el mar: por un lado del ello, y por otro, del recuerdo, será el espíritu de cada uno: el alma.

Será de nuevo (por su gran complicación), el camino, aquello en lo que debamos fijarnos. Será el viaje aquello que nos hará más fuertes, más felices, y con más ganas de continuar esta aventura. Como ya he dicho a lo largo de este libro, encontrar el mundo natural estético dependerá únicamente de ti. Las herramientas que necesitamos para este viaje ya las poseemos, vienen, evidentemente, innatas en nosotros; aunque a veces, según la persona y su grado de invivición, estarán más escondidas que otras. Se trata, pues, por un lado, del presente. Sólo somos dueños del ahora. Además, lo más importante que debemos saber del presente es que es infinito. Lo tenemos delante todo el tiempo, hasta la muerte. Tenemos la oportunidad continua de hacer lo que nunca hemos hecho y lo que siempre hemos querido hacer y, jamás será demasiado tarde para hacerlo. Tenemos que pintar nuestro presente, pintarlo con el Imaginio, nuestra segunda herramienta, nuestro sexto sentido que introduje ya en el primer capítulo. Y el tercer y más importante requisito eres Tú. El tú que siempre has querido ser. Un Tú que sea capaz de regular los diablos de tú interior. Y basta con estas tres herramientas para poder ser feliz. Ser tu mismo en tu presente. Al ser tu mismo penetrarás en el buscado mundo natural estético. Y eso, amigo, es la belleza. Tu identidad proyectada en este mundo rocambolesco.

Construye tu vida, mi lector, mi volatinero, sin restringirte de nada. No eches la vista atrás para cerciorarte de que nadie te mira, sólo importas tú y tu deseo por vivir. No eches la vista atrás, al pasado, para asegurarte de que tu proyecto de vida tenga la misma forma estética que la del resto. No tengas miedo de ser diferente, de construir cosas nuevas. Cierra los ojos y pinta tu vida, abre los ojos y traspasa el horizonte. No mires allá donde siempre has mirado, mira hacia a ti mismo, y saca de ti lo más grandioso. Haz que confundas la realidad con el sueño.

Page 87: Imaginando la realidad

87

Esquiva la historia y crea la tuya. Sortea las rémoras de tu inconsciente. Destruye tus traumas. Pero no te agobies, tienes todo el tiempo del mundo, tienes todas las oportunidades que desees. ¡Inténtalo!

El espectador de la vida

Desencajar tu ser de lo que has sido. Sobreponerte a lo que

eres. Salir de la posición que ocupas en la vida y contemplar los engranajes que hacen funcionar la realidad. Poder describir con palabras reales, un describir auténtico, sin metáforas ni reflejos de lo que representa. Sólo es posible hacerlo en ese estado de embriaguez que ya definió Nietzsche. Un estado en que te sientes fuera de todo y puedes ver realmente qué es lo verdadero. No es lo que vemos, sino cómo lo vemos. Un intento de explicación de lo que soy.

Cuanto más lejos miro, más perplejo me quedo. Nunca llegaré a tales verdades, nunca podré ir más allá de este banco en el que estoy sentado mientras el sol va desapareciendo poco a poco. Cabreado y pleno de felicidad, nunca podré llegar tan lejos como han llegado la perfección y la belleza, pero me quedo muy a gusto contemplando lo que hace ser mi vida. Ya no es cuestión de amargarme en el pensamiento de lo insignificante que soy ante el mundo, ahora creo que este insignificante es un espectador que alguien ha hecho para que pueda contemplarlo, palparlo, oírlo, olerlo, saborearlo e imaginar lo inimaginable.

La naturaleza no sólo ha creado un mundo infinito para que no nos aburramos, para que no nos cansemos de contemplar la belleza, sino que, ha llegado a producirla en nosotros mismos. Somos obras de arte, las últimas en ser creadas. Y, sin embargo, ¡cuánto valor le hemos quitado a la palabra "vida"!, si sólo necesitamos mirar alrededor. Vida por todos lados, sin ella no seríamos quienes somos, no seríamos nada.

Page 88: Imaginando la realidad

El dolor

A veces se funde el dolor de la soledad con tu ser. Una

combinación de puro dramatismo. Desahogas tus penas precisamente estando solo, cuando nadie te ve, tus sentimientos manifiestan tristeza, donde todo se confunde y no sabes muy bien que quieres de verdad. En ese instante se desquebraja el orden de toda tu vida, y todo lo que funcionaba bien ahora te preocupa como aquello que ocasionó tu debilidad, tu tristeza, tu soledad.

Pones en tela de juicio creer que antes eras feliz. Nada encaja cuando sientes esto, cuando sientes que algo te falta. Todo se vuelve tosco, pesado. Tu vida pesa. Es un no-querer constante que se estrella con tu presente, con tu deber.

Momentos en que te sientes solo y quieres desaparecer, pero, por más que lo intentas, no consigues escapar de ti mismo. Tus instintos te persiguen, no te dejan tranquilo. Tus deseos se vuelven cada vez más incontrolables y, sin embargo, no sabes que te piden.

Dejas que pase el tiempo, agonizas. El tiempo pasa muy lento. Cierras los ojos y cuando consigues dormir te atormenta en forma de pesadillas tus ausencias. Tus transformaciones oníricas hacen de tu vida una tortura y cuando despiertas entre gotas de sudor te das cuenta de que tu vida no se diferencia tanto a la del sueño. Te preguntas si aun duermes, si vives en un sueño… Deseas despertar y que todo vuelva a ser como antes, cuando nada te atormentaba.

Todo va cayendo en efecto dominó. Empezaste por tener una ausencia y acabó por ser un problema, y éste ha abierto la puerta a todo lo que te unía, comenzando una reacción en cadena destruyendo todo lo que te importa. Estás solo y ya no te quieres ni tú. Toda tu vida patas arriba, tu vida abierta en canal. Te miras retrospectivamente, tu vida te aterroriza, sientes impulsos de odio hacia ti mismo, una sensación de asco. Sólo

Page 89: Imaginando la realidad

89

quieres que nadie vea tu monstruosidad. Te aíslas, tú contigo mismo. Sabes que esta convivencia contigo te va matar, sino te mata él antes. Buscas soluciones desesperadas. Acabarás ahogándote en tus propias lágrimas o atado por el cuello con una cuerda en el árbol de tu jardín.

El dolor como llave al placer

Podemos responder de distintas formas ante la gran

avalancha de vida que nos aplasta en cada instante. Puede que a veces, lo que se nos viene encima sea placentero para el cuerpo, sea sublime para el alma, pero, en otras ocasiones, seremos apercibidos por el dolor; afligidos y atormentados por el sufrimiento del alma. Hay ocasiones que, en efecto, nos sentimos reconcomidos por la culpa; acorralados e indefensos ante un diluvio de pensamientos que oscilan entre el miedo y el pánico y, desesperados, deseamos rajarnos el encéfalo para dejar de sentir, dejar de llorar y regresar de una vez por todas, a la calma, al bienestar. Por no hablar del dolor físico, esa insoportable sensación que transporta toda la atención al mal.

El vivir nos suministra dosis de todos los gustos, es imposible evitarlo. Sin embargo, sí que hay distintas formas de responder ante él. Podemos aprisionarnos, tomar el dolor como castigo de las acciones de nuestra vida. Sentirnos merecidos de ese dolor y, por tanto, no salir jamás de él. Recrearlo en nuestras cabezas incluso después de que haya amainado. Es un error transportarnos a esta forma de ver el dolor. Al igual que no podemos sustituir a los dioses, tampoco podemos portar el papel de éste. El dolor aparece y no podemos acompañarle en sus actos. Es imposible despojarnos de él cuando aparece, y tampoco podemos arroparnos de él cuando queramos. Hay que aceptarlo. Aquellas personas que se creen merecidas de éste, solo reflejan un cuerpo desprovisto de amor, un cuerpo repleto de traumas.

Page 90: Imaginando la realidad

También vemos a personas que viven con un único fin: esquivarlo. Personas que de cara a la realidad, se dan la vuelta para evitar cualquier encontronazo con éste. A veces todos deseamos que desaparezca el dolor, pero es de nuevo un error actuar así.

Si suprimimos el dolor, retiramos al mismo tiempo la cara opuesta de éste. Eliminaríamos, efectivamente, el placer. Es normal que algunos presocráticos, como la escuela pitagórica, pensaran que toda la naturaleza depende de contrarios. Pues igual que no puede haber luz sin oscuridad y viceversa, tampoco hay placer sin dolor. Por tanto, da igual de cuantas maneras nos tomemos el dolor, sólo tenemos que hacer una buena filosofía de él. Para analizarlo adecuadamente hay que volver a pensar en la esencia de este libro: la libre vida interna de cada uno proyectada a la realidad. Sólo de esta manera, podremos otorgarle el mejor papel al dolor, que no es otra cosa que otro principio necesario de la vida. Sin dolor no podríamos valorar adecuadamente lo bueno. Sin sufrir no podríamos degustar convenientemente nuestros triunfos, nuestras metas superadas. Sin dolor no podríamos amar. Sin dolor, sencillamente, no podríamos vivir.

La única forma para poder soportarlo es tratándolo como a su compañero de viaje: el placer. Degustar el dolor. Sentir cualquier calvario pero, aprender de él. Aunque, sobre todo, vivir sin miedo a que aparezca. Vivir intensamente. Vivir como dijimos en el capítulo de Schopenhauer: como si la vida fuese una caída contra el suelo y su mayor disfrute sea caer a toda velocidad. Una vida sin preocupaciones y siendo quien somos. Arriesgar y no temer que aparezca. No seamos unos espantapájaros insintientes. Vayamos hacia adelante, sin miedos, sin preocupaciones, sin mirar atrás, sin miedo a encontrarnos males, porque sólo así afrontaremos de una vez, el miedo a la muerte, el miedo al dolor.

Page 91: Imaginando la realidad

91

En el abismo

Ya no siento pena, ya no siento odio.

Ahora fluye el silencio, ahora fluye la calma.

A la marcha de mi vida ahora se pausa

hacia la imagen de mis ojos que todo lo contrasta. A veces engañado, otras confundido, ya nada se disfraza sino de mentira.

La verdad arrepentida, el deseo insatisfecho, en aquel lugar donde todo es la nada.

La comedia nos dice que todo sabe a tragedia,

un corazón roto que se une en más tristeza. Donde el sentido común se muestra mutilado

aparece una chispa de aire aun más contaminado.

Se funde el miedo con la libertad formando amargas ansias de matar.

El árbol se cae. La luna se borra. Intento pintar un vacío abarrotado de historia, volver a mi cauce y regirme por más normas.

Mas no estando satisfecho, ahora callas y lo conviertes en un

grito de desahogo: ¡Desnuda de una vez tu odio! Conviértelo en calma.

Vuela donde quieras. Siente el poder por tus venas.

Disfruta de tu estancia, todo se acaba. Revive tus sueños,

plásmalos de nuevo en tela y vuelve a dormirte en ella.

Page 92: Imaginando la realidad

Una vida que repite siempre una serie barata, siempre tropezando con la misma piedra:

lo Arriesgas, lo pierdes y luego sufres... Sufres, arriesgas y luego lo pierdes. Sólo ganas cuando sonríes a la vida

y la vida te sonríe cuando menos te lo esperas. Disfruta, ¡no calles!

No estropees este momento: el reflejo de los ojos del sol

dejan la sensación de plenitud en la naturaleza.

Se escucha un suspiro: lo llaman libertad, parece que todo vuelve a la normalidad.

Pinta la luna redonda, planta una vida nueva en tu jardín. Sonríe. Vuela. Mézclate con el sabor de la felicidad.

Haz un pequeño esfuerzo por conseguir la relajación, tener el mundo a tus pies.

Elige una ocupación y nunca dejes de creer. No caigas en tu destino, intenta vivir otra vez.

El espíritu y el aura como conductores al

Mundo Natural Estético

La atalaya perfecta que vislumbra las sensaciones pletóricas

del hombre es el espíritu. Únicamente, desde esta posición, podemos hacer un balance de aquellas cosas que conviene al hombre y aquellas que no. El espíritu se despliega por la conciencia de todas y cada una de las personas de este mundo, un espectro que se palpa mediante sensaciones, se estira e intenta escapar al horizonte pero que quedan atados a la vida de cada uno en forma de aura. El aura intenta conducirnos al más allá, al lugar donde aspira a estar el hombre desde que nace: la perfección, la belleza, la realización propia, adecuada y feliz, de cada uno. El aura se origina en ese lugar tan buscado por el

Page 93: Imaginando la realidad

93

hombre desde épocas añejas, identificado por muchas generaciones en la glándula pineal. “Flujo del pensamiento”, así lo definió Herófilo de Calcedonia allá por el siglo III a.C. Un embrión en crecimiento exponencial que se caracteriza por muchas culturas como el ojo del alma o el sexto chakra, para el hinduismo. Yo, sinceramente, no tengo ni idea de si es verdad todo lo que se dice de dicha glándula, pero sí puedo afirmar una cosa: en cada persona hay una unión entre el alma y el cuerpo, y aunque fisiológicamente se haya postulado la existencia de neurotransmisores que unen tales mundos, hay cosas que ni la ciencia ni la medicina pueden explicar. Según mi pensamiento, no tengo más remedio que seguir conspirando e intentar dar una explicación a algo que, efectivamente, no veo, ni oigo, ni palpo, ni huelo, ni saboreo pero que sí Imaginio. La existencia de un mundo tan diferente al nuestro como lo son los sueños. Y no tengo más remedio que ordenar estas palabras sin ton ni son para intentar, como decía al principio de este punto, vislumbrar aquello que sé que existe: las sensaciones de ese mundo tan cercano (porque está en nosotros) y tan lejano (pues hay que atravesar el horizonte)

Los viajes al mundo estético son constantes e instantáneos pero muchas veces no conscientes por nosotros. Hoy, sin embargo, os iba a proponer algunos ejemplos de aquellos momentos en que, sin saberlo, estamos traspasando el orden inventado y ridículo de este mundo en el que vivimos y alcanzamos el mundo natural estético, el auténtico.

Dulce introducción a la música. La raíz de

la vida

Puedo escribir sobre todos los males que pululan por nuestras

vidas, pero prefiero buscar las cosas buenas y escribir sobre ellas. Aunque, normalmente, concentramos la atención en las desgracias y nunca lo hacemos en las cosas buenas. Ello se debe

Page 94: Imaginando la realidad

a la constitución del hombre. El ser humano es ambicioso y cuando consigue una meta, se pone inmediatamente otra, dejando muy poco tiempo al disfrute y la degustación de la misma. El ser humano olvida el sabor de sus triunfos, pero ¿por qué? por culpa del tiempo. El tiempo nos arroja a una vida de cambios, si pudiésemos pararlo podríamos contentarnos con lo que tenemos pero, por suerte y por desgracia, el tiempo pasa, obligándonos a conquistar nuevas metas. Ahora bien, si yo voy a intentar detenerme en las cosas buenas, esas que conseguimos o aquellas que vienen por sí solas de mano de la naturaleza, ¿quiere decir que estoy parando el tiempo? Sea lo que fuere, yo no lucho aquí contra el tiempo, pero quizá sí intente reinventar la vida, reinterpretar nuestra existencia sobre este paraíso llamado Tierra.

“Sólo parece necesario indicar que existen dos troncos del conocimiento humano, los cuales proceden acaso de una raíz común, pero desconocida para nosotros: la sensibilidad y el entendimiento. A través de la primera se nos dan los objetos. A través de la segunda los pensamos” (Kant, Crítica de la razón pura)

Os escribo estos párrafos escuchando una muy buena Playlist que ha hecho un gran amigo mío. –¿Qué más nos da?— me diréis. Pues por un motivo que a continuación voy introducir y que tiene que ver con la cita anterior de Kant. La música, gracias a Dios, sigue brotando del tronco de la sensibilidad. La música pertenece al mundo que estamos saboreando con cada frase. Todo artista componiendo y tocando se interna en esta increíble y bella esfera, pero, ¿qué les pasa cuando apagan las guitarras eléctricas?, ¿a qué mundo pertenecen? A mi gusto, el buen artista, es el que jamás la apaga, aquel que vive lo que toca y toca lo que vive. La gran mayoría de estas personas que se dedican a la música (también ocurre con los que se dedican a otras artes) viven de la música (o de su respectivo arte) y luego le dan la espalda. Escriben preciosas letras para sus canciones y

Page 95: Imaginando la realidad

95

después de cantarlas siguen siendo los mismos gilipollas de siempre. Creo que lo único que ocurre es que el hombre, como vengo diciendo, posee varias naturalezas. La música la extraemos del tronco de la sensibilidad pero nuestra vida sigue brotando del entendimiento. Kant dice que con el entendimiento pensamos los objetos que apercibimos del exterior, yo creo que lo que quiere decir es que con el entendimiento seguimos pensando que las cosas son como las hemos prefijado desde épocas lejanísimas. Pensamos las cosas siempre de la misma manera y creemos que, efectivamente, las cosas son así, y no pueden ser de otra forma. El músico compone bellas piezas extrayéndolas del tronco de la sensibilidad, la única vía con la que podemos alcanzar nuestro horizonte y creer (al igual que crear) una vida tan única como diferente a la que nos sentencia nuestro entendimiento. Este último ha sabido aprovechar las debilidades del ser humano, ha creado grandes axiomas aparentemente indisolubles (la causalidad, el principio de no-contradicción, etc.) El entendimiento y sus respectivos conceptos con sus consecuentes conocimientos nos envuelven en una burbuja imponiéndonos una verdad. Una verdad que se parece tanto a la Verdad que, incluso, nos la creemos. Creemos vivir en el único mundo posible, con las únicas leyes posibles, etc. Esta forma de vida se ha extendido por el espíritu que circula por nuestras venas y es la culpable de que el músico, cuando acaba de ensayar, cree volver a la “realidad”. Esa realidad que le hace ser un gilipollas más de la sociedad. No sólo es un ignorante, sino también es un inútil que vende su sensibilidad y sus respectivos caminos a la felicidad por unas cuantas monedas (inventadas, por cierto, de nuevo, por ese narcisista entendimiento). Vende su música para luego meterse coca, para luego creerse mejor que los demás, para luego vivir de forma tan desgraciada como lo es el tronco de la razón.

