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revista de formación de los Institutos Seculares paulinos en España: catequesis paulina, cómo lo hizo san pablo, meditaciones sobre la virgen maria, hermanos que nos precedieron, noticias paulinas

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  • nmero 161 octubre-dic. 2012

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    OctubrePara que se comprenda cada

    vez ms que la Palabra de Dios es un bien para todos

    los hombres, que debe ser comparti da con gozo y generosidad con todos los

    pueblos y culturas, para que tambin ellos puedan encontrar en Jesucristo el

    camino, la verdad y la vida.

    NoviembrePara que los candidatos al sacerdocio y a la vida

    consagrada amen la Palabra de Dios; que ella sea el alma de su formacin y ocupe el

    puesto que le compete en las diversas etapas formati vas, de manera que aprendan a comprenderla, vivirla y

    anunciarla.

    DiciembrePara que la Palabra de Dios inspire en los hombres la

    bsqueda del verdadero bien de todos y el respeto de la dignidad de cada persona, y les ayude a reconocer las

    seales de Dios en las fati gas del hombre encarnadas a

    lograr un mundo ms justo y habitable.

    Editorial: Abramos las ventanas de nuestra alma 3 Calendario: 4Catequesis Paulina: Jess, Camino 5Cmo lo hizo San Pablo: San Pablo, hoy 7Insti tuto Jess Sacerdote: Centralizados en la Eucarist a 9 Hermanos que nos precedieron: Beato Timoteo Giaccardo 13Insti tuto Virgen de la Anunciacin: Doy gracias a la Vida 14Centenario: Un hombre para ti empos dif ciles 16Reti ro del mes: Octubre: Mara, virgen enamorada; Noviembre: Mara, joven alegre; Diciembre: Mara, mujer liberada 20; 22;23El evangelio vivido: Estudio del evangelio (2) 25Informacin y Noti cias: 26Entrevista a Silvio Sassi: 28Contraportada: 32

    Sumario

    Intenciones del mes

    Abramos las ventanas de Abramos las ventanas de nuestra almanuestra alma

    Este artculo, lleva por ttulo: Abramos las ventanas de nuestra alma para que la luz de Dios pueda entrar y el mejor medio es la oracin. La oracin no hay que darla por supuesta, nos dice el Papa Benedicto XVI; hay que aprender a orar y lo mejor es ser-virnos de las grandes figuras del Antiguo Testamento (Abraham, Moiss, los profetas, los salmosy culmina en Jess, el hombre de oracin por excelencia. Me invito y os invito a leer y meditar la oracin sacerdotal (Jn 17, 1-26) de Jess, para que nos gue en el dilogo con el Seor para que nos ensee a rezar; para que nos ayude a entrar de forma ms plena en el proyecto que tiene sobre cada uno de nosotros; para poder amar cada vez ms a los dems, a los de cerca y a los de lejos, para poder ser capaces de abrir nuestro corazn a las dimensiones del mundo.Debemos ser capaces de llevar ante Dios nuestros cansancios, el sufrimiento de ciertas situaciones, de ciertas jornadas, el compro-miso cotidiano de seguirlo para que nos d esperanza, nos haga sentir su cercana y nos proporcione un poco de luz en el camino de la vida. Llevemos a Dios, en la oracin, nuestras cruces de cada da; a rezar con amor por todos los que sienten el peso de la vida cotidiana, con la certeza de que, por ms duras que sean las pruebas, difciles los problemas y pesado el sufrimiento, nunca caeremos fuera de las manos de Dios, esas manos que nos han creado, nos sostienen y nos acompaan en el camino de la vida, porque las gua un Dios infinito y fiel. En nuestra sociedad, a menudo carente de valores espirituales, debemos ser testigos incansables de Dios, de su presencia y de su accin. Llevamos grabada en lo ms profundo de nuestro ser la nostalgia de Dios y que slo en l encontramos la verdadera alegra y nuestra realizacin ms plena. El concilio Vaticano II, en la constitucin sobre la Iglesia nos habla con claridad de la llamada universal a la santidad, afirmando que nadie est excluido de ella. Ante esta situacin debemos abrirnos a la accin del Espritu Santo, que transforma nuestra vida, para ser tambin nosotros santos; no tengamos miedo de que Dios nos pida demasiado; dejmonos guiar en todas las acciones cotidianas por su Palabra, aunque nos sintamos pecadores: ser l quien nos transforme de acuerdo con su amor. Agapito Aliende,ssp

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    Calendario Octubre

    Diciembre

    Noviembre

    16. M Rosa Pivett a falleci en el 2003, Hija de San Pablo.19. Se inicia la novena a Jess Divino Maestro.22. Memoria del beato Jos Timoteo Giaccardo.28. Solemnidad de N. S. Jesucristo Divino Maestro. Titular de las Pas Discpulas y del Insti tuto Jess Sacerdote.

    1. Solemnidad de Todos los Santos. 2. Conmemoracin de todos los Fieles Difuntos. 6. Fallece el Hno. Aurelio Garca, de la Sociedad de San Pablo.25. Solemnidad de Nuestro Seor Jesucristo, Rey del Universo.26. Fiesta del beato Santi ago Alberione.30. Fallece el Hno. Miguel Alfaro, de la Sociedad de San Pablo.1. Solemnidad de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Mara.

    11. Francisco es proclamado Venerable.16. Se inicia la novena de Navidad.18. Fallece la Hna. Epifania Bassi, Hija de San Pablo.25. Solemnidad del Nacimiento del Seor.28. Fiesta de los Santos Inocentes. Fallece el P. Luis Zanoni, de la Sociedad de San Pablo.30. Fiesta de la Sagrada Familia. Titular del Insti tuto Santa Familia.

    Catequesis paulina

    Jess, Camino

    Abordamos hoy la oracin de

    aceptacin de Jess, que se manifiesta

    de manera palpable en Getseman.

    Padre, t lo puedes todo, aparta de

    m este cliz. Pero no sea como yo

    quiero, sino como t quieres (Mc 14, 36)

    EEn el artculo anterior quedba-mos situados en el contexto de la ltima Cena. Y como afirm Fray Luis de Len en aquella conoci-da circunstancia: decamos ayer ... los temas que desarrollamos en esta Catequesis Paulina llevan una conti-nuidad en la exposicin, de manera que faciliten una mejor asimilacin y reflexin.

    Entramos hoy en la ORACIN DE ACEPTACIN de Jess que se mani-fiesta de manera palpable en Get-seman. La oracin de Jess en el Huerto es un SI que libera. Padre, t lo puedes todo, aparta de m este cliz. Pero no sea como yo quiero, sino como t quieres (Mc 14,36). Relacin de ternura, confianza,

    abandono de Jess con su Padre; al tiempo que manifiesta la consciencia de la omnipotencia del Padre t lo puedes todo-, estas palabras nos introducen en la segunda parte de su oracin, en la que aparece el dra-ma de la voluntad humana de Jess ante la muerte y el mal: Aparta de m este cliz. En ellas, sentimos la cercana de Jess a nuestros temo-res, a nuestra fragilidad; san Pablo lo expresa con rotundidad: en todo se hizo semejante a nosotros, me-nos en el pecado. Hay una tercera expresin de la oracin de Jess, y es la expresin decisiva, donde su voluntad humana se adhiere plena-mente a la voluntad divina: Pero no se haga como yo quiero, sino como t quieres (Mt 14,36).

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    La formacin paulina exige que Cristo se forme en nosotros hasta poder decir para m la vida es Cristo (Flp

    1, 21). Slo entonces se consigue la plenitud divino-humana de la personalidad, en cuanto que llegamos a la madurez en

    Jesucristo (Col 1, 28; cf Ef 4, 13)

    Maite Ballesteros

    Como lo hizo san Pablo

    San Pablo, hoySe nos propone en el artculo anterior imitar a nuestro Padre san Pablo; con palabras de Alberione diramos a nuestro Fundador. Y nos hacemos esta pregunta, cmo actuara san Pablo si hoy viviera?

    Si san Pablo viviera, multiplicara su palabra con los medios del progreso actual (CISP 1152). Esto es, usara todos los medios a su alcance para proclamar el Evangelio; se gastara y desgastara, sin medida, con tal de llevar las almas a Cristo. Es lo que hace todo aquel que se dice discpulo suyo; hasta que pueda afir-mar con san Pablo: Nos apremia el amor de Cristo (2Co 5,14).

