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BARCELONA EN 1714
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RUTA TURÍSTICA DE COOLTUR TURISME CULTURAL
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El año 1700 murió sin descendencia Carlos II, rey de las Españas. Este hecho
desencadenó un gran conflicto internacional ya que las potencias europeas
pasaron a disputarse el control del vasto imperio hispánico, proponiendo sus
propios candidatos a la corona.
El conflicto bélico tuvo una faceta más interna en el seno de la Monarquía
Hispánica cuando los catalanes, y la mayor parte de los reinos de la Corona de
Aragón, dieron su apoyo al Archiduque Carlos de Austria, candidato de los
países de la Alianza de la Haya. Por otro lado, Felipe de Anjou, nieto de Luís
XIV de Francia, recibía el apoyo de Castilla y Francia.
La guerra en Europa duró de 1701 hasta 1713. A nivel internacional, las
fuerzas de los dos candidatos estaban muy equilibradas. El conflicto sólo
finalizó cuando, en 1711, un hecho inesperado cambió el curso de los
acontecimientos: El archiduque Carlos, al morir su hermano José I, heredó el
trono austriaco, perdiendo el apoyo de Inglaterra. Los ingleses desconfiaron del
excesivo poder de la dinastía Habsburgo dentro del equilibrio europeo, con la
posible formación de un gran bloque austriaco que dominara el continente.
En Catalunya la guerra empezó en 1705 con la proclamación de Carlos III de
Austria y transcurrió con desigual fortuna hasta el abandono de los aliados en
1712. Aun así, Catalunya consiguió prolongar la resistencia hasta el 11 de
septiembre de 1714, cuando Barcelona cayó definitivamente tras trece meses
de sitio y una cruenta batalla. La victoria de Felipe V supuso la supresión de los
órganos de gobierno del Principado y la imposición de las instituciones y leyes
de Castilla, a través del Decreto de Nueva Planta de 1716.
Desde Cooltur os invitamos a recorrer algunos de los escenarios bélicos
y también edificios institucionales que tuvieron un papel trascendente en
el conflicto que cambió la influencia de España en el mundo y acabó con
las instituciones catalanas.
Baluarte de Sant Antoni
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El Baluarte de Sant Antoni estaba
ubicado en el tercer recinto de la
muralla que cerraba la parte oriental
de la ciudad. Se construyó frente al
viejo Portal de Sant Antoni, que se
abría al final de la calle del mismo
nombre. Hacia mediados del siglo
XIV se construyeron los tramos de
muralla que van del principio de La
Rambla hasta el portal de Tallers y de éste hasta el portal de Sant Antoni. Éste
último fue la construcción más relevante de este sector de la fortificación,
convirtiéndose en la puerta triunfal de la ciudad de Barcelona o acceso principal
de reyes, príncipes y embajadores,
a causa de su situación al final del
camino que venía de Aragón.
El portal de Sant Antoni recibía su
nombre de una capilla del santo
situada en sus alrededores y
estaba flanqueado por dos torres
de planta poligonal: la de Sant Urbà, situada a la derecha, y la de Sant Ivó, a la
izquierda.
En el marco de la Guerra dels Segadors
(1640-1652), se continuó con las
reformas y la modernización del recinto
fortificado iniciadas a principios del siglo
XVII con la construcción de nuevos
baluartes como el de Sant Antoni,
documentado a partir del año 1644.
Durante la Guerra de Sucesión no tuvo lugar ninguna acción militar de
importancia que implicara directamente al baluarte, a excepción del hecho que
durante la Batalla de Montjuic de 1705, los refuerzos borbónicos salieron por su
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Portal. Unos 400 granaderos a caballo, la mayoría irlandeses, intentaron
reforzar a la guarnición del castillo. En su ascensión chocaron con la columna
británica que dirigía el ex-virrey austriacista de
Catalunya, el Príncipe Jordi de Darmstadt y, debido
a la confusión idiomática y a la oscuridad,
consiguieron entrar en el castillo con varios
prisioneros ingleses y herir de muerte al Príncipe.
En el siglo XIX se derribó progresivamente el
baluarte de Sant Antoni siendo sustituido por el
mercado que aun contemplamos hoy en día. Su
reforma integral del año 2009 ha dejado al
descubierto los restos de la fortificación.