Kant no pudo dilucidar qué pasaba en la raíz de estos dos troncos (sensibilidad y entendimiento) que nos proporcionan el

Page 96: Imaginando la realidad

conocimiento. Él se dedico exclusivamente a lo que ocurría de suelo para arriba. En un mundo totalmente infranqueable obtenemos la respuesta, ambos troncos surgen de una misma raíz. El entendimiento, antes de nacer y palpar la realidad, creció junto con la sensibilidad, (quiero decir, antes de ser personas, antes de ser quien somos, éramos un Todo-posible). La música nos refleja semejante amalgamar: la unión de los sentimientos juntos con los de la razón para forjar verdaderos temas musicales. Kant hizo su exposición trascendental desde los cimientos hacia tejado, yo me sumerjo en ese mundo imposible de acceder. ¿Qué hay debajo de los propios cimientos?, ¿realmente hay una unión? Podríamos decir que aquellos temas musicales originados –como se suele decir– del corazón, son a priori y puros, Mientras que, aquellos que se conocen como –comerciales –son a posteriori y, además, mezclados con la razón. Aquel lector que sepa algo de Kant (por cierto yo sé más bien poco) sabrá que lo que pretendo hacer es una inversión de valores. Veámoslo mejor con un esquema que he hecho con el paint:

Estos dos Bonsáis que se levantan del suelo y que pretenden

ofrecernos distintos conocimientos, pertenecen al estudio de Kant, pero ¿qué ocurre en las raíces? La infraestructura de

Tronco Sensibilidad

A posteriori

REALIDAD

Tronco Entendimiento

A priori

Sensibilidad

a priori

Entendimiento

a posteriori

ESTÉTICA

TRASCENDENTAL LÓGICA

TRASCENDENTAL

POSTUREO

POSTUREO

NATURAL

Ó IMAGINIO

RAÍCES

Page 97: Imaginando la realidad

97

nuestra vida depende de lo que ocurre del suelo hacia el fondo. Las raíces son el origen de la realidad, se trata de nuestro interior. Es importante no representarnos este esquema teniendo en cuenta el engañoso tiempo del que no dejamos de hablar y tampoco del tiempo al que Kant le dedica un capítulo en la estética trascendental. Llamamos raíces a la causa de lo que luego observamos en la realidad. Pero por muy acostumbrados que estemos a que la raíz es lo primero que surge y de ellas surge la vida, esto no es así. Las raíces son el interior de cada uno y a él podemos acceder siempre que queramos. Podemos cortar, sanear y plantar nuevas semillas.

Pretendo cambiar la realidad, eso significa que las raíces no dieron el fruto de la realidad que yo esperaba. Las raíces más gruesas de nuestra vida (la raíz principal) se alimentaron de nuestra infancia. La estructura básica de nuestra vida es, por tanto, nuestra niñez (y así nos lo cuenta también Freud). Pero conforme va creciendo nuestro árbol (árbol porque efectivamente, no podemos llamar árboles a algo que surge de misma raíz) se desarrollan más raíces. Kant se conformó con lo que había, e hizo un exhaustivo estudio de cómo se desarrollaba la realidad. Pero mi problema es muy sencillo: ¡no me gusta mi realidad!, y eso me obliga a descender a las raíces, a descender al meollo de toda mi vida, mi propio origen y plantar mi vida desde el principio. Llamaré, como bien decía antes de hacer el esquema, sensaciones a priori puras aquellas que dependen únicamente de mi sensibilidad, aquellas que son dominadas por mi voluntad estética, las que desean trasplantarse al mundo natural estético. Serán, por el contrario, las decisiones tomadas por el entendimiento, aquellas que son a posteriori, es decir, aquellas que son tomadas ateniéndose a reglas o leyes que se vanaglorian de contener la verdad. La verdad no existe, sólo existe nuestra vida y el sentido que queramos otorgarle. Por eso, cuanto más eliminemos aquellas verdades y plantemos nuestra vida en una tierra fértil para el Imaginio, más viviremos (y no me

Page 98: Imaginando la realidad

refiero, obviamente, a vivir más tiempo, sino viviremos más, pero medidos en grados de felicidad).

Nuestra vida crece gracias a esas raíces, y si nos ponemos los ojos de un jardinero y nos sumergimos por estos pensamientos, podremos analizar las vidas que vemos en la sociedad. Vemos árboles que dejan de crecer a causa de las pocas raíces que lo sustentan, esas vidas se desploman por no haberse enraizado bien, por estar completamente vacías en su interior. Vemos árboles que, efectivamente, se separan en dos grandes troncos. Troncos con una sensibilidad tan pobre como los arbustos, y troncos del entendimiento tan creídos como los narcisos. Vemos árboles gigantes como las Secuoyas, vidas que intentan estirar sus ramas y alcanzar su horizonte y árboles que crecen demasiado rápido como el Bambú. Vemos árboles parecidos al Sauce llorón, vidas con tan poca autoestima que se esconden sobre sí mismas, crecen llorando e intentan regresar y esconderse bajo tierra, es decir, esconderse en sí mismos. Vemos árboles talados por la mitad y árboles tan frondosos como los Cipreses. Vemos personas que se adhieren a la vida como auténticas Hiedras y otras tan desconfiadas que crecen con espinas. Vemos árboles secos y huecos pero que aun se sostienen y alcanzan grandes alturas, son vidas encauzando caminos incorrectos, intentando alcanzar una meta muy, muy lejana, inalcanzable de hecho, y empeñados en conseguir lo que ansían, su propia vida se ha ido secando. No fueron regados adecuadamente. Pero también los hay que florecen y se enorgullecen de ser como son.

Contemplamos, a menudo, vidas que se parecen más bien a un árbol de Navidad, sin ninguna raíz, pero que se disfrazan con adornos y se creen los mejores. Son árboles que adquieren la forma que queramos, vidas manipulables y tan ornamentadas que creen estar viviendo pero se encuentra desenraizadas y vacías de vida. Y vidas que son directamente de plástico, vidas recién sacadas del molde de la sociedad.

Page 99: Imaginando la realidad

99

Vidas Acacias que no requieren apenas agua para vivir, o vidas que no dejan huellas ni rastro de sombras, como el árbol de Júpiter.

Hay vidas para jardín y vidas que sólo pueden respirar en la naturaleza. Vidas perennes y vidas caducas, vidas que regalan sus frutos y vidas que sólo aspiran a crecer, hay vidas que crecen torcidas y vidas que se adaptan al medio. Vidas que pierden sus hojas con un soplo de aire y vidas que resisten y guardan su postura con auténticas borrascas. Pero lo que de verdad importa aquí es lo siguiente: ¿y tú?, ¿qué clase de árbol eres? ¿Te conformarás con la semilla que aportaron tus padres y las raíces que adquiriste en tu niñez, o bajarás como yo, colgado del tronco del entendimiento para hacer florecer la parte de la sensibilidad? ¿O, por el contrario, prefieres crecer y convertirte en un guitarrista de música comercial más?

Escribiendo mi vida lo más parecido al comportamiento de la naturaleza, despierto en un día completo de hojas verdes. Supongo que nadie ha querido ser nunca un árbol pero la dulce sensación que recorre todo mi tronco hasta la copa de mi cabeza es tan placentera que dejo relajar todos mis músculos para recibir con mayor intensidad el soplido del viento que balancea todas mis ramas.

La música

La música es el billete más usado de nuestro viaje al mundo

natural estético. Antes de empezar, recordemos un poco lo que dijimos en los dos últimos puntos del capítulo de Schopenhauer, donde, efectivamente, hicimos el primer homenaje a la música. La música se entreteje en la voluntad interna de cada uno. Los sonidos surcan el rígido pentagrama de nuestra vida volatilizando la jerarquización histórica en instantes propios, momentos mágicos, rompiendo el cronómetro biológico, desquebrajando la institucionalización y sistematización

Page 100: Imaginando la realidad

impuesta en nuestro mundo. La música ha roto la cadena que ataba el reloj a las horas.

La música nos recuerda quién somos y puedo asegurar que todos aquellos que se dediquen a la música, ya sean mejores o peores, son ineludiblemente, artistas. Y lo son porque están, sin querer hacerlo, sobrevolando el mundo que ansiamos buscar. Transforman el rígido y consecutivo tiempo y lo convierten en un instante pausado, donde lo que transcurren no son segundos, sino sentimientos; sentimientos auténticos del interior de cada uno. La música detiene el ritmo frenético de vida histórica y se convierte en interfaz entre nosotros y el nosotros que aspiramos ser. El aura arropa cada nota y cada palabra de la canción otorgándole un valor distinto al que acostumbramos en este mundo invertebrado. El artista compone la música extrayéndola de la nada y la convierte en el amarre que atan ambos mundos. Pero es el aura el que certifica que, por una vez, no estamos sobreactuando, sino mostrando a la vida quiénes somos realmente. Podemos definir a aquellas personas que viven continuamente sobreactuando como personas que actúan de postureo, es decir, se muestran a la vida engañándose y engañando a los demás. Un sinsentido que se refleja como aquel que posa artificialmente, adquiriendo una postura falsa aquí, allá y por donde quiera que pasen. Llamaremos, por el contrario, naturales a aquellas que actúan fieles a sí mismo, sintiendo cada acción de su vida y realizándolas con sumo gusto.

La música es la magia que da vida al mundo buscado y, por una extraña razón, se encuentra aquí, entre nosotros. El poder que trae consigo se constata inmediatamente por la belleza que desprende pero, hay algo más importante que nos certifica su autenticidad: la música en sí no son notas ni ondas voladoras; no son sonidos ni mucho menos ruidos. La música posee el rasgo característico de su autor, la identidad del artista. La música no es música sin más, es la extensión del espíritu del creador y todo aquello que forja la totalidad de su persona. El haz de libertad

Page 101: Imaginando la realidad

101

que lanza el artista expresando al mundo su a-sí-mismo queda por siempre suspendido entre ambos mundos; una apertura a la libertad y una visita abierta al mundo regida por sentimientos.

Por ese motivo, el valor de la música no puede ser medido desde la objetividad humana sino desde la subjetividad. Jamás podrá ser jerarquizado por el raciocinio, sino será almacenado en la identidad de cada uno. La esencia de cada canción tiene además dos tareas que se cumplen a la perfección. La primera es la que ya he estado explicando: la forma de la música es una reproducción exacta del interior del artista, la voluntad del creador. Y lo segundo que caracteriza a la música es que, una vez lanzada al espacio, se proyecta en los espíritus del resto, de los oyentes. Efectivamente, porque el mundo que ansía buscar (el estético) está, como muy bien sabéis, en cada uno de nosotros. Por eso, al escuchar cada pieza musical, saca lo más íntimo de nosotros. Nos transporta directamente al mundo buscado, y nos aleja (el tiempo que dure la canción) de nuestro mundo. Eso es, un viaje al mundo natural estético.

Unos minutos que se obstruyen en el propio tiempo y los empleamos para ir más allá, para segar nuestro propio camino.

Hay, por tanto, una vinculación directa entre la canción y nuestro mundo. Y, de este modo, podemos decir que hay una unión entre el aura del artista extrapolado al mundo estético y nuestro propio mundo. ¿De qué estamos hablando? De que nuestro ansiado mundo buscado, el estético, no es, como dijo Schopenhauer, un mundo individual y solitario. Sino que la relación que venimos diciendo entre el ser-mismo del artista (representado por una canción) y mi ser-mismo (que se alza del interior al escuchar la canción) conviven en un mismo mundo. Se aúnan por el aura y no se repelen. Ambos buscamos lo mismo: la paz, la libertad, la felicidad, extrayendo de nosotros lo que realmente somos, sin disfraces ni máscaras. El mundo estético –el del genio—es, por tanto, propicio a una convivencia perfecta. Cada uno siendo como es.

Page 102: Imaginando la realidad

Parece cierto, cada horizonte individual se acopla al de cualquier ser humano, y me pregunto ahora, ¿por qué ir allí para alcanzar lo que busco, aun demostrando que, una vez allí, tendré los mismos vecinos que ahora? ¿Por qué no aplazo ese viaje y consigo ser quien yo quiero en este mundo? ¿Tan podrido y corrompido está este mundo que tenemos que soñar con un mundo mejor? No te equivoques, lector. Sólo trato de engañarte un poco. Intento que te des cuenta de que estamos continuamente soñando con algo mejor y, mientras tanto, ensuciamos nuestra propia vida esperando a un mago o a un genio que nos transporte a un mundo mejor, y ahí, empezar de nuevo y empezar adecuadamente, haciéndolo bien desde el principio. Observamos todo nuestro alrededor y vemos la incapacidad de volver a un origen. Todo sería muy fácil si nos “resteáramos”, ¿verdad? Pero, ¡no puedes darte por vencido! Hay que cambiar el mundo y, si lo piensas, es facilísimo: sólo tienes que encargarte de ti mismo, de cambiar tú. Si cada uno lo hiciera, reiniciaríamos el mundo.

Acabamos de ver cómo la música nos sirve de vía de escape, no a un mundo, si no a una ruta para que reconduzcas tu camino, para que vivas como realmente seas. Cuando lo veas todo claro, cuando alcances tu horizonte, cuando controles tus instintos, tus ansias, etc, podrás, no sólo contribuir a un mundo mejor, donde las palabras “guerra”, “ingratitud” o “avaricia” dejarían de existir, sino que también vivirás mejor, vivirás feliz. Vivirás sin ocultarte.

Cuando consigamos la contribución de cada persona habremos forjado la unión de todas las auras, seremos un tejido de convivencia, respeto y educación. ¿Acaso no tenemos los requisitos necesarios para alejarnos de la vida animal y vegetal y labrar un reino de la felicidad en el mundo natural?

Volvamos al asunto que nos incumbe, el de la música. Pertenecemos a un mundo totalmente distinto comparado con el que dejamos atrás. Hoy en día, el arte de la música no se

Page 103: Imaginando la realidad

103

puede comparar con el de hace un siglo. Puede que la música del pasado la caractericemos como la mejor, pues antes no se hacían las cosas tanto como para conseguir entrar en el pódium de los mejores, sino por el mero amor al arte. Pero hoy no estoy hablando de calidad musical, sino de la gran multiplicación en torno a este arte, ni siquiera nos sorprendemos de su rápida y exponencial evolución. Pues, cómo acabamos de ver, es natural en el ser humano. Por muy retrógrados que seamos en esta vida, hacemos de forma innata viajes al verdadero mundo donde deberíamos habitar. No solo ocurre con la música, también lo hacemos, por ejemplo, al estar enamorados, pero ya hablaremos de eso en el capítulo siguiente. Vivimos, por tanto, en un mundo repleto de música, poseemos un gran cajón musical de todas las variedades, de todos los estilos, de todos los gustos. Pero la verdadera música no se crea para ser puesta en venta y alcanzar la fama. La música es un arte, y como el resto de las artes se crea con el único fin de salvaguardar la esencia del ser humano, para no olvidar que pertenecemos, en el fondo, a ese mundo, al neverland, el mundo natural estético. Nuestra vida debería estar pendida de cada nota o detrás de cada cuadro.

Y ahora, queridos míos, aprovecho para adelantaros un secreto: todos tenemos la necesidad de regresar a nuestro paraíso, todos anhelamos, en el fondo, volver a ser niños, regresar a las raíces, al origen. Pues ¿cómo íbamos a desear tanto una cosa sin conocerla? El mundo natural estético ya lo conocimos, nacimos en él y pasamos allí nuestra juventud. Nuestro ansiado mundo buscado es nuestro verdadero hogar, ¿increíble verdad? Os dejo ahora a vuestro antojo para que terminéis de encajar las piezas. Yo, mientras tanto, proseguiré con mi estudio de los viajes repentinos a nuestro hogar de nacimiento: el increíble país de nunca jamás. Donde todo era perfecto, todo era bello, todo era como yo quería que fuese, como mi Imaginio quisiera que fuese. La música nos ha

Page 104: Imaginando la realidad

acompañado toda la vida, y puede ser, fácilmente, un elemento de sustitución de los que nos habló Freud.

