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El Un« ventana abierta al mundo JULIO 1977 (año XXX) Precio : 2,80 trancos franceses DETENER AL DESIERTO %.*- '-.* -

Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

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Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

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ElUn« ventana abierta al mundo

JULIO 1977 (año XXX) Precio : 2,80 trancos franceses

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DESIERTO

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TESOROS

DEL ARTE

MUNDIAL

Carnero alado de Ribadeo

Esta diminuta pieza de orfebrería (6,5 cm de alto y de ancho) es una estatuilla hueca fabricada contécnica exquisita a base de láminas de oro repujadas soldadas entre sí y decoradas con granulos,glóbulos esféricos y cordones de alambre. En sus dos costados el aurífice dibujó un ave con moñay un cuadrúpedo con cuernos. Su antigüedad es seguramente superior a los 2.000 años, pero losespecialistas dudan en cuanto al origen exacto de la soberbia pieza : tartésico, fenicio-chipriota,helenístico... Descubierta no hace mucho en la localidad gallega de Ribadeo, se halla actualmente oen el Museo Provincial de Lugo (España). 2.

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El CorreoJULI01977 AÑOXXX

PUBLICADO EN 16 IDIOMAS

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(Organización de las Naciones Unidas para laEducación, la Ciencia y la Cultura)

Venta y distribuciónUnesco, Place de Fontenoy, 75700 París

Tarifas de suscripción :

un año : 28 francos - dos años : 52 francos.

Tapas para 11 números : 24 francos.

Los artículos y fotografías que no llevan el signo © (copy¬right) pueden reproducirse siempre que se haga constar"De EL CORREO DE LA UNESCO , el número del quehan sido tomados y el nombre del autor. Deberán enviarsea EL CORREO tres ejemplares de la revista o periódicoque los publique. Las fotografías reproducíbles serán faci¬litadas por la Redacción a quien las solicite por escrito.Los artículos firmados no expresan forzosamente la opi¬nión de la Unesco o de la Redacción de la revista. En

cambio, los títulos y los pies de fotos son de la incum¬bencia exclusiva de esta última.

Redacción y Administración :

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Persa : Fereydun Ardalan (Teherán)Portugués : Benedicto Silva (Rio de Janeiro)Neerlandés : Paul Morren (Amberes)

Turco : Mefra Arkin (Estambul)

Urdu : Hakim Mohammed Said (Karachi)

Redactores :

Español : Jorge Enrique AdoumFrancés : Philippe OuannèsInglés : Roy Malkin

Documentación : Christiane Boucher

Composición gráfica : Robert Jacquemin

página

4 EL AVANCE DE LOS DESIERTOS

Y LA RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE

por Mohammed El-Kassas

7 EL AVANCE DE LOS DESIERTOS

Y EL CLIMAT

por F. Kenneth Hare

11 CONTENER LA DESERTIFICACION

por Víctor A. Kovda

14 EL "TAZÓN DE POLVO"

Hace 40 años nacía un gran desiertoen el Oeste norteamericano

por Harold E. Dregne

La correspondencia debe dirigirseal Director de la revista.

So

18 EN LOS DESIERTOS DEL ASIA CENTRAL

Cómo ha logrado el hombre regar e industrializarmillones de hectáreas de tierras baldías

por Agazhan G. Babaiev y Nicolai S. Orlovskí

23 LA MORTAL AMENAZA DE LAS DUNAS

El implacable avance de la arena haciael valle del Nilo fotografiado desde un satélite

por Faruk El-Baz

25 VIDA Y MILAGROS DE LOS ANIMALES DEL SAHARA

por Claude Grenot y Roland Vernet

29 EL PETRÓLEO DE LOS POBRES

Una gran parte de la humanidad utilizapara cocinar y calentarse un combustiblecada vez más escaso : la leña

por Erik Eckholm

32 LA GRAN MURALLA VERDE DE LA CHINACómo domestican los chinos sus desiertos

34 LATITUDES Y LONGITUDES

2 TESOROS DEL ARTE MUNDIALESPAÑA : Carnero alado de Ribadeo -

Foto M

Spirale,

aximilien

Suiza.

Bruggmann © Éd La

Nuestra portada

¿Cuál es la causa del avance de los desiertosen el mundo? ¿Está el hombre indefensofrente a tan amenazante fenómeno? A estas

dos preguntas fundamentales trata deresponder el presente número de El Correo dela Unesco. Aun sabemos poco acerca deldesierto : sobre sus orígenes, sobre el papelde las actividades humanas y del clima en suexpansión, sobre su función en relación conel equilibrio de la biosfera... Para hacer frentea todos estos problemas están organizandolas Naciones Unidas la primera ConferenciaMundial sobre Desertificación, que tendrálugar en Nairobi (Kenia) del 27 de agosto al9 de septiembre. Con vistas a la misma seprepara un mapa mundial de los desiertos y dela desertificación en el que cooperan laUnesco y otras organizaciones internacionales.

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¿Es el hombre responsable de la expansión de los desiertos? No cabe duda de que en muchos casos la actividadhumana ha contribuido a agravar un fenómeno natural ya inquietante en sí mismo. Ejemplo de ello es, en Africa, eldesierto del Sahara, que se extiende sin cesar poniendo en peligro la economía de algunos países. En las fotos : a la

izquierda, el desierto de Tibesti, en la región fronteriza entre Chad y Nigeria ; a la, derecha, el de Fezzán, en Libia.

El avance

de los desiertos

y la responsabilidaddel hombre

por

Mohammed El-Kassas

MOHAMMED EL-KASSAS, egipcio, profesor de

botánica aplicada de la Universidad de El Cairo, es

miembro del comité nacional egipcio del programa

"El hombre y la biosfera" (MAB) de la Unesco,habiendo sido vicepresidente del consejo internacionalde coordinación del mismo entre 1970 y 1974. De 1972

a 1976 fue director general adjunto de la OrganizaciónArabe para la Educación, la Cultura y la Ciencia.Actualmente es miembro del Club de Roma y perte¬

nece al comité de redacción de diversas revistas

científicas internacionales.

LOS desiertos forman parte de laszonas áridas y semiáridas que cu¬bren la tercera parte de las tierras

del planeta, repartiéndose por unos 60países. Pueden clasificarse como sigue :

desiertos sin agua, en donde no llueveni siquiera una vez al año (el centro delSahara en Africa del Norte, el Rub-al-Jali en Arabia, el desierto de TaklaMakam en Asia central y el desierto deAtacama en América del Sur) ;desiertos de escorrentía, en los cuales

las precipitaciones anuales son inferiores

a 100 milímetros y sólo existen plantasperennes en las cuencas de captación/por ejemplo, las ramblas o "uadis" deldesierto, que son ríos donde solamentecorre agua cuando llueve ;desiertos regados por la lluvia, quereciben de 100 a 200 milímetros de aguade lluvia al año. Aunque esto no bastapara permitir la producción agrícola,las plantas perennes crecen prácticamenteen todas partes.

Estos límites de 100 y 200 milímetros alaño son sólo aproximativos. En los desier-

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tos del litoral de Chile y el Perú, en Américadel Sur, o de Namibia, en Africa austral,'

la cifra inferior puede llegar a ser tan sólode 50 milímetros de lluvia al año porque elocéano mantiene húmeda la atmósfera

por lo menos parte del año. En los desiertostropicales, donde la lluvia se evapora acausa del calor del verano, el límite puedeser de 150 milímetros al año.

En cuanto a la desertificación, cabedefinirla como una serie de cambios eco¬

lógicos regresivos de la vegetación, elsuelo o el régimen hídrico que reducen laproductividad, menguan la capacidad desustentación de la tierra y la vuelven másvulnerable a la erosión. Puede producirseuna desertificación pasajera durante laestación seca, en un año de precipitacionesinferiores al promedio o cuando hay variosaños seguidos de sequía, como ocurrió enel Sahel de 1969 a 1973. Pero, como vere¬mos el ecosistema puede recuperarse enúltima instancia.

En efecto, tanto las plantas como losanimales y el hombre son capaces desobrevivir en el desierto. Puede ocurrir

que la población sea poco numerosa ytenga únicamente un carácter temporal(por ejemplo, los nómadas), o que seaglomere en torno a los oasis, pero elhecho es que no está totalmente ausente.

Los organismos consiguen establecerun equilibrio precario entre su capacidadde supervivencia y los magros recursos desu habitat árido. En tales condiciones, el

medio ambiente y la vida vegetal se hallanen un estado de equilibrio dinámico verda¬deramente difícil ; una pequeña modifi¬cación de aquél repercute fuertemente enéste.

Junto a las zonas áridas, hay otras enlas cuales las precipitaciones quedancomprendidas entre 200 y 400 milímetrosal año. El hombre utiliza estas tierras de

muy diversos modos que no son, sinembargo, muy diferentes de las prácticasque se aplican en los desiertos húmedos,e incluso en los más secos. El pastoreoexiste en estos tres tipos de tierras.

La horticultura de secano, que data dela época grecorromana, prospera todavíaen el centro y el sur de Túnez alrededorde Susa, Matmata y Gafsa, donde existen10 millones de olivos, y en el sudoeste deLibia, en Beni Ulid, que conserva susolivares aunque la lluvia no pasa de los70 milímetros al año.

Una agricultura de secano análoga sepracticaba ya en Palestina durante elperiodo nabateo, del año 600 antes deCristo al 200 de nuestra era. Los experi¬mentos realizados en el norte del desierto

de Neguev, donde las precipitaciones nopasan de 80 milímetros al año, han puestode manifiesto que tal cosa es todavíaposible.

Una característica importante quecomparten las zonas áridas y las semiáridasconsiste en la fragilidad de su situaciónecológica. La lluvia la falta de lluvia

constituye el elemento climático crucial :

Escasea durante todo el año o la mayor

parte de él. Ello significa que es inferiora la evapotranspiración potencial, esdecir al agua que se pierde por la eva¬poración en la superficie y por la trans¬piración de las plantas. Por consiguiente,la vida está sometida a la amenaza de la

falta de humedad.

Tiene carácter estacional. El año consiste

en una estación de las lluvias y en unaestación seca. Durante esta última, quees a menudo muy prolongada, el suelopuede quedar total o parcialmente pri¬vado de su cubierta vegetal.

Es variable. Las cifras que describen laprecipitación anual media no correspon¬den prácticamente a la realidad. En Aga-dés (Niger) la precipitación anual mediaen el periodo de 1922-1972 fue de 159milímetros, pero en 1958 hubo 288 y en1970 tan sólo 40. Diferencias comparablesde un año a otro se observan en todas

las zonas áridas y semiáridas. El creci¬miento de las plantas se ajusta a estasvariaciones. Puede menguar durante losaños secos, lo que dará como resultadouna cosecha nula, unos pastos mínimoso nulos y una cubierta vegetal insufi¬ciente para proteger el suelo contra laerosión.

Cae en aguaceros cortos que se concen¬tran en una pequeña superficie. Si latierra no está protegida por una cubiertavegetal, esos chaparrones pueden origi-

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. nar graves daños al arrastrar la tierrar superficial.

En condiciones naturales y sin que hayauna interferencia destructiva del hombre o

de los animales domésticos, los sistemas

ecológicos pueden mantenerse en equilibrioincluso en tales circunstancias. Los años

húmedos permiten a las plantas compensarel crecimiento que no han podido tenerdurante la sequía. Las plantas leñosas yperennes sobreviven durante las estacionesy años secos, manteniendo por lo menosuna cubierta vegetal esquelética sobre latierra.

Es cierto que los aguaceros son muydestructores, pero permiten que el aguacale en la tierra y proporcionan a lasraíces profundas de los matorrales detierras áridas humedad para todo el año.En otras palabras, los fenómenos naturalespueden corregir a la larga el desequilibrioecológico, con lo que la tierra volverá arecuperar su aspecto normal.

Pero cuando a las lluvias caprichosas seune la intensa explotación de las tierraspor el hombre, los daños pueden ser irre¬versibles. El desenlace es la desertificación.

Las formas tradicionales ds aprove¬chamiento de las tierras en las zonas áridas

y semiáridas han proporcionado a sus habi¬tantes la base para su sustento durantegeneraciones y generaciones. Allí dondellueve poco, se recurre a la agricultura desubsistencia en cuanto las precipitacionesrebasan el promedio. Se desbroza la tierray se la labra con azada para cultivar cebadaallí donde llueve en invierno y sorgo o mijocuando las lluvias son de verano. Si llueve

dos años seguidos, se ponen en explo¬tación otras tierras contiguas.

Con este sistema, el periodo de bar¬bechera es muy prolongado entre cadados cultivos. Cuando el volumen de pre¬cipitaciones supera los 400 milímetros, serecurre al sistema de la agricultura nómada.A menudo se emplea el fuego para des¬brozar el terreno y eliminar las malashierbas.

' El ciclo de la agricultura nómada en lallamada "faja de la Goma Arábiga" delSudán, que recibe de 250 a 450 milímetrosde lluvia al año, es un buen ejemplo deaprovechamiento integrado de la tierradesde hace siglos.

Hay, en primer lugar, una fase de cultivo.Se extirpan los arbustos de acacia y luegose cultiva dukho (Penniseteum typhoideum)y dura (Sorghum vu/gare) durante unperiodo de cuatro a diez años, gracias a lalluvia. Cuando la tierra queda agotada einfestada de parásitos, se la deja de bar¬becho.

Viene después la fase de colonización.La Acacia senega/, la Acacia seyal y lasgramíneas análogas invaden los camposabandonados. Al cabo de ocho o diez años,se puede extraer de ellas goma arábiga.

Durante la fase hortícola, que dura deseis a diez años, se explotan las acaciascomo cultivo comercial.

Viene, por último, la decadencia. LaAcacia Senegal empieza a morir, pero susrestos espinosos impiden el pastoreo. Deeste modo crece una hierba alta y densahasta que la tierra está lista una vez máspara ser quemada en preparación de unnuevo cultivo.

Estos ciclos se generalizaron en todaslas zonas semiáridas, si bien en algunas deellas se recurrió a la producción de carbónde leña como forma de explotación comer¬cial, en sustitución de la goma arábiga.

Ahora bien, tales ciclos no se han man¬tenido al mismo ritmo acelerado de utili¬

zación de la tierra en los últimos decenios.

La Acacia senega!, que es la fuente prin¬cipal de goma arábiga, ya no se regenerabien, como tampoco las gramíneas. Espor ello corriente que se malogren lascosechas. He aquí un aspecto de la deser¬tificación.

Los habitantes se trasladan con sus

métodos tradicionales de aprovechamientode la tierra hacia el sur, hacia regionesmás lluviosas : de 500 a 800 milímetros al

año. A consecuencia de ello, la sabana

está cediendo gradualmente el paso a lavegetación y a los sistemas de aprovecha¬miento de la tierra que antes existían enla faja semiárida. Se trata del fenómenode transición del bosque a la sabana, deésta a la estepa y de la estepa al desierto,fenómeno propio de la desertificación y de

otras formas de degeneración ecológica.

De ahí que no quepa poner remedio aeste tipo de desertificación mediante fenó¬menos naturales. Y es que su origen estáen el hombre mismo, en una explotaciónde la tierra que desborda la capacidad desustentación del ecosistema y sus facul¬tades de recuperación. Citemos el pastoreoexcesivo, el cultivo en exceso, la talaabusiva para utilizar la leña como combus¬tible y la quema incontrolada del terreno.Cuando se destruyen o aclaran en demasíalas plantas, el suelo pierde su cubiertaprotectora y queda expuesta a la rápidaerosión producida por el viento y el agua.

Las razones de esa explotación desme¬surada de los recursos naturales en zonas

tan frágiles son principalmente sociopo-líticas y están relacionadas con el creci¬miento demográfico y con los cambiossociales de los últimos años. Al crecer la

población humana, aumenta también elnúmero de reses (en Nigeria había en 1925cuatro millones de cabezas de ganado ; en1970 eran diez millones). Al mismo tiempo,la agricultura tiene que volverse másextensiva o más intensiva para poderalimentar a un número mayor de personas.

Al formular los gobiernos sus planesnacionales de desarrollo, la economía

ganadera de subsistencia cede gradual¬mente el paso a otra de carácter comercial.El ganado se convierte en una importantepartida de exportación. El desarrollo de laagricultura agudiza la oposición entreagricultores y ganaderos e intensificainevitablemente el aprovechamiento delas tierras disponibles. La aparición deciudades que actúan de centros adminis¬trativos y políticos acaba gradualmentecon los viejos mecanismos de interdepen¬dencia social que funcionaban sobre labase de los vínculos de parentesco. Elloreduce la capacidad de las sociedadesagropecuarias para adaptarse a las fluc¬tuaciones del medio ambiente.

