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2 SEP SEP SEP SEP SEP ARA ARA ARA ARA ARA T T T A A A de Noticias Nº 106 - Setiembre 2000 Exordio en "sábado chico" Dr. Barrett Díaz: Comenzamos este taller de trabajo agradeciendo la presencia de us- tedes; no conformamos un número impor- tante, pero el tema sí lo es y amerita que marquemos una etapa para después conti- nuar elaborándolo. Esta etapa es necesaria. Por ser invierno y viernes de noche les agradezco mucho la presencia. En Venezuela, al viernes de no- che se le llama sábado chico, así que agradez- co doblemente que en un viernes alguien se dedique a un trabajo gremial. Vamos a tener cuatro exposiciones hoy. El doctor Calvo nos va a presentar el porqué ellos –los componentes de su Con- sejo Arbitral– creyeron que era necesario convocar a un taller así. Luego, yo les voy a resumir los documen- tos que se han presentado y con qué meto- con el apoyo de directivas administrativas y de personas responsables de instituciones que no tenían nada que ver con la profesión médica. Eso ensombrecía las relaciones y llevaba a una pérdida de relacionamiento que aleja- ba cada vez más a las partes. En consecuen- cia, como mejor solución, pensaron que pu- diera dirimirse en el terreno del Consejo Arbitral, cuando los parámetros pasaban por otro lado. Como se sucedieron diversas resolucio- nes y problemas en términos similares, cerca del término del mandato de este Consejo Arbitral, creímos oportuno enviar un co- municado a los colegas del Sindicato para expresarle esa inquietud, tanto en cuanto al diagnóstico –que habíamos visto– como a posibles soluciones. Se barajó la posibilidad de establecer un taller de bioética en el cual se pudiera plantear la problemática que nosotros habíamos vivido y de buscar diver- sos caminos de solución. Lo veíamos como una situación impor- tante y de riesgo, en la medida que si esto sigue progresando y no tomamos, como cuer- po médico, conciencia de que tenemos que mejorar en diversos aspectos nuestro cono- cimiento de la regulación de esa relación “Deficiencias en la formación del médico en el relacionamiento con sus pares” Deontología y ética médica La enseñanza de la bioética El fin es colaborar, desde el punto de vista de “egresado” y la experiencia de la prác- tica médica como médico general, con la concreción de la enseñanza de la bioética (de la ética médica) en nuestra Facultad. Desde el año 95 hay propuestas concre- tas a nivel de Claustro, donde se definía la necesidad de esta enseñanza que debe acompañar a la enseñanza científica de la medicina porque sus dilemas son cada vez mayores y productos de ese mismo progreso científico-tecnológico. “…En la medicina occidental existe una gran brecha entre lo que los médicos creen sobre las enfermedades (“disease”) y las formas que la gente enferma experi- menta como enfermedad (“illness”). Y creo que precisamos una educación bioética en medicina que entrene a los médicos para penetrar al mundo de los pacientes y tomar la experiencia humana tan seriamente como toman la anatomía- fisiología”… Dr. Warren Reich (del Sociólogo Coe y el Clínico Magraw) (Enfermedad objetiva – enfermedad vivida) dología de trabajo pensamos que mañana debemos abordarlos en el taller. Al doctor Edmundo Batthyány le vamos a pedir que nos presente la forma de trabajo con que vamos abordar las propuestas de enseñanza de la ética médica. El doctor Giuria nos desarrollará su pro- puesta de analizar si cabe desglosar del Có- digo de Ética en general un contenido especí- fico relativo a deontología médica, y, proba- blemente, otro a disceología o derechos. Nos va a presentar los puntos favorables o desfavorables de estas alternativas y maña- na se va a debatir en el taller. Entonces, para comenzar, le pedimos al doctor Antonio Calvo que nos exponga los motivos que lo llevaron a solicitar la reali- zación de este taller. Perdiendo las referencias Dr. Antonio Calvo: Buenas noches a to- dos. Agradezco infinitamente al Sindicato Médico del Uruguay, a nuestros colegas del Comité Ejecutivo, y especialmente al doc- tor Barrett Díaz, la acogida que ha tenido la intención de nuestra propuesta. En los azarosos días de trabajo que nos tocó vivir a todos los compañeros del Con- sejo Arbitral en un período que, por la pro- longación de diversas situaciones llegó a extenderse por cuatro años, habíamos com- probado que muchas presentaciones de si- tuaciones frente al Consejo Arbitral habían sido el producto de una falta de correcto relacionamiento entre los colegas, que ha- bían pensado en el Consejo Arbitral como campo para dirimir problemas que se pudie- ron muy bien haber resuelto en otro ámbito. Eso era producto de una mezcla de pro- blemas y del desconocimiento de los térmi- nos en los cuales se tienen que manejar los colegas. A veces se llegaba al desconoci- miento de quiénes eran sus pares, descono- ciendo que el colega es un par y merece una consideración especial, no porque sea tal, sino por una cantidad de factores que se mueven alrededor de la propia definición de médico. Es así que olvidando principios bá- sicos, incluso de sentido común, se recurría a superar determinado tipo de situaciones Motivo de portada: Motivo de portada: Motivo de portada: Motivo de portada: Motivo de portada: Francisco Goya y Lucientes (1746-1828). El sueño de la razón produce monstruos. Aguafuerte de la serie de los Caprichos.

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Exordio en "sábado chico"Dr. Barrett Díaz: Comenzamos este tallerde trabajo agradeciendo la presencia de us-tedes; no conformamos un número impor-tante, pero el tema sí lo es y amerita quemarquemos una etapa para después conti-nuar elaborándolo.

Esta etapa es necesaria. Por ser inviernoy viernes de noche les agradezco mucho lapresencia. En Venezuela, al viernes de no-che se le llama sábado chico, así que agradez-co doblemente que en un viernes alguien sededique a un trabajo gremial.

Vamos a tener cuatro exposiciones hoy.El doctor Calvo nos va a presentar el

porqué ellos –los componentes de su Con-sejo Arbitral– creyeron que era necesarioconvocar a un taller así.

Luego, yo les voy a resumir los documen-tos que se han presentado y con qué meto-

con el apoyo de directivas administrativas yde personas responsables de institucionesque no tenían nada que ver con la profesiónmédica.

Eso ensombrecía las relaciones y llevabaa una pérdida de relacionamiento que aleja-ba cada vez más a las partes. En consecuen-cia, como mejor solución, pensaron que pu-diera dirimirse en el terreno del ConsejoArbitral, cuando los parámetros pasabanpor otro lado.

Como se sucedieron diversas resolucio-nes y problemas en términos similares, cercadel término del mandato de este ConsejoArbitral, creímos oportuno enviar un co-municado a los colegas del Sindicato paraexpresarle esa inquietud, tanto en cuanto aldiagnóstico –que habíamos visto– como aposibles soluciones. Se barajó la posibilidadde establecer un taller de bioética en el cualse pudiera plantear la problemática quenosotros habíamos vivido y de buscar diver-sos caminos de solución.

Lo veíamos como una situación impor-tante y de riesgo, en la medida que si estosigue progresando y no tomamos, como cuer-po médico, conciencia de que tenemos quemejorar en diversos aspectos nuestro cono-cimiento de la regulación de esa relación

“Deficiencias en la formación del médico en el relacionamiento con sus pares”

Deontología y ética médica

La enseñanza de la bioética

El fin es colaborar, desde el punto de vistade “egresado” y la experiencia de la prác-tica médica como médico general, con laconcreción de la enseñanza de la bioética(de la ética médica) en nuestra Facultad.Desde el año 95 hay propuestas concre-tas a nivel de Claustro, donde se definía lanecesidad de esta enseñanza que debeacompañar a la enseñanza científica de lamedicina porque sus dilemas son cadavez mayores y productos de ese mismoprogreso científico-tecnológico.“…En la medicina occidental existe unagran brecha entre lo que los médicoscreen sobre las enfermedades (“disease”)y las formas que la gente enferma experi-menta como enfermedad (“illness”). Ycreo que precisamos una educaciónbioética en medicina que entrene a losmédicos para penetrar al mundo de lospacientes y tomar la experiencia humanatan seriamente como toman la anatomía-fisiología”…

Dr. Warren Reich(del Sociólogo Coe y el Clínico Magraw)

(Enfermedad objetiva – enfermedad vivida)

dología de trabajo pensamos que mañanadebemos abordarlos en el taller.

Al doctor Edmundo Batthyány le vamosa pedir que nos presente la forma de trabajocon que vamos abordar las propuestas deenseñanza de la ética médica.

El doctor Giuria nos desarrollará su pro-puesta de analizar si cabe desglosar del Có-digo de Ética en general un contenido especí-fico relativo a deontología médica, y, proba-blemente, otro a disceología o derechos.Nos va a presentar los puntos favorables odesfavorables de estas alternativas y maña-na se va a debatir en el taller.

Entonces, para comenzar, le pedimos aldoctor Antonio Calvo que nos exponga losmotivos que lo llevaron a solicitar la reali-zación de este taller.

