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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XX, 1992/93 INTERVENCION ARQUEOLOGICA EN LA ERMITA DE SAN VICENTE DE MIKELDI EN DURANGO (BIZKAIA) Amaia Basterretxea RESUMEN La presentación de un proyecto de remoción de tierras para la posterior edificación de viviendas en la zona de Mikeldi (Durango-Bizkaia), provocó una intervención arqueológica de urgencia al ser esta de Mikeldi, una zona en la que se habían detectado la presencia de importantes restos arqueológicos. La intervención así, dejó al descubierto por una parte, los muros de cimentación de San Vicente de Mikeldi y por otra, una serie de enterramientos en fosa, al interior de esos muros, y en lajas, al exterior de los mismos en la zona SW. SUMMARY When preparing a project of soil removal for a further building of a block of flats in Mikeldi' s area (Durango-Bizkaia) brought about the urgent need of an archeological supervision as this area of Mikeldi, due to the fact that the presence of important arche- ological remains had been detected in the area. This soil removal revealed on the one hand the foundation walls of the San Vicente de Mikeldi' s Chapel and the portal area, and on the other hand a series of burials, in graves in the inside part of the walls and in slabs at the extemal side, looking Soutwest. LABURPENA Durangon (Bizkaia) Mikeldi aldean etxebizitza talde bat eraikitzeko beharrezkoa zen lur-iraulirako aurkeztutako egitasmoak premiazko indusketa arkeologikoa eginarazi zuen, Mikeldi alde honetan aurkitu izan direlako arrasto arkeologiko garrantzitsuak. lndusketak agerian utzi zituen, alde batetik Mikeldiko Done Bixenteko zimentureko hormak eta atera aldea eta, bestetik, mota ezberdinetako hilobiak, barrukaldean lur gorritan, kanpokaldean, hego-mendebaldean, harriz inguratuak eta estaliak.

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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia

N.º XX, 1992/93

INTERVENCION ARQUEOLOGICA EN LA ERMITA DE SAN VICENTE DE MIKELDI EN DURANGO (BIZKAIA)

Amaia Basterretxea

RESUMEN

La presentación de un proyecto de remoción de tierras para la posterior edificación de viviendas en la zona de Mikeldi (Durango-Bizkaia), provocó una intervención arqueológica de urgencia al ser esta de Mikeldi, una zona en la que se habían detectado la presencia de importantes restos arqueológicos.

La intervención así, dejó al descubierto por una parte, los muros de cimentación de San Vicente de Mikeldi y por otra, una serie de enterramientos en fosa, al interior de esos muros, y en lajas, al exterior de los mismos en la zona SW.

SUMMARY

When preparing a project of soil removal for a further building of a block of flats in Mikeldi' s area (Durango-Bizkaia) brought about the urgent need of an archeological supervision as this area of Mikeldi, due to the fact that the presence of important arche­ological remains had been detected in the area.

This soil removal revealed on the one hand the foundation walls of the San Vicente de Mikeldi' s Chapel and the portal area, and on the other hand a series of burials, in graves in the inside part of the walls and in slabs at the extemal side, looking Soutwest.

LABURPENA

Durangon (Bizkaia) Mikeldi aldean etxebizitza talde bat eraikitzeko beharrezkoa zen lur-iraulirako aurkeztutako egitasmoak premiazko indusketa arkeologikoa eginarazi zuen, Mikeldi alde honetan aurkitu izan direlako arrasto arkeologiko garrantzitsuak.

lndusketak agerian utzi zituen, alde batetik Mikeldiko Done Bixenteko zimentureko hormak eta atera aldea eta, bestetik, mota ezberdinetako hilobiak, barrukaldean lur gorritan, kanpokaldean, hego-mendebaldean, harriz inguratuak eta estaliak.

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142 AMAIA BASTERRETXEA

1.- INTRODUCCION

La intervención arqueológica desarrollada en el solar de Mikeldi en Durango (Planos 1 y 2) se llevó a cabo en dos eta­pas, una primera durante los días 27 y 30 de septiembre, 1 al 4 y 7 al 10 de octubre de 1991, y una segunda del 9 al 15 de diciembre.

El motivo que originó esta intervención fue la solicitud de remoción de tierras para posterior edificación de viviendas, realizada por el señor Estaban Elexpuru en representación de Construcciones Mikeldi.

Nuestro objetivo era la necesidad de comprobar la posible aparición de elementos arqueológicos en el lugar, dado que en dicha zona se documentaba, por una parte la ubicación de la ermita de San Vicente de Mikeldi y por otra, la aparición del denominado "ídolo de Mikeldi".

La información que teníamos respecto a la ermita y a todo tipo de elemento que pudiera surgir en tomo a ella, era casi inexistente. Contábamos tan solo con la información obtenida a través de la escasa bibliografía, sobre todo aquella que hacía alusión al denominado "ídolo de Mikeldi", y con las referencias de que durante la década de los años 50, había tenido lugar la demolición de la ermita y la construcción de unos pabellones industriales por parte de la empresa Mikeldi, S.A.