Como vemos, la desertificación no esmás que el resultado final de una serie depresiones ecológicas, económicas y polí¬ticas.

Mohammad El-Ka*sa*

Cuando no poco,demasiado

De recibir poco o nada, un desiertopuede pasar a recibir demasiada agua.Entonces las tormentas del

desierto pueden provocarviolentas Inundaciones (en la foto el

"uadi" o río Uaar, en el sur de

Marruecos). Este régimen desastrosotiende a implantarse en numerosasregiones áridas, lo que obligainevitablemente a plantear elproblema de la evolución mundial delclima.

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EL AVANCE DE LOS DESIERTOS

La influencia del clima

por F.Kenneth Hare

SIEMPRE ha sabido en la tierra de¬

siertos. Son éstos creaciones de la

naturaleza, confinadas in situ porel incesante descenso o hundimiento de la

atmósfera situada sobre ellas. Las pertur¬baciones que engendran la lluvia se Vendebilitadas o anuladas por un vasto movi¬miento descendente de corrientes de

aire. Ese descenso es un fenómeno natural

de las zonas subtropicales de nuestro pla¬neta en rotación : ha existido siempre yseguirá existiendo en el futuro.

F. KENNETH HARE, clímatólogo canadiense, dirige

el Instituto de Investigaciones sobre el Medio Ambientede la Universidad-de Toronto. Es miembro del comité

Consultivo Canadiense sobre el Medio Ambiente y

director de "Resources for the Future" (Recursos para :

el futuro) de Washington. Es asimismo el autor prin- icipal del informe sobre "Clima y desertificación"preparado especialmente para la Conferencia de lasNaciones Unidas sobre Desertificación que se cele¬

brará en Nairobi en agosto-septiembre de 1977.

Y, sin embargo, las márgenes de losdesiertos se han movido, la aridez de las

regiones del interior ha crecido y ha men¬guado alternativamente. A mediados delHoloceno, es decir hasta hace unos 4.700años, los- pastores nómadas recorríanproductivas sabanas en lo que hoy es elárjdo Sahara oriental. Las civilizacionesdel valle del Indo florecieron con un régi¬men de lluvias moderadas en las márgenesde los actuales desiertos del Rajastán y deThar, producidos por un brusco deseca¬miento hace casi 4.000 años.

Es pues lógico y natural que las socie¬dades establecidas en las márgenes deldesierto alberguen el temor de que progresetal fenómeno. La desertificación es una

realidad palpable y amenazadora paranumerosos pueblos de Africa del Norte yde Africa oriental, como para otros muchosde Asia meridional y de la América tropical.Según un reciente estudio efectuado en

el Sudán, el límite meridional del Saharase ha corrido hacia el sur casi 200 kilóme¬

tros entre 1958 y 1975 ; ello no se hadebido a una expansión incontenible deldesierto a través de tierras fértiles sino a

que las zonas marginales se fueron dete¬riorando a trozos y poco a poco hastaunirse prácticamente a aquél.

¿Se deben estos cambios a un empeo¬ramiento del clima mundial? ¿Cabe preverque vayan a continuar? ¿Podemos haceralgo para estabilizarlos? ¿O bien se tratade un fenómeno demasiado poderoso parapoder contenerlo?

A la primera pregunta puede responderserazonablemente con un "no". No hay nadaque indique un empeoramiento permanentedel clima. La sequía saheliana de 1968-1973ha sido seguida en la mayoría de las zonasafectadas por precipitaciones moderadas

o abundantes en los tres años últimos. A|la grave sequía de 1962 en el centro de t

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Australia (culminación de un largo procesode desecamiento) han sucedido varios

años de precipitaciones excesivas. Nuestraexperiencia histórica nos dice que no hayzona alguna del mundo en la cual la dese¬cación de las márgenes del desierto sehaya mantenido sin interrupción.

La variabilidad es una característica de

las precipitaciones en tales climas. Dentrode una misma estación de las lluvias la

distribución de las tormentas resulta desi¬

gual, caprichosa e imprevisible, por lo queen un mismo año se pueden producirgrandes diferencias en cuanto a la hume¬

dad disponible. Las variaciones orográficasacentúan este efecto al concentrar las

escorrentías repentinas en las cuencas,mientras que las pendientes cercanasalmacenan muy poca humedad. Se pro¬ducen también grandes diferencias entredos años sucesivos. En muchas regionespueden darse periodos de varios añossecos seguidos. En las tierras semiáridasse califica a menudo de "sequía" esaescasez prolongada de lluvias.

Los ecosistemas naturales "recuerdan"

tales fenómenos y se adaptan muy bien aellos. Cada especie vegetal y animal tieneuna especialización genética concreta quele permite soportar las tensiones propias deesos climas y también, en caso necesario,sobrevivir durante varios años de precipi¬taciones nulas o muy reducidas, siquierasea gracias a la capacidad que tienen lassemillas de conservar su capacidad degerminación, como ocurre en el caso delas plantas efímeras. Gracias a la estructurade la vegetación y al comportamiento dela población animal, los ecosistemasconservan durante las épocas de sequíaprolongada la capacidad para recuperarseplenamente y para desarrollar una pro¬ductividad exuberante en las fases máshúmedas.

El nomadismo pastoral era, y es (allídonde subsiste), una adaptación razonablea ese clima, ya que permite trasladar loshatos y rebaños hasta tierras en las cualesla lluvia es más abundante y son mejoreslos pastos. En el Sahel, donde el noma¬dismo cuenta con una gran experienciahistórica, ha sido posible evitar a la vez lospeligros de la escasez de forraje provocadapor la sequía y los efectos de la tripanoso¬miasis en las zonas boscosas húmedas del

sur. Tanto los fulani como los tuareg hansobrevivido a un sinfín de sequías.

Ahora bien, debido a la estabilización

parcial de los hatos y rebaños, a la exten¬sión de la agricultura nómada en tierrassemiáridas y al crecimiento de la poblaciónhumana, este sistema ha perdido hoy díasu flexibilidad. El pastoreo y el cultivoexcesivo agotan la vegetación del suelohasta el punto de que una sequía prolon¬gada puede acarrear un desastre. En elpropio Sahel, las precipitaciones regionaleshan venido disminuyendo desde 1955-1960.La sequía de 1968-1973 fue la culminaciónde un prolongado y gradual deterioro dela situación y trajo consigo la amenaza deuna destrucción permanente de las tierrasproductivas y un peligro casi mortal parala economía de varias de las nuevas repú¬blicas africanas.

Por otra parte, es muy posible que la lintensidad de este prolongado fenómeno F

8

Lo quela arena

cubrió

Muchas de las civilizaciones desaparecidas se encuentranenterradas bajo la arena de los desiertos. Ruinas demonumentos, a veces importantes, testimonian de laprosperidad de numerosas regiones hoy desérticas. En elSahara, por ejemplo, existieron aldeas construidas en lascercanías de inmensos lagos en que moraban hipopótamos ycocodrilos ; de ello dan fe incontables grabados y pinturasrupestres que datan de hace miles de años. La gran civilizacióndel Indo floreció en parte de lo que es actualmente el desiertode Thar, en Paquistán. En las regiones que hoy cubren los

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Foto © Michel Andrault, Paris

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desiertos de Asia central se desarrollaron prestigiosas culturas.El oasis de Palmira (arriba), en el desierto de Siria, era hace ,

2.000 años el centro de un próspero reino. En las áridasmontañas de Afganistán, el alminar de Jam ( a laderecha), erigido en el siglo XII, es un vestigio más del pasadoesplendor. En el Sudán son numerosas las ruinas (abajo a laderecha) que recuerdan el poderío del reino de Meroe acomienzos de nuestra era. Y las arenas siguen avanzando

incluso en lugares actualmenta habitados, como puede verseen Al-Muja, en la República Arabe de Yemen (abajo).

Foto © Paul Almasy, París

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Espejismo

Este fenómeno característico

del desierto consiste en que laimagen invertida de objetosdistantes crea la ilusión ópticade una capa de agua situadaentre el objeto y el observador.Los espejismos surgen en lassuperficies llanas, desprovistasde vegetación y abrasadas porel sol.

. haya sido mayor debido a un aprovecha-" miento erróneo de las tierras por el hombre

y ello en dos sentidos. El primero, y másevidente, es que la destrucción de lavegetación perenne o la eliminación dematerias finas y de humus del suelo contri¬buyen de por sí a deteriorar el microclima.Con la sequía creciente, estos efectos sederivan del pisoteo, el ramoneo y el pas¬toreo de animales desesperados, especial¬mente cerca de los puntos de agua, o delabandono de tierras cultivables. Esas

superficies despojadas de vegetación yendurecidas se vuelven más calurosas,con mayor capacidad de reflexión y menorcapacidad de retención de agua. Losaguaceros repentinos pueden anegarlasrápidamente, en vez de reconstituir lahumedad del suelo. Las borrascas eliminan

con sus rachas huracanadas las materias

finas. Se trata de efectos que persistendespués de la sequía propiamente dicha yque obstaculizan el restablecimiento de lafertilidad y de la productividad.

El segundo efecto, más insidioso y nadaevidente para la población local, resultadel aumento de la capacidad de reflexiónde la superficie desnuda, de su "albedo",como dicen los climatólogos. Las foto¬grafías tomadas desde satélites (con infra¬rrojos) han puesto de manifiesto que elfuerte albedo del Sahara, la PenínsulaArábiga y gran parte del Cercano Orienteárido hace que esta parte de la atmósferase enfríe por irradiación incluso en plenoverano ; el calor que va al espacio esmayor que el que se recibe del sol, porenorme que pueda ser éste. Tal pérdidade calor queda compensada dinámica¬mente por un mayor hundimiento de laatmósfera sobre toda esta inmensa zona,lo cual explica la gran aridez de sus tórridosveranos.

El peligro está en que el aumento delalbedo resultante de la destrución de la

vegetación en las zonas desérticas margi¬nales como el Sahel traiga consigo unaumento del hundimiento atmosférico

sobre esas zonas y la consiguiente agra¬vación de la sequía de retro¬acción en virtud del cual ésta genera supropia intensificación. Es también posibleque la pérdida generalizada de materia

orgánica que va unida a tales fenómenoslimite la posibilidad de que se produzcanaguaceros en los sistemas nubosos (en losque hay que "sembrar" partículas paraprovocar la lluvia). Cabe pues imaginarque el carácter prolongado y agudo de lassequías del Sahel deba mucho a la des¬trucción de la vegetación y de los suelos,provocada por los desesperados esfuerzosde supervivencia de quienes padecenprecisamente tal calamidad.

No resulta fácil encontrar una solución

para estos problemas ; el climatólogo nopuede ofrecer un consejo sencillo y recon¬fortante. Todo parece indicar que volveráa haber una sequía grave y prolongada a lolargo de las márgenes del desierto en unafecha que no podemos prever. En el Africasaheliana esto ha solido ocurrir cada veinte

o treinta años, aunque no con regularidadsuficiente para poder hacer predicciones.La fase decreciente de las precipitacionesdura a menudo más de un decenio y, porello, cuando sobreviene la sequía siguiente,ataca a ecosistemas y sociedades humanasque están ya muy debilitados.

Por otra parte, la última sequía ha tenidoconsecuencias inhabitualmente gravespara muchas regiones del mundo, porrazones que todavía se desconocen. Parecepues prudente suponer, a efectos estraté¬gicos, que en los próximos años puedenproducirse sequías excepcionalmenterigurosas en el mundo semiárido y, porende, que el peligro de desertificación esmuy grande. En consecuencia, la comuni¬

dad mundial debe formular la estrategiacorrespondiente, que habrá que aplicarciertamente un día u 'otro.

El control del aprovechamiento de lastierras es, esencialmente la esta¬

bilización de una cubierta vegetal continuay perenne mediante una cuidadosa regu¬lación de la ganadería y de la agriculturade secano es la única medida directa

que cabe propugnar. Allí donde puedaaplicarse, surtirá evidentemente un tripleefecto : estabilizar el suelo y conservar susnutrientes y su contenido de materiasorgánicas, facilitar un crecimiento rápidocuando vuelva a llover, e impedir el cre¬ciente albedo, que puede acentuar eldescenso atmosférico. Esto podrá lograrse

gracias á las franjas verdes plantadas a lolargo de los bordes septentrional y meri¬dional del Sahara, aunque tales franjastengan pocos efectos aparentes sobre elclima en general (que se rige por fenó¬menos mundiales). No se puede evitar lasequía, pero sí mitigar sus consecuenciasmediante una buena ordenación de las

tierras.

Conviene, desde luego, acelerar losexperimentos de producción de lluvia,por medios artificiales aplicados ya o enproyecto en varias partes del mundo ; perono es probable que generen grandescambios en la frecuencia de las sequías.En realidad, es posible que su efecto prin¬cipal consista en intensificar las lluvias en

años ya de por sí lluviosos. Tampocoparece probable que la inundación engran escala de las cuencas desérticas o el

riego de grandes superficies vayan arepercutir demasiado en el clima, en unplano local.

Por último, cabe imaginar la posibilidadde predecir las anomalías del régimen delluvias en ciertas zonas. Investigacionesrecientes han mostrado la existencia de

numerosas conexiones entre las precipi¬taciones en zonas áridas y otros fenómenosen lugares remotos, en particular lasanomalías de la temperatura del mar.Algunas de esas conexiones tardan enproducirse de dos a tres meses, con loque resulta posible una cierta previsión sise vigilan adecuadamente tales zonas(como puede hacerse ya gracias a la tec¬nología de los satélites).

Pero, por el momento, el climatólogotiene que insistir en que las sequías sonfenómenos prolongados, inevitables yreiterativos del clima en las márgenes deldesierto. Sólo una utilización juiciosa yracional de la tierra y de sus recursospodrá evitar la gran calamidad que repre¬senta la desertificación originada por talessequías. Ello puede representar, política yeconómicamente, un problema gigantescopara unos países que, en su inmensamayoría, son pobres y están mal pertre¬chados para hacerle frente. Y, sin embargo,no hay otra alternativa. Es pues la comu¬nidad mundial entera la que ha de enfren¬tarse con el problema.

F. Kenneth Hare

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Foto Emile Schulthess, Berna (£) Rapho, París

Contener

la

desertificación

por Victor A. Kovda

VICTOR ABRAMOVICH KOVDA, eminente espe¬

cialista soviético en materia de suelos, dirigió de 1958

a 1965 el Departamento de Ciencias Exactas y Naturales

de la Unesco. Promotor y director del proyecto común

FAO-Unesco para el levantamiento de un mapa

mundial de suelos 11960-1965), ha sido enviado como

experto en la materia a numerosos países de Asía,Africa y América del Sur. El tema del articulo quepublicamos en estas páginas constituye la base de su

obra sobre la aridez y la lucha contra la sequía, escrita

a pedido del Programa de las Naciones Unidas para elMedio Ambiente.

HA pasado ya la época de la anar¬quía económica que caracterizóa toda una parte del mundo. Aho¬

ra estamos entrando en otra en la cual

el aprovechamiento de los recursos natu¬rales y la utilización de los mecanismos dela biosfera tendrán que hacerse de maneraracional.

En efecto asistimos actualmente a un

proceso de aridificación de los suelos ori¬ginado por la deforestación, el crecienteavenamiento de las tierras, la disminución

del nivel de las aguas subterráneas y el vdeterioro de los pastizales, en vastas regio- f

Mapa de la aridez

En este mapa, preparado especialmente para la Conferencia de lasNaciones Unidas sobre Desertificación (1977), las diversas

regiones del mundo han sido clasificadas en 14 categorías, segúnsu grado de aridez o de humedad.1) Humedad constante, sequías improbables. 2) Sequíassumamente raras (probabilidades de frecuencia : 5%). 3) Sequíasraras (de 5 a 10%). 4) Sequías relativamente frecuentes (de 10 a

25%). s>) Sequías frecuentes (de 25 a 30%). 6) Sequías muyfrecuentes (de 50 a 75%). 7) Sequías frecuentísimas (de 50 a 75%).8) Sequías continuas (de 75 a 95%). 9) Sequía total (frecuenciaaproximada del 100%). 10) Desiertos de arena, con dunas.11) Suelos con corteza de arcilla roja prácticamente desprovistosde vegetación. 12) Desiertos árticos. 13) Montañas, bosques dexerófítas, regiones de matorrales y de sabana en los que lafrecuencia de las sequías es superior al 50%. 14) Desiertos ysemidesiertos de montaña donde la sequía es casi total.

