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MANIFIESTO 23 DE ABRIL 2008 Un año más vamos a celebrar el día de Aragón, a vivir un nuevo 23 de abril, la gran fiesta de los aragoneses. En esta fecha el Partido Aragonés quiere hacer oír su voz esperanzada, pero también exigente, ante la sociedad aragonesa. Queremos huir del triunfalismo y la autosatisfacción que se apoya en el crecimiento económico del último año, pero también de la lamentación por las oportunidades perdidas. Aragón vive un momento trascendente. Después de ver cómo durante décadas parte de su población buscaba fuera el futuro que no encontraba aquí, estamos en condiciones de ofrecer a los aragoneses las mejores oportunidades y un reparto justo del bienestar y la riqueza. Aragón avanza, progresa. Y el Estatuto de Autonomía, aprobado en 2007 y aún por desarrollar, nos abre amplios caminos de desarrollo que, de ninguna forma, vamos a desaprovechar. Nuestra autonomía política está consolidada y nos ofrece muchos recursos para impulsar el desarrollo económico y social en Aragón, si sabemos gestionarlos con imaginación, nuevas ideas y, sobre todo, convencidos de que podemos conseguir nuestros objetivos. Queda mucho que negociar con Madrid para mejorar en autonomía financiera y mucho, también, de exigir para que el Estado trate a Aragón de forma justa, tal como merece nuestra historia y lo que aportamos al proyecto de España. En todo caso, cada vez dependemos más de nosotros mismos y esa debe ser nuestra fuerza. Hoy, en 2008, el futuro está en nuestras manos. No necesitamos mirar para otro lado y esperar que desde fuera nos resuelvan los problemas. Protegidos y garantizados nuestros recursos naturales y nuestras posibilidades de desarrollo en el Estatuto, hemos de poner en marcha una nueva forma de reivindicación que se apoye, antes que nada, en nuestra capacidad para hacer bien las cosas. Aunque se anuncian dificultades por el contexto económico, Aragón está fuerte y ese impulso nos permitirá hacer de esta compleja coyuntura una nueva

Manifiesto 23 de abril 2008

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Page 1: Manifiesto 23 de abril 2008

MANIFIESTO 23 DE ABRIL 2008

Un año más vamos a celebrar el día de Aragón, a vivir un nuevo 23 de abril,

la gran fiesta de los aragoneses. En esta fecha el Partido Aragonés quiere hacer oír

su voz esperanzada, pero también exigente, ante la sociedad aragonesa. Queremos

huir del triunfalismo y la autosatisfacción que se apoya en el crecimiento

económico del último año, pero también de la lamentación por las oportunidades

perdidas.

Aragón vive un momento trascendente. Después de ver cómo durante

décadas parte de su población buscaba fuera el futuro que no encontraba aquí,

estamos en condiciones de ofrecer a los aragoneses las mejores oportunidades y

un reparto justo del bienestar y la riqueza. Aragón avanza, progresa. Y el Estatuto

de Autonomía, aprobado en 2007 y aún por desarrollar, nos abre amplios caminos

de desarrollo que, de ninguna forma, vamos a desaprovechar.

Nuestra autonomía política está consolidada y nos ofrece muchos recursos

para impulsar el desarrollo económico y social en Aragón, si sabemos gestionarlos

con imaginación, nuevas ideas y, sobre todo, convencidos de que podemos

conseguir nuestros objetivos. Queda mucho que negociar con Madrid para mejorar

en autonomía financiera y mucho, también, de exigir para que el Estado trate a

Aragón de forma justa, tal como merece nuestra historia y lo que aportamos al

proyecto de España.

En todo caso, cada vez dependemos más de nosotros mismos y esa debe ser

nuestra fuerza. Hoy, en 2008, el futuro está en nuestras manos. No necesitamos

mirar para otro lado y esperar que desde fuera nos resuelvan los problemas.

Protegidos y garantizados nuestros recursos naturales y nuestras posibilidades de

desarrollo en el Estatuto, hemos de poner en marcha una nueva forma de

reivindicación que se apoye, antes que nada, en nuestra capacidad para hacer bien

las cosas.

Aunque se anuncian dificultades por el contexto económico, Aragón está

fuerte y ese impulso nos permitirá hacer de esta compleja coyuntura una nueva

Page 2: Manifiesto 23 de abril 2008

oportunidad. Nos queda mucho por avanzar y sólo con perseverancia y calidad

podremos consolidar la sociedad de oportunidades y progreso que queremos para

los aragoneses. Nuestro partido está comprometido con la Comunidad, pero más

aún con quienes han decidido vivir en ella. Para el PAR, cada aragonés es lo más

importante. Trabajamos por sus derechos, su calidad de vida, su bienestar y su

futuro.

A esos objetivos comprometemos nuestro esfuerzo diario, toda nuestra

fuerza política. Con ese fin nos esforzamos, también, por mejorar cada día.

Queremos ser un partido del que la mayoría de los aragoneses se sientan

orgullosos, una opción próxima a las expectativas, problemas y deseos de cuantos

vivimos en esta tierra. A ese esfuerzo de mejora invitamos a la sociedad aragonesa,

porque sólo con la voluntad y la ambición de ser más y mejores podremos afrontar

los nuevos retos y proyectos que nos garanticen el futuro.

Este año 2008 Aragón y Zaragoza se exponen ante los ojos del mundo. Hace

doscientos años Aragón y Zaragoza vivieron aquellos trágicos Sitios que redujeron

a escombros lo mejor de una ciudad y una sociedad floreciente. Ese camino

bicentenario debe ser un modelo de superación de la adversidad, algo que esta

querida tierra aragonesa esta acostumbrada a afrontar. Ahora que se oyen nuevas y

viejas voces de trasvase, a punto de presentarnos ante el mundo como una tierra

que ama el agua, es necesario reafirmar que nos opondremos a cualquier trasvase

del Ebro y que Aragón ya ha demostrado lo que es capaz de conseguir cuando

apoya unido una idea.

En el mundo de las sociedades complejas resulta especialmente necesario

hacer compatibles la conexión fluida e inmediata con las grandes redes globales

del conocimiento, la riqueza o el bienestar y los vínculos más fuertes y personales

con la sociedad más próxima, esa en la que transcurre nuestra vida diaria. Por eso,

en el día de San Jorge, en nuestra fiesta colectiva, el PAR invita, de nuevo, a los

aragoneses a que se sientan parte de esta comunidad y a que contribuyan cada día

a hacerla más pujante y fuerte, más justa y cohesionada, más abierta al mundo y

consciente de si misma.