Perdiendo las referenciasDr. Antonio Calvo: Buenas noches a to-dos. Agradezco infinitamente al SindicatoMédico del Uruguay, a nuestros colegas delComité Ejecutivo, y especialmente al doc-tor Barrett Díaz, la acogida que ha tenido laintención de nuestra propuesta.

En los azarosos días de trabajo que nostocó vivir a todos los compañeros del Con-sejo Arbitral en un período que, por la pro-longación de diversas situaciones llegó aextenderse por cuatro años, habíamos com-probado que muchas presentaciones de si-tuaciones frente al Consejo Arbitral habíansido el producto de una falta de correctorelacionamiento entre los colegas, que ha-bían pensado en el Consejo Arbitral comocampo para dirimir problemas que se pudie-ron muy bien haber resuelto en otro ámbito.

Eso era producto de una mezcla de pro-blemas y del desconocimiento de los térmi-nos en los cuales se tienen que manejar loscolegas. A veces se llegaba al desconoci-miento de quiénes eran sus pares, descono-ciendo que el colega es un par y merece unaconsideración especial, no porque sea tal,sino por una cantidad de factores que semueven alrededor de la propia definición demédico. Es así que olvidando principios bá-sicos, incluso de sentido común, se recurríaa superar determinado tipo de situaciones

Motivo de portada:Motivo de portada:Motivo de portada:Motivo de portada:Motivo de portada:Francisco Goya y Lucientes (1746-1828).El sueño de la razón produce monstruos.Aguafuerte de la serie de los Caprichos.

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entre los colegas, esto va a ir en detrimentoy menoscabo de la impresión que puedecausar en el resto de la sociedad la imagen delmédico. Creo que la imagen en este momen-to es de alta responsabilidad.

Por otro lado, es difícil enfrentar estetipo de situación para buscar soluciones,porque pesa mucho la estructura que se estádando en nuestra sociedad, y, a veces, estosproblemas no se pueden aislar absoluta-mente y hay que barajar que existen otrasconcepciones que pueden explicarlo.

El legado innegociableVivimos en una sociedad donde se han per-dido los valores espirituales y, entre ellos,dentro de lo que puede caber el conceptoespiritual, no solamente los teológicos, sinolos valores intrínsecos al ser humano queson inaccesibles. Es decir, que no debemosdejar que maduren y se pudran para quenazcan otros valores completamente dife-rentes que, en definitiva, van a ir en menos-cabo de nuestras propias convicciones.

A la sociedad actualmente la podemosver un poco triste, eso ha alcanzado tambiéna los médicos. El relacionamiento del indi-viduo frente a la sociedad como el “sálvesequien pueda”. Busco mis valores que soneconómicos, de prestigio o de poder y losdemás no me importan: “el prójimo soy yo”.

Esta problemática nos inquieta. Se desa-rrolla en un medio social que ha perdidovalores y eso tenemos que admitirlo, nosguste o no. Los tiempos cambian, las situa-ciones son diferentes, pero no debemos,desde ningún punto de vista, olvidar que hayvalores que no pueden dejarse de lado. Todosqueremos mantener con dignidad un reco-nocimiento de respeto de la sociedad, no nosvamos a llevar al otro mundo valores mate-riales, pero sí vamos a dejar el recuerdo denuestros valores, de nuestras generosidadeshacia los colegas, hacia nuestros pacientes yel respeto que nos hemos ganado y que, a suvez, hemos obtenido de quien nos dejó o noslegó un apellido, de padres que hicieron unsacrificio para que pudieran estudiar sushijos, muchos de ellos inmigrantes.

Esos valores no podemos dejar que sepudran y eso ha motivado la actitud activade plantear esta problemática con los cole-gas, con nuestros pares, porque, en definiti-va, somos el cuerpo médico nacional, sindistinción de especialidades, que mantienela fuerza de su presencia dentro del resto dela sociedad y que debe mantener tambiénuna imagen, para pulirla, para llegar a labrillantez del diamante; la responsabilidades exclusivamente de nosotros.

Esa era la inquietud que quería transmi-tirles, no solamente de la visión de colega ypar de ustedes, sino también como una parteintegrante de la sociedad que le preocupaverse a sí misma con sus claroscuros, y buscary encontrar caminos para remediar esosdefectos que no son baladíes, que hay quetenerlos presentes siempre.

Muchas gracias a todos por la atención yla colaboración que han tenido con su pre-sencia.

No basta con los paradigmasDr. Barrett Díaz: Gracias a usted, doctorCalvo. Este fue –hace cerca de un año– elpunto de partida que nos llevó a convocar untaller para trabajar este problema.

Ahora voy a tratar de presentarles, antesde que nos dividamos en comisiones, un or-denamiento de la documentación que se hahecho llegar para ver en qué nos centramos.

Resumiría lo que el doctor AntonioCalvo nos dice.

El Consejo Arbitral tuvo la oportunidadde comprobar cómo los problemas, con con-tenidos de ética médica, se multiplicaron,en tanto nosotros, como cuerpo médicoorganizado, hemos quedado estáticos y des-bordados.

Dice nuestro Código de Ética Médica, quees idéntico al de la FEMI –y saludamos lapresencia del doctor Pedro Losantos entrenosotros– que el buen relacionamiento en-tre los médicos es un valor en sí mismo, es uncomponente de la calidad asistencial y mar-ca la calidad de la convivencia en el ámbitocolectivo de trabajo.

Eso del ámbito “colectivo” de trabajo hayque subrayarlo porque es la característicahistórica esencial del desarrollo de la segun-da mitad del siglo que va a terminar, la grandiferencia con el trabajo liberal individualde décadas pasadas, y, lógicamente, está ge-nerando mayores interrelaciones y oportu-nidades de conflictos. Conflictos no sola-mente por cuestiones, como se dice hoy, “depiel”, de temperamento o de gustos, sino deintereses poderosos que determinan la con-ducta individual o de grupos de médicos.

No podemos tomar a la ética como unestudio de laboratorio, desprendida de loque está pasando de la puerta hacia afuera,en la calle, en los lugares de trabajo. Tene-mos un gravísimo problema del modeloasistencial y dentro de eso puede ser unapauta de conducta el “sálvese quien pueda”.Hecha así la descripción ¡vaya si tendremosproblemas de ética médica de todo tipo!

Lo peculiar es que a pesar de que el tonodominante es el problema de la desocupa-ción y la subocupación, no está exento decomplejidades el panorama que analizamos;han habido muchos nichos de trabajo enespecialidades nuevas, con buenas condi-ciones para la negociación laboral, con in-gresos significativamente superiores al pro-medio, nichos que han contribuido a agre-garle complejidad al problema de la relaciónentre colegas.

Insuficiencia de la normaDe tal manera que, en un ambiente de rela-cionamiento donde cada vez predomina máslo colectivo, donde cada vez se contraponen

Dres. Barrett Díaz y Antonio Calvo

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más intereses profundos y no simplementede gustos pasajeros, los viejos instrumentosde la absorción de las normas de ética médicaimplícitas en los cursos curriculares de clí-nica o de ciencias básicas, han devenidoinsuficientes.

La modalidad de absorción por ósmosisde los ejemplos, donde las grandes figurasconsulares no sólo estaban enseñando se-miología o medios de diagnóstico de tera-péutica, sino que estaban dando un ejemplo,han pasado a ser obsoletos ante la masifica-ción y las condiciones materiales en lascuales se presta hoy la enseñanza, donde esimpensable que nosotros podamos descan-sar en ese solo recurso implícito –el ejemplode la figura consular– la formación en éticamédica de los profesionales.

Hay un elemento más; dentro de laselaboraciones más o menos regladas, nues-tro propio Código de Ética Médica o los regla-mentos con que contamos, los capítulosreferidos a deontología –o sea el relaciona-miento entre colegas– son relativamenteescuetos y no por casualidad. Dice el doctorGiuria en uno de sus informes que en lacomparación internacional de los códigosde ética y de deontología resaltan comoelaboraciones valiosas, exentas de la conta-minación del corporativismo, aquellos queson relativamente sobrios, parcos en cuantoa pautar la relación entre colegas y que lahipertrofia de ese capítulo más bien se da enpaíses donde la práctica de la profesión estámuy impregnada de elementos corporati-vos. Pero de todas maneras, esta forma parcay muy sobria en que los textos y los códigoshan incorporado la deontología, ha ido tam-bién quedando rezagada ante el aumento delos problemas.

Resumiendo: desborde de los proble-mas e insuficiencia de las normas que nospermiten contener nuestra conducta enlos aspectos de ética médica.

En este punto surge este taller y el ejem-plo de ello lo da el doctor Calvo: presidió unConsejo Arbitral que debió haber actuadopor dos años y tuvo que trabajar el doble,para poder juzgar los casos que se le referían.