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nés en las que, al mismo tiempo, se obser¬van precipitaciones atmosféricas y tempe¬raturas anormales.

El hombre puede acelerar considerable¬mente ese proceso si a más de la ero¬sión, de las tempestades de arena, de ladestrucción de la vegetación a causa deldeterioro de los suelos y de la formaciónde arenas móviles se dedica a bombear

las aguas subterráneas.

Igual que en el pasado, el hombre sabehoy cómo obtener recursos alimentariosde los terrenos áridos, si los explota demanera cuidadosa y racional, ya sea parala obtención de pastos, ya para la agricul¬tura de secano o de riego. Pero todoparece indicar que actualmente la produc¬tividad de las regiones áridas y subáridasno basta para satisfacer las necesidadeshumanas.

La tendencia natural a la expansión delas zonas áridas y los cambios climáticoscíclicos que se ha observado en los últi¬mos años, unida a las consecuencias de

los errores humanos, ha agravado la si¬tuación generalmente desfavorable de laagricultura mundial.

Durante varios años consecutivos una

grave sequía asoló vastas zonas de Africa(desde Etiopía hasta Alto Volta, Maurita¬nia y Senegal), de Asia (particularmentela India), de algunos países de AméricaLatina y las llanuras de Europa oriental yde América del Norte. Las lluvias tardías '

y abundantes que cayeron después fueronde escasa utilidad para la agricultura ycausaron inundaciones y erosión. Y lasequía volvió a producirse, de uno a tresaños después, en Europa oriental, India yAfrica, con una gravedad si no mayor porlo menos igual a la precedente.

En condiciones climáticas tan inesta¬

bles, los problemas relativos a la alimen¬tación, al forraje, al agua y al combustiblese han agravado en muchos países. Lospastizales y las tierras de labor no hanpodido resistir al pastoreo excesivo ni alempobrecimiento y la erosión de lossuelos. Las zonas áridas y semiáridas quebordean los desiertos adquieren tambiénun aspecto desértico.

Así comienza o se acelera el proceso dedesertificación, que va acompañado deuna súbita disminución de la productividadde las zonas semiáridas y subhúmedas, lacual desciende al nivel de productividadtípico del desierto. Además, acompañana la destrucción ecológica la transforma¬ción profunda de la cubierta vegetal, asícomo de la distribución y del número delas especies animales, y, sobre todo, ladestrucción del suelo. En el pasado aquellasolía ser consecuencia del pastoreo exce¬sivo y de una agricultura de tipo primitivo.En nuestros días, agravan el proceso laintroducción desordenada y masiva demáquinas y vehículos pesados y la explo¬tación minera. La agricultura primitiva,basada en el barbecho y el monocultivo,junto con la práctica milenaria del pastoreointensivo, provoca la disminución de lafertilidad del suelo y la desertificación.

Este proceso se advierte claramente enAfrica. La desertificación de las tierras

que bordean el sur del Sahara progresaprobablemente a un ritmo de 100.000 hec

táreas al año. En otras palabrras, los límitesdel Sahara avanzan anualmente varios

kilómetros hacia el sur.

Hay quienes piensan que los desiertosdel Oriente Medio y de la cuenca medi¬terránea tienen su origen en la actividaddel hombre. Hace unos dos o tres mil años,

las laderas y los valles del Líbano, Siria, ellitoral de Egipto y Túnez estaban cubiertosde una rica vegetación (recuérdese losfamosos cedros del Líbano que aun sub¬sisten) y proveían a Roma de grandescantidades de madera, cereales, aceitunas,vino, etc. La tala de árboles, la destruc¬

ción de la vegetación forestal o herbácea,el pisoteo de los pastos por el ganado y laerosión causada por el agua o el vientohan transformado esas regiones en semi¬desiertos o en desiertos propiamentedichos.

Los científicos árabes han señalado queel medio natural de la península arábiga yde Africa del Norte ha sido sustituido casi

completamente por un paisaje creado porel hombre, a' través de una larga historiade pastoreo nómada incontrolado y dedeforestación de los suelos arenosos, asícomo de las colinas y laderas. Y estasituación se agravó particularmente en lossiglos XIX y XX con la llegada de loscolonizadores, comerciantes e industriales.

La desertificación ha alcanzado propor¬ciones alarmantes en Sudán, donde la

sabana avanza hacia la selva, la estepadesborda sobre la sabana y el desierto

devora la estepa. El límite entre la zona devegetación y el paisaje desértico al sur deJartum se ha desplazado, en los 20 o 50años últimos, entre 90 y 180 kilómetros,es decir a un promedio de cinco kilóme¬tros por año. Las célebres plantaciones deacacias de las que se extrae la gomaarábiga desaparecen completamente delos lugares donde antaño proliferaban. Enel último decenio la producción de caca¬huete y de ajonjolí ha disminuido a lamitad o a la cuarta parte de las cosechasprecedentes. La situación es análoga enlas regiones de agricultura de secano y enlas de pastoreo de Argelia, Túnez yMarruecos.

Los gobiernos de los Estados africanosindependientes están tratando de elaborary de poner en práctica vastos proyectosde lucha contra la desertificación, quecomprenden medidas tales como la esta¬bilización de las dunas, la reforestación, elmejoramiento y la rotación de los cultivos,obras de regadío etc. Son los países ára¬bes y los del Sahel los que han promovidoel lanzamiento por las Naciones Unidas deun programa especial de lucha contra ladesertificación del planeta.

Una gran parte del desierto de Sonora,en Arizona, y casi la totalidad del desiertode Nuevo México, ambos en Estados

Unidos, deben su existencia al pastoreoexcesivo practicado en los últimos siglos.Lo mismo cabe decir de las vastas exten- 1

siones de tierras áridas del Asia central I

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Page 13: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

Cráteres acogedores

Para esas verdaderas islas del

desierto que son los oasis, la luchacontra la invasión de la arena reviste

una importancia capital. Así, los oasisde Suf, en el Sahara argelino, han deser defendidos constantemente.

Grandes empalizadas concéntricas,cuidadosamente mantenidas, detienen

el avance de las dunas y protegen losgrandes "cráteres", a menudobastante profundos, donde crecen laspalmeras datileras. Las dos terceraspartes de la población del Saharaestán formadas por grupossedentarios que viven en los oasis.

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i que en otro tiempo se hallaban cubiertas

no sólo de hierba sino de gran cantidadde árboles y arbustos.

El pastoreo nómada se ha venido prac¬ticando desde hace unos tres o cuatro mil

años. En la actualidad, el número total de

cabezas de ganado es de 3.000 millones,de los cuales cerca de la mitad se encuen¬

tran en las regiones áridas del globo. Porejemplo, en Africa del Norte hay 30 millo¬nes de cabezas de ganado y en Australia50 millones.

Los ecólogos advierten constantementeque las estepas secas y semidesérticas sonextremadamente "frágiles" e inestables.Los suelos áridos donde la hierba crece

pueden transformarse en dunas móvilesen sólo dos o tres años. En cambio, parala recuperación de la vegetación y la esta¬bilización de las dunas se necesitan de 15

a 20 años y aun más.

La pérdida de la cubierta vegetal y delhumus intensifica la aridez del terreno : el

sol abrasa una mayor extensión de tierra,la temperatura del suelo puede llegar a serde 18 a 25°C, la humedad del mismo dis¬

minuye y el albedo (poder reflector de uncuerpo iluminado) se duplica o triplica,acercándose al de los desiertos (40-50%).

Todas estas consideraciones permitenconcluir que la frecuencia creciente de lassequías y de las malas cosechas y la des¬trucción de la vegetación y del suelo ensuperficies considerables son fenómenosrelacionados entre sí y con la tendenciageneral a la aridificación, agravados por laactividad humana irreflexiva y errónea.

Pese a algunas fluctuaciones, la inten-. sidad y la frecuencia de las sequías en los

últimos años han dado a las regionessemiáridas y subhúmedas de África, Asiay América un aspecto desértico o semi-desértico. Surge así como un fantasma elpeligro de desertificación del planeta.

La demanda mundial de alimentos y elprecio de éstos aumenta sin cesar, y almismo tiempo disminuyen las reservasmundiales de productos alimenticios y deforraje : de 40-80 millones de toneladasdescendieron a 30 millones en 1973-1974.

Agrava la situación el hecho de que elsiglo XX coincida con un largo periodo dedesecamiento, según se desprende delanálisis de las fluctuaciones cíclicas del

clima del planeta realizado por el científicosoviético A.V. Chitnikov. De ahí la proba¬bilidad creciente de que se produzcansequías en el futuro inmediato y la necesi¬dad de orientar la agricultura y la ganade¬ría a fin de poder afrontar las posiblesconsecuencias.

Los especialistas que han estudiado elclima y el rendimiento de los cultivos ali¬

mentarios y forrajeros han llegado a laconclusión de que actualmente es impo¬sible prever la duración o la orientación deeste periodo de desecamiento de la tierra.Pero la opinión general es que cabe espe¬rar que continúe algún tiempo más, durante10 a 20 años, aunque su duración puedeser también de 100 a 200. En todo caso, lamayor parte de las predicciones climáticasson pesimistas, por lo menos hasta 1985.

Victor A. Kovda

La desertificación puedeamenazar también a los paísesdesarrollados. Por ejemplo, enalgunas regiones de losEstados Unidos ese proceso hasido desencadenado

precisamente por la actividaddel hombre, es decir porformas de agricultura y deganadería poco adecuadas a lafragilidad de los suelos. Enesas condiciones, los periodosde sequía han provocadoverdaderas catástrofes. Una de

las más memorables es la queasoló el centro y el sur del paísentre 1934 y 1936 y que recibióel sugestivo nombre de 'Tazónde polvo". La erosión de los

suelos y las tempestades depolvo provocaron el éxodo enmasa de agricultores queinspiró a John Steinbeck sucélebre novela Las viñas de la

ira. En la fotografía, tomadaen Texas en 1934, pueden verseun automóvil y varias máquinasagrícolas casi completamentecubiertos de arena.

EL "TAZÓN

DE POLVO"Hace 40 años nacía un grandesierto en el

Oeste norteamericano

por Harold E. Dregne

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DE todas las lecciones que en losEstados Unidos hemos aprendidode la desertificación, probable¬

mente la más importante consista ensaber que la productividad de la tierra esfácil de destruir perd difícil de restablecer.

Las tierras áridas tienen ecosistemas

frágiles, con escasa capacidad para recu¬perarse. Explotarlas en épocas de sequíaal mismo ritmo que durante los periodosde lluvias puede resultar desastroso paralas plantas, el suelo y el hombre. Y elpastoreo excesivo, incluso en tiemposnormales, debilita las plantas y las hacemás vulnerables a la sequía.

En los cien años últimos ha habido en

los Estados Unidos tres grandes casos dedesertificación. El más reciente y másgrave de todos fue la erosión eólica de las

HAROLD ERNEST DREGNE, edafólogo norteame¬ricano, se ha especializado en el estudio de las zonasáridas. Ha investigado sobre todo las relaciones entrelas plantas, el suelo y el agua, así como los efectosde la salinidad. Dirige desde 1969 el departamento deagronomía de la Universidad Tecnológica de Tejas,de cuyo Centro de Investigaciones sobre las ZonasÁridas y Semiáridas fue nombrado director en 1976.Es autor de una obra sobre "Las tierras áridas en

transición".

grandes planicies semiáridas del sur,durante la gran sequía de los años 30,conocida con el nombre de Dust Bowl

("tazón de polvo").

El Dust Bowl afectó a cinco Estados :

Colorado, Kansas, Nuevo México, Oklaho¬

ma y Texas. Los daños causados por laerosión eólica fueron tan graves que loscampesinos abandonaron en masa suexplotaciones y emprendieron un verdaderoéxodo. Tal iba a ser el tema de la novela

Las viñas de la ira de John Steinbeck :

la migración de los agricultores de Okla¬homa a California.

La mayor parte de las heridas causadaspor el Dust Bowl han cicatrizado desdeentonces. Pero hoy vuelve a presentarsela amenaza de que el desastre se repita,como resultado de la tendencia a extender

la producción agrícola a las regiones semiá¬ridas, a fin de satisfacer las necesidadesmundiales en materia de alimentos. De

ahí que la experiencia de los Estados Unidospueda resultar útil en otras latitudes.

La agricultura de secano se introdujo afines "del siglo XIX en las grandes planiciesdel Oeste, que son las más áridas delpaís. Los nuevos colonos carecían deexperiencia para hacer frente a los cambioscaprichosos de un clima árido. Creyeron,

por ejemplo, que las grandes precipita¬ciones de los años 1870-79 eran un fenó¬

meno normal (pese a que la aridez losrodeaba por todos lados) o que "la lluviasigue al arado", es decir, que el cultivo dela tierra origina un aumento de las preci¬pitaciones. Por lo demás, las cosechasobtenidas en los años de lluvias hacían

mirar con optimismo el porvenir.

Pero la inevitable sequía volvió a partirde 1880 provocando la despoblación de laregión. Otro gran éxodo tuvo lugar acomienzos de los años 20, unos diez añosantes de que comenzara el Dust Bowl.Una descripción completa de éste puedeleerse en un informe del Servicio de Con¬

servación de Suelos de Estados Unidos.

En 1935, un año después de su creación,realizó el Servicio un estudio sobre la

región afectada. He aquí cómo cuentaArthur H. Joel lo que vio :

"La situación de innumerables granjases dramática. Es frecuente encontrar

grandes cantidades de tierra que llenanlos patios, se amontonan contra los edifi-cos, cubren parcial o totalmente las máqui¬nas agrícolas, las pilas de leña, los depó¬sitos de agua y los abrevaderos...

"En los campos aledaños puede verse, kde trecho en trecho, el subsuelo duro, f

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( pelado y estéril y montañas de arena a lolargo de las cercas, a través de los sem¬brados y en torno a los cardos y otrasplantas. Los efectos de la 'ventisca negra'son similares a los de la ventisca de nieve.

Y si para el que va de paso el espectáculoes triste, para los habitantes es desmo¬ralizador."

El nombre de ventisca negra se dio a lasgrandes tempestades de polvo oscuro queocultaban el sol y volvían el día en noche.El ganado moría de hambre o por comercantidades excesivas de tierra, aumentaronlas enfermedades humanas a causa del

aire cargado de polvo, quedaron inser¬vibles las máquinas y los vehículos eimpracticables los caminos.

Tras los años terribles de 1934 a

1936, una nueva sequía volvió aazotar las mismas regiones de losEstados Unidos en 1952 y 1953. Estafoto, tomada en abril de 1953, en

Tejas, muestra hasta qué puntohabrían podido ser graves susconsecuencias. Pero las medidas de

protección de los suelos adoptadasa partir de 1934 permitieron evitarque la nueva sequía fuera unacatástrofe.

La erosión eólica fue de tal magnitud que,tras las tempestades de arena de las gran¬des planicies, un inmenso velo de polvo seextendió sobre la húmeda región orientalde los Estados Unidos, e incluso sobre elocéano Atlántico, a 3.000 km de distancia.

El informe del Servicio de Conservación

de Suelos advertía sobre lo que podríasuceder si no se adoptaban medidas ade¬cuadas antes de que la desertificaciónresultara incontrolable. Al tratar de las

medidas de reajuste, que entrañaban latransformación de las tierras de cultivo en

pastizales, hablaba el informe de sacrificiospersonales. En efecto, muchos habitantes

de la región tendrían que emigrar, desapa¬recerían una serie de actividades econó¬

micas, disminuiría el rendimiento de los

impuestos y se reducirían también lasinversiones agrícolas. Pero, por severasque tales medidas fueran para algunaspersonas, el retraso en aplicarlas obligaríaa adoptar en el futuro decisiones máscostosas y complejas.

Aunque se afirmó que había- que darpor perdidas gran parte de las tierras, larealidad es que, en general, las cosechasfueron normales cuando volvieron las

lluvias. De todos modos, hubo zonas quejamás pudieron recobrarse, pese a que sehabía dejado de cultivarlas.

