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PRINCIPALES PATOLOGIAS OCULARES EN PECES DE ACUARIO Texto y Fotografía: Ángel Garvía Pérdida del globo ocular izquierdo en un oscar. Fotografía: Ángel Garvía © Intentaremos diferenciar, lo más claramente que podamos, entre las alteraciones oculares que constituyen una enfermedad por si mismas, y aquellas que únicamente deben ser tomadas como síntoma de una patología mas amplia, ya que afecta a otros órganos y/o estructuras corporales diferentes. NOTA MUY IMPORTANTE: las dosis citadas son DOSIS ORIENTATIVAS y deberían ser probadas para cada caso concreto antes de ser utilizadas en grupos numerosos de peces. 1. ENFERMEDADES OCULARES 1.1. LESIONES DE ORIGEN NUTRICIONAL: Una escasa ingestión de alimento o una dieta excesivamente monótona, basada exclusivamente en comida seca, suelen ser origen de graves patologías. En algunas de estas, uno de los primeros órganos afectados suele ser el globo ocular. Un caso concreto de esto lo constituye la avitaminosis de vitamina A, de nombre químico retinol. Está producida por una dieta con pobre o nulo contenido en esta vitamina liposoluble, y además de resecar la cornea, también ralentiza el ritmo de crecimiento en los alevines. En avitaminosis severas se llegan a perder los ojos. Su solución, si no se han ocasionado ya lesiones irreparables, es obvia: suministrar una dieta rica en alimentos con alto contenido en vitamina A, como por ejemplo hígado, espinacas, acelgas, pescado o marisco. 1.2. LESIONES DEBIDAS A ACCIDENTES Es relativamente frecuente encontrarse con ejemplares que han perdido uno de sus ojos; bien en el transcurso de una pelea, bien como consecuencia de un golpe o roce con piedras u otros objetos de decoración. Este hecho es más frecuente entre los animales de gran talla de ciertos grupos, como discos, oscar, cíclidos en general, pirañas o peces rojos de agua fría; en particular entre las variedades exóticas de estos últimos como ojos de burbuja, ojos de dragón o telescópicos. En bastantes casos, los animales tuertos no parecen demasiado afectados, aunque claro está que esto dificulta su normal desenvolvimiento en el acuario. Personalmente he observado que estos peces se desplazan preferentemente en un sentido: dando su ojo inutilizado hacia la pared de la urna, puesto que por esta dirección no pueden recibir ataque. Evidentemente en libertad el problema sería más grave y posiblemente sobrevivirían menos tiempo ante sus depredadores naturales. Un caso bastante frecuente, en ejemplares de gran tamaño, es la lesión de la cornea o el cristalino en el transporte, por roce contra las paredes de la bolsa. Si esto ocurre, es conveniente añadir algún azul de metileno, verde amalaquita o cualquier otros desinfectante general al acuario. Untergasser recomienda azul de metileno en la dosis de 10-20 ml por litro de agua del acuario y Bassler una gota por litro de una mezcla o cóctel a base de verde de malaquita y formol, que se elabora disolviendo 0,4 gramos de verde de malaquita en 100 ml de formaldehido (Formalina o formol diluido, que es como se comercializa). 1.3. LESIONES DE ORIGEN HORMONAL Se entiende por exoftalmia la alteración en la posición normal del globo ocular, proyectándose hacia delante y dando la sensación de que el ojo va a salirse de su orbita. Es totalmente comprensible que vulgarmente sea conocida como "ojo saltón". Puede producirse en uno o los ojos. Es síntoma corriente en varias infecciones (como posteriormente veremos), pero también puede tener su origen en un desarreglo hormonal. Ante esta circunstancia poco podemos hacer. 1.4. LESIONES DEBIDAS A AGENTES FISICO- QUIMICOS Está totalmente probado que la presencia en el agua de ciertos compuestos químicos dañan los ojos de los peces. Los casos del cobre, www.AcuarioProfesional.com 1

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Page 1: patologias oculares en peces de acuario