¿Qué sentimos cuando escuchamos música, entonces? Nuestras venas se convierten en ríos transportando millones de sentimientos. Muchos de esos sentimientos los conocemos, podemos ponerles nombre; podemos sentir miles de combinaciones, infinitas uniones de nuestro actual presente con millones de recuerdos: podemos sentir alegría, pena, amor, podemos imaginarnos un color, un sabor; podemos regocijarnos con ilusiones y fantasías, pero ¿qué pasa con el resto de sentimientos que transcurren por nuestro cuerpo-alma y que no sabemos qué son? Podríamos decir con seguridad que son sentimientos vividos, y podríamos concretar, a bote pronto, que pertenecen al mundo natural estético. Pero lo que sí hemos sentido todos es que, cuando nos evanescemos con las notas musicales y empiezan a brotar de nosotros sentimientos in-conceptualizados, todo el pelo de nuestro cuerpo se eriza intentando estirarse tanto como el aura.

Te despiertas como una mañana cualquiera.

Te tomas tu taza de café. Todo es perfecto.

Eres muy feliz. Pero a veces ocurre,

desapareces del mundo, tú la esperabas pero ella no aparece.

Todas las personas de tu alrededor están en sus cosas. Nadie te hace caso.

Pasa el tiempo y ella sigue sin aparecer.

Y todo aparenta ser normal.

Page 105: Imaginando la realidad

105

Todo aparenta ser normal.

Todo aparenta ser normal.

Tu vida debe seguir sin ella. Todo se hace difícil.

Te levantas pensando en ella y acabas de nuevo por la noche solo.

Nada ni nadie te consuela. Estás solo en una vida que ya no tiene sentido.

Aquella preciosa dama era tu mundo, ahora vives sin ella en un profundo vacío, infinito.

Y todo aparenta ser normal.

Todo aparenta ser normal.

Todo aparenta ser normal.

Vas a tu trabajo y te la cruzas,

ella va de la mano de otro chico, vuestras miradas se han cruzado,

ese instante se ha grabado en tu cabeza para siempre. Jamás te olvidarás de ella. Nunca la olvidarás.

El cine

Nos encontramos en una década donde el mundo

cinematográfico se halla al filo de conseguir la auténtica perfección. La tecnología ha reformulado y reinterpretado las bases del cine y ahora, por fin, lo podemos considerar como un verdadero arte. Los grandes descubrimientos de cara a la

Page 106: Imaginando la realidad

elaboración de una película han facilitado que se adecúe el pensamiento del director a lo que finalmente sale en la gran pantalla. Es decir, el cine se encuentra cada vez más próximo al pensamiento del director. Éste, que proyecta su película en la pantalla de su mente, puede ahora, con los grandes recursos actuales, traspasarla a la televisión. Se puede lograr grandes efectos especiales que antes no se podía, y, podemos (nosotros, los espectadores) sentir continuos sentimientos gracias a la gran representación de nuestros actores que se meten de lleno en el papel de la película. Hacer un cine decente, hoy en día, es sólo para profesionales o para aquellos que llevan el don circulando por sus venas.

Es cierto que muchos filósofos han criticado el cine así como Sócrates lo hacía con la poesía, pero los tiempos y las circunstancias han cambiado por completo; no se puede criticar todo lo que nuestros antecesores criticaron como una reminiscencia de nuestras almas. Tenemos que ser fieles a nuestro presente. El cine ha conseguido su billete para volar y aterrizar en el mundo natural estético. Las películas han conseguido plasmar unos sentimientos innombrables sobre las grandes pantallas, han conseguido arrancar lo más profundo de uno mismo y proyectarlo, así, a los espectadores, y nosotros, ser capaces de reinterpretar todas esas emociones flotantes y adecuarlas perfectamente a los sentimientos de nuestra cotidianidad. También nosotros nos metemos en la piel de los personajes, conformando un vínculo de auras entre el personaje y las afecciones de nuestra alma, expresadas en lágrimas, tensión, sublimación, miedo, risas, amor, desamor, etc., vivimos las películas como reales, y quizá sea esto por lo que ha sido tan criticado por muchos filósofos. Es cierto, el cine es todo una representación falsa de la realidad, no es la vida real, además, nos hacen ver exclusivamente lo que quieren que veamos. La cámara se transforma en nuestros ojos que enfocan y enfatizan todo aquello que el director decide que veamos. Es la

Page 107: Imaginando la realidad

107

manipulación más falsa y a la vez más bella que he tenido en mi vida. Es cierto, ¿por qué iba a criticar yo el cine si, en el fondo, me vuelve loco? Si cuando salgo del cine sólo pienso en aquellas partes de mi alma que han quedado trastocadas por la manipulación directa que ha causado en mí la película. Por mucho que me cueste ver una película de miedo luego, cuando estoy a altas horas de la madrugada solo en mi casa, me encanta (aunque a la vez lo odie) sentir miedo, meterme en la cama y envolverme entre las mantas. ¡Qué os voy a decir, me encanta sentir! Quiero sentirlo todo, sino ¿para qué vivo? ¿A quién le gustaría estar eternamente en el más auténtico sentimiento de placer? ¿Cambiarías, entonces, tu vida por un hombrecillo con cincuenta manos utilizadas continuamente para rascar un picor eterno que tiene por su cuerpo? Éste solo estaría sintiendo placer, ¿deseas tu eso, o deseas sentir de todo?

El hombre ha nacido con el don de sentir ¿por qué? “las cosas buenas no hace falta entenderlas” y el cine no deja de demostrárnoslo.

Podemos hablar de muchos viajes al mundo que ansiamos, yo aquí he mencionado la música y el cine, pero, en general, hay trayectos para todos los gustos. Son aquellos momentos que dejamos de pensar en la realidad, de resolver del mismo modo el puzzle de nuestra vida. La verdadera realidad está detrás de las paredes que hemos construido voluntariamente y que tanto me recuerdan a la prisión de Shawshank, donde nuestro héroe Andy Dufresne consiguió mantener intacta la Esperanza para acabar fusionándose con la vida y la libertad. Nuestra vida se haya sobrecogida por un montón de principios originados por el hombre corrupto, y los seguimos empedernidamente, como si fuera la auténtica realidad del hombre adquirida de nacimiento. Como si fuese natural seguir estas reglas inventadas por el más fuerte y creyéndoselas hasta el más pobre. ¡Qué calamidad! Al actuar así estamos levantando los muros que nos impedirá alcanzar y traspasar nuestro horizonte. “Cada pueblo se ha

Page 108: Imaginando la realidad

inventado su lenguaje propio en costumbres y derechos” Así hablo Zaratustra, Nietzsche. Caminamos por una sociedad que restringe por completo la voluntad innata del hombre, obligados a respetar unas leyes, las cuales, si las lees concienzudamente, te descojonas y ríes por no llorar. Quizá me esté volviendo algo anarquista (aunque me da miedo usar esta palabra sin dar antes una explicación), creo que el hombre puede, si cumple con el objetivo de este libro, vivir sin leyes; dejaremos poco a poco de vivir sin palabras como maldad, avaricia y poder, y ampliaremos gradualmente el valor de muchas otras. Viviremos para sonreír, cumpliremos nuestros sueños, unos sueños que ya no estarán enterrados bajo el lodo histórico y político de nuestros días. Seremos lo que somos realmente cada uno en su interior.

Cogeremos las riendas de nuestras decisiones, el espíritu tendrá que aprender a convivir con el pesado esfuerzo de vivir en una vida repleta de elecciones que decidirán el porvenir de nuestras vidas. Si antes los dilemas se resolvían por sí solas y decidíamos, no pensando en nosotros, sino observando el reflejo de cada una de estas decisiones y su consiguiente repercusión sobre la masa. Elegimos nuestra forma de vestir según las modas, nos compramos las últimas novedades, no porque nosotros queramos, sino porque el mercado nos lo exige. ¿Quién manda en nuestra vida, quién decide sobre nosotros? Ya es hora de vivir una vida natural y dejar de hacerlo de postureo.

Cada elección de tu vida gira el timón del destino a uno u otro lado. Si bien antes íbamos teledirigidos por decisiones que se movían dentro de un margen tan pequeño que todos surcábamos la vida por las mismas corrientes marinas, ahora el océano se convierte en el espectacular coloso Poseidón que siempre ha sido, el gran interrogante que ataca y destruye avanzando sin vaticinar, golpeando furioso las aguas, remolcando nuestros espíritus a confines tan dispares como insólitos, pero alcanzando la autenticidad allá por donde nos perdemos. Las decisiones nos arrastran a parajes perdidos, pero

Page 109: Imaginando la realidad

109

lo importante no es el dónde estemos o el dónde iremos, sino la elección, el esfuerzo por saber en cada momento de nuestra inmediata cotidianidad la decisión que vamos a tomar. Ser firmes en cada momento, no dudar y elegir aquello que realmente queremos y no lo que los demás esperan de nosotros. Más de uno se llevará una sorpresa si actúas así. ¿Acaso creen que te conocen cómo para saber qué vas a elegir? Lo peor que puede pasar es que te equivoques, o eso dicen. Yo la equivocación la llamo felicidad. La mejor forma de vivir es actuando como realmente quieres, como realmente eres, desamarrarte de todos los puertos a los que perteneces y vivir a la deriva. Vivir aquí, vivir allí.

Nobody supo el porvenir del soplo de todos los vientos que azotaban su delicada piel. Las excepciones son válidas en esta naturaleza y él era una de esas excepciones. Quizá tarde, pero mejor que nunca, Nobody nació para cambiar el curso de la vida y, por supuesto, vivió para entender el sentido de su propia vida. Su vida no era como las demás, él no dependía del transcurso del tiempo, su vida se alargaba y su cuerpo envejecía a causa de todas las elecciones que tomó. Nobody no era nadie, pero también lo era todo. Estaba compuesto de cada una de sus decisiones, pero también de las posibles vidas que dejaba atrás. Lo conocía todo, pero no era nadie. Trasfiguraba la realidad y sentía como los demás, pero sus elecciones lo mataban. Nobody no llegó a morir, pues como he dicho, fue una excepción de la madre naturaleza, provocó el origen de una nueva era; la vida dejó de funcionar con Tiempo. Pensareis: —¿pero el tiempo no puede desaparecer sin más?—. Y no lo hizo, el tiempo se devoró así mismo, cada segundo que reemplazaba al anterior se paró y retrocedió. El tiempo quizá fuera hacía atrás, pero la vida de nuestro héroe por fin se ordenó y vivió sólo aquello que él decidió; porque amigos, lo más importante es vivir aquello que eliges. Vuestro tiempo se dirige empecinadamente hacia el infinito y si no avanzas a su ritmo, la angustia te come. Como

Page 110: Imaginando la realidad

aquellos juegos de la Sega Master System en donde sino corrías más rápido que la propia pantalla, el principio de ésta te comía y morías. Si te detienes a pensar que hubiera pasado si hubieses elegido la otra opción, la vida te mata. Quizá te dejes algún anillo de oro o algún plátano atrás, pero si regresas a por él, el tiempo te arrastra, la angustia te come. Vive hacía adelante, eligiendo siempre lo que quieres en cada momento. Tu vida es esta. Decide y vive. El lugar donde aparezcas no tiene relevancia, pero tu vida y tus posteriores decisiones, sí la tienen.

Toda la vida procurando aferrarme a algo sólido, algo firme, pero me doy cuenta de que eso no existe, vivimos en un mundo que es diferente en cada segundo, nunca podemos detenernos en el tiempo y reflexionar, pensar acerca de las cosas que no pasan diariamente. Utilizamos el tiempo para pensar sobre aquello que queremos recordar, gastamos tiempo para pensar en algo que ocurrió en él mismo, y al respecto, sólo nos queda limitar nuestros recuerdos y apretarlos todos en lo que llamamos los momentos más señalados de nuestra vida, y ¿por qué no recordar todo, cada instante, cada sensación, cada mueca y gesto, olor y tacto…? De nuevo vemos como todo se lo lleva el tiempo. Creo que la solución es ignorarlo.

El tiempo, el tiempo y el tiempo, todo es por culpa del tiempo, siempre es demasiado tarde para todo, nunca se puede reemplazar nada, todos tus movimientos han de ser perfectos, no tienes poder para cambiar nada en absoluto, no tienes retroceso ni segunda oportunidad. Tu vida empieza a tomar forma de reloj de arena y ves como se agota; quieres pararlo, quieres pausarlo tan sólo unos minutos para pensar sobre ello, asimilarlo y aceptarlo, y es que tu vida se acaba por momentos y no puedes hacer nada. No tienes derecho a nada, has de improvisar tu vida, has de ingeniártelas lo mejor posible, vivir lo mejor que puedas, para que de alguna forma, plantes cara a esa arenilla que va cayendo grano a grano hacia su parte más baja, como mirar a los ojos de la muerte, con desafío y valentía, y

Page 111: Imaginando la realidad

111

decirle que no tienes miedo. Que piensas vivir feliz, sin preocupación de lo que pueda pasar, sin temer al tiempo pero sí disfrutando de él. Cuando se acabe el reloj piensa si de verdad ha sido así. Tú mismo te darás cuenta si al irte, te vas orgulloso o no. Sólo tú sabrás si tu vida ha merecido la pena y es ahora cuando tienes todo el tiempo del mundo para recapacitar sobre ello. Si has vivido como realmente querías haber vivido o por el contrario, lo has hecho con el miedo a la muerte, al fracaso, etc.

Esta oportunidad de vivir no la adquiere cualquiera, ¿cómo vas a encarrilar tu vida?, ¿cómo piensas vivirla? ¿Vas a perder el tiempo en desgraciarte porque esto que estás viviendo tiene un final? Solamente podemos dar las gracias a alguien (que aun no sé quien es) por darnos el privilegio de vivir esta aventura que no todo el mundo puede experimentar y que ahora depende sólo de ti.

Neverland

Recordemos el capítulo en el que escindimos los dos posibles

mundos: el histórico y el estético. Ahora podemos ver con claridad cómo fue originándose el mundo histórico apartando al estético como fuente de anhelo y deseo. Todo empezó aquel día en que dejamos de ser niños para convertirnos en adultos, y no me estoy refiriendo a la mayoría de edad civil. Un día fatídico para el ser humano, pues muchos de nosotros pasamos a realizar acciones de postureo, abandonando, como es evidente, las acciones naturales.

La idea de volver a nuestra niñez nos recuerda mucho a Nietzsche, es cierto, pero no se trata de reencarnarnos en un niño sin más. Estamos obligados a pasar por esa mayoría de edad antropológica y reinsertarnos en la edad adulta. Sólo de esta manera habremos conocido los dos posibles mundos y, entonces, podremos elegir. Si por algo se caracteriza nuestra vida es, que en todo momento, podemos elegir. Un don de la

Page 112: Imaginando la realidad

naturaleza que hace que nos sintamos cada vez más libres. Elecciones que cambian radicalmente el porvenir de nuestra vida. Continuas decisiones, infinitas puertas, y un solo camino. Sin embargo, esta decisión abarca, posiblemente, el resto de las infinitas rutas que se abren en potencia y que las vamos cerrando en acto. Estamos hablando de la postura que quieres tomar de cara a la vida. Y, si tomamos en cuenta que la vida está hecha para personas naturales, para sacar todo lo que llevas dentro de ti, lo que tú quieres ser, podemos obviar la respuesta. El único camino que se impone lógicamente y, sin embargo, el menos transitado, es la puerta que se dirige al mundo estético ¿Qué tiene el otro camino, aparte de una estela histórica? El otro camino es el propio de los animales. El otro camino posee la habilidad de engañar, crees que eres libre eligiendo cada una de tus acciones, pero lo único que estás haciendo es seguir, como un pelele, tus instintos. ¿Libertad? posiblemente solo placer, placer animal. La elección correcta es regresar al mundo donde nacimos.

La vida nos ha enseñado algo determinante para todos, nunca podemos perseguir un fantasma del pasado. El pasado fue presente en su momento, recordamos nuestra infancia con satisfacción, pero, por mucho que lo intentemos, no volveremos a ocupar la piel de un niño. No podremos ser quienes fuimos, pero sí regresar a nuestro hogar desde nuestro presente y crear, de nuevo, miles de acciones naturales, que quedarán una vez más, como bellos recuerdos. Volver a ese mundo no es volver a ser niños, ¡seremos más que niños! Porque, aunque no lo queramos, hemos crecido, hemos aprendido, hemos madurado. Volveremos a reír como niños, sacando lo más profundo de nuestro ser, pero salvaguardando los límites tolerables. Seremos niños-adultos, sabremos diferenciar el bien del mal. ¿Qué es el bien y qué es el mal? Ahora sí puedo dar una respuesta clara: el bien es la perfecta unión de auras, la red que se va forjando con cada nuevo aventurero que decide volver a su hogar de la

Page 113: Imaginando la realidad

113

infancia. El bien es todo eso que no hace crepitar al espíritu, serán todas las acciones naturales que brotan de nuestro corazón, que crecen de nuestro interior, que vuelan por la imaginación. ¡Puedes ser quién quieras ser! Hacer el bien y sentirte bien significa alargar todo lo que puedas tu querer-hacer. Si estiras demasiado, penetras en el mal, justo ese momento en el que tu espíritu siente dolor. Y, ¿rozar el mal pero sin entrar en él, realizando siempre el máximo bien, no es sentir placer? Estar en el mundo natural estético no solo significa perder de vista aquellos diablos interiores que nos intentan arrastrar a la voluntad de vivir, pertenecer a este mundo es lograr la perfecta armonización de toda voluntad pero bajo las ordenes del espíritu. Eso quiere decir que podrás dejarte caer siempre que quieras en el sentimiento inquebrantable del amor, o fusionarte con el férreo deseo de la reproducción. Puedes hacer lo que quieras, imaginar todo lo que quieras, sentir todo lo que quieras, ser lo que quieras, pero siempre desde tu lugar de origen. No os voy a mentir, el ser humano es natural, tiene deseos, tiene instintos, pero tiene el espíritu (quizá racional) para controlar y, en definitiva, para elegir. El hombre dispone no solo de voluntad de vivir sino también de voluntad de poder, voluntad de elección. ¿Ser animal o ser humano?, ¿ser humano o ser natural?

