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1;NÍVKRSI1)AD NVCIONVL DK IUíENOS AITiRS
FACUI.TXO TIF. KII.OSOI'ÍA Y r.F.TRAS
CUANEOMETUIA COMPARATIVA
DE LOS ANTIfiüOS HABITANTES
M u m í DiL PBM Mwm(PROVINCIA DE JU.IÜY)
JULIANE A. DILLENIUS
TESIS PAKA EL DOCTORADO EN FILOSOFÍA y LETRAS
APROBADA EL II DE SEPTIEMBRE DE IQI I
BUENOS AiaiíS
IHFRENTA UE CONI IieRMAMOS
684, pebO, 68i
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CRANEOMETRIA COMPARATIVA
ANTIGUOS HABITANTES DE LA ISLA Y DEL PIIKARÁ DE TILCARA
(PROVINCIA DE JUJUY)
UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIUES
FACULTAD DK FILOSOFÍA Y LKTRAS
CRANEOMETRIA COMPARATIVA
DE LOS ANTIGUOS HABITANTES
DE U ISU I DI PDMM DE imu(PROVINCIA DE .lUJUY)
JULIANE A. DILLENIUS
TESIS PAUA EL DOCTORADO EN FILOSOFÍA Y LETRAS
APROBADA EL I I DE SEPTIEMBRE DE IQI I
BUENOS AIUESIMPRENTA DE COM HERMANOS
684, PEHÓ, 684
igiS
1V
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
Decano : D'' José Nicolás Malienzo.
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EXAMENES DE TESIS PARA EL DOCTORADO
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Vicepresidente : Académico D"^ Clemente L. Frogeiro.
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Ambrosetti, Académico D'' David Peña, Profesor D' Antonio Dellcpiane, Pro-
fesor D' Robcrt Lehmann-Nitscho, Profesor S'' Julio Lederer.
Profesor de antropología : D'' Robcrt Lehmann-Nitsche.
PADRINO DE TUSIS
D'^ ROBERT LEHMANN-NITSCHE
A MIS PADRES
CRANEOMETRÍA COMPARATIVA
DE LOS
ASIlGiS HABITANTES U U ISLA Y ML PIABA DE ITICABA
(PUOVIINCIA DE JUJUY)
PROLEGÓMENO
En los meses de verano del año 1908, dirigióse á la quebrada
de Humahuaca la expedición arqueológica de la Facultad de Filo-
sofía y Letras, con el fin de explorar algunos yacimientos, como ya
lo hiciera en años anteriores en los valles calchaquíes. El doctor
Debenedetti en viaje de reconocimiento estudió ligeramente la que-
brada, así como también las distintas poblaciones en las cuales se
sabían ó presumían culturas extinguidas, y los sitios en que los ex-
pedicionarios plantaron por esa vez sus jalones fueron La Isla y
el Pnkará, en el departamento de Tilcara, ambos lugares de suma
importancia.
Tarea fué del doctor Debenedetti explorar La Isla, distante dos
leguas del Pukará remontando la quebrada ; excavando con sus
gentes aquellas necrópolis, puso al abrigo de futuras investigacio-
nes en el gabinete del Musco materiales tan valiosos como abun-
dantes.
En el Pukará permanecía mientras tanto el señor Ambroselti,
iniciando los trabajos de excavación de aquella antigua fortaleza,
sepultada casi por completo por efectos de la erosión. Rica cosecha
arqueológica reportó también ese yacimiento, que fué considera-
— iG —
blemente aumentada por las expediciones délos dos siguientes años
concretadas al Pukará.
El material de La Isla fue dado á conocer por Debenedetti en
extensa tesis, en la cual tras bella descripción regional hace la to-
pografía del lugar, traza el cuadro histórico ateniéndose á los anti-
guos escritores y cronistas, detallando luego ampliamente los ha-
llazgos arqueológicos, ordenando, clasificando, para presentar, por
último, interesantes conclusiones (i).
La Isla, según el citado autor, es el punto de partida de la línea
divisoria entre Hamahaacas y Calcliaqüics . Su cultura diverge pro-
fundamente de la del Pukará. El investigador ha podido comprobar
por vía arqueológica lo que ya era, como nos dice, « una afirma-
ción de carácter histórico». Max Uhle afirma: « ...tanto valor
tiene lo que la arqueología nos enseña, que sin las pruebas arqueo-
lógicas los datos históricos valdrían muy poco »; y más adelante,
con referencia siempre á la historia : « Hay que registrar todos
estos testimonios, porque sólo la arqueología puede determinar el
valor intrínseco que ellos tienen » (2). Esta sentencia, en el caso
que nos ocupa, se ha consumado.
El Pukará no ha sido aún publicado, pero podemos anticipar
mi dato de síntesis : el tipo de su cultura asemeja al calchaquí.
El PuLard es el último peldaño septentrional de la gran región Dia-
(jiiilo-Calchaqiü y La Isla, el extremo sur de la región de los Hu-
mahaacas.
Debenedetti analiza al u arte humahuaca » á él conocido por los
hallazgos de La Isla y unas pocas piezas sueltas de las poblacio-
nes del norte, probando su independencia completa de la cultura
de los vecinos meridionales.
Al propio tiempo nace el problema racial. Los restos humanos
á los cuales acompañaba tan regio ajuar, sus semejanzas ó diferen-
cias, su relación física, es objeto á que se debe atenta considera-
ción.
Deseando contribuir con un dato más al conocimiento así de la
(i) Dki)hni:iiktti, Salvadou, Exploración arrjueo lógico de los cementerios de La Isla de
Tilcura (Quebrada de Hamahauca). Publicaciones de la Sección antropológica de la Facultad
de Filosofía y Letras, número 0. I3uenos Aires, 1910.
(2) Uin,n, Max, La esfera de influencia del país de los Incas. Revista hislórica, órgano
del [nslilulo iiistórico del Perú, IV, pág 3i y S6. Lima, 1909.
región lliimaliuaca como también de la Diaguito-Calchaquí, em-
prendimos el estudio de ios caracteres somáticos de los ex habi-
tantes de La Isla y del Pukará.
Hoy por hoy de los antiguos pobladores de La Isla sólo dispo-
nemos de cráneos. Procedentes del Pukará se conservan también
los huesos largos del esqueleto. Como nos propusiéramos com-
parar ambos grupos entre sí, nos tuvimos que concretar esta vez
al cráneo, dejando el estudio del esqueleto completo para cuando
futuras exploraciones nos traigan materiales de las otras locali-
dades, como ser Juella y Perchel, Yakoraite y el Pukará de Hu-
mahuaca. Haciendo abstracción de todo juicio a priori, hemos
sometido nuestros materiales al examen métrico, para averiguar si
los pobladores indígenas de los lugares citados pueden conside-
rarse pertenecientes á un mismo tipo.
Y no decimos á una misma raza, porque participamos de la
opinión que una sola es la raza americana, determinados por el
concepto de Ernst Grosse (i), para quien es : « un grupo mayor
de individuos, quienes por la posesión común hereditaria de un de-
terminado habitas corporal y espiritual congénito, están ligados entre
sí y separados de otros grupos análogos ». Pero advertimos al pro-
pio tiempo con R. Lehmann-Nitsche que « cometemos un gran
error al tomar un cráneo cualquiera como representante de la raza
americana en general, pues las diferencias entre un cráneo y otro
pueden ser enormes » (2).
No quisiéramos terminar esta breve introducción, sin cumplir
con el grato deber de agradecer á nuestro distinguido profesor doc-
tor R. Lehmann-Nitsche, el interés y empeño con que nos ha diri-
gido durante nuestro estudio.
MATERIAL
Nuestro material craneológico fué escogido entre las colecciones
que conserva el Museo etnográfico de la Facultad de Filosofía y Le-
(i) Grosse, Ernst, Kanslwissenschoftliche Síudien : Kansl und Rasse, pág. 117. Tübin-
gen, igoo, citado por Stratz, C. H., Die fíassenschonheit des Weibes, pág. 7. Stutt-
gart, 1907.
(2) Lehmasn-Nitsciii;, Robert, Tipos de cráneos y cráneos de razas. Estudio craneológico
.
Revista del Museo de La Plata, XI, pág. 18. La Plata, igoS.
tras. Son 70 cráneos divididos en dos series, á saber : 20 cráneos
procedentes de La Isla y 50 cráneos del Pakará de Tilcara. Los
cráneos de cada serie figuran en las tablillas numéricas en númerode orden y con la cifra correspondiente al catálogo general del
museo, en el cual se hallan inscriptos con los cuantiosos materiales
arqueológicos y etnográficos que dicha institución posee. El catá-
logo actual tiene carácter provisorio, causa por la cual se ha dado
entrada en él á los más variados objetos sin consideración de ín-
dole, así como llegaran, sólo para que quede especificado su asiento
y determinada su procedencia. Por eso no debe causar extrañeza
que una serie homogénea, exhumada en un mismo sitio y al mismo
tiempo, presente numeración tan diversa como sucede con los crá-
neos de La Isla. La colección antropológica del museo etnográfico
aunque no muy grande, merecería el empeño de una clasificación
en catálogo especial, pudiendo servir en tal caso de ejemplo el
Catálogo de la sección antropológica del Museo de La Plata, recien-
temente editado por esa institución, compilado y publicado por el
jefe de la sección respectiva doctor R. Lehmann-Nitsche. Es el pri-
mero de su índole que aparece en la Argentina y el primero por
consecuencia que se adapta á las exigencias de nuestros materiales
americanos (i).
(i) La sección antropológica del Museo etnográfico de la Facultad de filosofía y letras
conserva aproximadamente los siguientes materiales :
libo cráneos procedentes de los valles Calchaquies y de la Quebrada de Humaliuaca ;
varios cráneos de procedencia diversa, como ser del Chaco y de la Patagonia ; una seriéi
de cráneos peruanos, procedentes del Campo de muertos en los Kjokkenmiiddinge de
Ancón, y pertenecientes á la tribu Chancay; l\ cráneos Aymardes.
iG esqueletos armados de indígenas Calchaquies, Chana (?) y Chiriguanos, unos i5 es-
queletos más ó menos completos sin armar ; huesos sueltos del esqueleto procedentes
del Pukará de Tilcara, de individuos en número de 5o á lOo.
Especial mención merece el cráneo subfosil de Arrecifes (véase : R. Leumann-Nitsche),
El cráneo fósil de Arrecifes, Publicaciones de la sección antropológica de la Facultad de filo-
sofía y letras, n° 2, Buenos Aires, 1907) ; y un cráneo tal vez antiguo (?), hallado no
ha mucho en Banderaló (partido General Villegas, Pampa Central), pero cuyos detalles
no son aún conocidos.
Complementan la colección moldes de cráneos y huesos del esqueleto prehistóricos
europeos, como ser : del Homo primigenius de Neandertal (con molde de su encéfalo),
Spy I y II, con los huesos largos délos esqueletos correspondientes ; una mandíbula del
Homo primigenius reconstruida por el profesor doctor II. Klaatsch (Breslau) ; los cráneos
de Engis y la bóveda cranial del Pithecanthropus erectas Dubois ; la vértebra del Homo
neogaeus Lehmann-Nitsche, procedente de Monte Hermoso ; un fragmento de cráneo su-
puesto primitivo (Diprothomo) pero de caracteres morfológicos actuales (véase G.
- '9—
Por su estado de conservación nuestras series craneológicas com-
prenden calaveras, es decir, cráneos completos con mandíbula (el
cranium de los antropólogos alemanes), y cráneos, que carecen de
mandíbula (llamados calvariuin en los textos extranjeros), según
nomenclatura en ambos casos de Joseph Barnard Davis (i). Cal-
varias, bóvedas y caretas no han sido consideradas (2). Carecen de
mandíbula solamente ÍO cráneos de La Isla, serie ésta que en gene-
ral ha dado que hacer por lo mucho que algunos de los ejemplares
están deteriorados, pero como ese hallazgo es, en sentido antro-
pológico, escaso, hubo de considerarse todo el grupo íntegro. El
material del Pukará es numeroso, por lo cual nos fué permitido
escojer 50 calaveras en estado inmejorable. La falta muy frecuente
é inevitable de algunos dientes, perdidos en vida ó post-mortem,
no ha perjudicado mayormente nuestra investigación.
Sexo. — No se ha hecho diferenciación alguna entre cráneos
masculinos y femeninos. Bartels (3) ha evidenciado cuan difícil
tarea es determinar el sexo de los cráneos. El antropólogo de grande
experiencia suele distinguirlos con bastante acierto. Sin embargo,
el mismo Virchow se ha expresado pesimista al respecto, exterio-
ScHWALBE, Studien 2ur Morphologie der siidamenkanischen Primatenformen, Ze'üschrifl
J'iir Morphologie and Anthropologie, XHI, pág, 209-2.58), amén de varios moldes de
cráneos de Papuas australianos y otras razas recientes.
Todos esos materiales han sido clasificados y ordenados, habiéndose formado, entre otros,
un grupo especial de cráneos anómalos, objetos que hallan provechosa utilización en las
horas de demostración antropológica. Con este mismo fin se ha hecho adquisición de un
esqueleto armado europeo ( Q adulta) y de un esqueleto armado de recién nacido, ha-
biéndose recibido además varias donaciones complementarias. Instrumentos antropomé-
tricos de primerísima necesidad, han prestado sus servicios paia estudios especiales reali-
zados sobre el material.
De la organización de esas colecciones se ha ocupado por un espacio de tres años quien
estas lineas escribe, en su carácter meramente de estudiante de la Facultad de filosofía
y letras.
(i) Davis, Josei'H Barnard, Thesaanis craniorum, ex Lehmann-Nitsche, Robert, Catá-
logo de la sección antropológica del Museo de La Plata, pág. 21. Buenos Aires, 191 1.
(2) Tomamos de Hoyos Sainz, Técnica antropológica y antropología física, Madrid, 1899,
— texto que nos ha servido á menudo de consulta — la nomenclatura castellana. Lee-
mos en él : calavera, cráneo, calvarla y bóveda. La palabra careta que significa al 5°
estado, es traducción hecha y aplicada por R. Lehmann-Nitsche en su Catálogo, de la
expresión Maske, introducida por Ranke en la antropología ; Friihmittelallerliche Schddel
und Gebeinejius Lindan. Sitzungsberichte der inathematisch-physikalischen Classe der Kónigl.
bayer. Akademie der Wissenschaften, pág. 33. München, 1897.
(3) Bartels, Paul, Ueber Geschlechtsunterschiede am Schddel. Med. Diss., Berlín, 1897.
— 20
rizándose, como relata Bartels (i), en debate con SchaíThausen, de
la siguiente manera : u Pertenezco á aquellos craneólogos, quienes
cuanto más avanzan en edad, tanto más difícil consideran la tarea
de apreciar con seguridad á un cráneo en lo que á su sexo se refiere,
ante todo entre pueblos extraños... No sé como debe demostrarse
en toda circunstancia la divergencia entre el sexo masculino y el
femenino en el cráneo. Apenas se nos presentan razas nuevas, el es-
tudio de nuevo comienza. »
« Tan importante como es una separación de los cráneos según
el sexo )), nos dice Martin (2) en presencia de sus Patagones, « no
se la puede hacer con seguridad absoluta en la serie que me ocupa.
Todos los caracteres recomendados por la bibliografía para la diag-
nosis —• hasta la fosa timpánico-estilomastoidea de Thieme — nos
abandonan en determinados casos y preferiría considerar á todos
los cráneos como allophys (Sarasin), porque de hecho, también son
portadores de caracteres conocidos como masculinos los cráneos
femeninos. »
En consideración á esta incertidumbre con respecto á la dife-
renciación sexual, y no dando tampoco considerables variacio-
nes las medidas, Martin dice se vio obligado á tomar en cuenta
oportunamente los términos medios de todos los cráneos en con-
junto.
« Me he abstenido generalmente de tasar el sexo de los cráneos,
tarea de éxito más que dudoso en cráneos americanos », tal es la
opinión de Lehmann-Nitsche con referencia á las numerosas series
que clasificó en La Plata (3).
En las series craneológicas de La Isla y del Pukará de Tilcara,
formadas por especímenes artificialmente alterados, las dificultades
para la diagnosis del sexo son más grandes aún, y el resultado de
semejante clasificación es completamente problemático. La hemos
suprimido, partícipes de la misma resignación con que Bartels (/j).
