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Año 7 No. 201 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 20 de marzo de 2016 Donativo: $5.00 www.mensajero.mx TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN IZCALLI ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO Mensajero Especial Semana Santa 2016

Mensajero 201

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Page 1: Mensajero 201

Año 7 No. 201 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 20 de marzo de 2016 Donativo: $5.00 www.mensajero.mx

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN IZCALLI ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Mensajero

Especial Semana Santa 2016

Page 2: Mensajero 201

2 MensajeroVoz del PastorDIRECTORIO

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos

Obispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva

Obispo Emérito de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar

Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bau�sta

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N.

Obispo Auxiliar Emérito de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación de

la Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia

Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la

Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco,

Teo�huacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

www.mensajero.mx

20 de marzo de 2016

En el marco del Año Jubilar de la Misericordia, y después de habernos preparado espiritualmente durante el tiempo litúrgico de la Cuaresma con algunos pequeños sacrificios, oraciones que nacen del corazón y practicado algunas obras de misericordia, llegamos con gozo a celebrar el Domingo de Ramos para dar inicio a la Semana Santa, y participar con alegría en las Fiestas de Pascua.

La celebración de la Pascua es anuncio del Misterio de la Redención, es gracia de Dios a nuestro mundo e invitación a la conversión continua. Es renacer con Cristo a una vida nueva, caminando en la presencia del Señor Resucitado con libertad, con serenidad, alegría y paz. Es reconocer a Cristo vivo, presente y operante en la vida y en la historia de la Iglesia.

El Misterio Pascual de Cristo nos pide morir al egoísmo, a la soberbia y arrogancia espiritual de creernos muchas veces mejores que los demás, a la tentación de la vengan-za, a la envidia, al odio que amenaza y endurece el cora-zón, a la lucha estéril y a la confrontación sin sentido, y dejar a un lado la disputa de poderes incluso dentro de la misma comunidad eclesial. Morir a la violencia y agresi-vidad en todas sus expresiones, a la inútil y vana compe-tencia de querer ser el primero, a la lógica de actuar siem-pre buscando el interés personal, al engaño y a la mentira que nos hace llevar una vida vacía y sin sentido.

La Pascua de Cristo nos invita a renacer de forma perso-nal a la esperanza, al compromiso fiel y sincero, a tomar decisiones firmes, ponderadas y oportunas, al perdón del corazón como condición de posibilidad para que florezca

una autentica reconciliación fraternal, como caminos para la paz.

Pascua es reconciliarnos con nosotros mismos, con la creación, casa común de todos y con Dios, reviviendo la obra de la Redención. Es experimentar la ternura y el perdón de Dios, es comprometernos a exponer claramente la Verdad y promover con gestos concretos y cordiales la Misericordia Divina. La pascua nos invita a dar pasos por lo menos pequeñitos en la virtud de la humildad del cora-zón, en el aprender a ceder el paso al otro, a saber perder, y a mirar al otro con la mirada de Dios.

Aun en las situaciones más dolorosas, tristes y obscuras, en el horizonte de nuestra vida cristiana aparece Cristo Revestido de Luz y de Gloria, y viene a encender nuestros corazones de esperanza y de gozo; que lo que estaba des-truido se reconstruya, lo que estaba envejecido se renueve y todo se haga más hermoso que al inicio y vuelva a su integridad original. Cristo Resucitado nos invita a com-partir y celebrar el triunfo esplendoroso de la alegría pascual. Nos invita a no ceder al desaliento y a la descon-fianza, a seguir confiando en la bondad de los hombres, y en la misericordia Divina.

¡Cristo es nuestra Paz y nuestra Alegría, Cristo es nuestra Esperanza, Cristo está vivo entre nosotros, Cristo ha resu-citado del sepulcro, Aleluya!

Paz y Alegría.

† Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

¡Cristo ha Resucitado, Aleluya!

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3Mensajero Editorial20 de marzo de 2016

Con la bula “Misericordiae Vultus”, su Santidad, el Papa Francisco no ha teni-do sólo la intención de convocar a un gran Año Jubilar, sino que con este moti-vo, ha recordado a los cristianos y al mundo que la misericordia es la máxi-ma manifestación de la presencia de Dios y la única que posibilita verdade-ramente la convivencia entre los hom-bres, al grado de poder ver en el otro un “hijo de Dios”, un hermano mío que inclusive salido de la casa del Padre, sigue siendo mi hermano, y tanto él como yo seguiremos siempre necesita-dos del amor misericordioso del Padre.

Dios es “paciente y misericordioso”, esa es la naturaleza de Dios, nos dice el Papa, y con énfasis nos repite que “la misericordia de Dios no puede ser una

idea abstracta sino una realidad concre-ta con la cual Él revela su amor” (Nº 6). Se trata de un amor tan real como el de un padre o una madre por sus hijos. Se trata –nos dice el Papa bellamente- “De una amor visceral”.

Si esto es así –parece decirnos su San-tidad-: entonces la misericordia ha de ser “el gran criterio para saber quiénes son realmente verdaderos hijos” (nº 9) y la única manera de que la Iglesia y cada creyente viva una vida auténticamente cristiana (Cf. Nº 11).

Esto nos debe llevar a un cambio total de actos y actitudes, y asumir la miseri-cordia como un verdadero “estilo de vida”. (nº 13). Es decir: en cada cristia-no –y de manera especial en sus pasto-res- la misericordia se debe ver, tocar y

sentir. Con cuánta claridad el Papa nos habla de la “ternura” con la que debe estar revestida cada acción nuestra (nº 10). “En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericor-dia” (nº 12). ¡No puede haber vocación más hermosa que ésta!: la de ser agua fresca para el que muere de sed; la de ser amor humano y amor de Dios para el que muere entre el odio y la apatía.

Hermanos: Vayamos el encuentro del hermano que vive sin Dios y del que no cree necesitarlo pero muere de hambre y sed de amor. ¡Rompamos la barrera de la indiferencia!, nos grita su Santidad (nº 14); “¡Superemos la tentación de

pretender siempre solamente la justi-cia!” y por tanto quedarnos sólo en lo justo, en lo correcto, en lo necesario. La misericordia es abundancia, es genero-sidad, es “amar hasta el extremo”, como Cristo nos amó. (Cf. Jn 13, 1).

En este año de la misericordia: ¿Llega-remos al extremo de decirnos las cosas como hombres y a la cara y después orar juntos y seguir siendo mejores herma-nos? ¿Llegaremos al extremo de no juzgar y condenar, superando el hablar del hermano y dejarlo a merced del chis-me? (nº 14) ¿Llegaremos a ver obispos, sacerdotes y fieles más solícitos, más alegres, tratando a todos con una “ternu-ra” nunca antes vista?

Que la misericordia de Dios nos lo conceda.

Hace pocos días, leyendo el periódico, me encontré con la noticia de las elec-ciones presidenciales en la República Centroafricana, país centro africano que desde hace poco más de tres años, vive una desgarradora guerra civil, además de una fuerte crisis económica y una fuerte tensión entre las numerosas confesiones religiosas del Islam. Intere-sado en la noticia, busqué algo más que me hiciera saber sobre el estado social y religioso de aquel país, y sorpresa, me encontré con un pronunciamiento de Mons. Franco Coppola, quien desde no hace mucho, es nuncio apostólico en aquel país.

La realidad de la República Centroa-fricana es que habiendo llegado a la elección de un nuevo presidente por la vía democrática, el pueblo de aquel país, tendrá que seguir esperando un mes para que el recién elegido presiden-te, el profesor Faustin Archange Toua-dera, tome posesión de su cargo y comiencen los trabajos de restauración del país. De esta manera la República Centroafricana se ha convertido en el centro de atención de la Comunidad Internacional por el cambio y la asun-ción al poder. Ante esta realidad, Mons.

Coppla ha declarado que “la elección del nuevo presidente no garantiza la solución de todos los problemas que tiene el país”, “hay necesidad de traba-jar en la reconstrucción de los vínculos humanos y espirituales, especialmente tomados de la mano con las dos grandes religiones de mayor representatividad en el país (el Islam y el cristianismo)”. Y es que, después de que la guerra civil destrozó los vínculos humanos de paz y concordia, “hoy hay que ser consientes que la transformación es un proceso que implica el esfuerzo de todos, y además, la unidad”.

