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1 HISTORIA DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE MARÍA Felipe Santos, SDB INDICE 1) Biografía 2) Visto por Documentos de la Iglesia 3) San Francisco de Sales 4) San Pedro-Julián Eymard 5) Ernesto Hello 6) Francis Jammes 7) Santa Teresa del Niño Jesús 8) Himnos a san José 9) Carta pastoral de obispos 10) Gabriel Chrisment 11) Letanías de san José

HISTORIA DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE MARÍA - … · ... Carta pastoral de obispos 10) Gabriel Chrisment 11) Letanías de san José . 2 12) Oraciones a san José ----- San José "La madre

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  • 1

    HISTORIA DE SAN JOS,

    ESPOSO DE MARA

    Felipe Santos, SDB

    INDICE

    1) Biografa

    2) Visto por Documentos de la

    Iglesia

    3) San Francisco de Sales

    4) San Pedro-Julin Eymard

    5) Ernesto Hello

    6) Francis Jammes

    7) Santa Teresa del Nio Jess

    8) Himnos a san Jos

    9) Carta pastoral de obispos

    10) Gabriel Chrisment

    11) Letanas de san Jos

  • 2

    12) Oraciones a san Jos

    -----------------------------------------

    San Jos

    "La madre de Jess estaba desposada

    con Jos, y antes de vivir juntos,

    result que ella esperaba un hijo, por

    obra del Espritu Santo. Jos, su

    esposo, que era bueno y no quera

    denunciarla, decidi repudiarla en

    secreto. Pero apenas haba tomado

    esta resolucin, se le apareci en

    sueos un ngel del Seor que le dijo:

    "Jos, hijo de David, no tengas reparo

    en llevarte a Mara, tu mujer, porque

    la criatura que hay en ella viene del

    Espritu Santo. Dar a luz un hijo y t

    le pondrs por nombre Jess, porque

    l salvar a su pueblo de los pecados.

    (...) Cuando Jos se despert, hizo lo

    que haba mandado el ngel del

    Seor, y se llev a casa a su mujer. Y

    sin que l hubiera tenido relacin con

    ella, dio a luz un hijo; y l le puso por

    nombre Jess".(Evangelio de Mateo

    1,18-25)

  • 3

    Tal y como narran los evangelios, a

    Jos lo recordamos como

    descendiente del linaje de David (Mt

    1,20 y Mt 13,55), la estirpe humana

    de la que naci Jess. Pero por

    encima de todo lo tenemos en el

    recuerdo por su fe, por su fidelidad y

    por el deseo de querer seguir los

    deseos de Dios por muy difciles e

    increbles que parecieran. Te

    imaginas amigo cibernauta que tu

    novia se quedara embarazada y que a

    travs de un sueo se te comunicara

    que el hijo que lleva es obra del

    Espritu Santo?. Hay que tener fe, y

    esto es lo que tuvo nuestro amigo

    Jos. Cabe decir, que segn las leyes

    de aquella poca, si una mujer

    quedaba embarazada de otra persona

    que no era su novio, poda morir

    apedreada si ste la denunciaba. Jos

  • 4

    se convierte en un hombre justo y fiel

    a Dios, preguntndose qu era lo

    mejor para Mara.

    El Padre de Jos

    Jos de Nazaret aparece en la historia

    evanglica a punto de casarse con

    una muchacha llamada Mara.

    Precisamente de Mara sabemos los

    nombres de sus padres gracias a los

    evangelios apcrifos: Joaqun y Ana;

    pero de Jos nicamente conocemos

    algo de su padre, y an con ciertas

    dudas, ya que aparece con dos

    nombres distintos en los evangelios.

    Segn Mateo se llamaba Jacob (Mt

    1,16) y segn Lucas Hel (Lc 3,23).

    Algunos exegetas han afirmado que

    Jacob y Hel eran hermanos y que por

    la "ley del levirato" uno era el padre

    biolgico y el otro el legal. La "ley del

    levirato" nos sale descrita en el libro

    del Deuteronomio (Dt 25,5-6) y

    consista en que si dos hermanos

    vivan juntos y uno de ellos mora sin

    hijos, su hermano se casara con la

    esposa de ste, o sea, con su cuada.

    Pero la verdad es que no se sabe con

  • 5

    certeza si el padre de Jos era el de

    Jacob o el de Hel y lo de la "ley del

    levirato" son simples hiptesis.

    Huida a Egipto

    Tras asumir la paternidad de Jess

    con todas sus consecuencias,

    enseguida se encuentra frente a otra

    decisin, igualmente difcil:

    marcharse de Beln para salvar a

    Jess ante la ira de Herodes que

    ordena matar a todos los nios

    cuando l cree que el nio que ha

    nacido (Jess) le va a tomar el trono.

    El Evangelio de Mateo lo narra as:

    "Tan pronto como los magos se

    marcharon, un ngel del Seor se

    apareci en sueos a Jos y le dijo:

    "Levntate, toma al nio y a su

    madre, huye a Egipto y estate all

    hasta que yo te avise, porque

    Herodes va a buscar al nio para

    matarlo" (Mt 2,13)

    Si te fijas, amigo cibernauta, los

    evangelios nos presentan a la

    Sagrada Familia igual que aquellos

    primeros israelitas que tuvieron que

  • 6

    huir a Egipto y que despus volveran

    a su Tierra Prometida. Y

    efectivamente, la Sagrada Familia

    emprendi camino a Egipto. Incluso,

    hay en El Cairo, un barrio muy bonito,

    el barrio copto, en el cul, segn la

    tradicin copta, pasaron all unos

    aos Jos, Mara y Jess. Muchos

    historiados de la Biblia creen que la

    Sagrada Familia nunca lleg a Egipto

    y que lo que hicieron fue huir "camino

    de Egipto". Como aqul que est en

    Tarragona y dice "me voy camino de

    Valencia" y se queda en Tortosa!.

    Pero bueno ... el Evangelio de Mateo

    dice bien claro "huye a Egipto" y no

    vamos ahora a contradecir las

    escrituras y ni mucho menos a mis

    amigos coptos de El cairo que son

    muy simpticos!

    De vuelta a Israel

    Una vez fallecido Herodes, un ngel

    del Seor se apareci de nuevo a Jos

    y le invit a regresar a su Tierra, ms

    concretamente en Nazaret para

    iniciar all la historia de su hijo, la del

    Hijo de Dios. A partir de entonces,

  • 7

    Jos sale muy poco en los evangelios,

    el caso ms flamante es el de la

    peregrinacin a Jerusaln, donde va

    acompaado de su esposa y de Jess.

    En aquellos momentos, Jess solo

    tena 12 aos. Sus padres solan ir

    cada ao a Jerusaln por las fiestas

    de Pascua. Es aqul conocido relato

    en el que Jess se queda en el templo

    de Jerusaln a discutir con los

    doctores de la ley. Podis leer la

    narracin el Evangelio de Lucas (Lc

    2,41-59).

    La edad de Jos

    Cundo muri Jos? Esta es otra de

    las preguntas del milln de dlares.

    La ltima aparicin de Jos en los

    evangelios es sta que te acabo de

    explicar, o sea, en la que Jess tiene

    12 aos. Segn Josep Lligadas en el

    libro "San Jos, el Creyente" editado

    por el Centro de Pastoral Litrgica de

    Barcelona, Jos habra muerto antes

    del relato evanglico de la bodas de

    Can, ya que en dicho fragmento no

    se menciona a Jos y si en cambio a

    Mara. Sera lgico que si Mara y

  • 8

    Jess estaban invitados a una boda,

    Jos tambin estuviera con ellos,

    pero el evangelista no lo menciona,

    de all dicha suposicin. Lo ms

    probable, por tanto, es que Jos

    muriese antes de que Jess

    abandonase Nazaret para iniciar su

    predicacin.

    Pero... tambin hay otros

    historiadores de la Biblia que creen

    que Jos habra muerto dada su

    anciana edad. La edad de Jos es un

    tema muy discutido, hay unos que

    creen que era joven y otros que creen

    que ya tena sus aitos. Estos ltimos

    se basan en los llamados "Evangelios

    Apcrifos", textos no reconocidos

    como oficiales por la Iglesia Catlica,

    y que en algunas ocasiones han

    servido, tal como te he comentado al

    principio, para saber curiosidades,

    como los nombres de los padres de la

    Virgen Mara entre otras cosas.

    Segn el evangelio apcrifo titulado

    "Historia de Jos el Carpintero", Jos

    habra muerto a la edad de 111 aos!,

    incluso nos dice la fecha, el 20 de

    julio .

  • 9

    Ms datos apcrifos

    En el mismo evangelio apcrifo

    "Historia de Jos el carpintero" se

    nos dice que Jos, antes de casarse

    con Mara, era un hombre viudo y que

    ya tena cuatro varones y dos

    hembras: Judas, Josetos, Santiago,

    Simn, Lisia y Lidia. Tambin nos

    cuenta que "era un varn justo y

    alababa a Dios en todas sus obras.

    Acostumbraba a salir forastero con

    frecuencia para ejercer el oficio de

    carpintero en compaa de sus dos

    hijos, ya que viva del trabajo de sus

    manos".

    Mara, segn el apcrifo, era una

    muchacha que viva en el Templo de

    Jerusaln sirviendo a Dios en toda

    santidad, y con doce aos de edad.

    Haba pasado sus tres primeros aos

    en la casa de sus padres, y los nueve

    restantes en el templo. Pero al

    acercarse la edad de la menstruacin,

    no poda quedarse all porque segn

    las leyes de entonces, provocara la

    impureza del recinto sagrado. Es por

    este motivo que los sacerdotes del

  • 10

    templo decidieron convocar a la tribu

    de Jud y tomaron de ella a doce

    familias (12 hombres) para buscar a

    un varn y desposarlo con ella. La

    suerte recay sobre Jos, a quin la

    "Historia de Jos el carpintero" lo

    define como "el buen viejo Jos".

    Segn el apcrifo, Mara tena 15

    aos de edad cuando dio a luz a

    Jess, mientras que Jos tena 92 .

    Repito, amigo cibernauta, que estos

    datos son del evangelio apcrifo

    "Historia de Jos el carpintero", texto

    no reconocido como "oficial" por la

    Iglesia Catlica.

    La vara de San Jos

    Esta es otra de las tradiciones que

    van ligadas con nuestro amigo. Se

    cuenta que mientras Jos estaba en

    el templo junto a los otros jefes de

    las 12 familias para encontrar esposo

    a Mara en profunda oracin, su vara

    (bastn) seca que sostena entre sus

    manos floreci y al mismo tiempo una

    paloma blanca descendi sobre su

    cabeza. Este acto, simboliza el deseo

    de Dios en que Jos fuera el esposo

  • 11

    de Mara.

