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1 Monografía Formación en Neurosicoeducación Alumna: M. Angélica Ortega Celis www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] MSN: [email protected] MÁS HUMANOS MÁS FELICES ¿Será verdad que el hecho de saber más sobre nosotros mismos, seres humanos, podría mejorar nuestra calidad de vida y ser felices? Existe un anhelo, en personas sanas, de ser felices, de buscar según lo que sienten y piensan: cómo vivir la vida plenamente y sentir alegría y paz. PRÓLOGO. Existen muchos seres animados en este planeta tierra. Nuestro apelativo de seres humanos proviene del lenguaje castellano y significa gramaticalmente un concepto de existencia: “Ser”, sustantivo y “humano”, un adjetivo, característica, es decir, cualidad, lo que nos da a entender que existen “seres inhumanos”, y otros, “seres no humanos” biol ógicamente de las misma rama, como es el caso de los monos y los animales mamíferos. Sin embargo, nosotros no solo podemos y debemos actuar guiados por nuestros instintos como ellos, sino nuestra responsabilidad, nuestra misión, es ser cada vez “más humanos” y conformar una humanidad que promueva significativamente el Bien Común, para nuestros congéneres y para todo el universo existente en el planeta. Este trabajo monográfico está inspirado en los estudios sobre neurociencia dictados por la ASOCIACIÓN EDUCAR en Buenos Aires, Argentina y por años de experiencia como profesora de castellano (Pontificia Universidad Católica de Chile) en diversos establecimientos educacionales públicos, particulares. Los últimos 20 años también en las siguientes asignaturas: Comunicación y Cultura en el Instituto Profesional Chileno- Británico, Gramática Española y Fundamentos de la Educación en la Universidad Chileno-Británica de Cultura.

Monografía Formación en Neurosicoeducación · del saber, se hace necesaria la aplicación de la transdisciplinariedad, donde, como su nombre lo ... diseñado para ese fin y en

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Monografía Formación en Neurosicoeducación

Alumna: M. Angélica Ortega Celis

www.asociacioneducar.com

Mail: [email protected] MSN: [email protected]

MÁS HUMANOS MÁS FELICES

¿Será verdad que el hecho de saber más sobre nosotros

mismos, seres humanos, podría mejorar nuestra calidad de vida

y ser felices? Existe un anhelo, en personas sanas, de ser

felices, de buscar según lo que sienten y piensan: cómo vivir la

vida plenamente y sentir alegría y paz.

PRÓLOGO.

Existen muchos seres animados en este planeta tierra. Nuestro apelativo de seres

humanos proviene del lenguaje castellano y significa gramaticalmente un concepto de

existencia: “Ser”, sustantivo y “humano”, un adjetivo, característica, es decir, cualidad, lo que

nos da a entender que existen “seres inhumanos”, y otros, “seres no humanos” biológicamente

de las misma rama, como es el caso de los monos y los animales mamíferos. Sin embargo,

nosotros no solo podemos y debemos actuar guiados por nuestros instintos como ellos, sino

nuestra responsabilidad, nuestra misión, es ser cada vez “más humanos” y conformar una

humanidad que promueva significativamente el Bien Común, para nuestros congéneres y para

todo el universo existente en el planeta.

Este trabajo monográfico está inspirado en los estudios sobre neurociencia dictados por

la ASOCIACIÓN EDUCAR en Buenos Aires, Argentina y por años de experiencia como

profesora de castellano (Pontificia Universidad Católica de Chile) en diversos establecimientos

educacionales públicos, particulares. Los últimos 20 años también en las siguientes asignaturas:

Comunicación y Cultura en el Instituto Profesional Chileno- Británico, Gramática Española y

Fundamentos de la Educación en la Universidad Chileno-Británica de Cultura.

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PRESENTACIÓN DEL TEMA.

Existe en muchos de nosotros la necesidad de dar respuesta al requerimiento de nuestro

“YO” interior de saber qué hacer para cultivarnos y forjar una sociedad más justa y armónica

donde cada quien tenga su espacio para ser y cultivar su humanidad. Por esto creemos que

cada uno de nosotros debe trabajar para forjar una sociedad respetuosa de las ideas o

convicciones propias y ajenas, sin embargo, para ser respetadas, aceptadas deben ser éstas

también respetuosas entre los individuos que difieren de la apreciación valórica en situaciones

de conflicto. En este documento presentaremos tres tipos de información que, a nuestro juicio,

inciden en la creación y solución de problemas personales y sociales. Las referencias estarán

centradas en el efecto que producen en el organismo vivo: las emociones, la memética o

cultura y el estrés. Para motivar esta conexión con el comportamiento del cerebro humano, es

que compartiremos las siguientes palabras del Dr. Lipton cuando fue enviado al Caribe como

sanción por no seguir los dictados de la autoridad en la institución donde trabajaba:

(En el Caribe) “era la armonía de la vida y no el esfuerzo por sobrevivir […] llegué a darme

cuenta de que la biología contemporánea presta muy poca atención a lo importante que

es la cooperación, ya que sus raíces darwinianas enfatizan la naturaleza competitiva de la

vida” Y más adelante agrega, refiriéndose a la “nueva biología” que no solo lo había llevado a

cuestionarse muchos enfoques dictados por la medicina que él ejercía en EEUU. “Sino que

también (cuestionar) el dogma central de la biología, la premisa de que los genes no se

pueden activar o desactivar a su antojo. En términos más científicos, los genes no son

auto emergentes. Tiene que haber algo en el entorno que desencadene la actividad

genética […] creo que las células nos muestran no solo los mecanismos de la vida, sino

también una forma de llevar una vida más rica y plena”. Hace hincapié también en la

Epigenética que es el estudio de los mecanismos moleculares mediante los cuales el entorno

controla la actividad genética, ciencia que cada vez cobra más importancia hoy en día.

