Saltar a la fe

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Romano, Adrián Saltar a la fe : historias de vida y meditaciones diarias / Adrián Romano. - 1a ed. . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Romano, Adrián, 2015. 136 p. ; 21 x 14 cm.

Traducción de: Adrián Romano. ISBN 978-987-33-8873-6

1. Devoción Cristiana. 2. Crecimiento Espiritual. I. Romano, Adrián, trad. II. Título. CDD 248.4

Saltar a la feHistorias de vida y meditaciones diariasAutores de Untitled Skateboards

Editado por Christian Skaters Argentina

Traducción y diseño gráfico: Adrián Romano

Reservados todos los derechos. A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico se tomó de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional © 1999 por Bíblica Internacional.

ISBN 978-987-33-8873-6

www.untitledskate.comwww.christianskaters.com

Categoría: Vida cristiana / Devocional / Jóvenes

Impreso en Argentina. Printed in Argentina.

ÍNDICE

Prólogo 7

1 El mandamiento más importante 9

2 ¿Lo conoces? 13

3 Pensar 17

4 La historia de Tom 21

5 Comparte tu fe 25

6 La santidad es genial 29

7 El camino de Dios 33

8 La historia de Evan 37

9 Justificación 41

10 Mostrar y decir 45

11 Dios está en control 49

12 La historia de Brett 53

13 Tener fe 57

14 El orgullo 61

15 La oración 65

16 La historia de Alex 69

17 La edad no importa 73

18 La tentación 77

19 La historia de Jared 81

20 Estoy bien con mi Dios 85

21 Cuida tu corazón 89

22 La historia de Jud 93

23 Amor de Dios 97

24 El plan de Dios 101

25 La historia de Mikey 105

26 Amar a tus enemigos 109

27 Mi refugio 113

28 La historia de Uriel 117

29 Seguir a Cristo 121

30 Nuestro desafío 125

Untitled Skateboards 132

Christian Skaters 133

Es una alegría enorme para nosotros que comiences a leer este libro. No sé en qué circunstancias ha llegado a tus manos, pero puedo estar totalmente seguro de que no es por casua-

lidad. Creo fervientemente que Dios interviene en las pequeñas co-sas de la vida para que sucedan aquellas que nos afectan por el resto de nuestra vida.

A través de estos 30 días de meditaciones e historias de vida, po-drás aprender algo de quién es Dios, cómo conocerlo, cómo ser per-donado, y de qué forma pasar la eternidad junto a Él. Deseamos de corazón que puedas disfrutar y aprender de este libro devocional.

Cuenta la Biblia que Tomás, uno de los doce apóstoles, no creía que Jesús había resucitado de los muertos. Había vivido tres años junto a Jesús, había visto los milagros que hacía, escuchado sus en-señanzas, pero lo que no podía creer era que estaba vivo cuando él mismo lo había visto muerto. Tomás decía: “Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré.” Muchas personas tienen esta misma reacción frente al mensaje de Dios. He escuchado repetidas veces la frase “Yo si no veo, no creo”. Esto mismo era lo que Tomás pensaba. Todos tenemos dudas, preguntas, cosas que no logramos

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entender; pero si buscamos a Dios con todo nuestro corazón, lo va-mos a encontrar y él se dará a conocer. Una semana después, Jesús se apareció a los discípulos y se acercó a Tomás y le dijo: “Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.”

¿Te sucedió alguna vez querer saltar una gran escalera y al mo-mento de hacerlo te frenas? Miras la escalera, tomas la distancia para agarrar la velocidad adecuada, corres tres pasos, te subes a tu skate, llegas a ese momento en que debes saltar y puf… abortas la misión. Si lo piensas bien, lo que nos frena en esos momentos siempre son las dudas (¿lo podré saltar?), los miedos (¿y si me caigo?), los ries-gos (¿si me rompo todo?). En cuanto a la fe nos sucede lo mismo. Nos cuesta creer en Dios porque tenemos muchas dudas, miedos y quizás no queremos asumir las consecuencias que nos traerá. Este libro Saltar a la fe te animará y te enseñará como dar ese gran salto. Cada uno de estos devocionales fue escrito por miembros del team de Untitled Skateboards. Todos ellos un día se animaron a dar ese salto de fe. Esperamos de todo corazón que te animes a dar ese salto que cambiará tu vida por la eternidad. Y recuerda que el salto más difícil es solo el primero.

Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen. Juan 20:29.

Adrián Romano. Christian Skaters Argentina.

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Saltar a la fe - Prólogo

Mateo 22:34-40

Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos. Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta pregunta:

—Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mis-mo.” De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.

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Mateo 22:37-39

—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El se-gundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”

En tiempos de Jesús se enseñaba a la gente que para acercarse a Dios había que obedecer un gran número de normas, re-glamentos y tradiciones religiosas. Los maestros religiosos

de aquella época se centraban más en seguir las reglas que realmen-te amar a Dios. Jesús dice aquí que lo más importante que alguien puede hacer es amar a Dios apasionadamente y mostrar ese amor sirviendo a la gente a su alrededor. El tipo de amor del que Jesús está hablando va mucho más allá que simplemente ser simpático y amable con los demás. Cuando Jesús dice “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”, está diciendo que debemos estar completamente dedicados y compro-metidos con Dios en cada área de nuestra vida. Tal como pensar, hablar, trabajar, estudiar e incluso andar en skate, debe expresar nuestro amor y agradecimiento a Dios. Literalmente, toda nuestra vida debe ser amar a Dios y acercar a otros hacia Él.

Jesús termina esta declaración dando a entender que cuando alguien vive de esta manera, le será fácil para él cumplir todos los mandamientos de Dios, porque le vendrá naturalmente. La vida cristiana no se trata de seguir un conjunto de reglas, sino que se

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Saltar a la fe - Día 1

trata de vivir una vida de amor y servicio a nuestro Creador. Dios no quiere que perdamos nuestra vida siguiendo un estilo de vida egoísta. Las personas que viven solo para complacerse a sí mismos están vacías por dentro. Jesús nos ha enseñado que sólo cuando le damos nuestra vida a Dios encontraremos verdaderamente la vida, la alegría y la felicidad.

Tom Geilfuss.

Oración del díaSeñor, no quiero llevar una vida egoísta y vacía por dentro. Ayúda-me a vivir una vida que exprese mi amor hacia ti y hacia los demás. Gracias por tu amor que me llena de vida y alegría. Amén.

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Juan 17:1-5

Jesús ora por sí mismo

Después de que Jesús dijo esto, dirigió la mirada al cielo y oró así:

Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti, ya que le has conferido autoridad so-bre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame en tu presencia con la gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.

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Juan 17:3-4

Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.

Conoces al presidente? Si tu respuesta es sí, entonces debe-ría preguntarte si realmente lo conoces o solo conoces lo que te han contado acerca de él. Para conocer a alguien de

verdad es necesario pasar mucho tiempo con la persona, tiempos buenos y malos, y así ver todas sus particularidades. Jesús no sólo dice que podemos tener la vida eterna, ¡sino que también podemos conocer al único y verdadero Dios! Esta es una declaración absolu-ta y un privilegio para nosotros.

Conocer a Dios es conocer su Palabra y vivirla. Es a través de la oración, hablando con él, que Dios nos habla y nos influye para hacer su voluntad. Nos convertimos en instrumentos para llevar su gloria, un plan que él ha establecido desde el principio. Jesús trajo la gloria de Dios cuando cumplió la obra a la cual fue llamado. Lo tremendo es que Jesús, aunque era el hijo de Dios, se hizo hombre y vivió toda su vida como un siervo de Dios. Él fue obediente hasta la muerte en la cruz. Todo esto lo hizo para glorificar a su Padre y volver a conectar al hombre con Dios. ¡Esa es una buena razón para darle nuestra vida!

Así que tómate el tiempo para conocerlo y para compartir acer-ca de él con entusiasmo. De esta manera, cuando nos encontramos

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con el Dios vivo cara a cara, podemos tener la esperanza de llevar a cabo la obra que Él nos mandó a hacer.

Jud Heald.

Oración del díaSeñor, quiero conocerte más. Ayúdame a dedicar más tiempo en la oración y meditación. Gracias por la oportunidad que me das de acercarme a ti. Amén.

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1 Pedro 3:8-9

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compa-sivos y humildes.

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.

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1 Pedro 3:10

En efecto, el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de pro-ferir engaños.

Cuando leo este pasaje me recuerda a un sermón que escu-ché hace algunos años atrás. El predicador hablaba acerca de cómo tenemos que pensar antes de hablar de los demás.

Formaba con cada letra de la palabra “think” (pensar) un acróstico muy útil para cada uno de nosotros.

T = Truth = Verdadero H = Helpful = Útil I = Inspiring = Inspirador N = Necessary = Necesario K = Kind = Amable

Si comienzas a hablar de otra persona y no sigues a estos adjetivos, esa conversación no debería estar sucediendo. Desde que escuché aquel sermón y surge una discusión acerca de otra persona, la pala-bra “think” se dispara dentro de mi cabeza. Si lo que estoy hablan-do no sigue estos principios, me inspira a detenerme y cambiar de tema. Esto no siempre es fácil de hacer. Cuando uno oye hablar a otras personas acerca de alguien, es difícil no participar, especial-mente cuando estás esforzándote para amar a esa persona de la que están hablando. Proverbios 20:19 dice: “El chismoso traiciona la

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confianza; no te juntes con la gente que habla de más.” El chisme no sólo traiciona la confianza de quien estás hablando, sino que también destruye la confianza con quienes compartes el chisme. ¿Cómo podrías confiar de que no van a hablar de ti de la misma manera, cuando ya no estés ahí o viceversa? La próxima vez que escuches a tus amigos hablar de alguien de una manera negativa, en lugar de unirte a ellos, evita la conversación, o intenta convencerlos de no hablar mal de los demás.