El segundo caso grave de desertificaciónen los Estados Unidos comenzó con el

asentamiento de los "pioneros" en lasregiones áridas del Oeste, en la segunda

mitad del siglo XIX. El rápido aumento delganado bovino y ovino dio lugar a unpastoreo intensivo en unos pastizales quese creía inagotables. Sin embargo, enpocos decenios los arbustos nocivos fueronsustituyendo la hierba cerca de los puntosde agua donde se concentraba el ganado.Y, como el pastoreo continuaba, gran partede las praderas restantes corrieron lamisma suerte.

Hacia comienzos del siglo XIX la deser¬tificación había dejado ya sus huellasprácticamente en todas las praderas de laregión. El deterioro de la cubierta vegetalcontribuyó a acelerar la erosión causadapor el viento y el agua y la formación dedunas.

Fue en el cálido sudoeste donde, debidoal aprovechamiento selectivo de pastospor el ganado y a las sequías periódicas,la proliferación de los arbustos revistiómayor gravedad. Las principales especiesinvasoras fueron la Larrea divarícata y laProsopis o mezquite. Hubo casos en losque el viento erosionó la tierra entre los

arbustos hasta el punto de que podíaverse el subsuelo duro y pelado.

En tales circunstancias es sumamente

difícil regenerar la capa herbácea, aunquese suprima totalmente el pastoreo, ya queuna gran parte de la capa superficial delsuelo ha desaparecido y subsisten muypocas plantas y semillas en la tierra.

El problema de la desertificación de las

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regiones de pastoreo atrajo la atencióngeneral entre 1910 y 1930. Desde entoncesse han realizado investigaciones sobre laexplotación adecuada de esas zonas.Gracias a ellas se han podido elaborardiversas técnicas rotativo oretardado, resiembra, fijación de las can¬tidades óptimas de ganado, creación depuntos de agua, lucha contra la prolife¬ración de los arbustos que, debidamenteaplicadas, mejoran la producción pecuaria.

Sin embargo, el progreso ha sido lento,particularmente en las regiones desérticascálidas. Para que el lector pueda apreciarla gravedad del problema, tomemos comoejemplo un terreno experimental infestadode Larrea divarícata y situado en el sur deNuevo México. Tras veinte años de esfuer¬

zos, y pese a que en él se ha limitado oprohibido el pastoreo, no ha podido obte¬nerse mejoramiento alguno y es muy pocala diferencia que existe entre el terrenoprotegido y otro contiguo, sin protección.Ello prueba que no cabe confiar en laexclusión total del ganado como únicomedio para regenerar rápidamente unatierra víctima del pastoreo excesivo.

El tercer tipo de desertificación se rela¬ciona con el riego. Tras la rápida difusiónde su empleo, que en el árido oestecomenzó a fines del siglo XIX y principiosdel XX, grandes extensiones de tierrasufrieron los efectos del riego excesivo yde la salinización.

Por desconocimiento de la técnica

adecuada, se trataban como si fueran deregadío los terrenos salinos y dé difícilavenamiento, simplemente porque seencontraban en zonas bajas y llanas fácilesde regar. La consecuencia fue que el nivelde las capas hídricas subterráneas subió acausa del riego excesivo.

El problema más grave es el incrementoveces lento, otras rápido de la

salinidad del suelo que amenaza a variosmiles de hectáreas de regadíos. Un ejemploelocuente es el del Imperial Valley, en elsur de California. En esa región se rieganmás de 250.000 hectáreas con aguas delrío Colorado. Pero la creciente salinidad

del río y la dificultad de avenar suelos detextura fina como los de esa zona, han

obligado a instalar sistemas de avenamientocada vez más costosos.

A medida que se siguen construyendomás presas, aumentan las pérdidas porevaporación y el nivel de salinidad delrío. Incluso el simple hecho de regar unasuperficie mayor contribuye a aumentar lasalinidad en su curso inferior, debido a

que el caudal de agua del cauce principales reducido y a que vuelven a desembocaren él las aguas de avenamiento con ungrado mayor de salinidad.

Como el pastoreo excesivo, la salinizaciónconstituye un problema más grave en losdesiertos cálidos del Oeste que en losdesiertos fríos. Por el momento no hay en

ellos grandes zonas de terrenos salinosirreversiblemente desertificados, como

sucede en las tierras de pastoreo. Sinembargo, si se emplea el riego, es precisoimpedir constantemente y a toda costa laacumulación de sal, desastrosa para lossuelos.

Finalmente, a medida que aumenta lapropagación del riego a partir de un númerolimitado de ríos, la cantidad de aguapotencialmente disponible para cadahectárea disminuye precisamente cuandohay mayor necesidad de aguas de lixi¬viación.

Es cierto que actualmente disponemosya de la tecnología necesaria para controlarla salinización, pero queda aún por ver sise la aplica eficazmente. Los responsablesde la política y de la economía tienen lapalabra.

Harold E. Dregne

Campo de cebollas en flor en unaexplotación agrícola del ImperialValley, en el sur de California.Estas tierras se han podido poner encultivo gracias a las aguas del ríoColorado. Pero el riego excesivoorigina en los suelos concentracionesde sal perjudiciales para lascosechas, salinización que hay quecombatir a toda costa.

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¿r

EN LOS DESIERTOS

DEL ASIA CENTRAL

Cómo ha logrado el hombreregar e industrializarmillones de hectáreas

de tierras baldías

y

m

por Agadzhan G. Babaievy Nikolai S. Orlovski

E'N la Unión Soviética, los desiertos ysemidesiertos ocupan una superfi¬cie de 2,5 millones de kilómetros

cuadrados, situándose sobre todo en Asia

central y en el sur del Kazajstán. La regióndesértica mide 1.200 km de norte a sur y2.500 de este a oeste. Las condiciones

naturales varían en ella mucho y el sub¬suelo es muy rico.

Las tierras regadas en esas zonas desér¬ticas representan sólo el 3% (unos 7millones de hectáreas) de la totalidad de

las tierras cultivadas en la URSS y el 61%de las tierras de regadío. Pero es en ellasdonde se produce todo el aceite de granosde algodón, un tercio de las fibras vege¬tales, incluidos el cáñamo y el algodón,76% de la seda bruta y más del 23% delaceite vegetal del país. Además, existeuna reserva de unos 20 millones de hectá¬

reas por si fuera necesario ampliar las isuperficies de regadío. |

AGADZHAN GUELDEIEVICH BABAIEV, especia¬lista soviético en investigaciones sobre los desiertos,es miembro correspondiente de la Academia de Cien-cías de la URSS y miembro activo de la Academiade Ciencias de la República Socialista Soviética deTurkmenistán. De 1960 a 1975 fue director del Insti¬tuto de Estudios sobre el Desierto de esta última. Es

miembro de la dirección de la revista Aprovechamientodel desierto y ha escrito numerosas obras, una deellas acerca de la explotación de los oasis de Turk¬menistán.

NIKOLAI SERGUEIEVICH ORLOVSKI, climatólogosoviético especialista en agrometeorologia, es directoradjunto del Instituto de Estudios sobre el Desierto de

la Academia de Ciencias de la República SocialistaSoviética de Turkmenistán.

Foto © Yuri Trankvilitzki, Moscú

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Las tierras áridas y semiáridas del Asia central son desde hace miles de años escenario de una luchaencarnizada entre el hombre y el desierto. Una amenaza constante de desertificación se cierne sobre millonesde hectáreas de la región. Pero el control de las dunas, el riego racional, la restauración de los suelos y lacreación de reservas vegetales han permitido no sólo proteger sino incluso extender las superficies de cultivo yde pastos. Hoy día esas regiones constituyen una de las grandes zonas de producción agrícola de la UniónSoviética. En ellas se cultiva particularmente el algodón. Sentados junto a su cosecha, estos koljosianos deTadjikistan discuten el programa de los próximos cultivos.

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Por último, los pastizales de los desier¬tos producen la totalidad de los astracanesde Karakul, casi un tercio del ganado lanary el 16% de la lana de la URSS.

Aun más : del desierto se extrae el 34%

del gas natural soviético, el 13% de lahulla, la mitad del sulfato de sodio y unatercera parte de los fosfatos. Existentambién sales de potasio, sal común,barita y otros minerales.

Hasta hace poco el desierto servía depastizal natural. Hace apenas medio siglola ganadería se cacterizaba en nuestropaís por el nomadismo, con sus despla¬zamientos estacionales en busca de pasti¬zales. Según la estación, los nómadasrecorrían enormes extensiones para poderaprovechar los mejores pastos. Hoy lasituación ha cambiado radicalmente : los

ganaderos nómadas se han sedentarizadoy los pastizales están sometidos a un rígi-men de explotación regular.

Por. desgracia, esos pastizales se estándeteriorando a causa del aprovechamientoexcesivo y de la deforestación. La soluciónes dejarlos de barbecho durante dos o tresaños para que puedan reconstituirse ycubrirse nuevamente de hierba.

En la URSS la valorización de los pas¬tizales de las zonas desérticas toma en

consideración todas las consecuencias

posibles : sociales, económicas y ecoló¬gicas.

Para crear los numerosos pastizalesnuevos se recurre a la experiencia secularde los ganaderos nómadas, especialmenteexpertos en la construcción de pozos.Gracias al empleo de técnicas modernasse han podido perfeccionar los viejosprocedimientos consistentes en la recogiday conservación de las aguas de lluvia enzanjas arcillosas excavadas en los campos.Se han mejorado también las técnicaspara el desalamiento de las aguas mine¬ralizadas.

Otro rasgo que desde antiguo caracterizaa los desiertos es el riego en la proximidadde las fuentes naturales ; nacieron asi losoasis que todos los desiertos conocen.Los de Tashkent, Samarcanda, Ferghana,Bujara, etc., situados junto a ríos pocoprofundos, abarcan enormes superficies.

En los últimos 30 o 40 años, la agriculturade regadío se ha desarrollado a un ritmomuy rápido. Tomemos como ejemplo laestepa de Golodna y el canal de Karakum.

La estepa de Golodna es un desierto demás de un millón de hectáreas situado en

la periferia meridional del desierto deKisilkum. En 1908 se emprendieron en laregión una serie de obras de regadío, pero,como resultado de la escasa permeabilidaddel suelo, de la insuficiencia del equipo ydel bajo nivel técnico de la agricultura deentonces, las tierras regadas se impreg¬naron de sal. Sólo hace unos diez años

se consiguió mejorar los métodos y crearde nuevo sistemas de regadío comple¬mentados con sistemas de avenamiento

adecuados.

, La valorización de la estepa de Golodnajustificó el empleo de un método multi-disciplinario : realización de obras hidro¬técnicas, de centros de producción y deedificios de viviendas con centros comer¬

ciales y acción cultural y creación de las

bases de una industria de la construcción.

La antigua estepa es hoy irreconocible.Por doquier la atraviesan autopistas,líneas férreas, canales y tuberías de aguay de gas y líneas eléctricas. Se han creadodecenas de explotaciones de algodón,avícolas y vinícolas. Para las nuevas gene¬raciones las tierras ricas y fértiles de laestepa de Golodna son el centro de lamás importante industria algodonera delpaís (en ellas se producen 500.000 tone¬ladas de algodón bruto al año, además deotros muchos productos agrícolas).

El canal de Karakum, auténtico rio creadopor el hombre, es el más largo del planeta:su longitud total es hoy de 1.000 km yalcanzará los 1.400 cuando esté terminado.

El canal une el río Amu Daría con el mar

Caspio.

El canal de Karakum desempeña untriple papel. En primer lugar, es un canalde riego. Gracias a él se han podido yaponer en cultivo 300.000 hectáreas detierra. En ellas se cosecha casi la mitad

del algodón de calidad superior del Turk¬menistán. La superficie total de las tierrasregadas con las aguas del canal alcanzaráel millón de hectáreas. En segundo lugar,el canal es una vía de navegación. Por

último, en sus aguas viven gran cantidadde peces comestibles, los cuales se ali¬mentan de una vegetación que, de no sereliminada, obstruiría el canal.

Gracias a éste y a otros muchos canalesla fisonomía del desierto de Asia central

ha cambiado profundamente. El hombreha podido penetrar en lo profundo deldesierto y regar decenas de millones dehectáreas de tierras baldías.

El desierto desempeña también 'otrafunción, de carácter industrial. Junto a

los yacimientos de minerales útiles surgenmás y más empresas industriales. Perotanto los hombres como las fábricas

necesitan agua.

El canal de Yasjanski fue uno de losprimeros que aportaron el agua dulcesubterránea a Nebit-Dag, a Chelekén y aotras ciudades del Turkmenistán occi¬

dental. Gracias a la construcción de un

sistema de canales en la península deManguichlak se han podido crear grandescentros industriales en el desierto : extrac¬

ción del cobre en Dzezkazgan (Kazajstán),pezos petrolíferos en Nebit-Dag y Chelekén(Turkmenistán), extracción del oro enZeravchán (Uzbekistán). Por su parte,Navoi, también en Uzbekistán, es la ciudad

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La lucha contra la aridez en el Asia central

Para aprovechar las zonas desérticas es primordial estabilizar la arenay establecer sistemas de riego. A fin de estabilizar las dunas se estudiaprimero su desplazamiento, medíante levantamientos topográficosprecisos que se realizan con ayuda de aparatos especíales (a laizquierda y abajo). Por lo que toca al agua, se han emprendido obrasde gran envergadura como la construcción del canal de Karakum(arriba) en Turkmenistán, que una vez terminado tendrá 1.400kilómetros de largo. Obsérvense los trabajos de estabilización del sueloa lo largo de sus orillas.

de la química y de la ingeniería eléctrica.

El desalamiento del agua de mar permiteaprovisionar en agua a las industrias delas zonas desérticas, donde no existe el

agua dulce.

Chevtchenko es la única ciudad de la

URSS, y una de las pocas en todo elmundo, que utiliza sólo agua de mardesalada, obtenida gracias a la primerainstalación nuclear de desalamiento cons¬

truida en el mundo. En ella se producen120.000 metros cúbicos de agua al día.Para aprovisionar a la ciudad se ha insta¬lado una triple red de distribución.

La primera proporciona sólo aguapotable, la segunda agua parcialmentepurificada para usos industriales y domés¬ticos y para regar árboles, y la terceraagua de mar reservada a las necesidadesmunicipales (limpieza, etc.). Los habitantesde Chevtchenko consumen por cabezatanta agua como los de las principalesciudades soviéticas : Moscú, Leningrado oKiev. Además, la ciudad cuenta con diez

metros de espacio verde plantado deárboles por habitante.

Particular interés presenta la historia deNebit-Dag. Hasta hace 40 años era sólouna pequeña estación del ferrocarril de

Asia central, sin brizna de hierba ni gotade agua. El agua era acarreada en cisternasdesde Krasnovodsk. En nuestros días,Nebit-Dag es una de las ciudades mejorurbanizadas del Turkmenistán ; es además

la capital de la industria petrolífera turk¬mena. Las calles llenas de árboles hacen

olvidar al habitante la árida planicie que larodea. Sus habitantes beben, como ellos

mismos dicen, la mejor agua del desierto :el agua dulce de la capa subterránea deYasjanski, situada a 120 km al este deNebit-Dag;

Otros ejemplos de como el desierto setransforma cuando se encuentra agua sonBekdach, centro de extracción de sulfato

del Kara-Bogaz y, en el otro extremo delTurkmenistán, la localidad de Jausján,construida al lado de una importante re¬presa, gracias a la cual sa ha producido laparadoja de que en medio del desiertohaya una industria pesquera.

Una concepción planificada y compleja,unida a la aplicación de los resultados dela ciencia contemporánea, permite preverla evolución de los procesos de desertifi¬cación y transformar las rigurosas condi¬ciones del desierto en un medio más

estable y más propicio a la vida. El hombreya no huye del desierto ; al contrario, seinstala en él y en él trabaja, a veces va aél para descansar o curarse en centros tanconocidos como Bafram-Ali (estación

climática), Archman (estación termal),Molla-Kara (baños de lodo), etc. En los

diez años últimos la población de lasregiones desérticas de la URSS ha pasadode 24,4 millones a 40,4 millones de habi¬tantes.

La lucha contra la desertificación se

basa hoy en estudios detallados sobre laacumulación y la progresión de las arenas,la ecología de las plantas que estabilizanlas dunas, las condiciones particulares dela repoblación forestal en el desierto, etc.Durante el último cuarto de siglo se hanplantado en el Karakum y en el Kisilkum

te 720.000 hectáreas de árboles y de arbustos.