    Devocin

    La devocin a San Jos es muy

    extendida en todo el mundo, hay

    numerosas oraciones, gozos,

    novenas, el rezo de los siete

    domingos .... Tambin era un nombre

    muy comn en Catalunya, hasta el

    punto, que se hizo famoso un refrn:

    "De Joseps, Joans i ases, n'hi ha per

    totes les cases" (De Joss, Juanes y

    asnos hay en todas las casas). Pero

    ltimamente en Catalunya se ha

    perdido bastante la tradicin de

    poner este nombre entre los recin

    nacidos, valga como muestra, que en

    el ao 1998 no figuraba entre los 24

    nombres ms utilizados para los

    recin bautizados. Muchos santos se

    han llamado as: Jos de Arimatea,

    Jos de Calasanz, Jos de Copertino,

    Josep Oriol, Jos Pignatelli ... En la

    dicesis de Girona, slo hay dos

    iglesias parroquiales bajo su nombre,

    una en la misma ciudad y otra en el

    pueblo de La Canya.

  • 12

    Por qu a los Jos se les llama

    tambin Pepe?

    Esta es una curiosidad muy divertida

    y como todo tiene su explicacin.

    Como ya sabes, Jos no es el padre

    biolgico de Jess, es un padre

    putativo (que se tiene por padre pero

    sin serlo). Fjate que las iniciales de

    Padre Putativo son PP (y eso no tiene

    nada que ver con el Partido

    Popular!!). Las iniciales PP se hicieron

    muy famosas, ya que figuraron en las

    imgenes del santo e incluso, muchas

    veces, cuando se lea un fragmento

    del evangelio o de algn telogo en el

    cual sala el nombre de Jos, se

    aada acontinuacin las iniciales PP.

    Ya ves que no hay ningn secreto!

    Patronazgo

    San Jos es por excelencia el patrn

    de los carpinteros, ya que ejerci esta

    profesin segn nos narra el

    Evangelio de Mateo (Mt 13,54-55) y

    por extensin, lo es tambin de todas

    aquellas personas que trabajan en

    oficios manuales. Los ingenieros

  • 13

    tcnicos industriales tambin le piden

    proteccin.

    As mismo, el Papa Po IX lo declar

    en 1870, patrn de la Iglesia Catlica

    universal. Tambin es el patrn de los

    seminarios catlicos, de ah que la

    Iglesia Catlica celebre el domingo

    despus a esta festividad el "Da del

    Seminario". Este patronazgo es fcil

    de entender, ya que como padre,

    educ a su hijo Jess en Nazaret y le

    prepar durante muchos aos para su

    ministerio. Quien mejor que San

    Jos para que proteja a los que sern

    futuros sacerdotes?.

    En 1955 otro Papa, en este caso Po

    XII, instituy la fiesta de San Jos

    Obrero el da primero de mayo para

    cristianizar la Fiesta del Trabajo que

    haba nacido en 1889. Es por tanto, el

    patrn de todos los trabajadores

    (incluso para los que hacen ver que

    trabajan!).

    La devocin popular ha credo que

    Jos muri en brazos de Jess y de

    Mara, sin duda falleci en buena

    compaa!. Es por este motivo que se

    le pide auxilio para tener una buena

  • 14

    muerte.

    Se le otorga la proteccin de los

    padres de familia y de las personas

    indecisas. Diferentes comunidades

    religiosas se amparan en l y pases

    como Blgica, Canad o Per lo tienen

    como protector.

    Y no cabe olvidar que el 19 de marzo

    es tambin el da del padre, una

    festividad en honor a nuestros

    padres, como padre fue Jos de

    Jess.

    Onomstica: 19 marzo

    Fuente: El ngel de la web

    SAN JOS

    ESPOSO DE MARA

  • 15

    y PADRE VIRGINAL DE JESUS

    FIESTA: 19 de marzo

    Modelo de padre y esposo,

    patrn de la Iglesia universal,

    de los trabajadores, de

    infinidad de comunidades

    religiosas y de la buena

    muerte.

    Fuente: Corazones.org

    A San Jos Dios le

    encomend la inmensa

    responsabilidad y

    privilegio de ser esposo

    de la Virgen Mara y

    custodio de la Sagrada

    Familia. Es por eso el

    santo que ms cerca esta

    de Jess y de la Stma.

    Virgen Mara.

    Nuestro Seor fue

    llamado "hijo de Jos"

    (Juan 1:45; 6:42; Lucas

    4:22) el carpintero

    (Mateo 12:55).

  • 16

    No era padre natural de

    Jess (quin fue

    engendrado en el vientre

    virginal de la Stma.

    Virgen Mara por obra del

    Espritu Santo y es Hijo

    de Dios), pero Jos lo

    adopt y Jess se

    someti a el como un

    buen hijo ante su padre.

    Cunto influenci Jos

    en el desarrollo humano

    del nio Jess! Qu

    perfecta unin existi en

    su ejemplar matrimonio

    con Mara!

    San Jos es llamado el

    "Santo del silencio" No

    conocemos palabras

    expresadas por l, tan

    solo conocemos sus

    obras, sus actos de fe,

    amor y de proteccin

    como padre responsable

    del bienestar de su

    amadsima esposa y de

    su excepcional Hijo. Jos

    fue "santo" desde antes

  • 17

    de los desposorios. Un

    "escogido" de Dios.

    Desde el principio recibi

    la gracia de discernir los

    mandatos del Seor.

    Las principales fuentes

    de informacin sobre la

    vida de San Jos son los

    primeros captulos del

    evangelio de Mateo y de

    Lucas. Son al mismo

    tiempo las nicas

    fuentes seguras por ser

    parte de la Revelacin.

    San Mateo (1:16) llama a

    San Jos el hijo de

    Jacob; segn San Lucas

    (3:23), su padre era

    Heli. Probablemente

    naci en Beln, la ciudad

    de David del que era

    descendiente. Pero al

    comienzo de la historia

    de los Evangelios (poco

    antes de la Anunciacin),

    San Jos viva en

    Nazaret.

  • 18

    Segn San Mateo 13:55 y

    Marcos 6:3, San Jos era

    un "tekton". La palabra

    significa en particular

    que era carpintero. San

    Justino lo confirma (Dial.

    cum Tryph., lxxxviii, en

    P. G., VI, 688), y la

    tradicin ha aceptado

    esta interpretacin.

    Si el matrimonio de San

    Jos con La Stma. Virgen

    ocurri antes o despus

    de la Encarnacin aun es

    discutido por los

    exegetas. La mayora de

    los comentadores,

    siguiendo a Santo

    Toms, opinan que en la

    Anunciacin, la Virgen

    Mara estaba solo

    prometida a Jos. Santo

    Toms observa que esta

    interpretacin encaja

    mejor con los datos

    bblicos.

    Los hombres por lo

  • 19

    general se casaban muy

    jvenes y San Jos

    tendra quizs de 18 a 20

    aos de edad cuando se

    despos con Mara. Era

    un joven justo, casto,

    honesto, humilde

    carpintero...ejemplo para

    todos nosotros.

    La literatura apcrifa,

    (especialmente el

    "Evangelio de Santiago",

    el "Pseudo Mateo" y el

    "Evangelio de la

    Natividad de la Virgen

    Mara", "La Historia de

    San Jos el Carpintero",

    y la "Vida de la Virgen y

    la Muerte de San Jos)

    provee muchos detalles

    pero estos libros no

    estn dentro del canon

    de las Sagradas

    Escrituras y no son

    confiables.

    Amor virginal

  • 20

    Algunos libros apcrifos

    cuentan que San Jos

    era un viudo de noventa

    aos de edad cuando se

    cas con la Stma. Virgen

    Mara quien tendra entre

    12 a 14 aos. Estas

    historias no tienen

    validez y San Jernimo

    las llama "sueos". Sin

    embargo han dado pie a

    muchas

    representaciones

    artsticas. La razn de

    pretender un San Jos

    tan mayor quizs

    responde a la dificultad

    de una relacin virginal

    entre dos jvenes

    esposos. Esta dificultad

    responde a la naturaleza

    cada, pero se vence con

    la gracia de Dios. Ambos

    recibieron

    extraordinarias gracias a

    las que siempre supieron

    corresponder. En la

    relacin esposal de San

  • 21

    Jos y la Virgen Mara

    tenemos un ejemplo

    para todo matrimonio.

    Nos ensea que el

    fundamento de la unin

    conyugal est en la

    comunin de corazones

    en el amor divino. Para

    los esposos, la unin de

    cuerpos debe ser una

    expresin de ese amor y

    por ende un don de

    Dios. San Jos y Mara

    Santsima, sin embargo,

    permanecieron vrgenes

    por razn de su

    privilegiada misin en

    relacin a Jess. La

    virginidad, como

    donacin total a Dios,

    nunca es una carencia;

    abre las puertas para

    comunicar el amor divino

    en la forma mas pura y

    sublime. Dios habitaba

    siempre en aquellos

    corazones puros y ellos

    compartan entre s los

  • 22

    frutos del amor que

    reciban de Dios.

    El matrimonio fue

    autntico, pero al mismo

    tiempo, segn San

    Agustn y otros, los

    esposos tenan la

    intencin de permanecer

    en el estado virginal.

    (cf.St. Aug., "De cons.

    Evang.", II, i in P.L.

    XXXIV, 1071-72; "Cont.

    Julian.", V, xii, 45 in P.L..

    XLIV, 810; St. Thomas,

    III:28; III:29:2).

    Pronto la fe de San Jos

    fue probada con el

    misterioso embarazo de

    Mara. No conociendo el

    misterio de la

    Encarnacin y no

    queriendo exponerla al

    repudio y su posible

    condena a lapidacin,

    pensaba retirarse

    cuando el ngel del

    Seor se le apareci en

  • 23

    sueo:

    "Su marido Jos, como

    era justo y no quera

    ponerla en evidencia,

    resolvi repudiarla en

    secreto. As lo tena

    planeado, cuando el

    Angel del Seor se le

    apareci en sueos y le

    dijo: Jos, hijo de

    David, no temas tomar

    contigo a Mara tu mujer

    porque lo engendrado en

    ella es del Espritu Santo.

    Despertado Jos del

    sueo, hizo como el

    Angel del Seor le haba

    mandado, y tom

    consigo a su mujer."

    (Mat. 1:19-20, 24).

    Unos meses mas tarde,

    lleg el momento para S.

    Jos y Mara de partir

    hacia Beln para

    apadrinarse segn el

    decreto de Cesar

    Augustus. Esto vino en

  • 24

    muy difcil momento ya

    que ella estaba en cinta.