Brett Weber.

Oración del díaSeñor, quiero hablar bien de los demás. Ayúdame a cambiar y a no participar de malas conversaciones. Gracias por tus enseñanzas que siempre son buenas. Amén.

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Crecí siendo cristiano y con padres muy buenos que aman a Dios. Hasta donde puedo recordar, Dios ha tenido su mano en mi vida. Él me ha estado guiando y dirigiendo.

Cuando llegué a la escuela secundaria me distraje con el mundo y mis amigos. La Biblia dice “ las malas compañías corrompen las buenas costumbres “ (1 Corintios 15:33). Mis prioridades se mez-claron y pasé a ser yo el centro de mi vida. En lugar de vivir para Dios, vivía para mí propia satisfacción. Sin embargo, no podía ale-jarme de aquel llamado de Dios en mi vida, el llamado que Dios hace a todos. A pesar de que le estaba siendo infiel, Él me estaba protegiendo y guiando constantemente.

Cuando estaba a punto de graduarme, empecé a dedicarme al skate profesionalmente. Seguí patinando y Dios estaba en medio de mis decisiones dándome dirección. Al principio, yo quería co-rrer para alguna de las principales empresas de skate. Dios cerró esas puertas, pero las abrió para patinar con Untitled Skateboards. No mucho tiempo después de ingresar al team de Untitled, comencé a viajar con ellos. Parecía suceder todo muy rápido. Mientras tanto, yo seguía confundido con un montón de cosas en mi vida, tal como dónde había puesto a Dios exactamente. Empecé a pasar mucho tiempo con otros skaters y esto hizo levantar mi vista y ver cómo vivían lo que ellos creían. La Escritura dice que “Hierro con hierro se afila” (Proverbios 27:17). Durante ese tiempo, Dios me habló y me desafió a ponerme las pilas. Por primera vez en años empecé a seguir al Señor y a buscar de él.

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Sin embargo, ese mismo año, debido a repetidas lesiones tuve que tomar un largo descanso del skate para operarme del tobillo. En ese momento no me di cuenta, pero el skate se había vuelto más importante que mi familia, mis amigos, e incluso más importante que Dios. El skate estaba por encima de todas las cosas en mi vida. Yo estaba roto, literalmente. Tenía miedo de no poder volver a pati-nar otra vez y desde que había puesto mi esperanza en algo tempo-ral mi insatisfacción crecía. Sentía que no había nada que valga la pena para seguir viviendo. Sólo cuando perdí el skateboarding estu-ve listo para volverme a Dios. En el otoño de 2005, por fin empecé a entender que sólo Cristo podía realmente satisfacerme. Dios me reveló que si pongo mi confianza y esperanza en otra cosa que no sea en Jesús, viviría en una permanente insatisfacción. Ese invierno entregué mi vida a Jesucristo. Mirando hacia atrás, ahora sé que por confiar a Dios mi vida y mis sueños de skate, es que Él me ha permi-tido y escogido para usar en algo que me gusta tanto para su gloria.

Tom Geilfuss.

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Santiago 2:14-19

La fe y las obras

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestir-se y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servi-rá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.

Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.»Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífi-co! También los demonios lo creen, y tiemblan.

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Lucas 10:1-3

Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lu-gar adonde él pensaba ir. «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. ¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos.

Jesús usó a menudo cosas comunes de su época para explicar las realidades espirituales. Hay muchas personas perdidas (la cose-cha), que no conocen a Jesús. Puede ser que sepan mucho acer-

ca de Él, pero no entienden realmente quién es Él. Como cristianos creemos que Jesús es real, que Él es el hijo de Dios, que fue clavado en una cruz, murió por nuestros pecados y al tercer día resucitó de entre los muertos. Es nuestro trabajo como cristianos (los obreros) a ser valientes en nuestra fe. A veces, nos sentamos y esperamos, con la esperanza de que alguien más haga el trabajo por nosotros. La salvación está disponible para cualquiera, y tenemos que compartir esto con todo el mundo. ¿De qué sirve que lo mantengamos entre nosotros mismos? En Marcos 4:21 Jesús dijo: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es, por el contrario, para ponerla en una repisa?”. Tú eres bendeci-do cuando alguien comparte contigo el Evangelio y su testimonio. ¿Vas a convertirte en un obrero para el reino de Dios? ¡Va a ser difí-cil a veces, pero vale la pena!

Alex Vestal.

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Oración del díaSeñor, quiero compartir tu bendición. Ayúdame a ser valiente y decidido para hablar a otros acerca de mi fe. Gracias por darme la oportunidad de compartir tu amor. Amén.

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Romanos 6:17-18

Pero gracias a Dios que, aunque antes eran esclavos del pe-cado, ya se han sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida. En efecto, habiendo sido liberados del pe-cado, ahora son ustedes esclavos de la justicia.

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Romanos 6:19

Hablo en términos humanos, por las limitaciones de su na-turaleza humana. Antes ofrecían ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad.

Santidad se define como: Ser apartado, lejos de la suciedad, el pecado, el mal; Estar separado para la gloria de Dios.

La mayoría de la gente piensa que la palabra santo des-cribe a alguien que es súper religioso, que se viste correctamente, y actúa mejor que los demás. Veo pasajes en la Biblia que me dicen que Dios, su Hijo y el Espíritu de Dios son santos. Entonces me pregunto qué significa esta palabra para Dios. Él no quiere que yo actúe como un idiota engreído religioso, ¿o sí? ¡No, no lo creo!

Lo que he llegado a entender es que la santidad es menos acerca de lo que hacemos y más sobre quién y para qué somos. Hemos recibido el maravilloso regalo de salvación de Jesús. Él ha pagado la pena que yo le debía a Dios quien es justo.

La santidad significa estar apartado por completo con el pro-pósito de glorificar a Dios y estar satisfecho sólo en Él. La santidad no es sólo evitar lo que es malo. Es elegir obedecer a Dios y hacer lo que Él bendice. Aún más, la santidad comienza en nuestro corazón y nuestros pensamientos. A medida que me esfuerce por vivir de una manera que agrada a Dios, naturalmente irá surgiendo mi amor por él y por las personas que me rodean.

¡Seamos santos hoy! Evan Kuzava.

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Oración del díaSeñor, quiero llevar una vida en santidad. Ayúdame a enfocar mis esfuerzos en buscar la verdadera santidad. Gracias por hacerme jus-to y santo a través de Jesucristo. Amén.

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Mateo 6:25-27

Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?

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Proverbios 16:9

El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.

Gracias a Dios no tenemos de qué preocuparnos por nues-tro futuro. El Señor ha planeado nuestra vida y mientras continuemos orando y buscando su guía, él nos llevará

por los caminos correctos. Proverbios 3:5-6 dice “Confía en el Se-ñor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.”

En mi fiesta de graduación de la escuela, alrededor de la mitad de la gente vino a preguntarme a qué universidad iría y lo que que-ría hacer en el futuro. Les dije que no tenía ni idea. Muchos de ellos me sugirieron que lo resuelva pronto y algunos me dijeron “Bueno, está bien, no necesitas saberlo ahora”. Me di cuenta de que me de-cían eso porque no sabían qué más decir.

Ahora tengo 24 años y sé que el Señor me ha puesto donde ten-go que estar. No sé si de acá a un año estaré haciendo lo mismo o no. De todos modos, confío en que el Señor seguirá mostrándome lo que Él quiere que haga y dónde. Esa es una de las muchas cosas increíbles de ser cristiano. Tenemos un consejero especial que nos dirige y es el mismo que dirigió la creación del universo. Es genial saber que disponemos de esto tan impresionante. Todo el conoci-miento de Dios, que nos ama, que quiere cuidar de nosotros, y se ha comprometido a dirigir nuestros pasos. Así que sabiendo esto, no

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te preocupes por tu carrera o tu futuro. Comienza a orar para que el Señor te muestre lo que Él quiere que hagas y donde quiere que vayas, y Él guiará tus sendas.

Brett Weber.

Oración del díaSeñor, quiero que seas mi guía. Ayúdame a buscarte en cada as-pecto de mi vida y encontrar tus propósitos. Gracias por tu amor y por guiar mis pasos. Amén.

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Efesios 5:8-17

Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz con-siste en toda bondad, justicia y verdad) y comprueben lo que agrada al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedien-tes hacen en secreto. Pero todo lo que la luz pone al descu-bierto se hace visible, porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.»

Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la volun-tad del Señor.

Durante la mayor parte de mi vida he vivido como un escla-vo de la ira, la pereza, la hipocresía y de mis propios ma-los deseos. Frente al más mínimo error que cometía me

maldecía a mí mismo, tiraba mi tabla y pensaba que no valía nada. Vivía en solitaria desesperación. Me pasaba horas viendo televisión o películas y alimentando mis malos deseos. Siempre tenía que te-ner mi propio camino. Mi actitud era: “Yo no hago nada tan malo, como consumir drogas, estar con diferentes mujeres, o maldecir en público.” Pero en realidad estaba ciego espiritualmente, hasta que Dios me hizo ver que en mi vida lo que faltaba era amor. Para la gen-te como yo, Jesús utilizaba un nombre especial, les decía “sepulcros blanqueados”. Esto quiere decir que por fuera podemos mostrarnos que todo pinta bien y está en orden, pero en verdad nuestro interior apesta y está lleno de muerte. A medida que dejé a la Biblia que me hable y me enseñe, más me di cuenta de que las cosas buenas que hacía no eran y nunca fueron suficientes para estar bien con Dios. Siempre asistía a la iglesia, pero igual seguían manejando mi vida la ira y mis propios malos deseos. Yo no amaba a Dios tanto más que una religión, y no le había entregado todo mi corazón a Dios.

