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José Antonio, Antología

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antologia de textos de Jose antonio

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J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Adriano Gmez Molina J os Antonio antologa- 1 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Para esta Antologa se han utilizado ObrascompletasdeJ osAntonioPrimodeRivera.EdicinCronolgica.Edicindela Delegacin Nacional de la Seccin Femenina de F. E. T. y de las J . O. N. S. Madrid, 1954. Textos inditos y Epistolario de J os Antonio Primo de Rivera. Ediciones del Movimiento. Madrid, 1956. ltimos Hallazgos de Escritos y Cartas de J os Antonio. Ediciones del Movimiento. Madrid, 1962. Frente a frente, J os M Mancisidor. Madrid, 1962. 3 Edicin, 1969 DONCEL Retrato de la portada, de Lorenzo Goi. Distribucin: Editorial Doncel. Prez Ayuso, 20. Tel. 415 74 04. Madrid-2. - 2 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina INDICE Pgs. PRLOGO..................................................................................................................4 NOTA A LA SEGUNDA EDICIN...............................................................................8 I. ESPAA...................................................................................................................9 Idea de la Patria. Espaa como Patria Unidad y variedad de Espaa Los separatismos Catalanismo y Burguesa capitalista Entraa y estilo Espaa es irrevocable Peculiaridad de Espaa Espaa. Permanente quehacer J ustificacin de Espaa Gloria de Espaa Repudio del Nacionalismo Ambicin histrica Espaa limpia, alegre y faldicorta %paa: No invocar su nombre en vano Espaa: De todos y para todos II. DOLOR DE ESPAA............................................................................................24 Espaa en ruinas La tierra sedienta El hambre del pueblo Las lpidas de los caciques Espaa drogada Amargura de Espaa Insolidaridad hispnica III. PATRIOTISMO CRTICO.....................................................................................28 IV. POLTICA ESPAOLA........................................................................................31 La Espaa anterior a la Dictadura La Dictadura El 14 de abril Derechas o izquierdas. Valores estriles Derechas Izquierdas El socialismo espaol V. ENCUENTRO CON EL PUEBLO.........................................................................39 VI. TAREA DE ESPAA ...........................................................................................42 J usticia social y destino colectivo La reforma agraria - 3 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Prlogo . Hace aos que la pluma del olvidado Basterra estampara aquellos versos con vocacin de lpida clsica: Oh, joven doloroso, joven triste Que sufres como yo del mal de Espaa Y que una negacin honda, en tu entraa Tienes, clavada, contra lo que existe! Tu virgen corazn vibra de saa, De santa saa porque no tuviste Lo que pidi tu amor cuando naciste: De la Patria, una idea y una hazaa. La angustiaba al poeta cntabro la ausencia de una idea y de una hazaa de Espaa y clamaba por la falta en versos doloridos. Bien pudieran ser ellos la cifra de la orfandad nacional de las juventudes de aquellos aos. Bien pudiramos decir hoy nosotros que no es sa nuestra situacin, porque entre aquellos versos del vasco romanizado y nuestros das, sobre la piel de Espaa se levant, como una llama, la voz y la obra de J os Antonio. Gracias a l, nosotros tenemos hoy de la Patria, una idea y una hazaa. SabemosqueEspaaesunaunidaddedestinoenlouniversal,aunqueparaalgunos acasoestoseasolamenteyaunsloganpolticoquemadoporelusoyelabuso.[Qu lstima,amigos,queocurranestascosas,queodosjvenesporculpadeciertos estereotipadores no capten todo lo que detrs de este concepto hay!] Pero para muchos, no poda ser de otro modo, la frmula sigue fresca porque cualquiera que la mira con las luces del alma y las del corazn, ver que la definicin de J os Antonio escapa de la accidentalidad de unaepisdicafrmulapolticaparaentrar,indiscutibleyfirmemente,enelhorizontedela categora. Sobre la unidad de destino construye J os Antonio el armazn de su ideario. La unidad de destinoeslapiedraclavedenuestradoctrina.Desufirmezadependertodoelresto.Bien claro lo dijo l: Nosotros colocamos una norma de todos nuestros hechos por encima de los intereses de los partidos y de las clases. Nosotros colocamos esa norma,y ahest lo ms profundo de nuestro movimiento, en la idea de una total integridad de destino que se llama la Patria.Yefectivamentecreemosqueestepuntodepartidaeselexacto,quelaunidadde destino es buena pea para -como en el pasaje de San Mateo- edificar una casa imbatible: La casa imbatible de una doctrina que ms que tesis es sntesis definitiva para el rumbo ptimo de la Patria espaola. Porque la definicin de que se parte a poco que se profundice en ella se nos mostrar de una riqueza y potencialidad sorprendentes. Noesociosoelsealarlaevidenciadelosprecedentesdestacadosqueelconcepto joseantonianotieneenelpensamientoespaol.PensemosenDonosoconsuideade comunidad de responsabilidad o en Ortega con su proyecto sugestivo de vida en comn, o en - 4 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina la misma Conquista del Estado, en cuyas pginas gallardas y germinales se recoge una y otra vezlanocindeempresa.Tampocoesposibleomitirlainfluenciapocosealadaanuestro entender que sobre J os Antonio ejerciera D'Ors con su irnica crtica del concepto romntico de nacin, su ataque al naturalismo y al irracionalismo y su defensa de lo clsico. Peroloimportanteaqu,comoenotrascosas,esqueJ osAntoniosintetizaloslogros anteriores y formula felizmente su definicin llamada a ocupar el primer puesto en la lnea de las concepciones de Espaa. CuandoJ osAntoniohabladelaeternametafsicadeEspaa,cuandoinstalaal patriotismo no sobre lo sensible, sino sobre lo intelectual, cuando configura a Espaa como un destino, como una empresa, est plantando su concepcin sobre categoras permanentes de razn y no sobre volubles y sensuales querencias naturales. Est concibiendo platnicamente aEspaa,estinstalandosudefinicinenelmundodelasideasobjetivasyeternas.Enel autgrafodelaPensinLatinadeBerln,laconcepcinplatnicadelaPatriaest expresamente reflejada: ... la Espaa que acaso no existe fsicamente, pero que existe en lo eterno como las verdades matemticas y que volver a proyectarse en la Historia. Espaa es una idea anclada en el reino de la inteligencia y no en el del sentido. J os Antonio levanta frente a la idea romntica de la Patria asentada en lo primario, en lo sensible,suideadeunaPatriainstaladaenlomsdifcil,enlointelectual:elpueblo considerado en funcin de universalidad con una empresa que cumplir, deviene en Patria. Esta empresa supone un esfuerzo. La Patria se concibe esforzadamente y as la Historia prevalece sobre la Naturaleza, con lo que queda clara su expresin de que la vida de los pueblos es una pugnatrgicaentreloespontneoylohistrico,entrelonativoinstintivoyloingentemente difcil, que es saber cumplir en la Historia un destino. En este segundo terreno se basa la idea de Patria de J os Antonio: queda inserta en el reino de la lira, sabia en nmeros y rica en empresas,- en el mbito eterno donde cantan los nmeros su cancin exacta. EstaconcepcindeEspaainmarcesibleyluminosa,enfrentadaconelpatriotismo naturalista,sensualytelrico,pudieraparecerexcesivamentegeomtrica,frayracionalista. Pero J os Antonio no niega ni desprecia la fuerza creadora de lo espontneo, de lo natural; lo quehaceessometerlosvaloresinstintivos,losvaloresdesentimientoyvoluntadalos superiores de pensamiento y espritu. Valora en su justo lugar la viveza y la gracia que pueda tener lo espontneo y lo sensible, pero sin rendirse a ellos: Bien est que bebamos el vino dulce de la gaita, pero sin entregarle nuestros secretos. Y as su concepcin es la exacta: ni grantica y glida, ni oscura e irracional. Su concepcin de Espaa es el resultado lgico de lo que ms nos sorprende y atrae en su figura: ese su excepcional talante armnico y sinttico que ana y jerarquiza inteligencia y corazn. El corazn tiene sus razones, que la razn no entiende.Perotambinlainteligenciatienesumaneradeamar,comoacasonosabeel corazn,nosdiraapodcticamentecomplementandoaPascaldelamanodedonEugenio d'Ors. Por eso, ante esta concepcin eidtica de la Patria, la juventud que le sigui lo hizo de modoapasionado,peronoembriagadaodrogadapormsicasdegaitasquehalagaranlos instintos ms primarios. El no fue un seductor o encantador del pueblo que recurre a halagar la irracionalidad del hombre, sino que capitane juvenil y generosamente a una generacin a la que habl en sus fibras ms nobles y puras y que le sigui porque estaba sedienta de una voz como la suya que le diera la idea de la Patria para poder realizar la hazaa de conseguirla. La Unidad es la raz ltima del entero pensamiento de J os Antonio. Frente al pecado de escisinllevantabalaideaamorosadelaunidad.Entierrasdemiseriayolivar,enel planteado J an, proclam que la esencia del movimiento que l acaudillaba era la unidad. Y antelosuniversitariosdeValladolidmanifestqueelmediocontralosmalesdela disgregacin est en buscar de nuevo un pensamiento de unidad; concebir de nuevo a Espaa comounidad,comosntesisarmoniosacolocadaporencimadelaspugnasentre lastierras, entrelasclases,entrelospartidos.Alolargodesudeciryescribir,launidadeslafuente ltima del pensamiento: La irrenunciable sed de J os Antonio era sed de unidad, porque en Castilla - 5 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina la unidad en la sed es patrimonio. haescritoLeopoldoPanero.Ycreemosqueesaunidadeslaunidaddelpensamiento clsico,entendidademodoarmnicoyorgnico,asentadasobrelavariedad.Poresohay como una oculta nostalgia cuando recuerda la Europa del XIII, el siglo de Santo Toms, en el quelaideadetodoseslaunidadmetafsica,launidadenDios;cuandosetienenestas verdades absolutas -sigue diciendo- todo se explica, y el mundo entero, que en este caso es Europa, funciona segn la ms perfecta economa de los siglos. Las Universidades de Pars y de Salamanca razonan sobre los mismos temas en el mismo latn. El mundo se ha encontrado a s mismo. Pronto se realizar el Imperio espaol que es la unidad histrica, fsica, espiritual y teolgica. Su unidad es una unidad viva, enemiga de la uniformidad aplastante y esterilizante, tanto comodelseparatismooautonomismoenfermizoeindividualista.LaunidaddeEspaaest enriquecida por la pluralidad de sus componentes. Los pueblos, las tierras, los hombres y las clasesdeEspaasondistintos,diversosyplurales,perotodoshandesentirse irrevocablemente armonizados en una misma unidad de destino. Pudiramos decir que la unidad de destino, la unidad para la empresa, descansa ad intra, enlaunidaddelastierras,delasclasesydeloshombresdeEspaa.Laconcepcinde Espaa en J os Antonio es una concepcin proyectiva hacia el futuro, dinamizada, en marcha hacia un maana atrayente; pero esa marcha, esa motorizacin -que es una de sus notas ms originalesyatrayentes-descansa,decimos,sobrelaunidaddeloscomponentesfsicos.La unidad de destino en lo universal ha de estar asentada sobre la justicia ms radical y profunda de la comunidad espaola; sobre la armona de sus componentes; sobre la hermandad en el sacrificio y en el beneficio; sobre la idea de una sociedad completa en la que los espaoles se sientanhermanosalrepartirseentretodoslaprosperidadylasadversidades,porqueno estaremosunidosenlamismahermandadmientrasunostenganelprivilegiodepoder desentendersedelospadecimientosdelosotros.NoquiereJ osAntoniohacergrandela Patria