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M uy a pesar de las nuevas tecno- logías que se han introducido en los procesos didácticos, la es- cuela mantiene estructuras muy similares a las de antaño. Sólo hemos reemplazado unos instrumentos por otros, unas formas de adquirir información por otras. Nuestros sistemas edu- cativos se han contentado con “instruir” y no con “educar”; han recompensado la soberbia y no la humildad; han enfatizado la búsqueda del prestigio individual y no el servicio a la co- munidad; nuestros profesionales no son for- mados para responsabilizarse ni estudiar in- terdisciplinarmente las consecuencias sociales, ni ecológicas de sus decisiones y hoy vivimos bajo la angustia del desequilibrio ecológico y con la desilusión de la persistencia del hambre y la miseria en un mundo que se llena de or- gullo con las conquistas de la ciencia y la tec- nología. ¿En dónde estamos? Debe hacerse notar que las sociedades han modificado sus patrones culturales y la- borales. Los padres de familia han tenido que reducir sus tiempos de dedicación al aprendi- zaje no–formal e informal de sus hijos y la es- cuela ha sido incapaz de responsabilizarse de los componentes afectivos trascendentales que tenían lugar, o que deberían haberlo tenido, en el seno de esa estructura social. Con estas pa- labras, sólo intento honrar a aquellos hombres y mujeres que merecen ser honrados; no a tan- tos creadores de familias disfuncionales que han sido causa de su propia deshonra. La educación de los tiempos actuales ha fragmentado el conocimiento como ya señalaba C.P. Snow. Los conocimientos se enseñan me- © RÍTICA Nº 982 Noviembre-Diciembre 2012 © 14 educación afectiva: alas para el viaje del futuro Miguel Ángel Escotet análisis En cualquier examen del futuro, deberíamos preguntarnos antes que nada, no tanto hacia dónde va la educación, sino más bien hacia dónde debería ir. En el fondo debemos pensar en forma dialéctica entre el ser y el deber ser. Veamos a vuelo de pájaro dónde estamos y hacia dónde podríamos ir.

educación afectiva - Professional E-Portfolio · cognitiva y la educación afectiva, una a ex - pensas de la otra. Pero las dos son comple - mentarias en muchas competencias humanas

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Muy a pesar de las nuevas tecno-logías que se han introducido enlos procesos didácticos, la es-

cuela mantiene estructuras muy similares a lasde antaño. Sólo hemos reemplazado unosinstrumentos por otros, unas formas de adquiririnformación por otras. Nuestros sistemas edu-cativos se han contentado con “instruir” y nocon “educar”; han recompensado la soberbiay no la humildad; han enfatizado la búsquedadel prestigio individual y no el servicio a la co-munidad; nuestros profesionales no son for-mados para responsabilizarse ni estudiar in-

terdisciplinarmente las consecuencias sociales,ni ecológicas de sus decisiones y hoy vivimosbajo la angustia del desequilibrio ecológico ycon la desilusión de la persistencia del hambrey la miseria en un mundo que se llena de or-gullo con las conquistas de la ciencia y la tec-nología.

¿En dónde estamos?Debe hacerse notar que las sociedades

han modificado sus patrones culturales y la-borales. Los padres de familia han tenido quereducir sus tiempos de dedicación al aprendi-zaje no–formal e informal de sus hijos y la es-cuela ha sido incapaz de responsabilizarse delos componentes afectivos trascendentales quetenían lugar, o que deberían haberlo tenido, enel seno de esa estructura social. Con estas pa-labras, sólo intento honrar a aquellos hombresy mujeres que merecen ser honrados; no a tan-tos creadores de familias disfuncionales que hansido causa de su propia deshonra.

La educación de los tiempos actuales hafragmentado el conocimiento como ya señalabaC.P. Snow. Los conocimientos se enseñan me-

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educación afectiva:alas para el viaje del futuro

Miguel Ángel Escotetanálisis

En cualquier examen del futuro,deberíamos preguntarnos antesque nada, no tanto hacia dónde vala educación, sino más bien haciadónde debería ir. En el fondodebemos pensar en forma dialécticaentre el ser y el deber ser. Veamosa vuelo de pájaro dónde estamos yhacia dónde podríamos ir.