Dirigíos al sureste por Calle del Comte d'Urgell hacia la Ronda de Sant Antoni 62 m Girad a la izquierda per Calle de Sant Antoni Abat 230 m Girad hacia la derecha por la Plaza del Pedró 52 m Continuad por Calle del Hospital Id hasta la rotonda. 350 m Calle del Hospital, 73
Hospital de la Santa Creu
A principios del siglo XV, la ciudad de
Barcelona contaba con seis pequeños
hospitales: El Hospital Desvilar o de la
Almoina, el Hospital de Marcús, el
Hospital d’en Colom, el Hospital Vilar o
de Sant Macià, el Hospital de Santa
Eulàlia y el Hospital de Santa
Margarida. Estas instituciones habían
sido creadas por órdenes religiosas o bien personas particulares y, aunque
dependían del Consell de Cent o del Capítulo de la Catedral, casi todos sus
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ingresos provenían de la caridad ciudadana.
A principios de 1401, las dificultades económicas de estos centros llevaron al
Consell de Cent y al Capítulo Catedralicio a acordar la construcción de un
nuevo y único hospital resultante de la unión de los otros seis centros
sanitarios. Con eso se pretendía mejorar la administración y gestión de las
rentas. La medida fue ratificada el 5 de septiembre del mismo año mediante
una bula del papa Benedicto XIII, quien autorizó la constitución del Hospital de
la Santa Creu.
El nuevo centro, uno de los más antiguos de
Europa y del mundo, fue ideado como un edificio
de grandes dimensiones, con cuatro alas de
estructura rectangular, dos plantas de altura y
dispuestas en torno a un patio, siguiendo el
modelo de los claustros eclesiásticos. El rey Martí
l’Humà presenció la colocación de la primera
piedra del edificio, el 13 de febrero del 1401. Las obras acabarían en 1450.
Posteriormente, durante el siglo XVIII, el edificio se amplió, y a lo largo del siglo
XIX y inicios del XX se realizaron intervenciones menores.
Durante los sitios borbónicos de Barcelona de 1706 y 1713-14 acogió la
mayoría de los heridos de ambos bandos,
que fueron perfectamente registrados en
los libros de ingreso. Los datos de los
cerca de 1.300 heridos por cada sitio son
actualmente un documento histórico de
primer orden, por ejemplo para descartar
el ingreso del malherido Rafael de
Casanova el 11 de Septiembre y la
pretensión de darlo por muerto.
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Hoy en día el edificio está
ocupado en su mayoría por la
Biblioteca de Catalunya. El
Hospital sigue existiendo como
el Hospital de la Santa Creu i
Sant Pau, ahora en la Ronda del
Guinardó, en el que es el su
tercer recinto.
Dirigíos al este por la Calle del Hospital hacia la Plaza del Canonge Colom 250 m Girad a la derecha por Les Rambles 18 m Girad a la izquierda por la Calle de la Boqueria 190 m Girad a la izquierda por la Calle dels Banys Nous 5 m Girad a la derecha por la Calle del Call 130 m Continuad recto hacia la Plaza de Sant Jaume. 28 m Palacio de la Generalitat de Catalunya
Diputació del General
Las Diputacions del General fueron
inicialmente unas comisiones
temporales que tenían el encargo de
recaudar el tributo establecido en el
pactum entre la tierra y el rey en unas
Cortes, designadas por primera vez el
año 1289.
La nueva forma de hacer la guerra del siglo XIV creó la necesidad de un
sistema fiscal, desconocido hasta entonces, que gravara a todos los súbditos
frente a la falta de fondos de la monarquía. Pero el sistema constitucionalista
característico de la Corona de Aragón impedía al rey imponer una nueva
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legislación fiscal por su sola voluntad. Igual que cualquier otra legislación hacía
falta negociarla en las Cortes. En las Cortes que tuvieron lugar los años 1358-
59 se pactó un importante donativo al rey para financiar la larga guerra contra
Castilla. También se pactó la
designación de 12 diputados con
el fin de formar la Diputació del
General del Principado de
Catalunya como representación
de los tres estamentos que se
habían reunido en las Cortes.
Esta comisión fue permanente a
fin de recaudar el donativo en Catalunya y gestionar la deuda pública real a
largo plazo. La comisión permanente, la Diputació del General de Catalunya,
estaba bajo la autoridad del diputado eclesiástico, el cual se consideraba el
President de la Generalitat.
La institución fijó su sede en Barcelona. El 3
de diciembre del 1400 sus representantes
adquirieron la casa originaria de la calle de
Sant Honorat que, con las posteriores
ampliaciones daría lugar al actual Palacio de
la Generalitat de Catalunya.
De este período son la galería gótica, la parte
de Sant Honorat (entrada principal en aquel
momento), las salas de representación del
primer piso, la capilla de Sant Jordi y la
fachada gótica del calle del Bisbe, con
imágenes obra de Pere Joan. La galería
gótica es de las mejor conservadas, y mantiene la forma original. Contiene una
escalera lateral al estilo de las casas señoriales de la época. La fachada de la
calle del Bisbe es un muro de factura sencilla, con una puerta de acceso que
da al patio menor adjunto al patio gótico. Está coronada por una crestería con
pináculos, gárgolas y una balaustrada con una rica tracería. En el centro de la
Saló Sant Jordi
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barandilla, justo encima de la puerta, hay un gran medallón con la
representación de Sant Jordi matando al dragón, aparentemente inspirado en
el sello mayor del oficio de la Diputació del General de Catalunya.
