38
Quince cartas Antonio de Gil de Biedma Jiménez a Caballero Bonald Millán

Quince cartas de Gil de Biedma a Caballero Bonald ... · Quince cartas Antonio de Gil de Biedma Jiménez ... Anteo en el ejemplar de Carlos deduzco que coincidimos en esa misma exi

Embed Size (px)

Citation preview

Quince cartas Antonio de Gil de Biedma Jiménez

a Caballero Bonald Millán

José Manuel Caballero Bonald, Claudio Rodríguez y Jaime Gil de Biedma La Coruña, 1985 Cortesía de El País

En el segundo volumen de sus memorias, La costumbre de vivir, José Manuel Caballero Bonald habla de su relación con Jaime Gil de Biedma: "Y creo que fue entonces, después de la lectura, después de un largo periplo nocturno que desembocó al amanecer en el bajo Paralelo, cuando se estabi­lizó algo más mi amistad con Gil de Biedma, siempre un poco guadiánica y como distribuida en historias provisionales..."1. De esa amistad "un poco guadiánica" dan testimonio las cartas que ahora publica Campo de Agramante, quince cartas escritas entre noviembre de 1956 y enero de 1976. Ocho de ellas son inéditas; las demás fueron publicadas en el número monográfico que Renacimiento dedicó a Gil de Biedma en 19911 2.

Aunque no va fechada, la primera de esas cartas fue escrita a media­dos de noviembre de 1956, pues remite a otra de Carlos Barral (16-XI-56) en la que el autor de Metropolitano enviaba dos poemas de Gil de Biedma a Caballero Bonald, por entonces secretario de la revista Papeles de Son Armadans3. La mediación de Carlos Barral también facilita la lectura de Anteo por parte de Gil de Biedma, que en esa primera carta transmite a Caballero Bonald una opinión favorable acerca del libro:

"Me he permitido el anterior desahogo porque de la lectura de tu Anteo en el ejemplar de Carlos deduzco que coincidimos en esa misma exi­gencia de honestidad literaria y amor al oficio. Tus poemas me han sor­prendido y me han interesado, primero por esa razón, luego por otra: por­que me han parecido enlazarse subterráneamente -no sé bien cómo- en ritmo y estructura, con una tradición poética tan injustamente apreciada como poco conocida: la que arrancando de Villegas desemboca en los pre­rrománticos. Tengo cierta curiosidad por conocer el repertorio de tus lectu­ras favoritas."

Estas últimas frases ponen de relieve un aspecto fundamental en la perspectiva de los autores del grupo poético de los años cincuenta: todos ellos se preocupan, desde sus inicios, por ampliar las referencias culturales y literarias sobre las que se asienta su proyecto y establecen sus relaciones

1 José Manuel Caballero Bonald, La costumbre de vivir, Madrid, Alfaguara, 2001, p. 203.

2 Renacimiento, n° 6, 1991.

3 Publicada en Campo de Agramante, n° 4, otoño de 2004, p. 56. Tanto Barral como Gil de Biedma aluden a una próxima estancia de Vicente Aleixandre en Barcelona, mencionada también por Gil de Biedma en su diario de 1956. El libro Anteo, de Caballero Bonald, fue publicado en Papeles de Son Armadans (1956).

Antonio Jimenez Muían

con la tradición de un modo distinto al de sus predecesores, tratando de recuperar épocas y autores relativamente ignorados. Me parece que los poemas de Anteo, su especial tratamiento del mito en contraste con la his­toria, se vinculan más con esa "fascinación por los grandes poetas barrocos andaluces" a la que se ha referido en varias ocasiones Caballero Bonald4 * * *, pero las apreciaciones de Gil de Biedma descubren, ante todo, a un apasio­nado lector ("Al fin y al cabo, lo normal es leer", iba a decir muchos años después ante la insistente pregunta de por qué ya no escribía). Recordemos que los primeros poemas de Jaime Gil de Biedma habían aparecido en una separata de la revista Laye, con el título Según sentencia del tiempo (1953). Cuando publica su poesía completa, Las personas del verbo (1975 y 1982), sólo rescata uno de estos poemas, un soneto del que dice que "era el últi­mo y el menos malo del que me serví en mi aprendizaje de poeta", pero en él ya existe una voluntad de artificio que quiere enlazar de forma muy deli­berada con ciertas zonas de la poesía de la Generación del 27 (con Pedro Salinas y, sobre todo, con Jorge Guillén) y con la obra de T. S. Eliot, cuya influencia se advierte en un soneto de esa serie, "Variación", que publica en la revista malagueña Caracola a principios de los cincuenta y no recupe­ra después.

Precisamente, los dos primeros trabajos críticos de cierta entidad que publica Gil de Biedma se centran en estos dos autores. En 1955 aparece en Seix Barral su traducción de Función de la poesía y función de la crítica, de T. S. Eliot. Como Barral, Gil de Biedma descree del valor exclusivo de la comunicación en la poesía y comparte las teorías de Eliot acerca del necesario carácter impersonal de la expresión artística o literaria. De ahí, también, el enorme interés que muestra Gil de Biedma por Guillén en su etapa de aprendizaje, porque entre los poe­tas del 27 el autor de Cántico era el más cercano a esa objetivación: ape­nas existe en su obra una sentimentalidad explícita y sí una constante fijación en el mundo externo, muy presente en los primeros poemas del

4 A propósito de esta época, anota Caballero Bonald lo siguiente: "Mi producción poética de estos años con laque me siento hoy más conforme, es, efectivamente, la que se organiza a partir de cierto irracionalismo de fondoen los atributos expresivos. De ahí arranca -creo yo- la más recurrente conducta de toda mi poesía: convertir una experiencia vivida en una experiencia lingüística, usando para ello de esas asociaciones ilógicas que coinciden con lo que se entiende por irracionalismo." En los poemas de Anteo, siempre según el autor, "el barroquismo con­figura un método de indagación léxica en ese maremágnum que suele llamarse realidad".José Manuel Caballero Bonald, Prólogo a Selección natural, Madrid, Cátedra, 1983, pp. 22-23

Antonio Jiménez Millán

autor barcelonés5. Lo que sí se ve claro en esta etapa inicial de Gil de Biedma es el proyecto de formalización. En su diario de 1956 hablaba así del proyecto de Compañeros de viaje: “Ya no será una obra construi­da alrededor de una idea central. O sea, que en rigor ya no tendrá estructura, sino que describirá una trayectoria: la de la historia de mi adolescencia, su crisis final y mis primeros pasos por la edad adulta". Y añade, en una reveladora aproximación entre poesía y narrativa: "El argumento del ochenta por ciento de las novelas que en el mundo han sido. Gabriel Ferrater diría que el argumento de todas las novelas."6 Cuando el libro aparece en 1959, el autor escribe un prólogo que con­tiene observaciones muy interesantes:

"Puestos a escoger entre nuestras concepciones poéticas y la fideli­dad a nuestra propia experiencia, finalmente optamos por esta última [...] Al fin y al cabo, un libro de poemas no viene a ser otra cosa que la historia del hombre que es su autor, pero elevada a un nivel de significación en que la vida de uno es ya la vida de todos los hombres o, por lo menos -atendi­das las inevitables limitaciones objetivas de cada experiencia individual- de unos cuantos entre ellos"7.

Al margen de las muy evidentes connotaciones políticas, "compañe­ros de viaje" son también los poetas e intelectuales que en los años cincuen­ta compartían inquietudes con Jaime Gil de Biedma. Por eso adquiere valor emblemático el primer poema del libro, "Amistad a lo largo", cuyo último verso me parece fundamental: "Ay el tiempo! / Ya todo se comprende.". En una entrevista con Federico Campbell, el poeta afirma que toda su obra gira en torno a dos temas: "el paso del tiempo y yo"8. Es el sentimiento del tiempo lo que lleva a Gil de Biedma a escribir poemas, y él empieza por recuperar la imagen del adolescente en su relación más o menos conflicti­va con el mundo. En ese sentido, el título "Las afueras" -utilizado también

3 Jaime Gil de Biedma, Cántico. El mundo y In poesía de Jorge Guillen, Barcelona, Seix Barral, 1960. Este libro fue reseñado por José Manuel Caballero Bonald (véase la carta de Gil de Biedma fechada el 13 de junio de 1961).

6 Retrato del artista en 1956, Barcelona, Tusquets, 1991, pp.200-201.

7 Las personas del verbo, Barcelona, Seix Barral, 1982, pp. 17-18. En lo sucesivo, citaremos siempre las páginas que corresponden a esta edición.