Dada las referencias anteriores para contextualizar la parte biológica en lo que sigue,

daremos un breve comentario sobre el contexto socio-cultural. En términos generales, en

educación se programan los contenidos curriculares para la enseñanza formalizada, a partir del

s. XIX luego del éxito obtenido por la revolución industrial, pues se creyó que el desarrollo

cognitivo haría surgir al hombre en plenitud y se aplica este principio. Comienza, entonces, la

distribución de los conocimientos mediante la aplicación disciplinaria de contenidos separados

en asignaturas; luego, pasa a una multidisciplinaria, aumento en el número de ramos; más

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tarde, en algunas universidades ya se habla de aplicar la interdisciplinariedad, y se concretiza en

muchas asignaturas, como en el caso de Fundamentos de la Educación en donde se aúnan

contenidos de sociología, filosofía, psicología y evolución histórica; hoy, debido a la complejidad

del saber, se hace necesaria la aplicación de la transdisciplinariedad, donde, como su nombre lo

indica, el proceso enseñanza -aprendizaje debe ir más allá de los contenidos racionales del

avance cognitivo y ahondar en el mundo interior del individuo, en su contexto socio-cultural-

económico, puesto que con todo el avance tecnológico de hoy no vivimos en sociedades

empáticas ni solidarias; tampoco se ha avanzado en la preparación del “ser” para que cada vez

sea más “humano” y comprenda que todo lo que él sea, hace y tiene puede repercutir en su

ámbito, incluso, en toda la humanidad. Ya, en el campo empresarial se aplica el “pensamiento

sistémico”, es decir, hay consenso que todo desarrollo debe estar inspirado en cada quien o en

cada órgano o cosa , puesto que todo es parte de un Todo y existe una interrelación e

influencia, tal como ocurre biológicamente en cada sistema de nuestro cuerpo y que, por lo

tanto, en esta época no podemos actuar ni menos enseñar en forma parcial ni tampoco

desarrollar solo lo cognitivo en el ser humano, dejando de lado la importancia que tienen las

emociones, los memes, el stress, en el contexto y la implicancia de este en ellos, en otras

palabras, la ruta de acceso a la información existe y solo falta la puesta en práctica de ella.

Consecuentemente, se hace imprescindible la necesidad de compartir saberes para que

conozcamos más integralmente cómo y quiénes somos para que sepamos qué hacer cuando

nos encontremos en situaciones conflictivas o sencillamente deseemos vivir en paz.

*El pensamiento sistémico es la etapa superior del pensamiento humano. Es un pensamiento

abstracto en contraposición del pensamiento concreto, primitivo. No es un pensamiento mágico ni un

pensamiento filosófico, tampoco un pensamiento científico, todos ellos etapas sucesivas anteriores al

pensamiento sistémico. Pensamiento que es y funciona como un sistema y como un solo todo. Es, por

definición, un pensamiento transdisciplinario. (Fernández, 2013)

LAS EMOCIONES

Las emociones son propias de los mamíferos. Estas forman parte del sistema

límbico. No hay mamíferos sin emociones. Se distinguen tres fases en ellas: el deseo es

impulsado por la dopamina; la acción es motivada por la adrenalina y, finalmente, se

produce la satisfacción; se relajan la acción y el deseo, con la aparición de la serotonina.

La influencia de los sistemas antiguos (sistema instintivo/emocional), que se puede decir

actúan en forma unida en las emociones y como ellas, estos impulsan la acción, tanto en el

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cerebro como en el cuerpo, es necesario saber su implicancia. En reacciones emotivas este

sistema es el que más influye, pues produce un condicionamiento permanente y de “bajo perfil”

en todas las emociones que experimentamos ante hechos, personas o cosas, sin tomar nosotros

conciencia de ello. Podríamos ser esclavos de ellas. Pero no debemos.

Los instintos evolutivos, al comienzo, procuran la conservación de la vida. Luego, la

labor del ser humano es evolucionar para que sus instintos actúen Pro-trascendencia (o instintos

de la “frontalidad”). Por ejemplo, tomar conciencia de la importancia de la cooperación, la justicia,

la empatía, el altruismo, entre otros, porque los valores humanistas pueden promover y dar un

nuevo sentido a la vida en sociedad, trabajando en equipo por el Bien Común. Lo que no es

fácil, pues defendemos nuestro “territorio”.

Las emociones intensas - odio, furia, resentimiento,- repercuten negativamente en la

persona, por lo general, sin hacer distingos ni de género ni edad, pues la amígdala cerebral,

aunque pequeña es muy antigua y posee una gran fuerza para reaccionar, sobre todo, en lo

referido al dolor, por ello la activación de la amígdala medial desencadena algunas de estas u

otras emociones y también sentimientos. Así, la amígdala como es una buena estratega en pro

de la supervivencia: produce el miedo para proteger el cuerpo; esta protección podría ser el

ATAQUE o la DEFENSA ante el peligro, (el ataque es la reacción más masculina y la defensa

es más femenina; en los animales, macho y hembra respectivamente); o la SUMISIÓN

HIPÓCRITA que se produce con el afán de alejar el peligro que supone el dominio y fuerza del

superior sobre el subordinado mediante la huida, o el hecho de obedecer, esconderse (ocultarse,

mimetizarse) y se da tanto en seres humanos como en animales; también está la INHIBICIÓN

DE LA ACCIÓN que es el reactor cuando el sujeto ya no pelea, pues cree que es imposible

superar esa situación. Se rinde o se hace “el muerto” para evitar el ataque. Pensemos en los

asesinatos cuando la víctima no se defiende, en los menores que se dejan abusar; en lo que

ocurre en algunas sectas, utilizando creencias de tipo religioso, o en el trato recibido por los

pacientes que dependen psicológicamente de algún profesional o pariente abusivo.