Hacer viajes a esos mundos instintivos está bien, pero la esencia de este libro es explotar aquel lugar tan poco frecuentado. Muy pocos conocen el Imaginio, nuestro sexto sentido, por eso tampoco conocemos lo que anhela éste. Tenemos ojos para mirar, tenemos boca para saborear, pero ¿qué acción realiza el Imaginio? Imaginar, soñar… Aspira a ser lo imposible, a destapar el miedo, a vivir con otras magnitudes, con otras cualidades. El Imaginio busca aquello que no sabemos que existe y ansía el país de nunca jamás. No seamos sólo animales, seamos también extraterrestres. No os conforméis con lo que ya tenéis, no ansiéis lo que todo el mundo ansía. No queráis ser

Page 114: Imaginando la realidad

como los demás, ¡buscad vuestro sueño! Cuánta razón tenía Peter Pan cuando decía: –¡busca un sentimiento feliz y volarás! – Encuentra tu Imaginio, encuentra tu felicidad y volarás por ese mundo, volarás con alas de libertad, con apetito de felicidad, surcando un cielo placentero. No te encarceles con las paredes del horizonte, rompe las barreras, ¡eres libre! ¡Vive tu sueño, vive tu realidad!

En el país de nunca jamás no existe la creencia, solo la espontaneidad. Hallarás sentimientos y no los almacenarás con toscos conceptos. Todo será nuevo, y, ¡atreveros a negarme esto!: todo lo nuevo siempre trae consigo ilusión. Volar, volar, volar. Girar en la segunda estrella a la derecha y volar hasta el amanecer.

Living is easy with eyes closed

“Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see.

It's getting hard to be someone but it all works out, it doesn't matter much to me” Strawberry fields forever. The Beatles

Sólo necesito cerrar los ojos, sentir mi cuerpo en contacto con

el momento. Sentir los verdaderos deseos y abandonar todo aquello que me ha establecido la sociedad.

Abandonar las cadenas que me han hecho esclavo de mi forma de vivir. Esta noche por un pequeño instante voy a ser más libre que nunca. Desencadenarme de tantos años de ignorancia no es fácil, pero vale la pena intentarlo.

Alza la vista a tu enemigo, empúñalo con la verdad, cura tus heridas con la esperanza de que exista un nuevo mundo y ve sin dudarlo. Despréndete de todo el peso que has adquirido en esta vida: odio, envidia, rencor…

Encauza tu camino a esta nueva forma de vida, una vida cosmopolita gobernada por el buen hacerse de uno mismo. Donde este mínimo instante recreado aquí perdure allí todos y

Page 115: Imaginando la realidad

115

cada uno de sus días. Caminarás descalzo con el cielo sobre tu cabeza, los dioses se humanizaran con nosotros, o nosotros mismos ascenderemos hasta el cielo.

Aquí, vivir sí tiene sentido, sólo necesitas cerrar los ojos, soñar este sueño. Ciérralos, a veces es más fácil vivir así.

Page 116: Imaginando la realidad

VI

. El AMOR

No podemos continuar este texto sin visitar a un viejo conocido del ser humano: el amor. Quizá la piedra angular que regula el hombre. Pero, de momento, no quiero saber la procedencia fisiológica de esta forma de sentir tan intensa que nos sumerge continuamente a un desenfrenado idilio. El amor es una de las pocas cosas, aun con vida auténtica, que ilumina a todos por igual. A pesar de haber nacido en este presente y cargar con toda la historia ancestral, el amor permanece tan idéntico y genuino como el amor que pudieron probar los primeros seres que habitaron la Tierra. Podemos afirmar, pues, que el amor pertenece, con completa seguridad, a ese estado natural al que intento acercarme en cada párrafo aquí escrito. Un sentimiento no controlado que extorsiona al hombre para actuar siempre de la misma manera. Una fuerza, que al igual que el espacio y el tiempo, actúa como un pilar más en la creación de la vida.

Como bien sabemos de Freud, el amor junto con la muerte son las dos caras de una misma moneda. Eros y thanatos actúan en cada sujeto bajo órdenes naturales y no podemos discutir esta sabia decisión, pero sí podemos adentrarnos en este mar de preguntas que se nos abre sin respuestas. Habrá a quien le disguste vivir abriendo las puertas de su vida y encontrarse con más preguntas imposibles de contestar, pero yo aquí os ofrezco bañarnos en esta vida tan ilógica y surrealista sin atender a la

Page 117: Imaginando la realidad

117

resolución de la misma. Os invito a abrir todas y cada una de las puertas sin orden ni jerarquía. No quiero contestar a nada ni quiero ir cuestionando mi vida según abro y cierro puertas o caminos. Quiero presentarme a la vida tal y como la estamos viviendo: nos encontramos en un reducto del universo conviviendo con todas sus leyes y principios. Estamos expuestos a infinidades de devenires causales y paradójicamente protegidos y desprotegidos por la sabia naturaleza. Pero aun así, el hombre sigue estructurándose a la sazón de la razón y siguiendo un guión pormenorizado del camino que debemos seguir. Permitámonos de vez en cuando disfrutar del sencillo papel que nos está ofreciendo la naturaleza: el orden y el desorden, la libertad y el determinismo o causalidad. Acomodémonos en esta vida imposible de explicar abriendo todo este desorden a nuestro mirar e intentar alcanzar esa innata sensación de vernos como una pieza más del engranaje de la vida, ese instante que casi todo el mundo ha experimentado alguna vez: verse tan minúsculo en un mundo tan infinitamente grande que no le duele imaginar su propia muerte.

Tenemos a Hume que estudia la causalidad de un mundo fenoménico y tenemos a Kant que estudia lo que no hemos visto nunca empíricamente pero que intuimos de alguna forma en nuestro raciocinio. Pero, ¿cuántos han estudiado lo inestudiable? Bien, en cierto modo, todos lo hemos inestudiado en algún momento de nuestra vida, porque enamorarse configura esta enajenación del mundo. El amor nos transporta a ese estado que intento explicar: el sinsentido del sentido… el amor es la savia que da vida a nuestra vida, por eso, el siguiente capítulo no es otra cosa, que mi intento de explicar lo que siento a la persona que amo.

Page 118: Imaginando la realidad

Mar

Que el sentimiento de mi vida se ha anclado en el más

profundo latido de tu compañía es algo que ya he asumido. Al hablar de mí tengo que hacerlo necesariamente también de ti. Hoy me he atrevido a escribirte esta carta, algo que cada vez me cuesta más, pero no porque no me guste o no sepa qué decir, sino por miedo a no reflejar lo que verdaderamente siento por ti. Es difícil explicar con palabras (que representan siempre algo de nuestro alrededor) un sentimiento que no existe ni se deja tomar por las leyes que someten continuamente nuestra realidad. Tan sólo podría utilizar aquellas palabras que reflejan nuestros estados psicológicos, pero ¿cómo podemos asegurar que todos sientan exactamente con la misma escala gradual? Es entonces cuando llegamos a la convicción de no saber lo que es estar enamorado. Hoy, por tanto, no voy a hablar de amor, sino de mi propio sentimiento arropado siempre bajo el calor de tu presencia.

Una profunda consecuencia de amarte es la de sentir una curiosa sensación, como cuando sumergimos la mano en agua a bajas temperaturas y acabamos sintiendo ardor. El indefinible estado de felicidad que nos ofrece el amor, puede tornar en un odioso dolor. Y es así porque el amor, al igual que el desear, no tiene ningún límite y se dispara, sin vacilar, al infinito. El dolor se produce al querer abrazar por completo nuestro sentimiento y observar, impotentes, la imposibilidad que ello nos ofrece. Oirás comentarios míos como “me gustaría comerte” y notarás a menudo que te muerdo e intento aplastarte contra mí una y otra vez, con el único fin de poder tomar y adueñarme del amor que vigorosamente azota mi necesidad. El dolor es la necesidad de colmar mi deseo por tenerte. Mar, has conseguido enamorar hasta mi instinto, pues mi única sed que nunca se calma es la de abrazarte hasta fundirnos en la eternidad. Mi dolor incondicional se calma al despertar mi inconsciente y se colma al comprobar

Page 119: Imaginando la realidad

119

que también disfruto de ti en mi realidad. Pero ¿cómo puedes, tú misma, portarme tanto dolor y, a la vez, ser tú misma la que lo sosiega y transportarme a la sublimidad? Sencillamente has pasado a formar parte de mi vivir. No albergo la posibilidad de caminar sin ti. ¡Menudo cachondeo!, has calado mi espíritu ola tras ola, has roto los principios que guiaban mi camino haciendo de él un río que desemboca inexorablemente en ti. Ahora, en la deriva, junto a ti, todo me da igual. Tan sólo con saber que estás a mi lado, ya no importa dónde naufrague esta caprichosa vida, porque mire a donde mire te veo reflejada por todas partes en el mar.

Es la confianza que hemos edificado lo que me transmite la calma que permite acostarme feliz y levantarme aun mejor. Nada puede cambiar mi estado de ánimo. Se podría decir que te has convertido en el sol que ilumina todo rincón de mi ser. Ni Galileo ni Copérnico podrán arrastrar mi sol fuera del centro de mi universo. Mi vida es un marcentrismo y moriré si hace falta por defender esta teoría. Sólo hay una diferencia entre mi teoría y la de estos astrónomos: ellos defendían sus ideas con la razón mientras que yo la defiendo con el corazón. Y ¿qué queda para mi libertad si te has convertido en el lugar donde reposo mi cuerpo, donde acomodo el alma y también lo que ilumina a ambas por mi tránsito en esta vida? ¡No podrás decir que no he argumentado que al hablar de mí, debo hacerlo necesariamente también de ti!

El tiempo marchita la naturaleza, el tiempo sopla los veleros y los conduce a su destino, el tiempo sobrevuela nuestros pensamientos precipitándolos contra el recuerdo, abreviándolos en minúsculos momentos como un olor, un color o una canción y los deposita eternamente en el olvido. No podemos impedir que el tiempo viva del cambio, precisamente el ser-del-tiempo se alimenta del presente, transformándolo mediante el cambio, a lo que llamamos futuro. Pero no podemos olvidar que hay otras magnitudes que sí pueden enfrentarse a este gigante. Juntos,

Page 120: Imaginando la realidad

podemos vencerlo. Es un deber necesario que depende únicamente de nosotros. No podremos culpar a nada ni a nadie si el tiempo separa el lazo que ata nuestros corazones. Hablo del tiempo porque es la única amenaza que puede debilitar este milagro. Basta con que mires a tu alrededor para cerciorarte de que no te miento. La eternidad que intento atrapar y que se me resbala como el que intenta aplastar una gota de agua, no habita en el tiempo, habita en el instante que originamos al conocernos. Coexiste en el vacío, retroalimentándose y creciendo infinitamente en la transcendentalidad. Tú y yo tan sólo podemos acariciar ese sentimiento con la imaginación, somos de carne y hueso en un mundo de humanos, pero podemos transportar ese instante pleno y feliz a nuestro mundo, aunque expuesto siempre por un paso de tiempo devorador. Será el ejercicio por mantenernos cada vez más unidos lo que hará que disfrutemos del sabor de la eternidad, repeleremos el viento que mueve vertiginosamente las agujas del reloj, encarnaremos la eternidad en ínfimos detalles para crear la auténtica belleza, para crear, sencillamente, nuestro amor. Un amor que no deja medirse, un amor que combate a los más grandes titanes de esta rara realidad. Lo forjaremos juntos, lo haremos crecer y vivir en una vida humana. Estará intimidada constantemente por las fuerzas sobrenaturales. Los dioses nos acusarán de habérselo robado, que ellos son los únicos que podían sostener tal fuerza y perfección bajo su dominio, pero nosotros lo hemos cultivado y encerrado herméticamente en nuestro interior, de donde no saldrá hasta ese día en el que un Shinigami dé por terminado este sueño en esta vida. Será entonces el momento de penetrar, juntos, en ese vacío que creamos en vida para perdurar hasta la eternidad.

El día que te conocí compre un billete para ese velero que dejó ya de impulsarse por el viento, y que ahora se mueve por nuestra perpetua ilusión. Nuestro destino es inconcebible: navegamos por un mundo plano y repleto de parajes.

Page 121: Imaginando la realidad

121

El tiempo es difícil de describir, no voy a detenerme más en él, pero sí puedo hablar de sus beneficios. El tiempo no sólo es ese ciclón que arranca los instantes de su bella juventud, también hace sobrevolar las semillas que acaban fertilizando y haciendo florecer nuevas y bellísimas oportunidades. A veces el tiempo nos arrebata momentos, pero nos devuelve otros que se convierten en eternos. Momentos que se transfiguran en sentimientos. Mi vida a tu lado no es, por tanto, ninguna línea temporal sino, un vertiginoso viaje por sentimientos, un viaje sentimental. Me regalas recuerdos.

Fíjate ahora en lo que se ha convertido la realidad que nos rodea, que no deja de vendernos regalos con los que podremos conquistar a nuestra pareja, viajes para enamorados con los que se promete reforzar la relación… han conseguido redefinir en muchas parejas (padre-hijo, hermano-hermana, amigo/a-amigo/a, novio-novia) lo que es el amor y lo que debes gastarte en dinero por alguien que quieres, dejando escapar la oportunidad de vivir en un frenesí que tan sólo se atrapa dejándote vivir en la simplicidad, ateniéndote a lo que tienes y ser consciente en cada momento de su gran valor incalculable. ¿Qué más puedo pedir? Ser querido es lo que más he valorado en mis años de vida. Ser dos en armonía y con todas sus consecuencias significa haber sacado tu interior al exterior y aceptar lo de uno en el otro. Un proceso más lento de lo que puede tardar en formarse una montaña o relieve ocasionado por el movimiento de las placas tectónicas terrestres, pero es un procedimiento muy parecido. Un choque por parte de nuestro interior, donde su unión y asentamiento se repliegan y enrollan, chocan y conectan para alzar nuestra unión que aspira a traspasar el cielo. Nuestras dos placas internas han colisionado para entrelazar nuestro amor. Nos conjuntamos, tolerando, aceptando lo que somos. Nuestra montaña ya ha alcanzado Le Pic du Midi, pero con poco, dejaremos ridiculizado al gran Everest. Somos quien somos y no podemos dejar de serlo. Por

Page 122: Imaginando la realidad

eso, no pienses nunca que dejaré de quererte, porque te quiero como eres por siempre y para siempre.

Hoy, en tu cumpleaños, te regalo una habichuela. Tú tendrás una y yo otra. Servirá por si alguna vez nos sorprende un agente natural externo y nos caemos de esta montaña tan alta, grande y vigorosa que hemos forjado de nuestro interior. La habichuela te servirá para volver a mi lado si te caes. Crece tan alto como en el cuento, y nos servirá como escalera. Porque sobra decir que nuestra relación es más que un cuento, se aproxima a la fantasía. Nuestra relación es mágica. Mi vida, desde que estoy a tu lado, cabalga sin rumbo sin temer cualquier obstáculo. ¿Cuántas cosas ha puesto el universo en funcionamiento desde el día en que nací para poder encontrar aquello que le faltaba a mi vida aquel maravilloso día? ¿Cuál es, si no, el sentido de mi vida? Aquello que extrañaba sin saber que era, no era más que el anhelo de confundir la fantasía con la realidad, el sueño con la vigilia. Contigo despierto y vuelvo a soñar. Me pregunto ahora lo solitario que debió estar Descartes para perderse voluntariamente en el raciocinio de la verdad, anulando todo el valor de los sentidos, los únicos que son capaces de decorar y animar nuestra vida. La verdad se muda en cada instante, en cada sujeto, y lo único que perdura es lo que uno ama hasta el final.