8 Federico Campbell, Infame turba, Barcelona, Lumen, 1971, p. 249.

Antonio Jiménez Millán

por Luis Goytisolo en una novela de 1958- remite a la salida del ámbito familiar, al descubrimiento del mundo exterior, y también nos da la medi­da del carácter netamente urbano del proyecto poético de Gil de Biedma: "Más, cada vez más honda / conmigo vas, ciudad, / como un amor hun­dido, irreparable". No es la ciudad mental que aparecía en Metropolitano, de Carlos Barral, sino una ciudad tangible. Esta impresión se intensifica en el poema décimo, en el que ya se puede observar un tono que va a ser cons­tante en la poesía de Gil de Biedma: "Nos reciben las calles conocidas / y la tarde empezada, los cansados / castaños cuyas hojas, obedientes, / rue­dan bajo los pies del que regresa." (LPV, 33)

La segunda parte de Compañeros de viaje, "Por vivir aquí", se inicia con una declaración de principios en el terreno literario, "Arte poética", que acaba con dos versos memorables: "Palabras, por ejemplo. / Palabras de familia gastadas tibiamente" (LPV, 39). La expresión "palabras de fami­lia" resulta clave para entender este proyecto, su voluntad de conectar con la experiencia del hombre común y expresarla de tal forma que pudiera ser válida para un grupo de personas más amplio. Esas palabras de familia nos introducen en una actitud fundamentalmente moral (el siguiente libro de Gil de Biedma se llamaría, precisamente, Moralidades), en el sentido de la etimología latina "mores": una forma de análisis de las costumbres y de los sentimientos9 * *. En la experiencia amorosa se centran "Idilio en el café", "Recuerda" y "Vals del aniversario", un poema en el que Gil de Biedma aborda de una manera directa los efectos del tiempo sobre el amor ("Nada hay tan dulce como una habitación / para dos, cuando ya no nos queremos demasiado...") y, a la vez, el contraste entre realidad e irrealidad, que lleva a revisar el pasado y la propia mitología personal del autor; es lo que encontramos en el poema "Noches del mes de junio", dedicado significati­vamente a Luis Cernuda, y, sobre todo, en "Infancia y confesiones" ("De mi pequeño reino afortunado / me quedó esta costumbre de calor / y una imposible propensión al mito" (LPV, 50).

Ya en este poema aparece la mala conciencia respecto a la propia clase social, que él amplia a buena parte de su generación: a partir de ella,

9 Ver F. Cambell, op. eit., p. 243. José Olivio Jiménez indaga en el sentido moral, nunca moralista de estos poe­mas. "Una versión realista de la irrealidad: sobre Jaime Gil de Biedma y su libro Moralidades (1966)", en Diez añosde poesía española. 1960-1970, Madrid, ínsula, 1972, pp. 205-221.

el compromiso político de Gil de Biedma deriva hacia la crítica del discur­so oficial y de los intereses de la burguesía, coincidiendo con el Barral de Diecinueve figuras de mi historia civil. En la tercera y última parte del libro, "La historia para todos", se impone una clara voluntad de resistencia que confirman dos poemas breves del final del libro, "Por lo visto" y "Canción para ese día", que termina con una paráfrasis de Bécquer ("Se escucha / rumor de pasos y batir de alas"). En Compañeros de viaje se nota el esfuerzo por construir y afirmar una voz de la experiencia que quiere alejarse de los "dialectos poéticos imperantes", es decir, de unos temas, un vocabulario y un ritmo considerados tradicionalmente como poéticos. De ahí que en otro momento, ya en los años sesenta, Gil de Biedma declare que el poeta debe situarse a cierta distancia de su lector y a cierta distancia de sí mismo para llegar a un objetivo muy claro: "A menudo la poesía que yo aspiro a hacer no es comunión, sino conversación, diálogo"10. En ese proyecto de diálogo y de construcción de una voz convincente deben integrarse tanto las imá­genes como las numerosas referencias literarias, estudiadas con detalle por Juan Ferraté, Pere Rovira y Luis García Montero11.

A finales de los cincuenta y principios de los sesenta se dio a cono­cer la llamada (tal vez con demasiada ligereza) "Generación del realismo crítico", que contaba con Josep Ma Castellet como su principal teórico; muchos intelectuales confiaban entonces en la inminente caída del régi­men, a raíz de las huelgas de 1956. La obra poética de Caballero Bonald no se queda al margen de esa demanda de libertad y mantiene "una esporádi­ca obediencia a las solicitaciones del tiempo histórico"12, perceptible en Las horas muertas, que obtiene el Premio Boscán y se publica en Barcelona (1959), y en Pliegos de cordel (1963). Gil de Biedma se refiere al primero de estos libros en dos cartas; en junio de 1958 felicita a Caballero Bonald por el premio y a finales de mayo de 1959 le da sus primeras impresiones de lectura. Según él, Las horas muertas guarda una cierta "afinidad de materia"

10 Poética, en Leopoldo de Luis, Poesía social. Antología, Madrid, Alfaguara, 1965, p. 328.

11 Juan Ferraté, "A favor de Jaime Gil de Biedma" (1969), recogido en Jaime Gil ríe Biedma, el juego de hacer versos, edición de Luis García Montero, Alvaro Salvador y Antonio Jiménez Millán, Litoral, n° 163-165 (1986); Pere Rovira, La poesía de Jaime Gil de Biedma, Barcelona, Llibres del Malí, 1986; Luis García Montero, "El juego de leer versos", en El realismo singular, Bilbao, Hermes, 1993, pp. 161-176.

12 Prólogo a Selección natural, ed. cit., p. 23.

con la poética de Vicente Aleixandre, pero me parece más reveladora la complicidad que establece Gil de Biedma en torno a la rápida evolución de un grupo de poetas a finales de esa década:

"Las horas muertas es un libro redondo, después del cual forzosa­mente tenías que tomar billete para algún sitio. Pero aparte las razones y las necesidades personales e intransferibles de tu caso, encuentro algo curioso en la rapidez con que unos cuantos nos hemos desarrollado en los últimos tiempos -quizá eso sea significativo de que algo está en el aire y a punto de fraguar."

Creo que a Gil de Biedma le gusta este libro porque descubre en él una indagación de la infancia y unos indicios de crítica social, explícita en algunos poemas -"Modus faciendi", "Blanco de España"-, que también estaban muy presentes en Compañeros de viaje. Los dos libros se publican en 1959, año en el que se celebra el vigésimo aniversario de la muerte de Antonio Machado; Gil de Biedma y Caballero Bonald asisten el 22 de febre­ro al homenaje que se le rinde en Collioure, una reunión que pasa a conver­tirse en el emblema ético y estético del grupo literario de los cincuenta, tal y como confirman no sólo el prólogo de Josep Ma Castellet a Veinte años de poesía española (1939-1959), sino el lanzamiento de una colección de poesía, "Colliure", en la que Caballero Bonald iba a publicar Pliegos de cordel (1963). Otras dos cartas de Gil de Biedma (noviembre de 1960 y junio de 1961: por entonces, Caballero Bonald ya ejercía como profesor en la Universidad Nacional de Bogotá) dejan ver el revuelo que originó la anto­logía de Castellet -sobre todo el estudio previo, con su rígida distinción entre una poética "simbolista" y otra de signo "realista"- en los medios lite­rarios españoles. No deja de ser curiosa la mención de algunos poetas andaluces especialmente ofendidos: Manuel Mantera, Concha Lagos, Aquilino Duque... De hecho, otras antologías de principios de los sesenta surgen como intentos de compensación13. Al decir "nosotros hacemos bas­tante labor de grupo", Gil de Biedma coincide con Barral y Castellet en torno a una estrategia literaria que, sin embargo, entrará en crisis muy

13 Un claro ejemplo es la antología de Luis Jiménez Marios Nuevos poetas españoles (Madrid, Agora, 1961), pero también la de José Luis Cano, Antología de la lírica española actual (Salamanca, Anaya, 1964), que excluye a Barral y Gil de Biedma. Ver Emili Bayo, La poesía española en sus antologías (1939-1980), Universität de Lleida, 1994, pp. 164-174.

pronto. Del contenido de una carta de Jaime Gil, escrita a finales de 1962, se deducen los recelos de Caballero Bonald acerca del compromiso litera­rio, o de lo que más tarde llamará "el realismo socialista a la española":

"Tus sentimientos, después de tus últimas lecturas "realistas", los comprendo muy bien. Pero creo que no hay que desorbitar las cosas: está ocurriendo lo que siempre ocurre cuando "se crea" una moda lite­raria, en vez de dedicarnos modestamente a rehabilitar unas tradiciones preteridas y que, en un momento dado, resultan ser las más adecuadas. Mi consejo -nada original- es que te despreocupes de lo que escriben tus contemporáneos y amigos, para buscar orientación en los grandes poetas de otras épocas -y también en los pequeños- cuya obra te parez­ca inopinadamente afín a la poesía que a ti te gustaría hacer, aquí y ahora."