(i) Bartki.s, Paul, ohi-a citada, pág. i3.
(2) Mabtin, Rudolf, Allpala(jonische Scitáilet. Vierteljahrsschrifl der Nalurforsclienden
Gesellschaft Züricli, XLI, Jahelhand, pág. 5oi. Züricli, 1896.
(3) Lehmann-Nitsciik, RoiiERT, Cütálogo de la sección anlropológica del Museo de La Plata,
pág. 22. Buenos Aires, igii.
(4) Bartels, Paul, obra citada, pág. 100.
terminadas suí investigaciones sobre este tema, citara la sentencia
de Broca : ne valent que par leur énsemble.
Edad. — Las notables diferencias entre determinadas medidas,
como ser, por ejemplo, en el cráneo visceral la anchura de los bordes
alveolares, la altura de la sínfisis y del cuerpo mandibular en gene-
ral, su espesor, etc., etc. (i), que hallamos á veces de un individuo
á otro, no son á menudo debidas á reales diferencias de tipo, como
que dependen en numerosos casos de la mayor ó menor madurez
del cráneo. Semejantes divergencias se explican eo ipso registrando
la edad, que por estas razones hemos adscriptoen nuestras tablillas'
numéricas, inmediatamente debajo de los números de orden y de
catálogo : u Lo que se desea determinar en craneología, no es el
número de meses ó de años que el sujeto ha vivido : es la faz de
evolución, de estado ó de decadencia á la cual ha llegado » (Bro-
ca) (2). En conformidad con este principio y tomando por base la
clasificación de Büdinger (3), hemos analizado nuestras series.
Los infantiles {Ix) (Inf.) han sido exceptuados ; su falta de des-
arrollo, en un estudio en que los cráneos han de valer por su con-
junto, alteraría el término medio de manera muy desfavorable.
Broca da las siguientes instrucciones : « Se excluirán ante todo de
las series craneométricas todos los cráneos de niños. Se conser-
varán los cráneos de las tres últimas edades, hasta aquellos de
ancianos en los cuales las suturas se han disipado hasta el punto
(\) Rüdinger asegura que la vejez se maniliesta también en el cráneo cerebral, cuando-
escribo estas frases : « He tratado, desde varios años, de conservar los cráneos seniles
que entraban al Instituto anatómico de Municb, y de las observaciones hechas hasta
ahora sobre ellos ha resultado que la atrofia ósea no se extiende únicamente al crá-
neo visceral, sino también al cráneo cerebral, y de tal manera que la capacidad de la
cavidad cranial senil disminuye en volumen.» Véase Rüdinger, Nic, Die Rassenschddel
und Skelelte in der Konigl, Analomischen Anslall in München. Die Anthropologisclien Samin-
langen Deulscidands, p. IV ( Vorbenicrkungen). Braunschweig, 1892.
(2) Broca, Paul, Instructions craniologiques el craniomélri(¡ues déla Sor.iélé d'anihropo—
logie de Paris, pág. 128. París, iSyS.
(3) Rüdinger Nicülaus, Die Rassenschádel unJ Skelelte in der Konigl. Analomischen
Anslall in Manchen. Die Anlhropologischen Sammlungrn Deulschlands, pág, x (Vorbemer-
kungenj. Braunschweig, 1892.
(ti) Rüdinger (obra citada) distingue dos estados infantiles : «I. Desde el nacimiento
hasta la aparición de los primeros molares ». « II. Desde la salida de los primeros molares
definitivos hasta la salida completa de los segundos molares definitivos ». Lehmann-
Nitsche (Catálogo, etc., pág. 22) reduce los dos estados á un solo grupo : « Desde el
nacimiento hasta la salida completa de los segundos molares definitivos. »
de hacer imposible el reconocimienlo de la posición de ciertos pun-
tos de reparo ; esos cráneos, es cierto, no dan todas las medidas,
pero proporcionarán á lo menos las medidas de conjunto de la
región del cráneo, así como la mayor parte de las medidas de la
cara » (i).
Hemos considerado, en primer término, á los cráneos juveniles
(Jav.), y á éstos con preferencia cuando la obliteración de la su-
tura esfenobasilar estaba casi terminada y había indicios ya avan-
zados de las muelas de juicio. En segundo término se tomaron los
adultos (Adalt.) , en tercero los maduros (Mat.) : en cuarto término
]os seniles (Sen.), éstos últimos con cierta reserva, únicamente cuan-
do la atrofia maxilar y mandibular no había avanzado demasiado,
pues suelen tales especímenes presentar casi los mismos inconve-
nientes como los infantiles á causa de retroceso evolutivo. Son
siempre preferibles las tres edades intermedias para estudios de se-
ries completas, condición ideal que es difícil conciliar con todas
las demás exigencias.
Deformación. — Tanto los cráneos de La Isla como los del Pu-
kará están artificialmente deformados, salvo dos casos de la primera
serie, en los cuales no se nota defoi'mación alguna, y dos ejemplares
más que no permiten se compruebe con precisión una alteración
morfológica arbitraria.
Por el tipo de deformación los cráneos de La Isla difieren de los
del Pukará.
En los numerosos escritos que sobre deformación cranial se han
pubhcado, queda establecido que dos son los tipos fundamentales,
el fronto-occipital (flat-head) ó palta-ama (en lengua del Cuzco).
y el circunferencial, generalmente denominado aymara, llamado
también impropiamente macrocéfala (2) y conocido por los que-
chuas con la designación saita-iima. La deformación de los cráneos
de La Isla se aproxima á este último tipo. La depresión del frontal,
del parietal (en su parte lateral inferior) y del occipital hace supo-
(i_) Broca, Paul, Inslructions, etc., pág. i35.
(3) Parécenos impropio llamar 4 la deformación circunferencial ó aymara, macrocélala.
Según nuestras observaciones, los cráneos con dicha deformación, ni son más grandes,
ni aparentan serlo ; cualquier cráneo con deformación fronto-occipital hace la impresión
de más voluminoso, ni siquiera parecen más grandes los aymarás que cualquier cráneo de
la misma raza en condiciones inalteradas.
— 23 —
ner se la haya originado por una venda ó vincha circunferencial.
La presión no ha sido idéntica en todos los cráneos, en lo que á su
intensidad se refiere. Dos de ellos pueden valer como represen-
tantes característicos del tipo ; su enorme deformación puede ser
apreciada en la lámina I, donde figura uno de ellos. Los hemos com-
parado con cráneos aymarás deformados, y su semejanza es notable.
La deformación de los cuatro aymarás que analizamos, es mucho
más pronunciada aún, pero nos pareció que son de lo más extremo
de su tipo. En varios cráneos de La Isla la deformación es apenas
perceptible á la vista, mientras es posible reconocerla por medio de
la palpación. Es sabido que en un tipo de deformación cabe un sin-
número de variedades que dependen de la intensidad con que se ha
ejercido la presión mecánica y según la cual pueden presentarse
afectadas todas las partes del cráneo á ella sometidas ó algunas no
más. La deformación completa comprime en este caso fuertemente
toda la zona circunferencial ; la deformación parcial afecta á los
huesos: frontal y occipital, ó solamente al primero.
Los cráneos del Pukará están deformados de manera fronto-
occipital ; son en su m<iyoría Jlal-head, cabezas chatas bien pro-
nunciadas. La presión sobre ellos ejercida ha dado origen á un
ensanchamiento transverso compensativo tan considerable, que se
encuentran algunos ejemplares cuyo diámetro transverso máximo
es mayor al antero-posterior. Su deformación asemeja á la de los
Calchaquíes. Cabe igualmente dentro de su tipo un sinnúmero de
variaciones. En la lámina III representamos x\n cráneo del tipo men-cionado que, como el cráneo de La Isla (lámina I), puede ser compa-
rado con el cráneo isleño sin deformación alguna que figura en la
lámina II. Daremos unos pocos detalles métricos al entrar en materia.
MÉTODO, TÉCNICA Y DISPOSICIÓN DEL ESTUDIO
Se ha comenzado con la investigación directa sobre el material, ha-
biéndose hecho uso para ello del método establecido por la Conven-
ción de Monaco (i). Procedimientos y puntos anatómicos áconside-
(i) Pai'Illaui.t, George, Entenle international.e pour Vunificaúon des mesures craniomé-
triques el céphatométriques. Compte renda da XU1° Congrés d'anthropologie el d'archéologie
préhistoriques, session de Monaco, 1906, II, pág. 377-89^1. Monaco, 1908.
- 24 —
larse se hallan explicados en la publicación correspondiente al pie de
cada norma. Hemos tomado todas las medidas en el orden indica-
do ; quedan consignadas en las tablillas numéricas que reunimos en
el apéndice. En general hemos encontrado pocos obstáculos, sin em-
bargo, el mal estado de algunos cráneos ha dificultado hasta cierto
punto de su exacta medición ; se ha procedido con el mayor cuidado
y hemos marcado con un signo de interrogación aquellas medidas
que no nos parecen libres de objeción.
Suprimióse la capacidad cranial (medida n° 24 de la Conven-
ción) ; gran parte de los cráneos de La Isla y varios del Pukará no
permitieron el cubaje, varios otros que por su fragilidad oponían
débilísima resistencia, no los hemos querido sacrificar.
Los instrumentos empleados están por parte prescriptos por la
Convención, así como la aplicación de cada uno de ellos á determi-
nadas medidas ; en la práctica el uso adecuado llega á imponerse
por sí mismo. El calibrador, compás de espesor y cinta métrica
de que nos hemos servido, son los instrumentos construidos en
Zürich según indicaciones especiales del profesor doctor R. Mar-
tin (i), que mucho preferirnos á otros por ser livianos, muy ma-
nuables y muy exactos. Para la medición de la altura aurículo-
bregmática no tuvimos instrumento realmente apropiado ; la Con-
vención no hace indicación alguna al respecto ; hicimos uso del com-
pás de espesor combinado, que emplea el doctor Aon Luschan para
la medición en el vivo. Por más que hayamos puesto mucha aten-
ción al aplicarlo, podemos haber incurrido, á causa de las puntas
romas algo resbaladizas, en algunos errores. Trátense estas me-
didas con cierta reserva. Con peor obstáculo tropezamos al medir
las mandíbulas ; no disponíamos siquiera de la antigua tablita go-
niométrica de Broca, amén deotrasmás modernas, como ser el apa-
rato de Hambruch (2), cuyo fácil manejo habría facilitado la tarea.
Aunque halladas con medios sencillos, nuestras medidas son exac-
(i) Martin, Rudolf, Ueber einige neue Instrumente and Hilfsmitlfl J'iir den anthropolo-
gischen Unierricht. Korrespondenzblalt der Deatschen Geseltschnfl fiir Anihropologie. Ethno-
logie und Urgeschichle, XXXIII. Braunschweig, igo3.
(2) ÜAMBRUcn, Paul, Ein Apparat fiir Messungen am Unlerkiejer. Korrespondenz-Blait
der Deatschen Gesellschaft für Anthrnpnlogie, Elhnologie und Urgeschichte, XXXVllI, pág.
36-87. Braunschweig, 1907.
— as-
tas, excepción liecha de la allura de la rama ascendente por la
cuales no respondemos.
Excelentes servicios nos prestó el osteóforo-proyectómetro de
Stolyhwo (i), en el cual sujetamos los cráneos, con auxilio del
soporte de tres tornillos, por su parte básica, de un lado del agu-
jero occipital, quedando de esa manera todo el cráneo completa-
mente libre. La combinación de varias articulaciones en el extremo
libre de la barra horizontal, permite mover al cráneo, sin quitarlo
de su soporte y sin deteriorarlo, según conveniencia, facilitando en
un tiempo brevísimo el acceso á todas sus regiones para los efectos
de la medición.
La Convención de Monaco no exige una orientación determinada
del cráneo. Para su reproducción fotográfica en norma frontal y
lateral hemos orientado los tres diferentes tipos de nuestras series
según el plano horizontal alemán, es decir, según un plano hori-
zontal que pasa por el borde inferior de la órbita y superior del
conducto auditivo (2). Sólo así es posible una justa comparación
de sus formas craniales.
Nuestro estudio antropológico se divide en tres partes. En la
primera tratamos someramente los resultados á que se prestan los
términos medios de las medidas absolutas. Lamentando la negli-
gencia con que se tratan estos factores en múltiples estudios, Mar-
tin (3) advierte que no se han de estimar en menos las medidas
absolutas, porque las diferencias entre los valores relativos « pue-
den comprenderse si se consideran los valores absolutos, y el enten-
dimiento de una forma craneológica se fomenta muy poco cuando
no se publican sino los índices (en la mayoría de los casos sola-
mente sus términos medios) »
.
En la segunda parte trabajamos con los índices, relación mate-
mática entre dos elementos diferentes, y consideramos :
(i) Stolthwo, Kazimierz, Der OsUophor-Projeklomeler. Ein Beilrag zar Metlwdik der
Osleographie. Korrespondenz-Blatl der Deulschen Gesellschafl Jar Anihropologie, Ethnologie
und Urgesehichte, XL, pág. jC-3o. Braunschweig, 1910.
(2) Véase Verstündigung über ein gemeinsames craniometrlsches Verjahren. Archiv für
Anihropologie, XV. Braunschweig, 188/1.
(3) Mabtin, Rudolf, Die InlandslSmme der Malayischen Halbinsel. Wissenschaftliche
Ergebnisse einer fíeise durch die Vereiniglen Malayischen Staaten, pág. /ig6. Jena, igo5.
— 20 -
I. Los índices individuales ; a) su frecuencia absoluta ; b) su
porcentaje.
II. Las medias aritméticas ó términos medios.
Los índices de cada individuo se han buscado en las tablas para
uso antropométrico de Fürst (i) ; ellos quedan consignados en ta-
blillas especiales reunidas en el apéndice donde pueden ser com-
probados. Los términos medios han sido extraídos de la suma de
los índices individuales divididos por su número. Efectuadas las
principales operaciones aritméticas, hemos suprimido las cifras
decimales, procediendo á la aproximación usual (2). Hanse inter-
calado en el texto los cuadros sinópticos i'espectivos. Recurrimos
también en esta parte á los valores absolutos siempre que el caso
lo exija. No cabe limitar el empleo de determinados factores, los
unos deben completarse con los otros. Comparamos también nues-
tras dos series entre sí y buscamos su paralelismo con otros tipos
de cráneos americanos. Para la elección aparentemente muy arbi-
traria de tipos de comparación, hemos acudido á los autores que
más medidas nos proporcionan.
Reinó este principio con especialidad en la tercera parte, donde
aplicamos el método de correlación de Mollison (3) (que será ex-
plicado á su tiempo), extendiendo la comparación también á otras
razas, con el propósito de ampliar el estudio gráfico.
(1) FiíBST, Cael M., índex-Tabellen zam anüiropomelrischen Gebrauche. Jena, i<)02.
(2) Véase á este propósito : Aranzadi, F. de, Anlropomelria, pág. loG. Barcelona, igoS.
(Aranzadl se refiere al vivo, pero vale lo mismo para los cráneos y demás huesos del es-
queleto). Mollison, Th., Beilrag zar Kraniologie und Osteologie der Muori. Zeitschrift für
Morphologie und Anihropologie, XI, pág. 584. Stuttgart, 1908.
(3) MoLLi.-^os, Th., Beilrag, etc., pág. Sag-Sg.'í.
PRIMERA PARTE
BREVES CONSIDERACIONES SOBRE EL CRÁNEO CEREBRAL
(Neiirncraniam)
Hemos referido anticipadamente que los cráneos de las dos se-
ries que nos ocupan, son especímenes deformados. Ello fué óbice
para la realización de un estudio completo. El valor del cráneo
neural en semejantes condiciones es muy relativo. Sin embargo en
interés mismo de la deformación daremos algunos detalles.