    (cf. Lucas 2:1-7).

    En Beln tuvo que sufrir

    con La Virgen la carencia

    de albergue hasta tener

    que tomar refugio en un

    establo. All naci el hijo

    de la Virgen. El atenda a

    los dos como si fuese el

    verdadero padre. Cual

    sera su estado de

    admiracin a la llegada

    de los pastores, los

    ngeles y mas tarde los

    magos de Oriente.

    Referente a la

    Presentacin de Jess en

    el Templo, San Lucas nos

    dice: "Su padre y su

    madre estaban

    admirados de lo que se

    deca de l".(Lucas

    2:33).

    Despus de la visita de

    los magos de Oriente,

    Herodes el tirano, lleno

  • 25

    de envidia y obsesionado

    con su poder, quiso

    matar al nio. San Jos

    escuch el mensaje de

    Dios transmitido por un

    ngel: Levntate, toma

    contigo al nio y a su

    madre y huye a Egipto; y

    estate all hasta que yo

    te diga. Porque Herodes

    va a buscar al nio para

    matarle. Mateo 2:13.

    San Jos obedeci y

    tomo responsabilidad

    por la familia que Dios le

    haba confiado.

    San Jos tuvo que vivir

    unos aos con la Virgen

    y el Nio en el exilio de

    Egipto. Esto

    representaba

    dificultades muy

    grandes: la Sagrada

    familia, siendo

    extranjera, no hablaba el

    idioma, no tenan el

    apoyo de familiares o

  • 26

    amigos, seran vctimas

    de prejuicios,

    dificultades para

    encontrar empleo y la

    consecuente pobreza.

    San Jos acept todo eso

    por amor sin exigir

    nada.

    Una vez mas por medio

    del ngel del Seor, supo

    de la muerte de Herodes:

    "Levntate, toma

    contigo al nio y a su

    madre, y ponte en

    camino de la tierra de

    Israel; pues ya han

    muerto los que buscaban

    la vida del nio. El se

    levant, tom consigo al

    nio y a su madre, y

    entr en tierra de Israel.

    Pero al enterarse de que

    Arquelao reinaba en

    Judea en lugar de su

    padre Herodes, tuvo

    miedo de ir all; y

    avisado en sueos, se

    retir a la regin de

  • 27

    Galilea". Mateo 2:22.

    Fue as que la Sagrada

    Familia regres a

    Nazaret. Desde entonces

    el nico evento que

    conocemos relacionado

    con San Jos es la

    "prdida" de Jess al

    regreso de la anual

    peregrinacin a

    Jerusaln (cf. Lucas 2,

    42-51). San Jos y la

    Virgen lo buscaban por

    tres angustiosos das

    hasta encontrarlo en el

    Templo. Dios quiso que

    este santo varn nos

    diera ejemplo de

    humildad en la vida

    escondida de su sagrada

    familia y su taller de

    carpintera.

    Lo mas probable es que

    San Jos haya muerto

    antes del comienzo de la

    vida pblica de Jess ya

    que no estaba presente

  • 28

    en las bodas de Cana ni

    se habla mas de l. De

    estar vivo, San Jos

    hubiese estado sin duda

    al pie de la Cruz con

    Mara. La entrega que

    hace Jess de su Madre a

    San Juan da tambin a

    entender que ya San

    Jos estaba muerto.

    Segn San Epifanius, San

    Jos muri en sus 90

    aos y la

    Venerable Bede

    dice que fue

    enterrado en el

    Valle de Josafat.

    Pero estas

    historias son

    dudosas.

    La devocin a San

    Jos se fundamenta en

    que este hombre "justo"

    fue escogido por Dios

    para ser el esposo de

  • 29

    Mara Santsima y hacer

    las veces de padre de

    Jess en la tierra.

    Durante los primeros

    siglos de la Iglesia la

    veneracin se diriga

    principalmente a los

    mrtires. Quizs se

    veneraba poco a San

    Jos para enfatizar la

    paternidad divina de

    Jess. Pero, as todo, los

    Padres (San Agustn, San

    Jernimo y San Juan

    Crisstomo, entre otros),

    ya nos hablan de San

    Jos. Segn San

    Callistus, esta devocin

    comenz en el Oriente

    donde existe desde el

    siglo IV, relata tambin

    que la gran baslica

    construida en Beln por

    Santa Elena haba un

    hermoso oratorio

    dedicado a nuestro

    santo.

    San Pedro

  • 30

    Crislogo: "Jos

    fue un hombre

    perfecto, que

    posee todo gnero

    de virtudes" El

    nombre de Jos en

    hebreo significa

    "el que va en

    aumento. "Y as se

    desarrollaba el

    carcter de Jos,

    creca "de virtud

    en virtud" hasta

    llegar a una

    excelsa santidad.

    En el Occidente,

    referencias a (Nutritor

    Domini) San Jos

    aparecen en el siglo IX

    en martirologios locales

    y en el 1129 aparece en

    Bologna la primera

    iglesia a l dedicada.

    Algunos santos del siglo

    XII comenzaron a

    popularizar la devocin a

    San Jos entre ellos se

    destacaron San

  • 31

    Bernardo, Santo Toms

    de Aquino, Santa

    Gertrudiz y Santa Brgida

    de Suecia. Segn Benito

    XIV (De Serv. Dei beatif.,

    I, iv, n. 11; xx, n. 17),

    "La opinin general de

    los conocedores es que

    los Padres del Carmelo

    fueron los primeros en

    importar del Oriente al

    Occidente la laudable

    prctica de ofrecerle

    pleno culto a San Jos".

    En el siglo XV, merecen

    particular mencin como

    devotos de San Jos los

    santos Vicente Ferrer

    (m. 1419), Pedro d`Ailli

    (m. 1420), Bernadino de

    Siena (m. 1444) y Jehan

    Gerson (m. 1429).

    Finalmente, durante el

    pontificado de Sixto IV

    (1471 - 84), San Jos se

    introdujo en el

    calendario Romano en el

    19 de Marzo. Desde

  • 32

    entonces su devocin ha

    seguido creciendo en

    popularidad. En 1621

    Gregorio XV la elev a

    fiesta de obligacin.

    Benedicto XIII introdujo

    a San Jos en la letana

    de los santos en 1726.

    San Bernardino de Siena

    "... siendo Mara la

    dispensadora de las

    gracias que Dios concede

    a los hombres, con

    cunta profusin no es

    de creer que

    enriqueciese de ella a su

    esposo San Jos, a quin

    tanto amaba, y del que

    era respectivamente

    amada? " Y as, Jos

    creca en virtud y en

    amor para su esposa y su

    Hijo, a quin cargaba en

    brazos en los principios,

    luego ense su oficio y

    con quin convivi

    durante treinta aos.

  • 33

    Los franciscanos fueron

    los primeros en tener la

    fiesta de los desposorios

    de La Virgen con San

    Jos. Santa Teresa tena

    una gran devocin a San

    Jos y la afianz en la

    reforma carmelita

    ponindolo en 1621

    como patrono, y en 1689

    se les permiti celebrar

    la fiesta de su Patronato

    en el tercer domingo de

    Pascua. Esta fiesta

    eventualmente se

    extendi por todo el

    reino espaol. La

    devocin a San Jos se

    arraigo entre los obreros

    durante el siglo XIX. El

    crecimiento de

    popularidad movi a Po

    IX, el mismo un gran

    devoto, a extender a la

    Iglesia universal la fiesta

    del Patronato (1847) y

    en diciembre del 1870 lo

    declar Santo Patriarca,

  • 34

    patrn de la Iglesia

    Catlica. San Leo XIII y

    Po X fueron tambin

    devotos de San Jos.

    Este ltimos aprob en

    1909 una letana en

    honor a San Jos.

    Santa Teresa de Jess

    "Tom por abogado y

    seor al glorioso San

    Jos." Isabel de la Cruz,

    monja carmelita,

    comenta sobre Santa

    Teresa: "era

    particularmente devota

    de San Jos y he odo

    decir se le apareci

    muchas veces y andaba a

    su lado."

    "No me acuerdo hasta

    ahora haberle suplicado

    cosa que la haya dejado

    de hacer. Es cosa que

    espanta las grandes

    mercedes que me ha

    hecho Dios por medio de

    este bienaventurado

    http://www.corazones.org/santos/teresa_avila.htm

  • 35

    santo...No he conocido

    persona que de veras le

    sea devota que no la vea

    mas aprovechada en

    virtud, porque aprovecha

    en gran manera a las

    almas que a El se

    encomiendan...Solo pido

    por amor de Dios que lo

    pruebe quien no le

    creyere y vera por

    experiencia el gran bien

    que es encomendarse a

    este glorioso patriarca y

    tenerle devocion..." -Sta.

    Teresa.

    San Alfonso Mara de

    Ligorio nos hace

    reflexionar: "Cunto no

    es tambin de creer

    aumentase la santidad

    de Jos el trato familiar

    que tuvo con Jesucristo

    en el tiempo que vivieron

    juntos?" Jos durante

    esos treinta aos fue el

    mejor amigo, el

    compaero de trabajo

    http://www.corazones.org/santos/alfonso_ligorio.htmhttp://www.corazones.org/santos/alfonso_ligorio.htm

  • 36

    con quin Jess

    conversaba y oraba. Jos

    escuchaba las palabras

    de Vida Eterna de Jess,

    observaba su ejemplo de

    perfecta humildad, de

    paciencia, y de

    obediencia, aceptaba

    siempre la ayuda

    servicial de Jess en los

    quehaceres y

    responsabilidades

    diarios. Por todo esto, no

    podemos dudar que

    mientras Jos vivi en la

    compaa de Jess,

    creci tanto en mritos y

    santificacin que

    aventaj a todos los

    santos.

    Bibliografa: Souvay,

    Charles L., Saint Joseph,

    Catholic Encyclopedia,

    Encyclopedia Press, Inc.

    1913.

    Foto: San Jos con el

    nio Jess; Convento

  • 37

    "El Seor ha

    reunido en Jos,

    como en un sol, todo

    lo que los santos

    tienen juntos de luz

    y de esplendor."

    San Gregorio

    Nacianceno, Doctor

    de la Iglesia (329-

    390)

    1)EN LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA

    Exhortacin apostlica Redemptoris Custos

    de Juan Pablo II (15 agosto 1989)

    sobre la figura y la misin de san Jos en la

    vida de Cristo y de la Iglesia

    EXHORTACIN APOSTLICA

    REDEMPTORIS CUSTOS

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_15081989_redemptoris-custos_fr.html

  • 38

    DEL SUMO PONTFICE

    JUAN PABLO II

    SOBRE LA FIGURA Y LA MISIN

    DE SAN JOS

    EN LA VIDA DE CRISTO

    Y DE LA IGLESIA

    A los Obispos

    A los Sacerdotes y Diconos

    A los Religiosos y Religiosas

    A todos los fieles

    INTRODUCCIN

    1. Llamado a ser el Custodio del Redentor, Jos...

    hizo como el ngel del Seor le haba mandado, y

    tom consigo a su mujer (Mt 1, 24).