No contábamos, sin embargo, con ningún tipo de datos acerca de la planta de la ermita, ni de descripción del interior ni de los alrededores, tan sólo que "era de fábrica regular, aunque no de mucha capacidad, con un altar dedicado a San Vicente y un retablo tallado. Al extremo opuesto al altar hay un coro"(!). La ermita, según tradición oral popular, tenía un atrio y casa adosada a la que se accedía desde el pórtico.

Por último, obtuvimos por parte de la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Durango (2) información sobre el expedien­te de construcción del "Nuevo pabellón" de la empresa Mikeldi con fecha de 1955 y sobre la primera fase del pro­yecto de construcción de viviendas que Construcciones Mikeldi S.A. proyecta llevar a cabo en el solar.

Y así, con estas aportaciones y con las de quienes de forma directa habían conocido la ermita antes de su destrucción (3), iniciamos la excavación del solar de Mikeldi.

2- LA INTERVENCION ARQUEOLOGICA

El objetivo que nos marcamos a la hora de iniciar la inter­vención fue, en un primer momento, el de recuperar y docu-

(l) VEffiA, F.A.; ECHEZARRETA, R.- Noticias históricas de la Noble y Leal villa de Tabira de Durango. (ed. 967), pág. 93.

(2) Agradecemos desde aquí la colaboración prestada por esta Oficina Técnica en la obtención de los datos técnicos necesa­rios para la realización de este informe.

(3) Hablamos aquí de Pedro Uriarte, último habitante de la casa que existió adosada a la ermita de San Vicente. Agrademos tanto a él como a J. Astigarraga, aparejador del Ayuntamiento de Durango, la gran ayuda prestada.

mentar la planta de la ermita y demás elementos arquitectóni­cos ocultos bajo el suelo actual motivo por el cual, la excava­ción se planteó en base a la localización de los muros defini­dores del espacio perímetral de la ermita.

Para ello establecimos un punto de origen, P.O (4), desde el cual tomar todos los datos y tomamos como referencia el muro Este de la ermita (US 3), único que quedaba en pie, y los inicios de los muros Norte (US 5) y Sur (US 4).

Localizamos de este modo los muros de cimentación correspodientes a la ermita (US 18 y US 9) y el enlosado del pórtico sur (US 10). (Plano 3)

Quedaba como elemento de utilidad y función específica a precisar un muro que cerraba un espacio anexo a la ermita en su zona Norte (US 21) y que parecía corresponderse con una pequeña tapia en esta zona (US 23).

Una vez determinada esta parte, única fuera del recinto que antaño ocupara la planta de la factoría Mikeldi, procedimos a la búsqueda de la posible continuación de los muros para intentar, dentro de lo posible, encontrar el cierre de los mis­mos y delimitar el perímetro total de la planta del edificio.

El principal problema con el que nos enfrentábamos era la construcción de los cimientos en hormigón armado (US 12), de uno de los pabellones de la factoría, motivo por el cual imaginamos que esta zona habría sido altamente alterada (Plano 4).

No fue así. Si bien es cierto que parte de los muros de la ermita habían sido cortados, también es cierto que la factoría no afectó en absoluto a la estructura del edificio religioso y que estos mismos muros fueron usados como soporte del nue­vo edificio.

Así y en esta zona Oeste hacia la que habíamos trasladado la excavación, localizamos la continuación de los muros Norte y Sur de la ermita, así como el cierre del perímetro de la misma, el muro Oeste (US 16). En esta primera fase de la excavación, aparecen también estructuras de lo que parecen ser muros adosados a la ermita (US 45 y US 47), y restos de pavimento (US 54). Junto a ellos y dentro del recinto de la ermita, siempre en su zona oeste, se descubren las primeras estructuras de enterramientos (US 24 y US 25).

Nuestro interés se centra ahora en dos puntos:

l. las estructuras de enterramientos; 2. las estructuras constructivas anexas al recinto religio­

so.

l. Las estructuras de enterramientos: Las primeras estructuras de enterramientos localizadas

corresponden a dos pequeñas tumbas de lajas (US 24 y 25) situadas en el interior de la ermita y prácticamente adosadas a sus muros oeste y sur. En estas tumbas y en la zona de cabe­cera, se había colocado una pequeña piedra hincada a modo de estela. (Figura 4)

La excavación en extensión y en profundidad de esta zona

(4) La referencia elegida fue el cimiento del muro de hormigón armado del pabellón de la Factoría Mikeldi (muro Este) y que parte en dos la planta de la ermita.

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S VICENTE DE Ml1t;ElDI

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- DUAANGO LA VILLA e&c 1:5000

Plano 1: Ubicación de la ermita de San Vicente de Mikeldi.