Las emociones se activan mediante el placer y el dolor que son básicamente los motores

de acción. A continuación, nos referiremos a ambas.

los instintos evolutivos también son activados mediante la necesidad de placer y así

actúa el circuito de recompensa que desencadena emociones y sentimientos mediante el

deseo: codicia, lujuria, envidia, venganza, celos, frustración, aburrimiento, ambición, apego,

avaricia. toda emoción lleva a la acción. de esta manera, diversos instintos de deseo producen

acción y finalizan con la satisfacción, en el mejor de los casos. Esta última es una emoción tan

intensa por el placer que produce, que difícilmente algún ser humano, renunciando a la

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satisfacción, se convertiría en “héroe”. Ahora bien, si esta última, la satisfacción está en

concordancia con el desgaste que produce “el deseo-acción”, funciona como relajo o “freno”,

pues conseguido el objetivo viene el reposo y finaliza la acción. El sistema de recompensa está

diseñado para ese fin y en el “ambiente natural, antiguo”, en general, así funcionó. Conseguir la

satisfacción en ese mundo conllevaba peligro, gran gasto energético y hoy no ocurre lo mismo,

por eso la satisfacción se encuentra en otras acciones. Verbigracia, hoy es relativamente fácil

conseguir la comida y no hay que salir a cazar ni pescar cada vez con peligro de vida, y como

la necesidad de activar el sistema de recompensa sigue vigente, para satisfacerse se come en

forma desmedida o se ingieren sustancias dañinas; algo similar ocurre con otras emociones, así

para la lujuria, están la pornografía, el sexo fácil, sitios web para la pedofilia, películas,

espectáculos diversos. La codicia se satisface con el consumismo, con la creación de las

transnacionales, con las justificaciones de la economía de mercado; no tiene límite el poder del

“Caballero Don Dinero”. La envidia, encuentra, además de lo personal, satisfacción en la

“farándula” televisiva, en el comentario procaz, en el desprestigio de los políticos, o de

personajes. La venganza se desencadena en celos, en violencia y hasta en muerte. El

aburrimiento o el ansia de excitación o anhelos no satisfechos, en drogas, alcohol… etc. No

todos los seres humanos requieren aditivos compensatorios de este tipo, no obstante, es grande

el número de individuos insatisfechos, amargados, crueles y aburridos que buscan satisfacción,

aunque sepan el daño que les provoca.

La repercusión de este “circuito de recompensa” no adecuado para nuestros tiempos,

en que la mayoría de las cosas se obtienen fácilmente, produce un individuo emocionalmente

alterado, es decir, su visión analítica de la situación conflictiva en que se ve envuelto es muy

reducida, ya que en la ansiedad sus pensamiento se vuelven confusos y es incapaz de

comprenderse o de comprender el punto de vista ajeno. En casos de conflicto o, a veces, en

situaciones simples, cotidianas, es incapaz de tomar decisiones adecuadas o de ser razonable.

Respecto a la debilidad de este Sistema de Recompensa, existen estudios que señalan

que la deficiencia de la dopamina, conocida comúnmente como “la hormona del placer”, es el

principal neurotransmisor encargado de estimular este Centro de Recompensa, y en su

deficiencia activa la necesidad imperiosa de consumir drogas, ya que estas estimulan el placer

en forma intensa. Las tendencias adictivas que vemos tan a menudo en nuestros jóvenes se

debería, en muchos casos, a la necesidad innata de estar en un estado de plenitud, y estimulan

su centro cerebral para conseguir un placer que no obtienen de otra manera, sabiendo o no el

daño proveniente. El consumo de sustancias sicotrópicas externas producen excitaciones que

estimulan conductas compulsivas que afectan a los neurotransmisores, con esto el cerebro

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pierde la capacidad de mantener el equilibrio y los produce en exceso o los depleta (exigua) y

con ello, predispone nuevamente la ingesta de drogas, las que a su vez, producen respuestas

aberrantes y el desbalance bioquímico persiste en el organismo, con consecuencias nefastas

para el ser humano. En pocas palabras, se produce un círculo vicioso: la adicción produce cada

vez mayor necesidad de ingesta de la misma droga o de otras más poderosas.

En síntesis: “Las últimas investigaciones implican a diversos neurotransmisores, así

como a vías o sistemas cerebrales, tales como el sistema de recompensa mesolímbico, como

factores claves en el desarrollo de la sintomatología adictiva”. (Asociación Educar. 2º Año, Clase

Nº2, pág. 1.)

La dinámica de la neuroquímica en el proceso de adicción involucra tanto al cerebro

evolucionado como al cerebro primitivo. En el primero, trastoca el análisis racional de los hechos

y deforma la percepción, produciendo una falsa realidad o un engaño para que este cerebro “no

se dé cuenta” e incluso se une, en el segundo, al cerebro primitivo para mantener el proceso

adictivo. -- Posiblemente por este “complot” los niños, jóvenes y adultos se niegan a ser tratados

en el cerebro primitivo, se encuentran las zonas mediadoras de: las emociones, los estados de

ánimo, la generación de instintos de sobrevivencia y la regulación corporal. Ante este hecho

científico, sabemos que esta parte antigua del cerebro humano se involucra fácilmente en la

adicción, ya que es muy sensible, no discrimina racionalmente y posee millones de años de

práctica. Por lo dicho anteriormente, se explica el porqué de los “desbalances bio-químicos”.