Este discurso llamaba mi atención, porque esto que hace notar Mons, Cop-pla es una realidad latente en muchos países emergentes que hoy se abren a la democracia y a nuevas personas al fren-te de los gobiernos. Porque, lo más fácil para la población y la sociedad es la crítica que lleva a la desesperación de que las cosas siguen estando igual o peor que antes, cuando la primera tarea es formar la consciencia de que lo que se ha lastimado por un buen periodo de tiempo, no puede llegar a estar bien o mejor en dos o tres días; una segunda tarea es que, la transformación y el cam-

bio sólo es posible en realidades seme-jantes cuando todos los actores de una sociedad se involucran en la solución de los problemas y no lo dejamos todo a una sola persona o a un solo partido político; y la tercera cosas es que, reali-dades tan hirientes deben ser también abordadas desde la sensibilidad de la fe que da dirección, anima y fortalece a un pueblo que siente que se hunde en las pocas respuestas a sus muchos

problemas. ¿No será que en México tengamos que

ser consientes de estas tres cosas? ¿No será que tendríamos que comenzar a involucrarnos con nuestros actos en la transformación de nuestro país? ¿No será que tendríamos que dejarnos inter-pelar por el Evangelio para vernos como hermanos y así lograr una mejor sociedad mexicana?

Una democraciaPor: CODIPACS Izcalli

“La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia.

Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes” (MV 10)

Mensaje de los Obispos de la Provincia de Tlalnepantla

en construcción

Page 4: Mensajero 201

El pasado sábado 12 de marzo el Semi-nario Mayor de la Arquidiócesis de Tlalnepantla recibió una visita muy peculiar. Decenas de niños que prestan servicio en las parroquias del territorio arquidiocesano asistieron al “Encuen-tro de Monaguillos 2016”.Desde las 8:30 hrs. los pequeños

comenzaron a llegar, y fueron recibidos por catequistas del equipo diocesano, seminaristas y sacerdotes. Los cantos y las dinámicas de integración fueron el detonante que hizo estallar las sonrisas y la alegría de los asistentes, dichas dinámicas resultaron efectivas pues muchos de ellos, por servir en parro-

quias diferentes, no se conocían. Encuentros como este son de vital

importancia en la vida de la Iglesia, pues son el inicio de la formación de los cristianos del mañana. Un niño que durante su etapa inicial de vida (ideal para la formación) encuentra identidad al servir a Dios en los menesteres litúr-gicos, reconocerá más fácilmente su vocación de servicio como cristiano y al crecer esa misma actitud formará parte de su código de valores. Hoy en día sabemos y proclamamos

con gusto que muchas de las vocaciones de los hoy sacerdotes y seminaristas, nacieron del servicio que prestaron

como monaguillos cuando eran niños y adolescentes; por ello, el encuentro sirve no solo para animar a los niños y hacerles saber que no están solos, sino que hay muchos más niños que como ellos sirven en sus parroquias, sino para despertar en algunos la vocación espe-cífica al sacerdocio que Dios sembrará en ellos.Dentro del itinerario de actividades del

encuentro se celebró en la capilla de Seminario una emotiva Hora Santa, en la que orando a Dios cara a cara, se rogó por las necesidades de los presentes, de sus familiares y del mundo entero, pidiendo la ayuda divina para perseve-

rar en el camino en que Dios ha puesto a estos niños. Para concluir la jornada se celebró la

Eucaristía presidida por el Pbro. Gusta-vo Mendieta, encargado de la organiza-ción del evento, concelebrada por los Pbros. Emilio y Pedro Antonio, y asisti-da por los seminaristas. Pedimos a Dios que bendiga a cada

uno de los participantes y organizado-res, para que continúen en la labor de servicio, descubran y los fortalezca en la vocación que ha puesto en cada uno de sus corazones.

Encuentro de Monaguillos 2016

4 MensajeroCaminar Diocesano

Después de haber recibido el nombra-miento de nuestro Sr. Obispo Don Gui-llermo Ortiz Mondragón, el Equipo Diocesano de Animación Pastoral (EDAP) de la diócesis de Cuautitlán, durante el mes de febrero y la primera quincena del mes de marzo, emprende sus primeras actividades en la nueva etapa del Plan Diocesano de Pastoral, bajo los presupuestos de la metodología prospectiva. El equipo está integrado por el Pbro. Ramón Ruíz Ayala, Pbro. Javier Quintana Flores, Pbro. Jesús Urbán Franco, Diácono Javier Álvarez Santiago, Hna. Nadia Rafael Regino HMRF y la laica Remedios Naranjo Díaz, coordinados por el Vicario Epis-copal de Pastoral y al servicio y apoyo a

nuestro Obispo, como cabeza y pastor de la diócesis, en las tareas pastorales que él mismo le encomiende.

Una de las primeras acciones que este equipo ha realizado, ha sido acompañar y asesorar en la conformación de los Equipos de Decanato de Animación Pastoral (EDEAPS) en toda la diócesis, con la finalidad de que conozcan su ser y quehacer y realicen las acciones que les correspondan en esa instancia. La experiencia ha sido de mucho entusias-mo, participación y espectativa, pero sobre todo con gran entusiasmo para emprender esta nueva etapa de nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

Esta acción se llevó a cabo comenzan-do con la Vicaría de San Francisco de

Asís el día 12 de febrero; después, el día jueves 18 de febrero en la Vicaría San Buenaventura; en el mes de marzo en la Vicaría de San Pablo el día 01, y final-mente en la Vicaría de la Purísima Con-cepción el 11 de marzo.

Ponemos en las manos de nuestra Madre, estrella de la evangelización, y de nuestro buen indio San Juan Diego, estas iniciativas a favor de la extensión del Reino de Dios en nuestra sociedad.

20 de marzo de 2016

Acompañamiento del Equipo Diocesano de Animación Pastoral

Por: Madre Nadia RafaelDiócesis de Cuautitlán

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5Mensajero Caminar Diocesano

Ante la situación educacional que recientemente se ha venido transfor-mando en nuestro país, la urgente nece-sidad de la Iglesia en su misión por anun-ciar el Evangelio, ha ido adquiriendo un enfoque más abierto e incluyente bus-cando siempre nuevas estrategias pas-torales que permitan la atención y la extensión de la eclesialidad hacia cada persona; sintiendo esta realidad tan cercana en la Diócesis de Valle de Chal-co, el pasado 11 de marzo del año en curso, se llevó a cabo la primer firma de acuerdos de cooperatividad entre la Universidad Azteca y la Diócesis a tra-vés de la Pastoral Universitaria.

Fue así que en las instalaciones de la Universidad Azteca campus Chalco se reunieron autoridades eclesiásticas e institucionales en sesión solemne para consolidar oficialmente el primer Departamento de Espiritualidad y Voca-ción al Servicio (DEVS).

Entre vivas, aplausos y sentimientos encontrados la comunidad universitaria azteca animada por la Lic. Katia Jurado Ruiz y el Lic. Salvador Sandoval Vive-ros, directores académico y administra-tivo respectivamente, esperaban con ansia la llegada de Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, Obispo de la Dióce-sis; quien a su vez sostuvo en primera

instancia un diálogo con el Dr. José Agustín López González Pacheco, Rec-tor Nacional de Universidad Azteca.

La ceremonia protocolaria inició con la presentación del honorable presi-dium.

Enseguida se escuchó al Dr. José Agus-tín López y a Mons. Víctor René Rodrí-guez quienes dirigieron un significativo saludo a los presentes resaltando la importancia de esta celebración que suma los esfuerzos de todos aquellos que de alguna manera se han preocupa-do por el desarrollo y la formación inte-gral de los jóvenes en el sector universi-tario.

Posteriormente la Lic. Viviana Guada-rrama expuso de manera referencial la naturaleza de la Pastoral Universitaria afirmando que el desarrollo de la huma-nidad exige cada vez con mayor empe-ño una atención pastoral específica y pedagógica.

Enseguida el Pbro. Mario Ledesma Ibarra, responsable de la Pastoral Uni-versitaria de la Diócesis, presentó el objetivo de dicha pastoral enfatizando los aspectos primordiales que promue-ven la formación integral de los univer-sitarios.