    Desde los primeros siglos, los Padres de la Iglesia,

  • 39

    inspirndose en el Evangelio, han subrayado que

    san Jos, al igual que cuid amorosamente a

    Mara y se dedic con gozoso empeo a la

    educacin de Jesucristo, [1] tambin custodia y

    protege su cuerpo mstico, la Iglesia, de la que la

    Virgen Santa es figura y modelo.

    En el centenario de la publicacin de la Carta

    Encclica Quamquam pluries del Papa Len XIII,

    [2] y siguiendo la huella de la secular veneracin a

    san Jos, deseo presentar a la consideracin de

    vosotros, queridos hermanos y hermanas, algunas

    reflexiones sobre aqul al cual Dios confi la

    custodia de sus tesoros ms preciosos. [3] Con

    profunda alegra cumplo este deber pastoral, para

    que en todos crezca la devocin al Patrono de la

    Iglesia universal y el amor al Redentor, al que l

    sirvi ejemplarmente.

    De este modo, todo el pueblo cristiano no slo

    recurrir con mayor fervor a san Jos e invocar

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn1http://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_15081889_quamquam-pluries_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn2http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn3

  • 40

    confiado su patrocinio, sino que tendr siempre

    presente ante sus ojos su humilde y maduro modo

    de servir, as como de participar en la economa

    de la salvacin. [4]

    Considero, en efecto, que el volver a reflexionar

    sobre la participacin del Esposo de Mara en el

    misterio divino consentir a la Iglesia, en camino

    hacia el futuro junto con toda la humanidad,

    encontrar continuamente su identidad en el mbito

    del designio redentor, que tiene su fundamento en

    el misterio de la Encarnacin.

    Precisamente Jos de Nazaret particip en este

    misterio como ninguna otra persona, a excepcin

    de Mara, la Madre del Verbo Encarnado. El

    particip en este misterio junto con ella,

    comprometido en la realidad del mismo hecho

    salvfico, siendo depositario del mismo amor, por

    cuyo poder el eterno Padre nos predestin a la

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn4

  • 41

    adopcin de hijos suyos por Jesucristo (Ef 1, 5).

    I. EL MARCO EVANGLICO

    El matrimonio con Mara

    2. Jos, hijo de David, no temas tomar contigo a

    Mara tu mujer, porque lo engendrado en ella es

    del Espritu Santo. Dar a luz un hijo, y t le

    pondrs por nombre Jess, porque l salvar a su

    pueblo de sus pecados (Mt 1, 20-21).

    En estas palabras se halla el ncleo central de la

    verdad bblica sobre san Jos, el momento de su

    existencia al que se refieren particularmente los

    Padres de la Iglesia.

    El Evangelista Mateo explica el significado de este

    momento, delineando tambin como Jos lo ha

    vivido. Sin embargo, para comprender plenamente

    el contenido y el contexto, es importante tener

  • 42

    presente el texto paralelo del Evangelio de Lucas.

    En efecto, en relacin con el versculo que dice:

    La generacin de Jesucristo fue de esta manera:

    Su madre, Mara, estaba desposada con Jos y,

    antes de empezar a estar juntos ellos, se encontr

    encinta por obra del Espritu Santo (Mt 1, 18), el

    origen de la gestacin de Mara por obra del

    Espritu Santo encuentra una descripcin ms

    amplia y explcita en el versculo que se lee en

    Lucas sobre la anunciacin del nacimiento de

    Jess: Fue enviado por Dios el ngel Gabriel a

    una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una

    virgen desposada con un hombre llamado Jos, de

    la casa de David; el nombre de la virgen era

    Mara (Lc 1, 26-27). Las palabras del ngel:

    Algrate, llena de gracia, el Seor est contigo

    (Lc 1, 28), provocaron una turbacin interior en

    Mara y, a la vez, le llevaron a la reflexin.

    Entonces el mensajero tranquiliza a la Virgen y, al

    mismo tiempo, le revela el designio especial de

  • 43

    Dios referente a ella misma: No temas, Mara,

    porque has hallado gracia delante de Dios; vas a

    concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a

    quien pondrs por nombre Jess. El ser grande y

    ser llamado Hijo del Altsimo, y el Seor Dios le

    dar el trono de David, su padre (Lc 1, 30-32).

    El evangelista haba afirmado poco antes que, en

    el momento de la anunciacin, Mara estaba

    desposada con un hombre llamado Jos, de la

    casa de David. La naturaleza de este

    desposorio es explicada indirectamente, cuando

    Mara, despus de haber escuchado lo que el

    mensajero haba dicho sobre el nacimiento del hijo,

    pregunta: Cmo ser esto, puesto que no

    conozco varn? (Lc 1, 34). Entonces le llega esta

    respuesta: El Espritu Santo vendr sobre ti y el

    poder del Altsimo te cubrir con su sombra; por

    eso el que ha de nacer ser santo y ser llamado

    Hijo de Dios (Lc 1, 35). Mara, si bien ya estaba

  • 44

    desposada con Jos, permanecer virgen,

    porque el nio, concebido en su seno desde la

    anunciacin, haba sido concebido por obra del

    Espritu Santo.

    En este punto el texto de Lucas coincide con el de

    Mateo 1, 18 y sirve para explicar lo que en l se

    lee. Si Mara, despus del desposorio con Jos, se

    hall encinta por obra del Espritu Santo, este

    hecho corresponde a todo el contenido de la

    anunciacin y, de modo particular, a las ltimas

    palabras pronunciadas por Mara: Hgase en m

    segn tu palabra (Lc 1, 38). Respondiendo al

    claro designio de Dios, Mara con el paso de los

    das y de las semanas se manifiesta ante la gente

    y ante Jos encinta, como aquella que debe dar

    a luz y lleva consigo el misterio de la maternidad.

    3. A la vista de esto su marido Jos, como era

    justo y no quera ponerla en evidencia, resolvi

    repudiarla en secreto (Mt 1, 19), pues no saba

  • 45

    cmo comportarse ante la sorprendente

    maternidad de Mara. Ciertamente buscaba una

    respuesta a la inquietante pregunta, pero, sobre

    todo, buscaba una salida a aquella situacin tan

    difcil para l. Por tanto, cuando reflexionaba

    sobre esto, he aqu que se le apareci en sueos

    un ngel del Seor y le dijo: "Jos, hijo de David,

    no temas recibir en tu casa a Mara, tu esposa,

    pues lo concebido en ella es obra del Espritu

    Santo. Dar a luz un hijo, a quien pondrs por

    nombre Jess, porque salvar a su pueblo de sus

    pecados" (Mt 1, 20-21).

    Existe una profunda analoga entre la

    anunciacin del texto de Mateo y la del texto de

    Lucas. El mensajero divino introduce a Jos en el

    misterio de la maternidad de Mara. La que segn

    la ley es su esposa, permaneciendo virgen, se

    ha convertido en madre por obra del Espritu

    Santo. Y cuando el Hijo, llevado en el seno por

  • 46

    Mara, venga al mundo, recibir el nombre de

    Jess. Era ste un nombre conocido entre los

    israelitas y, a veces, se pona a los hijos. En este

    caso, sin embargo, se trata del Hijo que, segn la

    promesa divina, cumplir plenamente el significado

    de este nombre: Jess-Yehoua', que significa,

    Dios salva.

    El mensajero se dirige a Jos como al esposo de

    Mara, aquel que, a su debido tiempo, tendr que

    imponer ese nombre al Hijo que nacer de la

    Virgen de Nazaret, desposada con l. El

    mensajero se dirige, por tanto, a Jos confindole

    la tarea de un padre terreno respecto al Hijo de

    Mara.

    Despertado Jos del sueo, hizo como el ngel

    del Seor le haba mandado, y tom consigo a su

    mujer (Mt 1, 24). El la tom en todo el misterio de

    su maternidad; la tom junto con el Hijo que

    llegara al mundo por obra del Espritu Santo,

  • 47

    demostrando de tal modo una disponibilidad de

    voluntad, semejante a la de Mara, en orden a lo

    que Dios le peda por medio de su mensajero.

    II. EL DEPOSITARIO DEL MISTERIO DE DIOS

    4. Cuando Mara, poco despus de la anunciacin,

    se dirigi a la casa de Zacaras para visitar a su

    pariente Isabel, mientras la saludaba oy las

    palabras pronunciadas por Isabel llena de Espritu

    Santo (Lc 1, 41). Adems de las palabras

    relacionadas con el saludo del ngel en la

    anunciacin, Isabel dijo: Feliz la que ha credo

    que se cumpliran las cosas que le fueron dichas

    de parte del Seor! (Lc 1, 45). Estas palabras han

    sido el pensamiento-gua de la encclica

    Redemptoris Mater, con la cual he pretendido

    profundizar en las enseanzas del Concilio

    Vaticano II que afirma: La Bienaventurada Virgen

    avanz en la peregrinacin de la fe y mantuvo

    http://www.vatican.va/edocs/ESL0039/_INDEX.HTM

  • 48

    fielmente la unin con su Hijo hasta la cruz [5] y

    precedi[6] a todos los que, mediante la fe,

    siguen a Cristo.

    Ahora, al comienzo de esta peregrinacin, la fe de

    Mara se encuentra con la fe de Jos. Si Isabel dijo

    de la Madre del Redentor: Feliz la que ha credo,

    en cierto sentido se puede aplicar esta

    bienaventuranza a Jos, porque l respondi

    afirmativamente a la Palabra de Dios, cuando le

    fue transmitida en aquel momento decisivo. En

    honor a la verdad, Jos no respondi al anuncio

    del ngel como Mara; pero hizo como le haba

    ordenado el ngel del Seor y tom consigo a su

    esposa. Lo que l hizo es genuina "obediencia de

    la fe" (cf. Rom 1, 5; 16, 26; 2 Cor 10, 5-6).

    Se puede decir que lo que hizo Jos le uni en

    modo particularsimo a la fe de Mara. Acept

    como verdad proveniente de Dios lo que ella ya

    haba aceptado en la anunciacin. El Concilio dice

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn5http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn6

  • 49

    al respecto: Cuando Dios revela hay que prestarle

    "la obediencia de la fe", por la que el hombre se

    confa libre y totalmente a Dios, prestando a Dios

    revelador el homenaje del entendimiento y de la

    voluntad y asintiendo voluntariamente a la

    revelacin hecha por l. [7] La frase

    anteriormente citada, que concierne a la esencia

    misma de la fe, se refiere plenamente a Jos de

    Nazaret.