Unos recelos que dejan bien patentes las declaraciones posteriores de Caballero Bonald. Sobre el libro Pliegos de cordel, afirma:

"Publicado en 1963, ese es con toda probabilidad el libro mío que recorro con menos agrado, no en su conjunto desde luego, pero sí a través de algunos poemas supeditados a cierto engranaje coyuntural y, por ende, a ciertos artificios de construcción. Me valí en esos casos de un acento narrativamente extrovertido, de un realismo argumental demasiado obvio o demasiado formulario."14 *

A los "hábitos censorios de nuestro querido país" alude otra de las cartas de Gil de Biedma (22-XII-60). Precisamente por razones de censura, Moralidades, segundo libro de poemas de Jaime Gil de Biedma, apareció en México (Joaquín Mortiz, 1966). En su artículo "Carta de España (o todo era Nochevieja en nuestra literatura al comenzar 1965)", el poeta barcelonés cuenta cómo entre 1960 y 1962 la mayoría de los intelectuales antifranquis­tas perdieron la esperanza de que el régimen cayera de otra forma que no fuera la muerte del dictador, habla luego del desarrollismo de los sesenta y del fenómeno de la emigración, que Gil de Biedma asocia con la ya impo­sible revancha de la Guerra Civil, y anuncia lo que ocurriría poco tiempo

14 Prólogo a Selección natural, ed. cit., p. 27. Me parece que esta autocrítica de Caballero Bonald también explicasu valoración global de la obra poética de Jaime Gil de Biedma. Véase La costumbre de vivir, pp.204-205.

después: la reacción contra la poesía social que se venía escribiendo desde hacía quince años15. No es difícil relacionar el contenido de este artículo con el primer poema de Moralidades, "En el nombre de hoy", donde cita a varios poetas amigos -Caballero Bonald, entre ellos- en un gesto de iróni­ca complicidad: "...a vosotros pecadores / como yo, que me avergüenzo de los palos que no me han dado, / señoritos de nacimiento / por mala conciencia escritores / de poesía social, / dedico también un recuerdo, / y a la afición en general" (LPV, 78). En una entrevista posterior decía Gil de Biedma: ".. .Nuestra intención era hacer una poesía de la experiencia social, el mismo tipo de experiencia que se puede recoger en la novelística o en la prosa [...] A partir de los poetas ingleses de los años treinta yo me di cuen­ta de que la temática de la mala conciencia se podía utilizar de forma lite­raria."16

La crítica social que se observaba en la última parte de Compañeros de viaje sigue actuando de una manera decisiva en Moralidades, enfocada ahora hacia la liquidación de los privilegios de la burguesía. Gil de Biedma deja bien clara desde el principio su pertenencia de clase, pero desde esa actitud se muestra partidario de los desposeídos, de los inmigrantes que ya son legión en la Barcelona de principios de los sesenta. Es el mensaje final del poema "Barcelona ja no és bona, o mi paseo solitario en primavera", un recorrido autobiográfico muy especial que comienza en 1929, año de su nacimiento: "...Y a la nostalgia de una edad feliz / y de dinero fácil, tal como la contaban, / se mezcla un sentimiento bien distinto / que aprendí de mayor, / ese resentimiento / contra la clase en que nací." (LPV, 80). El tema social sigue distintas líneas en Moralidades y se podría decir, de acuer­do con Pere Rovira, que el protagonista del libro interpreta un papel difí­cil: el de alguien hechizado por un mundo cuyas causas detesta17. Esta apreciación es buena también para entender la visión de la guerra civil que nos ofrece el poeta a través de un título bien explícito: "Intento formular mi experiencia de la guerra". Gil de Biedma recuerda la guerra como un espa­cio de libertad para el niño que entonces era ("Fueron, posiblemente, / los

13 Incluido en El pie de In letra. Ensayos 1955-1979, Barcelona, Crítica, 1980, pp.200-206.

16 Lola Díaz, "Gil de Biedma: la poesía es una empresa de salvación personal", suplemento de El Correo Catalán, 11 de enero de 1981, p. 13.

17 Pere Rovira, op. cit., p. 150.

años más felices de mi vida, / y no es extraño, puesto que a fin de cuentas / no tenía los diez"); a partir de ahí se plantea el contraste entre la infancia y la madurez, entre la experiencia vivida y las ideas posteriores acerca de esa misma experiencia: "Mis ideas de la guerra cambiaron / después, mucho después / de que hubiera empezado la postguerra" (LPV, 124).

La Guerra Civil vuelve a ser protagonista en poemas como el titula­do "En el castillo de Luna", que narra la historia de un preso político y lo hace recuperando el tono del romancero tradicional, como viene a confir­mar la cita que procede del Romancero de Bernardo del Carpió: "En el Castillo de Luna / tenéis al anciano preso..."). Y esta alusión nos lleva a un aspec­to fundamental de Moralidades: la relevancia de ciertos modelos literarios pertenecientes a la tradición medieval. Así se explican varios poemas de este libro como "A una dama muy joven separada", "Apología y petición" y "Albada". En una conferencia que pronunció en 1984, "La imitación como mediación, o de mi Edad Media", Gil de Biedma habla de la compli­cidad que Gabriel Ferrater y él mismo establecieron a propósito de un con­cepto de poesía muy determinado. Tanto uno como otro querían distan­ciarse del irracionalismo, de la excesiva abstracción y de la creencia abso­luta en la autonomía estética del lenguaje, factores todos ellos que habían sido dominantes en la poesía europea moderna desde Mallarmé hasta los poetas españoles del 27. Como alternativa, ambos se vuelven hacia la lite­ratura medieval: "En los poetas medievales -escribe Gil de Biedma- apenas busqué otra cosa que lo que necesitaba encontrar para escribir los poemas que deseaba escribir"18. De la Antología de la poesía española de tipo tradicio­nal, publicada por Dámaso Alonso y José Manuel Blecua, procede un modelo que sirve de base para el poema "A una dama muy joven, separa­da": las "canciones de malmaridada": "Que la sinceridad / con que te has entregado / no la comprenden ellos, / niña Isabel. Ten cuidado. / Porque estamos en España, / porque son uno y lo mismo / los memos de tus amantes / y el bestia de tu marido." (LPV, 105-106) Otros dos poemas, muy distintos entre sí, enlazan con la poesía trovadoresca provenzal. Para uno de ellos, "Albada", Gil de Biedma escoge como modelo una de las albas más famosas de la tradición provenzal, la de Giraut de Bornelh, y aprove-

18 Conferencia recogida en Edad Media y literatura contemporánea, Madrid, Trieste, 1985, pp. 59-87.

cha una posible interpretación del texto en sentido religioso para urdir un desdoblamiento de su personaje poético que es, en el fondo, el reflejo de la tensión entre realidad y deseo, entre obligación y placer: "... déjame que encienda / la luz para besarte cara a cara, / en el amanecer. / Porque conozco el día que me espera, / y no por el placer." (LPV, 86-87) En cam­bio, "Apología y petición" es un poema directamente político. Ahora, el nexo de enlace con la poesía trovadoresca es puramente formal: Gil de Biedma escribe una sextina, estrofa difícil y artificiosa, con el propósito de trascender los contenidos circunstanciales: "Pido que España expulse a esos demonios. / Que la pobreza suba hasta el gobierno. / Que sea el hom­bre dueño de su historia." (LPV, 83).