Luego de esto el Lic. Octavio Hernán-dez De Jesús, titular de la Pastoral Uni-

versitaria, dio lectura a los acuerdos de cooperatividad entre ambas instancias dentro de los que destacan primeramen-te la creación del primer Departamento de Espiritualidad y vocación al Servicio (DEVS), el reconocimiento de la uni-versidad Azteca como institución de inspiración católica, la integración de la comunidad en la red de líderes universi-tarios, el acompañamiento sacerdotal de la comunidad universitaria, el otor-

gamiento de 40 becas cuatrimestrales a través de DEVS y la anticipación activa en las actividades de ambas estancias, entre otros. La ceremonia prosiguió con la firma de acuerdos y la debelación de dos placas conmemorativas que plasman en su interior la importancia de este gran acon-tecimiento.

20 de marzo de 2016

Se firman acuerdos para la creación del primer Departamento de Espiritualidad y Vocación al Servicio (DEVS)

Por: Lic. Octavio Hernández De JesúsPastoral Universitaria

El pasado jueves 10 de marzo vivimos como decanato un acontecimiento muy especial, tuvimos la oportunidad de pasar por la Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entre por ahí podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofre-ce esperanza. Así fue, participamos con alegría los decanatos 3 y 14 en la pere-grinación hacia nuestra amada Cate-dral. Fue extraordinario ver con qué fe el pueblo respondía a este llamado que el Padre Misericordiosos hace por medio de nuestro Pastor Mons. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc.Se notaba cómo cada uno de los parti-

cipantes expresaba su fe agitando sus banderas, globos, cantando con viva voz alabanzas y vítores al Señor de las

Misericordias que estaba presente ya en el Santísimo Sacramento del altar. Una vivencia en comunión: Sacerdotes, Laicos, Religiosas, Seminaristas, fami-lias completas presentes en esta espe-ranzadora experiencia que muestra la presencia de un solo corazón que da vida a esta Diócesis tan joven.Al pasar por la Puerta Santa y contem-

plar la Catedral repleta de hijos de Dios gozando de su presencia misericordio-sa, se experimentó la comunión que tanto anhelamos; se sintió cómo la vida consagrada con su asistencia, animaba este acontecimiento diocesano, ya que, como signo escatológico ayuda a tras-cender la vida de la Iglesia.La santa Eucaristía inició presidida por

nuestro Obispo Oscar Roberto Domín-

guez Couttolenc. ¡Dios mío! ¡El cielo en la tierra! El canto de entrada repetía una y otra vez “Misericordiosos como el Padre”. En la homilía nos exhortó a que, si somos discípulos, entonces actuemos como el Maestro, llenos de misericordia para con todos, como nues-tro Padre que es misericordioso con buenos y malos. Nos motivó a vivir

intensamente el Año de la Misericordia. “Los consagrados y consagradas esta-mos llamados a vivir y mostrar la mise-ricordia sobre los demás “porque a noso-tros en primer lugar se nos ha aplicado la misericordia”. Así como Jesucristo, el que nos eligió es misericordioso, “así estamos nosotros llamados a ser miseri-cordiosos los unos con los otros”.

Peregrinación Puerta Santa Catedral del Ecatepec

Por: Hna. Ofelia Rodríguez OrtizMisionera Agnus Dei

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Caminar Diocesano Mensajero6

Texcoco, Méx. 13 de marzo 2016. Con el fin de cultivar con mayor intensidad su vocación sacerdotal, seis seminaris-tas del Seminario mayor de Texcoco solicitaron públicamente su admisión para recibir las Órdenes Sagradas de parte de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco.

La Celebración Eucarística presidida por Don Juan Manuel y concelebrada por los sacerdotes: Pbro. Salustio San-tamaría, rector del Seminario mayor de Texcoco, Pbro. Iván García Sánchez,

responsable de la dimensión de discipli-na y Pbro. Antonio Ramírez Peña, se efectuó en la Santa Iglesia Catedral de la Inmaculada Concepción, en la cual, Juan Carlos Flores Valverde, Vladimir Gil del Ángel, Adán Medina, Luis Manuel López Ortega, Rubén Suárez y Víctor Contreras, se consagraron públi-camente a la Iglesia diocesana.

En su mensaje evangélico, nuestro obispo dio luces para vivir sin lastimar a nuestro prójimo, a no juzgar ni difamar a los demás, a ser como Cristo, en el que

todos esperaban que juzgara a la mujer que había cometido adulterio y sin embargo la perdonó sus pecados. Pidió que en vez de juzgar a nuestros herma-nos, haya que ayudarlos a superar sus complejos y también sus equivocacio-nes “…a cuántas personas habremos lanzado piedras”, señaló.

El obispo de Texcoco invito a los can-

didatos a las Órdenes Sagradas a “tener el sentimiento de Cristo, estar cerca de Cristo, participar en su vida, en su sufri-miento, en su muerte y también en su gloriosa resurrección”. Don Juan Ma-nuel encomendó a Dios a los jóvenes seminaristas para que lleguen a ser dig-nos ministros de la Iglesia, de recibir el ministerio apostólico.

20 de marzo de 2016

Tengan los sentimientos

de CristoPor: Sofía L. Godínez

Amiguitos, iluminen la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén

Page 7: Mensajero 201

7Mensajero Semana Santa

Por la señal de la Santa Cruz...

Señor mío Jesucristo...

Bienaventurados aquellos que luchan por la justicia y promueven la paz, (Cf. Mt 5,9-10). Así es como llama Jesús a quienes hacen suya la labor de ser los mensajeros de la buena noticia, aun en tiempos donde el sentido de esas palabras parece haberse perdido. Felices aquellos que son sensibles al clamor de las víctimas y dejan la comodidad para ser cirineos de los desolados.

En este camino, memorial del paso que dio Jesús para dar libertad al hombre, no podemos cerrarnos a una contrición en la que no nos interpele nuestro papel ante la situación de inseguridad que vive nuestro país.

Hacemos nuestro el llamado que hacen los pastores de nuestra Iglesia en la exhortación apostólica, para unirnos en la celebración de los signos litúrgicos cuaresmales y pensar en la misión, que como pueblo de Dios, tenemos en la construcción de la paz, para la vida digna de los pueblos.

Oración inicial

Señor Jesucristo, Tú que no eres ajeno al caminar doloroso del hombre y que no ahorraste ni un solo paso por la senda que te condujo al Calvario.Ayúdanos a seguirte en este recorrido, haciendo nuestro el dolor de nuestra patria que sufre el látigo de la violencia. Llévanos de la mano a la paz que conquistaste con tu muerte,Y permítenos trabajar en tu nombre para devolver la esperanza a loshermanos.

Primera EstaciónJESÚS ES CONDENADO A MUERTE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

«Reo es de muerte», dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero, cedió ante la presión

20 de marzo de 2016

Vía Crucispor la reconciliación a la paz

Page 8: Mensajero 201

Mensajero8

Como cada año la celebración del “Do-mingo de Ramos”, marca el inicio de la celebración de la Semana Santa. Es uno de los días en donde la mayoría de los fieles católicos acudimos a misa, es un día importante.Sin embargo, pudiera ser que nos

ayude a vivir mejor este Domingo si conociéramos en realidad qué es lo que celebramos y cuál el sentido de esas palmas que con tanto esmero buscamos bendecir para después llevar a nuestros hogares.El domingo de Ramos, fundamental-

mente es un domingo como todos los demás, se celebra el hecho de la Resurrección del Señor, su victoria. Sin embargo, cuenta con características propias que vale la pena tomar en cuenta para celebrar mejor y avivar nuestra fe.Una de estas características del

Domingo de Ramos es la Procesión. En la liturgia de este día, se nos sugiere que haya una procesión o una entrada solemne antes de la Misa principal, así lo leemos en la rúbrica de la misa de este día: “En todas la Misas se conmemora la entrada del Señor a Jerusalén mediante una procesión o una entrada solemne, antes de la Misa principal…”. Pero ¿por qué es importante hacer una procesión? No solo por el hecho de hacer folclor o porque se ve bonito.El calendario litúrgico nos da la

siguiente orientación:“en particular la procesión es como

una aclamación ante la victoria del Señor, que celebramos cada domingo; la narración de la Pasión subraya el aspecto de que la victoria de Cristo se obtiene a través del sufrimiento. Las palmas y los ramos – signos populares de victoria – manifiestan que la muerte

en la Cruz es camino de victoria, y vic-toria ella misma, por cuanto esta muer-te destruyó la muerte” (calendario litúrgico-Pastoral. Buena Prensa 2016).Es por ello que la procesión no tiene

solo la simple finalidad de conmemorar un hecho histórico pasado, sino es una auténtica profesión de fe en que la cruz y la muerte de Cristo son, en definitiva, una victoria.Por tanto, la bendición de los ramos

queda en un plano secundario. Lo que la Iglesia pretende en este día es aclamar a Cristo que, por la Pasión, entra en la gloria de la Resurrección; la finalidad que se persigue con los ramos benditos no es, pues, dar simplemente a los fieles unos “objetos benditos”. Sino instruir a los fieles a guardar los ramos benditos devotamente como recuerdo de su acla-mación al Señor, que vence la muerte. El sentido mismo de estos, exige. Pues, que con ellos se aclame a Cristo.