A finales del siglo XVI se amplió el edificio hacia la actual Plaza de Sant
Jaume. Las obras, a cargo de Pere Blai, comenzaron en 1597 con el derribo de
las casas adquiridas. La fachada sigue la inspiración del renacimiento italiano,
y se inspira en el Palacio Farnese de Roma. Con todo, y después de plantear
su derribo y sufrir interrupciones por crisis financieras, el edificio se acabó entre
1616 y 1619. La parte más importante de la obra y núcleo de toda la
construcción es la nueva capilla de Sant Jordi en el centro del primer piso, con
tres naves y cúpula. En el siglo XVIII, esta capilla se transformó en el Salón de
Sant Jordi. Aún conserva el pavimento original de mármol policromo. La puerta
principal está flanqueada por cuatro columnas dóricas lisas de origen romano
datadas del siglo II. Fueron esculpidas en Troya y trasladadas a Tarragona, al
templo de Augusto del recinto de culto del Fórum Provincial. Acabado el
imperio romano se trasladaron a una iglesia de la zona de Sant Pere
Sescelades. Esta iglesia se destruyó y Pere Blai negoció con las autoridades
tarraconenses su incorporación a la nueva fachada en 1598.
Durante el primer medio siglo de vida, la Generalitat conservó su carácter de
organismo fiscal y financiero, pero a partir de las reformes de 1413 fue
adquiriendo cada vez más competencias políticas. A sus funciones económicas
y administrativas se añadió la ejecución de las decisiones pactadas en las
Cortes Catalanas, o vigilar para que las Constituciones catalanas y otras leyes
de Catalunya fueran respetadas por el rey. Este creciente protagonismo de la
Diputació del General con jurisdicción política, judicial y militar, culminó en
varias guerras contra los reyes a lo largo de los siglos XVI-XVII, frente al
creciente autoritarismo monárquico.
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Por lo respecta a su papel
durante la Guerra de Sucesión,
el Archiduque Carlos de Austria,
ya convertido en Carlos III,
convocó las Cortes en el Salón
Sant Jordi el año 1705. En
aquellas sesiones el nuevo Rey
restauró muchos de los privilegios,
usos y costumbres que las instituciones catalanas habían ido cediendo a base
de derrotas contra la Monarquía Hispánica. El funcionamiento de la institución
respondía a una concepción republicana de la política basada en el consenso a
través del diálogo y la representación de todos los sectores implicados.
Al lado de este salón estaba la Sala de Contrafaccions, donde se reunía el Braç
Militar y la Junta de Gobierno para dirigir la Guerra. Este órgano fue
evolucionando a lo largo del conflicto hasta convertirse en decisivo para la
defensa de las Constituciones y la marcha de la Guerra.
Dirigíos al noreste por Plaza de Sant Jaume hacia la Calle del Bisbe 15 m Girad a la derecha por Calle de la Ciutat 48 m Calle de la Ciutat, 1
Casa de la Ciutat
Fachada Gótica del Ayuntamiento: El Consell de Cent
encargó, en el año 1399, al maestro de obras Arnau
Bargués la construcción de la fachada que se realizó con
características similares a otras construcciones suyas. A lo
largo del siglo XIX, cuando se iba a construir la fachada
principal de la plaza de Sant Jaume, se estuvo cerca de
destruir la fachada gótica, para así unir el edificio. Las
obras de derribo se pararon a causa de las protestas de la
Sala de Contrafaccions, ahora Verge de Montserrat
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Academia de Bones Lletres de Barcelona y la Reial Acadèmia Catalana de
Belles Arts de Sant Jordi, pero la fachada quedó mutilada, desapareciendo uno
de los vitrales superiores, y la puerta quedó desplazada hacia la derecha.
El Consell de Cent era el órgano de gobierno
civil durante todo el Sitio de 1714 y, como era
tradición en caso de guerra, izaron la bandera
de Santa Eulalia (patrona de la Ciudad) en las
ventanas. Sólo se descolgó para entrar en
combate en tres ocasiones: el 26 de Enero de
1641 en la Batalla de Montjuïc, de nuevo en
otra Batalla de Montjuïc el año 1706 y durante
el sitio de Barcelona, el día 11 de
Septiembre de 1714, cuando la llevó el
Conseller en Cap Rafael Casanova i
Comes resultando herido en la batalla.