Cada uno es portador del peso de su vida, y construye su propio alrededor. No podríamos vivir en un mundo común presidido por una verdad igual para todos. A menos que queramos acabar en un escabroso tedio, debemos aferrarnos a nuestra verdad. No importa lo absurda que sea. La auténtica verdad será nuestra certeza de hallarnos en la verdad. La entelequia –a modo de ver aristotélico— de mi vida, es eternizarme junto a la princesa de mi cuento. La construcción de mi vida se originó en una búsqueda de lo irreal, y hoy, en mi presente, confirmo lo más auténtico: la fugacidad de un instante a tu lado perdura siempre en mis recuerdos, pero los instantes

Page 123: Imaginando la realidad

123

presentes de todas las vivencias, complacen y estimulan mi espíritu, avivan y excitan mi cuerpo: Aceleran el curso de mi ritmo sanguíneo, caldean de arriba a abajo todo mi organismo, trastocan todos y cada uno de mis músculos, ¿Qué has hecho conmigo? Tan sólo tu presencia arrulla mi pasión, sólo cuando me rozas desproteges mi corazón. Sólo cuando me abrazas regocijas mi interior. Por todo ello, sólo encuentro un motivo por el que defender la actividad de la razón: ella me recuerda que sólo y solamente tú, me haces vivir de ensueño. Sólo tú puedes hacer que sueñe cuando despierte. Sólo tú calmas todas mis mañanas. Solo saber que me quieres atenúa toda fuerza inconsciente y apaga toda pulsión de mi naturaleza. Tenerte a mi lado vale más que cualquier cosa. Una gesta por amor contra una herencia enraizada en lo más oscuro de nuestro interior. La razón se convierte en la razón por amarte y mis sentidos y pasiones recrean y narran el sentido de esta carta. Es siempre mi certeza la que escribe estos renglones, la que enciende la chispa de esta explosión de sentimientos.

Empecé dudando qué palabra escoger para transmitir lo que siento, además, me niego a utilizar las mismas que utilizan todos, muchos de ellos sin saber su significado. Pero si debo seleccionar algunas de ellas, me quedo, en primer lugar con “certeza”. Mi certeza es la única que garantiza lo que siento, la verdad suprema de este universo, el motor que dibuja mi vida y la que da credibilidad a mis decisiones. La certeza acalla los prejuicios de nuestra sociedad y la que se ata, sin constreñimientos, a las fantasías de nuestro cuento. Otra palabra que refleja nuestro lazo es, obviamente, “fantasía”, y quizás también, la más utilizada. Pero me refiero, en general, a todas ellas que se oponen al ejercicio de razonar. Palabras que se escapan de todo juicio. La ebriedad de mis sentimientos sólo sobrevuelan en un mundo muy conocido por los soñadores: mi vida, mi fantasía, mis delirios y mis ilusiones, mis quimeras y enajenaciones, mis instantes vivientes y los momentos

Page 124: Imaginando la realidad

recordados, todas ellas, solo pertenecen a un visionario enamorado. Te quiero, pero ¿te quiero para mí? ¿Qué sigue a esa coletilla tan usada por todos nosotros?, porque si su continuación es: –te quiero para mí— o –te quiero tener— refleja eso mismo que ya dije al principio, que (te quiero tener) pero no te tengo, que no acabo de atraparte. Algo queda suelto si digo “quiero” y no –te tengo—. Pero ¿por qué no decimos –te tengo— en vez de –te quiero—? Por la razón que ya demostré en los primeros párrafos: creamos ese espacio vacío que nunca se alcanza. Sin embargo, lanzamos, ilusos, cañas a tientas con la intención de pescar algún co-sentimiento mutuo, con la esperanza de atrapar ese –te quiero— y además, ese ya–te tengo—. Pero no nos engañemos, nuestros sentimientos se disparan al infinito, sólo un inmortal saborearía todo ese manjar. La única solución es, como dije, preocuparse únicamente por apreciar esos pequeños detalles que son, al fin y al cabo, los resquicios del idilio, disfrutar de los buenos instantes, los buenos momentos y, atender únicamente a rehuir del tiempo. Por tanto, por qué decir que –te quiero— cuando puedo decirte, más verdaderamente que te idealizo y te recreo, te imagino y fantaseo. Porque en mi interior, ya sabes, que te llevo, que no puedo imaginarme sin ti. Ergo, te tengo.

Sobrenatural

Cuando luz y mar chocan en la tierra

se vuelve lúcida mi razón que vuela surcando el cielo

junto a la brisa del sol.

Transparencia en su interior, brillos que sucumben a la perfección, infinita extensión que alcanza mi alma

y se hunde junto a vos.

Page 125: Imaginando la realidad

125

Y, aunque a tu lado,

mi tiempo se detenga, llega la oscuridad, y con ella, la noche,

mas la luna es ahora la luz de mi mente, aflorando en tus aguas más ternura al verte.

Desde donde habito no encuentro limitación.

Si navegando de la mano encontrásemos un final, nuestros espíritus surcarán el resto de la eternidad.

Mi vida se ahoga en un mar de alegrías,

primero va mi libertad, luego las tonterías. En él existe la vida,

nunca muere, siempre permanece. Sus olas, el latir de nuestro corazón,

eterno y constante, pausado en el mejor instante…

Y en su fondo apoyamos y sostenemos la perfección: El amor que sentimos los dos.

No hay que temer al gran misterioso, somos Tú y Yo.

Bésame

¡Bésame! Necesito probar tus labios, sentirlos junto a los

míos. Quiero saborearte y pensar exactamente en este momento, tal y como lo hago ahora. Ser consciente de ese instante y mientras, olerte, abrazarte y darme cuenta de lo afortunado que soy. Te he conquistado, te tengo en mis brazos. Qué feliz me siento. Deseo gozar este momento en cada segundo, nunca dejaré de soñarlo, no perderé la esperanza. Estoy tranquilo, relajado, no tengo por qué estar nervioso o tenso; si estás bajo la presión de mis brazos es por algo.

Page 126: Imaginando la realidad

¡Bésame! al fin te tengo. Puede que la luna esté llena, que esté menguante, o puede que hasta ya se haya ido y estemos bajo la luz del sol, me da igual, nada me importa. Estoy a merced de nuestro equilibrio, nada me importa, ¡bésame! Te siento. Lo único que me incomoda es pensar que vas a separarte de mí, ¡no lo hagas! No digas nada, ¡calla! Nuestras miradas lo dirán todo, sobran palabras, la más mínima lo estropearía, tan sólo mírame, siénteme como lo hago yo, ¡bésame! Te tengo apresada contra mí, tengo miedo de que te vayas, no te separes de mí. No quiero que esto acabe nunca, me siento feliz. Nada me parece suficiente. Te abrazo más fuerte, sonrío, te cojo, te miro, me sonríes, me fascinas, me encantas. No puedo expresarlo, espero que me entiendas, te aprieto más fuerte, te miro con ojos sinceros, con ojos brillantes, felices, pero no lo es todo, no puedo expresarlo, lo siento. ¡Bésame! Quizá así te des cuenta, te quiero, quiero este instante para siempre. Es hermoso. Todo falta por decir y todo lo que digo se queda a las puertas de este sentimiento por ti. Quizás logre manifestarlo algún día, ahora bésame y no te separes de mí. No quiero nada más, sólo me importas tú. Te necesito, jamás me cansaría de esto. No digas nada, siente como trenzo mis dedos en tu pelo, nota cada gesto mío como si fueran melodías. Recorre por tu cuerpo escalofríos cuando te aprieto la mano, cuando te rodeo la cintura con mis brazos, cuando acaricio tus mejillas con mi nariz. ¡Mírame! Dime que no me quieres, ¡atrévete a decir que no me quieres! Coge mi mano, apóyate en mí, sabes que me tienes siempre. Apoya tu frente en la mía. Intenta no besarme cuando te acaricio únicamente tus labios con los míos… no me sueltes, bésame ya, no quiero perder un solo instante, ¡Bésame! te quiero. Me pasaría la vida abrazado a ti. No me sueltes. Te quiero.

Page 127: Imaginando la realidad

127

Amor frustrado

¿Por qué te escondes de mí? Antes todo era distinto, ¿es que

tienes miedo?, ¿Qué te pasa? Te echo de menos. Me hiciste creer en una ilusión que desaparece conforme pasan los días, ahora ya no me hablas, ¿por qué me haces esto? No puedes saber cómo sería tu vida a mi lado. Todo era invisible, todo escrito en papel mojado, todo ha pasado como una estrella fugaz y ahora me obligas a olvidar lo que ha pasado. No, no ha pasado nada, es lo que aparenta ser en la realidad, pero sí, sí ha pasado. Siempre recordarás a este pobre chiflado que construye una vida contigo en un simple y sencillo momento feliz, quizás uno de los pocos que he tenido en estos últimos años. No tiene un final feliz, pero por lo menos me he dado cuenta de que sigo siendo como recordaba ser hace ya mucho tiempo. ¿Qué debo sentir ahora? Si mis últimas semanas las he pasado pensando en ti, ¿cómo me quito esta amarga sensación que tengo en la cabeza? ¿Acaso debo odiarte? No, no mereces eso, no mereces nada malo.

Creo que cuanto más escribo pensando en ti, más loco me vuelvo. Creo que, incluso, me invento sentimientos que aun no me has dado. ¿Qué hago?, ¿qué hago conmigo? Si por lo menos no me sintiera haciendo el ridículo. ¿Y tú? ¿Por qué me has hecho esto? Ojalá me hubieses dejado entrar en tu vida, por lo menos para que supieras que hablaba enserio. Quiero aclararte el sentido de esta carta, mi único propósito es demostrarte que a veces, cuando menos te lo esperas, aparece alguien que le da un toque de alegría a tu vida – un toque mágico se podría decir— que, sin saberlo y sin quererlo, es exactamente lo que buscaba la otra persona de ti. Yo, sin saber qué buscaba, encontré aquello que realmente necesitaba. Eres tú, tú misma. Quizá sea ciego, pero tú eras lo que yo quería encontrar. Una persona con la que se puede vivir feliz, sin preocupaciones, siendo yo mismo. Qué lástima que te quiera para mí sólo y retorne al principio de esta

Page 128: Imaginando la realidad

carta, ¿Por qué ahora te escondes de mi?... ¿acaso crees que me aprovecho de ti?...lo sé… sigues sin fiarte de nadie. Ojalá te hubieses dado cuenta…Quizá te haya espantado, pues exalto con mucha profundidad mis emociones, pero por si lo dudabas: sí, estoy loco.

Aun no sé la razón

Aun no sé la razón,

la verdad tan silenciada, el por qué de mi decisión y, sentado,

manteniendo la vista al horizonte dibujo en la orilla

las palabras que aun no sé qué decirte.

Porque encuentro un final en cada camino que abro. Y sigo procurando recoger las lágrimas

que yo derramo en solitario. Y no sé el tiempo que me llevará recuperar,

las veces que tendré que chocar, para sentir la razón: la razón de mi vivir.

La rabia y la desesperación viajan a mi lado,

fruto de mi cobardía, de mi decisión. Y sigo, jugando en mi partida que ya perdí

ignorando mi fracaso e intentando regresar a ti.

Veóte de lejos y los recuerdos llegan a mí, te sueño y despierto oliéndote,

y aun permanecen tus sentidos en mis sentidos, tu boca en mi nariz, tu pelo sobre mí…

Page 129: Imaginando la realidad

129

Con tu sombra en mis pies avanzo, vagando a ninguna parte,

haciendo tiempo en buscar esperando mi momento para conquistarte,

pues no he dejado de amarte.

Despierto en días nuevos. Aturdido y arrepentido por no haber hecho algo ayer.

No sé en qué momento… no sé, no sé cómo hacerlo, no sé. No sé si lo haré mañana,

y no sé si seré capaz.

Pienso en ti como antaño, pues no mentí cuando te dije que lo hacía a diario.

Hay algo que me para,

algo que me hace pensar: la sonrisa de mi boca la dicta tu felicidad.

Tu felicidad es mi objetivo, una decisión escondida en mi día a día,

una reacción química que origina mi tranquilidad.

La inseguridad de un hombre que asustado huyó,

confundido y desconcertado, infeliz, pero valiente, seguro de sí mismo,

que quiere volver a verte. No importan las veces que vea caer las hojas,

ni las veces que se haga de noche, da igual el tiempo que pase;

no existe el tiempo dentro de mí.

Page 130: Imaginando la realidad

Permanece todo acabado

pero con fuerzas para empezar, como una cascada continua de esperanza

deslizándose en rocas erosionadas, salpicando gotas de entusiasmo

pero otras de soledad. Dejando un camino a la mitad

que ahora intento retomar.

Diéronme infinidad de posibilidades, cantidad de soluciones que,

probando una a una las voy dejando atrás.

Escribo sin letras lo que me gustaría escribir,

e intento borrar todo lo que he escrito desde que algo perdí. y qué fácil es preguntarme pues:

¿qué hago aquí? y contesto: es el precio de vivir.

Sin resignación acepto mis metas

y con coraje las dejo atrás. Las convierto en deseos

y es el destino quien me dice cómo actuar. Se nos ha establecido para apreciar

lo que queremos de verdad.

Pero supongo que todo se deja atrás. He despertado de nuevo, ya no sé que quiero,

ya no sé cómo debo actuar, ya no sé nada sobre nada y menos sobre lo que siento.

Deseando que algo pase y mientras imagino,

Page 131: Imaginando la realidad

131

fantaseo con cosas distintas a las de antes. Adoro esa pequeñísima posibilidad de rareza,

de forma diferente de vivir: experimentar y equivocarme.

El tiempo me ha convencido a esperar la espera

para confirmar lo que siento, que te quiero, que me precipito,

¿y qué? Tengo claro que estoy vacío, y ya no quiero vivir con miedo.

Y de extraña manera me dado cuenta,

que encontrando lo que buscaba, me das la solución a mi batalla.

Derrotando la cura, creyendo ser mi medicina, volviéndome más libre que nunca.

En cuán poco se origina el cambio, pues ahora trato de aprehender.

Buscarme a mí mismo y alcanzar ese bien. Encerrado entre dos mundos, esquivando formas y sombras,

escribiendo mis ideas y pensando, dudando e indagando,

intentando alcanzar mi vida, intentando agarrar mi horizonte,

mi vida, mi anhelo, mi amor.

Sostengo la mirada guardando la postura, observando con detalle las maravillas de la vida.

Retornando a lo que ya fuimos, y subiendo a la altura libre para ahora caer en picado,

Page 132: Imaginando la realidad

cambiando lo atemporal para transformar la realidad.

Aferrándome al instante, inusual y desdichado.

En contra de tantas contracorrientes intento tentar al destino.

Agudizo el ingenio, me siento persona

como persona he nacido. Dejo las prendas que me identifican.

Camino desnudo, con paso lento,

poniéndome en el lugar de cualquier otro.

Me detengo por un instante, me siento yo mismo,

¡sí! Ese soy yo, y qué a gusto me siento.

Sólo me lo debo a mi mismo. Siendo quien eres

vas haciéndote más real. Tomas tu verdadera forma, luego,

la perfeccionas.

Acéptate, defiéndete, créete a ti mismo.

Eres dueño de cuanto te rodea, tan simple y tan complejo,

por cada instante un cambio, y a cada cambio, un instante:

reformador del mundo: te cruzas con vidas,

albergas sensaciones, alimentas deseos,

Page 133: Imaginando la realidad

133

alcanzas metas, crecen pasiones, callas mentiras,

cosas pensantes que piensan en la vida; para algunos malgastada,

viven en la muerte, cosas iguales y tan diferentes,

agitadas y delicadas, tan llenas de poca vida,

iluminadas por la oscuridad. Obstaculizadas por el deseo

que impide el paseo de la libertad.

Dudas

De pronto, casi sin darse cuenta, empieza a notar que algo va

mal, mira a cada lado, no sabe hacia dónde huir, todo a su alrededor es de un color extraño, un color que asusta, no porque sea desagradable, sino todo lo contrario, porque es demasiado agradable a la vista y por tanto sospechoso de que algo vaya a suceder. Un color tan poco frecuente y tan bello que en cuanto es apercibido, se intuye que algo bastante malo viene detrás. Deymon gira sobre sí mismo, sobrecogido, sin ideas, duda entre huir lentamente para que nadie note sus movimientos o hacerlo rápido, arriesgándose a ser capturado por esa cosa. Poco a poco todo cuanto le rodea queda opaco a su vista. Tal es la luminosidad, que hace imposible andar sin tropezarse. La luz empieza a meterse dentro de él, en su interior. Deymon empieza a sudar, cae de rodillas, nota como algo está apoderándose de él. Su cuerpo está muy tenso, intenta luchar contra aquello que le está debilitando, sus venas parecían estar a punto de estallar, sus brazos están postrados sobre sus puños en el suelo. Tras unos instantes de auténtico terror, Deymon queda debilitado, se deja caer completamente y la luz se esfuma como una niebla.

Page 134: Imaginando la realidad

Parecía inevitable que fuera a pasar, debía de pasar y ha pasado. Ahora todo ha cambiado, Deymon se siente extraño. Aquella luz ha trastocado toda su mente, todo está desordenado. Empieza a comportarse de forma diferente, piensa de otro modo, imagina y sueña cosas distintas a las de antes. Continuos pensamientos de culpabilidad atacan su cabeza; oleadas de dudas y sentimientos irrefrenables se estrellan en su mente. El mismo deseo a todas horas, por las mañanas, tardes, noches…

Su vida empezó a ser aburrida, monótona. Decidió dedicarse a reajustar sus pensamientos. La palabra que mejor lo describiría es “perdido”, nada gira en torno a nada porque ahora nada le importa. Nada tiene valor, lo único que le importa ahora es aclarar sus pensamientos. Algo en ello le prohíbe estar tranquilo, no duerme y si lo hace, despierta más aturdido que cuando se acostó. Cada día que pasa es peor.