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diante asignaturas, fragmentados, en segmen-tos. Peor aún, se dicotomizan en dos áreas, lasciencias y las humanidades, y entre ellas mis-mas también se desmenuzan, como si fueranidiomas separados e incomunicables, como len-guajes contrapuestos. La escuela y la univer-sidad ayudan, lamentablemente, a romper elpuente natural que existe entre el conocimientodel ser humano, de su medio y de sus creacio-nes. Rompen ese sentido “gestáltico” del con-junto de las disciplinas que es absolutamentenecesario para entender cabalmente cualquierespecialización.

También se han fragmentado la educacióncognitiva y la educación afectiva, una a ex-pensas de la otra. Pero las dos son comple-mentarias en muchas competencias humanas.Por ejemplo, cuando se enseña la autodisci-plina como herramienta indispensable parapensar y aprender. Cuando se enseña que és-ta requiere diferir gratificaciones y no ver elmundo a través del lente distorsionado denuestros propios deseos o caprichos. Cuandose enseña que a pesar de todas las tiranías (ylos niños están sometidos a muchas de ellas),nadie puede robarnos nuestro derecho a pen-sar, a disentir en nuestro interior y que el mun-do ha progresado siempre gracias a los es-cépticos y a los rebeldes.

La escuela, por otro lado, forma parte deun sistema educativo profundamente fraccio-nado. No existe ni continuidad en los nivelesde formación entre la educación pre-escolar, bá-sica, secundaria y post-secundaria, y mucho me-nos existe el concepto de educación a lo largode la vida como impronta en cada uno de losseres humanos. Hemos incurrido en una edu-cación cosmética, en donde los diplomas y lascertificaciones han impedido el paso de los

aprendizajes genuinos.Esa discontinuidad inherente a sí misma, se

agranda de forma descomunal cuando los dis-tintos gobiernos, totalitarios o democráticos,utilizan la educación como terreno de conflictode las tensiones y contradicciones políticas, pa-rafraseando a Robert Arnove, y modifican a suantojo, sin el debido respaldo científico, las ba-ses y procesos del sistema educativo. Se hacedemagogia de la educación desde la derecha,la izquierda o el centro ideológico. La educa-ción es un proceso cuyos resultados no son po-líticamente inmediatos; se extienden mas alláde los mandatos de los gobernantes. Es unasiembra cuya cosecha no otorga réditos polí-ticos a corto plazo. Pero todavía es mas equí-voco el uso que hacen del término educaciónya que tienden a confundir educación con es-cuela, escolaridad con educación.

Más grave aún es una educación en dón-de los factores ético y estético que dan esen-cia y trascendencia a la vida pasan desaper-cibidos por todo el sistema educativo, porquela enseñanza de lo ético no es producto ni deplanes formales de estudio ni de asignaturasdedicadas a ello. La formación ética es un pro-ceso transversal y multidimensional cuyomayor y poderoso componente es el de “pre-dicar con el ejemplo”. Precisamente, la edu-cación post-moderna hace hincapié en la dis-rupción del aprendizaje que produce el lla-mado currículo oculto, es decir, las distintasformas de corrupción que nos invaden yconstituyen otra especie de escuela paralela,donde se aprenden el fraude y la deshonesti-dad. Nuestras escuelas y universidades no seescapan a este sistema de valores. Cada día fal-ta más pasión y autenticidad en el proceso deenseñanza–aprendizaje. Asistimos a la creaciónde nuevos impostores de la enseñanza que nocomprenden que su mayor compromiso éticoprofesional como maestros o profesores es elde seguir aprendiendo por el resto de su vidas.