20 de marzo de 2016

amenazante del pueblo que, instigado por sus jefes, gritaba: «¡Crucifícalo, crucifícalo!»

¿Por qué la injusticia crea espacios donde las voces de los débiles no son escuchadas?

La corrupción es una forma de violencia, que al inocularse en las estructuras del servicio público, se transforma en delincuencia organizada, que de manera descarada se impone la mordida como condición a los ciudadanos para recibir un beneficio o servicio gratuito. Este tipo delincuencia se defiende asimismo de manera violenta, llegando a generar muertes para ocultarla. (No. 46)

Señor, mensajero de la verdad, ponemos en tus manos a todas las víctimas de la corrupción y a todos aquellos que la propician. Ayúdanos a trabajar por un México más honesto en donde todos trabajemos por el bien común. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R. /R. / Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Segunda EstaciónJESÚS CARGA CON LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Condenado a muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quita-ron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la Cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo.

¿Por qué existe este abismo que nos separa a los seres humanos?México es uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza

en el mundo, A esta situación se ha llegado por el progresivo deterioro de la capaci-dad adquisitiva de los trabajadores; por el incremento del desempleo (No.33)

Señor, tú que fuiste despojado de todo y maltratado por los poderosos, te pedimos que acompañes a los hermanos que sufren la falta de oportunidades. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Tercera Estación JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la dureza de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz.

¿Por qué hay hermanos y hermanas nuestros que ceden a la tentación de la violen-cia?

La seguridad (…) se relaciona con la inversión que se hace en políticas de acceso la educación y el trabajo. Para muchos jóvenes es más fácil conseguir un arma que una beca educativa. La inseguridad se relaciona con la carencia de espacios públicos para la convivencia que sean saludables, sanos, seguros, rurales, plurales e inclu-

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

Domingo de la Pasión del Señor

Por: Pbro Erik Barbabosa Arreguín

Semana Santa

Page 9: Mensajero 201

9Mensajero

El jueves santo, por una tradición popu-lar es conocido como el inicio del Triduo Pascual, aunque en realidad, el inicio de éste es el viernes santo, y junto con él, el sábado y el domingo, conforman los días mayores de la sema-na santa. El jueves por su parte es como una introducción a los sagrados misterios que esos días viviremos y celebraremos. El jueves santo, por una antigua tradi-

ción, sólo se celebran dos misas: En la mañana, en la Catedral la Misa Crismal, que preside el obispo diocesano en torno a su presbiterio y en la que se ben-dicen y consagran los óleos que se ocu-

parán a lo largo del año para los sacra-mentos que se administrarán a los bauti-zados, confirmados, ordenados sacer-dotes y a los enfermos -aunque en algu-nas Iglesias diocesanas se celebra el martes santo-. Por la tarde, se celebra la misa llamada

"In coena Domini" (en la cena del Señor), en la que se conmemora la últi-ma cena de Jesús con sus discípulos antes de morir en la cruz, y en la que celebramos, la institución de la Eucaris-tía, la institución del sacerdocio y el mandamiento del amor. Es peculiar que después de la celebración de la tarde, el Santísimo Sacramento de la Eucaristía

quede reservado en un lugar que facilite la adoración de los fieles, de manera que durante la noche, o una buena parte de ella, los fieles puedan orar y velar con el Señor. Además, terminada la Eucaristía de la tarde, podemos decir que hemos entrado en el corazón de la Semana Santa, las celebraciones siguientes serán, celebraciones del amor de Cristo. En torno a este día, existen diferentes

devociones populares, como la distribu-ción del pan y la manzanilla después de la misa de la tarde, que recuerda a los fieles el don del Cuerpo del Señor y lo amargo de la Cruz que nos dio nueva vida. De la misma manera, en muchos lugares, especialmente donde se hace la representación de la pasión del Señor, esta noche es costumbre que se haga la escenificación de la aprehensión de Jesús. En cualquiera de los casos, ni la manzanilla, ni el pan, ni acudir a la representación de la aprehensión es obligatorio para los fieles cristianos, antes bien, estamos llamados a partici-

par, al menos de la celebración eucarís-tica de la tarde y de un momento de ado-ración ante el Señor sacramentado. No está por demás decir que, el centro

del Jueves Santo es la "entrega", pues sólo desde la entrega, puede entenderse lo que este día celebramos, porque, la Eucaristía no es sino la entrega del Cuer-po y la Sangre del Señor, de hecho cuan-do el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración del Cuerpo, dice: "tomen y coman todos de él, porque esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes", y algo muy semejante en la oración sobre el vino. Sólo desde la entrega puede entenderse la institución del sacerdocio, que no es otra cosa sino la entrega de la vida de un hombre que quiere servir a Dios en sus hermanos. Y lo mismo el amor, que no puede ser entendido sino desde la entrega total e incondicional por amor. Que los días santos sean una oportuni-

dad para entregarnos con mayor fe al Señor y a aquello que nos toca hacer.

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yentes (No. 50)Señor, que nos has llamado a vivir en la verdad y en la caridad, haznos testigos de tu

amor para que tu caridad resplandezca en medio de los caídos por causa de la violen-cia. Ayúdanos a levantarnos de nuestras propias caídas y fortalecer a quienes viven con miedo o se sienten inseguros. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Cuarta EstaciónJESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

En su camino hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la alcanza a ver entre la muchedumbre. Las miradas se encuentran, la Madre ve al Hijo destrozado; Jesús ve a María triste y afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor del otro.

¿Cuántas madres lloran en nuestro país la violencia que han sufrido sus hijos? ¿Cuántas mujeres sufren violencia, sólo por el hecho de ser mujeres?

La violencia contra las mujeres representa desafío social y cultural. Esta conducta

es aprendida y tolerada socialmente; se relaciona con la comprensión que los hom-bres y las mujeres tienen de su masculinidad y feminidad (No. 69)

Señor, que has hecho que el amor sea una fuerza extraordinaria, que mueve las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz, haz que en nuestras familias el amor se exprese en el respeto y cuidado de las mujeres que son: madres, hermanas, hijas, esposas. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Quinta EstaciónJESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario; tras su pri-mera caída, fue evidente su agotamiento. Temerosos los soldados de que la víctima sucumbiese antes de hora, pensaron en buscarle un sustituto. Entonces el centurión obligó a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús.¿Dónde están los cirineos que ayuden a llevar su cruz a quienes sufren por causa de

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

Entrada al corazón de la Semana Santa

Por: CODIPACS Izcalli

Semana Santa

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10 Mensajero

Las tradiciones y costumbres de un pueblo llevan consigo la evolución de su pensamiento y forma de sentir. Una procesión es una expresión de fe, del pueblo de Dios que va en marcha hacia la casa del Padre, sin embargo también tiene elementos que expresan la cultura, ya que es un desfile religioso organiza-do por personas que realizan un recorri-do, de un lugar a otro, o bien partiendo de un lugar y volviendo a él, se pude decir que son manifestaciones cultua-les, artísticas y religiosas.

Estamos en Semana Santa, de la cual el Viernes Santo es día donde nos uni-mos al sufrimiento de Cristo, acusado injustamente y de manera ilegal siendo condenado a la muerte, con el mayor castigo para un delincuente: cargar su cruz; ser llevado por el camino que lo conduce al monte Calvario, donde será crucificado, un camino donde cae en tres ocasiones, su madre María en un encuentro inesperado lo reconforta, el Cirineo lo ayuda a cargar la pesada cruz,

se encuentra con la Verónica y consuela a la mujeres, Jesús es crucificado y alrededor de las 3 de la tarde expira; momentos de dolor y luto.