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L que sirven para estabilizar las dunas,mejorar los pastos, reconstituir los bosquesy crear "pantallas forestales" que protegenla agricultura y la ganadería.

La invasión de los oasis por la arena hacreado enormes dificultades a los culti¬

vadores de algodón de Asia central. Sóloen la República del Turkmenistán la arenaamenaza a 500.000 hectáreas de tierra.

Gracias a los últimos trabajos del Institutode Desiertos de la Academia de Ciencias

del Turkmenistán-, se ha podido elaboraruna técnica agrícola llamada "de lasarenas" que permite obtener hasta 900quintales de sorgo verde y hasta 600 quin¬tales de maíz por hectárea.

Las tierras áridas situadas a proximidadde puntos de agua han podido ser puestasen cultivo, lo que ha permitido transformara aquellas en huertos y viñedos. Además,se ha logrado disminuir la cantidad deagua de riego necesaria, estabilizar lasarenas mediante procedimientos menoscostosos y eliminar el peligro de salini¬zación.

Pero la revalorización de los recursos

del desierto debe ir acompañada de medi¬das de protección. En Asia central existenactualmente 11 reservas naturales queabarcan 62.500 hectáreas y donde puedenobservarse y estudiarse los ecosistemasen su estado primitivo.

En la URSS la protección de la natu¬raleza, incluidos los desiertos, es materiaque incumbe al Estado. En todas lasrepúblicas de la Unión existen leyes alrespecto.

Está prohibida la caza del leopardo. Elhemíono, asno salvaje que es el orgullo dela fauna del Turkmenistán, está también

protegido : actualmente hay 1.000 en lareserva de Badjiz y varios centenares másen la isla de Barsa-Kelmes, en el mar deAral. Una especie en vías de extinción, lasaiga (suerte de antílope), ha podido sersalvada, de modo que hoy viven dosmillones de ejemplares.

Desde hace tiempo se protege a las avesque pasan la invernada en el sur del marCaspio. El territorio de la reserva de Kras-novodsk se ha ampliado considerablemente.El canal de Karakum ha creado nuevos

lugares para la invernada de las aves.También se ha logrado proteger a las ser¬pientes venenosas reglamentando su captura.

Pero conservar el desierto no quieredecir abandonarlo a sí mismo. En efecto,

no es raro que la desertificación se veafomentada precisamente por las medidasde conservación.

Un estudio atento de esas zonas, apo¬yado por la naciente "ciencia de losdesiertos", puede transformar un medioambiente inhóspito como el desierto en unlugar propicio a la vida y a las actividadesdel hombre : campos bien regados, pas¬tizales, industrias mineras y de transfor¬mación, centros de descanso y de curación,zonas de excursiones y de turismo... Sonmuchas las cosas que pueden obtenersede estas zonas de las que Seidi, un poetaturcomano del siglo XVIII, decía : "Todatierra es miserable si se la compara coneste desierto."

Agadzhan G. Babaiavy Nikolai S. Orlovskl

Sembrar en el desierto

He aquí un ejemplo de cultivo en el desierto, mediante la excavación de fosas en una zonaarcillosa casi baldía. De todos modos, el porcentaje de los cultivos, al menos en Asiacentral, "no podrá superar en el futuro el 20%", según el especialista soviético Andrei G.Banníkov, profesor de zoología de la Academia de Estudios Veterinarios de Moscú yvicepresidente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y susRecursos. En efecto, hay que conceder prioridad a los pastos con el fin de proteger elecosistema natural. "Si se aplican las normas científicas Bannikov es posibleconseguir que en un mismo pastizal apacienten ungulados salvajes y domésticos." "El riegode los desiertos, el canal y el pantano de Karakum han permitido que se enriquezcanotablemente la fauna, sobre todo la de las aves acuáticas... Actualmente hay deseiscientos a ochocientos mil patos/ocas, etc., que pasan el invierno en estanques olagunas creados por el hombre en el desierto."

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LA MORTAL AMENAZADE LAS DUNAS

El implacable avance de la arenahacia el valle del Nilo

fotografiado desde un satélite

por Faruk El-Baz

FARUK EL-BAZ, egipcio, ha enseñado en las univer¬sidades de Assiut (Egipto), Misuri (Estados Unidos) yHeidelberg (Rep. Fed. de Alemania). Desde 1973 esdirector de investigaciones del Centro de Estudiossobre la Tierra y los Planetas de la Smithsonian Insti¬tution, Washington. En particular, dirige la aplicaciónde los resultados científicos de las misiones Apolo alas ciencias de la Tierra.

Las 60 fotografías deEgipto aquí reunidas hansido transmitidas por unsatélite "Landsat",situado en una órbita a

920 kilómetros de la

Tierra. A la derecha, en

negro, aparecen

claramente la estrecha

faja fértil del valle del

Nilo y su delta triangular,así como el oasis de

Fayún. Al oeste del río,el desierto ocupa los dostercios de la imagen. Enla parte inferior de lamisma se ven hileras de

dunas que formangrandes curvas paralelas.

EL impresionante contraste entre eldesierto y las tierras cultivadas enEgipto confirma plenamente que

este país es un "regalo del Nilo". El pode¬roso río, que serpentea a través del de¬sierto, da vida a una estrecha franja detierra a lo largo de su curso. Si lo contem¬pláramos desde cientos de kilómetros de

distancia de la Tierra, se nos antojaría untallo frágil, apenas capaz de soportar lasramas de su delta triangular. El Oasis deFayún, que arrebataron al desierto losantiguos egipcios, sería como una hojasolitaria en forma de corazón.

Presentar al Nilo y a sus tierras agríco¬las como un frágil y delicado sistemaresulta particularmente pertinente si sepiensa en la inminente amenaza de la

arena que avanza desde el Desierto Occi¬dental o Líbico. Esta gran extensión detierra yerma cubre más de 686.000 kilóme¬tros cuadrados, esto es, más de dos ter¬

cios de la superficie de Egipto, con variosoasis situados en depresiones. La granplanicie que es este desierto rocoso estásurcada en muchos sitios por franjas para¬lelas de dunas. La mayor concentraciónde dunas es el Gran Mar de Arena, cuyasuperficie de 140.000 kilómetros cuadra¬

dos es superior a la de Bélgica, Dinamarcay los Países Bajos juntos.

En el Desierto Occidental la arena de las

dunas se desplaza en dirección sursureste,con vientos predominantes de norte ynoreste. Se trata de un movimiento cons- k

tante e implacable : las dunas pueden f

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Page 24: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

He aquí la amenaza que pesa sobre el valle del Nilo. Arriba y a la derecha, enfotografía aérea, las dunas que avanzan sobre los terrenos cultivados delnoroeste de Assiut, a medio camino entre El Cairo y Asuán. En los bordes de lasdunas pueden verse algunos setos de protección, a base de hojas secas de palma.Aunque disminuyen la velocidad con que aquellas se desplazan, no lograndetenerlas.

arrollar fácilmente cuantos elementos

naturales o artificiales encuentran a su

paso. Su tamaño es lo suficientementegrande como para que sea posible detec¬tarlas en fotografías tomadas desde elespacio. La serie más reciente de foto¬grafías de Egipto es obra de los astronautasnorteamericanos de la misión Apolo-

Soyuz.

En una fotografía en colores de la zonasituada exactamente al oeste del delta del

Nilo pude identificar tres zonas que nocorrespondían a formaciones geológicascartografiadas.

Observando In situ, advertimos que, enlos tres casos, se trataba de suelos culti¬vables, formados de arena, carbonatocalcico y partículas de arcilla, una capa dearena activa con vegetación rala y unasuperficie desértica, cubierta de guijarros.Las arenas más recientes forman dunas

lineales que se desplazan hacia el sur.

Estas dunas tienen de 5 a 40 kilómetros

de largo y unos pocos kilómetros deancho. Cuando visitamos su extremo

meridional, observamos que la masa dearena se descomponía en pequeñas dunasen forma de media luna, cada una de ellasde 3 a 20 metros de altura.

Desde el borde de una de esas dunas se

puede ver su desplazamiento. Grano agrano y capa a capa, la duna se mueve en

la dirección del viento predominante, con

un movimiento constante y produciendoun ligero silbido.

La carretera pavimentada que va desdeEl Cairo a las minas de hierro del oasis de

Baharia atraviesa varias de esas dunas.

Una de ellas ha llegado ya a la carretera yempieza a atravesarla, cerrándola decuando en cuando a la circulación. Para¬

lelamente a la carretera hay una línea

férrea que se utiliza para transportar mine¬ral de hierro desde las minas hasta la

fundición de Heluán, cerca de El Cairo. En

su cruce con la mencionada duna puedeverse a menudo a trabajadores barriendola arena mientras el tren avanza lentamente.

En la depresión de Baharia hay variasaldeas. Una de ellas, el oasis de El-Harra,

está inundada totalmente por la arena. Lasdunas en movimiento siguen cubriendotierras fértiles, pese a los esfuerzos de losaldeanos por neutralizar su progresión.Los granos de arena caminan con el vientohasta que tropiezan con un obstáculo entorno al cual se acumulan. Ese obstáculo

puede consistir simplemente en un pe¬queño arbusto leñoso.

A la vista de estas manifestaciones tan

tangibles de desplazamiento de las dunas,pensamos que las fotografías tomadasdesde aviones o desde el espacio en mo¬mentos diferentes tenían que evidenciar el

fenómeno. De regreso al laboratorio, com¬

paramos las fotografías tomadas en lostreinta años últimos. Esas fotografíasindican que una de las dunas ha recorrido5,7 kilómetros en un plazo de 22 años, locual supone, por término medio, 260metros al año.

Continuando las investigaciones desdeel aire, pude observar que, más al sur ymás cerca del Nilo, hay una generaciónanterior de dunas que no son de tipolineal sino que forman una compleja reden forma de media luna. Estas dunas se

desplazan hacia las tierras de labor, inun¬dando los límites occidentales del fértil

valle del Nilo.

La invasión de tierras cultivables por la

arena en Egipto es un fenómeno peligroso,sobre todo si se tiene en cuenta quemenos del cuatro por ciento de la super¬ficie de este país es fértil (el resto es puroyermo). Egipto no puede permitir que lamás mínima parte de esa frágil franja detierra se convierta en desierto. Antes porel contrario, hay que incrementar constan¬temente la superficie de ragadío para poderproporcionar alimentos a una poblaciónque está creciendo al ritmo de un millónde personas al año.

Más al sudoeste, los astronautas de la

misión Apolo-Soyuz fotografiaron nume¬rosas dunas cuya arena procede del llama-

24SIGUE EN LA PAG. 33

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Vida y milagrosde los animales

del Sahara

por Claude Grenot y Roland Vernet

1 *

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1v ** 0jUn habitante del desierto : el ' 'ím yjfca ^~ Azorro de las arenas. « yk 9 |Contrariamente a lo que podría a &^Hpensarse, el desierto abriga una D

fauna variada y bastante OT3 I

numerosa, capaz de vivir en élra

gracias a comportamientos o* Alsumamente particulares y a

5rsi ái

extraordinarias adaptaciones o9

fisiológicas. El excelente oído de O

este animal, caracterizado por c(0

sus grandes orejas, le permite V-

detectar las presas que caza o idurante la noche. o

jw

CLAUDE GRENOT, del Centro Nacio¬nal de Investigaciones Científicas deParís, es un especialista francés encuestiones relacionadas con la faunadesértica. Autor de numerosos artícu¬los sobre ecología y fisiología de losreptiles, es consejero del proyecto deprotección de los antílopes addax yorix de la Unión Internacional para laConservación de la Naturaleza y susRecursos, de Morges (Suiza).

ROLAND VERNET, biólogo francés,es un especialista en ecología delSahara y realiza investigaciones sobrela materia para la universidad deParís. Son numerosos los artículos

que ha escrito sobre ecología y fisio¬logía de los reptiles.

LA desertificación del Sahara se pro¬dujo progresivamente, sobre todoa partir del Neolítico, hace unos

8.000 años.

El hombre de la prehistoria vivía en unSahara lacustre : el de los campesinos,pastores y pescadores neolíticos que pre¬cedió al desierto tan diferente de los jinetesy camelleros libios, antepasados de losactuales nómadas bereberes. Los saharia-

nos de entonces moraban junto a losgrandes lagos cuyos vestigios fósiles hanllegado hasta nosotros. Huellas de supresencia son los abundantes solares

prehistóricos dispersos por todo el Sahara(piedras talladas, grabados y pinturasrupestres).

Contra lo que cabía suponer, el númerode especies mamíferas que viven en elSahara es relativamente grande (65ellas 24 puramente saharianas frente á

las 115 de Francia). Las especies saharianas"auténticas" son la mayoría de los roe¬dores, el feneco, la gacela blanca y eladdax.

En lo que atañe a las aves, las diferenciasson más acusadas. Mientras en Francia

existen más de 400 especies, en el Saharasólo viven 90 ; de ellas únicamente 18 son

propiamente saharianas y hacen sus nidosen el desierto (cuervo pardo, pinzón real,alondras, curruca enana, avutarda hubara,

ganga).

Los reptiles se han adaptado perfecta¬mente a los diversos tipos de habitat deldesierto. En el noroeste del Sahara hemos

encontrado 32 especies (23 lagartos y 9serpientes), siete de ellas propias de lasarenas móviles de los grandes macizos dedunas. De las 32 especies existentes, 25son auténticamente saharianas.

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Page 26: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

Los lagartos son los últimos vertebradosque desaparecen en zonas de aridez total ;en las regiones superáridas del Sahara(Tademait y Tanezruft) sólo una especiepuede sobrevivir : el lacertídeo eremiasrubropunctata.

Para escapar de las temperaturas eleva¬das y la deshidratación, los pequeños ani¬males se entierran o se camuflan en la

vegetación. La temperatura decrece rápi¬damente con la profundidad. En la roca, a20 centímetros, la temperatura es casiconstante.

Los arácnidos, los escorpiones y lossolífugos realizan excavaciones casi hori¬zontales, mientras ciertas arañas construyenun pozo vertical perfectamente cilindrico,tapizado de seda, que puede alcanzar unaprofundidad de 40 centímetros.

Las termiteras y los hormigueros delSahara son subterráneos, al contrario de

lo que ocurre en las regiones húmedas.Presentan numerosas galerías y una aber¬tura, generalmente invisible en la superficie.Los nidos más profundos son los de loslugares secos. Ciertas especies aprovisio¬nan incluso su nido de agua que toman de-la arena mojada situada a mayor profun¬didad.

La mayor parte de los roedores se lasarreglan para vivir en condiciones lo menosdesérticas posible. Para ello excavan sumadriguera bajo una mata cuidando de nodestruir las raíces, fuente de humedad.

Las numerosas galerías alcanzan tal pro¬fundidad que la temperatura no pasa de los35°C y la humedad se aproxima con fre¬cuencia a la saturación. De este modo,se procuran los roedores del desierto unambiente subterráneo poco diferente delque existe en las regiones templadas.

Entre los reptiles, el escinco oficinal opez de las arenas nada literalmente en laarena hundiéndose rápida y profundamenteen ella. Escapa así no sólo de las altastemperaturas de la superficie sino tambiénde los anímales de presa que le atacan(varano y víbora de las arenas). Esta últimano avanza de la misma manera sino quese hunde, sin aparentar moverse, mediantemovimientos laterales del cuerpo y ondu¬laciones desde la cola hasta la cabeza ;desaparece así en la arena como un sub¬marino en el agua.

Mientras unos animales buscan el frescor

en las profundidades, otros lo encuentranpor encima del suelo. Numerosos animalesdiurnos, como los insectos, lös reptiles ylas aves (alondras, currucas), se protegendurante el día contra las altas tempera¬turas del suelo aislándose en medio de un

arbusto o mata. La diferencia de tempe¬ratura entre el suelo y el aire es conside¬rable (puede alcanzar más de 20°C).

Las modificaciones del ritmo de actividad

son frecuentes entre los animales del

desierto, variando más o menos según laestación. Algunas especies (serpientes),diurnas en primavera, pasan progresiva¬mente a una actividad nocturna en verano

para volver a ser diurnas en otoño. Noobstante, un gran número de especiesson francamente nocturnas ; es el caso delos escorpiones, los solífugos, los coleóp¬teros carábicos, la mayoría de los roedoresy todos los mamíferos carniceros.