A diferencia de lo que ocurre en Compañeros de viaje, los poemas sociales o políticos de Moralidades no están agrupados al final, sino que van intercalándose en el conjunto del libro dando a entender que la política es una preocupación más del protagonista de los poemas, un asunto literario que convive con las experiencias amorosas o los recuerdos de infancia. A esa intención responde "Noche triste de octubre, 1959", un verdadero reportaje en tono neorrealista con el paisaje industrial del extrarradio bar­celonés al fondo, o el balance moral sobre los años de la inmediata posgue­rra que nos ofrece "Años triunfales", cuyo título proyecta, desde una lite­ralidad basada en la retórica franquista, una ironía reforzada por la cita de la "Marcha triunfal" de Rubén Darío y la paráfrasis de Larra: "Media España ocupaba España entera / con la vulgaridad, con el desprecio / total de que es capaz, frente al vencido, / un intratable pueblo de cabre­ros...". Esa imagen desoladora se traslada a la Europa de finales de los años cuarenta en "Ruinas del Tercer Reich" y "Elegía y recuerdo de la canción francesa", cuya ambientación histórica se ajusta mucho más a experiencias personales: a partir de una canción mítica de aquellos años, "Les feuilles mortes", se evocan unos recuerdos de juventud que sirven para marcar el contraste entre el adolescente rebelde y el adulto mucho más escéptico; el poema establece un correlato perfecto entre intimidad e historia: "...Eloy no esperamos la revolución. / / Desvencijada Europa de postguerra / con la luna asomando tras las ventanas rotas, / Europa anterior al milagro alemán, / imagen de mi vida, melancólica! / Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, / aunque a veces nos guste una canción." (LPV, 125-126)

No sólo la canción francesa de la posguerra fue importante para la educación sentimental de este grupo de poetas sino que, además, París se convirtió en un auténtico mito para los intelectuales españoles en el perío­do de la dictadura franquista. Gil de Biedma aborda directamente este tema en "París, postal del cielo" y lo hace con una dosis considerable de ironía, desde los dos primeros versos: "Ahora, voy a contaros / cómo tam­bién yo estuve en París, y fui dichoso". Ese tono es fundamental para situar este poema y muchos más de Moralidades. En un estudio de 1977, Shirley Mangini habla de la importancia del tono en la construcción de este poema: "En el caso de Gil de Biedma, el tono irónico suele suponer la rectificación de la experiencia; anula algunos valores de su confesión, o rompe la intimi­dad, o resta patetismo a sus declaraciones"19. "Como sueño vivido hace ya mucho tiempo...": la madurez es la edad en que los sueños se pierden y dejan su lugar a los recuerdos. Y ésta es una clave importante para enten­der el tratamiento del amor en los poemas de Moralidades a partir de una mirada retrospectiva que no excluye ni la mitificación ni la nostalgia, pero que, ante todo, quiere centrarse sobre el efecto del paso del tiempo en los sentimientos. Así, la nostalgia de la juventud, visible en "París, postal del cielo", se intensifica en "Desembarco en Citerea" o en "Canción de aniver­sario": "La vida no es un sueño, tú ya sabes / que tenemos tendencia a olvidarlo. / Pero un poco de sueño, no más, un si es no es / por esta vez, callándonos / el resto de la historia, y un instante / -mientras que tú y yo nos deseamos / feliz y larga vida en común-, estoy seguro / de que no puede hacer daño." (LPV, 108-109).

A tono con estos últimos versos, podemos remitir nuevamente a las declaraciones de Gil de Biedma a Federico Campbell: "Por definición, la realidad es lo desagradable. No creo que nadie pueda estar enamorado de ella. Al fin y al cabo la madre de la realidad es la muerte. De tal madre, tal hija"20. Pero también, desde esta perspectiva, el amor y el erotismo pueden convertirse en formas privilegiadas de atravesar esa realidad; en otras palabras, pueden ser un arma contra el tiempo. Así parece demostrarlo uno de los mejores poemas del libro, "Pandémica y celeste". En él, las citas lite­rarias -Donne, Shakespeare, Baudelaire, Mallarmé, Eliot- se cruzan con el

14 Shirley Mangini, Jaime CU ele Biedma, Madrid, Júcar, 1977, p. 77.

20 F. Campbell, op. cit., p. 255.

recuento de aventuras sucesivas que no niegan, sin embargo, la fuerza de un sentimiento más profundo. A diferencia de "Canción de aniversario", la ironía está aquí mucho más atenuada e incluso parece que se da la vuelta a lo dicho en otros poemas: lo importante ahora no es el desgaste que los años producen en ese amor, sino lo que perdura, el "envejecer juntos", puesto que la memoria integra en él todas las experiencias del pasado, incluso las más fugaces: "Sobre su piel borrosa, / cuando pasen más años y al final estemos, / quiero aplastar los labios invocando / la imagen de su cuerpo / y de todos los cuerpos que una vez amé / aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo. / Para pedir la fuerza de poder vivir / sin belleza, sin fuerza y sin deseo, / mientras seguimos jun­tos / hasta morir en paz, los dos, / como dicen que mueren los que han amado mucho." (LPV, 134-137).

El libro termina con "El juego de hacer versos", que funciona a modo de poética. El 26 de noviembre de 1962, Gil de Biedma envió las ocho primeras estrofas de este poema a Caballero Bonald para un homenaje a Rafael Alberti en su 60 cumpleaños; el 18 de diciembre del mismo año, el autor de Moralidades confirma en otra carta que el poema está terminado, pero sigue teniendo dudas de que el texto sea adecuado para la ocasión ("...temo que, dentro de la tónica general, lo mío resulte una salida de tono"). Finalmente, este libro de homenaje no llegó a ver la luz. Me parece significativo que Gil de Biedma no hable del oficio de hacer versos -como hizo Cesare Pavese-, sino del juego, claro indicio de un proyecto irónico desmitificador y, sobre todo, desacralizador. La ironía del título es matiza­da en el segundo verso ("El juego de hacer versos / -que no es un juego- es algo / parecido en principio / al placer solitario..."), y Gil de Biedma opta, muy conscientemente, por los versos de arte menor, para exponer una teo­ría que conecta con aquel pensamiento de T. S. Eliot: "El poeta inmaduro imita, el poeta maduro plagia" ("demasiado inexpertos, / ni siquiera pla­giamos..."). La poesía es mucho más cuestión de técnica que de sentimien­tos: consiste, ante todo, en un proceso de formalización que hace creíbles las experiencias a través de una voz cordial; escribir poemas es una mane­ra de entender la vida, aunque el placer del comienzo se torne al final vicio solitario: "Luego está el instrumento / en su punto afinado. / La mejor poesía / es el Verbo hecho tango. / Y los poemas son / un modo que adop­tamos / para que nos entiendan / y que nos entendamos." (LPV, 138-139)

El último libro que publica Jaime Gil de Biedma, Poemas postumos (1968)21, profundiza en la condición de un personaje enfrentado con el tiem­po y con su propia decadencia. Jaime Gil de Biedma se plantea la edad como desgaste, como cercanía de la muerte, pero también como supervi­vencia; la pérdida de la juventud es un tema constante, por no decir obse­sivo. Así, en el emblemático poema "No volveré a ser joven", en el que Gil de Biedma recurre a la alegoría del teatro para confirmar el sentido de pues­ta en escena del personaje: "Que la vida iba en serio / uno lo empieza a com­prender más tarde / -como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante. / Dejar huella quería / y marcharme entre aplausos / -enve­jecer, morir, eran tan sólo / las dimensiones del teatro. / Pero ha pasado el tiempo / y la verdad desagradable asoma: / envejecer, morir, / es el único argumento de la obra." (LPV, 152) Pero tal vez el problema central que sub­yace en Poemas postumos es la invención de una identidad. En otra entrevis­ta, Gil de Biedma hace este resumen: "Mi poesía fue el resultado de la invención de una identidad, y una vez esa identidad está asumida no hay nada que te excite menos la imaginación que lo que tú eres"22. En la prime­ra parte del libro, el poeta se plantea la posibilidad -y el riesgo- de vivir como si fuera siempre joven. Esa posibilidad se expresa nuevamente a tra­vés de un desdoblamiento en el poema "Contra Jaime Gil de Biedma", que se presenta como una riña de amantes (dos personajes que vuelven ebrios de una noche de farra), pero que en realidad son uno sólo, como muy bien demuestran los tres últimos versos: "Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, / y la más innoble / que es amarse a sí mismo!" (LPV, 146)

A pesar de la sensualidad y del vitalismo que subyacen en poemas como "Artes de ser maduro", "Un cuerpo es el mejor amigo del hombre" o "Himno a la juventud", prevalece en el libro la conciencia de la edad, que implica cierta resignación y, sobre todo, una buena dosis de cinismo, per­ceptibles en poemas como "Ultramort" o "De vita beata": "En un viejo país ineficiente, / algo así como España entre dos guerras / civiles, en un pue­blo junto al mar, / poseer una casa y poca hacienda / y memoria ninguna.