Cuando deposité mi fe en la promesa de Dios de que nos per-dona, ahí fue cuando recibí su gracia. En la Biblia dice: “Si confe-samos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9). Antes de esto siempre llenaba mi tiempo con cosas materiales y superficiales. Ahora he aprendido a valorar el tiempo a solas con Dios y he experimentado

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su paz. (Echa un vistazo al pasaje de Lamentaciones 3:19-31, ¡es buenísimo!) Estoy aprendiendo a amar a Dios, tratando de obe-decerlo en lugar de preocuparme por encajar con la gente. La Pa-labra de Dios (la Biblia) es mi arma contra las trampas de Satanás. He memorizado este versículo que me recuerda cuán grande es una mujer que ama a Dios: “Engañoso es el encanto y pasajera la belle-za; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31:30). Este versículo me ha ayudado a escapar de la tentación de mirar a las mujeres con lujuria y me ha animado a encontrar placer en Dios, en lugar de la sensualidad.

Lo que dice en el pasaje de Efesios 5:1-20, me recuerda a la os-curidad en que yo vivía y a la verdadera luz de Jesús. Satanás traba-ja duro para ganar de nuevo y retrasar nuestra madurez. Debemos estar siempre alertas y permanecer vigilantes, de modo que no nos atrape con la guardia baja y caigamos en el pecado. Alabo al Pa-dre por ser fiel y por pagar nuestras deudas espirituales con la vida, muerte y resurrección de su Hijo. No lo merecemos, y por eso siem-pre estaré cautivado por lo maravilloso que es Dios!

Evan Kuzava.

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Romanos 3:21-22

La justicia mediante la fe

Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profe-tas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen.

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Romanos 3:23-24

Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.

Sería tonto que el juez de una corte permita que los delincuen-tes salgan sin una condena. Su trabajo consiste en castigar a los infractores de la ley y liberar a los inocentes. Ustedes han

oído que Dios es amor, pero recuerden que Dios también es jus-to (Isaías 5:16; Romanos 3:25-26). Esta es una verdad maravillosa, porque significa que Él no dejará poblar y contaminar el cielo con gente pecadora. Pero esto también es algo terrible, porque signifi-ca que tú y yo (los pecadores) debemos ser castigados por nuestra maldad. Cuando rompemos las leyes hechas por el hombre se debe pagar una multa. Lo mismo ocurre con las leyes de Dios (Éxodo 20:1-20).

Hay consecuencias por cada elección que hacemos. Puesto que Dios es justo y no podemos presentarnos delante de él culpables, la única manera de ser perdonados por nuestro mal es que alguien pague la pena. En el caso del pecado, la pena requerida es la muerte. Dios trae la vida y el mal no puede sobrevivir en presencia de Dios. Jesús se ofreció a pagar la pena por nosotros. Él nunca pecó, por lo tanto, cuando dio su vida por nosotros, la necesidad de justicia de Dios fue satisfecha. El cuerpo físico de Jesús murió, pero resucitó y ¡hoy vive! Somos muy afortunados de tener un héroe que pagó nuestra multa, aun cuando nuestras culpas lo llevaran a sufrir.

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Shai Linne, artista de hip hop, dice algo así:

No puedo encontrar el lenguaje adecuado para hablar. De hecho, me está haciendo llorar, sólo pensar en tu salvación.Tú has resucitado de los muertos, todavía no puedo entender esto en mi cabeza,¿Cómo el juez podría dejar el estrado e ir a la cárcel en mi lugar?Señor Jesús, eres increíble, tu sangre es lo que a los hombres salvó...

Cada persona tiene la necesidad de justificación, y por la gracia de Dios existe la manera.

Evan Kuzava.

Oración del díaSeñor, quiero de tu gracia en mi vida. Perdona mis pecados y por cada vez que te hago a un lado. Gracias por tu sacrificio que me limpia y me permite estar delante de tu presencia. Amén.

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1 Corintios 10:23-30

La libertad del creyente

«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. Que nadie busque sus propios intereses sino los del prójimo.Coman de todo lo que se vende en la carnicería, sin pregun-tar nada por motivos de conciencia, porque «del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella».Si algún incrédulo los invita a comer, y ustedes aceptan la invitación, coman de todo lo que les sirvan sin preguntar nada por motivos de conciencia. Ahora bien, si alguien les dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio a los ídolos», en-tonces no lo coman, por consideración al que se lo mencio-nó, y por motivos de conciencia. (Me refiero a la conciencia del otro, no a la de ustedes.) ¿Por qué se ha de juzgar mi libertad de acuerdo con la conciencia ajena? Si con gratitud participo de la comida, ¿me van a condenar por comer algo por lo cual doy gracias a Dios?

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1 Corintios 10:31

En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.

Cuando te dicen “¿Qué hacen aquí? ¡Lárguense!”, o “¡Mu-chachos, no se puede patinar en este lugar!”, ¿cómo res-pondes?

He estado en ocasiones cuando la gente o la policía reaccionan en exceso contra los skaters cuando patinan. Pero que reaccionen de forma exagerada no nos da derecho a responder mal o con un insulto. Obviamente, cuando recibes gritos por patinar en alguna parte, sabes que no son de bienvenida. Así que ten cuidado y se cor-tés. ¿Cómo responder a situaciones que demuestran mucho acerca de tu carácter?

Si Dios te hace la misma pregunta “¿Qué haces aquí?”, ¿cómo responderías? En el versículo del día de hoy, Pablo nos dice que como seguidores de Jesús debemos llevar la gloria de Dios en todo lo que hacemos. ¿Y cómo es esto? La gloria de Dios es la expresión de todo lo que Él es. Es su perfección insuperable, impresionante. Es su amor increíble, su extensa misericordia y su profunda gracia. Su gloria se ve en su verdad, justicia, sabiduría y en su poder.

Glorificar a Dios significa que tenemos el gran privilegio de pre-sentar a Dios en un mundo que no tiene ni idea de quién es Él. Los actos de misericordia a los que no la merecen, la gracia a los necesi-tados, el perdón a quienes ofenden, o vivir sabiamente de acuerdo a su voluntad. Todo lo que hace visible el carácter y los atributos de

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nuestro Dios. Hay un montón de ideas falsas flotando a nuestro alrededor acerca de Dios.

Es nuestro deber dejar que otros vean como es Dios en reali-dad. Cuando les guste lo que vean, vamos a estar seguros para decir quién nos enseñó a vivir así. Que nuestra vida sea un “mostrar y decir” para gloria de Dios.

Jud Heald.

Oración del díaSeñor, quiero que mi vida refleje tu carácter. Enséñame a cómo ha-cer esto posible en cada pequeño acto de mi vida. Gracias por este privilegio de darte a conocer al mundo. Amén.

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Salmo 37:3-7

Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia.

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Salmos 37:23-24

El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano.

En el año 2003, mientras estaba orando, sentí que Dios me decía que iba a ir Nueva Zelanda. Yo dije: “No, no voy a ir.” Entonces escuché otra vez: “Tú vas a Nueva Zelanda.”

Entonces respondí: “No, no tengo dinero.” Por tercera vez escuché: “Te vas a Nueva Zelanda.” Finalmente me di cuenta… iba a ir Nueva Zelanda. Yo no tenía dinero y no sabía cómo iba a suceder esto. Pero Dios lo hizo, y fue a través del pastor de jóvenes, quien me ayudó a recaudar fondos. Y por supuesto Dios proveyó para todo.

Finalmente estuve allí por tres meses. Durante ese tiempo, nues-tro equipo pudo trabajar en 52 ciudades y compartir el evangelio de Jesucristo con miles de personas. A veces tratamos de hacer las cosas por nosotros mismos o tomamos decisiones sin buscar la dirección de Dios. A veces no somos capaces de hacer lo que Dios nos llama a hacer porque nos da miedo o porque no estamos seguros de cómo va a funcionar. Es en esos momentos cuando tenemos que dar un paso de fe y confiar en el Señor. Un pastor amigo mío dice: “Dios no llama al que está provisto sino que provee al que es llamado.”

Te desafío a que cuando tengas que tomar una decisión, en lugar de tratar de resolverla por tu propia cuenta, te detengas y le pregun-tes a Dios buscando su dirección y guía.

Alex Vestal.

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Oración del díaSeñor, quiero hacerte parte de mis decisiones. Ayúdame a buscarte en cada una de las situaciones que me toquen vivir para dar pasos de fe. Gracias por tu guía y tu sabiduría. Amén.

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Toda mi vida he sabido quién es Jesús. Crecí escuchando todas las historias de la Biblia y de los milagros que suce-dieron. Fui a la iglesia todos los domingos y miércoles por

la noche. Incluso mi familia viajaba visitando iglesias para cantar acerca de nuestro Dios. A pesar de todo esto aún no sabía lo que sig-nificaba tener una relación con el Señor. Estaba viviendo mi vida en la hipocresía. Yo creía en Dios y sabía que Jesús murió por mis pe-cados, pero realmente no sabía lo que eso significaba. Sinceramente, no me importaba saber. Sentía que si vivía una buena vida, es decir, siendo cristiano y participando en la iglesia, entonces sería bueno.