PRINCIPALES PATOLOGIAS OCULARES EN PECES DE ACUARIO

Texto y Fotografía: Ángel Garvía

Pérdida del globo ocular izquierdo en un oscar. Fotografía: Ángel Garvía © Intentaremos diferenciar, lo más claramente que podamos, entre las alteraciones oculares que constituyen una enfermedad por si mismas, y aquellas que únicamente deben ser tomadas como síntoma de una patología mas amplia, ya que afecta a otros órganos y/o estructuras corporales diferentes. NOTA MUY IMPORTANTE: las dosis citadas son DOSIS ORIENTATIVAS y deberían ser probadas para

cada caso concreto antes de ser utilizadas en grupos numerosos de peces. 1. ENFERMEDADES OCULARES 1.1. LESIONES DE ORIGEN NUTRICIONAL: Una escasa ingestión de alimento o una dieta excesivamente monótona, basada exclusivamente en comida seca, suelen ser origen de graves patologías. En algunas de estas, uno de los primeros órganos afectados suele ser el globo ocular. Un caso concreto de esto lo constituye la avitaminosis de vitamina A, de nombre químico retinol. Está producida por una dieta con pobre o nulo contenido en esta vitamina liposoluble, y además de resecar la cornea, también ralentiza el ritmo de crecimiento en los alevines. En avitaminosis severas se llegan a perder los ojos. Su solución, si no se han ocasionado ya lesiones irreparables, es obvia: suministrar una dieta rica en alimentos con alto contenido en vitamina A, como por ejemplo hígado, espinacas, acelgas, pescado o marisco. 1.2. LESIONES DEBIDAS A ACCIDENTES Es relativamente frecuente encontrarse con ejemplares que han perdido uno de sus ojos; bien en el transcurso de una pelea, bien como consecuencia de un golpe o roce con piedras u otros objetos de decoración. Este hecho es más frecuente entre los animales de gran talla de ciertos grupos, como discos, oscar, cíclidos en general, pirañas o peces rojos de agua fría; en particular entre las variedades exóticas de estos últimos como ojos de burbuja, ojos de dragón o telescópicos. En bastantes casos, los animales tuertos no parecen demasiado afectados, aunque claro está que esto dificulta su normal desenvolvimiento en el acuario.

Personalmente he observado que estos peces se desplazan preferentemente en un sentido: dando su ojo inutilizado hacia la pared de la urna, puesto que por esta dirección no pueden recibir ataque. Evidentemente en libertad el problema sería más grave y posiblemente sobrevivirían menos tiempo ante sus depredadores naturales. Un caso bastante frecuente, en ejemplares de gran tamaño, es la lesión de la cornea o el cristalino en el transporte, por roce contra las paredes de la bolsa. Si esto ocurre, es conveniente añadir algún azul de metileno, verde amalaquita o cualquier otros desinfectante general al acuario. Untergasser recomienda azul de metileno en la dosis de 10-20 ml por litro de agua del acuario y Bassler una gota por litro de una mezcla o cóctel a base de verde de malaquita y formol, que se elabora disolviendo 0,4 gramos de verde de malaquita en 100 ml de formaldehido (Formalina o formol diluido, que es como se comercializa). 1.3. LESIONES DE ORIGEN HORMONAL Se entiende por exoftalmia la alteración en la posición normal del globo ocular, proyectándose hacia delante y dando la sensación de que el ojo va a salirse de su orbita. Es totalmente comprensible que vulgarmente sea conocida como "ojo saltón". Puede producirse en uno o los ojos. Es síntoma corriente en varias infecciones (como posteriormente veremos), pero también puede tener su origen en un desarreglo hormonal. Ante esta circunstancia poco podemos hacer. 1.4. LESIONES DEBIDAS A AGENTES FISICO-QUIMICOS Está totalmente probado que la presencia en el agua de ciertos compuestos químicos dañan los ojos de los peces. Los casos del cobre,

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principalmente en agua salada, y del zinc están particularmente estudiados. Si nos encontramos ante uno de estos casos, la única solución posible es realizar frecuentes y grandes cambios de agua. La localización del foco contaminante, siempre se debe intentar, aunque casi nunca se logra. De todos modos es frecuente que sea algún medicamento, añadido al agua, o algún compuesto de limpieza, pulverizado en las proximidades del acuario. Hay algunas especies, como por ejemplo los discos, que son especialmente sensibles a cambios en las concentraciones de sustancias químicas disueltas en el agua. Se dan casos, en que la renovación de una buena parte del agua del acuario, puede producir el nublamiento de los ojos de los peces, que generalmente vuelve a su estado normal en unos poco días. Un caso especial lo constituye la llamada "enfermedad de las burbujas", que se caracteriza por la formación de burbujas de gas entre los tejidos corporales del pez. Tiene el mismo fundamento que la embolia gaseosa que sufren algunos buceadores: aguas con alta concentración gaseosa, generalmente sobresaturadas de oxígeno y/o nitrógeno, que bruscamente cambian de condiciones físico-químicas y sufren una rápida disminución en la cantidad de gas disuelto. Como los líquidos corporales del pez son más lentos en eliminar el gas que el agua que rodea al pez, el gas intenta escaparse en forma de burbujas, que quedan atrapadas por los tejidos del pez. Los daños dependen principalmente de dos factores: localización y tamaño de las burbujas. Es frecuente que se formen en las cercanías del globo ocular, pudiendo ocasionar graves lesiones.