21 En su primera edición (Madrid, Colección "Poesía para todos", 1968), Poemas postumos sólo cuenta con doce poemas. En Las personas del verbo (1982) tiene veintisiete.

22 José Batlló, "Jaime Gil de Biedma: el juego de hacer versos", Camp de l'Arpa, n° 100, junio de 1982, p. 63.

No leer, / no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, / y vivir como un noble arruinado / entre las ruinas de mi inteligencia." (LPV, 173) También se puede decir que esa ironía, dirigida a veces contra él mismo, es una forma privilegiada para escapar de la sordidez, y resulta evidente que muchos poemas de este último libro están inspirados por una situación personal realmente difícil ("Del año malo", "Conversación" o "Príncipe de Aquitania, en su torre abolida"). En entrevistas posteriores, el poeta afirma que "Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma" fue escrito "por pura higiene mental": la escritura funciona ahora como terapia, como única sali­da posible. Y el propio autor comenta poco después que "toda esa serie de problemas personales podían responder a una doble decepción: la de la insuficiencia del arte y la de la irremediable insuficiencia de la vida". Cuando ya no cabe el refugio en el arte ante la insatisfacción de la vida, como defendía Oscar Wilde, la salida de esa situación pasa por sacrificar al personaje poético que se había creado, como ocurre al final de este poema, que parte del recuerdo de una reunión de amigos en una casa de campo (Ángel González y Juan Marsé, entre ellos): "Yo me salvé escribiendo / después de la muerte de Jaime Gil de Biedma..." (LPV, 157)

También la muerte de los seres queridos -Poemas postumos está dedicado, en la edición de 1975, a dos personajes que acaban de morir: Bel, con quien estuvo a punto de casarse, y Gabriel Ferrater, que se había suici­dado en 1972- contribuye a darle cierto tono sombrío al libro, que continúa hasta "De senectute", el último poema serio escrito por Gil de Biedma: "...D e la vida me acuerdo, pero dónde está." Como muy bien dice Pere Rovira, "la voz que habla en Poemas postumos es una voz ensimismada y, a la vez, cuestionada. Es decir, la identidad de la voz poética ya no se apoya en la manipulación de un material literario escogido (habría que decir no exclusivamente), sino ante todo en su soledad"23. Es la voz que afronta el desgaste ocasionado por el paso del tiempo, la muerte de los seres queri­dos y el final de un personaje que es borrado cuando ya no descubre nada nuevo. No es preciso crear ninguna leyenda: si el poeta no escribe, es por­que ya no se interesa por la invención de una identidad, como él mismo explicó a la perfección:

"...Y preguntarme por qué no escribo inevitablemente desemboca

23 pere Rovira, op. cit, pp. 240 y ss.

en una inquisición mucho más azorante: ¿por qué escribí? Al fin y al cabo, lo normal es leer. Mis respuestas favoritas son dos. Una, que mi poesía con­sistió -sin yo saberlo- en una tentativa de inventarme una identidad; inventada ya, y asumida, no me ocurre más aquello de apostarme entero en cada poema que me ponía a escribir, que era lo que me apasionaba. Otra, que todo fue una equivocación: yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema. Y en parte, en mala parte, lo he conseguido; como cualquier poema medianamente bien hecho, ahora carezco de liber­tad interior, soy todo necesidad y sumisión interna a ese atormentado tira­no, a ese Big Brother insomne, consciente y ubicuo -Yo, mitad Calibán, mitad Narciso, le temo sobre todo cuando le escucho interrogarme junto a un balcón abierto: "¿Qué hace un muchacho de 1950 como tú en un año indiferente como éste?" All the rest is silence."

Jaime Gil de Biedma

Sr. D. Jo sé M an u el C aballero B on ald P alm a

M i qu erido am igo,A cabo de h ab lar p or teléfono con C arlos B arral, que m e ha p artic ip ad o qu e te hab ía escr i­

to ay er y que ju n tab a a su carta los dos poem as qu e yo le hab ía dado para qu e g estion ase cerca de ti su p u blicac ión en los Papeles... En v ista de ello, y au n qu e no nos con ocem os -bueno, yo te con oz ­co a ti de vista, de M adrid -, h e tom ado la in ic ia tiva de escrib ir le . D e todas m an eras no creo que tar­dem os en en con trarn os, pu es m e d ice C arlos que pasarás unos d ías a q u í co in c id ien d o con la estan ­cia de V icente A leixan dre, a s í que cu en to con verte.

E spero que, s i los poem as te g u stan , no haya in con ven ien te para su p u blicac ión . C onsidero qu e la p rim era ob ligación de todo poeta con siste en escrib ir bu en os poem as, de m odo qu e se m e f ig u ­ra qu e los m íos deben tener al m enos una cu alidad : la d e estar d ecen tem en te hechos, que al f in y al cabo no p arece fr e cu en te , au n qu e qu izá sólo sea p orqu e se la tiene p or no im portan te.

M e h e p erm itid o el an terio r desahogo p orqu e d e la lectu ra de tu Anteo en el ejem p lar de C arlos d edu zco qu e co in c id im os en esa m ín im a ex ig en cia de hon estidad literaria y am or al oficio. Tus poem as m e han sorpren d ido y m e han in teresado , p rim ero p o r esa razón , lu ego p o r otra : p o r ­que m e han parecido en lazarse su bterrán eam en te -no sé bien cóm o- en ritm o y estru ctu ra , con una trad ición poética españ o la tan in ju stam en te ap reciada com o poco con ocida : la qu e arran can do de Villegas d esem boca en los prerrom án ticos. Tengo cierta cu riosidad p or con ocer el repertorio d e tus lectu ras fav or ita s .

H asta pron to, recibe un a fectu oso sa lu do d e tu im prov isado pero segu ro am igo

Ja im e G il de B iedm a 1

1 Esta carta, la primera que Jaime Gil de Biedma dirige a José Manuel Caballero Bonald, es de noviembre de 1956: se deduce de la mención de la carta de Barral, fechada el 16-XI-1956.

Barcelona, Sábado'

Sr. D. J o s é M an u el C a b a lle r o B o n a ld P alm a

M i q u er id o am igo ,m u ch as g r a c ia s p o r tu c a r ta d e 16 a g o sto , q u e h e ta rd a d o en c o n tes ta r p o r q u e liegt) a q u í

m ien tras y o e s ta b a d e v aca c io n es , fu era .M e a le g r a q u e te h a y a g u sta d o e l fr a g m en to d e p r ó lo g o q u e te envié. D esd e lu eg o p u e d e s

co n ta r con m ig o tod o lo q u e q u ie ra s p a r a "T ribunal d e l V iento"2. P rec isa m en te y o ten ía g a n a s d e h a c e r una n ota s o b r e e l lib ro d e H enry G reen , Loving, q u e h a p u b lic a d o B ib lio te c a B rev e y q u e estéi muy b ien —¡lástim a ele trad u cc ión !- y n o s a b ía d ó n d e en v iar la . En cu an to a r r e g le un p o c o m i vida, p u e s estoy en p le n o d eso rd en d e rec ién l le g a d o y p a r o fu e r a d e ca sa , m e p o n d r é a ello .

P o r ú ltim o, te a g r a d e c e r ía q u e m e h ic ie s e s un fa v o r . Tengo e l v ic io d e c ita r d e m em or ia v ah o ra , a l c o te ja r la c ita d e Valera, h e v isto q u e m i tran scr ip c ión no e r a textual. ¿ S erá s tan a m a b le d e m o d ific a r p o r m i la s p r im e r a s lin ea s d e m i a r tícu lo ? D eben q u ed a r en la f o r m a sig u ien te :

"Ha q u er id o u sted " - le e s c r ib ía D on Ju a n V alera a l P. C o lo m a a p ro p ó s ito d e Pequeñeces- "ha q u er id o u sted c r e a r a lg o d e l g én e ro ep ic en o , y h a s a lid o d e l g én ero neutro ".

M u chas g ra c ia s . Un a b ra zo , y h a s ta q u e v en g as p o r a q u í

J a im e G il d e B ied m a 1

1 El libio de Henry Green al que se refiere la carta. Loving, fue publicado por primera vez en Seix Banal en 1957. con el título Amor. La carta, por lo tanto, debe ser de este año.7 Fue Caballero Bonald quien puso "Tribunal del viento" a la sección de crítica literaria de Papeles de Son Armadans. a par­tir de un verso del Conde de Villamcdiana.