Entonces Jesús dijo:—Yo he venido a este mundo para juzgarlo, para que los cie-gos vean, y los que ven se queden ciegos.Algunos fariseos que estaban con él, al oírlo hablar así, le preguntaron:

—¿Qué? ¿Acaso también nosotros somos ciegos?Jesús les contestó:

—Si fueran ciegos, no serían culpables de pecado, pero como afirman que ven, su pecado permanece. Juan 9:39-41

Yo era culpable. Dios sabía esto y aunque yo pensaba que po-día “ver” no tenía ni idea de lo que significaba tener una relación personal con el Señor. Así fue que Dios me puso en un lugar para que pudiera aprender lo que esto significaba. Tuve que moverme lejos de mi casa y de la comodidad. Empecé a salir con los chicos de

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Untitled Skateboards y me di cuenta de lo que realmente significa vivir para el Señor. Ahora trato de leer la Biblia cada vez que tengo oportunidad y hablo con Él todos los días. Me he arrepentido de mis pecados y lo hago cada vez que tengo un desliz. Ahora confío en el Señor con todo mi corazón y desde que empecé a hacerlo, he estado verdaderamente bendecido.

Brett Weber

“Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y ma-ravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Je-sucristo nos hizo amigos de Dios.” Romanos 5:11 (NTV).

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Hebreos 11:1-5

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certe-za de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.

Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía.

Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios.

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Hebreos 11.6

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cual-quiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

Cómo está tu fe? En una escala del uno al diez, ¿cómo te calificarías? Me sorprendo por la fe que ejercemos a diario la mayoría de nosotros, ¡y ni siquiera nos damos cuenta!

Conducimos nuestro auto a 100 o 130 kilómetros por hora justo de frente hacia otro auto que viene a la misma velocidad en direc-ción contraria, separándonos tan solo por dos líneas amarillas. Po-nemos nuestra fe en que la persona que conduce el otro auto no va a cruzarse a nuestro carril. Hay una gran ironía en el hecho de que podemos poner nuestra fe en estas cosas, pero no podemos po-ner nuestra fe en las manos de nuestro Creador. Lucas 1:8-20 nos cuenta de cuando Dios se enojó con Zacarías porque cuestionó su mensaje, el cual decía que su esposa de edad avanzada quedaría em-barazada. A razón de su incredulidad, Zacarías se quedó mudo por nueve meses hasta el nacimiento de su hijo Juan el Bautista. ¿Qué consecuencias sufriste debido a la falta de fe?

Tal vez te diste un golpe cuando intentabas dropear por primera vez. Quizás estabas muy preocupado de apoyarte demasiado fuer-te y caer hacia adelante. Así que empujaste a medias hacia abajo y pum… caíste de cola al piso. Tienes que confiar plenamente para dropear bien. Esto es lo que te da la fe, un ciento por ciento de con-fianza por lo que todavía no podemos ver. Si no buscas a Dios no

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podrás saber qué es esto. Cuando te comprometes plenamente con Dios, dando ese paso de fe, podrás dropear y pasar hacia el otro lado, en donde encontrarás nuevos desafíos esperándote. Esa es la emo-ción constante que te empuja y te hace crecer en el Señor ¿Existe un área de tu vida en la que todavía no hayas sido capaz de confiar en Dios? ¿Por qué no te arrepientes por no creer y colocas hoy tu fe completamente en sus manos? ¡Te sorprenderás de las cosas que Dios comenzará a hacer en tu vida!

Jud Heald.

Oración del díaSeñor, quiero poner mi confianza y mi fe en tus manos. Ayúdame a dar este paso tan importante. Gracias por la paz que esto me da. Amén.

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Proverbios 11:2-3

Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría.

A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía.

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Salmo 149:4

Porque el Señor se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria.

Solemos oír que el orgullo es algo que deberíamos tener todos: orgullo por nuestro país, por nuestra familia, orgullo por mí mismo o incluso por nuestros logros. Sería bueno tener algo

de orgullo en ese tipo de cosas, pero la Biblia nos advierte que el orgullo es por lo general una actitud que conduce al pecado.

Por ejemplo, cuando para algunas personas es difícil pedir per-dón, por lo general es porque son demasiado orgullosas para poder decir “lo siento, me equivoqué”. En ocasiones cuando sé que hice algo mal, el orgullo actúa como esa voz interior que me convence para ocultarlo. El orgullo dice: “Yo no necesito a Dios, puedo vivir mi vida bien sin él.” Dios es nuestro Padre Celestial y nos da todo lo que necesitamos para vivir y amarnos unos a otros. Debemos con-fiar en Dios, porque justamente vivimos gracias a él.

¿Alguna vez has conocido a alguien que le encanta hablar de sí mismo sin parar? ¿Has conocido a alguien que se cree “la gran cosa”? ¿Te has sentido alguna vez molesto con esas personas que se jactan y se llenan la boca de críticas hacia los demás? Realmente es desagradable. Lo opuesto al orgullo es la humildad. La Palabra de Dios nos dice que los humildes serán honrados y prosperados, no porque sean perfectos, sino porque entienden su lugar. La gente humilde respeta a Dios y a los demás.

En Mateo 23:11-12, Jesús dijo: “El más importante entre uste-

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des será siervo de los demás. Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” El humilde sabe que el único que merece ser alabado y adorado es Dios. Jesús es el mayor ejemplo de esto, ya que se humilló a sí mismo llegando hasta la muerte (Filipenses 2:5-8). Aunque era plenamente Dios, caminó como un hombre y sufrió para poder rescatarnos.

¡Seamos imitadores de Jesús! Evan Kuzava.

“El Señor se burla de los burlones, pero muestra su favor a los humildes.” Proverbios 3:34.

Oración del díaSeñor, quiero ser humilde como nos enseñó Jesús. Ayúdame a reco-nocer mi orgullo y dejar que tu Espíritu Santo me cambie. Gracias por tu ejemplo que me inspira. Amén.

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Mateo 6:5-13

Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en se-creto, te recompensará. Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Ustedes deben orar así:

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nom-bre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdona-do a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.”

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Filipenses 4:6-7

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimien-to, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Este pasaje es un gran recordatorio de la fidelidad de Dios y el poder de la oración. Este versículo nos dice que debemos orar por todo. No sólo por las cosas importantes, sino ¡por

todo! No debemos ir a Dios en oración sólo cuando necesitamos algo. Debemos ir a Dios en oración diariamente y durante todo el día. Una relación real se compone de comunicación. Dios quiere saber de nosotros y también quiere hablar con nosotros. Así que nuestras oraciones deben estar compuestas por dos cosas: hablar con Dios y apartar un tiempo para escucharle.

La oración es simplemente hablar con Dios. Es una manera en que nos conectamos con nuestro Padre Celestial. La principal for-ma en que Dios nos habla es a través de su Palabra, la Biblia. Tam-bién nos habla a través del Espíritu Santo. Pero si no reservamos un tiempo para Él no vamos a poder escucharlo. Nuestra relación con Dios debe ser como nuestra relación con un amigo cercano. Hablamos con nuestros amigos, compartimos sueños y deseos con ellos, recibimos consejos y pasamos momentos juntos. A medida que aprendemos a comunicarnos con Dios de una manera real y práctica, vamos a empezar a experimentar la paz que menciona este versículo. Dios no es una máquina expendedora que sólo nos da co-

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sas cuando queremos. No obstante, cuando realmente empezamos a conocerlo y a pasar tiempo con Él, descubriremos los beneficios que provienen de esta relación. Como por ejemplo, sentirnos libres de la preocupación y el estrés, o como dice este versículo sentir “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento”. Esto significa que incluso cuando las cosas no van como nos gustaría aún podemos tener paz. Podemos confiar en la persona que lo tiene todo bajo control, Jesucristo nuestro Señor.

Tómate un tiempo para orar, para decirle a Dios lo que está pa-sando en tu vida y para confiar hoy en Él.

Tom Geilfuss.

Oración del díaSeñor, quiero profundizar una relación contigo. Ayúdame a buscar-te todos los días en actitud de oración y estar conectado a ti. Gra-cias por tu paz maravillosa. Amén.

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Tuve un mal comienzo en la vida y experimenté un mon-tón de cosas malas. No precisamente por cómo me criaron. Tuve y tengo todavía unos padres grandiosos. Siempre han

sido de gran apoyo para mí y en todo lo que hago. Sin embargo, he tomado algunas decisiones muy malas. Por aquel entonces, cuando tenía doce años, fui expulsado de la escuela, encerrado en un centro de detención juvenil (era una cárcel para menores, yo tenía mi pro-pia celda con mi propio baño), estuve en un hospital psiquiátrico, me emborrachaba, fumaba marihuana, e incluso ya había probado la cocaína.

No tenía ni idea de quién era Dios realmente ni tampoco me interesaba mucho. Estaba deprimido y necesitaba una salida. Probé con la música, con escribir, y a los trece años empecé a andar en skate. Ninguna de estas actividades llenó el vacío de mi interior ni tampoco quitó mi depresión. Cuando tenía catorce años intenté ahorcarme, quería suicidarme. Antes de hacerlo oré a Dios, a pe-sar de que no creía en él. Le dije: “Dios, si eres real y no quieres que haga esto, entonces haz algo para que me detenga.” Después de comprobar la cuerda y de estar seguro de que realmente lo iba a hacer, puse la cuerda alrededor de mi cuello. Quería desesperada-mente que alguien me detuviera, pero nadie lo hizo. Razoné con-migo mismo, “he llegado hasta aquí tan lejos, puedo terminar con esto.” Cuando salté de la silla el nudo se deshizo, sin ningún tipo de forcejeo y aterricé sobre mis pies. Mirando hacia atrás ahora sé que fue Dios que contestó mi oración y me salvó la vida. Pero en ese momento lo dejé pasar y aún seguía sin creer en Dios.