Según nuestras observaciones las dos series representan dos tipos
diferentes de deformación. Las mediciones efectuadas se prestan á
iguales conclusiones; los cráneos de La Isla son más largos (i6/^
mm.) que los del Pukará (162 mm.), mientras estos últimos so-
brepasan notablemeate en anchura (i/jg mm.) á los primeros
(iSg mm.). Los índices de los cráneos de La Isla varían entre 78 y
91, los hay pues meso, braqiii é hiperbraquicéfalos ; por su término
medio : 84,3, son braqaicéfalos. No contamos éntrelos Isleños doll-
cocéfalo alguno, como suele presuponerse de los cráneos con de-
formación aymara;pero hemos de advertir que de nuestro análisis
sobre 4 cráneos con deformación circunferencial y de procedencia
aymara incontestable, resultaron 2 dolicocéfalos (Índices : 60,9 y
71,2) ; los otros dos con índices mayores, no eran por eso repre-
sentantes menos expresivos y convincentes de su extraño hábito.
Los cráneos del Pukará fluctúan entre 85 y io5 ; hay algunos
ejemplares en los cuales el diámetro transverso supera al longitudi-
nal, cosa que no se ha observado en los de La Isla, pero sí numero-
sas veces en cráneos calchaquíes (i). Excepción hecha de un ejem-
(i) Ten Kate, Hermann F. C, Anlhropologie des anciens habiiants de la región Cal-
chaqaie CRépublique Argentine). Anales del Museo de La Piala, Sección Antropológica
I. La Plata, 189C, pág. Sy-SS. Kunike, Hugo, Beiíráge zur Anlhropologie der Calcha-
<¡ui-Táler. Archiv für Anlhropologie, Neae Folge, X, pág. 220-226. Braunschweig, 1911.
piar único mesocéfalo (que lleva el número de orden 36, índice
78,9) (i), todos los cráneos del Pukará van incluidos en la catego-
ría de hiper ó iillrabraquicófalos (término medio : 92,2). En el pe-
queño diagrama figura I, trazado calculando el porcentaje, puede
apreciarse la mutua relación de ambas series.
Toda la región que abarca el noroeste argentino y partes de Bo-
livia y del Perú, presentan entre cráneos normales y deformados
una variedad de formas enorme, con máximas y mínimas (2) nun-
ca soñadas.
Individuos
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78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 9(1 91 92 93 94 9fi 96 97 98 99 UIO 101 102 103 104 105
Fig. I. — índice cefálico de los cráneos de La Isla (línea gruesa) y del Pukará (línea fina)
Las medidas curvas nos han dado los siguientes resultados. La
curva sagital total es algo mayor en los cráneos Isleños, es de
349 mm., los del Pukará miden 345 mm.. Sucede lo contrario
con la curva transversa auricular. La Isla tiene 3o2 mm., el Pu-
kará 3 12 mm., y la diferencia en este caso es más notable que en
el anterior. La circunferencia horizontal glabélica es bastante más
pequeña en los cráneos de La Isla (489 mm.), los del Pukará tie-
nen 507 mm. Comparamos á continuación nuestras medidas con
(i) Este Índice lia sido incluido en el término medio, pues sólo alteraba la cifra deci-
mal.
(2) CniiRvíN, Arthur, Anlhropologie Botivienne. Mission scieniifique G. de Créqui Mont-
fort el E. Sénéchat de la Grange, III, Craniologie. París, igo8.
-ag-
ías de algunos otros cráneos de raza americana estudiados por los
autores citados al pie.
Curva sagital Curva transversa Circunferencia horizan tal
min. mm. mm.
lio Calcliaquíes(i) 338 Isleños. 302 Calchaquíes '179
32 Peruanos (2).
.
3/I1* Fueguinos 3o5 Peruanos 486
5o Pukareños .... 345 Pukareños 312 Isleños 489
20 Isleños 349 Calchaquíes 325 Pukareños 507
12 Patagones (3^ . 372 Patagones 329 Patagones 5 16
5 Fueguinos (4). 378 Fueguinos 528
El agujero occipital es algo más largo en los cráneos de La Isla
(34 mm.) y más estrecho (28 mm.) que en los Pukareños (33
mm. y 29 mm. resp.). La relación entre largura y anchura de ca-
da tipo se expresa en los siguientes índices: La Isla 8-i, Pukará
88 ; la diferencia es considerable. Con referencia á los tipos de ra-
za considerados en el cuadro anterior, ocupa el primer lugar La
Isla (con el menor índice de 72), le siguen los Fueguinos (8/t), los
Calchaquíes (87), el Pukará (88) y los Patagones (89).
Algo acerca de las medidas absolutas en general
Los términos medios de todas las medidas directas, sus máximas
y mínimas, se han registrado en el cuadro sinóptico que va en la
página subsiguiente.
Para facilitar el entendimiento de la mutua relación entre los
términos medios absolutos de nuestras dos series, hemos trazado
los diagramas páginas 3o, 32 y 34 que á continuación explica-
mos. Sobre base milimétrica y tomando como punto de parti-
fi) Ten Kate, Hermann F. C, Anthropologie des anciens habilanls, etc., pág. 36.
(2) Ranke, Joiiannes, deber altperaanische Schddel von Ancón und Pachacamac. Abliandl.
der Konigl. bayer. Akademie der Wissenschaften Abt. III, pág. y/iS. München, 1900.
La cifra marcaila con * es el término medio que hemos calculado según cifras abso-
lutas del autor.
(3) Martin, Rudolf, Altpalagonische Scheede!, etc. Zürich, 189O.
(i) Martin, Rudolf, Zar pltysischen Anthropologie der Feaerlánder. Arcliiv für Anlhro-
pologie, X, pág. Go-Gi. Braunscliweig, 1898.
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da para cada medida la línea iiorizonlal que corresponde al cero ; le-
vantáronse verticales, á igual distancia (arbitraria) la una de la
otra, correspondiente su altura, marcada por un punto, á los diferen-
tes valores. Uniendo los puntos se obtuvo para cada serie una
quebrada, que en conformidad con los dos métodos empleados se
interpretarán de la siguiente manera :
Medidas directas
La Isla
Términos
A. Cráneo
1. Diámetro antero-poslerior máximo..
2. Diámetro antero-poslerior iniaco. . .
3. Diámetro transverso máximo
/i a. Altura básilo bregmálica
46. Altura aurículo-bregmática
5. Diámetro frontal mínimo
6. — frontal máximo.
7. — bimastoideo máximo
8. — bicigomálico
g. — naso-basilar
10. — alveolo-basilar
11. — naso-sinfisio
12. — naso-alveolar.
i3. Altura de la nariz.
i^. Anchura de la nariz
1 5. Anchura inter-orbitaria
16. Anchura orbitaria.
17. Altura orbitaria
18 a. Anchura del borde alveolar superior.
186. Altura de la curva alveolar
19a. Largura de la bóveda palatina
196. Anchura de la bóveda palatina
20. Altura órbito-alveolar.
21 «. Largura del agujero occi|)ital.
216. Anchura del agujero occipital
22. Curva sagital del cráneo
23a. Curva transversa del cráneo.
236. Circunferencia horizontal del cráneo.
Pulpará
Términos
1 53 1 64 173 i48 162
162 160 173 i46 157
125 .39 i5o i35 149
122 l32 i45 124 i34
ii3 120 i35 1 1
1
122
78 89 9« 73 91
97 lio 120 io3 117
108 121 129 no 128
119 129 142 120 i35
8^ 9« 100 83 93
77 90 102 83 94
102 117 i3o 102 120
59 68 77 61 72
45 5o 57 4i 5i
21 24 27 20 25
21 24 27 21 25
3i 35 38 34 37
32 35 38 34 37
47 59 68 5o 63
^^2 5i 63 45 52
40 46 52 4i 46
34 39 45 34 4i
33 4i 48 33 42
3i 34 4o 29 33
25 28 33 24 29
325 349 370 320 345
280 302 325 280 3l2
46o 489 520 470 507
.73
171
173
i44
128
no127
l42
l52
lOI
iü3
i35
81
58
20
3i
42
4i
72
58
5o
48
5o
4o
34
365
34o
56o
32
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- 33 -
Medidas directas
La Isla
Términos
B. Mandíbula
25. Anchura hicondílea
26. Anchura bigoniaca
27. Largura de la rama ascendente
28 a. Anchura mínima de la rama ascendente
286. Anchura máximadela rama ascendente
29. Altura de la sínfisis
30. Altura del cuerpo mandibular
3i. Espesor máximo del cuerpo mandibular
32. Ángulo mandibular
Pultará
Tt'nninos
100 118 127 io5 123
76 92 io5 83 95
Mi 58 m 5o tí2
29 32 37 2G 33
37 42 47 32 :1o
29 35 Ixi 28 3',
23 29 3(3 25 3o
a lÜ 19 I4 18
I 10° 120° 135° io5° 121°
i36
116
70
37
^3
39
22
i33'
Diagrama I a, (pág. 3o), representa los términos medios de las
medidas absolutas niimero i á 21 ¿ de la Convención de Monaco.
y segiin el orden observado por ésta. La Isla está marcada con línea
llena, el Pukará con pimto y raya.
Diagrama II a, (pág. 82) representa los términos medios de las
medidas absolutas número i á 21 6 de la Convención de Monaco,
en orden alterado, comenzando á izquierda por el valor más alto
y siguiendo en escala descendente, tomados por base los cráneos
<le La Isla. Demarcación igual á la anterior.
El segundo diagrama tiene la virtud de evitar las complicaciones
á que conducen los ascensos y descensos de la quebrada en el pri-
mero. Ambos evidencian á simple vista que los cráneos de La Isla
son absolutamente más pequeños que los del Pukará, con especia-
lidad en lo que á sus diámetros transversos se refiere. Nótase sepa-
ración más pronunciada de las líneas en los puntos que corres-
ponden á los mimeros : 3, diámetro transverso máximo ; 6, diá-
metro frontal máximo ; 7, diámetro bimasloideo ; 8, diámetro bi-
cigomático ; también el número 18 a, anchura del borde alveolar
superior, demuestra igual tendencia. Solamente tres valores hacen
excepción: número i, diámetro antero-posterior máximo; nú-
3
-- 34
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- 35 -
mero 2, diámetro antero-posterior iniaco, que tienen su causa en
la deformación artificial, y el número 21 a, largura del agujero
occipital, sobre el cual no sabemos dar razón.
Los diagramas I b y H b (pág. 3/|). complementan á los dos
primeros. Se refieren á la mandíbula y comprenden las medidas de
la Convención de Monaco de 25 á 82.
Resulta de ello que en analogía con el cráneo, las mandíbulas de
La Isla son en absoluto más pequeñas que las del Pukará. No com-
parten la regla los números 28 6 y 29 : la anchura máxima de la
rama ascendente y la altura de la sínfisis, medidas menores en la
serie del Pukará.
SEGUNDA PARTE
ESTUDIO ESPECIAL DEL CRÁlVEO VISCERAL
(Spiagnocraniam)
La conservación de grandes series de cráneos deformados ha sido
menospreciada por más de un antropólogo y sería tal vez empresa
malograda si no fuese que los elementos morfológicos inalterados
de la parte visceral proporcionasen numerosos factores de impor-
tancia para caracterizar aun cráneo de raza.
Después de haber prestado atención en la parte precedente, á lo
que podía tener algún interés, si bien relativo, con referencia al
cráneo cerebral, hacemos ya abstracción completa del mismo, con-
cretándonos en lo sucesivo al cráneo visceral.
Nuestro estudio se ocupa, por lo tanto, de la Aio/'ma/ronto/
y
parte de la norma básica de nuestros cráneos. Comprende índices
de cuatro categorías: i" los que resultan de la comparación de al-
turas con anchuras, como ser : los índices faciales, el orbitario, el
nasal ;2° índices que resultan de la comparación de larguras con
anchuras : el índice máxilo-alveolar y el palatino ;3° índices que
resultan de la comparación de unas anchuras con otras, verbigra-
cia : el índice frontal, los dos índices fronto-cigomáticos, el gonio-
cigomático ;4° índices que resultan de la comparación de unas
larguras con otras, como ser el índice gnático.
- 36
Los índices, términos medios, máximos y mínimos, calculados
para cada uno de nuestros grupos, se hallarán en el cuadro á conti-
nuación. Las tablillas con los índices individuales, como ya lo
mencionamos, en el apéndice.
Los únicos índices que están en relación con el cráneo cerebral
son el 1° (frontal), el 5° (índice fronto-cigomático II) y el ii" (ín-
dice gnático). Entraremos en detalles, tratando cada índice en el
orden que hemos seguido en los cuadros, es decir, comenzando
con la frente y terminando con la mandíbula.
índices
índice frontal
— facial total.
— facial superior
— fronto-cigomático I.
— fronto-cigomático II
— gonio-cigomálico. . .
— orbitario
— nasal
— máxilo alveolar
— palatino
— gnático
— cóndilo-goniaco.. . . .
La Ish Pukara'1 érminos Términos
-- ^cB
c
1By.
c
c
70
c
77 81 86 78
83 89 9ü 78 88
'46 52 58 48 53
64 69 75 58 67
76 85 9^ 76 87
6/1 71 76 61 7'
84 lOI 116 88 lOI
4o 48 56 37 ^9
100 ii4 i36 93 121
7i 86 102 68 89
87 99 108 90 lOI
7'3 79 83 64 77
87
100
60
76
9't
81
ii5
64
1 47
102
I 10
91
índice frontal
Martin (i) considera que «... en el vivo la frente, á causa de su
depilación, pertenece fisiológicamente al dominio de la cara ». En
el cráneo el hueso frontal forma parte de la norma que lleva su
nombre. A.1 propio tiempo parte constituyente del cráneo cerebral,
lo ha llamado Loth (2) con razón u el pasaje del u neurocráneo » al
(1) Martin, Rudolf, Dle Inlandstamme, ele, pág. 'iijO.
(2) Loth, Edvvaud, Beitráge zar Kraniologie der Polen. Zeiíschríjl für Morphnlo¡jie und
Anthropologie, XIV, pág. 23. Stuttgart, 191 1.
- 37 -
« splagnocráneo ». En virtud de la parte con que contribuye á la
morfología general de la norma frontal, hemos tomado en conside-
ración al índice de dos de sus latitudes.
La relación entre la anchura máxima y la mínima del hueso
Irontal se expresa en la siguiente fórmula :
Latitud frontal mínima X ico
Latitud frontal máxima
El índice de los cráneos de La Isla es 8i, el de los del Pukará 78.
La diferencia notable depende de la mayor dilatación superior del
frontal de los Pukareños ; para responder á la relación de los crá-
neos Isleños, la anchura máxima de los Pukareños no debería ex-
ceder de 1 1 2 mm
.
La latitud mínima del frontal de los Isleños, de 89 mm., es
poca. Se le aproximan los Peruanos de Ancón de Ranke (1), que
tienen go mm. de anchor; sigue el Pukará con 91 mm., que
comparte esta medida con los Calchaquíes de Ten Kate (2) (91
mm.). Algo mayor es el diámetro de los Peruanos de Pachacamac
con 98 mm. (Ranke, obra cit.) ; los Fueguinos según Martin con
95 (3) y los Patagones del mismo autor con 96 mm. (¿i) ; con estos
últimos concuerda á su vez el cráneo fósil de Arrecifes de Lehmann-
INitsche (96 mm.) (5).
La anchura máxima del frontal en los Pukareños puede estar in-
fluenciada por la deformación ; acerca de este factor en los cráneos
Isleños no aventuramos juicio alguno. Los Fueguinos tienen un ín-
dice mayor aun : 83, lo cual significa que la relación entre el diá-
metro máximo de ii5 mm. y el mínimo de 96 mm. es más es-
trecha. Una latitud máxima considerable tienen los Patagones con
(i) Ranke, Johannes, üeber altperaanische Schádel, etc.
En este caso como en todos los siguientes, en que comparamos nuestros materiales con
los peruanos, nos referimos siempre á términos medios, calculados por nosotros según
las cifras absolutas que da Ranke en la página 7/16 de la publicación citada,
(2) Ten Kate, Hermann C. F., Anlhropologie des anciens liabitants, etc., pág. 36.
(3) Mahtin, Rudolf, Zar physischen Anlhropologie der Feuerldnder, etc., pág. G0-61.
(4) Martin Rudolf, Altpalagonische Schddel, etc., tablillas loay 106.