Entonces, ahí tenemos que hubo muchí-simos casos, pero que se le refirieron más delos que debieron haber sido. Eso tambiéntenemos que verlo para no sobrecargar anuestro organismo destinado al juzgamientoen materia ética con casos que de pronto sonde otra naturaleza.

Agobio de la jurisprudenciaVoy a pasar a resumir qué es lo que queremosenfocar en el taller que lo tenemos organi-

zado en el informe de la Comisión deColegiación.

Lo primero, ubicar, definir con qué pro-blema va a trabajar el taller. ¿Cuál es elproblema con que trabajamos?

No vamos abarcar la totalidad de lostemas de ética médica, ni es esa la finalidad.Decíamos que la finalidad es que no se repitalo sucedido, a saber, que el Consejo Arbitraltrabaje el doble del tiempo asignado.

En la introducción a uno de los informesse señala la clasificación de los fallos de losdiversos Consejos Arbitrales en el lapsoposterior a la aprobación del Código de ÉticaMédica, es decir del ‘95 hasta el ’99; aquelloscasos que concluyeron con sancionesexplicitando el artículo del Código de Ética alque se hace relación.

El artículo 66 del Código de Ética Médicaen su primera parte, precisamente, habla delas relaciones entre colegas. Tenemos que,mientras en los otros había referido un casopor cada uno, cuando saltamos a un artículoque habla de la relación entre colegas tene-mos nueve casos, y cuando pasamos a susegunda parte: respecto a las calumnias, trescasos; a las declaraciones públicas, cuatrocasos; o sea que la casuística demuestra queestamos alimentando al Consejo Arbitralfundamentalmente con situaciones referi-das al relacionamiento entre colegas.

Luego están las referencias al ConsejoArbitral en el lapso citado, donde no surgie-ron méritos para un enjuiciamiento de or-den ético; o sea, el caso fue referido al Con-sejo Arbitral y éste concluyó que no habíalugar a un enjuiciamiento de ese orden. Es-tos pueden subdividirse en dos categorías.

Una primera categoría donde fue nece-saria la participación del Consejo Arbitralpara arribar a la citada conclusión.

Hay una segunda categoría en la cualhubiese sido evitable desde un inicio la in-tervención de un tribunal ético al podercatalogarse el diferendo en otro orden con-tencioso o de litigio. Por ejemplo, aquí tene-mos la enumeración de situaciones (desti-tuciones sin fallas éticas, desprolijidades eimprudencias administrativas, amparo a unrecurso de recusación, discrepancia de opi-nión técnica exclusivamente, diferendo deorden laboral, interposición de recurso ad-ministrativo) donde se llega a la conclusiónobvia de que no es una falta ética.

Es evidente que podíamos haber evitadoesas remisiones, si hubiéramos logrado pau-tar una instancia previa a la remisión alConsejo Arbitral luego de la presentacióndel colega con su caso, sin negar derechos ajuzgamientos o a acusaciones pero canali-zándolas en el ámbito adecuado. Podríamos

Ética y bioéticaDesagregación y referencias

1. La Facultad de Medicina no posee unespacio o estructura académica destina-do a la investigación, la enseñanza y laaplicación de conocimientos sobre éticamédica y bioética. No se imparten cono-cimientos específicos sobre esta/s disci-plina/s como unidades curriculares.2. Existe, no obstante, una referencia aaspectos parciales de la ética médica quese imparten en disciplinas tales como laMedicina-Legal, la Psicología Médica y laPsiquiatría. Parciales en tanto que referi-dos a aspectos deontológicos de la pro-fesión o a la fundamentación ética denormativas legales vigentes.3. En mi opinión existe una referenciaconstante a la ética en el diálogo entredocentes y alumnos, sin que los concep-tos allí vertidos tengan otro respaldo quela reflexión personal de los participantes.4. Existe un currículum oculto, es decirtodo aquello que se enseña con las acti-tudes del docente (y las propias decisio-nes institucionales), que opera como edu-cación ética. Supongo que aquí encontra-mos buenos y malos ejemplos mezcladosen una proporción que no me animo adeterminar.5. Personalmente propuse, ante el Claus-tro de Facultad, la creación de una Licen-ciatura en Bioética (que incluye a la ÉticaMédica). Esta propuesta forma parte deun conjunto de propuestas que suponenreforzar la formación de los médicos envarios campos del saber que son, pordefinición, interdisciplinarios: sociología,economía, antropología, historia de laciencia y la medicina, etcétera. Es proba-ble que culminemos en la conformaciónde una Licenciatura de Biología Humanacon orientaciones diversas a partir de untronco común. Como etapa intermedia yreferido a la ética, quizá organicemos unforo de discusión.6. Considero que sería de suma utilidadincorporar, ya desde este año 2000, elanálisis del Código de Ética aprobado porSMU-FEMI, en la enseñanza del últimociclo del plan de estudios, es decir, elinternado obligatorio. Con destinar dos otres mañanas de cada rotación a dichoanálisis, se puede alcanzar un objetivo nodesdeñable.

Profesor Dr. Fernando RamaPresidente del Claustro

de la Facultad de Medicina

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así liberar el tiempo del órgano específica-mente ético y, además, tratar el diferendo enel ámbito que realmente le corresponde.

Un caso de orden laboral, exclusivamen-te luego de consumido el tiempo del ConsejoArbitral y de los propios actores, en unoscuantos meses de gestación del pronuncia-miento va a tener que ir a un litigio de ordenlaboral; recién llegará al verdadero terrenoen que debió haber estado desde el comienzo.

De tal manera que estaríamos no sóloahorrando tiempo del Consejo Arbitral enel sentido utilitario, sino procediendo coneficacia y responsabilidad de acuerdo con laverdadera naturaleza de las situaciones.

Ética e hiperéticaEn otro de los informes se presentaron losresultados de un estudio sobre las alusiones,las citas que se habían hecho en la actividaddel Comité Ejecutivo del Sindicato Médicoen el último año.

Se enumeraron los artículos e incisos delCódigo de Ética Médica aludidos en la activi-dad del Comité Ejecutivo en el año 99. Y seincluyen también alusiones verificadas encomunicaciones oficiales recibidas del Con-sejo Arbitral u otros organismos

Ahí encontramos lo siguiente: en estelapso, 47 alusiones al Código de Ética Médicainvolucrando a 34 de sus diferentes artícu-los e incisos.

Aquí queremos detenernos en lo siguien-te: esto significa que en un Código de ÉticaMédica que tiene 83 artículos, un amplísimonúmero de ellos –34– son aludidos. Eviden-temente algunos aparecen repetidos porqueson 47 alusiones, lo cual demuestra que, enrealidad, el manejo de la temática ética haencarnado en la vida gremial. Tomamos alComité Ejecutivo como el organismo repre-sentativo porque es allí donde van a termi-nar todos los problemas, ya que es el organis-mo que tiene potestad resolutiva.

Esto nos dice que si bien nosotros yademostramos que existe una gran prolife-ración de diferendos entre colegas, ademásde esto se observa que existe una preocu-pación por el análisis ético en una grancantidad de cosas, casi diríamos que entodas. Problemas asistenciales de los pa-cientes, del relacionamiento con las insti-tuciones, problemas de las asignaciones eco-nómicas, etcétera, están dando lugar a unenfoque ético mucho más de lo que pasabaantes. En parte, pensamos que esto es opuede ser el resultado de haber elaborado unCódigo de Ética Médica, que, en su concreción,en lo que tiene de ponderado y sintético,facilita enormemente el debate ético y per-

mite referirse a él en infinidad de situacio-nes donde antes, de pronto, hubiera sidomucho menos precisa.

Esto también sobrecarga el trabajo delConsejo Arbitral y nos obliga a ser muchomás cuidadosos en la selección de casos parasacar el máximo provecho de las diversasinstancias gremiales.

La ética médica como asignaturaDescrito el problema, queríamos, brevemen-te, plantear que debiera circunscribirse –ennuestra opinión, y se oirán después otras–cuál es la finalidad y la productividad espe-rada del taller.

Nosotros decimos que el Consejo Arbi-tral que presidió el doctor Calvo, al igual quemuchos de nosotros, comprobó deficienciasde la educación médica en materia deonto-lógica. Lo distinto, lo que marca una inicia-tiva, es que se rompió la inercia formulandouna propuesta concreta que se está imple-

mentando, que es la realización de este tallerpara producir cambios inmediatos en la vidareal en esta materia.

Hacemos un taller no para ser practiconeso buscando cosechar resultados de hoy paramañana, pero sí con una finalidad práctica,sin ningún desmedro de la profundidad delanálisis ético. Queremos que salgan pro-puestas que se puedan implementar en loinmediato, junto a otras que serán más dife-ridas. A los que participamos en el taller senos pide que en los diversos rubros: en laenseñanza de la ética médica, el de la refe-rencia de casos al Consejo Arbitral, el deba-te de si desglosar o no un código deontoló-gico, etcétera, sin ningún desmedro de laprofundidad del análisis, sin atarnos a pro-poner cosas exclusivamente inmediatas,sino siendo libres y haciendo propuestas delargo alcance, incluyamos indefectiblementepropuestas realizables desde el próximo lu-nes en el Sindicato Médico del Uruguay parasolucionar este problema.