    5. El, por tanto, se convirti en el depositario

    singular del misterio escondido desde siglos en

    Dios (cf. Ef 3, 9), lo mismo que se convirti Mara

    en aquel momento decisivo que el Apstol llama

    la plenitud de los tiempos, cuando envi Dios a

    su Hijo, nacido de mujer para rescatar a los que

    se hallaban bajo la ley, para que recibieran la

    filiacin adoptiva (cf. Gl 4, 4-5). Dispuso Dios

    afirma el Concilio en su sabidura revelarse a

    s mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn7

  • 50

    (cf. Ef 1, 9), mediante el cual los hombres, por

    medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso

    al Padre en el Espritu Santo y se hacen consortes

    de la naturaleza divina (cf. Ef 2, 18; 2 Pe 1, 4). [8]

    De este misterio divino Jos es, junto con Mara, el

    primer depositario. Con Mara y tambin en

    relacin con Mara l participa en esta fase

    culminante de la autorrevelacin de Dios en Cristo,

    y participa desde el primer instante. Teniendo a la

    vista el texto de ambos evangelistas Mateo y

    Lucas, se puede decir tambin que Jos es el

    primero en participar de la fe de la Madre de Dios,

    y que, hacindolo as, sostiene a su esposa en la

    fe de la divina anunciacin. El es asimismo el que

    ha sido puesto en primer lugar por Dios en la va

    de la peregrinacin de la fe, a travs de la cual,

    Mara, sobre todo en el Calvario y en Pentecosts,

    precedi de forma eminente y singular. [9]

    6. La va propia de Jos, su peregrinacin de la fe,

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn8http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn9

  • 51

    se concluir antes, es decir, antes de que Mara se

    detenga ante la Cruz en el Glgota y antes de que

    Ella, una vez vuelto Cristo al Padre, se encuentre

    en el Cenculo de Pentecosts el da de la

    manifestacin de la Iglesia al mundo, nacida

    mediante el poder del Espritu de verdad. Sin

    embargo, la va de la fe de Jos sigue la misma

    direccin, queda totalmente determinada por el

    mismo misterio del que l junto con Mara se haba

    convertido en el primer depositario. La encarnacin

    y la redencin constituyen una unidad orgnica e

    indisoluble, donde el plan de la revelacin se

    realiza con palabras y gestos intrnsecamente

    conexos entre s.[10] Precisamente por esta

    unidad el Papa Juan XXIII, que tena una gran

    devocin a san Jos, estableci que en el Canon

    romano de la Misa, memorial perpetuo de la

    redencin, se incluyera su nombre junto al de

    Mara, y antes del de los Apstoles, de los Sumos

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn10

  • 52

    Pontfices y de los Mrtires. [11]

    El servicio de la paternidad

    7. Como se deduce de los textos evanglicos, el

    matrimonio con Mara es el fundamento jurdico de

    la paternidad de Jos. Es para asegurar la

    proteccin paterna a Jess por lo que Dios elige a

    Jos como esposo de Mara. Se sigue de esto que

    la paternidad de Jos una relacin que lo sita lo

    ms cerca posible de Jess, trmino de toda

    eleccin y predestinacin (cf. Rom 8, 28 s.) pasa

    a travs del matrimonio con Mara, es decir, a

    travs de la familia.

    Los evangelistas, aun afirmando claramente que

    Jess ha sido concebido por obra del Espritu

    Santo y que en aquel matrimonio se ha

    conservado la virginidad (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-

    38), llaman a Jos esposo de Mara y a Mara

    esposa de Jos (cf. Mt 1, 16. 18-20. 24; Lc 1, 27;

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn11

  • 53

    2, 5).

    Y tambin para la Iglesia, si es importante profesar

    la concepcin virginal de Jess, no lo es menos

    defender el matrimonio de Mara con Jos, porque

    jurdicamente depende de este matrimonio la

    paternidad de Jos. De aqu se comprende por

    qu las generaciones han sido enumeradas segn

    la genealoga de Jos. Por qu se pregunta

    san Agustn no deban serlo a travs de Jos?

    No era tal vez Jos el marido de Mara? (...) La

    Escritura afirma, por medio de la autoridad

    anglica, que l era el marido. No temas, dice,

    recibir en tu casa a Mara, tu esposa, pues lo

    concebido en ella es obra del Espritu Santo. Se le

    ordena poner el nombre del nio, aunque no fuera

    fruto suyo. Ella, aade, dar a luz un hijo, a quien

    pondrs por nombre Jess. La Escritura sabe que

    Jess no ha nacido de la semilla de Jos, porque a

    l, preocupado por el origen de la gravidez de ella,

  • 54

    se le ha dicho: es obra del Espritu Santo. Y, no

    obstante, no se le quita la autoridad paterna, visto

    que se le ordena poner el nombre al nio.

    Finalmente, aun la misma Virgen Mara,

    plenamente consciente de no haber concebido a

    Cristo por medio de la unin conyugal con l, le

    llama sin embargo padre de Cristo.[12]

    El hijo de Mara es tambin hijo de Jos en virtud

    del vnculo matrimonial que les une: A raz de

    aquel matrimonio fiel ambos merecieron ser

    llamados padres de Cristo; no slo aquella madre,

    sino tambin aquel padre, del mismo modo que era

    esposo de su madre, ambos por medio de la

    mente, no de la carne.[13] En este matrimonio no

    faltaron los requisitos necesarios para su

    constitucin: En los padres de Cristo se han

    cumplido todos los bienes del matrimonio: la prole,

    la fidelidad y el sacramento. Conocemos la prole,

    que es el mismo Seor Jess; la fidelidad, porque

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn12http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn13

  • 55

    no existe adulterio; el sacramento, porque no hay

    divorcio.[14]

    Analizando la naturaleza del matrimonio, tanto san

    Agustn como santo Toms la ponen siempre en la

    indivisible unin espiritual, en la unin de los

    corazones, en el consentimiento,[15]

    elementos que en aquel matrimonio se han

    manifestado de modo ejemplar. En el momento

    culminante de la historia de la salvacin, cuando

    Dios revela su amor a la humanidad mediante el

    don del Verbo, es precisamente el matrimonio de

    Mara y Jos el que realiza en plena libertad el

    don esponsal de s al acoger y expresar tal

    amor. [16] En esta grande obra de renovacin de

    todas las cosas en Cristo, el matrimonio, purificado

    y renovado, se convierte en una realidad nueva, en

    un sacramento de la nueva Alianza. Y he aqu que

    en el umbral del Nuevo Testamento, como ya al

    comienzo del Antiguo, hay una pareja. Pero,

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn14http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn15http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn16

  • 56

    mientras la de Adn y Eva haba sido fuente del

    mal que ha inundado al mundo, la de Jos y Mara

    constituye el vrtice, por medio del cual la santidad

    se esparce por toda la tierra. El Salvador ha

    iniciado la obra de la salvacin con esta unin

    virginal y santa, en la que se manifiesta su

    omnipotente voluntad de purificar y santificar la

    familia, santuario de amor y cuna de la vida.[17]

    Cuntas enseanzas se derivan de todo esto para

    la familia! Porque la esencia y el cometido de la

    familia son definidos en ltima instancia por el

    amor y la familia recibe la misin de custodiar,

    revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y

    participacin real del amor de Dios por la

    humanidad y del amor de Cristo Seor por la

    Iglesia su esposa;[18] es en la sagrada Familia,

    en esta originaria iglesia domstica,[19] donde

    todas las familias cristianas deben mirarse. En

    efecto, por un misterioso designio de Dios, en ella

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn17http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn118http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn19

  • 57

    vivi escondido largos aos el Hijo de Dios: es

    pues el prototipo y ejemplo de todas las familias

    cristianas.[20]

    8. San Jos ha sido llamado por Dios para servir

    directamente a la persona y a la misin de Jess

    mediante el ejercicio de su paternidad; de este

    modo l coopera en la plenitud de los tiempos en

    el gran misterio de la redencin y es

    verdaderamente ministro de la salvacin.[21] Su

    paternidad se ha expresado concretamente al

    haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio, al

    misterio de la encarnacin y a la misin redentora

    que est unida a l; al haber hecho uso de la

    autoridad legal, que le corresponda sobre la

    Sagrada Familia, para hacerle don total de s, de

    su vida y de su trabajo; al haber convertido su

    vocacin humana al amor domstico con la

    oblacin sobrehumana de s, de su corazn y de

    toda capacidad, en el amor puesto al servicio del

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn20http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn21

  • 58

    Mesas, que crece en su casa. [22]

    La liturgia, al recordar que han sido confiados a la

    fiel custodia de san Jos los primeros misterios de

    la salvacin de los hombres,[23] precisa tambin

    que Dios le ha puesto al cuidado de su familia,

    como siervo fiel y prudente, para que custodiara

    como padre a su Hijo unignito.[24] Len XIII

    subraya la sublimidad de esta misin: El se

    impone entre todos por su augusta dignidad, dado

    que por disposicin divina fue custodio y, en la

    creencia de los hombres, padre del Hijo de Dios.

    De donde se segua que el Verbo de Dios se

    sometiera a Jos, le obedeciera y le diera aquel

    honor y aquella reverencia que los hijos deben a

    su propio padre.[25]

    Al no ser concebible que a una misin tan sublime

    no correspondan las cualidades exigidas para

    llevarla a cabo de forma adecuada, es necesario

    reconocer que Jos tuvo hacia Jess por don

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn22http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn23http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn24http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn25

  • 59

    especial del cielo, todo aquel amor natural, toda

    aquella afectuosa solicitud que el corazn de un

    padre pueda conocer.[26]

    Con la potestad paterna sobre Jess, Dios ha

    otorgado tambin a Jos el amor correspondiente,

    aquel amor que tiene su fuente en el Padre, de

    quien toma nombre toda familia en el cielo y en la

    tierra (Ef 3, 15).

    En los Evangelios se expone claramente la tarea

    paterna de Jos respecto a Jess. De hecho, la

    salvacin, que pasa a travs de la humanidad de

    Jess, se realiza en los gestos que forman parte

    diariamente de la vida familiar, respetando aquella

    condescendencia inherente a la economa de la

    encarnacin. Los Evangelistas estn muy atentos

    en mostrar cmo en la vida de Jess nada se deja

    a la casualidad y todo se desarrolla segn un plan

    divinamente preestablecido. La frmula repetida a

    menudo: As sucedi, para que se cumplieran...