B arcelon a, 7 de setiem bre'

Q u erido am ig o P ep e,

¿estarcís en M ad rid e l p ró x im o 10 d e ju l io ? Yo h e d e ir p o r e s a s f e c h a s p a r a asun tos d e m i tr a b a jo o f ic in e s c o y m e g u sta r ía a p r o v ec h a r la o c a s ió n p a r a verte, s i e s q u e tod av ía n o h a s s a l i ­d o ru m bo a tus c a s ti llo s b a le a res .

En c a s o a firm ativ o te a g r a d e c e r ía m e d ie s e s n u evam en te tu núm ero d e te lé fon o , p u es no s é d ón d e lo apu n té a q u e lla n o ch e q u e a h o r a no lo en cu en tro en m i a g en d a

A unque y a te lleg ó p o r ca r ta co lectiv a , r e c ib e o tra vez un a b ra z o d e fe l ic it a c ió n p o r e l éx ito d e Las horas muertas en e l Boscctn.

J a im e G il d e Biedm ci

(1) a c a b o d e en con tra r lo a h o r a apu n tado en una leu j e t a en e l ca jón d e m i m esa.

B arcelon a , 25 d e ju n io d e 1958

Q u erid o P epe,

llev o v ar ios d ías q u er ien d o esc r ib ir te p a ra ag rad ecer el en v ío d e Las horas muertas', que p or c ierto h e term in ad o d e leer d u ran te una es tan c ia re lám p ag o en P a lm a —d on d e a s i s t ía un d ía de las con v ersac ion es p oéticas , en el cu rso d el cu a l co m en té con a lg u n os am ig os n u estros tu in ex p li­cab le -y lam en tab le- au sen cia . U na p en a. Yo, au n qu e só lo es tu v e v e in ticu atro horas escu etas , m e d iv e r t í m u cho. Vi o tra vez a A m p aro y G abrie l1 2 3, qu e son v erd ad eram en te dos seres en can tadores .

Las horas muertas m e ha parecido m ás ex ten so y com plejo d e lo que tu lo habías hecho p are­cer en la selección de Papeles... y en la lectu ra que d iste aqu í. A u n qu e los poem as que d iste en tonces son sin du da de los m ás brillan tes del libro, h ay en él otra zona, de p iezas m ás breves y m enos ab o ­rrascadas, qu e a m i en ten d er con stitu ye un fa c to r im portan te del con junto. E sa a ltern an cia d e p iezas breves y largas, d e su av idad e im precación , m e recuerda un poco Espadas como labios, libro con el que el tuyo no g u ard a n in gu n a a fin idad su perfic ia l, p ero con el qu e p os ib lem en te tiene una cierta a fi­n idad d e m ateria: los dos m e parecen estar sacados d e vetas d e experien c ia bastan te sem ejan tes. En f in , fe lic itac ion es . P or lo poco p oster ior qu e h e v isto tuyo -un poem a sobre M ach ad o-, veo que e fectiv am en ­te, y com o tú m e dijiste, has variado m ucho.

Las horas muertas es un libro redondo, después del cual fo rzo sam en te tenías que tom ar bille­te para algún sitio. P ero aparte las razones, y las n ecesidades personales e in transferibles de tu caso, encuentro algo curioso en la rapidez con qu e unos cuantos d e nosotros nos hem os desarrollado en los últim os tiem pos - q id z á eso sea sign ificativo de que algo está en el aire y a pu n to de fraguar.

N o s é cu án d o iré p o r M ad rid , p ero cu an d o lo h ag a no d e ja ré d e verte.¿Tu sob r in o R a fa e l s ig u e v iv ien d o en tu ca sa? 2 D a le recu erdos d e m i parte.H asta la v ista, un ab razo

Ja im e

1 Las horas muertas, Premio "Boscán" 1958, fue publicado por el Instituto de Cultura Hispánica (Barcelona, 1959).2 Gabriel Celaya y Amparo Gastón.3 Se trata del poeta gaditano Rafael Soto Verges: lo de "sobrino" es, naturalmente, un apelativo cariñoso.

Barcelona, 26 de m ayo de 1959

Q u erido P epe,p erd on a que haya estado tanto tiem po sin con testar tu posta l. N o sé p or qué, p ero llevo

m eses casi tota lm en te in capacitado d e esc r ib ir cartas.Sí, sab ía qu e te casaste, pu esto qu e r ec ib í una partic ip ac ión -da recuerdos m íos a tu m u jer,

a qu ien con ozco de oídas p or M ig u elito B arceló'- y sab ía que estabas de p ro fesor en C olom bia, lo que ignoro es si se trata de a lgo d e fin itivo (¡la estan cia en ese país, no el m atrim on io!) o s í p ien sas p e r ­m an ecer so lam en te unos cu an tos cursos.

C arlos B., Ja im e S alinas y C astellet acaban de regresar de F orm en tor, del II C oloqu io de N ovela , que segú n p arece fu e un éxito. Esta vez se trataba d e una reun ión d e ed itores, que ha ten i­do p or con secu en cia la creación de dos p rem ios in tern acion a les de novela , d e 10 .000 $ cada uno1.

La an to log ía de C astellet sa ld rá en breve\ y todos esp eram os con cu riosidad las reacciones de "la a fición" . C arlos lleva ya m u y avan zad o su libro ; Jo s é A gu stín y yo estam os em p ezan d o los n uestros - e l m ío se titu lará, p robab lem en te , Moralidades: tengo hasta ahora cu atro poem as, y estoy em p ezan d o el qu in to, todos bastan te ex tensos. O tro d ía te en v iaré a lgu n a m uestra.

Un fu e r t e abrazo Ja im e

Mil de Biedma lo nombra como "mi sobrino Miguel" en el primer poema de Moralidades, "En el nombre de hoy". Miguel Barceló sería luego catedrático de historia medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona.-Se trata del Prix Fonncntor x del Prix Internacional de Littérnture.3Veinte años de poesía española (1939-1959), Barcelona, Seix Barral, 1960.

Barcelona, 10 de mayo de 1960

Sr. D. Jo sé M an u el C aballero B on ald B ogota

Q u erido P epe,e fec tiv am en te ya ten ía n otic ias d e tus ac tiv id ad es p or Jo s é A g u stín G oy tiso lo -qu ien nos

d io a leer tus varios artícu los-, p ero m e ha a leg rad o m u cho ten er n otic ia d irecta tuya, d espu és de

todo este tiem po.M i libro sobre G u illén sa lió ya. Te he en v iad o un ejem plar, p ero m e fig u r o que ta rd ará a lgo

en llegarte , pu es, con ocien d o a S eix B a n a l , es toy segu ro d e qu e los m u y avaros te lo habrán rem i­

tido p o r correo m arítim o.S i m an tien es con tacto un p oco con tin u o con E spañ a, e sp ec ia lm en te a través d e las rev is­

tas literarias , habrás v isto y a que en torn o a la an to log ía de Jo s é M a ría C aste lle t se ha lev an tad o bastan te p o lvareda . C reo que es lo m ejor qu e p od ía o c u r r im o s : p o r lo p ron to , la an to log ía en cu es­tión e s tá ten ien do un éx ito p oco fr e c u e n te en este tipo d e libros. Los sec tores d e V elin ton ia y Agora son , com o d ir ían los in g leses , los m ás "vocales" en su in d ign ación . E n esa rev ista sa lió un a r tícu ­lo fu r ib u n d o d e M an u el M a n tero1, p oe ta d e qu ien só lo con ozco a lg u n os versos su eltos e ign oro p or com p leto q u é c la se d e p erson a es -es p os ib le qu e tú tengas m ás datos qu e yo. C óm icam en te, una de las cosas qu e le p arecen m ás in ex p licab les es "la m an ía d e h ab la r d e la g u erra" qu e nos ha en trad o a a lg u n os d e los jó v en e s p oetas y críticos... Se trata, s in du da, de una n u eva v ersión de "la fu n es ta m an ía de p en sar" , com o d ecían los an tecesores d ec im on ón ico s del tal M an tero .

M ás in ex p licab le es el e scozo r d e los del 27 , p a ten te en A le ix an d re y en G u illén , y, p o r vía de heren cia , en C lau d io G u illén , qu ien ha p u b licad o en ínsula un ar tícu lo d e sem i-p ro testa con tra las tesis caste lle tian as2. Es una v erd ad era lá stim a qu e estés fu e r a d e aqu í, pu es el a ffa ire e s tá resu l­

tando de lo m ás d ivertido .M e a leg ra sab er qu e tu v ida tran scu rre d e m odo ag rad ab le y seg u ro y que trabajas con m ás

in ten sid ad que an tes. Ya estaba en terad o d e tu libro en p roy ecto sobre los jóv en es , p ero n ada sab ía de qu e tuv ieses tam bién en el telar una novela . ¿Y poesía? En el n úm ero ú ltim o d e Poesía de España ven ía una cosa tuya qu e m e g u stó m u cho.