    Pero cmo puede hacerse reali-dad este espritu de Pablo sin estar identificados con Cristo? He aqu el primer paso al que somos llamados como paulinos: identificarnos total-mente con el pensar, sentir, actuar y amar como lo hizo san Pablo; por-que no es a Pablo a quien imitamos, sino al mismo Cristo, como lo dice el Apstol: sed imitadores mos, como tambin yo lo soy de Cristo (1Co 11,1).

    Por ello Alberione afirmar con toda rotundidad: Conoce a tu padre! (CISP 601-602).

    Pablo es el maestro por excelencia, ya que como Cristo, comenz ac-tuando y luego enseando. Por ello la Iglesia le reconoce como maestro y doctor de todas las gentes pues su apostolado se extendi a todos los pueblos. Esa es precisamente una de las caractersticas del apostolado de Pablo: su universalidad (AD 64; 196).

    Es el Apstol. Alberione vio en Pa-blo verdaderamente al Apstol; por consiguiente, todo apstol y apos-tolado podan aprehender de l (AD 64).

    Es el orante en comunin ntima con Cristo. Esta comunin continua llev al Apstol a sentir como una urgencia personal la voluntad sal-vfica de Cristo. As fue como Pablo

    Ejemplo maravilloso el que nos ofre-ce Cristo Maestro y Camino. Nuestro Padre Alberione (lo comentbamos en el artculo anterior) era muy consciente de esta necesidad de la oracin para que la vida espiritual crezca con solidez, ya que del trato continuo con Jess es de donde ha de brotar el deseo de aprender ms de l Jess Maestro-; y de seguirle Jess Camino-.

    Centrndonos en este aspecto de Jess Camino, veamos cmo y por qu el Primer Maestro presenta el seguimiento de Jess bajo el ejem-plo de las cuatro ruedas:

    La formacin paulina, segn san Pa-blo, exige que Cristo se forme en nosotros (Ga 4,19) hasta poder de-cir: para m la vida es Cristo (Flp 1,21). Slo entonces se consigue la plenitud divino-humana de la per-sonalidad, en cuanto que llegamos a la madurez en Jesucristo (Col 1,28; cf Ef 4,13).

    As, Alberione dir: Toda la perso-na en Cristo, para un total amor a Dios: inteligencia, voluntad, corazn y fuerzas fsicas. Todo. Carro que ca-mina apoyado en las cuatro ruedas: santidad (oracin), estudio, aposto-lado y pobreza(AD 100; cf CISP 10).La vida paulina est llamada, pues, a caminar y hacer visible en la Iglesia a Cristo Maestro, camino, verdad

    y vida, a travs de las cuatro lneas maestras necesarias para todo/a paulino/a consagrado: la oracin, el estudio (docencia), el apostolado (testimonio) y la pobreza (gratuidad). Son las cuatro ruedas, considera-das en la perspectiva del seguimien-to, como relacin de comunin (co-mn-unin) con Cristo Maestro.

    Para concluir esta reflexin amplia-mos lo tratado en el anterior artculo sobre la oracin, aqu segn el pen-samiento alberioniano:

    Representad a Jess vida por la oracin, que es manantial de gracia. Oracin constante que obtiene la vida y da vida a todo (Medit. 1936, p. 137).

    Adoracin eucarstica. Como a los apstoles se les revel en el Tabor la identidad de Cristo, as el paulino/a contempla a Jess Maestro en el sa-grario.

    Ante la eucarista se iluminan los pro-blemas humanos pues de ella viene una luz especial (AD 15) sobre las nuevas necesidades y los nuevos me-dios para anunciar el Evangelio.

    AD=Abundantes riquezas de la gra-cia. CISP= Carissimi in san Paolo.

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    Jos Lozano

    reconoci que la mayor eficacia del apostolado viene de la oracin, de la comunicacin e identificacin con Jesucristo, fuente de toda luz, for-taleza y perseverancia. Sin M,no podis hacer nada (Jn 15,5). San Pablo entendi a la perfeccin esta afirmacin de Cristo, por ello excla-mar: todo lo puedo en Aqul que me conforta(Flp 4,13).

    Dice Alberione: Todo el secreto de la grandeza de Pablo est en su vida interior. Se puede decir que l ha vencido desde lo ntimo. La vida de Pablo es Cristo en un excepcional enamoramiento: He sido conquis-tado por Cristo Jess (Flp 3,12); y como el profeta Jeremas pudo de-cir: me sedujiste, Seor, y me dej seducir(Jr 20,7). Pablo es el intr-prete de Cristo. Esta era la expresin que ms gustaba repetir al Primer Maestro. San Pablo pone siempre como centro de su vida y apostola-do: el pensamiento de Cristo.

    En la lnea de las enseanzas de la Iglesia al respecto, traemos aqu las palabras de Juan Pablo II a los PP. Ca-pitulares, recibidos con motivo de la eleccin del nuevo Superior General: Cmo evangelizara el apstol san Pablo si viviera en el siglo XXI? se preguntaba el Papa-, y l mismo res-ponda: utilizara los medios ms mo-dernos de comunicacin. Es el pen-samiento de Primer Maestro cuando

    deca: Si san Pablo viviera seguira ardiendo gracias a una doble llama... el celo por Dios y por Cristo, as como por los hombres de todo pas. Y para que pudieran escucharle, se subira a los plpitos ms elevados y multi-plicara su palabra con los medios del progreso actual: prensa, cine, radio, televisin. Por ello, todos los que profesamos dentro de la Familia San Pablo, estamos llamados a ser: un san Pablo viviente hoy!.

    Finalizamos esta reflexin trayendo al recuerdo las palabras de Benedic-to XVI, con motivo de la inauguracin del Ao Paulino, (2008): Maestro de los gentiles, apstol y heraldo de Jesucristo: as se define a s mismo san Pablo con una mirada retrospec-tiva al itinerario de su vida. Pero su mirada no se dirige solamente al pa-sado. Maestro de los gentiles: esta expresin se abre al futuro, a todos los pueblos y a todas las generacio-nes. San Pablo no es para nosotros una figura del pasado, que recorda-mos con veneracin. Tambin para nosotros es maestro, apstol y he-raldo de Jesucristo. (1)Yo he sido constituido... maestro de los gentiles en la fe y en la verdad (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1, 11).

    Dice Alberione: Todo el secreto de la grandeza de Pablo est en su vida interior. Se puede decir que l ha vencido desde lo ntimo. La vida de Pablo es Cristo en un excepcional enamoramiento: He sido conquistado por

    Cristo Jess (Flp 3,12)

    Instituto Jess Sacerdote

    Centralizados en la Eucarist aA lo largo de los siglos, la Eucarista ha sido el mayor tesoro y la gran riqueza de la Iglesia y de cada cristiano verdadero. Por eso el Concilio Vaticano II nos ha dicho que es la fuente y la cumbre de la vida cristiana y de la Iglesia

    Desde el comienzo del cristia-nismo, celebrar la eucarista y recibir la comunin ha sido un mandato, y una obligacin impues-ta por el Seor, que nos dijo: Ha-ced esto en conmemoracin ma, y si no comis mi carne, no tendris vida en vosotros pero, tambin, ha sido un gozo y una necesidad por-que en ellas nos unimos al Seor y encontramos fuerza para seguirle, amarnos y amar a todos.

    Sabemos que, en los primeros si-glos, se les prohibi a los cristianos celebrar la eucarista, y que ellos no obedecan un da, unos cristianos africanos fueron sorprendidos cele-brndola y, al preguntarles por qu no cumplan lo mandado, respondie-ron: No podemos vivir sin celebrar el misterio del Seor. Para nosotros celebrar la eucarista y participar

    de ella es algo esencial, es la vida de nuestra vida y no nos importa morir si nos quitan esta vida. Y, a lo largo de los siglos, la eucarista ha sido el mayor tesoro y la gran riqueza de la Iglesia y de cada cris-tiano verdadero. Por eso el concilio Vaticano II nos ha dicho que es la fuente y la cumbre de la vida cris-tiana y de la Iglesia.