Este desequilibrio genera: la compulsión, la memoria eufórica y los deseos automáticos. Así

también, las vías dopaminergéticas producen euforia, estimulación del cerebro y las endorfinas,

que son mediadoras de respuestas ante estímulos dolorosos; asimismo, reguladoras de

temperatura e ingestión de agua y alimentos. El cerebro siempre va a “trabajar” en pro de

mantener “el equilibrio del organismo vivo”. Tema que veremos en homeostasis, alostasis y

carga alostática, más adelante.

Ahora bien, no todos los seres humanos pierden la totalidad de su humanidad, pues

muchos de ellos entraron y salieron de las drogas, sin mostrar rastros de insanidad física o

mental.

Las imágenes para comprendernos mejor sirven de mucho y tenemos a algunos

científicos como el Dr. Carlos Logatt Grabner, quien habla de la presencia del “mono interior” en

aquellas Personas que se dejan llevar, principalmente, por sus reacciones instintivas pro-

supervivencia, puesto que no saben u olvidan, bajo el efecto del estrés, reconocer el tipo de

emociones que los invaden o no han educado o preparado estrategias para enfrentar el miedo

o la rabia y, consecuentemente, no responden con la conducta adecuada de ser humano

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evolucionado. Por ejemplo, la imitación no es un peligro cuando el modelo es entregado o

percibido como interesante, espectacular o sencillamente porque gusta esa manera de ser: así

se han visto o vivido actos de heroísmo, generosidad, perseverancia; sin embargo, puede

emularse el aspecto negativo, si por la importancia de pertenecer a un grupo y ser aceptado en

él, deba el sujeto renunciar a vivir valores pro-trascendencia. De esta manera, se ha llegado a

límites cuando la adoración de ídolos, valga la redundancia, como cantantes u otros, ha

provocado olas de suicidios ante la muerte de aquéllos. Esperamos que, si las personas

adquieren conocimientos sobre el comportamiento de su cerebro, puedan tomar decisiones

asertivas en pro de su identidad.

La toma de decisiones requiere tiempo. La reacción instintiva demora 125 milisegundos,

si se dan razones falsas, demora, 325 milisegundos, en cambio, una decisión racional puede

durar algunos segundos o mucho tiempo. Este ser que desarrolla su humanidad demorará en

reaccionar ante emociones de placer y dolor, principalmente, y podrá tomar otros caminos para

procurarse y procurar satisfacción o mejor estándar de vida para sí y para los otros.

Recordemos que todos hemos, ante algún conflicto, sido capaces de razonar y planificar

estrategias a corto o largo plazo para solucionarlo y después sentimos gusto y satisfacción; en

cambio, siguiendo los dictados de los sistemas antiguos, en otras ocasiones, inconscientemente

no razonamos, puesto que sentimos que la decisión tomada será beneficiosa para el sí mismo y

no pensaremos si esta será beneficiosa para los otros involucrados; en este caso, no se

reconoce el alcance de la emoción ni todos los efectos de la acción. La emoción debiera ser

reconocida y, por lo mismo, darnos cuenta de las reacciones instintivas, de esa manera, ellas

serían evaluadas, no reprimidas; habría que flexibilizar la acción, elegir otros momentos u otras

estrategias para dar salida a estas emociones sin descuidar la defensa personal ni dejarse

arrasar por el o los oponentes. En la obra “Los Cuatro Acuerdos” del Doctor Carlos Ruiz, este

señala al respecto, que en la cultura de los toltecas se diferencia al luchador del guerrero; el

primero actúa pro-sobrevivencia y ataca, el segundo se mantiene preparado y espera el

momento oportuno para actuar, porque analiza diferentes opciones según sea la situación y el

tipo de oponente, por lo tanto, el objetivo de su accionar está modulado por la trascendencia.

En otras palabras, una UCCM (Unidad cuerpo, cerebro, mente) educada ha

desarrollado la metacognición científica cuya función de conocerse a sí mismo. En

consecuencia, podrá la persona actuar con tranquilidad y precisión, pues la “trampa cognitiva

conductual” de la reacción falsa no podrá generar acciones perniciosas. El área de “freno” a las

salidas instintivas puras o falsas está sobre todo en las áreas de los lóbulos prefrontales

(propio de los humanos) llamadas “órbito frontales”.

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Antes de pasar a otro tema, daremos a conocer parte de la entrevista que realiza el

escritor y científico Edward Punset al científico Antonio Damasio, puesto que, a nuestro parecer,

sus palabras sencillas y sabias nos dan la visión de una realidad no solo interesante sino

importante para nuestras vidas

Este último señala que existe avance en estos últimos diez años en el conocimiento en

vivo sobre el cerebro y, que las reacciones de la comunidad social y de sus sujetos se explican

por el desconocimiento sobre este tema. “El problema que enfrentamos ahora es trasladar

nuestro conocimiento científico al público general y también a la formulación de política. Es

necesario que los líderes políticos y educativos lleguen a entender lo importante que son los

conocimientos sobre la emoción y los sentimientos, porque muchas de las reacciones que

consideramos patológicas tienen que ver con las emociones, principalmente con las emociones

sociales y con la facilidad que se desencadenan y la manera en que la conducen a un conflicto

social”.

Entonces, ¿Qué debemos aprender para modular un comportamiento “gatillado” por una

emoción negativa? Damasio nos comenta: “es necesario que las emociones sean inducidas por

la razón y que la postura de Spinoza y Hume señalan que la mejor forma es tener una emoción

positiva muy fuerte” y luego agrega, “la voluntad es realmente un método para educar la razón

en la búsqueda de un estímulo que pueda volverte positivo en tus emociones”.