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Alrededor de un año después, un team de skaters llegó a la ciu-dad para hacer una demo. Llegaron al skatepark en horario escolar y me encontraron ahí porque yo había abandonado la escuela. Me preguntaron cuál era mi nombre y respondí con Alex. Entonces me dijeron, “No, no eres la persona que estamos buscando.” Entonces dije: “Pero algunas personas me llaman Animal.” Ellos respondie-ron: “¡Entonces sí! Alguien nos dijo que te encontraríamos.” Me invitaron a patinar con ellos en la demo de ese día y por supuesto que dije que sí. Cuando estuve patinando con ellos me di cuenta de que todos eran cristianos. Esa noche oraron por mí y sentí que Dios tocaba mi corazón, pero de nuevo lo dejé pasar. Unos meses más tarde me invitaron a ir de gira con ellos a Florida. Durante la primera semana que pasé junto a ellos vi que realmente amaban a Dios. Ya estaba harto de huir de la verdad. Siempre supe en mi corazón que Dios existía, pero siempre intentaba evadirme de eso. En ese viaje finalmente entregué mi vida al Señor. Inmediatamente comencé a experimentar una paz verdadera, y por primera vez en mi vida me sentí libre.

Alex Vestal.

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1 Timoteo 4:6-13

Si enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen servi-dor de Cristo Jesús, nutrido con las verdades de la fe y de la buena enseñanza que paso a paso has seguido. Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejer-cítate en la piedad, pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera. Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos. En efecto, si trabajamos y nos esforza-mos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.

Encarga y enseña estas cosas. Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. En tanto que llego, dedícate a la lec-tura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos.

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1 Timoteo 4:12

Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.

Cuando eres joven a veces te sientes como que no eres útil, pero la verdad es que Dios usa a los jóvenes todo el tiempo. El Antiguo Testamento cuenta sobre el rey Amón, un rey

que fue malo, tan malvado que hasta fue asesinado por sus propios hombres. Así su hijo Josías comenzó a reinar cuando tenía tan sólo ocho años. Sin embargo, Josías obedeció a Dios y trajo al pueblo de Israel un reinado justo, alejado de la maldad del reinado de su padre. Dios usó a Josías de muy joven. Dicho con mis palabras, el versículo de hoy sería algo así: ¡No creas esa mentira de que no eres útil, porque eres joven!

La segunda parte del versículo nos dice que debemos ser un ejemplo para la gente en todas partes. En ocasiones necesitamos mirar nuestra propia vida y examinarnos. ¿Cómo hablo y bromeo con los demás? ¿Soy un reflejo de Cristo? ¿Qué cosas miro, cómo actúo, qué amigos elijo, etc.? ¿En estas cosas imito a Cristo? Ser un ejemplo también puede significar hacer sacrificios. A veces te-nemos que sacrificar ciertas cosas que nos gustan hacer con el fin de ser un ejemplo de Cristo. Cuando me convertí en cristiano, te-nía amigos que me decían que ya no eres tan divertido como antes, no en la manera en que ellos pensaban lo que era divertido. Bueno, ¿adivina qué? Poco después de eso, ellos dejaron de andar en skate

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y se metieron en las drogas. Por otro lado, el resultado que tuve por haber entregado mi vida a Dios fue su amor y protección, y me ha permitido viajar con mi skate por muchos lugares, ayudando a otros a cambiar sus vidas para siempre. ¡Eso suena divertido para mí! Si Josías a los ocho años fue capaz de dar ejemplo a toda una nación, ¿qué podría hacer yo para ser un ejemplo a la gente que veo a diario?

Alex Vestal.

Oración del díaSeñor, quiero que mi vida sea un ejemplo tuyo. Ayúdame a demos-trar tu amor a través de mis acciones y que otros puedan conocerte. Gracias por la oportunidad que me das de servirte. Amén.

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Mateo 4:1-7

Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso:

—Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se con-viertan en pan. Jesús le respondió:

—Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusie-ra de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo:

—Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está: “Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.”

—También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.

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Mateo 4:8-11

De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.

—Todo esto te daré si te postras y me adoras.

—¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él.”

Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.

Todos nos enfrentamos con la tentación alguna vez en nues-tra vida. La palabra tentación significa “El deseo de hacer algo que sabes que no debes hacer”. Así que por lo general,

cuando alguien dice que eran tentados, significa que estaban sien-do presionados para hacer el mal o tenían el deseo de hacer lo que ellos sabían que estaba mal. Atravesamos la tentación cuando so-mos niños, cuando pasamos por la adolescencia, cuando vamos a la universidad, e incluso en la edad adulta. A veces, hasta nuestros propios amigos nos tientan a hacer cosas malas. La tentación es par-te de la vida. Mientras sigamos vivos, nunca vamos a estar libre de la tentación. Incluso Jesús, el Salvador del mundo, se enfrentó a la tentación.

La buena noticia es que con la ayuda de Dios podemos superar cualquier tipo de tentación que el diablo nos quiera lanzar. El libro de Mateo capítulo 4 nos cuenta que Jesús estaba ayunando en el desierto, cuando de repente se le acercó el diablo. Probablemente Jesús estaba más cansado y débil que de lo normal. Al diablo le gus-ta atacarnos cuando somos más vulnerables, la Biblia dice que el

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maligno solo quiere robar, matar y destruir ( Juan 10:10). El diablo trató de engañar a Jesús para que ceda a sus deseos físicos, lo puso a prueba con la Palabra de Dios, y finalmente le ofreció riquezas y poder si Jesús se inclinaba ante él. Su objetivo era que Jesús ceda a la tentación y al pecado. Y aquí está la parte buena de todo esto, no sólo vemos que Jesús venció la tentación sino que nos muestra cómo lo hizo. ¡Jesús derrotó a Satanás a través del conocimiento y la proclamación de la Palabra de Dios!

Cada vez que Satanás tentó a Jesús para hacer el mal, Jesús de-fendió su ataque con las Escrituras. La Palabra de Dios es como una espada espiritual (Efesios 6:17). Es un arma y nosotros como creyentes necesitamos aprender lo que dice y lo que significa, para así poder utilizarla en nuestra vida cotidiana como lo hizo Jesús. Si Jesús hubiera pecado, no sólo se habría arruinado a sí mismo, sino que habría arruinado el plan de Dios para nuestra redención y sal-vación. De la misma manera, cuando cedemos a la tentación y ac-tuamos mal, nos hacemos daño a nosotros mismos y también hace-mos daño a la gente que nos rodea. La Palabra de Dios nos enseña a confiar en él, porque él nos cuida y siempre piensa en lo mejor para nosotros. Debemos buscar hacer lo correcto. La Palabra de Dios es poderosa y como creyentes necesitamos conocerla cada día más.

Tom Geilfuss.

Oración del díaSeñor, quiero resistir a la tentación. Ayúdame a conocer más tu Pa-labra y a poder estudiarla profundamente. Gracias por las Escritu-ras que me hacen conocerte más. Amén.

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1 Corintios 1:8-9

Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irrepro-chables en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesu-cristo, nuestro Señor.

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Comencé a patinar cuando tenía trece años. Todos los días cuando salía de la escuela, regresaba a casa caminando y pasaba por un estacionamiento donde todos los skaters de

la ciudad patinaban. Mientras los observaba noté que había algo distinto en ellos y eso me atrajo. Practiqué muchos deportes en aquel tiempo, pero nada me gustaba más que la libertad que me proporcionaba el skate. No había ningún entrenador, ni uniformes, no había práctica programada, ni equipo, ni tampoco una mane-ra correcta o incorrecta de hacerlo. Así que conseguí una tabla y me puse a patinar con esos chicos. Me apasionó el skateboarding inmediatamente. Andaba todos los días. Empecé a asombrarme hasta qué punto el skate podría llevar a una persona. Comencé a trabajar muy duro en ello, y también estaba haciendo un montón de amigos nuevos en ese estacionamiento. Me agradaban esos chi-cos, pero pronto me di cuenta de que estaban en algo más que en el skate. Ellos tomaban mucho alcohol y fumaban marihuana. En ese momento tenía mucha curiosidad por esas cosas así que comencé a fumar y a beber mucho. Pero pronto me di cuenta que realmente me perjudicaba para poder andar en skate, entonces dejé de hacerlo.

Casi al mismo tiempo, conocí a un chico más grande que era el mejor skater de mi ciudad. Él me apadrinó y andaba mucho con-migo. Incluso me llevó a patinar a diferentes skateparks en otras ciudades. Me di cuenta de que él no era como mis otros amigos; que no estaba en todas esas cosas que parecían venir con la cultura del skateboarding. Este tipo tenía algo en su vida que yo sabía que

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quería. Comprobé que era cristiano simplemente por la forma en que vivía su vida. Una noche después de andar con él, me fui a casa, me puse de rodillas y le pedí a Dios que entre a mi vida. Recuerdo que le dije que si Él era real y hacía un cambio en mí, yo lo iba a seguir, porque no estaba dispuesto a seguir a un Dios falso. Al día siguiente me desperté y recuerdo que sentía una paz auténtica en mi corazón. Una paz que me hizo sentir que había encontrado lo que tenía que encontrar. Después de eso, Dios me ayudó a limpiar mi vida de diferentes maneras. Empecé a leer la biblia, a orar y a asistir a la iglesia.

Cuando era estudiante del último año de la escuela secundaria, estuve en una demo de skate con un equipo de chicos cristianos que había viajado a la ciudad. Después de la demo me preguntaron si yo era creyente y si me gustaría viajar por todo los Estados Unidos para patinar y compartir nuestra fe con la gente. Esa era mi opor-tunidad y así fue como Dios me concedió el sueño por el que había trabajado tanto. Gracias a Dios he estado haciendo lo mismo desde hace años. Él me ha bendecido y me ha permitido conocer una gran parte del mundo debido a mi fe y al skate. No siempre es sencillo seguir a Cristo y continúa siendo un desafío para mí, pero Dios nos promete su fidelidad.

Jared Lee.