Rafael(1483-1520).

La Escuela deAtenas (detalle

Aristóteles yPlatón).

Roma, Palaciodel Vaticano,

Cámarade la Firma

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Una primera solución consiste en laobligatoriedad de la enseñanza de la éticamédica. Ésta probablemente no es de laspropuestas de alcance o resultados inmedia-tos, pero es de las esenciales en este asunto.Creemos que están maduras las condiciones.

La inclusión de la ética médica en losprogramas de educación médica abarcandosecuencialmente las etapas básicas, clínica,de especialización y la extensa fase de laeducación médica continua y permanentees reclamada por la Asociación MédicaMundial constituyendo la política oficialdel gremio médico nacional* desde hacemedio siglo.

Divulgación y casuísticaDada la especificidad del problema, se plan-teó a la Comisión de Asuntos Universita-rios el procesamiento en conjunto, previen-do que del taller surjan elementos de juicioque el orden de egresados pueda plantear enla Facultad de Medicina.

El doctor Batthyány tiene a su cargo lacoordinación de estas tareas.

Una de las propuestas que agregamos esla de proceder a divulgar el Código de ÉticaMédica que ya tenemos.

Puede, evidentemente, discutirse si no-sotros desglosamos un código deontológico,si reglamentamos algunos artículos de él,pero, lo primero, es reconocer que hay unadeficiencia en la divulgación y que nosotrospodríamos, con la infraestructura ya exis-tente, propender a esta divulgación. Nues-tro relacionamiento con las sociedadescientíficas, por ejemplo, podría resolver

que en determinado año se divulguen cier-tos artículos del Código de Ética Médica en loscongresos y eventos.

El SMU, así como en el año de su 80ºAniversario agrega a su logo el número 80por los años que cumple, podría decidir queen todas sus publicaciones divulgue deter-minado capítulo durante ese año. Si unoanaliza cuáles son los artículos que realmen-te pueden tener un impacto más inmediato,se encuentra que con este listado: 66, 67, 68,69, 71, 72, 74, y 75, ocho artículos. Tenemosla posibilidad de abarcar este espectro deproblemas que son muy significativos: buenrelacionamiento humano entre médicos,mutuo respeto en la atención conjunta a unpaciente, comunicación con el anteriormédico tratante, trabajo en equipo pero conresponsabilidad individual, independenciaprofesional y trabajo interdisciplinario, pro-cedimientos para la comunicación y divul-gación científica de los hallazgos de la inves-tigación, prohibición de la explotación deltrabajo de colegas y el relacionamiento delmédico con las instituciones tanto públicascomo privadas.

Por un lado, el artículo 80 del Código deÉtica Médica dice que los fallos del ConsejoArbitral deben tener un rol educativo. Y, ala vez, el artículo 55 del Estatuto del SMU leimpone al Sindicato la obligación de comu-nicar a todos los asociados los fallos.

De modo que si los fallos contienen en suestructuración una verdadera finalidad edu-cativa, donde describen bien las circunstan-cias de un juzgamiento, relacionan bien lasnormas éticas que tienen que ver con esasituación, exponen su fallo y lo justifican,estaríamos trabajando sobre una casuísticaconcreta y haciendo enseñanza “clínica”, osea caso por caso, fáctica, realista, práctica,que es la mejor forma de enseñar algo.

De modo que en el rubro divulgacióntenemos: las propuestas para la publicaciónde los artículos del Código de Ética Médicarelativos a la relación entre colegas y teneren cuenta que si el Consejo Arbitral –comolo viene haciendo mucho más acentuada-mente en los últimos años– logra fallos quecumplen con una verdadera finalidad edu-cativa, tendrá expedita la vía de la comuni-cación a todos los socios, porque eso esestatutario y porque por allí tenemos unaposibilidad de hacer una enseñanza viva dela ética médica en el análisis caso por caso.

ReglamentaciónVamos a pasar al rubro reglamentación,aún pendiente, del Código de Ética Médi-ca. Este, aprobado por plebiscito en el año

’95, le prescribe al SMU la reglamentaciónde sus artículos 70, 73 y 78.

El 70 es referido a la relación entre mé-dicos, de manera que todos ellos sepan a quéatenerse cuando interactúan en los diversosroles: dependencia, igualdad, subordina-ción, jefatura, etcétera.

El artículo 73 es acerca de los honorariosprofesionales.

El 78, relativo a la práctica profesional,con el objetivo de evitar o resolver conflic-tos en esa área. Este artículo dice que lareglamentación de diversos aspectos de lapráctica profesional por el Sindicato Médi-co, proporcionará una manera de conocertodos en qué forma llevar las relaciones delos colegas en el trabajo y obtener por esa víala prevención de los conflictos.

Hay tres artículos que apuntan a aspec-tos de la práctica profesional que hasta aho-ra han permanecido en esta situación, (o seade requerimiento de reglamentación sin quese haya procedido a ella), pero probable-mente este taller decida si es oportuno quealgunos de ellos los encomendemos a gruposde trabajo. La sumatoria de todo esto nospuede dar una reglamentación del trabajoque sea preventiva de los conflictos, y faci-lite el tema de la relación entre colegas.

Queremos incluir el artículo 28 numeral4 porque creemos que también merece unintento de reglamentación. Este dice que noes ético el abuso de un mandato electivo o deuna función administrativa en beneficiopropio.

Está conectado con el uso de una funciónadministrativa o de un mandato electivo enbeneficio de terceros, la llamada conjunciónde intereses, que tanto se ha manifestado en

Hechos y valores

Estamos de acuerdo con que debe haberun equilibrio entre los “hechos” y los“valores” al decir de Diego Gracia.“Es imperativo que los médicos y otrosprofesionales de la salud que se estánentrenando actualmente y en el futurotengan la capacidad de analizar y confron-tar estos problemas (desafíos éticos) conla misma habilidad que enfrentan losproblemas clínicos de sus pacientes…”.

Prof. Dr. Víctor B. PenchaszdehEncuentro Continental de Educación

Médica. Punta del Este, 1994

La importancia de la bioética

¿Por qué es importante enseñar bioética?

1. Por la violación de estándares morales.2. Por el desafío de la tecnología médica,especialmente los trasplantes.3. Por los viejos problemas afectados porla tecnología: aborto, esterilización, elderecho a saber.4. La prensa, diarios, TV, debate público.5. La educación médica era insuficientepara tratar a los pacientes.6. Clima político-social. Derechos civiles.Derechos de los pacientes. Malpraxismédica.7. Despersonalización de la atenciónmédica.

Dr. W. Reich. Estados Unidos* Decimos “gremio médico nacional” porque enresolución de la Primera Convención Médica Na-cional de 1939, es el punto 5º, numeral 1.

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tiempos recientes. Esto no está contempla-do en el artículo 28/4 porque habla de bene-ficio “propio”, de manera que debemos ana-lizar si hacemos la propuesta de una exten-sión de su contenido para que el tema de laconjunción de intereses pueda ser analizadocon base en el Código de Ética Médica.

Pautas de referenciaOtra propuesta: formulación de pautas parareferencia de casos al Consejo Arbitral.Ya podemos ir resumiendo porque esto lohemos argumentado.En primer lugar cabe calificar la naturalezade un diferendo. No hay por qué esperar queun Consejo Arbitral diga que se trata de unproblema administrativo, laboral, ideológi-co, filosófico o lo que fuere. Eso es de sentidocomún y está a cargo de las autoridadesgremiales. Existen otros organismos y comi-siones dentro de la estructura gremial parael procesamiento de esos diferendos.

En segundo lugar la elección del tribu-nal competente.

El artículo 77 del Código de Ética Médicadice que los organismos competentes paraevaluar los problemas éticos –o sea, que yaestá difundida la naturaleza ética del dife-rendo– serán los del SMU o aquellos que éldetermine. Existen numerosas situacionesdonde hay tribunales éticos que puedencumplir en forma delegada esa función. Ten-drá que verse caso por caso, ver si el tribunalético tiene facultades sancionatorias equi-valentes a las del SMU, etcétera, pero es unade las posibilidades que aparece dentro de lanormativa ya vigente, que no se tiene encuenta.

En tercer lugar la gestión personal pre-via a la denuncia, que es impuesta por elartículo 79. En un impulso de arrebatomomentáneo alguien solicita que él y unadocena más de colegas pasen a ser juzgadospor el Consejo Arbitral para lavar sus nom-bres, etcétera, y muy a menudo no han cum-plido con lo que aparece como una imposi-ción del Código de Ética Médica, que es lanecesidad de realizar una gestión personal.

El artículo 79 dice que cuando se com-prueba una falla de orden ético es obligacióndel médico ponerse en contacto con el cole-ga para hacérselo ver así. Solamente en casode que la inobservancia se repita o de que elcolega manifieste que su posición es la depersistir en su conducta, ahí cabe poner lasituación en conocimiento del SMU.