Lesión grave en un pez rojo. Fotografía: Ángel Garvía © 1.5. PARASITOS DEL OJO DE LOS PECES No son muchos los parásitos que afectan de modo esencial a los ojos de los peces. Se piensa que la mayoría de las especies encontradas en ellos, se encuentran de modo casual o en transito, siendo los órganos diana (órganos donde realmente se asienta el parásito) realmente otros bien distintos. Parece que este es el caso de ciertas especies de Glugea, Myxobolus y Myxosoma, géneros de protozoos del tipo de los esporozoos. Posiblemente sean los "gusanos planos" del Phyllum de los Pletelmintos, y más concretamente la Clase de los Trematodos, los parásitos que más tipicamente se localizan en el ojo de los peces. Entre los Trematodos monogenéticos, es decir de ciclo biológico simple con un único hospedador, cabe destacar el género Benedenia, cuyas especies más representativas son B. mellini y B.

monticelli. Aunque suele afectar preferentemente otros órganos y estructuras, como la piel o el epitelio intestinal, se han citado numerosos casos en que fija sobre el ojo y origina la pérdida del globo ocular. Afortunadamente es bastante poco frecuente en acuarios particulares. Por su tamaño, de 2-6 mm, es fácilmente detectable a simple vista o con ayuda de una lupa simple. Si se diagnostica algún caso, se debe pueden emplear los mismos tratamientos que se aconsejan para el gusano de la piel (Gyrodactylus sp); entre otros formalina (2-2,5 ml por cada 10 litros), acriflavina (máximo 10 mg/l) o trichlorfon ( 0,24-0,4 miligramos por litro en baños de 7-10 días), praziquantel (mezclar 100 miligramos con 25 gramos de comida, durante 7 días), “Neguvon” (1 miligramo por litro en baños de medio minuto como máximo) o metronidazol (4-6 miligramos por litro en baños de 3 días o al 1 % mezclado con la comida), Sin embargo es entre los trematodos digenéticos, donde está situado el parásito ocular más típico de peces: Diplostomun, conocido vulgarmente como "gusano de los ojos", agente causal de la llamada "catarata verminosa" de los peces. Infesta el cristalino de los peces en su fase larvaria de metacercaria. Tiene un ciclo de vida bastante complejo, necesitando parasitar a tres clases diferentes de animales. Esquemáticamente podríamos decir que el parásito completa su ciclo en el interior de ciertas especies de aves acuáticas. Con las heces fecales de estas llegan las larvas al agua e infestan a un caracol. Los peces contraen las fases larvarias del parásito al ingerir caracoles contaminados. La ingestión de los peces ya infestados por aves acuáticas cierra el ciclo vital. La mayor parte de los peces infestados por Diplostomun, no parecen sufrir daños demasiado

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importantes y la enfermedad pasa desapercibida, pues los únicos síntomas son unas pequeñas manchitas blanquecinos en el cristalino del ojo. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en que la infestación se agrava, el ojo se vuelve opaco y el globo ocular queda inutilizado o se pierde. En este último caso, son habituales infecciones secundarias, de origen fúngico o bacteriano, de consecuencias bastante graves. Tampoco se conocen remedios realmente efectivos contra Diplostomun, únicamente debemos limitarnos a combatir las posibles infecciones secundarias. 2. LESIONES OCULARES COMO SINTOMA DE ENFERMEDAD 2.1 EXOFTALMIA La exoftalmia se incluye típicamente en el cuadro de síntomas de dos graves enfermedades infecciosas: tuberculosis y septicemias hemorrágicas. La tuberculosis de los peces esta originada por diversas especies del género de bacterias Mycobacterium. Es una de las infecciones más y mejor estudiadas en peces de acuario, como lo demuestran algunos de sus nombres específicos: Mycobacterium platypoecilus o M. anabanti. La exoftalmia es uno más de los numerosos síntomas que pueden aparecer en un pez tuberculoso, otros son: inflamaciones, ulceras sangrantes, pérdida de color y apetito, deformaciones óseas (principalmente en mandíbula y espina dorsal), etc. La septicemia hemorrágica puede estar originada por diferentes agentes patológicos. Se diferencia entre las septicemias hemorrágicas de origen bacteriano (S.H.B.) y las septicemias hemorrágicas de origen vírico (S.H.V.). Para un acuaríofilo medio, son prácticamente imposible diferenciar, pues comparten una sintomatología muy ambigua y

