Pareidolia, es cuando uno ve figuras varias donde sólo hay manchas confu-sas, sobre todo se cree ver una imagen religiosa, como Jesucristo, la Virgen o un santo. Los ejemplos de este caso van desde cosas comunes como ver una cara en el frente de una casa, a distinguir en una nube a un velocirraptor montado en un tiburón, llevando una bazuca. La pareidolia es la atribución de un significado determinado a imágenes o sonidos aleatorios. Es lo que pasa, por ejemplo, cuando alguien escucha un disco en reversa y parece que es una voz con un mensaje satánico, de ultratumba, de un ser extraterrestre, el mismo Satanás o algo así por el estilo. Lo común de todos estos casos es que el estímulo (o sea, el sonido, la nube, etc.) es neutro, es decir, no tiene un sentido específico; éste es asignado por la percepción del observador. Este fenómeno es aprovechado, por ejemplo, en el Test de Rorschach (el típico en el que te muestran una mancha de forma ambigua y te preguntan qué ves) para tantear el estado mental de la persona entrevistada y analizar las respuestas, en busca de su condición psíquica.

MÁS EFECTOS EXTRAÑOS DE LA MENTE

Falacia del jugador. Ocurre cuando en un lugar de juegos de azar (un casino, por ejemplo), el jugador espera que caiga un número negro o rojo en la ruleta. El jugador cuenta las veces que ha caído el rojo, las que aparecido negro, y en su mente se forma una especie de estadística o secuencia, según la cual, “ahora sí va a ser un rojo”. Esto se llama “Falacia del jugador” y es la tendencia a pensar que las probabilidades futuras de carácter aleatorio se ven alteradas por even-tos del pasado que, en realidad, no tienen ninguna relación. Básicamente, esto ocurre por lo mismo que muchos otros de los errores que cometemos, nuestro cerebro trata de encontrarle sentido o significado a algo que no lo tiene. Es un instinto propio de nuestra especie que no sólo se extiende a este caso en particular. Muchas veces pensa-mos que nuestro equipo va a ganar porque está en casa, y entonces la gente con su apoyo les va a levantar el ánimo; o bien, porque “ahora sí le toca”, o por el signo zodiacal del club (un poco del llamado pensamiento mágico). Visto fríamente, apostándole al rojo se tiene un 47.73% de probabilidades de salir ganando, así que, por lógica se debería seguir con el negro. Pero aun así, desesperadamente tra-tamos de buscar un patrón don-de no lo hay y, a veces, esta pequeña falacia ha terminado haciéndole perder su dinero a más de uno.

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Una extraña cadena de muertes que sucedió realmente fue tema de conversación durante semanas por su impactante efecto do-minó y la manera en que ocurrió. Tuvo lugar en Buenos Aires, en 1988. Una familia de apellido Montoya, que vivía en un piso trece del barrio de Caballito, se había ido de vacaciones dejando en el departamento a su pequeño perrito. Un amable vecino se encar-gaba de darle de comer todos los días. Sin embargo, el perro tuvo la mala idea de salir al balcón, donde perdió el equilibrio y cayó. Una mujer de 75 años, recibió el impacto perruno y murió en el acto, debido a lo cual se concentró un grupo de gente que, como sucede en esos casos, corrió hacia el lugar, entre gritos y pedidos de auxilio. Una de esas personas fue Edith Solá, de 46 años, quien cruzó la avenida sin cuidado y fue atropellada por un colectivo. La mujer murió instantáneamente, pero como no hay dos sin tres (sin contar al perro, claro) un anciano, al ver el horrible espectáculo, sufrió un ataque cardíaco y falleció camino al hospital. Uno de los testigos entrevistados remató el hecho con una frase memorable: “parecía un atentado, había cadáveres por todos lados“.