Si nosotros exigimos esta gestión perso-nal, si divulgamos que es necesario esto,vamos a estar, por un lado, evitando referen-cia de casos, pero, por otro, imponiendo a los

colegas que tengan entre sí esa relación, quemuy a menudo no se tiene por diversosmotivos, culturales, psicológicos o de otroorden. El Código se la está proponiendo ysería un escenario mucho más favorable quese crearía si compruebo una falla de ordenético.

Lo primero que tengo que hacer es hablarcon el colega. Los que tenemos confianza enla naturaleza humana, pensamos que allídeben solucionarse muchas cosas y genera-lizar esto haría que nuestro clima ético fueramucho más saneado.

Mediación, conciliación y arbitrajePor último, en el conjunto de documentosque se les entregó hoy, está la descripciónsomera de lo que serán las instancias demediación o conciliación.

En otros países con colegiación médica,la relación del Colegio de Médicos con el deAbogados ha permitido conveniar los servi-cios de los colegios de abogados para instan-cias de mediación, conciliación y arbitraje.

Son instancias complementarias, no sesuperponen.

La mediación pone en funcionamientoa mediadores, a menudo experimentados enla función, con formación científica en lamateria, que analizan las debilidades y lafortaleza de cada propuesta y las dejan aconsideración de las partes, pudiendo luegollegar o no a un acuerdo.

La conciliación, en cambio, es un meca-nismo donde las partes resuelven de ante-

mano que aceptarán lo que se acuerde en lagestión conciliatoria, donde van a estar laspartes y además los agentes conciliadores,siempre y cuando haya acuerdo unánime. Osea, es un mecanismo de consenso pero quese lo acepta de antemano como válido ydefinitivo sin acudir a instancias posteriores.

El arbitraje es un mecanismo para juiciosde derecho común. Se nombra un TribunalArbitral cuya integración está prevista. Loscolegios de médicos recomiendan que en loscontratos de trabajo se incluyan tribunalesde arbitraje para solucionar allí muchosdiferendos y no generar la continuación deenfrentamientos que, al final, terminan consecuelas éticas.

Pensamos que la mediación o concilia-ción son mecanismos mucho más aptos paralos juzgamientos de conductas éticas.

Lo que estamos proponiendo entonces:divulgación de los artículos del Código deÉtica Médica, reglamentación de algunos desus contenidos relativos al relacionamientoentre colegas y las pautas de referencia alConsejo Arbitral, incluyendo, entre ellas, lainstancia previa de mediación, conciliacióny arbitraje.

Este paquete de propuestas debe ser ana-lizado en el día de mañana por una de lascomisiones de trabajo.

Terminando, proponemos este paqueteen uno de los grupos; un segundo grupo detrabajo relativo a la enseñanza de la éticamédica y hay un tercer tema, que puede seruna comisión aparte o de la primeramentenombrada, para analizar la propuesta del

Dra. María Rosa Remedio, Prof. Dr. Yamandú Sica Blancoy Dr. Edmundo Batthyány

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doctor Giuria sobre el desglosamiento de uncódigo exclusivamente deontológico, mu-cho más práctico, referido a situaciones hastacasuísticas a veces, o sea, diferente a lo quees un código de ética que va a problemas másesenciales, puramente éticos, sin cuestionesde procedimientos. Esa tarea la abordaría-mos mañana.

Faltaría entonces presentar la forma deabordar los temas de la enseñanza de la éticamédica y del código deontológico.

Entonces, pasamos a presentar, por in-termedio del doctor Batthyány, cómo va afuncionar el taller sobre la enseñanza de laética médica.

La enseñanza de la éticaDr. Edmundo Batthyány: Voy a ser muybreve.

Cuando el doctor Barrett Díaz nos co-municó la posibilidad de trabajar este tema,mi primera respuesta fue negativa, porque sibien hace muchos años que trabajamos en laComisión de Asuntos Universitarios (CAU),poca experiencia tenemos en enseñanza dela ética. Cuando uno dice poca, en realidades ninguna.

Por otro lado, nos sentimos sumamentecontentos porque un miembro del ComitéEjecutivo se acordaba de la CAU.

Cuando uno lee –soy un fanático de lasactas del Comité Ejecutivo– el espacio quese destina a Asuntos Universitarios es me-nor al 1%; está el doctor Navarrete que

puede decir si este año es igual. Cuandoestuve en el Comité Ejecutivo, lo que sedestinaba era mucho menos del 1%. Enton-ces, cuando se recibe una invitación de estetipo no puede desaprovechar la posibilidadde insertarse.

Comentando con los compañeros de laFEMI en la CAU, ellos también estuvieronmuy interesados con este tema para aportarsu experiencia.

Queríamos, a través de gente autorizada,poner este tema a plano para ver cómo sepodía realizar la enseñanza de la ética yestuvimos viendo algunos antecedentes.Barrett decía que hace 60 años, en la primeraConvención Médica –y en la última tam-bién– hubo una mesa especial donde se pe-día que la enseñanza de la ética fuera reali-zada en los cursos curriculares de la Facul-tad. En el año ’84 hubo una mesa muy linda,sumamente instructiva, donde también es-tuvo el profesor Giuria.

De modo pues, que todo llevaba a crista-lizar para que en el Claustro y en el Consejo,la delegación del orden de egresados pudieraser catalizadora de una propuesta de ense-ñanza de la ética.

Estuvimos viendo –para nuestra ver-güenza– que desde el año ‘67 en Pennsylvaniay en el ‘68 en Nueva York existen cursoscurriculares, de ética. Incluso aquí en Uru-guay hace algunos años, el sacerdote OmarFrança presentó y publicó en la Revista Mé-dica una forma de enseñar la ética. Ademástodos las semanas recibo en mi casa la llama-da telefónica del delegado del Sindicato Mé-dico al último Congreso de la AsociaciónMundial de Medicina que, en forma insis-tente, me reclama a ver qué hemos hechopara incluir la enseñanza de la ética. Quie-nes conocen al querido compañero doctorJosé Kierszenbaum saben de su persistencia.

Cuando vimos todo esto, más la amableinvitación de Barrett, fue que dijimos: “bue-no, de alguna manera vamos a tratar deorganizar el 'tallercito'”.

Un plan con perfil vernáculoUna forma sería adoptar programas de otrolado, sencillamente tomar el programa queexiste en Chicago hace ya 20 años, el deEspaña, que Barrett nos repartió, inclusohay libros donde ya está perfectamente es-tructurado. Pero no nos parece bueno, tene-mos que darle a nuestro plan de estudio elperfil y la tónica uruguaya. Por eso se nosocurrió consultar a gente que sabe y que sonlos que están en esta pequeña sala.

En la consideración de un futuro plan deestudio contaremos con la opinión del doc-

tor Fernando Rama, que ha estado ya en laCAU esbozándonos cuál es su idea y su plan.En aquella exposición que él hizo –con todasinceridad no recuerdo bien dónde o en quéparte– estaba la ética. Y al decir del decanoCalegari, hay en este momento a considera-ción de los claustristas de la Facultad deMedicina más de ocho planes de estudio.Otro que está a consideración es el del doc-tor Luis Carvajal, encargado del Departa-mento de Educación Médica de la Facultadde Medicina, que también tiene una claraidea sobre cómo y dónde se debe enseñar laética.

Estos dos compañeros nos van acompa-ñar mañana.

Algo ya hay en el actual plan de estudio,se ha hecho algo de enseñanza de la ética, sibien no curricularmente y no del todo es-tructurado; el doctor Clemente Estable,muchos años coordinador del ciclo básico,llevó adelante la enseñanza de la ética en elciclo básico. Él nos va a exponer esa expe-riencia.

Nosotros pensamos consultar a genteque está inmersa en este tema, como eldoctor Eduardo Navarrete, actual presiden-te del Consejo Arbitral, que ha lidiado connumerosos problemas de ética en este año.

La doctora Verónica Nieto, que ademásde ser integrante de la Comisión de Bioéticadel Sindicato, también lo es de la Universi-dad Católica.

El profesor emérito Yamandú Sica, quees miembro de la Comisión de Ética y Con-ducta Universitaria de la Facultad y, por lotanto, tiene un montón de experiencia paratransmitirnos.

Antecedentes

En Estados Unidos, donde se desarrollócon fuerza la bioética desde los años 70,se comenzó a enseñar en 1967:

1967 – Universidad Estatal de Pennsylvania- Facultad de MedicinaPrimer Departamento de HumanidadesMédicas* Historia de la Medicina* Literatura en Medicina* Religión en Medicina* Filosofía en Medicina* Medicina LegalBúsqueda y afirmación de valores

1982 – La mayoría de las Facultades deMedicina en Estados Unidos estaban im-partiendo cursos en ética médica. Actual-mente, la enseñanza de la bioética esobligatoria en las Facultades de Medicinade Estados Unidos.