    La familia paulina nace y se fundamenta en la Eucarista

    Pues bien, la familia paulina nace, se basa y fundamenta en la euca-rista. Fue ante la eucarista donde el beato Alberione sinti la necesi-dad de hacer algo por las gentes del nuevo siglo y, al concretarlo en el compromiso de llevar la palabra de Dios a los hombres de hoy con los medios de hoy quiso que los

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    La misa, celebrada a diario y la visita, hecha tambin a diario, es mi fuerza, mi roca y mi salvacin. Y no puedo

    vivir sin ello. Y no debo vivir sin ello gracias al Seor, por drnosla gracias a Alberione, por basar la familia paulina

    en ella Y gracias a todos los hermanos paulinos por transmitirme y contagiarme esta devocin

    paulinos encontraran en la eucarista las fuerzas para realizar esa labor y, por eso, junto al sagrario se acun el clebre lema: No temis, yo estoy con vosotros, desde aqu quiero ilu-minar, vivid en continua conversin. Y es que en la eucarista encontra-mos luz, alimento, consuelo y victo-ria sobre el mal. Y, por eso, los dos grandes momentos de la vida diaria de los que pertenecemos a la familia paulina son la celebracin eucarstica y la visita.

    A m eso fue lo que ms me atrajo de nuestra Familia Paulina, lo que ms me enriqueci, lo que me de-cidi a formar parte de ella y lo que me mantiene gozoso y entusiasta cmo me entusiasmaba entrar en la capilla y leer la frase que rodea el sagrario! Cmo me transformaba cada da la misa, celebrada en co-munidad y qu alegre y enriquecido me encontraba cuando en la visita oraba y comparta la oracin ante Jess Maestro!

    S: el amor de Alberione por la euca-rista y el testimonio de los herma-nos paulinos celebrando la eucarista y haciendo la visita cada da, me mar-caron para siempre. As sigo. Porque, en la eucarista celebrada, comul-gada y visitada- es donde encuentro paz, donde me encuentro con todos

    los hermanos paulinos y donde en-cuentro la razn y el motivo para ser fiel al Seor y a la Iglesia en esta bendita familia de la que formo par-te. Alberione centraliz su devocin a Cristo Maestro, a la Reina de los Apstoles y a san Pablo, en la euca-rista. Eso es lo que la familia paulina me ha transmitido y enseado. Y eso es lo que, humildemente, pretendo hacer cada da. Es ms, en estos das en torno a la fiesta del nacimiento de Jess, esto es lo que quiero agrade-cer, lo que quiero recordar y lo que quiero vivir. Porque es el mejor don, el mejor tesoro y la mejor gracia que tengo y que todos tenemos.

    La Misa y la Visita

    S: la misa, celebrada a diario y la vi-sita, hecha tambin a diario, es mi fuerza, mi roca y mi salvacin. Y no puedo vivir sin ello. Y no debo vivir sin ello gracias al Seor, por dr-nosla gracias a Alberione, por basar la familia paulina en ella Y gracias a todos los hermanos paulinos por transmitirme y contagiarme esta devocin, esta prctica y este bello compromiso todos los das tengo un doble encuentro con el Seor y con vosotros: un encuentro que me llena, me da paz, me ilusiona y me compromete. Y un encuentro que pido y os pido pueda seguir tenin-

    dolo siempre. Es ms, quiero com-partir con vosotros una alegra y gracia especial que se me ofrece a diario, y es que, bajo el al-tar mayor de la pa-rroquia, una urna plateada guarda los restos de don Agricola, prroco que fue de Mora, el proto-mrtir de los sacerdotes que entregaron su vida por Cristo en la persecucin religiosa de 1936, y beatificado el 28 de octu-bre de 2007.

    La vivencia del beato Agrcola

    Don Agrcola celebr su primera misa con tan solo 22 aos. Y, en la eucarista apoy su vida de sacer-dote mientras estuvo en Mora, to-dos los das, a las seis de la maana estaba ante el sagrario, orando al Seor, rezando el Breviario y pre-parndose para la santa misa, que celebraba a las nueve, despus de dedicar un tiempo para confesar a los fieles y de la eucarista sacaba fuerzas para predicar la Palabra de Dios, para dedicarse a la catequesis de nios, jvenes y mayores, para formar grupos de militantes seglares en la Accin Catlica, y para atender a los enfermos y pobres con sus visi-tas y limosnas.

    El da de su martirio, 21 de julio de 1936, a las seis de la maana ya es-tuvo orando ante el sagrario, y al oir los primeros disparos orden a los fieles salieran de la iglesia y marcha-

    ran a sus casas luego ce-rr las puertas de la iglesia aunque se quedaron con l el sacristn, un monaguillo de 12 aos (que luego fue sacerdote), dos seoras mayores y una joven de 16 aos durante las ho-ras que permanecieron encerrados, muchos ratos los pas ante el sagrario, rezando a solas y, sobre el medioda, reuni al grupo y, de rodillas ante el sagra-

    rio rezaron el rosario, animndose todos a tener fe y esperanza. Y, te-miendo que la iglesia fuese asaltada pues daban golpes a sus puertas, re-tir el Santsimo del sagrario y con-sumi las formas consagradas la fuerza dela comunin le hizo abrir la puerta para salir a su casa, pues haba sido incendiada y don Agrco-la necesitaba estar con su madre y hermana, que corran peligro y, cuando lo hizo, pidi que no hicieran nada a sus acompaantes y, al cami-nar por la acera, dispararon sobre l luego vino otra descarga, que le tir al suelo y un miliciano le pisote cruelmente y se puso a bailar sobre l, hasta que una miliciana dispar el arma sobre su cabeza, dndole el tiro de gracia entre insultos y burlas.

    As muri don Agrcola, con tan slo 40 aos. Y as vol su alma al cielo, despus de comulgar y salvar la eucarista y, si os recuerdo su testimonio, parecido al de los primeros cristianos que tambin murieron por celebrar la eucarista, es porque refleja, con enorme fuerza, lo que significa el Santsimo Sacramento al que honramos en la

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    fiesta del Corpus y al que tenemos todos los das con nosotros. Porque la eucarista es el memorial de la muerte del Seor, de su amor. No es una reliquia suya, sino l mismo. El que vive con nosotros y que hace que ninguno estemos ni nos sintamos solos. Es ms, visitndole y, sobre todo, recibindole, nos enriquecemos con l, pues Jesus Eucarista nos proporciona siempre gracia, fuerza, alegra y compromiso. Y por eso, si yo y la familia paulina queremos ser autnticos, tenemos que ser eucarsticos. De la eucarista surgi una Iglesia viva, unida y comprometida; y de la eucarista renacemos cada uno, y renacer la Familia Paulina con un testimonio entusiasta y verdaderamente eficaz.

    Para m es muy grande y emocionan-te entrar en la parroquia y, delante del sagrario y en medio del altar, guardar silencio, hacer oracin, y sentir la fuerza y auxilio que, por me-dio de Jess Eucarista y del beato Agrcola me llegan y me capacitan para vivir la alegra de ser cristiano, sacerdote y miembro de la Familia Paulina, cada da y en todo instante. Y, como estoy seguro que eso es lo que os ocurre a todos vosotros, com-partamos este gozo y agradezcamos al Seor su gran don que es la Euca-rista- y vivamos todos los das junto a ella, tanto en la Misa como en la Visita Daremos fruto cada uno, los dar la Familia Paulina y, adems, siempre nos sentiremos unidos, ami-gos y verdaderos hermanos.

    Francisco Maganto Sastre

    Beato Timoteo Giaccardo

    EEl P. Giaccardo naci en Narzole (Italia) el 13 de junio 1896. A temprana edad, se encontr con el padre Santi ago Alberione quien lo encamin al se-minario de Alba. Aquella relacin fue edifi cando una nueva amistad recproca a las necesidades del ti empo que les toc vivir, fueron abrindose a los nuevos ti empos pastorales de evangelizacin. El joven Timoteo era muy humilde, silencioso, cuidaba con esmero su vida espiritual a travs de la oracin. A pesar de su carcter in-troverti do, le cost integrarse ini-cialmente en el seminario. Desde muy joven adquiri la devocin a la Virgen y todo lo haca bajo su proteccin; se aliment con lectu-ras que hablaban de ella, su fervor a Mara era profundo, dulce y fi lial:

    T, oh Madre, me quisiste mucho -escribi-. Cuntas oraciones, cuntos afectos, cuntas horas pasadas ante mi Virgen! Eso me salv, gracias Mara, sola decir.