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Filipenses 4:6-7

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuida-rá sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

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Juan 16:33

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Después de leer este pasaje pienso inmediatamente en la historia que esconde uno de los himnos más influyentes de la historia, se titula “Estoy bien con mi Dios”. Fue es-

crito por Horatio Spafford, un abogado que vivía en un suburbio de Chicago con su esposa Anna y sus cinco hijos (un varón y cuatro mujeres). En 1871 su único hijo varón murió. Unos meses más tar-de, el “Gran Incendio de Chicago” de 1871 consumió sus inversio-nes en bienes raíces, lo que le causó perder todos los ahorros de su vida. Dos años más tarde, Spafford y su familia decidieron tomar unas vacaciones en Europa. Spafford se retrasó por unos negocios a último minuto, por lo que envió a su esposa y sus cuatro hijas como habían previsto, comprometiéndose él a viajar en los días siguientes. El 22 de noviembre de 1873, el barco donde viajaban fue golpeado por un buque de vela y se hundió en doce minutos. Murieron 226 personas. Cuando los sobrevivientes del naufragio desembarcaron en Europa, Anna Spafford telegrafió a su marido, “Solo yo me he salvado, ¿qué debo hacer?”. Spafford inmediatamente dejó Chicago para viajar y traer a su esposa a casa.

En medio de su dolor, mientras navegaba cerca del lugar de la muerte de sus hijas, escribió las palabras de este himno: Cuando la paz, como un río, inunda mi camino, Cuando la tristeza me voltea

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como olas de mar; Cualquiera que sea mi suerte, Tú me has enseñado a decir: Ánimo; mi alma está bien. Aunque Satanás venga a tentar, Aunque las pruebas han de venir, Ten esta bendita garantía, que Cris-to comprende mis luchas, y ha derramado su propia sangre para mi alma.

¿Cómo puede decir Spafford en medio su dolor “mi alma está bien”? Al escuchar las palabras “cuando la paz como un río inun-dan mi camino”, pienso en que la verdadera paz se puede encontrar. Jesús dijo que en este mundo vamos a enfrentar aflicciones, pero que podemos tener paz si le conocemos, porque él ha vencido al mundo. Incluso cuando pasamos por cosas dolorosas, podemos te-ner paz porque Jesús promete estar con nosotros y consolarnos. Lo más reconfortante de todo es que si ponemos nuestra confianza en Jesús recibiremos la promesa de la vida eterna. Así que, cuando es-tés pasando por momentos difíciles, no te olvides dónde encontrar paz. Pon toda tu confianza en él y podrás atravesar cualquier cosa.

Brett Weber.

Oración del díaSeñor, quiero tener tu paz. Ayúdame a buscarte tanto en los mo-mentos buenos como en los momentos malos de mi vida. Gracias por tu ánimo y consuelo. Amén.

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1 Juan 3:3

Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

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Proverbios 4:23

Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.

Los brownies son riquísimos, en especial cuando lo sacas del horno y están bien calentitos y empalagosos. Mmm, qué de-licia. Pero, ¿qué pasaría si utilizara en la mezcla 98% de los

ingredientes que lleva y 2% de caca de perro? ¿Correrías el riesgo? ¿Valdría la pena el placer del chocolate y el azúcar, sabiendo que podría estar contaminado y que posiblemente te pueda enfermar? Ya lo ves, frente a Dios no puede haber ni siquiera un poco de peca-do en nuestra vida, aunque en gran parte estemos bien. La norma de Dios es mucho más alta que la del hombre. ¿Por qué? El deseo de Dios para nosotros es que estemos completamente separados del mundo del mal y dedicados plenamente a Él para honrarlo con nuestra vida. Es por eso que nos invita a ser santos (Levítico 11:44, 19:22; 1 Pedro 1:16). Su deseo es para protegernos y guardarnos como su tesoro especial.

Supongamos que tuvieras un skate único en su clase, completa-mente personalizado, solo usado una vez y autografiado por tu ska-ter pro favorito. ¿Dejarías que un niño con zapatillas embarradas lo use para patinar? ¡De ninguna manera! Así también es el Señor con nosotros. Él es celoso y quiere mantenernos limpios y en perfecto estado. Entonces, ¿cómo nos mantenemos puros en un mundo tan sucio? Bueno, tú no me dejarías que coloque caca en tu comida, ¿no? Entonces ya no permitas más la basura espiritual en tu cora-

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zón. Esto significa guardar tus pensamientos y todo lo que alimenta tu corazón.

Algunas maneras prácticas de hacer esto sería proteger nuestra:

Mente: ¿Qué cosas ocupan nuestros pensamientos?Ojos: ¿Qué cosas miramos?Boca: ¿De qué cosas hablamos y cómo las decimos? Cuerpo: ¿Qué hacemos con nuestro físico? Y si tienes duda con respecto a algo, ¡mantente alejado!

Evan Kuzava.

Oración del díaSeñor, quiero cuidar mi corazón. Ayúdame a purificar las áreas de mi vida que tienen cosas malas y que no me hacen bien. Gracias por Jesucristo que hizo posible el perdón de todos mis pecados. Amén.

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En mi niñez yo era muy rebelde. Peleaba con todo aquel que se me acercaba. En la escuela siempre me metía en proble-mas y en mi casa mi mamá no podía controlarme. En la

escuela secundaria ya estaba fuera de control, a tal punto que ese estilo de vida fue el que me llevó a darme un golpe en la cabeza muy grave. No mucho tiempo después, me involucré con las drogas y consumía a diario. El skateboarding siempre fue mi pasión y eso era todo lo que quería hacer. Yo era de un pequeño pueblo de Maine, y allí no había mucho apoyo para eso, pero igualmente sabía que el skate sería parte de mí por el resto de mi vida.

En un viaje en mi último año de escuela secundaria, estaba prac-ticando snowboard exigiéndome y arriesgando cada vez más. Cerca al final del día, cometí un error y caí directamente sobre mi cabeza desde una altura de cinco metros. Me levanté y traté de seguir como si nada hubiera pasado. Continué mi descenso, hice saltos y giros pero en cada aterrizaje sentía el dolor en mi cuello. Traté de conse-guir otro descenso pero los medios de elevación ya habían cerrado. Al día siguiente me desperté con un montón de dolor. Le dije a mi mamá que no podía ir a la escuela. Ella me llevó al quiropráctico ese día y después de contarle al médico que me había caído, me empujó la cabeza hacia abajo tanto como para tener que ponerme de rodillas. Me preguntó si me dolía y le dije que sí, entonces me tomó algunas radiografías que fueron enviadas a un especialista, que luego me hizo más radiografías. Después de eso me pusieron directamente un cuello ortopédico temporal y me dijo que quizás

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no podría volver a patinar. Con mis sueños hechos añicos me fui a casa llorando.

Durante los siguientes cinco meses me sometí a una cirugía. Sa-caron un hueso de mi cadera para ponerlo en mi cuello uniendo dos vértebras y colocaron un aparato ortopédico sobre mi cabeza. Después seis semanas sin signos de cicatrización y el cuello todavía desalineado me enfrentaba a otra cirugía. Todo esto que me pasaba estaba relacionado con mi forma de ser, de no tomar con calma las cosas y con el estilo de vida que llevaba. Yo había crecido en la igle-sia y conocía de Dios, pero no estaba viviendo para él como debería haber sido. En este punto yo no tenía a quien recurrir. Comencé a buscar a Dios y a leer la Biblia para conocer la verdad por mí mismo. Le pedí al Señor que sane mi cuello para no tener que pasar por una segunda cirugía y poder andar en skate de nuevo. Cuando volví al médico, no sólo mi cuello estaba alineado de la forma que tenía que ser, sino que también estaba sanando.

En ese momento, le pregunté al médico qué pasaría si alguien, que sabía lo que estaba haciendo, empujaba mi cabeza hacia abajo tan fuerte como para que me obligara a ponerme de rodillas. Él dijo: “Si alguien hizo lo que dices, estarías muerto o al menos para-lizado.” En ese momento me di cuenta de que Dios me había estado protegiendo. Así que desde ese momento decidí a vivir para Él.

Jud Heald.

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Tito 3:1-3

Recuérdales a todos que deben mostrarse obedientes y su-misos ante los gobernantes y las autoridades. Siempre de-ben estar dispuestos a hacer lo bueno: a no hablar mal de nadie, sino a buscar la paz y ser respetuosos, demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo.

En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobe-dientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.

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Tito 4:8

Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Es-píritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna. Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo recal-ques, para que los que han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos.

Este pasaje tiene un montón de grandes palabras y términos extraños, pero el mensaje es simple. Dios nos ama a pesar de que somos escoria y de que no somos dignos de su amor.

Dios es tan santo que Él no puede tener pecado en Su presencia. Es por eso que Jesús vino. Jesús vivió una vida perfecta y sin pecado, y cuando murió en la cruz decidió pagar el castigo que merecíamos, el cual era la muerte. Sin embargo resucitó y venció a la muerte. Ahora bien, si pedimos perdón Él cubrirá nuestros pecados, nos hará limpios y nos renovará. Es sólo a través de Jesús, el sacrificio perfecto, que podemos tener vida eterna y ser parte del reino de Dios.

Alex Vestal.

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Oración del díaSeñor, te pido perdón por mis pecados y quiero que me renueves cada día. Gracias por Jesucristo y su sacrificio de amor que me per-mite estar en tu presencia y hablar contigo. Amén.

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Jeremías 29:11

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

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Romanos 8:28-29

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

A menudo se habla acerca del “plan de Dios” para nuestra vida. Pero, ¿qué es realmente? ¿Acaso Dios tiene un buen plan para nuestra vida? ¿Cómo podemos saber ciertamen-

te cuál es el plan de Dios para nosotros? La respuesta la podemos encontrar en el libro de Romanos. Su plan para cada uno de no-sotros es conocer a Jesucristo, pero no sólo como nuestro Señor y Salvador, sino también como nuestro amigo. Dios nos creó para tener una verdadera relación con Él.