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144 AMAlA BASTERRETXEA

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oeste y suroeste de la ermita da como resultado la aparición de un primer enterramiento en fosa (US 26), enterramiento del cual extraemos los restos óseos existentes debido al mal estado de los mismos y a las pésimas condiciones metereoló­gicas del momento. Sin embargo no es el único esqueleto existente en la fosa, ya que al extraer la US 26, aparecen en los estratos inferiores de dicha fosa, otros enterramientos: las US 28 y US 29 -con posterioridad comprobaremos que for­man parte del mismo y lo identificaremos como US 28- y la US 72. (Figura 4)

En esta misma zona oeste y con distancia entre ellos de un metro, van apareciendo nuevos enterramientos en fosa: US 73, 62, 74 y 70. De ellos dos, las US 62 y 74, se localizan bajo un nivel de piedras (US 63) mezclado con tierra suelta y en la que se encuentran varios elementos metálicos de bronce, entre ellos una moneda.

Así pues son en total siete los enterramientos en fosa localizados en esta zona oeste de la ermita (US 26, 28, 72, 73, 62, 74 y 70), colocados en posición de cúbito-supino y orien­tados todos ellos hacia el Este. (Figura 4)

Mientras tanto la zona exterior del muro de la ermita, en su ángulo sur-oeste, se nos presentaba como zona de perspecti­vas indeterminadas pues aquí se había ubicado la zona corres­pondiente a la cocina del edificio que, anexo a la ermita, sir­vió de vivienda a la familia Uriarte, y además porque en fechas más recientes la factoría Mikeldi la había alterado especialmente.

Es aquí donde hacen su aparición, en un estrato inferior a lo que hemos definido como pavimento (US 54), nuevas estructuras de enterramientos, esta vez de tumbas de lajas, US 34 yUS 36.

La US 34, sin embargo, desaparece al profundizar en ella dando paso a una fosa que, construída al tiempo que el pabe­llón industrial, había sido colmatada con material de desecho. Así mismo, esta fosa había destruído parcialmente el enterra­miento que se corresponde con la US 36, enterramiento que se presenta como una tumba constituída por dos hileras de piedras que conforman un espacio cerrado al oeste por una laja tranversal. Las paredes laterales de la tumba se constru­yen en base a tres hileras horizontales con una anchura media de 20 cms., anchura que se consigue bien mediante la utiliza­ción de piedras de ese grosor, bien mediante la disposición paralela de dos piedras menores; destruída parcialmente por su lado Este, su longitud es de 160 cms. (Fotos 6 y 7).

Junto a estas estructuras otras a las que denominamos en un primer momento como US 51, US 52, US 33 y US 38 (vid Plano 3)

Ahora bien, excepto las US 33 y 38 que seguimos mante­niendo como enterramientos hoy en día destruídos -la US 33 ha sido colmatada mediante escoria de fundición y la US 38 ha sido parcialmente destruída al haberse construído un mure­te junto a ella- las demás han sido descartadas como tales.

Por otro lado, la US 52 dió paso a otro enterramiento, una tumba de lajas, menor que la US 36 y adyacente a ella, a la que denominamos US 66.

Los enterramientos en tumbas de lajas se localizan en el ángulo oeste, suroeste de la ermita y son seis: US 24, 25, 71, 76, 36 y 66 (vid Figura 4)

2. Las estructuras constructivas anexas al recinto reli­gioso. (vid Plano 3)

2.1. Como localizada en cuanto a su función y origen, podemos considerar la estructura adosada a la ermita por su lado oeste. Esta planta, definida parcialmente por las US 47, US 48 y US 49, corresponde a un edificio que inicialmente se desarrollaba en planta y que posteriormente, a principios de siglo, se amplió a planta y camarote (vivienda de los Gorroño y posteriormente de la familia Uriarte). Este edificio aprove­cha parte del muro Norte y sobre todo el muro oeste, como soporte y tiene su entrada desde el pórtico de la ermita. La entrada, con un pequeño atrio, da directamente, tras descen­der un peldaño, a la cocina de la vivienda.

El límite de esta vivienda en el lado correspondiente al muro Este, es difícil de precisar puesto que esta zona ha sido socavada en profundidad y alterada al construirse el pabellón industrial. Con todo, los pequeños restos de pavimento (US 54) que hemos localizado en esta zona suroeste de la ermita, pertenecerán, con toda probabilidad, al atrio de la vivienda.

2.2. Estructura definida por las US 45, US 46, US 50 y US Próximo a la ermita por su zona norte, se encuentra un peque­ño recinto construído con muros de mampostería. La única referencia a su función es la indicada por P.Uriarte según la cual, formó parte de la antigua central eléctrica y guardaba en su interior un generador de corriente; posteriormente fue utili­zado por su familia como "txarrikorta" (lugar donde se guar­dan los cerdos).