Entre la mayoría de las especies saharia¬nas no existe . verdadera especialización'alimentaria. En una misma especie elrégimen alimentario y la ingestión de ali¬mentos puede variar considerablementedurante el año. Los casos más especta¬culares se dan entre los herbívoros. Si en

primavera el contenido digestivo en plantasdel lagarto sahariano representa el 40%del peso del animal, en época de escasezéste puede nutrirse de leña seca, de insec¬tos e incluso de excrementos de gacela.Gran parte de los invertebrados saharianos

(escorpiones, garrapatas, etc.) dan mues¬tras de una sorprendente resistencia alayuno, que puede durar meses y hastaaños. Los records de ayuno entre losinvertebrados corresponden esencialmentea los reptiles herbívoros. Así, a una tempe¬ratura ambiente no superior a los 30°C, ellagarto del desierto puede vivir sin comercerca de un año. En tal caso perderá el40% de su peso para recobrarlo despuésen poco más de un mes.

Existen animales con patas muy alarga¬das que les permiten alejar su cuerpo delsuelo recalentado. Además, la extremidad

de sus patas posee a menudo enormesmechones de pelos o cerdas que actúan amanera de raquetas facilitando los despla¬zamientos por la arena.

En un gran número de mamíferos seobserva igualmente un ensanchamientode las palmas plantares y del revestimientovelloso (roedores y ungulados). El "gundi",rcsdor diurno, posee espesas almohadillasplantares y subdigitales que amortiguanlos choques en los repetidos saltos delanimal sobre las rocas y que le permitenun cierto aislamiento térmico en un suelo

caliente. El antílope addax y los dromeda¬rios poseen anchos pesuños que confierenal pie una superficie excepcional de apoyo.Respecto del escinco (pez de las arenas),su cuerpo fusiforme y sus patas de dedosmuy achatados facilitan grandemente sudesplazamiento en profundidad. Las esca-

"Como un pezen la arena"

Tres tipos de anímales del Sahara. Deizquierda a derecha : un ave, el halcónlanudo del desierto, que no se encuentrasino en Africa ; un reptil, el escincooficinal o pez de las arenas, especie delagarto que debe su nombre a la facultadde nadar y hundirse en la arena ; y unosmamíferos, los gundis, pequeños roedoresdiurnos, particularidad que los diferenciade la mayoría de los roedores saharianos,que son nocturnos.

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Los cocodrilos del SaharaSabido es que los cocodrilos pertenecen a las especies quenecesitan de agua para vivir. Sin embargo, se han encontradopruebas de que existían en el Sahara en tiempos muy remotos. Deello da fe este grabado rupestre en gres, descubierto en InNabater (sudoeste de Libia), en tanto que otros grabadosrepresentan grandes mamíferos. La antigüedad de estas ruinaspuede fijarse entre 7.000 y 15.000 años. El cráneo de cocodrilo queaparece en la otra fotografía es mucho más antiguo, puesto quedata de hace unos 100 millones de años. Dado que mide 1,10 m,debió pertenecer a un animal de 6 a 7 m de largo. Fue descubiertoal borde de la meseta de Tademait, en el Sahara noroccidental,

que en aquellos tiempos estaba cubierta de bosques y seencontraba en la desembocadura de un gran río.

mas lisas de su cuerpo, semejantes a lasde los peces, reducen el frotamiento conla arena.

Los tipos de adaptación más notablesson de carácter fisiológico y se refieren ala lucha contra el calor y al ahorro del agua.

Entre los reptiles, la regulación de latemperatura interna se obtiene sobre todo

mediante ajustes del comportamiento.Cuando hace fresco, los lagartos diurnosse orientan para calentarse de tal formaque el eje del cuerpo sea perpendicular alos rayos solares. Con el fin de aumentaral máximo la superficie corporal expuesta,el animal se hincha. Cuando alcanza su

óptimo térmico (temperatura próxima alos 40°C), el animal emprende sus activi¬dades habituales. Al final de la tarde,puede agazaparse en la arena apretandosu abdomen contra el suelo caliente paraabsorber el máximo de calor y poder gozarasí de un periodo más largo de actividad.

El varano y el lagarto sahariano puedentolerar una temperatura interna de 42- a46°C durante largos periodos, temperaturaque es mortal para la mayor parte de losdemás vertebrados. En los lagartos ex¬puestos a una temperatura muy elevadasuele observarse un aumento del ritmo

ventilatorio. Es éste un intento de regu¬lación térmica (enfriamiento) para eliminarel calor metabólico.

La intensidad del color en los reptilespuede aumentar según la temperatura y la

insolación del animal. Los colores claros

reflejan una gran cantidad de radiacionessolares, haciendo así de pantalla protectoracontra el calor.

En su mayoría los reptiles saharianos nobeben. El agua contenida en los alimentoses suficiente para compensar el aguaperdida por evaporación. Por influencia delas condiciones exteriores, la piel de losreptiles se puede volver permeable enpresencia del agua permitiendo así lahidratación, mientras que en el aire secose mantiene impermeable. Además, aligual que los insectos, los reptiles deldesierto segregan una orina semisólida,incluso sólida, que contiene una gran pro¬porción de ácido úrico y muy poca agua.Ciertas especies (uromastix) poseen glán¬dulas segregadoras particulares al nivelde las cavidades nasales, que son verda¬deras bombas para extraer la sal.

Los roedores del desierto no beben

prácticamente nunca y tienen que ahorraral máximo el agua. Por la noche recogengranos secos en la superficie del suelo ylos almacenan en su madriguera donde lahumedad relativa está próxima a la satu¬ración. El vapor de agua de su respiraciónse fija en los granos, con lo cual se recu¬pera la mayor parte del agua perdida. La.pérdida de agua por transpiración es muyescasa como consecuencia de la reducción

del número de glándulas sudoríparas.Estos animales evacúan una orina muy

concentrada que puede contener hastados o tres veces más sales que el agua demar y hasta el 24% de urea (es decir,cinco veces más que el hombre).

Los grandes mamíferos herbívoros,como la gacela, el orix, el addax, el dro¬medario, el asno, el cordero..., no puedenescapar de las altas temperaturas escon¬diéndose en el suelo, como hacen los roe¬

dores. La adaptación del dromedario (el"barco del desierto") depende directamentede varias características anatómico-fisio¬

lógicas. Su espeso vellón dorsal hace depantalla contra las radiaciones solares :cuando la temperatura en la superficie delvellón es de 70°C, sólo alcanza los 40°C

al nivel de la piel. En general, el drome¬dario pierde muy poca agua. Las numero¬sas glándulas sudoríparas sólo inician susecieción en caso de fuerte calor, a partirde los 41 °C. La temperatura interna deldromedario no permanece constante comoen la mayoría de los mamíferos y, al igualque en los reptiles, puede aumentar en6°C durante el verano. En un mismo día

puede pasar de 34,5° a 40°. A medida quela temperatura ambiente se eleva, el animalacumula las calorías, liberándolas porradiación con el fresco de la noche, sin

necesidad de gastar agua por transpiración.

Las necesidades de agua del dromedariovarían con la temperatura exterior, lahumedad del aire y el esfuerzo realizado, tCon una alimentación seca, el animal I

Fotos ©.Claude Grenot, París

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Page 28: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

k puede vivir sin beber de 30 a 40 días en^invierno. En verano, puede soportar esas

condiciones sólo durante una decena de

días.

La gacela "dorcas" no puede cambiarsu temperatura interna como el dromedario.De todos modos, puede vivir sin beberagua de 9 a 12 días en invierno y de 3 a 4en verano, lo que se traduce por unapérdida de peso del 14 al 20%. Cuandoesto ocurre, el animal reduce en tres ocuatro veces el volumen de orina emitida

y duplica la concentración de ésta. Asi¬mismo disminuye sus pérdidas de agualimitando sus actividades a las horas más

frescas del día. El antílope addax se ali¬menta de plantas del desierto y no bebe.Su panza está llena de un líquido que losnómadas utilizan como bebida tras filtrarla

por procedimientos toscos. Su orina esescasa y muy concentrada.

Todos estos ungulados, y en particularel addax, admirablemente bien adaptado ala vida del desierto, han conseguido man¬tenerse hasta una época reciente en el

Sahara. Pero no cabe duda de que elhombre ha influido decisivamente preci¬pitando la regresión de su área de implan¬tación, regresión que ya se había iniciadocon la aridificación del clima.

La Unión Internacional para la Conser¬vación de la Naturaleza y sus Recursos hapreparado un amplio programa de conser¬vación del addax, el orix y las especiesafines en el Sahara y el Sahel.

La gacela blanca y la gacela "dorcas"son también especies condenadas a desa¬parecer en plazo más o menos breve si nose las protege rápidamente.

En una época de la historia humana enque aparece con evidencia la estrechez delos ecosistemas naturales, el estudio metó¬dico de los desiertos es una necesidad

vital.

Claude Grenot

y Roland Vemet

También los desiertos de Asia central cuentan con una fauna variada y, en general,bastante específica, como los numerosos lagartos, algunos de los cuales, los varanos (abajoa la derecha) son de gran tamaño. Los roedores abundan y son presa, en particular, de lospequeños gatos salvajes (abajo a la izquierda). Algunos ungulados, como ciertos antílopesy los carneros del desierto (arriba), constituyen el alimento preferido de los grandescarnívoros, especialmente el leopardo y la onza. "Las reservas naturalesel zoólogo soviético Andrei G. Bannikov desempeñan un papel importante en lapreservación de las especies anímales... Su superficie total excede de 500.000 hectáreas enlos desiertos de Asia central, y aumenta cada año... Gracias a las reservas y a unalegislación adecuada, se ha logrado no solamente proteger numerosas especies raras de lafauna desértica de la URSS, sino aumentar considerablemente su volumen."

Fotos © A. G. Bannikov, Muscú

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El desmonte contribuyeen gran parte al procesode desertificación a queestán expuestas muchasregiones del globo. Y unade las causas principalesdel desmonte es la

necesidad de proveersede leña que tiene latercera parte de la

población mundial. Laescasez de leña y decarbón reviste particulargravedad en la reglónandina de la América del

Sur, en América Central yen el Caribe. A veces es

preciso ir a buscar la leñaa gran distancia, lo queagrava aun más elproblema del desmontey de la tala.

EL PETRÓLEO

DE LOS POBRES

Una gran parte de la humanidadutiliza un combustible

cada vez más escaso : la leña

por Erik P. Eckholm

ERIK P. ECKHOLM, especialista en problemas del medio ambiente del WorldWatch Insti¬tute de Washington, es autor de una obra sobre la destrucción de los sue/os en escalamundial, publicada en inglés con el título de Losing Ground (W.W. Norton end Co. Inc.Nueva York, 1976) y en francés con el de La Terre sans arbres (Robert Laffont, Paris, 1977),así como de numerosos artículos sobre la desertificación. El Programa de las NacionesUnidas sobre el Medio Ambiente ha financiado sus investigaciones.

PARA más de la tercera parte de lapoblación mundial, la crisis de laenergía consiste en afanarse a dia¬

rio por encontrar la leña que necesita paracocinar. Es curioso observar que los go¬biernos, los economistas y la prensaapenas se han interesado por tan capitaltarea, que antes era muy sencilla y queahora, al menguar los bosques, ocupa aveces toda la jornada laboral.

Por lo menos la mitad de toda la madera

que se corta en el mundo sigue desempe¬ñando la misma función a que primitiva¬mente la destinaba el hombre, a saber,servir de combustible para la cocina y, enlas regiones montañosas más frías, defuente de calor. Actualmente, en la mayo¬ría de los países pobres, las nueve déci¬mas partes de la población dependentodavía de la leña como combustible prin¬cipal. Por desgracia, el crecimiento demo¬gráfico es frecuentemente más rápido queel de los árboles recién plantados.

La consiguiente escasez de leña alcanzaproblamente su máxima gravedad en elsubcontinente indio, tan densamente

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L poblado, y en las franjas semiáridas delcentra de Africa que limitan con el desiertodel Sahara, aunque también plantea ungrave problema en otras muchas regionesdel mundo. En América Latina, por ejemplo,la escasez de leña y de carbón vegetal enla mayor parte de la región andina, AméricaCentral y el Caribe es muy aguda.

Al subir el precio de la leña, aumentatambién la carga económica que éstarepresenta para los pobres de las ciudades.En las afueras de Katmandu, capital deNepal, pude ver una mañana una mareade personas y mujeres, niños yancianos que penetraban en la ciudadllevando a la espalda pesados haces deleña. Pregunté al taxista en precio deventa de la carga, para la cual habíanrecorrido varias horas de marcha hasta

llegar a las colinas cercanas. "La leña esun producto muy caro", exclamó sinvacilar. Su precio es un tema de conver¬sación general en Katmandu. "Un hazcuesta ahora 20 rupias. Hace dos años lovendían por seis o siete". El precio de laleña ha subido más de prisa que el delpetróleo.

Los precios están aumentando en lamayor parte de Asia, Africa y AméricaLatina. En Niamey (Niger), en el corazóndel Sahel azotado por la sequía, la familiadel bracero dedica en la actualidad casi la

cuarta parte de sus ingresos a la comprade leña. En Uagadugu (Alto Volta), esaproporción es casi de un 30 por ciento.Quienes no pueden pagar tales precioshan de ir a buscar leña a las afueras... si

es que hay árboles suficientes a una dis¬tancia que pueda recorrerse fácilmente apie. En otro caso, tienen que recurrir aramitas, basuras o cualquier otra cosa quepueda arder.

Hablando con el director de bosques dela Provincia Noroccidental del Paquistán,en la ciudad de Peshawar, me contó con

tono bastante resignado que, un día antes,había parado su coche para impedir queuna mujer descortezara un árbol. "Le dijeque aquello era tan grave como despellejara un hombre". Por supuesto, la mujer dejóde hacerlo, intimidada por el alto funcio¬nario, probablemente el primero que veíaen toda su vida, pero es casi seguro quedespués volvería a reanudar su faenaporque, como decía el mismo director debosques, ¿qué otra cosa podía hacer?

En los países afectados por este pro¬blema, la mayoría de la población no viveen ciudades sino en aldeas, y en ellas esdonde se utiliza principalmente la leña

, como combustible. Los campesinos sin tie¬rra de ciertas partes de la India y Paquistánse enfrentan ahora con una nueva reduc¬

ción de sus escuálidos ingresos. Antessolían recoger leña gratuita entre los árbolesdispersos por las explotaciones agrícolas.

pero, al subir el precio de la madera en lasciudades, se ha comercializado la leña ;

de ahí que los terratenientes procurentransportar la que les sobra a la ciudadmás cercana para venderla, en vez deregalársela a los campesinos de los alre¬dedores.

Al desaparecer con ello los árboles enlas tierras agrícolas y los matorrales yarbustos en las zonas baldías, tanto los

pobres como los sempiternos interme¬diarios se ven obligados a robar leña enlas reservas forestales nacionales, quegozan de una protección legal y quetienen una importancia capital para laeconomía y la ecología del país.

Los árboles empiezan a escasear ya enlos lugares más inverosímiles. En Nepalme han contado que, en algunas de lasaldeas más remotas de todo el mundo,

situadas en el corazón de lo que anteseran laderas muy boscosas, se necesitatodo un día para poder recoger leña yforraje en cantidad suficiente. Hace apenasuna generación, la misma tarea llevaba,como mucho, una hora o dos.

Como la escasez de leña no tiene la

visibilidad fotogénica del hambre, no hasuscitado gran atención en el mundo. Adiferencia de la penuria de petróleo, la deleña es siempre un fenómeno aparente¬mente localizado.

Sin embargo, las consecuencias de la es¬casez de leña rara vez se limitan a la cargaeconómica que impone a los pobres de undeterminado lugar. Le destrucción cadavez más rápida de los bosques en Africa,Asia y America Latina, provocada en par¬te por la recogida de leña, es la causaesencial de lo que probablemente va aconstituir el problema ecológico más gravede fines de siglo, a saber, la drásticareducción de la productividad de las tierrascomo resultado de la erosión de los suelos,de las crecientes inundaciones, del fenó¬

meno de la desertificación y de la menorfertilidad de los suelos.

El tamaño excesivo de los hatos y reba¬ños de ganado bovino, .caprino y ovinoson la principal causa de la destrucción delos pastizales. En cambio, es a la recogidade leña a la que se debe esencialmente ladesaparición de los árboles en numerosasregiones. La leña es un producto escaso ycaro en las extensas zonas semiáridas de

Africa, Asia y América Latina, pero loshabitantes de ciudades como Niameyestán pagando un precio más alto del quecreen pagar por el combustible que utilizanen su cocina.