El plan de Dios es que seamos transformados según la imagen de su Hijo. Esto significa que Dios quiere que seamos como Jesús. Cuando estuvo aquí en la tierra, Jesús amó a la gente, compartió la verdad, ayudó a quienes lo necesitaban, y lo más importante de todo, mostró el camino a Dios. Dios nos llama a ser como Él. He-mos sido creados para amar y servir a Dios. Y la forma de hacer esto es amando y sirviendo a la gente que nos rodea. Entonces, ¿cuál es el plan de Dios para nuestra vida? Es conocer a Jesús y ser transfor-mados para llegar a ser como Él. Es hablar con Dios, leer la Biblia, amar a la gente, servir a la gente, ser como Jesús, orar, etc... También

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estoy convencido de que Dios nos mostrará a cada uno su plan es-pecífico para nuestra vida. Un plan concreto de Dios, como lo ha hecho con Untitled Skateboards que usa el skate para glorificar a Jesús y para que la gente se acerque a Dios. Así que la respuesta es:

“Sí, Dios tiene un plan increíble y específico para nuestra vida.” Pero lo más importante es simplemente conocer a Cristo e imitarlo.

Tom Geilfuss.

Oración del díaSeñor, quiero profundizar una relación contigo. Ayúdame a cam-biar mi vida de acuerdo a tus planes y a conocer tu propósito espe-cial para mí. Gracias por darle sentido a mi vida. Amén.

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Aunque crecí yendo a la iglesia, conocí realmente a Cristo a través de un amigo que hice en el skatepark hace unos cin-co años. Era uno de los tipos más agradables que había co-

nocido y de inmediato supe que era diferente a los otros skaters. Un día empezó a hablarme sobre quién era Jesús y lo que había hecho en su vida. Me contó que viajó por el mundo para andar en skate y compartir su fe. Él entregó su vida a Jesucristo y ahora utiliza sus dones para la gloria de Dios. Me quedé asombrado de cómo Dios usa el skateboarding para alcanzar a otros de una manera positiva, y difundir su amor. Cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que era lo que yo quería hacer. Veía la alegría y la felicidad que tenía en su vida y yo deseaba eso.

Hasta ese momento, yo casi nunca había orado fuera de la igle-sia, a menos que por supuesto necesitara algo o estuviera en proble-mas. Una noche fui a mi casa y en la intimidad de mi habitación le pedí a Dios que entrara en mi vida y me cambie para bien. No me consideraba una persona terrible en aquel entonces, pero me daba cuenta de que no siempre estaba haciendo lo correcto.

Cuando empecé a leer la Biblia y a orar con más frecuencia, Dios comenzó a abrir mis ojos y a mostrarme cosas. Como por ejemplo, que soy un pecador, que necesito de un salvador y que sin Jesús estoy perdido. Poco a poco, Dios comenzó a cambiar quién yo era. Ahora, casi cuatro años después, Dios me ha llevado a lugares que nunca había soñado. Estoy muy agradecido a Dios porque me ha permitido utilizar este simple pedazo de madera (mi skate) para glorificarlo y difundir su amor.

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Este es uno de mis versículos favoritos porque me anima a glori-ficar a Dios en todo lo que hago.

“En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.” 1 Corintios 10:31.

Mikey Santillan.

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Mateo 5:43-48

Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.

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Mateo 5:44-45

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.

Como puedes darte cuenta, este versículo nos dice que no es suficiente con amar a Dios solamente. Dios ha hecho que sea un mandamiento amarlo a él y a nuestro prójimo

(a quienes tienes cerca). Pero va un paso más allá y nos dice “amen a sus enemigos”. Es difícil amar a los demás cuando sentimos que no somos amados. Pero la Biblia también dice en 1 Juan 4:19 que “no-sotros amamos a Dios porque él nos amó primero”. Y sabemos que esto es así por lo que dice en 1 Juan 4:10: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el per-dón de nuestros pecados.” No estoy diciendo que necesitas morir por alguien para demostrar que lo amas, pero Dios te ama tanto que Él estuvo dispuesto a morir por ti. ¿No te hace sentir un poco mejor sobre quién eres y cuánto valor tienes? El saber que Dios me ama y piensa que soy valioso, me ayuda a amar a los demás y tra-tarlos mejor. Entonces, así como comenzamos a entender cuánto Dios nos ama y cuán valioso somos para él, nuestra responsabilidad es la de transmitir ese amor a todo el mundo, incluso a nuestros enemigos.

Brett Weber.

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Oración del díaSeñor, quiero amar como tú lo haces. Ayúdame a conocer más de tu amor y a ponerlo en práctica con quienes me rodean y con quienes incluso no me aman. Gracias por amarme tanto. Amén.

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2 Tesalonicenses 3:1-5

Por último, hermanos, oren por nosotros para que el men-saje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con ho-nor, tal como sucedió entre ustedes. Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe.

Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.

Confiamos en el Señor de que ustedes cumplen y seguirán cumpliendo lo que les hemos enseñado. Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.

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Salmo 91:1-2

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.»

Te animo a buscar en una Biblia el Salmo 91 en el Antiguo Testamento. Tómate tu tiempo para leerlo bien y luego vol-ver. Comienza con cierto tono diciendo: “El que habita al

abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.” ¿Al-guna vez te has colocado a la sombra de otra persona? Ciertamente, para poder lograr esto tienes que estar en su espacio, es decir, muy cerca de quién da la sombra. Eso es exactamente donde Dios quiere que estemos, justo en su espacio para que podamos confiar en Él. Puedo estar en medio de la situación más complicada, pero cuando busco a Dios la tensión se desvanece y puedo tener alivio, como si tuviera un paño húmedo sobre la cara. Así es que llega a decir: “Tú eres mi refugio, mi fortaleza.”

Cosas difíciles nos deparan en el futuro, pero podemos tener consuelo porque Dios tiene el control. Quizás muchos a nuestro alrededor se rindan, pero “él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.” Dios quiere hacer cosas inimaginables en tu vida, pero tienes que buscarlo. Los versículos del 14 al 16 dicen:

“Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque recono-ce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en

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momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colma-ré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.” ¡Guau, tremendo! Dios quiere mostrarnos su salvación.

El Salmo 91 fue escrito por el rey David, quien llevó a muchos hombres a batallas muy complicadas y ganó con la ayuda de Dios. Hay palabras en este salmo como refugio, fortaleza y baluarte (que quiere decir defensa). Este caminar con Dios es como una batalla y si vamos solos seguro podremos atrapar una flecha o abrirnos ca-mino con una espada. Pero cuando estamos bajo su sombra y lo ponemos como nuestro baluarte, Él nos protege. Jesús ya ha ganado la guerra en la cruz, y gracias a la cruz es que tenemos garantizada la victoria por medio de Él, no importa cuál es la situación cuando verdaderamente lo buscamos.

Jud Heald.

“¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.” Apocalipsis 22:12-13.

“Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.” Mateo 7: 7.

Oración del díaSeñor, quiero refugiarme y confiar en ti. Ayúdame a buscarte en aquellos momentos difíciles de mi vida y a ponerme bajo tu protec-ción. Gracias por cuidarme. Amén.

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Crecí en un hogar cristiano y empecé a andar en skate des-de muy joven. Cuando tenía seis años tuve un accidente grave, fui golpeado por un auto que me dejó importantes

lesiones en la cabeza y el cuello. De hecho, cuando me llevaron al hospital lo primero que me dijeron fue que no volvería a caminar y que podría tener daño cerebral. Pero el Señor tenía un plan para mi vida. Siempre he creído en eso, pero pensaba que mi vida sería aburrida si realmente seguía a Dios. Pensaba que tenía que seguir al pecado si quería divertirme de verdad.

Así que eso es lo que hice. Mi mejor amigo y yo andábamos en skate todo el tiempo. Pero también nos metíamos con un montón de cosas malas como la pornografía, los cigarrillos y el alcohol. El diablo quería destruirme y hacerme daño para así mantenerme ale-jado de Dios. La Biblia dice que los placeres del pecado son efí-meros, es decir, pasajeros (Hebreos 11:25-26). A los 16 años me mudé lejos de mi casa porque ya no me gustaban las reglas que me ponían mis padres. Mi vida iba en descenso. El pecado no lograba satisfacerme por completo. Siempre me dejaba con ganas de más. Aunque te encuentres allá arriba, o con la chica más hot, cuanto más intentas llenar el vacío de tu corazón con cosas de este mundo, más grande es el agujero dentro de ti. Así te vuelves cada vez más y más desesperado por felicidad. Luego, a los 18 años empecé a vivir con una chica que estaba involucrada con la religión oriental y movi-miento rastafari. Comencé a tener más interés por la espiritualidad, pero por supuesto no acudí a Jesús. Nada me ayudó. Yo era todavía un esclavo del pecado y necesitaba un Salvador.