tacaa de los privilegiados, sino la Patria grande de todos los espaoles: La Patria que propugnamos no ser de la clase ms fuerte. Ser la de todos. Y en ella no se podr ir a los jornales de hambre ni a la holganza. Esta justicia profunda, sustento necesario de la empresa, del destino en lo universal, es a menudo olvidada por los que manosean la definicin joseantoniana de la Patria convirtindola en retrica de J uegos Florales ms o menos patriticos. Pero bien claro est en sus textos lo quevenimosdiciendo.Enotraocasinafirma:Doscosasformanunapatria:comoasiento fsico, una comunidad humana de existencia; como vnculo espiritual, un destino comn. La comunidadhumanadeexistenciaseasientaenlajusticia;elvnculoespiritual,enelaliento histrico. Si la Espaa que l suea estuviera falta de ellas, si Espaa fuese un conjunto de cosas melanclicas, faltas de justicia y de aliento histrico, pedira que me extendieran la carta deciudadanoabisinio;yonotendranadaqueverconestaEspaa.Ashablantelos zaragozanos reunidos en el Frontn Cinema. Estacomunidad,basadaenlajusticia,alcanzalacategoradePatriaporquetieneuna unidad de destino. Porque es otra frente a las diversas patrias del Universo y cumple un destino histrico diferenciado en lo universal. Espaa ha cumplido un gran destino en lo universal y puedeseguircumplindolo.Elcumplimientodeundestinoodeunaempresaleotorga categora de patria a Espaa y le hace participar en la armona y el orden del mundo, en el destino total y armonioso de la Creacin. Esta participacin en la armona del orbe, producto desuformacinclsica,eliminacualquiernacionalismoxenfobo-nosomosnacionalistas, porque el ser nacionalista es una pura sandez- que en su construccin doctrinal equivaldra a un separatismo a escala mayor y, por lo mismo, condenable en extremo. NohayenJ osAntoniounaconcretayespecficaexposicindeloqueentiendapor destino. pero el uso de este trmino, en paridad con el de empresa o misin y la consideracin de su formacin catlica, elimina la posibilidad de un sentido fatalista y nos lleva a pensar en un sentidoprovidencialistarelacionadoconlaconcepcinagustinianadelaHistoria.Eldestino serundestinosealadoporlaProvidencia,perorealizadoporespaolesatravsdeuna - 6 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina empresa. Lo que est claro en l es que el destino de Espaa est signado por lo ecumnico, porlounitivo:Espaanosehajustificadonuncasinoporelcumplimientodeununiversal destino.... Queremos que Espaa recobre resueltamente el sentido universal de su cultura y desuHistoria....soydelosquecreenquelajustificacindeEspaaestenunacosa distinta;queEspaanosejustificaportenerunalengua,niporserunaraza,niporserun acerbodecostumbres,sinoqueEspaasejustificaporunavocacinimperialparaunir lenguas, para unir razas, para unir pueblos y para unir costumbres en un destino universal. Esta es la resultante que su anlisis crtico de lo que Espaa ha sido le concede. Pero, y ennuestrosdas?Quempresa,qumisin,quproyectohaciaelfuturosenosofrece? CuleselalientohistricoquesostengaelvnculoespiritualdeEspaa?Eldestinode Espaa radica hoy en implantar en ella un orden nuevo y comunicar ese orden nuevo a Europa y al mundo (1). Ese orden nuevo se concreta en la superacin de la crisis que estamos viviendo y que ha corrodo los valores morales dejando al hombreaislado y desequilibrado. Esto es precisamenteloquedebieraponerseahacerEspaaenestashoras:asumirestepapelde armonizadora del destino del hombre y del destino de la Patria; darse cuenta de que el hombre no puede ser libre, no es libre, si no vive como un hombre, y no puede vivir como un hombre si no se le asegura un mnimo de existencia, y no puede tener un mnimo de existencia si no se le ordena la economa sobre otras bases que aumenten la posibilidad de disfrute de millones y millones de hombres, y no puede ordenarse la Economa sin un Estado fuerte y organizador, y no puede haber un Estado fuerte y organizador sino al servicio de una gran unidad de destino queeslaPatria;yentoncesvedcmotodofuncionamejor,vedcmoseacabaestalucha titnica, trgica, entre el hombre y Estado que se siente opresor del hombre. Cuando se logre eso (y se puede lograr, y sa es la clave de la existencia de Europa, que as fue Europa cuando fue y as tendrn que volver a ser Europa y Espaa) sabremos que en cada uno de nuestros actos,enelmsfamiliardenuestrosactos,enlamshumildedenuestrastareasdiarias, estamos sirviendo, al par que nuestro modesto destino individual, el destino de Espaa, y de Europa, y del mundo, el destino total y armonioso de la Creacin. Laprdidadelaarmonadelhombreconsucontornohaproducidocomoactitudes extremaselanarquismoyeltotalitarismo.LamisinreservadaaEspaayanuestra generacin, dice J os Antonio, es la de llegar a la forma madura en que vuelva a hermanarse el individuo en su contorno por la reconstruccin de esos valores orgnicos, libres y eternos, que se llaman el individuo, portador de un alma; la familia, el Sindicato, el Municipio, unidades naturales de convivencia. No es una empresa militarista e imperialista la que J os Antonio nos propone -aunque no faltan menos que ante la voluntad de Imperio han entendido esto ltimo-, sino una empresa de altaenvergaduramoral.Nuestroimperarhabradeserunimperarenlasideas:Yanohay tierrasqueconquistar,peroshayqueconquistarparaEspaalarectoradelasempresas universales del espritu, dijo a los hombres de Carpio de Tajo. Si calamos exactamente en el meollo de su obra, sta es la consigna que de l recibimos. FletadasuideadelaPatriaalasaguasdelaHistoria,engranpartenostocaanosotros llevarla a alta mar. De la mano de J os Antonio -pensad que la Patria es un gran barco donde todos debemos remar- Espaa, proa de Europa, tiene velamen suficiente para lanzarse otra vez a la carrera. Madrid, mayo de 1960. (1) Vid. Espaa y la barbarie. - 7 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina NOTA A LA SEGUNDA EDICION Estasegundaedicinrecogeelnuevomaterialaparecidodespusdelaprimera,yque, gracias al cuidado y fervorosa dedicacin de Agustn del Ro Cisneros, ha visto la luz en estos ltimos aos. Lasistemticadelostextoshasidoalterada;pero,ensustancia,laAntologasigue recogiendo idntico contenido doctrinal: el concepto de Espaa en J os Antonio, su idea de la patria espaola y su visin de la realidad que le toc vivir. Importa sealar que, tanto en esta edicin como en la precedente, al limitarnos nicamente por razones de la coleccin Lo Espaol y Los Espaoles a este aspecto de la obra del creador de la Falange -su idea de Espaa, el patriotismo crtico, el dolor y la fe en Espaa, el encuentro con el pueblo, la tarea en Espaa-, lamentablemente quedan fuera de la Antologa horizontes desupensamientotanimportantescomosuvisindelacrisisdelordenliberalolaslneas maestras de su sentir humansimo, de su estilo vital. Aspectos todos stos que son decisivos para una visin correcta del total discurso poltico y humano de J os Antonio. Essta,pues,unaAntologalimitadaqueofreceslounfragmento-acasoelms conocido, pero no el ms importante- de la obra entera de J os Antonio. Quedeparaotraocasin,quedeseamosprximaycreemosnecesaria,laaparicin sistematizada de toda la obra. Madrid, octubre de 1965. ADRIANO GOMEZ MOLINA

- 8 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina I. ESPAA Terra entre mars, Iberia, mate aimada, tots els teus fills te fem la gran cang. En cada platja fa son cat l`onada mes terra endins se sent un sol ress, que de l'un cap a l'altre a amor convida i es va tornant un cant germanor; Iberia! Iberia! et ve dels mars la vida Iberia! Iberia! dona als mars l'amor. J . M. IDEA DE LA PATRIA Ensayo sobre el nacionalismo La tesis romntica de nacin Aquella fe romntica en la bondad nativa de los hombres fue hermana mayor de otra fe en la bondad nativa de los pueblos. El hombre ha nacido libre, y, sin embargo, por todas partes seencuentraencadenado,dijoRousseau.Era,porconsecuencia,idealrousseauniano devolver al hombre su libertad e ingenuidad nativas; desmontar hasta el lmite posible toda la mquina social que para Rousseau haba operado de corruptora. Sobre la misma lnea llegaba a formularse, aos despus, la tesis romntica de las nacionalidades. Igual que la sociedad era cadenadeloslibresybuenosindividuos,lasarquitecturashistricaseranopresindelos pueblosespontneosylibres.Tantaprisacomolibertaralosindividuoscorralibertaralos pueblos. Miradadecerca,latesisromnticaibaencaminadaaladescalificacin;estoes,ala supresindetodoloaadidoporelesfuerzo (DerechoeHistoria)alasentidadesprimarias, individuoy pueblo.El Derechohabatransformadoalindividuoenpersona;la Historiahaba transformado al pueblo en polis, en rgimen de Estado. El individuo es, respecto de la persona, lo que el pueblo respecto de la. sociedad poltica. Para la tesis romntica urga regresar a lo primario, a lo espontneo, tanto en un caso como en el otro. El individuo y la persona ElDerechonecesita,comopresupuestodeexistencia,lapluralidadorgnicadelos individuos. El nico habitante de una isla no es titular de ningn derecho ni sujeto de ninguna jurdicaobligacin.Suactividadsloestarlimitadaporelalcancedesuspropiasfuerzas. Cuando ms, si acaso, por el sentido moral de que disponga. Pero en cuanto al derecho, no es ni siquiera imaginable en situacin as. El Derecho envuelve siempre la facultad de exigir algo; slohayderechofrenteaundebercorrelativo;todacuestindederechonoessinouna cuestin de lmites entre las actividades de dos o varios sujetos. Por eso el Derecho presupone laconvivencia;estoes,unsistemadenormascondicionantesdelaactividadvitaldelos individuos. - 9 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina De ah que el individuo, pura y simplemente, no sea el sujeto de las relaciones jurdicas; el individuonoessinoelsubstratumfsico,biolgico,conqueelDerechoseencuentrapara montar un sistema de relaciones reguladas. La verdadera unidad jurdica es la persona; esto es, el individuo, considerado, no en su calidad vital, sino como portador activo o pasivo de las relaciones sociales que el Derecho regula; como capaz de exigir, de ser compelido, de atacar y de transgredir. Lo nativo y la nacin Deanlogamanera,elpueblo,ensuformaespontnea,noessinoelsubstratumdela sociedadpoltica.Desdeaqu,paraentenderse,convieneusaryalapalabranacin, significandoconellaprecisamenteesolasociedadpolticacapazdehallarenelEstadosu mquina operante. Y con ello queda precisado el tema del presente trabajo: esclarecer qu es la nacin: si la realidad espontnea de un pueblo, como piensan los nacionalistas romnticos, o si algo que no se determina por los caracteres nativos. El romanticismo era afecto a la naturalidad. La vuelta a la Naturaleza fue su consigna. Con esto,lanacinvinoaidentificarseconlonativo.Loquedeterminabaunanacineranlos caracteres tnicos, lingsticos, topogrficos, climatolgicos. En ltimo extremo, la comunidad de usos, costumbres y tradicin; pero tomada la tradicin poco ms que como el recuerdo de losmismosusosreiterados,nocomoreferenciaaunprocesohistricoquefueracomouna situacin de partida hacia un punto de llegada tal vez inasequible. Losnacionalismosmspeligrosos,porlodisgregadores,sonlosquehanentendidola nacin de esta manera. Como se acepte que la nacin est determinada por lo espontneo, los nacionalismosparticularistasgananunaposicininexpugnable.Nocabedudadequelo espontneo les da la razn. As es tan fcil de sentir el patriotismo local. As se encienden tan pronto los pueblos en el frenes jubiloso de sus cantos, de sus fiestas, de su tierra. Hay en todo esocomounallamadasensual,quesepercibehastaenelaromadelsuelo:unacorriente fsica, primitiva y encandilante, algo parecido a la embriaguez y a la plenitud de las plantas en la poca de la fecundacin. Torpe poltica