Las caravanas que traen este valiosorecurso contribuyen a la intrusión hacia elsur del propio Sahara y que es másimportante todavía a la creación decondiciones desérticas en una amplia

franja a lo largo de los límites meridionales

del desierto. He aquí un dato sobremanerasignificativo : los habitantes de Uagaduguhan consumido como combustible prácti¬camente todos los árboles situados a una

distancia de unos 70 kilómetros de la

ciudad.

Eni el subcontinente indio, el resultado

más grave de la escasez de leña no consisteprobablemente en la destrucción de lacubierta arbórea sino en el hecho de que

ha obligado a una gran parte de los habi¬tantes de la India, Paquistán y Bangladesha recurrir a la alternativa consistente en

quemar estiércol de vaca. En la India seconsumen de 300 a 400 millones de tone¬

ladas de estiércol al año como combustible,

con lo que se priva a las tierras agrícolasde materias orgánicas y nutrientes queson imprescindibles para el cultivo. Losnutrientes de las plantas que de este modose desperdician anualmente en ese paísequivalen a más de la tercera parte de losfertilizantes químicos allí utilizados. Elestiércol se emplea también como combus¬tible doméstico, y no como abono, en lazona saheliana de Africa, en Etiopía, en elIrak y en las laderas y valles andinos casitotalmente despoblados de árboles deBolivia y Perú.

Más importantes todavía que la pérdidade nutrientes agrícolas son los dañosincalculables para la calidad de los suelosque entraña el hecho de no poder devolverese estiércol a la tierra cultivada. La materia

orgánica conserva la fertilidad y la estruc¬tura de los suelos, reduce la erosión pro¬ducida por el viento o el agua y ayuda a latierra a soportar los efectos de la sequía.

La despoblación forestal progresiva enlas abruptas pendientes del Himalaya estáplanteando una serie de problemas pecu¬liares En general, los extranjeros consideranque Nepal es el país del monte Everest. Enrealidad, la característica más notable de

esta tierra tan bella y romántica consistequizás en que tiene planteado el problemade erosión de suelos más grave del mundo.

Los árboles, que sirven para retener latierra, están desapareciendo muy de prisaa medida que el crecimiento demográficoobliga a los campesinos a poner en cultivopendientes excesivamente abruptas parasu explotación agrícola, incluso en la formade los asombrosos bancales y terrazas del

país, y, por consiguiente, a ir cada vezmás lejos en busca de leña y forraje parasus animales. Y cuando la recogida deleña lleva demasiado tiempo para quemerezca la pena tal actividad, algunoscampesinos empiezan a utilizar el estiércolde vaca antes aplicaban con grancuidado en sus campos como combus¬tible para cocinar.

Esta misma serie de fenómenos amenaza

las posibilidades futuras de habitabilidadde toda la zona situada al pie del Himalaya,desde Afganistán hasta Birmania pasando

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El subcontinente indio es otra región del mundodonde la escasez de leña se vuelve cada vez más

aguda, haciendo pesar graves amenazas sobre elmedio ambiente. La crisis afecta incluso a Nepal,donde los precios de la leña se han triplicado endos años. La búsqueda de este "petróleo de lospobres" requiere hoy día la organización deverdaderas expediciones.

por el norte del Paquistán y de la India ypor Nepal. Pero las consecuencias nega¬tivas no se limitan en modo alguno a esaszonas. La tierra que arrastra la escorrientíava a parar a otros lugares y la crecientecarga de limo que acarrean los ríos asiáticosestá obturando y cegando obras de riegoy presas de gran valor económico.

Otra amenaza para las perspectivas deproducción de alimentos en el subconti¬

nente indio por consiguiente, para elmundo, ya que casi un ser humano decada cinco vive en esa región es lamayor frecuencia y gravedad de las inun¬daciones en el Paquistán, la India y, pro¬bablemente, Bangladesh, como resultadode la deforestación de las vertientes porlas que el agua de lluvia, en lugar de des¬lizarse suavemente, se precipita en torren¬tera, y a causa de la excesiva carga desedimentos que se posan en el lecho delos ríos, reduciendo su caudal.

Como vemos, pues, la escasez de leñaestá íntimamente relacionada en numerosos

países con el problema alimentario. Ladespoblación forestal y el hecho de emplearel estiércol como combustible, y no comofertilizante, va en detrimento de la capa¬cidad de producción alimentaria de lastierras. , ,

c La crisis de la leña es en varios sentidos

más grave en otros menos grave quela crisis energética que atraviesa el mundoindustrializado. Millones de familias utilizan

hornos de leña o de carbón vegetal, queconstituyen un modo muy poco eficaz deaprovechar el calor ; muchas de ellas en¬cienden hogueras. La difusión de hornosde leña sencillos y baratos que desperdicienmenos el calor puede reducir considera¬blemente el consumo de combustible

vegetal por persona. \

Ahora bien, aunque se adoptaran estoshornos más eficaces, a falta de otrasfuentes de energía la demanda futura deleña en los países en desarrollo se veráfuertemente afectada por el crecimientodemográfico. Es indudable que la escasezde leña es un factor que influirá en laurgencia con que los gobiernos abordaránel problema de la población en los añospróximos.

La demanda de recursos básicos como

la leña seguirá agobiando a muchos países.Por fortuna, y a diferencia de lo que ocurreen el caso del petróleo, el combustiblevegetal es un recurso renovable, si seexplota adecuadamente. La solución lógicae inmediata al problema de la escasez deleña consiste en plantar más árboles, enplantaciones, en explotaciones agrícolas,a lo largo de las carreteras, en fajas deprotección y en las tierras no explotadasde los países pobres. En general se disponede variedades de crecimiento rápido que

pueden proporcionar leña a los diez añosde plantadas.

El principio es muy sencillo, su reali¬zación no lo es tanto. En casi todos los

países que padecen de escasez de leña,los gobiernos están desde hace algúntiempo poniendo ya en práctica planes deplantación de árboles pero, desde el primermomento, se han presentado una serie deproblemas que coartan la eficacia de talesplanes.

Uno de esos problemas consiste simple¬mente en el volumen de la leña necesaria

y en la escala de crecimiento de la deman¬

da. El crecimiento demográfico ha anuladoprácticamente los modestos intentos deplantación de árboles realizados en variospaíses.

El problema de la escala está estrecha¬mente relacionado con otro muy impor¬tante, a saber, la perenne cuestión de lasprioridades políticas y del calendario paraadoptar las decisiones oportunas. A lospolíticos les resulta muy difícil dedicarcuantiosos fondos y prestar atenciónespecial a un problema tan difuso y apa¬rentemente tan a largo plazo.

Aunque exista la voluntad política y sedisponga de fondos, la realización de unacampaña de repoblación forestal en granescala es sobremanera compleja y difícil.Plantar millones de árboles y cuidarloseficazmente hasta la madurez no es una

tarea técnica y claramente delimitada comola de construir un pantano o una centralnuclear. Los planes de repoblación forestaltropiezan casi siempre con obstáculospolíticos, culturales y administrativos enlas zonas rurales, afectan al modo de vidahabitual de muchas personas y son afec¬tados por él, y a menudo fracasan pura ysimplemente.

En la mayoría de las regiones dondeescasean los árboles existen en cambio

demasiadas vacas, ' cabras y ovejas. Lasreses campando por sus respetos son lacausa fundamental del fracaso de los

planes de repoblación forestal en todo elmundo subdesarrollado.

Cualquiera que sea el éxito de losplanes de repoblación forestal, una másamplia utilización de otras fuentes deenergía contribuiría sobremanera a resolverel problema de la leña. Incluso en los

países pobres disminuye la proporción dequienes utilizan la leña, pero la esperanzaque abrigaban los responsables forestalesy los ecólogos de que se redujera rápida¬mente la explotación de unos bosques enconstante mengua gracias a una mayorutilización del petróleo suele ser elsucedáneo más viable de la leña sedesvaneció de la noche a la mañana en

diciembre de 1973 cuando la OPEP (Orga¬nización de Países Exportadores de Petró¬leo) anunció su nueva política de precios.

Los combustibles fósiles no son la única

fuente posible de energía cuyo uso secontempla. Los científicos indios vienenensayando desde hace decenios un método

que parece ideal y que consiste en des¬componer las materias orgánicas y elestiércol en metano, que puede utilizarsecomo combustible en la cocina, y enabono compuesto para la agricultura. Enla India están ya en funcionamiento decenasde millares de "fábricas de gas biológico",como se las llama, y en China y otrospaíses su número es aún mayor.

Pero, si se no logra una considerablereducción del costo y no se produce unaulterior simplificación tecnológica, el sis¬tema se difundirá muy lentamente entrelos cientos de miles de aldeas que tienenplanteado un problema cada vez más graveen relación con la leña. Y, sin embargo,en los países pobres la fuente de combus¬tible del futuro consistirá probablementeen instalaciones simples y de tamañoreducido como las señaladas.

Al igual que otros muchos problemasrelativos a los recursos, la crisis del com¬bustible vegetal está obligando a losgobiernos y a los especialistas a replan¬tearse en sus elementos básicos el problemade la relación del- hombre con la tierra,volviendo a una serie de ideas que sehabían ido perdiendo de vista en una erade modelos macroeconómicos y de opti¬mismo tecnológico.

Está pasando al primer plano la actitudde la gente ante los árboles. En su ensayotitulado "Economía budista", E.F. Schu¬macher encomia la sabiduría, tan prácticacomo esotérica, de Buda, cuando decíaque sus discípulos debían plantar y cuidarun árbol cada pocos años. Por desgracia,este legado ético se ha perdido en granparte, incluso en las sociedades predo¬minantemente budistas de Asia sudoriental.

De hecho, la mayoría de las sociedadescarecen hoy de una ética de la cooperaciónecológica, que no es una ética de la conser¬vación considerada como un fin en sí

mismo sino de la supervivencia humanaen unos sistemas ecológicos que parecenabocados a la descomposición.

Todo esto tendrá que cambiar muy deprisa. El deterioro de los sistemas ecoló¬gicos sigue una lógica propia ; sus efectosnegativos se van acumulando a menudolentamente y de un modo poco ostensiblea lo largo de los años hasta que, de pron¬to, el sistema se desmorona, tomándosesu mortífero desquite. Pregunten si no aquienes vivían en Oklahoma en 1934 o enel Chad en 1975.

Erik P. Eckholm

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Page 32: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

El artículo que publicamos acontinuación resume un estudio

preparado por el Laboratorio de

los Desiertos, los Glaciares y laTundra de la Academia de

Ciencias de Lanchu (República

Popular de China). Dicho estudio

va a ser presentado a laConferencia de las Naciones

Unidas sobre Desertificación quese celebrará este año en Nairobi

(Kenia).

LA GRAN

MURALLA VERDE

DE LA CHINA

Cómo domestican

los chinos sus desiertos

EN China los desiertos abarcan una

superficie de 1.095.000 km2, esdecir aproximadamente el 11,4% de

la superficie total del país. El mayor detodos, el de Taklimakan, está situado en

Sinkiang.

Los desiertos chinos son muy variados.Algunos de ellos están formados por dunasmóviles de hasta 100 o 150 metros de altu¬

ra. De este tipo es el de Taklimakan. Otrospresentan grandes extensiones y "surcos"casi estabilizados. Un tercer tipo estáconstituido por colinas de arena de 200 a300 metros de altura entre las cuales se

extienden zonas pantanosas.

Existen también desiertos de arenas

móviles y de zonas cenagosas llenas dehierbas. Otros presentan alternativamentecolinas de arena y espacios erosionados.El ejemplo más característico es el desiertode Chaidamu, que es el más alto de losdesiertos chinos (de 2.600 a 3.400 metros).

Con vistas a hacer habitables esos

desiertos, los responsables chinos hanadoptado una serie de principios. En lasregiones próximas a los oasis donde reinaun viento de arena devastador, la solución

consiste en plantar bosques en torno aesos oasis para contener la arena. Almismo tiempo se crean dentro de losoasis pantallas de árboles en torno a lastierras de labor, mientras en las márgenesdel desierto se plantan hierbas y se esta¬biliza la arena. El agua disponible se utilizaal máximo para el riego, evacuando así laarena y creando zonas de cultivo en lospuntos neurálgicos.

En los desiertos de colinas arenosas yaestabilizadas o casi estabilizadas y en losde arenas móviles se procura utilizar dunascreadas artificialmente, ciertas praderasnaturales y zonas más húmedas paratransformar el desierto en estepa. Almismo tiempo, con la ayuda de los arboles,los matorrales y la hierba, se estabilizanlas arenas móviles y se crean pantallasforestales que protegen los cultivos.

En los grandes espacios desérticos seconstruyen represas para almacenar lasaguas torrenciales. Simultáneamente secaptan y utilizan las aguas subterráneas.Asimismo, se allana el relieve y se procuracrear bosques protectores, mejorar lastierras y crear nuevos oasis.

He aquí algunos ejemplos de aplicaciónde estos principios.

Si las dunas tienen menos de 10 metros

de altura, se crea a su pie un sistema defajas forestales alargadas. Para estabilizarla arena en los intersticios de ese sistema

se utilizan dos medios : una serie de

barreras de arena en cuyo interior secultivan diversas plantas, y una cubiertade arcilla que, al volver la arena más espe¬sa, incrementa su resistencia al viento.

En las proximidades de ciertos oasissituados cerca de las márgenes de losdesiertos existen extensiones de tierra

llana, arenas móviles y dunas casi estabi¬lizadas. En ellas se plantan bosques pro¬tectores formados por árboles y arbustosgracias a los cuales disminuye la fuerzadel viento a ras del suelo.

Para proteger a los oasis expuestos alos vientos de arena, especialmente en eldesierto de Gobi, se han creado múltiplesfajas forestales de protección, separadasentre sí por un intervalo de 50 a 100 metros.Otro medio consiste en plantar hileras deárboles junto a los canales.

Eso es precisamente lo que se ha hechoen la comuna popular "Cinco estrellas"del desierto de Turpán, en Sinkiang,donde se han establecido cinco fajasforestales. Primero se excavaron cinco

canales de un metro y medio de ancho,dejando un espacio de cuatro a cincometros entre ellos. A lo largo del primercanal se plantaron matorrales. En los dossiguientes, álamos y olmos. En cada unode los dos últimos se plantó una hilera deálamos y. de moreras. Dado que la alturade los árboles, es variable, vista desde

arriba la superficie sembrada ofrece unaperspectiva en dientes de sierra, lo cualaumenta la resistencia de dicha superficie

y su capacidad para frenar la velocidad delviento, que así puede reducirse a menosde la tercera parte.

Al mismo tiempo, hay que plantar bos-quecillos en el interior de los oasis paraproteger los cultivos, a manera de mallasde forma cuadrada, cuyas dimensionesdeben variar según la fuerza del viento dearena.

La eficacia de estas barreras es direc¬

tamente proporcional a su altura. Así, si

ésta es de 10 metros, la velocidad del

viento disminuye, como promedio, en un33,2% hasta 300 metros de la barrera ; sila altura es de 6 metros, se obtiene una

disminución del 20,9% hasta una distanciade 240 metros.

En los terrenos donde lo permitan losrecursos hídricos, pueden utilizarse simul¬táneamente árboles, arbustos y hierbapara estabilizar las arenas móviles. Uno delos procedimientos empleados recibe elnombre de "protección por delante ycontención por detrás", y se aplica a lasdunas en forma de media luna y a lascadenas de dunas. La plantación se efectúaal fondo de los intervalos entre éstas, a

fin de impedir que la arena avance haciaadelante. Se obtiene así una disposicióncuadriculada y un cerco de las dunas.Otras plantaciones se efectúan en el tercioinferior de las pendientes expuestas alviento ; gracias a ellas se disminuye sufuerza, se estabiliza la arena y se contieneasí la duna hacia atrás.

En todos los casos este procedimientosólo resulta eficaz después de transcurridoscuatro o cinco años.

Los resultados son ya visibles. Unaespesa barrera forestal de más de 800kilómetros de largo y más de 500 de anchoatraviesa el oeste de las provincias deLiaoning, Jilin y Heilunkuiang. Es la barreraforestal más grande de China, y la super¬ficie que protege es de 2.800.000 hectáreas.Esos tierras, que antaño estaban cubiertasde dunas empujadas por un viento devas¬tador, se han transformado en terrenos de

cultivo de gran rendimiento anual.