Dirigíos al sureste per Calle de la Ciutat hacia la Calle de Hércules 150 m Continuad por Calle del Regomir La destinación quedará a mano izquierda 55 m Calle del Regomir, 13
Grabado de la izada de la Bandera
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Palacio Vilana-Perlas
Aunque tradicionalmente se ha atribuido a la
familia Gualbes, según Albert García-Espuche
este gran palacio era propiedad de Ramón de
Vilana-Perlas y Camarasa, marqués de Rialp,
uno de los nobles austriacistas más importantes
de la Barcelona de inicios del siglo XVIII.
El edificio ocupa una gran parcela y conserva la
estructura de palacio del siglo XIV, con patio,
dos torres y galería, así como algunos elementos originales, como las ventanas
coronelas que se pueden ver en el patio o en la fachada. Es especialmente
destacable el portal barroco, de inicios del siglo XVIII.
Protonotario del Reino de Aragón, Vilana-Perlas fue nombrado Secretario de
Despacho Universal de Carlos III en el año 1707 y distinguido con el título de
marqués de Rialp en 1710. Después de la compra de una serie de casas,
reformó el palacio de la calle Regomir.
Hasta su marcha de Barcelona, acompañando a la reina (el día de San José de
1713), Vilana-Perles vivió aquí. Después de la
derrota de 1714, ocupó el edificio José
Patiño, intendente de Catalunya en 1713 y
presidente de la Junta de Justicia y de
Gobierno del Principado, artífice del nuevo
catastro y del Decreto de Nueva Planta. No
podía ser más simbólica esta ocupación: los
vencedores pasaban a vivir en las casas de
los vencidos.
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Dirigíos al sureste por Calle del Regomir hacia la Calle del Correu Vell 100 m Girad a la izquierda por Calle Ample 65 m Girad a la derecha por Calle de la Fusteria 58 m Girad a la izquierda por Plaza de Antonio López 60 m Girad a la izquierda por Vía Laietana 10 m Girad a la derecha por Calle del Consolat de Mar 88 m Calle del Consolat de Mar, 35
Edificios de la calle Consolat de Mar
Estos edificios porticados, que forman ángulo recto con unos con porches del
siglo XIX, vivieron el sitio de 1714 y son uno de los pocos vestigios del Barrio
de la Ribera. Estos porches eran
mucho más extensos y tenemos
constancia de ellos en el siglo XIII.
Fundamentalmente eran los
talleres cubiertos de los
carpinteros que trabajaban en las
Drassanes (Atarazanas), que en
1396 se vieron ocupadas por el
mercado de subastas de segunda
mano o Encants, trasladado allí desde la plaza de Sant Jaume. A lo largo de
500 años aquí se podía encontrar ropa usada, muebles de segunda mano,
libros viejos y, más tarde, maletas y baúles para tomar un barco o un tren. En
1886, con motivo de la Exposición Universal de 1888, fueron trasladados al
Mercado de Sant Antoni donde se quedarían hasta la siguiente Exposición
(1929) cuando se trasladan a la Plaza de les Glòries, donde todavía podemos
encontrar los Encants. Los libreros de viejo, pero, se quedaron alrededor del
mercado. Por lo tocante a los porches fueron derribados en varias
intervenciones, la última de las cuales fue en 1909 con la apertura de la Vía
Laietana. Queda esta pequeña muestra de la esquina. Si nos fijamos, por los
alrededores aún veremos algún comercio que vende maletas.
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Dirigíos a noreste por Calle del Consolat de Mar hacia la Calle dels Orgues 51 m Girad a la derecha por Placita del Palau La destinación quedará a mano izquierda
La Llotja de Mar
El rey Pere el Cerimoniós autorizó la construcción de una gran sala cerrada
(conocida como Sala de Contractacions) que protegía los comerciantes de las
inclemencias del tiempo y
de los efectos del mar,
dado el impulso del
comercio marítimo en
aquella zona de la ciudad.
Pere Arvei fue el
arquitecto que dirigió las
obras, entre 1384 y 1397. Se trata de una gran sala de tres naves separadas
por arcadas de medio punto sostenidas por cuatro columnas. El techo es de
madera. Aunque desde 1397 estaba en pleno funcionamiento, más adelante se
fueron añadiendo otras construcciones, como el piso superior donde se situaba
el Consolat de Mar (1457). Sufrió los
efectos de sitio de 1714 y se convirtió
en cuartel. Más adelante fue
recuperada por la ciudad y se decidió
modernizar el edificio. Las obras se
desarrollaron desde 1774 hasta 1802.