(5) Lehmann-Nitscbe, Robert, El cráneo fósil de Arrecifes. Publicaciones de la Sección
antropológica de la Facultad de filosofía y letras, núm. 2, pág. 20. Buenos Aires, 1907.
— 38 —
12 1 mm., pero también su latitud mínima es grande (96 mm.).
La relación, índice 79, es siempre algo más estrecha que la de los
cráneos delPukará; los Patagones de Martin podrían tener una an-
chura máxima de 123 mm., conservando su latitud mínima, pa-
ra is:ualar su índice al de los Pukareños.*D"
índices faciales
índice facial total. — El índice total de la cara (KoUmann) :
Diámetro naso-sinfisio X ico
Diámetro bicigomático
ha dado para 10 cráneos de La Isla y 3o del Pukará la siguiente fre-
cuencia de los valores individuales, absoluta y en por ciento :
- 39-
odosoad
-TJLnajgdiff
: = s C3Oí = =
^ - - OO02 ^ .-
= ^ s r- - =
os- o «o ^ =
05 = = en m '-0
n í ; 05
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B|SJ Bq BJ6í[nj
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I S
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I -§
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J s
4o
Adverlimos una vez por todas qne no atribuimos á estos datos
valor estadístico alguno ; ante todo los Isleños, representados en
minoría, ocasionarían un concepto tal vez muy falso de su verda-
dero carácter. Solamente varios cientos de cráneos permiten conclu-
siones aproximadamente exactas, como con tanta razón ha mani-
íestado Bartels (i). Sin embargo con nuestros cuadros pensamos
contribuir á la rápida apreciación de las proporciones, dentro de
las series analizadas.
El término medio es para La Isla 89, para el Pukará 88. La cara
de los cráneos de La Isla es pues, en relación á su altura, algo rnds
estrecha que la de los Pukareños, si bien la diferencia entre ambos
grupos no es grande. Los dos pertenecen á los cráneos mesoproso-
pos, estando los Isleños en ellímite entre meso y leptoprosopía. Los
Patagones de Martin son euriprosopos (índice 8[\), los Fueguinos
del mismo autor, mesoprosopos (índice 85).
índicefacial superior.— La frecuencia del índice superior, fórmu-
, Diámetro naso-alveolar X 100 , , .,
la : j-^-; 7-T-^ r-- > es para las dos senes comple-Diametro bicigromatico
tas como sigue
índice facial superior
Grupos
(Sawaliscliiu)Kiirieno Mesoeno Lcptoc Hiperleploeno
La Isla
índices ....
Frec. abs.. .
Frec. en °/„
índices ....
Frec. abs. . .
Frec. en "/„
>. li6 47 48 49 5o 5i 52 53 54 55 56 57 58 » )) » )) ))
)) I I » I 2 I 3 4 3 I 2 » I )) )> » » )>
» 5 5 -> 5 10 5 i5 20 i5 5 10 » 5 » )) » » ))
Pukará
» )) » 48 49 5o 5i 52 53 5/1 55 56 57 58 59 60 » » » ))
)) ); )) 3 2 5 4 5 6 7 7 4 2 3 I I » » ,) »
" » " 6 4 10 8 10 12 i4 i4 8 4 6 2 2 » » » »
Anotamos el porcentaje de las frecuencias en el cuadro sinópti-
co á continuación :
(i) Bartels, Paul, Ueber Rassenunlerscitiede am Schddel. Internationale Zeitschrlft für
Anatomie und Physiologie, XXI. Berlín, igo/|.
41
índice facial superior
(Frecuencia en "/^)
Grupos (Sawaliscliin) La Isla Pukará
0.^6£ U7'S U8
^9
5o .
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II
i 1 5i
§ '53
S /5354
55
gi56
U 1^'
^ /58
59 •....
Hiperleptoeno : 60
El término medio es para La Isla 52, para el Pukará 53. En opo-
sición al índice facial total, el índice facial superior es menor en
los cráneos de La Isla ; la cara de los Isleños es por consiguiente algo
más ancha, en relación con su altura, que la de los Pukareños (i).
Es evidente que la mayor largura de la faz total en los Isleños se
debe á las mayores proporciones de su mandíbula. Efectivamente
la altura de la sínfisis de La Isla es de 35 milímetros, la del Pukará
de 3/i milímetros.
(i) Los Índices faciales deberian calcularse á la inversa, de lo cual resultaría, por
ejemplo, para nuestros cráneos como índice facial total :
En La Isla i lo
En el Pukará ,'Í2
Como índice facial superior :
En La isla igi
En el Pukará 188
Considerando por costumbre á las alturas como larguras, pensamos en diminución de
largor y aumento del anchor, cuando el índice aumenta. Las fórmulas usuales para los
Índices faciales exigen un razonamiento invertido que entorpece el entendimiento de la
relación.
- 42 -
La diferencia es pequeña, ambos tipos son inesoenos (i). No obs-
tante, en el cuadro sinóptico precedente puede observarse que ocu-
rren en La Isla con mayor frecuencia los tipos mesoenos, con ten-
dencia al eurieno, mientras los cráneos del Pukará avanzan hasta
la hiperleptoenia.
La correlación muy diversa que existe entre los índices de la fa/
total y parcial ó superior, lia originado la nueva nomenclatura
para la agrupación del índice facial superior que propone Sawaii-
schin, de acuerdo con Martin (2), y de la cual hemos hecho apli-
cación en nuestros cuadros, así como también de la nueva subdi-
visión, en grupos intermediarios y extremos, que pone ñn á la
vaga clasificación antes usual. Los dos índices, el facial total y el
facial superior, en nuestras dos series, 10 cráneos de La Isla y 3o
del Pukará, se combinan del siguiente modo :
(i) Savvalischin, Marie, Ueher Gesíchlsindices, etc.
(2) Ibidem., pág. 3oi.
43 -
Combinación de índices faciales totales
con índices faciales superiores
Hipereuriprosopo : hipereurieno.
.
— eurieno
— mesoeno
— leptoeno
— hiperleptoeno.
.
Euriprosopo : hipereurieno
— eurieno
— mesoeno,
— leptoeno
— hiperleptoeno.
Mesoprosopo : hipereurieno.
eurieno.
— mesoeno
— leptoeno
— hiperleptoeno.
Leptoprosopo : hipereurieno . . . . .
— eurieno
— mesoeno
— leptoeno
— hiperleptoeno. . . . ,
Hiperleptoprosopo : hipereurieno
— eurieno
— mesoeno. . . .
— leptoeno. ...
— hiperleptoeno
La Isla
liO
lO
10
Pukará
3.3
i6.6
10
3.3
23.3
3.3
10
i6.6
10
3.3
Los individuos analizados, por desgracia son pocos ; faltándo-
nos la medida del diámetro naso-sinfisio de varios cráneos, los ín-
dices faciales totales hallados están en número reducido, pero la
correlación en los ejemplos estudiados es notable por estricta. Con
la mayor frecuencia se combinan índices del mismo grupo y la
combinación de índices de diversa categoría no se extiende más
allá de las subdivisiones de proximidad inmediata.
De las otras subrazas americanas caben en el tipo nuestro me-
soeno : los Peruanos de A.ncón (Ranke), índice 5o ; los Patagones
- 44 -
(Martin), índice 52, igualan á nuestros Isleños (índice 52) ; á los
Pukareños con índice 53, asemeja el cráneo fósil de Arrecifes (Leh-
mann-Nitsche\
Índices fronto-cigoindticos
Los índices fronto-cigomáticos, según Martin (i), u demuestran
de cierto modo la inclinación de los contornos superiores de la
cara, que si bien no se hallan en un mismo plano, pueden consi-
derarse á él reducidos en proyección ortogonal ».
Hemos tomado los dos índices que nuestras medidas pueden pro-
porcionarnos ; el 1 pone en relación á la latitud bicigomática con
el diámetro frontal mínimo, el II á la misma latitud bicigomática
con el diámetro frontal máximo. Los valores individuales y su fre-
índice fronto-cigomático I
La Isla
Indice-i
Frecuencia abs. . . .
Frecuencia en °/o.
.
índices
Frecuencia abs.. ,
Frecuencia en "/„
» » » )> » » 64 65 66 ^7 68 69 70 7' 72 73 74 75
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» » )) )> )> )) 10 25 5 •> 5 10 5 1
5
1
5
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Paleará
58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 «9 70 71 72 73 74 75
I )> 2 I I 2 2 6 4 8 4 6 4 3 3 2 » »
9 » 4 2 2 4 4 12 8 16 8 12 8 6 6 4 )) »
(i) Martin, Rijdoi.i-, Díe Jnlandslámme, etc., pág, /197.
45 -
índice fronto-cigonaático II
índices
Frecuencia abs. . ,
Frecuencia en °/o
índices
Frecuencia aiis. . .,
Frecuencia en °/o.
La Isla
76 77 78 79 80 81 82 83 8!i 85 86 87 88 89 90 91 92 93
I » 2 I I 2 I I 2 )> I » I 2 1 2 I
5 » 10 5 5 10 5 5 10 » 5 )) 5 10 5 10 5
Pukará
76 77 78 79
I )) )) »
2 )) " >>
80
3 5
610
90 91 92 93
6 3 I 2
12 6 2 4
El término medio del índice fronlo-cigorndtico I es para La
Isla, 69 ; para el Pukará, 67. « Cuanto menores son los índices,
tanto más grande es, naturalmente, la convergencia de las tangen-
tes hacia arriba » (Martin) (i) ; tanto más grande es la diferencia
entre los dos componentes. Los arcos cigomáticos de los cráneos
del Pukará son relativamente más dilatados que los de nuestros
Isleños.
El término medio del índice fronto-cigoniático II es por lo contra-
rio más pequeño en La Isla, 85, y mayor en el Pukará. El diámetro
frontal máximo de los Pukareños es bastante más grande que el de
los Isleños ; son, pues, más convergentes los contornos de los crá-
neos Isleños ; en los Pukareños los dos componentes se aproximan.
Ya hemos mencionado oportunamente que creemos algo influen-
ciado al hueso frontal de los Pukareños por efectos de la deforma-
ción artificial. Es singular que la escala de variaciones de este ín-
dice, de 76 á 9/4, es la misma para nuestras dos series.
u De igual modo pueden fijarse los contornos laterales de la
cara inferior, comparando entre sí á las anchuras : bicigomática
y bigoniaca » (Martin) (2).
Obtenemos de ese modo el
(i) Martix, RuDOii', Dte ]nlandslaemme , etc., pág- ^97-
(2) Ibidem., pág. /j()8.
- 46 -
Índice ¡jonio-cigomdtico
cuyos valores individuales, sus frecuencias y por ciento detallamos
en el cuadro á continuación :
índice gonio-cigomático
índices (i) .
Frec. aljs . . ,
Frec. en °/o ,
Índices . .
Frec. abs
La Isla
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4 " 6 » '2 4 6 16 6 4 6 i4 8 4 6 2 6 2 2 ))
El término medio 71 es para nuestros dos grupos el mismo.
Martin (i) compara este índice gonio-cigomático con el fronto-ci-
Fig. o. Proyección ortogonal de los contornos de la cara, i, La Isla, 2, Pukará
gomático I para reconocer si es más estrecha la cara superior ó si lo
es la inferior. Nota en sus Semang y Senoi mayor convergencia de
los contornos inferiores. En nuestros cráneos el índice gonio-cigo-
mático es mayor que el fronto-cigomático 1, y por lo tanto, las
caras son más estrechas en su parte superior, la inclinación de los
(i) Contamos solamente con diez mandíbulas de La Isla.
(2) Martin, Rudolf, Die Inlandslaemme, etc, pág. ¿198.
- 47 -
contornos es más pronunciada en la reglón frontal. Según las cifras
obtenidas por nosotros de las tablas numéricas del autor, vale lo
mismo para la relación entre cara superior é inferior de los Pa-
tagones y Fueguinos de Martin (i). Representamos en los pequeños
esquemas de la página anterior dos exágonos que son la proyección
ortogonal de los contornos de la cara. El primero se refiere á La Isla,
el segundo al Pukará. El lado superior del exágono equivale al diá-
metro frontal (término medio de los valores absolutos), la segunda
horizontal responde al diámetro bicigomático ; el lado inferior al
diámetro bigoniaco.
índice orbitario
La frecuencia de los valores individuales del índice orbitario es
la siguiente :
(i) Martin, Rudoli', Altpatagonische Schaedel, etc. j Zar physischen Anlltropologie der
Feuerlaender, etc.
48 -
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- 49 -
En el cuadro gráfico á continuación queda inscripto el porcen
taje de la frecuencia de los índices.
índice orbitario
(Frecuencia en Vo)
Grupos (Broca-Sarasin')
11
>4.
S5.
86.
\
Oh
89..
90..
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92..
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•
100.
lOI .
102.
io3.
io4.
in5.
106.
107.
108.
109.
no.III.
112,
ii3.
ii4.
1x5.
I 116.
La Isla Pukará
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IIIIIIHII
lili
II
— 5o —
El término medio de nuestros índices, sumamente alto, es el
mismo para La Isla y el Pukará, loi ; la altura y la anchura son
iguales, en La Isla ambas algo más pequeñas (35 X 35,) que en el
Pukará : 3'] X 5'].
Hemos medido según lo indica la Convención de Monaco la an-
chura desde el dacrio hasta el borde externo. En los cráneos defec-
tuosos usamos el recurso igualmente mencionado por la Conven-
ción, eligiendo como punto de reparo en el borde interno, la cresta
lacrimal posterior, donde se encuentra con el borde inferior del
frontal. La diferencia entre las medidas halladas con estas dos téc-
nicas es pequeña, como puede comprobarse en las tablas demostra-
tivas de Wolfl'(i). Sería preferible tomar siempre el punto lacrimal
posterior, cuya exacta determinación es mucho más fácil que la
del dacrio (2). La altura se midió de borde á borde, perpendicular-
mente á la anterior y buscando el diámetro mayor vertical, sin
punto anatómico de reparo, pues la sutura infraorbital á que mu-
chos se refieren, como explica Adachi (3) no puede servir de punto
de partida por la gran variabilidad de su situación.
El índice enorme de nuestros cráneos depende por parte de la
menor anchura y por parte de la mayor altura de su órbita. EnLa Isla, la altura (de 35 mm.) es igual á la de otros cráneos ameri-
canos; los Calchaquíes de Ten Kate y Fueguinos de Martin, ya va-
rias veces citados, tienen igualmente 35 mm. de altura orbitaria,
los Patagones (Martin) 3/i mm. Pero la anchura de estos tipos es
mayor; de 38 mm., ^i mm, y /jo mm. respectivamente. Los
Pukareños con su anchura de 37 mm., se aproximan más á las
cifras recién citadas, en cambio la altura de sus órbitas (de 37
mm.) es también mayor.
(1) WüLFF, TnERESE, Beilruge zur Anthropologie der Órbita. Phil. Disserlalion, pig. )6.
Zürich, 1906.
(2) Wolff fibidem), propone el punto fronto-malar. Pero hasta ahora se ha tratado
siempre de correlacionar lo más posible las mediciones del cráneo con las del vivo, y la
impresión que recibimos de las dimensiones de los ojos responden más bien á la aber-
tura orbitraria entre la cresta lacrimal y el borde externo, que no á la que se obtiene
tomando como punto interno el fronto-malar, que da un índice mucho menor, una ór-
bita más ancha.
(3; AuACHi, BuNTARo, Díc Órbita und die Hauptmaasse des Schddels der Japaner und
Methode der Orbilalmessang. Zeilschrifl für Morphologie und Anthropologie, Vil, pás;. Sgo.
Sfuttgart, igo4.
— 5i —
Nuestros cráneos son hipsoftalmos, aplicando la división de Bro-
ca y la nomenclatura de Sarasin (i). Pertenecen al mismo grupo
muchos de los cráneos de raza americanos. Martin (2) refiere : « los
Fueguinos son en término medio... hipsiconcos, y se encuentran
valores muy altos de esta forma en un grande número de casos
individuales »
.
índice nasal
Con un índice en término medio de 48, nuestros cráneos Isleños
se presentan nuevamente algo más estrechos que los Pukareños,
cuyo índice nasal es ^9. La diferencia no es por cierto grande y
ambas series según nomenclatura de Broca mesorrinas, con apro-
ximación, ante todo La Isla, ala leptorrinia. Damos á continuación
la frecuencia absoluta y porcentual de sus índices individuales.
