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Análisis de la actividad lectora en jóvenes y niños según la ENL (2005)
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Las venas obstruidas de la deconstrucción del mundo
La lectura en la edad temprana
Enriqueta Pérez Delgado
Agosto 2012
1
LA LECTURA EN EDAD TEMPRANA
UNA VENA OBSTRUIDA EN LA DECONSTRUCCIÓN DEL MUNDO
PÉREZ, Enriqueta
La lectura es un proceso interactivo de creación y recreación entre el texto y el
lector, en donde las capacidades comunicativas permiten al lector construir y construirse
su propio significado, según sus conocimientos y experiencias previas en un determinado
contexto.
Según la Encuesta Nacional de Lectura (ENL, 2006) efectuada por iniciativa del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), en México se leen 2.9 libros promedio al año,
en algunos países europeos el promedio anual es de 18 libros, la UNESCO, Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, nos ubica en el penúltimo
lugar en una lista de 108 países en los niveles de lectura1. En el caso de México tan sólo el
56.4% corresponde a la población lectora y lo que ésta población lee esta relacionada a los
títulos asignados desde las aulas escolares con un 42.5%. Según esta misma encuesta
Los niveles más altos de lectura de libros se dan entre los jóvenes de 18 a 22 años, con
69.7%, y de 12 a 17 años, con 66.6%. (CONACULTA, ENL. 2006:21).
Esto nos describe un sombrío escenario, podríamos afirmar que los espacios para
promover la lectura son las escuelas pero
observemos que de manera inmediata se
excluye a los niños y jóvenes que por
alguna razón abandonaron las aulas y
que no encuentran cabida ni en un
espacio de trabajo ni en un centro
educativo, dejando a ésta población sin
el cobijo de una letras, unas líneas, unas
ideas promovidas desde los recintos
socializadores por excelencia.
1 wordpress.com/2007/12/07/lectura-en-México
2
Este escenario se obscurece aún más cuando pensamos que el hogar de origen lejos de
promover la lectura, podría inhibirla si no se encuentran capitalizados con aquel material
bibliográfico que promuevan la reflexión, imaginación y creatividad y si muy por el
contrario los padres de familia relegan a la televisión como único medio formativo
además de la escuela.
Según el XXI Censo de Población y Vivienda, INEGI 2010,
afirma que el 95% de los hogares posee una televisión y
la presencia de libros se ubicó en un 58% (ENL,
2006:98) estos datos son contrastantes de frente a la
construcción de una generación de niños y jóvenes que
sustituyen la palabra escrita por imágenes, una paideía2
teledirigida3, si bien es cierto una imagen es la síntesis,
una representación visual de hechos y/o fenómenos,
ésta se perfila inerte si no existe la capacidad racional y de habilidad en el pensamiento
para desentrañar lo más ínfimo del signo o del símbolo visual, las palabras revelan los
hechos, los describen, los explican, la imagen los ilustra.
No es que la postura sea en contra de la televisión o de las imágenes en general, sino que
para ambos casos la única herramienta que sustenta ideas y argumentos para la
explicación de una realidad social concreta es sin duda la palabra escrita.
El lenguaje oral y escrito son instrumentos que no sólo permiten el arte de comunicar
sino también del pensar, el hombre genérico y el particular se construye en el lenguaje y
con el lenguaje, la única vía posible de expandirlo es a través de la palabra escrita.
2 De origen griego que implica un proceso de formación del joven adolescente en relación a los insumos que se
encuentran en su entorno. 3 Sartori, Giovanni (1997) Homo Videns La Sociedad Teledirigida, México: Taurus. Este concepto es acuñado por el autor
y refleja aquella que población que se informa, construye, desarrolla, acciona por el educador más grande: la televisión y
en donde sus capacidades cognitivas y de racionamiento se ven demeritadas por el intenso bombardeo de imágenes que
limitan las capacidades de pensamiento llevando al hombre a ser únicamente un objeto pasivo que contempla su
entorno sin la capacidad de intervenir directamente en él.
3
NIVEL SOCIOECONÓMICO DE PERTENENCIA.
LIMITANTE DE LA FORMACIÓN DEL ANDAMIAJE SOCIOCULTURAL
Nuestra sociedad ávida de resolver los problemas inmediatos como dar de comer,
completar con el gasto para la semana, tener lo justo para el trasporte, completar para
llevar a los hijos a las escuelas y tener dinero para la renta;
el consumo literario se convierte en un lujo inaccesible, un
ornamento que aleja la leche y las tortillas de la mesa.
Esto muestra que el problema del gusto por la palabra
escrita y por ende a la lectura tiene su origen de manera
multifactorial, asociado en una primera instancia por la
pobreza en las capacidades, es decir a la posibilidad de
saber leer o escribir o de haber cursado grados escolares
superiores a la educación básica, añadiendo si se tiene
posibilidad económica de acceder a diversa literatura sin
dañar la canasta básica familiar. Sin embargo es asertivo
comentar que la desigualdad social que circunda al
complejo nacional determina el consumo literario. Según
los datos de la Encuesta Nacional de Lectura “los niveles de lectura de libros son menores
entre la población de estratos socioeconómicos bajo (48.9%) y medio bajo (57.1%), en
tanto que el nivel más alto de lectura se da entre la población de nivel socioeconómico
medio (79.2%) y desciende ligeramente para la población de niveles socioeconómicos
medio alto y alto (75.9%)” (ENL, 2006:21).