De esta ampliación hay que destacar
el conjunto exterior que cubre
totalmente el salón gótico (salón de Contractacions), las salas neoclásicas de la
Junta de Comercio y el patio, donde se conserva la fuente de Neptuno. En
1775 se estableció la Escuela Gratuita de Diseño y más adelante la Academia
de Bellas Artes que sigue en el segundo piso. De 1915 a 1994 fue la sede de la
Bolsa de Barcelona. Ahora lo es de la Cámara de Comercio de Barcelona.
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Durante la Guerra de la Sucesión el Salón de Contractació de la Llotja fue el
escenario de la primera representación de una ópera italiana en toda España.
Así, el 2 de Julio de 1708, se estrenó la ópera de Antonio Caldara Il più bel
nome. En los meses siguientes se cantaron diversas obras, algunas de las
cuales fueron estrenos absolutos.
A partir de 1714, con la toma de Barcelona y el fin de la Guerra de Sucesión, se
interrumpió la actividad operística en la Llotja y en toda la ciudad, que sólo se
reanudaría en 1750, ya en el Teatro de la Santa Creu.
Dirigíos al sureste por Placita del Palau hacia el Paseo de Isabel II 37 m Girad a la izquierda por Paseo de Isabel II 74 m Girad a la derecha por Placita del Palau 160 m Placita del Palau - Baluarte del Migdia
Baluarte del Migdia
La muralla de mar se empezó a
construir en Barcelona en el siglo XVI,
fue complementada con la construcción
de baluartes que actuaran de refuerzo
defensivo, a causa de la ascensión de
la artillería. Las obras, demandadas por
el Emperador Carlos bajo el fantasma
de los piratas berberiscos y pagadas
por la ciudad empezaron precisamente por este baluarte, para defender el
acceso al mar. Poco a poco se fue completando el cinturón defensivo, con los
clásicos problemas técnicos y de financiación que alargaron las obras unos 150
años. De esta forma, poco antes de la Guerra de Sucesión, Barcelona quedó
protegida por once baluartes.
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El Baluarte de Migdia estaba cerca del Pla de Palau y cubría el Portal de Mar
de Barcelona; su orientación lo convertía en un punto de protección de los
ataques provenientes del mar. A pesar de eso, este baluarte fue uno de los
escenarios de los combates más violentos sucedidos durante el once de
Septiembre de 1714.
A las 7:00h el flanco derecho borbónico consiguió llegar hasta el baluarte de
Jonqueres, donde las tropas lideradas por el Conseller en Cap Rafael
Casanova portando la Bandera de Santa
Eulalia consiguieron, no solo detener la
embestida felipista, sino que empezaron a
hacerles retroceder hasta que prácticamente
fueron expulsadas de la ciudad de Barcelona.
Paralelamente, en el flanco izquierdo, la
penetración borbónica consiguió llegar hasta
el Baluarte de Migdia, donde el destacamento
de 100 fusileros y artilleros comandados por el
coronel Anton Paperoles también lograron
detener la ofensiva de las tropas felipistas. Éstas se parapetaron en los
edificios del cuartel y cuadras, desde donde empezaron a abrir fuego a
discreción contra el Baluarte de Migdia; el coronel Paperoles, con la posición
muy batida por los felipistas, ordenó abrir fuego simultáneo sobre las paredes
del cuartel y las caballerizas, que reventaron completamente, abriendo grandes
brechas a través de las cuales las tropas catalanas lanzaron granadas. Las
bajas de las tropas borbónicas fueron muy elevadas y empezaron a retirarse de
este sector de la ciudad.
Los felipistas
recuperaron el terreno
perdido y se
parapetaron en el
cuartel; el Baluarte de
Migdia, que tenía una
posición estratégica clave para la defensa del sector, resistió todas y cada una
de las embestidas borbónicas. Aquí cayeron heridos el capitán Josep d'Aguilar
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d'Alòs y el capitán Miquel Castellarnau, mientras que el coronel de fusileors
Anton Paperoles, comandante del Baluarte, murió defendiéndolo hasta el fin.
Dirigíos al noroeste por Placita del Palau hacia la Calle de la Marquesa 220 m Girad ligeramente a la izquierda para continuar por Placita del Palau. 42 m Girad a la derecha por Calle de l'Espaseria 80 m Girad a la izquierda por Calle de l'Anisadeta 8 m Girad a la derecha por Plaza de Santa María La destinación quedará a mano derecha 21 m Plaza de Santa María, 1
Santa María del Mar
Santa María del Mar, antiguamente Santa María
de les Arenes, es una iglesia de tipo gótico de
Barcelona, en el barrio de la Ribera y construida
entre 1329 y 1383. Sus maestros de obra fueron
Berenguer de Montagut (el diseñador principal del
edificio) y Ramón Despuig. La primera iglesia que
ocupó el solar donde hoy se encuentra Santa
María del Mar era la conocida como Santa María
de les Arenes, documentada en el 998, y
construida sobre un templo paleocristiano
anterior. Este templo anterior se
habría levantado donde la tradición
ubica el hallazgo de las reliquias de
Santa Eulalia de Barcelona por parte
del obispo Frodoí, en el 887. El 1005
aparece el nombre de Santa María
del Mar, cuatro años después
aparece como parroquia de la
Vilanova de la Mar, barrio
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extramuros en expansión, habitado per armadores, mercaderes y
descargadores del puerto (los bastaixos o mozos de cuerda, estibadores).