Hoy se habla de reprimir la emoción negativa y no da resultado. Proponemos, por

nuestra parte, que al reconocer una emoción negativa, la procesemos en nuestros prefrontales

para que motiven nuestra voluntad y, finalmente, esta genere una acción sana. El objetivo es

que cada niño, adolescente y nosotros mismos reconozcamos lo que sentimos ante ciertos

acontecimientos y escojamos el mejor comportamiento para resolver “humanamente” sin

debilidad ni ataque la situación presentada. Este proceso demora milésimas de segundo.

Practicar en familia, el reconocimiento de la emoción es educativo, y luego proponer conductas

a seguir, porque tenemos “una capacidad positiva fantástica, pero también somos capaces de

hacer cosas terribles”… y saber que “todo esto es inherente al ser humano, no es que algunos

seamos buenos y otros malas personas.” (Damasio)

Existe una máxima de un economista italiano llamado Paretto que propone que en toda

situación conflictiva siempre hay que estar dispuesto a “perder algo” para conseguir “otro algo”.

De aquí que para dar una sana respuesta a nuestra necesidad o solicitud, debemos ser

ingeniosos para que nuestro cerebro en vez de ofuscarse porque no ha conseguido lo que

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quiere, se mantenga tranquilo como aquel guerrero, esperando el mejor momento o la mejor

proposición para obtener la armonía, la paz y también el bien anhelado.,Damasio en su obra

sobre Spinoza señala que muchas moléculas pueden intervenir en las reacciones emocionales:

la “oxitocina”, sustancia relacionada con la atracción sexual o con una sensación de confianza en

otra persona; también, otra molécula llamada “dopamina”; y otra, “cortisol” que se asocia con el

estrés. Todas producen consecuencias distintas, unas nos dan paz y armonía, alegría, otras

provocan violencia, tristeza, miedo. El ser humano puede darse cuenta cual se está activando y

puede ponerle freno antes que sea imposible detenerla. La detención debe ser al comienzo,

pues la emoción es muy rápida para realizar el circuito en el sistema instintivo y reaccionar; en

cambio, demora algo, no es instantánea la reacción cuando llega a la corteza cerebral donde los

prefrontales, sí pueden influir en ella y modular otro comportamiento. De hecho, la sabiduría

popular nos dice: “Contar hasta diez, antes de…”

Las reacciones instintivas son muy intensas y el peligro está en que pueden ser

copiadas irracionalmente. Estudios hechos en EEUU nos informan lo siguiente: “En cuanto hay

un periodo de recesión económica, hay incremento del abuso a menores, hay más violencia de

género”. (Damasio). De hecho todos hemos vivido situaciones de horror y violencia provocadas

por personas particulares o por el contexto social o económico o político. Y decimos: ¿hasta

cuándo?

Después de compartir estos conocimientos dados por científicos y experiencias de vida,

seguiremos entregando información relacionada con la cultura y más adelante con el estrés.

Memética y estrés se unen inextricablemente en las reacciones, por esta razón se hace

necesario explicar lo más claro posible la incidencia que tiene la educación, teórica y práctica,

sobre nuestras acciones producto de nuestras emociones, en diferentes ámbitos o contextos.

MEMÉTICA

Memética, nuevo término lingüístico creado por Richard Dawkins, es una ciencia que

busca comprender las unidades culturales o memes, la razón de su origen y el porqué de su

aceptación e influencia en los seres humanos. Se afirma que “memes” son esencialmente

información pura que tienen consecuencias físicas observables y resultados verificables

mediante comportamientos del ser humano; se propagan y se agrupan en entidades más

grandes como los genes, también experimentan la selección natural. Sin embargo, la evolución

memética ocurre más rápida que la biológica. Sobre todo actualmente con las comunicaciones

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tecnológicas tan avanzadas: alguien escribe algo y en pocos instantes llega a todos los que

utilizan estos medios.

Es natural que cada persona, dentro de una cultura, adopte los memes de ella o una

parte sensible para ser aceptado. Ejemplos de memes son las creencias que adoptan grupos

sociales, religiosos, políticos, profesionales, sectarios.

La Asociación Educar para el Desarrollo Humano, en su Introducción a este tema nos

comenta: “Si bien la teoría de Darwin cumple con su cometido de explicar coherentemente cómo

hemos desarrollado todas nuestras habilidades relacionadas con el sobrevivir, falla a la hora de

explicar todas nuestras otras capacidades que poco o nada aportan a nuestra supervivencia”.

Así ocurre con la metalingüística (explicar con lenguaje el significado de la palabra), con

la creación artística, con el uso de utensilios sofisticados, la nanotecnología; también podemos

realizar introversiones, interrogarnos, crear simbología…

Steven Pinker, psicólogo experimental, científico cognitivo y escritor, en su obra “Como

Trabaja la Mente” (citado por AEU) expresa: “por lo que a la relación causa-efecto concierne, en

el dominio de la biología la música no sirve para nada”, a nuestro juicio un tanto taxativo, puesto

que la música con determinados sonidos, calma o altera el organismo vivo, de todas maneras,

reafirmamos los ejemplos dados más arriba y esto significaría que la cultura ha excedido los

límites de la evolución genética y que la teoría evolucionista no podría, hasta el momento,

justificar su existencia.

Richard Dawkins, etólogo británico, doctor en Ciencia y miembro de la Royal Society of

Literature obtuvo mucha fama con su obra “El Gen Egoísta” (1976). En esta obra introdujo los

términos meme y memética. En otra, “El Fenotipo Extendido”, señala que el efecto fenotípico no

está limitado al cuerpo de un organismo como es el caso de los genes, sino que pueden

extender más allá, a muchos seres y al ambiente.