2.3. Muro: US 21. Este pequeño muro de pésima construcción (utiliza ladrillo

y pequeñas piedras con argamasa simple de unión), fue el soporte de un pequeño barracón que para guarda de las herra­mientas fue construído por la empresa Mikeldi S.A.

P.Uriarte indica que anteriormente existía ya el murete (US 23) sobre el que esta US 21 se apoya pero que no conoció ninguna construcción relacionada con él, ni tampoco ningún otro muro de cierre.

Nosotros no hemos encontrado en la zona ningún resto arqueológico que pueda asociarse a este muro.

3.- LA ERMITA DE SAN VICENTE DE MIKELDI (SBM)

La ermita de San Vicente de Mikeldi se halla emplazada en una zona de vega, en la confluencia de dos ríos, el Ibaizabal y el Mañaria.

Actualmente en término jurisdiccional de la villa de Durango, la ermita hace su aparición en la documentación tardía, ya en el siglo XIV bajo el nombre de San Vicente de Iurreta (5) ("Sant Vicente de Yurreta").

Desconocemos lo que ocurre con ella hasta el S. XVI, momento en que se la vuelve a mentar en la documentación. No será sin embargo hasta el S. XVIII cuando las referencias

(5) VEITIA, F.A. Y ECHEZARRETA, R.- Noticias históricas de Tavira de Durango. Bilbao 1967, pág. 93-94.

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a ella se hagan más evidentes, sobre todo con motivo de su reconstrucción.

Sabemos que la nueva ermita se bendice el 24 de marzo de 1751, que se enlosa el interior en 1758-59 y que se enlosa su pórtico en 1768. A partir de estos momentos y hasta 1955 en que se procede al derribo de la ermita, las únicas obras o modificaciones que se realizan en ella son las referidas al ornato interior: ejecución de un retablo o colateral y ejecu­ción de las imágenes que irán en él.

Ahora bien, durante el proceso de la intervención arqueo­lógica, se han puesto al descubierto varios elementos que nos indican una ocupación del lugar y un culto, anteriores a esa reestructuración del edificio en el S. XVIII y que son los enterramientos aparecidos tanto al interior como al exterior de los muros de la ermita.

En función de las características de esos enterramientos y de los elementos asociados a ellos, hemos establecido tres momentos diferentes en la evolución de la ermita:

l. S. XI-XIII. 2. S. XVI. 3. S. XVIII al XX.

De este modo y en un primer momento, constatamos la construcción de la ermita y le asignamos una etapa que llega hasta el S. XIII, momento en el que se fundará la vecina villa de Tabira de Durango.

Como segunda fecha, el S. XVI. En estos momentos se abandona la costumbre de enterrar a los muertos en las ermi­tas y tal función pasa a ser exclusiva de las parroquias o igle­sias centrales del territorio. Con ello, las ermitas se configu­ran como pequeños centros de culto con relevancia exclusiva­mente local.

Finalmente, y es el caso concreto de Mikeldi, en el S. XVIII se produce un movimiento de recuperación, recons­trucción y restauración de estos pequeños edificios, modifi­cándose las estructuras anteriores y adaptándolas a las nuevas necesidades y tendencias.

3.1. S. XI-XIII.-No se ha encontrado en todo el curso de la intervención

ningún resto de la primitiva construcción, ni ningún elemento atribuible a ella (salvo una pequeña pila de agua bendita loca­lizada bajo el enlosado del edificio anejo a la ermita) que pudiera haber sido reutilizado posteriormente, razón por la cual no sabemos nada del edificio anterior. Podemos sin embargo intentar buscar una semejanza con el que existió en Garai (San Juan de Momoitio) en esta época y cuyos cimien­tos han podido ser descubiertos a través de una excavación arqueológica en el interior de la ermita actual (6).

Según los datos aportados por ésta y otras ermitas estudia­das (7), podemos considerar que en esta época eran rústicos

(6) Excavación realizada por Iñaki GARCIA CAMINO. (7) GARCIA CAMINO, I.; GONZALEZ CEMBELLIN, J.M.;

SANTANA EZQUERRA, A.- La arquitectura prerrománica vizcaína. KOBIE n.º IV, Bilbao 1987, pág. 22.

edificios de tamaño reducido, cuya planta mostraba una sen­cilla organización del espacio interior.

Los elementos utilizados para su construcción serían pro­bablemente aquellos que se localizaban en el espacio inme­diato, esto es piedra y madera.

Junto a estos restos que en Mikeldi no hemos podido detectar, son los testimonios que aporta la documentación arqueológica en general, los que nos ayudan a datar e intentar comprender el edificio. Así los enterramientos y los hallazgos relacionados con ellos, nos intentan aproximar a la época concreta en la que se desarrolló la vida en la ermita.

Decimos que esta ermita existe ya en los S. XI y XII. Dos son las razones esgrimidas para afirmarlo:

a. enterramientos en lajas al interior y exterior de la ermita. b. una moneda de Alfonso VI.