La construcción de la iglesia actual empezó el Mayo de 1329. Un hecho
destacable, que aún perdura, es que se estableció que la obra debería de
pertenecer exclusivamente a los feligreses. Parece ser que en la construcción
participó activamente toda la población de la Ribera, ya que fueron ellos
quienes la sufragaron, ya con su dinero o bien con su trabajo. Este hecho está
en clara contraposición a la Catedral de Barcelona que por aquellos tiempos
también se estaba construyendo y se asoció a la monarquía, a la nobleza y al
alto clero
Durante la Guerra de la Sucesión fue convertida en iglesia palatina cuando
Carlos III (o Jordi de Hessen-Darmstadt) hizo construir un pasadizo elevado
que la comunicaba con el Palacio del Virrey o Real, actualmente desaparecido,
que se encontraba en el Pla de Palau. El único vestigio de aquel pasadizo es la
actual calle del Malcuinat; la diferencia de color de la piedra entre el cuarto y el
quinto ventanal del muro más cercano al Fossar de les Moreres señala por
donde pasaba el pasillo real. Esta iglesia fue la escogida para celebrar la boda
entre el Archiduque Carlos y la princesa Isabel de Brunswick el 1 de Agosto de
1708.
Dirigíos al sudeste por Plaza de Santa María hacia la Calle de l'Anisadeta 21 m Girad a la izquierda por Calle de l'Anisadeta 8 m Continuad por Calle de Santa María La destinación quedará a mano derecha
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Fossar de les Moreres
Antigua fosa menor o cementerio
secundario de Santa María del Mar que
estuvo en uso hasta 1775, cuando se
prohibió el enterramiento dentro de las
murallas por motivos de salud pública.
Después de la batalla del Once de
Septiembre de 1714 se convirtió en una
fosa común en la que fueron enterrados los defensores muertos en los
combates de los baluartes de Llevant, del
Migdia y de Santa Clara. Esto se debió
tanto a la proximidad de dichas zonas de
combate, como al hecho que Santa María
del Mar se utilizó de hospital de sangre
durante la batalla.
A pesar de la desaparición del cementerio,
pavimentado a inicios del siglo XIX, el lugar
mantuvo siempre su carácter emblemático y
su significado patriótico. Esto no quiere decir que en las épocas más oscuras
sufriese una degradación urbanística, que se vio copada con su uso para
aparcamiento. Durante la remodelación de 1989 se derribaron las casitas que
había encima, así como los restos del paso elevado y se pavimentó el espacio
con ladrillo rojo, símbolo de la sangre derramada. Posteriormente se
restauraron les fachadas de las casas del siglo XVIII que dan a la plaza. En el
murete que hace las funciones de límite puede leerse el verso de Pitarra
dedicado al lugar. El pebetero es de 2001.
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Dirigíos al este por Plaza del Fossar de les Moreres hacia la Calle de Malcuinat 12 m Girad ligeramente a la izquierda para continuar por Plaza del Fossar de les Moreres. 39 m Girad a la derecha por Passeig del Born 43 m Girad a la izquierda por Placita de Montcada 53 m Continuad por Calle de Montcada La destinación quedará a mano izquierda 28 m
Palacio Dalmases
Edificio señorial del siglo XVII fruto de
la reforma de un edificio gótico anterior,
del cual quedan algunos elementos
interesantes. Entre éstos cabe
destacar la capilla del siglo XV. La
fachada es simple, con los balcones
enmarcados con sillares, y un seguido
de gárgolas esculpidas. La parte más interesante es la escalera del patio
interior donde destacan las columnas salomónicas que sostienen los arcos, y el
friso esculpido evocando el rapto de Europa y el carro de Neptuno. Es una de
las obras más interesantes del barroco catalán.
Fue construido durante la década de
1690 por Pau Ignasi de Dalmases,
noble y erudito catalán hijo de un rico
comerciante barcelonés. Fue uno de
los creadores de la Academia dels
Desconfiats, conocido círculo
intelectual de la época y su archivero
perpetuo. Felipista de primera hora, fue
acusado de conspirador austriacista y encarcelado por el Rey. Entonces se
puso de parte del Archiduque Carlos y éste le envió de embajador a la Gran
Bretaña y Holanda para intentar reactivar la guerra a favor de los catalanes.