La procesión del Silencio, tradición que marca el luto de María, una proce-sión donde las imágenes del Cristo yacente, la Dolorosa, María Magdalena y Juan son cargadas y acompañadas por todo el pueblo, caminando con una vela y en total silencio, en señal de respeto y arrepentimiento, compartiendo el luto y dolor de María.

Todas las diversas manifestaciones han de contribuir a mostrar y fomentar la vida de la Iglesia. En muchos lugares se trasladan en andas imágenes religio-sas de gran belleza y arte, que dan a conocer la fe de los pueblos, también la música sacra se puede apreciar en estos días santos, como son las marchas pro-cesionales.

Hagamos de esta Semana Santa una tradición viva y eficaz, recordando y siendo parte de las procesiones que

recuerdan los momentos que Cristo vivió y sufrió por nosotros, para liberar-nos de las cadenas de la obscuridad y el

pecado, para hacernos libres y llevarnos por el camino de la luz y de la resurrec-ción a la vida eterna.

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la violencia?La vida comunitaria es la primera víctima de la violencia. La percepción de insegu-

ridad y el miedo, lleva a las personas a buscar espacios seguros refugiándose en sus propias casas, aislándose, encerrándose en él individualismo y la desconfianza, en el enojo, en el resentimiento y en el deseo de venganza (No. 76)Señor Jesús, enséñanos a llevar la cruz de otros, especialmente que quienes han

perdido la esperanza, o viven encerrados por el miedo y la inseguridad. Danos valor para hacer de nuestras familias y comunidades, espacios seguros, de pacífica convi-vencia. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Sexta EstaciónLA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no tenía aspec-to que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo

tuvimos en cuenta». Es la descripción profética de la figura de Jesús camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor... Entonces, una mujer del pueblo, se abrió paso entre la muchedum-bre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús.¿Dónde están las manos que enjugan las lágrimas de quienes lloran sin consuelo la

pérdida de sus seres queridos, víctimas de la violencia?Las relaciones familiares también explican la predisposición a una personalidad

violenta. Las familias que influyen para ello son las que tienen una comunicación deficiente; en las que predominan actitudes defensivas y sus miembros no se apoyan entre sí (No.67)Señor Jesús, rescátanos de la envidia y del egoísmo; fomenta en nuestras familias

la caridad fraterna y la experiencia del perdón y de la ayuda mutua. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Séptima EstaciónJESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a la cima de la empina-

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

Procesiones: Manifestaciones culturales en Semana Santa

Por: CODIPACS Ecatepec

Semana Santa

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11Mensajero

El sábado santo es un día de oración junto a la tumba esperando la resurrec-ción. Es día de reflexión y silencio. No se celebra la Misa, por lo que los altares se conservan totalmente desnudos, las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos y vacíos en señal de la muerte de Jesús. No puede darse la Comunión (únicamente a las personas que estén prontas a morir) hasta la Vigilia Pas-cual, que se celebra por la noche.

Acompañar a MaríaEl sábado santo es el día de la soledad

de María. Para ella sigue la pasión en su

alma. Sufre con el recuerdo de cada uno de los gestos de su Hijo, sus quejidos, sus palabras. Sabe que ha triunfado, pero ella está sola, Él no está con ella. María permanece fiel en su dolor pen-sando en las palabras de su Hijo: “al tercer día resucitaré”.

Pensando en el dolor que María vivió este día, se acostumbra acompañarla a través del rezo del Santo Rosario, como manera de unirnos a su dolor y permanecer con ella en espera de la resurrección.

La Vigilia PascualPor la noche se celebra la Vigilia Pas-

cual la cual nos introduce en el domin-go más importante de la historia, el de la Pascua de Cristo.

Después de la Vigilia solemne o espera nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual que dura los cincuenta días subsiguientes.

Esta celebración suele ser larga, pero en la medida en que comprendamos su significado podremos vivirla con mayor devoción. Tiene cuatro partes importan-tes:

1. Celebración del fuego nuevo. Al iniciar la celebración, el sacerdote

enciende un fuego nuevo con el que prende el cirio pascual, que representa a Jesús. Sobre el cirio, marca el año y las letras griegas “Alfa” y “Omega”, que significan que Jesús es el principio y el fin del tiempo y que este año le pertenece.

Con la luz del cirio pascual se encien-den las demás velas y se camina en pro-cesión, guiados por el sacerdote con el cirio pascual. Esto representa al pueblo que camina por las tinieblas iluminado por la luz de Cristo.

2. Liturgia de la Palabra. Se acos-tumbra leer siete lecturas. Esta es una manera de conocer más a fondo nuestra historia y recordar el camino de amor que Dios ha seguido desde el momento que nos creo, hasta el cumplimiento de su promesa de no dejarnos solos, con la venida de Jesús al mundo.

3. Liturgia Bautismal. Se bendice el agua, la cual nos recuerda nuestro Bau-tismo, que es cuando pasamos a formar parte de la familia de Dios. Esta liturgia nos invita a renovar nuestras promesas y compromisos bautismales: renunciar a Satanás, a sus seducciones y a sus obras y confirmar nuestra entrega a

Jesucristo.4. Liturgia Eucarística. En este

momento Jesús desciende a la hostia en la última parte de la Vigilia Pascual, para entrar en nosotros y poder dialogar de corazón a corazón. Con la Eucaristía se termina el ayuno cuaresmal: Jesús se da a sí mismo como alimento de vida eterna a su Iglesia. La celebración de la Eucaristía es el punto culminante de la Vigilia porque es el sacramento pascual por excelencia, memorial del sacrificio de la Cruz, presencia de Cristo resucita-do y pregustación de la pascua eterna.

Después de recorrer cada parte de esta celebración litúrgica, podemos decir que bien vale la pena este tiempo que pasamos en familia como Iglesia cele-brando la cercanía de Dios que resucita liberándonos de la muerte y abriéndo-nos las puertas del cielo, el recordar la historia de nuestra salvación, renovar las promesas de nuestro Bautismo y recibir a Cristo mismo en la Eucaristía.

Que esta Vigilia Pascual sea la oportu-nidad para agradecer sinceramente a Cristo su sacrificio y su resurrección.

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da calle que daba a una de las puertas de la ciudad. Allí, extenuado, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir su camino.

¿Cuántos jóvenes buscan levantarse de la postración en que se encuentran pero no encuentran los medios?

El porcentaje de jóvenes que, incluso teniendo estudios, no tiene acceso los empleos estables y remunerados es alto. Esto hace que muchos de ellos, ante la falta de alternativas, sean oferta laboral para la demanda de quienes se dedican al narco menudeo o la delincuencia organizada (No 39).

Señor, tu vida y tu Palabra son para nosotros anuncio de paz y de vida; danos tu Espíritu, que ilumine nuestra imaginación de la caridad, para que sepamos encon-trar alternativas de vida digna para los jóvenes que no encuentran empleo o viven encadenados a alguna adicción. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Octava EstaciónJESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Dice el evangelista San Lucas que a Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, vol-viéndose a ellas les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos».

¿Somos incapaces de indignarnos o condolernos ante el sufrimiento ajeno?La violencia social tiene muchas manifestaciones, entre ellas: la violencia de gru-

pos por razones políticas; la violencia entre relaciones laborales; la violencia vincu-lada a actitudes discriminatorias que no sólo se da por cuestiones étnicas, sino tam-bién por grupos de jóvenes que son ofendidos por su orientación sexual; violencia en las escuelas, en las calles; la que se da en el tránsito vehicular, etc. (No 59).

Cristo Jesús, que escuchas a los que sufren por causa de la violencia y no eres ajeno al sufrimiento humano, te pedimos que nos hagas capaces de compadecernos de quienes sufren por causa de la violencia; modela nuestros corazones conforme al tuyo para que sepamos expresar sentimientos, pensamientos, gestos y palabras de paz. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Novena EstaciónJESÚS CAE POR TERCERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser cru-cificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin energías ya para levantarse. Las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento.

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

¿Qué se celebra el sábado santo?Por: José Juan Montalvo Valdés

Semana Santa

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12 Mensajero

Al ver, pues, con san Lucas, a Jesucristo en quien han sido reconciliadas todas las cosas, (cf. Ef.1,3-10; 2,13-16), nos damos cuenta que todos somos pecado-res, que todos hemos sido reconciliados con el Padre en él. Si la misericordia nos alcanza es en él.