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn26

  • 60

    y la referencia del acontecimiento descrito a un

    texto del Antiguo Testamento, tienden a subrayar

    la unidad y la continuidad del proyecto, que

    alcanza en Cristo su cumplimiento.

    Con la encarnacin las promesas y las figuras

    del Antiguo Testamento se hacen realidad:

    lugares, personas, hechos y ritos se entremezclan

    segn precisas rdenes divinas, transmitidas

    mediante el ministerio anglico y recibidos por

    criaturas particularmente sensibles a la voz de

    Dios. Mara es la humilde sierva del Seor,

    preparada desde la eternidad para la misin de ser

    Madre de Dios; Jos es aquel que Dios ha elegido

    para ser el coordinador del nacimiento del

    Seor,[27] aqul que tiene el encargo de proveer

    a la insercin ordenada del Hijo de Dios en el

    mundo, en el respeto de las disposiciones divinas y

    de las leyes humanas. Toda la vida, tanto

    privada como escondida de Jess ha sido

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn27

  • 61

    confiada a su custodia.

    El censo

    9. Dirigindose a Beln para el censo, de acuerdo

    con las disposiciones emanadas por la autoridad

    legtima, Jos, respecto al nio, cumpli la tarea

    importante y significativa de inscribir oficialmente el

    nombre Jess, hijo de Jos de Nazaret (cf. Jn 1,

    45) en el registro del Imperio. Esta inscripcin

    manifiesta de modo evidente la pertenencia de

    Jess al gnero humano, hombre entre los

    hombres, ciudadano de este mundo, sujeto a las

    leyes e instituciones civiles, pero tambin

    salvador del mundo. Orgenes describe

    acertadamente el significado teolgico inherente a

    este hecho histrico, ciertamente nada marginal:

    Dado que el primer censo de toda la tierra

    acaeci bajo Csar Augusto y, como todos los

    dems, tambin Jos se hizo registrar junto con

    Mara su esposa, que estaba encinta, Jess naci

  • 62

    antes de que el censo se hubiera llevado a cabo; a

    quien considere esto con profunda atencin, le

    parecer ver una especie de misterio en el hecho

    de que en la declaracin de toda la tierra debiera

    ser censado Cristo. De este modo, registrado con

    todos, poda santificar a todos; inscrito en el censo

    con toda la tierra, a la tierra ofreca la comunin

    consigo; y despus de esta declaracin escriba a

    todos los hombres de la tierra en el libro de los

    vivos, de modo que cuantos hubieran credo en l,

    fueran luego registrados en el cielo con los Santos

    de Aquel a quien se debe la gloria y el poder por

    los siglos de los siglos. Amn.[28]

    El nacimiento en Beln

    10. Como depositarios del misterio escondido

    desde siglos en Dios y que empieza a realizarse

    ante sus ojos en la plenitud de los tiempos, Jos

    es con Mara, en la noche de Beln, testigo

    privilegiado de la venida del Hijo de Dios al mundo.

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn28

  • 63

    As lo narra Lucas: Y sucedi que, mientras ellos

    estaban all, se le cumplieron los das del

    alumbramiento, y dio a luz su hijo primognito, le

    envolvi en paales y le acost en un pesebre,

    porque no tenan sitio en el alojamiento (Lc 2, 6-

    7).

    Jos fue testigo ocular de este nacimiento,

    acaecido en condiciones humanamente

    humillantes, primer anuncio de aquel

    anonadamiento (Flp 2, 5-8), al que Cristo

    libremente consinti para redimir los pecados. Al

    mismo tiempo Jos fue testigo de la adoracin de

    los pastores, llegados al lugar del nacimiento de

    Jess despus de que el ngel les haba trado

    esta grande y gozosa nueva (cf. Lc 2, 15-16); ms

    tarde fue tambin testigo de la adoracin de los

    Magos, venidos de Oriente (cf. Mt 2, 11).

    La circuncisin

  • 64

    11. Siendo la circuncisin del hijo el primer deber

    religioso del padre, Jos con este rito (cf. Lc 2, 21)

    ejercita su derecho-deber respecto a Jess.

    El principio segn el cual todos los ritos del Antiguo

    Testamento son una sombra de la realidad (cf. Heb

    9, 9 s.; 10, 1), explica el por qu Jess los acepta.

    Como para los otros ritos, tambin el de la

    circuncisin halla en Jess el cumplimiento. La

    Alianza de Dios con Abraham, de la cual la

    circuncisin era signo (cf. Jn 17, 13), alcanza en

    Jess su pleno efecto y su perfecta realizacin,

    siendo Jess el s de todas las antiguas

    promesas (cf. 2 Cor 1, 20).

    La imposicin del nombre

    12. En la circuncisin, Jos impone al nio el

    nombre de Jess. Este nombre es el nico en el

    que se halla la salvacin (cf. Act 4, 12); y a Jos le

    haba sido revelado el significado en el instante de

  • 65

    su anunciacin: Y t le pondrs por nombre

    Jess, porque l salvar a su pueblo de sus

    pecados (Mt 1, 21). Al imponer el nombre, Jos

    declara su paternidad legal sobre Jess y, al

    proclamar el nombre, proclama tambin su misin

    salvadora.

    La presentacin de Jess en el templo

    13. Este rito, narrado por Lucas (2, 2 ss.), incluye

    el rescate del primognito e ilumina la posterior

    permanencia de Jess a los doce aos de edad en

    el templo.

    El rescate del primognito es otro deber del padre,

    que es cumplido por Jos. En el primognito

    estaba representado el pueblo de la Alianza,

    rescatado de la esclavitud para pertenecer a Dios.

    Tambin en esto, Jess, que es el verdadero

    precio del rescate (cf. 1 Cor 6, 20; 7, 23; 1 Ped

    1, 19), no slo cumple el rito del Antiguo

  • 66

    Testamento, sino que, al mismo tiempo, lo supera,

    al no ser l mismo un sujeto de rescate, sino el

    autor mismo del rescate.

    El Evangelista pone de manifiesto que su padre y

    su madre estaban admirados de lo que se deca de

    l (Lc 2, 33), y, de modo particular, de lo dicho

    por Simen, en su canto dirigido a Dios, al indicar

    a Jess como la salvacin preparada por Dios a

    la vista de todos los pueblos y luz para iluminar

    a los gentiles y gloria de su pueblo Israel y, ms

    adelante, tambin seal de contradiccin (cf. Lc

    2, 30-34).

    La huida a Egipto

    14. Despus de la presentacin en el templo el

    evangelista Lucas hace notar: As que cumplieron

    todas las cosas segn la Ley del Seor, volvieron a

    Galilea, a su ciudad de Nazaret. El nio creca y se

    fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de

  • 67

    Dios estaba sobre l (Lc 2, 39-40).

    Pero, segn el texto de Mateo, antes de este

    regreso a Galilea, hay que situar un

    acontecimiento muy importante, para el que la

    Providencia divina recurre nuevamente a Jos.

    Leemos: Despus que ellos (los Magos) se

    retiraron, el ngel del Seor se apareci en sueos

    a Jos y le dijo: "Levntate, toma contigo al nio y

    a su madre y huye a Egipto; y estate all hasta que

    yo te diga. Porque Herodes va a buscar el nio

    para matarle" (Mt 2, 13). Con ocasin de la

    venida de los Magos de Oriente, Herodes supo del

    nacimiento del rey de los judos (Mt 2, 2). Y

    cuando partieron los Magos l envi a matar a

    todos los nios de Beln y de toda la comarca, de

    dos aos para abajo (Mt 2, 16). De este modo,

    matando a todos, quera matar a aquel recin

    nacido rey de los judos, de quien haba tenido

    conocimiento durante la visita de los magos a su

  • 68

    corte. Entonces Jos, habiendo sido advertido en

    sueos, tom al nio y a su madre y se retir a

    Egipto; y estuvo all hasta la muerte de Herodes;

    para que se cumpliera el orculo del Seor por

    medio del profeta: "De Egipto llam a mi hijo" (Mt

    2, 14-15; cf. Os 11, 1).

    De este modo, el camino de regreso de Jess

    desde Beln a Nazaret pas a travs de Egipto.

    As como Israel haba tomado la va del xodo en

    condicin de esclavitud para iniciar la Antigua

    Alianza, Jos, depositario y cooperador del

    misterio providencial de Dios, custodia tambin en

    el exilio a aquel que realiza la Nueva Alianza.

    Jess en el templo

    15. Desde el momento de la anunciacin, Jos,

    junto con Mara, se encontr en cierto sentido en la

    intimidad del misterio escondido desde siglos en

    Dios, y que se encarn: Y la Palabra se hizo

  • 69

    carne, y puso su morada entre nosotros (Jn 1,

    14). El habit entre los hombres, y el mbito de su

    morada fue la Sagrada Familia de Nazaret, una de

    tantas familias de esta aldea de Galilea, una de

    tantas familias de Israel. All Jess creca y se

    fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de

    Dios estaba con l (Lc 2, 40). Los Evangelios

    compendian en pocas palabras el largo perodo de

    la vida oculta, durante el cual Jess se

    preparaba a su misin mesinica. Un solo episodio

    se sustrae a este ocultamiento, que es descrito

    en el Evangelio de Lucas: la Pascua de Jerusaln,

    cuando Jess tena doce aos.

    Jess particip en esta fiesta como joven peregrino

    junto con Mara y Jos. Y he aqu que pasados

    los das, el nio Jess se qued en Jerusaln, sin

    saberlo sus padres (Lc 2, 43). Pasado un da se

    dieron cuenta e iniciaron la bsqueda entre los

    parientes y conocidos: Al cabo de tres das, lo

  • 70

    encontraron en el templo sentado en medio de los

    maestros, escuchndoles y preguntndoles. Todos

    los que le oan estaban estupefactos por su

    inteligencia y sus respuestas (Lc 2, 46-47). Mara

    le pregunta: Hijo por qu nos has hecho esto?

    Mira, tu padre y yo, angustiados, te andbamos

    buscando (Lc 2, 48). La respuesta de Jess fue

    tal que ellos no comprendieron. El les haba

    dicho: Por qu me buscabais? No sabais que

    yo deba ocuparme en las cosas de mi Padre?

    (Lc 2, 49-50).

    Esta respuesta la oy Jos, a quien Mara se haba

    referido poco antes llamndole tu padre. Y as

    es lo que se deca y pensaba: Jess... era, segn

    se crea, hijo de Jos (Lc 3, 23). No obstante, la

    respuesta de Jess en el templo habra reafirmado

    en la conciencia del presunto padre lo que ste

    haba odo una noche doce aos antes: Jos ...

    no temas tomar contigo a Mara, tu mujer, porque

  • 71

    lo engendrado en ella es del Espritu Santo (Mt 1,

    20). Ya desde entonces, l saba que era

    depositario del misterio de Dios, y Jess en el

    templo evoc exactamente este misterio: Debo

    ocuparme en las cosas de mi Padre.