Son cuatro los enterramientos en tumba de lajas hallados al interior de los muros de la ermita (US 24,US 25,US 76 y US 71) y dos, quizá los más interesantes (US 36 y 66), al exterior de la misma.

Estos enterramientos se hallan ubicados en la zona oeste y suroeste de la ermita encontrándose alterados no solamente por las incursiones del pabellón industrial de época actual, sino incluso por las efectuadas en épocas anteriores.

Ninguno de estos enterramientos ha aparecido con indivi­duo en su interior y ninguno de ellos presenta cubierta de nigún tipo.

En los enterramientos al interior de la ermita este hecho puede responder a dos motivos: uno que una inundación hubiese arrastrado todo aquello que hubiera encontrado a su paso (hecho éste que se ha producido con regularidad aquí, tengamos en cuenta que la ermita se ubica en una zona de confluencia de dos ríos: Ibaizabal y Mañaria); otra que hubie­sen sido reutilizados en épocas posteriores, quizás en la época a la que corresponden los enterramientos en fosa.

La primera es probablemente la más lógica sobre todo por­que en el interior de esas tumbas aparece una tierra arcillosa que se ha identificado con un nivel de inundación (US 14).

La reutilización no es demasiado probable, aunque choca un poco el hecho de que ni se utilicen ni se destruyan sino que se mantengan in situ, caso que podemos constatar al haber localizado un enterramiento en fosa (US 70) que se adapta a una estructura de lajas (US 76).

El hecho también de que se halla localizado asociada a un enterramiento en fosa una moneda del S. XI-XII (Alfonso VI) puede darnos una pista de una remoción de tierras en un momento posterior, probablemente asociado con los inicios de la utilización del interior de la ermita como lugar de ente­rramiento.

Es así que hasta el S. XIII, la ermita verá desarrollarse a su alrededor una necrópolis que centrará su mayor número de enterramientos en la zona sur.

En este S. XIII dos datos nos interesa remarcar:

a. A finales del siglo se permitirá enterrar a los difuntos en el interior de los edificios religiosos. Hasta ese momento lo prohibía la legislación civil y canóniga.

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Figura 4: Enterramientos encontrados en el transcurso de la excavación. Se aprecian los dos tipos de enterramientos -en fosa y en lajas- y su ubicación con respecto a los muros de la ermita. ,

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b. Comienza el proceso de fundación de villas. Aparece ahora Villanueva de Tabira de Durango, la actual Durango.

a. El primer dato es elocuente. Hemos dicho que son dos las zonas en las que aparecen las tumbas de lajas, una al interior de la ermita y otra al exterior. El hecho de que algunas de ellas aparezcan al interior puede estar significando que son incluídas en el recinto religioso en un momento posterior, pero que inicialmente estu­vieran ubicadas fuera de él. Con ello estamos indican­do que tuvo que existir un edificio anterior, de menores proporciones, al cual atribuir estos primeros enterra­mientos. Estas tumbas de lajas además se corresponden tipológicamente con construcciones atribuídas a los S. XI y XII (San Juan de Momoitio en Garai) de modo que el edificio al que pertenecerían sería un edificio cuando menos contemporáneo a esa época al igual que lo es el primitivo edificio de San Juan de Momoitio (8).

b. La fundación de Tabira producirá una reorganización importante del espacio y una alteración en el modus vivendi de la gente.

Comienzan a aparecer nuevas formas de poblamiento (villa, barriada y caserío) y la población se reorganiza. A par­tir del S. XIII y hasta finales del S. XV, comienzan a concen­trarse los pequeños núcleos rurales y a formarse lo que se conocerá luego como Anteiglesias (9).

Con ello los pequeños templos pasan a ser dependientes de otros mayores razón por la cual, a finales del S. XIII, se aban­donan las necrópolis de época anterior, pasándose a ser ente­rrados los feligreses en las parroquias mayores.

En este sentido podemos intuir un desplazamiento progre­sivo de los feligreses de Mikeldi hacia los lugares inmediatos y mejor situados, fuera además del alcance directo de la villa de Durango.

Recordemos al efecto que, cuando se menciona la ermita de Mikeldi como ermita juradera, no se la menta como San Vicente de Mikeldi en Durango, sino que se la localiza en tér­mino de Yurreta (10).

Esto puede estar indicando que cuando a partir del momento de su fundación, Durango comienza a organizar su espacio, la población establecida en torno a San Vicente no se considerase dentro del ámbito de la villa, sino que estuvie­se enfocando ya su nuevo emplazamiento justo al otro lado del río que establece el límite del término jurisdiccional de la villa, límite en el cual se encuentra la ermita de Mikeldi y límite que aún hoy, divide las jurisdicciones de Durango y Iurreta.