A esa condicin rstica y primaria deben los nacionalismos de tipo romntico su extrema vidriosidad. Nadairritamsaloshombresyalospueblosqueelverestorbosenelcaminodesus movimientoselementales:elhambreyelcelo-apetitosdeanlogajerarquaalallamada oscura de la tierra son capaces, contrariados, de desencadenar las tragedias ms graves. Por esoestorpesobremaneraoponeralosnacionalismosromnticosactitudesromnticas, suscitar sentimientos contra sentimientos. En eh terreno afectivo, nada es tan fuerte como el nacionalismo local, precisamente por ser el ms primario y asequible a todas las sensibilidades. Y,encambio,cualquiertendenciaacombatirloporelcaminodelsentimientoenvuelveel peligrodeherirlasfibrasmsprofundas-pormselementales-delespritupopular,y encrespar reacciones violentas contra aquello mismo que pretendi hacerse querer. De esto tenemos ejemplo en Espaa. Los nacionalismos locales, hbilmente, han puesto enjuegoresortesprimariosdelospueblosdondesehanproducido:latierra,lamsica,la lengua,losviejosusoscampesinos,elrecuerdofamiliardelosmayores...Unaactitud perfectamenteinhbilhaqueridocortarelexclusivismonacionalista,hiriendoesosmismos resortes;algunoshanacudido,porejemplo,alaburlacontraaquellasmanifestaciones elementales; as los que han ridiculizado por brusca la lengua catalana. Noesposibleimaginarpolticamstosca:cuandoseofendeunodeesossentimientos primarios instalados en lo profundo de la espontaneidad de un pueblo, la reaccin elemental en contra es inevitable, aun por parte de los menos ganados por el espritu nacionalista. Casi se trata de un fenmeno biolgico. - 10 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Peronoesmuchomsagudalaactituddelosquesehanesforzadoendespertar directamente,frentealsentimientopatriticolocalista,elmerosentimientopatriticounitario. Sentimientoporsentimiento,elmssimplepuedeentodocasoms.Descenderconel patriotismo unitario al terreno de lo afectivo es prestarse a llevar las de perder, porque el tirn de la tierra, perceptible por una sensibilidad casi vegetal, es ms intenso cuanto ms prximo. El destino en lo universal Cmo,pues,revivificarelpatriotismodelasgrandesunidadesheterogneas?Nada menosquerevisandoelconceptodenacin,paraconstruirlosobreotrasbases.Yaqu puedeservirnosdepautaloquesedijorespectodeladiferenciaentreindividuoy persona. As como la persona es el individuo considerado en funcin de sociedad, la nacin es el pueblo considerado en funcin de universalidad. La persona no lo es en cuanto rubia o morena, alta o baja, dotada de esta lengua o de la otra,sinoencuantoportadoradetalesocualesrelacionessocialesreguladas.Nosees persona sino en cuanto se es otro; es decir, uno frente a los otros, posible acreedor o deudor respecto de otros, titular de posiciones que no son las de los otros. La personalidad, pues, no se determina desde dentro, por ser agregados de clulas, sino desde fuera, por ser portador de relaciones.Delmismomodo,unpueblonoesnacinporningunasuertedejustificaciones fsicas,coloresosaboreslocales,sinoporserotroenlouniversal;esdecir,portenerun destino que no es de las otras naciones. As, no todo pueblo ni todo agregado de pueblos es una nacin, sino slo aquellos que cumplen un destino histrico diferenciado en lo universal. De aqu que sea superfluo poner en claro si en una nacin se dan los requisitos de unidad degeografa,derazaodelengua;loimportanteesesclarecersiexiste,enlouniversal,la unidad de destino histrico. Los tiempos clsicos vieron esto con su claridad acostumbrada. Por eso no usaron nunca las palabras patria y nacin en el sentido romntico, ni clavaron las anclas del patriotismo en el oscuro amor a la tierra. Antes bien, prefirieron las expresiones como Imperio o servicio del rey; es decir, las expresiones alusivas al instrumento histrico. La palabra Espaa, que es por s mismo enunciado de una empresa, siempre tendr mucho ms sentido que la frase nacin espaola. Y en Inglaterra, que es acaso el pas de patriotismo ms clsico, no slo no existe el vocablo patria, sino que muy pocos son capaces de separar la palabra King (rey), smbolo de la unidad operante en la Historia, de la palabra country, referente al soporte territorial de la unidad misma. Lo espontneo y lo difcil Llegamosalfinaldelcamino.Sloelnacionalismodelanacinentendidaaspuede superarelefectodisgregadordelosnacionalismoslocales.Hayquereconocertodoloque stostienendeautnticos;perohayquesuscitarfrenteaellosunmovimientoenrgico,de aspiracinalnacionalismomisional,elqueconcibealaPatriacomounidadhistricadel destino. Claro est que esta suerte de patriotismo es ms difcil de sentir; pero en su dificultad est su grandeza. Toda existencia humana -de individuo o de pueblo- es una pugna trgica entre lo espontneo y lo difcil. Por lo mismo que el patriotismo de la tierra nativa se siente sin esfuerzo, yhastaconunasensualidadvenenosa,esbellaempresahumanadesenlazarsedely superarloenelpatriotismodelamisininteligenteydura.Talserlatareadeunnuevo nacionalismoreemplazareldbilintentodecombatirmovimientosromnticosconarmas romnticas,porlafirmezadelevantarcontradesbordamientosromnticosfirmesreductos clsicos,inexpugnables.Emplazarlossoportesdelpatriotismo,noenloafectivo,sinoenlo intelectual.Hacerdelpatriotismonounvagosentimiento,quecualquieraveleidadmarchita, sino una verdad tan inconmovible como las verdades matemticas. Noporellosequedarelpatriotismoenridoproductointelectual.Lasposiciones espiritualesganadasas,enlaluchaheroicacontraloespontneo,sonlasqueluegose - 11 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina instalan ms hondamente en nuestra autenticidad. Por ejemplo, el amor a los padres, cuando ya hemos pasado de la edad en que los necesitamos, es, probablemente, de origen artificial, conquistadeunarudimentariaculturasobrelabarbarieoriginaria.Enestadodepura animalidad,larelacinpaterno-filialnoexistedesdequeloshijospuedenvalerse.Las costumbresdemuchospueblosprimitivosautorizabanaqueloshijosmatasenalospadres cuando stos ya eran, por viejos, pura carga econmica. Sin embargo, ahora, la veneracin a los padres est tan clavada en nosotros que nos parece como si fuera el ms espontneo de los afectos. Tal es, entre otras, la dulce recompensa que se gana con el esfuerzo por mejorar; sisepierdengoceselementales,seencuentran,alfinaldelcamino,otrostancarosytan intensos que hasta invaden el mbito de los viejos afectos, extirpados al comenzar la empresa superadora.Elcorazntienesusrazones,quelaraznnoentiende.Perotambinla inteligencia tiene su manera de amar, como acaso no sabe el corazn. (O. C., pgs. 211-216, 16 abr. 34.) La Patria es una unidad total, en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de clase ms fuerte ni del partido mejor organizado. La Patria es una sntesis trascendente, una sntesis invisible, con fines propios que cumplir... (O. C., pg. 66, 29 oct. 33.) Dos cosas forman una patria; como asiento fisico, una comunidad humana de existencia; como vnculo espiritual, un destino comn. Espaa carece de las dos cosas. (O. C., pg. 433, 21 mar. 35.) Nadie es uno sino cuando pueden existir otros. No es nuestra interna armadura Fsica lo quenoshaceserpersonas,sinolaexistenciadeotrosdelosqueelserpersonasnos diferencia. Esto pasa a los pueblos, a las naciones. La nacin no es una realidad geogrfica, ni tnica, ni lingstica; es sencillamente una unidad histrica. Un agregado de hombres sobre un trozo de tierra slo es nacin si lo es en funcin de universalidad, si cumple un destino propio en la Historia; un destino que no es el de los dems. Siempre los dems son quienes nos dicen que somos uno. En la convivencia de los hombres, soy el que no es ninguno de los otros. En la convivencia universal, es cada nacin lo que no son las otras. Por eso las naciones se determinan desde fuera;selasconocedesdeloscontornosenquecumplensupropio,diferente,universal destino. (O. C., pgs. 99-100, 7 dic. 33.) La Patria es el nico destino colectivo posible. Si lo reducimos a algo ms pequeo, a la casa,alterruo,entoncesnosquedamosconunarelacincasifsica;siloextendemosal universo,nosperdemosenunavaguedadinasequible.LaPatriaes,justamente,loque configura sobre una base fsica una diferenciacin en lo universal; la Patria es, cabalmente, lo que une y diferencia en lo universal el destino de todo un pueblo; es, como decimos nosotros siempre, una unidad de destino en lo universal. (O. C., pg. 507, 9 abr. 35.) Nosotros colocamos una norma de todos nuestros hechos por encima de los intereses de lospartidosydelasclases.Nosotroscolocamosesanorma,yahestlomsprofundode nuestro movimiento, en la idea de una total integridad de destino que se llama la Patria. Con ese concepto de la Patria, servida por el instrumento de un Estado fuerte, no dcil a una clase ni a un partido, el inters que triunfa es el de la integracin de todos en aquella unidad, no el momentneo inters de los vencedores. (O. C., pg. 195, 4 mar. 34.) - 12 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Queremos que la Patria se entienda como realidad armoniosa e indivisible, superior a las pugnas de los individuos, las clases, los partidos y las diferencias naturales. (O. C., pg. 842, 16 ene. 36.) ESPAA COMO PATRIA Para nosotros, nuestra Espaa es nuestra Patria, no porque nos sostenga y haya hecho nacer, sino porque ha cumplido en la Historia los tres o cuatro destinos trascendentales que caracterizan la historia del mundo. (O. C., pg. 416, 10 feb. 35.) La Patria es para nosotros, ya lo habis odo aqu, una unidad de destino; la Patria no es el soportefsicodenuestracuna;porhabersostenidoanuestracunanoseralaPatrialo bastante para que nosotros la enalteciramos, porque por mucha que sea nuestra vanidad, hay que reconocer que ha habido patrias que han conocido cunas mejores que la vuestra y la ma. No es esto: la Patria no es nuestro centro espiritual por ser la nuestra, por ser fsicamente la nuestra, sino porque hemos tenido la suerte incomparable de nacer en una Patria que se llama precisamenteEspaa,quehacumplidoungrandestinoenlouniversalypuedeseguir cumplindolo. (O. C., pg. 720, 17 nov. 35.) ... Espaa, que no es Castilla frente a Vasconia, sino que es Vasconia con Castilla y con todos los dems pueblos que integraron Espaa, s que cumpli un destino en lo universal, y se justific en un destino con lo universal, y hall una providencia tan diligente para abastecerla de destinouniversal,queaquelmismoaode1492enquelogrEspaaacabarlaempresa universaldedesislamizarse,encontrlaempresauniversaldedescubriryconquistarun mundo. (O. C., pgina 181, 28 feb. 34.) Falange Espaola cree resueltamente en Espaa. Espaa NO ES un territorio. Ni un agregado de hombres y mujeres. Espaa es, ante todo, UNA UNIDAD DE DESTINO. Una realidad histrica. Una entidad, verdadera en s misma, que supo cumplir -y an tendr que cumplir- misiones universales. Por tanto, Espaa existe: 1.Como algo DISTINTO a cada uno de los individuos y de las clases y de los grupos que la integran. 2.ComoalgoSUPERIORacadaunodeesosindividuos,clasesygruposyanal conjunto de todos ellos. Luego Espaa, que existe como realidad distinta y superior, ha de tener sus fines propios. Son esos fines: 1. La permanencia en su unidad. 2. El resurgimiento de su vitalidad interna. 