Afirmamos que él está con nosotros hasta el fin del mundo, Jesús nos dice que la misericordia ofrecida en su vida entregada, es él, presente, enraizada en nuestras vidas sometidas a la tentación, heridas, pecadoras, pero llenas de con-fianza. Nuestra confianza descansa sobre el perdón definitivo que es él mismo, sobre esta misericordia inscrita en la historia y en los brazos de la cruz.

Para cambiar nuestras vidas, nosotros no esperamos una utopía. Nosotros cambiaremos nuestra vida por su poder que atraviesa la historia. Si podemos reconciliarnos con Dios y con “los otros” es que, un día, el universo fue reconciliado definitivamente en Cristo. De hecho, es la misericordia la que mueve los hilos del tiempo de los hom-bres y que asegura la presencia divina desde los orígenes hasta nosotros. La

misericordia renueva el proyecto origi-nal, lo fortalece, lo garantiza. La resu-rrección de Cristo, manifestada en nues-tros cuerpos mortales nos hace experi-mentar que este amor paterno es más fuerte que la muerte, tanto física como espiritual. Vivir de la misericordia, es vivir una liturgia Pascual.

En el desarrollo de su evangelio, Lucas lleva al lector a confesar su com-plicidad con el escándalo de la muerte de Cristo (ver El sentido del cap.13). En efecto, el lector, ¿no se ve tentado a vociferar como la multitud: «crucifíca-lo, crucifícalo» (23,21); nosotros somos pecadores, y reconociéndonos como tales, es como puede surgir la seguridad de una misericordia universal, pero siempre singular, es decir, que toca a cada uno en particular (como al buen ladrón). La cruz es el cumplimiento del programa mesiánico proclamado por Jesús en Nazaret (4,18-21). Tanto el judío como el centurión, están llamados a reconocer en esta figura perfecta de la inocencia, al «justo», al único justo; es el momento cuando el resucitado, y nosotros con él, tomamos verdadera-

mente lugar en el Templo de la Jerusa-lén celeste, por pura gracia. A todo peca-do, misericordia, para aquél que tiene la humildad de reconocerlo, misericor-dia. Si el hombre Dios ha muerto por nuestras faltas, en su cuerpo entregado por nosotros, se encuentra nuestro per-dón y nuestra vida nueva. La misericor-dia pasa por el cuerpo entregado de Cristo, entregado «en manos de los pecadores».

Lucas nos muestra que existe un ver-dadero dinamismo de la misericordia que teje los lazos fraternales de la huma-nidad. Si Dios nos ha hecho misericor-dia en Cristo, en el mismo movimiento, nosotros estamos llamados a hacer mise-ricordia a los otros. La resurrección es la revelación completa de un amor miseri-cordioso y vencedor. «Cantaré sin fin la misericordia del Señor» (Sal. 89,2). La resurrección anuncia «el cielo nuevo y la tierra nueva» (Ap. 21,1), mientras que el «mundo viejo» no haya pasado, la cruz será el lugar donde el amor se revela como misericordia. La persona de Cristo sobre la cruz, es una llamada paradójica para cada cristiano. Noso-

tros no podemos tener misericordia sin Dios, pero Dios nos pide tener miseri-cordia de su Hijo crucificado. Cristo suscita por su inocencia ofrecida, nues-tra misericordia porque ha sido su amor que lo identifica con los pecadores. Se trata de una llamada a vivir éste «admi-rable intercambio» entre Cristo y cada uno de nosotros.

Por último, digamos que la misericor-dia es más amplia que el perdón. Se inscribe en la historia de los hombres en muy diversas formas. El año jubilar nos invita a una lectura del tercer evangelio bajo esta perspectiva: ¿Qué aspectos toma, en los hechos y dicho de Jesús narrados por Lucas? Este sobrevuelo nos hará descubrir la importancia de la misericordia en la vida cristiana. Tener misericordia es una obra humana de todos los días.

Quiero terminar parafraseando las palabras de Jesús: Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en el mun-do? Si no encuentra fe, tampoco encon-trará misericordia. Seamos, pues, mise-ricordiosos, como nuestro Padre Celes-tial es misericordioso.

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¿Cuántos hermanos nuestros caen buscando condiciones de vida más favorables?En el contexto de la violencia urbana merecen atención la vulnerabilidad de los

migrantes que a su paso por las grandes ciudades, quedan expuestos a todo tipo de vejaciones, maltrato, extorsión e incluso explotación. Se trata de quienes del campo van a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, y de personas proceden-tes de Centro y Sudamérica (No. 80)

Señor Jesús, que recibiste agradecido la hospitalidad de tus amigos, enséñanos a ser hospitalarios con quienes van de camino cruzando nuestro país; bendice a quie-nes dedican sus esfuerzos a mitigar sus penas y a quienes buscan mejores condicio-nes de vida, no los dejes caer en la tentación de la ganancia fácil e ilícita. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Décima EstaciónJESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, lo despojaron de sus vestiduras.¿Cuántos niños y niñas son despojados violentamente de su inocencia?Desgraciadamente también es un hecho el crecimiento y la frecuencia con que

actualmente se hace violencia los niños de diferentes maneras. El hecho de haber

sufrido malos tratos durante la infancia o haber sido testigo de la violencia en el seno de la familia incrementa el riesgo de violencia a la edad adulta (No. 71)

Señor Jesús, que dijiste «dejen que los niños se acerquen a mí, no se lo impidan» te pedimos por los niños y niñas de nuestras familias y comunidades; conserva en ellos la mirada inocente y no permitas que sufran y sean dañados por nuestro egoísmo. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Undécima EstaciónJESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

«Y lo crucificaron», dicen escuetamente los evangelistas. Había llegado el momen-to terrible de la crucifixión, y Jesús fue fijado en la cruz con cuatro clavos de hierro que le taladraban las manos y los pies. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cris-to quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos.

¿Por qué nos hemos acostumbrado a escenas de dolor como la muerte y al sufri-miento de los demás?

Los medios de comunicación contribuyen a la cultura de la violencia al difundir la cultura del miedo: lucrando con el sensacionalismo sangriento; contando con lujo de detalles los hallazgos macabros; repitiendo una y otra vez, los móviles crimina-les, todo ello sin el más mínimo pudor respeto por su auditorio, para las víctimas o

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

La Resurrección es el camino de la misericordia

Fuente: www.jesusmaesto.tk

Semana Santa

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1Mensajero 3

La Vigilia Pascual contiene una gran cantidad de signos y textos eucológicos que arman la gran sinfonía del amor redentor que vence el pecado y la muer-te. Así lo leemos en el Prefacio I de Pas-cua propuesto para esta liturgia: “En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en esta noche, en que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado. Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida”.El texto, en su simplicidad, encierra

una exquisita descripción latréutica de la misericordia de Dios en la acción salvadora de Cristo. Si nos detuviéra-mos solamente en los verbos, tendría-mos la llave de acceso para entender el camino que siguió nuestro Salvador: quitó el pecado, muriendo destruyó la muerte, resucitando restauró la vida.En la celebración de la Vigilia pasa-

mos de la obscuridad a la luz, de la muer-te a la vida, de la espera a la realización, del dolor por la muerte a la alegría de la

resurrección. Esta liturgia que como sabemos es la madre de todas las vigi-lias se convierte en un canto, en una elegía de alabanza que se proyecta en el tiempo de la Iglesia. Es una elegía que se nutre y celebra domingo a domingo hasta la Pascua definitiva. Sería dramá-tico, en aras de la practicidad u otros pretextos pseudo-pastorales, quitar lecturas, cambiar ritos, empobrecer los signos. Esta liturgia enseña a caminar, a esperar, a meditar, a celebrar, a convi-vir, etc. Es una obra maestra de pedago-gía mistagógica. El sepulcro ha queda-do vacío y los signos que encierra son pocos y parecen inertes: el Señor ha resucitado. Por este motivo la Iglesia aguarda la resurrección de los muertos mientras proclama su fe en el Resucita-do y de suyo lo canta cuando dice: anun-ciamos tu muerte, proclamamos tu resu-rrección, ven, Señor, Jesús. Los signos litúrgicos de esta celebración, aunque son muchos y ricos de contenido signifi-cante, cobran un “significado” peculiar en el sudario y la mortaja que se encuen-tran “doblados aparte”. Lo que indica

que tendremos que desdoblarlos con respeto y con profundo amor para dejar que nos develen paulatinamente el gran misterio que en ellos se representa. Esto vale para cada vigilia, para cada domin-go, para cada celebración.La Semana Santa es una extraordinaria

oportunidad para vivir y amar la salva-ción operada por Cristo. Nos asomamos a una escuela de vida en medio de una

gran cantidad de signos que le abren al cristiano, y de modo particular al cele-brante, los tesoros más ricos y abundan-tes de la misericordia divina que no termina, que no tiene otro límite que el de nuestra adhesión al pecado. Habrá que permitir al Señor que actúe en noso-tros mientras preparamos, celebramos y vivimos su misterio pascual.