Los tiempos de la ética

¿Cuándo se debe enseñar?En todo el transcurso de pregrado. En elciclo básico (relación médico-paciente),medicina legal (responsabilidad y malapráctica).También debe hacerse en el posgrado y enEMC.1º. Fundamentos de bioética.2º. Ética clínica.3º. Ética de la investigación.4º. Ética en la solución de los problemas

de la salud.5º. Ciclo materno-infantil – Ética del co-

mienzo de la vida.6º. Internado – Ética de la terminación de

la vida.

(Claustro de la Facultad de Medicina – 1995)

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Por último –pero no menos importan-te que los demás– el doctor Pedro Losantosque nos dará la visión de la FEMI.

Así es como pensamos estructurar estoy sacar alguna conclusión que espero seaútil.

Gracias.

Dr. Barrett Díaz: Para terminar, le pedi-remos al doctor Frederick Giuria que de-sarrolle el tema sobre la conveniencia ono de desglosar un cuerpo normativo bienestructurado, exclusivamente sobre deon-tología, y su relación con lo que sería elCódigo de Ética como norma básica.

Deontología y disceologíaDr. Frederick Giuria: Prácticamente hace40 años que estoy inmerso en los proble-mas de ética y de colegiación; por lo tantotengo una larga experiencia en ellos.

El hecho es que, a través de todo estetiempo, he visto evolucionar códigos ysistemas de aplicación durante mis casi 83años. Es una experiencia que puede ser útilpara los que están interesados en estetema y para los más jóvenes que quizáengranen en este problema. No sólo de laenseñanza de la ética sino de cómo mane-jar los problemas éticos.

Del punto de vista teórico, tienen quesaber que el conjunto de lo que se llamaética puede ser visto en varios estratos.

La ética deviene como un traslado dereglas morales.

Reglas morales que son diferentes encada una de las visiones –incluso en algu-nos lugares no a través de una religión sinopor un filósofo como Confucio–, que esta-blecen normas de vida que son la expre-sión de elementos que se consideran fun-damentales para el hombre como hom-bre, el hombre como individuo de la socie-dad, y, un poco más chico, el hombre comointegrante de una comunidad o profesión.

De manera que la moral consiste en va-lores esenciales; no es aplicable directa-mente en lo cotidiano; es difícil que tengaun sentido práctico. Luego viene la ética.

¿Qué es la ética? No es más ni menos quela extracción del contenido importante delos preceptos morales. Tampoco es práctica,en un sentido normativo. Por eso aparecenlos otros dos pilares, es un taburete de cuatropatas, que son: el código deontológico y unúltimo código que es casi desconocido, enrealidad fue una sugerencia de un decano dela Facultad de Montpellier en el año 1922,que con una visión muy clara de los proble-mas a los cuales se enfrentaba el médico,

tanto del punto de vista de los pacientes, dela sociedad, del Estado, de la interrelacióncon colegas, y también de los elementos detipo jurídico, inventó la palabra “disceología”y, por lo tanto, propuso la creación de uncódigo disceológico.

¿Qué es disceología? Es la ciencia queestudia los derechos. Y ahí hay dos sectores:los del paciente o usuario y los del propiomédico; y esos, prácticamente, no están con-templados en forma separada –entiéndasebien– en ningún código que actualmente seutilice en el mundo. Hay una cosa separada,nada más, que son los derechos del paciente;surgieron en Estados Unidos y han sidoprácticamente adoptados por todos los paí-

ses. Los derechos de los médicos no; estánintercalados en algunos de los artículos delos códigos.

Entonces, el hecho es que los elemen-tos fundamentales que tiene que manejarun tribunal –se le puede llamar tribunal dedisciplina, arbitral, comité de juicios éti-cos, etcétera– se refieren fundamental-mente a los dos últimos códigos de que heestado hablando que son: deontológico(porque es preciso, no deja ningún ele-mento suelto), y el código disceológico(que establece también los hechos que endeterminadas circunstancias el que tieneque juzgar va a tener en cuenta).

Es en razón de esto que mi amigoBarrett me ha pedido que yo hablara de sicreía que era necesario desglosar del códi-go de ética actual del Sindicato Médico, elcódigo deontológico y el disceológico.

Si ustedes toman, por ejemplo, el códi-go de ética francés, –que para mí es el másevolucionado, el que tiene más experien-cia– toda la organización se mantieneabsolutamente con el código deontológi-co.

Son grandes principios que están esta-blecidos, por ejemplo, en las resolucionesde Alma Ata, Nüremberg, etcétera, queestán dando elementos éticos que estánmás allá de las discusiones particulares,pero que, además, todos los colegios losadoptan como elementos también dejuzgamiento; es absolutamente lógico queasí sea ya que hay toda una estructurainternacional detrás de esto.

Insisto, creo que los tribunales quejuzgan tienen que manejar fundamental-mente códigos deontológicos y disceoló-gicos.

Ya no tengo más nada que decir, uste-des son los que tienen que juzgar.

Ética y docenciaQuizá desde el punto de vista de la enseñan-za de la ética yo pueda aportar algo. Ese hasido otro de los problemas que me han im-portado mucho durante toda mi vida. Tengola suerte de haber tenido un abuelo y unpadre médicos. Abuelo médico que era ex-tranjero, napolitano, que se había recibidoen Roma, donde los viejos profesores roma-nos en sus cátedras enseñaban ética. Acá enel Uruguay, mi padre me contaba que, porejemplo, Soca era un individuo que estabapermanentemente enseñando ética.Morquio también lo hacía.

Pienso que la ética tiene que formarparte de la enseñanza básica del estudiantede Medicina. Tiene que estudiarla como

Honoré Daumier (1806-1894).Don Quijote y Sancho Panza encuentran

la mula muerta

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estudia problemas de tipo social que, al fin yal cabo, le va a permitir tener una visión desu trabajo en la sociedad. Eso es mucho másimportante que lo que pueda decirles unsociólogo, aunque no es frecuente que éstosse metan en los problemas de ética.

Luego hay un elemento que tiene que serprimordial y es que todo el cuerpo docentetiene que saber ética porque tiene que ense-ñarla cada vez que tiene una función docen-te frente a uno o un grupo de estudiantes. Esaes otra de las cosas que algunas organizacio-nes no gubernamentales que trabajan sobreética han establecido como cosa fundamen-tal. Creo que si el docente no puede enseñarética frente a un caso que está presentando,la ética que se le puede dar al estudiante falla.

No quiero seguir aburriéndolos.

Conclusiones (I)Dr. Barrett Díaz: Vamos a dejar registradaslas conclusiones.

Nosotros traemos un informe de lo quese trabajó.

Trabajamos en dos comisiones, la de pro-puestas para la enseñanza de la ética médicay la que trató sobre diversos análisis delCódigo de Ética Médica.

Algunos de los participantes en nuestramesa insistieron en que la educación vista

desde este gremio no debíaabarcar solamente la etapaformal curricular, sino laextensa fase de la educaciónmédica continua y perma-nente donde participan losorganismos académicos,pero también los organis-mos gremiales, las socieda-des científicas con sus revis-tas, etcétera.

Y en lo otro que nos in-miscuimos como propuestaoriginal, es en que los médi-cos queremos ver, antes deuna incorporación formal ycurricular de la enseñanza,algunos ensayos en los queen los ateneos clínicos delos servicios se incorporencasos clínicos, enfocando losdilemas éticos que él susci-ta, de manera de ir incitan-do gradualmente a que unode los capítulos de la meto-dología de enfoque clínicosea el de los aspectos éticos.

Nuestro tema, tal comose había presentado ayer,fue analizado en cuanto a la

La ética como instrumento

En cada lugar han hecho su propia expe-riencia, si bien podemos tomar el éxito delos mismos, nosotros debemos basarnosen nuestra realidad y la misma debe seguirnuestro modelo de atención.Es un déficit que tenemos y que debemoscorregir para poder enfrentar la medicinadel siglo XXI cuyo desarrollo tecnológicosin límites pone a prueba la condiciónhumana.

“…Este aprendizaje no es un adorno ni unlujo dirigido a personas con especial sen-sibilidad por estos temas, sino un instru-mento indispensable para aprender a iden-tificar los problemas morales, desarrollarestrategias de análisis racional de dichosproblemas y adquirir los conocimientosintelectuales y las habilidades prácticasnecesarias para abordarlos con tanta co-rrección y destreza como los empleadosen el campo de la técnica médica”.

A. Coucero VidalBioética y Medicina actual

Pedro A. Losantos MárquezMedicina Interna

divulgación de lo que ya tenemos en materiade ética médica en la relación entre colegas.

En segundo lugar, la reglamentación queel propio Código de Ética Médica nos impone,de algunos artículos relativos a la relaciónentre colegas.

En tercero, la fijación de pautas parareferencias al Consejo Arbitral.

El taller incorporó otro punto relativo aintegración y denominación del organis-mo de enjuiciamiento ético, un punto agre-gado que voy a pasar a tratar.