Al seguir al doctor Dawkins, serían “memes” todas las contribuciones de la cultura desde

mitos, leyendas, lenguaje, refranes de sabiduría popular, frases hechas, la coprolalia, sistemas

sociales, culturales, judiciales. No serían “memes” las emociones, las percepciones sensoriales,

las relaciones amorosas, pero sí los comportamientos sobre todo sociales. Tampoco las

conductas inducidas por las “células espejo” que son neuronas causantes de la imitación

inconsciente ni las respuestas condicionadas por el miedo o por amor, porque dependen de

experiencias individuales. También podría haber “mezcla de reflejos innatos más memes

aprendidos por imitación, como por ejemplo manejar un auto” (AEU 2013)

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En efecto, hay una relación entre las conductas de la persona y su evolución memética,

y una demostración de este acontecer cultural se da a conocer, ya sea, mediante la duda

negativa o la duda positiva, que explicamos a continuación.

Muchos de nosotros evitamos lo desconocido, ya que no sabemos si nos traerá algún

bien o mal y así se da la “duda negativa”. En este caso, el cambio es resistido porque produce

inseguridad y es más aceptado lo conocido porque produce seguridad, típico de una mentalidad

conservadora; v. gr., vivir “ la aventura” pasa a ser un problema y no una entretención; produce

miedo tanto de tipo exterior como al interior de nuestro ser, con esta aprehensión uno se niega a

la nueva experiencia, por consecuencia se favorecen los memes ya conocidos, y no se “corre

esa aventura”: nuestro comportamiento se define, entonces, como de “tipo conservador

defensor”, ya que con sus argumentos evitan el peligro y entrega una sensación de seguridad;

así también, se resisten los cambios sociales, se defienden las tradiciones, la moral, aunque

algunas de esas costumbres o creencias no nos hacen ningún bien.

Algunos seres humanos, como los aventureros, los líderes, los descubridores, los

conquistadores buscan y aceptan lo desconocido; así se da “la duda positiva”. Ante un nuevo

evento, se produce una intensa atracción por lo diferente, por lo misterioso; se debilitan,

entonces, los “viejos memes” y se fortalecen los nuevos y la personalidad se define como “liberal

o antitradicional o revolucionaria”. Ambos grupos, generalmente, se descalifican unos a otros.

Sin embargo, en otros sucesos no ocurre lo mismo, por ejemplo, en el tema de la moda en la

vestimenta actual es, a nuestro parecer, un rompimiento de costumbres antiguas; hoy día cada

quien se viste como quiere y nadie se asombra o rechaza, salvo en grupos sociales

conservadores o de tipo religioso o sectario.

NORMOSIS: Analicemos este término acuñado por Jean Ives Leloup. Relacionado con

la mantención de memes negativos, no a través de la duda, sino de la costumbre.

Normosis: conjunto de valores, actitudes o comportamientos habituales que llevan al sufrimiento

físico o moral; este conjunto o sistema está reforzado por un consenso que lo ubica en la

categoría de normal. (Artículo “Las anormalidades de la normalidad”. Pierre Weil) “Las

Anormalidades de la Normalidad”. Compartiremos a continuación este artículo de Pierre Weil,

escritor, educador, presidente de la Fundación Ciudad de la Paz, quien fue recientemente

distinguido por la UNESCO con el premio Educación por la Paz.

Este distinguido educador comienza recordando que él empezó a fumar porque en

aquel tiempo era señal de masculinidad y el fumar pipa señal de intelectualidad. (Lo dejó porque

le hizo sentirse mal físicamente).

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Cuando la gente se pone de acuerdo en algo, manera de comportarse, de actuar, se

produce el consenso y se dicta la norma y así las costumbres son el resultado de normas que

hemos adoptado mediante la imitación o proposición u obligación de padres u otros educadores

y las normas tienen, en general, la función de preservar nuestro equilibrio físico, mental y

emocional. En aquellos tiempos, era normal y bueno fumar. Las películas con sus imágenes de

individuos recios, valientes, de gran atracción femenina se mantiene hasta hoy y ese “meme”

negativo está grabado en el cerebro después de tantos años y ha sido imposible erradicarlo a

pesar de todas las demostraciones de sus efectos cancerígenos, problemas respiratorios con

sus consecuentes daños en los bronquios y pulmones. Antiguamente, las mujeres que fumaban

eran las menos y con ello demostraban seguridad en sí. En esta época, este meme negativo se

ha impuesto de todas maneras, lo que queda demostrado en el hecho que aquí en Chile, las

niñas desde más o menos 12 años ya lo practican. Socialmente se ha prohibido en lugares

públicos, con el fin de acabar con esta normosis. No obstante, en las veredas de los lugares de

trabajo vemos a muchos consumistas del cigarro. Existen memes que tiene una gran fuerza y

logran mantenerse vigentes. ¿Cuál podría ser la razón?

Cuando las personas saben del daño que les produce algunas de estas adicciones:

alcohol, cigarrillos, drogas recurren a la justificación de las mismas. Este afán de argumentar

para defender lo indefendible, también corresponde a una función del cerebro humano: Teoría

de la Disonancia Cognitiva, término creado por Leon Festinger, quien dice que las personas se

sienten incómodas cuando mantienen simultáneamente creencias contradictorias o cuando las

creencias no están en armonía con lo que hacemos.