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Un día mi padre vino a mi casa a buscarme para ir a una camina-ta por las montañas. No quiso entrar en mi casa, lo cual condenaba ciertamente mi estilo de vida. La caminata era por un sendero y el aprovechó para a hablarme de Jesús, tal como lo había hecho en muchas ocasiones. Pero ese día el Espíritu Santo estaba realmente hablando a través de él. Empezó a contarme acerca del evangelio y me dijo que Jesús podía perdonar mis pecados y darme libertad. De repente mis ojos se abrieron y me di cuenta de que estaba diciendo la verdad. Yo sabía que tenía que dar mi vida a Jesús. Cuando llega-mos a la cima de la montaña y estábamos comiendo el almuerzo, me preguntó si quería orar y pedirle a Jesús que entrara en mi corazón. De verdad era Dios quien me hablaba porque me sentía sacudido por el Espíritu Santo. Dejé a Jesús entrar en mi corazón y le pedí que me perdone por todos mis pecados. En ese momento “volví a nacer”, y cuando abrí mis ojos me sentía un hombre nuevo. Los árboles parecían más brillante, podía escuchar los pájaros cantando, sentí la paz como nunca la había sentido antes y estaba seguro de que era salvo. ¡Jesús es real! Y Él puede cambiar tu vida también. Solo tienes que humillarte a ti mismo, admitir que no sabes nada, y arrepentirte de tus pecados.

Uriel Luebcke.

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Mateo 5:14-16

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.

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Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

A medida que voy creciendo y me hago más viejo, más lucho con pensamientos acerca de qué me deparará el futuro. No he hecho un gran impacto, ni tampoco mi nombre resuena

dentro de la industria del skateboarding. Sin embargo, dentro de mi entorno particular he tenido mucho éxito, con una carrera que ahora se ha extendido por toda una década. Confiar (tener fe) en Dios puede ser difícil en ciertos momentos. La vida misma resultar ser difícil y confusa. Muchas veces, si no tengo cuidado con mis pensamientos, estos me llevan a un lugar necio, de duda y preocu-pación. Por ejemplo, a veces pienso que el día de mañana, a pesar de vivir un estilo de vida modesto, todo el dinero que quizás ahorré trabajando tan duro de alguna forma se habrá ido. O que a las cien mil personas que le compartí personalmente el Evangelio no les sir-vió ni les generó ningún efecto.

El año pasado pasé 150 días lejos de mi esposa, viajando y com-partiendo el Evangelio. Algunos me preguntaban si todo esto real-mente valía la pena. ¡La respuesta es sí! Mi esposa y yo hemos visto a Dios hacer muchos milagros en nuestras vidas y en la vida de tantos otros. Hemos experimentado la provisión de Dios y su fidelidad, incluso cuando parece que no hay esperanzas. Si durante todos mis años de ministerio hubo solo una persona que llegó a conocer a Jesús como su Señor y Salvador, entonces ha valido la pena.

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Piensa en esto, en que Jesús murió por los pecados de todo el mundo para poder darnos vida y esperanza. La pregunta que debe-mos hacernos como cristianos es: ¿Estamos viviendo una vida, esa por la cual murió Jesús, que valga la pena? Quiero animarte a usar todo lo que Dios te ha dado, cueste lo que cueste, para inspirar y amar a los demás en nombre de Jesús.

Tim Byrne.

“Un hombre no es tonto al renunciar a lo que no puede guardar por ganar lo que no puede perder.” Jim Elliot (misionero martirizado).

Oración del díaSeñor, quiero invertir mi vida en cosas que valgan la pena. Ayúda-me a seguirte y a poder ser un instrumento tuyo. Gracias por guiar-me y enfocar mi vida en cosas eternas. Amén.

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Santiago 4:8

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.

Hechos 2:21 (PDT)

Todo el que confíe en el Señor, será salvo.

Queremos desafiarte a comprometer tu vida con Jesucris-to. Confiarle tu vida para caminar junto a Dios, vivir de acuerdo con su Palabra, y servirlo como Señor de tu vida.

He aquí por qué. La Biblia enseña que todos hemos pecado y que por eso esta-

mos lejos de la presencia de Dios (Romanos 3:23). Todos hemos cometido errores, hicimos cosas mal, y como resultado de nuestro pecado no podemos ir al cielo. Dios siendo perfecto no puede tener pecado frente a su presencia, y es por eso que no podemos ir al cie-lo con Dios, ya que hemos pecado y estamos contaminados por el pecado. Romanos 3:10 dice: “No hay un solo justo, ni siquiera uno.” ¿Qué es el pecado? El pecado es como “errar al blanco”. Pecamos cuando herimos a alguien, cuando mentimos, robamos, engaña-mos, o cuando le hablamos mal a nuestros padres, o cuando codi-ciamos cosas o a personas. Pecamos cada vez que intencionalmente hacemos las cosas mal. Pecar es hacer todo lo contrario a lo que Dios nos ha enseñado en su Palabra, la Biblia. Y el pecado tiene su costo, es decir que tiene consecuencias.

El cielo y el infierno son reales, y cuando morimos vamos a uno u otro. Ahora, debido a nuestro pecado mereceríamos el infierno. Sin embargo, no tenemos que ir allí necesariamente, ya que Jesús pagó el castigo que merecíamos cuando murió voluntariamente en la cruz por nosotros. Jesús vivió una vida impecable, sin pecado, y es por eso que fue el sacrificio perfecto que pagó el precio por el pecado de una vez por todas. Y no sólo murió, sino que al tercer día

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resucitó, y ahora nos promete la vida eterna a todos aquellos que ponemos nuestra fe en él.

Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nues-tro Señor.” El perdón por nuestros pecados y la vida eterna en el cielo con Dios, es un regalo. No podemos ganarlo. Es algo que Dios nos ofrece libremente, a pesar de que nosotros no lo merezcamos.

¿Cómo se hace para poner nuestra fe en Jesús? Es algo simple y consta de dos partes. En primer lugar, debemos arrepentirnos de nuestros pecados. Esto significa pedirle perdón a Dios, admitir que no podemos vivir de manera correcta sin él, y manifestar nuestro arrepentimiento por los errores que hemos cometido en contra suya y en contra de otros. Y en segundo lugar debemos dirigirnos a Jesucristo con fe. Aceptar y reconocer que Él murió por nosotros, que resucitó de entre los muertos, que hoy vive y es nuestro Señor. 1 Juan 1:9 dice que “si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”.

Cuando tenemos una verdadera experiencia o encuentro con Dios, nos sentimos tan agradecidos por habernos salvado del pe-cado y de la muerte, que vamos a querer ponerlo primero en todo. Dios nos llama a vivir una vida apartada del mundo y que le agrade. Él quiere que a través de nuestra forma de vivir seamos un ejemplo para el resto del mundo. No elegimos seguir a Dios porque tene-mos miedo de él o de lo que pueda hacer con nosotros. Elegimos amar y servir a Dios porque él es amable, amoroso y misericordioso con nosotros.

Nos gustaría también hacer hincapié en esto, en que este mun-do y todo lo que hay en él, siempre te dejará insatisfecho. El pecado es divertido solo por un tiempo. Nos da placeres inmediatos, pero a

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la larga te hará daño a ti y a quienes te rodeen. Es destructivo y está diseñado por el enemigo (Satanás) para aniquilarte. La única forma en que podemos vivir con un propósito pleno, feliz y que satisfaga nuestra vida, es a través de una relación con Jesucristo. La única ma-nera en que podremos saber para qué fuimos creados es conocien-do a nuestro creador. Encomendar nuestra vida a Dios no es una decisión fácil, ni tampoco es una garantía para tener una vida sin problemas. Tienes que saber que si decides transitar este camino de fe, te encontrarás con pruebas y sufrimientos, pero con la diferencia de que ahora estás conectado con el Dios vivo que promete estar contigo en cualquier circunstancia que te toque en la vida.

En Santiago 4:8 dice que si nos acercamos a Dios, él se acerca-rá a nosotros. Y en Hechos 2:21 dice que “todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.” Así que hoy queremos desafiarte a que te arrepientas de tus pecados y a que tomes un giro de fe hacia Jesucristo. Deposita tu fe en lo que hizo en la cruz, y en que hoy vive. Pídele que perdone tus pecados, y que sea real para ti. Por último, la Biblia nos enseña que si oras con total sinceridad, Dios te oye. Y que si de verdad lo buscas, entonces lo encontrarás. ¡Así que ten ánimo! Dios quiere revelarse a ti y quiere conocerte. Así que no esperes más, busca al Señor mientras tengas la oportunidad.

Tom Geilfuss.

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Untitled Skateboards es una compañía profesional de skate. Fabricamos tablas de skate, sin embargo, ese no es nuestro enfoque principal. El hecho de que seamos una compañía profesional nos permite estar involucrados en la industria del skateboarding y así poder difundir el Evangelio y llegar a personas que quizás nunca pondrían un pie en una iglesia.

Untitled Skateboards existe para ser una luz en la industria y la cultura del skateboarding. Nuestro deseo es compartir las buenas nuevas de Jesucristo con los skaters, los jóvenes y las personas de todo el mundo.

Llevamos a cabo nuestra misión realizando demostraciones de skate, dando testimonio a la comunidad del skateboar-ding, con publicaciones en revistas y mucho más.

No somos religiosos, somos seguidores de Jesucristo.

Más informació[email protected]

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Christian Skaters Internacional es una familia cristiana de comunidades del skateboarding de diversos trasfondos y países. Andamos en skate y venimos de todo tipo de iglesias. Los grupos de skaters cristianos se extienden por Argentina, Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, Canadá, Brasil, Co-lombia, Etiopía, Guatemala, Japón, Reino Unido, Venezue-la, Panamá, Tailandia, Cuba, Chile, Puerto Rico, China, y sigue creciendo.

Así como los skaters, somos también una tribu global. Bus-camos llegar a la comunidad skater compartiendo las bue-nas noticias acerca de Jesús en palabra y en obra. Servimos a la iglesia cristiana local estableciendo un puente entre los skaters y la iglesia.

¿Qué relación podría haber entre el skateboarding y el cris-tianismo? Para muchos esa relación prácticamente no exis-te, pero nos gustaría invitarte a probar esa poderosa combi-nación. A fin de cuentas, el cristianismo es mucho más que una simple religión.

Más informació[email protected]

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