¿A dónde deberíamos ir?Por ello lector, permítame en un apretado

resumen enfocar sólo dos áreas o dimensiones,en el entendido de que ni son todas, ni com-prenden todos los aspectos que en un artícu-lo de esta naturaleza y extensión sería posiblecubrir. Pero que duda cabe de que estas dos di-

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La educación es un proceso cuyosresultados no son políticamenteinmediatos; se extienden mas alláde los mandatos de losgobernantes. Es una siembra cuyacosecha no otorga réditos políticosa corto plazo.

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mensiones son esenciales para dar rumbo a laeducación del futuro: la dimensión cognitivay la dimensión afectiva.

Encauzando la dimensión cognitiva,meta-cognitiva y estructural de laeducaciónLa crisis de la educación no está tanto en

la explosión misma del conocimiento como enel grado de coherencia entre su onda expansi-va, los medios para abarcarla, y la capacidadholística para asimilar el conocimiento multie interdisciplinar que se produce. Las realida-des que sustentan esta crisis de la educación ac-tual están caracterizadas, entre otras, por es-tas reflexiones:

1. La parte esencial de la educación no es-tá al final del continuum sino en la educacióninfantil y en la educación de los padres o deaquellos que ejercen la función de paternidado maternidad. Sin una educación que abarqueal menos los nueve meses previos al nacimientode un nuevo aprendiz, no habremos avanzadoen mejorar los niveles subsiguientes. Es aquídonde debe estar concentrada toda la capaci-dad de excelencia del sistema educativo sin de-trimento del resto.

2. Los conocimientos científicos y tecno-lógicos no se incorporan a los planes de estu-dio formales de la escuela y universidad al mis-mo ritmo que se producen. Aun los conoci-mientos sociales van muy por delante delpropio análisis anticipatorio al que debería es-tar abocada la institución educativa. Se re-quiere, por tanto, dar respuesta a los nuevosperfiles de empleo, al reciclaje profesional entodas las edades, a la investigación sobre nue-vos dominios de las ciencias y las tecnologíasy a las vertientes humanistas indispensables pa-ra el desarrollo del pensamiento crítico.

3. El conocimiento sobre el ser humano ysu mundo se ha parcelado en segmentos cadavez más pequeños y más especializados. Peroel conocimiento más profundo de la materia ysus características nos lleva a una visión íntery transdisciplinar y a una concepción unifica-dora del mundo, tanto en el dominio de lasciencias como en el de las humanidades. Lasnuevas tendencias han vuelto a romper las fron-teras artificiales que se habían establecido en-

tre las diversas ciencias particulares. La apli-cación del método científico en su más ampliaacepción, identifica las ciencias con las hu-manidades, acercándonos a un humanismocientífico-técnico, en donde la razón pura tie-ne que estar en equilibrio con el sentido de laestética, la ética y trascendencia del ser humano.

4. La tendencia contemporánea es a una“educación a la carrera” y orientada mayori-tariamente a la búsqueda de diplomas o certi-ficados acreditativos que enfatizan las carac-terísticas de la educación universitaria termi-nal. Una concepción distinta es la de la for-mación superior permanente que tiene esen-cialmente un carácter integrador y una actitudconstante de indagación y búsqueda de nuevosconocimientos. Una educación a lo largo de lavida se inserta en la propia dinámica de la mu-tación e incertidumbre de la sociedad que no só-lo exige poseer los conocimientos y técnicas pa-ra el desempeño de sus miembros en el mundode hoy, sino, fundamentalmente, su capacitaciónpara aprender, reaprender y desaprender per-manentemente.

5. La ampliación de los objetivos de la uni-versidad a la formación permanente está ínti-mamente relacionada con la propia concepciónmodernizadora de la educación, en dondeteoría y praxis son parte integradora del co-nocimiento. Es decir, que no hay una etapa pa-ra estudiar y otra para actuar. Que aprendery actuar forman parte de un proceso existen-cial del ser humano. Es por ello también, quese hace necesario desde temprana edad com-binar la teoría con la práctica, la prescripcióncon la innovación y la creatividad, la certezacon la incertidumbre, la armonía con el caos.