(8) 1982. Excavada por I. García Camino. (9) RIOS RODRIGUEZ, M.ª Luz.- El poblamiento rural vizcaíno:

Anteiglesia, Barriada, Caserío. Congreso de Estudios Histó­ricos Vizcaya en la Edad Media. Bilbao 1984, pág. 275-289.

(10) 1372. Privilegio de Confirmación de los Fueros de Durango por el Rey D. Juan I.

3.2. S.XVl.-Hemos de esperar hasta el S. XVI para volver a encontrar

indicios de enterramientos en el lugar de Mikeldi. En este momento, sin embargo y al igual que ocurría en el resto del territorio, comienza a desaparecer la costumbre de enterrar a los muertos en el interior de las ermitas y aparecen los prime­ros cementerios adosados a las iglesias parroquiales.

No tenemos evidencias concretas de la utilización de la ermita como lugar de enterramiento en esta época, pero la prohibición de hacerlo a partir de este momento y la recons­trucción de la ermita en el S. XVIII con el enlosamiento del recinto interior, nos habla de un margen de dos siglos durante los cuales la ermita sigue viva.

En consecuencia, si a partir del S. XVI no se puede ente­rrar en el interior de las ermitas y si en el S. XVIII la docu­mentación lo único que indica es que se enlosa la ermita, esos enterramientos que nosotros hemos localizado tienen que ser anteriores a ese siglo XVI. Hemos de decir también que hemos encontrado una moneda que parece ser, y decimos parece porque está sumamente deteriorada, de ese siglo XVI, precisamente en la fosa correspondiente al único enterramien­to colectivo (US 81). En esta fosa y entre los restos de la US 26 localizamos la moneda citada. Ultimo de los esqueletos depositados en la fosa, pues en secuencias inferiores aparecen otros dos esqueletos (US 72 y US 28), si éste primero corres­ponde al S. XVI, los dos siguientes son probablemente ante­riores.

Durante este siglo XVI aparece ya en la documentación la iglesia de San Miguel de lurreta y se constata la presencia de un pequeño cementerio adosado a ella. Reconstruída en el S. XIX tras derribarse la iglesia vieja, Iurreta parece recoger definitivamente a partir del S. XVI, el relevo a la antigua ermita constituyéndose como iglesia parroquial en el entorno.

En este siglo la documentación nos habla únicamente de la "ermita de San Vicente de Mikeldi" y habla también de que es una vecina de la Anteiglesia de Yurreta la que solicita ser­vir en ella como freila (11).

3.3. S. XVIII-XX.-Durante el s.XVIII la ermita adquirirá el aspecto final que

ha mantenido hasta su destrucción en 1955. En este siglo, se reedificará el edificio y se acondicionará

acorde a las nuevas necesidades. Así y según la documentación con la que contamos, en

1744 se acuerda reedificar la ermita y en 1751 se bendice la "nueva ermita". Un poco después, en 1758-59 se enlosa el interior y en 1768 se enlosa el atrio.

Es también ahora cuando se decide encargar la construc­ción de un retablo a Juan de Urquiza (12) para colocar las efi­gies de San Vicente, Santa Polonia y Santa Ursola (estas últi­mas realizadas por Juan Bautista de Mendizabal (13)).

Según los datos obtenidos, la ermita de San Vicente esta-

(11) 1589, abril, 14. A.M.D. Libro de Actas 4, fol. 226 vto., 227, 228.

(12) 1778. A.M.D. Libro de Cuentas de la ermita. (13) 1786. A.M.D. Libro de Cuentas de la ermita.

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INTERVENCION ARQUEOLOGICA EN LA ERMITA DE SAN VICENTE DE MIKELDI EN DURANGO (BIZKAIA) 151

DURANGO. Ermita de Mikeldi. Fotografía de Sabino Ansorena. Tomada de "La Merindad de Durango. Fotografías" Gerediaga Elkartea 1990.

ba edificada con sólidos muros de mampostería en su edifi­cación que conformaban una planta rectangular de 12 x 8 m. Orientada su cabecera al Este, zona en la que se encontraba el altar y el retablo (figura central de San Vicente, laterales de Santa Ursula y Santa Apolonia), su acceso se realizaba por el sur a través de un pórtico enlosado con piedra labrada. El pórtico era semicerrado y el acceso estaba impedido, sal­vo en el centro, por dos muretes sobre los que se sostenía el tejadillo mediante dos pequeñas columnas de madera en cada uno de ellos. Junto a la puerta, de doble batiente, la pila de agua bendita semiempotrada en el muro -recuperada en la excavación.

Al interior la ermita se hallaba enlosada a base de losas de piedra caliza de buena calidad y similares a las losas del pór­tico.

El edificio sostenía sobre unos muros de una altura entre los 6 y 8 metros, un tejado con vertiente a cuatro aguas y teja­dillo sobre el pórtico a una altura de unos 3 m. Sobre este tejadillo se abrían tres ventanas al exterior con vidrieras.