    El mantenimiento y la educacin de Jess en

    Nazaret

    16. El crecimiento de Jess en sabidura, edad y

    gracia (Lc 2, 52) se desarrolla en el mbito de la

    Sagrada Familia, a la vista de Jos, que tena la

    alta misin de criarle, esto es, alimentar, vestir e

    instruir a Jess en la Ley y en un oficio, como

    corresponde a los deberes propios del padre.

    En el sacrificio eucarstico la Iglesia venera ante

    todo la memoria de la gloriosa siempre Virgen

    Mara, pero tambin la del bienaventurado Jos

    [29] porque aliment a aquel que los fieles

    comeran como pan de vida eterna.[30]

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn29http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn30

  • 72

    Por su parte, Jess viva sujeto a ellos (Lc 2,

    51), correspondiendo con el respeto a las

    atenciones de sus padres. De esta manera

    quiso santificar los deberes de la familia y del

    trabajo que desempeaba al lado de Jos.

    III. EL VARN JUSTO - EL ESPOSO

    17. Durante su vida, que fue una peregrinacin en

    la fe, Jos, al igual que Mara, permaneci fiel a la

    llamada de Dios hasta el final. La vida de ella fue el

    cumplimiento hasta sus ltimas consecuencias de

    aquel primer fiat pronunciado en el momento de

    la anunciacin mientras que Jos como ya se ha

    dicho en el momento de su anunciacin no

    pronunci palabra alguna. Simplemente l hizo

    como el ngel del Seor le haba mandado (Mt 1,

    24). Y este primer hizo es el comienzo del

    camino de Jos. A lo largo de este camino, los

    Evangelios no citan ninguna palabra dicha por l.

  • 73

    Pero el silencio de Jos posee una especial

    elocuencia: gracias a este silencio se puede leer

    plenamente la verdad contenida en el juicio que de

    l da el Evangelio: el justo (Mt 1, 19).

    Hace falta saber leer esta verdad, porque ella

    contiene uno de los testimonios ms importantes

    acerca del hombre y de su vocacin. En el

    transcurso de las generaciones la Iglesia lee, de

    modo siempre atento y consciente, dicho

    testimonio, casi como si sacase del tesoro de esta

    figura insigne lo nuevo y lo viejo (Mt 13, 52).

    18. El varn justo de Nazaret posee ante todo

    las caractersticas propias del esposo. El

    Evangelista habla de Mara como de una virgen

    desposada con un hombre llamado Jos (Lc 1,

    27). Antes de que comience a cumplirse el

    misterio escondido desde siglos (Ef 3, 9) los

    Evangelios ponen ante nuestros ojos la imagen del

    esposo y de la esposa. Segn la costumbre del

  • 74

    pueblo hebreo, el matrimonio se realizaba en dos

    etapas: primero se celebraba el matrimonio legal

    (verdadero matrimonio) y, slo despus de un

    cierto perodo, el esposo introduca en su casa a la

    esposa. Antes de vivir con Mara, Jos era, por

    tanto, su esposo; pero Mara conservaba en su

    intimidad el deseo de entregarse a Dios de modo

    exclusivo. Se podra preguntar cmo se concilia

    este deseo con el matrimonio. La respuesta

    viene slo del desarrollo de los acontecimientos

    salvficos, esto es, de la especial intervencin de

    Dios. Desde el momento de la anunciacin, Mara

    sabe que debe llevar a cabo su deseo virginal de

    darse a Dios de modo exclusivo y total

    precisamente por el hecho de llegar a ser la madre

    del Hijo de Dios. La maternidad por obra del

    Espritu Santo es la forma de donacin que el

    mismo Dios espera de la Virgen, esposa

    prometida de Jos. Mara pronuncia su fiat.

  • 75

    El hecho de ser ella la esposa prometida de

    Jos est contenido en el designio mismo de Dios.

    As lo indican los dos Evangelistas citados, pero de

    modo particular Mateo. Son muy significativas las

    palabras dichas a Jos: No temas en tomar

    contigo a Mara, tu mujer, porque lo engendrado en

    ella es del Espritu Santo (Mt 1, 20). Estas

    palabras explican el misterio de la esposa de Jos:

    Mara es virgen en su maternidad. En ella el Hijo

    del Altsimo asume un cuerpo humano y viene a

    ser el Hijo del hombre.

    Dios, dirigindose a Jos con las palabras del

    ngel, se dirige a l al ser el esposo de la Virgen

    de Nazaret. Lo que se ha cumplido en ella por obra

    del Espritu Santo expresa al mismo tiempo una

    especial confirmacin del vnculo esponsal,

    existente ya antes entre Jos y Mara. El

    mensajero dice claramente a Jos: No temas

    tomar contigo a Mara tu mujer. Por tanto, lo que

  • 76

    haba tenido lugar antes esto es, sus

    desposorios con Mara haba sucedido por

    voluntad de Dios y, consiguientemente, haba que

    conservarlo. En su maternidad divina Mara ha de

    continuar viviendo como una virgen, esposa de

    un esposo (cf. Lc 1, 27).

    19. En las palabras de la anunciacin nocturna,

    Jos escucha no slo la verdad divina acerca de la

    inefable vocacin de su esposa, sino que tambin

    vuelve a escuchar la verdad sobre su propia

    vocacin. Este hombre justo, que en el espritu

    de las ms nobles tradiciones del pueblo elegido

    amaba a la virgen de Nazaret y se haba unido a

    ella con amor esponsal, es llamado nuevamente

    por Dios a este amor.

    Jos hizo como el ngel del Seor le haba

    mandado, y tom consigo a su mujer (Mt 1, 24);

    lo que en ella haba sido engendrado es del

    Espritu Santo. A la vista de estas expresiones,

  • 77

    no habr que concluir que tambin su amor como

    hombre ha sido regenerado por el Espritu Santo?

    No habr que pensar que el amor de Dios, que

    ha sido derramado en el corazn humano por

    medio del Espritu Santo (cf. Rom 5, 5) configura

    de modo perfecto el amor humano? Este amor de

    Dios forma tambin y de modo muy singular el

    amor esponsal de los cnyuges, profundizando en

    l todo lo que tiene de humanamente digno y bello,

    lo que lleva el signo del abandono exclusivo, de la

    alianza de las personas y de la comunin autntica

    a ejemplo del Misterio trinitario.

    Jos ... tom consigo a su mujer. Y no la conoca

    hasta que ella dio a luz un hijo (Mt 1, 24-25).

    Estas palabras indican tambin otra proximidad

    esponsal. La profundidad de esta proximidad, es

    decir, la intensidad espiritual de la unin y del

    contacto entre personas entre el hombre y la

    mujer proviene en definitiva del Espritu Santo,

  • 78

    que da la vida (cf. Jn 6, 63). Jos, obediente al

    Espritu, encontr justamente en El la fuente del

    amor, de su amor esponsal de hombre, y este

    amor fue ms grande que el que aquel varn

    justo poda esperarse segn la medida del propio

    corazn humano.

    20. En la liturgia se celebra a Mara como unida a

    Jos, el hombre justo, por un estrechsimo y

    virginal vnculo de amor. [31] Se trata, en efecto,

    de dos amores que representan conjuntamente el

    misterio de la Iglesia, virgen y esposa, la cual

    encuentra en el matrimonio de Mara y Jos su

    propio smbolo. La virginidad y el celibato por el

    Reino de Dios no slo no contradicen la dignidad

    del matrimonio, sino que la presuponen y la

    confirman. El matrimonio y la virginidad son dos

    modos de expresar y vivir el nico misterio de la

    Alianza de Dios con su pueblo,[32] que es

    comunin de amor entre Dios y los hombres.

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn31http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn32

  • 79

    Mediante el sacrificio total de s mismo Jos

    expresa su generoso amor hacia la Madre de Dios,

    hacindole don esponsal de s. Aunque decidido

    a retirarse para no obstaculizar el plan de Dios que

    se estaba realizando en ella, l, por expresa orden

    del ngel, la retiene consigo y respeta su

    pertenencia exclusiva a Dios.

    Por otra parte, es precisamente del matrimonio con

    Mara del que derivan para Jos su singular

    dignidad y sus derechos sobre Jess. Es cierto

    que la dignidad de Madre de Dios llega tan alto

    que nada puede existir ms sublime; mas, porque

    entre la beatsima Virgen y Jos se estrech un

    lazo conyugal, no hay duda de que a aquella

    altsima dignidad, por la que la Madre de Dios

    supera con mucho a todas las criaturas, l se

    acerc ms que ningn otro. Ya que el matrimonio

    es el mximo consorcio y amistad al que de por

    s va unida la comunin de bienes se sigue que,

  • 80

    si Dios ha dado a Jos como esposo a la Virgen,

    se lo ha dado no slo como compaero de vida,

    testigo de la virginidad y tutor de la honestidad,

    sino tambin para que participase, por medio del

    pacto conyugal, en la excelsa grandeza de

    ella.[33]

    21. Este vnculo de caridad constituy la vida de la

    Sagrada Familia, primero en la pobreza de Beln,

    luego en el exilio en Egipto y, sucesivamente, en

    Nazaret. La Iglesia rodea de profunda veneracin a

    esta Familia, proponindola como modelo para

    todas las familias. La Familia de Nazaret, inserta

    directamente en el misterio de la encarnacin,

    constituye un misterio especial. Y al igual que en

    la encarnacin a este misterio pertenece

    tambin una verdadera paternidad: la forma

    humana de la familia del Hijo de Dios, verdadera

    familia humana formada por el misterio divino. En

    esta familia Jos es el padre: no es la suya una

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn33

  • 81

    paternidad derivada de la generacin; y, sin

    embargo, no es aparente o solamente

    sustitutiva, sino que posee plenamente la

    autenticidad de la paternidad humana y de la

    misin paterna en la familia. En ello est contenida

    una consecuencia de la unin hiposttica: la

    humanidad asumida en la unidad de la Persona

    divina del Verbo-Hijo, Jesucristo. Junto con la

    asuncin de la humanidad, en Cristo est tambin

    asumido todo lo que es humano, en particular, la

    familia, como primera dimensin de su existencia

    en la tierra. En este contexto est tambin

    asumida la paternidad humana de Jos.