3. La participacin, con voz preeminente, en las empresas espirituales del mundo. (O. C., pg. 85, 7 dic. 33.) Espaa es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiracin contra esa unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos. (O. C., pg. 339, nov. 34.) - 13 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Vosotros ya sabis cmo entendemos nosotros a Espaa. Espaa no es slo esta tierra; para los ms, escenario de un hambre de siglos. Espaa no es nuestra sangre, porque Espaa tuvo el acierto de unir en una misma gloria a muchas sangres distintas. Espaa no es siquiera este tiempo, ni el tiempo de nuestros padres, ni el tiempo de nuestros hijos; Espaa es una unidaddedestinoenlouniversal.Estoesloimportante.Esoquenosuneatodosyunia nuestrosabuelosyuniranuestrosdescendientesenelcumplimientodeunmismogran destino en la Historia. Y Espaa no ser nada mientras no recobre la conciencia y el mpetu de esa unidad perdida. (O. C., pgina 795, 22 dic. 35.) ... lo que nos enlaza es la unidad de destino, y si todos nos empeamos en que Espaa no tenga unidad de destino, en qu vamos a asegurar la permanencia de Espaa? Esto s que tendramos que hacerlo antes de meternos a dar estatutos! Dar a Espaa una gran empresa, un gran rumbo histrico! (O. C., pgs. 388-389, 30 nov. 34.) HemosempezadoporpreguntamosquesEspaa.Quinlavioantesquenosotros comounidaddedestino?...Esteconcepto...recogeyexplicatodoloinmanenteylo trascendentedeEspaa;cmoabraza,porejemplo,enunasuperiorarmona,ladiversidad regional, tan peligrosa en manos de los nacionalistas disolventes como de la gruesa patriotera de charanga. As, empezando por preguntarnos qu es Espaa, nos forjamos todos un sistema potico y preciso que tiene la virtud, como todos los sistemas completos, de iluminar cualquiera cuestin circunstancial. (O. C., pg. 914, abr. 36.) ...laEspaaqueacasonoexistefsicamente,peroqueexisteenloeterno,comolas verdades matemticas, y que volver a proyectarse en la Historia. (T. 1., pg. 208, 6 may. 34.) Si Espaa fuese un conjunto de cosas melanclicas, faltas de justicia y de aliento histrico, pedira que me extendieran la carta de ciudadano abisinio; yo no tendra nada que ver con esta Espaa. (O. C., pgina 858, 26 ene. 36.) UNIDAD Y VARIEDAD DE ESPAA La Falange sabe muy bien que Espaa es varia, y eso no le importa. J ustamente por eso ha tenido Espaa, desde sus orgenes, vocacin de Imperio. Espaa es varia y es plural, pero suspueblosvarios,consuslenguas,consususos,consuscaractersticas,estnunidos irrevocablemente en una unidad de destino en lo universal. No importa nada que se aflojen los lazos administrativos; mas con una condicin: con la de que aquella tierra a la que se d ms holgura tenga tan afianzada en su alma la conciencia de la unidad de destino que no vaya a usar jams de esa holgura para conspirar contra aqulla. (O. C., pgina 564, 19 may. 35.) Espaa es as, ha sido varia, y su variedad no se opuso nunca a su grandeza; pero lo que tenemos que examinar en cada caso, cuando avancemos hacia esta variedad legislativa, es si est bien sentada la base inconfundible de lo que forma la nacionalidad espaola; es decir, si estbienasentadalaconcienciadelaunidaddedestino.Estoesloqueimporta,yesmuy importante repetirlo una y muchas veces, porque en este mismo saln se ha expuesto, desde distintos sitios, una doctrina de las autonomas que yo reputo temerarias. Se ha dicho que la autonomavieneaserunreconocimientodelapersonalidaddeunaregin;queseganala autonomaprecisamenteporlasregionesmsdiferenciadas,porlasregionesquehan alcanzadolamayoradeedad,porlasregionesquepresentancaracteresmstpicos;yo agradecera -y creo que Espaa nos lo agradecera tambin a todos-que meditsemos sobre esto:sidamoslasautonomascomopremiodeunadiferenciacin,corremoselriesgo gravsimodequeesamismaautonomaseaestmuloparaahondarladiferenciacin.Sise ganalaautonomadistinguindoseconcaracteresmuyhondosdelrestodelastierrasde - 14 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Espaa,corremoselriesgodequealentregarlaautonomainvitemosaahondaresas diferenciasconelrestodelastierrasdeEspaa.Poresoentiendoquecuandounaregin solicitalaautonoma,envezdeinquirirsitienelascaractersticaspropiasmsomenos marcadas,loquetenemosqueinquirireshastaqupuntoestarraigadaensuespritula conciencia de unidad de destino; que si la conciencia de unidad de destino est bien arraigada en el alma colectiva de una regin, apenas ofrece ningn peligro que demos libertades a esa regin para que, de un modo o de otro, organice su vida interna. (O. C., pgs. 384385, 30 nov. 34.) ... porque Espaa es ms que una forma constitucional; porque Espaa es ms que una circunstancia histrica: porque Espaa no puede ser nunca nada que se oponga al conjunto de sus tierras y cada una de sus tierras... ... porque nosotros entendemos que una nacin no es meramente el atractivo de la tierra donde nacimos, no es esa emocin directa y sentimental que sentimos todos en la proximidad de nuestro terruo, sino que una nacin es una unidad en lo universal, es el grado a que se remonta un pueblo cuando cumple un destino universal en la Historia. Por eso, porque Espaa cumpli sus destinos universales cuando estuvieron juntos todos sus pueblos, porque Espaa fuenacinhaciafuera,queescomoseesdeverasnacin,cuandolosalmirantesvascos recorranlosmaresdelmundoenlasnavesdeCastilla,cuandoloscatalanesadmirables conquistaban el Mediterrneo unidos en navesde Aragn,porque nosotros entendemos eso as,queremosquetodoslospueblosdeEspaasientan, noyaelpatriotismoelementalcon quenostiralatierra,sinoelpatriotismodelamisin,elpatriotismodelotrascendental,el patriotismo de la gran Espaa. (O. C., pgs. 109-110, 4 ene. 34.) El separatismo local es signo de decadencia, que surge cabalmente cuando se olvida que unaPatrianoesaquelloinmediato,fsico,quepodemospercibirhastaenelestadoms primitivo de espontaneidad. Que una Patria no es el sabor del agua de esta fuente, no es el color de la tierra de estos sotos: que una Patria es una misin en la Historia, una misin en lo universal. La vida de todos los pueblos es una lucha trgica entre lo espontneo y lo histrico. Los pueblos en estado primitivo saben percibir casi vegetalmente las caractersticas de la tierra. Los pueblos, cuando superan este lado primitivo, saben ya que lo que los configuran no son las caractersticas terrenas, sino la misin que en lo universal los diferencia de los dems pueblos. Cuando se produce la poca de decadencia de ese sentido de la misin universal, empiezan a florecer otra vez los separatismos, empieza otra vez la gente a volverse a su suelo, a su tierra, asumsica,asuhabla,yotravezseponeenpeligroestagloriosaintegridad,quefuela Espaa de los grandes tiempos. (O. C., pg. 190, 4 mar. 34.) En estas columnas, antes que en ningn sitio, y, fuera de aqu, por los ms autorizados de los nuestros, se ha formulado la tesis de Espaa como unidad de destino. Es decir, aqu no concebimos cicateramente a Espaa como entidad fsica, como conjunto de atributos nativos (tierra, lengua, raza) en pugna vidriosa con cada hecho nativo local. Aqu no nos burlamos de la bellalenguacatalananiofendemosconsospechasdemiramercantillosmovimientos sentimentales-equivocadosgravsimamente,perosentimentales-deCatalua.Loque sostenemos aqu es que nada de eso puede justificar un nacionalismo, porque la nacin no es una unidad fsica individualizada por sus accidentes orogrficos, tnicos o lingsticos, sino una entidad histrica, diferenciada de las dems en lo universal por una propia unidad de destino. Espaaeslaportadoradelaunidaddedestino,ynoningunodelospueblosquela integran. Espaa es, pues, la nacin, y no ninguno de los pueblos que la integran. Cuando esos pueblos se reunieron, hallaron en lo universal la justificacin histrica de su propia existencia. Por eso Espaa, el conjunto, fue la nacin. (O. C., pg. 285, 19 julio 34.) - 15 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Hay que devolver a Espaa la conviccin de s misma. Tenemos que decir a los vascos que todas las proezas de sus marinos las realizaron pensando en Espaa. A los catalanes, que todas sus expediciones al Oriente las hicieron para Espaa como miembros de la Corona de Aragn. (T. 1., pg. 148, 5 nov. 33.) LOS SEPARATISMOS Elnacionalismoelevalascaractersticasnativas(lenguas,costumbres,paisajes)a esencias nacionales. Se empea en considerar que son las caractersticas nativas de lo que constituye una nacin. Y no es eso: las naciones son aquellas unidades, de composicin ms o menos varia, que han cumplido un destino universal en la Historia. Y entendida Espaa as, no puede haber roce entre el amor a la tierra nativa, con todas sus particularidades, y el amor a la Patria comn, con lo que tiene la unidad de destino. Ni esta unidad habr de descender a abolir caracteres locales, como ser, tradiciones, lenguas, derecho consuetudinario, ni para amar estas caractersticaslocaleshabrquevolversedeespaldas-comohacenlosnacionalistas-alas glorias del destino comn. Qu amor al pueblo vasco es el de esos nacionalistas que colocan el apego a la tierra sobre el orgullo de los nombres vascos que hicieron retumbar el mundo con sus empresas bajo el signo de Espaa? (T. 1., pg. 225, 15 agio. 34.) Unpuebloestotalpueblocuandohaentradoenlalaboruniversal.Ymientrasestono acontezca,aquelpuebloestsumidoenlaPrehistoria,enloinstructivo.Ahorabien,mirad cmo el pueblo vasco pas casi inmediatamente de su vida primitiva a una alta vida universal. Y a qu se debi tan importante suceso? De quin recibi el espaldarazo ? Lo recibi en el mismo instante que se integr en la unidad de Espaa. Por esto no quieren al pueblo vasco los que le quieren encerrar en sus bailes y en sus msicas. Toda su grandeza est en su unin a Espaa, y, por tanto, camaradas, convoquemos al pueblo vasco a esta gran empresa espaola de todos nuestros anhelos y que las clsicas caras aguileas de los hombres del Norte asomen por la borda de los gloriosos navos espaoles. (T. 1, pg. 257, 5 ene. 35.) AcasosiglosantesdequeColntropezaraconlascostasdeAmricapescarongentes vascasenlosbancosdeTerranova.Peroloshombresdeaquellosprecursoresposiblesse esfumaron en la niebla del tiempo. Cuando empieza a resonar por los vientos del mundo las eles y las zetas de los nombres vascos es cuando los hombres que las llevan salen a bordo de las naves imperiales de Espaa. En la ruta de Espaa se encuentran los vascos a s mismos. Aquellarazaesplndida,debellasmusculaturassinempleoyremotosdescubrimientossin gloria, halla su autntico destino al bautizar con nombres castellanos las tierras que alumbra y transportar barcos en hombros, de mar a mar, sobre espinazos de cordilleras. Nadie es uno sino cuando pueden existir otros. No es nuestra interna armadura fsica lo quenoshaceserpersonas,sinolaexistenciadeotrosdelosqueelserpersonasnos diferencia. Esto pasa a los pueblos, a las naciones. La nacin no es una realidad geogrfica, ni tnica, ni lingstica; es sencillamente una unidad histrica. Un agregado de hombres sobre un trozo de tierra slo es nacin si lo es en funcin de universalidad, si cumple un destino propio en la Historia; un destino que no es el de los dems. Siempre los dems son quienes nos dicen que somos uno. En la convivencia de los hombres soy el que no es ninguno de los otros. En la convivencia universal, es cada nacin lo que no son las otras. Por eso las naciones se determinan desde fuera,selasconocedesdeloscontornosenquecumplenunpropio,diferente,universal destino. AseslanacinEspaa.Sedijeraquesudestinouniversal,elqueibaadarleeltoque mgico de nacin, aguardaba el instante de verla unida. Las tres ltimas dcadas del quince asisten atnitas a los dos logros, que bastaran, por su tamao, para llenar un siglo cada uno: apenas se cierra la desunin de los pueblos de Espaa, se abren para Espaa -all van los almirantes vascos en naves de Castilla- todos los caminos del mundo. - 16 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Hoy parece que quiere desandarse la Historia. Euzkadi ha votado su estatuto. Tal vez lo tenga pronto. Euzkadi va por el camino de su libertad. De su libertad? Piensen los vascos en que la vara de la universal predestinacin no les toc en la