BIZARRA CADENA DE MUERTES

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En el Siglo XIX, el famoso escritor Edgar Allan Poe escribió un libro llamado La narración de Arthur Gordon Pym. Trataba de cuatro supervivientes de un naufragio, los cuales permanecie-ron en un bote abierto durante muchos días antes de decidir matar y comerse a un grumete cuyo nombre era Richard Par-ker. Algunos años más tarde, en 1884, el velero Mignonette se fue a pique, y sólo cuatro tripulantes sobrevivieron, y na-vegaron a la deriva en un bote abierto durante muchos días. Finalmente, los tres miembros veteranos de la tripulación ma-taron y se comieron al grumete. Se llamaba Richard Parker.

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El color preferido por el 80% de los america-nos es el azul.

En Sri Lanka el gesto de decir no con la cabe-za es precisamente el que nosotros usamos para decir “sí”.En el mundo hay más pollos que personas.

La uña del dedo gordo es la más lenta en crecer, y la del dedo corazón la más rápida.

Un niño de 4 años hace una media de 400 preguntas al día.

Tres veces es la media que usamos para apagar el desperta-dor cada mañana lo que hace la suma de unos 15 minutos más en la cama.

Los ojos siempre tienen el mismo tamaño desde que nacemos, no así como las orejas y nariz que nunca paran de crecer.

Se muere antes de no dormir (unos 10 días en promedio) que de no comer (pueden ser varias semanas).

Si se mastica chicle mientras se pelan cebollas, no llora uno (aun-que parece que no hay explicación para ello).

Mire el cierre de su pantalón ¿Ve las iniciales YKK? Pues quiere decir Yoshida Kogyo Kabushibibaisha, que son los principales fa-bricantes de cremalleras de todo el mundo.

El 40% de las ganancias de McDonald’s viene de las ventas de las Happy Meals (cajita feliz).

El chocolate, a la larga, en grandes dosis, puede matar a un perro, ya que afecta a su corazón y al sistema nervioso.

La salsa cátsup y la Coca-Cola se vendían en 1830 como medi-cina.

VARIOS DATOS DE TODO

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Yusuf Ishmaeld fue un gigantesco luchador turco que llegó a

los Estados Unidos a finales del siglo XIX para realizar una serie

de combates. Mal no le fue: venció al campeón de lucha Evan

Lewis y al campeón de lucha grecorromana Ernest Roeber. Yu-

suf tenía la costumbre de cambiar todo el dinero ganado por

monedas de oro, las cuales guardaba en un cinturón de enormes

proporciones que llevaba siempre puesto. De regreso a su país,

apenas a unos metros de la costa, el barco en el que viajaba co-

lisionó con un buque inglés en aguas del Atlántico norte. Ante el

inminente hundimiento, todos los pasajeros debieron saltar por

la borda y nadar hasta los botes de rescate. El luchador turco

también lo hizo, pero el peso de su cinturón le impedía mantener-

se a flote. A pesar de saber que si no lo soltaba moriría ahogado

Yusuf prefirió irse con su preciosa carga al fondo del mar.

Calcas, que vivió en el siglo XIII a. C., es un caso paradigmáti-co. Mientras plantaba unas viñas en su propiedad, un vecino le profetizó que no viviría lo suficiente como para beber el vino de aquellas uvas. Tiempo después, con las frutas maduras, Calcas invitó al adivino a verlo tomar un poco de vino. Al levantar la copa, el vecino repitió sus dichos lo cual le provocó a Calcas tal ataque de risa que murió luego de permanecer varios minutos sin poder respirar.

Arrio fue uno de los mayores herejes de los inicios del cristianis-

mo. Tanto que incluso dio nombre a su propia herejía, el arrianis-

mo. Pero eso no tuvo que ver, que sepamos, con su defunción,

que acaeció cuando defecó y expulsó sus órganos internos. Ci-

tamos una fuente de la época: “le sobrevino una flojera y junto

a su evacuación, sus intestinos se le salieron también, seguidos

de una fuerte hemorragia, y más intestinos junto a trozos de su

hígado y bazo, muriendo casi al instante”. No se supo nunca si

fue alguna enfermedad lo que lo mató o si fue víctima de enve-

nenamiento, cosa que la Iglesia Católica practicaba mucho, sobre

todo con algunos papas y obispos indeseables.