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6. Las nuevas tecnologías de la comunica-ción e información tendrán que incorporarsepaulatinamente a todos los niveles de educa-ción formal y no formal. De ahí que será ne-cesario desarrollar destrezas desde el inicio dela formación de los individuos que les permi-ta manejar por si mismos variables de gene-ralización y discriminación de conocimientosy búsqueda, procesamiento y evaluación de in-formación relevante para sus propósitos. Hoyen los albores de una información planetariavemos la cantidad de basura informativa quedistorsiona el conocimiento real y no lo sepa-ra del meramente especulativo y ocioso. Esta-mos pasando por una etapa de deslumbra-miento ante los instrumentos, ante los conte-nedores, y estamos relegando a un segundo pla-no los contenidos.

7. Se impondrá una nueva modalidad deBrik and Click (ladrillo y clic o universidad re-sidencial y tecnología educativa) como expre-sa Arthur Levine, frente a la tendencia de lo queyo llamaría Point and Click o modelo onlineo en línea. Es decir, el futuro de la educación,y muy en particular de la universidad, llevaráa dos modelos genéricos: el de élite, que com-binará educación presencial y a distancia co-mo integración de la socialización académicay el conocimiento; y el modelo de masas comoinstrucción online o no presencial. Este segundomodelo será de gran utilidad para el inevitabley necesario reciclaje y actualización profesio-nal que estará inserto de por vida en todas lasprofesiones y actividades laborales. Por su-puesto, existirán modelos mixtos que integra-rán partes de esas dos vertientes genéricas.

Lo más difícil y a su vez, lo másimportante: la dimensión afectiva dela educaciónEl conocimiento adquirido no es produc-

to de un proceso desarrollado en el vacío, si-no en la interacción de experiencias, tanto in-dividuales como sociales que dan sentido a lavida del ser humano. Por ello, educar en su sen-tido más amplio no puede ser sinónimo de en-señar, instruir o entrenar. Educar es formar einstruir al mismo tiempo. Es combinar los pro-cesos cognitivos, psicomotores y afectivosconvirtiendo los contenidos en elementos li-bremente disponibles y discernibles, pero tam-bién como parte del crecimiento de la perso-nalidad y de la convivencia en sociedad. Vea-mos sólo algunos puntos.

1. Transformar y mejorar el sistema edu-cativo sin etnocentrismos es adecuarlo a las ne-cesidades del futuro. Un futuro que sin duda se-rá interétnico, intercultural, que tiene que res-petar la variedad y singularidad de las culturasque definen nuestro mundo. A ese futuro inte-rétnico de la educación se le unen muchos otrosfuturos: el ecológico, el científico, el técnico, eleconómico, el del binomio trabajo-ocio, el decultura de paz, el estético, el ético. Es un mun-do multidimensional y un futuro impredecibleen vertiginoso cambio, con un sentido gestál-tico de que la unidad, el todo, son producto dela variedad, de la diversidad, del movimiento.Pero diversidad no significa desigual-dad ni asi-metría. El concepto de diversidad parte de laequidad de derechos y deberes de las personasque se obtiene a partir de políticas y hechos des-iguales, diversos, mediante el perfecciona-miento de lo que está existencialmente implí-cito en la solidaridad y fraternidad. Aquí estáel gran desafío para combatir la pobreza, el ra-cismo, la violencia, la cultura de la guerra, ladegradación del medio ambiente, la ignoran-cia… Por ello, a esa educación diferenciada quebusca obtener iguales resultados, se tendría queincluir una educación para la diversidad basa-da en los componentes afectivos del aprendizaje.

2. La diferencia entre una escuela y un cen-tro de entrenamiento es que la escuela debeorientarse al desarrollo integral del ser huma-no en consonancia con su medio, no sólo me-diante la enseñanza de destrezas y capacidades,

Transformar y mejorar el sistemaeducativo sin etnocentrismos esadecuarlo a las necesidades delfuturo. Un futuro que sin dudaserá interétnico, intercultural, quetiene que respetar la variedad ysingularidad de las culturas quedefinen nuestro mundo.