La campana -en su interior aparecía la siguiente inscrip-

ción: "San Andrés. Vitoria"- se encuentra hoy en día en para­dero desconocido aunque bien pudiera ser la existente en la ermita de San Andrés de Lazkutia (Iurreta).

La ermita desaparece como tal en 1925 cuando se cierra su culto y en 1952 se procede a su venta.

En 1955 la Compañía Mercantil Anónima Mikeldi, S.A., compra la ermita y los terrenos adyacentes a ella a su propie­tario Pedro Uriarte Barrenechea. Es en este año cuando tras el derribo del edificio, desaparece definitivamente San Vicente de Mik:eldi y se construye en su lugar un pabellón industrial, pabellón que ha sido a su vez derribado en 1991.

4.- DOCUMENTACION ESCRITA

4.1. Fuentes documentales:

1372.- Privilegio de Confirmación de los Fueros de Durango por el Rey D. Juan I:

" ... Ninguno non sea osado de entrar en la huerta agena, nin

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152 AMAIA BASTERRETXEA

FOTO 1: La ermita de San Vicente de Mikeldi y su entorno (1894). Fototipia de Hauser y Mene!. Tomada de URIARTE ASTARLOA, José M.ª: "La fotografía en Durango (siglo XIX)". Gerediaga Elkartea 1992.

FOTO 3: E11lerra111ie11lu' al illlerior ue la ermita.

llebar ortaliza ninguna agena, et qualquier que lo ficiere peche 80 mrs. al dueño, et quatro mrs. al ortelano, et si el tal fechor negare, jure a la puerta de sant Vicente de Yurrieta ( ... )e sea quito, et si non jurare pague la dha pena".

1569, mayo, 27.- A.M.D. Libro de Actas 2, fol. 91 a 93: Notificación de Sancho Ibañez de Arteaga de cómo había

comprado a la freila de la ermita de san Vicente un edificio por seis ducados los cuales eran destinados al servicio de dicha ermita.

1589, abril, 14.- A.M.D. Libro de Actas 4, fol. 226 vto., 227 y 228:

Se acuerda proveer sobre la necesidad de que haya freila en la ermita de San Vicente de Mikeldi.

Reclamo de Maria Ruis de Yurreta, la cual quiere servir como freila en la ermita de San Vicente de Mikeldi.

1593, noviembre, 13.- A.M.D. Libro de Actas 5, fol. 114 vto.

FOTO 2: Aspecto de la excavación una vez puestos al descubierto los muros de cimentación de la ermita y el enlosado correspondiente a la zona del pórtico.

FOTO -t Enlerranliemo' en laja,. Ob,én e'c 'u locali1,ació11 rc'­pecto a los muros de la ermita y la cercanía de los ente­rramientos en fosa.

FOTOS: Adecuación de los enterramientos en fosa respecto a las estructuras existentes de los enterramientos en lajas.

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FOTO 6: Enterramiento en lajas (US 36).

Mandaron comparecer a Domingo de Landaburu, vecino de la villa, para saber donde estaba un caliz de plata que había en la ermita de San Vicente. El dicho Domingo de Landaburu dice que estaba en poder de Melchor de Marzana, vicario de dicha ermita.

1608, enero, 25.-A.M.D. Libro de Actas 6, fol. 70: Se acuerda proponer acusación contra Domingo de

Maguna y consortes por poner trabas al administrador de la ermita de San Vicente, Juan Ortiz de Manurga.

1611, octubre, 21.- A.M.D. Libro de Actas 6, fol. 159. Se acuerda dar licencia a Martín de Ajuria para edificar

junto a la ermita de San Vicente.

1622, agosto, 19.- A.M.D. Libro de Actas 7 (2), fol. 185 vto., 186, 187:

Se acuerda hacer una estacada en el camino que va desde San Vicente para el río y paso de la Iglesia de San Miguel de Yurreta.

1660, agosto, 27.-A.M.D. Libro de Actas 9, fol. 26: Se acuerda el arreglo de las calzadas y camino reales de

Murueta, Astola, Mikeldi y San Roque.

1703, octubre, 12.- A.M.D. Libro de Actas 10 (2), fol. 332: Se acuerda el arreglo de las calzadas y caminos Reales de

los santos San Fausto, San Roque, San Pedro y San Vi­cente.

1724, febrero, 25.-A.M.D. Libro de Actas 11, fol. 157: Se acuerda reparación del camino que va a la ermita de

San Vicente.

1742, noviembre, 1.- A.M.D. Libro de Actas 12: Se acuerda adjuntar la copia de la escritura otorgada para

la fundición de las campanas de Santa María de Uribarri, de Tabira y de Mikeldi.

FOTO 7: El mismo enterramiento desde una perspectiva lateral. Obsérvese al fondo una estructura menos, la US 66, y las diferencias de construcción entre ambas.