Angustiado, resignado, Deymon empieza a escribir sobre todo lo que le está pasando:

—Me siento separado de mi vida, una luz atravesó mis entrañas, me ha desviado de mi camino. Renuncio a todo lo que era. Daría lo que fuera por saber qué me hace falta, aunque sé que dentro de mí, está lo que busco, dentro de mí está escrito, mas no quiero leerlo, pues mi deseo destruiría lo poco racional que queda en mi cabeza. Sé con certeza que si encuentro lo que busco todo se volvería del mismo color que ya me atrapó una vez y no podría salir nunca. Pero, entonces ¿Qué debo hacer? Quedaré insatisfecho toda mi vida, o al menos, con una sensación frustrada que nunca saldrá de mi cabeza. Ojalá mi deseo se correspondiera conmigo, ojalá pudiera saber qué quiero y que eso que quiero, quiera vivir a mi lado. Busco algo, pero no quiero descubrirlo sólo por mera curiosidad, quiero sentirlo, sentirme atrapado a él y él atrapado a mí. ¿Merece la pena seguir con esta lucha o será preferible abandonar mi idea? No quiero gozar de mi deseo como un capricho de un niño

Page 135: Imaginando la realidad

135

pequeño, quiero quererlo de verdad. ¿Cómo puedo saber si deseo lo que deseo? Mi instinto no cesa de repetirme que desvele la curiosidad, ¿De verdad te quiero? ¿Y tú? ¿Me querrás? Espero descubrirlo muy pronto—

Esperemos que lo descubras Deymon.

Mar por todas partes.

Estréchame contra tu cuerpo,

quiero sentirte casi dentro. Abrázame en cada momento,

quiero acariciarte y estar siempre despierto.

Deseo besarte cada mañana, no dejar de observarte.

Abrir la ventana, vivir otro día a tu lado.

Volver todas las noches a la cama, siempre Contigo.

Respirar cada día que pasa,

disfrutar a tu lado. Quiero algo distinto, te quiero a ti.

Perfección

¡Deja que entre en ti!, siente el roce de mi alma penetrando

en tu belleza. No tengo nada para poseerte, carezco de recursos para conquistarte, no tengo nada que tú no tengas ya, todo cuanto sabes de mí es lo que soy. Mientras, tú avanzas por un camino de perfección por el que caminas, otras veces parece que vuelas, donde todo lo que eres y serás en adelante se expande como una luz en todas direcciones en forma de paz, dulzura y armonía. Para mí lo eres todo. Siempre situada por encima de

Page 136: Imaginando la realidad

toda vulgaridad, te enfureces por la simpleza que te rodea. Jamás encontrarás a nadie al que poder amar. Caminarás sola en esta vida, produciendo una estela tan bella que será aquello por lo que quedes inmortalizada, aquello por lo que la gente te recuerde. Todo queda subordinado a tu belleza, reduces el resto de realidad en insignificantes particulares sin valor propio.

¡Deja que entre en ti!, quiero saborear la perfección, quiero sentirte, tenerte, amarte, aunque eso último ya lo hago. Quiero contemplar mi transcurrir de la vida junto a ti, aun sabiendo que jamás seré amado. Soy consciente de la ignorancia en la que me hallo, y aun así quiero formarme en Uno a tu lado, tú: Todo, yo: nada. Te deseo, haz como si tú sientes lo mismo por mí, no me importa, ¡hazlo! A pesar de que jamás seas plenamente correspondida. ¡Miénteme! Dime que me quieres. Tú lo sabes mejor que nadie, si no soy yo, será cualquiera, y todos incapaces de hacerte realmente feliz. Una vida de engaño pero palpando lo absoluto, recreando el inicio de la vida. Me muestras la esencia de la felicidad, o la otra cara de la felicidad. Ni yo lo sé. Soy incapaz de describirte. Trastocas lo que se te antoja y hoy has pasado por encima mío, ahora controlas mi vida: mis motivos son tus causas y mis fines tus circunstancias. Todo lo que fui gira ahora a tu alrededor. Preso de tu belleza me empiezo a preguntar si realmente existe la libertad, pues si la había, me la has arrebatado, y no por ello soy menos feliz. Mantenme en este sentimiento de euforia eternamente. Nunca apagues la llama que has encendido en mi alma, en mi mente y mi corazón. Que esta magia perdure hasta el último aliento de mi vida intentando alcanzar tu plenitud conmigo satisfactoriamente.

8.9 Reflejo del mar

Redonda, alegre e impetuosa

adorna el cielo cuando sale, se refleja en nuestras retinas

Page 137: Imaginando la realidad

137

al observarla todas las noches.

Sostenemos el cielo estrellado cuando miramos hacia arriba.

Hoy todo el cielo brilla La luna se inclina a mirarme

Sonrío y ella sonríe.

Representa una de las pocas maravillas que hemos podido contemplar en nuestra vida.

Un resquicio de esta unión belleza-humana impregna nuestra alma, iluminándose y recobrando fuerzas cada noche que pasa y se funde con ella cuando hay luna llena.

Se postra sin permiso sobre nuestras cabezas y nos sumerge en un mundo de fantasías.

Por la mañana aparece el sol arrastrando a su hermana. Avanzamos el resto del día vigilados por su luz infinita,

conducidos por nuestra sombra que ya acaricia la espuma de la última ola rota.Prometieron traerme el amor de lo más profundo del océano. Y, por fin, mi sueño hecho carne surca las aguas para enamorarse.

Nada acompañado del hermoso rugir de las olas que, una por una las traspasa para poder estar a mi lado.

–¡vuela!, vuela para que pueda verte, cierra los ojos para que te siga con la mente. Ata mi pensamiento a tu pecho, te envío amor, cariño y un poco de desenfreno.

Estoy en la orilla esperándote, amada ¡no tardes! Miro incesante el mar por si algo de ti llega, hoy me conformo con el corazón, pero mañana te quiero entera—

De repente, un brillo en el agua arremolina mis instintos en un brusco salto en busca de mi amada, dándome cuenta al rato que se trataba de un mensaje en una botella cristalizada:

Page 138: Imaginando la realidad

"Hoy no podré ir a tus brazos, amado. Ni mañana... ni pasado mañana. No podré ir nunca. Mas te pido por favor que te vayas a casa. Olvídame, deja de pensarme, no me esperes y no pienses que me verás en otra vida. Lo siento... amado... Sólo puedo decirte una cosa, la felicidad no la encontraré a tu lado”

—Escribí tu nombre en la arena pero una ola se la llevó, dibujé tu rostro, pero una ola se la llevo. Me metí en el mar y el agua me embargó la paz, me quito la ilusión, y se llevó mi corazón. Mi vida se hunde en tus aguas. Mi vida se hunde, pero consigo ver el último reflejo de la luna que me miraba sin cesar—.

Vivir no es fácil

Cansado de seguir imaginando, creer que puedo con todo,

que mi voluntad va al mismo ritmo que mi intento de superación…

Toda forma de vida tiene pequeños fallos. No hay un plan perfecto, está claro que para vivir hay que sufrir. Hoy yo he encontrado mi debilidad, y ahora todo gira en torno a ella para poder combatirla y pasar página.

Centro mi atención en ella buscando soluciones y, por tanto, dejo indefenso el resto de lo que era mi vida. Nada es como antes. Un pequeño traspiés que va a desajustar mi forma de vivir, es decir, seré otro completamente distinto.

Despierto al día siguiente, algo había pasado: un sueño tan dulce me ha despertado. Feliz, sin levantarme, intento memorizar el sueño, para que

no lo borre mi real agonizante presente con el que convivo. Cada vez que lo recuerdo

mi mente crea poesía.

Page 139: Imaginando la realidad

139

Fue un momento tan mágico, tan lleno de vida…

Sus ojos tan brillantes…

De la mano nos sumergimos literalmente, en una piscina,

en el fondo nos miramos y subimos rápidamente arriba.

No necesitamos palabras,

no existía el miedo, solamente recuerdo

que sus labios sabían a fresa. Dejando a un lado la esperanza de que el sueño cobre vida,

sigo buscando por ese camino de mi duda. Agoto mis fuerzas en continuos rompecabezas, y muy posiblemente, hago tiempo para que la herida cure sola.

No puedo, no puedo esperar a que el tiempo se haga cargo de mis problemas. Debo pensar, recapacitar y finalmente actuar.

Inevitablemente el tiempo pasa y ya no recuerdo ni de por qué me lamentaba. No sé cómo describirlo. Antes era un dolor, luego un deseo insatisfecho, más tarde una necesidad y, ahora es un vacío. Un hueco que no puedo rellenar. Sólo se llenó aquella noche, pero como sabéis, los sueños, sueños son. ¿Quiere decir que estaré en constante sufrimiento toda la vida? ¿Que siempre quedará en mi mente, en mi cerebro, en mi corazón, en mi alma un hueco que jamás será correspondido?

Está más que justificado que vivir no es fácil, ¿Y quién dijo que lo fuera? Pero aunque no quieras, el tiempo transcurre y todo lo cura. Ahora ya no sé si es una ventaja o una desventaja. Sinceramente ahora creo que hacernos viejos y finalmente morir es lo mejor que nos ha pasado en la vida. Pues permanecer en un instante constante eternamente sería la peor tortura para el

Page 140: Imaginando la realidad

hombre. No podría soportar el dolor con el que comencé esta carta y tenerlo para siempre. Necesito cambio, necesitamos cambio.

Ahora ya no sé qué quiero, ¿Te necesito a ti o necesito cambio? ¿Permanecer eternamente contigo parados en el tiempo o vivir en la vida real con este tiempo que todo lo destruye? Vivir no es fácil, ¿Quién dijo que lo fuera?, pero sí que sería hacerlo del sueño.

Page 141: Imaginando la realidad

141

VII CARA A CARA ANTE EL ENEMIGO

Homologación humana

Si nos detenemos por un instante a presenciar el mundo,

observaremos que no queda nada de lo que un día pudo haber sido. Conforme han pasado los años, la realidad del hombre se ha ido modificando exclusivamente para una adecuación perfecta con aquello que le rodea, pero al mismo tiempo, todo lo que nos rodea está en un permanente cambio con el fin de amoldarse al devenir de todo ser humano. Ambas esferas viven, pues, para una concordancia continua del uno con la otra. Es decir, el hombre nace para una realidad y la realidad se ajusta a tal sometimiento humano. Una paradoja que se auto-reajusta y que cambia fluida y continuamente la realidad, pero siempre bajo orden humana. En resumidas cuentas: podemos afirmar que el hombre al nacer carga con toda la historia pasada e intenta acoplarse a su actual presente, un presente guiado siempre bajo la batuta humana.

Tal corriente histórica se presenta ahora en nuestros días. Somos víctimas de esta época pero dueños del presente. Sin embargo, como sujetos del ahora, podemos observar con claridad una anomalía que está pasando factura al hombre. Nuestra realidad se ha ido sobrecargando con tanto peso

Page 142: Imaginando la realidad

histórico. El hombre parece haber perdido las riendas que ataba a la realidad y ahora camina ciego por una vida creyendo estar viviéndola. La realidad se dirige por sí sola a un precipicio y el hombre la va siguiendo. Puedo concretar un poco más: tal día como hoy, el hombre ha tenido que crecer aprendiendo las bases de un contexto que lo conduce, inexorablemente, al olvido de lo que realmente es el ser humano. Me refiero, lógicamente, al mundo mercantil. Nuestra realidad es hoy un mundo de marcas propagandísticas (Nike, Coca-cola, Walt Disney…), marcas que nos muestran sus verdaderas intenciones en el envés de ellas mismas, pues en el reverso de este continuo bombardeo nos encontramos a nosotros haciendo de cada una un estilo de vida. Quedan pocos sitios en donde el hombre pueda socializarse no como consumidores sino como seres humanos, porque la realidad que nos ha tocado vivir es un mundo de escaparate, en donde mostramos continuamente nuestras vidas y las hacemos públicas, ya sea por las redes sociales, ya sea por el significado que le hemos dado a nuestro vestuario. El hombre ha quedado atrapado en un mundo del que no puede salir, donde hasta el más cuerdo se ha proporcionado un rol con el que se desenvuelve por la vida, como puede ser el rol de un varón tiránico hasta creernos un desgraciado. Nuestro entorno está desfigurando, literalmente, al ser humano, y nosotros no hacemos nada por recuperar nuestro estado natural, hemos olvidado cual es nuestra autenticidad. No sabemos quiénes somos y por tanto, nos dejamos llevar por esta vida desenfrenada de publicidad engañosa que se traduce en formas posibles de vida: nos creemos que para ver futbol hace falta una cerveza y para el cine, palomitas. Nos creemos que si dejamos que se vea la marca de nuestros calzoncillos Calvin Klein vamos a ser más guay o vamos a ligar más, ¡pues no!, aun te quedaría sostener un cubata de ron Barceló con lima y tener un Audi A3 aparcado en la puerta del bar, porque como pretendo explicar,

Page 143: Imaginando la realidad

143

todo nuestro presente está determinado para seguir una cierta conducta.

La carga histórica que nuestros ancestros tuvieron que aprender y su continua evolución ha eclosionado en nuestros días bajo la forma aquí descrita: unos mortales que ya no se identifican por su espíritu o alma, sino por la etiqueta que llevan colgada sobre su rostro. Nos hemos convertido en productos del mercado.

El juego de la democracia

Todos los juegos, sin excepción ninguna, tienen una cosa en

común, y es que no podemos pensar en ninguno sin que conlleve a una rivalidad contra algo, es decir, en todos ellos siempre se gana o se pierde. No podemos hablar de juego sin que exista un continuo enfrentamiento, pues, aunque sea un juego de una sola persona, intentamos superarnos a nosotros mismos. Esta máxima nos conduce a una verdad: si todos los juegos van creciendo en dificultad (debido a esta superación, ya sea de uno mismo, ya sea necesaria para vencer al contrincante), podemos deducir que llegará un día en el que ganar sea una auténtica proeza. Lograr una victoria en nuestros días supone ya tener que nacer con un don para esa actividad, o un ejercicio muy sacrificado.

Lo que no sabíamos es que toda nuestra forma de vivir es también un juego. Pues siempre queremos perfeccionarnos –está claro—. Tanto aquel que se dedica a la oratoria, entrena para ser mejor orador. Y aquel que se dedica a la tierra, entrena, practica y estudia para obtener más y mejores resultados en menos horas y esfuerzo. El alumno también se prepara, e incluso ahora está forzado a estar mucho mejor preparado porque compite a escala mundial. En el deporte, por ejemplo en el fútbol, vemos como cada vez más, los jugadores son casi como máquinas, y sólo se juega por y para la efectividad, dejando en el

Page 144: Imaginando la realidad

olvido el jugar para divertirse. Salta a la vista los puntos con los que se gana una liga hoy con los que hace unos años. Todo ha quedado en una competición, y lo es, porque el juego en el ser humano, sólo tiende a la superación. Todas las cosas del mundo ya han alcanzado grandes cotas casi insuperables aptas para personas profesionales que se dedican a esa actividad durante toda la vida.

Debimos darnos cuenta de esto hace mucho, porque, sin saber nada, estábamos participando también en el juego de la política, mercados y bancos. Nadie nos advirtió de ello, pero la política también estaba en crecimiento y ahora, todas las oficinas están repletas de profesionales. Profesionales que, como en todo juego, encontramos a muchos tramposos y jugadas amañadas. ¿Por qué digo que debimos darnos cuenta de esta politización? Porque nosotros éramos sus adversarios y ahora, el panorama que deja verse es una derrota aplastante a cero. Y efectivamente, para nuestros políticos, no debe ser muy entretenido jugar contra un oponente tan malo, y por ese motivo han inventado un juego nuevo, o mejor dicho, han reinterpretado y modificado las reglas: ahora juegan entre ellos (obviamente para que sea más divertido), pero a costa de que nosotros seamos siempre los que perdamos.

Este nuevo juego, debido a esa máxima de la que hablábamos al principio, de su instinto natural de crecimiento y superación, ha evolucionado y perfeccionado. Nuestros políticos se lo pasan muy bien jugando contra ellos mismos, pero para disimular la posición sumisa de todos nosotros (sus verdaderos oponentes), matizan sus acciones y disimulan que juegan contra nosotros. Nos hacen creer incluso, que vencemos algunas partidas. Pero no nos engañemos, nosotros siempre perdemos y ellos siempre ganan. A este juego lo han querido llamar democracia.

Había algo que fallaba en el juego de la democracia, pues apareció una nueva competición dentro de éste. A pesar de que todos ganaban, competían por haber quien ganaba más, hasta

Page 145: Imaginando la realidad

145

que llegaron a un límite aparentemente infranqueable. Es muy sencillo verlo: cuando nosotros no podíamos perder más, ellos inevitablemente, no podían ganar más, pero a pesar de ello, se hicieron la siguiente pregunta: ¿si no vamos a perder nada, porque no probamos traspasar ese límite? Y, como la avaricia rompe el saco, todos los que intentaron superar ese límite se vieron inmersos en lo que ahora llamamos crisis. Y efectivamente, los que seguimos perdiendo somos nosotros, y los que ganan de nuevo son ellos.