El Doctor Miguel Ángel Vadillo nos explica a través de ejemplos esta teoría, en su obra

“La disonancia cognitiva, o cómo el ser humano se convierte en esclavo de sí mismo”. A modo

de ejemplo, nos comenta: “ Y es que el ser humano tal vez no sea un animal muy racional, pero

de lo que no hay duda es que es un animal un poco obsesionado por la coherencia. Y también

por la apariencia. Una vez tomada una decisión, nos cuesta reconocer que tal vez nos hayamos

equivocado. Nos resulta más fácil ponernos a defender la alternativa elegida con uñas y dientes,

porque así podemos percibirnos como personas coherentes”…

Nosotros, a lo mejor, en una sofisticada trampa del “Intérprete” ubicado en los

prefrontales, tenemos siempre a mano la “justificación insuficiente” o “autojustificación”, ya que

nuestra gran pretensión es ser o parecer “coherentes” entre lo que hacemos y decimos, entre lo

que pensamos, decimos y realizamos, pues somos seres racionales, inteligentes y no nos

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haríamos daño ni se lo haríamos a otro, por gusto. Recordemos, entonces, la cantidad de

acontecimientos vividos o experimentados:

Ejemplos: un hombre de 65 años que fuma y tiene actualmente dañado su pulmón y su corazón

dice: “¡ Miren qué cosa, quieren que deje de fumar porque estoy enfermo! Si lo estuviera no

haría deporte y lo hago, poco pero lo hago. El cigarrillo me ayuda cuando estoy enojado o tengo

que solucionar un problema, me calma.” Un joven de 20 años comentaba su adhesión a que

liberen la marihuana y otras drogas: “Profesora, yo fumé marihuana y también tomé otras

drogas y aquí me ve estudiando; no soy agresivo, tengo hartos amigos.” Otro, “Elegí esto y no

aquello porque tengo muchas razones para hacerlo. Mis convicciones son sólidas. Yo no hago

ni digo las cosas porque sí.” Podemos, de esta manera, recabar muchas situaciones, incluso

casi anecdóticas del entorno en el cual vivimos.

Tal vez, lo planteado por el doctor Michael Gazzaniga (1992) aclara más la necesidad

que tenemos de mantener y justificar nuestras actuaciones, al aportar otros datos cuando llevó a

cabo una operación que separó los lóbulos cerebrales y cuando hizo pruebas con imágenes

para que las viera el paciente, leamos lo que comenta: …. “Que presentándole a un paciente un

texto “camine” para que solo lo percibiese el hemisferio derecho, este se levanta y da unos

pasos. Al preguntarle qué hace, el hemisferio izquierdo inventa la explicación “tengo ganas de

beber algo”. Es decir, no dijo “no lo sé”, pues sería incoherente.” A nuestro parecer, se repite

inconscientemente la famosa frase: “tengo toda la razón”. En otras palabras, el ser humano

necesita demostrar que sus pensamientos, creencias y acciones son coherentes, aunque ello le

ocasione sufrimiento, enfermedad, incluso, muerte.

EL ESTRÉS.

Existe una creencia generalizada que todo estrés es una enfermedad, una anormalidad.

Aclaramos que esta es una verdad solo para calificar el “estrés negativo”. Otro estrés

denominado “estrés positivo”, no solo no es una enfermedad ni tampoco una anormalidad, sino

que es una cualidad que nos permite adaptarnos a situaciones nuevas y conmocionantes. La

diferencia entre ambas puede ser muy sutil y puede llevarnos a no percibir cuando termina una y

comienza la otra.

La Teoría de la Disonancia Cognitiva, mantenida especialmente en relación con los

demás produce estrés: para sostener la autoridad o para señalar seguridad, forzamos conductas

reñidas con nuestra autenticidad y ello daría respuesta a tanta paradoja que mostramos en

nuestros comportamientos defensivos. Importante es educar para aprender a reconocer nuestros

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errores, nuestras equivocaciones, ya que estas no son signo de falta de seguridad o identidad,

sino que nos dan el aviso o “el detente” que ese no es el camino correcto para construir una

vida sana en comunidad. Por cierto, quien reconoce sus errores o se plantea la duda puede

construir otras realidades más equitativas que traerán beneficios, tales como, evitar discusiones

dañinas, posibilidad de resolver conflictos, realizar auténticos diálogos, aunque el resultado sea,

no estamos de acuerdo. Así evitamos el estrés pernicioso que deja nuestro organismo con

sobredosis de hormonas como el cortisol, (malhumorados).

El estrés puede ser un bien para actuar en la vida, sin embargo, pasa a ser dañino en

extremo cuando el organismo debe luchar constantemente para mantenerse armónico durante la

existencia. Al respecto, compartiremos información sobre “homeostasis”, “alostasis” y sobre

“carga alostática”, que funcionan biológicamente sin intervención de la voluntad, es decir,

mecánicamente, con el fin de mantener la armonía biológica; no obstante, se transforma en un

peligro cuando el estrés es continuado.

Homeostasis: son fuerzas que regulan las funciones defensoras que afrontan las

amenazas al equilibrio biológico y psíquico del organismo vivo.

Alostasis: complementa y complejiza la función homeostática, mediante dos efectores

fundamentales, Sistema Nervioso Simpático, y el eje Hipotálamo Pituitario Adrenal, más

algunos mediadores biológicos que coordinan una buena respuesta corporal.

Cuando el individuo vive situaciones estresantes, el cerebro realiza una “evaluación

cognitiva”. Esta consiste en un proceso cognitivo durante el cual los sucesos desequilibrantes

que sufre o ha sufrido el sujeto preparan, en primer lugar, a homeostasis, y luego, la alostasis.

Estas regulaciones son esenciales para la vida. Su alteración pone en peligro la sobrevivencia.