1744, julio, 21.- A.M.D. Libro de Actas 12, fol. 94 y 95: Se acuerda determinar el maderamen necesario para aten­

der el reedificio de la ermtia de San Vicente y Santa Polonia deMikeldi.

1750, mayo, 9.-A.M.D. Libro de actas 12, fol. 163: Se acuerda proporcionar maderamen de los montes de la

villa a la ermita del glorioso San Vicente y la casa contigua del Santo Hospital para arreglar sus respectivos tejados.

1751, marzo, 24.-Se bendice la nueva ermita

17 51.- (A.M.D. Libro de Cuentas de la ermita de San Vicente de Mikeldi: 1751-1788):

Se adquiere una estampa de papel de Santa Ursola así como diversos elementos --casullas, corporales ... - necesarios para las funciones religiosas.

Se solían celebrar misas el día de San Vicente, Santa Polonia y Santa

Ursola, así como dos letanías que partían de la iglesia de Iurreta y de Santa María en Durango. El día de San Vicente también se solía celebrar una procesión.

1758-1759.- (Cuentas de la ermita): Se enlosa la ermita.

1768.- (Cuentas de la ermita): El alcalde ordena "se acabe el resto de la tejavana que se

halla pegante a dha hermita, hasta dar con la esquina de la pared de ella, de modo que el cimenterio quede sin que pueda entrar agua, y así bien manda a dho maiordomo que por medio de Mro. inteligente, haga que dho cimenterio se enlo­se, con piedra labrada y de satisfación, para el adorno de dha Hermita, y en el estrivo que esta hacia la parte de la ferrería una pared decente con chapadura de losas, asiento y demás necesario para resguardo y de que no puedan entrar carros en dho cimenterio.

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154 AMAIA BASTERRETXEA

1771.- (Cuentas de la ermita): Se adquiere un calvario, un ara y un lienzo para cubrir.

1773.- (Cuentas de la ermita): Se trae de Bilbao el nuevo bulto de San Vicente costando

415 reales. Se paga a Francisco Antonio de Maguna maestro ensamblador vecino de esta villa por tres bastidores nuevos que hizo para la ermita con inclusión de lienzos y adheren­tes.

1778.- (Cuentas de la ermita): Jose Joaquín de Echezarreta alcalde de la villa de Durango

ordena ejecutar un "retablo o colateral en que se puedan colo­car las efigies de San Vicente, Santa Polonia y Santa Ursola, ejecutándose también las referidas dos Santas con el dinero que sobrase ajustado y pagado el Colateral, respecto de que al presente están aquellas en unas estampas poco desentes y la una de ellas de papel".

1778.- (Cuentas de la ermita): Convenio entre Domingo de Uribarrena mayordomo de la

ermita de San Vicente de Mikeldi y Juan de Urquiza maestro arquitecto vecino de la villa de Durango para ejecutar un colateral en la ermita de San Vicente.

1777-1786.- (Cuentas de la ermita): Se abona a Juan de Urquiza la cantidad de 940 reales por

el retablo o colateral que realiza para la ermita. Se abona 500 reales por las efigies de Santa Polonia y

Santa Ursola realizadas por Juan Bautista de Mendizabal, profesor de escultura y vecino de la villa de Eibar.

1787.-(Cuentas de la ermita): Se ordena realizar tres vidireras para otras tantas ventanas

de la ermita.

1864.- (Arreglo parroquial del arciprestazgo de Durango): "Ermita de San Vicente en el término de Miqueldia en

buen estado y capacidad de unas ciento cuarenta personas incluído el coro: su culto es una misa el veinte y dos de enero y otra el segundo día de letanías de la Asunción del Señor, yendo a ella la rogativa".

1925.- (Registro de la Propiedad): Se cierra el culto a la ermita.

1952, noviembre, 13.- (Registro de la propiedad): Se registra la ermita como propiedad de la iglesia. Tiene

una superficie de ciento treinta y cinco metros cuadrados.

1953, febrero, 9.- (Registro de la propiedad): La Iglesia vende en 10.000 pesetas la ermita a Pedro

Uriarte Barrenechea.

1955, marzo, 12.- (Registro de la propiedad): Pedro Uriarte Barrenechea vende la ermita a la Compañía

Mercantil Anónima denominada "Mikeldi S.A.".

1955, marzo, 22.- (A.M.D. Obras, expediente 25): Demetrio Arrinda Berasaluce en representación de Mikeldi

S.A. presenta un proyecto de constiucción de un nuevo pabe­llón para dicha empresa redactado por el ingeniero industrial Ignacio de Bollegi que implica el derribo de la mencionada ermita de San Vicente de Mikeldi.

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INTERVENCION ARQUEOLOGICA EN LA ERMITA DE SAN VICENTE DE MIKELDI EN DURANGO (B!ZKAIA) 155

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