Por ese motivo casi todo lo que se representa en un gráfico muestra siempre el mismo dibujo: primero se asciende alcanzando el auge y luego se precipita a la decadencia. Todo son etapas cíclicas. Es el juego de la naturaleza: tendemos a la máxima superación hasta toparnos con la imposibilidad de progresar más, entonces, degeneramos en un declive sólo para rearmarnos de nuevo y alcanzar otra vez esa cota. Y es que todo juego sigue siempre las mismas directrices, a saber, el de la voluntad de vivir.

Las marionetas del mercado

Ha sido cuestión de pocos días, yo creía ser consciente de lo

que ocurría por mi alrededor, pero ahora me doy cuenta de que estaba ciego. Lo había oído muchas veces, pero no hacía mucho caso. Me refiero a lo acaecido en nuestras vidas, la gran mentira que se ha propagado por todos lados y llega sin remedio a todos nosotros, las víctimas. Muchas de ellas ignorantes como yo antes, engrandecimiento por tanto, el poder de las multinacionales, empresas, etc. Gente inocente a merced de ellos. Es irónico que me recuerden a mis padres cuando era niño, pues como ellos, me dicen qué ropa usar, qué deporte practicar, de qué equipo ser, qué debo comer, dónde tengo que comprar… también tengo que reconocer que son unos padres muy liberales, pues me dicen cómo tengo que ligar, con qué persona

Page 146: Imaginando la realidad

debo estar, e incluso, qué cosas me producen placer y cuáles felicidad. En definitiva, piensan por nosotros, nos conducen como marionetas. Se pelean por nosotros para ver quién saca más capital a costa nuestra, pero, ¿Por qué se ha originado todo esto? No ha venido de la nada, lo hemos ocasionado nosotros mismos. Es fácil de adivinar cómo empezó todo y cómo se ha ido convirtiendo en un abismo devorador. Un grupo de personas con gran ambición y gran intelecto buscó el punto débil de la mayoría de los humanos. ¿Cuál fue? Precisamente la pereza. Nos gusta que nos den las cosas hechas, tener facilidades, a fin de cuentas, nos gusta evitar pensar. Pero ¿no es eso lo que creemos que nos están haciendo hoy en día, evitar pensar? ¿No es eso mismo lo que buscaba la mayoría de las personas? Entonces, ¿por qué nos quejamos? Sólo veo dos posibles salidas al planteamiento.

Ya notamos el aumento de la dosis que nos suministran. El mercado ha crecido, y luchan por conseguir el poder, y ese poder es el del atontamiento humano. Cuanta más atención reciban, más fuertes y ricos son. Una solución es, por tanto, eliminar tantísimo poder acumulado. No sobrepasar el límite, dejar creer a la persona libre. De este modo, el hombre estará entretenido, pero no tanto como agobiado.

La otra solución es erradicar ese poder, no tanto como destruirla con nuestras propias manos, sino que bastará con no hacerle caso. Pensar por nosotros mismos, esquivarla, no caer en su tentación. Vivir por nosotros mismos. Encontrar la felicidad como queramos y no como ellos dicen que hay que encontrarla. Si todo el mundo lo hiciera, el mercado caería con la misma velocidad de como se originó.

El camino

Noviembre de 2012, cada vez le saco más distancia, desde

aquí ya no sé ve tan grande como parecía hace unos años.

Page 147: Imaginando la realidad

147

Es agotador tener que huir de tu propio mundo pero, al mismo tiempo, satisfactorio. Y aunque aun voy perdiendo restos por el camino, sueño con ese día en que camine totalmente libre, ligero, etéreo… ascendiendo hasta acariciar el cielo.

Avanzo. Un transcurrir lento y paciente, embistiendo resistencias, esquivando deseos, sin metas ni fines, aferrándome a mi voluntad: el camino es mi vida, el progreso, mi alegría. Si descarrilo pierdo, si me pierdo él me devora. Lo más grandioso de esta locura es cuando miro a mi alrededor y aparece gente nueva. Nunca ando solo, la compañía me abriga. Los más recientes llegan impresionados, eran títeres de la mentira, lo primero que hacen es arrancarse el hilo que les cuelga del pasado. – ya sois libres, no marionetas, la realidad es ésta.

Es preciso detenerse para mirar atrás un instante. El imperio tecnológico crece, el poder se derrama cómo cual vaso lleno de agua. ¿Qué hacer? Huir o enfrentarme.

Junio de 2018, el colapso se ha detenido. La humanidad se concentró y dirigió el poder para un futuro prospero. La tecnología es tecnología y no armas tecnológicas de poder. La necesidad humana es satisfecha. La ciudad es de todos, el bienestar es de todos, el poder es de todos.

Nunca me paro, sigo avanzando. Hoy voy más rápido en el coche eléctrico.

Soluciones. El despertar

Hablar y especular es demasiado fácil. Ya tenemos una

síntesis de la realidad actual. Hemos localizado los problemas que atañen a la sociedad y hemos diagnosticado como pilar central de todos los males e injusticias el poder que se ha ido originando desde la revolución industrial. No quiero meterme todavía en la investigación de por qué surge esa acumulación de poder en un en bloque minoritario de personas dejando al resto como títeres a su merced, ni tampoco voy a investigar si esta mal

Page 148: Imaginando la realidad

organización del poder tiene sus antecedentes en un tiempo pasado. Hoy, aquí, y humildemente, presentaré un par de consejos para derribar esa muralla de la que hablábamos en puntos anteriores. No solo tendrá como fin el debilitamiento del poder de los mandamases, pues eso es lo que menos nos debe importar. Lo importante aquí es tomar tú la decisión, transformar poco a poco tu vida y demostrar que la auténtica libertad es la que tú estás viviendo. Porque dejarse arrastrar por la corriente de un río no es vivir en libertad, es vivir como la masa te “ordena”. Por lo tanto, ésta será la primera solución y más importante que propongo, pues sirve como axioma o pilar para las restantes, o dicho de otro modo, todas las demás soluciones que se nos ocurran no pueden darse sin tener esta en cuenta.

No te dejes engañar por tus deseos, este mundo ha conseguido y no con muchos problemas venderte aquello que tú crees desear, pero aquello que no sabes que existe jamás se te antojará, por tanto, limítate a valorar lo útil y necesario.

Llevemos la frase socrática “Conócete a ti mismo”, al mundo consumista actual, si lo haces sabrás a que aspirarás y, por tanto, desearás lo que tú quieres desear. Si compras por aturdimiento propagandístico llenarás tu casa de cosas innecesarias y acabarás diciendo: —¿en qué momento me compre yo esto?— Y te contestará Sócrates: —Fue en el momento en que te creíste libre por ir al Corte Inglés y comprártelo—. Por desgracia, las empresas son la bomba que mueve el agua de ese río. Un río artificial que han creado ellos para que naveguemos los demás. Y al comprobar con asombro que hemos caído en su trampa de poder, fabrican cada mes un móvil nuevo y mejor que el anterior, obligándote a comprártelo, pues el tuyo ha quedado obsoleto. Y así ocurre con todo.

Imaginad, por favor, las caras que se les deben quedar a esas personas que dan de comer a sus peces. Si primero fueron risas por atraparnos, ahora es incredulidad por comprobar lo tontos

Page 149: Imaginando la realidad

149

que somos. Y en sus pensamientos deben de estar preguntas como —¿pero cómo pueden picar tantas veces el anzuelo?, ¿Cómo es posible que pueda controlar tan fácil a una persona racional?—, y así es. Sin embargo, han ido más lejos, y su último paso ha sido la carcajada. En vez de pausar su ritmo frenético de hipnotización hacia el consumismo, han optado por la risa descarada hacia nosotros, con eslóganes publicitarios tan irónicos como “yo no soy tonto”, y entre ellos dirán: “eres tontísimo”. Ese resentimiento que queda dentro de mí por sus burlas hacia nosotros hace que hoy, más que nunca, agarre tierra firme y mire por mí mismo el camino que deseo seguir.

¿Quiénes somos?

Este punto va a estar orientado hacia el núcleo mismo del

problema que hemos presentado en los anteriores puntos. Ya no trataremos las preguntas quiénes, cómo, ni cuándo, ahora nos centraremos en el por qué. Nos centraremos en por qué se toman cada una de esas pequeñas decisiones que, en su totalidad, mueve al gran rodillo que está aplastando Europa y al mundo entero. Analizaremos cómo el hombre se ha apropiado de la máquina con fines contradictorios a la definición misma de máquina. En suma, veremos el error del hombre.

El poder se ha metido en el interior de una rueda que gira ininterrumpidamente, cada vez más rápida y sin frenos. Una rueda fuera de control que avanza y devora lo que encuentra a su paso. Nosotros rodamos con ella. Su movimiento es indetectable dentro de ella, es parecido al movimiento de traslación de la tierra, giramos con ella y su movimiento es indetectable. Estamos subsumidos en ella. Pero, ¿cómo empezó a rodar el poder? ¿Quiénes dieron el primer empujón que hoy aun llega a nosotros? y lo más importante, ¿por qué se dio?

Es muy complicado acertar que generación comenzó a acumular poder, pero sí es plausible objetar que el origen

Page 150: Imaginando la realidad

comienza de la mano de la tecné (tecnología), pues cómo sino se iba acumular poder de algo si no existiese ese algo. La tecné ya ha sido definida por muchos filósofos. Dice Ortega y Gasset: “La técnica es la reforma que el hombre impone a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades”. De la naturaleza obtenemos utensilios que facilitan nuestra vida y, por tanto, el que más utensilios tenga, más fácil de vivir será su vida. El poder es, entonces, la ambición del hombre por vivir una vida más fácil y segura.

Estas definiciones son muy lógicas en tiempos ancestrales, cuando uno podía subirse y bajarse fácilmente de la rueda que hemos descrito. Cuando era libre de elegir lo que quería, cuando el poder aun no se había insertado en nuestro organismo ¿Pero qué pasa en nuestro presente? Nacemos dentro de la rueda, crecemos dentro de la rueda y morimos dentro de la rueda. Nadie es consciente de lo que ocurre, pero en ella se ha ido acumulando toda la basura humanista e individual desde tiempos muy, muy lejanos. Se ha asentado en ella unos valores falsos con los que la gente vive como verdaderos. Por eso, al nacer entre poder, uno sólo aspira a conseguir poder.

Ahora que hemos reflejado el presente habitual del ser humano, pasemos al trasfondo que se deja ver tras el espíritu de cada uno de nosotros. Bien, al igual que nuestro mundo está continuamente regido bajo el movimiento de traslación, provocando esas necesarias estaciones del año, la Tierra también está sometida al impetuoso movimiento de rotación, aquel que la hace girar sobre sí misma. Y así como el hombre nace en una rueda giratoria de poder, repitiendo ciclos de gran auge y consecuentemente el calorcito de las crisis, también, como la Tierra, ejercemos un giro sobre nosotros mismos. Un movimiento que provoca la repetición histórica de todo espíritu nacido sobre esta incesante rueda. Cargamos nuestra realidad con un pesado e insostenible peso histórico que provoca, como vine diciendo en puntos anteriores, la in-autenticidad humana.

Page 151: Imaginando la realidad

151

¿Quiénes somos? una sencilla pregunta imposible de contestar. Ni si quiera aquellos que se esconden detrás de las bambalinas tirando y estirando de nuestros hilos, podrían contestarla. No solo carecerían de tal respuesta, sino que ni si quiera podrían averiguar el motivo que les arrastra a intentar controlar al resto de la humanidad, de intentar controlar, con sus propias manos, todo el poder. Pero salgamos de una vez de este escenario tan artificial que llevamos arrastrando, dejemos de actuar e interpretar nuestra vida como si estuviésemos en un simple sainete. No me extraña que la religión predique y nos atolondre continuamente con que el hombre nace con el pecado original, porque llevan toda la razón, aunque quizá yo lo esté viendo desde otra perspectiva. Si nacemos en una rueda que gira de forma tan inverosímil y representamos nuestras vidas en falsos escenarios, es normal que etiqueten a la humanidad de pecaminosos, aunque, personalmente, yo prefiero referirme a la humanidad como hipócritas. Hipócritas por no vivir como somos y dejarnos mover a merced de leyes humanas ancestrales.

Ya he mencionado al principio cómo se ha originado este sendero por el que caminamos todos. La tecné es el origen de nuestra sedentaria vida; la que ha hecho que dejemos de esforzarnos por saber quiénes somos realmente, y, depositándonos, en cambio, por caminos ya transitados en donde no se requiere ningún esfuerzo por buscar nuestra íntima, personal y delicada llama que ilumina nuestras vidas, nuestra autenticidad. Caminamos, en cambio, por la depravación de años y años del uso incorrecto de una vida en manos de la tecné. Recorremos caminos iluminados por la luz que emite nuestra dinamo con el roce de esta rueda, o mejor dicho, de esta burbuja que hemos creado repleta de engaño y austeridad. Avanzamos en círculos retrotrayendo la historia pasada, tal como nos ilustra Vang Gogh en la ronda de presos, sin hacer la nuestra propia.

En este momento, solo se nos abren dos posibilidades: una es seguir rodando artificialmente, estableciendo los cimientos de

Page 152: Imaginando la realidad

nuestra vida sobre una tierra pecaminosa y repleta de patologías venidas del pasado, o podemos comprarnos una Cheese lounge, sentarnos en ella, y reflexionar sobre el tiempo y como somos sometidos a él y éste a nosotros, tal y como lo hizo Hans Castorp en La montaña mágica. Sólo si entendemos qué sentido tiene sentarse en una Cheese lounge, podremos pensar sobre la vida y comprobar cómo esa sencilla pregunta “¿quiénes somos?” tiene fácil contestación. Somos lo que queramos ser cada uno justo en el momento en que te llenas de agallas y te propones bajarte de la vertiginosa rueda histórica, cuando decides cambiar de dirección en el corro de todos los presos. En ese momento ya eres libre y puedes hacer tu propia historia. Escribir tu propio camino iluminado por tu espíritu.

Keep it real

Entrelazando con el punto anterior, cuando uno aborda el

primer y más importante requisito para alcanzar la libertad, es decir, saber distinguir entre su elección real y la que nos impone esta vida plagada de entusiastas tediosos cazadores del poder, podremos, no solo eliminar cuestiones tan polemizadas en nuestro presente como la desigualdad de clases, sino que podremos presentar estudios como los que nos ha dejado Amartya Sen acerca de las capacidades del ser humano. Pero toda teoría que aspire a una base igualatoria del individuo con el colectivo, debe partir con la premisa primera resuelta y satisfecha, sino, estaremos hablando, nuevamente, de una utopía.

(Realización del bienestar, realización de la capacidad de acción, libertad para el bienestar, libertad para la capacidad de acción) en efecto, estos son los puntos inquebrantables de Amartya, que requieren la necesidad previa de que cada cual se ocupe de sí mismo. “Keep it real”, cumplir las leyes impuestas por la moralidad. “Ser legales”.

Page 153: Imaginando la realidad

153

Una buena politeia parte de la armonía del uno con el todo, y eso sólo ocurre cuando el uno –cada uno de nosotros— sabe ponerse metas pero también límites, y así, adecuarse con el Todo. Sólo en ese momento en que nos damos cuenta de que no estamos solos en la tierra, que vivimos con siete mil millones de personas más, tan diferentes y tan iguales, vendrán por sí mismos los estudios de Amartya sobre la Igualdad y, al fin y al cabo, el Bienestar.

Page 154: Imaginando la realidad

VIII RELATOS

BREVES

El lobo

Las luces de las estrellas parpadean casi más rápido que mi

abrir y cerrar de ojos. Puedo ver como se acerca lentamente la criatura que aprovecha el tintineo de la luz para esconderse y salir rápidamente en la oscuridad y avanzar esos escasos metros para atraparme. Lo que él no sabe, es que cuento con una habilidad que me permite saber todo lo que acontece durante la noche. Controlo sus pasos, sé cuando avanza. Puedo notar todos sus movimientos. Concentro todos mis sentidos en el espacio que me rodea, palpo con mi piel el aire que choca contra mi cuerpo, y detecto tan sólo un suave movimiento de mi enemigo.

Él todavía piensa que voy a ser su víctima, cree que tengo miedo, que temo su fuerza, que me impresiona su velocidad cuando ataca, cree que soy inofensivo y que la pelea se va a generar como él quiera. Pero no sabe quién soy, no sabe de dónde vengo. Desconoce mi origen. Las personas que me criaron confían en mí. He sido criado para luchar, adiestrado para matar. Busco una forma de asimilar estos conceptos y vivir en armonía con la paz.

Page 155: Imaginando la realidad

155

Estoy aquí y ahora para encontrar la calma y la templanza, mi alma. Mezclarlo con mi espíritu de guerrero y mi afán de luchar y morir por mi patria.

Emprendo esta aventura en solitario para saber de qué soy capaz, necesito saber si mis esfuerzos y sufrimientos que pasé de niño hoy se hacen notar. Quiero sentirme capaz de todo.

He aprendido a controlar mis miedos, porque ya no tengo miedo a nada. He aprendido a controlar el dolor, y ya nada me lo puede ocasionar. Resisto el frío y el hambre, nada me cansa, soy imparable. Mi raza supera a la del hombre.