Fuente: www.vidapastoral.com

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para sus familiares y sin medir el impacto social o comunitario (No. 88)Señor Jesús, tu nunca fuiste insensible al dolor humano y sin embargo padeciste la

indiferencia que quienes como espectadores presenciaron tu crucifixión. Danos entrañas de misericordia ante el dolor humano, para que nunca nos acostumbremos a la violencia fratricida y sepamos hacernos solidarios con quienes sufren. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Duodécima EstaciónJESÚS MUERE EN LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús; en ellas recibimos el testamento vivo del Señor, el testimo-nio de su amor hasta el extremo, un amor que perdona. Desde la cruz, Jesús pidió perdón para quienes, siendo inocente, lo habían condenado. Después de esto,

sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó del vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.

¿En medio de nuestro dolor, sabemos perdonar a quienes nos han ofendido?Son muy lamentables las muertes de miles de personas, entre ellas muchas inocen-

tes y efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado. Al amparo de la confusión generada por esta violencia, se consuman crímenes de quienes se hacen justicia por su propia mano por otra clase de agravios entre particulares. (No.24)

Señor Jesús, que en la Cruz nos has dado la lección más grande del amor, perdo-nando a tus injustos agresores, danos tu Espíritu, para que en medio de nuestros dolo-res, sepamos ponernos por encima de todo resentimiento y perdonando rompamos la espiral de la violencia. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Decimotercera EstaciónJESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Después, José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de Jesús, obtenido el permiso de Pilato y ayudados por sus criados o por otros discípulos del Maestro, se acercaron a la cruz, desclavaron cuidadosa y reverentemente los clavos de las manos y los pies y

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Vigilia PascualSemana Santa

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Frase que ha perdido importancia, pre-sencia, sentido en nuestras vidas. Es la exclamación que da sentido a nuestra fe, sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Nos olvidamos de lo esencial; esta semana, la Semana Santa, la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae. Vivir la Semana Santa es acompañar a

Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.Acompañemos a María, la Madre de

Jesús que vive el drama y el dolor de la Pasión, aun sabiendo que se está reali-zando el proyecto de salvación.Lo importante de este tiempo no es el

recordar con tristeza lo que Cristo pade-ció, sino entender por qué murió y resu-citó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.Y, así, venciendo las tentaciones que el

mundo nos ofrece, para descansar y divertirnos, podamos exclamar conven-

cidos, en el Espíritu del Señor: “¡No está aquí, ha resucitado!”

Feliz fiesta de Pascua de la Resurrec-ción del Señor.

1 Mensajero420 de marzo de 2016

con todo miramiento lo descolgaron. Al pie de la cruz estaba la Madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su Hijo.

Hay quienes se acercan a ayudar y quienes prefieren no mirar ¿entre cuáles te encuentras?

El dolor de las víctimas inocentes, el sufrimiento, la perplejidad, el egoísmo, y la indiferencia, que la inseguridad y la violencia dejan en las familias y comunidades de México, traen a nuestro corazón el eco de las palabras del apóstol: « Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima, despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad» (Noo. 188)

Señor Jesús, ayúdanos a mostrarnos disponibles para ayudar a quienes sufren por el miedo, la inseguridad y la violencia. Solos podemos hacer muy poco, despierta en nosotros la conciencia de una ciudadanía responsable que se haga cargo de la noble tarea de lograr un orden social más justo. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Decimocuarta EstaciónJESÚS ES SEPULTADO

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

José de Arimatea y Nicodemo tomaron luego el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado. Cerca de allí

tenía José un sepulcro nuevo que había cavado para sí mismo, y en él enterraron a Jesús.

¿Somos solidarios con quienes son, en nuestras comunidades, víctimas inocentes de la violencia?

Hay que ir como buenos samaritanos al encuentro de las necesidades de los pobres y de los que sufren y «crear las estructuras justas que son una condición sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad»; éstas nacen del consenso moral de la sociedad sobre valores fundamentales. Donde Dios está ausente, estos valores no muestran toda su fuerza, ni se alcanza el consenso sobre ellos. (No. 165)

Enséñanos Señor a dar de lo nuestro, como José de Arimatea que te ofreció el sepulcro que había cavado para él. Que en medio del despojo que viven tantos her-manos nuestros, que apenas tienen lo necesario para comer, sepamos aliviar su sufrimiento, compartiendo con ellos de los bienes que nos has dado. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Decimoquinta EstaciónJESÚS RESUCITA DE ENTRE LOS MUERTOS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Pasado el sábado, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron muy de madru-gada al sepulcro. Llegadas allí observaron que la piedra había sido removida. Entra-

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

¡No está aquí, ha resucitado! (Lc 24, 6a)Por: Pedro Guadalupe Monroy,

Diócesis Valle de Chalco

Semana Santa

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ron en el sepulcro y no hallaron el cuerpo del Señor, pero vieron a un ángel que les dijo: «Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí».

¿Dónde buscamos a Jesús, entre los muertos o entre los vivos?Perdemos el tiempo cuando buscamos culpables o esperamos pasivamente que sea

sólo el gobierno quien dé solución a problemas que son de todos. Debemos actuar ya, cada quien en su propio ámbito de competencia. Las autoridades, con los recur-sos propios que le proporciona el Estado de Derecho para el ejercicio de su actua-ción; la sociedad civil, asumiendo responsablemente la tarea de una ciudadanía activa, que sea sujeto de la vida social; los creyentes, actuando en fidelidad a nuestra conciencia, en la que escuchamos la voz de Dios, que espera que respondamos al don de su amor, con nuestro compromiso en la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México. (No. 106)

Señor, ayúdanos como Iglesia a ponernos al servicio de la reconciliación, aníma-nos a trabajar juntos con todos los hermanos en la construcción de un cielo nuevo y

de una nueva tierra. Ayúdanos a permanecer unidos en la construcción de la paz y en el impulso del desarrollo humano integral y solidario de nuestro pueblo. AMEN.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Pequé Señor y me pesa, ten misericordia de mí. R/ R/ Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

Oración final:

Confiamos este momento de la vida de nuestra nación al maternal amparo de Santa María de Guadalupe, nos acogemos a su regazo e imploramos su bendición para que «en su casa, que es toda nuestra patria, logremos reconocernos hermanos y vivir en fraternidad» (No.258)

1Mensajero 5

El tema de la resurrección ocupa un lugar de primerísimo orden en el con-texto del Evangelio predicado por Pablo. En efecto, el Apóstol tuvo la misión de extender el mensaje cristiano “hasta los confines del mundo” (cfr. Hch 1,8); y en el desempeño de esta tarea, él fue el primer escritor cristiano que organizó y sistematizó el núcleo esencial de la fe cristiana, para presen-tarlo al mundo grecorromano, sin excluir tampoco a los judíos. Obvia-mente, Pablo no tenía pretensiones estrictamente literarias ni teológicas al escribir sus cartas. A él le importaba sobre todo la animación y acompaña-miento del proceso de fe de sus comuni-dades. La sensibilidad pastoral fue la causa de todas sus fatigas, misiones, incluidos los viajes, la fundación de comunidades, la escritura de cartas, el envío de emisarios, las visitas fraternas, y todo aquello que servía a su amplio proyecto evangelizador.Habiendo sido el primero en verse

forzado a recoger el kerigma cristiano,

el Apóstol encontró en el misterio pas-cual de Cristo la clave fundamental del Evangelio que se sentía enviado a anun-ciar por doquier. Y tan seguro estaba del origen divino de esta inspiración, que con firmeza llegaba a amenazar con maldiciones a quien predicara otro evan-gelio cristiano, así fuera un ángel del cielo, o él mismo (cfr. Gál 1,6-12).Los autores concuerdan en reconocer