(i) Sarasin, Paul usd Fritz, Ergebnisse naturwissenschaftlicher Forschungen auf Ceylon
in den Jahren 188U-í88ti, pág. 177, Wiesbaden, i8g3.
(2) Martin, Rudolf, Zar physischen Anlhropologie der Feuerlander, etc., pág. 9.
02
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53
El cuadro siguiente es mucho más sinóptico ; se nota cierta ar-
monía en el ascenso y descenso de las frecuencias concernientes al
Pukará. Las irregularidades de La Isla que aparecen en todos
nuestros cuadros, son debidas al corto número de ejemplares,
circunstancia desfavorable á toda síntesis. Sin embargo la tendencia
de los Isleños á leptorrinos queda evidenciada.
índice nasal
(Frecuencia en Vo)
Grupos (Broca)
/3738
39
4o
ki
43
44
45
46
\47/ 48
\49
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52
53
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55
56
57
58
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6i
62
63
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La Isla
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mil
IIIIIIIIIHIIIIIIIII
mil
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mil
mil
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mil
imiimimmil
I
imi
I
III
- 54 -
Los cráneos de La Isla y del Pukará, comparlen con su índice
mesorrino, también este carácter con varios de los cráneos ameri-
canos. Mesorrinos son los Fueguinos (Martin), con igual índice
como los Isleños, 48, que lo es también de los Peruanos de Pacha-
camac (Ranke). Los Calcbaquíes (ten Kate) se aproximan á los
Pukareños, con índice 5o. Los Peruanos de Ancón, cuyo índice es
46, son leptorrinos ; camerrinos los Patagones (Martin), índice 53.
Según Topinard (i) son mesorrinos los indígenas americanos en
general.
índice maxilo-alveolar
Generalmente denominado palato-maxilar como lo hiciera su
iniciador Flower (2) hemos preferido llamar con otros autores ma-
scilo-alveolar al índice que expresa la relación entre la largura de
la curva alveolar y su anchura. Esta última es igual á la anchura
del borde alveolar superior (n° 18 de la Convención de MonacoJ, y
se mide más ó menos á la altura de los segundos molares ó en su-
ma en su parte más dilatada. La altura de la curva ó largura ma-
xilo-alveolar, se extiende desde el prostio hasta la línea que pasa
por los bordes alveolares posteriores (3).
. ., , 1 , , 1- Anchura del borde alveolar X 100La lormula del mdice es =1 z
—-,—;
¡ j
Largura de la curva alveolar
y como la región maxilo-alveolar supera en latitud, su índice es ma-
yor que ICO. Nomenclatura y agrupación fijadas por Turner (4)
que son como sigue :
; Dolicourania x — 109,9
Mesourania iio — ii4.9
Braquiurania 1 15 — x
responden al borde maxilo-alveolar estrecho, mediano y ancho.
(i) Tofisard, Paul, L'Anthropologie. pág. 268. París, iSgB.
(2) Flower, ex Turner, N. M., Report on the scientific Resalís of ihe Voyage of H. MChallenger, during the year í873-'j6. Parí XXIX : Report on the human skelelons, The
crania, pág. C. London, i88íi.
(3) La demarcación se hace fácilmente colocando una aguja ó un palillo, que atravie-
se el canal formado de amhos lados por el borde alveolar posterior y los procesos ptc-
rigoideos.
(.'1) Turner, N. M., Report on the scientific Resalís etc., pág. 7.
— 55 —
Los cráneos de La Isla son mesoaranios, su índice = ii/i ; los
Pukareños braquiuranios tienen un índice de 121, son mucho más
anchos en relación á su largo que La Isla . Turner ( i ) obtiene en tres
Fueguinos un término medio de 112, Martin para los suyos por
índice 116 ; sus Patagones cuentan con un índice de io3. Estos po-
cos ejemplos representan formas que caben en todos los grupos.
Nuestras series por sus valores individuales abarcan también las tres
formas, variando en La Isla entre 100 y 1 36, en el Pukará de 98
á 1/Í7.
Esta misma observación vale con referencia al
índice palatino
cuyos valores de 7/Í-102 en La Isla y de 68-102 en el Pukará,
abarcan las tres divisiones establecidas por Virchow (2) de palada-
res lepto, meso y braquistafilinos. El término medio es 6ra(/«í5tay?-
lino, 86 en La Isla y 89 en el Pukará. Los cráneos Isleños tienen
el paladar más estrecho que los Pukareños, circunstancia debida
únicamente á la mayor anchura absoluta en los últimos; la longi-
tud en ambas series es igual.
Nuestros cuadros á continuación instruyen acerca de la frecuen-
cia y de la agrupación de los valores individuales.
(i) Obra citada, pág. ly.
(2) ScHMiDT, Emil, Anthropologische Methoden. Anleitang zum Beobachten und Sammeln
fdr Laboratorium und Reise, pág. 827. Leipzig i888.
— 56
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ladice palatino
( Freruencia en "/„)
Grupos {\ircho^v)
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75.
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////
//
/////,
/////
/////,
//
//////
//
Tanto el índice palatino así como también el índice máxilo-al-
veolar parecen ser caracteres muy variables. El cuadro precedente
- 58 —
demuestra qué extensa es la escala de variación de los Pukareños.
En La Isla son relativamente frecuentes determinados valores ; ello
depende del corto número de que se compone la serie, debiendo
ciertos números, calculado el por ciento, repetirse forzosamente
con frecuencia.
Investigando si existe ó no cierta correlación entre los índices
palatino y maxilo-alveolar, obtuvimos los siguientes resultados en
nuestras series :
Combinación del índice máxilo-alveolar
coa el índice palatino
Dolicouranio : leplostafllino. .
— mesostafilino .. ,
— braquistafilino,
Mesouranio : leptostafilino . . .
— mesoslafilino.. . .
— braquistafilino. .
Braquiuranio : leptostafilino..
— mesostafilino.
.
— braquistafilino
La Isla
12.5
i3.7
6.2
6.2
6.2
25
Pukará
10
32
4
20
Si bien la correlación no es aquí tan estricta como la liemos
hallado para los índices faciales (pág. /jS), se combinan con la
mayor frecuencia formas iguales ; ante todo se advierte esto en los
cráneos de Pukará ; solamente en dos de 5o casos se combinan
formas extremas braquiuranias y leptostafilinas. En La Isla se trata
del caso opuesto, combinación de tipos dolicouranios y braquista-
filinos ; también son algunos más los casos. Entre los Pukareños más
de la mitad, un 6/i por ciento son braquiuranios ; en La Isla esta
correlación responde á un 25 por ciento, otro tanto es braquiuranio
mesostafilino. Hemos podido comprobar la afirmación de Bauer (i)
que « el índice palatino y el palato-maxilar corren casi comple-
tamente paralelos». En cuanto á la correlación entre el índice
(i) BtuKR, MoRiTz, Beilraege ziir anlhropologischen Uníersucliung des knrten Gaumens-
Phil. Disserlation, pág. 36 y i3. Züricli, 190/1.
— í>f
facial superior y el palatino, de la cual dice el mismo autor que no es
posible constatar relación alguna entre ellos, no necesitamos masque
recordar nuestras formas faciales mesoprosopas y mesoenas, para su-
poner igual cosa de nuestras series. No obstante daremos los detalles :
Combinación del índice facial superior
con el índice palatino
Hipereurieno : leptostafilino . .
— mesostafilino. .
-— braquistafilino.
Eurieno : leptostafilino
— mesostafilino
— braquistafilino. . . . ,
Mesoeno : leptostafilino
— mesostafilino
— braquistafilino.
Leptoeno : leptostafilino
— mesostafilino.
— braquistafilino. . . .
Hiperleptoeno : leptostafilino. .
— mesostafilino..
— braquistafilino
La Isla
5.5
1 1 .
1
5.5
5.5
23
27.7
))
II . I
II . I
Pukará
6
4
18
I
I
10
16
12
8
36
Hallamos la correlación de más frecuencia entre las dos formas
que representan el término medio, mesoeno-braquistafilino. Las
formas muy extremas no ocurren, pero la combinación de los de-
más tipos diferentes es común. En nuestras pequeñas series la
correlación entre el índice facial superior y el palatino es un carác-
ter inconstante.
índice gndtico
El índice gnático de Flower (i) cuya fórmula es :
Diámetro alveolo-basilar X 100
Diámetro naso-basilar
(i) Flower, ex Sarasin, Paul und Fritz, Ergebnisse natarwissenschaftlicher Forschun-
gen, etc., pág. 176-176.
— tío —
aprecia por medio de la relación entre las dos longitudes el mayor
ó menor prognatismo de las razas. Cuentan como : ortognatos los
índices menores que 98; son: mesognatos los índices entre gS-ioS,
prognatos los índices mayores de io3.
Tanto los cráneos de La Isla como los del Pukará son mesog-
natos, sus índices 99 y 1 01. La escala de variaciones y las fre-
cuencias se expresan en el cuadro siguiente. La largura alveolo-ba-
silar de los cráneos Isleños es algo menor que la largura naso-ba-
silar ; en los Pukareños la relación es inversa y estos son, dentro de
su mesognatismo, algo más prognatos que los Isleños.
A continuación damos su frecuencia en por cientos :
— 6i
«es
tí
03O ^ -. o . ,'-' t-l
00o
- lO OOo _ _
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índice gnático
(Frecuencia en "¡^
La Isla
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/////
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/////
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llllllllll
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mil
Pukará
////
//
////
mili
iiiiiiii
mili
mmimimimllllllllll
llllllllll
llllllllll
iiiiiiii
miII
mili
índice cóndilo-goniaco
El único índice exclusivamente mandibular que consideramos
es el condilo-goniaco. Sin influir mayormente en la conformación
facial general, estudia á la mandíbula por sí misma. Los valores
individuales y su frecuencia son como sigue :
Ü3
oo
ao
' : S
^ ^ ^
- ' ~
' -' ^
: = ^
' = =
- í :
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00o í -
o = ~
5 ::
'c¿ ;; -
hH M
- 64 -
La escala de variación es muy grande como puede observarse
en la serie del Pukará ; la serie de La Isla tiene escasísima impor-
tancia ; un grupo tan pequeño nos proporciona siempre algunos
datos, pero su valor es muy relativo, así en el caso que aquí tra-
tamos como en todos los anteriores en que la mandíbula tuvo que
intervenir. Por el término medio, la relación de los dos compo-
nentes es más estrecha en los Isleños, su índice mayor. Para igualar
á La Isla, el Pukará en relación á su anchura bigoniaca debería
tener una anchura bicondilea menor. Comparamos nuestros índi-
ces con los de autores ya citados en nuestras referencias anteriores,
agregando dos grupos americanos estudiados por Frizzi (i).
íüdice
Calchaquíes (ten Kate, pág. 42) 7G
Pakareños. 77
Isleños 79
Peruanos (Frizzi, pág. 286) 8i
Patagones (Martin) 81
Indígenas norteamericanos (Frizzi, pág. 286). 83
Fueguinos (Martin). 86
Para caracterizar más detalladamente nuestras mandíbulas agre-
gamos la comparación de las medidas absolutas :
Cuadro comparativo de las medidas
absolutas de la mandíbula
"3 %
'3 ^
.C"
1 -
N
? c
^ 1
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'3 z
3 5,
§•1te g
3
Anchura bicondilea 121
93
63
3o
))
33
))
i3o°
118
96
63
33
3i
16
119'
126
io5
04
44
33
18
126°
121
io4
59
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))
35
»
124
lOI
66
33
»
34
»
118
9a
58?
32
42
35
16
120°
123
9^
62?
33
4o
34
18
i33°
Anchura bigoniaca
Largura de la rama ascendente
Anchura mínima de la rama ascendente
Anchura máxima de la rama ascendente
Altura de la sínfisis
Espesor máximo del cuerpo mandibular
Ángulo mandibular
(i) Frizzi, Ersst, Unlersuchungen am menschliclien Unterkiefer mil specieUer Berücksich-
ligung iler Regio mentaUs. Archiv fiir Anthropologie, IX, pág. 253-28IJ. Braunschweig, 1910.
— 05
TERCERA PARTE
COBRELA.CIÜN ENTRE NUESTRAS DOS SERIES DE CRÁNEOS
LA ISLA Y EL PÜKARÁ
Terminada la comparación de nuestras series craniales por vía
descriptiva, ilustrando con cuadros numéricos y sinópticos las con-
vergencias ó divergencias de los caracteres más importantes, acu-
dimos al método gráfico de Mollison (i) para facilitar el entendi-
miento de la correlación mutua de los dos grupos que estudiamos.
Si ya las relaciones ó índices son elementos de valor para la diag-
nosis de los diversos tipos, Mollison considera de máxima impor-
tancia la combinación á su vez de los índices. Rusca en primer
término, para un individuo ó grupo cuya relación con otro desea
conocerse, una expresión numérica que signifique la posición que
dicho individuo ó grupo ocupe con referencia al otro grupo con el
cual se desea compararlo. Procede entonces á la determinación de
la divergencia existente entre el primer grupo y el segundo, rela-
cionando luego esa divergencia con la escala de variación del se-
gundo grupo-base. La escala de variación que habitualmente se
comprende abarcando todos los valores desde el mínimo hasta el
máximo, quedará dividida en dos partes, una descendente, desde
el término medio hasta el extremo mínimo, y una ascendente,
desde el término medio hasta el extremo máximo, marcándolas
con los signos -|- y — . La divergencia del individuo ó grupo que
se relaciona con la escala de variación, se expresará en por cientos
de ésta, es decir : se multiplicará la diferencia entre los dos térmi-
nos medios por ico, dividiendo el producto por la diferencia ab-
soluta que existe entre el término medio y el valor extremo -|- ó —del grupo-base. El resultado nos da la relación que el individuo
ó grupo primero puedan tener con el segundo grupo. Por ejemplo:
si buscamos la correlación que pueda haber entre el índice frontal
(i 1 Mollison, THEODon, Beitrag zur Kraniologie und Osieologie der Maori. ZeitschriJ'l
Jar Morphologie und Anihropologie, IX, pág. Sag-SgS. Stuttgart, igo8.
— 66 —
de nuestros Isleños y de los Pukareños, determinamos primero la
diferencia entre sus índices, que como La Isla tiene 8i y el Pukará
78, será, tomando al Pukará como grupo-base, igual á -|- 3 ; mul-
tiplicamos este producto por 100 y lo dividimos á su vez por g,
diferencia que existe entre el término medio y el valor máximo
de los Pukareños (término medio 78, máximo 87, diferencia 9).
=33, la diferencia relativa del índice frontal de La Isla
9
es = -(- 33. Si la diferencia primera de los términos medios fuera
para el grupo que se compara — , se relacionará con la escala de
variación del mismo lado, es decir, con la descendente.
Obtenemos de este modo un cuadro numérico como el que pre-
sentamos á continuación, tomando una vez al Pukará por base
y otra á los cráneos Isleños.
- 6?
Índices
I. Cráncus de La Isla
5 =o -t;
1 . índice frontal. . .
2. índice facial total
3. índice facial superior . . .
4. índice fronlo-cigomálico 1
5. Índice fronlo-cigomáticoll
6. índice gonio-cigomático.
7. índice orbitario
8. índice nasal
9. índice maxilo-alveolar.. .
10. índice palatino
1 1
.
índice gnático
\8.
(
f (+5-4) ^
\89
(
f (+ 7-0))
S5.2
t r+tí— 6)
\ «9
I (+6-5)
\ 85
I (+9-9)
\ 7>
? (+5-7)
^ 101
^+ i5-i7)
l>8
(+ 8-8)
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((+22— 14)
\ 86
)(+ l6— 12)
,1* 99
/ (+9—12;
+3
+
— I
+2
Ind12. Índice condiio-fiToniacodilo-'! (+4(+4-3)
+í
II. Cráneos del Pukará
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7, 4-
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+1
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— I ti
+ .6
-4o
+ 2 3
+ 12
+3,
+18
+ 22
—5o
Para expresar gráficamente esta relación, Mollison (i) procede
del siguiente modo : reduce á una línea recta todos los términos
medios de los diferentes índices del grupo que toma como base.