    Repet a jaculatorias a la Virgen durante las horas de trabajo, era tal su abnegacin, respeto y temor por no faltar ni ofender a Dios con algo que le perjudicara, que inclu-so caminaba mirando al suelo para no mirar directamente a los ojos de los dems. De noche se exami-

    naba. De da, como de costumbre comenzaba su jornada de oracin, en su habitacin. Oraba a la Virgen y la oracin le daba fuerzas, su espritu creca, todas las pequeas dudas se disipaban, trabajaba muy alegre y se reforzaba su espritu y su vocacin, junto a la Madre. As transcurrieron sus primeros aos.

    Giaccardo pas del seminario dio-cesano a la naciente Sociedad de San Pablo, en 1917 con 21 aos, como maestro de los primeros aspirantes paulinos. Lo llamaban el seor maestro y ese fue su apodo por mucho ti empo.

    Dir de l que exist a una gran armona con Alberione, segn su biograf a, podemos recordarle con respeto y nostalgia del que fue admirable colaborador. Timoteo se inici bajo la orientacin del P. Esteban Lameda, el cannigo Francisco Chiesa, y el P. Alberione entre otros, que dejaron huella en el corazn de Giaccardo, una persona que atenda las necesi-dades de los dems como amigo, profesor, director, en contacto con

    Hermanos que nos precedieron

    los jvenes y que incluso se con-sider indigno de la alta gracia de celebrar la eucarsti ca por respeto a Dios. Fue el primer sacerdote y el primer Vicario general de la Sociedad de San Pablo.

    No encontr mejor medio para conquistar las verdades ms al-tas que la humildad ante el Hijo de Dios. Fue una persona dcil, sincera, gran trabajador y estaba dispuesto a colaborar siempre. Afortunadamente, Timoteo conta-ba con el apoyo incondicional del P. Alberione.

    Hombre de gran senti do humano y espiritualidad excepcional, as tambin nos cuenta en su bio-graf a que en vacaciones o permi-sos viajaba a su pueblo natal a ver a su familia sobre todo a su que-rida madre. De estos momentos quedaron en su memoria el olor a la ti erra de su niez, los rboles y fl ores, el pan recin horneado, el horno de la casa familiar. Muri el da 24 de enero de 1948, vspera de la fi esta de la conversin de San Pablo. Sus restos mortales descan-san en la ciudad de Roma, en la cripta del santuario dedicado a la Reina de los Apstoles.

    M Antonia G.V, ISF

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    Doy gracias a la VidaEl 8 de septiembre pasado, la Hna Paqui Rodriguez

    celebr sus 25 aos de vida consagrada en el Instituto Virgen de la Anunciacin

    Instituto Virgen de la Anunciacin

    Doy gracias a la Vida (Espritu), que me ha dado tanto, me ha dado a Dios Padre, a Mara Madre y a mis padres que me dieron la vida, Benigno y Olalla. Esta Vida que me ha dado tanto, dos ojos perfectos, distingo el verde del blanco, el azul del cielo con su manto blanco, donde l me cubre de tempestades y obstculos.

    Gracias a la Vida que me ha dado tanto, desde mi ms tierna infancia sent su mano, su voz, a mis 11 aos que me llamaba para ser suya, pero los aos, las tempestades, infancia, juventud, juntos los afrontamos.

    Jams fui perfecta ni una mojigata, traviesa como la que ms, andariega, correcaminos como el Pjaro Loco.

    A los 14 aos le dije a mi padre que me quera ir de Carmelita Descalza, mi padre me dijo sers monja si Dios lo quiere , antes tienes que vivir como lo que eres, una joven llor, pero no sirvi. Viv, y a mi mente le vena la llamada, buscaba, no encontraba, as pasaban los aos. Una vez me lleg una invitacin del Instituto Virgen de la Anunciacin para hacer Ejercicios en el Pinar de las Rozas donde tantas vocaciones han nacido. Fui muy bien acogida,

    25 aos no son un ayer que pas, estn presentes hoy, cada

    da, y te hacen madurar y ver todo con calma. S que an me queda

    mucho, la fruta cuando est madura cae del

    rbol, tambin el tiempo y el mismo

    Dios con su amor me lo muestra

    Paqui Rodriguez, imsaPaqui Rodriguez, imsa

    sobre todo por el P. Jos Antonio Prez, mi acompaante espiritual y por nuestra madre espiritual, Guadalupe Lozano que ya ha marchado al Paraso. Nada ms terminar los Ejercicios ped entrar en el Instituto, el P. Jos Antonio me dijo que era muy pronto, de esto hace ms de 30 aos, entr en el Postulantado que dur unos meses y un 15 de Agosto empec los dos aos de noviciado.

    Este ao, en Agosto, he cumplido los 25 aos de Consagrada, lo he celebrado el 8 de Septiembre junto al Hermano Isidro, el P. Andrs, que fue durante muchos aos nuestro Delegado y el P. Antonio Fernndez, ellos han celebrado sus 50 aos y los dos Hermanos, Juan Carlos Pinto y Miguel del Carmen, que han renovado sus votos, hemos celebrado la fiesta en la Casa de Protasio.

    25 aos no son un ayer que pas, estn presentes hoy, cada da, y te hace madurar y ver todo con calma.S que an me queda mucho, la fruta cuando est madura cae del rbol, tambin el tiempo y el mismo Dios con su amor me lo muestra.

    Plantas una semilla y para que crezca y se convierta en un rbol o arbolito, depende de lo que se plante, se tiene que cuidar y regar. Un rbol para que sus races sean profundas tiene que pasar ridos veranos, largos y duros inviernos, huracanes, fuertes tempestades, as se ir formando su tronco, su raz penetrando en las entraas de la tierra, preparndose su fuerte corteza y cuando llegue el

    tiempo de la poda ser ,el rbol que dio cobijo y fruto segn su especie y hoy calor en las chimeneas.

    Yo slo s que Dios siempre ha estado grande conmigo y por eso doy gracias a la Vida que me ha dado tanto , el Amor de Mara que me cubre con su manto y que me parece mi propio manto. Gracias a la Vida por estos 25 aos, y el amor que Dios pone cada da en mis manos.

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    Centenario

    Cuando la angustia es ms aguda, ms cerca est la sal-vacin. El tiempo lo ha-cemos nosotros. En nuestro hablar comn solemos distinguir los tiem-pos difciles de los que no lo son o lo son menos. Lo hacemos en forma emprica, a falta de medicio-nes cientficas Pero hay personas para las cuales parecen no existir los tiempos difciles por un simple motivo: han llegado a tomar la vida en su realidad -en su trama concre-ta- y eso parece solucionarle los pro-blemas con ms facilidad.

    Aqu quiero hablar del padre Santia-go Alberione (1884-1971) y de este aspecto de ver y aceptar la realidad y de que, a pesar de enfermedades pe-nosas y largas, de medios precarios y reducidos, de colaboradores poco preparados, realiz obras abundan-tes y duraderas en favor de la gente. En sus escritos, hay una frase que

    bien retrata esta actitud. Dialogan-do amenamente con sus discpulos -y como reprochando a quienes se disculpan por no cumplir sus tareas, debido a las dificultades- exclama: Qu pretendemos? Que el mun-do no sea cmo es? Que el Seor, despus de haber creado el mundo, nos construya tambin los puentes? Que nos asfalte las carreteras? Qu nos haga el pan? Conside-remos la vida tal cual es: un medio para alcanzar la eternidad! (RSP, p. 82).

    Y esto para l no era una buena teora sino experiencia de vida. Para l todo el tiempo es de Dios y en todo tiempo se puede hacer el bien; y as habla entusiasmado a incon-tables jvenes y adultos -hombres ymujeres-, ayudndoles a ser pro-tagonistas de sus vidas, hacindoles borrar del diccionario paulino la pa- labra imposible.