en Pablo el autor más antiguo y el que más veces emplea el término “Evange-lio”. En realidad antes que una doctrina o una enseñanza teórica, el Evangelio para Pablo es una persona concreta, es Jesucristo mismo, eso sí, entendido desde la óptica de su misterio pascual; por eso fue un anuncio no sólo de pala-bra, sino acompañado con poder, con Espíritu Santo y plena convicción (cfr. 1Tes 1,5-10). Desde este carácter emi-nentemente personal del Evangelio paulino, se entiende que dicho anuncio tenga también un valor histórico y de proclamación, con poder salvador, y no como rueda suelta, sino como parte de

la tradición eclesial (cfr. 1Co 15,1-8).Esto significa que los hechos históricos salvadores realizados por Jesús se hacen presentes en toda proclamación, ya sea kerigmática, catequética o sacra-mental; reconociendo que las manifes-taciones sacramentales en la Iglesia, desde su inicio han sido consideradas formas concretas de proclamar la muer-te y la resurrección de Jesús (cfr. 1Co 11,26).Jesús sigue presente y actuando en la

fragilidad de la palabra humana de Pablo que predica el Evangelio (cfr. 1Co 2,1-5); Jesús mismo es aquel tesoro que se lleva en vasijas de barro, que podrían ser imágenes que representan las palabras del evangelizador (cfr. 2Co 4, 7).

La resurrección de Cristo, que da sen-tido y valor profundo a la propuesta de vida cristiana (cfr. 1Co 15,12-19), fun-damenta la enseñanza paulina, según la cual, los creyentes podemos también esperar tener parte en ese misterio de trascendencia e inmortalidad. Sólo a la luz de la resurrección de Cristo pode-mos llegar a plantear la posibilidad de la resurrección de los cristianos.Desde esta perspectiva podemos

encontrar varias dimensiones y caracte-rísticas complementarias de la enseñan-za de la resurrección en san Pablo, que nos dan una visión integral y muy rica de dicha realidad que reviste capital importancia para la vida cristiana.

20 de marzo de 2016

Vía Crucis por la reconciliación a la paz

La resurrección, gozne del Evangelio paulino

“Todos resucitarán en Cristo” (1Cor 15,22)Por: Danilo Medina Leguizamón

Semana Santa

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Mensajero16 Año Jubilar de la Misericordia

Si algo he aprendido en mis tres años de ser una mamá católica es que la batalla de mantener el balance entre los aspec-tos religiosos y seculares de una cele-bración no son tan fáciles de llevar. Y, no es fácil, porque las celebraciones seculares casi siempre son más atracti-vas que su contraparte religiosa. La Pascua no es la excepción. Como católi-cos que somos, la Pascua es la celebra-ción litúrgica más importante del año. Es un día en que reafirmamos nuestra fe en la Resurrección de Cristo. Pero, para la mayoría de los chicos, es el día en que el conejo de Pascua les trae una canasta llena de dulces y regalos.

Explicando temas difícilesParte del desafío de hacer participar a

nuestros hijos en las celebraciones reli-giosas es que la mayoría de las fiestas de

la Iglesia son para adultos en naturaleza y contenido. Por ejemplo, algunos años atrás, leí un libro sobre la Semana Santa y la Pascua a mi sobrina de cuatro años. Luego de semanas de leer el libro, la niña le hizo preguntas a su mamá –que sólo podría hacerlas niñas de cuatro años- acerca de lo injusto que había sido el arresto y la crucifixión de Jesús y como él se las "ingenió" para resucitar entre los muertos después de tres días.En vez de apartar su atención de estos

temas, su mami aprovechó la oportuni-dad de responder, de una forma creati-va, las preguntas a la luz del Evangelio. Los muchos símbolos e historias que acompañan la Semana Santa y la Pascua proveen numerosas oportunidades para comprometer a los chicos y enseñarles más acerca de la fe. En esta Pascua busca oportunidades para hacer cone-

xión entre las tradiciones festivas secu-lares y las cristianas. Oportunidades hay, tú deberás aprender algo nuevo en el proceso.

Los mayorcitos de la casa¿Cómo hacer que los adolescentes se

involucren en la Pascua? En esta etapa difícil y rebelde de todo ser humano, toma un poco más de esfuerzo hacer que ellos se involucren ya que por lo general los chicos aprovechan estas fiestas para pasar más tiempo con sus amigos en lugares de diversión o simplemente optan por estar fuera de casa. Por ello, conviene apoyarse en los grupos juveni-

les que existen en las parroquias. Casi siempre, durante los oficios de Viernes Santo, los pasajes del Evangelio sobre la Pasión de Cristo, su muerte y Resu-rrección son leídas o interpretadas en alguna obra teatral. Estas obras a menu-dos son interpretadas en la Cuaresma y Pascua. Se sugiere que el grupo juvenil o grupo de amigos –con la guía de un párroco o liturgista- protagonicen la obra de la Pasión para la comunidad parroquial o escolar.

Fragmento de: http://jesusamigo.wordpress.com/

La Pascua es la fiesta más grande que tenemos los católicos ya que celebra-mos que Jesús venció a la muerte y nos ganó el Cielo para toda la eternidad.Es así que a partir de este momento y

hasta la fiesta de Pentecostés debemos vivir una fiesta constante.Es muy bueno que en familia también

podamos vivir ese ambiente por eso aquí están 5Tips para vivir la Pascua en familia.

PRIMERO. EXPLICA A TUS HIJOS LO QUE ES

Es importante explicarles a nuestros hijos lo grande de esta fiesta.Y para lograrlo es necesario que noso-

tros sepamos lo que pasa para poder explicarles.La Pascua es el triunfo de Jesús sobre la

muerte y el pecado, es decir, celebramos que Jesús nos compró, con su sangre, la vida eterna.

SEGUNDO. HAGAN UNA COMIDA DE GALA

¡Claro! Si para Navidad organizamos una cena de gala, en la fiesta más impor-tante que tenemos debemos organizar una comida de gala.Y la gala no debe depender de si tene-

mos mucho dinero o no, la gala debe estar en nuestra actitud y la disposición

del corazón a festejar con respeto y con mucho gusto.Y por que no pensar en ponernos nues-

tros mejores vestidos, como si estuvié-ramos invitados a un evento muy importante.Para nosotros los católicos, la Pascua

es la fiesta más grande que tenemos, y claro que amerita estar de fiesta.

TERCERO. COMPARTAN CON LA FAMILIAEs la forma que tenemos de dar testi-

monio de la gran fiesta que hay en nuestro corazón.En nuestra familia, tratamos de com-

partir además con los abuelos y algunos tíos. Esto es una costumbre poco arraigada

pero no quiere decir que tenga que seguir así, de nosotros depende ponerla en practica. Es bueno que demos testi-monio de la alegría que conlleva la resu-rrección de Jesús.

CUARTO. HAGAN FIESTA DURANTE 50 DÍAS

Es importante también tomar en cuenta que la Pascua no dura solo un día. La Pascua dura 50 días y por ello la familia debe estar en un ambiente de fiesta y de alegría porque Jesús ha resucitado.

Y QUINTO. BUSCA

ACTIVIDADES ADECUADAS A SU EDAD.

Para que nuestros hijos comprendan lo que están viviendo es muy bueno que tengan actividades que refuercen lo que les decimos.Sobre todo si son pequeños. Los niños

necesitan actividades gráficas como dibujos o juegos completar frases, o laberintos que los hagan seguir en el tema, aunque ya hayan pasado los días.Si son mas grandes es bueno platicar

con ellos, leer la Biblia en los pasajes de

la resurrección y por qué no, ver algunas películas que ilustren el tema y que les den una idea más clara de lo que real-mente pasó.Recuerda que la verdadera fiesta debe

estar en tu corazón y en el de tu familia, y si logramos mantener a nuestros hijos interesados y metidos en el tema, logra-remos estar en una fiesta constante y con un agradecimiento profundo hacia Dios por regalarnos a Su Hijo para sal-varnos.¡Felices Pascuas de Resurrección!

20 de marzo de 2016

¡Celebremos la Pascua

Por: Silvia del Valle - @TipsMama5Hijos - www.tipsmama5hijos.com

en familia!

La Semana Santa en familia