(i) Mollison, Tueodor, véase la nota pág. 4i4 y también : Die Maori in ihren Bezie-
marcando los índices sobre esta recta á igual distancia, arbitraria,
los unos de los otros. Paralelas á la recta traza otras dos horizon-
tales, una más arriba, otra más abajo, á igual distancia las dos de
la línea principal, recibiendo estas distancias un valor igual á ico.
Sobre la línea de los términos medios, es decir, la base, se trans-
portan ahora los índices divergentes, hacia arriba ó hacia abajo,
según lleven signo positivo ó negativo. Advertimos que Mollison
no da significado matemático á los signos ; la divergencia es en su
esencia siempre positiva, existe ó para un lado ó bien para otro.
Uniendo los puntos divergentes por rectas entre sí se obtiene una
quebrada, la cual según sea la relación que el grupo tenga con la
base, se destacará más ó menos de ésta.
Hicimos aplicación del referido método, trazando varios dia-
gramas que explicamos é interpretamos á renglón seguido.
Diagrama número 1 (fig. 6), responde gráficamente á la parte I
Cráneos de La Isla, del cuadro numérico página 69. La línea recta
horizontal gruesa es la base (los términos medios de los 12 índices
de los cráneos del Pukará), las dos líneas, superior é inferior res-
ponden á la escala de variación = 100. La quebrada que inter-
cepta á la base, se refiere á la divergencia relativa de los 12 índices
de los cráneos Isleños. Los índices 6 y 7, el gonio-cigomático y el
orbitario se confunden con la base, los otros se mueven á regular
distancia de ella. La divergencia de los cráneos Isleños, con refe-
rencia á los del Pukará, si bien existe no es muy grande, los dos
tipos se aproximan mucho. Se nota con más claridad este hecho
en el
Diagrama número 2 (fig. 7), donde se han inscripto juntamente
con los Isleños, los Fueguinos y Patagones de Martin, que dan un
dibujo mucho más movido. En algunos caracteres se confunden
ya los unos ya los otros tipos de tribu, pero en general la divergen-
cia de los cráneos de Martin es mayor que la de los Isleños. El cua-
dro página 71 da los detalles numéricos respectivos. Dice Mollison
que naturalmente la separación del grupo del individuo (ó del grupo)
divergente, será tanto menor cuanto más grande sea la escala de
variación de los valores individuales de la base, porque hay varias
hungen zu verschiedenen benachbarlen Grappen. Korrespondcnzblall der Deuíschen Gesellschafl
für Anlhropologie , EÜinologie und Urgeschichte, XXXVIII, pág. i47-i52. Braunsehweig,
1907.
69 -
I
a ¿
"'.-í
•5 c
03 CJ CJ U
posibilidades más de que el individuo á compararse tenga cabida en
el grupo-base. Como la serie de cráneos Pukareños es mucho ma-
yor que la Isleña, la divergencia de estos últimos no es tan gran-
de sobre base del Pukará, como lo es si se considera á este último
sobre base de La Isla. Presentamos los cálculos del cuadro página
67, II Cráneos del Pukará, en el cuAdro de esta página, en rela-
ción con los mismos Fueguinos y Patagones. Evidencia lo dicho el
Ci'áneos del Cráneos Fueguinos Cráneos Patagones 1
Puk; rá (base) (Martin) (Martin) I
Gencia
,
cráneos
^
Likará
1
encía
cráneos
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8
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> ^ s
-<
rt
r . Índice frontal 78 83* + 5 4- 44 79* + I + •1
2. índice facial total 88 12 10 84 - 4 - 4o 83 — 5 —5o3. índice facial superior .... 53 7 5 5i — 2 - 4o 53
4. índice fronto-cigomático I. 67 9 9 69* + 2 -|- 22 68 + I + 11
5. índice fronto-cigomático II 87 7 II 83* - 4 — 36 85* — 2 -186. índice gonio-cigomático. . 71 10 10 73* + 2 -f- 20 71*
7. índice orbitario. lOI i/i i3 85 —16 — 123 89 — 12 -928. índice nasal 4o 16 12 48 _ I — 8 53 + 4 +259. índice maxilo-alveolar
. . . 121 26 28 116 — 5 — 18 129 + 8 -t-3o
10. índice palatino 89 i3 21 9" + I + 8 87 — 2 - 9
1 1. índice a;nático lOI
77
9
i4
II
i3
98
86*
— 3
+ 9
— 27
4- 64
lOI
81*
4- I -t-ii
-f2813. índice condilo-goniaco . .
(i) Los índices marcados con asterisco han sido calculados por nosotros según los
términos medios absolutos de los autores respectivos.
Cráneos de Cráneos Fueguinos Gráneos Patagones
índices
La I
.0"a
a
otí
's
sla ( Dase)
.0
a
'a
Martin)
B
c'c
(Martin)
1 s2
1
Diferencia
con
los
cráneos
^de
La
Isla
vy +
5
1
S
._3"o
> H'0
>
I. índice frontal 8i 83* + 2 + 4o 79* — 2 — 5o
2. índice facial total 89 7 6 84 — 5 — 83 83* - 6 — 100
3. índice facial superior .... 52 6 6 5i — I — 16 53 + I + 16
!\. índice fronto-cigomático I. 69 6 5 69* 68 — I — 20
5. índice fronto-cigomático II 85 9 983* — 2 — 22 85*
6. índice gonio-cigomático.. 71 5 7 73* + 2 + 4o 71
7- índice orbitario. lOI i5 17 85 -16 - 94 89 12 - 70
8. índice nasal /i8
ii4
8
22
8 48
116 + 2 + 9
53
129
+ 5
+ i5
+ 62
+ 68g. índice maxilo-alveolar. . .
10. índice palatino 86 16 12 90 + 4 + 25 87 + I + 6
II. índice gnático 99
79
9
4
lí 98
86*
— I - 8 lOI + 2 -+- 22
12. índice condilo-goniaco . . 3 + 7 + 175 8i* + 2 -|- 5o
xn
a S Z
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.— .- - .H " '"' .^ H .— '^ "O '^
o ^ «— rs ro ^-r ir: -^ i-^ X' O — ^ ^
- 75 -
Diagrama número 3 (fig. 8), que como es natural, se presenta
á la inversa. La diferencia relativa es bastante más exagerada.
Puede apreciarse la divergencia mucho mayor que presentan
nuestros cráneos Pukareños en comparación con otras razas en el
Diagrama número á (fig. g), en el cual sobre su baso hemos
opuesto los caracteres de los Vedas de Sarasin (i), délos Maoris
según Mollison (2), de los Egipcios de Oetteking (3) y Semang
y Senoi de Martin (/|). Las mismas razas figuran en el
Diagrama número 5 (fig. 10), sobre base de los cráneos Isleños,
lo cual, naturalmente, altera un tanto la representación gráfica.
Los detalles así para el presente diagrama, como para el anterior,
pueden comprobarse en las tablillas numéricas con designaciones
correspondientes. Si volvemos ahora á los diagramas número 2
y 3, es palpable la aproximación entre los tipos de raza americana.
Lamentamos que la técnica distinta de varios autores no nos haya
permitido una comparación en mayor escala con otros cráneos de
raza americana y geográficamente vecinos de nuestras series (5).
Estas mismas no son bastante numerosas como para conducir á
conclusiones determinantes, que podrían ser siempre un tanto alte-
radas por nuevas investigaciones sobre nuevos materiales.
No hemos obtenido, ni siquiera al proceder á la comparación
con los cráneos de razas no americanas, tan notables divergencias
como las que registra Mollison para un Australiano, por ejemplo,
sobre base de sus Maoris (véase cuadro pág. 5/ío y diagrama fig. i,
tabla XVIIÍ). Pero su serie (de unos 17 cráneos), no es muy ñu-
tí) Sabasin, Paul und Fritz, Ergebnisse nalurwissenschafllicher Forschungen, etc.
(2) Mollison, Theodor, Beitrag zur Kraniologie, etc.
(3) Oetteking, Bruno, Kraniologiscite Studien an Altaegyptern, etc.
(4) Martin, Rudolf, Die Inlandstaemme der Malayischen Halbinsel, etc.
(5) Hemos aprovechado la obra de ten Kate sobre los Calchaquíes, siempre que sus
medidas podían sernos útiles, pero su técnica diferente nos ha privado de varias de ellas.
Chervin, dada la amplitud de su práctica fotográfica, no pudo estudiar sobre sus
cráneos bolivianos (y algunos argentinos coleccionados por Boman), sino los índices
cefálicos
Recientemente fueron analizados los materiales craneológicos de la colección Zavaleta,
que se conserva en el Museam fiir Vólkei-kunde en Berlín, por Kunike, quien no trac en
su publicación las tablillas con lodas las medidas, términos medios, absolutos é índice?,
que habríamos necesitado para calcular los índices de divergencia.
Véanse detalles sobre estas publicaciones en la reseña bibliográfica al final del presente
estudio.
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— 79—
merosa, por consiguiente, la variante entre los términos máximos
y mínimos excluye con mayor probabilidad la concomitancia de
un tipo extraño.
Con el término medio de los índices de divergencia fija Mollison
(pág. 536) el « valor típico » de cada individuo. Para nueve de
nuestros Isleños (los únicos de la serie que permitieron el cálculo
de los 12 índices), hemos obtenido el siguiente cuadro de índices
de divergencia y de términos medios :
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u Cuanto menor es el termino medio de los índices de divergen-
cia de un individuo con referencia á su grupo, tanto más típico
es para el mismo » (MoUison). Los valores típicos de los Maoris de
Mollison varían entre -rr v -prp— (pág. 537), los valores típicos¿9,7 ^ 60,0 ^i o '^ t-
TI I I1
•
de nuestros Isleños entre —— y ^ ; la pnmera expresión nu-
mérica corresponde, pues, al cráneo más típico del grupo de 9 in-
dividuos, la segunda es la expresión del cráneo más atípico (i).
La condición ideal para el cráneo típico está expresada por el o,
que significa equivalencia de todos los caracteres á los términos
medios del grupo. El valor 100, en cambio, es la expresión del
individuo más atípico, es decir, « que se halla en el extremo límite
de los valores que ocurren en todo el grupo», ((probabilidades
éstas que », como dice Mollison, (( no se han de realizar jamás en
la práctica » (pág. 536).
Á continuación se han reunidos los valores que para 3o cráneos
Pukareños tiene cada índice con relación al término medio general
de la serie (pág. 43) :
El término medio de los 12 índices para cada uno délos cráneos,
guarismo denominador del quebrado que da expresión matemática
al valor típico, nos enseña que el cráneo más típico délos 3o Puka-
reños considerados, es el n° 6355, el más atípico el n" 5o2i ; fluc-
I Itúan estos valores entre
20,8 ^ 56,4
(i) Lotii hace aplicación de estos caracteres (aunque no sabemos si á base del mismo
cálculo), en un diagrama según Mollison ; véase Loth, Edward, Reitraege zur Krciniologie
der Polen, pág. 333 y 33/i.
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83
Síntesis
Los cráneos de La Isla en determinados caracteres difieren de los
cráneos del Pukará de Tilcara.
Son en absoluto algo más pequeños, lo cual habla en favor de
una talla igualmente más reducida. Habiéndose desistido del es-
tudio del cráneo cerebral á causa de su deformación artificiosa,
réstanos hacer las siguientes observaciones acerca del cráneo visceral
.
En La Isla se trata de un tipo facial en general más estrecho ; si
bien son pequeñas divergencias, ha menester mencionar que la cara
total, la nariz, la reglón maxilo-alveolar y el paladar demuestran
esa tendencia. El Pukareño es, en general, un tipo más grande
y más ancho. En lo que hace al índice facial superior de los cráneos
Isleños que denota una relación contraria á lo establecido, depende
de la menor altura naso-alveolar, deficiencia que en el índice total
facial suple la altura sinfisia de la mandíbula.
Problema de difícil solución es él de las causas á que se deben
tales divergencias, entre dos tipos que por otro lado se aproximan
mucho. Pudiera ser que por el arrinconamiento de un pueblo se
hayan producido, tal vez por efectos de la consanguinidad, algunos
caracteres somáticos nuevos.
La forma analítica general de nuestros cráneos es semejante para
ambas series :
Los Isleños son tipos mesoprosopos-mesoenos-hiperoftalmos-
leptorrinos-mesouranios-braquistafilinos-mesognatos.
Los Pukareños son tipos mesoprosopos-mesoenos-hiperoftalmos-
naesorrinos-braquiuranios-braquistafilinos-mesognatos.
Hay que agregar á las diferencias entre nuestros dos grupos otra
más : el hábito de la detormación se ha realizado entre los Isleños
de modo muy diferente. La deformación cuyo tipo hemos anali-
zado con detalle, conduce á suponer cierta afinidad de los Isleños
con los indígenas que poblaron el norte de la región Humahuaca,
mientras los Pukareños quedaron deformados á manera calchaquí.
Las diferencias somáticas, ya lo hemos dicho, no son muy gran-
des, pero demuestran siempre cierta divergencia entre los antiguos
habitantes de La Isla y los del Pukará de Tilcara.
Buenos Aires, agosto de igii.
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Agradecemos las fotografías de nuestros cráneos, que han servido para la
reproducción de las láminai, al señor Santiago Pozzi, del Museo Nacional de
Buenos Aires.
APÉNDICE
— 88 —
MEDIDAS ABSOLUTAS CKANEOS DE LA
Número de orden.. .
Número del catálogo
Edad
, 1 3 4 5 6
5ooi 0071 6072 6073 507(1 5077
Mal. Mal. Ad. Mal. Sen. Juv.
1. Diámetro anteroposlerior má^simo.. . .
2. Diámetro antero-posterior iniaco .....
3. Diámclro transverso máximo
!\ a. Altura basilo-bregmática.
4 h. Altura auriculo-brcgmática
5. Diámetro frontal mínimo
6. Diámetro frontal máximo
7. Diámetro bimastoideo máximo.
8. Diámetro bicigomático
g. Diámetro naso-basilar
10. Diámetro alveolo-basilar
12. Diámetro naso-sinfisio
12. Diámetro naso-alveolar
1 3. Altura de la nariz
1 4- Anchura de la nariz.
1 5. .Vnchura interorbitaria
16. Anchura orbitaria
17. Altura orbitaria
i8fl. Anchura del borde alveolar superior
1S6. Altura de la curva alveolar
190. Largura de la bóveda palatina
196. Ancliura de la bóveda palatina
20. Altura orbito-alveolar.
21 fl. Largura del agujero occipital
216. Anchura del agujero occipital
22. Curva sagital del cráneo
23(1. Curva transverso del cráneo. ......
23 h. Circunferencia horizontal del cráneo
173 i64 161 162 1 63 167
.73 1 63 160 160 160 160
i38 i33 i3t 147 i47 i4i
129 .. 1 24 .37 i35 l32
'17 ii4 ••7 125 125 120
9' 82 93 92 92 85
"7 107 1 12 lio '•7 106
128 122 137 123 120 1 13
139 129 i3o i35 127 120
^9 )) 85 97 91 89
^9 » 91 88 84 91
fif) «7 «9 67 59 67
52 5o 48 52 48 5o
26 23 26 25 27 21
21 23 24 25 22 21
36 35 36 37 38 34
35 34 37 36 34 32
52 60 61 5o 47 63
52 52 53 48 46 48
47 jj 5o 45 44 43
36 4o 42 36 45 42
36 45 4o 38 35 45
34 )) 34 4o 32 34
25 » 27 3i 3o 26
370 34o? 34 o 345 358 35o
3o5 290 3oo 320 3i5 295
5oo 490 485 485 48o 490
— 8(
ISLA DE TILCARA TADLA NÚMEUO I ( CrÚUCOS I-20)
7 8 9 10 II 12 i3 14 i5 ití •7 18 19
5078 3i53 3i54 3i55 3i58 3i59 3 1 60 3i6i 3i62 3i(34 3i(i5 3 1 8/1 3874
Juv. Mat. Mat. Juv. Mat. Sen. Ad. Sen. Ad. Ad. Mal. Ad. Sen.
3876
Ad.
Cráneo
16^
157
i37
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122
92
iiG
124;'
1 24 ?