    Santi ago Alberione, un hombre Santi ago Alberione, un hombre para ti empos difi ciles para ti empos difi ciles

    El riesgo de tentar a DiosUna mirada panormica a unas cuantas de sus empresas, nos da la sensacin de que Alberione, con ellas, quiera poner a prueba al mismo Dios, por lo arriesgado de las mismas, la falta de recursos humanos y econmicos, y el tiempo en que la iba a realizar. En ese sentido podemos decir que vivi siempre en zona de riesgos, pero como hombre de Dios que era, en la zona de la esperanza activa. Para l los signos de los tiempos, con frecuencia, eran los momentos difciles que parecan impedir una obra; pero desanimaban a otros, al padre Alberione le brindaban la oportunidad de que Dios manifestara que esa obra vena de l y, por tanto, no poda fracasar. De all la larga paciencia, la mucha oracin, la sufrida purificacin de las intenciones: no deba filtrarse en ella ningn propsito humano.

    Su primera fundacin la comienza cuando se desencadena la primera guerra mundial (1914-1918). Una guerra que se vislumbraba larga, con muchas vctimas, con penurias de todo tipo. Y l se lanza a recoger a

    los primeros alumnos -algunos sern llamados a las armas-, con maqui-narias rudimentarias. Slo un loco o un santo poda emprender esa aventura.

    En una nacin de altsimo analfabe-tismo, pone en marcha un carisma proyectado a la prensa y sucesiva-mente a los dems medios de comu-nicacin. Con los aos, crea la Cul-tura Religiosa Popular.Cuando tena apenas un puado de jvenes, es-casamente preparados, se embarca en la aventura de mantener con vida un diario catlico Il Momento. La aventura dur poco. Un anarquista quiso matarle, pero esa tarde el p. Alberione no fue a la imprenta que editaba el peridico y as se salv.

    La expansin misionera

    En la dcada del veinte, da vida a una decena de revistas, en tiempos en que el fascismo recortaba la libertad de prensa. Fue en ese tiempo que ense a sus paulinos a pasar en-tre gota y gota sin mojarse!. Y hubo problemas, pero no la supresin de peridicos. Tambin en ese tiempo se le cerraban puertas Alberione, en vez de lamentarse, buscaba otras salidas y otras posibilidades. Y nunca bajaba los brazos.

    La expansin misionera paulina comienza en 1931, en plena crisis

    Cuando tena apenas un puado de jvenes, escasamente

    preparados, se embarca en la aventura de mantener con vida

    un diario catlico, Il Momento

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    mundial; es decir cuando todo empujaba en sentido contrario. As, con pocos me-dios y muchas dificultades se fundaron las comunidades de Brasil, Argentina, Estados Unidos. En los aos sucesi-vos, se abren las casas de India, China, Japn, Filipi-nas, cuando los fantasmas del hambre y de la guerra se ciernen sobre esos pases. Dramtico el caso de China. A los paulinos que por telgrafo le comunican Volvemos!les con-testa simplemente: Tengan fe. Al-berione. Y se quedan.

    El apostolado bblico

    El apostolado bblico, que demanda enormes sumas de dinero, lo realiza en plena crisis econmica mundial (1932). Publica la Biblia en un tomo, en cuatro tomos, en seis idiomas, con una novedad: Biblia pastoral porque su finalidad es llegar al ma-yor nmero de personas. Pasa por dificultades inmensas, pero sale la Biblia paulina: un hecho que se re-pite sucesivamente en varias nacio-nes y no se ha detenido nunca

    La fundacin de la Casa de Espaa tuvo lugar en 1934, en clima de preguerra civil. En la imposibilidad de hacer algo, el enviado -p. DesiderioCosta- escribe que quiere volver a Italia, a la espera de tiempos mejo-res. Las cartas del p. Alberione son claras: quedarse!. Y si tuviera que recomenzar lo hara con gente me-nos preparada y maquinaria ms precaria, para que se viera que la obra es de Dios y no nuestra.

    La primera produccin cinematogr-fica la confa a un joven e inexpertosacerdote, carente adems de re-cursos econmicos. Filmada casi toda en frica (1938), entre muchas dificultades, resulta premiada en el Festival de Venecia. Fue el inicio del apostolado cinematogrfico paulino.La construccin de la monumental iglesia de la Reina de los Apstoles en Roma, la comienza apenas termi-nada la segunda guerra mundial, en 1945, junto con la construccin de la Casa General de la Congregacin. Son tiempos de extrema pobreza, pero su fe la de Alberione se sale con la suya.

    Comenzar desde Beln

    La nueva ola misionera, despus de la segunda guerra mundial, co-mienza en 1947: la guerra ha dejado todo tipo de pobreza y miseria pero esto no detiene al p. Alberione, y sus hijos e hijas parten para Canad, Chile, Colombia, Mxico La fuerza expansiva del carisma y la fe del pa-dre Alberione son ms fuertes que todos los obstculos. En todas estas iniciativas, Alberione ha sido de una coherencia asombrosa. Lo guan dos

    Se abren las casas de India, China, Japn, Filipinas, cuando el fantasma del hambre y de la guerra se cierne

    sobre esos pases. En China, los paulinos le dicen: Volvemos!, y Alberione contesta, simplemente: Tengan

    fe. Y se quedanprincipios, sencillos, lineales, espe-ranzados. El primero: comenzar desde Beln, con todo lo que sig-nifica de humildad, pequeez, silen-cio, apuntando a crecer, a mejorar, a siempre ms...

    El segundo: lanzarse hacia delante, tomando en cuenta lo que falta porhacer que es mucho ms que lo hecho. Y remataba: No hay tiempo para complacerse en el pasado, con-tar los resultados obtenidos Slo hay tiempo para recordar lo que nos falta por hacer, si queremos ser sa-bios y apstoles modelados al estilo de san Pablo.

    El milagro y el compromiso de la esperanza

    De haber conocido este texto, el p. Alberione lo habra hecho suyo; paranosotros es un buen camino a sortear los tiempos difciles que vivimos y seguir realizando las obras que proyectan el carisma paulino a la realidad actual. Es del gran telogo capuchino Raniero Cantalamessa. Aqu va: La Iglesia ha nacido de un movimiento de esperanza... La esperanza lo rejuvenece todo... Tambin una comunidad, una parroquia, una orden religiosa, renacen y vuelven a atraer nuevas vocaciones si en ellas reflorece la esperanza. No hay propaganda que pueda hacer lo que logra hacer la esperanza. Es la esperanza la que

    mueve a los jvenes. Se da esto hasta en la familia: uno se queda, o vuelve a ella, con gusto, si en ella se halla la esperanza. Alberione pudo hacer tanto porque fue hombre de esperanza en tiempos difciles. Esto nos plantea preguntas concretas aqu y ahora, en un tiempo igualmente difcil como el nuestro. Bajaremos los brazos ante las dificultades actuales? Nos sentaremos ante la puerta de nuestras casas a la espera de tiempos ms propicios para actuar? Dejaremos que se pierdan ideales, sueos, proyectos, mejoras, en favor de nuestra gente, con el engaoso pretexto de dificultades insalvables o de un hipottico maana mejor?

    Alberione, a ejemplo de san Pablo, no se dej llevar por lo fcil: asumi la vida en las situaciones sociales, polticas, econmicas y religiosas a su alcance; y all realiz las obras como respuesta concreta a situaciones concretas, sin esperar tener o dar lo mejor. Su testimonio sigue vlido y no podemos ignorarlo o desorlo. De nuestra respuesta puede depender el destino de mucha gente. No la defraudemos!. Benito D. Spoletini, ssp.

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    Retiro del mes

    Mara, Virgen enamoradaS

    He aqu los retiros de Octubre, noviembre y diciembre. Comenzamos con Mara, Virgen enamorada, retiro del mes de octubre

    A primera vista este epgrafe pa-rece escrito de cara a la galera y como una conexin, ms o menos acertada, a la moda erotizan-te del momento, y hasta puede ser que cause extraeza. Sin embargo, nada ms lejos de m propsito. Con-sidero que el ttulo es la traduccin exacta del evangelio de Lucas: el ngel fue enviado a una virgen pro-metida o desposada. La realizacin

    concreta de la encarnacin requera el regazo de una madre, y el seno de una familia autntica, en la que se hiciese hombre el Hijo de Dios.