El equilibrio en el organismo se ve alterado cuando la persona sufre un trauma intenso;

también, cuando sufre pequeños traumas en forma asidua; en ambos casos, pierde dicho

equilibrio, puesto que una mínima alteración en esas fuerzas defensoras produce efectos que

son incompatibles con la conservación de la vida. Si bien es cierto, que la “variabilidad caótica”

en la actividad cardiaca es necesaria para la flexibilidad y adaptabilidad en ambientes

cambiantes, el abuso pone en peligro la salud de la persona afectada: “Es decir, que el ambiente

constantemente cambiante, a partir de la evaluación cognitiva genera respuestas

neuroinmunoendocrinas que van a estar condicionadas por las diferencias individuales dadas

por nuestro patrimonio genético, nuestras experiencias tempranas durante el desarrollo y los

patrones de respuesta conductuales que instalemos posteriormente por vía del aprendizaje.

Estas respuestas fisiológicas son las que van a preparar al organismo para producir la alostasis

a efectos de conducirnos a la adaptación. Ahora bien, a partir de aquí se necesita introducir otro

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concepto que es el de Carga Alostática”. (Dr. José Bonet. Simposio Gador. Congreso Argentino

de Psiquiatría de APSA.)

Carga Alostática: si el sistema adaptativo se ve forzado a numerosas situaciones

psicosociales adversas se vuelve hiperactivo en su función alostática y se produce,

entonces una hiperactividad crónica que sería la carga alostática.

El estrés normal incluye un periodo de actividad que desemboca en una respuesta,

luego viene un periodo de inactividad y, el organismo se recupera. Si el sujeto, en estado de

estrés, no tiene este periodo de descanso es necesaria la carga alostática para compensar el

desequilibrio orgánico. Según McEwen habría cuatro situaciones diferentes que podrían causar

esta carga o estrés, con graves consecuencias para el organismo humano:

Estar permanentemente afrontando situaciones nuevas o adversas.

Imposibilidad de adaptarse a determinadas situaciones.

Imposibilidad de “frenar” la respuesta del estrés y su resultado psicopatológico sería la

depresión melancólica.

Funcionamiento deficiente de la respuesta al estrés (respuesta excesivamente

frenada) que produce una actividad compensatoria y esta desemboca en “la

depresión atípica” en donde se combinan estados afectivos alterados con desórdenes

inflamatorios autoinmunes.

Las causas del estrés son físicas y mentales generadas por una situación insoportable y

sostenida.

Los síntomas son el miedo y la impotencia.

Las afecciones que genera pueden ser psicológicas, neurológicas, inmunológicas y

endocrinológicas. Estas pueden producir una gama de enfermedades: ansiedad; duplica la

posibilidad de sufrir un infarto, depresión, agresividad, violencia, inclinación hacia las drogas,

alcohol, incluso, suicidio; caída del cabello, enfermedades infecciosas como herpes y otros;

desórdenes gastrointestinales, gripes frecuentes, tartamudez y enmudecimiento; taquicardia,

hipertensión, sudoración, frustración, inseguridad; trastornos en el sueño y en el sexo.

Vulnerabilidad: todos somos vulnerables. En el comienzo de esta enfermedad el hombre es más

vulnerable que la mujer y en una segunda etapa la vulnerabilidad es similar.

Fortalezas naturales o adquiridas que resisten al estrés:

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Las características individuales dadas por la genética y reafirmadas por una buena vida

familiar y social.

Rasgos de la personalidad que se van adquiriendo en la medida que la persona toma

conciencia de su valor y de sus capacidades para superar sus situaciones sostenidas

que parecían insolubles.

Por el apoyo familiar, amistades o institucional la persona ha desarrollado una confianza

en sí mismo que le da seguridad para resolver aquellas situaciones.

Estrategias de afrontamiento adquiridas por práctica de métodos psicológicos y

espirituales. Recordemos la estrategia del “guerrero tolteca”. Práctica de yoga,

meditación, relajación.

CONCLUSIONES.

Este es un trabajo científico. No es idealista ni optimista ni soñador. Es objetivo. Junto

con esta afirmación tenemos presente que ese organismo está dedicado a “Educar para el

Desarrollo Humano”, es decir, sirve para avanzar, dejando atrás una situación humana para

alcanzar otra superior.

Desde el mejor hombre al peor, todos somos perfectibles porque es propio de nuestra

naturaleza hacer bien las cosas, las muy importantes y las que no son tanto. Por ejemplo, un

bandido procura que su próximo robo sea mejor que el anterior. Un científico con el ejercicio de

ensayo y error repite la operación indefinidamente, hasta que logra el ensayo con éxito. Así,

paso a paso, se produce el desarrollo humano desde lo más pequeño a lo más grande y

gravitante. Y, justamente, de ese desarrollo humano habla el propósito de esa Asociación. Por

eso nos permitimos incluir un mensaje en este final.

Teniendo presente que somos egoístas y ambiciosos, siempre atentos para defender

nuestro interés propio, pensamos que para transitar de este “periodo de supervivencia” a la

“etapa de trascendencia” deberíamos armonizar con nosotros mismos, con los demás y con el

universo. Desarrollar nuestras potencialidades, ser nobles y generosos; creativos para

renovarnos constantemente y participar positivamente en el mundo; ser valientes, constantes,

confiar en nuestra biología, pues ella es certera para avisarnos si estamos disfrutando de la vida,

sanamente.

Cuando expreso mis talentos y los utilizo para servir a la humanidad, limpio los

contaminantes que causan los conflictos: creo bienestar físico, psíquico y social.

Así contribuyo a construir la PAZ: