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Universidad La Salle México
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Maestría en Gestión Educativa
Asignatura: Gestión Directiva
Docente: Dra. Esther Caldiño Mérida
Ernesto Márquez Fragoso
Marzo 3 de 2015
Bases del liderazgo en educación
En la presentación de este texto se pueden percibir claramente las intenciones que se tienen para
apostar por el Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe (PRELAC). La
concepción inicial aborda, como lo dice Ana Luiza Machado, un liderazgo integral para los
actores de los sistemas educativos, en el que los otrora problemas generadores de rezago se ven
ahora con ojos de oportunidades en un contexto específico.
I. ¿Qué es el liderazgo escolar?
El inicio del texto comienza definiendo el concepto de liderazgo como “el arte de la conducción
de seres humanos” y afirmando que las acciones futuras dependen de los planes que se llevaron a
cabo en el pasado, aludiendo a las conversaciones.
Si el uso del lenguaje es considerado básico para poder transmitir, otro elemento fundamental
está relacionado con las emociones. Dadas las situaciones cotidianas de muchos de los niños en
Latinoamérica, los docentes y directivos deben tener la capacidad de ofrecerles en la educación
un panorama distinto al que actualmente poseen y lograr un espíritu de cambio por convicción. El
liderazgo manifestado en la motivación es entonces un asunto a estudiar (Rojas y Gaspar, 2006,
p.24).
Por tanto, la idea de liderazgo en lo educativo “se referirá entonces al arte de conducir
escuelas, colegios o centros educativos desde esas múltiples dimensiones de lo humano (lenguaje,
acción y emoción), hacia el futuro” (Rojas y Gaspar, 2006, p.27).
II. Liderazgo histórico, liderazgo institucional
Después de una revisión biográfica, encausada al análisis de las situaciones que originan la
aparición de líderes históricos, se concluye que en estos casos (como en de Hitler, Churchill y
Ghandi) los líderes tinten una conexión genuina con el dolor por una causa específica, elaboran
una explicación que da sentido a su lucha y en la que la sociedad de su tiempo se ve reflejada, y
más aún, ofrecen para los suyos un mundo en el que se alcance lo que les motiva y desaparezca la
opresión por la cual actúan. Al ofrecer entonces una esperanza, con la consecuente idea de
sentido para sus vidas, estos personajes transforman el ideario colectivo y son capaces de mover
masas con fuerza hacia su “destino” (Rojas y Gaspar, 2006, p.34-37).
Cuando conocemos estas características y las aplicamos al campo educativo, podaríamos decir
que:
Los directivos tienen que identificarse plenamente con
el dolor y las frustraciones cotidianas de los maestros y
maestras, de sus alumnos y alumnas. Tienen que mostrar
una explicación que posibilite dar sentido a las dificultades
y frustraciones, pero también la visión de un mundo en
donde tales frustraciones se superan. Esa visión abrirá un
mundo lleno de posibilidades, y si bien en el presente sólo
hay esfuerzos, algún día esos esfuerzos se verán coronados
por el éxito. De sólo pensar en ese día se obtendrán las
energías, el ánimo suficiente para seguir caminando. En
ese caminar se estará instalando la escuela latinoamericana
de calidad con equidad para todos (Rojas y Gaspar, 2006, p.39).
III. Liderando la organización de un centro escolar de calidad
Inicialmente se afirma una premisa básica de todo docente: quien acepta la tarea de enseñar
debe comprometerse a que los alumnos aprendan, contando con característica esenciales que
le permitan hacerlo. Posteriormente el texto advierte sobre diversos factores que pueden
dificultar el aprendizaje, advirtiendo también un riesgo en el determinismo al pensar en
situaciones sin solución o análisis. Desde distintos ángulos, las limitantes físicas, biológicas,
sociales o de otra índole deben verse como tal y no asumirse como condiciones inamovibles,
las cuales se interpondrán siempre en el aprendizaje (Rojas y Gaspar, 2006, p.48).
Estas cuestiones de carácter individual o local determinan en gran medida aspectos
relativos a la calidad de la educación, pero no son los únicos: situaciones de índole estatal o
nacional, relacionadas a las políticas públicas establecidas, el tipo de administrativos y líderes
de los ministerios de educación, la posición de los gremios sindicales, los sueldos de los
docentes, entre otros, son aspectos que aunados a los primeros, contribuyen o empobrecen lo
que en realidad llega a los estudiantes como conocimientos (Rojas y Gaspar, 2006, p.69).
Finalmente nos habla sobre diversos aspectos relacionados con el concepto de “escuelas de
calidad en que se resumen en forma positiva, varios de los puntos de interés anteriormente
abordados para lograr un proyecto educativo centrado en la calidad de los aprendizajes de los
alumnos (Rojas y Gaspar, 2006, p. 76).
IV. Construyendo climas escolares efectivos
La educación de calidad en los distintos nichos en el contexto latinoamericano es una tarea
multifactorial y altamente compleja, hemos analizado distintos aspectos que intervienen en
esta meta y se encuentra pendiente uno relacionado con la estabilidad. La historia de las
naciones hispanoparlantes americanas es similar en términos recientes: dominio español,
desigualdad, lucha de castas, independencias, guerras civiles y en muchos casos casi un siglo
de estabilidad política. La construcción de sociedades democráticas en general es una tarea
lenta y requieres de varias generaciones para que el concepto de “bien común” sea asumido
como punto central en la sociedad. Cuando en un país, en una región, o hasta en un centro
escolar existe un “clima de confianza”, de paz y de estabilidad, la motivación, la fe en el
propio sistema de instituciones, la confianza y los planes a largo plazo tienden a dar
resultados benéficos a los integrantes de cada grupo. En esto contribuye de manera efectiva y
sustancial el liderazgo que las cabezas –directores, principales, etc.- puedan aportar para
construir este tipo de climas en donde los avances de las políticas que rodean el proyecto
incidan de manera esperada y favorable.
La comunicación con todos los miembros de las comunidades educativas es indispensable
para tener un clima que permita las tareas cotidianas. Aspectos que están relacionados con
esta necesidad de una comunicación asertivas son: la habilidad de coordinar de forma eficaz
las distintas tareas del equipo de trabajo, la habilidad de negociación entre los distintos grupos
para bien de todos, la forma de articular las distintas tareas de los alumnos, profesores,
administrativos, etc., y en general el trato consiente y humano hacia las personas (Rojas y
Gaspar, 2006, p.100).
V. Liderazgo, emociones y estados de ánimo
Los lidere4s escolares tienen una misión trascendente, llena de dificultades, Ésta requieres de
conocimientos pero también de habilidades mentales, emocionales y sociales que le permitan
enfocar todos sus esfuerzos a la consecución de metas específicas. Su actuar será juzgado por
los demás y es él el encargado de generar un clima de ánimo para el desarrollo de las
actividades en cada uno de los planteles. Las emociones y los estados de ánimo son elementos
psicológicos de los cuales deberá estar siempre consiente, ya que necesariamente deberá
motivar y enseñar con el ejemplo no solo a los alumnos –los cuales dada la edad en la que se
encuentran tienen poca habilidad con el control de las mismas-, sino también a todos los que
desempeñen funciones en la institución.
Bibliografía
Rojas, A., & Gaspar, f. (2006). Bases del liderazgo en educación. Líderes escolares, un tesoro
para la educación.