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Aunque su familia y él mismo eran contrarios a la guerra a ultranza, no dejó las
gestiones de lado hasta el último momento. Una vez Felipe V lo hubo
perdonado, volvió a Barcelona y se dedicó a
tareas académicas y a la adquisición de una
importante biblioteca. Dejó una numerosa
correspondencia. Su biblioteca restó en
manos de la familia Dalmases y en 1916 fue
adquirida por la Biblioteca de Catalunya.
Parece ser que en los sótanos de su palacio
se situó el Estado Mayor de los ejércitos de
Catalunya durante el sitio de 1713-14. Dada la profundidad y la robustez de la
obra, era el lugar idóneo para evitar los efectos de los bombardeos y a su vez
suficientemente cerca del frente.
Dirigíos al sureste por la Calle de Montcada hacia la Calle de l'Arc de Sant Vicenç 28 m Continuad por Placita de Montcada 53 m Girad a la izquierda por Passeig del Born 170 m Girad a la izquierda por Calle del Comerç 12 m Girad ligeramente a la derecha. 2 m
El Born Centre Cultural
Antiguo mercado central de verduras
de Barcelona que, en el año 2003 en
el proceso de hacer una biblioteca y
un centro cívico, se descubrió parte
del antiguo barrio de la Ribera, el
barrio más artesano y dinámico de la
Barcelona del siglo XVIII. Fue la zona
donde más se luchó el Once de
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Septiembre y también donde, en los últimos compases de la batalla, las tropas
enemigas fueron contenidas con el sacrificio de la población civil.
En finalizar el conflicto se desplazó
a la población superviviente para
derribar las casas y construir la
Ciutadella. Los desahuciados
fueron a vivir en barracas de la
playa hasta que en 1753 se
construyó el nuevo barrio de la
Barceloneta, treinta años después. Hoy en día se pueden visitar los cimientos
de las casas y ver las calles del barrio tal como eran antes del Sitio. La
documentación existente ha permitido conocer la vida, los oficios y la identidad
de las personas que vivieron aquí.
A modo de anécdota, el estado de
conservación del barrio ha permitido hasta
identificar el lugar exacto donde cayó
herido el Mariscal Antonio de Villarroel,
mientras mandaba la carga de caballería
del infructuoso contraataque contra la
brecha de las murallas del sector de Santa
Clara.
Dirigíos al sudeste hacia la Calle de la Ribera 2 m Girad a la izquierda por la Calle de la Ribera 99 m Girad a la derecha por Passeig de Picasso 58 m Girad a la izquierda por Calle Destillers 100 m
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Parc de la Ciutadella
Este parque público es el resultado del
derribo de la Ciudadela borbónica que le
da nombre. La fortaleza fue concebida
para vigilar la ciudad en vez de
defenderla; cerrando Barcelona entre el
Castillo de Montjuïc y la Ciutadella.
La fortificación tenía un diámetro de 547
metros desde su centro hasta sus cinco
baluartes (del Rey, de la Reina, del Príncipe,
don Fernando y don Felipe) y revellines; si
incluyéramos también el foso, se ampliaría
hasta los 617 m de diámetro. Referente a las
alturas de la fortaleza se sabe que,
curiosamente, los dos baluartes
confrontados a la ciudad tenían 16 metros de
alto, mientras que los tres restantes tenían 11 metros. Este hecho deja claro
que su prioridad era defenderse DE la Ciudad y no tanto
del exterior. El foso hacía unos 6 metros de profundidad.
Las dimensiones totales de la ciudadela borbónica eran
de unas 28,6 hectáreas y se equiparaba a los grandes
fuertes europeos, como el de Lille, o Sant Ferran de
Figueres.
A lo largo del siglo XIX se bombardeó Barcelona, en varias ocasiones desde
esta ciudadela, para reprimir revueltas populares contra el gobierno militar del
Estado. Después de muchas tentativas y demandas a Madrid, no fue hasta la
Superposición de la Ciudadela y el Parque
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Revolución de 1868 que se pudo derribar la fortaleza. El Ayuntamiento de
Barcelona transformó este espacio en un parque para olvidar la represión que
representaban sus muros. La Ciutadella se encontraba sobre las antiguas
murallas de la ciudad donde se combatió el Once de Septiembre. Su
construcción data de 1716, nada más derribar el barrio de la Ribera para lograr
más espacio para la fortaleza. Varias campañas arqueológicas lo han
verificado, aunque una gran parte de los restos se destruyeron durante unas
obras de 1989 para los Juegos Olímpicos.