Sobre divulgación: pensamos que la queya existe del Código de Ética Médica es defi-ciente, y como no pretendemos divulgarahora todo el Código quisiéramos hacer unapartado con aquellos artículos relativos alrelacionamiento entre colegas.

Ayer yo presentaba ocho, pueden haberconcordantes con ellos cuatro o cinco más.O sea, no pretendemos tomar el Código y degolpe y porrazo que se divulgue.

Como el gran problema que nos convocóes la relación entre médicos, vamos a tratarde divulgar esos artículos. Proponíamos quealgunos fueran seleccionados como el iniciode la campaña, por ser especialmente sensi-bles, los que más hemos visto fallar en elanálisis de la realidad que hemos procesado.

Proponemos iniciar la campaña con elartículo 66: la buena relación humana entrelos colegas es fundamental por su valor en símisma, por su repercusión en la mejor asis-tencia de los pacientes y para la convivenciaen el ámbito de trabajo colectivo. No es éticala calumnia ni los comentarios capaces deperjudicar al colega en el ejercicio de suprofesión.

O sea, que todos sepan que la vigencia delas normas éticas en el trabajo cotidiano esuna realidad, que el trabajo no consiste enuna actividad exclusivamente técnica, congestos mecánicos y retornar a nuestra vidaprivada, sino que en el lugar de trabajo setrata con colegas, con pacientes, con otroscolaboradores y que todo se lo hace acorde anormas éticas; no consideramos válido eldecir: yo no necesito de eso para cumplir conmi deber en mi trabajo. Sí, necesita de eso ypor eso hay que conocerlo y es nuestro deberla divulgación.

El otro artículo sensible cuyo cumpli-miento sería de gran “rentabilidad ética” –vayaentrecomillado– por la ventaja que nos da-ría la impregnación en el cuerpo médico desu contenido dice así: “Ante una infracción alos principios de este Código o los reglamentos delSMU –reglamentos que estamos empezando ahacer ahora– el médico debe intentar persuadir asu colega de modificar su conducta contraria a laética. Si esta gestión personal enfrenta un recha-

Rafael (1483-1520). Venus y Psiquis

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zo o se conoce la reiteración de la falta es deber delprofesional informar al SMU” (Art. 79).

Esta gestión personal, previa a cualquierenjuiciamiento por el Consejo Arbitral, esimprescindible y el condicional en que sepone la denuncia cuando dice: “si esta gestiónfracasa” está demostrando que la denunciadel caso es una etapa posterior condicionadaa los resultados de la gestión personal. Estagestión personal es también un deber éticode los médicos en su lugar de trabajo; yo nopuedo considerarme una isla completamen-te separada de los otros colegas donde cadacual hace lo que le viene en gana, sino que miconducta y la de ellos deben ajustarse apatrones y cualquiera que vea fehaciente-mente una falta ética, (no un simple indicio,habladuría o lo que fuera) debe reaccionaradecuadamente. Cuando se comprueba unafalta ética cabe sentirse “comprometido” –estafue la palabra que se subrayó– primero quenada a entablar el contacto con el colega.Muchos códigos deontológicos hablan derelación fraterna. Primer deber de fraterni-dad ante una falta es ponerse en contacto, noes por cierto el primer deber de confraterni-dad ir a denunciar.

Estos dos artículos entresacados del pa-quete de contenido deontológico con el cualse haría un apartado, serían los dos queseleccionaríamos para comenzar la campa-ña y trataríamos de involucrar a los gremios–SMU, FEMI– con sus revistas: Noticias yFEMI, a las sociedades científicas –a las queno podemos obligar, pero de las que es deesperar una buena acogida dado los fines quepretendemos– y a las diversas comisiones deeducación médica continua y permanente –bien sea de Facultad, de los gremios y de lasdiversas instituciones asistenciales, porquesi nos coordinamos y golpeamos juntos conlos mismos artículos secuencialmente, y,sobre todo, si se hace cuando la realidadpone de manifiesto una falla y ahí se hablaadecuadamente de ese artículo, vamos acosechar algo.

Lo importante ha sido no pretender di-vulgar todo el Código instantáneamentesino seleccionar artículos deontológicos,dentro de ellos los que más han demostradoestar en falla y hacerlo coordinadamenteentre todos, los gremios con sus revistas,sociedades científicas, etcétera.

Reglamentación selectivaSobre reglamentación aplicamos el mismocriterio. No hay que reglamentar todo lo quese nos pide, no será la última reglamenta-ción que se haga. Reglamentaremos algunosartículos entre los varios que se nos impone,

aquellos que han demostrado es-tar más comprometidos, cuya co-rrección más productividad nosdé.

En ese sentido seleccionamosen primer lugar el artículo 70: “Lascircunstancias, modos y procedimien-tos que hayan de cumplirse en la rela-ción médico-médico deben ser regla-mentadas por el SMU, de manera quetodos sepan a qué atenerse cuandointeractúan entre sí, cumpliendo susdiversos roles en los actos médicos, yasea de subordinación o de igualdad”.

Este es uno de los artículos másimportantes de los cinco que he-mos resuelto reglamentar. A suvez, dentro del artículo no pode-mos reglamentar todo lo relativo alas relaciones entre médicos, esta-blecer ya un estatuto de trabajomédico que no tendrá valor realporque no tenemos ley decolegiación, sino seleccionar lospuntos en fallas que han sido iden-tificadas así:

En primer lugar, establecer unareglamentación de los roles en lasinterconsultas entre médicos.

En segundo lugar, tratar de reglamentarsin una finalidad detallista las actividadesde derivación de pacientes a consultas oestudios, donde entra muy a menudo el pro-blema de las autoderivaciones.

En tercer lugar, tratar de enfrentar elproblema de la manipulación del pacientecon servicio asistencial prepago hacia asis-tencia pagada por fuera del prepago en fasesparciales del proceso asistencial.

Sobre el artículo 74: es inadmisible quecolegas exploten económicamente a otros.

Cuando fue redactado así, genéricamen-te, estaba bien; hoy se considera que logenérico es insuficiente. Se han generadomodalidades de empresa médica que necesi-tan una mayor particularización, sobre todobajo la experiencia recogida, pero tambiéntratando de prevenir situaciones. Tenemosun equipo de trabajo, (participa en él eldoctor Lombardi), con determinado plazo afijar para generar propuestas.

En general, se pide que éstas no sean nidemasiado detallistas ni únicas, sino que senos ofrezca algo así como un menú graduadopara someterlo a un debate con gente expe-rimentada, involucrada directamente en losintereses que se tocan para que, finalmente,decante un consenso. De modo que a loscomités que van a trabajar en las redaccionesles hacemos la sugerencia de proponernostextos con alternativas graduales para se-

leccionar finalmente cuál quedaría.Artículo 37: relativo a unos de los aspec-

tos del aborto. “El médico debe respetar siempre la vida

humana. Si en razón de sus convicciones perso-nales considera que no debe practicar un abortocuando esté legalmente amparado, podrá retirar-se asegurando previamente la continuidad y losoportunos cuidados por parte de otro médicocompetente y dispuesto”.

Aquí aparecen médico y médico, tieneque ver con nuestro tema.

Se presupone que los casos legalmenteamparados están siempre en identidad com-pleta con los casos técnicamente indicados,y siempre es así porque precisamente la le-gislación surge para contemplar la evolu-ción de las situaciones reales, técnicas y deotro tipo.

De tal manera que se propondría algunaprecisión reglamentaria en cuanto a casostécnicamente indicados, y legalmente am-parados, y cómo es que el colega mantieneindemne sus preceptos morales en tanto queasegura lo prioritario que es la continuidadde la asistencia de la paciente hasta que sucaso sea debidamente atendido. O sea, lacontinuidad de los oportunos cuidados.

Somos un taller, no somos resolutivos, sepueden proponer diversos textos que gra-dualmente contemplen esto y serán final-mente encarados por los organismos quetengan potestad resolutiva.

Dr. Frederick Giuria

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La regla y la norma madreToda reglamentación tiene que expresarfielmente lo que la norma madre dice. No sepuede por vía reglamentaria distorsionar elcontenido, sino particularizarlo y volverloaplicable en forma más clara.

Se tomó este artículo a propuesta dealgunos participantes de la mesa porque hayrelación entre colegas. No es de los temasque más nos ha generado problemas. Pero seplantea que hay un colega que por una razónde convicción moral considera que no va apracticar un aborto aun cuando esté técnicay legalmente amparado. Para empezar, aquíno dice técnica, dice sólo “legalmente am-parado”, y se presupone un sinónimo con loscasos técnicamente indicados.

Se planteaba reglamentarcuáles deben ser sus funcionespara asegurar la continuidad y laoportunidad de los cuidados dela paciente que es derivada aotro colega. También darle másrespaldo y claridad en cuanto aqué se debe hacer en esas situa-ciones.

Este grupo de trabajo lo va acoordinar el doctor Calvo, porsupuesto que él no es obstetra,aunque todos de acuerdo con laley de ejercicio podemos asistir ycompetir con los especialistas.