OTRAS MUERTES CURIOSAS

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Se ha comprobado que el animal con el cerebro más grande en proporción a su talla es la hormiga.

Se calcula que las hormigas son el 10% de la masa corporal del mundo animal.

Una hormiga puede sobrevivir por hasta dos semanas bajo el agua.

La hormiga es capaz de levantar 50 veces su propio peso y 30 veces el volumen de su cuerpo.

La hormiga cae siempre hacia la derecha cuando esta intoxicada.

Aunque las hormigas son conocidas por trabajar en grupo y poner el bien común delante del individual, una investigación reveló que sus colonias son un semillero para desarrollar comportamientos egoístas y corruptos, lo que las hace similares al ser humano.

Las hormigas existen desde hace casi 100 millones de años y se encuentran en casi todo tipo de medioambiente terrestre.

Hasta ahora se han descubierto y nombrado 9 mil 500 especies de hormigas aproximadamente. Los mirmecólogos (científicos que estudian las hormigas) estiman que existen alrededor de 20 mil especies en total.

La colonia de hormigas más grande del mundo se descubrió en 2002. Esta súper colonia tiene millones de hormigas que viven en millones de hormigueros. Tiene una extensión de 3 mil 600 millas, desde Italia hasta el noroeste de España.

Las hormigas no tienen pulmones. Respiran a través de pequeños orificios a los costados denominados espiráculos.

DE HORMIGAS

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Existe mucha más nada que algo. Aproximadamente el 74% del universo es “nada” o lo que los físicos llaman energía oscura; el 22% es materia oscura, partículas que no se ven. Sólo el 4% restante es materia bariónica, eso a lo que nosotros llamamos “algo”. Incluso ese algo es principalmente “nada”. Los átomos constan en su mayor parte de espacio vacío.

La solidez de la materia es una ilusión creada por los campos eléc-tricos creados por las partículas subatómicas.

Cada segundo que pasa hay más y más “nada”. En 1998, los as-trónomos midieron la expansión del universo y determinaron que la energía oscura está expandiéndose y empujando al universo a una velocidad en constante aceleración.

El descubrimiento de la “nada” – y su habilidad para influir en el destino del universo – es considerado el hallazgo astronómico más importante de la década pasada.

Hasta la “nada” tiene un peso. La energía de la materia oscura es equivalente a una masa diminuta; existe aproximadamente me-dio kilo de energía oscura en un cubo de espacio vacío que mida 402.576 kilómetros por cada lado.

SOBRE LA NADA…1En el espacio, no se oye nada: el sonido, una onda mecánica, no puede viajar a través del vacío. Sin materia a través de la cual vibrar, sólo existe el silencio.

Las ondas electromagnéticas, incluyendo la luz y las ondas de radio, no necesitan de un medio a través del cual viajar.

La luz puede viajar a través del vacío, pero no hay nada sobre lo que se refracte. Lo cual quiere decir que los románticos no tienen la razón: las estrellas no centellean en el espacio exterior.

Los agujeros negros no son agujeros o vacíos; son todo lo contra-rio a la nada, siendo en realidad las concentraciones de masa más densas que se conocen en el universo.

El “cero” aparece por primera vez en las tablillas cuneiformes es-critas por los babilonios alrededor del 300 A. C., quienes lo usa-ban como un marcador de posición para distinguir al 36 del 306 o del 360, por ejemplo. El concepto del cero, desde el punto de vista matemático, fue desarrollado en la India en el siglo V.

Cualquier número dividido entre cero es… nada, ni siquiera cero. La ecuación es matemáticamente imposible.

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