Al sur del desierto de Mu Us, en. la

provincia de Shanshi, se han levantado yabarreras forestales que protegen más de200.000 hectáreas, habiéndose recuperadoya 20.000 hectáreas de tierra cultivable,antes desérticas. En el norte del mismo

desierto, las zonas de pastoreo en vías dedese.rtificación estaban anteriormentecubiertas de dunas de arenas móviles quese extendían sobre más de la mitad de su

superficie. Tras la Liberación, se hanestabilizado 15.000 hectáreas de esas

dunas, 6.000 de las cuales se han transfor¬mado en pastizales. Gracias a ello el númerode cabezas de ganado se ha multiplicadopor seis.

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Page 33: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

Foto © China Press, Pekín

En China se han emprendidograndes trabajos para la explotacióno aprovechamiento de los desiertos.En la foto, miembros de la comuna

de Wushenchao, en MongoliaInterior, plantan una barrera vegetalpara estabilizar las dunas.

, En Mongolia Interior, al norte del desiertode Ulambur, se ha plantado una barreraforestal de más de 170 kilómetros de largo,verdadera "gran muralla verde" que hapuesto freno al avance de la arena.

En los márgenes de otros dos desiertos,el de Taklimakan y el de Gurbantunggut,se han al recuperado para la agriculturamás de 600.000 hectáreas de buenas

tierras. Hasta hace algún tiempo, la región

sudoeste del último de los desiertos citados

era una región desolada donde nada podíacrecer. En los quince años últimos se han

puesto en explotación 15.000 hectáreas y¡a región se ha transformado en un oasiscubierto de bosques.

Como se ve, la obra realizada es yaconsiderable y da una idea de la energíay del ingenio desplegados por el pueblochino en este sector.

LA MORTAL AMENAZA DE LAS DUNAS (viene de la pág. 24)

do Gran Mar de Arena. En la región mon¬tañosa de Oweinat, situada en la frontera

entre Egipto, Libia y Sudán, las dunas sedeslizan entre oscuros montes circulares ysu desplazamiento puede constituir unaamenaza para el Sudán. La arena puedeesterilizar tierras fértiles del noroeste de

este país. "Y no se olvide que muchosconsideran al Sudán como futuro provee¬dor de alimentos para Africa del Norte.

Pero las dunas no se detienen en ese

país. En efecto, los astronautas nortea¬mericanos de la misión Apolo-Soyuzobservaron la existencia de dunas quellegan hasta el lago Chad. En esta región ymás al sur, a todo lo largo del cinturón delSahel, la ausencia de lluvias, el pastoreoabusivo y el desplazamiento de las dunas

desde el norte contribuyen a la desertifi¬cación de tierras que antes eran fértiles.

Es evidente que lo que ocurre en elDesierto Occidental de Egipto repercuteen otras partes del Sahara. Al estudiar

esta gran extensión de tierra hay quetomar en consideración todas sus partes ytratarlas como una misma unidad geográ¬fica sin solución de continuidad.

El color de la arena de las dunas puedeindicarnos su antigüedad. Al alejarse desu origen y al oxidarse por efecto del airey de la humedad, la arena queda revestidade una película de óxidos de hierro. De ahíque la arena de un mismo origen sea másroja cuanto más lejos esté de su punto departida. Esta propiedad puede utilizarsepara confeccionar un mapa de las edadesrelativas de las arenas del desierto.

Es así como las fotografías en colortomadas desde una órbita terrestre puedencontribuir al estudio de las formaciones

desérticas y del fenómeno de la deser¬tificación. Esas fotografías permiten docu¬mentar las variaciones regionales del colorde la arena del desierto, proporcionardatos sobre la dirección regional de sudesplazamiento y facilitar la identificaciónde zonas en las que después se realizaráninvestigaciones detalladas. La próximaocasión en que podrán tomarse talesfotografías será el nuevo programa de laNASA Lanzadera del Espacio cuyosvuelos experimentales se iniciarán en juliode 1979.

Faruk El-Baz

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Page 34: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

Latitudes

y longitudes

La naturaleza y sus recursos

En el último número de La naturaleza y sus recursos(abril-junio de 1977), revista trimestral de la Unesco dedi¬cada a los problemas del medio ambiente, se publicandiversos artículos sobre la desertificación en el mundo,

entre los cuales cabe citar "La Unesco y la Conferenciade las Naciones Unidas sobre Desertificación", "Aspectosclimáticos y ecológicos de la desertificación", "La deser¬tificación en los Estados Unidos". La mencionada revista

es la publicación oficial del Programa de la Unesco "Elhombre y la biosfera" (MAB), del Programa HidrológicoInternacional y del Programa Internacional de CorrelaciónGeológica. Suscripción por un año : 20 francos fran¬ceses ; por dos años : 36 francos ; precio del númerosuelto : 6 francos.

Utilización de los desiertos

Expertos de más de cuarenta países se reunieron del 31de mayo al 10 de junio de 1977 en Sacramento, California,invitados por el Instituto de Formación y de Investiga¬ciones de las Naciones Unidas y por el Estado de Cali¬fornia, a fin de estudiar las posibilidades de explotaciónrazonada y de utilización de los desiertos. Teniendo encuenta la proximidad de la Conferencia de las NacionesUnidas sobre Desertificación, que deberá celebrarse enagosto-septiembre del año en curso, la reunión deexpertos hizo un análisis de los recursos naturales de laszonas desérticas y de la posibilidad de explotarlos, pro¬poniendo para ello un conjunto de estrategias a largoplazo.

Mesa redonda y exposiciónsobre los minusválidos

El día 1 ° de junio pasado, la señora Anne-Aymone Giscardd'Estaing, esposa del Presidente de la República Francesa,inauguró en la Casa de la Unesco una exposición decarteles y fotografías destinada a dar a conocer la situa¬ción de los minusválidos. La exposición fue organizadacon ocasión de una mesa redonda internacional sobre el

mismo tema, en el curso de la cual los representantes denumerosos países expusieron las iniciativas adoptadaspor sus Estados respectivos para informar al públicoacerca de los problemas de los minusválidos.

El agua en China

Veinte especialistas gubernamentales en problemas delagua, procedentes de países en desarrollo, realizarondurante un mes un viaje de estudios por China. Esta gira,auspiciada por las Naciones Unidas y por el Programa delas Naciones Unidas para el Desarrollo, permitió a losexpertos extranjeros estudiar las soluciones que Chinaha dado a los problemas hídricos en el marco de sus pro¬gramas en pequeña escala : riego, depósitos de agua,canales, trabajos de avenamiento, etc.

Homenaje a Jacques Prévert

Recientemente se celebró en la Casa de la Unesco, en

París, un homenaje internacional a Jacques Prévert,auspiciado por el Instituto Internacional de Teatro y conla participación de numerosos intérpretes del gran poetafrancés que hizo de la fraternidad humana el tema de susobras.

A NUESTROS LECTORES

Querido lector :

Nos complace poder anunciarle que, a partir de estenúmero, hemos aportado algunas mejoras a nuestra revista.

En respuesta a un deseo de que a menudo nos han hechopartícipes los lectores, de ahora en adelante imprimiremos atodo color la portada de cada número, frente al procedimientode imprimirla en dos colores que solíamos utilizar hasta ahora.

Por otro lado, en nuestro afán por ofrecer a los lectores unarevista de calidad cada vez más alta, vamos a revisar

próximamente con el máximo cuidado su presentación gráfica.

Como bien se le alcanza, nuestra revista, al igual que laUnesco misma, no persigue fin lucrativo alguno ni cuenta conlos recursos que de la publicidad obtienen la mayoría de laspublicaciones periódicas existentes en el mercado y sin los ;cuales no serían viables. Los únicos recursos económicos de

que dispone El Correo de la Unesco provienen del presupuestode la Unesco decir de las contribuciones de sus Estados

Miembros y del apoyo fiel de nuestros cientos de miles delectores en todo el mundo.

Durante los tres años últimos hemos mantenido unos

precios de venta y de suscripción que, a nuestro entender, sonmuy modestos si se los compara con los correspondientes arevistas de estilo y calidad similares. Ello rio ha podidoconseguirse sin sacrificios considerables por nuestra parte.Ahora, habida cuenta de las mejoras a que acabamos dereferirnos y del incremento constante de los costos deproducción y de distribución en esos tres años, nos vemosobligados a dirigirnos a nuestros lectores para pedirles que nossigan prestando su ayuda y que comprendan los motivos quenos compelen a aumentar nuestros precios. Aumento por lodemás ligero que ni remotamente cubrirá el de los gastos que laUnesco debe asumir para que nuestra revista pueda mantenerun nivel de calidad digno del significado mundial y de los altosideales de la Organización.

Los nuevos precios se indican en la página de la derecha.

De todos modos, para terminar esta carta abierta con unanota agradable, queremos señalarle que hasta el 31 de diciembrede este año 1977 podrá suscribirse a El Correo de la Unesco porun año e incluso por dos a los precios actuales. (Véase la notaIMPORTANTE al final de la lista de precios, en la páginasiguiente). De este modo, quienes lo deseen recibirán la revistaa la tarifa hoy vigente hasta fines de 1979. Con ello habremoslogrado ofrecer a nuestros suscriptores unos precios establesdurante un periodo de cinco años. Cosa que, como decíamosantes, representa un esfuerzo particular por nuestra parte cuyovalor podrá usted calibrar si tiene presente la inflacióngeneralizada que hoy conoce el mundo.

EL CORREO DE LA UNESCO

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Page 35: Revista - El Correo de La Unesco. 1977.07

NUEVOS PRECIOS DE "EL CORREO DE LA UNESCO

Precios de suscripción aplicables a partir del 1o de enero de 1978 :

Por un año : 35 francos franceses

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if

OFERTA ESPECIAL VALIDA HASTA EL

31 DE DICIEMBRE DE 1977

Suscriptores - Si su suscripción, hecha directamente con la Unesco, caduca

antes del día 31 del mes de diciembre próximo, puede renovarla por un año a

las tarifas actuales.

Por un año : 28 francos franceses

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regalar suscripciones por uno o dos años a las tarifas actuales.

IMPORTANTE - Los lectores no residentes en Francia deberán dirigirse al agente de ventas ensu país (véase la lista de abajo) quien les concederá estos mismos beneficios a las tarifasactualmente en vigor en su moneda nacional.

Para renovar su suscripcióny pedir otras publicaciones de la Unesco

Pueden pedirse las publicaciones de laUnesco en las librerías o directamente

al agente general de la Organización.Los nombres de los agentes que nofiguren en esta lista se comunicarán alque los pida por escrito. Los pagospueden efectuarse en la moneda decada país.

ANTILLAS HOLANDESAS. CG.T. Van Dorp & C°.(Ned. Ant.) N.V. Willemstad, Curaçao. - ARGEN¬TINA. EDILYR, Belgrano 2786-88, Buenos Aires. -

REP. FED. DE ALEMANIA. Todas las publicaciones :

Verlag Dokumentation, Pössenbacher Strasse 2, 8000

München 71 , (Prinz Ludwigshöhe). Para "UNESCOKURIER" (edición alemana) únicamente : Colmant-

strasse 22, 5300 Bonn. BOLIVIA. Los Amigos del

Libro, casilla postal 4415, La Paz; Perú 3712 (Esq.

España), casilla postal 450, Cochabamba. BRASIL.

Fundaçao Getúlio Vargas, Serviço de publicaçoes,caixa postal 21120, Praia de Botafogo 188, Rio de

Janeiro, G.B. COLOMBIA. Librería Buchholz

Galería, avenida Jiménez de Quesada 8-40, apartado

aireo 53-750, Bogotá; J. Germán Rodriguez N., calle17, Nos. 6-59, apartado nacional 83, Girardot, Cundi-

namarca; Editorial Losada, calle 18 A Nos. 7-37, apar¬

tado aéreo 5829, apartado nacional 931, Bogotá; ysucursales : Edificio La Ceiba, Oficina 804, Medellin;

calle 37 Nos. 14-73, oficina 305, Bucaramanga; Edificio

Zaccour, oficina 736, Cali. COSTA RICA. Librería

Trejos S.A., apartado 1313, San José. - CUBA.

Instituto Cubano del Libro, Centro de Importación,

Obispo 461, La Habana. CHILE. Bibliocentro Ltda.,

Casilla 13731, Huérfanos 1160 of. 213, Santiago (21).

REPÚBLICA DOMINICANA. Librería Coloquio, S.A.,

José Dolores Alfonseca, 1-A, Santo Domingo.ECUADOR. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo

del Guayas, Pedro Moncayo y 9 de Octubre, casilla de

correo 3542, Guayaquil. RAID de Publicaciones,

Garcia 420 y 6 de Diciembre, casilla 3853, Quito.

EL SALVADOR. Librería Cultural Salvadoreña, S.A.,

Calle Delgado No. 117, San Salvador. - ESPAÑA.

EISA-Ediciones Iberoamericanas, S.A., calle de Oñate

15, Madrid 20; Sr. Arturo González Donaire, Aptdo. de

correos 341, La Coruña; Librería Al-Andalus, Roldana,

1 y 3, Sevilla 4; Mundi-Prensa Libros, S.A. Castelló 37,Madrid 1. Únicamente "El Correo de la Unesco" :

ESTADOS UNIDOS DE AMERICA. Unipub, P.O.Box 433, Murray Hill Station, Nueva York N.Y. 10016.

Para "El Correo de la Unesco" : Santillana PublishingCompany Inc., 575 Lexington Avenue, Nueva York,

N.Y. 10022. - FILIPINAS. The Modem Book Co.,

926 Rizal Avenue P.O. Box 632, Manila, D-404. -

FRANCIA. Librairie de l'Unesco, 7, place de Fon

tenoy, 75700 Paris (C.C.P. Paris 12.598-48). -

GUATEMALA. Comisión Guatemalteca de Coope¬

ración con la Unesco, 6a. calle 9.27, Zona 1, apartado

postal 244, Guatemala. - HONDURAS. Librería

Navarro, Calle Real, Comayaguela, Tegucigalpa.

- JAMAICA. Sangster's Book Stores Ltd., P.O.

Box 366; 101, Water Lane, Kingston. - MARRUE¬

COS. Librairie "Aux Belles Images", 281, avenue

Mohammed-V, Rabat. "El Correo de la Unesco" para

el personal docente : Comisión Marroquí para la Unes¬

co, 20, Zenkat Mourabitine, Rabat (C.C.P. 324-45). -

MEXICO. Unicamente para las publicaciones : CILA

(Centra Interamericano de Libros Académicos), Sullivan

31 bis, México 4, D.F.; SABSA, Servicio a Bibliotecas,

S.A., Insergentes Sur, Nos 1032-401, México 12, D.F.MOZAMBIQUE. Instituto National do Livro e do

Disco (INLD), Avenida 24 de Julho, 1921, r/c e 1°

andar, Maputo. PANAMA. Librería Universitaria

Universidad de Panamá, Panamá. - PARAGUAY.

Agencia de Diarios y Revistas, Pte. Franco 104. Asun¬ción, PERU. Editorial Losada Peruana, Jirón Contu-

maza 1050, apartado 472, Lima. PORTUGAL. Días

Et Andrade Ltda., Livraria Portugal, rua do Carmo 70,

Lisboa. - REINO UNIDO. H.M. Stationery Office,

P.O. Box 569, Londres S.E. 1. - URUGUAY. Edito¬

rial Losada Uruguaya S.A. Librería Losada, Maldonado1092, Montevideo. - VENEZUELA. Librería del Este,

Av. Francisco de Miranda, 52-Edificio Gahpán, apartado

60337, Caracas.

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Foto V. Chidlovski, URSS

En los desiertos del Asia Central

Los desiertos cubren gran parte del Asia Central. Con vistas a transformar esas regiones en tierras cultivablesse está realizando un gran esfuerzo. Señalemos como ejemplo la construcción del canal de Karakum,verdadero río creado por el hombre, con 1.000 kilómetros de longitud actualmente. El canal une el ríoAmu Daria con el mar Caspio (URSS) y permite regar más de 300.000 hectáreas, asegurando una vida menosprecaria a los habitantes de la región (véase el artículo de la pág.18 ), como estos dos turcomanos delTurkmenistán soviético que la foto muestra degustando su bebida tradicional, el té.