    En base a este principio adquieren su justo

    significado las palabras de Mara a Jess en el

    templo: Tu padre y yo ... te buscbamos. Esta

    no es una frase convencional; las palabras de la

    Madre de Jess indican toda la realidad de la

    encarnacin, que pertenece al misterio de la

  • 82

    Familia de Nazaret. Jos, que desde el principio

    acept mediante la obediencia de la fe su

    paternidad humana respecto a Jess, siguiendo la

    luz del Espritu Santo, que mediante la fe se da al

    hombre, descubra ciertamente cada vez ms el

    don inefable de su paternidad.

    IV. EL TRABAJO EXPRESIN DEL AMOR

    22. Expresin cotidiana de este amor en la vida de

    la Familia de Nazaret es el trabajo. El texto

    evanglico precisa el tipo de trabajo con el que

    Jos trataba de asegurar el mantenimiento de la

    Familia: el de carpintero. Esta simple palabra

    abarca toda la vida de Jos. Para Jess stos son

    los aos de la vida escondida, de la que habla el

    evangelista tras el episodio ocurrido en el templo:

    Baj con ellos y vino a Nazaret, y viva sujeto a

    ellos (Lc 2, 51). Esta sumisin, es decir, la

    obediencia de Jess en la casa de Nazaret, es

  • 83

    entendida tambin como participacin en el trabajo

    de Jos. El que era llamado el hijo del carpintero

    haba aprendido el trabajo de su padre putativo.

    Si la Familia de Nazaret en el orden de la salvacin

    y de la santidad es ejemplo y modelo para las

    familias humanas, lo es tambin anlogamente el

    trabajo de Jess al lado de Jos, el carpintero. En

    nuestra poca la Iglesia ha puesto tambin esto de

    relieve con la fiesta litrgica de San Jos Obrero,

    el 1 de mayo. El trabajo humano y, en particular, el

    trabajo manual tienen en el Evangelio un

    significado especial. Junto con la humanidad del

    Hijo de Dios, el trabajo ha formado parte del

    misterio de la encarnacin, y tambin ha sido

    redimido de modo particular. Gracias a su banco

    de trabajo sobre el que ejerca su profesin con

    Jess, Jos acerc el trabajo humano al misterio

    de la redencin.

    23. En el crecimiento humano de Jess en

  • 84

    sabidura, edad y gracia represent una parte

    notable la virtud de la laboriosidad, al ser el

    trabajo un bien del hombre que transforma la

    naturaleza y que hace al hombre en cierto

    sentido ms hombre. [34]

    La importancia del trabajo en la vida del hombre

    requiere que se conozcan y asimilen aquellos

    contenidos que ayuden a todos los hombres a

    acercarse a travs de l a Dios, Creador y

    Redentor, a participar en sus planes salvficos

    respecto al hombre y al mundo y a profundizar en

    sus vidas la amistad con Cristo, asumiendo

    mediante la fe una viva participacin en su triple

    misin de sacerdote, profeta y rey.[35]

    24. Se trata, en definitiva, de la santificacin de la

    vida cotidiana, que cada uno debe alcanzar segn

    el propio estado y que puede ser fomentada segn

    un modelo accesible a todos: San Jos es el

    modelo de los humildes, que el cristianismo eleva

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn34http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn35

  • 85

    a grandes destinos; san Jos es la prueba de que

    para ser buenos y autnticos seguidores de Cristo

    no se necesitan "grandes cosas", sino que se

    requieren solamente las virtudes comunes,

    humanas, sencillas, pero verdaderas y

    autnticas.[36]

    V. EL PRIMADO DE LA VIDA INTERIOR

    25. Tambin el trabajo de carpintero en la casa de

    Nazaret est envuelto por el mismo clima de

    silencio que acompaa todo lo relacionado con la

    figura de Jos. Pero es un silencio que descubre

    de modo especial el perfil interior de esta figura.

    Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que

    Jos hizo; sin embargo permiten descubrir en

    sus acciones ocultas por el silencio un clima

    de profunda contemplacin. Jos estaba en

    contacto cotidiano con el misterio escondido

    desde siglos, que puso su morada bajo el

    techo de su casa. Esto explica, por ejemplo, por

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn36

  • 86

    qu Santa Teresa de Jess, la gran reformadora

    del Carmelo contemplativo, se hizo promotora de

    la renovacin del culto a san Jos en la cristiandad

    occidental.

    26. El sacrificio total, que Jos hizo de toda su

    existencia a las exigencias de la venida del Mesas

    a su propia casa, encuentra una razn adecuada

    en su insondable vida interior, de la que le llegan

    mandatos y consuelos singularsimos, y de donde

    surge para l la lgica y la fuerza propia de las

    almas sencillas y limpias para las grandes

    decisiones, como la de poner enseguida a

    disposicin de los designios divinos su libertad, su

    legtima vocacin humana, su fidelidad conyugal,

    aceptando de la familia su condicin propia, su

    responsabilidad y peso, y renunciando, por un

    amor virginal incomparable, al natural amor

    conyugal que la constituye y alimenta.[37]

    Esta sumisin a Dios, que es disponibilidad de

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn37

  • 87

    nimo para dedicarse a las cosas que se refieren a

    su servicio, no es otra cosa que el ejercicio de la

    devocin, la cual constituye una de las expresiones

    de la virtud de la religin. [38]

    27. La comunin de vida entre Jos y Jess nos

    lleva todava a considerar el misterio de la

    encarnacin precisamente bajo al aspecto de la

    humanidad de Cristo, instrumento eficaz de la

    divinidad en orden a la santificacin de los

    hombres: En virtud de la divinidad, las acciones

    humanas de Cristo fueron salvficas para nosotros,

    produciendo en nosotros la gracia tanto por razn

    del mrito, como por una cierta eficacia. [39]

    Entre estas acciones los Evangelistas resaltan las

    relativas al misterio pascual, pero tampoco olvidan

    subrayar la importancia del contacto fsico con

    Jess en orden a la curacin (cf., p. e., Mc 1, 41) y

    el influjo ejercido por l sobre Juan Bautista,

    cuando ambos estaban an en el seno materno

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn38http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn39

  • 88

    (cf. Lc 1, 41-44).

    El testimonio apostlico no ha olvidado como

    hemos visto la narracin del nacimiento de

    Jess, la circuncisin, la presentacin en el templo,

    la huida a Egipto y la vida oculta en Nazaret, por el

    misterio de gracia contenido en tales gestos,

    todos ellos salvficos, al ser partcipes de la misma

    fuente de amor: la divinidad de Cristo. Si este amor

    se irradiaba a todos los hombres, a travs de la

    humanidad de Cristo, los beneficiados en primer

    lugar eran ciertamente: Mara, su madre, y su

    padre putativo, Jos, a quienes la voluntad divina

    haba colocado en su estrecha intimidad. [40]

    Puesto que el amor paterno de Jos no poda

    dejar de influir en el amor filial de Jess y,

    viceversa, el amor filial de Jess no poda dejar

    de influir en el amor paterno de Jos, cmo

    adentrarnos en la profundidad de esta relacin

    singularsima? Las almas ms sensibles a los

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn40

  • 89

    impulsos del amor divino ven con razn en Jos un

    luminoso ejemplo de vida interior.

    Adems, la aparente tensin entre la vida activa y

    la contemplativa encuentra en l una superacin

    ideal, cosa posible en quien posee la perfeccin de

    la caridad. Segn la conocida distincin entre el

    amor de la verdad (caritas veritatis) y la exigencia

    del amor (necessitas caritatis),[41] podemos decir

    que Jos ha experimentado tanto el amor a la

    verdad, esto es, el puro amor de contemplacin de

    la Verdad divina que irradiaba de la humanidad de

    Cristo, como la exigencia del amor, esto es, el

    amor igualmente puro del servicio, requerido por la

    tutela y por el desarrollo de aquella misma

    humanidad.

    VI. PATRONO DE LA IGLESIA DE NUESTRO

    TIEMPO

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn41

  • 90

    28. En tiempos difciles para la Iglesia, Po IX,

    queriendo ponerla bajo la especial proteccin del

    santo patriarca Jos, lo declar Patrono de la

    Iglesia Catlica.[42] El Pontfice saba que no se

    trataba de un gesto peregrino, pues, a causa de la

    excelsa dignidad concedida por Dios a este su

    siervo fiel, la Iglesia, despus de la Virgen Santa,

    su esposa, tuvo siempre en gran honor y colm de

    alabanzas al bienaventurado Jos, y a l recurri

    sin cesar en las angustias.[43]

    Cules son los motivos para tal confianza? Len

    XIII los expone as: Las razones por las que el

    bienaventurado Jos debe ser considerado

    especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su

    vez, la Iglesia espera muchsimo de su tutela y

    patrocinio, nacen principalmente del hecho de que

    l es el esposo de Mara y padre putativo de Jess

    (...). Jos, en su momento, fue el custodio legtimo

    y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn42http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn43

  • 91

    (...). Es, por tanto, conveniente y sumamente digno

    del bienaventurado Jos que, lo mismo que

    entonces sola tutelar santamente en todo

    momento a la familia de Nazaret, as proteja ahora

    y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de

    Cristo.[44]

    29. Este patrocinio debe ser invocado y todava es

    necesario a la Iglesia no slo como defensa contra

    los peligros que surgen, sino tambin y sobre todo

    como aliento en su renovado empeo de

    evangelizacin en el mundo y de reevangelizacin

    en aquellos pases y naciones, en los que

    como he escrito en la Exhortacin Apostlica Post-

    Sinodal Christifideles laici la religin y la vida

    cristiana fueron florecientes y que estn ahora

    sometidos a dura prueba.[45] Para llevar el primer

    anuncio de Cristo y para volver a llevarlo all donde

    est descuidado u olvidado, la Iglesia tiene

    necesidad de un especial poder desde lo alto

    http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn44http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn45

  • 92

    (cf. Lc 24, 49; Act 1, 8), don ciertamente del

    Espritu del Seor, no desligado de la intercesin y

    del ejemplo de sus Santos.

    30. Adems de la certeza en su segura proteccin,

    la Iglesia confa tambin en el ejemplo insigne de

    Jos; un ejemplo que supera los estados de vida

    particulares y se propone a toda la Comunidad

    cristiana, cualesquiera que sean las condiciones y

    las funciones de cada fiel.

    Como se dice en la Constitucin Dogmtica del

    Concilio Vaticano II sobre la divina Revelacin, la

    actitud fundamental de toda la Iglesia debe ser de

    religiosa escucha de la Palabra de Dios,[46] esto

    es, de disponibilidad absoluta para servir fielmente

    a la voluntad salvfica de Dios revelada en Jess.

    Ya al inicio de la redencin humana encontramos

    el modelo de obediencia des