frente sino cuando fueron unos con los dems pueblos de Espaa. Ni antes ni despus, con llevar siglos y siglos hablando lengua propia y midiendo tantos grados de ngulo facial. Fueron nacin (es decir, unidad de historia diferente de las dems) cuando Espaa fue una nacin. Ahora quieren escindirla en pedazos. Vern cmo les castiga el Dios de las batallas y de las navegaciones, a quien ofende, como el suicidio, la destruccin de las fuertes y bellas unidades. Los castigar a servidumbre, porque quisieron desordenadamente una falsa libertad. No sern nacin (una en lo universal); sern pueblo sin destino en la Historia, condenado a labrar el terruo corto de horizontes, y acaso a atar las redes en otras tierras nuevas, sin darse cuenta de que descubre mundos. (O. C., pgs. 99-100, 7 dic. 33.) La vida del pueblo vasco, como la vida de todos los pueblos, es, simplemente, una pugna trgica entre lo espontneo y lo histrico; una pugna entre lo nativo, entre aquello que somos capacesdepercibirauninstintivamente,yloartificialydifcil,loingentementedifcil,quees sabercumplirenlaHistoriaundestinouniversal.Loquealospuebloslosconvierteen nacionesnosontalesocualescaractersticasderaza,delenguaodeclima;loqueaun pueblo le da jerarqua de nacin es haber cumplido una empresa universal; porque as como para ser personas y superar la cualidad nativa de individuo tenemos que ser otros, es decir, tenemos que ser distintos de los otros, tenemos que serlo en relacin con los otros, para ser nacintenemosqueserlodiferenciadosenlouniversal.Somosnacinentantoencuanto acometemos y logramos una empresa que no es la empresa de las dems naciones. Ahora bien, ha sido unidad en lo universal el pueblo vasco? Ha cumplido destino en lo universalelpueblovasco?Estoesevidenteques;elpueblovascohadadoalmundouna coleccin de almirantes que ellos solos son una gala para un pueblo entero; el pueblo vasco ha dadoalmundoungeniouniversalcomoIgnaciodeLoyola.Peroelpueblovascodioesos geniosalmundoprecisamentecuandoencontrsusignodenacinindestructibleunidoa Castilla. (O. C., pg. 180, 28 feb. 34.) Catalua es muchas cosas mucho ms profundamente que un pueblo mercantil; Catalua esunpuebloprofusamentesentimental;elproblemadeCataluanoesunproblemade importacin y exportacin; es un problema dificilsimo de sentimientos. Pero tambin es torpe la actitud de querer resolver el problema de Catalua reputndolo de artificial. Yo no conozco manera ms candorosa, y an ms estpida, de ocultar la cabeza bajo el ala, que la de sostener, como hay quienes sostienen, que ni Catalua tiene lengua propia, ni tiene costumbres propias, ni tiene historia propia, ni tiene nada. Si esto fuera as, naturalmente, nohabraproblemadeCataluaynotendramosquemolestarnosnienestudiarlonien resolverlo;peronoesesoloqueocurre,seores,ytodoslosabemosmuybien.Catalua existe en toda su individualidad, y si queremos conocer cmo es Espaa, y si queremos dar unaestructuraaEspaa,tenemosquearrancardeloqueEspaa enrealidad nosofrece; y precisamente el negarlo, adems de la torpeza que antes os deca, envuelve la de plantear el problemaenelterrenomsdesfavorableparaquienespretendendefenderlaunidadde Espaa,porquesinosobstinamosennegarqueCataluayotrasregionestienen caractersticaspropiasesporquetcitamentereconocemosqueenesascaractersticasse justificalanacionalidad,yentoncestenemoselpleitoperdidosisedemuestra,comoes evidentemente demostrable, que muchos pueblos de Espaa tienen esas caractersticas. (O. C., pgs. 383-384, 30 nov. 34.) Tena vivos deseos de presentarme en un acto de propaganda en Barcelona. Catalua ha sido maltratada, tanto por los que se han esforzado en sustituir su sentido imperial como por la estupidezdelosque,viendoslounfenmenolocalista,hancreadounseparatismolocal. Comprendo lo que ocurre a los catalanes y les aconsejo que se sobrepongan a su fuerza de - 17 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina captacin para pedir un puesto en la misin de destino en lo universal, que se llama Espaa. (T. L, pg. 295, 30 mayo 35.) Vosotros habitis en una tierra que linda con otra donde brota la hierba del separatismo, la tierrahermanadeCatalua,laquenosotrosqueremosreintegraralosdestinosnacionales espaoles.EnpresenciadelprocesoespiritualdeCatalua,queamuchoshizoalejarsedel patriotismo por el camino atormentado del odio, la Falange hace saber que confa no en una unidad territorial o racial, sino en una gran unidad de destino. La labor de la Falange est en unirunoaunotodoslosdestinosdeEspaa.PeroaEspaahayqueverlasobriamente, exactamente; mucho cuidado con invocar el nombre de Espaa para defender unos cuantos negocios, como los intereses de los bancos o los dividendos de las grandes empresas. (O. C., pg. 857, 26 ene. 36.) CATALANISMO Y BURGUESIA CAPITALISTA NoolvidemoslaHistoria:elcatalanismonacepolticamentecuandoEspaapierdesus colonias;esdecir,cuandolosfabricantesbarcelonesespierdensusmercados.Noseoculta entonces a su pausada agudeza que es urgente conquistar el mercado interior. Tampoco se nosocultaquesusproductosnopuedendefenderseenunacompetenciapuramente econmica.HayqueimponerlospolticamentealrestodeEspaa.Ynadamejorpara imponerlos que blandir un instrumento de amenaza al mismo tiempo que de negociacin. Ese instrumento fue el catalanismo. Eso que antes era viejo poso sentimental, expresado en usos y bailes,fuesometidoaunconcienzudocultivoderencor.Elalmapopularcatalana,fuertey sencilla, fue llenndose de rencor. Aridos intelectuales compusieron un idioma de laboratorio sin ms norma fija que la de quitar toda semejanza con el castellano. Catalua lleg a estar crispada de hostilidad para con el resto de la Patria. Y esta crispacin era invocada por sus hombresrepresentativosencuantollegabalahoradenegociarunnuevoarancel.Los representantes de la burguesa catalana alquilaban sus buenos oficios apaciguadores del furor popular a cambio de obtener tarifas aduaneras ms protectoras. Estehasidoeltortuosojuegodelcatalanismopolticodurantetreintaaos.Loqueen Cataluafermentabacomoexpresindeunamilenariamelancolapopular,enMadridse negociabacomounobjetodecompraventa.Elcatalanismoeraunaespeculacindelaalta burguesa capitalista con la sentimentalidad de un pueblo. TIERRA DE ESPAA Circula la leyenda de una Galicia dbil y sentimental, y los que cultivan esa nota quieren inculcarenelpuebloeldesmayoylalanguidezqueempiezayaamanifestarseenuna tendencia contraria a la Espaa nica. Vosotros,alejadosdeesatendencia,soislaGaliciafuerte,ladelosvinostambinde fuertes soleras, como los caldos andaluces. Quien la diga dbil, olvida que de aqu salan sus hombres para Amrica, donde, despus de luchar por medio del trabajo, vuelven con grandes capitales; y vuelven al solar de origen, dondeencuentranmujeresfuertestambin,quealafortalezadesuespritusabenunirel sentimiento delicado que se refleja en los versos incomparables de vuestra Rosala. (T. 1, pg. 43, 4 sep. 30.) Tal vez sepas que he estado en Cceres. He hecho, poco ms o menos, tu recorrido: de Avila a Cceres, aunque mi camino haya dado grandes rodeos. Avila a Cceres! Por primera vez me he dado cuenta, al acompaarte imaginariamente en el camino, de que ese trayecto es, talvez,elejedeEspaa.PorahtrashumabanlosganadoscuandoEspaaeratodava ganadera, que es cuando aprendi a ser descubridora y militar. (T. 1, pg. 470, 20 ene. 36.) - 18 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Tenemos mucho que aprender de esta tierra y de este cielo de Castilla los que vivimos a menudo apartados de ellos. Esta tierra de Castilla, que es la tierra sin galas ni pormenores; la tierra absoluta, la tierra que no es el color local, ni el ro, ni el lindero, ni el altozano. La tierra quenoes,nimuchomenos,elagregadodeunascuantasfincas,nielsoportedeunos interesesagrariospararegateadosenasambleas,sinoqueeslatierra;latierracomo depositaria de valores eternos, la austeridad en la conducta, el sentido religioso en la vida, el habla y el silencio, la solidaridad entre los antepasados y los descendientes. Y sobre esta tierra absoluta, el cielo absoluto. El cielo tan azul, tan sin celajes, tan sin reflejos, verdosos de frondas terrenas, que se dijera queescasiblancodepuroazul.YasCastilla,conlatierraabsolutayelcieloabsoluto mirndose, no ha sabido nunca ser una comarca; ha tenido que aspirar, siempre, a ser Imperio. Castilla no ha podido entender lo local nunca; Castilla slo ha podido entender lo universal, y por eso Castilla se niega a s misma, no se fija en dnde concluye, tal vez porque no concluye, nialoanchonialoalto.AsCastilla,esatierraesmaltadadenombresmaravillosos-Tordesillas,MedinadelCampo,MadrigaldelasAltasTorres-,estatierradechancillera,de ferias y castillos, es decir, de justicia, milicia y comercio, nos hace entender cmo fue aquella Espaa que no tenemos ya, y nos aprieta el corazn con la nostalgia de su ausencia. (O. C., pginas 189-190, 4 mar. 34.) ENTRAA Y ESTILO Entraa y estilo, he ah lo que compone a Espaa. ........................................................................................ LatragediadeEspaaacasohayaconsistidoenquesusentraasysuestilofueron separadosporlacapafalsa,chabacana,decadente,delocastizo.Locastizonoeslo popular.Espopular,ritualyprofunda,comodecaRafaelSnchezMazas,latradicinde natalicios, lunas de miel, hogares e instituciones que este caf de San Isidro y esta calle de Toledonosrecuerdan;peronoespopularaquelMadriddeFornosylacuartadeApolo,ni aquel provincianismo de tute y achicoria y ese cante flamenco que se pronuncia en andaluz y ha sido inventado entre Madrid y San Martn de Valdeiglesias. (O. C., pgs. 417418, 24 feb. 35.) Estas dos cosas L la firmeza del estilo y el sentido imperial en la conducta] son las que han hecho grande a Espaa en sus tiempos de gloria. Cuando han faltado, como ahora, al pas le entr un tedio insoportable, una desgana pesimista, que se meti por las rendijas de su alma, haciendodudardesudestinoaunpueblotanmagnficocomoelespaol.Ahoraest ocurriendo eso, y de ah que hayamos venido nosotros para recobrar al servicio de Espaa su estilo impecable y su mpetu imperial. (O. C., pg. 413, 10 feb. 35.) ESPAA ES IRREVOCABLE Espaa es irrevocable. Los espaoles podrn decidir acerca de cosas secundarias; pero acercadelaesenciamismadeEspaanotienennadaquedecidir.Espaanoesnuestra, como objeto patrimonial;-nuestra generacin no es duea absoluta de Espaa: la ha recibido delesfuerzodegeneracionesygeneracionesanterioresyhadeentregarla,comodepsito sagrado, a las que la sucedan. Si aprovechara este momento de su paso por la continuidad de lossiglosparadividiraEspaaenpedazos,nuestrageneracincometeraparaconlas siguientes el ms abusivo fraude, la ms alevosa traicin que es posible imaginar. Lasnacionesnosoncontratos,rescindiblesporlavoluntaddequieneslosotorgan:son fundaciones, con sustantividad propia, no dependientes de la voluntad de pocos ni de muchos. (O. C., pg. 286, 19 julio 34.) - 19 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina PECULIARIDAD DE ESPAA Estamos precisamente convencidos de que Espaa, aunque no sea ni mejor ni peor que lasdemsnaciones,desdeluegoesdistinta.Tienecaractersticasmuyacusadas,quees preciso respetar si no se quiere ir al fracaso, pero sera necio el luchar contra la naturaleza. Por otra parte, la tradicin espaola es demasiado fuerte y rica, y nosotros no vamos a cometer el desatino de desaprovechar esas existencias y lecciones de la tradicin. Nuestro pas ha vivido anteriormentemuchasexperienciassociales,polticasyeconmicasquehoyenelmundo empiezanareivindicarse.TenemosennuestraHistoriaejemplosdelegislacinagrariay ganaderaquepuedehoymismoaplicarseconfelizeficacia,ascomolaorganizacinpor gremios y oficios, y los fueros municipales, y los montes y