variada: hemorragias en la piel, boca y base de las aletas, pérdida de color, ano abultado, ulceras, acumulación de líquidos en el abdomen, escamas erizadas, etc. Algunos investigadores apuntan que la exoftalmia es más típica en las S.H.V., pero esto no está claramente definido. Las S.H.V., como la mayoría de infecciones víricas, son prácticamente imposibles de curar. Para las S.H.B. si se conocen tratamientos, aunque son enfermedades con un alto índice de mortalidad. La mejor terapia es utilizar antibióticos o bactericidas en dosis potentes, como los citados en la siguiente tabla. También dan buenos resultados los preparados antibacterianos comerciales, tipo Furanace o Bactocur. (Ver tabla tratamientos contra bacterias al final del artículo) 2.2 OJOS HUNDIDOS El fenómeno contrario a la exoftalmia, es decir ojos hundidos, es también frecuentemente un síntoma de que algo no va bien. A efectos prácticos podemos decir que cualquier ejemplar que lo presente sufre alguna patología interna. Al igual que el caso anterior, otra cosa es que podamos llegar a diagnosticar la afección de que se trata en cada caso. Entre las causas más comunes por las que los peces de acuario pueden presentar los ojos hundidos están la inanición y los diferentes tipos de anemias. Podemos definir la inanición como el agotamiento físico o debilidad producida por la falta de alimentos durante un tiempo más o menos prolongado. Puede estar originada por varios motivos, como deficiente distribución del alimento en las diferentes zonas del acuario, dieta poco atractiva para los peces, dosis

insuficiente o, evidentemente, ausencia total de alimento. Otra posible fuente de inanición son las llamadas inaniciones de comportamiento, entendiendo por tal las situaciones de stress que producen en los ejemplares falta de apetito. Entre las más corrientes están: superpoblación del acuario, parámetros físico-químicos en valores no adecuados, cohabitación con ejemplares o especies excesivamente dominantes, etc. En los animales nuevos o recientemente trasladados de acuario, también habrá que tener en cuenta una posible inadaptación a la cautividad a la nueva instalación.

Pez rojo con pérdida del globo ocular. Fotografía: Ángel Garvía © Lo descrito hasta ahora para la inanición es lo que sucede en el 90% de las ocasiones; sin embargo, existen ciertas enfermedades en las que se ocasionan lesiones o anomalías en el sistema digestivo que imposibilitan una normal digestión de los alimentos; así, los ejemplares afectados ingieren asiduamente y en dosis suficiente comida, pero no

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llegan a asimilar la cantidad de nutrientes suficientes como para desarrollar una actividad normal. Estas situaciones suelen producirse en las enfermedades que afectan al sistema digestivo, en cualquiera de sus zonas. Su detección es únicamente posible mediante la observación diaria de los peces. Las anemias en los peces pueden estar causadas por bacterias, parásitos o dietas desequilibradas. Además de los ojos hundidos, los peces suelen presentar pérdida de peso, palidez branquial, movimientos lentos y, en los ejemplares juveniles, crecimiento anormalmente lento. Entre los parásitos que más frecuentemente ocasionan anemias en los peces destacan los protozoos de los géneros Eimeria, Trypanoplasma y Trypanosoma. Los dos últimos, son protozoos flagelados, parasitan las células sanguíneas y son los agentes productores de la llamada "enfermedad del sueño de los peces". Trypanosoma es más frecuente en ejemplares silvestres y de piscifactoría. Trypanoplasma. La mayoría de los casos en peces de acuario ocurren en especies de agua fría y estan originados por Trypanoplasma; pero tienen muy escasa incidencia, pues para completar su ciclo vital y transmitirse de un pez a otro, el parásito necesita pasar por una sanguijuela. Es suficiente controlar la existencia en nuestros acuarios de estos anélidos parásitos. Para los ejemplares infestados no se conoce remedio efectivo. La coccidiosis de los peces está producida por el protozoo apicomplexo Eimeria, que se localiza en el epitelio intestinal. Es relativamente común en carpas y otros ciprínidos de acuario y estanque. Otros síntomas típicas de la coccidiosis son ano enrojecido e inflamado y heces excesivamente acuosas. Hasta la fecha no se ha encontrado tratamiento eficaz, por lo menos a nivel casero.