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característica de los centros de entrenamiento,sino en el aprendizaje social y cultural y en elcrecimiento como persona, no en soledad, si-no en constructiva compañía. Sin embargo, laescuela, que en buena parte de los países de-muestra tener problemas graves en el desarrollode las competencias cognitivas –como las quecorresponden a los lenguajes matemáticos oabstractos– tiene aún mayores dificultades enel manejo de variables sociales y culturales. Laviolencia, el egoísmo, el abandono de conductascooperativas, el racismo, la intolerancia, la edu-cación etnocéntrica y nacionalista, son parte deun problema más generalizado. Nuestros sis-temas educativos están informando mal yformando mucho peor. La educación afectivaestá prácticamente remitida a un último lugary esto es, a mi juicio, una de las causas más im-portantes de la mala salud de la educación engeneral.

3. La escuela tendrá que poner mas aten-ción a las variables afectivas. En mi libro ThePsychosocial and Cultural Nature of Educa-tion presento 21 variables afectivas que sonesenciales en la construcción de la educacióndel futuro. Entre ellas, desarrollar el pensa-miento ético y estético, las conductas de fle-xibilidad y tolerancia, el ejercicio permanen-te para la liberación de prejuicios mentales y

sociales, la moderación de lo superfluo, el ejer-cicio de la compasión, el aprender a compar-tir el conocimiento, aprender a saber escuchar,fomentar las actitudes generosas, reconocer loque otro puede enseñarnos, aprender el senti-do de convivencia con la naturaleza, con el co-nocimiento y con el propio ser humano. En de-finitiva, aprender a aprender en compañía.

4. Los grandes avances de la neurocienciay su aplicación al aprendizaje, serán de im-portancia decisiva para crear programas queno sólo permitan la evolución de las variablescognitivas y el avance de la inteligencia artifi-cial, sino también en la comprensión y esti-mulación de las actividades humanas en las es-feras de las decisiones morales, sociales, emo-cionales y del aprendizaje afectivo. Es muchomás importante aprender a amar el aprendizajeque aprender odiándolo. Este es el gran desafíode la educación del futuro, acompañado porla construcción ética del conocimiento.

5. La educación afectiva requerirá modifi-car radicalmente la formación de maestros yprofesores. Además de su formación científi-co-matemática y social tradicional, deberán serprofesionales con extensos conocimientos depsicología, ciencias de la salud, tecnología, fi-losofía y áreas afines para que puedan llevara cabo todos los procesos de atención a los es-tudiantes en sus distintas etapas evolutivas. Asímismo, la educación del futuro de cada personatendrá que ser responsabilidad de un equipo deprofesionales de diferentes disciplinas.

Finalmente, el hilo conductor tiene que par-tir de las dos instituciones fundamentales de lasociedad: la familia y la escuela. Ese hilo de-be dirigirse a la educación como práctica de lademocracia, de la libertad, de la equidad, de lamodernidad, de la innovación y de un huma-nismo comunitario. Hilo que nos conduce a unfuturo deseado, a unos ideales a los que no po-demos renunciar. Un futuro interétnico im-pregnado de la mayor riqueza que tiene nues-tro mundo, su variedad cultural. Un futuro pa-ra la educación que, sin renunciar a su funciónde desarrollo de competencias cognitivas y me-ta-cognitivas, profundice en las dimensionesafectivas y actitudinales. Una educación queademás de enseñar para el corazón, nos pro-porcione alas para el viaje de la vida.©

La escuela tendrá que poner másatención a las variables afectivas.Entre ellas, desarrollar elpensamiento ético y estético, lasconductas de flexibilidad ytolerancia, el ejercicio permanentepara la liberación de los prejuiciosmentales y sociales, el ejercicio dela compasión, el aprender acompartir el conocimiento,aprender a saber escuchar,reconocer lo que otro puedeenseñarnos, aprtender el sentidode convivencia con la naturaleza,con el conocimiento y con elpropio ser humano. En definitiva,aprender a aprender encompañía.

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