bienes comunales, y la mesta, y tantasotrascostumbresquenacieronyprosperaronaimpulsodelanecesidadpropiay caractersticas de la raza. En fin, pretendemos ser muy antiguos, y muymodernos... Creo que es una aspiracin muy legtima y fcil de comprender. (T. I., pg. 262, 9 ene. 35.) ESPAA, PERMANENTE QUEHACER Una nacin es siempre un quehacer, y Espaa de singular manera. O la ejecutora de un destino en lo universal o la vctima de un rpido proceso de disgregacin. Qu quehacer, qu destino en lo universal asignan a Espaa los que entienden sus horas decisivas con criterio de ave domstica bajo la amenaza del gaviln? (O. C., pgs. 839-840, 16 enero 36.) Espaatieneeldestinodenopoderdormirseparapoderserunanacin.Esalgo gloriosamente trgico. Espaa necesita resolver el sentido de su destino, unir en una ambicin comn y en un esfuerzo nacional la variedad disgregatoria de los pueblos que la forman. (U. H., pginas 74-75, 13 ago. 34.) JUSTIFICACION DE ESPAA Por eso soy de los que creen que la justificacin de Espaa est en una cosa distinta; que Espaanosejustificaportenerunalengua,niporserunaraza,niporserunacervode costumbres, sino que Espaa se justifica por una vocacin imperial para unir lenguas, para unir razas, para unir pueblos y para unir costumbres en un destino universal; que Espaa es mucho msqueunarazayesmuchomsqueunalengua,porqueesalgoqueseexpresadeun modo del que estoy cada vez ms satisfecho, porque es una unidad de destino en lo universal. (O. C., pg. 384, 30 nov. 34.) GLORIA DE ESPAA ...elImperioespaoljamsfueracista;suinmensagloriaestuvoenincorporaralos hombres de todas las razas a una comn empresa de salvacin. (T. 1, pg. 141, 23 oct. 33.) ... Espaa tuvo el acierto de unir en una misma gloria a muchas sangres distintas. (O. C., pg. 795, 22 dic. 35.) ExplicacmonuestroImperiohadeserpreferentementeespiritual,pueshoytodaslas tierras del mundo tienen dueo y toda conquista sera un expolio y un robo a la vez. Pero que el terrenodelespritunoestacotado,ydeahscabellevarlasconquistasalmximoy organizarse, perfeccionarse y elevarse sobre los dems e imperar incluso sobre ellos. (U. H., pg. 93, 17 mar. 35.) PorsusentidodeCATOLICIDAD,deUNIVERSALIDAD,ganEspaaalmaryala barbariecontinentesdesconocidos.Losganparaincorporaraquienesloshabitabanauna empresa universal de salvacin. (O. C., pgina 92, 7 dic. 33.) - 20 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina REPUDIO DEL NACIONALISMO PoresonosotrosnossentimosunidosindestructiblementeaEspaa,porquequeremos participarensudestino;ynosomosnacionalistas,porquesernacionalistasesunapura sandez;esimplantarlosresortesespiritualesmshondossobreunmotivofsico,sobreuna meracircunstanciafsica;nosotrosnosomosnacionalistas,porqueelnacionalismoesel individualismo de los pueblos; somos, ya lo dije en Salamanca otra vez somos espaoles, que es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo. (O. C., pg. 720, 17 nov. 35.) Poresonopodemossernacionalistasalamaneraestrechaymezquinadeesos nacionalismos pequeos que representan un retorno a la prehistoria. (O. C., pg. 416, 10 feb. 35.) AMBICION HISTORICA QueremosqueEspaarecobreresueltamenteelsentidouniversaldesuculturaydesu Historia. (O. C., pg. 67, 29 oct. 33.) LaPatriaesunamisin.SisituamoslaideadePatriaenunapreocupacinterritorialo tnica, nos exponemos a sentirnos perdidos en un particularismo o regionalismo infecundo. La Patria tiene que ser una misin. No hay continentes ya por conquistar, es cierto, y no puede haber ilusiones de conquista. Pero va caducando ya en lo internacional la idea democrtica que brind la Sociedad de las Naciones. El mundo tiende otra vez a ser dirigido por tres o cuatro entidades raciales. Espaa puede ser una de estas tres o cuatro. Est situada en una clave geogrfica importantsima, y tiene un contenido espiritual que le puede hacer aspirar a uno de esos puestos de mando. Y eso es lo que puede propugnarse. No ser un pas mediana; porque o se es un pas inmenso que cumple una misin universal, o se es un pueblo degradado y sin sentido. A Espaa hay que devolverle la ambicin de ser un pas director del mundo. (O. C., pg. 165, 16 feb. 34.) Tenemos voluntad de Imperio. Afirmamos que la plenitud histrica de Espaa es el Imperio. Reclamamos para Espaa un puesto preeminente en Europa. No soportamos ni el aislamiento internacional ni la mediatizacin extranjera. (O. C., pg. 339, nov. 34.) RespectodelospasesdeHispanoamrica,tendemosalaunificacindecultura,de intereseseconmicosydepoder.Espaaalegasucondicindeejeespiritualdelmundo hispnico como ttulo de preeminencia en las empresas universales. (O. C., pg. 339, nov. 34.) Amricaes,paraEspaa,noslolaanchuradelmundomejorabiertaasuinfluencia cultural,sino,comodicenlospuntosinicialesdelaFalange,unodelosmejoresttulosque puede alegar Espaa para reclamar un puesto preeminente en Europa y en el mundo. Todo esfuerzopormantenertensosloshilosencomunicacinconAmricadeberanparecernos escasos,sobretodocuandolainfluenciaespaolarieallconlacompetenciadetantos influjos organizados e inteligentes. (O. C., pgina 527, 18 abr. 35.) TenemosqueesperarenunaEspaaqueotravezimpere.Yanohaytierrasque conquistar, pero s hay que conquistar para Espaa la rectora en las empresas universales del espritu. Pensad que esta tierra de Toledo asent en otros das la capital del mundo; que desde aqu,desdeestaCastillaquenuncahavistoelmar,setrazabanlasrutasdelocanoyse promulgaban leyes para continentes lejanos. (O. C., pgina 177, 25 feb. 34.) Porel[postuladonacional]seaspiraapotenciarelvalornacionaldeEspaa,noconel criterio de idolatra de las entidades naturales que informan a los partidos nacionalistas, sino conelcriterioqueaspiraaperpetuarenEspaalarepresentacinhistricadeunsentido universaldelavida,queesloqueseexpresmstardeconlapalabraImperio,vocablo doctrinalmente alusivo a toda aspiracin poltica de alcance y validez universal. (F. a F., pg. 168, 17 nov. 36.) - 21 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina ESPAA LIMPIA, ALEGRE Y FALDICORTA Queremos que se nos devuelva el alegre orgullo de tener una Patria. Una Patria exacta, ligera,emprendedora,limpiadechafarrinoneszarzuelerosydemuchasroas consuetudinarias. No una Patria para ensalzada en gruesas efusiones, sino para entendida y sentida como ejecutora de un gran destino. (O. C., pg. 841, 16 ene. 36.) LaFalangequiereunaEspaaalegreyfaldicorta.(J osAntonio.Biografa,F.X.de Sandoval, 2.a ed., pg. 601.) ESPAA: NO INVOCAR SU NOMBRE EN VANO PeroaEspaahayqueverlasobriamente,exactamente;muchocuidadoconinvocarel nombre de Espaa para defender unos cuantos negocios, como lo intereses de los bancos o los dividendos de las grandes empresas. (O. C., pg. 857, 26 ene. 36.) Cuando hablamos de la Patria, no hay en nuestra boca una bandera contrabandista ms; ya sabis para cuntas cosas se emplea el nombre de la Patria. (O. C., pg. 856, 26 ene. 36.) Espaa, no como vana invocacin de falsas cosas hinchadas, sino como expresin entera de un contenido espiritual y humano: la Patria, el pan y la justicia. (O. C., pg. 841, 16 ene. 36.) La bandera de lo nacional no se tremola para encubrir la mercanca del hambre. Millones deespaoleslapadecenyesde primeraurgenciaremediarla.Paraellohabr quelanzar a toda mquina la gran tarea de la reconstruccin nacional. (O. C., pg. 928, 4 may. 36.) Frente a la antipatria, hecha mito actuante, no puede alzarse ms que la empresa limpia de laPatria.LaPatriasinsegundaidea,contodoloquetienededirectamenteatractivo,pero, justamente, con todo lo que exige de abnegado. La Patria de todos, no la de los privilegiados. La Patria fuerte y unida y militante y justa. La que soamos para el esfuerzo y para la muerte los que formamos la Falange. (T. 1., pgina 197, 22 feb. 34.) No se puede ensalzar a la Patria y sentirse exento de sus sacrificios y de sus angustias; no se puede invitar a un pueblo a que se enardezca con el amor a la Patria si la Patria no es ms que la sujecin a la tierra donde venimos padeciendo desde siglos. No se puede invocar a la Patria y gritarnos ahora, en la ocasin difcil: Que se nos hunde la Patria! Que perdemos los mejores valores espirituales!, cuando quienes lo dicen nos han puesto en esta coyuntura, en este inminente peligro, por no votar un aumento de impuestos sobre los bancos y las grandes fortunas. (O. C., pg. 796, 22 dic. 35.) ESPAA: DE TODOS Y PARA TODOS La Espaa que propugnamos no ser de la clase ms fuerte. Ser la de todos. Y en ella no se podr ir a los jornales de hambre ni a la holganza. (T. 1., pg. 148, 5 nov. 33.) Hayquienessuponen queelmovimientonuestroesun ataque;queluchamosporquela burguesa se encuentra en peligro y tenemos que defenderla, pero no; lo que queremos es que todos los del pueblo participemos de nuestra Patria grande, de nuestra Patria noble, de nuestra Patrianica,yqueconnuestroesfuerzopodamossacarlaaflote,corriendotodoslamisma suerte, a semejanza de los que caminan en un barco, que, si ste naufraga, pierden todos la vida, y si alguno consiguiese llegar a puerto seguro, todos llegarn con l a ese puerto seguro. - 22 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina A eso venimos nosotros. A devolveros la fe para esta empresa comn en que todos somos lo mismo. (O. C., pg. 153, 4 feb. 34.) PensadquelaPatriaesungranbarcodondetodosdebemosremar,porquejuntosnos hemos de salvar o juntos pereceremos. (O. C., pgina 883, 8 feb. 36.) Entonces,estadseguros,porejemplo,losobreros,dequenoseransojuzgadosporla tiranadelosricosqueofrecencondicionesdurasdicindoosqueoselevanalaredencin, porqueesaEspaa,nuestraEspaanica,nosdiracadacualnuestrodeberynuestro sacrificio, y en nombre de Espaa se gobernar, no para la clase ms fuerte ni para el partido mejororganizado,sinoparatodoslosespaoles,yhemosdesalvarnosjuntosohemosde perecer juntos. (O. C., pgs. 76-77, 12 nov. 33.) La revolucin hemos de hacerla todos juntos, y as nos traer la libertad de todos, no la de laclaseoladelpartidotriunfante:nosharlibresatodosalhacerlibreygrandeyfuertea Espaa. Nos har hermanos al repartir entre todos la prosperidad y las adversidades, porque noestaremosunidosenlamismahermandadmientrasunoscuantostenganelprivilegiode poder desentenderse de los padecimientos de los otros. (O. C., pg. 177, 25 feb. 34.) Nuestrotriunfonosereldeungruporeaccionario,nirepresentarparaelpueblola prdida de ninguna ventaja: al contrario: nuestra obra ser una obra nacional, que sabr elevar las condiciones de vida del pueblo -verdaderamente espantosas en algunas regiones- y le har participar en el orgullo de un gran destino recobrado. (O. C., pgina 952, 17 jul. 36.) No hay ms que un camino: nada de derechas ni de izquierdas; nada de partidos: un gran movimiento nacional, esperanzado y enrgico, que se proponga como meta la realizacin de una Espaa grande, libre y unida. De una Espaa para todos los espaoles, ni mediatizada por poderes extranjeros, ni dominada por el partido o la clase ms fuerte. Hace falta un movimiento nacional nutrido, adems, del viejo temple heroico de Espaa. Un granmovimientoquenotolerelasprovocacionesdeinsolenciarojaniasistaimpasibleal asesinatodesusmilitantes,comoasisten,dbiles,lospartidosllamadosdeordenylas asociaciones profesionales en que estis inscritos. Un gran movimiento nacional que aspire a refundirdenuevoesemismotempleheroicodelaPatriaentera,llamadaotravez,silo queremos firmemente, a realizar gloriosos destinos. (O. C., pgs. 754-755, 5 dic. 35.) No cabe convivencia fecunda sino a la sombra de una poltica que no se deba a ningn partido ni a ninguna clase; que sirva nicamente al destino integrador y supremo de Espaa; que resuelva los problemas entre los espaoles sin otra mira que la justicia y la convivencia patria. (O. C., pg. 320, nov. 34.)