Dirigíos al este 38 m Girad ligeramente a la derecha hacia la Plaza de Joan Fiveller. 100 m Girad a la izquierda por Plaza de Joan Fiveller 80 m Girad a la derecha la Calle de l'Institut Escola. 40 m Girad ligeramente a la izquierda. 24 m Girad ligeramente a la derecha. La destinación quedará a mano derecha 23 m Plaza de Joan Fiveller
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Edificios borbónicos Actualmente, los únicos restos visibles de la fortaleza de la Ciutadella son la Capilla de estilo barroco, hoy aún capilla militar; el antiguo Palacio del Gobernador militar, de estilo clasicista que ha sido Instituto-Escuela de la República, cuartel de bomberos y ahora el Instituto Verdaguer; y finalmente el Arsenal, actual Parlamento de Catalunya.
(Los siguientes puntos se encuentran actualmente enterrados y se incluyen en
el itinerario a modo de curiosidad. Quizá en un futuro próximo serán visitables)
Dirigíos al suroeste 3 m Girad ligeramente a la derecha hacia la Plaza de Joan Fiveller. 42 m Girad ligeramente a la derecha hacia la Plaza de Joan Fiveller. 31 m Girad a la izquierda por Plaza de Joan Fiveller 48 m
Arsenal - Parlamento Palacio del Gobernador- Instituto
Capilla
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Girad ligeramente a la derecha. 13 m Girad ligeramente a la izquierda. 4 m Girad ligeramente a la derecha. 39 m Girad ligeramente a la izquierda. 17 m Girad ligeramente a la derecha. 79 m Girad ligeramente a la izquierda.
Restos enterrados del Portal de Sant Daniel
El año 2005 se descubrieron los restos
del antiguo portal medieval de Sant
Daniel, uno de los accesos de la
muralla medieval del siglo XIV, muy
reformado en siglos posteriores para
adecuarlo al uso de la artillería. Se sabe
que constaba de dos torres poligonales
que cubrían la puerta, reforzada con
dos rastrillos y un puente de piedra para
salvar el foso.
Durante el sitio de 1714 fue una de las partes más castigadas de la muralla,
junto con el baluarte de Santa Clara y la torre de Sant Joan, que lo cubrían
desde el flanco y desde las alturas, respectivamente. El 13 y 14 de Agosto de
aquel año el sector recibió un violento asalto
frontal que fue rechazado, causando muchas
bajas en ambos bandos. El Once de Septiembre
finalmente las defensas cedieron bajo el empuje
borbónico y la lucha siguió dentro de la Ciudad.
De forma sorprendente el Portal se conservó tal
y como había quedado después de la batalla,
hasta que fue derribado para construir la
Reconstrucción del sector (año 1714 )
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Ciutadella. Se han podido localizar impactos de cañonazos, las mismas balas
de cañón sobre el puente, munición diversa, barricadas construidas para
bloquear el acceso una vez (supuestamente) se hubieron perdido las puertas y
otros elementos relacionados directamente con la lucha mantenida el Once de
Septiembre.
Dirigíos al suroeste 17 m Girad ligeramente a la derecha hacia la Calle Destillers. 83 m Girad a la izquierda hacia la Calle Destillers. 30 m Girad ligeramente a la derecha hacia la Calle Destillers. 77 m Girad a la izquierda hacia la Calle Destillers. 13 m Girad a la derecha por Carrer Destillers 400 m Arc de Triomf, Passeig Lluís Companys
Baluarte del Portal Nou
Construido como defensa avanzada a las
murallas medievales de la ciudad, estaba
adosado al Portal Nou y se conservaron las
torres medievales. De forma vagamente
pentagonal, se habilitó una salida por su flanco
Este a través de un puente con arcos. Se alzó
a
media
dos
del siglo XVII, para cubrir el saliente
provocado por el dicho portal, en el
marco de los intermitentes conflictos
con Francia, a partir de 1635. Se sabe
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que fue parcialmente destruido en el sitio de 1697 y recibió la mayor parte de
los ataques borbónicos del sitio de 1713-14, junto con el baluarte de Santa
Clara. Muy cerca entraba a la ciudad el Rec Comtal, principal cauce de agua de
uso agrícola y manufacturero de la época. El Rec estaba atravesado por varios
puentes de obra documentados arqueológicamente.
El baluarte fue derribado después del sitio de 1714 a causa de la construcción
de la Ciutadella, que acabó derribada por la apertura del actual Paseo Lluís
Companys con motivo de la Exposición Universal de 1888. En el cruce con la
calle de Trafalgar, justo debajo del Arco del Triunfo, se documentaron y
destruyeron los restos del baluarte.
Desde COOLTUR esperamos que hayáis disfrutado de esta ruta turística y
que tengáis un muy buen día.
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