    La unin esponsal entre Mara y Jos, para formar un verdadero ho-gar, requera no slo contrato matri-monial y la convivencia exterior, sino tambin la unin de corazones, fruto del amor humano. Jess necesit de

    ese calor humano y sus padres se lo dieron desde su amor mutuo. Mara senta un amor de novia y esposa a Jos y ste hacia ella. Tambin entre ellos existiran momentos alegres en el hallazgo del amor, que despierta, se ve correspondido, se consolida y sufre. Jvenes ambos, llenos de vida, sintieron la fuerza del atractivo y del amor y vivieron las ilusiones y go-zos propios de esos momentos. No es cierto que la juventud de Mara, anterior a la anunciacin, estuviera consagrada con un voto de virgini-dad. La interpretacin del no-voto permite imaginar la juventud de Ma-ra, como la de una joven enamorada de su virginidad, pero al mismo tiem-po con amor limpio a Jos. Tambin hoy, a pesar del ambiente erotizan-te, hay jvenes que simultanean el amor de virginidad y de noviazgo como la mejor preparacin para el matrimonio.

    Cambio radical

    Un cambio radical en Mara, a partir de la experiencia de Dios tenida en la anunciacin, no es imposible ni inve-rosmil. Una tradicin extrabblica ju-daica afirmaba que Moiss despus de la aparicin de Dios en la zarza ardiendo, haba guardado continen-cia por toda la vida. Sea cual fuere

    el contenido histrico de esta tradi-cin, s es cierto que en la historia de la Iglesia determinadas conversiones han tenido como consecuencia una ausencia absoluta de tentaciones sexuales durante toda la vida.

    La exclusin de las relaciones sexua-les entre los esposos no excluye el amor humano, sino solamente una forma de expresarlo. Cuando uno de los cnyuges queda imposibilitado para la relacin sexual no por ello desaparece ni disminuye el amor. Tal vez pese para compartirla. Tambin el dolor y la privacin son lugares de desencuentro para dos corazones que se aman de verdad.

    Exigencia de una vocacin peculiar

    Mara y Jos, sea lo que fuere del voto, vivieron en virginidad toda su vida, como exigencia de una voca-cin peculiar, que todos compartie-ron. La identificacin del amor con elsexo hace muy difcil la compren-sin del amor esponsal entre Mara y Jos. El amor virginal y amor de no-via no se excluyen, sino que se com-plementan. El primero es un amor ordenado a s mismo y a Dios. El res-peto a la propia naturaleza, en su sa-grada funcin de comunicar la vida, por encima de todos los egosmos inmediatos e impacientes, requiere un aprecio del yo en sus valores ms fundamentales y trascendentales.

    La virginidad es un amor de fideli-dad a toda prueba. Su vivencia es una escuela de autodominio y forta-lecimiento de la propia voluntad. Por esta razn el noviazgo virginal es una

    La interpretacin del no-voto permite imaginar la juventud de Mara, como la de una joven enamorada de su virginidad, pero al mismo tiempo con amor limpio a Jos

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    Cuestionario para trabajar

    Una cierta ola de tristeza azo-ta las costas de la juventud. El pasotismo, desencanto, la abulia, etc., son el desencanto de ese oleaje. No deja de ser un snto-ma alarmante, porque la alegra y la ilusin de vivir son rasgos fundamen-tales de joven. Mara, joven alegre, puede vivir un horizonte de luz en este panorama sombro. Su cntico en la casa de Isabel es laradiografa de su espritu joven, lleno de gracia.

    El ngel le dio un signo en la anun-ciacin como garanta de la verdad atestiguada por su palabra. No es que Mara dudase de lo dicho por el ngel, pero como toda persona normal estuvo sometida a las tenta-ciones de la inseguridad. La compro-bacin del signo en la maternidad desu prima disip del horizonte de su vida toda posibilidad de duda. Su alegra es humana. Fruto del signo comprobado. Nada tiene de extrao que su corazn alegre, inspirado enversos de la literatura hebrea, cuida-dosamente aprendidos de memoria en el hogar y en la sinagoga, expre-sara el jbilo incontenible en el canto de la alegra. Porque eso es realmen-te el Magnificat, pregn de las fiestas de la redencin. Sera un grave error reducir el gozo de Mara a elementospuramente humanos. El Magnificat revela el fundamento profundo de la alegra de Mara. Hay en ella un ideal claro como horizonte de su vida:

    Retiro de noviembre

    Mara, joven alegregaranta de fidelidad tambin en el amor humano, que en el matrimonio unir dos corazones para siempre. Slo los fuertes son capaces de ser fieles a s mismos y a los dems.

    Mara, como virgen enamorada, y esposa fiel, es modelo de ilusiones juveniles, de afectos humanos lim-pios y profundos. Su vida es un men-ts a cuantos identifican amor con la bsqueda de la propia satisfaccin en el otro, y piedra de toque, para descubrir si se ama de verdad o se ha cado en el error de traducir amor por deseo fsico. Mara, en la que se armonizan perfectamente el amor aDios (amor de virginidad) y al hom-bre (amor de matrimonio) puede orientar el discernimiento de los j-venes en el momento de analizar las expresiones de su amor. Si el amor de Dios cede o desaparece a impulso de amor humano, este ha dejado deser autntico, para convertirse en un sucedneo del mismo: el deseo fsico.

    a) En tu persona es posible que haya existido diferentes opciones hacia el matrimonio o la vida consagrada. Sin embargo todos debis tener una visin cristiana del matrimonio y delamor cristiano. Reflexiona sobre ello.

    b) Papel que juega vuestra fe en las relaciones interpersonales.

    c) Lecciones que te da Mara Virgen enamorada.

    Mara, mujer liberada

    Retiro de diciembre

    Mara sabe que su vida tiene sentido, tanto en los

    das de luz como en las noches del silencio de Dios,

    cuando l calla ante su queja

    Dios. Su entrega a ese ideal la llena de fuerza y acierto. Sabe que su vida tiene sentido, tanto en los das de luz como en las noches del silencio de Dios, cuando l calla ante su queja yella a solas, en reflexin orante y me-ditativa, busca con dolor la solucin del enigma (cfr. Lc 2,41-52).

    Ella sabe que Dios no falla, porque apuesta por aqul que acepta, con riesgo propio, su voluntad. Dios no abandona al que pone en l su con-fianza.

    Es el Dios del Amor

    La comprobacin del signo ha des-cubierto a Mara un nuevo aspecto de Dios. El Seor de la historia es so-bre todo el Dios del amor. Desde esa seguridad encara el futuro. La fe en un Dios, que cumple las promesas y que ama hasta dar a su propio hijo, libera al hombre de todo pesimismo y llena el alma de sano y reconfor-tante optimismo ante las dificultades y horizontes sombros.

    El Magnificat es un desafo a la tris-teza del mundo. Mara lo canta en el prtico de la nueva era y la Igle-sia lo repite cada da, recogiendo la antorcha encendida por la primera cristiana. En l la Iglesia se llena de optimismo al identificarse con Ma-ra en su esperanza. La alegra tiene un secreto: descubrir el sentido de la vida que nace de su trascenden-cia. Mara es feliz, por entregarse, sin recortes mezquinos, a ese Dios inaccesible pero presente, como nica explicacin satisfactoria, en el comienzo y final de la existencia humana.

    a) Analiza tu conducta durante el ao desde el ngulo de la alegra. De verdad eres alegre? Ver situa-ciones y races de la alegra o de la tristeza.

    b) Mara es alegre porque Dios es el horizonte de su vida. Relacin en tu vida entre Alegra y Dios.

    c) Analiza el Magnificat aplicndolo a tu situacin hoy.

    En la entraa profunda del ser humano anida la libertad como el constitutivo ms profundo de su ser. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios rechaza toda es-clavitud, porque es ave que no pue-de ser enjaulada. Sin embargo, las ciencias humanas han descubierto en el hombre profundas y aberrantes esclavitudes.