- 23 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina II. Dolor de Espaa EL NO DIJ O: ESPAA ESTA HERMOSA -PUES NO SABIA MENTIR-. NI DIJ O: HE AQUI UNA HERMOSA RUINA -QUE NO SUPO LLORAR-. MAS DIJ O: MIRAD COMO ESTA PATRIA QUE ES HERMOSA, ESTA CORROMPIDA. PUES CON NINGUNA SANGRE SEA LAVADA SI NO ES LA NUESTRA. M. A. ESPAA EN RUINAS As resulta que cuando nosotros, los hombres de nuestra generacin, abrimos los ojos, nos encontramos con un mundo en ruina moral, un mundo escindido en toda suerte de diferencias; yporloquenostocadecerca,nosencontramosunaEspaaenruinamoral,unaEspaa dividida por todos los odios y por todas las pugnas. (O. C., pg. 64, 29 oct. 33.) Espaa, desde hace mucho tiempo, lleva una vida chata, una vida pobre, una vida triste, oprimidaentredoslosasquetodavanohaconseguidoromper:porarriba,lafaltadetoda ambicin histrica, la falta de todo inters histrico; por abajo, la falta de una profunda justicia social. (O. C., pg. 247, 6 jun. 34.) LA TIERRA SEDIENTA Este suelo nuestro, en que se pasa del verano al invierno sin otoo ni primavera; este suelo nuestro, con los montes sin rboles, con los pueblos sin agua ni jardines; este suelo inmenso, donde hay tanto que hacer y sobre el que se mueren de hambre setecientos mil parados y sus familias, porque no se les da nada en que trabajar; este suelo nuestro, en el que es un conflicto quehayaunacosechabuenadetrigo,cuando,conserelpanelnicoalimento,comenlas gentes menos pan que en todo el occidente de Europa; este pueblo nuestro necesita que se hiciera la transformacin ms de prisa que en ninguna parte. (O. C., pginas 563-564, 19 may. 35.) Las tierras de Espaa... no pueden vivir decorosamente. Hay tierras espaolas donde cada semilla da tres o cuatro, y de stas hay que entregar una al usurero, y con las otras dos vive el labrador en una miseria que pasa de padres a hijos. No se puede vivir como se vive en muchos pueblos espaoles de tierra estril, donde las gentes se tienen que refugiar en el interior de ella. (O. C., pg. 858, 26 ene. 36.) Granpartedelatierraespaola,ancha,triste,seca,destartalada,huesuda,comosus pobladores,parecenotenerotrodestinoqueeldeesperaraqueesoshuesosdesus habitantes se le entreguen definitivamente en la sepultura. (O. C., pg. 563, 19 may. 35.) Nosotros hemos tenido ocasin de comprobar este estado de desdicha de nuestro pueblo al recorrer da tras da las tierras de Espaa. Nosotros hemos visto en la provincia de Len, dondeelclimaesduro,noesteclimadulceysuavedeMlaga,alasgentescobijadasen agujeros bajo la tierra, en montones de tierra ahuecados para que les sirviera de refugio. Vosotros habris visto, como lo hemos visto nosotros, al hombre trabajando de sol a sol por un plato de gazpacho, y habris descubierto en los confines de los pramos espaoles gentes con ojos ilusionados, como en los mejores tiempos, capaces de toda empresa, vivir una vida miserableydolorosa.Laexistenciadeesaspobresgentespondralospelosdepuntasila viramos aplicada a los animales domsticos. (O. C., pginas 623-624, 21 jul. 35.) - 24 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina EL HAMBRE DEL PUEBLO El hambre del pueblo: he aqu otra angustia apremiante y a la que Espaa puede poner remedio.Lagrantareadenuestrageneracinconsisteendemostrarelsistemacapitalista, cuyas ltimas consecuencias fatales son la acumulacin del capital en grandes empresas y la proletarizacin de las masas. (O. C., pg. 848, 19 ene. 36.) ... no queremos que nuestros hijos sientan oprobio al saber que hay hombres que trabajan desolasolporunplatodegazpachoyquemuchosespaolesvivencomocerdos.(O.C., pgs. 626-627, 21 jul. 35.) El asiento fsico de Espaa, de la comunidad de espaoles, es absolutamente indefendible. Tenemos un territorio enorme en el que hay muchsimo que hacer, y, sin embargo, millones de habitantesvivenpeorqueloscerdosenlascochiqueras.Noyalosparadosdeltodo,esos setecientosmilespaolescuyaexistenciaesunmilagro,sinolospequeoslabradores, arrendatariosopropietariosdeminifundios,querecogenalaoveinteotreintafanegasde trigo,yloscampesinosandaluces,quecobranalaocienjornales,yloshabitantesenlos suburbiosdelamismacapital,hacinadosencasasinfectas,enquelosmsrudimentarios servicios higinicos se comparten entre cuarenta familias. Esto, mientras se engordan armeros, intermediarios,administradores,banqueros,propietarios,rentistas,consejerosdegrandes empresas y toda esa muchedumbre ociosa que parece ser el remate de un pas apopljico de gran capitalismo, y no la dorada envoltura de nuestra pobre, y ancha, y esquilmada Espaa. Sobreesabaseeconmicaestasentadoel puebloespaol.Yqumisincolectivalo mantieneunido?Nadielosabe.Poreso,menoscadavezpiensanadieenremediarsumal remediando a Espaa, sino escaparse del mal comn lo mejor que pueda. Cada clase por su lado, insolidaria con las dems. Cada regin, cada comarca, por su lado. Como en un barco que zozobra, todos parecen haber odo la voz de slvese el que pueda. Cuando lo que hay que salvar es el barco. (O. C., pgs. 433-434.) Mientras millones de familias espaolas vivan miserablemente, no puede ni debe haber paz en Espaa. Lo interesante es incorporar el inters de esos millones de familias al inters total de Espaa, en vez de acorralarlos en la desesperacin anrquica y antinacional. (O. C., pginas 346-347, 11 nov. 34.) No dejaremos de gritarlo en ningn nmero: hay setecientos mil espaoles en paro forzoso; haysetecientosmilespaolesquecomendemilagro.CmopuedehaberParlamento, Gobierno ni partidos que vivan en paz mientras esa trgica llaga sigue abierta al costado de nuestro pueblo? (O. C., pg. 459, 28 mar. 35.) Espaa,quetieneunasuperficiesobradaparapodersostenercuarentamillonesde habitantes, por una distribucin absurda de la propiedad territorial y por un retraso inconcebible enlasobrasderiego,mantieneunrgimenenquedosmillonesdefamilias,porlomenos, vivenencondicionesinferioresaladelosanimalesdomsticosycasialadelosanimales salvajes. Yo soy, por ejemplo, diputado por una provincia andaluza; en el perodo electoral tuve que ir a un pueblo que se llama Prado del Rey con mi compaero Francisco Moreno; cuando llegamosaaquelpueblo,dondecreoquejamssehabaaventuradonadie,nisiquieraen trance de propaganda electoral, diluviaba. Las calles eran una especie de torrenteras sobre las cualesseabranunoscubilesinferioresaloscubilesdondesealojaalasbestiasenlas granjas. Haba gentes all que no tenan la menor noticia de lo que era la cultura, la convivencia humana, la comodidad, ni la sanidad. Como era un da crudo, nosotros bamos en automvil, y, como es natural, llevbamos nuestros abrigos. Cuando intentamos hacer propaganda electoral, lasgentesdePradodelReysalierondesuscasasynosempezaronatirarpiedras.Yoos aseguro que en lo profundo de mi corazn deseaba que no me diera en la nuca ninguna; pero - 25 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina osaseguroqueenloprofundodemicoraznreconocaquenosotros,quebamosen automviles,quellevbamosabrigosrelativamenteagradables,suscitbamostodaslas disculpas para que aquella gente de Prado del Rey nos tirase en la nuca todas sus piedras. (O. C., pgs. 246-247, 6 junio 34.) El pueblo espaol no tiene pan. Hay muchedumbre de parados. En los suburbios y en los camposvivenmuchos-hombrespeorquelasbestias.Haymultitudescondenadasaaraar tierras estriles, que les dan cuatro semillas por una. De estas cuatro semillas todava una es paralatierrayotraparaelusurero.EnestamismaprovinciadeAvilahaypueblosque pertenecen a una sola propiedad. Los habitantes de esos pueblos, a los que puede desahuciar elpropietarioencualquiermomentodemalhumor,sabenqueeldesahucioequivaleaun destierro del mundo. (O. C., pgs. 837-838, 11 ene. 36.) Nuestra modesta economa est recargada con el sostenimiento de una masa parasitaria insoportable:banquerosqueseenriquecenprestantoainterscaroeldinerodelosdems; propietarios de grandes fincas que, sin amor ni esfuerzo, cobran rentas enormes por alquilarlas; consejeros de grandes compaas diez veces mejor retribuidos que quienes con su esfuerzo lassacanadelante;portadoresdeaccionesliberadasaquieneslasmsdelasvecesse retribuye a perpetuidad por servicios de intriga; usureros, agiotistas y correveidiles. Para que esta gruesa capa de ociosos se sostenga, sin aadir el ms pequeo fruto al esfuerzo de los otros, empresarios, industriales, comerciantes, labradores, pescadores, intelectuales, artesanos yobreros,agotadosenuntrabajosinilusin,tienenquesustraerraspadurasasusparvos mediosdeexistencia.As,elniveldevidadetodaslasclasesproductorasespaoles,dela clasemediaydelasclasespopulares,esdesconsoladoramentebajo;paraEspaaesun problema el exceso de sus propios productos, porque el pueblo espaol, esquilmado, apenas consume. (O. C., pg. 842, 16 enero 36.) Espaa es un pas bronco y desrtico, tierra partida entre unos millones de proletarios, a menudo rugientes de hambre y de clera, y unos millares de beatis possidentibus. (T. I., pg. 177, 18 ene. 34.) Tal es el panorama de Espaa: un Gobierno centro que languidece en su consuncin; unas derechas faltas de fe y de empuje; unas izquierdas antinacionales. Y, olvidada, Espaa. Esa Espaa que, en medio de tantos gritos, aguarda la revolucin verdadera: la que le devuelva un quehacer histrico, interesante y grande, y la organice de arriba abajo de una manera justa, la que acabe con el escepticismo, con el hambre de tantos y con el lujo parasitario de unos pocos. Esa es la nuestra. Si seguimos animosos y unidos, si reiteramos cada da el voto de sacrificio que sellaron con sangre nuestros mrtires, qu gran ao, camaradas, puede ser el 1935 para nosotros!, y para Espaa. (O. C., pgina 295, 27 ago. 34.) LAS LAPIDAS DE LOS CACIQUES Elordenliberalcapitalistahatradoalmundodiscordiaspresentesyelespectculode miseria que dan los obreros del campo, desarraigados, alquilndose a s mismos en la plaza del Arenal como se alquilan en Abisinia los esclavos o los camellos. En busca de ese orden nuevo, ganado por la fe y los sacrificios, voy, con mis compaeros, peregrinando por Espaa. Y eso es lo que importa: no granjearme el aplauso fcil o una lpida en que den el nombre de uno a una calle del pueblo. Esas lpidas en honor de los caciques van formando la lpida sepulcral de Espaa. (T. L, pg. 319, 1 ene. 36.) - 26 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina ESPAA, DROGADA Es esto Espaa? Es esto el pueblo de Espaa? Se dije i que vivimos una pesadilla o que elantiguopuebloespaol(sereno,valeroso,generoso)hasidosustituidoporunaplebe frentica,degenerada,drogadaconfolletosdeliteraturacomunista.Sloenlospeores