El tiempo pasa muy despacio, ambos actuamos con cautela. Encuentro con la mirada un lugar más adecuado donde esconderme y esperar cualquier error que cometa mi oponente para abalanzarme contra él. Se trata de una cueva, estrecha y profunda y por supuesto oscura, donde podré atacar y arrinconarlo. Contemplo la sombra de mi enemigo tras el endeble árbol de ramas secas, sus hojas están aun esparcidas por el suelo y crujen al paso de la bestia que me persigue. El animal salvaje cada vez se mueve más rápido. Yo no pierdo la calma.

A la entrada de la cueva el lobo ruge detrás de mí, giro lentamente la cabeza, ahí está.

Me enseña los dientes y sus afilados colmillos a modo de intimidación. La luz de la luna alumbra mi rostro. El depredador sigue rugiendo y enseñando sus colmillos, se acerca muy lentamente a mí, se para, ya no avanza, sabe que no tengo miedo, mis movimientos no son bruscos, al contrario, controlo la situación, nada se me escapa. El brillo de sus ojos transmite ahora pavor, se siente desconcertado. Gira sutilmente sobre sus pasos para rodearme, no sabe cómo actuar, se queda sin ideas. Ya se ha percatado de mi fuerza, mi fuerza psicológica, pero no se da cuenta de que actúa a mi merced, lo conduzco exactamente donde me disponía en un principio a llevarlo, a la cueva.

Page 156: Imaginando la realidad

Cada segundo que pasa me da la sensación de que la noche es preciosa, una noche espléndida para enfrentarme a este cazador de presas. El viento sopla con la suficiente fuerza para mover las ramas de los árboles, que chocan entre sí emitiendo un sonido violento, haciendo precipitar al suelo las últimas hojas amarillas que les quedan. Se escucha todo tipo de ruidos de animales adentrados en el bosque. Cojo la lanza de mi espalda con especial cuidado para no estropear este momento entre mi presa y yo. Ambos preparados para cualquier cosa pero ninguno decidido a actuar por ahora. El silencio se apodera de mí, mi concentración es total. Doy leves pasos a hurtadillas sin dejar de mirar a los ojos de mi enemigo, él me sigue despacio. Me adentro a la cueva, mis pasos son cada vez más rápidos, no puedo cometer a ningún error. Escondo la lanza, mi enemigo se piensa que él es el responsable de mi ubicación, se equivoca, él está justo donde yo he querido que esté. Su boca desprende gran cantidad de saliva, sus ganas de comer afloran, pierde la concentración, su innata capacitación de darme muerte le hace inconscientemente mucho más débil, y eso le va a costar su muerte. Me aprovecho de su error innato. El lobo ruge cada vez más, avanza hacía a mí a paso rápido, a trote, corriendo. Estoy arrinconado en la madriguera, se aproxima, salta. Sólo dispongo de un instante para actuar, no puedo fallar. El lobo va a degüello a mi cuello. Empuño mi lanza y estiro el brazo. Doy un gran grito de guerra. Mi enemigo no tiene vuelta atrás, miro sus ojos en sus últimos segundos de vida, su mirada de animal salvaje se transforma en una mirada profunda, de arrepentimiento. Precisamente es eso en lo que nos diferenciamos de los animales, ellos actúan por instinto, nosotros tenemos la capacidad de recapacitación. El instinto de este lobo le va traer la muerte, la vida es así.

Mi enemigo queda atravesado por mi lanza. Suspiro. Salgo de la caverna, sonrío al cielo. Estoy preparado para la guerra, preparaos para la gloria.

Page 157: Imaginando la realidad

157

Batalla naval

Valeroso y austero se incorpora, su figura es oscura como la

de una sombra, está de pie sobre el mástil. Se encuentra calmado. El sol deslumbrante realza su silueta, vapulea su brazo en lo alto concentrando todos los vientos en su puño y da la impresión de estar estirando el brazo al infinito, pues tal es su poder y envergadura que los mares se abren a su paso, se arremolinan las aguas con el roce de su silueta y calman toda fastuosidad emergida de los océanos. El sol desprende un color rojizo que, reflejado en el mar, todo parece fuego. Las llamas van y vienen al son de las olas, arrastrando restos de los demás navíos desquebrajados durante la batalla. Naufraga en mitad de la nada pero con el control de todo lo que el horizonte abarca. Su confianza es máxima, su motivación es su arma, su coraza es su voluntad y su fin es la libertad.

Se respira de nuevo el silencio, la tranquilidad se ha vuelto a apoderar de este gigante de agua. La suave marina y el sutil viento impetuoso, siguen arrastrando la barca que va surcando el océano sin rumbo fijo. Su mástil abatido por la contienda descansa ahora en la proa mientras que restos de la vela son agitados suavemente por la brisa haciendo imposible el avance a tierra próxima. Descarrilado, sin control y con el casco dañado, el agua comienza a penetrar en el interior. Deseoso de que llegue el final se sienta a contemplar el atardecer, la luz roja y naranja proyectada en el mar mengua al mismo tiempo que la esperanza de seguir viviendo.

El tiempo dejó hace rato de correr, se paró, se desajustó con el derrocamiento de Khronos, el dios del tiempo. La escena se vuelve agonizante, el tiempo está parado y el momento sigue transcurriendo y mientras, presenciamos el final del Titán de los océanos. ¡Qué situación tan viva! ¡Qué espectáculo! ¿¡Cuánto poder se puede concentrar en un mismo punto!? Dominador de

Page 158: Imaginando la realidad

todo lo que le rodea: Agua, Mar, Aire, Tierra se van a mitigar como lo hace el sol en este mismo discurrir del tiempo. ¡Qué poco va durar el triunfo pero cuánto va suponer en la vida! Se saborea tranquilidad, se siente calma, no hay miedo a pesar de que se avecine de nuevo la oscuridad.

Capataz de sus instintos reflexiona sobre lo acontecido hoy en mitad de estas aguas. Virtuoso cuanto menos, humilde como el mejor, no se vanagloria de su triunfo sobre los dioses que han venido hoy a arrebatarle la vida y, sin embargo, su muerte no le asusta, será recordado hasta que su alma transmigre de nuevo y retorne lo hoy sucedido.

—¡Has alcanzado cuanto quisiste y aun así conseguiste más de lo que esperabas! Has obtenido tu libertad, te has ganado el respeto de la humanidad y, lo más preciado: posees la gloria eterna tanto del mar como de la tierra.

El bote rebosa de agua por todo el interior y comienza a hundirse. El glorioso deja caerse al agua y, sin alarmarse, con una actitud como si ya lo hubiese vivido, cierra los ojos y espera el final de su batalla. En ese mismo momento, el sol se esconde por completo. La oscuridad se deja ver.

Nada

Si antes no cesaban los sucesos que ahogaban poquito a poco

al protagonista de su propia vida, lo que ahora ya no soporta es que no pase nada. Porque aquí, ya no pasa nada. Ahora avanza por un sendero y nada deja atrás, porque adelante tampoco hay nada, vacío.

¿Qué podemos hacer cuando descubrimos que todo aquello que forma parte del exterior y que ha estado en constante interacción con nosotros deja, de pronto, de tener el mismo sentido de siempre? ¿Cuándo nos damos cuenta de que la vida no es más que un cuerpo en funcionamiento por una complicada estructuración orgánica? ¿Cómo podemos reaccionar al observar

Page 159: Imaginando la realidad

159

que la realidad se fuga por un relativismo universal? ¿Qué hacer cuando descubrimos que nuestra vida orbita alrededor de unos principios que descansan sobre unos cimientos de barro?

Infinitas y distintas vidas

Te reconoces en tu interior y te ordeno que te liberes en el

exterior. Te aproximas al mundo perfecto pero te da miedo conocerlo. Imaginas y no vives. ¡Vive y no imagines! –Podría decirte—pero no puedo ser el guión de algo tan grande como es tu vida. Me limito a hablar de lo que deberías hacer; —¡llamad a la puerta de la autenticidad!—pero no penséis que me dirijo a vosotros, mis queridos lectores, este párrafo y este libro es tan solo la construcción de las vías por donde circularé a partir de ahora. Tú decides en tu vida y yo decido en la mía. ¿Qué vas hacer? Lee atentamente, relee cuanto quieras, pero esto no deja de ser el amalgamar de unos sentidos que se estorban unos a otros bajo la forma de alegría, soledad, amor, odio… pues son, a fin de cuentas, los atenuantes de mi vida. Mis palabras brotaron al estar viviendo y lo único que me haría realmente feliz es que mientras leas esto, mis palabras hayan alcanzado tu vida y estemos por un momento suspendidos en un acorde perfecto de sentimientos unidos, que la música que quizá estés escuchando mientras tus ojos escanean estas palabras armonicen y prediquen: ¡sí a la vida!

He comprendido que mis alas no aguantan el peso de toda la humanidad, por eso sólo deseo que mientras estés leyendo tú también estés viviendo. Yo escribo para mí; demuéstrame que tú lees para ti. ¡Vive! Desearía tanto verte volar conmigo…

Oíd lo que queráis, sacad a la luz todo lo que se os antoje y rehaced todo lo que os venga en gana, pero no digáis que yo os lo he dicho, no digáis que os lo he ordenado o exigido, hablad de mí como un loco que intenta volar y que sólo será feliz cuando

Page 160: Imaginando la realidad

vea a todos vosotros haciéndolo también. Volad, amad, volad, ensanchad el alma, vivid, y recordad siempre quiénes sois.

Frases breves

La verdad enmudece al mentiroso que se defiende con otra mentira.

Lo bueno de sonreír es que puedes, sin saberlo, alegrar a otra persona.

Una sola mirada basta para que tu vida cambie.

Las ideas nacen cuando las descubres.

Puedo ser humo y desaparecer entre la sociedad pero nunca podría esfumarme de mi vida. Ésta me persigue y me arrolla hacia la perpetuidad.

“Cuando sientas que va a cambiar el tiempo no construyas un rompevientos sino un molino de viento”

Cómo pesa la vida cuando intentas volar eternamente, y qué bien vuelas cuando logras desprenderte hasta de tu propia vida.

Empeñarse en vivir o empeñarse en morir

No existe una llave que abra la vida porque todo el

maremágnum de la vida se presenta ya abierta. La realidad a menudo queda codificada por nuestra sed de vivir, queda distorsionada por todos los candados históricos que se han ido cerrando con cada segundo que pasaba y rozaba nuestras vidas. Aquello que rebosa grandeza se extiende ahora por la pleamar de nuestro espíritu. Somos máquinas de producción pero paseamos por la vida chocándonos con nuestro destino. Revivimos las ascuas de las tinieblas y ponemos puertas a la oportunidad.

Somos el letargo de la naturaleza, pájaros que deciden volar a tientas y acaban andando por la tierra. Anhelamos y buscamos

Page 161: Imaginando la realidad

161

cosas que no existen y, sin embargo, desechamos la savia que fluye por la vida. Somos los responsables de construir el miedo y de temer lo desconocido. Si nos conformamos con lo poco que conocemos, nos estamos cortando las alas.

¡Arrancad el vuelo, sapientes!, ¡borrad vuestra identidad, nerones de la realidad! Agitad las alas de la imaginación, a estas alturas no dependemos de otra cosa que no sea de ti mismo. ¡Tirad el lastre para planear! La vida no te permite volar con tanto peso. Te ahogas en tu pasado, te pudres en tu historia.

Presiona el dolor hasta que desaparezca, oblitera la indignación, armonízate con la calma. El temple de la vida se caracteriza por la eterna unión de los sabores, de los colores. Mezclamos realidades dispares, vivimos el ahora y valoramos lo que podría ser. Repites los mismos errores en tus andadas. Despiertas y sueñas con la misma canción. Tarareas el amor por la vida y, mientras, te estás apropiando del error. Vives de la enfermedad.

Declina tu pedantería a la caza de atontados y encuéntrate a ti mismo. Sí, lo eres. Eres uno más. Eres mi estorbo del camino y tú te crees estar viviendo volando y surcando el cielo. ¿Qué aparentas ser ésta vez? Me río en la cara del peligro y tú, tú no llegas ni a amedrentarme. Sepárate de la trayectoria de mi mirada, intento luchar por vivir y tú te quedas ahí, ¿qué haces?, enserio. Me cabreas y pierdo la concentración. Esta vez juro que lo voy a conseguir, te voy atravesar con mi fe, voy a evolucionar, voy a matarte con mi aura. ¿Te atormentan mis delirios? a mi me acongoja tu megalomanía.

Quiero volar, ¿por qué no dejáis de entorpecerme? Cuando lo consigo caigo en la cuenta de que sigue siendo todo un sueño. Sin embargo, a veces me lo imagino: mis pulmones se llenan de necesidad y mis instintos se disipan por la sociedad. Surco las nubes y nunca miro lo que algún día fue mi vida. No quiero saber nada de lo que pudo ser mi destino. Sólo tengo una tentativa, abrirme por el cielo y eclipsarme con el sol. Quiero evanescerme

Page 162: Imaginando la realidad

con la luz, dejar de pensar y dejar de sentir, quiero ser el color del sol cuando choca con el cielo. Quiero rozar el cielo, pero por mucho que me esfuerce en ascender, nunca llego. ¿Dónde está el límite de mi imaginación?, y ¿cuánto tardaré en caer si me lleno de razón?

El miedo ha creado al hombre, la libertad ha creado el espíritu y la voluntad ha creado la muerte. ¿Dónde queda la vida? la vida descansa entre el miedo y la muerte, pero cuando superemos estas barreras, seremos espíritu, seremos libertad.

La libertad se encierra en muros de irrealidad, si nosotros nacemos entre muros, sólo podemos conocer la ilibertad. La libertad habita en el vacío, nunca la podremos conocer en su totalidad. Si alguna vez buceamos por el vacío, corromperíamos su vida, su mundo, su estar-ahí. Sólo podemos arriesgarnos y jugar a una carta, te empeñas en vivir o te empeñas en morir.

Amas tus murallas, te has acostumbrado a la ilibertad, el mundo entierra tus posibilidades. Tus posibilidades se las lleva el viento. Tu vida se encamina al abismo; tus posibilidades ya se encuentran bajo tu vida, en el vacío. Si las quieres, tírate por la vida. Si deseas volver a ser libre, lánzate al abismo y recupera tus posibilidades. Pero si te empeñas en vivir, construye los muros más altos, tortúrate con la simpleza. Enciérrate cada vez en cárceles más pequeñas hasta no poder salir de ti mismo. Muere aprisionado por tus instintos, muere aplastado por tu ignorancia.

El vacío, la libertad y tus posibilidades jamás se percatarán de tu desdicha. Amigo, si vives aquí toda la vida, te convertirás en un héroe. Serás el ejemplo para toda la vida ulterior. Haremos una estatua en tu prisión y podremos, gracias a ti, apreciar la vida exterior. Algunos construirán sus prisiones con más capacidad, pero, otros, como yo, romperán los ladrillos que ha levantado mi miedo. Gracias. Tú te empeñaste en vivir, yo me empañaré en morir, sólo así seré libre, sólo de esta manera viviré feliz. Mi vida podrá ser narrada como el vuelo de un pájaro que se lanzó por el abismo, alcanzó sus posibilidades y planeo como

Page 163: Imaginando la realidad

163

un verdadero héroe. Los únicos barrotes que posee mi vida ahora son los que surgen de mi sensibilidad. Los que me exigen volver arriba y ayudaros a arrojaros a la felicidad. ¿Te animas?

Recuerda lo sencilla que es esta vida y cerciórate en cada momento de cómo lo estropeas todo. Pregúntate, ¿quién soy?, ¿qué es la vida? quizá entonces te des cuenta de los ladrillos que levantas cada día. Estás cavando tu propia tumba. Eso sí, querido lector, cuando mueras podremos decir todos: —¡mira qué tumba más bonita!–Y tu desde el cielo nos contestarás —¡no me sirvió de nada!—

Es cierto, no te sirvió de nada, pues cuando pudiste vivir moriste, y ahora que lees esto y que por tanto, estás vivo, me pregunto ¿por qué no vives? Disfrutad de eso que llamáis tiempo y que tanto se os escapa de las manos.

¿Vas a perder el tiempo construyendo una casa o por fin aceptarás la casa que te ofrece la naturaleza? Una casa que, por cierto, tiene el jardín más grande que he conocido nunca. En él te encuentras de todo: sentimientos, felicidad, placer, dolor, emociones, inquietud, devoción, amor, amistad, aflicción, suerte…

Mi paciente lector, si has llegado hasta aquí sólo puedo agradecértelo con un buen recibimiento a tu nueva realidad. ¡BIENVENIDO A LA VIDA!

Espero que tu caída fuera reconfortante y no dolorosa. Es duro abrir los ojos y encontrarte con tanta luz, pero tranquilo, te acostumbrarás. Además, en esta vida podrás caminar con los ojos cerrados. Tu Imaginio te guiará. No temas chocarte con nada, en esta vida no hay obstáculos ni muros. Eres libre. Has creado tu libertad, tu vacío. Aquí no importa nada, tan sólo importa que vivas.

Decidiste morir y estás viviendo como nunca. La vida es irónica. El hombre ha inventado la muerte, y la muerte el miedo. Pero la vida continua siendo el mejor remanso para la paz. Mi

Page 164: Imaginando la realidad

lector, no dejes de caminar hacia el horizonte. Vuela, vuela, vuela y vive.

Amigo mío, bienvenido al Mundo Natural Estético.

Page 165: Imaginando la realidad

165