    Es un error presentar como camino para llegar a la plena libertad la rup-

    Cuestionario para trabajar

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    Cuestionario para trabajar

    Su vida fue el cumplimiento de aquellas palabras que

    concluyeron el dilogo ms trascendental de la

    historia: Que se cumpla en m la palabra de Dios

    tura de normas y leyes. Esa es ms bien una va segura de alienante es-clavitud. Saber dominar las resisten-cias de la naturaleza y encauzarlas en la direccin apuntada por la razn es signo inequvoco de haber encontra-do el camino seguro de la liberacin personal. La libertad es una tarea para todo hombre a lo largo de su vida.

    Mara puede ser considerada como autntico modelo de mujer liberada. Redimida de modo eminente, por exigencia de su maternidad, partici-p en la liberacin santificadora deCristo desde el primer momento de su concepcin. A ella se le adelant, al primer momento de su existen-cia como persona, lo que a nosotros se nos comunica en el bautismo. De esta manera la existencia de Mara era colocada en el rea de la liber-tad. Dominada la esclavitud del pe-cado, no queda otro espacio que el campo abierto de la libertad.

    Este comienzo gratuito de Mara no la libera del esfuerzo de cada da en momentos de tentacin y lucha. Tambin su libertad se vio amenaza-da como la de Jess, por el tentador.Pero supo deshacerse de sus lazos. La libertad es un atributo de Dios, del que el hombre ha sido hecho partcipe, porque ha sido creado a su imagen. Nunca la imagen pudo ponerse de espaldas a su modelo. Al revs, su esencia est en volver-se a l y reproducirlo de la forma ms exacta. Absurdo querer llegar a la libertad, volviendo la espalda a Dios. Mara lo comprendi bien. Su vida fue el cumplimiento de aquellas palabras, que concluyeron el dilo-

    go ms trascendental de la historia: Que se cumpla en m la palabra de Dios (cfr. Lc 1,38).

    a) S sincero/a. Analiza tu deseo de libertad y tus esclavitudes persona-les y de grupo.

    b) Mara es plenamente libre porque es sin-pecado. Enseanzas para tu vida.

    c) Libre y esclava del querer de Dios. Reflexiona sobre esto.

    El estudio del Evangelio no es la Lectio Divina. A continuacon detallaremos las diferencias y

    semejanzas entre ambas formas de acercarse a la Palabra de Dios

    El evangelio vivido

    El Estudio del Evangelio (2)

    Diferencias

    EEn la Lectio tratamos un texto, y el estudio del Evangelio como su nombre indica exige un orden, tomar notas, fidelidad a dicho estudio.

    El estudio del Evangelio se realiza sobre un tema, que nosotros hemos fijado de antemano en la lnea del conocimiento que queramos tener de Jesucristo, por ejemplo, su relacin con el Padre, su pobreza, su obediencia, su amor a los necesitados... En cada

    estudio solamente un tema. En la Lectio, sin embargo, nos abrimos al texto en general. El estudio del Evangelio se realiza desde el principio, en el Evangelio elegido y que empezaremos a leer y nos detendremos cuando encontremos algn texto que se relacione con el tema de nuestro estudio, en estas paradas se inicia el estudio-oracin propiamente dicho, de ese texto se toma nota del versculo o versculos, que ms nos hayan llamado la atencin, o como resumen del texto considerado y se anotan en la parte superior de una hoja del cuaderno

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    Ha fallecido don Lucas Aliende Palma

    Mari MuozMari Muoz

    El estudio del Evangelio se realiza sobre un tema

    que nosotros hemos fijado de antemano,

    de acuerdo con el conocimiento que queramos tener de

    Jesucristo, por ejemplo, sobre su humildad,

    obediencia, pobreza...

    elegido para el estudio, debajo escribiremos lo que el Seor nos vaya descubriendo sobre ese texto. Las anotaciones nos sirven para que cuando hayamos hecho todo el recorrido del Evangelio podamos tener una visin global y hacer un resumen de aquello que queramos conocer del Seor, aunque a lo largo del estudio ya se vaya realizando. En la Lectio se pueden o no realizar anotaciones; en el estudio del Evangelio, siempre.

    SemejanzasLa Lectio Divina no la conozco en profundidad, s conozco las cuatro partes en que est dividida, Lectio, Meditatio, Oratio Contemplatio y Actio; en el estudio del Evangelio se hace uso de ellas, pero no como en la Lectio. En el prximo artculo lo explicar con ms detalle.

    Informacin Noti cias

    El 5 de agosto pasado falleci el hermano del p. Agapito, don Lucas Aliende Palma, como consecuencia de un cncer de prstata. El finado, de 74 aos de edad, deja esposa y 3 hijos. Oriundo del pueblo burgals de Barcina de los Montes, resida, desde hace muchos aos, en la localidad de Guernica (Vizcaya), donde se ha dado cristiana sepultura a sus restos mortales, despus de haber sido incinerados. Que el Seor lo tenga en su Gloria. Os pedimos una oracin por su alma.

    El sbado 8 de septiembre de 2012 tuvo lugar, en la Casa Provincial de Madrid, la apertura oficial del segundo ao (2012/2013) de preparacin al Centenario de la fundacin de la Sociedad de San Pablo y de la Familia Paulina, cuyo aniversario tendr lugar en el ao 2014, pues todo empez en Alba (Italia) un 20 de agosto de 1914. Siguiendo las pautas que a tal propsito ha dado la Comisin para el Centenario, se celebr una solemne celebracin eucarstica de apertura oficial de los actos del segundo ao del trienio, en la que tambin se dio gracias a Dios por los 50 aos de ordenacin y ministerio sacerdotal de los Padres Antonio Fernndez y Andrs Gainzarain, por los 50 aos de Profesin Religiosa del Hno. Isidro Alonso y por los 25 aos de Profesin Religiosa de la Anunciatina Paquita

    Rodrguez. A estos acontecimientos se unieron los Clrigos Miguel Carmen y Juan Carlos Pinto, que renovaron la Profesin Religiosa. Todo ello es motivo de una inmensa alegra y un gran desafo para el futuro de un servicio renovado ante los nuevos tiempos que nos esperan, especialmente cuando la Provincia de Espaa se prepara a celebrar el XX Captulo Provincial (1-4 de octubre de 2012).

    Espaa: Celebracin del 98 aniversario del Carisma Paulino

    P.Juan Antonio Carrera, nuevo Superior de la SSPEl Superior General, P. Silvio Sassi, con el consentimiento de sus Consejeros, ha nombrado al P. Juan Antonio Carrera Pramo, Superior Provincial para el cuatrienio 2012-2016. El mandato del nuevo Superior Provincial comenzar el primer da del Captulo Provincial. El Gobierno General expresa un sentido y obligado agradecimiento al P. Antonio y a su Consejo por la dedicacin con que se han entregado al servicio de la Provincia. El Superior General y su Consejo formulan al P. Juan Antonio Carrera el augurio de un fecundo servicio, sostenido desde ahora por la oracin y la colaboracin de todos.

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    Noti cias

    nos sorprenda; porque ya en los inicios de la con-gregacin en 1914, nuestro fundador el beato Santiago Alberione, quera hacer algo nuevo en la Iglesia para la evangelizacin. To-mando en cuenta que al inicio del siglo XX las masas se alejaban poco a poco de la Iglesia, su preocupacin era llevar el evan-gelio no quedndose en la iglesia para esperar a las personas, sino ir directamente donde viva la gente. No es de extraar que en sus escri-tos de 1926, el fundador habla de la necesidad de una nueva, extensa y profunda evangelizacin. En conse-cuencia, nueva evangelizacin no es un trmino que para nosotros los paulinos sea desconocido, ya que es la razn del nacimiento de nuestro carisma.

    Tienen tambin claridad sobre qu hincapi hacer en el mensaje, dirigido a la gente de hoy?

    -P. Sassi: En el documento de Puebla (1979) el episcopado latinoamerica-no afirma que: La evangelizacin, anuncio del Reino, es comunica-cin. Hoy en da, para profundizar en esta certeza se deben tener en cuenta todos los elementos de la co-

    municacin, no solamente el mensa-je, que es una parte de este proceso. A veces se tiene la impresin de que cuando se dice que el mensaje es siempre el mismo: Cristo ayer, hoy y siempre, se quiere justamente re-afirmar algo inmutable en los conte-nidos de la fe. Sin embargo, tambin hay que preocuparse por las per-sonas a las que se les propone este contenido, las cuales cambian con el tiempo. Yo creo que como Iglesia debemos preocuparnos acerca de los significados que las personas a las que queremos alcanzar -especial-mente los llamados alejados-, dan al mensaje como tal.