Hasta ahora hemos visto losartículos 70, 74, 37,43.

Por último, el artículo 28,numeral 4 dice: “Es éticamenteinadmisible que el médico en ejerci-cio de un mandato electivo o de unafunción administrativa haga valersu posición en beneficio propio”.

Ahí creemos que, dado loscasos que han llegado, debiéra-mos reglamentar de alguna ma-nera cómo se contempla el be-neficio de terceros.

Hay una cosa a tener en cuen-ta, este es un código aprobadoplebiscitariamente, podemos re-glamentarlo ateniéndonos com-pletamente a lo que son sus contenidos, loque no podemos es ni distorsionar ni exten-derlo. Pero vamos a tratar de reglamentarpara tratar de dar solución a diversos proble-mas que la realidad nos ha ido mostrando.

Esto sobre el punto reglamentación.

Uso y abuso del Consejo ArbitralSobre el aspecto: pautas de referencia alConsejo Arbitral.

Se ha aceptado que si pusiéramos enfuncionamiento normas ya existentes seríamucho más racional el funcionamiento dedicho Consejo.

Entonces, primera etapa: determinaciónde la naturaleza ética del problema. ElComité Ejecutivo, que es el encargado dereferir casos al Consejo Arbitral, no debehacer uso abusivo de esa potestad; cuandoestudie un caso, debe considerar si es denaturaleza apropiada al Consejo Arbitral,derivando hacia los organismos correspon-dientes las situaciones de orden laboral,ideológico, político, religioso, una serie decuestiones que no tienen el ámbito adecua-do en el Consejo Arbitral y sí en otros orga-nismos existentes en la estructura gremial.

Una vez que se determina que la natura-leza del problema es realmente ética, decidircuál es el tribunal competente. En algunassituaciones puede no ser el del SMU. Existenotros tribunales éticos que no tienen potes-tad resolutiva pero pueden actuar en inte-gración, de tal manera que se procesen de-terminados asesoramientos o diligenciasindagatorias, a cargo de tribunales que tie-nen más especificidad en el tema, mejoresposibilidades de llegar a conclusiones más

rápidamente y con el respaldo que le da suespecificidad. Así que se puede actuar enintegración con determinados tribunalesen situaciones que lo justifiquen.

Algunos casos pueden ir a tribunales desociedades científicas plenamente, y esos sedescargan del SMU. Otros serán en consultacon tribunales como pueden ser los de laFacultad de Medicina. Hemos excluido a laComisión de Salud Pública porque es nues-tro tribunal de alzada y su presencia en unaetapa previa a la del Consejo Arbitral delSMU estaría poniéndolo en situación deprejuzgamiento y sería impugnable.

Si la naturaleza del diferendo es real-mente ética; si se ha decidido juzgarlo en laesfera del SMU, antes de ir al Consejo Arbi-

tral, hay que asegurarse la rea-lización de la gestión personalque prescribe el artículo 79que es uno de los que reciénleímos.

Sin esa gestión no hay queconsiderarse habilitados a re-mitir los casos de manera auto-mática. Así que ese sería untercer paso.

Y un cuarto y último pasosería que en casos realmenteéticos, que serán juzgados en elSMU en la esfera del ConsejoArbitral donde ya se hizo lagestión personal por parte delcolega, se dé una posibilidad alas gestiones de mediación yconciliación. Llenados todosesos requisitos que hemos di-cho, una gestión a cargo de au-toridades gremiales que seanprestigiosas, de gran acepta-ción, puede evitar que el casovaya a todas las etapas proce-salmente engorrosas y lentasdel Consejo Arbitral y se re-suelvan en una gestión de lasautoridades gremiales. Quedaluego el camino expedito ha-cia el Consejo Arbitral.

El punto sobre si se desglo-saba o no una especie de código

deontológico ha quedado laudado en el sen-tido de que lo que queremos es: dar divulga-ción a un apartado de las normas de rela-cionamiento entre colegas que están en elpropio Código de Ética Médica, de modoque no nos metemos en camisa de once varasa codificar un estatuto deontológico, sinoque hacemos un apartado con aquellas nor-mas que tienen interés para la relación entrecolegas y comenzamos la campaña de divul-gación.

Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564).Detalle de la separación de las aguas.

Vaticano, Capilla Sixtina

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Integración y denominaciónPor último, integración y denominación.

Se piensa que los hechos ya han llevadoal Consejo Arbitral a la función de un Tri-bunal de Ética Médica; debe denominarseasí, igual que en FEMI. Esa es realmente sufunción.

Por otra parte, ayudaría que el ComitéEjecutivo sepa que deriva allí casos de éticamédica. Y que actúa como tribunal.

Se piensa que los problemas derivados dela renovación con cada ejercicio debieransolucionarse tratando de dejar un miembro,el presidente, como elemento de continui-dad. Se elegirían cuatro elementos nuevos,el presidente quedaría como factor de con-tinuidad y de asesoramiento para el siguien-te. O sea, sería una renovación parcial. Elpresidente no sería designado por el ComitéEjecutivo sino el más votado.

El hecho de ser un Tribunal de Éticallevaría a que las listas pusieran candidatosacordes a la función, y el más votado sería elpresidente.

El mecanismo actual obliga a nombrarcomo presidente a un miembro del ComitéEjecutivo; siendo que el Ejecutivo, dentrode su número relativamente escaso de com-ponentes, primero designa presidente, vice-presidente, secretario, delegado a la Juntadel CASMU, y muy a menudo puede verse–no es por cierto el caso del ejercicio actual–en la situación de que ya no tenga determi-nadas figuras como para presidir el ConsejoArbitral.

Esta vez hemos tenido una situaciónafortunada porque tenemos al doctorNavarrete que no figuró en ninguno de losotros cargos, pero esa situación no hay quedarla por descontada siempre. De esa formanos aseguraríamos la jerarquía del presiden-te, obligando a las listas a poner candidatosadecuados o que surja de la elección porplanchas.

Con esto resumimos las conclusiones denuestro taller. Quedan una serie de laborespendientes y vamos a escuchar las conclu-siones de la otra comisión.

Conclusiones (II)Dr. Edmundo Batthyány: Me sentí de aratos como esquizoide porque yo quería es-tar también en el otro taller.

Estoy seguro que el doctor EduardoNavarrete y la profesora Remedio también,siendo ni más ni menos que presidentes desendos Consejos.

Así como ustedes tocaron temas de laenseñanza, nosotros también. El doctorNavarrete dedicó gran parte de su valiosaexposición a considerar artículos del Códigode Ética.

Me hubiera gustado muchísimo escu-char la opinión de Raúl Lombardi enalgunas de las cosas sobre enseñanza.

Es muy difícil resumir ponencias cuan-do abordan la enseñanza de la ética desdeópticas tan distintas, como ser la delpresidente del Claustro, del profesor de laEducación Médica de Medicina, de loscompañeros de FEMI, de los integrantesdel Comité de Ética y Conducta Univer-sitaria, de la doctora Verónica Nieto queintegra la Comisión de Bioética y tam-bién la de la Universidad Católica o delprofesor Navarrete.

Cuando gente tan distinta hace susexposiciones, para mí es muy difícil sin-tetizarlas, de manera que pido disculpasfrente a la exposición tan linda que hizoBarrett.

Lo único que voy a decir es que huboacuerdo, entre todos los que participa-mos en este taller, de implementar –mástemprano que tarde– la enseñanza de la

ética, fundamentalmente basada en cua-tro capítulos: la enseñanza de la ética enla etapa básica, clínica, de posgrado y enla enseñanza médica continua.

Sobre la forma de implementarlo(tomo las palabras de Fernando Rama):creemos necesario que este caldo de cul-tivo logre una expansión y penetraciónque por ahora –y la propia concurrenciaa este taller sobre la ética médica así lodemuestra– no tenemos.

Fernando Rama y Pedro Losantos seña-laban que desde hace siete años hay proyec-tos concretos presentados en el Claustropara implementar la enseñanza de la ética enMedicina. Seguimos en proyectos.

ClausuraDr. Barrett Díaz: Resta agradecerles.

Ayer, al viernes de noche le llamábamos“sábado chico”, como en Venezuela.

Hoy es sábado lluvioso, o sea condicio-nes nada propicias para estar en el Sindicato.

Sin embargo creo que se ha avanzadobastante. El número no ha sido importante,pero el tema y la calidad de los que hancolaborado es importantísimo.

Se han dejado diseñadas tareas para ha-cer. No hemos agotado todo aquí. Esas tareasnos van a permitir el avance. Es fundamen-tal la coordinación con FEMI de ahora enadelante, hay que sincronizarnos para nosepararse.

Los invitamos a un pequeño brindis paracerrar este taller.!

Jacobo Di Robusti(Tintoretto) (1518-1594).Estudio para la estatuade Julián de Médicis

Rafael (1483-1520).Adán.

Dibujo para laDisputación del

SantísimoSacramento