N osotros hacem os bastan te labor de grupo. El libro colectivo sobre el realism o va por buen cam ino3, y para prim avera del año próx im o contam os con sacar los prim eros volúm enes de la C olección C ollioure [sic] de poesía - t e escrib irá sobre ello Ja im e Salinas que es el que lo lleva.

A M ig u elito B arceló le veo con fr e cu en c ia . Se ha con v ertid o en p erso n a n otab le d e la u n i­v ersidad , en d on d e hace rab iosa p ro p ag an d a d e la n u eva poesía . Va ad e lan tan d o tam bién en su libro , que segú n creo se lla m a rá Elegías pequeñoburguesas. L a sem an a p asad a v in o a m i estu d io a leer­m e un p oem a -La C h ica de S abad ell- y esta m añ an a m e ha te le fon eado qu e qu er ía verm e y leerm e el

ú ltim o qu e ha escrito .

Barcelona, 15 de noviem bre de 1960

Moralidades av an za con la len titu d p rop ia d e su autor. Tengo ahora m edia docen a d e p o e ­m as, todos ellos b astan te ex tensos. D esde lu ego no o lv id aré en v iártelos para la an to log ía de Mito'- p u edes estar segu ro- tan p ron to tenga las cop ias hechas. Ya escogerás tú los qu e m ás te g u sten -sólo uno de ellos se ha pu blicad o h asta ah ora ; no s é si lo verías, creo que en el n° 2 de Poesía de España.

D ales recuerdos m íos a P epa, a qu ien no con ozco pero espero con ocer a vu estro regreso en E spaña, y recibe un abrazo d e tu com pañ ero y am igo

Ja im e 1 2 3 4

1 La reseña de Manuel Mantero fue publicada en Cuadernos de Agora, n" 46-48 (I960), pp. 44-47.2 Claudio Guillen, "José María Castellet y la crítica literaria", Ínsula, n° 166-167, octubre de 1960, pp. 4-5.3 Este libro, mencionado también en las cartas de Barral a Caballero Bonald, no llegó a publicarse.4 En esta editorial de Bogotá publicó Caballero Bonald su antología El pape! del coro (1961), pero no tenemos noti­cia de esta otra antología a la que se refiere Gil de Biedma.

Q u erido P epe,

com o te p rom etiera , h ace ya a lg ú n tiem po, te en v ío cop ias d e ¡os s ie te p oem as qu e hasta ah ora llevo escritos p ara Moralidades, m i n u evo libro. C on ex cep ción d e "D u lce F ran cia" ', que se p u b licó en Poesía de España, la rev ista d e Á n g el C respo -" ed u lcoran d o" el v erbo f in a l - los d em ás son r ig u rosam en te in éd itos; dos d e ellos, ad em ás -" N o c h e triste d e oc tu b re" y "A polog ía y p e t i­c ió n ”- m e tem o qu e seg u irán sién d o lo p o r bastan te tiem po, dados los h áb itos cen sorios de n uestro

qu er id o país.F elices v acac ion es y buen añ o n uevo, un añ o en que p od am os v erte p o r acá. A brazos

Ja im e 1

1 Jaime Gil de Biedma cambió después este título por "París, postal del cielo".

Barcelona, 22-ΧΠ-60

Q u erido P epe,G racias p o r el tarjetón y p or el recorte d e tu artícu lo sobre el G uillén , que m e lia parecido

m uy acertado y, ad em ás, m u y elog ioso p ara mí. C elebro que m i libro llegase p o r f in a tus m anos a la tercera tentativa.

F elic itac ion es p o r el p u n to fin a l a tu novela. R ealm en te, tu experien c ia co lom bian a te s ien ­ta bien , a ju z g a r p o r la can tidad d e activ id ad es que estás desarro llan do, d ebes h aberte con tag iad o de la v ita lidad de ese con tin en te, qu e a q u í tanta fa lta nos haría.

Yo sigo , b astan te len tam en te, con Moralidades, y em p iezo adem ás a p rep ararm e para un libro de en sayos qu e tengo en p royecto , el p rim ero de los cu ales espero p od er escrib ir lo este verano, du ran te m is vacacion es: se titu lará La frescura de Espronceda1.

Los d em ás d e a q u í sigu en todos trabajan do, cada cu al en lo suyo. A M ig u elito B arceló le tran sm itiré tus recuerdos. Tras d esg arrad ora d esped ida , m archó hace una sem an a a serv ir al rey en el cam pam en to de C astillejos. P ien so ir a verle un d ía de estos.

¿S igues la v ida literaria de p o r aqu í? Lo m ás n otab le ú ltim am en te ha s ido la sin d icación de tus p a isa n o s , los p o e ta s a n d a lu ce s , en torn o a C on ch a L ag os , q u e se ha co n v er t id o en una e sp ec ie d e M a ria n a P in ed a d e la p o e s ía p en ib é t ic a . P arece s e r q u e e s tán q u e tr in an con n o s ­otros . A y er l e í un artícu lo m u y d iv ertido de un tal A qu ilin o L u qu e [s ie ]1 2 3, en Cuadernos Hispanoamericanos, en el que, a p rop ósito de las Obras Completas a V icente A ., arrem ete fu r io ­sam en te con tra lo qu e él llam a -con bastan te g ra c ia - "la n u eva ola d e la C osta B rava".

M e a leg ra q u e em p iec es a p en sa r y a en una v is ita a E sp añ a . T engo - ten em o s- g an asde verte.

R ecu erdos a P epa, y un fu e r t e abrazo.Ja im e

P.S. ¿H as escrito ya tu Oda a Fidel? Yo cada vez tengo m ás g an as d e p on erm e a ella\ Ya que las escritoras esp añ o las han d ed icado un libro a F ab iola , los escritores -a lg u n os p or lo m enos- deberíam os tener la m ism a in icia tiva con Tide! - al f in y al cabo, los dos em piezan p or Γ.

1 El título definitivo de este trabajo será "El mérito de Espronceda" y figurará como prólogo a una antología poé­tica de Espronceda publicada por Alianza Editorial (1966).- Se trata del poeta sevillano Aquilino Duque.3 El poema de Gil de Biedma "Durante la invasión" (Moralidades) se centra en los acontecimientos posteriores a la revolución cubana.

Barcelona, 13 de Junio de 1961

B arcelon a , 16 d e ab ril d e 1962

Q u erido P epe,estos p oem as, qu e creo qu e están d est in ad os a una an to lo g ía d e p oeta s esp a ñ o les qu e d eb e

p u b lica rse en C u ba, te los en v ío s ig u ien d o in stru cc ion es d e Jo s é A g u stín G oy tiso lo . S egú n m e ha d icho , eres tú e l com pilador.

¿ C ó m o e s tá is? Yo ir é p o r M a d r id a lr e d e d o r d e l d ía 8 d e m ay o , y e sp e r o q u e p o d a m o sv ern os .

U n ab razo , h as ta en ton ces

Ja im e

Q u erido P epe,r ec ib í tu tarjetón y m e p u se a la obra. S ucede, sin em bargo, qu e se m e d isparó una idea -

la d iv ersid ad de m otivacion es p or las cu ales uno escrib e p oes ía a lo largo de su v ida- de ín dole p or com p leto g en era l y p or lo tan to m u y a le jada , al m en os exp líc itam en te, d e la p ar ticu la r c ircu n stan ­cia qu e el p oem a d eb ía celebrar, esto es: el cu m p leañ os de A lb er t i1.

¿P uede serv ir un p oem a así? Se titu la "El ju eg o de hacer versos" , y a h í va lo que llevo escrito (a lgo m ás d e la m itad), p ara qu e m e des tu op in ión .

El ju eg o d e hacer versos -qu e no es un ju eg o - es algo p arec id o en p rin cip io al v ic io solitario .

Con la p r im era m uda, en los añ os n ostá lg icos de n u estra ado lescen cia , a esc r ib ir em pezam os.

Y son n uestros poem as del todo im ag in arios -d em as iad o in expertos, ni s iq u iera p lag iam os-,

p orqu e la P oesía es un án gel abstracto y, com o todos ellos, p red isp u esto a ha lagarn os.