Las anemias de origen nutricional están causadas por dietas con carencias en algún compuesto bioquímico esencial, principalmente vitaminas, aminoácidos o ácidos grasos esenciales. La solución es evidente: cambiar a una alimentación completa, equilibrada y, en las primeras semanas, lo más atractiva posible para el pez, con presas vivas y demás.

2.3. OJO NUBLADO La presencia de una especie de "neblina", por opacidad de la cornea, en el globo ocular puede ser indicio de una infección bacteriana. Este hecho es más frecuente cuando las bacterias patógenas son de los géneros Vibrio o Streptococcus, aunque también se presenta con otras bacterias diferentes.

Ojo nublado. Fotografía: Ángel Garvía © El primero de ellos, produce la enfermedad conocida como vibriosis, bastante más frecuente en peces de agua salada que en los dulcacuícolas. La especie más característica en peces es Vibrio anguillarum. Las infecciones por Streptococcus son, afortunadamente, poco frecuentes en acuarios caseros, al contrario que en piscifactorias y grandes

explotaciones piscícolas donde son temidas como una autentica plaga. Ambas infecciones cursan prácticamente como una Septicemia hemorrágica bacterina (S.H.B.) y suele responder a los mismos tratamientos que esta. Ocasionalmente la existencia de ojo nublado puede presentarse en ejemplares afectados de tuberculosis, diplostomosis o avitaminosis de vitamina B2, vitamina C o vitamina A.

2.4 OJO SUPURANTE Es otro de los síntomas típicos de las infecciones por Streptococcus, mencionadas en el parrafo anterior.

BIBLIOGRAFIA - "DISCUS HEALTH". D. Untergasser. T.F.H. Pbl. 1991. - "ENFERMEDADES DE LOS PECES". E. Amlacher. Acribia. 1964. - "HANDBOOK OF FISH DISEASES" D. Untergrasser. T.F.H. Pbl. 1989. - "LAS ENFERMEDADES DE LOS PECES DE ACUARIO". A. Jimeno. De Vecchi. 1981. - "NUTRICION Y SALUD EN PECES DE ACUARIO". A. Garvía. Acqua life 4. 1992. - "PATOLOGIA DE LOS PECES". J. Roberts. Mundi-Prensa. 1981. - "PATOLOGIA DE ORIGEN FISICO-QUIMICO". A. Garvía. Aquamar 52. 1992.

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TRATAMIENTOS CONTRA BACTERIAS

SUSTANCIA

DOSIS

ADMINISTRACIÓN

SULFAMIDAS POTENCIADAS (Abactrim o Septrim)

10 mg/l

AÑADIR AL AGUA

NIFURPIRINOL (Furanace)

0.1-0.2 mg/l

AÑADIR AL AGUA. cambiar agua el día 5

NIFURPIRINOL (Furanace)

1,5 mg/l

BAÑO DE UNA HORA

NITROFURAZONA

2,5-5 mg/l

AÑADIR AL AGUA

ERITROMICINA

40-60 mg/l

AÑADIR AL AGUA repetir dosis al segundo día

SULFATO DE NEOMICINA

20-50 mg/l

AÑADIR AL AGUA repetir dosis al segundo día

OXITETRACICLINA

30-80 mg/l

AÑADIR AL AGUA repetir dosis al segundo y tercer día

PENICILINA

15- 20 mg/l

AÑADIR AL AGUA repetir al tercer día, cambiando un 50% del agua

QUINOLONAS (ácido oxolínico)

500 mg/l

BAÑO DE UNA HORA

NOTA MUY IMPORTANTE: las dosis citadas son DOSIS ORIENTATIVAS y deberían ser probadas para cada caso concreto antes de ser utilizadas en grupos numerosos de peces.

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