Finalmente una cultura de lectores se hereda desde los hogares de origen y donde los
padres resultan ser los motivadores por excelencia a través del ejemplo o de la
reproducción de la práctica cultural. Esta práctica resulta sustancial para que, ésta práctica
no sólo se recargue en los textos sugeridos en el aula, sino que invita a los padres para
que tomen su rol en la responsable formación humana y lectora.
4
Siguiendo con los datos arrojados en la Encuesta es importante hacer notar que las
lecturas infantiles abarcan un 5.7% de las preferencias escritas. Es penosamente
asombroso este último dato, si consideramos que las victimas del desamparo son los
infantes, este hecho nos pone en alerta dado que el gusto por la lectura se inicia desde
edades tempranas y la función creativa e imaginativa que produce la lectura va más allá
del solo leer. La palabra escrita es un insumo de la vida cotidiana que no sólo permite
comunicarnos, divertirnos, allegar información, estudiar, investigar, dispersarnos y
participar en la vida política entre otros aspectos de nuestro desarrollo individual y social
sino que es la herramienta indispensable para la formulación, creación de ideas que
desarrollan la capacidad de interpretación de la realidad social.
PERTINENCIA DE LA LECTURA PARA LA COMPRENSIÓN Y (RE)
CREACIÓN DEL MUNDO
La lectura promueve los procesos de internalización4 es decir, el infante o lector
interactúa y se relaciona con los integrantes de su núcleo familiar con características
sociocultural específicas, cada vez que él se adentra en el mundo letrado imagina, crea y
refiere las ideas-conceptos al mundo real, esta experiencia con la lectura se va
transformando en procesos mentales que lo llevan no sólo a significar el mundo sino a
crearlo y recrearlo desde su contexto conceptual, este proceso le permite entenderlo,
analizarlo, autoconstruirlo y reconstruirlo mediado por signos y herramientas socialmente
construidas, como es el caso es la lectura y el contexto en que se relación con su mundo.
4 Internalización se refiere a la transformación de fenómenos sociales en fenómenos psicológicos, a través
del uso de herramientas y signos en VYGOSTKY, Lev (1978) Pensamiento y lenguaje. Edit. Paidos, Madrid
5
En este proceso de construcción toma de las experiencias previas lo que le parece
importante, las resguarda en su estructura cognitiva, manteniendo una interacción con el
medio sociocultural que lo rodea, así entonces las conecta
con las nuevas experiencias, las refiere y por ende las
significa o re significa.
En ese proceso el niño asimila y acomoda su realidad. Desde
esta perspectiva, el acto de leer se convierte en una
capacidad compleja, superior y exclusiva del ser humano en
la que se comprometen todas sus facultades
simultáneamente y que comporta una serie de procesos
biológicos, psicológicos, afectivos y sociales que lo llevan a
establecer una relación de significado particular con lo leído
y de este modo, esta interacción lo lleva a una nueva
adquisición cognoscitiva. (Arenza & García: 1995: 17).
Es por ello que cada vez que escuchamos decir que la lectura permite al niño aventurarse
por su propio mundo, no es sino la ratificación de la significación e internalización que
realiza y que queda como huella inteligible formando una representación mental para su
propio entendimiento.
LA LECTURA COMO FORMADORA DE CAPITAL HUMANO
En la medida en que se ejercen las capacidades racionales, de comprensión y
análisis de la realidad social, los seres humanos se convierten en actores críticos de la
(auto) construcción de ésta, por lo que los lleva a crear la impenetrable necesidad de
capitalizar el andamiaje de conocimientos e instrucciones que les permita acceder y crear
diversas explicaciones de su mundo cambiante y en constante trasformación. Capitalizar
no sólo refiere al sentido inversionista de la instrucción, sino al enriquecimiento de las
capacidades cognitivas y de explicación de los seres humanos en y sobre su entorno para
el beneficio de los colectivos y del individuo.
6
CONCLUSIONES
Considerando el desarrollo de las ideas anteriores, la lectura se convierte en una
actividad social que sirve al ser humano para que se forme una visión del mundo dándole
su propio significado, la lectura lleva al lector a imaginar, conocer, explicar, comprender,
consolidar, analizar, sintetizar, aplicar, criticar, construir y reconstruir los viejos y nuevos
saberes re significando el mundo y su entorno.
De manera paralela se debe considerar que en México no se ha desarrollado una cultura
de la lectura y concretamente en Oaxaca las condiciones socioeconómicas del estado
sitúan a su población al filo de la exclusión, es pertinente y de vital importancia el acceso
a bibliotecas públicas que permitan desarrollar las potencialidades de su población a
través del acceso a fuentes escritas así como un amplio programa de sensibilización e
información a fin de promover la lectura entre los habitantes, principalmente entre niños
y jóvenes, reconociendo que la única limitación será la que cada ser humano se edifique y
pueda destrabarse así, en un tiempo no muy lejano, las venas obstruidas del
entendimiento en la deconstrucción del mundo.
7
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ARENZANA y GARCÍA. (1995) Espacios de lectura: estrategias metodológicas para la formación de
lectores. México. FONCA, pág. 17
BERGER y LUCKMANN (2006) La construcción social de la realidad. Buenos Aires, Amorrortu
Editores.
CARNOY, Martín (2009) La educación como imperialismo cultural, Mex. XXI Editores, 8va Edición.
IBARROLA, María de (1985) Las dimensiones sociales de la educación. México, SEP Cultura,
Ediciones El caballito SARTORI, Giovanni (1997) Homo Videns La Sociedad Teledirigida, Taurus, México. VYGOSTKY, Lev (1978) Pensamiento y lenguaje. Edit. Paidos, Madrid