El arte es o tra cosa d istin ta . El resu ltado de m u cha vocación y un poco de trabajo.

Barcelona, 26 de noviem bre , 1962

A p ren d er a p en sar en ren g lon es con tados -y no en los sen tim ien tos con qu e nos exa ltábam os-,

tratar con el id iom a com o si fu e r a m ág ico es un buen ejercicio , que llega a em borracharn os.

L u ego e s tá el in stru m en to en su p u n to a fin ado : la m ejor poesía es el Verbo h echo tango.

¿Te p arece d em asiad o ex tem p orán eo p ara in c lu irse en el hom en a je?D im e tam bién cu ál es el p la zo lím ite d e en trega, y s i la h o lan d esa en la cu al el p oem a d ebe

cop iarse ha d e ser d e p ap e l d e barba o s i basta el p ap e l sa tin ado .

R ecu erdos y un abrazo

Ja im e 1

1 Se trataba de un homenaje a Rafael Alberti al cumplir sesenta años, pero el libro no se editó finalmente.

Q u erido P epe,E l poem a hace ya a lg ú n tiem po qu e es tá term in ado, p ero h ay tem poradas en que esfu erzos

tan s im p les com o cop iar lo a m ano y bu scar un cartón , resu ltan d em asiad o on erosos p ara las en er ­g ías d e uno.

S igo crey en do -m ás ahora qu e an tes- qu e m i com posición no resu lta d e lo m ás adecu ada para el sex ag ésim o cu m pleañ os de un p oeta ex ilado , y tem o que, d en tro d e la tón ica g en era l, lo m ío resu lte una sa lida de tono. En fin , d ec id e tú y, si tu cr iter io co in c id e con el m ío, su p rim e el poem a.

D esde lu ego, m e g u sta r ía m u cho qu e hab lásem os. Tus sen tim ien tos, d espu és de tus ú lti­m as lectu ras "realistas" , los com pren do m u y bien. P ero creo qu e no h ay qu e d eso rb ita r las cosas: e s tá ocu rr ien d o lo qu e s iem pre ocu rre cu an do "se crea" una m oda literaria , en vez de d ed icarn os m od estam en te a rehab ilitar unas trad ic ion es preteridas y que, en un m om en to dado , resu ltan ser las m ás adecu adas. M i con se jo -n ada or ig in a l- es qu e te d espreocu pes de lo que escriben tus co n tem p o ­ráneos y am igos, p ara bu scar or ien tac ión en los g ran d es p oetas d e otras épocas -y tam bién en los p equ eñ os- cu ya ob ra te p arezca in op in ad am en te a fín a la p oesía qu e a ti te g u sta r ía hacer, a q u í y ahora . Eso es lo que h e h echo yo en los ú ltim os tiem pos con E spron ceda , con B yron , con Jo sé H ern án d ez y con B au dela ire -con es te p o r en és im a vez: creo qu e cada cin co añ os m e en señ a algo.

N o sé cu án do iré p o r M adrid . C u an d o lo h ag a te llam aré para vernos.

Un abrazo

Ja im e 1

1 En la carta se refiere al poema "El juego cié hacer versos", copiado en parte en una carta anterior, de 26 de noviembre de 1962. Así pues, esta carta debe de ser de ese mismo año.

Barcelona, 18 de diciem bre

Q u erido Pepe,p erd on a el retraso casi es te la r en con testar a tu carta . M e llegó en p len o a taqu e de ap en d i-

citis, una hora an tes d e sa lir hac ia la c lín ica -de m odo qu e fu e lo ú ltim o qu e le í an tes de p erd er con ­ciencia!

G racias p o r tu in terv en ción en lo d e Poesía para todos. Yo no tengo nada d e m om en to que p u eda entregar. Ayer, d espu és de h aber estado en barbecho d esd e el m es d e nov iem bre, " rom p í ag u as" y term in é m i p r im er poem a, que in c lu iré en el tom ito que va a p u b licar C o lliou re [s ie] y en el qu e in clu yo todos los poem as eró ticos qu e h e escrito h asta ahora -a fo rtu n adam en te la cen su ra ha p asad o p o r e llos sin p on er la p ezu ñ a en n ingú n sitio . E l libro ex ten so , Moralidades, lo ha a c ep ta ­do Joaqu ín M ortiz , d e M éx ico , y todav ía no tengo idea d e cu án d o saldrá.

Ya p u ed es f ig u ra r te que ja m ás se m e ha ocu rr id o d u d ar de tu am istad y d e tu in terés por m í. Yo tam bién te qu iero m ucho. A ver si en m í p róx im o v ia je a M ad rid tenem os ocasión de en con ­trarn os y charlar

Un fu e r t e abrazo y g ra c ia s otra vezJa im e 1

1 La antología En favor de Venus, de Jaime Gil de Biedma, aparece en la colección Colliure, Barcelona, Ί 965. La carta puede ser de ese año, ya que Gil de Biedma dio por terminado el libro Moralidades en el otoño de 1964.

Barcelona, 8 de m ayo'

Q u erid o P epe,

h ac e p oca s s em an as m e en co n tr é con un a n tig u o co n o c id o , q u e resp o n d e a l in v ero s ím il n om b re d e Tato E sca y o la y es e je cu t iv o d e u n a em p resa d iscog rá fica . E ste in d iv id u o m e con tó qu e una ca n tan te -R osa L eón - h ab ía g ra b a d o p a ra e llos un lo n g -p la y en el q u e se in c lu ían a lg u n o s p o e ­m as m ío s1. N a tu ra lm en te , m e in te resé p o r la cu es t ión d e los d erech os d e a u to r y le d ije q u e no r eco r ­d ab a h a b er d ad o au to r iz a c ió n n in g u n a a n in g u n a R osa León .

E sca y o la m e a c o n se jó en to n ces q u e m e d ir ig iera a ti, q u e eras el qu e lo h ab ía o rg an iza d otodo.

S i m e e sc r ib es u nas lín ea s so b re es te a su n to y m e ex p lica s cóm o e s tá la cu est ión d e d ere ­chos, te lo a g r a d ec e ré m u cho.

R ecu erd os a P ep a y un fu e r t e a b ra z o d e tu v iejo am ig o

Ja im e 1

1 "Mañana de ayer, de hoy" (.Moralidades) fue musicado por Rosa León.

Barcelona, 10 de setiem bre, 1975

Q u erido Pepe,G racias p or el en v ío d e los im presos de S .G .A .E ., que he rem itido, firm arlos , d irectam en te

a A n te1. Tengo cu riosidad p or saber cóm o quedan n uestros poem as cantados. R especto a los m íos, siem pre m e ha parecido qu e no son m u y prop ios para cantar.

E spero ir p or M ad rid a m ed iados de octubre. Te llam aré; hace m u cho tiem po qu e no nosvem os.

R ecu erdos a Pepa. Y un fu e r t e abrazoJa im e

1 En el disco Espuma, de Luis Eduardo Ante (1974), figura como productor José Manuel Caballero Bonald, pero no tengo constancia de que este otro proyecto se llevara a cabo.

Barcelona, 23 de setiembre, 1975

Q u erid o P epe,a m í tam bién m e h u b iera en can tad o verte, p ero no tien es qu e d iscu lp a rte p o r tu au sen c ia

de m i lectu ra. P rec isam en te no q u ise qu e av isasen a n in gú n am igo , p orqu e sé qu e ya con ocen m is p oem as y h ay p ocas cosas tan ab u rr id a s com o sen ta rse d u ran te una h ora p ara escu ch ar p oem as que, en n u estro caso , tú has v isto casi, ca s i nacer. P refiero es tar a tu d isp o s ic ión en a lg u n a estan ter ía de tu b ib lio teca y que, cu an d o nos veam os, sea p ara h ab la r y p a sa r el rato d e una fo r m a m ás viva.

P rec isam en te h ace unas sem an as q u e l e í en a lg u n a rev ista -Cambio, qu izá- qu e c itabas Las personas del verbo com o uno de los libros im p ortan tes d e 1975. M u ch as grac ia s .

S é qu e trabajas m u cho y en g ra n v ar ied ad d e cosas. Yo su elo ir a M ad rid só lo p or unas horas, p ero la sem an a p ró x im a es ta ré a l l í con G arlitos B a n a l d e v iern es a sábad o y m e g u sta r ía verte.

R ecu erd os a P epa. Y un fu e r t e ab razo d e tu v iejo am igo y com p añ ero

Ja im e

Barcelona, 29 de enero de 1976