62
46
23
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33
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167
167
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49
45
4o
45
33
26
345
3oo
4 60
1 66
i64
129
128
116
88
1 12
120
123
88
87
107
65
48
25
27
36
37
60?
46
3i
28
365
3oo
485
i58 1
i56
125
1 3o
i'9
90
io5
121
i3o
93
94
116
70
48
2/i
25
34
34
59
5i
46
38
39
32
26
34o
280
4-70
1 168 1G7 i53 172 166
i63 i63 l52 i64 i63
i43 i33 i37 i5o i48
)) i33 122 i36 i45
ii4 118 1x3 127 i35
87 90 86 87 93
108 108 [08 107 1 08
ii4 126 108 ii5 126
120? i38 119 l32 l42
» 100 90 90 96
» 102 90 92 90
» ii4 102 127 i3o
65 73 64 77 77
48 53 48 52 57
25 23 22 21 23
24 27 21 23 24
35 36 34 35 38
37 38 36 34 38
5o 59 5i 64 60
46 54 5i 5
1
53
)) 5o 46 45 47
4o 4o 34 38 4 o
42 48 36 46 46
)) 34 3i? 32 34
í) 27 27 26 27
335? 34o 325 36o 370
3oo 3oo 290 3io 325
5io 490 465 5i5 520
1 60
i54
i3o
i33
122
86
106
122
l32
9'
97))
65
48
22
23
35
37
60
53
46
37
4o
33
3o
355
295
490
1 56
i44
i34
125
116
78
97
ii3
122
84
91
62
45
23
22
3i
36
60
49
42
4o
33
3i
26
325
290
470
— 90 -
MEDIDAS ABSOLUTAS CRÁNEOS DE L\
Número de orden.. .
Número del catálogo.
Edad
I 2 3 4 6
5ooi 5071 5072 0073 5076 5077
Mat. Mat. Ad. Mat. Sen. Juv.
B. Man
25. Anchura hicondilea
26. Anchura bigoniaca.
27. Largura de la rama ascendente.
28 a. Anchura mínima de la rama ascendente
286. Anchura máxima de la rama ascendente
29. Altura sinfisia
30. Altura del cuerpo mandibular
3i. Espesor máximo del cuerpo mandibular.
33. Ángulo mandibular
— 9'
ISLA. DE TILCARA TABLA NÚMERO 2 (Mandíbulas 1-20)
7 8 9 10 1
1
1
2
i3 i4 i5 iG 17 18 19
5078 3i53 3 1 54 3i55 3i58 3i59 3 1 60 3iüt 3162 3i6/i 3i65 3i84 3874
Juv. Mat. Mat. Juv. Mat. Sen. Ad. Sen. Ad. Ad. Mat. Ad. Mat.
20
387C
Ad.
díbula
127 120 120 ii5 1 15 116 136 100!* ii5 123
io5 92 90 95 87 93 io4 76 89 94
64 61 5i 60 44 61 64 48 62 63
3i 29 3o 3i 32 33 » 37 3i 3i 37
42 42 37 39 45 4o 47 4o 4o 46
34 4i 3o 33 33 36 34 29 4o 37
3i 23 27 29 25 3i 35 24 3i 36
16 i4 17 16 i5 16 19 1
4
16 '9
116° 125° 120° 118° i35' ii5° 116' 110° 116° 125°
92 -
MEDIDAS ABSOLUTAS CRÁNEOS DEL PUKARÁ
Número de orden . . .
Número del catálogo
Edad......
I 2 3 4 5 6 7
3 1 66 3i77 3178 3i8o 3889 3890 3891
Mal. Mat. Juv
.
Mal. Juv
.
Juv
.
Sen .
1. Diámelro antcro-poslerior máximo. . .
2. Diámelro antcro-poslerior iniaco
3. Diámetro transverso máximo
ka. Altura basilo-bregmática
kh. Altura auriculo-bregmálica
5. Diámetro frontal mínimo
6. Diámetro frontal máximo
7. Diámetro bimastoideo máximo
8. Diámetro bicigomático
9. Diámetro naso-basilar
10. Diámetro alveolo-basilar
11. Diámetro naso-sinfisio
12. Diámetro naso-alveolar
i3. Altura de la nariz
l4- Anchura de la nariz.
i5. Anchura inlerorbitaria
16. Anchura orbitaria
17. Altura orbitaria
18 a. Anchura del borde alveolar superior
186. Altura de la curva alveolar
19 a. Largura de la bóveda palatina
196. Anchura de la bóveda palatina.. . . .
20. Altura órbito-alveolar
21 a. Largura del agujero occipital.. . . . .
216. Anchura del agujero occipital
22. Curva sagital del cráneo
23 a. Curva transversa del cráneo
23 5. Circunferencia horizontal del cráneo
171 161 i55 173 167 1 65 i58
170 109 i54 171 160 157 l52
i46 i4o i35 i48 i4o i5i i54
i35 127 127 i33 124 125 127
128 112 ii5 117 116 i'9 120
91 88 85 9i 89 91 91
lio 109 112 124 ii5 ii5 118
125 120 lio i35 112 117 124
i44 128 120 i45 127 12Ü i33i
92 93 84 97 83 89 87 I
9S 95 85 95 85 90 96
80 <59 62 70 67 «71
70
57 5o 5o 48 46 5o 5o1
23 24 22 22 24 24 24 ¡
23 a4 22 26 25 23 25
36 i4o 34 35 38 35 36
38 34 36 36 35 36 35
67 62 61 70 58 56 5o
52 5i 5o 5o 45 ^9 54
48 46 43 46 42 45 5o1
46 43 42 ^7 4i 4i 34 !
46 4o 38 44 39 4i 4o'
3i 3i 32 36 3o 3i 3i
28 27 28 33 24 27 28
36o 34o 34o 36o 345 335 342
320 290 295 3o5 3o5 3io 3io
5i5 490 470 5i5 490 525 5io
93
. ipR TILCARA TABL.V NLMERO 3 (Crálll'OS 1-25)
8 9 10 1
1
12 i3 i4 i5 16 17 18 19 20 21 22 23 24
3892 3893 389/, 3895 3897 3898 3899 500 4 5oo5 5oo6 5007 5o 10 5oi4 5oi5 5017 5oi8 5020
Mat. Mal. Ad. Ad. Mat. Mat. Mal. Ad. Sen. Ad. Mal. Son . Ad. Mat. Sen . Mal. Mal.
20
5o2I
Mal.
Cráneo
160 1G7 157 i56 169 i55 i58 i56 167 172 i58 i56 i58 162 1 65 162 1 66 1 63
1 59 i63 1 54 l52 i63 i48 i53 l52 1 55 i65 i49 l52 1 47 160 i55 1 53 160 159
1^9 i44 i48 i4o i5o i43 i45 i4o i5o i53 i49 (58 i53 102 173 i56 i4o i53
i37 i35 i3o 126 i38 i37 i3i i3o i3i ,37 i34 l32 i35 i44 137 l32 126 i44
124 119 "9 117 123 128 120 118 121 128 125 125 120 128 127 120 1 1
1
i44
98 96 95 83 89 91 82 81 88 100 89 89 90 lio 98 89 7^ 88
117 116 119 109 118 120 H7 109 17 121 1 12 107 118 127 128 120 io3 122
120 127 125 124 i34 120 12
1
125 1 3o 142 120 i3i 127 i4i i35 l32 123 i4o
i43 i39 i3o 127 i48 i3i 126 i3i i34 i48 126 I 32 i3i l52 i43 i35 125 1 46
99 95 91 91 95 90 89 91 9' lOI 93 91 87 100 97 85 88 100
98 95
)>
93
»
95
»
95 94 98 100 9^ 100 95 91 83 100
125
94
122
85
112
90
1 15
90
118
71 73 71 71 77 72 «7 73 72 75 74 68 71 77 73 71 72 •^9
02 5i 5o 5o 55 52 45 5i 5o 55 53 49 5o 55 52 5i 5i 02
25 25 24 23 26 25 29 24 26 26 26 27 24 29 20 27 24 27
27 25 24 21 24 27 25 22 22 25 22 24 24 28 26 25 24 27
36 37 35 35 37 35 37 34 37 39 35 36 35 4i 37 37 34 37
37 37 37 37 4o 38 37 39 37 4o 37 36 37 38 39 4o 35 34
64 65 62 62 66 67 61 63 60 65 67 61 69 68 60 65 56 66
53 53 52 5o 53 58 54 55 5i 54 53 5i 47 07 5i 49 5i 48
46 46 46 47 ^7 5o 49 47 46 46 49 45 43 5o 46 4
1
'46 44
42 37 liO 4i 45 44 42 38 4r 37 37 38 43 42 35 4
1
42 43
39 44 4o 42 45 42 39 /lo 45 45 45 45 44 45 4i 4i 45 42
35 33 33 35 36 34 32 33 33 36 28 29 3i 37 34 37 32 33
3i 28 29 3o 3i 3o 26 29 25 33 27 25 27 32 3o 28 28 29332 35o 335 33o 355 34o 342 33o 355 35o 34 o 34o 345 345 342 342 335 36o3i5 3o5 3io 3oo 3io 3a5 3io 3oo 3oo 327 3i5 Sao 3o5 33o 34o 320 280 3i8
490 490 490 485 520 490 495 465 535 53o 5oo 5io 5oo 5io 56o 520 5io 520
- 94 -
MEDIDAS ABSOLUTAS CRÁNEOS DEL PUKARA
•
Número de orden. . .
Número del catálogo
Edad
20
5o23
Mat.
27
5o24
Ad.
1. Diámetro antero-poslerior máximo.. . ,
2. Diámetro antero-posterior iniaco
3. Diámetro transverso máximo
k a. Altura basilo-bregmática
4 6. Altura aurículo-bregmática.
5. Diámetro frontal mínimo. . . .
6. Diámetro frontal máximo
7. Diámetro bimastoideo máximo
8. Diámetro bicigomático.
g. Diámetro naso-basilar
10. Diámetro alveolo-basilar
11. Diámetro naso-sinfisio
12. Diámetro naso-alveolar
i3. Altura de la nariz
i4- Anchura de la nariz
15. Anchura interorbitaria
16. Anchura orbitaria
17. Altura orbitaria
18 a. Anchura del borde alveolar superior
18 6. Altura de la curva alveolar
igo. Largura de la bóveda palatina
ig 6. Anchura de la bóveda palatina. ....
20. Altura órbito-alveoiar
3 1 a. Largura del agujero occipital
216. Anchura del agujero occipital
22. Curva sagital del cráneo.
23 a. Curva transversa del cráneo
23 h. Circunferencia horizontal del cráneo
28
6027
Ad.
29
5028
Ad.
3o
5029
Juv
.
3i
5o3o
Mat.
32
5o3i
Ad.
iC3 17a i64 159 160 162 161
157 157 l52 i48 l52 i54 i58
i56 i53 149 147 i55 i53 i45
1 35 i38 l42 1 3o i3o l32 i4o
127 126 127 118 120 '19 125
94 90 89 83 9^ 90 89
124 124 ii5 1 12 1 12 119 118
l32 128 129 121 125 126 127
137 1 38 l32 127 123 i35 126
90 95 9^ 87 86 91 95
88 96 89 88 86 94 92
lio 1 12 124 1 08 102 n6 120
73 68 76 63 61 73 70
55 48 54 4i 45 5i 5i
22 24 20 22 24 25 24
2 5 27 22 22 24 24 22
35 36 36 35 35 39 36
liO 36 38 36 34 37 36
63 65 63 58 63 61 62
48 52 5i 54 ^7 53 5o
44 48 ^7 47 42 49 42
4o 44 39 37 39 4i 39
4i 4o 44 36 33 38 43
33 32 35 32 34 3i 32
27 3i 3o 28 32 27 29
35o 36o 35o 335 35o 335 35o
335 33o 3i8 3io 3i5 3i5 3io
5o5 54o 5i5 495 5 10 520 495
— 93
DE TILC.^RA TABLA NÚMERO 4 (CránCOS 26-5o)
33
5o33
Ad.
34
6336
Mat.
35
6339
Ad.
36
634o
Ad.
37
6342
Ad.
38
6344
Mat.
6347
Mat.
4o
6349
Mat.
4i
6353
Mat.
42
6354
Mal.
43
6355
Mat.
44
6356
Ad.
45
6357
Mat.
46
6359
Ad.
8888
Mal.
48
Mal.
^9
8894
Mat.
5o
8895
Mat.
Cráneo
l65
i64
i5o
1 34
122
87
•17
i34
1 36
95
95
126
77
52
23
27
39
36
61
56
44
38
45
4o
32
34o
3io
5io
i65
i6d
i55
i34
124
99
116
i36
i38
91
96
I30
74
5i
29
27
37
4i
68
55
5o
44
43
34
28
345
3i5
525
159 171 i48 i5o 1 63
i56 168 i46 149 i56
149 i35 i4i 149 i54
1 36 l42 i37 i36 1 38
121 128 124 123 126
93 88 90 93 95
116 III ii5 119 lio
i33 123 122 i3i i3o
l32 i33 128 l32 i35
95 100 9^ 94 95
98 9i 97 97 88
121 123 ii4 123 128
72 76 69 73 74
5o 58 47 5o 53
27 28 23 26 22
24 24 23 33 24
37 37 37 37 38
37 39 35 37 38
65 61 61 66 66
55 5
1
53 53 45
47 43 5o 47 43
44 4o 4o 4 o 43
43 42 38 42 4o
32 38 32 35 34
29 32 28 32 29
345 36o 320 33o 35o
3io 3l2 3o5 3io 33o
5io 485 470 485 5i5
169
167
i49
i34
1 2
1
119
125
i4i
95
95
i34
78
53
29
28
37
38
72
55
48
45
46
33
29
365
330
520
I6S
162
169
i33
122
lOI
127
122
i5o
98
102
117
72
52
28
3i
39
35
71
54
46
44
45
36
29
345
3i5
55o
169
168
i5o
i37
125
91
122
i33
i4i
100
io3
124
78
52
3o
26
39
36
72
57
49
48
46
39
32
36o
3i8
520
171
166
j55
i35
120
lOI
120
i33
39100
ICO
123
73
52
26
28
4o
39
67
55
48
4i
4o
35
3o
36o
3io
520
1 63 i5o
i58 i65
i44 l52
i3o 128
1 12 120
89 91
n6 112
128 125
i35 i36
9á 90
92 89
127 II I
73 68
55 47
25 23
21 27
37 39
39 35
64 59
5i 5i
49 44
46 36
4o 38
36 32
34 3o
335 335
285 3io
5oo 490
109
i57
i4o
i3i
116
80
109
126
i3i
91
92
1 15
22
38
39
68
55
49
4o
46
32
3o
335
295
485
1 65
159
l52
i4o
126
98
120
i38
1 46
92
90
i'9
72
5i
22
26
37
39
59
49
63
4
1
4i
32
3o
355
3io
5i5
i64
i53
i53
1 39
124
97
121
i34
l42
97
95
126
73
52
29
27
42
37
68
5i
43
43
46
35
28
345
320
53o
lOI
lüe
i5i
1 36
123
88
121
j3o
i35
88
82
ii3
67
48
25
24
39
37
60
52
47
4i
38
32
3i
338
3i5
490
i5i
i46
i5o
.37
124
85
117
l32
i35
90
94
i35
81
57
25
23
39
4i
«9
5
1
48
47
5o
35
3o
345
3io
5i5
i
96
MEDIDAS ABSOLUTAS GRÁNEOS DEL PURARÁ
Número de orden..
Número del catálogo.
Edad
I
3i66
Mal.
20. Ancliura bicondilea
26. Anchura bigoniaca
27. Largura de la rama ascendenle
28 a. Anchura mínima de la rama ascendente
28 6. Anchura máxima de la rama ascendente
29. Altura sinfisia.
30. Altura del cuerpo mandibular
3i. Espesor máximo del cuerpo mandibular.
.
32. Ángulo mandibular
2
3177
Mat.
3
3178
•luv.
3i8o
¡Mat.
3889
Juv.
6
3890
Juv
.
3891
Sen
.