    Y cmo hacerlo sobre todo en Europa?

    -P. Sassi: En Europa occidental ha cambiado la forma de vida, que de alguna manera apoyaba tambin el estilo de evangelizacin. Era fcil su-poner que los valores cristianos eran tambin los valores humanos de la sociedad civil. Desde hace mucho

    El p. Silvio Sassi durante su visita a la Casa Provincial en 2009. Est prevista su presencia en la sede de Protasio Gmez (Madrid) del 1 al 10 de Octubre de 2012, para asistir al 20 Captulo Provincial.

    Faltan pocos dias para que el papa Benedicto XVI inaugure la XIII Asamblea General Ordina-ria del Snodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelizacin. Algunos esperan con expectativa, otros con recelo, las sugerencias novedosas -y urgentes-, que plantearn los padres sinodales al terminar la cita.

    Y mucho de lo que se viene cono-ciendo sobre el tema, pasado el umbral del siglo XXI, es gracias a las redes digitales. Estas han permitido a los nativos y migrantes digitales, acceder a una amplia informacin e interactuar con lugares y personas inalcanzables aos atrs. Todo esto ha cambiado el clsico esquema de la comunicacin, donde hoy el re-ceptor tiene las herramientas sufi-cientes para ser un emisor, si es que no se convierte l mismo en el men-

    saje, ya sea con sus post, tweets o fotografas

    A fin de hablar sobre los nuevos de-safos, ZENIT entrevist esta vez al padre Silvio Sassi, Superior General de la Sociedad de San Pablo, conoci-dos como los paulinos. Fundados por el beato italiano Santiago Alberione casi un siglo atrs, propios y extra-os reconocen en esta congregacin a unos autnticos pioneros en el uso de los medios de comunicacin masivos, con el fin de humanizar y evangelizar a los hombres y mujeres de hoy.

    Cmo recibi su congregacin, la llamada del papa a la Nueva Evangelizacin?

    -P. Sassi: Ciertamente, para la So-ciedad de San Pablo el tema de la nueva evangelizacin no es algo que

    Entrevista al P. Silvio Sassi, Superior General de la SSP

    Desaf os de la vida religiosa en la nueva evangelizacin

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    Entrevista al p. Silvio Sassiy con la aprobacin explcita de la Iglesia, haba comenzado en 1914. La alegra del Fundador, despus de tantos aos, tambin se puede expli-car por el hecho de que no encontra-ba apoyo para lograr la aceptacin de la idea, de que una congregacin clerical no trabajase para el ministe-rio parroquial, sino que ejercitara su sacerdocio con la comunicacin. La providencia quiso que las dudas fueran superadas gracias a la inter-vencin directa de los papas.

    Por lo tanto...?

    -P. Sassi: Nosotros, recogiendo el le-gado del Fundador, tenemos como apoyo el hecho de que en la Iglesia existe una mentalidad dominante, de que hay que poner tambin la co-municacin al servicio de la evange-lizacin. Por otro lado, nos sentimos inspirados por el ejemplo del beato Alberione de ser pioneros en esta misin, a sabiendas de que la comu-nicacin est en constante cambio, especialmente con el estmulo de la comunicacin digital.

    Cmo va el desarrollo de su con-gregacin?

    -Padre Sassi: Hablando de los miem-bros de la congregacin, actualmen-te somos 970, de los cuales 546 sa-cerdotes y 230 hermanos perpetuos a los que hay que aadir los profesos temporales. A nivel numrico, sea-lamos algunos fenmenos que son

    iguales, casi, para todas las congre-gaciones. La congregacin no vive en un estado de pnico diciendo que somos pocos o que somos muchos. Somos los que el Seor quiere para su misin. Operamos en 34 pases y existe el compromiso de nuevas presencias: Bolivia, Uruguay, Para-guay, Angola, Cuba, Nueva Zelanda, naciones de habla inglesa en frica, entre otros. La misin mantiene jo-ven el carisma!

    Cul sera su mensaje para los lec-tores de ZENIT, ante los desafos de la nueva evangelizacin?

    -P. Sassi: Debido a que el futuro de la comunicacin es la red, necesita-mos escuchar, como dirigida a toda la Iglesia, la misma invitacin que el macedonio hace en sueos a Pablo: Ven donde nosotros a Macedonia. Si no es la red la que formula esta peticin, debe ser la creatividad de la fe misionera de la Iglesia la llama-da a imaginarla. Jos Antonio Varela Vidal. Zenit.org.

    El pblico se da cuenta in-mediatamente si un pro-ducto de comunicacin es el resultado de actores mercenarios o de testigos que estn extrayendo de su experiencia lo que le proponen a los dems

    Informacintiempo nos encontramos en un pro-ceso de autonoma de las personas y de la sociedad frente a los valores cristianos. Creo que uno de los pro-psitos de la nueva evangelizacin sea un entendimiento comn sobre las palabras de la propuesta de fe. San Pablo en su predicacin sabe ser progresivo, sin querer decir todo de una vez: No les he dicho todo an, me dirijo a ustedes como se hace con los nios.

    Es decir?

    -P. Sassi: No podemos imaginar la evangelizacin ya inmediatamente, en el momento pleno de su anuncio cuando es completa y explcita: dog-ma, moral y culto. Hay un proceso de preparacin o pre-evangelizacin, que quizs necesita un encuentro preliminar de significados, para po-nerse de acuerdo sobre los valores humanos que puedan desembocar en la fe. El beato Santiago Alberio-ne ha resumido la estrategia de una pre-evangelizacin a travs de los medios de comunicacin, inspirn-dose en san Pablo, diciendo: No es necesario hablar slo de fe, sino de todo cristianamente.

    Cules son las caractersticas de los religiosos que se necesitan hoy para la nueva evangelizacin?

    -P. Sassi: Me limitar a mencionar los religiosos que sirven a tiempo completo en los medios de comu-

    nicacin para evangelizar. Tambin para el testimonio de la fe con la co-municacin, se debe ser coherente: no se puede ser unos actores en la evangelizacin. Las personas que en-tran en contacto con nuestros pro-ductos de comunicacin, advierten de lo que estamos hablando y cmo les estamos hablando. El pblico se da cuenta inmediatamente si un producto de comunicacin es el re-sultado de actores mercenarios o de testigos que estn extrayendo de su experiencia lo que le proponen a los dems. Creo que la mejor definicin del testimonio cristiano en la comu-nicacin sea la que nos dej el beato Alberione, cuando al dar origen a una congregacin para la industria editorial, explicaba la derivacin la-tina de la obra, del editare: salir fuera de s para darle al otro. No es un comercio de ideas ni de cosas sa-gradas, sino la narracin de lo que se vive.

    Estamos celebrando el quincuag-simo aniversario del Concilio Vati-cano II. Cmo ha vivido su congre-gacin estos aos de postconcilio?

    -P. Sassi: Nuestro fundador particip en el Concilio Vaticano II. Cuando al final de 1963 se aprob el decreto conciliar sobre los medios de co-municacin social (Inter Mirifica), el padre Alberione escribe un comenta-rio emotivo porque ve la aprobacin conciliar de una forma de evange-lizacin que l, guiado del Espritu

  • INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADAProtasio Gmez, 1528027 MADRIDTel.: 917 425 113 - E-mail: insti [email protected]

    La carta a los Glatas es una verdadera fotografa de san Pablo. Su viveza, su ardor, su celo palpitan en ella, as como su capacidad de razonamiento y su afecto de Padre.

    El pesebre es la primera ctedra del Maestro divino. l, callando, ensea a las almas piadosas y dciles la humildad, la pobreza, la paciencia.

    La inconsistencia de las acciones, el obrar por caso segn las conveniencias del momento, la inutilidad de la vida, depender de haber olvidado el fin ltimo.Se hace el bien en cuanto se toma de Dios, de Jess, Camino, Verdad y Vida.

    Feliz Navidad y

    Prspero Ao Nuevo !!!