momentosdelsigloXIXconocinuestropueblohorasparecidas,sinlaintensidaddeahora. Losautoresdelosincendiosdeiglesias queestnproducindoseen estos instantesalegan comojustificacinlaespeciedequelasmonjashanrepartidoentrelosniosdeobreros caramelosenvenenados.Aqupginasdeesperpento,aquEspaapintadacon chafarrinonesdebermellnydetiznehayqueremontarseparahallarotraturbaquepreste acogida a semejante rumor de zoco? (O. C., pg. 926, 4 may. 36.) Esprecisobuscarunaexplicacindepatologacolectivaaestacomplacencia,aeste regodeo de un pblico espaol en la desdicha que representa la desmembracin de Espaa. Hayprocesosmorbososenlosqueladegradacinexhibidallegaaconstituirundeleite. Habrn llegado ya a ese punto las masas espaolas? (O. C., pg. 903, 5 mar. 36.) AMARGURA DE ESPAA Seorpresidente:cuandoempezbamosestadiscusin,unoradorespontneoenla tribuna pblica trat de decirnos un discurso; eran sus primeras palabras, nicas que tuvimos el gusto de or, unas que deca: Seores diputados: Con profunda amargura.... No s lo que pensaraseguirdiciendoeseoradorespontneo;perosisuamargurasereferaaeste espectculo de frivolidad que dan las Cortes, yo, a quien espero que no expulsarn los ujieres, me hago portavoz ante Espaa de la indignacin del orador espontneo. INSOLIDARIDAD HISPANICA Quizelrasgomssalientedenuestrocarcternacionalconsisteenlainclinacina esquivar el deber. No por cobarda -a veces es ms duro lo que emprendemos que lo que dejamos-, sino por inquietud, por falta de seriedad en la vocacin. Apenas hay espaol que noseconsiderallamadoprecisamenteaaquelloquenolecorrespondehacer.Siyofuese ministro de Hacienda... Como me dejasen gobernar el Banco de Espaa durante un mes... Y al mismo tiempo que quien esto dice renuncia en su espritu a maravillosas innovaciones que implantara, se atrasa y se adocena en el cumplimiento de su verdadera misin. Por otra parte, nos falta casi por entero el sentido social; ese goce de sentirse parte de untodoarmnico;decomportarsecomopiezapuntualparaqueelconjuntodelamquina funcione bien. Aqu preferimos no pasar de tosca herramienta, con tal que sea independiente, mejor que entrar como rueda secundaria en una maravillosa mecanizacin. La aspiracin de casitodosnosotrossiguesiendo,comocuandoGanivetescriba,laderegirnosporuna Constitucin individual, donde no haya ms que un artculo: Este espaol est autorizado para hacer lo que le d la gana. (T. L, pg. 57, 20 dic. 30.) Falta a nuestro pueblo educacin como colectividad. Todo, hasta el estudio de la Historia, lo hemos hecho al revs. Lo hemos hecho a la salida de un perodo romntico, que influa en aqullaromnticamente,exaltandolasindividualidadesanrquicasyoscureciendolas creadoras;cantandoalfrancotiradoryolvidandolamentablementealconstructor.(T.1.,pg. 129, 25 ago. 33.) - 27 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina III. Patriotismo crtico

Amor, amor cruenta antropofagia, Amor, que tanto como escupas, bebes. Te quiero, ruge, porque no me gustas! A la aurora, ya el ngel derribado, Ceda al vencedor su propio nombre Y J os Antonio se llamaba Espaa. E. d'O. Lagaitaylalira.Cmotiradenosotros!Ningnairenosparecetanfinocomoelde nuestra tierra; ningn csped ms tierno que el suyo; ninguna msica comparable a la de sus arroyos. Pero..., no hay en esa succin de la tierra una venenosa sensualidad? Tiene algo de fluido fsico, orgnico, casi de calidad vegetal, como si nos prendieran a la tierra sutiles races. Eslaclasedeamorqueinvitaadisolverse.Aablandarse.Allorar.Elquesediluyeen melancolacuandoplaelagaita.Amorqueseabrigayserepliegamscadavezhaciala mayor intimidad; de la comarca al valle nativo; del valle al remanso donde la casa ancestral se refleja; del remanso a la casa; de la casa al rincn de los recuerdos. Todo eso es muy dulce, como un dulce vino. Pero tambin, como en el vino, se esconden en esa dulzura embriaguez e indolencia. Atalmaneradeamar,puedellamarsepatriotismo?Sielpatriotismofueralaternura efectiva, no sera el mejor de los humanos amores. Los hombres cederan en patriotismo a las plantas, que les ganan en apego a la tierra. No puede ser llamado patriotismo lo primero que en nuestro espritu hallamos a mano. Esa elemental impregnacin en lo telrico. Tiene que ser, para que gane la mejor calidad, lo que est cabalmente al otro extremo, lo ms dificil ; lo ms depurado de gangas terrenas; lo ms agudo y limpio de contornos; lo ms invariable. Es decir, tiene que clavar sus puntales, no en lo sensible, sino en lo intelectual. Bienestquebebamoselvinodulcedelagaita,perosinentregarlenuestrossecretos. Todo lo que es sensual dura poco. Miles y miles de primaveras se han marchitado, y an dos y dossiguensumandocuatro,comodesdeelorigendelaCreacin.Noplantemosnuestros amores esenciales en el csped que ha visto marchitar tantas primaveras; tendmoslos, como lneas sin peso y sin volumen, hacia el mbito eterno donde cantan los nmeros su cancin exacta. La cancin que mide la lira, rica en empresas porque es sabia en nmeros. As, pues, no veamos en la Patria el arroyo y el csped, la cancin y la gaita; veamos un destino, una empresa. La Patria es aquello que, en el mundo, configur una empresa colectiva. Sin empresa no hay Patria; sin la presencia de la fe en un destino comn, todo se disuelve en comarcas nativas, en sabores y colores locales. Calla la lira y suena la gaita. Ya no hay razn -si no es, por ejemplo, de subalterna condicin econmica- para que cada valle siga unido al vecino. Enmudecen los nmeros de los imperios -geometra y arquitectura- para que silben su llamada los genios de la disgregacin, que se esconden bajo los hongos de cada aldea. (O. C., pgs. 111-112, 11 ene. 34.) Los hombres del 14 de abril pareci que llegaban de vuelta al patriotismo y llegaban por el camino mejor: por el amargo camino de la crtica. Esta era su promesa de fecundidad; porque yoosdigoquenohaypatriotismofecundosinollegaatravsdelcaminodelacrtica.A - 28 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina nosotros no nos emociona, ni poco ni mucho, esa patriotera zarzuelera que se regodea con las mediocridades, con las mezquindades presentes de Espaa y con las interpretaciones gruesas delpasado.NosotrosamamosaEspaaporquenonosgusta.Losqueamenasupatria porquelesgustalaamanconunavoluntaddecontacto,laamanfsica,sensualmente. Nosotros la amamos con una voluntad de perfeccin. Nosotros no amamos a esta ruina, a esta decadencia de nuestra Espaa fsica de ahora. Nosotros amamos a la eterna e inconmovible metafsica de Espaa. (O. C., pg. 559, 19 may. 35.) Nosotros,estudiantes,noosllamamosconlainvocacindelnombredeEspaaauna charangapatritica.Noosinvitamosacantaracorofanfarronadas.Osllamamosalalabor asctica de encontrar bajo los escombros de una Espaa detestable la clave enterrada de una Espaa exacta y difcil. No venimos slo a execrar como antipatriotas a tantos y tantos crticos de Espaa como se adelantaronaformularnuestrodescontento.Venimosareprocharlesquenoaadieranasu crticamayorefusin.Perosudescontentoesnuestro.NuestramaneradeserviraEspaa tendrquesertambinrigurosa.Tendremosquehendirmuchasveceslacarnefsicade Espaa -sus gustos, su pereza, sus malos hbitos para libertar a su alma metafsica. Espaa nos tiene que ser incmoda. Dios nos libre de encontrarnos como el pez en el agua en esta Espaa de hoy! Tenemos que sentir clera y asco contra tanta vegetacin confusa. Y sajar sin contemplaciones. No importa que el escalpelo haga sangre. Lo que importa es estar seguro de que obedece a una ley de amor. (O. C., pgs. 452-453, 26 mar. 35.) J os Antonio.-Estamos necesitados, don Miguel, de una fe indestructible en Espaa y en el espaol. UnamunoEspaa!Espaa!...Muchasveceshepensadoquehesidoinjustoenmis cosas; que combat saudamente a quienes estaban enfrente; acaso quiz a su padre. Pero siempre lo hice porque me dola Espaa, porque la quera ms y mejor que muchos que decan servirla sin emplearse en criticar sus defectos. J os Antonio.-Tambin nosotros, don Miguel, hemos llegado al patriotismo por el camino de la crtica. Eso lo he dicho yo antes de ahora. Y hoy, en esta Salamanca unamunesca, voy a decir a quien nos escuche que el ser espaol es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo. (T. 1, pg. 273, 10 feb. 35.) Tenemos una fe resuelta en que estn vivas todas las fuentes genuinas de Espaa. Espaahavenidoamenosporunatripledivisin:porladivisinengendradaporlos separatismos locales, por la divisin engendrada entre los partidos, por la divisin engendrada por la lucha de clases. Cuando Espaa encuentre una empresa colectiva que comprenda todas esas diferencias, Espaa volver a ser grande como en sus mejores tiempos. (T. 1, pg. 263.) ... nosotros... donde vamos con nuestra cruzada, sufriendo molestias, venciendo obstculos yaunarrostrandopeligros,slohablamosdenuestrafeenEspaa,ysudestino,yslo aspiramos a infiltrar esa fe y esa creencia en quienes nos escuchan. (O. C., pg. 289, 22 jul. 34.) ... hoy renacen las consignas de 1933. Y volvern a surgir en 1940, repitindosenos que se va a hundir la civilizacin cristiana. Pero para que no se hunda tenemos que poseer algo ms quelaconsignadelmiedo:uwafeprofundaenEspaa.Frentealosgritosdeabajoestoy abajolootro,hayquegritar:ArribaEspaa,una,grandeylibre;porlaPatria,elpanyla justicia... !. (O. C., pg. 859, 26 ene. 36.) - 29 - J os Antonio antologa- Adriano Gmez Molina Mientrastantashinchadasaparienciassehundieronalprimergolpedeadversidad,la Falange, sin dinero y perseguida, es la nica que mantiene su alegre fe en un resurgimiento de Espaa y su duro frente contra asesinatos y tropelas. (O. C., pg. 912, 14 mar. 36.) Slo la fe remueve montaas, y la fe en un gran destino espaol es el patrimonio de ese movimiento que os convoca a sus filas. (O. C., pgina 755, 5 dic. 35.) NuestraFalange,portadoradelanuevafe,volverahacerdeEspaaunanacine implantar en ella ]ajusticia social. Le dar pan y fe. El sustento digno y la alegra imperial. (O. C., pg. 237, may. 34.) Lo que ocurre es que Espaa es demasiado seria para jugar a la seriedad cuando no tiene nadaquehacer.Poresoesindisciplinadacuandonoencuentradignoempleoparasu disciplina. Pero si un espaol o veinticinco mil espaoles tienen por delante una tarea en que merezca soportarse y arrostrarse todo, ninguno le aventaja en disciplina. (T. L, pgina 200, 1 mar. 34.) Creemos en la suprema realidad de Espaa. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es la apremiantetareacolectivadetodoslosespaoles.Alarealizacindeestatareahabrnde plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los grupos y