B. Man
127 120 io5 125 117 118 124
IIÜ 93 91 91 87 83 90
G^ 64 60 67 5o 60 62
35 34 26 33 3o 32 33
45 42 32 4o 38 4o 4i
39 34 28 34 33 33 33
32 28 25 34 28 27 ^9
'7 18 i4 17 i5 17 •7
117° ii4° 127° 117" 125° n8" 118 =
MEDIDAS ABSOLUTAS CRÁNEOS DEL PUKARA
Número de orden. . ,
Número del catálogo
Edad
20 27 28 29 3o 3i 32
5o23 5024 5ü27 5028 5029 5o3o 5o3i
Mat. Ad. Ad. Ad. Juv
.
Mat. Ad.
25. Anchura bicondilea
26. Anchura bigoniaca
27. Largura de la rama ascendente. .......
28 a. Anchura mínima de la rama ascendente
28 b. Anchura máxima de la rama ascendente
29. Altura sinfisia
30. Altura del cuerpo mandibular.
3i. Espesor máximo del cuerpo mandibular.
32. Ánfrulo mandibular
B. Man
127 125 123 118 116 ii5 116
92 102 95 87 92 9' 98
«9 53 66 54 54 59 52
34 32 35 32 3o 35 3i
4i 4
1
39 38 35 4o 39
32 3i 3i 33 28 34 34
29 28 3o 29 2 5 3i 27
19 17 18 16 18 18 17
I o4 ° 118' 116° iiO° •'7° 116° 126°
- 97
pE TILCARA TABLA NÚMERO 5 (Mandíbulas 1-25)
8 9 10 II 12 i3 i4 i5 16 17 18 19 20 21 22 23 A3892 3893 389/i 3895 3897 3898 3899 5oo¿l 5qo5 5oo6 5007 5oio 5oi/l 5oi5 5017 5oi8 5020
Mat Mat. Ad. Ad. Mat. Mat. Mat. Ad. Sen
.
Ad. Mat. Sen. Ad. Mat. Sen
.
Mat. Mat.
(líbala
25
502 1
Mat.
129 iiC "9 117 i3i 123 122 121 122 i3i 122 126 118 i3o 122 129 ii4
95 91 93 86 ii4 io3 87 9^ 97 94 95 97 94 io4 97 96 96
69 68 64 59 62 56 58 64 67 61 63 55 60 70 66 63 63
37 37 34 3i 34 32 32 33 33 37 35 33 3o 37 35 3i 3o
u 44 4i 4o 44 37 4o 4i 38 46 42 39 4o 46 39 38 34
34 36 33 33 36 36 34 39 39 33 34 38 36 35 4i 32 32
34 34 28 27 27 3o 26 28 26 29 3i 20 35 33 33 26 3o
17 16 21 17 21 17 i5 17 20 20 18 19 i5 19 19 16 '9
109° io5° 120° 128° 120° 129' 123° 123° 128° 130° i'9' i3o° ii3° 112° 123^ 125° ii5°
i36
io4
69
34
42
33
28
17
io5'
DE TILCARA TABLA NÚMERO 6 (Mandíbulas 26- 5o)
. 33 34 35 36 37 38 39 4o 4i 42 43 44 45 46 47 48 49 5o
5o33 6336 6339 634o 6342 6344 6347 6349 6353 6354 6355 6356 6357 6359 8888 8892 8894 8895
Ad. Mat. Ad. Ad. Ad. Mat. Mat. Mat. Mat. Mat. Mat. Ad. Mat. Ad. Mat. Mat. Mat. Mat.
díbul a
125 117 120 120 ii4 127 118 124 i36 129 128 126 122 123 1 3o i35 123 123
91 84 95 91 94 95 lOI io4 95 98 lOI 97 95 89 ii3 87 95 93
62 57 63 65 56 67 62 69 68 66 62 62 67 61 56 70 57 60
37 34 33 34 32 33 32 37 36 37 36 35 34 34 33 34 28 3i
4i 42 43 43 4o 38 39 43 4o 46 43 4o 39 39 4i 4o 36 38
34 35 36 32 35 38 36 43 36 4o 35 4o 28 4o 33 32 32 4
1
28 32 32 3o 3o 36 3i 39 32 33 32 32 3o 36 27 33 28 36
18 19 19 18 19 19 19 21 21 20 22 20 21 19 19 21 17 19116° 127° 127- ii5° i33° 129° 126° 120° 120° i3o' 127° i3o° 112° 120' 124° 116° i3o° 127°
-
7
- 98
índices LA ISLA. DE"
Número de orden, . .
Número del catálogo
Edad
. índice frontal
. índice facial total.
. índice facial superior
. índice fronto-cigomático I .
. índice fronto-cigomático IL
. índice gonio-cigomático . . .
. índice orbitario
. índice nasal
. índice maxllo-alveolar. ....
10. índice palatino.
1 1
.
índice gnático
12. índice condilo-ironiaco. . .
I 2 3 4 5 6 7
5ooi 5071 5072 5073 0076 5077 5078
Mat. Mat. Ad. Mat. Sen. Juv. Juv.
77.8 76.6 83. 83.6 78.6 80.2 79-3
46.8 5i.9 53.
1
49.6 46.5 55.8 5o.o
65.5 63.6 71.5 68.1 72.4 70.8 74.2
84.2 82.9 86.1 81.5 92.
1
88.3 93.5
» )> » )> » )) )>
97-2 97.1 102.8 97-3 89.5 94.1 97-0
5o. o 46. 54.2 48.1 56.2 42.0 5o.
IDO. o ii5.4 iiS.i I04.2 102 .2 i3i .2 »
76.6 » 84. 80.0 102.3 97-7 87.5
lOO.O
))
» 107.
1
90-7 92.3
»
102.2 87.5
- 99
ILCA.RA TABLA NÚMERO 6
8 9 10 II 12 i3 i4 i5 16 17 18 19 20
:53 3i54 3i55 3i58 3x49 3 1 60 3i6i 3x62 3i64 3 1 65 3i84 3874 3876
at. Mat.
.
Juv. Mat. Sen. Ad. Sen. Ad. Ad. Mat. Ad. Mat. Ad.
2.0 78.3 80.0 83.7 78.6 85.7 80.6 83.3 79-6 81.3 86.1 81. X 80.4
7.0 95-4 84.3 91.2 86.9 89.2 » 82.6 85.7 96.2 91.5 )) »
1.8 55.6 5o.8 55.5 53.0 53.8 54.1 52.9 53.0 58.3 54.2 Í9-^ 5i.6
9-1 70.0 75.0 65.1 71.5 69.2 72 .5 65.2 72.3 65.9 65.5 65.1 63.9
i/1.2 90.2 93.7 77.8 91-7 80.8 90.0 78.3 90.8 81.7 76.x 80.3 79-5
5.6 69.1 70.3 70.4 70.8 71 .6 » 75.3 63.9 67.4 66.2 » ))
17.3 84.2 100.7 III. 8 102.8 IGO.O io5.7 xo5.6 io5.9 97-1 100. I o5.
7
xx6. X
10.0 49.0 45.8 4i.5 52. I 5o. 52. I 43.4 45.8 4o.
4
4o.
3
45.8 5x.i
6.4 107.9 i36.2 122.4 )) ii5.7 108.7 109.3 100. 125.5 Il3.2 n3.2 122.4
)3.3 82.7 87.0 88.9 )) 82.6 » 80.0 73.9 84.4 85.x 80.4 95.2
)4.7 98.0 97.7 io3.4 98.9 lOI . I )) X02.0 xoo.o X02.2 93.7 io6.6 X08.3
^2.7 76.7 76.7 82.6 75.6 80.2 » 82.5 76.0 77-^ 76.4 )) ))
^ JOO
ÍNDICES PURARA DE
Número de orden . . .
Número del catálogo.
Edad
índice frontal
índice facial total
índice facial superior
índice froiito-cigomático íl.
índice fronto-cigomático ÍI
.
índice gonio-cigomático. . . .
índice orbitario
índice nasal
índice maxilo-alveolar
I. índice palatino
. índice gnático
. índice condilo-goniaco. . . .
3i66
Mat.
82.7
55.6
63.a
76.
80.
4o.
128.
95-
106.
9'.
2
3177
Mat.
80.
53.
68.
85.
72.
100.
48.
121 .
93.
102 .
77-
3
3178
Juv.
75.9
))
5i.7
70.8
93.3
75.8
102 .9
44.0
122 .0
97-7loi .2
86.7
4
3i8o
Mat.
75.8
48.
64.
85.
62.
94.
45,
i4o.
102
,
97.
72.
5
3889
Juv.
77.4
52.8
I
,5
5
o
,2
7"
90
68
100
52
128
97
102
74
6
3890
Juv.
53.
1^
91-
65.
2
2
3
9
1 00. o
48. o
ii4.3
9ÍIlOI . I
70.3
3891
52.6
68.4
67.7
97-3
48.0
92.6
68.0
lio. 3
72.6
3892
Mat.
83.8
»
49.7
68.5
81.8
66.4
102 .8
48.1
130.7
91.3
99 o
73.6
9
3893
Mat.
82.8
52.
69.
83,
65,
100,
49.
122,
80,
100,
78,
10
3894
Ad.
54,
73.
91
71.
io5,
48,
119
87.
102
índices PLK.\RA DE
Número de orden
Número del catálogo
Edad
1. índice frontal • . . . .
2. índice facial total
3. índice facial superior
4. índice fronto-cigomático í.
5. índice fronto-cigomático íí
6. índice gonio-cigomático.. .
7. índice orbitario
8 índice nasal
9. índice maxilo-alveolar . . . .
10. índice palatino
11. índice gnático .
12. índice condilo-goniaco., .
26
5o23
Mat.
75.8
86.9
53.4
68.6
90.5
67.
1
ii4.3
4o.
o
i3i .2
90-9
97.8
72.4
5o24
Ad.
49.
65.
89.
73.
100.
5o,
125,
91
lOI.
81,
28
5027
Ad.
/ /
93
^7
C7
87
72
io5
37
123
83
94
77
29
502Í
Ad.
102
53
107
78
lOI
73
3o
5029
Juv.
83.
82,
49.
7*5
91.
74.
97
53,
i34,
92.
100
79
3i
5o3o
Mat.
75
85
54
66
88
6-7
94
49
ii5
83
io3
79
32
5o3i
Ad.
75.4
95.2
55
93,
77'
100
47.
124
92.
96
84
33
5o33
Ad.
92
56
63
86
66
92
44
108
86
100
34
6336
Mat.
85.3
87.0
53.7
71-7
84.1
60.9
lio.
8
56.9
123.6
88.0
io5.5
71.8
35
6339
Ad.
80.2
91-7
54.6
70.4
87.9
72 .0
100.
o
54.0
Il8.2
93.6
io3.a
79-2
f
>
— 101 —
TILCARA TABLA NÚMERO 7
II 12 i3 i4 i5 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
3895 3897 3898 3899 5oo4 5oo5 5oo6 5007 5oio 5oi4 5oi5 5017 5oi8 5020 502I
Ad. Mat. Mat. Mat. Ad. Sen. Ad. Mat. Sen. Ad. Mat. Sen. Mat. Mat. Mat.
76.1 75.4 75.8 70.1 74.3 75.2 82.6 79.5 83.2 76.3 86.6 76.6 74.2 70.9 72.1
)) )> » » )) » » )) )> » 82.2 85.3 83. 92.0 80.8
55.9 52 .0 55.0 53.2 55.7 53.7 5o.
7
58.7 5i.5 54.2 5i.3 5i .0 52.6 57.6 47.6
65.3 60.
1
69.4 65. 61.8 65.6 67.5 70.6 67.4 68.7 72.3 68.5 65.9 58.4 60.2
85.8 79-7 91.6 92.9 83.2 87.3 81.8 88.9 81.8 90.1 83.5 89.5 88.9 82.4 83.6
67.7 77-0 78.6 69.0 71.8 72.4 63.5 75.4 73.5 71.8 68.4 67.8 71.
1
76.8 71.2
io5.7 108.
1
108.6 100. 114.7 100.0 I02.6 105.7 100. io5.7 92.7 io5.4 108.
1
102.9 91.9
5o. 47.3 48.1 64.4 47.1 52.0 47.3 49.1 55.1 48. 52.7 48.1 52.9 47.1 5i.9
124.0 124.5 ii5.5 ii3.o ii4.5 117.
6
120.4 126.4 1(9.6 i46.8 119.
3
117.
6
i32.6 109.8 137.5
87.2 95.7 88.0 85.7 80.8 89.1 80.4 75.5 84.4 100. 84. 76.1 100. 89.1 97.7
io4.4 100. io4.4 lio. I 109.9 io5.5 99.0 102 .
1
100. 95.4 100. 96.9 100. 102.3 90.0
73.5 87.0 83.7 71.3 77-7 79-5 71.8 77-9 77.0 79-7 80.0 79-5 74.4 84.2 76.5
' ., TILCARA TABLA NÚMERO 8
36 37 38 39 4o 4i 42 43 44 45 46 47 48 49 5o
. . i 634o 6342 6344 6347 6349 6353 6354 6355 6356 6357 6359 8888 8892 8894 8895
Ad. Ad. Mat. Mat. Mat. Mat. Mat. Mat. Ad. Mat. Ad. Mat. Mat. Mat. Mat.
79-3 78.3 78.1 82. C 79.8 79-5 74.6 84.2 76.7 81.2 73.4 81.7 80.2 72.7 72.6
92.5 89.1 93.2 94.8 95.0 78.0 87.9 88.5 94.1 81.6 95.4 81.5 88.7 83.7 100.
57.1 53.9 55.3 54.8 55.3 48.0 55.3 52.5 54.1 5o. 58. 49.3 52.5 49-6 60.0
66.1 70.3 70.4 68.8 67.3 67.3 64.5 72.6 65.9 66.9 61 .0 67.1 68.3 65.1 62.9
83.5 89.5 90.1 85.2 84.4 84.7 86.5 86.3 85.9 82.3 83.2 82.2 85.2 89.6 86.7
68.4 73.4 72 .0 74.8 73.8 63.3 69.5 72.7 71.8 69.8 67.9 77.4 61.3 70.4 68.9
io5.4 94.6 lOO.O 100. 102.7 89.7 92.3 97-5 io5.4 89.7 102.6 io5.4 88.1 94.9 io5.
1
48.3 48.9 52.0 4i.5 54.7 53.8 57.7 5o. 45.4 48.9 54.0 43.1 55.8 52. 1 43.9
3 119.
6
ii5.
1
124.5 i46.7 i34.5 i3i.5 126.3 121. 8 123. I 115.7 123.6 120.4 i33.3 1x5.4 i35.3
í 93.0 80.0 85.1 100. 93.7 95.6 98.0 85.4 98.0 81.8 81.6 95.3 lOO.O 87.2 97.9
1 94.0 I03.2 I03.2 92.6 100. io4. i io3.o 100. 96.8 98.9 101 .
1
97.8 97-9 93.2 io4.4
!l 75.8 82.5 74.8 85.6 83.9 69.8 76.0 78.9 77.0 77.9 72.4 86.9 64.4 77.2 75.6
,t
.
w
Norma lateral Norma frontal
Cráneo n" 8876 procedente de La Isla de Tücara, con deformación circunferencial (ayman'i)
Tlorma lateral Norma frontal
Cráneo n" 3i53 procedenle de La Isla de Tilcara, sin deformación alguna
Norma lateral
Cráneo n" SoaS procedente del Pukará de Tilcara. con deformación fronlo-occipilal (Jlathead)
índice
Prolegómeno 1
5
Antecedentes i5
El material 17
Sexo 19
Edad 21
Deformación 22
Método, técnica y disposición del estudio 23
PRIMERA PARTE
Breves consideraciones sobre el cráneo cerebral 27
Algo acerca de las medidas absolutas en general 29
SEGUNDA PARTE
Comparación de unas medidas con otras ó índices 35
Estudio exclusivo del cráneo visceral 35
Índice frontal 36
índices faciales 38
índices fronto-cigomáticos 44
índice gonio-cigomático 46
índice orbitario 47
Índice nasal 5
1
índice maxilo-alveolar 54
índice palatino 55
— io4 —
índice gnático So
Índice condilo-goniaco 62
TERCERA PARTE
Correlación entre nuestras dos series de cráneos, La Isla y el Pukará. . . 65
Síntesis 83
Bibliografía 84
Apéndice 87